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La Iglesia como misterio Parte 2

Autor: Paulo Arieu

¿Como se constituyó la iglesia?

Podemos citar al cardenal Ratzinger,el actual Papa de la Iglesia de Roma quien,parafraseando el


pasaje biblico de Ef. 2:20, dijo que

La Iglesia se constituyó sobre el fundamento de los Apóstoles como comunidad de fe,


esperanza y caridad. A través de los Apóstoles, nos remontamos a Jesús mismo (Benedicto
XVI) [27]

Cristo no sólo pensó, sino que sentó las bases de una sociedad de discípulos, a la que llamó
Iglesia.

La Iglesia universal, que es el Cuerpo de Cristo, es, pues, un edificio para Dios formado con
muchas piedras vivas, siendo éstas, todos y cada uno de los hijos de Dios (1 Pe. 2:4,5), que al
igual que Pedro (Mt. 16:15-19), son hechos piedras aptas para ser sobreedificados y arraigados
en Cristo (Col. 2:7), cuando reciben directamente de Dios la revelación de Su Hijo Jesucristo, y
entonces lo confiesan desde el corazón apropiadamente. Cada hijo de Dios es, pues, una piedra
viva de esta casa espiritual, en la cual hay piedras que corresponden al fundamento; es decir, que
están íntimamente ligadas a una función de soporte y sostén. Por eso Pablo escribía a los gentiles
en Éfeso que somos "edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo". Jesucristo es, pues, la piedra del ángulo, y es
además la piedra principal. Ahora bien, además de la principal, hay otras piedras íntimamente
ligadas a ella, que junto con ella conforman "el fundamento de los apóstoles y profetas"
sobre los que somos edificados cual edificio de Dios.Jesucristo es, pues, el soporte de los
apóstoles y profetas, y éstos son el soporte en Cristo de la obra de Dios. La Iglesia universal en
pleno resulta entonces "columna y baluarte de la verdad'' (1 Ti. 3:15) [28]

Es bueno aclarar, que aunque en apariencia, el catolicismo reflexiona sobre la iglesia de modo
semejante a lo que lo hace la teologia reformada, en realidad ellos tienen un concepto distinto de
lo que es la Iglesia.

Berkhof comenta al respecto que

en la teología católico romana, la discusión de la iglesia tiene precedencia sobre cualquier


otro tema aún sobre la doctrina de Dios y de la revelación divina. Se dice que la iglesia ha
sido el instrumento para producir la Biblia y que por tanto tiene precedencia sobre ella; es
más, se le considera la dispensadora de todas las gracias sobrenaturales. No es Cristo el
que nos conduce a la iglesia, sino la iglesia la que nos conduce a Cristo. Todo el énfasis
cae, no sobre la iglesia invisible como la communio fidelium, sino sobre la iglesia visible
considerada como la mater fidelium. La Reforma se apartó de este concepto católico
romano de la iglesia y centró su atención una vez más sobre la iglesia considerada como
un organismo espiritual. Acentuó el hecho de que no hay iglesia sin la obra redentora de
Cristo y las operaciones renovadoras del Espíritu Santo; y que, por tanto, la discusión de
esos temas precede lógicamente a la consideración de la doctrina de la iglesia.[29]

Observación:
Antes de seguir adelante, debemos advertir que tan sólo es apto para ser una piedra viva del
edificio de Dios, aquel que tenga con Cristo una relación personal que lo haya regenerado; es
decir, que obtenga su vida directamente del Espíritu de Cristo, por medio de cuya unción sea
enseñado verdaderamente en la realidad substancial de la verdad. Entonces, recién estará apto
para ser coordinado por Cristo en relación de su ubicación dentro del edificio en armonía con las
demás piedras, sean éstas de fundamento y columna como los apóstoles y profetas, o de otra
función. Lo que nos convierte en piedras es únicamente la revelación directa divina del Hijo; pero
entonces, ya podemos ser edificados en estrecha relación a los que Cristo mismo ha constituido
para perfeccionar nuestro servicio, pues

• " el que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los
cielos para llenarlo todo. Y él mismo dio [ἕδωκεν] unos como apóstoles; otros,
profetas; otros, evangelistas; otros, pastores y maestros, para ajustar
[καταρτισμὀν] a los santos en la obra de diaconía [εἰς ἕργον διακονίας], para la
edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:10-12). " (Ef. 4:10-12). [30]

Algunos pescadores

La Iglesia comenzó a constituirse cuando algunos pescadores de Galilea encontraron a Jesús y se


dejaron conquistar por su mirada, su voz y su invitación cordial y fuerte:

• “Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”(Mar1:17; Mt 4:19).

Desde el primer momento

Explica Benedicto XVI que

La misión [de Cristo] … se sitúa dentro de un misterio de comunión, que implica a todo el
pueblo de Dios y se realiza por etapas, desde la antigua hasta la nueva Alianza. A este
propósito, hay que decir que se tergiversa del todo el mensaje de Jesús si se lo separa del
contexto de la fe y de la esperanza del pueblo elegido: como el Bautista, su precursor
inmediato, Jesús se dirige ante todo a Israel (cf. Mt 15:24), para "reunirlo" en el tiempo
escatológico que llega con él. Al igual que la predicación de Juan, también la de Jesús es al
mismo tiempo llamada de gracia y signo de contradicción y de juicio para todo el pueblo de
Dios. Por tanto, desde el primer momento de su actividad salvífica, Jesús de Nazaret tiende
a congregar al pueblo de Dios. [31]

Individualismo sin fundamento

Aunque su predicación es siempre una exhortación a la conversión personal, en


realidad él tiende continuamente a la constitución del pueblo de Dios, que ha venido a reunir,
purificar y salvar.

Por eso,comenta Benedicto XVI,que resulta unilateral y carente de fundamento la interpretación


individualista, propuesta por la teología liberal, del anuncio que Cristo hace del Reino. En el año
1900, el gran teólogo liberal luterano alemán Adolf von Harnack (Dorpat, Livonia, 1851 -
Heidelberg, 1930) ,la resume así en sus lecciones sobre La esencia del cristianismo:
«El reino de Dios viene, porque viene a cada uno de los hombres, tiene acceso a su alma, y
ellos lo acogen. Ciertamente, el reino de Dios es el señorío de Dios, pero es el señorío del
Dios santo en cada corazón» (Tercera lección, p. 100 s).[32]

En realidad, este individualismo de la teología liberal es una acentuación típicamente moderna:


desde la perspectiva de la tradición bíblica y en el horizonte del judaísmo, en el que se sitúa la
obra de Jesús aunque con toda su novedad, resulta evidente que toda la misión del Hijo
encarnado tiene una finalidad comunitaria:

él ha venido precisamente para unir a la humanidad dispersa, ha venido para congregar,


para unir al pueblo de Dios. [33]

Adolf von Harnack criticó el método de la mitología comparativa que encuentra una vinculación
causal entre todo y todo lo demás... Autor de la Escuela liberal, desde los presupuestos del
racionalismo tardío. Contribuyó a la antigua búsqueda del Jesús histórico. El Teólogo Benedicto
XVI,actual obispo de la Iglesia de Roma, ha visto en Harnack la segunda fase de la exigencia de
"deshelenización" del cristianismo.

De acuerdo con el espíritu racionalista-positivista de su época, Harnack pretendió conocer


el evangelio original de Jesús mediante el método histórico-crítico.[34]

Según Harnack, los teólogos del siglo II cometieron el error de intentar racionalizar el evangelio
de Jesús. Para él, el evangelio se reduce al anuncio de la llegada del reino, de la paternidad de
Dios y la dignidad del ser humano, y del mandamiento del amor. Cualquier otra afirmación tiene
su origen en infiltraciones griegas. A su juicio, el dogma sería

"una construcción del espíritu griego sobre el suelo del evangelio".A partir de Harnack, sus
tesis han ejercido una gran influencia, y han extendido una idea de la "helenización del
cristianismo" de connotaciones profundamente negativas. [35]

Instituyó a los Doce


Un signo evidente de la intención del Nazareno de reunir a la comunidad de la Alianza, para
manifestar en ella el cumplimiento de las promesas hechas a los Padres, que hablan siempre de
convocación, unificación, unidad, es la institución de los Doce. Hemos escuchado el Evangelio
sobre esta institución de los Doce. Leo una vez más su parte central:

• «Subió al monte y llamó a los que él quiso, y vinieron donde él. Instituyó
Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de
expulsar los demonios. Instituyó a los Doce...» (Mar 3, 13-16; cf. Mt 10, 1-4; Lc 6,
12-16).

En el lugar de la revelación, "el monte", Jesús, con una iniciativa que manifiesta absoluta
conciencia y determinación, constituye a los Doce para que sean con él testigos y anunciadores
del acontecimiento del reino de Dios.[36]

"Kefas", la Piedra fundamental [37]


Cierto tiempo después, habiendo salido con «Los Doce» de los límites de Israel, probablemente
con la intención de huir de las multitudes y tener un poco de calma, para dedicarse más de lleno a
su formación, han llegado a la región de Cesarea de Felipe. En un momento de intimidad, el
Maestro les hace una pregunta: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?» Un
tiempo hubo en el que los «reformados» -protestantes- suprimían en sus ediciones de la Biblia
este texto de Mateo 16, 13-19, considerándolo espúreo, una interpolación, introducida por algún
partidario de la primacía petrina. Hoy no hay ningún exegeta serio, católico o no, que no lo
considere auténtico.

Ellos responden: «Unos, que Juan el Bautista, otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno
de los profetas». «¿Y vosotros?» Pedro, el impulsivo Pedro, toma la palabra en nombre de
todos: «Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo».

A lo que Jesús replica:

• «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la


carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que
tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno
no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del reino de los Cielos; y lo que
ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará
desatado en los cielos».

Jesús cambia el nombre a Simón, el hijo de Jonás o Juan. Así lo había hecho Dios con Abrán, con
Jacob y con otros personajes de la Historia de Israel, para indicar con el nuevo nombre la misión
que les confiaba.

Simón se llamará..., no, Simón será, más exactamente, es -ya desde este momento- Piedra, Roca
-Kefas, en Arameo-, que la palabra del Hijo del hombre es eficaz y realiza lo que significa, no
menos que la de su Padre. Por eso prosigue, «y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia».

Es una de las raras veces en que Jesús usa la palabra iglesia. Como es sabido, esta palabra quiere
decir asamblea convocada. El Pueblo de Israel es ya iglesia. Ha sido convocado y reunido por
Dios, mediante Moisés. Jesús, por su parte, tiene la certeza de que el Padre le ha enviado para
convocar, reunir en torno a su persona a la asamblea, de Israel y, por su medio, a todas las
naciones.

Recordemos que afirma no haber sido enviado Él personalmente, sino a las ovejas perdidas de
Israel [Mt 15, 24] . Recordemos con qué acentos de dolor llorará sobre Jerusalén: «¡Cuántas
veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus polluelos bajo las alas,
y no habéis querido!» [Mt 23:37].

Israel, en efecto, el Israel oficial, los jefes del Pueblo, no querrá reconocerle como Mesías. Con
todo, «Los Doce» serán miembros del Antiguo Israel y de ellos partirá la convocación de las
naciones, para la constitución del Nuevo Israel.

Veremos el sentido de la metáfora «Kefas» y el de la acumulación de las otras dos imágenes: «A


ti te daré las llaves del Reino» , y tendrás el poder de «atar y desatar», poder que, por provenir
del Cielo, el Cielo mismo respetará.

Una vez crucificado, muerto y sepultado, una vez resucitado de entre los muertos, Jesús llamará a
Pedro al ministerio, desafiándolo a dejar su profesión de pescador y transformarse en Apóstol de
Jesucristo:

• «Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me
amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo:
Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás,
¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea
mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se
entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo
sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.(Jn 21:15-
17) .

Para explicar este punto,nos remitiremos a las


enseñanzas del Profesor Raul Caballero Yocou, quien "sintiendo el llamado al ministerio cristiano
desde su juventud, después de su matrimonio con Carmen Somoza, fue ordenado en diciembre de
1958. El matrimonio tiene tres hijos. Pastor de los Hermanos Libres. Ha impartido clases en
divesos seminarios internacionales. En la actualidad es pastor honorario de la Iglesia del
Encuentro en Quilmes (Buenos Aires). Profesor en varios seminarios nacionales e
internacionales." Frente a la tendencia a empobrecer el mensaje y pensamiento cristiano a la hora
de predicar y escribir, piensa que hay que conseguir un equilibrio entre lo que la gente pide y lo
que realmente necesita, es decir, el Evangelio como fue predicado por Cristo y sus apóstoles."
[38]

Sobre esta roca" [39]

Notemos que el Señor empleó el nombre Pedro en contraste con Simón mencionado
anteriormente

• Jn. 1:42; "Tú eres Simón, hijo de Jonas: tú serás llamado Cefas, que interpretado
quiere decir: Pedro".

Pedro significa: Piedra, un pedazo de roca. La promesa que Jesús le había hecho según leemos en
Juan 1 sería la trasformación de su carácter de un hombre común a uno robusto de firmes
convicciones acerca de la persona de Cristo.

Llegó la confirmación:" "tú eres Pedro (gr. petros)" y también la declaración de propósitos:" y
sobre esta roca (gr.petra) edificaré mi iglesia". Petras es masculino, y petra femenino. El
juego de palabras es similar al que hallamos en
• I Pedro 2:4-5:" Acercándoos a él, piedra viva ... como piedras vivas sed edificados
como casa espiritual..."

El, es la piedra viva y nosotros las piedras vivas edificados sobre él para formar una "casa
espiritual" para morada de Dios.

¿Quién es en consecuencia la roca? Para algunos, la construcción correcta del texto es:

• "Tú eres Simón, tú eres Pedro: te has transformado en una roca; y es sobre esta
roca que yo edificaré mi Iglesia".

Naturalmente, otros no ven en la interpretación una correspondencia con el resto del Nuevo
Testamento, ni con la piedra angular del Antiguo Testamento.[40]

Para estos últimos el texto dice así:

• "tu has venido a ser una piedra viva, verdaderamente cortada de la roca. Yo soy
esa roca sobre la cual edificaré mi iglesia con piedras como tú mismo".

El conflicto tiene larga data, los mismos padres de la iglesia disentían. Para Orígenes "esta roca"
se refería inicialmente, aunque no exclusivamente a Pedro. San Agustín, en cambio, se inclinaba
por el otro sentido, que era Cristo. Crisóstomo, buscando una fórmula intermedia sostenía que no
había persona determinada en juego, sino una confesión de la Deidad, y que eso era lo que Cristo
estaba buscando. .

