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Finanzas
Convergencia Contable
Con la conformación del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, que está próximo a
conocerse, se acelera la convergencia hacia normas contables internacionales.
Una vez se firmó la nueva ley, la conciencia por parte de algunos empresarios sobre la
inminencia del cambio fue mayor y se hicieron numerosos procesos de capacitación. Sin
embargo, el conocimiento del grueso del sector empresarial sobre las Normas
Internacionales de Información Financiera (IFRS, por su sigla en inglés) y sus
implicaciones sigue siendo bajo. "Las empresas saben que viene un cambio en materia
de contabilidad, pero no saben cómo las va a afectar. Por esto, la mayoría debería
empezar no solo a capacitarse sino a medir el impacto sobre sus sistemas de
información, procedimientos y políticas para arrancar su plan de conversión", afirma
Felipe Jánica, socio líder de IFRS de Ernst & Young Colombia.
Estos son procesos largos y complejos que no se hacen de un día para otro, pues exigen
cambios en muchos frentes y tienen grandes impactos. Más que la aplicación de unos
nuevos estándares contables, se trata de un cambio total en la compañía. "El proceso de
conversión a IFRS puede tardar alrededor de dos años en una compañía organizada
pero, para realizarlo correctamente, se tiene que anticipar tres años en su aplicación"
afirma Jánica.
Además, puede traer unos impactos importantes por la mejor contabilización de los
activos fijos e intangibles y de los pasivos contingentes, como los beneficios de los
empleados a largo plazo. Incluso, cambia el tratamiento de derivados y da mayor
relevancia a los impuestos diferidos ante una mayor independencia entre lo contable y
lo tributario, entre otros temas.
Pero, hay que empezar ya. Colombia fue uno de los últimos países del mundo en
comenzar a implementar este lenguaje global. "Tenemos que movernos rápido y
acelerar el paso. Cualquier demora nos hace estar más lejos de la meta", afirma Juan
Carlos Sánchez, socio de Deloitte.
La avanzada
De hecho, ya existe un borrador del modelo general contable que deberán seguir las
entidades a partir de 2011. Además, están en un proceso de coordinación institucional
con la Contaduría, pues alrededor del 38% de las empresas de servicios públicos son
estatales, afirma Orlando Garcés, asesor de la Superservicios. "Estamos en un año de
transición", agrega.
Educación, la clave
Este no es solo un tema de contadores ni del área financiera, también se requiere llevar
la capacitación a todos los miembros de la compañía, desde el área de sistemas y
Cortesía Ing. MSc. Luis Fernando Restrepo G.
operativa hasta la junta directiva. Además, todos los interesados clave, como bancos,
proveedores, clientes, reguladores, analistas financieros y de crédito, agencias
calificadoras, entre otros, deberán aprender a leer e interpretar la información financiera
de manera distinta. "Son informes más detallados y con mayores requerimientos de
información. Hay normas específicas para diferentes industrias, pues no es lo mismo,
por ejemplo, el manejo de los inventarios en un almacén de cadena que en una
petrolera", afirma Sánchez. "Las IRFS reflejan con una mayor veracidad la realidad
financiera de los negocios", agrega.
Según el ministro Plata, "la unificación del lenguaje contable colombiano con estos
estándares contribuirá a una mayor competitividad e internacionalización de las
empresas colombianas, facilitará la atracción de inversión extranjera, generará
oportunidades para los contadores, reducirá los costos de transacción en empresas de
todos los tamaños y proveerá mayor transparencia y mejor información a quienes
suministran recursos a las Mipyme, permitiendo un ágil acceso al crédito y a la
formalización empresarial".