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£1 género en disput, obra fundadora dela amada teria ‘queer y emblem de os estuios de género como se conacen Hy end es un volumen indispensable nara comprender tateora feminista actual: constituye una lcida critica a la ‘idea esencialista de que ls dentidades de género son mutable y encuentran suarraigo en a naturalza, en el cuerpo o en una heterosexualidad normativay obigatoria, Libro interdsipiinario que se inscribe imultaneamente en fa filosofia, la antropologia, la teoraliterara el psicoandlss, este texto es deudor de un prolongado acercamiento de la autora al feminismo tedric, alos debates sobre el caracter socialmente construido del género, a psicoandliss alos studios pioneros sobre el travestisma, y también a su activa partcipacin en movimientos defensores dela diversidad sexual. Asicon un pie enla academia y otro en a iliac, apoyada en su lectura de autores como Jacques Lacan, Sigmund Freud, Simone de Beauvoir, Claude Lévi-Strauss, Luce Irigaray. Julia Kristeva, Monique Wittig y Michel Foucault, Butler ofrece aqui una teria orginal, polémica y desde luego subversiva responsable ella misma de mas de una disput Judith Butler ocupa la cétedra Maxine Elliot de Retérica, Literatura comparada y Estudios dela mujer enla Universidad de California, Berkeley. Es autora, entre otros libros, de Guerpos que importan, Deshacer el género y Vida precaria, todos ellos publicados por Paidés. ‘worwpatdos.com Judith Butler El género en disputa El feminismo y la subversion de la identidad Judith Butler El género en disputa El feminismo y la subversi6n de la identidad PAIDOS nga bao sere mee cultura Libre ‘Seti Sa momo Neat Raa tga ae don) non Epa Pint Sn SUMARIO Prefacio (1999) Prefcio (1950) 1. Sujetos de sexo/género/deseo Las eamujeres» como sujeto del feminism El orden obigatorio de sexo/snero/deseo ‘Género: as mainas circulates del debate actual Teorizarlo binario, lo unitario y més alli. Identdad, sexo y la metafisica dela sustanc Lenguaje, poder y estrategias de desplazariento .. 2, Prohibicién, psicoanlisis yla producci6n dela ma- triz heterosexual El intereambio cxtico del estructuralistno Lacan, Riviere y la estrategias dela mascarada Fread yla melancolia del género La complejided del género ylos limites de la ident fieacién Reformular la probibicién como poder 3. Actos corporal subversvos .. La politica corporal de julia Kristeva oven, Herelie yl ple de discontinuidad sexual : 6 5 54 6 70 8 101 107 ns BT wt 161 ry 1B 196 6 EL GENERO EN ospUTA Monique Wittig: desitepracin corporal y sexo fic: Inscripcionescorporales, subversiones perfocmati Conclusién: De la parodia ala politica Nous . . Indice analitico y de nombres. 24 253 am 289 311 ‘PREFACIO (1999) Hace dics aiios terminé el manuscrto de la versin in slesa de El género en disput y lo envié a Routledge para sa publicacién. Nunca imaginé que el exto iba a tener tantos, lcetores, ni tampoco que se convertirfa en una «interven- cis prowocadora en la toriafeminista nique seria ctado como tno de los textos fundadores de la teoria queer. La vida del texto ha superado mis intenciones, y seguramente estos debido, hasta cierto punto, al entorno cambiante en cl. que fue acogido. Mientras lo escribia comprendi que yo ‘misma mantenia una relacién de combate y ciertas formas de feminismo, aunque tambi que el texto pertenecia al propio feminismo. Escribia enton- ces en la tradicion de la ciicainherente, cuyo objetivo es revisar de forma critica el vocabulario bisico del movimien- tode pensamiento en el que se inscribe. Habia y todavia bay ‘una jusificacién para esta forma de critica y para diferenciar entre a autocritca, que promete una vida mis democritica « integradora para el movimiento, y la critica, que tiene como objetivo socavarlo completamente. Es evicente que siempre se puede malinterpretar tanto la primera como la segunda, pero espero que esto no ocurra en el caso de El ge nneroen dispute. 8 FL otweno wy Diseura En 1989 mi atencién se eentraba en crticar un supuesto heterosexual dominante en la teoria literaria feminista. Mi intencién era rebatir os planteamientos que presuponian los mites y la correccién del género, y que limitaban su signif ‘ado a las concepciones generalmente aceptadas de mascu- linidad y feminidad, Consideraba y sigo considerando que toda teoria feminista que limit el significado del pénero en Jas presuposiciones de su propia prictica dicta normas de séncro excluyentes en el seno del feminismo, que con fre cuenca tienen consecuencias homofébicas, Me patecia —y me sigue pareciendo— que el feminismo debia intentar no idelizar ciertas expresiones de género que al mismo tempo otiginan nuevas formas de jerarquia y exclusién; concreta- ‘mente, rechacé los regimenes de verdad que determinabsn que algunas expresiones relacionadas con el género eran fl sas ocarentes de originalidad, mientras que otra eran ver- daderas originales. El objetivo no era recomendar una nueva forma de vida con género que mis tard sirviese de smodclo alos lectores del texto, sino més bien abrir las posi- bilidades para el género sin precisar qué tipos de posbiida des debian realizarse. Uno podria preguntarse de qué sirve Finalmente «abrir las posibilidades», pero nadie que sepa lo ‘que significa vivir en el mundo social y lo que es «impos ble», ilegible,irealizable, irreal e iegitimo planteari esa pregunta, La intencién de El género en dispute era descubir las formas en las que el hecho mismo de plantearse qué es posi- ble en la vida con género queda relegado por ciertas presu posiciones habitualesy volenta. El texto tambin pretendia destruir todos los intentos de elaborar un discurso de ver- dad para deslegitimar ls pricticas de género y sexuales mi noritarias. Esto no significa que todas la préctcas minorita- aneacso (1999) ° sas deban ser condenadas o celebradas, sino que debemos poder analizarlas antes de llegar a alguns conclusién, Lo que ms me inguietaba eran las formas en que el pico ante ta Jes pricticas las hacta impensables. 2Es lndisoluciénde-los binazios de género, prejemplo,tan monstruosa oan tem ble que por defincion se afirme que es imposible, y heuis: a de cualquier intento por pensar ‘Algunas de estas suposiciones se basaban cn lo que se ddenomin el para explicar las condiciones de produccién del nero? Hasta qué pun- tolajerarquia del género sirve a una heterosexualidad mis 0 menos obligetori, y con qué frecuencia la vgilancia de las norma de género se hace precisamente para consolidar I hhegemonia heterosexual? Katherine Franke, rebrica contemporinea del rea jue: dlca,emplea de forma innovadora ls perspectivas feminist 1 quer para observa que, al presupone: la primacin del je tarquia del género para le produccién dl género, MacKin- ron también estéaceptando un modelo presuntamente be terosexual para pensar sobre lasexualidad, Franke propone un modelo de discriminacin de yénero diferente al de Mac- ‘Kinnon, quien afirma de manera convincente que el oso sexual es la alegoria paradigmatica de la produccign del gé- nero. No toda discriminacisn puede interpretarse como cose; el acto de acoso puede ser aguel en el que una perso aes «onveriday en un determinado géncro; pero tambien ureacto (1999) cy hay otras formas de extablecer el género, Ast pues, segiin Franke, es importante distinguir provisionalmente entre dis «que origina de este modo dicha percepcién? Tal vez creemos saber cul es la anatomia dela persona (a veces n0,y con se- sruridad no hemos reparado en la vatiacién que hay en el ni- vel de la descripcién anatémica). 0 inferimos ese conoci- miento de la vestimenta de dicha persona, 0 de cémo se usan esas prendas. Este es un conocimiento naturalizado, szungue se basa en una sere de inferencias culturaes,algu nas de las cuales son bastante incorrectas. De hecho, si sus tituimos el ejemplo del travestismo por el de le transexual dad, entonces ya no podremos emits un juicio acerca dela snatomiaestable basindonos en la ropa que vist yarticula clcuerpo. Ese cuerpo puede ser preoperatoro, transicional 60 postoperatoro; ni siquicra aver» cl euerpo puede da res puesta a la pregunta, ya que ccuéles som las eategorias me dante las cuales vemos? El instante en que nestras percep- ciones culturales habituales y serias fallin, cuando no ‘conseguimos interpretar con seguridad el cuerpo que esa 2 EL GENERO BN DISPUTA ‘mos viendo, es justamente el momento en el que ya no esta mos seguros de que el cuerpo observado sea de un hombre ‘ode una mujer: Le vacilacién misma entre las categorias cconsituye Ia experiencia del cuerpo en cuestin, Cuando tales categorias se ponen en tela de juicio, tam bign se pone en duda la realidad del género: la fromtera que separa lo real de lo irreal se descibuja. Yes en ese momento cuando nos damos cuenta de que lo que consideramos «realy, lo que invocamos como el conocimiento naturaliza- do del género, es, de hecho, una realidad que puede cam. biary que ex posible replantear,limese subversiva ollie se de otra forma, Aungue esta idea no consttuye de por si una revolucién politics, no es pesible ninguna revolucién pollia sin que se produzca un cambio radical en nuestra ‘propia concepcidn de lo posible y lo real. En ocasiones este ‘cambio es producto de cietos ipos de pricticas que ante ‘ceden a su teorizacin explicit y que hacen que nos replan tects nuestras categoria bisicas:equé es el género,cémo se produce y reproduce, y cudles son sus opciones? En este punto, el campo sedimentado yreificado de la wrcalidad» de sénero se concibe como un ambito que podria ser de otea forma; de hecho, menos violent. Exe libro no tiene como objetivo celebrar el travestismo como a expresién de un género modelo y verdadero (si bien «simportante oponerse ala denigracin del tavestismo que veces tiene lugar, sino demostrar que elconecimiento na- turlizado del género actia como una circunscripcién con derecho preferemte y violenta de la realidad. En la medida en que las normas de género (dimorfisino ideal, comple- mentariedad heterosexual de los cuerpos,ideales y dominio dela masculinidad y la feminidad adecuadas einadecuadas, muchos de fos cuales estén respaldados por cédigos raciales Papacto (1999) » dle pureza y tabiies en contra del mestizaje) determinan Io «que ser inieigiblemente humano y lo que no, lo que se con siderara «real» y lo que no, establecen el campo ontolégico en el que se puede atribuir a ls cuerpos expresisn legitima, Sihay una labor normativa positiva en El género en disputa es poner énfasis en Ia extension de esta legtimided a los ‘cuerpos que han sido vistos como falsos, reales e ining bles. El travestismo es un ejemplo que tiene por objeto esta blecer que la «realidad» no es tan rigida como creemos; con este ejemplo me propongo exponer lo enue dela erealidady dl género para contrarrestar la violencia que ejercen las norma de género. ‘Tanto en este texto como en otzos he tratado de enten- der lo que podria ser la accién politica, dado que ésta es in disociable de la dindmica de poder dela que es consecuen: cia. Lo iterable de Ia performatividad es una teorfa de la capacidad de acci6n (0 agencia), una teoria que no puede nnegar el poder como condicién de su propia posibilidad. Este texto no analiza en profundidad la performatividad en funcida de sus dimensiones social, psiquca, corporal y te poral, En algunos aspectos, seguir trabsjando en esa clarifi- cacion, en respuesta a varias eriticas excelentes, es Io que motiva a mayor parte de mis publicaciones posteriores. En los iimos diez fos han surgido otras preocupacio- nes sobre este texto, y he