cuaderno
Inmaculada Aguilar
Universitat de Valencia
El textoaquf presenta coresponde
al capitulo 5,revisado y ampliad en
su aportciin espafoa, del cimo
libro. de 1a autora Arguitectura
Industrial. Concept, método
fuentes, publicad pore Museu d'E-
‘nologia de la Diputaciin de Valencia.
‘Valencia 1998.
RESTAURACION DEL PATRIMONIO ARQUI-
TECTONICO INDUSTRIAL
La Restauracién actual del Patrimonio industrial
La disciplina Arqueologia Industrial, como ya se ha comentado en.
otras ocasiones, mantiene desde su origen una intima relaci6n con el
movimiento de revalorizacién del Patrimonio Industrial. El interés social,
la sensibilizacion hacia este patrimonio ha sido determinante en el naci-
miento de esta disciplina; el trabajo de campo, el registro, el estudio, la
catalogacién, tiene como uno de sus objetivos principales la intencién
de preservarlo y de utilizarlo con fines educativos y culturales. El grado
de conservaci6n del mismo, las previsiones que desde ahora se realicen
para asegurar su estudio antes de su destrucci6n (inventarios, catalogos,
fotografias, planos, descripciones) son elementos basicos para su propia
existencia. Por otra parte, la recuperacién y conservacién del patrimonio
industrial debe estar estrechamente ligado a la Arqueologia Industrial
‘como disciplina cientifica que debe orientar la realizaci6n de dichos tra-
bajos y asesorar a la administracién sobre las potencialidades culturales
y educativas de este patrimonio.
Si observamos el origen de los Museos Técnicos, fue el estudio, sal-
vaguarda y conservacién de maquinas, herramientas y utensilios de pro-
duccién, uno de sus objetivos, es decir, el estudio riguroso y cientifico
de los bienes muebles de la industria y la técnica. Esta sensibilizacion
hacia la cultura material y conservacién de bienes muebles de nuestro
pasado industrial fue ampliéndose a partir de los afios cincuenta de
nuestro siglo hacia las construcciones propiamente dichas. Sabemos que
los primeros articulos referentes a la salvaguardia del patrimonio indus-
trial surgieron en los afios posteriores a la segunda guerra mundial moti-
vados por la destruccién de gran cantidad de edificios industriales. A su
vez, se fue cada vez més consciente del peligro y degradacin que este
patrimonio estaba sufriendo ante el gran desarrollo de urbanizacién de
las ciudades, ante la presi6n inmobiliaria, ante la crisis econémica y la
reconversiOn de las propias industrias.
Es a partir de esta concienciacién que surgen los primeros centros
pioneros en el estudio, difusion y recuperaci6n del Patrimonio Industrial:
el Museo Aleman de Bochum (1968), la Fundacién del Ironbridge Gor-
ge Museum Trust (1968), el Ecomusée de Le Creusot (1973). También
aparecen las primeras Asociaciones para la Arqueologia Industrial, con
la celebracion de periédicos congresos y las primeras iniciativas de orga-
nismos internacionales.
Hablar de restauraci6n del patrimonio arquitect6nico industrial, antes
de estas fechas, es posiblemente una falacia, sin embargo ello no indica
que no se hayan estado realizando intervenciones, rehabilitaciones
incluso alguna restauraci6n de estas construcciones; la diferencia estriba
en los criterios y objetivos de esa intervencién. Sabemos que el propio
180Arquitectura
Industrial
caricter de la arquitectura industrial es funcional, racional, adaptable y
por ello gran parte de las intervenciones que ha suftido son consecuen-
cia de su propia reconversi6n 0 adaptacin a los nuevos procesos pro-
ductivos y a la nueva tecnologia. Desde su origen, este carécter ha pro-
vocado distintas lineas de intervenciones:
1. Adiciones de elementos correspondientes a etapas distintas de una
historia acumulativa, Por supuesto, ello ha exigido igualmente demo-
liciones parciales del cuerpo principal; su motivacién principal ha
sido la ampliacién de la empresa
2. Es también bastante habitual que a lo largo de su historia hayan
cambiado en su uso, sobre todo en aquellas que por tener un espa-
cio diéfano han tenido esta posibilidad.
3. Transformaciones profundas en su estructura por cambios en el
proceso de produccién o en las distintas modalidades de obtencién
de energia.
4, Reconstrucci6n de lo arruinado; éste es el caso menos usual en
este tipo de arquitectura.
