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SOOSG5S56 12 GEOGRAFIA Y MUNDIALIZACION* Jacques Lévy Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza ‘La mundializacion puede definirse como el acontecimientd hist6rico con contenido geogr’- [co que tiene como efecto el surgimiento de un espacio adecuado cuyaescala esa planetaria. Laparadojaes que, hasta el momento, la geografia se a apoderado menos de este tema de lo {que se pudiera haber pensado, Para expicar esta ausenciarelativa existen dos tipos de razo- thes. Una tiene que ver con las debiidades generales de las ciencias sociales; la otra, con difcultades especificas de la geografia ‘Con relacion a las realidades que se presentan a escala mundial, las ciencias sociales ‘ofrecen un panorama fragmentado y compuesto’ Tres familias de enfoques comparten Ia ‘escena en lo esencial: un enfoque centrado en el Estado («relaciones internacionales, «di- plomaciae, «sistema internacional», «geopoliticas), un enfoque exclusivamente econémico {ia seconomia internacional») y un enfoque predominantemente antropolégico (las «cultu- ‘sr las ecvilizacionese), Cada uno de estos res enfoques genera conocimientos tiles, pero la comunicacién entre ellos es limitada, ya que a menudo adquiere la forma de un intento de reduccion de los otros dos en beneficio del que se ha escogido. La caricatura més popular de ta actitud la representa, probablemente, el libro de Samuel Huntington (1997), EI choque de as cvilizaciones, en el que el autor pretende redueir la complejidad del mundo actual, tentre otros, la diversidad de las sociedades que lo habitan inicamente ala dimensién de las, relaciones de fuerza geopoliticas. La literatura geogrdfica no ocupa el lugar de una cuarta familia de pensamiento. Antes ‘que cualguier otra cosa, su propio silencio explica esta situacién. Después de las grandes gestas enciclopédicas del siglo xvu (Kant, 1796), del siglo xi (Ritter, 1836; Humboldt, 1851; Reclus, 1894) y de principio del sig xx (Vidal de la Blache y Gallois, 1948), ala ver tenidas de naturalismo y poco enfocadas hacia la explicacién de as ldgicas planetarias, los ge6grafos sehan demorado en considerar de su ineumbencia la dindmica global del mundo, es deci, del planeta Tierra como planeta habitado. La egeografia generals fue la que existié durante “Teaducib: MénicaPrinoy Relay cote: Daniel Hira Ala Lind, [UAlguns le lw center ddicadon a oral enon son bu sguentes; GEMDEV: Groupemen Trey “Sco Pour End oa Mondiale o du Déveappoment hpalreredevry CWC. Gibaaton and Word Ces Sudy Group Nerwork htptewralboroacuigsuc UN HABITAT Unie Nations Haman Stone epenme para takaiatginedincrteeockst a Clsouree Geoprep and he Esivormant Gees) URE and PE Whew geource aro end TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA ara scques Lévy ims de cien afosa partir de la insttucionalizacién dela geografia como disciplina univers tara, a finales del siglo XX Se trataba de una «geogafiatemticar, que consistia en cruzar tina Sustancia a-espacial con un espacio de escala mundial. Entonces, el mundo era una tespecie de pantalla sobre a que se proyectaban realidades diversas que se rataban de mane- ra separada, Ademés, los temas autorizados exclufan, las ms de las veces a politica y la seopoitica. Lo que se lamaba «geografia politica de! mundos, particularmente en Estados Unidos, era sobre todo Ia descripcin de ls terstoros y de las fronteras de los Estados. Por ‘timo, durante mucho tiempo, la geografa se interesé poco en la teoria del espacio y se encontrab, como consecuencia, dessrmada para abordar un tema tan complejo que habria éxgido un enfoque conceptual sfisticado. Elbrasilefio Milton Santos (2000) puede considerarse como un pionero. Desde fines de la década de 1970, Santos formulaba, mediante a critica de una vsin tcnica dela difusion de las tecnologias del «Norte» hacia el «Sur, el esbozo de una teorla dela mundializacion ¢generadora de desigualdades. De esta manera, aportaba una mirada propiamente geogrifica ‘unenfoque que, desde Lenin (1992, version original, 1917) hasta Samir Amin (1974), habia ‘arcade el paisaje del compromiso