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EL BATALLON DE INFANTERIA DE MARINA N’ 5 EN LAS MALVINAS Por el Capitén de Fragata I. M. Carlos Hugo Robacio 1, INTRODUCCION Esta narracién profesional, en raz6n de la sintesis a que estoy obligado, no contiene en si la totalidad de Io acontecido durante las acciones en Malvinas, ni julcios de valor de quien los ha vivido, puesto que etn no se han expedido las comisiones especiales que efectian el ané- lisls en detalle de las operaciones; es obvio que asf [o haga el dia en que el tema tome estado piblico y sea ineludible su divulgacién, para impedir que se tergiverse lo realmente acontecido 0 se pretonda disminulr el ca- racter de gesta que intrinsecamente lleva en’ si el pro- blema Malvinas y no precisamente los méritos o demé- ritos de los que tuvimos el privilegio de participar. Debe entenderse, ademés, que todo cuanto aqul se ex: presa esté basado on la experiencia vivida y bajo la 6ptica personal de un comandante de una unidad téctica ue, por ser humano, puede ser parcial. A lo anterior se le suma el orgullo que sfento de pertenecer a las Fuer- zas de la Armada presentes en la accién y el haber lu- chado junto a otras unidades del Fiército y de la Fuerza Aérea, todos de la dotacién "Malvinas", Io que no des- carto puede llevarme a un enfoque “localizado” del pro- blema. Si bien es cierto que tuvimos “nuestro problema”. Ia realidad de la accién nos mostré répidamente ta cara de la verdad: es asf aue ef dolor y Ia necesidad desper- teron sentimientos més nobles y profundos. contribuven- do a intearar todas las fuerzas para prosontar batalla donde. cada imo supo acudir a todas sis raservan en al ‘Whento de.dar de sf lo que las cireunstancias y ef honor reauerfant . » Tal el caso de los comandos de! Eiército v propios, Ios observadores adelantados de ta Fuerza Aérea, do iefes ¥ oficiales y dotaciones cue con fragiles embarcactones abastecian a las unidades distantes. De los aviadores de las tres Fuerzas aue muchas veces, ya sea con avio- nes de entrenamiento. de transporte o helicénteras. sa- fan en misiones verdaderamente temerarias ques nos ocurrfen como suicidas, burlando el ataque v el blocueo de Ios Inaleses en procura de abastecer. desnlazar efec- tivos y/o brindar la escastsima exploracién que se logré disponer. Una accién similar desarrollaron otros olemen- tos y personal como el caso del Exocet, que no sélo de- mostré ser eficaz y de valor, sino que contribuy6 a le- vanter y mantener Ia moral. Otro tanto ocurrié con todos aquellos que nos ‘apoyaron con su esfuerzo en el aspecto logis- tico, en miltiples y riesgosas circunstancias. Serfa injusto dejar de mencionar o aclarar que i el Batallén de Infanterfa de Marina N? 5 per- siguié tenazmente el cumplimiento de la tarea asignada hasta, que agoté su municién, no son menos ciertas las pruebas de apoyo ilimitado 22 0 SEMA, de elementos del Eiército que combatleron a su lado hasta las Uitimas instancias, tales como los dos grupos de artilleria, las compaiifas Char- lie y Bravo, de los regimientos 3 y 6, ademas de algtin personal del Regimiento 4 que pudien- do replegarse a Puerto Argentino se integraron al batallén y lucharon y murieron al lado de nuestros efectivos. 