intentado responderlas en varios ‘scrtos que he publicado. Sobre el lugar que ocupa la mate rialidad del cuerpo, he reflexionado y revisado mis puntos de vista en Cuerpos que importan. Sobre la necesidad de la ‘categoria de «mujer» para el andlisis ferinisa, be corregido y ampliado mis posturas en «Contingent Foundations», pu- biicado en Feosinsts Theorie the Political, volumen que 30 5 GENERO BN DisPUTA «compile junto con Joan W. Scott, yen Feminist Contentions, de autoria colectiva. No considero que el postesructuralismo conlleve lade. saparicin de a escritura autobiogrfica, aunque s lama la stencién sobre la dificult del «yoo para expresarse me liane el lenguse, pues este «yor que lo lectores len es, en parte, consecuencia dela gramtica que rge la disponibilt- dad de las personas en el lenguaje. No estoy fuera del len- fusje que me estructura, pero tampoco estay determinada por el lengusje que hace posible este «yo». Este ese vincu lo de autoexpresin, tal como lo entiendo. Lo que signiica ‘que usted, lectora 0 lector, no me reibiré nunca separada dela gramitica que permite midisponbilidad con usted, Si teato esa gramtica como algo de clatidad meridiana,enton «ees no podré despertar su interés por esa esfera de lenguaje que establece y desestablece la inteligibilidad, eso equiva dia precisamente a tergiversar mi propio proyecto tal como lo he descrito para los leetores aqui. Nos mi intencin ser dll, sno dsigr la atencin hacia una difcultad sin la cual singin «yo» puede aparecer. Dicha dificultad adopta una dimension concreta cuan- do se enfoca desde una perspectiva psicoanalitica. En mi pretensin por entender la opacidad del «yo» en el lengua- Je, desde la publicacion de El género en dirputa me he cen- trado cada vez mas en el psicoanalisis, El intento habitual de polarizar la teoria de Ia psique desde Ia teotia del poder sme parece contraproducente, pues una parte de lo que es, tan opresivo acerca de las formas sociales del género tiene su origen en las dficultades psiquicas que generan, En Me ‘anismaospstquicos del poder intenté revisat las maneris en que Foucault y el psicoandlisis podrian pensarse juntos. ‘Tambien he utilizado el psicoandliss para rerenas el volun. aerncto (1999) a tarismo eventual demi idea de performatividad sin que con «llo se debilite una teoria més general de a accién. El géne- ro en dispata a veces se interpreta como si el género fuera tuna invencidn propia 0 como sie significado psiquico de una presentacién dotada de género pudiera interpretarse dlireetamentea paride su exterior. Ambos postulados han tenido que ser perfilados con el paso del tempo. Ademis, mi teoria a veces oscila entre entender la performatividad como alg lingistico y plantearlo como teatral. He llegado 4 la conelusién de que ambasinterpretaciones estin rela- cionadas obligatoriamente, de una forma quidstica, y que replantear el acto discursivo como un ejemplo de poder permanentemente diige la atencién hacia ambas dimensi. res: a teatral la ingiistica. En Excitable Speech argumen: «é que el acto discursivo es a a vez algo ejecutado (perfor med} (y pot tanto teatral, que se presenta ante un piilico, y sujetoainterpretacin,ylingistico, que provoca una se rie de efectos mediante su relacién implicita con las con- vencioneslingistieas. i queremos saber cém0 se relaciona ‘una teori lingiistica del acto discursivo con los gestos cor porales s6lo tenemos que tener en cuenta que el diseurso mismo es un acto corporal con consecuencias lingisticas ‘specifieas. As, el dscurso noes exclusivo ni de la presen- tacin corpérea ni del lengusie, y su condicién de palabra y ‘obra es certamente ambigua, Esta ambigiedad tiene con secvencis para la declaracién pablice de la homosexual dad, para el poder insurreccional dl acto discursivo, para llenguaje como condicién de la seduccién corporal y la amenaza de daio. Si ahora tuvita que volver a eseribie este libro inc tuna discusin sobre el transgénero y la intersexualidad, so bre cémo se activa el dimorfismo de género ideal en ambos 32 11 GENERO EN DisPuTA tipos de discursos, sobre la diferentes relacones que estos temas establecen con la intervenci6n quirirgica. También ‘inckiria una discusién sobre la sexualdad racaizadas, con: cretamente sobre cSmo los tabiesen conta del mestizaje Ja romantizacin del intercambio sexual interacial) son i: sos para [as formas naturaizadas y desnaturalizadas que el ‘eénero adopta. Sigoallergando la esperanza de que la mi norias sexual formen una coalicién que trascienda las ca tegorias simples de la identidad, que rechace el eatigma de la bisewualidad, que combata y suprima la violencia impuesta por las normas corporales restritvas. Descara que dicha coalicién se fundara en la complejdad irreducible dela se xualidad y en sus implicaciones en dstinas dinimicas del poder discursive instucional, y que nadie se apresurataa restar poder ala jerarquia y a negar sus dimensiones poiti- ‘as productivas. Si bien pienso que ganarse el reconoci- _miento de la propia condicién como minoria sexual es una ardua taea en ef marco de los discuss domsinastes del de recho, la politica ye lenguae,sigo consideréndolo una ne- cxsidad para sobrevivr. La movilizacion de las categorias de identided con vistas a la politizacin siempre estéamenaza dla por la posibilidad de que la identidad se tansforme en un instrumento del poder al que nos oponemos. Esa no es raz6n pars no utilizar Ia identidad, y para no serutlzados por ella. No hay ninguna posicién politica purificada de po. des, y quid sea esa impureza lo que ocasiona la capacidad de accidn como interrupcién eventual y carbio total de los regimenes reguladores, No obstante, aquellos a quienes se considera sirceales» siguen aferrados a lo veal, un aferra riento que tiene lugar de comin acuerdo, y esa sorprest performativa produce una inestabildad vital. Est bro ei ‘escrito entonces como parte dela vida cultural de un com. ngexcio (1999) » bate colecive que ha tenido y seguita teniendo cierto éxito cena mejora de las posiblidades de conseguir una vida le ‘vadera para quienes viven,o tratan de vivir, en Ia marginal dad sexual." Jury Borer Betkeley, Californie. ‘unio de 1999 PREFACIO (1990) Los debates feminists contemporineos sobre los signi= ficados del género conducen sin cesar a ciertasensacién de problema o disputa, como sila indeterminacién del género, con e! tiempo, pudiera desembocar en el fracaso del femi- nismo. Quizé'no sea necesario que los problemas tengan tuna carga tan negativa, Seti el discutso imperante en mi infancia, uno nunca debia crear problemas, porque precisa- mente con ello uno se meta er problemas. La rebelin y su reprensién pareefan estar atrapadks en los mismos términos, lo gue provocs mi primera rellexiGn critica sobre las suiles, ‘esttatagemas del poder: la ley subsistente nos amenazaba con problemas, ¢ incluso nos metia en problemas, odo por intentar no tener problemas. Por tanto, legué ala conclu sién de que los problemas son inevitables y que el objetivo cera descubtir cémo crearlos mejor y cual erala mejor mane- ra de meterse en ellos. Con el tiempo aparecieron més am- jiedades en la critica. Me percaré de que los problemas a veces planteaban como eufemismo alguna cuestién —por lo ‘general seereta— vinculada al aparente mistero de todas las «cosas femeninas. Le a Beauvoir, quien sliemaba que ser mu- jer en el seno de una culeura masculinista es see una fuen- te de misterio y desconocimiento para los hombres, ¥ esto 36 BL Geneno ey oyspura ee ara quien todo deseo —aceptado problemiticamente como. Kacey main eaten mo Para ese sujeto masculino del deseo, los problemas se con- vertfan en un escandalo con la intromisién repentina, la ac- Gi grey dean je a Ulcers dereets mines ose ee Ja autoridad de la posicién masculina. La dependencia radi- cal del sujeto masculino respecto del «Otro» femenino reve- particular inversion dialéctica del poder no me interesaba cae ee weed Un intrombto ene mists oat lees ae ‘continua entre un sujeto y un Otro; de hecho, el - tela cetrarc ela prodccin de cevtnses rete tle se esi Me pg ces: gqué iguracién de poder construye al sujeto y al Seca oatacane ee eo 7a cradle does en ee. ae ‘operando aqui? ¢Estin esos términos libres de problemas ‘sélo en la medida en que se amoldan a una matriz| heterose- Fal ence ge Se Pet penned sepa emai craniod ‘cuando el régimen epistémico de aparente ‘heterosexualidad se doce como gue pode ie es ey eCémo puede ponerse en duda un régimen epistémi- ae eCual es la mejor forma, eae Tas. Somnieteen cine ee tory nbeterocrand oblgnotss Conese ie, del «problema de la mujer», esa configuracién histérica de ts nomad nope a ite de axeacto (1990) 7 podia ocultar la idea de que ser mujeres una indisposicién pura Pormis seria gorse avin mae del cuerpo de las majeres, Ie expresén también es rsible: a rsa frente a Iasentepias sere es indispensable pra el feiniso, ludablemente el feminismo sigue necesitando sus propias formas de juego serio. Female Trouble (Cosa de hembras] es cl itulo del filme de John Waters que retrata a Divine (am Dien héroe/heroina de Hairspray), cuya representacién de las mujeres propane de manera implicita que el género un tipo de caracterizacin persistente que pasa como realidad Suactuacién desestailiza la diferenciaciones mismas entre lo natural ylo artificial, l profundidad y a euperficie, lo in- temo y lo externo, através de las cales se activa el discurs0 sobre ls géneros. Es el tavestsmo a imitaci del géncro ‘bien resalta ls gestos signilicaivos a través de los cuales se determina el enero en s? gSer mujer es un shecho natu tal» una actusciGn cultural Esa «natualidad» se deter. ‘mina mediante actos performativos discursivamente testi dos que producen ef cuerpo a través de las categoras de sexo y dentro de ellas? A pesar de Divine, las pricticas de pénero en la culeuras gay y lésbica suclen tematizar elo na- ‘rab en contextos parddicos que ponen de manifisto la construccién performative de un sexo original y verdadero, Qué otras categorias fundacionales de la identidad —el mnarco binario del sexo, el génezo y el evespo— pueden ver- se como producciones que producen el efecto de lo natural, lo original yl inevitable? Considerar que las categoriasfundacionales del sexo, el sénero y el deseo son efectos de una formacién especifica del poder requiete una forma de cuestionamiento critco po sie eee peeramine a logian. La critica genealdgica se niepa a buscar los oigenes 38 EL GENERO EN DsPUA del género, la verdad interna del deseo femenino, una iden tidad sexual verdadera que lz represién ha mantenido ente 1a genealogia indaga sobre lo intereses politicos que hay en sefalar como origen y causa las categoria de ident dad que, de hecho, son ls efectos de insttaciones, peacticas yy tazonamientos de oxigen diverse y difuso, Lalabor de este ‘cuestionamiento es centrar —y descentrar— esas institucio- nes definitorias: el falogocentrismo y Ia heterasexulidad obligatora Justamente porque «femenino» ya no patece set una no: in estable su significado es tan problematico y vago como cmujee».Y puesto que ambos términos adguieren sus signi: cados problemiticos ‘nicamente como conceptos relativos, «sta bisqueda se basa en e género yen el andlisis de relaciones que sugire. Ademas, que la teora feminisa debe deteeminar Jos asuntos de identidad primar para seguir con la labor de la politica no est tan claro. Pore contzario,deberiamos pre- guntar: equé alterativas politicas son consecuencia de una ‘critica radical de las categorias de identidad? ¢Qué nueva fea de ole smerge cuando eid como teen oman ya no limita el discurso sobre las politica feminists? ‘Yon mi ben empedh en ecu ‘identidad comin —como la base para una politica feminis ti puede impedir que se ponga en duda la constzuecién politica y la reglamentacion dela identidad en si? Este libro esté dividido en tres capitulos que incluyen itca de la categorfas de pénero en embitos dlscursivos muy distntos. El capitulo 1, «Sujetos de sexo/eé 1nero/deseom, replantea Ia posicin de Ins «mujeres» como raseacio (1990) 39 sujetos del Feminism y la diferenciacién entre sexo y sé ro. La heterosexualidad obligatriay el falogocentrismo 8° catienden como regimenes de poder/discurto que habitual mente contestan de maneras distintas a ls grandes pregun- tus del discurso de géncto: ¢cdmo construye el lenguae as ‘Categorias del sexo? ,Se opone «lo femenino» a a represen- tacién dentro del lenguaje? cSe considera que el lenguaie es falogoctntrico? (La pregunta es de Luce Irigaray) eB wel {emeninor el inico sexo representado dentro de un lengus- je que agrapa lo femenino y lo sexual? (El razonamiento es dde Monique Wittig.) 