Nosotros diremos que los que sostienen que Pedro es el fundamento de la iglesia y han operado
sobre este principio, han llegado hasta la siguiente oración:

" ... Dios, Todopoderoso, no permitas que nosotros a quienes Tú has afirmado en la Roca de la
Sucesión Apostólica seamos conmovidos por ninguna perturbación ...".

Luego de concluido el Concilio (1860-1870) todo con

• "unida lealtad y entusiasmo rodearon la silla de Pedro como nunca antes ".

Para los que ven a Pedro desapareciendo del escenario del Nuevo Testamento sin más gloria que
la de sus compañeros y sin otra expectativa que la "corona incorruptible" que tanto él como los
demás pastores recibirán cuando venga el Príncipe de los pastores, la roca es una referencia a
Cristo mismo confesado como el fundamento de nuestra fe y el Señor de nuestra actividad.
Es una metáfora bíblica favorita para describir a Dios y sus acciones firmes y permanentes. No
solamente la encontramos en los Salmos sino también en otras partes. En I Cor.10:4 haciendo
una referencia a la peregrinación de Israel por el desierto y el agua de la peña dice: "y la roca
era Cristo".(1 Pe. 5:1-4)

Cuando Pablo describe a la iglesia como un edificio, dice que (Cristo es la piedra angular (gr.
akrogoniaios). La metáfora posiblemente surge de combinar

• Salmos 118:22: "La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser
cabeza de ángulo", con
• Isaías 28:16: "por tanto Jehová el Señor, dice así: He aquí yo he puesto en Sión
por fundamento una piedra, probada, angular, preciosa de cimiento estable; el
que creyere no se apresure,"

que juntamente con las demás referencias que hallamos en el Nuevo Testamento nos muestra por
un lado el fundamento de la fe y por otro la robustez de la unión de los que creen en Cristo. La
piedra angular servía para unir los muros del edificio.

Era cortada de antemano; al colocaría en su lugar tenía el valor de consolidar la estructura por
una parte, y de probar si los edificadores habían trabajado bien por otra. Si no "calzaba" se
habían violado las normas. Cuando se habla de los creyentes individualmente, él es el fundamento
de su fe. Cuando la referencia es al edificio, es la piedra angular.

2. "Las puertas del Hades"

Las puertas tienen mucha importancia en las Escrituras tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento. No servían únicamente para separar, proteger o aislar; también se las utilizaba como
lugar para aplicar justicia y orden. A la puerta de la ciudad se pronunciaban juicios irrevocables,1
se hacían consultas y se tomaban decisiones importantes. En fin, los efectos morales de las
actividades desarrolladas "a la puerta" marcaban la ética del pueblo. El Hades es el lugar de los
espíritus invisibles. La expresión "las puertas del Hades" se refiere a nuestro entender al lugar
donde las fuerzas del mal deciden las estrategias y hostilidades contra la iglesia. Es donde se dan
cita los demonios para juzgar a los siervos de Dios y decidir la manera de acosarlos y destruirlos.
El Señor garantiza a los suyos la victoria sobre ellos, triunfo que también asiste a cada individuo
en particular.

A. Plummer. cree que las palabras van aun más allá, y que no se trata simplemente de un
lenguaje de lucha, sino de que las puertas son un emblema de "la fortaleza y estabilidad" de la
iglesia en medio de sus luchas. Según esta Escritura ella es

" más fuerte que la muerte, que ni aun las puertas del infierno (Hades) la sobrepasarán en su
robustez".

3. "Las llaves del reino"


La llave es un símbolo de autoridad que por lo que vemos en Hechos tiene específica relación con
lo espiritual. Ya el Señor Jesús había dicho:" ¡Ay de vosotros intérpretes de la ley! que habéis
quitado la llave de la ciencia ... !" aludiendo a la manera en que habían utilizado su influencia para
deteriorar el significado de las Escrituras. El escriba era el mayordomo de los tesoros de sabiduría
divina. Poseía figurativamente la llave para abrir ante el pueblo los secretos de la revelación.

La discipulación de los doce, era un trabajo arduo encarado por Jesús para que fueran los
encargados de abrir los tesoros del reino después de su partida. Al oír la confesión de Pedro,
comprobó que al menos una etapa importante de su misión había tenido éxito, aunque como bien
sabemos aun le faltaban varias más.

Como intérprete "docto en el reino de los cielos" Pedro abrió el tesoro de "cosas nuevas y de
cosas viejas"

Gál. 2:11-15 ; 1 Pe. 1:1 ; 5:1 que puso delante de los judíos en Pentecostés (Hch. 2) y de los
gentiles en casa de Cornelio (Hch. 10). Aunque nunca asumió un mandato especial, Pedro tuvo
una posición destacada como predicador y posteriormente como pastor en los lugares donde el
evangelio comenzaba a ser oído.

4. Atado y desatado

Abundantes y dispares son las interpretaciones que se han dado a estas palabras. La Iglesia de
Roma insiste en que su poder Universal parte de este pasaje. Según ella las palabras de Cristo le
daban a Pedro el principado en materia de disciplina, y el papa como vicario de Cristo por
sucesión apostólica ejerce ahora ese mandato.

Otros teólogos, en cambio, aseguran que se trata de obligaciones morales o espirituales a las
cuales los creyentes se hallaban sometidos y no de medidas disciplinarias aplicadas por
autoridades eclesiásticas. Por ejemplo, cuando leemos en Hch. 15:10 la oposición de Pedro a que
se pusiera "yugo" a los discípulos de origen gentil, los estaba "soltando" o "desatando" de las
imposiciones legales. En cambio cuando predicó o enseñó las obligaciones que los creyentes
tenían entre sí y sobre todo con Dios, entonces, los estaba "atando" a las normas de la iglesia que
se creaba sobre la Roca.

Pero hay quienes van más allá, porque Pedro fue el primero en aplicar una forma especial de
disciplina tanto en el caso de Ananías y Safira (Hch. 5), como en el de Simón (Hch. 8). Como la
prerrogativa fue posteriormente extendida por el Señor a los doce que en Mat. 18 aparecen
vinculados a la iglesia local comprendemos cuál es su significado para nosotros ahora. Se trata
por lo menos de dos canales en el ejercicio de la autoridad para la disciplina. El primer, actuar
como lo estudiamos en nuestro capítulo sobre disciplina dentro del cuerpo de Cristo; el segundo,
ejercer autoridad sobre las fuerzas del mal manteniendo en el mundo una fe victoriosa.

5. La iglesia visible e invisible

La referencia a Mat. 18:17-20 mencionada en el párrafo anterior es la segunda y última alusión


del Señor a la iglesia, en este caso en su carácter de visible y local.

Este pasaje ha sido empleado desde el principio para justificar la presencia de pocos, deducción
ésta que no emerge del texto mismo sino de los hermanos. Los creyentes del Siglo II
construyeron el axioma: "Ubi tres, ibi Ecclesia" (donde hay tres, hay una iglesia) para asegurarse
en los días de horrenda persecución que el Señor estaba con ellos. Ef. 6:12-17

Posteriormente el dicho llegó a cubrir cualquier tipo de reunión pequeña, sin valorar las causas,
solamente justificando el número con la frase célebre.

En el capítulo sobre las iglesias locales observamos que para ser tenidos en cuenta como tal, un
conjunto de hermanos deben reunir ciertas condiciones bíblicas.1

J.M. Pendleton dice que:

"una iglesia es una congregación de discípulos bautizados en Cristo, que le reconocen como
Cabeza, confían en su sacrificio expiatorio para la justificación delante de Dios, dependen del
Espíritu Santo para la santificación, están unidos en la fe del evangelio, comprometidos a
mantener sus ordenanzas y obedecer sus preceptos, que se reúnen para el culto y cooperan para
la extensión del reino de Dios en el mundo" (Compendio de Teología - pag. 323).

Aconsejamos la lectura de los conceptos sobre "iglesia visible" expresados por la escuela de
Alejandría en el Manual de la historia de las doctrinas por R, Seeberg (Tomo I - pag. 165)

El acto de la fundación

Con su misma existencia los Doce -procedentes de diferentes orígenes- son un llamamiento a todo
Israel para que se convierta y se deje reunir en la nueva Alianza, cumplimiento pleno y perfecto
de la antigua. El hecho de haberles encomendado en la última Cena, antes de su Pasión, la misión
de celebrar su memorial, muestra cómo Jesús quería transmitir a toda la comunidad en la persona
de sus jefes el mandato de ser, en la historia, signo e instrumento de la reunión escatológica
iniciada en él. En cierto sentido podemos decir que precisamente la última Cena es el acto de la
fundación de la Iglesia, porque él se da a sí mismo y crea así una nueva comunidad, una
comunidad unida en la comunión con él mismo.[41]

En las actas del proceso de Santa Juana de Arco -quemada viva por pretendidos motivos
religiosos, en realidad, políticos-, se lee que preguntada qué pensaba de Cristo y de la Iglesia,
respondió sin titubeos:

«A mi parecer, Cristo y la Iglesia son una misma cosa».[42]

Yo entiendo lo que esta joven mística quiso decir, pero reconozcamos que son dos cosas distintas.
Aunque íntimamente relacionadas, claro que si,ya que el Cristiano esta unido a Cristo en una
"unión mística". El cristiano verdadero esta "en Cristo". Pero aun teniendo en cuenta esta
misteriosa realidad, La Iglesia es "la esposa del Cordero", y no "el Santo Cordero de Dios",no
debemos confundirnos.

La voluntad de Jesús y la garantía


Los doce Apóstoles son así el signo más evidente de la voluntad de Jesús respecto a la existencia
y la misión de su Iglesia, la garantía de que entre Cristo y la Iglesia no existe ninguna
contraposición: son inseparables, a pesar de los pecados de los hombres que componen la Iglesia.
Por tanto, es del todo incompatible con la intención de Cristo un eslogan que estuvo de moda
hace algunos años:

"Jesús sí, Iglesia no".[43]

Dirá Ratzinger que

Este Jesús individualista elegido es un Jesús de fantasía. No podemos tener a Jesús prescindiendo
de la realidad que él ha creado y en la cual se comunica. Entre el Hijo de Dios encarnado y su
Iglesia existe una profunda, inseparable y misteriosa continuidad, en virtud de la cual Cristo está
presente hoy en su pueblo. Es siempre contemporáneo nuestro, es siempre contemporáneo en la
Iglesia construida sobre el fundamento de los Apóstoles, está vivo en la sucesión de los Apóstoles.
Y esta presencia suya en la comunidad, en la que él mismo se da siempre a nosotros, es motivo
de nuestra alegría. Sí, Cristo está con nosotros, el Reino de Dios viene. [44]

Si no son pocos los que, en nuestros países excristianos, para tranquilidad de sus conciencias, se
acogen al lema: «Dios si, Cristo no», muchos más son los que se refugian en un: «Cristo si,
Iglesia no», que más popularmente otros expresan con, «Cristo sí, curas no», como si los curas o
los pastores evangelicos fuesen toda la Iglesia, o porque, en realidad, son la parte más
representativa de la misma.

Para un verdadero cristiano semejante actitud resulta absurda, porque sabe que la Iglesia hace
una misma cosa con Cristo. Rechazar a la Iglesia y pretender adherir a Cristo, no es menos
incongruente que rechazar a Cristo y querer agradar a Dios.

En las actas del proceso de Santa Juana de Arco -quemada viva por pretendidos motivos
religiosos, en realidad, políticos-, se lee que preguntada qué pensaba de Cristo y de la Iglesia,
respondió sin titubeos:

«A mi parecer, Cristo y la Iglesia son una misma cosa». [45]

Sin duda, esta respuesta de esta "mujer-soldado-santa-mistica-catolica", ignorante de la Teología,


coincidía con la tradición cristiana. Una vez más, se cumplían las palabras de Jesús:

• «Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades,


no os preocupéis de cómo os defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo
os enseñará en aquel momento lo que conviene decir» [Lc 12, 12] .

Cristo, en efecto, ha dicho:

• «Yo soy la vid y vosotros los sarmientos. El que permanece en mi , como Yo


en él, ese da mucho fruto» [Jn 15, 5] .

Y ese «vosotros» eran sus discípulos, los llamados a formar la Iglesia. Por eso San Pablo hablará
de ésta como del Cuerpo de Cristo:

• «Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos
miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman
más que un solo cuerpo, así también Cristo» [1Cor 12, 12] .
• «Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por
su parte» [1Cor 12, 27; Ver igualmente: Rm 12, 4].

• «Bajo sus pies sometió -Dios Padre a Cristo- todas las cosas y le constituyó
Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo
en todo» [Ef 1 22-23] .

