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Historiografía del siglo XIX

Bibliografía consultada:
-.
- Joseph Fontana, Historia: Análisis del pasado y proyecto social.

01. ¿Por qué el siglo XIX se conoce historiográficamente como el siglo del triunfo
de la historia?

Se conoce al siglo XIX como el siglo del triunfo de la Historia porque los
estudios históricos alcanzaron su despegue definitivo debido a que la historia llega a
constituirse como ciencia, lo cual implica:

1- La constitución de la Historia como disciplina científica de la mano del positivismo


y el historicismo clásico, habiéndose producido su separación de la economía y la
sociología.
2- El perfeccionamiento de las técnicas de investigación histórica: se desarrollan
variadas técnicas históricas, arqueológicas y filológicas (prehistoria, egiptología,
desciframiento de las lenguas orientales antiguas, excavaciones micénicas, etc).
3- La publicación de importantes recopilaciones de fuentes primarias de la historia.
(Niebuhr, Mommsen)
4- La aparición de las grandes historias nacionales que pretenden fortalecer la
concepción de nación (Ranke, Macaulay, Michelet), lo cual refuerza la figura del
historiador.
5- La profesionalización de la historia: hay una separación entre la comunidad
científica de los historiadores y los aficionados y una ruptura cada vez más rigurosa
entre el discurso científico de la historia con respecto al discurso literario al que estuvo
atado durante siglos.
6- La institucionalización de la historia: la historia se enseña como disciplina científica
en universidades y en Academias de Historia creadas durante el período de mayor
ascenso de la burguesía

Todo esto es fomentado en los estados europeos por las clases


gobernantes que comprendieron la importancia de la educación popular como elemento
de control social y de la enseñanza de la historia particularmente para legitimación y la
preservación del orden burgués, mediante la construcción de comunidades imaginarias
articuladas en torno a la idea de nación, que identificada con el estado, busca lograr la
lealtad al mismo coaccionando a los individuos y logrando la preservación y el
fortalecimiento del orden social surgente.

02. ¿Por qué se sostiene que en el siglo XIX se produce en el mundo occidental una
ruptura generalizada con el modo en el que se venía investigando y enseñando la
historia?

Se sostiene que en el siglo XIX se produce una ruptura generalizada con


el modo en que se venía investigando los hechos históricos puesto que la historia
convertida en ciencia del siglo XIX implica una ruptura entre el discurso científico que
corresponde a la nueva concepción de esta disciplina respecto del discurso literario al
que durante siglos había estado atada. Así es que el tratamiento científico de la
investigación histórica la distingue del concepto más antiguo de historiografía, pero sin
embargo sigue habiendo continuidades que vinculan a la ciencia histórica surgida en el
siglo XIX con la historiografía antigua, expresadas, por ejemplo, en la idea de realidad
(diferenciación entre la historia y el mito presente desde Heródoto hasta Ranke: se
pretende narrar una historia verídica), en la idea de progresión temporal (se sigue una
sucesión diacrónica donde sólo se reconoce un tiempo unidemensional y unilineal) y en
la idea de acción intencional (se presupone que las acciones humanas reflejan las
intenciones de los que actúan).
Además, el historiador sigue haciendo su tarea vinculado con una
posición dominante, y como método de legitimación del orden instaurado.

03. ¿Cuáles son las corrientes de pensamiento más difundidas a lo largo del siglo
XIX que dan forma a dichas etapas del conocimiento histórico y en qué marco se
desarrollan?

La historiografía del siglo XIX surge en un período donde se rompe un


orden feudal basado en el Antiguo Régimen, en el marco de convulsiones sociales y
políticas originadas por la Revolución Francesa de 1789, que da origen a un período
caracterizado por procesos revolucionarios que envuelven a toda Europa hasta mediados
de siglo y a la expansión napoleónica que compromete a muchos países europeos,
fenómenos que están seguidos de períodos de reacción y contrarrevoluciones que
originaron modificaciones en el panorama social y político de Europa. Se produce la
consolidación de un orden tradicional burgués en el marco de la paulatina consolidación
del capitalismo , donde se produce el avance de la burguesía industrial en el poder
político y la pérdida de poder de la aristocracia, que ya no podía monopolizar el poder
ni mantener intacta la estructura de la sociedad feudal, la agudización del carácter
radical de las revueltas llevadas a cabo por las clases populares donde el contenido
pasaba a ser antiburgués, y la búsqueda generalizada de tendencias capaces de frenar el
avance de las ideas revolucionarias y de lograr un consenso que legitime al nuevo orden
social y económico vinculado al orden burgués.

