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Va Fe VUES Pr Ae BRAWL 0tE DE Shavic se AOR D, NOV AI%4 aise Porie del espacio urbano, ;Cémo rvencontrar, entonces, ese Principio ético capaz de impulsar la tarea de la recons- ‘truceién? Boutros Boutros-Ghali, cuando estuvo en Ia ciudad de Rio de Janeiro con motivo de celebrarse la ECO 92, lentifeé inmediatamente cierto elemento. que flotabs ‘en el aire, en las miradas de la gente, en todos los as- ppectos de la naturaleza, y denoming ese conjunto de percepcionos «el espiritu de Rios. La sensible sintesis el secretario general de la ONU parecia devolvernos la ciudad perdida. Y durante algunos dias, los que durd aquella ‘Conferencia Mundial sobre el Desarrollo y el Medio Ambiente, experimentamos una agradable sensa- cid de reencueniro. Nos volvimos a encontrar con mies tra ciudad. La eiudad que era todo lo contrario de la fal- ta de. hospitalidad, “del desacuerdo social, de la violencia. :Habré sido un reencuentro duradero? Esto es lo que hethos de probar, en los aios que nos quedan por vivir. BP. El populismo en la vida politica brasilena Boris Fausto Paces concertos politicos som tan elisticos como este ‘del populismo, que sirve para designar configuracio- nes polticas diferentes, bien por su contenido, bien por diversidad cronologica. Por poner un ejemplo, resulta, problemtico comparar entre si el populismo iso, el norteamericano 0 el latinoamericano. Incluso en este dl timo caso los paralelismos se limitan sobre todo al Bra- sily la Argentina En lo que so refiere a Brasil, podemos hablar de la existencia de dos populismos, cada uno con sus pectlia- jentifieado con. Pe res earacteristicas. Bl primero de ello la figura de Getilio Vargas, se presenta como una alin: 122 entre el Estado, personificedo en el jefe de In nacién, los sectores populares urbanos organizados bajo el con trol estatal, y la burguesia nacional, cuya base principal 8 Ia industria. En esta triada el Estado representa Ia parte fundamental, la que promueve las iniciativas y se esfuerza por consolidar la'alianza, Cuando se mest incapaz de realizar tal designio, le triada se desequili Yel esquema populista entra en crisis, . +E] segundo tipo de populiamo, que es cronolégica- ‘mente posterior al primero, se define por una relacion * Borie Fausto mucho més fluids entre el lider populista y los soctores sociales que lo apoyan. En esta variante el estilo politico fe: mucho més importante que las alianzas sociopo eas, Figuras popilistas de este tipo, como Jinio Qua. {dros y Fernando Collor de Mello, no dieron una impor. tancia fundamental a la bisqueda de apoyos de sectores sociales especifins, como la burguesia industrial o los trabsiadores, cima y base respectivamente de la pirimi- de social Antes hien, lo que pretendian era expresar un cconjunto de aspiraciones no vinculado directamente a intereses sociales, y en rrupcion y el favoritismo en el seno de la stata. "En ambos catos podemos hablar de populismo debi- do a ciertas semejanzas en el estilo politico: la construc. ‘én de una figura de lider carismético que, a la hora de igobernar el Basia, habla en nombre de los intereses ‘enerales de la nacidn. El liderazgo earismatico implica ‘un nuevo tipo de discurso, asi como la utilizacién de tée- ‘leas modernas de comunicacién que suponen un corte ‘con el estilo de los «notables», caracteristico del sisto- tma politico oligirquico, Por otra parte, también se dife- rencia de la préctica de un liderazgo democritico. Pero ahi terminan las semejanzas entre los dos tipos de populismo, Mientras que figuras como Quadros y Co- Hor insistieron ex adoptar un tono moralizante, Vargas traté de vehicular, al menos en ciertas fases de su carre- +a, una ideologia distributivista en el plano social y na. cionalista en