politico y también de las ciencias sociales, sin que, no cbstante, se refirieraexpliitamente al espacio. El enfoque de Santos también se desviaba de Ia radicién de una geografia del : ‘pan wtra mundalizacionedistina dela que consideran dominada por as empress Jeloroyecto ciberals.Dehecho, las cosas son tan simples puesto que existe una interpenctracion ‘hur las dos postures: «los movimientos ant-mundializacién» combinan, de manera mAs 076 fos cohetente, diversas orentaciones: la erica a capitalismo en general: la de sus dimensiones [eiSfacionles; una acusocion a Estados Unidos a defersa del Estado naciGn como ideal de ‘scala tnica para la produccién comercial: la regulacién politica y la cohesién social, =) ea “rRATADO DE GEOGAAAA HUMANA Geograta y muncalzacion La cuestiGn de saber si la mundializaci6n constituye una apuesta en s{ misma (se po- dria pensar para el futuro un Mundo no mundializado) o sise trata de un nuevo marco de ‘emergencia de apuestas (un cambio de escala que hace surgir problemas inéditos o compa ‘ables alos que se dan en los otros niveles) 0 ineluso las dos cosas al mismo tiempo, tampoco ‘puede eludirse, ni por parte de la teoria geogrifica ni desde la préctica politica. En este c2s0 po se trata de un cuestionamiento académico puesto que el itimo de los rechazos de la ‘mundializaciGn, después de la crisis de 1929, desembocé en la Segunda Guerra Mundial. 3. Las apuestas de la mundializacién contemporénea para tratar de presentar el estado actual de la mundialidad podemos proponer una doble hipétesis: El Mundo no es una sociedad, se esta constituyendo en una. No es posible, al conformarse con un enfoque explicaivo inico, dar cuenta acerca del mundo contempors- neo de manera satisfactoria Sila bisqueda de un modelo unitario no puede abandonarse en ‘ingéin caso, econozcamos que, para comprender el Mundo actual, un enfoque de este tio ro resulta demasiado evidente. Los especialistas en relaciones intemnacionales, los econo- mnistas y los antropélogos desarrollan cada uno su logica, despliegan sus razonamientos a partir de sus propios conceptos clave («poders, «riquezas, «culturass), y slo en caso de lurgencia toman prestado algo del arsenal explicativo del vecino. Pese a las debilidades del ‘debate interdisciplinario, sin embargo se evidencia de manera clara que cada serie de mode- los posee su valor y que no lograremos ignorar tan fécilmente a aquellos que nos molestan. {a distancia intercomunitaria existe, la dominacién geopolitica existe, la economfa mundial enste. A partir de esta aseveracién, podemos comenzar a demostrar por qué y eémo cohabi- tan estas tres dimensiones de loreal. Para esto, se impone la necesidad de un cuarto modelo, menos habitual en ta literatura, de la sociedad-Mundo, ya que permite unificar los enfoques tanto en lo negativo como en lo positivo. En lo negativo porque el Mundo ain no es, en lo esencial, una sociedad, sino solamente un agregado de sociedades,y asistimos a procesos desordenadbos y heteréclitos de construccién de elementos de sociedad s6lo en algunos campos y con ritmos diversos. En positvo, porque se evidencia la tendenciaindiscutible al aumento de las interacciones socis- Jes entre los habitantes del planeta por el hecho de que la identificacion del surgimiento de tuna sociedad. Mundo como horizonte histérico probable permite entender todos los elemen- tos sueltos que estén en esta direccién y no pueden incorporarse por definicién a los demés ‘modelos explicativos. 3.1. Pensar la mundialidad: una aproximacién tedrica Con estos cuatro modelos, de hecho se trata de cuatro sistemas tan independientes unos de ‘tos como es posible, se presenta un estado ineligible del Mundo. Por tanto, nos encon- tramos ante la presencia de un sistema de sistemas que permite ubicar el momento actual en una perspectiva istérica, con un antes y un después. Presentamos aqui entonces los ctiatro grandes modelos que corresponden a cuatro ‘maneras mediante las cuales los seres humans de los diferentes lugares se interelacionan, ‘LaFigura explicit estos cuatro modelos. Poseen una validez doble, sincrsnicay diacronica. De hecho, en