2, ANTEGEDENTES Cuando se produce la recuperacién de nues- tras Malvinas en una impecable operacién an- fibia, accién quo sin duda la historia guardard para sf juntamente con un memorable y victo- rioso regreso, pacifico o no, que a no dudarlo se producira en no mucho tiempo, el batallén se encontraba ajustando su adiestramiento en campafia, reelizando justamente précticas de combate nocturno. Esta unidad fue, es y seré un motivo de ver- dadero orgullo para cualquier infante de mari- na que pase por sus filas, no importa quién la comande ni quién Ia integre, pues por tradicién, por capacidad de medios y peculiares vivencias, en ella se hacen hombres y comandantes. Es una unidad que lo tiene todo y que tra baja con profundo sentido profesional, puesto que posee movilidad, apoyo de artilleria, explo- racién, un conjunto bien balanceado de armas y excelentes equipos de comunicaciones, pero mucho més que lo mencionado es que se adies- tra independientemente y casi siempre con el apoyo del Grupo Agreo Insular de la aviacién naval, a lo que sumando el espacio y las condi clones meteorolégicas extremas en que desa- rrolla sus actividades, concluiremos que sin du- da era la unidad ideal para operar en Malvinas. Por conocer lo que tenfa entre manos, puede comprenderse la sana envidia profesional, fue- ra de la alegria inmensa que sentia el suscrip- to cuando muchos infantes de marina relataban con auténtico y sentido orgullo “su toma” de las Malvinas; no imaginaba ese 2 de abril que a mi unidad Te tocaria desarrollar la segunda parte, ya que por su misién era improbable su desplazamiento. Sintetizando, el batallén era, orgullo aparte, la unidad mejor armada, equipada y adiestrada para las operaciones a las que fue destinada, asi que cuando me fue requerida su interven cién no dudé en aceptar la misién. Esto hizo que en muy escaso tiempo se apagara en mi la sana envidia profesional, por la variedad y seriedad de las decisiones que a partir de ese instante tendrfa que adopter, dado que ahora éramos nosotros los que debiamos exponer nuestros conocimientos y nuestro temple; asf fue que, aparte de los aspectos tdcticos que se desarrollarian, fij6 como objetivos a cada uno de mis hombres las siguientes premisas: 1. La Justicia ante Dios y el mundo de la causa por la que sin duda lucharigmos con dig- nided. 2, Representébemos el honor del pueblo ar- gentino, a la Armada y a una orgullosa In- fanterfa de Marina. 8. Debfamos demostrar si realmente éramos hombres y si habfamos elegido la profesién deseada con verdadera vocacién. 4, No odiar ni al enemigo, pues el que odia no sabe combatir. 5. Una vez en las islas Malvinas no habia po- sibilidad de regreso hasta cumplir con la tarea impuesta: jluchar! y éramos los ele- gidos. Siempre estuve convencido de que lucharfa. mos y con total desventaja, asi como también desde el primer dia intuf el resultado final; no obstante, Jamas pude darme el lujo de mostrar ni siquiera por un segundo un dejo de pesimis- mo, pues sabia el calibre de los hombres que me acompafiaban y que por sobre las deficien- cias que debiamos afrontar, las virtudes de un verdadero equipo de combate primaban sobre cualquier tipo de falencias. 3. HISTORIA GRONOLOGICA DE LAS OPERACIONES a} El arribo y primera misién EI arribo de la unidad se inicié por modo aéreo a partir del 8 de abril de 1982 desde Rio Grande directamente al aeropuerto de Puerto Argentino, completéndose el traslado el dia 12 de abril. Por falta de medios y de directivas, la unidad se traslada a ple, hasta un galpén de esquila en las proximidades del fuerte de los Royal- Marines, distante unos 15 kilémetros del aero- puerto, en donde se pernocté relativamente cu- bierto. (Ver figura 1.) Al dia siguiente, por disposicién superior, se desalojé el lugar, motivo por el cual se solick taron érdenes, imponiéndose al batallén la de “defender y controlar un emplio sector del pueblo hacia el oeste que abarcaba los montes Hartiet, Two Sisters, Longdon, Tumbledown, Wi iams y Sapper Hill, a fin de contribuir a man tener Puerto Argentino”. Efectuado un répido anélisis se dio una or- den preparatorla, se ejecutaron los reconock mientos pertinentes y se inicié el inmediato desplazamiento de los efectivos a las posiciones. SEMA. © 23 Bésicamente se