el plano econdmico. Formulado por los sec: tores téenicos de la buroeracia estatal, el nacionalismo tiene -0 tenia como fundamento material la actuacion del Estado en el terreno de las inversiones basieas, con fl propésite de favorecer un desarrollo que se sustenta. Tanto en Brasil como en. Argentina el populismo constituye un ferdmeno especialmente urbano, caracte- Fisticn que, por el eontrario, no eomparten otros contex: {tos latinoamericanos, como el de Bolivia. Este rasgo co- 1 popationa en a vida police brea 0 ‘min no signifiea que Vargas y Perén hayain tratado del” 4. mismo modo a las masas campesinas. Perén adopt una politica de relativa confrontacién con la oligarquia rural ¥ extendi6 a los trabajadores del sector agrario los be hficios de la legislacion social. Vargas se dirigio a ve- ‘ces retricamente a las masas rurales, pero en la pr ce las ignoré casi por completo. No aplieé Je legislacién social al campo y dejé de lado las propuedtas de refor- {Bfta opcién demuestra a consstonci d to de desarrollo quo se basaba, entre otros fatoven, en &! continuo fijo migratorio del campo a las ciudad aque hacia posible reducir los salarion de fet urbanot en bensfico de fa burguesia Il mismo emp, la reoctpacin pr no nemistarse con Toe secloresagrarion dominantes, cuyos represen: {antes politicos siempre tuvieron influencia sobre el go: biero.'Y express, finalments, Inno necsded de orga- nizar a as desardiculadas masas eampecinas para eo ‘Srvieran de bane sustentadora dela polten popalista, Er populimo apareci en el moments en que ee pro- deta intena’ rian cao rgen. principal eron las emigraciones del armpo, © de las peauetas udades, «Tos controe metropoltanos Incluso ae.com ‘into nun lugar comin afirmar que el populism tenia 5a basen los sectores pobres nacionalee de orien ru ‘al sin experiencia polis y no susceptiles de resultar atraidos por el dincurso-d6 In ingsiorda, En un Ibrico bastante conocido “Estudos sobre los orgencs del pero nismo~. Murmin y Portantiero trataron de oponerte.& cata tenis demositando la importancia de las organize, eras tradcionles en la genes dl peron En el caso brasileio Ie politica abrerista de Vargas cestuvo dirigida a una clase trabajadora poco organizada ¥ pricticamente desprovista de derechos, cualquiera que quese su origen. Las conquistas logradas por medio de reivindicaciones y huelgas en los aos anterjores @ 1930 100 Boris Fsto por lo general no se convertian en leyes y sl poco tiem: po eran igmoradas. La accién del Estado era circunstan- al y pricticamente s6lo se dirigia a sectores de traba- jadores, como los portuarios 0 los ferroviarios, qu ‘enian una importancia estratégica para una economia agro-exportadora. ‘La politica obrerista fue asi implantada en condicio- nes favorables, representando un polo de atraccién tan- to para trabajadores de origen extranjero, asentados en Jas) grandes ciudades desde comienzos del como para inmigrantes nacionalos recién llegados. No 86 puede dejar de recordar, sin embargo, que la afluenc de éstos a partir de los aioe treinta fue decisiva para surgiese un pablico de masas, de una amplitud muy ‘del limitado universo obrero de décadas an- Y partidos obreros -con resulta te hizo todavia mis problematico. "Tanto en el plano retérico como en el préetico V ‘ease dirigia proferentemente los trabajadores nacie- tales, Desarraigados de ss universo cultural y familiar de origen, éstos encontraron en el jefe dela nacion una protectors que hablaba reap Section ceoneeyie anos ‘Al comienzo de su primer gobierno, Vargas publica un ‘decreto, denominado de nacionalizacién del trabajo, que ‘bligabs las emmpreses a tener un minimo de dos ‘ios de trabajadores nacionales. A lo largo de los shoe, ‘Vargas ¥ ls idedlogos gubernamentalos se referiian loa peligros de una