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Cuad. herpetol.

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– 163, 2002
2002 151
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VARIACIÓN DE LA COLORACIÓN EN POBLACIONES


ARGENTINAS DE MELANOPHRYNISCUS RUBRIVENTRIS
(VELLARD, 1947)

MARCOS VAIRA
CONICET. Museo de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Salta. Mendoza 2, (4400) Salta, Argentina.
m v a i r a @ a r g e n t i n a . c o m

R E S U M E N . — Tanto los patrones como el tono de la coloración dorsal y ventral han sido
caracteres comúnmente utilizados para el reconocimiento y diferenciación de numerosas especies y
subespecies del género de Bufonidae Melanophryniscus. Sin embargo, raramente se han presentado
análisis detallados y sistematizados que indiquen la ausencia o la baja frecuencia de polimorfismos en
estos caracteres para asegurar que son realmente diagnósticos. Mediante una metodología
sistematizada se estableció la validez diagnóstica de estos caracteres para las poblaciones argentinas
de Melanophryniscus rubriventris. La información obtenida en este trabajo, sugiere la existencia de
poblaciones con variaciones morfológicas distintivas aunque no exclusivas y se propone que las
actuales subespecies sean sinonimizadas. Dada la importante variabilidad registrada en los patrones
de coloración de ejemplares conservados y de la intensidad de la coloración in vivo en todo el rango
de distribución de Melanophryniscus rubriventris, así como la multiplicidad de fuentes de variabilidad
que estos caracteres pueden expresar, se sugiere que el uso de la coloración como carácter
diagnóstico único para la delimitación de especies sea utilizado con cierta precaución o empleando una
metodología de muestreo rigurosa que contemple la edad, el sexo y la mayor cantidad posible de
poblaciones en todo el rango de distribución del grupo a investigar.
Palabras clave: Caracteres, Coloración, Polimorfismo, Melanophryniscus, Argentina.

A B S T R A C T. — Both, patterns and hue of dorsal and ventral coloration were commonly utilized
in species and subspecies recognition in the genus of Bufonidae Melanophryniscus. However, no
detailed and systematized analysis were presented to determine if such characters are truly fixed. I
determine the validity of these attributes as truly diagnostic characters in different populations of
Melanophryniscus rubriventris of Argentina. The evidence obtained suggest the existence of sets of
populations which differ only in trait frequencies and I propose the synonymy of the actual
subspecies. I suggest that, because of relatively large intrapopulational variability of patterns and
hues, coloration may be a character inadequate for making clear delimitations between putative
species. Also, I suggests that age and sex of the individuals and a geographically comprehensive
sample of populations should be considered when coloration were applied to species delimitation in
the genus Melanophryniscus.
Key words: Characters, Coloration, Polimorphism, Melanophryniscus, Argentina.

INTRODUCCIÓN

El sapito de panza roja, Melanophry- mento de Orán entre los 1800 a 2000
niscus rubriventris (Vellard, 1947) fue metros de altura». Laurent (1973) anali-
descripto a partir de ejemplares prove- za la variación geográfica de 5 poblacio-
nientes de la «región cordillerana de Sal- nes de la especie y si bien reporta una
ta cerca de San Andrés en el Departa- amplia variación intrapoblacional en la
152 M. V A I R A : Coloración en Melanophryniscus rubriventris