IGLESIAS APOSTÓLICAS [46]

I. Definición, función e importancia

• Entonces, si se halla alguna divergencia aun en alguna cosa mínima, ¿no sería
conveniente volver los ojos a las iglesias más antiguas, en las cuales los
apóstoles vivieron, a fin de tomar de ellas la doctrina para resolver la cuestión, lo
que es más claro y seguro? Incluso si los apóstoles no nos hubiesen dejado sus
escritos, ¿no hubiera sido necesario seguir el orden de la tradición que ellos
legaron a aquellos a quienes confiaron las iglesias? Ireneo (180 d.C.)
• Así pues, si quieres ejercitar mejor tu curiosidad en lo que toca a tu salvación,
recorre las iglesias apos-tólicas en las que todavía tienen autoridad las mismas
cátedras de los apóstoles. En ellas se leen todavía las cartas auténticas de ellos.
Tertuliano (197 d.C.) Ninguna enseñanza podrá ser recibida como apostólica,
excepto las que son proclamadas en las iglesias fundadas por los apóstoles.
Tertuliano (197 d.C.)
• ¿Qué es lo que predicaron (los apóstoles), es decir, qué es lo que Cristo les
reveló? Mi presupuesto de prescripción es que esto no se puede esclarecer si no
es recurriendo a las mismas iglesias que los apóstoles fundaron y en las que ellos
predicaron “de viva voz,” como se dice, lo mismo que más tarde escribieron por
cartas. Si esto es así, es evidente que toda doctrina que esté de acuerdo con la de
aquellas iglesias apostólicas, madres y fuentes de la fe, debe ser considerada
como verdadera, ya que claramente contiene lo que las iglesias han recibido de
los apóstoles, como éstos la recibieron de Cristo y Cristo de Dios… Nosotros
estamos en comunión con las iglesias apostólicas, ya que nuestra doctrina en
nada difiere de la de aquellas. Este es el criterio de la verdad. Tertuliano (197
d.C.)
• Así pues, si quieres ejercitar mejor tu curiosidad en lo que toca a tu salvación,
recorre las iglesias apostólicas en las que todavía en los mismos lugares tienen
autoridad las mismas cátedras de los apóstoles. En ellas se leen todavía las cartas
auténticas de ellos, y en ellas resuena su voz y se conserva el recuerdo de su
figura. Si vives en las cercanías de Acaya, tienes Corinto. Si no estás lejos de
Macedonia, tienes Filipos. Si puedes acercarte al Asia, tienes Efeso. Si estás en los
confines de Italia, tienes Roma, cuya autoridad también a nosotros nos apoya.
Cuán dichosa es esta iglesia, en la que los apóstoles derramaron toda su doctrina
juntamente con su sangre. Tertuliano (197 d.C.)
• Siendo cosa clara que es más verdadero lo que es más antiguo, y es más antiguo
lo que viene de los comienzos, y viene de los comienzos lo que viene de los
apóstoles, será igualmente claro que fue transmitido por los apóstoles lo que es
tenido por santo en las iglesias de los apóstoles. Veamos cuál es la leche que los
corintios bebieron del apóstol Pablo, según qué principios fueron reprendidos los
gálatas, qué se escribió a los filipenses, a los tesalonicenses, a los efesios, qué es
lo que los romanos oyen directamente, a los que tanto Pedro como Pablo les
dejaron el evangelio sellado con su propia sangre. Tertuliano (197 d.C.)
• (Los apóstoles) así fundaron iglesias en cada una de las ciudades, y de éstas las
demás iglesias tomaron luego el retoño de la fe y la semilla de la doctrina, como
lo siguen haciendo todos los días para ser constituidas como iglesias. Por esta
razón éstas se tenían también por iglesias fundadas por los apóstoles, puesto que
eran como retoños de las iglesias apostólicas. A todo linaje se le atribuyen las
características de su origen. Y así todas estas iglesias, tan numerosas y tan
importantes, se reducen a aquella primera iglesia de los apóstoles, de la que
todas provienen. Todas son primitivas; todas son apostólicas, puesto que todas
son una. Tertuliano (197 d.C.)
• Es esta autoridad de las iglesias apostólicas la que garantiza los demás
evangelios que nos han llegado a través de ellas y según la interpretación de
ellas, a saber, el de Juan, el de Mateo, y el que publicó Marcos, aunque se dice
que es de Pedro, de quien Marcos era intérprete, y el que compuso Lucas, cuyo
contenido se atribuye a Pablo. Tertuliano (197 d.C.)

II. Iglesia de Corinto

• La iglesia de Dios que reside en Roma a la iglesia de Dios que reside en Corinto…
Porque, ¿quién ha residido entre ustedes que no aprobara su fe virtuosa y firme?
¿Quién no admiró su piedad en Cristo, sobria y paciente? ¿Quién no proclamó su
disposición magnífica a la hospitalidad? ¿Quién no les felicitó por su conocimiento
perfecto y sano? Porque hacían todas las cosas sin hacer acepción de personas, y
andaban conforme a las ordenanzas de Dios. Clemente de Roma (30-100 d.C.)
• Este asunto han entendido bien los corintios mismos. De hecho, hasta este mismo
día, las vírgenes (igual que las mujeres) se cubren con el velo. Los discípulos
aprueban lo que los apóstoles ordenaron. Tertuliano (197 d.C.)

III. Iglesia de Efeso

• Ignacio… a la iglesia que está en Efeso [de Asia], digna de toda felicitación:
saludos abundantes en Cristo Jesús y en su gozo intachable. Ignacio (105 d.C.)
• Ustedes son la ruta de aquellos que están en camino para morir en Dios. Están
asociados en los misterios con Pablo, que fue santificado, que obtuvo un buen
nombre, que es digno de toda felicitación; en cuyas pisadas de buena gana
quisiera estar andando, cuando llegue a Dios; el cual en cada carta hizo mención
de ustedes en Cristo Jesús. Ignacio (105 d.C.)
• Yo me entrego a ustedes, y me dedico como una ofrenda para su iglesia, efesios,
que es famosa por todos los siglos. Ignacio (105 d.C.)
• Finalmente la iglesia de Efeso, que Pablo fundó y en la cual Juan permaneció
hasta el tiempo de Trajano, es también testigo de la tradición apostólica
verdadera. Ireneo (180 d.C.)

IV. Iglesia de Filipos

• Policarpo y los presbíteros que están con él a la iglesia de Dios que reside en
Filipos… Me gocé en gran manera con ustedes en nuestro Señor Jesucristo, por el
hecho de que recibieron a los seguidores del verdadero amor… y que la firme raíz
de su fe, cuya fama llega a los tiempos primitivos, permanece aún ahora y lleva
fruto para nuestro Señor Jesucristo. Policarpo (135 d.C.)
• Porque Pablo se gloriaba de ustedes (los filipenses) en todas las iglesias que eran
las únicas que en aquel tiempo conocían a Dios… Porque estoy persuadido de que
están bien versados en los escritos santos, y nada está escondido de ustedes.
Policarpo (135 d.C.)

V. Iglesia de Roma
• Luego de haber fundado y edificado la iglesia (de Roma), los dichosos apóstoles
entregaron el servicio del episcopado a Lino: a este Lino lo recuerda Pablo en sus
cartas a Timoteo. Anacleto lo sucedió. Después de él, en tercer lugar desde los
apóstoles, Clemente heredó el episcopado, el cual vio a los apóstoles y con ellos
confirió, y tuvo ante los ojos la predicación y tradición de los apóstoles que
todavía resonaba; y no él solo, porque aún vivían entonces muchos, los cuales
habían recibido la doctrina de los apóstoles. En tiempo de este mismo Clemente
suscitándose una disensión no pequeña entre los hermanos que estaban en
Corinto, la iglesia de Roma escribió la carta más autorizada a los corintios, para
congregarlos en la paz y ayudar a su fe, y para anunciarles la tradición que poco
tiempo antes había recibido de los apóstoles. Ireneo (180 d.C.)
• La iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos apóstoles
Pedro y Pablo, desde los apóstoles, conserva la tradición y “la fe anunciada” a los
hombres por los sucesores de los apóstoles que llegan hasta nosotros… porque
en ella todos los que se encuentran en todas partes han conservado la tradición
apostólica. Ireneo (180 d.C.)
• En esta forma, sólo las iglesias apostólicas pueden presentar sus listas (hasta la
edad apostólica), como la de Esmirna, que afirma que Policarpo fue instituido por
Juan, y la de Roma, que afirma que Clemente fue ordenado por Pedro. Tertuliano
(197 d.C.)
• Si estás en los confines de Italia, tienes Roma, cuya autoridad también a nosotros
nos apoya. Cuán dichosa es esta iglesia, en la que los apóstoles derramaron toda
su doctrina juntamente con su sangre. Tertuliano (197 d.C.)
• Cuán dichosa es esta iglesia (de la ciudad de Roma), en la que los apóstoles
derramaron toda su doctrina juntamente con su sangre, donde Pedro sufrió una
pasión semejante a la del Señor, donde Pablo fue coronado con un martirio
semejante al de Juan (el Bautista), donde el apóstol Juan fue sumergido en aceite
ardiente sin sufrir daño alguno, para ser luego desterrado a una isla. Tertuliano
(197 d.C.)

EL GOBIERNO DE LA IGLESIA [47]

I. Autoridad y deberes de los líderes de la iglesia

• Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre ustedes, y os


presiden en el Señor, y os amonestan. 1 Tesalonicenses 5:12
• Obedeced a sus pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por sus almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose,
porque esto no os es provechoso. Hebreos 13:17
• Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer,
sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no
pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no
avaro. 1 Timoteo 3:2-3
• Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino,
no codiciosos de ganancias deshonestas. 1 Timoteo 3:8
• Porque hacían todas las cosas sin hacer distinción de personas, y andaban
conforme a las ordenanzas de Dios, sometiéndose a sus gobernantes y rindiendo
a los más ancianos entre ustedes el honor debido. Clemente de Roma (30-100
d.C.) La cabeza sin los pies no es nada; del mismo modo los pies sin la cabeza no
son nada; incluso los miembros más pequeños de nuestro cuerpo son necesarios
y útiles para el cuerpo entero; pero todos los miembros cooperan y se unen en
sumisión, para que todo el cuerpo pueda ser salvo. Clemente de Roma (30-100
d.C.) Hijo mío, acuérdate de día y de noche, del que te anuncia la palabra de Dios;
hónrale como al Señor, puesto que donde se anuncia la palabra, allí está el Señor.
Didaché (80-140 d.C.)
• Para el cargo de obispos y diáconos del Señor, elegirán a hombres humildes,
desinteresados, veraces y probados, porque también hacen el oficio de profetas y
maestros. No les menosprecien, puesto que son sus dignatarios, juntamente con
sus profetas y maestros. Amonéstense unos a otros, según los preceptos del
evangelio, en paz y no con ira. Didaché (80-140 d.C.)
• Cuánto más les felicito que estén íntimamente unidos al obispo como la iglesia lo
está con Jesucristo y como Jesucristo lo está con el Padre, para que todas las
cosas puedan estar armonizadas en unidad. Que nadie se engañe. Si alguno no
está dentro del límite del altar, carece de pan [de Dios]. Porque si la oración de
uno y otro tiene una fuerza tan grande, ¡cuánto más la del obispo y la de toda la
iglesia! Por lo tanto, todo el que no acude a la congregación, con ello muestra su
orgullo y se ha separado él mismo; porque está escrito: Dios resiste a los
soberbios. Por tanto tengamos cuidado en no resistir al obispo, para que con
nuestra sumisión podamos entregarnos nosotros mismos a Dios.
• Ignacio (105 d.C.) Sean obedientes al obispo y los unos a los otros, como
Jesucristo lo era al Padre [según la carne], y como los apóstoles lo eran a Cristo y
al Padre, para que pueda haber unión de la carne y el espíritu. Ignacio (105 d.C.)
• Porque cuando son obedientes al obispo como a Jesucristo, es evidente para mí
que están viviendo no según los hombres sino según Jesucristo… Es necesario,
por tanto, como acostumbran hacer, que no hagan nada sin el obispo, sino que
sean obedientes también al presbiterio… Y, del mismo modo, los que son
diáconos de los misterios de Jesucristo deben complacer a todos los hombres en
todas las formas. Porque no son diáconos de carne y bebida sino siervos de la
iglesia de Dios. Es propio, pues, que se mantengan libres de culpa como si fuera
fuego. De la misma manera, que todos respeten a los diáconos como a Jesucristo,
tal como deben respetar al obispo como tipo que es del Padre y a los presbíteros
como concilio de Dios y como colegio de los apóstoles. Aparte de ellos no hay ni
aun el nombre de iglesia. Ignacio (105 d.C.)
• Su obispo, cuyo comportamiento es una gran lección, cuya mansedumbre es
poder; un hombre a quien creo que incluso los impíos prestan reverencia. Ignacio
(105 d.C.)
• (El obispo Ignacio escribe) No les mando nada, cosa que hicieron Pedro y Pablo.
Ellos eran apóstoles, yo soy un preso; ellos eran libres, pero yo soy un esclavo en
este mismo momento. Con todo, cuando sufra, entonces seré un hombre libre de
Jesucristo, y seré levantado libre en Él. Ahora estoy aprendiendo en mis cadenas
a descartar toda clase de deseo. Ignacio (105 d.C.)
• Ahora, pues, les digo a ustedes los que gobiernan la iglesia y que ocupan sus
asientos principales, no sean como los charlatanes. Los charlatanes,
verdaderamente, llevan sus drogas en cajas, pero ustedes llevan su droga y su
veneno en el corazón. Están endurecidos, y no quieren limpiar sus corazones, y
mezclar su sabiduría en un corazón limpio, para que puedan conseguir
misericordia del gran Rey. Hermas (150 d.C.)
• Los que tienen las manchas son diáconos que ejercieron mal su oficio, y
saquearon la sustancia de viudas y huérfanos, e hicieron ganancia para sí con las
administraciones que habían recibido para ejecutar. Estos, pues, si permanecen
en el mismo mal deseo, son muertos y no hay esperanza de vida para ellos.
Hermas (150 d.C.)
• Pero si halla alguna parte del rebaño desparramada, ¡ay de los pastores! Porque
si resulta que los mismos pastores están esparcidos, ¿cómo van a responder de
los rebaños? ¿Dirán que fueron hostigados por el rebaño? Nadie los creería.
Porque es algo increíble que un pastor sea herido por su rebaño, y aún será
castigado más a causa de su falsedad. Hermas (150 d.C.)
• Entonces, si se halla alguna divergencia aun en alguna cosa mínima, ¿no sería
conveniente volver los ojos a las iglesias más antiguas, en las cuales los
apóstoles vivieron, a fin de tomar de ellas la doctrina para resolver la cuestión, lo
que es más claro y seguro? Incluso si los apóstoles no nos hubiesen dejado sus
escritos, ¿no hubiera sido necesario seguir el orden de la tradición que ellos
transmitieron a aquellos a quienes confiaron las iglesias? Ireneo (180 d.C.)
• Pablo indica dónde se le encontrará: “Dios puso en la iglesia en primer lugar
apóstoles, luego profetas, y en seguida maestros.” Pues donde Dios ha
depositado sus dones, allí es donde conviene aprender la verdad, de aquellos que
conservan la sucesión de la iglesia y la doctrina de los apóstoles. Allí se halla la
conducta sana e irreprochable, y la palabra no adulterada ni corrompida. Ireneo
(180 d.C.)
• Así pues, si quieres ejercitar mejor tu curiosidad en lo que toca a tu salvación,
recorre las iglesias apostólicas en las que todavía en los mismos lugares tienen
autoridad las mismas cátedras de los apóstoles. En ellas se leen todavía las cartas
auténticas de ellos. Tertuliano (197 d.C.)