primer hugar os cuatro son pertinentes de manera simultinea, los cuatro son. verdaderos al mismo tiempo, cada uno ofrece una trama de lectura irreductible alos otros. Entre los cuatro se constituye un intento de pensar la complejidad del mundo actual ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 285 meme hey “Fieuea 1. Cuatro modelos explicativos e rama Tomaaa 5 t ° ( ° ~d es — 1. El primer modelo: el Mundo como conjuunto de mundos es la parte de la realidad que ids nos vuelve a acerear a nuestro pasado paleoitico, Esto es, un mundo hecho de grupos Jumanos que se ignoran en lo esencil, se reencuentran por casualidad yno imaginan ninguna ‘comunicacin entre ellos. Entonces, ya ni siquira es necesario reconocer a calidad de huma- node quienes no son miembros del grupo. La distancia entre las sociedades es infinita. A pesar . Del mismo modo, el reacomodo del pro- ‘ieo de expansion de as fronteras més alld delos Estados existentesno es algo que se presen- te de manera natural, como. ea eee a ido Finalmente sempre rena diel interpreta ls dinkmeas cat Ios entre a stucion de dom te ere cr unformadors de las multnacionales dela comunieacin y el surgimiento ‘Fim cura vardaderamene rere noel conta is olson quella ato, ee cuandose tata degnosprocursores no de mass Sibien ma yblemo mundial que sea dgno de ea calificacon se puede sefalar qe Fee CPletcdlarol sosteibler gener una cadena de acontccimientoe mandiles Conse estan, 1987, scumbre dela Tier» Rio de ancire, 1992; Protecla de Kyo, dose Carne de Jahannesiugo, 2002) y cre una arena de debate pablico que ningin 1297: Came oe pucde gnera Tambien puede constataseel hecho de que las is sie ininis (come dia ool SARS.—sindrome respiratorio agudo sever) 208 Sa ads de manere cada ver mis fecuente por organismos de tipo gubernamental re pertenoeen al sistema de ONU. . Planteemos tinicamente que la problemética «sociedad-Mundos dejé de pertenecer al univers de as woptas nebulosnsy dons deologias descabelad 9.2, Cuestiones de métrica: tertorios y/o redes Lo que hace que loe objets geogrifics sean diferentes unos de tos independientemente cease Man apecial quece puede capar deforma il mediante ln oposiciény eee ad ener dos grandes falas de méticas los teritoros yas ede. fundamental una cuestién de escala sino de métrica, gestion de la distancia. La continuidad y la exhaustividad del territorio de los Estados se selon jcontnaidades laslagunas de as redesde empresas. Esta preocupacion nos GBimite entender la cferencia entre englobar (es dec lo que hace la escala del lobo) ¥ Perle nny gue solo Gene seni ene sen dela misma metric (por ekempl, See nt dinema police jeraguizado rene alos nivel subordinados).Eneste aie pet os ln enol hecho de que las eos ves (paricularmente los ezomas> 2h ens) on pray ca mn pat de cn fe = (ertorondlimtador) deo pole. Pa eee mndalactn el surgimiento progres, trminado a finales del silos iE carvorilzacion del planeta por pre de los Estados y sus entensionesimpeix 290 “TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA oaanee aS ere Goograta y munciaizacion les, fue una etapa importante que constituyé una de las bases del dislogo y del intercambio internacional, fundado en el dslogo entre soberantas. El territorio dels Estados eral cétula ‘bsica dela mundializacién a través dela internacionalizacién, es deci, del intercarbio entre “Estados. Incluso aunque el teritoro delos Estados sea cada vez menos una unidad econémica ddemercado mediante la reduccion de las barreras aduaneras yarancelarias, incluso aunque su funcién de recopilacion, tratamiento y difusin de la informacién se atente mediante la com- petencia de os flujos mundiales de informaciGn, todavia queda una unidad de administracion, de gestin politica, de expresién de la soberania de una sociedad. Los Estados, como tales, tambien estan representados en las grandes instituciones internacionales, aunque otros acto- res, como las asociaciones u otras colectividades teritoriales, ciudades y regiones,participen, ‘ena actualidad en un juego cada vez més compleio de actores. ‘Algunos autores, al anunciar de manera desconsiderada la susttucién