2Dénde y c6mo confluyen la heterose- ‘eulidad obligatora y el falogocentrismo? Dende estin los puntos de rupture entre clos? ¢Como creel lenguaje en si In construccionfitcia de «sexo» que ssticne estos diversos regimenes de poder? Dentro de un lenguae de aparente he terosexualidad, zquétipos de continuades exsten supues- tamente entte sexo, genezo ¥ deseo? ¢Fstin diferenciades tetos términos? ¢Qué tipos de pricticasculeuales crean dis- ‘continuidad subversivaydisonancia entre sexo, género de seo cuestionan sus supuestesreaciones? Eleapitulo 2, «Probibiisn, psicoandisis yl produccion de a matriz hetcrosexusly,incluye una lecture seectiva del estructualismo, de los andlisspsicoanaiicos y feminists del tabs del incesto como el dispositive que intentaestble- ‘eras identidades de génerodiferenciadase internamente Coherentes dentro de un marco heterosexta. En certo dis curso psicoanaitico, el ema de la homosexsalidad esta rela tionado con formas deinintcigbiidad cultura ,en el caso ‘el lesbianismo, con la desexualizacin del cuerpo ferent tno. Pot ota parte, uso de la tori psicoanalitiea para re Waar lay widentidades» de género compleja tiene lugar me- dante un andlisis de la identidad, Ie identifcacion y Ia 0 EL GENERO Bw Disa mascarada presents en Joan Riviere y otts textos psicoa- naliticos. Una vex que el tabs del inceso se expone aa cr tica de Foucaue acerca del hipéess de la represion en La Iristora dela texualidad, se demuestra que esa estructura prohibitiva o juridica determina la hetetosexualidad obliga, ‘oria en el marco de una economia sexval masculnista ya ‘mismo tiempo permite an desafio ero a esa econont, cs dl psicoanlisis una investigacin antifundacionsta que ‘table el tipo de complejdad sexual que efectivamente desreplamenta los cédigos sexuslesjerazquicosy spidos, © bien propugna una serie de supsciones no astmidas tos ecto de las bases dela ideatdad qu funcionanen favor de ‘sas misma jerarquias? El capiculo 3, «Actos coxporales subversivose, empieza con una consideracin critica sobre la constraclon del cuerpo materno hecha por Julia Kristeva, con la finalidad de explicar las normas implictas que, en su obra, gobiernan la inteligiblidad cultural de sexo y la sexualdad. Aunque Foucault se ocupa de analizar a Kristeva un examen mina. oso de una parce de la obes del propio Foucault muestra cierta indiferencia problemaica expect de la diferencias. xual, No obstant, su critica de la categoria de sexo expone una reflexin sobre las prctias reguladoras de slgunes fc. cones médicas dseiadas para nombrar el sexo unémaco. La obra testica y literatia de Monique Wittig ofece una ade. sintegraién» de los cuerpos consttuidosculturalment, lo ‘ual sugiere que la morfologia es de por sel rsulad de un ‘squema conceptual hegeménico. lnspirada en las obras de Mary Douglas y Julia Kristeva, la ima seccion de este cx Pitulo, «lnscripciones corporales, subversiones performatt ap», planta que el limite y la superficie de los cuenpos es ‘4n construdos poiticamente. Como una estatepa para vaz#ycto (1990) 4“ ddesnaturaizar y otorgar un significado nuevo als categorias corporal, explico y propongo un conjunto de prictcas pa rdicas fundadas en una teoria pesformativa de los actos de _género que tergiversan las categorias del cuerpo, el sexo, el _pénero ylasexualidad, y que hacen que éstas adquieran nue- vos significados y se multipliquen subversivamente més alla del marco binaro, Puede parecer que tds los textos tienen is fuentes delas que Se pueden reconstr dentro de wis propos minos.Son fuentes que definen y originan el lenguaje mismo del texto, de tal manera que habs que desenmaraiatlo mi- ruciosamente para que se entender y, desde luego, sin ga rantia de que esto tuviers un final, Aungue he incluido una teflexién sobre la infancia ene inicio de este prefacio, la fé- bla es irreductible a los hechos. De hecho, el objetivo es determinar c6mo las fabulas de género inventan y divulgan Jos ma lamados hechos naturales. Es evidente que es impo- sible recuperar los origenes de estos ensayos, situa los die rentes momentos que han hecho posible a escritura de este libro. Los textos se han agrapado pare facltar una cones trencn pla dl feminismo, de os puntos de vit yy lesbico sobre el género y dela teoria postestructuralista. La filosofia es el mecanismo disciplinasio predominante que 2 tiva a esta autorasujto en Ia actulidad, aunque rara vez, 0 ‘nutes, aparece separada de ots dscurss, La intenciin de esta bisqueda es afirmar esas posiciones sobre los limites critics de la existenca dsciphinaria, No se tata de quedar- se al margen, sino de interven en cualesquiereredes 0 par tes marginals que se creen a partir de otras aproximaciones dliscipkinavias y que, juntos, conformen un desplazamiento imviiple de esas autoridades. La complejidad del género 2 1 GENERO EN DistuTa «xige vatios discursos interdisciplinatios y posdisciplinarios pata escapar de la domesticacin de los estudios de géneto 10 de los estudios dela mujer dencco del ambito académico, ¥ para radicalizar la concepcién de erties feminista. Este texto fue posible gracias a numerosas muesteas de apoyo institucional e individual. EI American Council of Lear nied Societies me ororg6 la beca para los recién graduados del doctorado durante el otofo de 1987, y la Escuela de Giencias Sociales del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton me proporcions una beca, vivienda y estimulan ‘8 debates durante elafo académico de 1987-1988. La beca de investigacién académica de la George Washington Uni- versity también fue de gran ayuda paca mi trabajo durante Jos veranos de 1987 y 1988, Joan W. Scott ha sido una ei «a invalorablee incisiva en las diferentes etapas de este ma. ‘nuscrito, Su compromiso con el reformulamiento extio de las presuposiciones de la politica feminista me he servido como desaio inspiracion, El «Seminario de géncra» que se leva a cabo en el Instituto de Estudios Avanzados de Prin. ceton bajo la direecidn de Joan Scott me permitié poner en claro y establecer mis puntos de vista gracias a as divsiones significativas y sugerentes en nuestro pensamiento colectivo, Asi pues, doy las pracas a Lila Abu-Lughod, Yasmine Ergas, Donna Haraway, Evelyn Fox Keller, Doriane Kondo, Rayna Rapp, Carroll Smith-Rosenberg y Louise Tilly. Mis aluminas del seminario «Género, dentidad y deseo», impartido en la Wesleyan University y en Yale en 1985 y 1986, respective ‘mente, fueron indispensables por su capacidad para imag ‘nar mundos con géneros distntos. Tambign agradezco la gran cantidad de respuestas crticas que tecibi durante las pre- sentaciones de partes de este trabajo en el Princeton Wo. ‘men's Studies Colloquium, el Humanities Center dela Johns paesaco (1990) . le Univer oping Unies Univers af Notre Dame la Unie “itm Ae Cee yn de de Msi Si ae Universi, ui dr paca abi Lin te Singer ao aa peste be sido neil, 1 Sand Barth porn aj aaa dines 8 Lind Nicolo por au onc erin cies *Linda Anderson por su cera iniines plies Tabi de da pc sins pone joy cleat que der forma y defenditon mi ides: {tie Meme nes Ar. Para, Ran Ft Maurice Natanson, Kathy Netanson, Lois Natanson, * tan, Robert V. Stone, Pies, Josh Shapiro, Margaret Soltan, ‘Sone Sad Van Bora Doss acs Sard Sch encclente abajo para prepara este manuscrt, Nes lar las gracias 8 i i Tmbién quiero dar ls ‘Meg Gilbert por su ayuda. T Pe rcen MacGrogan pot infundi aliento a ete O18 ps aan con as humor pacenciay decade uct ye Como antc, le doy las gracias a Wendy Owen por si imaginacin implacable, sus acertadas critcasy pot lo suge- rete de su obra Caviruio t SUJETOS DE SEXO/GENERO/DESEO [Nose mace mje: ep wna a sera, SINONE De BeAUvOR Exritamentebeblando, no puede decre ue exit rere Jun Keesteva La muir no tone wn sexo. ‘Luce Imennay El desplieque dete sexualidad {1 ables ete main de sexo, ‘Mow. Foveaur Le eategora del sexo esl categorie pote (que ren ala scedod com beteroevual Mosque Wrens LAS «QMUJERES® COMO SUJETO DEL FEMINISIO fa feminista ha asumido que existe cierta identidad, entendida mediante la categoria de las mu- 46 1 GENERO EN ostuTA jeres, que no slo introduce | interesesy los objetivo fe- ino que se converte en el su- jito para el cual se procura la represenacion politica Pero politica y representacion son téeminos que susctan opiniones contrapuestas. Por un lado, xepresemtacién funciona como {imino operative dentro de un procedimienta polio que _pretende amplise la visibilidad yl legitimidad hacia las mu ‘eres como sujetos politicos; por otro la representaciénes la Funcién normativa de un lengusie que, al parecer, muestra istorsiona lo que se considera verdadero acerca de la cate seria de as mujeres: Para a teoriafeminisa, el desarrollo de Ln lengeaje que represents cle manera adeetada y completa issbilidad ‘Poliica-Evidentemente, esto ha sido de gran importancia, teniendo en cuenta la situaciGn cultural subsistente, en la ‘que la vide de las mujeres se representaba inadecuadamente (00 se tepresentaba en absolut, Recientemente, esta concepcisn dominante sobre la re- lacign entre tori feministay polities se ha puesto en tela de julio desde dentro del discurso feminista. El tema de las :mujeres ya no se ve en términos estables o constantes. Hay resentacin»lingisicay politica definieron con anterioridad l crterio mediante el cual se originan los sujetos mismos, y la consecuencia es que lamepresentaciée cextiende tnicamente a lo que puede reconocerse como un _stiet. Dicho de otea forma, deben cumplise los requisiras para er un sujeto antes de que pueds extenderse la rept: _-sentacisn. sujeTos 0g Sexo/c#eR0/0ESEO 9 oweault firma que los sistemas juridicos de poder pro- ducen als sujtos alos que mis tarde representan 4 “mitacién, la probbicibe la rglamentacion control yhas- ladas a esa estructu ‘1 politics a través de la operacin contingente y retractable de la eleccisn. No obstante, los'sujetos regulados por esas foyen se definen ye reproducen de acuerdo con ls imper Sion de dichs estacaras Si este ands > comect, formacién juridica del lenguaje y de la politica ls ess recur sn ambages ax stra pas eman- ipa de as aujerese sett aietamenteconterprod a problema del «sujeto» es fundamental para la politi- cca, y concretamente para la politica feminista, porque losssu- juridicatde-la poiticayno. «se perciben. En definitva ta 6 HL GENERO Ex DISHuTA es una constnuccid y una prerrogativa mascuinis- tas que en realidad niegan la posibilidad estructural y se- inntica de un género femenino. El resultado de divergen cias tan