II. El sacerdocio de todos los creyentes

• Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis sus
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es su culto racional.
Romanos 12:1
• Ustedes también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio
de Jesucristo. 1 Pedro 2:5
• Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda
muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de
Cristo, y reinarán con él mil años. Apocalipsis 20:6
• Pues David era sacerdote a los ojos de Dios, aunque Saúl lo persiguiese, pues
todos los justos participan del sacerdocio. Sacerdotes son todos los discípulos del
Señor que no heredarán aquí campos o casas, sino que siempre sirven al altar.
Ireneo (180 d.C.)
• En el libro anterior mostramos que levitas y sacerdotes son todos los discípulos
del Señor, los cuales profanan el sábado en el templo, sin cometer falta. Ireneo
(180 d.C.)
• Nosotros somos verdaderos adoradores y verdaderos sacerdotes, que al orar con
el espíritu, sacrificamos con el espíritu la oración como pan propio y aceptable a
Dios, es decir, lo que exigió y proveyó para sí. Éste, ofrecido de todo corazón,
apacentado por la fe, cuidado por la verdad, íntegro por la inocencia, limpio por la
castidad, coronado por el amor, debemos conducirlo al altar de Dios con la pompa
de las buenas obras, entre salmos e himnos, para obtener de Dios todo lo que
conviene. Tertuliano (197 d.C.)
• Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo
que es de Dios. Mateo 22:21
• Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes
que a los hombres. Hechos 5:29
• Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. Romanos
13:1
• Por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y
reposadamente en toda piedad y honestidad. 1 Timoteo 2:2
• Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. 1 Pedro 2:17
• (Los cristianos) residen en sus propios países, pero sólo como transeúntes;
comparten lo que les corresponde en todas las cosas como ciudadanos, y
soportan todas las opresiones como los forasteros. Todo país extranjero les es
patria, y toda patria les es extraña… Se hallan en la carne, y, con todo, no viven
según la carne. Su existencia está en la tierra, pero su ciudadanía está en el cielo.
Obedecen las leyes establecidas, y sobrepasan las leyes con sus propias vidas.
Epístola a Diogneto (125-200 d.C.)
• El procónsul dijo: “Convence al pueblo.” Pero Policarpo contestó: “En cuanto a ti,
he considerado que eres digno de hablarte; porque se nos ha enseñado a rendir
honor como es debido a los príncipes y autoridades designadas por Dios, salvo
que no sea en nuestro perjuicio. Martirio de Policarpo (135 d.C.)
• En cuanto a los tributos y contribuciones, nosotros antes que nadie procuramos
pagarlos a quienes ustedes han designado para ello en todas partes: así se nos
enseñó. Cuando se le acercaron algunos para preguntarle si había que pagar el
tributo al César, Él respondió: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Le
respondieron: Del César. Entonces les dijo: Den, pues, al César lo que es del César
y a Dios lo que es de Dios. Por eso, sólo adoramos a Dios, pero en todo lo demás
les servimos a ustedes con gusto, reconociendo que son emperadores y
gobernantes de los hombres y rogando que, junto con el poder imperial, se
advierta que también son hombres de prudente juicio. Justino Mártir (160 d.C.)
• ¿Por qué se empeñan, oh griegos, en que, como en lucha hostil, choquen las
instituciones del Estado contra nosotros? Si no quiero seguir las costumbres de
ciertos pueblos, ¿por qué he de ser odiado como el ser más abominable? El
Emperador manda pagar tributos, y yo estoy dispuesto a hacerlo. Mi amo quiere
que le esté sujeto y le sirva, y yo reconozco esta servidumbre. Porque, en efecto,
al hombre se le ha de honrar humanamente, pero temer sólo se ha de temer a
Dios, que no es visible a los ojos humanos ni es por arte alguna comprensible.
Sólo si se me manda negar a Dios no estoy dispuesto a obedecer (al Emperador),
sino que antes sufriré la muerte, para no declararme mentiroso y desagradecido.
Taciano (160 d.C.)
• Yo no deseo ser un rey. No anhelo ser rico. Rechazo toda posición militar… No
compito por una corona. Estoy libre de una sed excesiva por la fama. Desprecio la
muerte… ¡Mueran al mundo, repudian-do la locura que hay en él! ¡Vivan para
Dios! Taciano (160 d.C.) (Escrito por un crítico pagano del cristianismo)
• Supongan que (a ustedes los cristianos) les ordenen jurar por el Jefe del Imperio.
No hay ningún mal en hacer tal cosa. Porque, es entre sus manos en donde
fueron colocadas las cosas de la tierra, y es de él de quien reciben todos los
bienes de la existencia… Si procuran destruir este principio, el príncipe los
castigará, y razón tendrá; es que si todos los demás hiciesen como ustedes (los
cristianos), nada impediría que el Emperador se quedara solitario y abandonado y
el mundo entero se tornaría presa de los bárbaros más salvajes y más groseros.
Celso (178 d.C.)
• A los cristianos no les es permitido usar la violencia para corregir las faltas del
pecado. Clemente de Alejandría (195 d.C.) No tenemos nación alguna en la tierra.
Por tanto, podemos despreciar las posesiones terrenales. Clemente de Alejandría
(195 d.C.)
• Todo celo en la búsqueda de gloria y honor está muerto en nosotros (los
cristianos). De modo que nada nos presiona a participar en sus reuniones
públicas. Además, no hay otra cosa más totalmente ajena a nosotros que los
asuntos del Estado. Reconocemos un único dominio que lo abarca todo: el mundo.
Renunciamos a todos los espectáculos de ustedes. Tertuliano (197 d.C.)
• ¿Será lícito seguir una profesión que emplea la espada, cuando el Señor proclama
que „todos los que tomen la espada, a espada perecerán? ¿Participará el hijo de
la paz en la batalla, cuando ni siquiera conviene que lleve sus pleitos ante la ley?
¿Podrá usar la cadena, la cárcel, la tortura y el castigo, cuando ni siquiera se
venga de la injusticia? Tertuliano (197 d.C.)
• ¿Cuáles cosas serán de Dios si todas las cosas son del César? Tertuliano (197
d.C.)
• Nosotros invocamos por la salud del Emperador al Dios eterno, a Dios verdadero,
a Dios vivo, a quien ellos mismos, más que a otros dioses, desean tener propicio…
Así está orando en comunidad nuestra santa compañía, pidiendo a Dios por todos
los emperadores larga vida, imperio quieto, palacio seguro, ejércitos fuertes,
Senado leal, pueblo honrado, inundo pacífico, que es todo lo que desean los
emperadores como públicos ministros y personas particulares… Así estamos con
esta postura rogando a Dios por los emperadores. Venga, pues, abran las uñas de
hierro brechas en las carnes; clávennos en altas cruces; laman las lenguas de
fuego; degüellen las espadas; acométannos con brío feroz las fieras; que aquella
disposición y figura con que el cristiano ruega a Dios, es un disposición para todo
linaje de muerte; es postura que desafía los tormentos. Continúen presidentes
buenos, atiendan a la persecución, atormenten la vida de los que así ruegan por
la salud del César, y llamen delito a la verdad de la oración, a la devoción
superstición, a la postura crimen. Tertuliano (197 d.C.)
• Los cristianos tienen precepto para redundancia de la benignidad de rogar a Dios
por sus enemigos, y de pedir favores para los que les persiguen. Los que tienen,
pues, precepto de rogar a Dios por sus enemigos, sin duda rogarán
cuidadosamente por los emperadores… Y no sólo debemos rogar por ellos a título
de enemigos, sino porque expresamente, señalando sus nombres, nos manda
nuestra ley rogar a Dios por los príncipes. “Rueguen, dice, por los reyes, por las
potestades, para que viva en tranquilidad la república.” Tertuliano (197 d.C.)
• Pero quería en este segundo crimen de lesa majestad de que nos acusan como de
segundo sacrilegio, porque no celebramos los días solemnes del César con ese
modo que inventó, no la razón, sino el deleite, y ni la modestia, ni la vergüenza,
ni la honestidad, se niega a mostrar la verdad y su fe, por si acaso los hallare yo
aun en eso peores que los cristianos que llaman indevotos de los romanos y
enemigos públicos de los emperadores. Tertuliano (197 d.C.)
• A un soldado de la autoridad civil se le debe enseñar a que no mate a los hombres
y a que se niegue a hacerlo si se le ordenara, y también a negarse a prestar
juramento. Si él no está dispuesto a cumplir, se le debe rechazar para el
bautismo. Un comandante militar o un juez de la corte que esté activo tienen que
renunciar o ser rechazado. Si un candidato o un creyente busca convertirse en
soldado, tendrá que ser rechazado por haber despreciado a Dios. Hipólito (200
d.C. d.C.)
• ¿Qué tal si la ley de la naturaleza, o sea, la ley de Dios, manda que se haga lo que
se opone a la ley escrita (del gobierno)? Hasta la propia lógica nos dice que nos
despidamos del código escrito… y que nos entreguemos a nuestro Legislador,
Dios. Esto es así aun cuando al hacerlo sea necesario que nos enfrentemos a
peligros, a innumerables pruebas, y hasta la muerte y la deshonra. Orígenes (225
d.C.)
• Nuestras oraciones derrotan a todos los demonios que provocan la guerra. Esos
demonios también hacen que las personas violen sus juramentos y alteren la paz.
Así pues, de esta manera, nosotros somos mucho más útiles a los reyes que
aquellos que van al campo de batalla para pelear por ellos. Y también tomamos
parte en los asuntos públicos cuando sumamos los ejercicios de abnegación a
nuestras oraciones y meditaciones justas, las cuales nos enseñan a despreciar los
placeres y a no dejarnos llevar por ellos. De manera que nadie lucha mejor por el
rey que nosotros. En realidad, nosotros no peleamos bajo su mando, aun si nos lo
exigiera. Sin embargo, peleamos a su favor, formando un ejército especial, un
ejército de santidad, por medio de nuestras oraciones a Dios. Y si él deseara que
“dirigiéramos ejércitos en defensa de nuestro país,” sepa que también hacemos
esto. Y no lo hacemos con el objetivo de ser vistos por los hombres o por
vanagloria. Ya que en secreto, y en nuestros corazones, nuestras oraciones
ascienden a favor de nuestro prójimo, como si fuéramos sacerdotes. De manera
que los cristianos son benefactores de su país más que las demás personas.
Orígenes (225 d.C.)
• Dios pudiera haber conferido a su pueblo, los cristianos, tanto riquezas como
reinos, del mismo modo como anteriormente les había entregado a los judíos,
cuyos sucesores y posteridad somos nosotros. Sin embargo, Él desea que los
cristianos vivan bajo el poder y gobierno de otros, a no ser que ellos llegaran a
corromperse por la felicidad de la prosperidad, y cayeran en la lujuria y por fin
desprecien los mandamientos de Dios. Pues, esto es lo que nuestros antepasados
hicieron. Lactancio (304-313 d.C.)
• Cuando los hombres nos ordenan actuar en oposición a la ley de Dios y a la
justicia, no tenemos que hacer caso de amenazas y castigos que vendrían sobre
nosotros. Pues, preferimos obedecer los mandamientos de Dios que los
mandamientos de los hombres. Lactancio (304-313 d.C.)

El misterio [48]

MISTERIO

musterion (μυστηριον , G3466) , primariamente aquello que es conocido de los mustes, los
iniciados (de mueo, iniciar en los misterios); cf.

Fil_4:12 , mueomai: «he aprendido el secreto» (RVR77).

En el NT denota no lo que es misterioso, como sucede con el término castellano, sino aquello que,
estando más allá de la posibilidad de ser conocido por medios naturales, solo puede llegarse a
saber por revelación divina, y se hace saber de una manera y en un tiempo señalados por Dios, y
Solo a aquellos que están iluminados por su Espíritu.

En su sentido ordinario, un misterio significa conocimiento retenido; su significado bíblico es


verdad revelada. De ahí que los términos especialmente asociados con este tema sean «dado a
conocer», «revelado», «declarado», «dispensación», etc.

La definición dada arriba puede tener su mejor ilustración con el siguiente pasaje: «el misterio
que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus
santos» ( Col_1:26 ).

«Se usa de:

(a) verdad espiritual en general, como se revela en el evangelio ( 1 Co_13:2 ; 14.2; cf. 1
Ti_3:9 ).
Entre los antiguos griegos «los misterios» eran ritos religiosos y ceremonias que se practicaban en
el seno de sociedades secretas en las que podía ser recibido aquel que lo deseaba. Los que eran
iniciados en estos «misterios» venían a ser poseedores de un cierto conocimiento que no se
impartía a los no iniciados, y por esto recibían el nombre de «los perfeccionados» (cf. 1 Cor_2:6 -
16 donde el apóstol tiene en mente estos «misterios» y presenta el evangelio en contraste a ellos;
aquí, los «perfeccionados», esto es, «los que han alcanzado madurez», son, naturalmente, los
creyentes, los únicos que pueden percibir las cosas reveladas);

(b) Cristo, que es el mismo Dios revelado bajo las condiciones de vida humana ( Col_2:2 ; 4.3), y
llegando a someterse a la misma muerte ( 1 Cor_2:1 ; en algunos mss. aparece musterion en
lugar de marturion, testimonio, 7), pero levantado de entre los muertos ( 1 Ti_3:16 ), para que a
su debido tiempo se cumpla la voluntad de Dios de coordinar en Él el universo, sometiéndolo a Él
( Ef_1:9 ; cf. Ap_10:7 ), como se declara en el evangelio ( Rom_16:25 ; Ef_6:19 );

(c) la iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, esto es, la unión de los redimidos con Dios en Cristo
( Ef_5:32 ; cf. Col_1:27 );

(d) el arrebatamiento a la presencia de Cristo de aquellos miembros de la iglesia que es su


Cuerpo que estén vivos en la tierra a su parusía ( 1 Cor_15:51 );

(e) la operación de aquellas fuerzas escondidas que o bien retardan o bien aceleran el Reino de
los cielos; esto es, de Dios ( Mat_13:11 ; Mc 4.11);

(f) la causa de la condición presente de Israel (Rom_11:25 );

(g) el espíritu de desobediencia a Dios ( 2 Tes_2:7 ; Ap_17:5 ,7; cf. Ef_2:2 )».

(De Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 256, 257).

A lo anterior se pueden añadir:

(h) las siete iglesias locales y sus ángeles, vistos en forma simbólica ( Ap_1:20 );

(i) los caminos de Dios en gracia ( Ef_3:9 ). Se usa el término de una manera inclusiva en 1
Co_4:1 (véase The Twelve Mysteries of Scripture, de Vine).
Nota:

En 2 Tes_2:7 , «el misterio de iniquidad» es algo que el mundo no reconoce, porque no consiste
meramente en confusión y desorden, cf. anomos, véanse INICUO, LEY (SIN); la exhibición de
iniquidad por parte del inicuo (v. 8) será el efecto del intento, por parte de los poderes de las
tinieblas, de subvertir el gobierno divino.