coloración de los ejemplares, distingue presenta el rasgo alternativo. Dado que


entre cinco estados discretos de varia- este procedimiento es claramente inapli-
ción de la coloración dorsal y tres de la cable en la mayoría de los análisis efec-
coloración ventral. Sobre esta base, ana- tuados para el reconocimiento de espe-
liza las diferencias en los patrones de cies, Wiens y Servedio (2000) han pro-
coloración de las distintas poblaciones y puesto una metodología más conservativa
concluye que estas pueden ser separadas considerando que los rasgos polimórficos
en tres subespecies de distribución alo- con una frecuencia de ocurrencia muy
pátrica. baja (pero no necesariamente igual a 0)
Más allá del concepto de especie al que pueden igualmente ser considerados ca-
se adhiera, un criterio operativo común- racteres diagnósticos que permitan distin-
mente utilizado para el reconocimiento de guir a esa población (o supuesta especie)
especies es la búsqueda de caracteres de todas las otras poblaciones (o supuestas
diagnósticos, es decir, invariables intraes- especies).
pecíficamente o no superpuestos entre las Tanto los patrones como el tono de la
poblaciones o supuestas especies conside- coloración dorsal y ventral han sido ca-
radas (Wiens, 1999). Sobre la base del aná- racteres utilizados para el reconocimien-
lisis efectuado por Laurent (op. cit.), la to y diferenciación de especies y subespe-
coloración aparece —a priori— como un cies del género Melanophryniscus (Cei,
buen carácter diagnóstico para separar las 1980; Céspedez y Álvarez, 1999). Sin em-
poblaciones de Melanophryniscus rubri- bargo, raramente se han presentado en
ventris y eventualmente permitiría desig- las descripciones análisis detallados y sis-
nar las actuales subespecies como especies tematizados que indiquen la ausencia o
válidas. Sin embargo, si los estados de la muy baja frecuencia de polimorfismos
este carácter se presentaran como rasgos para asegurar que estos caracteres fue-
polimórficos que sólo difieren en la fre- ran realmente diagnósticos.
cuencia de ocurrencia en las poblaciones, Durante una serie de campañas reali-
sería probable detectar individuos idénti- zadas entre los años 1996 a 2000, se de-
cos en las distintas poblaciones y por lo tectaron cinco poblaciones nuevas de
tanto no podrían reconocerse especies di- Melanophryniscus rubriventris para Ar-
ferentes. Distinguir entre rasgos polimór- gentina y se recolectaron nuevos ejem-
ficos o estados de caracter estables permi- plares provenientes de tres poblaciones
tiría agrupar las poblaciones que difieren ya analizadas por Laurent (op. cit.). La
sólo por la frecuencia de ocurrencia de un coloración en vida de los ejemplares de
rasgo en una única especie y las poblacio- tres poblaciones mostró una importante
nes que presenten al menos un estado del variación de la coloración dorsal rojo-ana-
carácter constante o no superpuesto con el ranjada. En vista de esta diferencia de
de otras poblaciones como especies dife- coloración observada, la cual no ha sido
rentes. Esta metodología para la delimita- destacada en ningún estudio previo, se
ción de especies, propuesta por Davis y efectuó un análisis para expresar cuanti-
Nixon (1992), presenta algunas probabili- tativamente estas diferencias ya que és-
dades de error como la sobreestimación tas podrían traducirse en variantes po-
del número de especies al considerar un blacionales de interés que permitan el
rasgo polimórfico como un carácter esta- reconocimiento de especies válidas.
ble si la cantidad de individuos utilizados En este trabajo, se propone mediante
en los análisis es escasa. Idealmente, para una metodología sistematizada establecer
garantizar que un rasgo es completamen- la validez de los patrones y el tono de la
te estable en una población (presente en coloración dorsal y ventral como caracte-
el 100% de los individuos) se debería ana- res diagnósticos entre las diferentes po-
lizar la totalidad de los ejemplares de una blaciones de Melanophryniscus rubriven-
población para poder concluir que ninguno tris y discutir el uso de la coloración
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como criterio exclusivo para delimitar rubriventris, descripta a partir de ejem-


especies en el género Melanophryniscus. plares de la población de San Andrés
(Salta) y de una población proveniente de
las Serranías de Calilegua (Jujuy) que fue
MATERIALES Y MÉTODOS considerada por Laurent (op. cit.) como
perteneciente a la serie típica. Por últi-
Procedencia de las muestras y dis- mo, las poblaciones provenientes de Ti-
tribución geográfica de las subespe- raxi y Tres Manantiales corresponden al
cies. — Para la realización de este estu- extremo sur de la distribución de la es-
dio se analizaron 167 individuos de 8 po- pecie y serían coincidentes con el área
blaciones de la especie todas dentro del de distribución de la subespecie M. ru-
área de distribución considerada por briventris subconcolor, descripta a partir
Laurent (1973) (Fig.1). Las poblaciones de ejemplares colectados en las localida-
de Los Toldos, Canto del Monte, Cedral des de El Duraznito y Capillas (Jujuy) y
de Baritú, Quebrada La Gateada y Si- Abra de la Sierra (Salta) (Fig. 1).
dras, provenientes del extremo norte de Todos los especímenes examinados
la distribución de la especie corresponde- son adultos y se encuentran depositados
rían al área de distribución de la subes- en la colección herpetológica del Museo
pecie M. rubriventris toldosensis, des- de Ciencias Naturales de la Universidad
cripta a partir ejemplares de la localidad Nacional de Salta (Apéndice I). Se inclu-
de Los Toldos (extremo noreste de la yen en los análisis de los patrones de
Provincia de Salta). La población de Abra coloración los datos de variación reporta-
Colorada proviene de la porción central y dos por Laurent (op. cit.) en cuatro po-
correspondería al área de distribución de blaciones tipo analizadas en su estudio
la subespecie nominal M. rubriventris (Tabla 1).

Tabla 1. Frecuencia de ocurrencia de los distintos estados de variación de los patrones de coloración
dorsal y ventral en ejemplares conservados de 11 poblaciones de Melanophryniscus rubriventris. Los
datos para las localidades subrayadas fueron obtenidos de Laurent (1973). Ver texto para la descrip-
ción de cada estado de variación.
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Patrones de coloración de ejempla- tris (patrones dorsales y ventrales 1 al 3