Las más difundidas fueron el liberalismo, el historicismo y el socialismo:


· Liberalismo: Movimiento burgués, progresista y revolucionario en una primera fase,
y luego de la confrontación con el radicalismo popular y cuando la burguesía alcanza el
poder, conservador y reaccionario. Estaba comprometido con la lucha antifeudal y
vinculado a todos los movimientos revolucionarios que se produjeron hasta 1830.
· Historicismo clásico: Era la estrategia historiográfica dominante, producto del
sincretismo entre el romanticismo y el positivismo. Nacida de la conmoción europea de
1789 a 1814, al igual que el romanticismo y el positivismo, tiene como objetivo la
preservación del orden burgués.
El romanticismo fue un movimiento surgido a fines del siglo XVIII como reacción al
racionalismo de la Ilustración cuyas bases teóricas-filosóficas se formularon en
Alemania. Era un movimiento amplio y contradictorio que representaba las aspiraciones
revolucionarias contrapuestas a intereses conservadores y contrarrevolucionarios: en el
terreno de la literatura se caracteriza por la recuperación de lo popular y nacional (por la
novela histórica, el costumbrismo o una poesía que potencie el paisaje, símbolo de la
individualidad nacional); en el campo histórico, se cobra interés por las crónicas
medievales y se produce la reivindicación de la individualidad frente a una antigüedad
clásica que representaba una cultura común del sentimiento frente a la razón.
El positivismo: era un movimiento que busca la fundación de nueva ciencia de la
sociedad. Se intentaba dotar de un método científico objetivo a la historia y descubrir
por el uso combinado del razonamiento y la observación sus leyes efectivas y
universales. Se había difundido el estudio de las sociedades con el mismo sentido del
estudio de los fenómenos físicos.
· Socialismo / marxismo: Movimiento que hallaría su fundamentación teórica en el
materialismo histórico formulado por Marx y Engels. Tiene sus orígenes en la corriente
de pensamiento de hombres como Babeuf y Roux, que buscaban la conservación de las
tierras comunales, la educación popular igualitaria y la desaparición de las distinciones
de clase y la propiedad individual, es decir, la desaparición del capitalismo que la propia
revolución había hecho arraigar profundamente en la realidad francesa.
A partir de mediados del siglo XIX se acabaron configurando dos grandes corrientes
irreconciliables: una corriente burguesa conservadora y una corriente socialista de
objetivos revolucionarios.

04. Refiérase brevemente al marco histórico en el que surge el historicismo en


Alemania.

a) La aparición del historicismo clásico como expresión historiográfica


del sincretismo entre el movimiento romántico y el positivismo se considera
consecuencia de la situación específica en el ámbito político, social y económico en
Alemania de principios del siglo XIX, marcada por la crisis político-social en Europa a
causa de las convulsiones producidas luego de la Revolución Francesa y de la derrota de
Napoleón en 1815.
A principios de siglo, tras la derrota militar a manos de Napoleón
( batalla de Jena 1806) se produjo en Alemania el surgimiento de un movimiento
nacionalista fundamentado por Fichte y Helder. Alemania estaba caracterizada por su
fragmentación política en una multiplicidad de Estados donde se preservaban los
privilegios y las formas de gobierno feudales, diferentes en su carácter en el oeste
(donde predominaba un , régimen basado en una agricultura de pequeñas explotaciones
familiares que pagaban derechos y rentas a los señores) y en el este prusiano, más
poderoso económica, política y militarmente (donde predominaba los grandes
latifundios señoriales cultivados por campesinos sometidos a la servidumbre).
Las frustradas aspiraciones de unificación política experimentadas desde
principios del siglo XIX por intelectuales y amplios sectores de la burguesía prusiana
recién encontraron respuesta a partir de 1833 cuando debido a las necesidades de
expansión industrial de la burguesía se inició la unidad aduanera entre los estados
alemanes, liderados por Prusia. Esta fue la primera forma de unificación, que recién se
lograría en el marco político tras la Guerra Franco-prusiana en 1871, con la asunción de
Guillermo I como Emperador. Mientras tanto, en el plano económico, tras el fracaso de
la revolución de 1848 en Alemania del oeste se había iniciado el camino de la reforma
agraria liberal y en el este prusiano los señores fundaban el capitalismo agrario sobre
sus viejos dominios feudales.
De modo que el historicismo surge en un clima de “reforma por
reacción” donde tras la caída de Napoleón se iniciaron intentos de reforma a fin de
evitar los avances revolucionarios y el avance de las ideas revolucionarias y progresistas
a las capas populares. Esto se logra por las reformas educativas y el papel de la
universidad prusiana, que provee las armas ideológicas necesarias para enfrentarse a la
revolución. El historicismo clásico surgió, entonces, a fin de crear un consenso
cohesionador de la sociedad y las corrientes de pensamiento, que permitiera asegurar el
orden social burgués legitimándolo y consiguiera, mediante un mínimo de reformas, un
crecimiento sin revolución.

b) Desarrollo sus principales características.