de una familia de ‘métricas por otra, a veces opusieron demasiado esquemsticamente el teritorio a la red, lo ‘continuo alo discontinuo, lo topogrifico al Resulta evidente que existe una rela- ign dialéctica entre teritorios y redes, en a cual estas ltimas permiten la irrigacin tanto en clseno de a extensin territorial como entre los diferentes teritoros. Pero también es eviden- te que la mundializacion solo ha sido posible por la puesta en marcha de redes que cubren el planeta o searticulan en la escala de a Terra Si, hasta mediados de siglo xx, el poderfo en ‘Mundo en gran medida estaba vinculado al control de los territorios y dela poblaciGn que los hhabita, actualmente el dominio de las redes de comunicacién, de informaciones, de transpor- tes ha llegado a ser una oportunidad fundamental para la expresi6n del poder sobrela gente y del poderto sobre las cosas. Desde el teritorio hasta la red existen desplazamientos de los ‘centros de gravedad: anteriormente, el control del teritorio permitia controlar las redes,en la ‘actualidad el control de las redes permite el dominio sobre los hombres en sus terrtorios. Sin ‘embargo, para constituir una red eficaz noes suficiente con una masa consistente de perspec ‘vas, ni con una buena conectividad entre los vertices. Una red s6lo vale si sus cispides se corresponden con nodios que se articulan, que conmutan con otras redes y con terrtorios. En espacio mundial, no se carece de bifureaciones. Por el contraro, la calidad de los terrtorios lurbanos de las «cabezas de la red> parece mucho més distintva. Ei movimiento de los terito- ros y de las redes no ha terminado de sorprendemos con la complejdad de sus pasos. 3.3, Lugares, fin y continuacién El surgimiento de un espacio de escala mundial de ejercicio pleno —lo que lamamos ‘mundializacién— modifica de manera profunda la nocién, aparentemente trivial, de lugar. La mundializacion, en tanto que «cambio de escalas, es decir, como invencién de un nuevo espacio pertinente, crea tensiones sobre las configuraciones espaciales existentes de ‘manera inevitable al amenazarlas con una competencia por el simple hecho de su exstencia. Esto no se apica inicamente a los fendmenos de mercado sino también a todas las acumu- lactones de fuerza, de riqueza, de egitimidad o de cultura, consideradas, con‘ sin razén, por parte de sus detentores, como amenazadas por la mundializacién, De esta manera, a menu do, Ia idea de tener que renegociar los compromisos sociales establecidos en el marco nacio- nal y no el resultado de esta renegociacién es lo que provoca la hostilidad de quienes se consideran fragilizados por el cambio de escala. Esto también significa que una ‘econsideracién de as conquistas, de los habitos, de las tradiciones, obliga a relegitimar lo cexistente, a producir argumentos nuevos para justificar lo viejo y al hacer esto, obliga a abordar temas cuyo vinculo con el cambio producido porla mundializacién es en s{ mismo Jejano, As la mundializacién de las finanzas, que transforma los fondos de pensiones, part ccularmente estadounidenses, en inversionistas poderasos, abre el debate acerca de lafinan- ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 2 ee SOOM RMR ERE ERE eRe ‘ an, ae’ Sessasas eossssed oe @ e @ e 3° eo e @ e @ e e dacquas Lévy anteater crepes betes ry em ee a eels eantymen cp onsen soon rend moose eh ete Cis eer noe wrest tno as eh sincerest rere narecn ia ee eee ni mane eeeerenroan ee eed n ‘nenclavadas. Los actores viven la misma situacién, ya que su capacidad para domi- sore eae mnat aa ot oee Srieeaie aires aan comb mom corm ine erat mcrae areeo nrnaen ee eee cites re rene Sener anita Commer Sairoeireioae bentiaeemema ai edd gr fctaceme pate cate nent aa geedine Lemon ae come cee sce fi ema ep pc ta ce se eh ts aera separa oma coca tiered cians are omen iain ne agape rhea seer ca tae etree aoe sates cient ame sets a on nee ea Soc precnetca ua nena str se ‘dad, constituyen ejemplos muy establecidos de procetos que implican una distancia cero ss ate deen = an en ec “io creep oamartnremnta en reiterate ocean, Sera ene oe pe aa cone ieg cleus neem ice