distribuy6 la responsabilidad entre el Regimiento de Infanteria 25, desde la localidad hacia of este, y al oeste, el batallén; ademas se ordenaba el traslado a Bahia Fox del Regimiento de Infantera 8, pese a los intentos que hicimos los comandantes para disuadir de esta decisién al comandante de las fuerzas te- rrestres, de acuerdo con la inteligencia dispo- nible y teniendo en cuenta que los sectores asignados eran excesivamente extensos, ya que fa magnitud del enemigo a enfrentar se apre- ciaba en 3 brigadas. b) Llegan otras unidades Posteriormente @ lo ya mencionado y con mo- tivo de una visita de supervisi6n realizada por el comandante de Operaciones del Atléntico Sur, se produce un cambio en el comando su- perior con el arribo de la Brigada de Infante- ia 10, cuyo comando asume la responsabilidad de las acciones en la defensa de Puerto Ar. gentino, destinandose a la Brigada de Infante- rfa 3 la defensa de Darwin, Puerto Fox y Puer- to Howard. Los espectos que se introdujeron no afeota- ron en general la misién recibida, la que en 2 @ SEMA CARTA DE MALVINAS lineas generales se mantuvo, con la I6gica reduccién de la zona de responsabilidad al co- der los montes Harriet, Two Sisters y Longdon a unidades del Ejército y, por supuesto, acercar al centro del dispositive propio a la Compaiifa Obra, la que se constituyé en reserva del ba- tallén. A partir de ese momento y a lo largo del tiempo, se adopté el dispositive que se indica en la figura 2, al que se le realizaron leves ajustes, los que transformarian a la re- serva general y al Regimiento de Infanteria 4, en una fuerza de avanzada del campo principal de combate al atacar al enemigo desde el oeste. El dia 24 de abril se ordené ocupar todas las posiciones en forma definitiva, se dieron por finalizados todos los fuegos de reglaje y se transformé el sistema defensivo en un ente absolutamente estatico. Se ordenaron distintas misiones de patrullado por las estancias, lo que se cumplié solamente en forma muy limitada, por la carencia de medios de movilidad. c) Las acciones a partir del 1* de mayo A partir del 1? do mayo comienzan los bom bardeos aéreos y naval sobre instalaciones y posiciones. El bombardeo aéreo se efectué casi a 2 en su totalidad sobre la zona del aeropuerto, ‘eayendo en esas oportunidades y muy circuns- tancialmente algunas bombas sobre las posicio- nes del batallén sin causar bajas. Sin embargo, y simulténeamente comenzé un sistemético bombardeo naval nocturno, el cual en un 80% fue dirigido contra nuestras posi- ciones. Al suftir la unidad sus primeras bajas (1 muer- to y 7 heridos) nos obligé a mejorar las posi- DISTRIBUCION DE EFECTIVOS EN PUERTO ARGENTII ciones, tarea que se continiia dia a dia, a pesar de no disponer de material de fortificaciones, pero eprovechando al méximo las condiciones del terreno y/u obteniendo material de circuns- tancias. En el lapso de tiempo restante s6lo se pro- ducen tres heridos, por accidentes debido a las malas condiciones de visibilidad, a causa de a accién persistente del viento y la tluvia que no merecen mencion. Trincheras y refugios en Sapper Hill. La unidad trabaja y se Ingenta viviendo en sus posiciones, las que llegan a disponer en algunos casos, por el tesén y ganas del porso- nal, de comodidades para dormir, bafios, lava- torios y refugios para esparcimiento debidamen- te fortificados, todo ello con barretas de hi ro, palas y las manos, lo que hizo factible preservar el personal y armamento pese a las ‘condiciones adversas del terreno y el clima. Ya para ese entonces el batallén se habia integrado totalmente como una unidad més de la Brigada de Infanterfa 10 y porsonalmente participé como oficial de inteligencia en un en- frentamiento que se hizo entre las capacidades del