El historicismo clásico o historia historizante, la estrategia


historiográfica dominante en la escuela histórica germana, implica una lucha
contrarrevolucionaria con el objetivo de preservar el orden, y también, una
manifestación de la reacción conservadora frente al racionalismo universalista de los
liberales ilustrados. Sus principales características son:

· Objetividad e imparcialidad: se hace nacer la historia como ciencia imparcial y


objetiva en un momento en el que se busca legitimar el orden burgués. Se creía que el
uso fiel y contrastado de la documentación iba a permitir eliminar y neutralizar la
subjetividad del historiador, que podía superar los condicionamientos sociales en la
percepción de los acontecimientos e iba a ofrecer un relato histórico como reproducción
conceptual y científica del pasado que iba a estar libre de todo tipo de prejuicio,
concepción valorativa, opinión y creencia. Resulta así inexistente la interdependencia
entre el sujeto cognoscente, el historiador que puede tener una actitud pasiva y
contemplativa acorde al modelo mecanicista, y el objeto del conocimiento, la historia.

· Archivística documental: La erudición documental es el instrumento de trabajo


elevado a la categoría de la esencia de la historia. Hay una preocupación filológica por
el estudio, que requiere la crítica, la comparación e interpretación de los textos. La
metodología del historicismo es, entonces, empirista, porque se vincula a una
descripción histórica de tipo descripcionista, es decir que la búsqueda metódica,
exhaustiva del documento-reliquia-prueba permitirá por sí misma establecer hechos y
reconstruir una imagen real, verdadera y objetiva del pasado. Esta historia racionada y
documentada comenzó a suplantar a la mera crónica.

· Busca lo particular y singular en la historia: el historicismo clásico plantea en sus


concepciones fundamentales que los hechos y las situaciones pasados son únicos y
singulares. Para el historicismo clásico dichos fenómenos, que deben ser entendidos
hermenéuticamente por la interpretación de fuentes primarias, ya sean individuos o
instituciones, son irrepetibles en su propio tiempo y espacio, y evolucionan de acuerdo a
sus propios principios, por lo que no pueden comprenderse en virtud de categorías o
leyes universales sino exclusivamente en virtud de contextos propios y particulares. En
este sentido, para el historicismo los hechos son resultado de una razón histórica.
Esta concepción fue influida por la Escuela histórica del derecho, que
proponía la creación de cuerpos legislativos locales surgidos del “espíritu del pueblo”,
opuestos a las legislaciones cosmopolitas propuestos por la Ilustración e implantados
por la Revolución Francesa. El historicismo, entonces, combatía tanto el universalismo
racionalista de Kant como la interpretación hegeliana de la historia.

· Ve al tiempo histórico como un proceso inmanente, causal, irreversible y racional, y


no sólo como una sucesión cronológica de acontecimientos: cristaliza la causalidad
inmanente por buscar explicaciones a los sucesos en el interior de las acciones humanas
y no una acción externa divina; es irreversible porque el tiempo se concibe como
unilineal y no cíclico, y es racional porque sólo puede ser explicado con la razón, no
con figuras divinas (no se hace hincapié en una concepción providencialista de la
historia)

· Abreva la tradición histórico-literaria vinculada a la correcta elaboración del relato:


la historia-literatura que se encuentra vinculada con el relato narrativo debe poder
transformarse en un legado para generaciones posteriores.

· Fe nacionalista: se busca el fomento de una conciencia nacional alemana en torno a la


monarquía prusiana. Los estados se apoyan en la conciencia de identidad nacional de los
súbditos, y la base del desarrollo del sentimiento nacionalista es la reforma educacional,
donde la educación popular busca constituir un yo nacionalizado y fiel a la patria
mediante la enseñanza de la historia.

c) Mencione y caracterice a sus representantes más conocidos y especifique el


impacto de sus obras.

Los dos representantes más importantes de la historiografía clásica fueron Niebuhr y


Ranke.

· Berthold Georg Niebuhr (1776-1831), funcionario historiador de la Universidad de


