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El documento resume el primer capítulo del libro "El ser y los filósofos" de Etienne Gilson. Explora las dos principales confusiones sobre la noción del ser en la filosofía: 1) La identificación del ser con la unidad, lo que llevó a Platón y Plotino a separar el mundo de las ideas de la existencia, y 2) la identificación del ser con la sustancia, ignorando el principio de la existencia. Autores como Santo Tomás, Duns Escoto y Suárez abordaron estas confusiones de diferentes maneras. Gilson utiliza un enfo
Descriere originală:
Recensión del libro El ser y los filósofos de Etienne Gilson.
El documento resume el primer capítulo del libro "El ser y los filósofos" de Etienne Gilson. Explora las dos principales confusiones sobre la noción del ser en la filosofía: 1) La identificación del ser con la unidad, lo que llevó a Platón y Plotino a separar el mundo de las ideas de la existencia, y 2) la identificación del ser con la sustancia, ignorando el principio de la existencia. Autores como Santo Tomás, Duns Escoto y Suárez abordaron estas confusiones de diferentes maneras. Gilson utiliza un enfo
El documento resume el primer capítulo del libro "El ser y los filósofos" de Etienne Gilson. Explora las dos principales confusiones sobre la noción del ser en la filosofía: 1) La identificación del ser con la unidad, lo que llevó a Platón y Plotino a separar el mundo de las ideas de la existencia, y 2) la identificación del ser con la sustancia, ignorando el principio de la existencia. Autores como Santo Tomás, Duns Escoto y Suárez abordaron estas confusiones de diferentes maneras. Gilson utiliza un enfo
Advierte Etienne Gilson en la introduccin de El ser y los filsofos que la
aproximacin que va realizar est determinada por el argumento filosfico que quiere exponer, y que este libro sera completamente errneo como historia (p. 17). Esta separacin abrupta entre historia y filosofa no es posible a mi entender, y afortunadamente Gilson no cumple su amenaza: se despliega ante nuestros ojos toda la historia de la filosofa con sus avances y retrocesos, desde los presocrticos hasta los contemporneos; y los filsofos escogidos lo son realmente por motivos histricos: estos filsofos, en su sucesin temporal, son los autnticos protagonistas de este libro, junto con el ser, y nunca ste separado de ellos. El primer captulo de esta obra de Gilson nos trasporta en clave histrica a un tema tan importante como la nocin del ser en la filosofa. La dimensin del ser como uno, antes de como existencia marcar un conjunto de desviaciones desde Parmnides hasta Meister Eckhart, que condicionarn multitud de enfoques filosficos. El ser se muestra en su primera aproximacin como un signo de contradiccin filosfica. Quien no atine en su mayor profundidad desde un primer momento estar condenado a repetir los errores del pasado. La consideracin de prioridad de la identidad sobre la realidad de los entes, con Parmnides, conduce a que Platn site el mundo de las Ideas fuera y por encima de la existencia. Plotino, siguiendo este mismo esquema, identificar lo Uno como la causa de la realidad de los seres, pero no siendo l mismo un ser. El modelo de la identidad sigue, por tanto, presente en esta aproximacin y ser el causante de que para salvaguardar la pureza de esa identidad que es de orden gnoseolgico tanto como genealgico, se instaure una barrera entre el principio supremo de la realidad y la realidad misma, precisamente para que esa pureza del principio supremo quede intacta. Entre la causa y lo causado no puede haber semejanza. Plotino no identific el primer principio, la Unidad, con Dios, pero otros se encargaran de este trasvase. Corresponder a Proclo tal privilegio, y la especulacin de otros filsofos cristianos intentar intilmente compaginar los principios de Plotino con las exigencias filosficas del cristianismo, dando lugar a escisiones y malentendidos que con el tiempo tendrn consecuencias en el terreno prctico. As como una corriente de filsofos cristianos San Agustn, San Anselmo, San Buenaventura, el Aquinate- salvarn este escollo, otros se ensimismarn en estas ideas neoplatnicas con el consiguiente empobrecimiento filosfico y teolgico: Gilson introduce en la historia de este descamino, siempre con indulgencia hacia sus protagonistas que ahora desfilan ante nuestros ojos: Mario Victorino, Juan Escoto, Dionisio Areopagita y Maister Eckhart. Aqu Gilson hace alarde de sus conocimientos como medievalista, dejando un regusto
1 Ttulo original: Being and Some Philosophers, (Toronto, 1949). Traduccin espaola, Ed. EUNSA, Pamplona, 1985, 2 ed., 345 pp.