agudas sobre el significado del género (es més, acerca de si gévero es realmente el tino que debe exa- minarse, 0 sila construccién discursiva de sexo es, de he- cho, mis fundamental, otal vez mujeres 0 muader y/o bom bres y bombre) hace necesatio replantearse las categovias de identidad en ef imbito de relaciones de radical asime- tia de género, Para Beauvoir el wsujeto» dentro del andlisis exstencial de la misoginia siempre es masculino, unide con lo univer- sal, y sedistingue de un «Otros femesino fuera de las reples universalizadoras de la calidad de persona, irremediable suas be sexoVoENERO/DESEO 6 mente eespecificon, personificedo y condenado a la inma: frencia, Aunque sucle sostenerse que Beauvoir reclame el {erecho de las mujeres a convertize, de hecho en sujetos fnistenciles yen consecuenca, su inelusién dentro de os teominos de una universalidad abstracta, su pesicidn tam bien eetia la descncamecién misma del sujetoepisto}- ico absteacto masculino.” Ese sueto es abstract en la me- lida en que no asume encarnacion socialmente marceda Syaclemis,diige esa encarnacion negada y despreciada ale ‘Mera emenina,renombeando efecivament l cuerpo como Fembea. Esta asociacién del cerpo.con To femenino basa en relaciones migicas de reciprocidad mediante as cuales tT sexe femenino se limita asu cuérpo y existemte en la obra de Beauvoir no logta fi jas, en el efe del géneso, la propia diferenciacin entre men. te/cuerpo que presuntamente alumbta la persistencia de la ssimetria entre los géneros. Oficialmente, para Beauvois el «cucrpo femenino esta marcado dentro del discurso mascul sista, rn por la cual el everpe masculino, en su fusiga , por asi decitlo, fuera «de campo de lo significable. En términos poshegelianos, la ‘mujer est «anulada», pero no preservada, En la interpreta cin de Irigaray, la explicacién de Beauvoir de que la mujer «es sexo» se modifica para signficar que elle no es el sexo ‘que estaba destinada a ser, sino, més bien, el sexo masculing SUJETOS bE sex0/o4NERO/DESEO 6 encore (y en corps) que discurre en el modo de Ia otredad. Para Irigaray, ese modo falogocéntrico de signficar el sexo femenino siempre genera fantasmas de su propio deseo de ampliacién. En vez de una postura lingiistico-autolimitante ‘que proporcione la alteridad o la diferencia a las mujeres, el {alogocentrismo proporciona un nombre para ocultar lo fe- :menino y ocupar su lugar. ‘TEORIZAR 10 BINARIO, 10 UNITARIO Y MAS ALLA Beauvoir e Irigaray tienen diferentes pasturas sobre las cstrocarasfundamentalesmediaae ls cales se reproduce Ja asimetea entre los géneros; I primera apela ala recipro- cidad falda de una dalctic asimétric, ya segunde argu ‘menta que la dialécicaen si es la construccién monolégica cde una economia significante masculinist, Si bien Irigaray cxtiende claramente el campo de la erica feminisa al ex plicar ls estrucuaras epistemol6gica, ontol6gica y liga de une economia significante masculinista, su andiss pierde fucrza justamente a causa de su aleance globalizador. Se puede reconocer una economia masculinista monolitic asi como monolégica que traspase la totaldad de contextos cul- tutales © historias en los que se produce la diferencia se- xual? ZEl hecho de no aceprar los procedimientos culturales ‘specilicos de la opresién de géneros es en s{ una suerte de imperalsmo epistemol6gico, que no se deserrolla con la mera elaboracin de diferencias culturales como «ejemplos» del mismo falogocentrismo? El empeio por inclu eulturas de «Otros» como amplificaciones variadas de un falogoceo- ttismo global es un acto apropiativo que se expone a reper el gesto falogocéntrico de autoexaltarse, y domina bajo el Signo defo mismo diferencias que de otra forma costo nian ee concept totliador" Tactic omnis debe explcar ls afrmacones tc zadoras de una economia sigan meses, pero también debe ser autocritica respecto de las acciones total 2adoras del finn. Fl enpeto por describ al enenigo ‘omo ut forma singles nc veido qe ina Incrategi del domtinador sin ponela en dada en ver de proporcionar ura ste de termings diferente. Ei hecho de {uel tics pueda ncona ato enentorosfeminsas como antifeministas demuestra que la accién colonizadora no esmascuinisa de modo primordial oiedectibe Puede Crear dinnas claciocs dear raced Casey eterna, ene macht Y eevee que deal tas stn formas de dominacin, como he emperad ced implica es oeisencia deena yconseatve enn horizontal qu no expla ss coincide eae del bio sce. Un moo vert empoc cs suite las opresiones no pueden agrapan simarament, lac. tase de manera cavtalodbuiweenplaos de erg halides yaderentvdads*De hecho, el campo de poet, ‘estructurado en parte por la posture imperializante de apro- piacién dialéctica, supera ¢ incluye el eje de la diferencia se- Zul y repro ne gic de dec cas {ue ro pueden raga dun mod mari, i cento {Estes del iaagocentso nen ning or cand do al puesto de econciion primar de opin. Mis que una xara propia de conoinesigicates ase Eisab apropacin dalciey lea dl Gros unt estrteia mis, sped, bre elo, aut 0 cies cnt ei ee culinista. . ba \suyeT0s DE SExO/GENENO/DESEO a Las discusionesfeministas actuals sobre el esencialismo cexplotan el problema de la universalidad de la identidad fe- ini a dosing masculins de dts mane. {Las afiemaciones universalistas tienen su base en una post «Gon epistemolgica comin o compart (entendida como la Concienca aticulada o las estructuras compartkias de la do- nai), oen las estrcturas aparentemente transcultuales Me la ferinidad, la materia la sexualidad y ln cert f pine, azonarieno cone gue iii pi Inaba que este gesto globalizadar ha provocado numerosas Unticas por parte de mujeres que afirman que la categoria inujere es normativa y excluyente y se utiliza mantenien- ‘Joineatas las dimensiones no marcadas de los privilegios de “ase y raciales. Es deci, insstir en la coherencia y la unidad. ‘dela categoria de las mujeres ha negado, en efecto la mult ud de intersecciones culturales, sociales y poltias en ave se oneruye el eonjunto concreto de mujeres», ‘Se ha intentado plantear polticas de coaicién que 8 den por sentado cul sera el contenido de «mujeres». Mis bien proponen un conjunto de encuentros dal6gicos en los qe mujeres de posturascversas ptopongan distnta iden- ades denteo del marco de una coalicién emengente. Es tevidente que no debe subestimarse el valor dela politica de Coalicién, pero la forma misma de colicin, de un conjunto ‘emergente e impredecible de posiciones, no puede imagi- harse por adelantado. A pesar del impulso, claramente de- Imocrtadoy, que inca «const une colicin, ‘alguna teérica de esta posicion puede, involuntariamente, reinser- erm toberana del proce rte de able ‘et una forma ideal antcipada para las estructuras ce coal ‘dn que realmente asegur la unidad como conclusia. Los tsfucrzos por precisar qué es y qué no es la forma verdacera 6 FL GENERO EN ISPUTA deun didlogo, qué constituye una posicién de sujeto y, sobre tod cn scone snc ren pedir Arp re re ee Soa Ceca ee como objetivo implica que a solidaridad, a cualquier precio, Sins cn ces pt napoli Pere cg Goce ea aie ote an ee sn ce a ae tones Ox pede guint lsat feceee ee tacién y la divisién como parte del proceso, por lo general Teruo dee denon B concep miss de «edidlogo» es culturalmente especifico e hist6rico, pues mien- ‘tras que un /hablante puede aftrmar que: ‘se esti manteniendo teenporn Pe te dcben per en es faces de or eee Demeaia dolled duote psi oles che ens role cing geri Foes i moire Soca iia ec ron pao se eee Se rnc pee enpadenene shy usnencas “tnures que simplemente debs poner dunes Compo Se ear ae ‘esté completa. La hipétesis de su caricter incompleto esen- id penta que crap sculls esse tage ce ee en ‘carter ‘incompleto de la definicion de esta categoria puede sonnet oma doers superos nEsexovaeweno/DESEO Bs precisa la eunidad> para una accin politica eis? fs jostamente la insstencia prematura en el objetivo dela ‘pidad la causante de una divisin cada wee mas amarga et wraos grupos? Algunas formas de division reconocida pue {fen faiitay Ia acién de una coalicién, jstamente porawe ty eanidad» de la categoria de las mujeres ni se presupone tive desea, Establece a eunidady una notma de soldat ‘jad exeluyente en el émbito dela identdad, que excluye lx posiiidad de diferentes aciones que modifican ls fronte Fas mismas de los conceptes de identidad o que precise mente intentan conseguir ese cambio como un objetivo Po fitico expisito? Sin la presuposicién ni ef objetivo de teanidads, que en ambos casos fe ctea en tun nivel concep tual, pueden aparecerunidades provisionales enel contexto Ge acclonesespecficas cuyos propbsitos no sot a organiza Cin dela identidad. Sin la expectativaobligatoria de que Ine aciones eminisas deben constuirse desde una iden dled table, unificada y acordads, étas bien podrianini- ‘arse mie tapidamente y parecer més aceptables para alg nas emujeres, para quienes el significado de la categoria es siempre diseutibe. Tete acercariento antifundacionista ala politica de cos- liciom no implica que la widentidad sea una premisa ni que la forma y el significado del conjunto en una eodlcién pue dan conocerse antes de que se efectc. Puesto que Ia cs tracturacién de una identidad dentro de limites cultursles “Usponibles establece una definiién que descara por ade- Tantado la aparcidn de auevos conceptos de identidad en accenes pliticamente com prometidas ya través de elas, la tiatie fundacionista no puede tener cotn fin normativo la transformacién ola ampliacién de los conceptos existentes {Teidentdad, Asimismo,ctando la identdades acordadas © % AL GeNsRO BN pisrura las estructures dialigicasestipuladas, mediante las cuales se ‘comunican las identidades ya establecidas, ya no son el terea © el sujeto de la politica, entonces las identidades pucden Negara exist y descomponerse conforme a las prcticas es. pecificas que as hacen posibles. Algunas précticas poiticas «establecen identidades sobre una base contingente pata con seguir cualquier objetivo, La politica de coalicién no exige nun ater ampliaa de smujere> nua identi in ternamente mikiple que describa su complejidad de mane. rainmediata ene de Ei sener sun compa cuyattaldad se posterga le manera permanente, nunca aparece completa en una de- ‘crminada coyuntura en el tiempo. Asi una coalicin bier ta creari identidades que alternadamente se instauren y se abandonen en funcién de los objetivos del momento; se tra- tard de un conjunto abierto que permita miltiples coinc encias y discrepanciss sin obediencia aun telos normative de definicién cerrada, IDENTIDAD, SEXO LA METAFISICA DEEL SusTANCIA Qué significado puede tener entonces la «identidad ‘cual es la base de la presuposicién de que las identidades som idénticas a si mismas, y que se mantienen a través del grmpo como gules uniindseinerament coherent? por encima de todo, Zesmo configuran estas suposiciones los dacurss sobre widentidad de poncos? Ser etsoce pensar que primero debe analizarse la widentidad y des. pds Ia identidad de género por la sencilla rxzdn de que lag «personas» solo se vuelven inteligibles cuando poscen un _género que se ajusta a normas reconacibles de imeligibilidad SUIETOS ne sexO/GENERO/ DESEO 7m de género, Los aniliss socil6gicos convencionales inten tan dar cuenta de la idea de persona en funcin de la capa- cidad de actuaeién que requiere prioridad ontoléyica res- pecto de los dstintos papelesy funciones mediante los cuales fdquiere una visiilidad social yun significado, Dentro del propio discursofiloséfico, la idea de ela person» se ha am- plado de manera analitia sobre la