Estos criterios utilizados hasta ahora son eminentemente prdcticos y
légicamente no se corresponden al concepto de conservaci6n.
También se puede observar que, al igual que ocurtié con la restaura-
cién monumental, el origen o la iniciativa parti de un primer interés his-
t6rico. Sabemos que la protecci6n del Estado a los viejos edificios monu-
mentales se realiz6 primero a través de la Real Academia de la Historia y
no de la Real Academia de Bellas Artes, posiblemente porque “el valor
historico de la arquitectura es previo o esta por encima de su virtud esté-
tica” nos comenta P. Navascués. $i hablamos de Arquitectura Industrial
este aspecto es evidente, las distintas polémicas sobre esta disciplina,
todavia hoy, més afin a la disciplina de Historia Contempordnea, que a la
Historia del Arte, los distintos objetivos de las diferentes escuelas que se
han ido creando en Europa, la historia del trabajo, la visién de las distin-
tas revoluciones industriales, la historia econémica... han planteado una
misma situacién. Incluso la propia y escasa legislacién que sobre el patri-
monio industrial existe en la actualidad nos plantea en primer lugar esa
prioridad histérica, y en ocasiones también arqueolégica, que la que
podria derivarse del cardcter industrial del edificio en cuestion.
‘Sin embargo, hoy dia, el valor cultural ¢ hist6rico de estos edificios
est, en principio, fuera de toda duda, Su conservacién como testimonio
de un pasado industrial, de un momento histérico determinado, desde
un punto de vista global, es decir, el de un edificio que alberga un con-
junto de maquinas o un sistema de trabajo o una actividad comercial,
dentro de un entorno determinado, es un tema del que se es conscien-
te, Pero pese a ese interés creciente todavia falta una sensibilizacion de
la opinién publica, falta un programa especifico y sobre todo criterios
para la conservaci6n y para la rehabilitacion de este patrimonio, falta
tuna formacién especializada por parte de quienes van a intervenir en
161ecuaderno
1. ALONSO IBANEZ, M* del Rosato:
“El régimen jurdioo de la arqueolo-
ofa industrial”. Abaco, Gijén, 2 épo-
can? 1, 1982
s
este tipo de acciones. Y por tiltimo, falta una legislacién especifica para
la protecci6n de este patrimonio, tanto a nivel estatal como autondmico.
En este sentido, es evidente que no existe una legislaci6n adecuada
al Patrimonio Arqueol6gico Industrial en la actualidad, teniéndose que
acoger a la normativa general que existe sobre patrimonio hist6rico. Es
decir, si tenemos en cuenta que el articulo 46 de la Constitucién impo-
ne a los poderes piiblicos el deber de garantizar la conservacién y pro-
mover el enriquecimiento del patrimonio hist6rico, entendiendo éste, en
una actitud global, como aquellos bienes que tienen un valor cultural en
tanto que manifestaciones de una cultura material, el patrimonio indus-
trial es, sin duda, una parte de este patrimonio hist6rico y como tal se
debe proteger. M*. R. Alonso Ibdfiez comenta * Por ello al mismo nivel
se incluye el patrimonio industrial porque lo que se obliga es 2 proteger
Ja cultura material, la cultura concebida como un conjunto de bienes que
en si mismos han de ser apreciados por tener implicito un valor cultural
del tipo que sea”.
Por la ley estatal del 25 de junio de 1985 que desarrolla el articulo
149.1.28, se definen las competencias plenas de las distintas autonomias
al respecto de la ley general. Sin embargo, por lo general las nuevas leyes
de patrimonio de las autonomias tampoco han definido ni especificado el
valor del patrimonio industrial, El articulo 1.2 de la citada ley dice que for-
man parte del patrimonio hist6rico espafiol “Los inmuebles y objetos mue-
bles de interés artistico, histérico, paleontol6gico, arqueoldgico, etnografi-
co, cientifico o técnico”. Por supuesto deben ser declarados como Bien de
Interés Cultural, existiendo distintas categorias legales en funcién del nivel
de protecci6n en el que estén catalogados, si bien, como minimo, se bene-
fician de un minimo nivel de proteccién, concretado en el articulo 36
“que impone el deber de conservacién a sus propietarios”. Sin embargo,
esta posibilidad no se ha visto reflejada en la practica. Se necesita, en pri-
mer lugar y en general, una decidida voluntad politica de actuacién con-
creta para el patrimonio industrial. De la misma forma que ha ocurrido
con los inventarios, cada comunidad auténoma ha Ilevado a cabo distin-
tas actividades y ha manejado distintos criterios. Nos encontramos, por lo
tanto, con una gran diversidad de actitudes, de voluntades, de actuacio-
nes en la politica patrimonial de este pais.