Berlín reaccionario, es considerado el iniciador de la aplicación del método histórico.
Su propuesta y desarrollo historiográfico presenta una metodología crítica dirigida al
examen y análisis filológico, filosófico y documental de las fuentes históricas materiales
y la utilización de esas fuentes escritas analizadas como una narración. Se produce en él
una transición de la erudición (mera acumulación memorística de acontecimientos y
hechos históricos por sí mismos) a la ciencia histórica (método que intenta mayor
análisis).
Su “Historia Romana “, fue pensada como una forma de enseñanza
patriótica que podía ayudar a frenar el avance de las ideas de la revolución. Dejando de
lado la interpretación de Tito Livio, intentó elaborar la historia de Roma a partir del
análisis crítico. En esta obra refleja su modelo de sociedad ideal, basado en las auto-
gobernaciones de campesinos propietarios que tendrían un espíritu cívico rudo que les
pondría al servicio del Estado si ello llegase a ser necesario.
La obra de Niebuhr representa la primera manifestación de la nueva escuela erudita y
romántica.
· Leopold von Ranke (1795-1886), profesor en la Universidad de Berlín opositor a la
Revolución Francesa y sus consecuentes ideas de libertad, igualdad y fraternidad, es
considerado el creador de la historiografía contemporánea y el máximo exponente de la
corriente positivista de la historia.
Este especialista en filología clásica trabajaba en el marco de
innovaciones didácticas como la aparición del seminario universitario que permitía que
los estudiantes avanzados se dedicaran a estudiar críticamente las fuentes históricas.
Ranke propuso la búsqueda de documentos archivísticos originales, la autentificación y
verificación de dichos documentos y la confrontación entre fuentes escritas
(preferentemente relatos de testigos oculares y documentos históricos) para ser
utilizados como única y exhaustiva fuente de la historia. Así, Ranke recoge la tradición
de Niebuhr y la trata de incorporar a un nuevo modelo metodológico de la historia
según le cual la tarea del historiador es “exponer cómo ocurrieron en realidad las
cosas”.
De modo que Ranke parte de un principio de objetividad vinculado a la
imparcialidad: creía que el uso fiel y contrastado de la documentación iba a permitir
eliminar la subjetividad del historiador. Sin embargo, este principio resulta
contradictorio con su conservadorismo político (era hostil a las ideas revolucionarias de
la burguesía francesa, y su pensamiento histórico –político y social- estaba
comprometido con el Estado, la política y la clase dominante: la monarquía prusiana
que le asignara la posición de combate ideológico contra las ideas hegelianas y el
pensamiento ilustrado) y la manera en que aborda la historia en sus obras: en su
producción historiográfica emite juicios de valor, interpretaciones y valoraciones
incompatibles con la imparcialidad. De modo que no se puede concebir la historia de
Ranke al margen de la política, la ideología y la teoría muy explícita de la historia,
según la cual la finalidad suprema de la misma es “la de abrir el camino a una política
sana y certera, disipando las sombras y los engaños que, en estos tiempos en que
vivimos, oscurecen y fascinan las mentes de los mejores hombre”
Para Ranke la actividad de los hombres se canaliza a través del Estado-
Nación, el eje fundamental de la sociedad y la encarnación de la potencia ética de los
pueblos. Cada uno es singular y distinto, por lo que se apunta a una historia particular y
no a una general y universal: el desarrollo del Estado viene determinado por leyes y
principios internos de su propio crecimiento. Como Ranke identifica a las naciones con
el estado, se concentra principalmente en la historia política diplomática, que funciona
con exclusión de los aspectos populares relacionados con los hechos de masa o
elementos socioeconómicos de la historia: niega la posibilidad de historia comparada
porque según su análisis, analizar las conexiones con factores ajenos a los principios del
Estado resulta esteril, dado que el desarrollo del mismo se puede explicar mediante
estas leyes y la aproximación al tiempo histórico se puede realizar por fuentes primarias
– Ranke sólo reconoce las fuentes hermenéuticas como testimonio de la historia del
pueblo alemán.
Los Estados se apoyan en la conciencia de identidad nacional de los
súbditos, que se cimienta enseñando una historia relacionada con pueblos y unidades
interclasistas cimentadas en el sentimiento común de la nacionalidad. Y como, según
Ranke, todo gran pueblo reclama una posición internacional acorde con su dignidad, el
historiador propone dirigir las energías nacionales hacia un enemigo externo -que puede
vivir en el mismo territorio pero ser externo al pueblo, como los judíos o comunistas-
para evitar una crisis interior y lograr cohesionar la sociedad en torno al estado usando
la represión y la fabricación de consenso. El historiador prepara así el camino hacia la
sumisión de los ciudadanos al poder, porque el estado encarna la nación y esta sigue las
pautas fijadas por el dedo de Dios, a cuyos designios divinos Ranke subordina la
evolución de la historia.
Entonces, hay un primado de la política exterior: se considera que los
Estado-Nación y sus clases dirigentes son los principales agentes del devenir histórico y
por ello sus relaciones, conflictos y negociaciones con otros estados (es decir, la historia
política, bélica y diplomática) constituyen la materia esencial de la investigación
histórica.

d) Señale la naturaleza positivista de las prácticas historiográficas del historicismo


clásico y las características propias que lo diferencian del mismo.

La naturaleza positiva de la concepción rankeana se refiere al apego


fidedigno a al documento sometido a una crítica documental, es decir que ambas
corrientes coinciden en su preocupación archivística documental, así como en su intento
de desvincularse de corrientes políticas e ideológicas y lograr la objetividad de la
ciencia histórica.
Sin embargo, mientras el positivismo busca dotar de un método científico
objetivo a la historia y descubrir por el uso combinado del razonamiento y la
observación sus leyes efectivas y universales (es decir, aquello general y recurrente en
la historia), el enfoque de la historia historizante busca la singularidad y lo irrepetible
del hecho histórico y rechaza la idea de un desarrollo encauzado por la razón hacia un
objetivo como el progreso. Para el historicismo los hechos son resultado de una razón
histórica, y su método se basa en una lógica de la investigación y de la comprensión de
las conexiones humanas diferente a la de las ciencias naturales. En cambio, en el
positivismo los hechos son resultado de una atemporal razón ilustrada que concebía al
tiempo histórico como un tiempo equivalente al tiempo físico y vinculado al de las
ciencias naturales
Entonces, el énfasis del historicismo en la singularidad de los principios
históricos definitivamente va a enfrentar a la escuela histórica germana con el
positivismo.