res conservados. — La descripción de de la Tabla 1) y c) un patrón de colora-
las subespecies por Laurent (op. cit.) se ción dorsal sombría desprovisto de man-
basó -al parecer- en la comparación de la chas o vestigios apenas más claros en la
coloración in vivo de algunos ejemplares región escapular y coloración ventral
colectados por el mismo entre 1969 y predominantemente clara con algunas
1971, con otros depositados en la colec- manchas negras para los ejemplares de
ción de la Fundación Miguel Lillo desde M. r. toldosensis (patrón dorsal 5 y ven-
1960. Estos últimos, obviamente, debían tral 1 de la Tabla 1).
presentar su coloración totalmente des- Para la comparación de los patrones
vanecida. En consecuencia, las diagnosis de coloración entre las nuevas poblacio-
de las subespecies mencionan indistinta- nes de Melanophryniscus rubriventris se
mente coloraciones rojas, anaranjadas, utilizó como base la misma clasificación
amarillentas y negras en contraposición de los estados de variación propuesta
a coloraciones sombrías y claras (ver por Laurent (op. cit.) a fin de confirmar
Laurent, op. cit.). Dada la dificultad para la concordancia de los patrones de colo-
establecer claramente el patrón de colo- ración con los descriptos originalmente.
ración tipo de los ejemplares conservados Para evitar posibles diferencias de apre-
de cada subespecie se uniformó las des- ciación, los estados de variación de la
cripciones a partir de las ilustraciones coloración de los ejemplares colectados
que se incluyen en el trabajo de Laurent para este estudio fueron registrados lue-
(op. cit.). La descripción de la variación go de seis meses de conservación en al-
de la coloración fue adaptada a coloracio- cohol 70% cuando la coloración rojo-ana-
nes claras (referidas también como colo- ranjada se encontraba completamente
raciones rojas, anaranjadas o amarillen- desvanecida. Las comparaciones se reali-
tas en la descripción original) y oscuras zaron tanto en el patrón dorsal como
(referidas como coloraciones negras, ne- ventral de cada ejemplar y los estados de
gruzcas, aceitunadas o grises). Observa- variación analizados fueron: A) Patrón
ciones personales más las indicadas por dorsal (1) zonas claras netamente predo-
Céspedez y Alvarez (1999) y Prigioni y minantes; (2) zonas claras y oscuras con
Langone (2000) en la descripción de nue- extensiones similares; (3) zonas claras
vas especies de Melanophryniscus indican reducidas a cinco manchas: dos dorsola-
que las manchas rojas o anaranjadas de terales, dos laterodorsales escapulares y
los ejemplares vivos se tornan blanqueci- una sobre el hocico; (4) coloración oscura
nas o claras luego de su conservación en casi uniforme, con vestigios de manchas
alcohol, mientras que las manchas ne- escapulares claras; (5) coloración oscura
gras permanecen oscuras en preservante. uniforme sin vestigios de manchas cla-
Así, los patrones de coloración de ejem- ras. B) Patrón ventral (1) Coloración cla-
plares conservados asignados por Lau- ra uniforme o con pocas manchas oscu-
rent (op. cit.) a cada subespecie fueron ras, generalmente en la línea media; (2)
redefinidos como: a) un patrón dorsal os- coloración oscura con manchas claras
curo uniforme o con vestigios de man- generalmente muy pequeñas, (3) colora-
chas escapulares claras y coloración ven- ción intermedia con un desarrollo similar
tral oscura con manchas claras más o de las zonas claras y oscuras. Un ejem-
menos uniformes en M. r. subconcolor plar representando cada estado de varia-
(patrones dorsales 4 y 5; ventrales 2 y3 ción del patrón dorsal y ventral se indica
de la Tabla 1); b) un patrón dorsal con en la Tabla 1.
manchas claras y oscuras en distinto
grado de predominancia, coloración ven- Coloración in vivo de los ejempla-
tral predominantemente clara con algu- res. — Las comparaciones de la colora-
nas manchas negras en M. r. rubriven- ción dorsal rojo-anaranjada de los ejem-
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plares fue realizada utilizando un Atlas tre sexos (Siegel, 1974). Dos Análisis de
de Colores (Küpers, 1996). Sobre un to- Correspondencia se utilizaron para esta-
tal de 122 ejemplares (90 machos y 32 blecer el grado de relación de cada una
hembras) se registraron las variaciones de las poblaciones con los patrones de
de la coloración basándose en la compa- coloración dorsal y ventral establecidos
ración de la piel dorsal de cada ejem- por Laurent (op. cit.). El análisis de datos
plar con una grilla de colores del campo y tests de significancia fueron realizados
del naranja de mezcla acromática con con el paquete estadístico JMP® Version
negro y conformada por la combinación 3.2.2 (SAS Institute Inc.).
de los colores negro, amarillo y magen-
ta. Los valores de proporción de los tres
colores mencionados se convirtieron a RESULTADOS
una escala ordinal utilizando el modelo
HSB (Hue-Saturation-Bright) donde el Patrones de coloración en ejempla-
color se define mediante tres componen- res conservados. — Tanto los patrones
tes: tono, saturación y brillo. El tono de coloración dorsal como ventral en
hace referencia al tipo de color, como ejemplares conservados mostraron dife-
por ejemplo el rojo y se expresa con rencias interpoblacionales significativas
valores del 0 al 360. La saturación defi- (Patrón dorsal: X2aprox. = 106,5, g.l. = 7, n
ne la intensidad del color y se expresa = 167, P <0,0001; Patrón ventral: X2aprox.
en porcentaje del 0 al 100 y el brillo = 79,3, g.l. = 7, n = 167, P <0,0001),
define la cantidad de blanco que se aña- pero no mostraron diferencias significati-
de o elimina del color, expresado tam- vas al considerar variaciones entre los
bién en porcentaje del 0 al 100. En los sexos en cada población (Tabla 2).
tres componentes el intervalo mínimo Los cinco patrones dorsales y tres
entre valores es de 1. La conversión al ventrales descriptos por Laurent (1973)
sistema HSB fue realizada utilizando el pudieron ser corroborados en las ocho
Asistente de la Paleta de Colores del poblaciones analizadas (Tabla 1). El Aná-
software para PC Corel Draw® versión lisis de Correspondencia aplicado a los
7.0. Los registros de coloración se efec- patrones dorsales (Fig. 2a) separa por el
tuaron empleando una plantilla de car- segundo eje las localidades de Tiraxi, El
tón color gris con una perforación que Duraznito, Tres Manantiales, Capillas y
sólo dejaba al descubierto una sola cua- Los Toldos en base a los estados 4 y 5
drícula de la grilla por vez y tapaba los (coloración oscura) de las otras 6 locali-
matices limítrofes para evitar la influen- dades unidas por los estados 1 al 3 (colo-
cia de los colores circundantes. El ejem- ración clara predominante). En tanto, el
plar se colocaba sobre la plantilla y se Análisis de los patrones ventrales de co-
movía la misma sobre la grilla hasta loración (Fig. 2b) separa 3 grupos de lo-
encontrar el matiz de color que más se calidades en relación con los 3 estados
ajustara a la coloración dorsal rojo-ana- de coloración. Las poblaciones de Capillas
ranjada del individuo. Todas las obser- y Tres Manatiales asociadas con colora-
vaciones se efectuaron a campo, inme- ciones oscuras; las poblaciones de Tiraxi
diatamente después de la captura del y El Duraznito con desarrollo similar de
ejemplar y con luz natural del día. las manchas oscuras y claras; y las 8 po-
blaciones del norte y centro de la distri-
Análisis estadísticos. — Para el análi- bución con coloraciones predominante-
sis de las variaciones de la coloración de mente claras.
los ejemplares conservados y en vida se Considerando entonces la procedencia
utilizó el test de Kruskall Wallis (compa- de todas las poblaciones conocidas de la
raciones interpoblacionales) y el test U de especie, las de la porción sur de la distri-
Mann-Whitney para la comparación en- bución muestran un patrón de coloración
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dorsal con absoluta predominancia de las tamente negro y con la región femoral
áreas oscuras o negras y una coloración roja o combinando manchas negras y ro-
ventral predominantemente oscura o con jas en igual proporción. Las restantes
desarrollo similar de colores oscuros y seis poblaciones (Los Toldos, Canto del
claros (Tabla 1). En cambio, las poblacio- Monte, Cedral de Baritú, La Gateada,
nes de la porción central y norte de la Sidras y Abra Colorada,) presentaron una
distribución (a excepción del lote de 22 coloración dorsal con manchas rojo-ana-
especímenes proveniente de Los Toldos), ranjadas y negras o grisáceas con el
presentan patrones dorsales y ventrales vientre de color rojo intenso sin man-
con fuerte predominancia de las colora- chas o con pequeñas manchas negras en
ciones claras (Tabla 1). la porción abdominal. Estos resultados
coinciden con las frecuencias registradas
Análisis de la coloración in vivo. — para los estados de variación de los pa-
Las poblaciones de Tiraxi y Tres Manan- trones de coloración en ejemplares con-
tiales mostraron una coloración dorsal servados (Tabla 1). Al igual que en los
predominantemente negra u oliva y el análisis de ejemplares conservados, no
vientre más variable, siendo casi comple- fue posible detectar poblaciones en el sec-