MISTERIO [49]

I. En el Antiguo Testamento

La única vez que aparece esta palabra en el Antiguo Testamento es en la sección arameo de Dn.
(2.18-19, 27-30, 47; 4.9), donde la LXX (vs. gr. del AT) tiene mysteµrion para el arameo raµz
(Versión moderna (hecha por H. B. Pratt), eds. rev. 1929, "secreto"). En este contexto la
referencia es especializada, y, como en la frase "hay un Dios en los cielos, el cual revela los
misterios" (2.28), significa primariamente lo que está oculto y todavía tiene que darse a conocer.
Sin embargo, incluso aquí el significado no deja de tener relación con el uso y la significación
neotestamentarios del término, ya que los misterios de los que habla Daniel en este capítulo
forman parte del eterno plan de Dios, y también se dan a conocer por él a sus siervos por
adelantado ("pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir", 2.29).

El uso que hace Daniel de raµz, 'misterio', con el pƒsûar correlativo, 'solución', 'interpretación',
fue adoptado por la secta de Qumrán, cuyo uso de esta terminología ha proporcionado un fondo
ilustrativo para comprender las menciones neotestamentarias del término mysteµrion.

II. En el Nuevo Testamento

a. Significado

El significado del término mysteµrion en el gr. clásico es "cualquier cosa escondida o secreta"
(HDB, 3, página(s) 465), y se usaba en el plural particularmente (ta mysteµria) para hacer
referencia a los ritos sagrados de las religiones griego de misterio en los que sólo participaban los
iniciados. La raíz verbal es myoµ, que significa en primer lugar "cerrar los labios (o los ojos)"
(latín mutus). Pero mientras que "misterio" puede significar, y en el uso contemporáneo
frecuentemente es así, un secreto para el que no se puede encontrar ninguna respuesta, esta no
es la connotación del término mysteµrion en el gr. clásico y bíblico.

En el Nuevo Testamento mysteµrion significa un secreto que está siendo, o incluso ha sido,
revelado, que es también divino en su alcance, y tiene que ser dado a conocer por Dios a los
hombres por medio de su Espíritu. De este modo el término se acerca mucho a la palabra
neotestamentaria apokalypsis, 'revelación'. El mysteµrion es un secreto temporario, que una vez
revelado se conoce y se entiende, y deja de ser un secreto; apokalypsis es una eventualidad
temporariamente escondida, que simplemente espera su revelación para hacerla real y percibida
(cf. compárese 1 Co. 1.7, por ejemplo, donde apokalypsis se usa, como tantas veces, con
referencia a Cristo mismo; y Ro. 8.19, donde Pablo describe la creación como si estuviese
esperando ansiosamente su apokatastasis en la venidera era de gloria, que ha de ser revelada
(apokalyftheµnai) en el apokalypsis de los hijos de Dios mismos).

b. Uso

(i) En los evangelios. La única vez que aparece la palabra mysteµrion en los evangelios es en
Mr. 4.11 = Mt. 13.11 (plural) = Lc. 8.10 (Versión moderna (hecha por H. B. Pratt), eds. rev. 1929
margen "secreto revelado"). Aquí el término se usa para hacer referencia al reino de Dios, el
conocimiento del cual, por el hecho mismo de ser el reino de Dios, está reservado para aquellos a
quienes es "dado". Como resultado, el misterio no revelado está, para los que están "afuera"
(exoµ), escondido en *"parábolas".

(ii) En las cartas paulinas. Pablo usa esta palabra frecuentemente; más aun, aparte de cuatro
menciones de la palabra en Ap., y de las tres ya mencionadas en los evangelios sinópticos, el uso
del término mysteµrion en el NT está limitado a las cartas de Pablo (21 veces). La naturaleza de
to mysteµrion en la teología paulina es cuádruple.

1. Es eterno en su alcance, en cuanto se relaciona con el plan divino de salvación, la


Heilsgeschichte misma. El "misterio" lo constituyen las buenas nuevas que forman el contenido de
la revelación de Dios (cf. Ef. 6.19); es el misterio de Dios mismo, el centro del cual está en Cristo
(Col. 2.2, interpretando tou mysteµriou tou theou, Christou, con P46, B, et alemán; cf. compárese
1 Co. 2.1, donde B, DD deuteronomista, y otros manuscrito(s) tienen martyrion por mysteµrin).
Como tal está contenido dentro de los eternos consejos de Dios y escondido en él (Ef. 3.9),
decretado "antes de los siglos" (1 Co. 2.7) y declarado sofia de Dios, y velado a la
comprensión humana, pero a la espera de su aclaración, a través de las edades (1 Co. 2.8; Ro.
16.25, donde el participio adjetivado es sesigeµmenon).

2. Es histórico en su anuncio. Este misterio es también el "misterio de Cristo", anunciado


históricamente y definitivamente por Dios en Cristo mismo (Ef. 1.9; 3.3s, donde el mysteµrion se
describe como revelado a Pablo kata apokalypsin; cf. Col. 4.3) "cuando vino el cumplimiento
del tiempo" (Gá. 4.4). Es precisamente este misterio, centrado y declarado en la persona del
Señor Jesucristo, por medio de cuya muerte Dios nos reconcilia consigo mismo (2 Co. 5.18s; cf. 1
Co. 2.2), el que Pablo fue comisionado para proclamar (Ef. 3.8s; cf. 1 Co. 4.1).

En su carta a los Efesios Pablo considera particularmente, contra el fondo de un movimiento


general y gradual hacia un inclusivismo cristocéntrico (véase J. A. Robinson, Ephesians, 1903, pp.
238s), las nociones dominantes y relacionadas de "esperanza" y "misterio". Cristo es la
esperanza de los hombres (1.12) y del universo (1.10), y poseemos como resultado una
esperanza que es tanto gloriosa (1.18) como real; el cristiano ya es salvo y ha resucitado con él
(2.4-6, donde los verbos están en el aoristo).
No sólo esto, sino también-y este es el carácter particular del mysteµrion que Pablo ha sido
enviado a predicar, y que en Ef. principalmente se propone bosquejar-la nueva esperanza, y por
ende también la nueva vida en Cristo, están a disposición de judíos y gentiles por igual (3.8; cf.
Col. 1.27, donde el contenido del misterio se describe como "Cristo en vosotros, la esperanza
de gloria").

3. Es espiritual en su percepción. Ya hemos visto por los evangelios sinópticos que el misterio
del reino se percibe espiritualmente. Pablo retiene esta idea cuando considera al misterio de Cristo
(el centro del cual lo constituyen particularmente "los gentiles [que] son coherederos") como algo
que ha sido revelado a los apóstoles y profetas por el espíritu (en pneumati, Ef. 3.5; cf.
compárese también 1 Co. 13.2; 14.2). En la misma línea debe entenderse el término como lo usa
Pablo en forma derivada en relación con el matrimonio cristiano (Ef. 5.32), y el "misterio de
iniquidad (o pecado)" (2 Ts. 2.7). La significación divina de estos "misterios" se comprende
por una conjunción de revelación y entendimiento espiritual (cf. también Ap. 17.3-7).

4. Es escatológico en su resultado. El misterio que se ha revelado en el tiempo todavía espera


su consumación y cumplimiento divino en la eternidad. Este es el sentido en que debe entenderse
el término en Ap. 10.7: el "misterio de Dios" ya anunciado se cumplirá corporativamente sin
demora, "en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta". Y esto
es igualmente cierto en función de la salvación personal: el "misterio" de "ser transformados"
cuando suene la trompeta, cuando la mortalidad sea finalmente remplazada por la inmortalidad (1
Co. 15.51ss). Un misterio de este carácter, aun cuando se da a conocer, nos sobrecoge todavía
con la profundidad de nada menos que la sabiduría y el conocimiento de Dios mismo (Col. 2.2).

El uso de la palabra "misterio" en referencia a los sacramentos (la Vulgata latina traduce
mysteµrion como sacramentum) es enteramente posbíblico.

La Iglesia, sitio donde Dios revela el misterio de Cristo [50]

En la Iglesia es donde Cristo realiza y revela su propio misterio como la finalidad de designio de
Dios:

• "recapitular todo en El" (Ef 1:10).

San Pablo llama "gran misterio" (Ef 5:32) al desposorio de Cristo y de la Iglesia. Porque la Iglesia
se une a Cristo como a su esposo (cf. Ef 5, 25-27), por eso se convierte a su vez en Misterio (cf.
Ef 3:9-11).

Contemplando en ella el Misterio, San Pablo escribe: el misterio

• "es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria" (Col 1:27).

En la Iglesia esta comunión de los hombres con Dios por

• "la caridad que no pasará jamás"(1 Cor 13:8)


es la finalidad que ordena todo lo que en ella es medio sacramental ligado a este mundo que pasa
(cf. LG 48).

"Su estructura está totalmente ordenada a la santidad de los miembros de Cristo. Y la


santidad se aprecia en función del 'gran Misterio' en el que la Esposa responde con el don
del amor al don del Esposo" (MD 27). [51]

El Apóstol Pablo en Ef. 3 nos habla del misterio de Cristo que no era conocido en otros
tiempos,pero ahora le había sido revelado por el Espíritu. No era un misterio que los gentiles sería
salvos.

• Ro. 9:24-33

• Ro.10:19-21

El misterio "escondido en Dios" era el propósito divino de hacer de judios y gentiles algo
totalmente nuevo:

"la iglesia,la cual es su cuerpo [de Cristo] formada por el bautismo con el Espíritu Santo " I
Cor. 12:12-13 y en la cual desaparece la distinción terrenal de judíos y gentiles [52]

• Ef. 2:14-15

• Col. 3:10-11

Ef. 2:11-22 muestra como, aun en la época de Pablo, el gran propósito de unidad que Dios tenía
ya había comenzado a realizarse en Cristo (comp. con 1:10). La pared de separacion que había
mantenido a los gentiles a distancia ha sido derribada.

"En Cristo,judíos y gentiles redimidos, que representan a las dos secciones hostiles de la
humanidad, se hayan reconciliado entre si y por medio de El, ambos judíos y gentiles
caminan mano a mano hacia la presencia de Dios" [53]

Cual era la condicion anterrior de los gentiles

1.Eran objeto del desprecio judío (v.11)


2.Espiritualmente en bancarrota(v.12)

• a. Sin Cristo

• b. alejados de la ciudadania de Israel

• c. Ajenos a los pactos de la promesa

• d. Sin esperanza

La nueva relación de los gentiles


1. En Cristo Jesús los gentiles y los judíos se han reconciliado unos con otros (v. 13-15)
2. En Cristo Jesús,los gentiles y los judíos están en paz con Dios (vv. 16-18)
3. En Cristo Jesús los gentiles y judíos comparten por igual los privilegios y las bendiciones del
evangelio (vv. 19-22)

Antijudaísmo.

En las cartas de Pablo mismo, la distinción entre judíos y gentiles era importante y cada grupo
tenía muy clara su identidad (Romanos; Gálatas). En Efesios, sin embargo, los receptores gentiles
(3:1) no parecen percibir su herencia de Israel y les hace falta instrucción (2:11-22). En
Colosenses, el misterio revelado en Cristo es el plan divino de salvación para los gentiles, pero en
Efesios (3:6-7) el misterio es la unión de judíos y gentiles en el mismo cuerpo de Cristo y aun la
unión del cosmos (cielos y tierra) en Él (1:9-10).

Andrew T. Lincoln (1990:122-65) señala cómo Ef 2:11-22 difiere de otros textos en el Nuevo
Testamento sobre la relación entre Israel y la iglesia (Ro. 9−11, etc.). En Ef. 2, la terminología
“ustedes que antes estaban lejos, ahora están cerca” (2:13) no significa llegar a formar parte de
Israel, sino el acceso a Dios mismo y ser miembros de la nueva humanidad. “Efesios 2 describe la
iglesia como una nueva identidad que trasciende las identidades antiguas de judío y gentil. Tal
perspectiva difiere de la de Romanos 9−11, pero tiene afinidades fuertes con la aguda polémica
paulina en Gálatas (p. ej. 3:28; 6:15-16)” (Lincoln 1990:163). La ley, la marca que distingue a
Israel de los gentiles, queda abolida (Ef 2:15). [54]

Pablo se describe a sí mismo como "un prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles".
"Prisionero" debe tomarse aquí literalmente: la palabra es una indicación de que el apóstol estaba
en la cárcel cuando escribió esta carta.

"Por vosotros los gentiles" ("a favor de vosotros los gentiles", Versión Reina-Valera
Actualizada del Nuevo Testamento) indica que Pablo creía que su trabajo en beneficio de los
gentiles y entre ellos era lo que había redundado a su arresto y encarcelamiento (comp. con Hch.
21:27 y sig.; 22:21, 22).

El hecho de que él fuera un "prisionero de Cristo Jesús" a favor de los gentiles sugiere que Pablo
se daba cuenta de que Cristo le había asignado un trabajo especial entre los gentiles (comp. con
Hch. 26:12-21). No fue un trabajo que él escogió, sino una comisión que recibió del Señor
viviente.

La mención que hace Pablo de su ministerio a los gentiles (v. 1) lo lleva a considerar más
detalladamente su naturaleza (vv. 2-7, 13) y su propósito (vv. 8-13).2 (Obsérvese que en este
capítulo él relaciona repetidas veces su obra con los gentiles, especialmente en los vv. 1, 2, 8,
13.)

1. La naturaleza de la misión de Pablo (vv. 2-7, 13). Pablo estaba confiado en que sus lectores en
cierto modo se daban cuenta de su singular misión en la obra del evangelio. No obstante, él creyó
necesario recordarles acerca de su ministerio y explicarles con ciertos detalles su importancia. Las
diversas ideas expresadas pudieran resumirse en tres palabras: mayordomía (vv. 2-6), servicio
(vv. 7-12), y sufrimiento (v. 13).
(1) Mayordomía (vv. 2-6). Pablo describe su obra como "administración de la gracia de Dios que
me fue dada para con vosotros" (v. 2). La palabra griega que emplea Pablo se usaba en los
tiempos del Nuevo Testamento para referirse al oficio y a la función del mayordomo, de la
persona a quien se le confiaba la administración de la propiedad de otro (comp. con Luc. 16:2-4).

En realidad, su significado literal es "administración de una casa". En el presente contexto se la


traduce mejor por nuestra palabra mayordomía. El uso que Pablo hace aquí de la palabra
"administración" muestra que él conceptuaba su cargo como un alto privilegio y como un comisión
sagrada (comp. con I Cor. 9:17; Col. 1:25).

Tres cosas se dicen acerca de esta mayordomía (o administración).