ONTOLOGA I: Prof. ENRIQUE MOROS CLARAMUNT
de admiracin por haber encontrado claves filosficas en una poca ampliamente ignorada de la historia. El resultado de este captulo es que la historia de esta confusin sutil sobre el ser ha generado y genera en nuestros das desviaciones tangibles sobre el mundo, el hombre y Dios. Pero no es la nica confusin posible acerca el ser. La segunda confusin se da en la identificacin del ser con la sustancia. La sustancia es a lo que realmente compete ser, puesto que los accidentes son por ella y la materia es mera potencia. Pero a travs de la religin surge el problema de que la Creacin no puede se puede explicar con el mundo meramente sustancial de lo que nos es necesariamente dado y nos aparece concretamente. Averroes, un aristotlico empedernido, no puede ms que reaccionar de modo furibundo cuando lee que Avicena conceba la existencia como un accidente. Le parece un aadido innecesario a la lista aristotlica de las categoras y en el fondo una mezcla espuria de filosofa y teologa. Otros aristotlicos cristianos reaccionarn de modo similar contra la introduccin del concepto de existencia como un principio constitutivo ms de las cosas. A ellos les bastaba con las nociones de forma, materia y accidentes. La existencia vena ya contenida necesariamente en la sustancia, pues lo que est ah es algo necesario. Pero el concepto de Dios de Aristteles no es un Creador sino un mero Motor y Hacedor. Por eso Aristteles es incapaz de concebir la historia y la aparicin de la novedad en un mundo que, como el suyo, est reglado por las formas y en el que los individuos no cuentan sino como siervos de la especie. Santo Toms de modo eminente ser quien seale la necesidad del principio de la existencia para dar razn de esa novedad que en definitiva es la libertad. Pero ese mismo principio existencial se ver en algunas mentes como un aadido artificial. El proceso de este malentendido comienza en Avicena y, pasando por Duns Escoto, termina en la total identificacin de esencia y existencia que realizan Surez y sus seguidores. El problema se plantea si se pretende adscribir a la esencia un cierto estatus de ser aparte del de aquellos individuos que la participan o aparte de la entidad de razn en las mentes de quienes las piensan. Esto es lo que sucede a Avicena: las Ideas tienen cierta entidad en la mente de Dios que se distingue de la propia divinidad. He aqu la brecha que, por leve que sea, nunca se debe abrir. La existencia, para Avicena, adviene de modo contingente y accidental al ser que tiene la esencia. La esencia coincide con la pura posibilidad. El Primero, un concepto con el que Avicena quiere referirse a Dios, es existencia total, es necesariamente y tambin cualquier posible actualizado es necesario por la necesidad del Primero: estamos en el reino de la necesidad y el despliegue de los posibles, de las esencias en la mente de Dios, se ha vuelto necesario. Los pensadores cristianos reaccionarn pronto contra esta fatalidad afirmando la libertad en el seno de Dios y su creacin. Duns Escoto, adecuadamente, vuelve a cerrar la unidad entre los objetos en la mente de Dios, que son las esencias sin actualizar, y Dios mismo. No hay nada en Dios que le obligue a crear: las esencias no entraan en l un privilegio de existencia posible. Su existencia en l es la propia existencia divina (p. 137). Pero en Escoto no hay lugar para la distincin entre esencia y existencia: ambas estn incluidas en la nocin de esse. La presencia de las cosas viene dada por una caracterstica aadida que el llama haecceitas (estar ah).
ONTOLOGA I: Prof. ENRIQUE MOROS CLARAMUNT
Francisco Surez ser el paradigma de la exclusin de la existencia fuera de la
esencia. Surez simplemente no sabe qu hacer con ella, porque la esencia lo aporta todo. La historia, una vez ms se hace presente de modo determinante en este libro, porque fue una concatenacin de acontecimientos la que dio lugar a la prevalencia de esta concepcin esencialista, ms que la mera fuerza de sus argumentos: y esto no lo deja de advertir Gilson, al darse cuenta de cmo Descartes bebi en las fuentes de Surez, y Kant no tuvo otro contacto ms relevante con la metafsica que la obra de Wolff. De modo que, Gilson no puede explicar de modo completamente filosfico por qu se lleg a olvidar el ser en la filosofa; tendremos que achacar este olvido a acontecimientos histricos contingentes. El error de un filsofo un error necesariamente muy sutil- que no ha sido percibido por el siguiente. Pero Gilson tiene el gran mrito de describir cmo el terreno que pisaban era especialmente resbaladizo. Manuel Garca de Madariaga Czar 17 de enero de 2004