sinmigracion excesiva», en un mun- do en que las cuostiones sociales provocaban wna fer~ ‘mentacion explosiva. Tales peligros contrastaban con las ‘tudes del teubsjadar del nordeste, pues esta region “ia mis atrasada del pais, digimosio' de paso- habia permanecido al margen del movimiento inmigratono y Iantenia sel gran papel de gusrdian dela unided bras Toa, que te permite complir a mision de reavivar el e popula eva police brea 101 piritu de la brasilidad del sur desnacionalizados. El con: ‘ser mas iustrativo, en una fase de In historia brasilena en que la inmigraciin internacional se ‘estancaba y las migraciones interiores hacia el centro ‘1 sur del pais cobraban grandes properciones Ala vista de sus caracteristicas fundamentales, el. populismo latinoamericano encontré un campo de ex: en el ambito de un réginien autoritario, ‘No por casualidad el populismo de Vargas tom forma con el Estado Novo (1987-1945), cumndo Ia oposicion fue suprimida y el presidente logré eoncentrar un gran nimero de poderes. Después de Ia caida de Ia dictadura fen 1945, el populismo resurgié en el marco de un regi men democratico. La convivencia con el sistema de par- tidos y la radicalizaciOn do los cosflictos no results 41954 y el golpe militar que derribs 4 Jodo Goulart en 1964. ‘Al mismo tiempo, ls aparicién del populismo fue di fici! de entender para sus adversarios, tanto de derechas como de izquierdas. Los liberales conservadores consi eraban las prieticas populisias como una rebelion de las masas ignorantes, sometidas al mando de un eaudi- lo originario de una regién de frontera donde esta for- mma de Tiderazgo habia predominado a lo largo de Ia his- toria. En ditimo término, a fin de cortener el desorden que amenazaba al sistema representativo, seria necesa- Flo soliitar la interveneidn militar En tiempos del Estado Novo la izquierda tendid 2, vor en el populismo una especie de faseiamo de los tr: picos. Pero mientras que no sdlo la legslacion social, nno tambien los intentos de implantacén de un modelo corporativista estuvieron inspirados en el fascismo ita liano, el régimen se definia como autsrtario, rechazan- do la creacidn de un partido tnico y wna amplia movil zacién de masas. Los principales ideslogos del Estado Novo -Oliveira Vianna y Azevedo Amaral- dedicaron uaa Boris Fausto rnchas paginas a mostrar las diferencias entre fascism J eutoriartmo, Vianna sostenia quo, en las condicionee tesoiarln branloan, cra nectaso combate incpio del partido tice y estimular le ereacion de Figura dl epresidente inicon, simbolo de ia centraliza clon y In personalzacon del poder. Adems, tras un Scorcamiento alos fasstas brasilefoe, organizados en tt Pardo Intgraisn, Varga tats de cortarles las alas dspace dol guipe de 198%: Los marginé del gobierno, hewandose a desgna® a slider -Plino Salgndo~ min tra de Educacion Bato condojo sun grapo integralista 8 inet 1008 laste denenporad de wn patoch, oe El seguimiento de la carera politica de, Varges c= una buena manera de abordar In sparicion del populis. tho en Brasil Vargas inicio su tayectoia en ef marco {cl sintoma oligargeico anterior a 1950, sin hacerse ‘otar por aestades que anunciasen los profundos eam: The peliticoe que pertonfcaria. Nacido enol Estado de 1 Grane’ gou'on una rp vir com funy, oe afi primero al pari olgtrasico dominante Partido Republicano Riograndense. Fue ministro de Flacionda del timo presidente dein Primera Repsiicn (88-1990) -Washington Lus- y result clegdo gober- nor do su cata. Cuando las corvientesoligarguicas se escindieron en In cha por la sucenén de Washington Lai, fue des nado eandidato de ia oposcion a fa prsidencia de fe Republica. La suya fue ua eampaa eatelon, pero que tuo resonancia popsle. Derrolado en las elecctones de tures de 1990, ge convirto en jefe