e) Analice las características que se desarrollan en las prácticas historiográficas del


historicismo clásico a partir de los herederos de Ranke y señale las
particularidades de la conexión entre Historia y política en la llamada “escuela
historiográfica prusiana”

Se considera a Theodor Mommsen (1817-1903) y a los integrantes de la


Escuela Histórica prusiana como sucesores de Ranke. De él tomaron la rigurosidad del
método histórico.
Mommsen recoge los principios metodológicos de Ranke, como el
análisis exhaustivo de las fuentes, e introduce una diferencia fundamental en la
concepción rankiana expresada en el establecimiento de una vinculación explícita entre
la historia y la política, con la cual el historiador tiene un deber: hay un pragmatismo,
pues ni historia ni política pueden separarse. En sus obras la erudición y el nacionalismo
se desvinculan de la admiración hacia la nobleza y el autoritarismo bismarckiano propia
de los pensadores pertenecientes a la escuela histórica germana para abrazar la causa del
liberalismo.
La vinculación que Mommsen explicita entre la historia y la política se
acentúa en los representantes de la Escuela histórica prusiana: H. Von Sybel, J. Droysen
y H. Von Treischke. Estos historiadores dedican sus esfuerzos a la formación de una
conciencia histórica que favorezca los fines políticos potenciando la unificación
alemana detrás del estado prusiano, y por ello arrojan toda concepción de imparcialidad
y consideran a la historia como un arma ideológica para afianzar el estado alemán,
difundida en las escuelas en beneficio del Estado, donde la vinculación con la política es
ineludible y posee un carácter más conservador.
De esta manera, los pensadores de la escuela historiográfica prusiana
continúan la obra que empezara Ranke de sacralizar al estado nacional identificándolo
con el pueblo. Trietschke identifica al pueblo, potencia soberana independiente unida
por la ley, con el estado, y de esa vinculación surge el derecho que tiene el estado de
hacer valer su voluntad mediante las armas, pues el fin de las naciones–estado es la
guerra, donde se asegura su existencia contra enemigos internos y externos. Así, se
produce un culto a las virtudes militares, hecho que va a encontrar eco e influencia en la
Alemania posterior a la unificación, donde las ideas serán adoptadas por estados
autoritarios, expansionistas y nacionalistas cuya principal obsesión era contener el
avance de la democratización política y con ello impedir el avance del movimiento
obrero.

05.
a) Desarrolle las principales características de la historiografía inglesa del período.

La primera mitad del siglo XIX es en Gran Bretaña una época sin
grandes historiadores, puesto que la teoría del progreso que prometía la felicidad dentro
de un orden estable en el que bastaba con una tecnología social -papel asumido por la
economía- desarrollada por A. Smith inhibió el desarrollo de la historia.
Con la eliminación de la amenaza revolucionaria interna representada por el cartismo,
en la segunda mitad del siglo XIX desaparece para la sociedad británica la necesidad de
mantener vivo el combate ideológico en torno al radicalismo y al movimiento obrero,
con lo cual desaparece la interpretación whig de la historia y, de acuerdo a Fontana, “no
queda más que el vacío –la ausencia de ideas encaminada a negar validez a cualquier
idea perturbadora. En este marco surge la idea de la imparcialidad del historiador por
parte de Lord Acton, y desaparece casi por completo el género de reflexión social que
acoplaba la economía y la historia.
La historiografía inglesa del siglo XIX busca legitimar el orden establecido tras la
Gloriosa Revolución en 1688 y evitar los alzamientos populares.

b) Mencione y caracterice a sus representantes más reconocidos.

· Macaulay (1800-1859)Este lord defensor del liberalismo y la industrialización es


considerado el creador de la interpretación whig de la historia, que reconstruye el
pasado para mostrarlo como un ascenso continuado hacia las formas de la libertad
constitucional inglesa.
En su obra Historia de Inglaterra realiza una apologeta de la revolución
de 1688 y del sistema liberal establecido en Inglaterra a partir de la Revolución
Gloriosa, para mostrar que el acuerdo establecido entre la monarquía y el parlamento en
1688 había permitido evitar el radicalismo y la anarquía y había hecho posible construir
un sistema político estable, condición del progreso británico. Así, Macaulay consideraba
que la revolución de 1688 había unido los privilegios de la dinastía gobernante con los
derechos del pueblo respetando la propiedad y el prestigio de las leyes, la libertad y la
acción individuales, gracias a lo había crecido la prosperidad , la riqueza y el bienestar y
la historia de Inglaterra podía ser entendida como la historia del progreso material,
moral e intelectual. Legitimaba el orden burgués establecido, acusando de cobardes a
los mantenedores del movimiento cartista que lo ponían en peligro:
En nuestra isla, no se ha interrumpido, ni por un solo día, el curso regular del
gobierno. Los pocos malvados que ansiosamente deseaban la licencia y el pillaje que no
han tenido el valor de arrostrar, ni por un momento, la fuerza de una nación fiel, reunida
en actitud firme en derredor de un trono paternal. Y si se pregunta por qué nos
diferenciamos de los otros pueblos, la respuesta es que nunca hemos perdido lo que
ellos loca y ciegamente tratan de recobrar. Gracias a haber tenido una revolución
conservadora en el siglo XVII, no hemos tenido una revolución destructora en el XIX.
(Lord Macaulay, Historia de la revolución en Inglaterra, Madrid, 1908) La obra de
Macaulay ofreció en el siglo XIX el tipo de análisis del pasado que se requería para
apuntalar la economía política de Gran Bretaña y sus promesas para el futuro.