eet éstos objetosanclados al suclo son los que poscen una fuerte compleidad. en sume ci od en iene see ators aust we ts doin ate Dice wteecae Sa ie tanneries ie toe inten ose ie rica cians Se ee ih as oben coer ir ect afar pent Ecce rea ee ss eosin oars a i i encase op ogae cogent tiaigiearecmcmiceneite | Trcic ene Gecinaterty | Sere er a ee ences la reonganzacin eos copacios provocada por lamundializacion consi ne tings ramet ‘TrarApo 0 GeoGRaria HUMANA iio Z Geograta y mundataacion cotidana o su aceptacin turlstica no son intecambiables ni reproducible puesto que su reductive edo de un comple en sno de lca deta dela 'y como es ' pereibida por sus habitantes, desempeda un papel para nada despreciable. La fuerza de un lugar se convirteentonces en su propia configuracion, mis {gue lade los atributos, ya sean naturales o tansfeibes como lo ha presenfado la isn clisica de la ventaja comparative. Més bien se trata de una eventaja competiivas (Porter, 1991) movilizable para producir excelencia en mejores condiciones que en cunlquier ot parte. Entonces, el grado de mundializacion de un lugar no se reduce a su apertura Aespersonalizant hacia los objetos ya mundializados (como los productos populares vend dos por parte de las empresas multinacionales), sino que ademas abarea su capacidad de influiren el Mundo mediante sus aportacionesespecticas Para ls principales operadores del sistema mundial (empresaros, responsablesesra- tégicos,polizos, agentes culturales), existe la posibilidad de excoger lo stios paras activ- dadenfuncién dela evaluacién que hacen tomand en cuenta sus objetvos. Se debe agregar «que la puesta en relacion generalizada que caracteriza los procesos de Ia rundialiacion Conterporinca permite, de presentarse el caso, multiplicar ls relaciones entre los lugares de manera frecuentemente independiente de la distancia euclidiana entre ellos. El- “nomadismo» de los capitales la menor movlidad de los hombres, se reali entre higares fjos. No existe ninguna contradiccién entre los movimientos de cualquier naturaleza que marcan la mundializaci y el papel desempetiado por el anclaje de los lugares: es muy nevesario que las redes sean amarradas por cabezasy que les fujs circulates sobre los arcos vayan de un node al otro, de un lugar al otro. La mundlalizacién no elimina el papel dlecsivo de las localizaciones, ya que valoriza las posiciones antiguas o favorece el surg- Imiento de otras nuevas. Contibuye avalorizardeterminados lugares —lo que, pore contra. Ho, puede provocar la «desvalorizaciéns de tos. Surgen mievassingulardades como resul tado de las maples rlecuras de as herencias acumladas y dela influencias exteriores vinculadas ala posicion reatva del lugar en diferentes escala, Las cherramientas» de eas ‘electuras no estan, por su pat, distribuidas de manera unforme sobre la superficie teres: tre Estos dos aspectos (contenido de as realidadesretratada yftracion activ) valdan a dimensién antropoldgica de los lugares, aunque reubicdndola en un contexto dinamico ¥ bier, en un futuro en movimiento. as dimensiones econdmicas de esos procesos nos impulsan hacia la revalorizacin de lahipStesi marshalliana, Cuando, desde ales dl siglo x, Alfred Marshall (1957) antl ‘aba la idea de quel posibildad de ganancias de una empresa también se midierade acuer- docon su insereion en un disinto industrial, comenzaba una obra que permanccerd durante "mucho tiempo abandonada por as corvientes dominantes de la ciencia econémicay que en la actualdad es retomada por las correntes convergentes de la geogratia econémica y dela economia espacial Benko y Lipict, 1992: Fujita, Krugman y Venables, 1999; Pecquet, 1996; Velz, 1996) El concepto de dstrto industrial puede funcionar para diferentes situa siones: proximidad de fabrics dela misma cadena, proximidad de cadenas de la misma ‘ama, peo también ambientes econémicos y exraecondmicosfavorables. Esta contextua- laacin de la actividad econdmica desemboca en una nocién que en la actualidad es muy aceptada, la de medio innovador (Governa, 1997). Gradualmente, descubrimos que eel lugaren todas sus dimensiones, materials