1. La primera tiene que ver con "la gracia de Dios" (v. 2). La palabra "gracia" se usa aquí en
su más amplio significado para el concepto total del favor divino. Hablar de una "mayordomía" de
la gracia es reconocer que el favor de Dios no es dado como un lujo que se ha de disfrutar
privadamente, sino como un regalo que debe compartirse gozosamente con otros (comp. con 1
Pe. 4:10).

2. La segunda se refiere a la gracia encomendada a Pablo, y tiene especial relación con sus
lectores gentiles ("para con vosotros", v. 2). La morada de Dios (2:20-22) se compone de los
redimidos de diversos grupos raciales, pero Pablo cree que su función especial es edificar la
porción de los gentiles de esta morada.

3. La tercera implica un gran "misterio" de redención (vv. 3-6). Hemos visto que en el
Nuevo Testamento un misterio es algo que previamente estaba escondido, oculto, pero que ahora
es dado a conocer en el evangelio. En 1:9, la palabra "misterio" habla del propósito de Dios de
reunir todas las cosas bajo el señorío de Cristo. Aquí "misterio" se refiere a una fase de esa meta
final, es decir, la inclusión de los gentiles en las bendiciones del evangelio y las condiciones en
que esto se hace Pablo afirma (vv. 3b-4) que tiene un conocimiento especial del propósito de Dios
para con los gentiles. Se había escrito bastante (comp. con 1:9-11; 2:11-22) para hacer que esto
fuera obvio a sus lectores.

También se explica cómo el apóstol llegó a tener su entendimiento del misterio divino. No fue por
investigación, ni por razonamiento, ni por instrucción humana, sino por "revelación" de Dios. Esto
no significa necesariamente que la plena comprensión del misterio le vino en una sola experiencia
espectacular (si bien esta es una posible interpretación).

Lo más probable es que fuera una revelación gradual del plan divino que se prolongó por muchos
años durante la vida del apóstol. Tal vez él tuviera en mente ese tiempo que pasó en Arabia poco
después de su conversión (Gál. 1:11-18). Sin duda, el largo período de encarcelamiento durante
el cual escribió Efesios le permitió tener el tiempo suficiente para comprender más profundamente
este gran propósito de Dios. De todos modos, la comprensión que tuvo Pablo de este asunto le
vino directamente de Dios, y no por medio de los hombres.

El versículo 5 nos habla de la manifestación pública del misterio (propósito escondido o secreto)
de Dios. Este secreto, el más grande de todos, permaneció oculto durante siglos.
Pablo escribe:

• "En otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como
ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu."

El énfasis se pone en la palabra "como", y la idea es que el misterio no se dio a conocer con la
plenitud y claridad con que se lo da a conocer ahora. Que los gentiles estaban incluidos en el
propósito de Dios era algo que hasta cierto punto se sabía en los tiempos del Antiguo Testamento.
Aun a Abraham le fue dicho:

• "Serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Génesis 12:3).

Pero lo que no se comprendió plenamente en los tiempos del Antiguo Testamento fue que Dios
trataría a los judíos y a los gentiles por igual sobre el terreno común de la gracia.

Es precisamente este punto el que Pablo recalca en el versículo 6, donde da el contenido del
misterio de Cristo:

• "que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes
de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio".

Nótense los términos "coherederos" y "copartícipes", que son la clave para el significado del
versículo. Los gentiles, al entrar en el reino de Dios, participan por igual de todas sus
bendiciones. No son ciudadanos inferiores, sino "coherederos" con relación a los judíos creyentes,
"miembros" con relación al cuerpo de Cristo, y "copartícipes" con relación a la promesa
mesiánica. Dios quiere ahora que toda la gente conozca este gran secreto del evangelio.

Es "por medio del evangelio" que los gentiles —y, en realidad, todos los seres humanos —
participan de esta feliz relación. "Por eso es urgente — dijo W. O. Carver — predicar el evangelio
a 'toda criatura', a 'todas las naciones', a 'todo hombre'. A todos los hombres se les debe dar el
conocimiento de Cristo, porque a todos se les ofrecen igualmente las bendiciones de Dios en
Cristo."

(2) Servicio (vv. 7-12). En los versículos 2-6 hemos visto cómo Dios reveló el secreto de que
los gentiles están incluidos igualmente con los judíos en su propósito de gracia. Pablo interpretó
su relación con este propósito desde el punto de vista de la mayordomía. El apóstol avanza un
paso más allá de esta idea en el versículo 7. Aquí él declara que Dios lo ha hecho "ministro" de las
buenas nuevas de salvación por las cuales los gentiles habían de ser incorporados en el cuerpo de
Cristo.
Es decir, la mayordomía de Pablo se llevó a cabo en el servicio del evangelio. La palabra griega
traducida por "ministro" (diákonos), y que significa servidor o asistente, es la palabra de la cual se
deriva nuestro vocablo diácono. Aquí denota al que sirve en beneficio de otro.

La palabra misma se usa en el Nuevo Testamento con respecto a los apóstoles y a sus ayudantes
(por ejemplo, 2 Cor. 6:4; 1 Tim. 4:6). También se usa esta palabra con respecto a Febe (Ro.
16:1). Se la usa con relación a Cristo (Ro. 15:8). Aun se la usa para referirse a los siervos de
Satanás (2 Cor. 11:15).

Cristo usó la forma verbal cuando dijo:

• "Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve" (Luc. 22:27) y: "Porque el Hijo
del Hombre no vino para ser servido, sino para servir" (Mar. 10:45).

Los versículos precedentes han armonizado con la admiración de Pablo ante la inclusión de los
gentiles en el plan de redención de Dios. Los versículos 7-12 muestran su profunda gratitud por el
privilegio de darles a conocer este hecho.

Cuando Pablo dice que fue "hecho" ministro (v. 7), indica que no tomó este honor para sí mismo;
él fue nombrado divinamente para este oficio. Fue este claro sentido de un llamamiento divino lo
que llevó a Pablo a escribir en otro lugar:

• "Porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!" (1


Cor. 9:16).

El apóstol considera este nombramiento al ministerio de dos maneras. En primer lugar, fue un
gran favor. El no fue hecho ministro en consideración a ninguna dignidad o mérito que tuviera en
sí mismo, sino más bien "por el don que [consiste en] la gracia de Dios" (v. 7).

El sentido de privilegio y gratitud expresado por estas palabras resulta tanto más notable cuando
recordamos que el ministerio de Pablo a los gentiles le había costado mucho.

El encarnizado odio de sus compatriotas, el desprecio de muchos de aquellos a quienes se


proponía ganar, las privaciones y los peligros de sus viajes misioneros, la indignidad y el dolor de
las piedras, los azotes y la prisión fueron parte del precio que Pablo pagó por predicar el evange-
lio.
Aún mientras escribía estas palabras, estaba atado con una cadena a un soldado romano, y por lo
que sabía, nunca volvería a ser un hombre libre. Pero todo lo que Pablo podía decir era:

"El servicio de Cristo es un privilegio inefable. Es una expresión del favor de Dios."

En segundo lugar, Pablo vio su introducción en el ministerio como si incluyera el ejercicio del
poder divino.

El fue hecho ministro

• "según la operación de su [de Dios] poder" (v. 7).

La referencia principal es a la instalación de Pablo en el oficio de apóstol. Su apostolado era para


él nada menos que el resultado de la operación de la omnipotencia de Dios. Sus palabras nos
traen a la memoria la escena en el camino a Damasco, con su resplandeciente luz que era más
brillante que la luz del sol al mediodía. Aquí, sin duda, había gracia inefable, pero también había
poder ilimitado.

Tal vez haya también en estas palabras una referencia a la eficacia del ministerio de Pablo, y en la
cual se sugiere que esta eficacia dependía no de sus propias capacidades naturales, sino de la
operación del poder de Dios. Para predicarle a un mundo pagano se requería tal poder.

La "operación de su poder" es la traducción de una palabra griega de la cual se deriva nuestra


palabra energía. En el Nuevo Testamento se la usa casi exclusivamente para denotar la acción
interna del poder divino. Aquí se la podría traducir por "fuerza que da energía" o "energía activa"
(comp. con 1:19). La palabra traducida por "poder" es la palabra de la que derivamos vocablos
tales como "dinámico", "dinamita", "dinamo", y otros parecidos. Así que se declara que la fuerza
que operaba detrás de los trabajos apostólicos de Pablo era la fuerza activa del poder dinámico de
Dios.

(3) Sufrimiento (v. 13). Pablo consideró su trabajo no sólo como una mayordomía de la gracia
y como un servicio en el evangelio mediante el cual se introducía a los gentiles en el propósito
redentor de Dios; sino que también lo interpretó con relación al sufrimiento. El sabía por
experiencia propia que el camino del servicio no es siempre una vía fácil. Para él el llamamiento
de Dios significaba "sangre, sudor y lágrimas". Léase la lista de sus sufrimientos en 2 Cor. 11:23-
28. En realidad, aun al escribir esta carta, colgaba de su cuerpo una cadena que lo mantenía
atado las veinticuatro horas del día a un soldado romano.
La palabra traducida "tribulaciones" significa literalmente "presión"; pero se la usa en la Biblia en
el sentido de aflicción o tribulación. Generalmente implica aflicción o tribulación intensa y
prolongada. Las aflicciones de Pablo, les dice a sus lectores gentiles, son "por vosotros" (v. 13). El
experimentó esos sufrimientos para provecho de ellos al llevar adelante su misión a favor de ellos
(comp. con Col. 1:24).4

Las tradiciones judías y cristianas se caracterizan por sus grandes narraciones que pretenden dar
sentido a la historia humana y a la vida personal (la Creación, el Éxodo, la Encarnación y el
ministerio de Jesús).

Aunque el modernismo buscó otras metanarraciones para sustituir las tradicionales, compartió la
presuposición de que la historia humana y la vida de cada persona tienen sentido. Jean-François
Lyotard ha definido la “posmodernidad” como “la incredulidad frente a las metanarraciones” (Brian
Ingraffia 1995:2).

Tal vez más que cualquier otro libro de la Biblia, Efesios insiste en que la historia humana y
nuestra vida individual tienen sentido, pues todo lo que existe y todo lo que pasa es “para la
alabanza de la gloria de Dios” (Ef 1:6, 12, 14; vv. 3-14 constituyen una sola oración en el griego
original; cp. Rom. 8:28-38; 11:33-36).

Pero, ¿es coherente y lógico preguntarse y averiguar sobre un supuesto “sentido” en la vida y la
historia si un Dios personal e infinito no existe (o por lo menos “dioses” personales y finitos)?

Si uno entra en una habitación desordenada que evidencia haber sufrido un robo, podemos
averiguar y plantear hipótesis sobre el “sentido" del desorden; pero si entramos en una casa
totalmente destruida por un huracán, no buscamos el “sentido” del desorden, sino solamente
afirmamos la “causa” (impersonal).

Aún en nuestra época “posmoderna” es notable cómo cada catástrofe (la caída de un avión, p. ej.)
desencadena búsquedas por todos lados para encontrarle “sentido” a lo ocurrido.

Si probamos que es un acto terrorista, nos indignamos contra los terroristas, pero tenemos la
satisfacción de haberle encontrado algún “sentido” a lo ocurrido y la sociedad procura encontrar y
castigar a los culpables del acto terrorista.

Pero si la causa es solamente una falla mecánica, hablamos de la “causa”, pero no del “sentido”
de la tragedia.
Para muchas personas hoy, los grandes “maestros de la sospecha” (Friedrich Nietzsche, 1844-
1900; Karl Marx, 1818-83; y Sigmund Freud, 1856-1939) han puesto en duda la veracidad de las
grandes narraciones (metanarraciones) que tradicionalmente en el occidente le dieron sentido a la
vida humana.

Sin embargo, autores como Brian D. Ingraffia (1995) han demostrado que las preguntas y críticas
que estos grandes maestros de la sospecha lanzaron contra la religión se dirigen solamente al
sincretismo platónico-cristiano tradicional, pero no tocan la teología de la Biblia misma.

Además, las teologías latinoamericanas de liberación han lanzado sus críticas devastadoras contra
las teologías tradicionales y filosofías elitistas heredadas de los griegos y de René Descartes (con
sus dualismos y dicotomías entre cuerpo y alma, individualismo, racionalismo, etc.). Al reflexionar
sobre Efesios, podemos preguntarnos si la carta apoya más a las ideologías de opresión
tradicionalmente dominantes, o si evidencia continuidad con la praxis subversiva y liberadora de
Moisés, Jesús y Pablo mismo.[55]

La Iglesia, sacramento universal de la salvación

La palabra griega "mysterion" ha sido traducida en latín por dos términos: "mysterium" y
"sacramentum". En la interpretación posterior, el término "sacramentum" expresa mejor el signo
visible de la realidad oculta de la salvación, indicada por el término "mysterium". En este sentido,
Cristo es El mismo el Misterio de la salvación:

"Non est enim aliud Dei mysterium, nisi Christus" ("No hay otro misterio de Dios fuera de Cristo")
(San Agustín, ep. 187, 34).

La obra salvífica de su humanidad santa y santificante es el sacramento de la salvación que se


manifiesta y actúa en los sacramentos de la Iglesia (que las Iglesias de Oriente llaman también
"los santos Misterios").

Los siete sacramentos son los signos y los instrumentos mediante los cuales el Espíritu Santo
distribuye la gracia de Cristo, que es la Cabeza, en la Iglesia que es su Cuerpo. La Iglesia contiene
por tanto y comunica la gracia invisible que ella significa. En este sentido analógico ella es llamada
"sacramento".

"La Iglesia es en Cristo como un sacramento o signo e instrumento de la unión íntima con Dios y
de la unidad de todo el género humano "(LG 1)

Ser el sacramento de la unión íntima de los hombres con Dios es el primer fin de la Iglesia. Como
la comunión de los hombres radica en la unión con Dios, la Iglesia es también el sacramento de la
unidad del género humano. Esta unidad ya está comenzada en ella porque reúne hombres "de
toda nación, raza, pueblo y lengua" (Ap 7, 9); al mismo tiempo, la Iglesia es "signo e
instrumento" de la plena realización de esta unidad que aún está por venir.

Como sacramento, la Iglesia es instrumento de Cristo. Ella es asumida por Cristo

• "como instrumento de redención universal" (LG 9),


• "sacramento universal de salvación" (LG 48),
• por medio del cual Cristo "manifiesta y realiza al mismo tiempo el misterio del amor de
Dios al hombre" (GS 45, 1).