de um gobierno pro- ‘isto con poderesdictatorales, tras la revolucon de Uctubr‘do aguel alo, Fue slgido presidente de In e- fublica, con el voto indirecto dal Congreso Nacional, en {984.9 reusumis lor poderes dictatrales con el golpe del Estado Novo. Depuesto en 1945, alcanaé de nuevo ia fresidenia do Is Republica en las coccones de octubre e100, gobernando hasta su sucidio en 1954. to. ‘BI populiamo en a ide politica braa 109 tal, fueron mas de dieciocho afios de ostentar el poder ‘supremo del pais, bajo diferentes formas y circunstan- is politicas. ‘Las priciieas populistas no fueron implantadas in- medintamente después de producirse la ascensién de ‘Vargas al poder. Aun asi, la preocupacién especifiea por los trabsjadores viene de los primeros tiempos del go- bierno provisional, revelindose, por ejemplo, en la eres- cidn del Ministerio de Trabajo, Industria y Comercio en 1931 y, sobre todo, on Ia implantacion gradual de una legislacién social destinada a benefidar a la clase trabs- jndora y a encuadrarla en sindicatos controlados por el Estado. Bs pa reaceegieearas noun are ee oe nemeeeanes Seecpee eke Seaccoeereteeteenes Soria ssa eee Tikaremaenre endl ens Ose sumusoeeea cae Seco ine eat tage Seon eer Sane eemeeer re Sera ene Spee aepauematate Sarena Ale eer ernie sone ss a Sears Mir Pee Mina tame saceotid a aee ree ian Sasska eee Seiad ecrremcatare Sn eee L 104 Boris Fast del radicalismo del «tercer periodo», contribuyeron & que los sectores dirigentes tratasen de establecer una politica de atraccion y encuadramiento de la clase trabajadora, Por otra parte, las masas trabajadoras podrian lle. gar a representar in punto de apoyo para un gobiemo tentado en unas bases todavia fragiles, combatido por las élites regionales y apoyado en un ejército cuyo proceso de jerarquizacion y diseiplina interna ain no habia completado. ‘De cualquier forma, en los primeros momentos del jetivo movilizador, sino unicamente el de evitar Ia hicha de clases e integrar a los trabajadores urbanos en el ‘marco de un Estado que se inelinaba hacia el corpora / "Al mismo tiempo, también se encontraba en embrién la promocién de una ideologia nacionalista. La base m terial del nacionalismo residiria en el apoyo al desarro- lio econémico, a través de las inversiones en infraestrue: ura por parte del Estado, y en el apoyo a la burguesia ‘industrial. Hasta el golpe de 1937, a pesar de haberse pproducido un fuerte crecimiento del sector industrial, beneficiado por Ia baja utiliaacion de Ia capacidad pro. dduetiva do las empresas y por las dificultades puostas @ la importacion, Ia polities gubersamental fue erritica No habia un propésito deliberado de favorocer a ésto 0 a aguel sector de la clase dominante ni de poner en mar- cha ningtin proyecto de desarrollo nacional. 'EI populismo aparecio en el camino del régimen au: toritario cuando el Estado adopté una postura desarro- Tista que le hizo atracrse al sector industrial, cuando las manifestaciones de Vargas tomaron un tono clara- mente nacionalista y se anudaron los lazos simbélicos entre la persona del presidente y las masas. ‘Las mejoras materiales concedidas por Vargas a los trabajadores no ba ro equivale a nogar I tas mejoras, entre Jas que habria que incluir un amplio abanico de medidas poplin en la ede police brave 106 como la regulacién de los horarios de trabajo, la conce: sidn de vacaciones, la creacién de un sistema de sequri- dad social todavia precario, Ia premulgaciin de un salario minimo. Pero, sin el recurso a Jo que Angela Castro Gomes, en A invenedo do trabalhismo, denomind Logica simbelica, seria difeil entender la popularidad de Vargas entre las masas. Significativamente, el esfuerzo mas sistemético para crear un lazo daradero entre Var- gas y los sectores populares se dio en