eidcales,heredadaso inédtas, quien da expect fcidad aun bien localizado y define sus ventajas comparativascircunstancales, La cultura urbana, como conjunto de dsposiciones favorable paa las actividades producivas, sereve- . l8.de esta manera, como un elemento decisivo en la insercién de una metrépolis en el seno del archipislago megalopolitano mundial (AMM) destacado por Olivier Dollfus (1990) Si ebieramos representar el Mundo actual con un solo mapa, probablemente, se trataria de ‘quél que muestre el lugar que ocupa elarchipislago urbano en la produceién ya innovacion. TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 203 segues Lévy La distincisn entre areas y lugares, entre bienes méviles y bieneslocalizados, se convierte ‘en una tarea fundamental para el andlisis espacial de la mundializacién. Ello se vuelve més {importante por el hecho de que las ciudades, que se convirtieron en lo més comiin en las sociedades locales, se encuentran més que nunca en el centro de los procesos de innovacién a partir del hecho de que ofrecen las virtualidates de encuentroseinteracciones ms favorables paralas actividades mds diversas. Sus capacidades radican, en realidad, en el principio mismo e la urbanidad: asociaci6n, gracias a una copresencia socal, de densidad y diversidad. Los niveles de urbanidad de las cudades, que no dependen tinicamente de ss tamafio, constituyen Jos indicadores centrales de su rango, efectivo o posible, en el seno de los espacios de escala ‘mundial, Las ciudades, que en un principio eran, incluso, mundos que concentraban en una cextensi6n limitada unaparte de las riquezas monetarias yculturales del planeta, se encuentran desde ahora en el Mundo, y tienen por socias, a veces de manera competitva, a otras chudades ‘comparables y frecuentemente mis cercanas unas de otras que el espacio circundante. Este Conjunto de ciudades vinculadas entre s consttuye un entramado bésico del espacio mundial. ‘Si abordamos la cuestin de los lugares desde el punto de vista dela localizaciGn de las empresas, constataremos que la mundializaci6n plantea de manera novedosa la relacién entre laeficacia delas empresas y lade las diferentes sociedadles. En principio, seftalemos que ‘no se tratade lo mismo. Las posturas mercantilistas que presentan un pals como sise tratara ‘de una empresa (la «empresa Francias) pretenden que se piense que la buena salud econé- mica de un territorio no es otra cosa que la suma del estado de las empresas que tienen esa snacionalidads, En realidad, esto implica olvidar que esta nocié ha ido perdiendo sentido, por razones de escala: por su capital, su produccién, su mercado, las empresas transnacionales se irradian hacia espacios generalmente mundial. Pero, sobre todo, quiz4 por cuestiones de méirica: una empresa puede, mediante la instalacién de su red, easarse con un teritorio. © cambiarlo, mientras que las sociedades, estén o no asociadas a un Estado geopolitico, ‘encuentran ancladas al suelo, El espacio econémico de un lugar cualquiera —ciudad, regi6n, naci6n, continente— se aprehende como configuracién comercial productivainstanténea (mensurable mediante su PIB) y también como potencial (inversiGn, investigacién, asi como capacitacién, cultura, modo de vida). Una estimacién de este tipo reencontrard, por un lado, las evaluaciones que Jas empresas podrin realizar de sus diferentes implantaciones in sits, Pero esto es s6lo una, cara de la moneda, ya que las empresas pueden ise, reorganizarse otorgando més o menos, yy a veces ningin, espacio a ese lugar en su dispositive. Qué pasa entonces cuando una empresa cambia de escala y, por ejemplo, rompe a ‘partir de su proceso de localizacién con las fronteras de un Estado detras de las cuales se ‘encontraba confinada hasta ese momento? Entra en un proceso de dfusién que disminuye Ja parte relativa de su presencia sobre su sitio de origen. Siesta difusién saca provecho de las veniajas comparativas de una mano de obra barata en otra parte del Mundo, dejard intactos, en una primera instancia, los empleos mis cualificados o incluso fortaleceré las actividades dde concepcién o de marketing en el lugar de