hip6tess de que el con- texto social «en» que esté una persona de alguna tmanera ‘esti externamente relacionado con la estructura de le defi nicién de «calidad de persona» [personbood), ya se la con- ‘ienca, le capacidad para el lenguse ola deliberacién mo- ral, Si'bien no profundizaremos en esos estudios, una premise de esas investigaciones-es su énfasisen la explora: ‘in critica yl inversin, Mientras que la cuestion de qué es lo que establece Ia «identidad personal» dentro de los estu- dios filosdficos casi siempre se centra en la pregunta de qué aspecto interno de la persona determina la continui- dad o la propia identidad de la persona através del tiempo, habria que preguntarse: gen qué medida la prcticas regula: doras de a formacién y la separacion de género determina la identided, la coherencia interna del sujetoy, de hecho, la condicién de Ia persona de ser idéntica asi misma? En qué medida la cdentdad> es un ideal normativo mas que un as- pecto descriptivo de la experiencia? ¢Cémo pueden las pricticas reglamentadoras que determinan el género hacer- lo con las nociones culeuralmente inteigibles de la identi dad? En definitiva, la «coherencia» y la «continuidad> de ‘la persona no son rasgosligicos o andlitics de la calidad ‘de persona sino, mis bien, normas de inteligibilided socal: mente instauradas y mantenidas. En la medida en que Ia identidad> se preserva mediante los conceptosestabiliza dores de sexo, género y sexvalidad, la nocién misma de a n 1 cexERO EN DisPuTA Persona se pone en dua por la aparicién cultural de esos setes con género «incoherente» o «discontinuo» que apa- rentemente son personas pero que no se corresponden con tas normas de género cutaralmente inteligibles mediante las cuales se definen las personas. Los géneros «intelgibles» son los que de alguna manera instaurea y mantienen relaciones de cohetencia y continui- dda entre sexo, género, prctica sexual y deseo. Es decir, los fantasmas de discontinuidad ¢ incoherencia, concebibles Snicamente en telacin con as relasexistentes de continui- ed y coherencia, son prohibidosy creadosfrecuentemente ot as miss lye que procuran teat conerions ext cso expresivas entre sexo bioloico, génerosculturalmente formades y la «expresiéne o «efecto» de ambos en laa cin del deseo sexual através de la préctica sexual La nocién de que puede haber una everdad del sexo, como la denomina irénicemente Foucault, secre justamen: tea través de las prictcas reguladoras que producen ident- dades coberentes través de la mattiz de reglas coherentes de género, La heterosexualizacin del deseo exigee insta tala produccisn de oposiciones dseretas y asimétticas entre sfemenino» y «masculino», entendidos estos conceptos como atributos que designan «hombres y «mujer» ‘clr —ecante ln cul sha beco ini identidad de género— exige que algunos tipos de xidenti sdades no puedan «exist»: aquellas en las qu el género no es consccuencia del sexo y oirasen las que las prcticas del deseo no son «consecuenciay ni del sexo ni del género. En ‘este contexto, econsecuencia» es una relacién politica de vinculacin cresdla por las leyesculturles, ls cuales deter ‘minan y ceglamentan la forma ye significado dela sexual dad, En realidad, precisamente porque algunos tipos de SupETOS DE SEx0/GENERO/DESEO B scsdentidades de género» no se adapan a esas replas de ite ligbilidad cultural, dichas identidades se manifiestan tiniea sente como defectos en el desarrollo 0 imposibilidades 1- ficas desde el intetior de ese campo, No obstante, su insistencia_y prolferaci6n otorgan grandes oportunidades pata mostra ls limites y los propésitos reguladores de ese campo de inteligibilidad y, por tanto, para revelar —dentro Ae los limites mismos de esa matriz de imeligibilidad— otras matrices diferentes y subversivas de desorden de género. ero antes de analzar esas pricticas desordenadora, es importante entender ia amatriz de inteligibilidad>. ¢Bs sin- lar? 2De qué esté formada? ¢Cuél es la peculiar unisn que pucotmente by ene on stemt de heteroseraicad obligatoriay las categorias discursivas que determinan los cconceptos de identidad del sexo? Si la «identidad> es un cfecto de las pricticas discursivas,chasta qué punto la iden tidad de género, vista como una relacin entre exo, nero, prictica sexual y deseo, es el efecto de una prictica regu tdora que puede definirse como hererosexuslidad obligato: ria? ¢Nos devolveria esa explicacién a otro mareo totaliza dor en ef que la heterosexvalidad obligatoia simplemente ‘ocupa el ligar del falogocentrsmo como la causa monoliti- ca de la opresién de género? ‘Dentro del imbito de las teoriasfeministay postestruc- turalista francesas, se croe que diferentes regimencs de po- der rean los conceptos de identidad del sexo. Considérese Ia oposicién entre esas posturas, como la de Irigaray, que sostienen que s6lo existe un sexo, el masculino, que evolu: ciona en y mediante la produecién del «Otto; y, por otra perte, posturas como la de Foucault, que argumenta que la categoria de sexo, ya sea masculino o femenino, es la pro- ,aparentemente ‘Wittig no mantiene ningtin pleto metafisco con ls formas Ihegeménicas de significacion o representaciSn; de hecho, el %6 L GENERO BR DesPTA rebabilitacién del agente de la cleccién existencial bajo el diana el Unico concepto que conozco que trasciende las ccategorias de sexo». No censura al «sujeton por ser siem- a Teme de sje lesbian como scars dla Bea alates consiguiente, un rechazo a dar libertad y earetea spi desteuir la oe de sexo seria destruir un atributo, Dicho de otra forma, sélo los hombres son personas» y El género es el incice lingistico de la oposicin polica ‘entre fos sexos. Género se utzaaqut en singular porgue eal. ‘mente no hay dos géneros Unicare hay uno €lSemenino, cs el “masculino” noes un género, Por lo masculino no eso mascuino, sino lo general Asi pues, Wiitig reclama la destruccién del «sexo» pata ‘Que las mujeres puedan aceptar la posicion de un sujeto uni versal, En el camino hacia esa destruccién, las «mujeres» eben esumir tanto una perspectiva particular como otra universal. En tanto que sujeto capas de conseguir la unis versalidad concreta a través de la Ubertad, la lesbiana de SUJETOS BE SExO/GENERO/DESEO ” ‘Wittig corrobora la promesa normatva de ideales humans tas que se asientan en la premisa de la metafsica dela sus- tancia, en vex de refutarla. En este sentido, Wing se des marca de Irigaray no séloen lo referente a las oposiciones shora muy conocidas entre esencialismo y matevalsno,” sino también en la adhesién a una metafisica del sustancia ue corrobora el modelo normativo del humanismo como el marco del feminismo. Cuando Witig parece defender un proyecto radical de emancipacin lesbiana y dstingve entre ‘desbianay y amujers, lo hace mediante la defensa de la persone» anterior al género, representada como libertad, Estono solo confirma el cariter presocial dela ibertad hue mana, sino que también respalda esa metafisica de la sustan- cia que es responsable de la producciény la naturalzacién de a eategoria del sexo en si. La metafscs dela sustancia es una frase relacionada con Nictsche dentro de la crtica acwual del discurso flosofico. En un comentario sobre Nictesche, Michel Haar afiema que rnumerosss ontologias flosficas se han quedado atrapadas cn certs itusiones de «Ser» y «Sustancia» animadas por la dea de que la formulacion gramatical de sujeto y predicado refleja la realidad ontoldgica previa de sustancia y atributo. Estos constructs, segiin Haat, conforman fos medios flo sofios atificiales mediante los cuales se crean de manera cfectiva la simplicidad, el orden y la identidad, Pero en in- sin caso muestra ni representan un orden real dels cosas. Para nuestros fines, esta estiea nietzscheana es instructva i se atribuye a las categoras psicoldpicas que rigen muchas re- flexiones populates y te6ticas sobre Ia identidad de géncr. Como sostiene Haar, la erica de la metaisca dela sustan- cia conlleva una critica de la nocién misma de la persona Dsicolégiea como una cose sustantiva % BL G&sERO ww prsPuTA La destrucién de laligica mediante su genealogia impli «a ademés la desaparicin de ls categoria psicoldpicas basa. ts en esta logic Todas las categoriaspsicoligices (el yo, el ‘nclviduo, la persona) proceden dela usin de idenidad su ‘ancial. Pero esa iusionrepresa bisicamente a una supers ese sueto de «pienson, euanda mis bien son los pensamientos ls que vienen a emiseen dl fondo, |a fen la gramtica solamente communica la volunad de cr la -scauso» de ls pensamientos propos. El sujet, el yo, el ind ido son tan so flsos conceptos, pues converte las uni adesfictcis en sustancias cuyo origen es exclasivamente ‘na realidad lngittica" Wittig oftece una critica diferente al sefialar que las per- sons no pueden adquirir significado dentro del lenguaje sin 4a marca del género. Ansliza desce la perspectiva politica la ‘sramética del género en francés. Para Wittig, el género no sélo designa a personas —las «califica» por ast decislo—, sino que constituye una episteme conceptual mediante le cual se universaliza el marco binario del género, Aunque ef francés posee un géneto para todo tipo de sustantivos de Personas, Wittig sostiene que su andlisis también puede aplicarse al inglés. Al principio de «The Mark of Gender» (1984), escrbe: ‘Paral pramiicos, lt marca del génenoesté relacionadas con los sustantvos. Hacen referencia a éste en términos de fancién, Si ponen en dua su significado, lo hacen en brome, amando al género un esexoficticiow [..]. En lo que concies SUIETOS De SEXO/GENERO/DESEO ” ne elas categories dela persona, ambos [inglés y francés) son portadores de género en la misina medida En realidad, am- bos orginan un concepre oatolégico primitive que en ellen usie divide alos sees en sexos distnts[.]. Como concep to ontoligico que trata dela naturaleza del Sr, junto eon una neulos dsinta de otros conceposprimiivs que pertene- cen ala misma linea de pensamiento el género parece stair principalmente ala flosoia” Hecho de que peer pete floss nifics, sein Wittig, que pertenece «ese cuerpo de con- del poder es una imposibildad cultural y un deseo poles. rente impracticable, que posterga a tarea conereta y con temporinea de proponer alterativas subversivas de la se “oad yeni dentro de steno del poder en si Esevidente que esta labor erica implica que opera den to de nai del poder 0c lo mismo qe ext una. pia de las relaciones de dominacién sin eritiarlas; pro: porciona la posbilidad de una repeticin de la ley que no sea su reluerzo, sino su desplazamiento, En vee de una se xudldad «identifcada con lo masculino» (en la que «mas callin» se wiza como la causa y el significado irreducible de esa sexualidad), se puede ampliar la nocién de sexuali- dad construida en términos de relaciones falicas de poder ue reabren y distibuyen ls posbilidades de ese flicismo justamente mediante la operaci subversiva de as «ident Ficaciones, las cules son ineludibles eo cl campo de poder de a sexualidad, Silas widemtficaciones», sein Jacqueline Rose, pueden ser vist como fantasmticat,entonces se puede Hevat a cabo una idemtficacién que revele sa este {ura fantasmética, Sino se rechazaradialmente una sexu. Jidad culturalmente construid, lo que queda es el tina de cémo reconocer y ehacer» la construccién en la que uno siempre x encuentra, Existen formas de repeticiin que no scan la simple imitaién, reproduccin y, por consguiente, consolidacin de a ey (la nocién anaceénica de widentifica del género es la consecuencia de une prctcareguador que intena nies rmizar la identided de género mediante una heterosexvaldad obligatoria. El poder de eta picsica reside en imitar, por medi de un mecanismo de produccién excluyente, los sig- nificados relatvos de «heterosexualidad», y Ip wauténtico».Como una genealogia del ontologi del pé nero, esta explicacion tiene como objeto entender la pro- dhucidn discursive que hace aceptable esa relacon biariay ddemestrar que algunas configuraciones cultures del péne ro ccupan el fugar de alo reals yreuerzan einerementan 5 hhegemonia a ravés de esa feliz autonaturlizacion. 