EN DEFENSA DE LA ''HISTORIA TRADICIONAL".

MENSAJE DE ADHESTóI¡ nr HoMENAJE AL cTNCUENTENARTo DE r.-A

MUERTE ue ,losÉ DE LA ntvR-RcüERo y osMAno
EIIa Dunbar Temple
I. S€ está llegando en muchos ámbitos, especialmente universitarios, a la más flagmnte in-
comprensión de la natumleza científica de la l-listoria, de su importancia y proyección so-
cial. Su considemción se disminuye frente al deslumbmmiento de las aplicaciones de la
técnica, lo que obedece en no poca parte a la etapa de crisis del mundo, el inusitado y
üolento dinamismo de los cambios y a las agudas contradicciones.
Hay dos precisiones urgentes:
1) Que, en efecto, no suelen apreciarse correctamente los fundamentos de la Histo-
ria por presuntos especialistas que recusan arbitrariamente la historia que califican
de "tradicional", porque según ellos presenta un pasado cuya liquidación se exige
por imperativos actuales de distinto orden. Se confunde así la lmagen que ha re-
presentado en efecto a veces falsas reconstrucciones del pasado con el obfeto
mismo de la Historia.
Las historias falsas merecen recusarse, pero el pasado en sí subsiste con la impo-
nente gravitación de sus hechos y problemas, que deben analizarse con el rigor y
serenidad propios de la ciencia.
2) En segundo lugaq es preciso deslindar las dos posiciones que condicionan al pasado.
L-a una, propia de la ciencia histórica, y la otra confinante con la política. [-a primem se
orienta a reconskuir el origen y wolución de hechos trascendentales btscando sus
explicaciones. I-a segunda es pmgmática, y en ese onCen inmediato se suelen utilizar
hechos del pasado pam desacreditar la Historia, cuyo aprovechamiento debe ajustarse
a juicios y escalas diversas de valores. El historiador debe ceñirse a límites mcionales
fijados por la temáüca de su esfudio, alejándose de las obnubilaciones que necesaria-
mente crea la estrategia penonal.
II. For otra parte, existe la agresión de otras ciencias sociales y se suele sumergir la
Historia en sus cuadros generales, se [e intenta adecuar a los métodos sociológicos y
antropológicos y se olvida quela Historia ee el centro por excelencia de to-
das las ciencias eociales y humanas, que anallza y estudia todos loe fe-
nómenoe culturalee, económlcoa, eoclalee y lae relaclonee que medlante
elloo eetablecen los homtrree entre ef.
lll. tr¡s historiadores deben tomar conciencia de su tarea y de la posición social de la clencia
histórica en sí y por sí. L.os historiadores honestos de hoy están aislados y marginados del
pocler político y económico, y por cierto en muy distinta posición de la que ocupaban a
principios del siglo. [-a concepción histórica debe afianzar su eficacia y su influjq hoy más
que nunca, por su visión dinámica de los hechos sociales y su exacta valomción de los
cambios históricos y su proyección hacia el futuro.
Lima, 15 de Diciembre de 1994.

ee Men-saje leído dumnte el "l lomenaje a José de la Riv-a"Agüero y Gma", organizado por la Dirección
de ta E. A. P de Historia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Secrel¿ría Municipal
de Cultura de la Municioalidad de Uma. hlacio Municipal de Lima. 15 de Diciembre de I9E4.

l16 Nueva Sintesis. Nro 3 - 1995