origen. Pero si, como en el 90% de los casos de ls inversiones extranjeras directas (IED) durante las sltimas décadas, la expansiGn se reali- za en pa(ses con niveles de vida comparables que ante todo funcionan como mercados, inevitablemente, se traduciré en una pérdida relativa de los empleos més cualificados en el pis de partda, e incluso, a menudo, en una pérdida absoluta, puesto que hay que movilizar Jos recursos acumulados para aleanzar el umbral crtico que permita entrar en un nuevo ‘mercado que ya estd muy ocupado por otras empresas. Elcaso del automévil demuestra que ese umbral se calcula en decenas de billones de euros o de délares. Numerosas empresas de origen europeo muchas veces fracasaron en su intento de instalarse en América del Norte. Cuando una empresa exterior se implanta en un lugar, por definiciGn, se da el fenéme- no inverso, Las mas de las veces, esto aparece como un buen negocio no séle para el empleo 294 TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA OE Eh Geograta y munciatizacién {nmediato, sino también para la estructura de las calificaciones, Con algunas reservas res- _pecto alas condiciones de recepci6n del recién legado, esos empleos no necesariamente Son, mis frigiles que los de as empresas autéctonas. La competitividad de un lugar decir, los efectos positives de su inseripeién en un mer. ‘ado de escala superior, gicamente, se puede medi de dos maneras muy distintas —sea que se tenga en cuenta su capacidad para difundir hacia el exterior merced a las competencias, cepitalizadas en el saber hacer dela empresa autdctona, sea que se considere la capacidad de atraccién, de polarizaciGn de las empresas de origen extern, Estos dos crterios permiten dar ‘cuenta de cuatro tipos desituaciones: se puede ser fuerte en un campo y débilen oto, o fuerte ‘odébil de a misma manera. Una atracci6n fuerte y una débilinversién en el exterior muestra tuna difcultad de los actores econémicos localizados para explotar los recursos dela sociedad. cen Ia cual se desarrollan, mientras que una buena expansién hacia el extranjero, asociada a luna recepcion limitada de capitales se corresponde con una canalizacién exclusiva de las com- petencias locales en beneficio de los empresarios locales. En este caso, las nociones de proteccionismo y de apertura adquicren significaciones ‘més amplias que las poiticas arancelarias 0 no arancelarias de los poderes puiblicos por st solas, Las cosas transcurren de esta manera en la mente de los actores, particularmente ‘cuando nos encontramos en espacios més bien locales o regionales, que no disponen del suficiente nivel de soberania para incrementar las barreras econdmicas reglamentarias, Las, sculturas de la mundialidad de los actores, entonces, se combinan con el dispositivo pro- ductive existente, con sus ventajas y sus debilidades, para crear situaciones geograficas muy variables en las que pueden dominar la cerrazén defensiva (defendamos «nuestras» empre~ sas impidiendo la legada de las dems), la apertura resignadsa (frente al fracaso de nuestras ‘empresas, démosle oportunidad a las empresas extranjeras), la apertura disimétrca (invirta- ‘mos enel extranjero protegiendo nuestras bases de partida),la apertura generalizada (salgamos Yy dejemos entrar) Este tipo de estudio sistematico ain debe realizarse ya que contribuirfa a luna entrada a través de los lugares en la geografia de la mundializacion. . La legitimidad de este enfoque se confirma mediante la convocatoria alos lugares por pparte de as actividades mas mmundializadas. De esta manera, la erarquia de las plazas bisrs4- tiles sigue afirméndose con las cabezas de la red (Nueva York, Londres, Frankfurt, Tokio, entre otras) cada vez mas poderosamente comprometidas en la competencia entre elas ¥ con otras eventuales plazas alternativas, Pero, a pesar dela posibilidad de cotizacign instar tinea ya través de Internet, el ambiente econémico, profesional, cultural y urbano desempe- ‘Ra un papel decisivo en el establecimiento de los servicios financieros. Del mismo modo, eh el campo de las industras de la informatica y de las teenologias de la informacidn