· Lord Acton (1834-1902) Luego Acton se dedicó al desarrollo de la historia científica


en el siglo diecinueve bajo la influencia de Ranke, aplicando métodos de investigación
de archivos, crítica de las fuentes, y resaltando la necesidad de la imparcialidad del
historiador. Nuestro esquema requiere que nada revele el país, la religión o el partido a
que pertenecen los escritores. Ello es esencial, no solo sobre la base de que la
imparcialidad es la característica de la historia legítima, sino porque el trabajo es
realizado por hombres que se han reunido con el solo objeto de aumentar el
conocimiento exacto. (Lord Acton, Lección inaugural sobre el estudio de la historia,
Cambridge, 1895)

06.
a) Desarrolle las principales características de la historiografía francesa del
período.

Tras 1989 tuvo origen en Francia la historiografía liberal, que era


heredera de las características de la ilustración: hay un interés por la política que implica
extraer lecciones de la historia porque es una escuela de enseñanza permanente para los
políticos y la sociedad, mas desaparece el carácter cosmopolita que tuvo la historia para
los ilustrados. Comprometida con la lucha antifeudal y con el movimiento liberal–
burgués que animó a todos los movimientos revolucionarios que se produjeron hasta
1830, la historiografía liberal era antimonárquica y antiaristócrata y se hallaba vinculada
a la política de la burguesía liberal, por lo cual interpretaba el curso de la historia en
función de la nueva hegemonía burguesa buscando legitimarla.
Las corrientes dominantes en la historiografía clásica del siglo XIX son
el romanticismo, que en Francia entroncó con los ideales liberales característicos de la
primera mitad del siglo XIX, y el positivismo; ambas representaban una ruptura con
respecto al pasado ilustrado y revolucionario.

b) Mencione y caracterice a sus representantes más reconocidos.

· Guizot (1787-1874) Es considerado el historiador más importante de la corriente


historiográfica liberal. Burgués y protestante, enemigo del absolutismo y la revolución,
Guizot reconoce al “estado llano”, la burguesía, como eje directriz de la historia: Nadie
ignora el papel que el Estado llano ha desempeñado en Francia; ha sido el elemento más
activo y decisivo de la civilización francesa, el que ha determinado, en última instancia,
su dirección y carácter. (...) Cualquiera sea el aspecto bajo el que se considere, tanto si
se estudia la formación progresiva de la sociedad en Francia como la del gobierno, el
Estado llano significa, en nuestra historia, un hecho inmenso. Es la más poderosa de
todas las fuerzas que han precidido nuestra civilización. (Guizot, Francois, Historia de
la civilización en Europa, Madrid, 1935)
Guizot señaló el carácter de enfrentamiento social que se dio en la
revolución inglesa y la comparó con la francesa, destacando la importancia que el
espíritu protestante había tenido en Inglaterra en la configuración de los ideales de
libertad. Esta libertad culmina con el triunfo de la Revolución liberal de 1830, que
según este autor consagró los principios de 1789 y señaló el fin de la lucha de clases,
puesto que la burguesía había alcanzado el poder y después de ese momento carecía de
sentido la revolución.