enemigo y los modos de accién propios. Dado que la Inteligencia disponible hacia pre- yer como prioritaria una “accién anfibia en fuer za sobre Puerto Argentino”, el sistema de de- fensa que se adopt6 fue exclusivamente para esos fines. La superloridad siempre estuvo ho- nestamente convencida y aferrada a esa idea, fa pesar de que se le hiciera notar que lo més légico era un desembarco enemigo sin opos- cién en el ceste 0 el norte, este ultimo menos probable, puesto que las zonas costeras de la bahta de la Anunciacién estaban bajo el fuego directo de la artilleria propia. El concepto de la accién anfibia, combinalo con la posibilidad de un ataque vertical en pro- ximidades de Puerto Argentino, fue la idea ob- sesiva € inalterable hasta el desenlace final. Esa idea, unida a la falta de medios de mo- vilidad epropiedos y al desgaste sufrido por los escasos recursos de este tipo, hicieron pre- sentar una defensa inmévil sin posibilidad de 26 @ SEMA. Figura Nt 3 Dispositivo BMS 12 jun 088 82 una reaccién de envergadura, puesto que ade- més se carecia totalmente de apoyo naval y aéreo, dmbitos donde el enemigo tenia el do- minio absoluto. La guarnicién de Puerto Argentino estuvo des- de el inicio de las hostilidades précticamente aislada, sitiada 74 dias y bombardeada por aire, mar y tierra durante 44 largos dies. EI fin se Intuia y era inevitable. No obstante, alli estébamos para luchar con dignidad y ho- nor como corresponde a todo hombre de armas. El enemigo tenia informacién completa so- bre las posiciones y para ello disponia de dos satélites, fotografias aéreas diarias y excolen- tes medios electrénicos y Opticos. EI enemigo barrié las posiciones del norte fen proximidades de bahia de la Anunciacién y rochaz6 todas las patrulles de nuestros coman- dos, que inexplicablemente dejaron de recibir misiones en el frente y fueron asignados a en- grosar los numerosos efectivos de retaguardia. Posteriormente preparé y abland6 con inten- 80 fuego de ariilleria, naval y aéreo, a las po- siciones y efectivos proplos de montes Harriet, Two Sisters y Longdon; los rodea, se infiltra y asalta en la noche y madrugada de los dias 41 y 12 de Junio. En esos momentos todos los fuegos de contrabateria y sobre el enemigo eran controlados por personal de la unidad, ya que nuestras dominantes posiciones en los montes Williams y Tumbledown y les seguras comuni- caciones que manteniamos con los jefes de la attilloria (grupos 3 y 4) asi lo permitian, lle- géndose a reglar varias misiones simulténeas. Esto, més el entendimiento logrado con los je- fes de dichos grupos de artillerta, facilitarfa el posterlor indiscriminado epoyo artillero al batallén. En esas circunstancias tuvimos la inmensa alegria de haber derribado un avién enemigo mediante fuego de ametralladoras y fusiles de la Compaiifa Mar emplazados en la altura de Sapper Hill y de haber puesto fuera de com- bate con un Exocet disparado desde terra, al crucero briténico “Glamorga El comando superior, con Intenciones de re- cuperar monte Longdon, desplaz6 a la Compa- fifa Zuld, la que quedé estacionada en su pen- jente inferior hacia el sudeste. El dfa 13 de junio, ademas de la Compajifa” Zulé, el Regimiento do Infanteria 7 se habla reorganizado y recibido refuerzos, manteniendo sus posiciones en el flanco norte del Batallén de Infanteria de Marina N° 5. Ese dia, por la mafiana, pudimos observar cémo una Jarga fila de prisioneros del Regimiento de Infanterfa 4 era conducida hacia el ceste, embarcando pro- bablemente a los heridos en helicépteros. Se mantuvo una intensa accién de contrabs- terfa y se hostigaron con todos los fuegos dis- ponibles los montes conquistados por el ene- migo. Se agregé a la unidad la Compaiia Bravo del Regimiento de Infanteria 6, a continuacion de la tercera seccién de la Comparila Naver, cerrando el valle de Moody, acceso desde ol este hacla Puerto Argentino. Se incorporaron algunos efectivos remanentes del Regimiento de Infanteria 4 y la Compaiifa Charlie del Regie miento de Infanteria, 3 mantenia firmemente sus posiciones entre los montes Williams y Sapper Hill; estos elementos del Ejército combatieron de igual a igual con mis efectivos, replegsndo- se solamente “por orden”, previa destruccién de municién y material pesado. 