y de la comunicacién (TIC), aparentemente las mas inmateriales y las mejor conectadas alas redes informacionales, se observa una tendencia creciente hacia la localizacién en determinades barrios de las grandes ciudades. Después del Silicon Valley (al sur del érea urbana de San Francisco), surge una «Silicon Alleys (alrededor de Broad Street al sur de Manhattan) mien~ ‘raf que se habla de un «Silicon Sentier» en un barrio parisino de localizacion comparable (cercano a la Bolsa y que goza de precios inmobiliarios accesibles) Los inventores de las ‘écnicas de la moviidad, de la ubicuidad y de la volatilidad no parecen poder cludir los intercambios de informacién y de servicios con su entorno inmediato, nia través de enctem ‘0s fortuitos en la calle ni en platicas de café. Entonces, la mundializacion no debe verse como una destruccién de los ligares sino como una topogénesis, una fabrica de lugares. Es cierto que algunos sistemas de lugares se ‘encuentran amenazados por el cambio de escala. Unos espacios naciondles vecinos, que se ‘oponian firmemente unos a otros, sienten que sus diferencias se reducen pero, al mistno tiempo, también ven la instauracién de nuevos dispositvos de diferenciacién en el sero de lun espacio comiin, que emergen donde la ausencia de contacto creaba mundos inconmen- ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 25 SCOSOCFCOFHSHFEECESHEEFCESFEEEEEHEECFEEE DS) ecques Livy surbles Ast, dees desmentir el hecho de uel mundialzacin tenga come fet la sable Ae oe ards lato qu eaten ages gers, det bon Boer. a eur rca Sonn, resentment cane epee is es coisa nscale peatonalesy Mare Auge 199) alan uh dae ee endo dean ugarer, Enos gars conuna al singunrid yuna cae ere cen poe ha iw noes propios deena aera, ‘ues epi a Doconaayen una readad musa, Hl espacio mesa gopea a radcctn on no importa que cued, rade o Peseta slam ah edn eel, con befor admnstratvos you Keno de donde sl a ee er masque naa, dela aplcactn del modo eepubicanon (ancl) de Se aloe dl etre means un dtrminade mero designs a ee ide sco, come as cles, Adds, ypresionando wn po xyes cn re Far cncuenra a plaza dela gt, lugar pnd por excl rl ena enpelicidad al lugar generico actual Lo que fos hombres aoe So phan ver la enstencia algunas legus des wat, de un pale Bako oe acostumibrados —esalta desde ahora os ojos de calle uit, ¥ sim conten prc mejor las pequebasy grandes diferencias que distnguen als Caan Remon vo en un mundo ene gue la rupare enzo deitaro yo aga: ei ae orl, Desde ahora tenemos ala sta odo lo xtados intermedis ‘elnino tol cnn peer sta) ya trois mara, no sorprende aunque o nos deseonciea aoe fea astencin a la apertar al tundo inchso puede servi como recurso par lide una sociedad beal regional, para que su tritoro seas compet Fa aor to) ensral decata manera ena rundalzacin. las el cpeco Fo a Dever sunray norte dela), que no ex par ada atasado en an Se aes mune, sobre td gracias na obesion sal lograda mediante san een capac uy conservadorscontye un buen emplodeelo. Wdeniicocin sien a unaigd sobre el conjunt del pane, también existe mis Mundo age 34, Una coespacialidad emergente , Igual que la interfazy l enlazamiento, la coespacialidad constituye una de las filias de relaciones entre espacio, la de las interespacialidades. e ‘El hecho de atrdbuir a cualquier tipo de espacio una métrca tinica, representada por mapa base eucidlano, distmulaba el problema de Ta coespacialidad,transforméndolo ¢y ‘onnulade, Se convertia en natural el hecho de que tadolo que se encontraba en el interiog ponarco definido por coordenadas «geogréficas(atitud, lngitud) pertenecta a un ming ‘apacio. Bl andlisis de los espacios complejs, y especialmente urbanos, lleva a renuns ‘SPfostulado. Los investigadores de la Escuela de Chicago, probablemente fueron quienes, ‘TPostrar que existen «muchas ciudades dentro de una ciudads, segin si se toma come a eats y'como actor al individuo o al colectivo, abreron el camino hacia una nuevs Tamera de ver las cosas. Durante las décadas siguientes, in embargo, muchos ge6O™f0s* TUhenian a la idea de un espacio

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