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EL HOMBRE RECOGIDO
Cuando ves a una persona y observas cmo se desenvuelve
dices: es persona de oracin o no lo es. Y cuando examinas
su conducta en casos difciles, en momentos de angustia, en
acontecimientos inesperados, tambin puedes decir si es o no
persona de oracin, porque las reservas y defensas que
suministra la oracin son inconfundibles (San Pedro Poveda).
El hombre recogido es el ms dinmico; es el que al no
dejarse llevar de impulsos y de impresiones ve con ms
claridad lo que conviene en cada momento; al tener control de
s mismo est ms capacitado para mirar y escuchar al Seor;
sus decisiones las toma a la luz del Seor, no son fruto del
sentimiento, ni de un impulso no frenado; as se explica que
viva siempre tranquilo; en medio de la mayor actividad,
siempre est en paz, como si no tuviera que hacer nada ms
que lo que tiene en ese momento. De ese reposo le viene la
capacidad para darse ms y mejor, para llegar de hecho a lo
que dice San Juan de vila: Qu cuidado tienes?
NINGUNO, sino dar este ratico mi corazn al Seor. Cuando
uno apunta a esta meta y la conquista, ya puede llevar
trabajos, que nada le distrae, y no slo que no se desparrama,
sino que todo lo que hace le lleva ms al Seor. La dificultad
NO est fuera, est en que no hemos conectado bien con l, y
por eso cualquier dificultad o cosilla nos atrae, nos entretiene y
no sabemos cortar, y por eso todo cansa y no llena nuestro
corazn... Mara ha escogido la mejor parte. El Padre deca
que la mejor parte es estar en l sin ningn cuidado. Y esto
lo hubiera podido tener tambin Marta si en medio de sus
ocupaciones no hubiera estado inquieta, ni pendiente de lo
que haca su hermana.
Para lograr recogerse ayuda mucho poner toda la atencin en
lo que se tiene entre manos, sin pensar en lo que se ha hecho
o en lo que hay que hacer; esa atencin plena al momento