98 21 GEvERO Bs DisrUTA Si a afizmacion de Beauvoir de que uo se nace mujer, sino que se egaa sero es en parce cera, entonces meres de por si un séamino en procediiemto, un converse un construise del que no se puede afirmar tajantemente gue ‘engaun inicio oun final Como pedctcadiscursiva que ext teniendo lugar, estéabierta ala itervencin y a esi. ‘acién. Aunque el género parezca congelarse en las formas ms teifieadas, cl «congelamiento» en stes una prictica per. sistentey malicosa, manteniday regulada por distints mes dos sociales. Para Beauvoir, en dlinisiva es imposible con Vertise en mujer, como si un flor dominara el proceso de sculturacin y construccién. El género esl estiliacion te. Petida del cuerpo, una sucesisn de accion epeidas den. t10 de un mareo regulador muy estrcto— que se inmoviliea «on el tiempo pata crear Ia apariencia de sustancia, de una especie natural de ser. Una genealogia politics de ontologies del género, si se consigue evar «cabo, deconstruité la apa. tiencasustantiva del péner en sus acionesconstittivas ¥ situa esos actos dentro de los marcos obligatoris estab. «dos por ls diferentes fucraas que supervisan la aparencia socal del pénero, Revear los actos contingentes que cea la ‘pariencia de una necesidad naturalists Io cual ha cont tuido parte del rites cultueal por lo menos desde Marx ‘sun trebaio que ahora asume la carga adicional de ensefar <6mo la nocia misma del sujet, inteigible slo por sa apa fiencia de aénero, petmite opciones que antes habian que. dado relegadasforcosamente por ls dferentesreffcacioncs del género que han constituido sus ontologis contingentes El siguiente capitulo explora algunos elementos, del Planteamiento psicoanalticoestructuralista de a diferencia sexual y dela constracci6n de la sexualidad en relacién con su poder para refutar los repimenes reguladores aqui bos SujETOs DE SEXO/GENERO/DESEO * exe y tba nwa con cn de ode eet ea sco La wierd el a See ne meee py eee oe Jos regimenes de poder convergentes de la opresi6n mascu- Tee en ape double Ee meee a cae aes igen redeep eer eae reeees ee se argumentard que es una significacin performativamente Sea coe iene se de su interioridad y superficie naturalizadas, puede pro- ‘calls podem es ne ececeneee ao por: ‘eflexionat sobre si es posible alterar y despla- eee adayeneae ee teicher ever eerie rane ald apc, to movlindo,sonfundendo subversivamente y multiplicando aquellas categorias const tenons tresponde al presentarse como las ilusiones que crean la identidad. Cavtruo 2 PROHIBICION, PSICOANALISIS Y LA PRODUCCION DE LA MATRIZ HETEROSEXUAL Le mente recta sigue sortesendo gue el inceco, 9 nol homosexual lad epresenta su meyer prob. st, cuando la mente rca lx piensa, la Bomosexulidad no sino beteonesaalidad ‘Mosque Wirnc, «The Straight Minds En algunos momentos, la teora feminista se ha intere sado por la idea de un origen, un tiempo anterior alo que algunos denominsrtan «patiarcado» que otorgaria una pers pectivaimaginaria a partir de fa cual sein contin sgencia dele historia de la opresin de las mujeres. Se ha de- bate sobre si existicron culturas prepatiarals, si tenian tuna estructura matriarcal o matiinea, si podria probarse aque el pariarcado tuvo un inicio y, por tanto, puede tener tun final, FE impulso eritico que se esconde tas estos cues: tionamientos pretendia probar que el argumento antifemi- nista en favor d la inevitabilided del patiarcado constiia Ie rificacion y naturalizacién de un fendmeno histirico y contingeate. ‘Aunque el giro hacia un estado de cultura prepatriareal tenia como objetivo mostrar a acorreiicacin dl patiarca- ‘do, el esquema prepattiarcal he demostrado ser un tipo dif rente de eficacién. Ulkimamente, algunas feminists han cx cod gues Eecums trons cha oe cio conel eg decease a Sree eee cee Per eae ood eS ina cas eben open eee tegia epistemolégica colonizadora que subordinatia diversas Shiwebed cmc eee ete acon cee ae — -exige ser replanteada desde esta perspectiva criti nc os ingen cc fomentar una reificacién politicamente problemitica de la Sacco eae “ip amos rca See nates dees eee hen sncet cb srhadanean rs honinade 8i6 Is ley en su forma actual y necesaria” La invencién de «e808 origenes detalla una situacién previa a la ley en un rela to necesario y unilineal cuya culminacién es la creacién dela iat hapa cmd stewart ea an dg eee ee ceeennes Ne ee cies aba Shloncon rdelonspesee ee een txablecerun nus arden, Pomoc) cates napster, ronici6n,#SICOANALISIS¥ A PRODUCCION C1 103 siti irvemediablemente dentro de los limites de una nara ‘ibe prehistérca que permite leptimar el estado actual de a Tey. bien el futuro imaginasio mis all de la ley, en ese cas0 este «antes» siempte esta ya convencido de las invenciones tutojustficadoras de intereses presents yfuturos, ya sean fe ‘ministas o antifeministas. La pretensién del «antes» dentro de la teora feminist se vuelve politicamente problemética cuando exige que el futuro concrete una nocién idealizada del pasado 0 cuando sostene, incluso sin percatarse, la rei. eacin de un dmbito preceltral defo fernenino autético. EL hecho de aludir a una feminidad original o auéntica es un ideal nosilicoy limitado que se opone a ls necesidad actual de analizar el género como una construccién cultural com- pleja. Este ideal iende no s6lo a servir para finalidades cul- turalmente conservadoras, sino tambign a ser una prictica ‘excluyente dentro del feminism, lo que provocajustamente tipo de fragmentacin que el ideal pretende evitar. Fn el transcuso de la expectlacion de Engels, del femi- nism socialistay de las posturasfeministas fundadas en la antropologia estructralista, surgen varios intents de situar momentos © estructuras deatro de la historia o la cultura aque determinen Ia jerarquia de los géneros. Esasestrucuras (© épocas clave se aislan para rechazar las teoras reaccione- fas que naturizan o univesalizan la subordinacién de las mujeres. Dado que se trata de importantes intentos de ele- gat de manera critica los gestos universlizadores de opre Sin, estas teoras se convierten en parte del imbito tedrico ontemporaneo en que se combate ain mis a opresién. Sin temabargo, debe seguir considerindose a poxbiidad de que tetas fuertes erties la erarquia de los géneros se srvan de Fieciones presupuestas que contengan ideales normativos problematicos. 104 FL GeNERO EN DisPura Algunas te6zicas feminista se han basado en la antropo- logia estructuralista de Lévi-Strauss —que presenta la pro. blemética diferenciacién entre naruralezay eultura-— para tratar de respaldary explica la diferenciacién entre sexo y _género: la idea de que hay una mujer natural o biologica que tis tarde se convierte en una einujer»socialmente subordi nada, con el resultado de que el asexo» aa naturales oa «lo crudo> lo que el género ex ala cultura oa elo cocidon i cl razonamiento de LéviStraus fuera verdadero, se pods seguir el astro de la transformacién del sexo en pénero al si tuar el mecanismo estable de las cultutas as normas de in tercambio del parentesco, que se transformian de formas bas. ‘ante regulars. Segin esta perspectiva, el asexo» es anterior aa ley puesto que no esté cultural ni poitcamenteespecif- «ado, con lo que otorga la «materia prima de la coleuts, por asidecielo, que comienza a aduiri significado sélo si se 0. ‘mete a las normas del parentesco y después de hacerlo, No obstante I consideracién misma de sexo-como-mna teria, sexo-como-instrumento-de-significacién cultural, es tuna formacién discursiva que opera como una base nature lizada para la diferenciacién entre natutaleza/culruray las estrategias de dominacién que esa distincign sostiene, La re. lacion binaria entte cultura y naturalezafomenta una rela. «ign jerérquica en a que la primera libremente «exigew un significado a la segunda y, por ese motivo, ls convierte en un «Otro» que se adecua a sus propios usos ilimitados, prote. siendo la idealidad del significance y la estructura de signif. ‘acién sobre el modelo de dominacién Les antropélogas Marilyn Strathein y Carol MacCor- mack han alegado que el discurso sobre naturalezay eulura suele represencar a la naturaleza como femenina, que debe subordinarsea una cultura que constantementesetepreseh- FROMICION, PICOANKLISISY LA FRODUCCION [..] 105 ta como masculina, activa y abstracta# Al igual queen la dia- lectin existencial de la misoginia, éte es otro ejemplo en el {que én y mente se reacionan con masculinidad y capaci dad de acci6n, mienteas que el cuerpo yla natualeza se aso incon fata muda de femenino gu apes a nificaciéa proporcionada por un sujeto masculino opuesto. ‘liga que ones dlc ming ateraldad si ficado son términos que se exciuyen el uno al otto. La pol tica sexual que crea y sostiene esta diferenciacisn se esconde cde manera eficaz detis de la produeciéa discursiva de una naturaleza incluso de un sexo natural que se define como la base incuestionable de Ia cultura. Algunos exticos del es tructuralismo, como por efemplo Clifford Geert, sstienen que su marco universlizador no toma en consideracién Ia mulkitud de configuraciones culturales de la «naturaleza» El andlsis que presenta a la natraleza como singular y pre discursiva no puede preguntar: qué puede considerarse snaturaleza» dentro de un contexto cultural dado, y con qué finalidad? ¢Es necesario para algo el dualismo? ¢Cémo se ." PROKIBICION,PICOANALISIS¥ LA PRODUCCION [..J._L13 En su empetio por confirmar la idea psicoanalitica dela fantasia incestuosa inconsciente, Lévi Strauss alude al «pres- Aigio de ese suo, su poder para modelar los pensamientos de los hombres a pesar de ellos...) los actos que evoce ja mis fueron realizados porque la cultura se opuso a elo, siempre yen todas partes." Esta sorprendeate declaracién cexplica no s6lo los poderes de negacién manifistos de Lév- Strauss (afima que nunca se han cometido actos de inces: ton!) sino la dificltad de aceptar la eficaca de esa prohibi cin. El hecho de que exist la prohibicién no quiere decir que funcione. Su existencia més bien parece revelar que se crean deseos, acciones e, incluso, picticas sociales cont- ‘nuas de incesto precisamente a consecuenci de la erotiza cid de ese tabs. El hecho de que los deseos incestuosos scan fantasmaticos no significa que no se trate también de sthechos sociales». La pregunta es, mis bien, geémo se crean 0s fantasmas y, sobre todo, cOmo se instauran como tna consecuencia de su prohibicién? Ademés, gcémo es posible que el convencimiento social de que la prohibicion es efect- va —manifestada aqui de forma sintomética a través de LéviStrauss— ignore y, por tanto, permita crear un lugar social en el que las précticas incestuosas tengan cabida y ‘puedan multiplicarse sin proscripcin? Segtin LéviStrauss, el taba contra el incesto hetero sexual entre hijo y made, asi como esa fantasia incestuosa, se funda como verdad universal dela cultura. ¢Como se crea la heterosexualided incestuosa como la mattz presun- tamente natural y preartifcal del deseo, y cémo se genera cl deseo como un privilegio masculino heterosexual? La na turaizacién tanto de la heterosexuslidad