Ejemplares conservados Coloración en vida


Patrón Patrón Tono Saturacion Brillo
Población dorsal ventral U P U P U P
U P U P (n) (n) (n)
(n) (n)
Los Toldos 12.0 0.99 9.0 0.52
(10) (10)
Canto del Monte 111.5 0.76 110 0.99 216.5 0.79 197.5 0.49 199.0 0.91
(31) (31) (53) (53) (53)
Cedral de Baritú –* –* 57.5 0.81 53.5 0.63 59.5 0.89
(35) (35) (35)
La Gateada 24.0 0.99 24.0 0.99
(16) (16)
Sidras 30.5 0.65 35.0 0.99
(19) (19)
Abra Colorada 100 0.39 119 0.99 132 0.68 122 0.45 129 0.60
(35) (35) (34) (34) (34)
Tiraxi 47 0.22 50 0.29
(25) (25)
Tres Manantiales 33.5 0.26 27.0 0.10
(20) (20)

Tabla 2. Resultados de las pruebas de Mann-Whitney para determinar dimorfismo sexual en los
patrones de coloración dorsal y ventral de ejemplares conservados y del tono, saturación y brillo de
la coloración dorsal rojo-anaranjada en poblaciones de Melanoprhyniscus rubriventris.
(*) El número de hembras fue insuficiente para realizar la prueba estadística.
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tor norte de la distribución con la colora- ción en vida, aparece como un rasgo
ción dorsal sombría u oscura que Lau- muy variable en las poblaciones con un
rent (op. cit.) asigna a la subespecie M. mínimo de 4 combinaciones (4 variantes
r. toldosensis. Si bien sus descripciones de color) en la población de Cedral de
no hacen mención a la coloración dorsal Baritú y un máximo de 11 variantes de
in vivo de M. r. toldosensis, la indicación color para la población de Canto del Mon-
de «coloración sombría desprovista de te (Fig. 4).
manchas amarillentas», se puede inter-
pretar como ausencia de manchas rojo-
anaranjadas.