los ultimos aos del Estado Novo, cuando, alegando Ia existencia de un estado de guerra, y presionado por los industriales, el gobierno suspendid distintos derechos de los trabaja- ores. ‘Als hora de proceder ala creacién de le imagen pu- blica, de Vargas no se intent6 destacar los rasgos plebe- yos de que, por otra parte, el lider carecia. El presidente ‘apareeia en pibico vistiendo ternos de buen corte, le- vando magnificos sombreros, fumanéo casi siempre un aristocratico habano.E-muchas carieaturas de la época ‘aparecia con frac y‘chistera, Debido ol poder que deten- tabs, y por pertenecer a la élite, era isto como un hom bbre que, desde las alturas de su superioridad, habia de- cidido colocarse del lado de los humides. En su rostro fe dibujaba una eterna sonrisa, que transmitia opti ‘mo a los gobernados. Cuando el presidente se hizo viejo, festa earacteristica fue eantada en uns samba muy famo: ‘a, que levaba por titulo «0 sorriso do velhinho» Uno de los’elementos mis importantes en ia cons- truccién de Ia figura de Vargas fue lo que Gomes deno- ‘mina «ideologia de Ia concesién»; es decir, In idea, am: pliamente extendida, de que la legislaion social era una mmereed otorgada por el jefe del Estado, al que se vei como un padre de familia benevolente, cuya autoridad era, al mismo tiempo, indiseutible. ‘La ideologia de Ia concesién impicaba el estableci- riento en Is historia brasilena de un corte que se situa ‘ba en octubre de 1990, cuando Vargas ascendié al po- der. Esta maniobra no s6lo desembocaba en una a {ntentaba hacer desaparecer de la memoria colectiva los sfuerzos organizativos y las conquistas de los trab jores. El paralelismo con el discurso peronista es signi fcativo, Como dice Luis Alberto Romero (Breve historia F elas préeticas populistas de inspiracién varguiste, confit. ‘mando las dedueciones sugeridas por el marco eatructa- fal: La supervivencia de ese tipo de populismo depenle de In enstencia de’ una clase trabajatora on, coca azado de onganizacin y receptive a los benefice conee fidos por el Estado, Depende tambien do un proyecto de una ieologia de desarrollo nacionalist, caper de BL populamo onl ia police brasilia am atraer a sectors de Ia case dominante -y especiaimen- ic'a la burgocsia nacional-y dela clase media profesio- pal Eno eon onan vias de deoparcn 0 lesaparecido. por completo. Aumentan en los me tos trabajadores, a. partir de los sectores. punteros, fomo indicara #1 cano pica dela industria automevil {ica las tendeccias favorables a la construceign de, un Sndialismo auténomo. Como es sabido, esto significa, cnt otran con sin Flaine de abo ot snodio dele neyoiacion directa con los empresarog, e- Togando a un segundo plano los benefios concedidos Porting plrnal delta Z 1 eacasaseogida que el populsmo vargusta encon- ‘xo on Sto Paulo resulta lustrativa de estas tendencias Y constituye un fendmeno que viene de lejos. A pesar de {ue Vargesalcanzo un gran prestgio personal en aquel Sotedo, Ho oeur6 lo mismo Con nus herederos ni con el PTB, La debililad del PTB en Sto Paulo tenia. cierta Ini rlacion om apr do figura pops ales, pero se expica también, ya en los aos que {recedieron al régimen militar, por el emplazamiento en Testado de grandes industrian privadas. Los trabejado- fee de estas industian al coatrario de o que oeur6 en Ins emprosas estatale, no aecundaron las convoctorias do morlinciones y huelges Tanzadas por fo diigentes Sindlcalos y por el presidente Joao Goulart, Esta actitud Se explca por ol hecho de quo los tabajadores del sec tor privado io podian contar con el peraguas protector {cl Estado en sus revindicaciones contra los empresa. fos, 7 Porque tampoco tian razones pera lanzarse 2 Trclgns poiteas en apoyo del gobuerno

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