como de la esen cialidad masculina del agente sexual son elaboraciones dis carsivas que en ningtin momento se explcan, pero que ue 1 GENERO BN psours siempre se presuponen en este marco estructuralista funda osal La apropiacinlacaniana de Lévi-Steaus se cetra en la prohibiciéa cont el incesto y el inicio de la exogamia en Ia reproduccién de la cultura —ésta se entende principal ‘mente como una serie de estructarasy sigificaciones lin- silsticas—. Para Lacan, la Ley que prokibe la unin ince twos entre el ni y su madke origina las esteucturas de parentesco, una sucesién de desplazamientos libidnales ‘ructuras def enguaje —colectivamente entendidas como lo ‘Simbélico— poseen ciertaintegridad ontolégica con inde- pendencia de los diferentes agentes hablantes a través de ‘quienes operan, la Ley se confirma eindividualiza dentro de Tos términos de cada ingreso infandil a la cultura. El habla aparece tinicamente si hay instisfaecin, la cual se instaura a través de la prohibicion incestuosa; la jouitsance [go20] original se diluye a través de la represin primaria que crea al sujeto. En su lugar aparece el signo que estéapartado de ‘manera parecida del sigaificante y que desea recuperar ese placer irrecuperable en fo que significa. El sujeto, que se ‘rea mediante esa prohibicién,s6lo habla para trasladar cl deseo hacia los reemplazos metonimicos de ese placer ite ‘cuperable. El lenguaje s el remanente y una realzacion al temativa del deseo no saciado, la elaboracign cultural varia- dda de una sublimaciGn que nunea se sacia realmente, El hhecho inevitable de que el lenguaje nunca consign significa «la consecuencia necesaria de la probbcién que es el fu: ddamento de la posiblidad del lenguaje y que determina la forlidad de sus gestos rferenciales. promuniciOn, SICOANALIIS ¥ LA PRODUCKION C1 MIS LACAN, RIVIERE ¥ LAS BSTRATEGIAS DE LA MASCARADA Preguntar por el «ser» del género y el sexo desde un punto de vista lacaniano es impugnar el objetivo mismo de la teoxa del lenguaje de Lacan. El sefua la superioridad que sc ha otorgado a a ontologia dentro de a metafsica occ ‘ental y hace hincapié en la suberdinacién de la pregunta «iQué es/tiene ser?» a la pregunta anterior de «gCémo se creay distrbuyeel “sec” a eaves de ls pricticassignifcan- 1tc8 de la economia paterna?». Se considera que la especifi caci6n ontolégica del ser, la negacién y sus relaciones estén ‘expresadas por un lenguaje articulado por la ley paterna y sus mecanismos de diferenciacién, Una cosa adquiere la ca- racterizacin de ser y ee gsto ontolgeo la activa inca- tmente dentro de uns estructura de significacién que, como Jo Simbalico, es en si preontolgice. Por tanto, en Ja ontologia no hay una basqueda per se, ino hay acceso al ser, sit una biisqueda anterior del «ser» del Falo, el sentido autorizador dela Ley sein el cul la dite rencia sexual reconoce su propia intligibilidad. «Ser» el Falo y «tener» el Falo anuncian posiciones sexuales diferen- tes, 0 no posciones (en realidad, posiciones imposes), dentro del lenguaje. «Ser» el Falo es ser el esignificante» del deseo del Otro y aparecer como ese significante, Es decir, es ser el objeto, el Otro de un deseo masculino (heterosexus 2ado), pero también representa o evidenciar ese deseo, Este ¢s un Otro que no ¢s el limite de la masculinidad en una al- teridedfemenina, sino el lugar de una autoelaboraci6n mas- culina. Para las mujeres, el hecho de «ser» el Falo es eviden- ciar el poder del Falo, significar ese poder, «encarnar» el Falo, facilitar el lugar en el que éste se introduce y significar cel Falo al «ser» su Otro, su ausencia, su privacién, la corro- 6 BL GENER BN bisPUTA bomncidn daléctica desu identidad, Al sostener que el Otro desprovsto del Falo exo Falo, Lacan sel de manera ro- tunda que el poder se pone en préctica por esta posicién femenina de «no tenerr, que el sujeto masculino que «tie: ne el Falo exigea este Otro para que eatfiquey, por tan to, sea el Falo en su sentido wextensom.” Esta caracterizacion ontoligicaadmite que la apariencia ‘o efecto del ser siempre se origina mediante las estructuras de significacidn, El orden Simbdlico elabora la inteigibi dad cultural por medio de las posicones reefprocamente cx cluyentes de «tener» el Falo (la posicién de los hombres) y «ser» el Falo (la posicién paradéjca de ls mujeres). La de- pendencia reciproca de estas posiciones remite ala estruct 1a hegeliana de reciprocidad fallida entre amo y esclavo y, concretamente, «la inopinada dependencia del amo respec- to del esclavo para crear su propia identidad mediante el e- fej.“ No obstante, Lacan idea ese drama en un campo fan tasinatico. Cualguierintento de crear la identidad dentro de fos limites de esta disyuncién binatia de «ser» y «tener» ‘nuclve al punto de la inevitable «catencia» ya la «pérdid» ‘nla que se construye su elaboracién fantssmitica y se del rita la inconmensurabilidad de lo Simbelico y lo real lo Simbélico se entiende como una estructura desi icacign culturalmente universal que en ningtin caso esté completamente eemplifcada en loreal, entonces tiene sen tido preguntar:¢gué 0 quén significa qué.o a quién en esta cuestién aparentemente transcultural? No obstante, esta pregunta se formula dentro de un marco que reconoce a un sujeto como significantey un objeto como significado la di- del sujeto masculino, ai como a la airrealidad» de la heterose- ualidad, También parece aludir a la posicidn de las mujeres (ini comentario esté entre corchetes): «Esto resulta de ia in 20 EL GENERO EW biseuTA tervencién de un “parecer” que sustituye al “tener” [indu- dablemente se exige un reemplazo porque se afrma quc las mujeres no “tienen para protegetlo por un lado y pata en mascara a falta en el otra. Aunque agu no hay ningtn gé nero gramatical, parece que Lacan estéescibiendo sobre la posicién de las mujeres, para quienes la falta» es caracters tica,y por tanto debe encubizse,y quienes de alguna forma sw concretada necestanproteccidn. Asi, Lacunsostiene que ‘sta situacién produce eel efecto de proyectarenteramente cna comedia las manifestaciones ideale otipicas del com portamiento de cada uno de los sexos, hasta el limite del acto dela copulacién» pig. 28). Lacan prosigue eta explcacién de a comedia hetrose xual airmando que esta «apariencia de ser» ol Falo que las _mujeresdeben realza es ineudiblemente un maicarada ‘érmino es importante porque expresasentdos contradict: ts. Por un lado, sie «set» —a especfcacidn ontlégica del Falo—es una mascarada,entoncesreduciia todo el ser tua forma de apariencia, el parecer set, con el resultado de «que toda la ontolgia del género se puede reduce a juego de apariencias. Por otto, la mascarada implica que bay un «ser o especificacin ontolgica dela fetinidad anterior a Ja mascarade, una demanda 0 un deseo femenino que esté ‘eumascarado y que puede ser reveladoy que, de hecho, ‘apaz de prometer un cambio fururo y el desplazamiento de la economia significant falogocéntic. En la ambigua estructura del rzzonamiento de Lacin pueden dstinguirse al menos dos tareas muy diferentes. Por tuna parte, la masearada puede concebirse como la produc: que debe rechazarse? ¢Cuan- docs rechazads, se manifiesta la parte innombrada, una vez ‘mis, como una carencia? ,O es la carencia misma la que debe rechazarse para que pueda manifestarse como el Fulo en si? ¢Es la innombrabilidad de esta «parte esencial la misma innombrabilidad que acompaia al «6rgano» mascu: lino que siempre cortemos el riesgo de olvidar? Bs juste mente dicho olvdo lo que conforma la xeptesin en el centro dela mascarada femenina? 2Es una supuesta masculinidad ‘PROHIBICION, PSICOANALISIS ¥ LA PRODUCCION {.-] 123 la que debe desaparecer para que se manifieste como la cx- rencia qu confisms por an, eel Pal, oes una posi lidad fica que debe ser rechazada para ser esa carencia que confirma? ‘Lacan jusifica su propia posiciéa cuando afirma que ela fancién de la mascara...) domina las identificaciones en aque se resuelven los rechazos de la demanda (de amorl» {pég, 289]. Dicho de otro modo, la mascara forma parte de Incstrategia incorporadora de la melancolia, es la aceptacién de atrbutos del objeto/Otro que se ha perdido, y la pérdida ts el resultado de un rechazo de la exigencia de amor” El hecho de que la méscara «domines y también «resuelva» es tos rechazos indica que la apropiacin es la estrtegia pot medio de la cual esos rechazos de por st son rechazados, do ble rechazo que acentia la estructura de la identidad me- dante la absorcidn melancélica de quien, en efecto, se pier de dos veces. Bs revelador que Lacan sie fa discusién sobre la mis cara junto con un andlsis de la homosexualidad femenina Sostiene que «la orientacién de la homosenualidad femeni 1a [..J, como lo muestra la observacién, es resultado de una ddecepcién que refuersa la vertiente de la demanda de amor» [pig. 289]. Aqui se evita decir de manera oportuna quién cobseiva y qué esta siendo observado, pero Lacan sostiene {que su afirmacién esté clara para cualquiera que se esfuerce ten observa. Lo que tno ve através de la «observaciéno es la decepcién de la mujer homosexual, y que ea decepcion se parece alos rechazos que se someten/determinan por medio dela mascarada, Uno también «observa» de alguns forma fgue la mujer homosexual esté sometida a una idealizacién fortalecida, una exigencia de amor que se busca # expensas del deseo. 124 BL GENERO EN pisrUTA Lacan prosigue este fragmento sobre la homosexual dad femenina» con la afiemacién que antes citamos par- (pig. 289], y si la homosexualidad de la mujer se considera la consecuencia de una decepcién «como lo smucstra la obscrvacién, en ese caso esta decepcién debe manifestarse de manera clara para que sea observada. Si Lacan reconoce que la homosexualidad de la mujer proce- dde de una heterosexualidad decepcionada —como se afr sma que lo demuestra la observacién—, eno serfa igual de evidente para el observador que la heterosexualidad pro- cede de una homosexualidad decepcionada? ¢Es ia masca- +a de la mujer homosexual la que se «observan y, en ese ‘aso, qué expresién claramente legible sugiere esa wdecep- idm y esa eorientacién», as{ como el desplazamiento del deseo por la exigencia (idealizada) del amor? Es posible ue Lacan esté afirmando que lo que queda patente en la observacién es el caricter desexualizado de Is lesbiana, le introduccién de tn rechazo que se manifesta como la fal ta de deseo. Pero esta conclusién puede entenderse como cl resultado necesario de un punto de vista de observacién masculina y heterosexualizada para el cual la sexualided lesbiana es un repudio de la sexualidad per se inicemente porque se admite que la sexualidad es heterosexual, y el dobservador, aqui erigido como el hombre heterosexual, ex perimenta un claro rechazo. En realidad, no es este andi- sis a consecuencia de un repudio que desilusiona al obser- vador, y cuya desilusién, no aceptada y proyectada, se transforma en el caracter fundamental de las mujeres que verdaderamente lo rechazan? PROHIBICION, PSICOANALIIS ¥ LA PRODUCCION [..] 