Variación de la coloración dorsal


rojo-anaranjada. — Una notable varia-
ción de la intensidad de la coloración
dorsal rojo-anaranjada fue detectada en
los análisis efectuados en tres poblacio-
nes distribuidas en la porción central y
norte de la distribución de la especie. La
coloración dorsal rojo-anaranjada varió
significativamente entre las poblaciones
de Abra Colorada, Canto del Monte y
Cedral de Baritú para las tres variables
analizadas: tono, saturación y brillo
(X2aprox.= 46,58, P< 0,0001; X2aprox.= 93,4,
P< 0,0001 y X2aprox.= 97,10, P< 0,0001 res-
pectivamente, g.l. = 2, n= 122). Sin em-
bargo, de la misma forma que los patro-
nes de coloración en ejemplares conser-
vados, las diferencias de color entre ma-
chos y hembras de cada población no
fueron significativas (Tabla 2). En la po-
blación de Cedral de Baritú se registró
la coloración roja más intensa y brillante
(Fig. 3). En las poblaciones de Abra Colo-
rada y Canto del Monte, en cambio, se
observaron coloraciones rojo-anaranjadas T
más suaves y menos brillantes aunque
las menos intensas fueron siempre regis-
tradas en la población de Canto del Mon-
te (Fig. 3).
Sin embargo, en el análisis cuantitati-
vo de las combinaciones de tono, satura-
Figura 1. Procedencia geográfica de las pobla-
ción y brillo que componen cada gama de
ciones analizadas en este estudio (círculos ne-
color, se pueden observar hasta 20 com- gros) y de las utilizadas por Laurent (1973) para
binaciones diferentes (Fig. 4). La mayo- la descripción de las subespecies de Melano-
ría de ellas, si bien exclusivas de cada phryniscus rubriventris. Triángulo: Población
población, se encuentran intercaladas tipo de M. r. toldosensis; Estrellas: Poblaciones
con las combinaciones pertenecientes a tipo de M. r. rubriventris y Cuadrados: Pobla-
las de otras indicando una gradación de ciones tipo de M. r. subconcolor. Las figuras en
color de tonos más suaves a más inten- gris indican (de norte a sur) los Parques Nacio-
sos en todas las poblaciones. La colora- nales Baritú, Calilegua y El Rey.
158 M. V A I R A : Coloración en Melanophryniscus rubriventris

Validez de la coloración como carác- no existiría una frecuencia de corte pre-


ter diagnóstico. — Si bien, la práctica establecida para considerar un carácter
más usual en sistemática ha sido excluir como polimórfico o constante, sugieren
los caracteres polimórficos para delimitar que si el rasgo menos frecuente de un
especies (Wiens y Servedio, 1997), re- carácter presenta frecuencias superiores
cientemente se ha propuesto considerar al 0,05 no debería considerarse un carác-
como caracteres diagnósticos aquellos ter diagnóstico.
que posean frecuencias muy bajas del En una primera aproximación, podría
estado alternativo (Wiens y Servedio, establecerse que las manchas claras no
2000). Si bien estos autores indican que vestigiales (rojo-anaranjadas en vida) del
dorso y vientre de los ejemplares es un
caracter válido para delimitar grupos de
poblaciones (y eventualmente especies
diferentes). Aplicando la metodología de
análisis de agregación de poblaciones su-
gerida por Davis y Nixon (1992) surgen
dos grupos de poblaciones (o dos espe-
cies). Un primer grupo de once poblacio-
nes caracterizado por la presencia de
manchas dorsales claras no vestigiales
(Tabla 3). Un segundo grupo, conformado
por la población de Los Toldos registrada
por Laurent (op. cit.), caracterizado por
la ausencia de este atributo en el 100%
de los ejemplares (Tabla 3). La presencia
2 .0 de manchas blancas ventrales no vesti-
giales claramente no puede ser utilizado
como un carácter diagnóstico ya que to-
das las poblaciones presentan el rasgo en
frecuencias de ocurrencia desde el 13% al
100% (Tablas 1 y 3).

