La oveja, se fue de su casa a buscar un poco de comida, para alimentarse.
Todas las maanas traa un bocadillo. Algunos animales le pedan un poquito de migaja de pan o alfalfa: Me puedes invitar un pedacito de miga? - dijo los pjaros. No, puedo! Tengo mucha hambre este bocadillo va hacia mi estmago y lo necesito. Feliz la oveja, coma delante de los animales para que se enojen, mientras ellos se quedaban de hambre. A cada rato les deca: quieres mi delicioso bocadillo? Ellos contestaron y daban las gracias por anticipado: S, quiero..gracias. Ella les deca: consigan su comida holgazanes, no esperen que yo les convide. Los pajarillos conversaban entre ello diciendo: Esa tacaa oveja, no comparte con
nosotros,
solamente
nos
engea y se burla de nosotros.
Mas tarde, ella no consigui nada de comida. Se notaba que estaba con hambre, se escuchaba el rugido de su estmago. De pronto observo lo que estaban comiendo los pjaros, la tortuga y el ratn un pastel muy rico y delicioso, luego les dijo: Me pueden invitar un pedacito de su pastel? - ellos dijeron en coro.
S, clarooo! nosotros no somos egostas y tacaos.
Ellos preguntaron a una sola voz porque queran hacerle ver a la lanuda oveja su egosmo y su falta sensibilidad. Por qu la vez pasada, no nos invitaste tus sabrosos bocados cuando te lo pedimos?, estuvimos muy hambrientos. Muy apenado recordando su error, el dijo: Soy, egosta y tacaa, pero te digo una cosa, cada vez que me dicen que les invite, lo pienso mil veces, mi egosmo me vence. Luego, se qued meditando un momento y suplico a sus amigos. Por favor me pueden perdonar? Ellos le pusieron una condicin a la oveja al escuchar su pedido. Era poco probable que cambiara tan pronto. S, pero prometers que no sers ms una ovejita egosta y tacaa. Ella quedo muy agradecida y dice: Gracias amiguitos, no volver a negarles nada porque es una mala accin. Entablaremos una buena amistad a partir de hoy. Al da siguiente, la oveja continua siendo la de siempre. No le invito ni un pedacito de pan a nadie y segua comiendo sin reparos frente a los otros. EL len vino y dijo: Por qu eres tan mentirosa, engaas y les piden perdn a estos pobres ilusos que piensan que puedes cambiar? La oveja se fue avergonzada, agachando la cabeza sin ninguna palabra y explicacin que dar, quedndose as, sola, sin amigos con quien conversar ni compartir. Moraleja: NUNCA PROMETAS ALGO QUE NUNCA CUMPLIRS.