Ella

"es el proyecto visible del amor de Dios hacia la humanidad" (Pablo VI, discurso 22 junio 1973)

que quiere

"que todo el género humano forme un único Pueblo de Dios, se una en un único Cuerpo de Cristo,
se coedifique en un único templo del Espíritu Santo" (AG 7; cf. LG 17).[56]

Enviados con la fuerza del Espíritu y su misma potestad

Una vez resucitado, en su primer encuentro con «Los Doce», les dice:

• «Como el Padre me envió, así os envío yo... Recibid el espíritu Santo. ...» [Jn
20:21-22].

San Mateo y San Marcos nos refieren cómo en una de las apariciones posteriores les explicitará
más el sentido de ese envío:

• «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos
a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo
estoy con vosotros hasta el fin del mundo» [Mt 28:18-20] .
• «Id por todo el mundo y proclamad la Buena nueva a toda la creación. El que crea
y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» [Mc 16:15] .

Observemos que en estas palabras de envío se contiene la triple potestad de enseñar, de


santificar y de gobernar. En cuanto a las dos primeras la cosa es más que evidente. La segunda
está suficientemente significada con la frase, «enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado». Y así lo entendieron los mismos Apóstoles, ejerciendo una verdadera autoridad sobre
las iglesias que iban fundando.

Lucas, por su parte, tanto en el Evangelio, como en los Hechos de los Apóstoles aludirá al envío
del Espíritu Santo, Promesa del Padre, Poder de lo Alto, Fuerza que vendrá sobre los Enviados,
antes de partir a la evangelización de todas las naciones:

• «Y entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les
dijo: 'Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al
tercer día y se predicara en su nombre la conversión para el perdón de los
pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos
de estas cosas. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por
vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde
lo alto» [Lc 24, 45-49] .
• «Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentasen de
Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del padre, 'que oísteis de mi: Que
Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo
dentro de pocos días'... Recibiréis la Fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre
vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los
confines de la tierra» [Hch 1:4-5; 8].

Y, en efecto, diez días después, a los cincuenta de la Pascua, el de Pentecostés, recibirán el


Espíritu Santo. Los Apóstoles, antes ignorantes e intimidados, abren de par en par las puertas del
Cenáculo y hablan con ardor de Jesús, a quien

• «vosotros matasteis clavándole en la cruz por manos de los impíos», a quien


«Dios resucitó», «de lo cual nosotros somos testigos». «Exaltado a la diestra de
Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que
vosotros veis y oís». «Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha
constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado» [Hch
2] . «Aquel día se les unieron unas tres mil almas».

Acababa de nacer oficialmente la Iglesia.


Esta es la obra por excelencia de Jesús. Obra no de un día, ni de su sola vida mortal. Obra
comenzada allá a las orillas del Jordán, con la vocación de sus primeros discípulos, llevada
adelante pacientemente todo a lo largo de su vida pública, consolidada con su muerte y
resurrección, solemnemente inaugurada con el envío del Espíritu, desde la diestra del Padre, el día
de Pentecostés. Estando las cosas así, ¿cómo es posible pretender estar con Cristo, pero no con la
Iglesia? [57]

¿QUÉ HIZO JESUCRISTO? ENTRE OTRAS COSAS FUNDÓ SU IGLESIA. [58]

La Iglesia no era una novedad: estaba prefigurada en el AT:

• El Pueblo de Dios, Israel eran las 12 tribus, Moisés Alianza Sinaí… La Alianza se va
renovando… Los profetas hablaban de un Nuevo Pueblo de Dios con un Pacto o Alianza
Nuevo y Eterno… Vemos que aparece el término qahal o asamblea unas 33 veces en el AT
(y 24 veces es traducido como qahal , el término griego ecclesia por traductores hebreos
del NT)

El termino ecclesia o iglesia o congregación aparece unas 72 veces en el NT.

• El Señor comienza llamando él a sus discípulos, toma la iniciativa (vemos su


intencionalidad), no hace como los otros Rabinos que esperaban a ser elegidos…
• De estos discípulos escoge (intención) a 12 Apóstoles para hacer el nuevo Israel, el nuevo
Pueblo de Dios, las 12 tribus…
• De estos Doce, escoge (intención) a Pedro, que llama Qefas (Piedra) y le cambia el nombre
de Simón a Pedro (Piedra), como fundamento de SU IGLESIA: (Mt 16:18) Y yo también
te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del
Hades no la dominarán . (Cf. cuando en otro lugar al hablar de la Iglesia dice: Mt
18:17 Si no los oye a ellos, dilo a la iglesia; y si no oye a la iglesia, tenlo por gentil
y publicano).
• Jesús sigue ensamblando las piezas, y en la Última Cena, los instituye, los hace sacerdotes
de la Nueva y eterna Alianza y les da el poder de hacer la Eucaristía en memoria suya
• Instituye así la Eucaristía para renovar la redención objetiva de la Cruz (una vez y para
siempre), y hacerla eficaz al poder aplicarse personalmente en el tiempo, mi salvación
alcanzada por el precio de su sangre. Aplicar esta salvación a cada sujeto es la Misión de la
Iglesia
• Al Resucitar además de demostrar el poder que tiene como HIJO DE DIOS , lo primero que
hace es dar a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados (Jn 20)
• Tras resucitar y durante 40 días les forma hasta la Ascensión diciéndoles: me ha sido
dado todo poder en el Cielo y en la Tierra… Id por todo el mundo predicando el
Evangelio a toda criatura … Mandato Misionero… y les dice que esperen a Pentecostés
• En Pentecostés, 10 días después, con la venida del Espíritu Santo, comienza a caminar la
Iglesia. Ha nacido la Iglesia, comienza el tiempo de la Iglesia.

Por eso para un cristiano, o seguidor de Jesucristo, no es posible relacionarse con Dios
más que a través de Cristo y de su obra la Iglesia

1) DIOS SI, IGLESIA NO ¿ES POSIBLE? [59]

A lo largo de milenios el hombre ha intentado e intenta (naturaleza religiosa o religiosidad natural)


establecer relación con Dios. Así han ido surgiendo las religiones (escaleras de la tierra hasta el
cielo) que intentan esta re-ligación con Dios… Con Jesucristo, cambia la cosa porque no es el
hombre el que intenta llegar al Cielo, sino que es el Cielo el que se abaja hasta la tierra (Dios con
nosotros = Encarnación del Verbo). Esta es la diferencia sustancial y clave con respecto a las
demás religiones: Jesucristo es el Hijo de Dios encarnado ("Y vosotros quien decís que soy
yo… Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo").

Cristo y la Iglesia

Tristemente lo digo,

“algunos, simplemente, creen que el Cristo de la Iglesia -Cristo de la fe, le llaman ellos- no
es el Cristo real, histórico. Aceptan éste, del que, por otra parte, sostienen que a penas se
sabe nada. Con lo que se quedan muy tranquilos, porque esa aceptación no crea en ellos
ningún género de compromiso. Rechazan, en cambio, a la Iglesia y, con ella, el otro Cristo.

Del Cristo histórico conocemos muchas cosas: suficientes y sobradas para saber que ese Cristo no
se distingue del que la fe de la Iglesia reconoce como el Verbo, el Hijo natural de Dios, hecho
Hombre, muerto y resucitado, para la redención del mundo.

Para otros, es que Cristo ni fundó, ni pensó fundar una iglesia. Así, el racionalista Harnack, así
Loisy, de quien es la célebre frase:

«Jesús predicó el Reino de Dios, y lo que vino fue la Iglesia». [60]

Así, los numerosos epígonos de estos hombres, que todavía abundan en nuestros días, con
pretensiones de una originalidad que realmente no tienen.

Una tercera categoría sostiene como innegable que pensó en fundarla y que realmente la fundó.
Pero esa iglesia, en la mente del Fundador, era una pura comunión espiritual, sin otros lazos
externos entre sus miembros que los del mutuo amor. Sus discípulos, y en particular Pablo,
fueron quienes desnaturaron a la Iglesia de Jesucristo, haciendo de ella una sociedad visible. Así,
algunas de las sectas derivadas de la Reforma protestante.

Otros admiten que Cristo creó una Iglesia con un cierto carácter externo y hasta con una
estructura visible: la exigida por la dedicación de una parte de sus miembros al servicio de los
demás, con la predicación del Evangelio y la administración de algunos sacramentos. Mas esos
ministros estarían, según ellos, desprovistos de autoridad sobre el resto de los hermanos. [61]
Para otros, en fin, la Iglesia de Jesucristo es una sociedad, no sólo visible, sino también
jerárquica, es decir, con diversidad de miembros: unos dotados del poder de enseñar y de
presidir, y otros privados de él;

La palabra "Iglesia" significa "convocación". Designa la asamblea de aquellos a quienes convoca la


palabra de Dios para formar el Pueblo de Dios y que, alimentados con el Cuerpo de Cristo, se
convierten ellos mismos en Cuerpo de Cristo.

La Iglesia es a la vez camino y término del designio de Dios: prefigurada en la creación,


preparada en la Antigua Alianza, fundada por las palabras y las obras de Jesucristo, realizada por
su Cruz redentora y su Resurrección, se manifiesta como misterio de salvación por la efusión del
Espíritu Santo. Quedará consumada en la gloria del cielo como asamblea de todos los redimidos
de la tierra (cf. Ap 14:4).

La Iglesia es a la vez visible y espiritual, y Cuerpo Místico de Cristo. Es una, formada por un doble
elemento humano y divino. Ahí está su Misterio que sólo la fe puede aceptar. La Iglesia es, en
este mundo, el sacramento de la salvación, el signo y el instrumento de la Comunión con Dios y
entre los hombres. [62]

Efesios 2:11-22 [63]

• "Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la
carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano
en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de
Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos,
habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz,
que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz,y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un
solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas
nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque
por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al
Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en
quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en
el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de
Dios en el Espíritu."

Introducción

El tema de este capítulo es la reconciliación a través de Jesucristo (vs.16).

Definamos reconciliación: el restablecimiento de la paz entre dos partes en conflicto, resolviendo


el asunto que los separaba. Es Dios saciando las profundas divisiones que existen en la
humanidad, a través de Jesucristo y de su muerte en la cruz.

• En 2:1-10, Pablo habla de la reconciliación vertical. El declara que Cristo ha sido el puente
sobre el abismo que había entre El y todo su pueblo. Mediante su muerte por nuestros
pecados, El hace posible que por gracia y no por obras, volvamos a El (vs. 8,9).
• En 2:11-22, Pablo habla de la reconciliación horizontal. Ahora él nos habla que la profunda
separación que había entre los judíos y los gentiles también fue cubierta por la muerte de
Cristo.

Los gentiles separados de los judíos (vs. 11,12).

Estos versos enfatizan la profunda diferencia espiritual que existía entre los judíos y los gentiles
antes de que Cristo muriera en la cruz.

• “Separados de Cristo”- Ellos ningún conocimiento tenían ni esperaban al Salvador, el


Mesías.
• Excluidos de la ciudadanía de Israel”- Ellos no eran ciudadanos de la nación escogida de
Dios.
• “Ajenos a los pactos de la promesa”- Ellos no tenían conocimiento de la salvación que Dios
planeaba o de las vías por las cuales El lo había predicho en el AT.
• “Sin esperanza y sin Dios en el mundo”- Esto simplemente resume el resultado de las tres
afirmaciones anteriores.

Este pasaje no está diciendo que ningún gentil podía ser salvo a menos que se hiciera judío.

Hay muchas instancias en el AT de gentiles no prosélitos, siendo salvados (Job, Melquisedec,


Rahab, Nínive).

Sino que significa que su entendimiento de cómo la salvación sería provista y su acceso personal a
Dios era severamente limitado.

Esta separación estaba ordenada por la ley ceremonial del AT (leyes de alimentos, circuncisión).
Graficada por la disposición del templo judío.

A ningún gentil era permitido pasar el Patio de los Gentiles. Una gruesa pared divisoria bloqueaba
la pasada y había una advertencia en ella, “ningún extranjero puede traspasar la barrera que
rodea el santuario. Cualquiera que sea sorprendido, será culpable de su propia muerte”.

También es interesante notar que la razón de la prisión de Pablo era que el había sido acusado por
los judíos de haber metido a un efesio en el templo (Leer Hch. 21:28,29).

¿Por qué Dios estableció esta separación entre los judíos y los gentiles?

El hizo esto no para impedir a los gentiles que se acercaran a él, sino que era necesario para
preservar un claro testimonio, hasta que Cristo viniera. Dios específicamente mandó a los judíos a
amar a los gentiles que eran peregrinos en su tierra (Lev. 19:33,34).

Los judíos cambiaron esta válida y temporal separación en prejuicios raciales hacia los gentiles
(“los perros”; crearon el combustible para los fuegos del infierno; prohibieron tomar parte en el
nacimiento de niños gentiles). Los gentiles devolvieron el favor y el resultado fue una profunda
hostilidad entre judío y gentil que fue más allá de cualquier cosa que hayamos visto.

¿Cómo cambió esto la muerte de Cristo? (vs. 13-18)

De la misma forma como la muerte de Cristo quitó todas las barreras que existían entre Dios y
nosotros, también quitó todas las barreras que habían entre judíos y gentiles. Quien recibe a
Cristo se reconcilia con Dios y con todos los cristianos verdaderos sin importar su origen étnico.
Lea los vers. 13-16. Pablo dice que la muerte de Cristo, derribó la “pared intermedia de
separación”. Aunque el templo judío aún permanece y los judíos mantienen esta barrera, Dios
abolió su validez cuando Cristo murió.

Específicamente, su muerte abolió “la ley de mandamientos contenido en ordenanzas”. Esto se


refiere a la ley ceremonial del AT. Dios no necesitó más que el pueblo se circuncidara u observará
leyes como la de los alimentos para llegar a ser uno de su pueblo.

Ni tampoco Dios necesita que nosotros nos relacionemos con El, a través del templo, sacerdotes,
etc. Lea vs. 17, 18. Hoy está disponible para todo el que desee, un directo e igual acceso a Dios.

• “a través de él”- podemos venir a su presencia en cualquier lugar y en cualquier momento


y estar absolutamente confiados en su aceptación, porque sabemos que la muerte de
Cristo pagó por nuestros pecados delante de Dios.
• “por un espíritu”- El Espíritu Santo nos capacita para relacionarnos con Dios y así que
nuestra comunión con El no sea un ritual, sino personal.
• Evangelio: ¿Escuchaste de esto? ¿Estás listo para este tipo de relación con Dios? Puedes
hacerlo esta tarde, simplemente pidiendo a Dios que te perdone, a través de Cristo y que
more en ti con su Espíritu Santo. Si lo haces así, algo va a ocurrir.