125 En un desplazamientotipico sobre las ubiceciones pro- rominales, Lacan no esclarece quién rechaza a quién. No cobstante, como lectores e presupone que comprenderemos ‘que este «rechazo» imprecso esti relacionado de manera significativa con la mascara, Si, finalmente, todo rechaz0 es una fdelidad aalgin otro vinculo en el presente 0 en el pa saul, el rechazo es también al mismo tiempo proteccién, De csta manera, la mascara oculta esa pérdida, pero la protege ty la nicga) a través de su ocultamiento, La méscara tiene dls funciones, que son las dos funciones de la melancola La miscara se acepta por medio del proceso de incorpora cién, que es una forma de introduciry posteriormente util ar una idemtificacién melancélica dentro del cuerpo y sobre €l; en realidad, sl significacién del cuerpo en el melde del (Ouro que ha sido rechazado, Sometido mediante la apropia- cin, todo rechazo esti condenado al fracaso, y quien recha 2a pasa a ser parte de a identidad misma de lo rechazado, es deci, se converte en el rechaza psiquico de lo rechazado. Lapédida del objeto nunca es total porque serecoloca den- tro de un limite psiquico/eorpéreo que se amplia para a: berga esa pérdida. Esto sia el proceso de incorporaci6n dl género dentro de laesfera més extensa de la melancolia El ensayo de Joan Riviere «Womanliness as a Masquer des. publicado en 1929, incorpora la nocién de feminidad como mascarada desde la perspectiva de una teoria de la agresin y la resohucion de conflcto. Al principio esta teo sia parece aljarse del andisis de In mascarada que plantea Lacan entérminos del comedia dela posiciones sexuales. Riviere comienzarevisando de forma resperuosa la tipologla dle Ernest Jones del desarrollo dela sexualidad de la mujer cn formas heterosexuales y homosexuales. No obstante, s¢ ‘basa en los «tipos intermedios» que desdibuian los contor 126 HL GeNEHO EN DusPUTA ‘os entre lo heterosexual y lo homosexual y que refutan de ‘manera implicta la capacidad descripiva de la tipologia de Jones. En una afirmacién que parece influida por a referen. cia fécil de Lacan a la sobservacin», Riviere acude a la ex. petiencia o al conocimiento mundanos para legitimar suv si6n de estos «tpos imtermediog»: «En la vida cotidians con {frecuencia hay ipos de hombres y mujeres que, aunque son fundamentalmente heterosexuales en su desarrollo, revelan claramente rasgos fuertes del otro sexo» [pig 35], Aqui lo més evidente son las clasficaciones que determinan y es. tructuran la vision de esta meacla de atributos. Obviamente, Riviere comienza con nociones concretas sobre lo que et ‘mostrar rasgos del propio sexo, y por qué se considers que 50s simples rasgos manifistan o rellsjan una supvesta ovientacién sexual.” Esta observaciin no sélo indica que hay una correspondencia entre earactetisticas, descon sorientaciones» sino que también establece esa unidad ‘mediante el acto perceptivo en si. La unidad que Riviere re- clama entre los atributos de género y una «orientacién» na turalizad se manifista como un caso deo que Wittig lama la eformacin imaginaria del sexo. No obstant, Riviere cuestiona ests clasificacones nat ralizadas por medio de un lamamiento a gue el pscoandl sis explique y site el significado de atributos de género mixtos en la «interaccin de conflicts» (pig. 35]. Resulta revelador gue compare este tipo de teotia psicoanalitica con otra que conver la presencia de atributos aparentemen- te emasculinos»en una mujer en una simple winclinaci6n ra dca o fundamental. Es deci, la consecucin de eos at bbutos y la consumacién de la orienacién heterosexual homosexual se evan cabo mediante la resolucion de con: flictos, euyo propésito es climinar la ansiedad, Refiiéndose PHOHIRICION, PSICOANALISIS YLA PRODUCCION {..] 127 « Ferenczi para establecer una correspondencia con su pro: pia reflexin, Riviere aig Ferencai planes [..] que los hombres homosexualesext- tgeran su heerosexualidad como una “protecein” conta su hhomosexualdad. Trataré de demostrar que las mujeres que snhelan tener mascuinidad pueden ocultarse bajo una misc 1 de feminidad para evita la ansiedad ye eatgo que temen deloshombres (pig. 35). No se especifica cules la forma puede entenderse como un intento por renunciar& «tener al Falo pata evtar el eastigo de aquellos de quienes deben cde habeclo conseguido por medio de laeastraciin. Riviere describe el miedo al castigo como la consecuencia de la fan tasia de la mujer de ocupar el lugar de los hombres 0, més conceetamente, del padve. En el ejemplo que ella misma analiza, que algunos consideran autobiogrifico, e enfrenta 8 1 GENERO EN Bispura siento con el padre noes por el desco de a madre, como Podria creer, sino por ocupar el gat del pade ene dis eurso pdblico como heblante, conferenciante y escrito; es , que sable como una bs psig yl pues fe ida posteriormente, es una produccién discusiva que dice traenor too daca live web srs da costurbres generatvasy obigetoras excluyentes dele he- terosexualidad norativa El discuro lacaniano se concentra en la nocién de «una ‘acisiéns, un cima primaro o bisico que divide interns- ante al sujet y que determine la dualided de los exos. Pero, cpor qué este enfoqueexclusivo de a cada en la dus lidad? En sé-minos lcanianos, parece que la division siexn- pre esl efecto de laley, y no un requisto preexistente sobre eloual operelaey Jacqueline Rose arma que «para ambos Sexos, la sexualad obigatoriamente tara la duplicidad aque socava su escisiin fandamental fo cual indica que la divisin sexual, ealizada mediante la represién, esti debil tada necesariamente por la estratagema misma de a ident- dad. Peto, eno cs una duplicidad prediscursiva la que viene aca presen univocs de cada psn dent :* Sila ba HL GENER EN oIPUTA lided y si se demuestra que esta «escisién» es doble a causa de la atilicalidad de su division, entonces tiene que haber in que luche contra la fragmentaci6o, una duplici- dad psiquica 6 bisexualidad inmanente que socave todo in- tento de ruptura. Creer que esta duplicidad psiquica es el dfeco de la Ley es el propésito manifiesto de Lacan, pero también es el punto de resistencia dentro de su teoria. Indudablemente Rose extéen lo cierto cuando dice que toda identificacin, justamente porgue tiene un Fantasma ‘como su ideal, esté condenada al fracaso, Cualquierteoria psicoanalitica que recomiende un proceso de desarrollo que requiera lograr una identificacin conereta entre padre € hijo o madte e hija une erréneamente lo Simbilico con fo real y olvida el punto eritico de inconmensurabilidad que explica qua widentficacidn» y el drama de wee» y «tener» 1 Falo son siempre fantasmiticos." No obstante, qué de termina el campo de ofantasmitico, las normas que rigen la inconmensurabilidad de lo Simbélico con lo real? Es evi dente que no es sufcienteafirmar que este drama es vilido para habitantes de hogares occidentales del capitaliamo tar do y que quizas en alguna época ain no determinada alin ‘otto régimen Simbelico reget el lenguaje de a ontologia e- xual. Al instaurar lo Simbélico como invariablemente fan- tasmatico, el cinvariablemente> se tranaforma en un «inevi- tablementes que crea una descripcién de Ia sexualad en técminos que originan el estatismo cultural. 1a interpretacién de Lacan, que ve en lo prediseursivo ‘una imposibilidad, promete uns critica que entiende la Ley como prohibitiva y generativa al mismo tiempo. El hecho de ‘que no surja aqui el lenguaie de la fisiologiao de a dispos: cién es bueno, pero las resricciones binarias de todas for PRONIRICION, RICOANKLSESY LA PRODUCEION [..]. IBS mas encuadran y expresan la sexualided y fijan con antela- cin las formas de su resistencia alo areal». Al fia el cam po mismo de lo que estésujeto a le represin, a exclusion ‘opera antes que la represi6n, es decit, n el establecimiemto ela Ley yas objetos de subordinacién, Aunque se puede sfirmar que para Lacan la represién crea lo reprimido me- ante laley paterna y prohibitiva ese argumento no explice la nostalgia generalizada por Ia plenitud perdida de la joui- sance en st obra, Ea realidad, la pérdida no podria conce- birse como tal a no ser que [a irecupersbilidad misma de ‘ese placer no aludiera a un pasado que est excluido del pre- sente pot medio de la ley prohibitiva. Fl hecho de que no podamos acceder a ese pasado desde la postura del sujto ‘creado no quiere decie que ese pasado no emerja dentro del habla de dicho sujeto como félue, discontinuidad, delia- miento metonimico. Asi como la realidad nouménica mis verdaders existia para Kant, el pasado prejutidico de la Jjouissance no puede concebise desde dentro del lenguaje hhablado; no obstante, esto no significa que este pasado no tenga realidad. El mismo caricterinaccesble dl pasado, re- telado porel dedizamicnto metonimico enel habla contem- porines, corrobora esa plenitud original como la realidad fundamental Surge otca pregunta: ¢qué grado de verosimilitud puede tener tn anlisis de lo Simbélico que exija una concordancia con la Ley que no se pueda cumplir y que no permita la fle- sibilidad dela Ley misma, para su reformulacioa culrural en formas mis plisticas? El mandato de hacerse sexuado en las maneras determinadas por lo Simbélico siempre conduce al fracasoy, en algunos casos, ala revelacién de la naturaleza fantasmética de la identidad sexual en si La aspiracién deo Simblico de sera intligibilidad cultural en su forma hege 16 BL GENERO EN DISPUTA ménica y actual refuerza, en efecto, el poder de esos fantas- mas, ai como los distintos dramas de identificacionesfali- das, La otra alternativa no es sostener que la idenificacién, dba transformarse en una realizacién viable, pero si parece haber una romantizacin o, de hecho, una idealizacién reli siosa del «fracasom, fa humildad y la limitacién ante la Ley, que convierte la narracién lacaniana en ideolégicamente di: ddosa. La dalécticacotre un imperativ jusidico que no pu de realizarse y un fracaso inevitable «ante la ley» remite ala relacién atormentadla entre el Dios del Antiguo Testament ¥los sirvientes husnillados que prometen obediencia sn re- compensa, El hecho de que la sexualdad personifique aho: reste impulso religoso en la forma de a exigencia de amor (entendida como una demanda «absolutes), ue se diferen cia tanto dela necesidad como del desco (una suerte de tras cendencia extética que oculta completamente la sexuali- dad), otorga mayor ctediblidad alo Simbélico en tanto que cs aplcable alos sujetos humanos como la deidad inacees: ble pero omnideterminante Esta estructura de tragediareligiosa en Ia teoria lacania na socava, en efecto, cualquier estrategia de politica cultural de crear un imaginatio diferente para el jucgo de los descos. Sill Simbslico asegura el fracaso de las tareas que impone, uizé sus objetivos, al igual que los del Dios del Antiguo ‘Testamento, scan completamente no ideolégicos: no la con- secucién de algin objetivo, sino la obediencia y l padeci- ‘miento pera exigir el sentido de limitacién del «sujeto ante la ley», Obviamente, hay una faccta cémica en este drama aque se manifiesta al descubrir la imposibilidad peepetua de Iarealizacin de la identidad. Pero incluso esta comedia cs la expresin inversa de una esclavizacién ante el Dios del que se afirma que no se puede vencer. PROMIBICION, FSICOANALISIS ¥ La PRODUCCION [..] 137 1a teoria lacaniana debe entenderse como una suerte de cmoralidad de esclavos». su feminided como consecuencia de ello. Asi pues, en la tess, de Freud sobre la bisexalidad primaria no hay homosexua- lidad y slo los opuests se atrac, Pero geémo confirma Freud la existencia de estas dispo- siciones? Sino hay forma de diferenciar ente la feminidad adquirida mediante interiorizaciones y la que est estricta- mente relacionada con la disposicién, entonces equ impide concluir que todas las afinidades concretas de género son consecuencia de interiorizaciones? ¢Sobre qué base se ads- criben idensidades y sexualidades de disposicion @ los ind- vidos, y qué significado podemos otorgar de entrada a Ia afectividad mediante los cfectas de la prohibicién. Como consecuencia, las disposi

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