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Laurent (1973) describe las subespe-


cies de M. rubriventris basándose exclu-
sivamente en las diferencias en los pa-
trones de coloración dorsal y ventral de
las poblaciones. Los ejemplares colecta-
dos en este estudio muestran concordan-
.0 cia general con los patrones descriptos,
pero con importantes solapamientos en
Figura 2. Análisis de correspondencia de los
patrones dorsales (A) y ventrales (B) de colora-
las frecuencias de ocurrencia de cada pa-
ción de poblaciones de Melanoprhyniscus rubri- trón y con algunas inconsistencias referi-
ventris con los estados de variación establecidos das a la relación entre procedencia y pa-
por Laurent (1973). La descripción de los esta- trón de coloración asociado.
dos (rectángulos numerados) se indican en la Sólo en tres de las ocho poblaciones
Tabla 1. Las poblaciones marcadas con un aste- analizadas en este estudio se encontró
risco corresponden a las analizadas por Laurent concordancia entre los patrones de colo-
(op. cit.). ración observados y la correspondencia
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con el área de distribución de cada sub- de Los Toldos, las notables diferencias
especie. El patrón de coloración dorsal de observadas entre los patrones de colora-
la población de Abra Colorada se asocia ción de las muestras analizadas por Lau-
principalmente a los estados de variación rent (op. cit.) y las analizadas en este
con presencia de coloraciones claras que estudio resultan difícil de explicar. Aún
Laurent (op. cit.) registra para las pobla- cuando no se poseen datos muy precisos
ciones de San Andrés y Calilegua y asig-
na a la subespecie M. rubriventris rubri-
ventris. El patrón dorsal de las poblacio-
nes de Tiraxi y Tres Manantiales se aso-
cia a los estados de variación con predo-
minio de coloraciones oscuras, al igual
que las poblaciones cercanas de Capillas
y El Duraznito, consideradas poblaciones
tipo de M. r. subconcolor. En cambio,
ninguna de las poblaciones provenientes
del extremo norte de la distribución de la
especie (Los Toldos, Canto del Monte,
Cedral de Baritú, La Gateada y Sidras)
se asocia con el patrón dorsal oscuro (Es-
tado de variación 5) que Laurent (op.
cit.) adjudica a la subespecie M. r. toldo-
sensis. El patrón de coloración ventral
muestra mayor concordancia con la diag-
nosis de Laurent (op. cit.). Las poblacio-
nes de Tiraxi y Tres Manantiales se aso-
cian junto a las poblaciones tipo de M. r.
subconcolor (Capillas y El Duraznito) a
los estados de variación que se corres-
ponden a patrones con una buena repre-
sentación de la coloración oscura. Las
restantes poblaciones se asocian al pa-
trón 1 (predominancia de manchas cla-
ras) asignado a las subespecies M. r. ru-
briventris y M. r. toldosenis.
Por lo tanto, la principal diferencia
entre las poblaciones analizadas en este
estudio y las poblaciones tipo se observa
en las que por su procedencia geográfica
deberían asignarse a la subespecie M. r.
toldosensis. El patrón de coloración dor- Figura 3. Porcentajes de ocurrencia de los va-
sal con manchas rojo-anaranjadas y ne- lores de Tono, Saturación y Brillo de la colora-
ción dorsal rojo-anaranjada registrados en tres
gras que se observó en ejemplares vivos
poblaciones de Melanophryniscus rubriventris.
asignables a esta subespecie también se Barras blancas: Cedral de Baritú; barras ne-
contrapone con lo reportado por Laurent gras: Canto del Monte; barras grises: Abra Co-
(op. cit.). Los únicos ejemplares con un lorada. Los incrementos en la escala de los
patrón de coloración dorsal predominan- componentes del color indican aumento en su
temente negra provendrían exclusiva- condición (valores de Tono más altos indican
mente de las áreas de distribución de la coloración más roja; valores de Saturación y
subespecie M. r. subconcolor. Brillo mayores indican coloraciones más satura-
Para el caso particular de la población das y más brillantes).
160 M. V A I R A : Coloración en Melanophryniscus rubriventris

sobre la procedencia exacta del lote de zan ese número y podría esperarse que
ejemplares utilizado por Laurent (op. por simple azar ninguna de las dos mues-
cit.) para la descripción de esta subespe- tras represente la distribución real del
cie, los nuevos muestreos efectuados carácter. De todas maneras, la mayoría
para este estudio incluyeron ejemplares de las muestras obtenidas de las otras
provenientes del Arroyo Huaico Chico en poblaciones son bajas y sin embargo, los
la misma localidad de Los Toldos (Salta) polimorfismos son evidentes en todos los
lo que hace suponer con cierto grado de casos.
certeza que los ejemplares de ambas Con las evidencias aportadas en este
muestras provendrían de la misma pobla- estudio, el arreglo taxonómico actual del
ción. Una posible interpretación es que grupo Melanophryniscus rubriventris re-
el número de ejemplares utilizados para quiere un profundo replanteo. Ni el arre-
la descripción de M. r. toldosensis hubie- glo subespecífico ni la posibilidad de sepa-
ran sido escasos para detectar el polimor- rar grupos de poblaciones en especies
fismo en la población. Si aplicamos la válidas parece justificarse consistente-
metodología propuesta por Wiens y Ser- mente. Considerando la frecuencia de
vedio (2000) considerando una probabili- corte para identificar un carácter poli-
dad del 5% de fallar en la detección del mórfico propuesta por Wiens y Servedio
rasgo si estuviera presente en una fre- (2000) no podría utilizarse la coloración
cuencia de 0,08 (obtenida al promediar como un carácter diagnóstico para sepa-
las frecuencias de ocurrencia del estado rar las poblaciones conocidas de M. ru-
menos frecuente del carácter en las po- briventris en especies válidas. Sólo la
blaciones El Duraznito, Capillas, Tiraxi y población de Los Toldos analizada por
Tres Manantiales) surge que deberían Laurent (op. cit.) podría, con cierta con-
analizarse como mínimo 36 individuos de fianza, ser separada como especie válida
la población en busca de la presencia de por la presencia de un estado del carác-
manchas dorsales claras no vestigiales. ter exclusivo (ausencia de manchas claras
En ambos casos las muestras no alcan- no vestigiales). Sin embargo, dado que el