Propuestas y criterios para la conservaci6n del Patrimonio Arqui-
tecténico Industrial
Ante un patrimonio arquitect6nico industrial hay determinadas pre-
guntas que debemos formularnos: zqué bienes conservar?, cémo con-
servar?, ¢d6nde conservat? Para responder a estas preguntas la forma de
trabajo podria ser la siguiente:
1. Realizacién de una investigaci6n histérica siguiendo un método des-
criptivo, analitico y comparativo para llegar a determinar la historia de la
arquitectura industrial. Para ello es necesario:
162Arquitectura
Industrial
+ Estudiar su evolucién a través de los distintos sectores industriales
0 tipologias. Fuentes de energia y distintos procesos de produccién
+ Estudiar y analizar los espacios de trabajo y la relacién del trabaja-
dor con el orden jerarquico y disciplinario de la fabrica
+ Estudiar la evoluci6n tecnolégica y nuevos métodos de construc-
ci6n
+ Estudiar la evolucién estética y el cardcter industrial, claramente
comprometida con la arquitectura del momento
+ Estudiar su impacto en la ciudad y el paisaje urbano-industrial en
relacién con las nuevas redes de comunicaci6n y transports
2. Seleccionar y proponer la proteccién en aquellos edificios particular-
mente significativos entre la totalidad de los edificios inventariados,
siguiendo los criterios basicos para valorar un patrimonio: interés hist6-
rico, cultural, artistico, emocional y prictico (criterios ya planteados en
1903 por el profesor de Historia del arte austriaco Alois Riegl)
3. Conservar y gestionar el patrimonio arquitectonico industrial. Es de
gran importancia plantearse seriamente el uso de estos elementos, su
futuro se debe estudiar con gran definicién, plan de viabilidad y renta-
bilidad social. A su vez, no hay que perder de vista que la restauracién
de estos edificios tiene grandes beneficios en la sociedad, pues, se evi
tan derribos improcedentes y significativos, se conserva la memoria his-
rica y urbana, se reutilizan edificios desafectados, se revitaliza la ciu-
dad o parte de ella. Podriamos hablar de tres tipos distintos de
proyectos*:
+ Patrimonio en el que se sigue la actividad, ya sea con modificacio-
nes o sin ellas. Incluso se plantean casos con soluciones mixtas, en
las que en la fabrica hay una zona en produccién y otra como museo
industrial
+ Transformacién en museo, de aquellas instalaciones industriales
que se encuentran fuera de uso, en una doble perspectiva: conser-
vacién en el mismo lugar (in situ) y conservacién en otro emplaza-
miento (el rescate)
+ Reconversi6n o reutilizacién para usos distintos al original: espacios
para actividades artisticas, espacios comerciales, espacios polifuncio-
nales, conjuntos residenciales, conjuntos administrativos, centros
educativo:
4, Evaluar los criterios arquitect6nicos para su conservacion y restauraci6n.
a, En primer lugar, es importante, a través de la investigacién hist6-
rica realizada del monumento industrial en cuesti6n, remarcar las
caracteristicas més relevantes de su tipologia, de los materiales
empleados en la construccién, de las nuevas tecnologias,
La arquitectura industrial nos proporciona una amplia gama de con-
ceptos espaciales, pero a grandes rasgos, éstos pueden ser clasifica-
163
2, WEHDORN, Manfred: “El patrimo-
ri ediflcado tenon e industrial en
Jos paises dl norte de Europa”. Pat-
moine architectural. Rapports
tudes, Situation du patrimoine
ba technique et industriel en Buro-
‘pe. Consil de ! Europe. Strasbourg,
1985. l autor nos da una isin gene-
ral sobre la conservacén y recone
si6n del pettimonio industrial en
Europa, criti y modelos3. CARTIER, C: “Le patrimoine indus-
tril: de la machine fie & lz sine
meuble", Meubles et inmeubles,
Paris, 1994
4, Tests recogidos por DUFORNET,
Paul: “Quelques aspects esentiels de
oeuvre d'ector Horeau”, Catélogo
de la Bxposicién Hector Horeau,
suplement aun Cahiers de la recher-
che architectural, 3, Pats 1979, pp.
150
5. BOILEAU, LA: Le fer principal
‘ment construct de la nowselle