· Thierry (1795-1856) Este representante de la escuela romántica planteó los


fundamentos de una renovación de la historia de Francia acorde a los cambios que se
habían producido en su sociedad debido a la necesidad de reinterpretar la historia a
partir de la nueva hegemonía burguesa. A la historia de reyes y aristócratas expresada
en los viejos anales, que no podía considerarse como la legítima historia de la nación
francesa, Thierry considera que debe agregarse la historia del tercer estado:La historia
de Francia, tal como la han hecho los escritores modernos, no es la verdadera historia
del país, la historia nacional, la historia popular: esta historia yace todavía sepultada
bajo el polvo de las crónicas contemporáneas, de donde nuestros elegantes académicos
no han cuidado de sacarla. La mejor parte de nuestros anales, la más seria e instructiva,
está por escribir; nos hace falta la historia de los ciudadanos, de los súbditos, la historia
del pueblo. Esta historia nos presentaría, por un tiempo, ejemplos de conducta y ese
interés y simpatía que buscamos en vano en las aventuras de ese pequeño número de
personajes privilegiados que ocupan solos la escena histórica. Nuestras almas se
sentirían atraídas por el destino de las masas de hombres que han vivido y sentido como
nosotros (...); el progreso de las masas populares hacia la libertad y el bienestar nos
parecería más imponente que la marcha de los conquistadores y sus miserias, más
conmovedoras que las de los reyes destronados. (Thierry, Agustín, Première leerte sur
l’historie de France, París, 1846)
Thierry introdujo entonces en sus estudios la figura del pueblo, la nación,
colocándola en el primer plano de su análisis, en el centro de la historia: intentó escribir
la historia del pueblo en su Ensayo sobre la formación y progresos del Tercer Estado,
donde identificó al tercer estado no sólo con la burguesía, sino con el pueblo entero, con
la única exclusión de la aristocracia y el clero. Thierry identifica la historia de este
tercer estado con la del desarrollo y los procesos de la sociedad civil francesa.

· Tocqueville (1805-1859) Historiador liberal francés católico y conservador de la


restauración que en su obra cumbre, El Antiguo Régimen y la Revolución (1856),
efectuó el análisis de las causas que posibilitaron la revolución, el estudio de la
estructura social de la Francia del Antiguo Régimen y de los enfrentamientos sociales
que se produjeron a lo largo del siglo XVIII, realizados a partir de documentación
rigurosa y esmerada.

· Jules Michelet (1798-1874) Era un historiador romántico impregnado de un


liberalismo que pronto se truncaría en republicanismo populista y progresista, cuyos
planteamientos políticos, de cierto populismo progresista, habían de conducir a las
fuerzas sociales movilizadas por la revolución por el camino del nacionalismo burgués,
al desviar a las clases populares de cualquier objetivo clasista mediante la visión
personalizada que intenta establecer en su obra de la nación francesa, cuyo “ser
nacional” habría existido desde el origen de los tiempos.
Michelet realizó una amplia utilización de fuentes documentales, y
elaboró una concepción de la historia que le sitúa como el precedente más cercano de la
concepción de la “historia total”, la que aplicó en su Historia de Francia (1833-1861)
donde el pueblo pasó a ser protagonista de la historia y donde se estudió ampliamente
los fenómenos económicos, sociales, religiosos y culturales, entre otros.

En estos días memorables se hizo una gran luz y divisé a Francia. Tenía anales y
no una historia. Hombres eminentes la habían estudiado, sobre todo, desde el punto de
vista político. Ninguno había penetrado en el infinito detalle de los desarrollos diversos
de su actividad (religiosa, económica, artística, etc.) Ninguno la había abrazado con la
mirada en la unidad viviente de los elementos naturales y geográficos que la constituían.
Yo fui el primero en verla como un alma y con una persona. (Michelet, Jules, Historia
de Francia, París, 1876)
Creo haber encontrado, por concentración y reverberación, una llama lo
suficientemente intensa como para fundir todas las diferencias aparentes y devolverles
en la historia la unidad que tuvieron en vida... Para interpretar el más insignificante
hecho social me ha resultado imprescindible la ayuda de todo el conjunto, dándome
cuenta cada vez más de que nuestras clasificaciones, por lo general, son poco serias (...)
Nunca hasta ahora había movido una masa tan grande, combinando en una unidad viva
tantos elementos aparentemente discordantes... Estoy tratando de entrelazar aquellos
hilos que nunca habían sido entretejidos en la ciencia: el derecho, el arte, etc.; de
mostrar cómo una escultura o pintura es un acontecimiento en la historia del derecho; de
seguir el movimiento social desde el corpulento siervo que sostiene los nichos de los
santos feudales hasta fantasía de la corte (la Diana de Guojon), hasta Véranger. Este
doble cabo está trenzado con los hilos de la industria y la religión. Es fácil para la
imaginación entrever algo de esta acción recíproca; pero determinar con exactitud la
manera la cantidad de esa acción, a fin de fundar científicamente una teoría tan nueva,
no es un esfuerzo pequeño. (Michelet, Jules)

· Coulanges (1830-1889) Era un historiador académico y docente francés cuya herencia


racionalista se mezcla con un legado romántico. Su positivismo se vincula a una
concepción conservadora del mundo. Consideraba que la historia consistía, como
ciencia, en exponer hechos, analizarlos, cotejarlos e indicar los lazos que los unen,
conservando el historiador, que “no tiene más pretensión que la de apreciar bien los
hechos y comprenderlos con exactitud” objetividad e imparcialidad.
En La ciudad antigua trató de buscar las leyes que explican la evolución
histórica de Grecia y Roma y para ello partió de la inteligencia del hombre como motor
que fundamenta las transformaciones sociales. (A causa de nuestra inteligencia, que
progresa, las instituciones y leyes se encuentran sujetas a cambio, es decir que a partir
de los cambios de inteligencia de los hombres deben explicarse las transformaciones
sociales.) Para Coulanges, que abogó por una historia patriótica y conservadora por el
estilo del historicismo prusiano, la familia y la religión nacían desde el principio en
estrecha asociación a la propiedad, y la evolución de la estructura de las sociedades
antiguas se explican por la religión.