Figura 4. Número de ejemplares en cada población de Melanophryniscus rubriventris que presentan


las veinte combinaciones de Tono/Saturación/Brillo registradas en la muestra total de ejemplares (n=
122). Barras blancas: Cedral de Baritú; barras negras: Canto del Monte; barras grises: Abra Colorada.
Cuad. herpetol., 16 (2): 151 – 163, 2002 161

patrón dorsal oscuro atribuido a la subes- rojo-anaranjadas y negras o con mayor


pecie M. r. toldosensis no pudo ser corro- predominancia de manchas negras. El
borado, la validez o al menos la persis- otro grupo —ubicado en el sector central
tencia de este taxón estaría fuertemente y norte de la distribución— se correspon-
cuestionado. Se propone, por lo tanto, dería con la descripción general de los
que las subespecies actualmente recono- patrones de coloración dorsal y ventral
cidas sean sinonimizadas. del ejemplar tipo de la especie (Vellard,
Por lo tanto, con la información dispo- 1947).
nible hasta este momento sólo queda de- Por otra parte, el análisis detallado de
mostrada la existencia de poblaciones de las coloraciones dorsales in vivo estable-
Melanophryniscus rubriventris con varia- ció diferencias intrapoblacionales que no
ciones morfológicas distintivas pero no habían sido reportadas hasta hoy. Esto
exclusivas. Así, es posible reconocer dos permitiría sumar un nuevo carácter posi-
grupos de poblaciones para la especie. blemente diagnóstico para el género que
Un grupo en el sector sur de la distribu- ya ha sido utilizado en la descripción y
ción que estaría caracterizado por una diferenciación de otras especies y subes-
mayor frecuencia de patrones de colora- pecies del género (Céspedez y Alvarez,
ción dorsal negro a negro-oliváceo con 1999). Sin embargo, la invariabilidad de
vestigios de manchas rojo-anranjadas o este carácter no ha sido suficientemente
sin ellas y un patrón de coloración ven- investigada en ningún caso.
tral con igual proporción de manchas Numerosos estudios en anfibios de-

Atributoa
Manchas blancas Manchas blancas
dorsales no ventrales no
Poblaciones vestigiales vestigiales
Grupo 1
Los Toldos 1 1
Canto del Monte 1 1
Cedral de Baritú 1 1
La Gateada 1 1
Sidras 1 1
Calilegua* 1 1
Abra Colorada 1 1
El Duraznito* ± ±
Capillas* ± ±
Tiraxi ± ±
Tres Manantiales ± ±
Grupo 2
Los Toldos* 0 1

Tabla 3. Agrupamiento de las poblaciones de Melanophryniscus rubriventris en base a la condición


de los atributos coloración dorsal y ventral con manchas blancas no vestigiales. La metodología sigue
a Davis y Nixon (1992). Los datos para las poblaciones indicadas con un asterisco son adaptados de
Laurent (1973).
a.
0= Ausente; 1= presente; ± presente pero no constante
162 M. V A I R A : Coloración en Melanophryniscus rubriventris