4, LAS FUERZAS ENEMIGAS Las fuerzas enemigas que se prevefa ataca- rian eran les correspondientes a 3 brigadas, la de Infanteria de Marina, la V Brigada Escolta de la Reina y una Brigada Aerotransportada o de Paracaidistas, si bien esto, de acuerdo con los informes de los ingleses, no fue estricta- mente asf, puesto que so agregaron a la V Bri- gada efectivos de Batallones de Paracaidistas y otros elementos de “esa brigada” u otras fuerzas. Resumiendo: el enemigo que nos atacé disponfa de 8/9 batallones 0 regimientos de Infanteria de Marina, del Ejército y paracaidis- tas, con 3 grupos de artilleria de apoyo, por meneionar s6lo sus elementos principales. SEMA @ 27 Zona de la Seccién Apoyo Logistico en proximidades del Cuartel de los EI enemigo dispuso de abundante apoyo de helicépteros, lo que le facilité su movilidad y un sobresaliente apoyo de artilleria de campa- fia, con caftones de 105 milimetros y un alcan- ce de 17 kilémetros; ademés, apoyo de fuego naval y aéreo ilimitado. Pudo asi colocar sobre nuestras posiciones, tal como lo manifesté ol comandante de su artilleria, aproximadamente 1,000 proyectiles por hora en las uitimas fases del combate, aprecio que de unas 54 bocas de fuego de la artilleria desde el oeste, 3/5 bu- ques con fuego naval desde el norte y el sur de nuestras posiciones, ademés de aviones y helicépteros. Sintetizando: en su ataque, incluyendo ele- mentos de combate, de apoyo de combate y logisticos, el enemigo emples entre 10.000 y 12,000 hombres en la batalla terrestre final. Desembareé en San Carlos, con la tinica opo- .sicién de una seccién de tiradores reforzada con algunas armas de apoyo del Ejército, que luché hasta que agoté su municién, se replegé y ft nalizé su odisea en Darwin, donde fueron to- mados prisioneros con otros efectivos del Re- gimiento de Infanteria 12 del Ejéroito y de la Fuerza Aérea, luego de cruenta lucha. Los briténicos eliminaron una posible amena- za a su retaguardia o flanco al tomar Darwin y avanzaron empleando sus helicdpteros ocu- pando Ia linea de alturas hacia el este, como 28 @ SEMA. “Royal Marines”. : era de esperar; aseguraron con comandos y fuerzas especiales monte Kent, punto clave de Ia isla, y luego por medio de buques y embar- caclones, “no caminando", como lo manifeste- ron aviesamente, ocuparon y se agruparon en Bluff Cove y Puerto Estancia House, desde don- de dirigieron el ataque final, a pesar del leve retardo que le produce, por bajas en los buques “Sir Tristan” y “Sir Galahad", la Fuerza Aérea Argentina. Con su artillerfa, inicialmente emplazada en proximidades de los montes Kent y Challenger, buques en la bahia de la Anunciacién y al sud- oeste de Puerto Argentino, el enemigo inicié el ataquo final, primero con la Brigada de In- fantoria de Marina, reforzada con un Batallén de Paracaidistas, del 11 al 12 de junio, y poster mente, del 13 al 14 de junio, con la V Brigada y la Brigada Aerotransportada, apoyados por la Brigada de Infanteria de Merina como reserva en el ataque final. 