· Taine (1828-1893) Instrumento de la reacción cuya obra Los orígenes de la Francia


contemporánea, profundamente reaccionaria y critica con la revolución, se ocupa de los
fenómenos económicos e intenta vincular los fenómenos culturales al conjunto de la
sociedad.
· Comte (1798-1857) Fue secretario y colaborador de Saint-Simon. Intentó dotar de un
método científico objetivo a la historia y descubrir por el uso combinado del
razonamiento y la observación sus leyes efectivas y universales. El positivismo de
Comte consideraba que la marcha progresiva del espíritu humano como algo autónomo
bastaba para explicar el cambio histórico, y que dicha evolución independiente del
pensamiento se ilustra con una ley fundamental del desarrollo intelectual de la
humanidad que consiste en afirmar que cada rama del conocimiento pasó por tres
estados teóricos diferentes: el estado teológico o ficticio, en el que las explicaciones se
buscan en la acción directa y continua de agentes sobrenaturales; el estado metafísico
donde los agentes sobrenaturales son reemplazados por fuerzas abstractas, y el estado
cientifico o positivo en el que el espíritu humano renuncia a conocer las causas íntimas
de los fenómenos para concentrarse en descuibrir las leyes efectivas mediante el uso
bien combinado del razonamiento y la observación.
07. Señale las diferencias entre la historiografía inglesa y la francesa.

Se podría comenzar señalando las diferencias entre la Revolución Inglesa


y la Francesa: mientras que en Inglaterra encontramos una conducta reformista
altamente ligada a la economía política, en Francia es la Revolución la que marca el
camino, aunque la historiografía de la revolución no será la corriente dominante de la
historiografía francesa del siglo XIX, sino que serán el romanticismo y el positivismo.
Además, el liberalismo inglés, que halló su base de fundamentación ideológica entre las
ideas de la escuela escocesa basadas en el progreso, tiene un carácter más conservador
por el mismo carácter de la revolución ocurrida en el siglo XVII -revolución
conservadora inglesa que derivó al establecimiento de un poder compartido por la alta
burguesía en alianza con la aristocracia, como consecuencia del terror que ambas
sentían al radicalismo popular- mientras que el hecho de que se produjeran revoluciones
liberales en Francia que implicaron la destrucción del Antiguo Régimen le otorga a la
historiografía francesa, que obtuvo su fundamentación ideológica entre los Ilustrados
del siglo XVIII, un carácter más liberal.
Ambas corrientes historiográficas se encuentran plasmadas a través de sus
representantes.

08. A partir de lo analizado en la práctica historiográfica que distingue al siglo


XIX: señale lo que tienen en común y lo que diferencia al historicismo clásico
alemán y a la historiografía que se expande en Inglaterra y Francia.

Las tendencias en Francia, Inglaterra y Alemania compartían la


preocupación por lograr la preservación del orden burgués y justificar la hegemonía de
esta clase que se encontraba en el poder, por frenar el avance que las ideas
revolucionarias habían hecho en las capas populares rurales y urbanas, y por asegurar
un nuevo consenso que cimentase el orden social, una vez que la fundamentación
tradicional de la sociedad feudal y de las monarquías de derecho divino se habín
desmoronado Las diferencias principales son:

* Mientras que en Inglaterra se admitió la doctrina del progreso que prometía felicidad
para todos dentro de un orden estable y con la historiografía de la revolución surge en
Francia la introducción de los conceptos de clase y la lucha de clases -que dan una
dimensión política a la interpretación economicista y pasiva de la teoría de los cuatro
estadios de Adam Smith-, el historicismo clásico enseña una nueva historia en al que no
se habla de estadios o progreso, modo de subsistencia o luchas de clases – dado que
estos argumentos conducen a una visión crítica y debilitan la cohesión social-, sino que
se relaciona con pueblos y unidades interclasistas cimentadas en el sentimiento común
de la nacionalidad.
* En Francia e Inglaterra han aparecido historiadores que integran análisis económicos
al estudio de la historia, mientras que en Alemania se niega la posibilidad de historia
comparada porque se sostiene que el desarrollo del Estado se puede explicar mediante
los principios internos de su propio crecimiento sin necesidad de atender a los
elementos socioeconómicos.
* En Francia, Guizot y Thierry señalan a la nación al pueblo, al estado llano- como
artífice de la historia, mientras que desde el historicismo clásico se identifica a la
Nación con el Estado, y los relatos históricos siguen estando vinculados a las clases
gobernantes.
* Mientras que en Alemania la historia busca lo particular y singular en la historia, en
Francia e Inglaterra, especialmente los historiadores positivistas, buscan leyes
universales que expliquen la evolución histórica.

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