muestran que las diferencias de colora- Parque Nacional Baritú fueron otorgados
ción entre ejemplares de una misma po- por la Delegación Técnica de Parques
blación pueden tener su origen en aspec- Nacionales Regional Noroeste cuya co-
tos relacionados con el desarrollo, el operación se agradece. Mi agradecimien-
sexo, ecología y factores fisiológicos o to expreso a W. Maciel, G. Barberis, A.
ambientales (ver revisión en Frost et al., Barberis y L. Ferrari por su colaboración
1994). Variaciones de patrones de color en las tareas de campo. M. Fabrezi reali-
atribuidas al dimorfismo sexual han sido zó valiosas sugerencias en una primer
registradas en otras especies de anuros versión del manuscrito. Agradezco las
con coloraciones aposemáticas como Ate- correcciones de J. Pombal Jr., D. Baldo,
lopus limosus (Ibañez et al., 1995). Mc- J. Langone y un revisor anónimo que
Diarmid (1971) postula que la selección enriquecieron y mejoraron este trabajo.
de pareja en especies aposemáticas pue-
de depender principalmente de señales
visuales y no de la atracción por el canto. LITERATURA CITADA
Sin embargo, la ausencia de diferencias
en los patrones de coloración entre ma- CEI, J. M. 1980. Amphibians of Argenti-
chos y hembras encontrados en este es- na. Monitore Zool. Ital., N.S., Mo-
tudio no parecen avalar esta hipótesis nogr. 2: i-xii + 1 - 609.
para el caso de Melanophryniscus rubri- C ÉSPEDEZ, J. A. & B. B. ÁLVAREZ. 1999.
ventris. Esta posible diferencia entre Una nueva especie de Melanophry-
sexos tampoco ha sido investigada de niscus (Anura: Bufonidae) del grupo
manera sistematizada en otras especies stelzneri de Corrientes, Argentina.
del género. Facena, 15: 57-67.
Dada la importante variabilidad regis- DAVIS, J. I. & K. C. NIXON. 1992. Popula-
trada por este estudio en los patrones de tions, genetic variation, and the de-
coloración y la multiplicidad de fuentes limitation of phylogenetic species.
de variabilidad que estos caracteres pue- Syst. Biol., 41: 421-435.
den expresar (Frost et al., op. cit), se su- FROST-MASON, S.; R. MORRISON & K. MA-
giere que el uso de la coloración (expre- SON. 1994. Pigmentation: 64-97. En:
sada en la forma de patrones, diseño, H. H ETAWOLE & G. T. BATHALMUS
tono, intensidad, etc.) como carácter (eds.) «Amphibian Biology. Volume
diagnóstico exclusivo, sea utilizado con 1. The Integument». Surrey Beatty
cierta precaución o empleando una meto- & Sons, Australia.
dología rigurosa que contemple la edad, IBÁÑEZ, R. D.; C. A. J ARAMILLO & F. A.
el sexo y la mayor cantidad posible de SOLIS. 1995. Una nueva especie de
poblaciones en todo el rango de distribu- Atelopus (Amphibia: Bufonidae) de
ción del grupo a investigar. Panamá. Caribb. J. Sci., 31: 57-64.
KÜPPERS, H. 1996. Atlas de los Colores.
Blume Ed., Barcelona, 162 pp.
AGRADECIMIENTOS LAURENT, R. F. 1973. Variación geográfica
en Melanophryniscus rubriventris
Este trabajo fue realizado como parte (Vellard). Acta zool. lilloana 26 (23):
de un proyecto financiado por una beca 317-335.
de CONICET y formó parte del PIP-CO- MC DIARMID, R. W. 1971. Comparative
NICET 4966 (R. F. Laurent, Titular) y morphology and evolution of frogs
del Proyecto Nº 633 del Consejo de In- of the neotropical genera Atelopus,
vestigaciones de la Universidad Nacional Dendrophryniscus, Melanophrynis-
de Salta (M. Fabrezi, Titular). Los per- cus and Oreophrynella. Bull. Los
misos para la realización de los mues- Angeles Count. Mus. Nat. Hist.
treos en el Parque Nacional Calilegua y Science. 12: 1-66.
Cuad. herpetol., 16 (2): 151 – 163, 2002 163

PRIGIONI , C. M. & J. A. LANGONE. 2000. APÉNDICE I


Una nueva especie de Melanophry-
niscus Gallardo, 1961, de Argentina Melanophryniscus rubriventris. — Argen-
y Paraguay (Amphibia, Anura, Bu- tina: Salta: Dpto. Santa Victoria: MCN
fonidae). Com. Zool. Mus. Hist. 698: Nacientes del Aº Huaico Chico a 2
Nat. Montevideo, 12(195): 1-12. km. de Los Toldos; MCN 699: Aº Huaico
SIEGEL, S. 1974. Estadística No Paramé- Chico a 2 km de Los Toldos; MCN 700:
trica. Aplicada a las Ciencias de la Canto del Monte; MCN 701: Cedral de
Conducta. Ed. Trillas, México. Baritú, P.N. Baritú; MCN 702: entre Ba-
VELLARD, J. 1947. Un nuevo batracio del ritú y Sidras; MCN 703: Qda. Peña La
Norte Argentino. Acta zool. lilloa- Gateada. P.N. Baritú.
na, 4: 115-119.
WIENS, J. J. 1999. Polymorphism in sys- Melanophryniscus rubriventris. — Argen-
tematics and comparative biology. tina: Jujuy: Dpto. Valle Grande: MCN
Annu. Rev. Ecol. Syst., 30: 327- 294 y 362: Abra Colorada, P.N. Calilegua.
362.
WIENS, J. J. & M. R. SERVEDIO. 1997. Ac- Melanophryniscus rubriventris. — Argen-
curacy of phylogenetic analysis in- tina: Jujuy: Dpto. Dr. Manuel Belgrano:
cluding and excluding polymorphic MCN 705: Tiraxi; MCN 706: Aº Tres Ma-
characters. Syst. Biol., 46: 332-345. nantiales, P.P. Potrero de Yala.
WIENS, J. J. & M. R. SERVEDIO. 2000.
Species delimitation in systematics:
inferring diagnostic differences bet-
ween species. Proc. R. Soc. Lond.
B., 267: 631-636.

Recibido: 05 / 09 / 02
Aceptado: 22 / 12 / 02

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