El nuevo programa de Dios (vs.19-22)

Dios no solamente abolió el antiguo plan, a través de la muerte de Cristo, sino que también
inauguró uno nuevo. Lea el v. 19. Dios creó un nuevo pueblo judío. Esto no significa que él ha
rechazado al pueblo judío, significa simplemente que quien quiera recibir a Cristo, no importando
su origen étnico, puede formar parte del pueblo escogido de Dios y tiene acceso a las tremendas
bendiciones espirituales nombradas en el Capítulo 1.

Lea los vs. 20-22. Dios reemplazó el antiguo templo por un nuevo templo. Era apenas una sombra
de lo que Dios intentaba hacer. Cristo es la piedra angular, El es el componente más importante
en virtud de su muerte por nuestra salvación.

Nota:

Este pasaje, junto con 1 Pe. 2:4,5, claramente enseña que Jesús y no Pedro es la piedra sobre la
cual se construye la iglesia. Los apóstoles (NT) y los profetas son el fundamento por medio de
quienes Dios explicó esta salvación y sus implicancias. Tenemos esta inspirada revelación hoy en
el NT. Dios no mora más únicamente en un edificio como El lo hacía en el templo judío. Ahora El
mora únicamente en los corazones de todos los cristianos verdaderos a través de Su Espíritu
Santo.

Este nuevo templo no está estático. Está vivo y creciendo a medida que Dios añade persona tras
persona que recibe a Cristo y le guía a una relación personal con El y a tener comunión los unos
con los otros.

Aplicación:

¿Entonces qué?, ¡¡No podemos levantar nuevamente la pared intermedia de separación que el
mismo Dios derribó!!

Pero aún los cristianos a través de la historia han intentado hacer esto y continúan haciéndolo:
queriendo y haciendo que las personas cambien de culturas para venir a Dios (ropas, música,
versiones de la Biblia). Al hacer esto, ponemos una carga en las personas que Dios dice que
deben cargar.

Yo creo que, literalmente, millones de personas en EE.UU podrían ser ganadas para Cristo, si los
cristianos despertaran en esta área. Haciendo que la gente abrace porciones del AT con sus leyes
ceremoniales para venir a Dios (Domingo y el calendario religioso, los sacerdotes, los edificios
sagrados; el énfasis ritualista). Dios declara que esto no es tan espiritual como relacionarse
personalmente con El. Es profundamente inferior espiritualmente y cambia el mensaje de lo que
Dios hoy pone a disposición a través de Cristo. Mucha gente que no está dispuesta a ser un
religioso, vendrá a Cristo si se les enseña de esta diferencia ya sea con palabras o con hechos. ¡Yo
soy uno!

Esto no es solamente un asunto de preferencia personal con que podemos ser indulgentes si
deseamos. Es parte del evangelio en sí.

Si Pablo hubiese hecho esto, probablemente ninguno de nosotros seríamos cristianos hoy, porque
la cristiandad hubiera seguido siendo una secta judía y los gentiles no habrían estado dispuestos a
llegar a ser judíos culturalmente para llegar a Cristo.

Señale 1 Cor. 9:19-23. El literalmente dio su vida para libertar a la cristiandad del etnocentrismo
y hacerlo relevante para toda cultura. Como Pablo, tenemos que en forma activa llevar a Cristo a
las personas en sus propias culturas, comunicándoles en su lenguaje y haciéndoles saber que
pueden venir a Cristo tal como son.

Los gentiles ante Cristo (vs.11,22)

La muerte de Cristo:

abolió las leyes ceremoniales del AT. (vs. 13-16)


Crea un acceso equitativo a Dios (vs.17,18)

El nuevo programa de Dios

una nueva nación (vs.19)


un nuevo templo (vs.20-22)

Efesios 3:1-14. El Misterio que Dios nos dio a Conocer [64]

Introducción:

Leer vs. 2:10. Una vez que hemos recibido a Cristo, Dios no sólo nos da la salvación, sino que
también nos da un rol único y significativo en su propósito para esta era. En su soberana
sabiduría, El ha preparado una vida de realización personal para nosotros.

En 3:2-11, Pablo nos habla acerca del rol que Dios le dio. Leer vs 2. En muchos sentidos, el rol de
Pablo era realmente único. Este pasaje nos ayuda a entender aquellos acontecimientos tan únicos.
Pero también aquí, podemos descubrir algunos elementos que caracterizan el rol que Dios da
a todos los cristianos.

Comunicación Privilegiada (vs 3-6,9,10)


Leer vs 3-6,9. Pablo (junto con otros apóstoles y profetas del NT) fueron los únicos corresponsales
en el sentido que a través de ellos Jesús reveló el significado completo de su venida. Ningún otro
cristiano comparte este privilegio; no existen más de estos corresponsales.

El “misterio” se refiere a lo que Dios realizó a través de Cristo. Incluye la encarnación, su muerte
que sustituye, su resurrección, el hecho de morar en los creyentes, y el hecho de que los gentiles
creyentes pasarán a ser parte del pueblo de Dios en el mismo sentido en que los Israelitas lo han
sido (vs.6). Pablo llama a esto un misterio porque no había sido totalmente revelado durante el
AT (“como” en vs 5). Existían pequeños indicios de algunas de estas cosas: hay profecías de
algunos de estos eventos que se hicieron muy claros al mirarlos retrospectivamente. Pero no
estaban claramente reveladas o entendidas antes de que Cristo se lo revelaran a los apóstoles.

El privilegio de recibir esta revelación era algo que conmovió a Pablo y cambió su vida. Nunca se
cansó de glorificarse de este hecho. ¡Dios había hablado a través de El!

Tenemos esta revelación en el NT. A través de ella, ¡Dios nos ha hablado! En ella, tenemos lo que
el hombre más grande del AT quería, pero no obtuvo. En ella, tenemos lo que los ángeles nunca
supieron a cerca de Dios. Leer I Ped.1:10-12

PROFETAS DEL AT: A pesar de todos sus privilegios (visiones; inspiración, milagros), lo que
consumía sus intereses era lo que TÚ posees! Ellos solían sentarse y estudiar sus propias
profecías, tratando de entender cómo éstas iban a ser cumplidas, pero Dios les dijo que no eran
para ellos - ¡Eran para ti! (Mat. 13:17)

ANGELES: A pesar de todos sus privilegios (visión sobrenatural; edad), ellos están mirando para
abajo para ver ¡qué nos revela Dios! Cuando se trata de aprender del aspecto más glorioso de
Dios (su gracia), ¡ellos aprenden de nosotros!

• Ellos nunca fueron pecaminosos, por lo tanto nunca han sido directos recipientes de la
gracia de Dios.
• Dios nunca se hizo uno de ellos.
• Dios nunca murió por uno de ellos.
• Dios nunca moró en ellos.

(Esto es lo que Pablo quiere decir en Ef. 3:10).

¡Qué privilegio tan grande el de tener el NT, y tener al Espíritu Santo para poderlo explicar y
aplicar en nuestras vidas! ¡Qué privilegio el de poder jugar el rol que Dios nos da equipados con
este tipo de conocimiento!

“La Familiaridad trae contentamiento.” Muchos de nosotros estamos echados a perder (podemos
elegir la versión; en cassette; elegir tamaños; comentarios; enseñanzas). Lo tenemos todo tan
bueno que lo tomamos por garantizado. Yo le pido a Dios que haga lo que sea necesario para que
yo no pierda la apreciación de tener este conocimiento. Tú debieras pedirle también.

Designado De Acuerdo a Su Gracia (vs 7a, 8a)

Gracia quiere decir favor no merecido. Quiere decir que no hay conexión entre el valor del regalo
y lo que vale el que lo recibe, sólo el amor del Dador.

Así también el rol que Dios no da en su propósito. Dios se deleita en dar a menudo los roles más
exaltados a aquellos que eran estimados los menos aptos antes de que JC viniera.
Leer vs 7a, 8a. Pablo era el “menor de los Santos” porque él persiguió a cristianos, a pesar de eso
Cristo lo eligió para ser un apóstol (leer ICor 15:9,10).

¿Por qué? En parte, para mostrar que Dios acepta a cualquiera que este dispuesto a venir a El
(ITim 1:12-16). También, porque ellos apreciaban la gracia de Dios (Lucas 7:47).

Igual contigo y conmigo. No existe una conexión necesariamente entre la posición que tú tienes
en el mundo, o cuán pecador tú eras, y el rol que Dios te da a realizar. De hecho, Dios se deleita
en tomar a aquellos que han sido vistos como “don nadie” por el mundo y hacer grandes cosas a
través de ellos (ICor 1:27-29) - así el crédito va para El.

Es un error medir el rol que Dios te pueda dar pensando cuán pecador uno ha sido o cuán
mediocre/perdedor uno era antes de Cristo. Si tú le has dado tu vida a Cristo, vas a encontrar que
el rol de Dios para ti es lejos mucho más significativo de lo que tú esperabas.

Equipados de acuerdo al Poder de Dios (vs 7b; vs. 16,20)

vs 7b. Para el rol único que Dios dió a Pablo y al resto de los apóstoles, El también les dió un
poder único para desarrollarlo. Dios les dio la habilidad para validar sus mensajes por milagros
(Heb. 2:4). Yo creo que Dios todavía hace milagros ocasionalmente a través de las personas, pero
no creo que hay gente caminando por todas partes como estos.

Dios también les dio la habilidad de registrar su revelación sin error (I Cor 2:13). Ningún otro
cristiano ha recibido esta habilidad. Nosotros no somos apóstoles, pero Dios promete
específicamente que El nos va a dar el poder para llevar a cabo totalmente el rol que El nos da.
Debido a que esto es verdad, vs.20 es también verdad.

Esto es muy importante, porque tendemos a ver lo que Dios puede hacer a través de nosotros de
acuerdo anuestro poder, pero es imperativo creer y actuar en la promesa de que Dios nos dará el
poder para poder realizar nuestro rol de acuerdo a Su poder. A menos que nosotros entendamos
esto y lo afirmemos, nosotros limitaremos sin necesidad el rol que Dios ha preparado para
nosotros.

El Privilegio de la Proclamación (vs 8)

vs 8. La comisión única de Pablo era ser el puente a través del cual el evangelio cruzaría desde los
Judíos hasta los Gentiles.

El estaba equipado en una forma única para hacer esta tarea, debido a que era un hombre de los
dos mundos (Judío y ciudadano Romano). El vió esto como uno de los privilegios más grandes, e
hizo el trabajo (extensión de lo que cubrió). El sector norte del Mediterráneo fue la primera ancla
del Cristianismo porque Pablo fue en esa dirección.

Dios no usa ángeles, ni tampoco habla desde el cielo para repartir las buenas nuevas a cerca de la
salvación a través de Cristo. Dios usa a la gente para hacer esto; El usa cristianos; El te usa a ti, a
mi.

A pesar de que tú tendrás otros roles únicos a ser utilizados en el Cuerpo de Cristo, se te ha dado
el privilegio de proclamar las buenas nuevas a las personas que Dios trae a tu vida.

Notas

27. La Iglesia, rostro de Cristo/ The Church, The Face of Christ,pag. 11,ed
28. http://giv.es.tl/EL-FUNDAMENTO-DE-LOS-AP%D3STOLES-Y-PROFETAS.htm

29. L. Berkhof teologia Sistematica p. 661, ed. Tell

30. http://giv.es.tl/EL-FUNDAMENTO-DE-LOS-AP%D3STOLES-Y-PROFETAS.htm

31. La Iglesia, rostro de Cristo/ The Church, The Face of Christ,pag. 12,ed

32. http://textoshistoriadelaiglesia.blogspot.com/2009/06/la-eleccion-de-los-doce.html

33. http://www.archimadrid.es/valdemorillo/catequesis/catequesis%20del%20Papa.htm

34. http://es.wikipedia.org/wiki/Adolf_von_Harnack

35. Ibid

36. Benedicto XVI, La Iglesia, rostro de Cristo/ The Church, The Face of Christ,pag. 16,

37. http://www.cpcr.org/es/Católico/16Catolico.htm

38. http://www.clie.es/?page=shop/author&author_id=71

39.Raul Caballero Youcou, Sobre Esta Roca Edificare mi iglesia, pag 16-21

40. Monseñor C. Butler : El Concilio Vaticano cit en pag. 18

41. Benedicto XVI, La Iglesia, rostro de Cristo/ The Church, The Face of Christ,pag.15,op. cit

42. http://www.cpcr.org/es/Católico/16Catolico.htm

43. Benedicto XVI, La Iglesia, rostro de Cristo/ The Church, The Face of Christ,pag.15-16

44. Ibid pag 16

45. http://www.cpcr.org/es/Católico/16Catolico.htm

46.http://www.laiglesiaprimitiva.com/diccionariodelaiglesiaprimitiva.pdf

47 http://www.laiglesiaprimitiva.com/diccionariodelaiglesiaprimitiva.pdf

48.Dicc. Biblico expositor Vine NT+

49.Dicc.Biblico Ed. Certeza

50. http://www.hermandades-de-sevilla.org/actualidad/pdf/Catecismo%20de%20la%20Iglesia
%20Catolica.pdf

51 http://www.labibliaonline.com.ar/WebSites/LaBiblia/CATIC.nsf/($All)/106?OpenDocument

52 Curtis Vaughan Efesios Comentario biblico,pag. 66,ed. Vida

53 Curtis Vaughan Efesios Comentario biblico,pag. ,ed. Vida


54. http://www.fundotrasovejas.org.ar/Libros/Nuevo%20Testamento/Efesios.pdf

55. Ibid

56. http://www.conoze.com/doc.php?doc=1109

57. http://www.cpcr.org/es/Católico/16Catolico.htm

58. http://rsanzcarrera.wordpress.com/2010/02/02/dios-si-iglesia-no-¿es-posible/

59. Ibid

60. http://www.cpcr.org/es/Católico/16Catolico.htm

61. Ibid

62. Ibid

63. ©2006 Xenos Christian Fellowship,Por Gary DeLashmutt, Xenos Christian


Fellowship,Columbus, Ohio,
EE.UU http://www.xenos.org/teachings/nt/ephesians/gary/espanol/eph2-2.htm

64. ©2006 Xenos Christian Fellowship Por Gary DeLashmutt, Xenos Christian
Fellowship,Columbus, Ohio,
EE.UU http://www.xenos.org/teachings/nt/ephesians/gary/espanol/eph3-1.htm

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