5. LAS FUERZAS EN LA DEFENSA DE PUERTO ARGENTINO Las fuerzas terrestres propias en la defensa de Puerto Argentino se aglutinaron sobre la Bri gada de Infanteria 10, con 6 batallones 0 reg mientos de Infanterfa y 2 grupos de artillerta (38 obuses de 105 milimetros y un alcance de 40,5km, ms 1/2 de cefiones de 155 milimetros y un alcance maximo de 20 km). El comando de la brigada siempre esperé el desembarco en fuerza sobre Puerto Argentino, combinado con un asalto vertical, motivo por el cual no se modificé el dispositive, cumplien- do las fuerzas de reserva, ol Regimiento de Infanteria 4, e| papel de avanzada de combete, al concretar el enemigo exclusivamente su ata- que terrestre desde el oeste. Es por ello que en las fases finales opondria- mos al enemigo sdlo parcialmente el poder de combate disponible. Sencillamente “combatic- ron” a nivel de unidad casi exclusivamente el Regimiento de Infanteria 4 y parte del Regi- miento de Infanteria 7, del 11 y 12 de junio, una reaccién ofensiva menor de la Compafiia Zuld y, finalmente, del 13 al 14 de junio, el Regimiento de Infanteria 7, el Batallén-de In- fanterfa de Marina N’ 5 (Ec) y con esta altima unidad, las compafiias Bravo y Charlie de los rogimientos de Infanterfa 6 y 3. Légicamente los Grupos de Artilleria 3 y 4 s6lo dejaron de ha- cerlo, Gnicamente, al ser précticamente elimi. nados 0 haber agotado la municién. Coneretamente, nuestra carencia de medios de movilidad y un dispositive tremendamente estético nos hicieron enfrentar a un oponente altamente mévil que concentré sus fuerzas con habilidad y oficacia, batiéndonos por partes, a pesar del denuedo y empefio de los elementos adelantados. la suerte estaba echada y nuestro batallén, el “rico” de la guamnicién, por las causas ex: plicitadas en el acdpite 2, “Antecedentes”, tuvo el orgullo y el honor de ser el ditimo en acellar el fuego de sus armas, ante érdenos reiteradas, y por haber agotado précticamente toda su municién; esto ocurria aproximademente entre las 14.00/14.30 horas del 14 de junio de 1982, ‘en momentos en que mientras el grueso de la unidad a cargo del segundo comandante en- traba précticamente “desfilando” en la locali- dad de Puerto Argentino, el tiltimo grupo de re- taguardia y un par de ametralladoras 12,7 mili- metros, so abatian y desaferreban de una com- afiia atacante que pretendia asaltar las posi- clones de Sapper Hill con el apoyo de 8 he- licépteros. EI dispositive en la zona de responsal del batallon —En montes Tumbledown y Williams: Compaiiia Nacar con: 4 secciones de Tiradores 1 secolén de Ingeniéros Anfibios morteros de 60mm ametralladoras de 12,7 mm ametralladoras de 7,62 mm cafiones antitanques de 105mm 1 grupo de misiles antitanques. —Entre montes Harriet y Williams al sur del ‘amin Compaiia Obra, con misién retardante y prioridad en los apoyos de fuego: 2 secciones de Tiradores morteros de 60mm ametralladoras de 7,62 mm —En Sapper Hill: Compaiifa Mar con: 3 secciones de Tiradores morteros de 81 y 60mm 1 grupo de mistles antitanques ametralladoras de 12,7 mm ametralladoras de 7,62 mm —Armas de apoyo del batallén: 1 bateria (6 obuses) de 105mm 1 secci6n de morteros (6) de 106,6 mm 1 seccién de morteros (6) de 81 mm ——Fracciones agregadas: Compafifa Charlie del Regimiento de Infanteria 3 Compara Bravo del Regimiento de Infanterfa 6, esta ditima a partir de la madrugada del 12 de junio. Este dispositive fue complementado con cam- pos minados y trampas explosivas. La Compafifa Obra era, inicialmente, la Reser- va. Dado que por un ajuste de la zona de res- ponsabilidad se debi6 adelantar esta compafia para cubrir el sector del sudoeste, empledndola como avanzada del propio dispositivo, se pre- vi6 la ejecucién de contraataques con la Gom- paffa Mar, sein la probable evolucién de la situacion. Para una mejor comprensién de la distribu- cién de las subunidades y armas del batallon, ver Figura 3. 6. DESARROLLO DE LAS OPERACIONES DEL 11 AL 14 DE JUNIO DE 1982 Durante los dias 10 y 11, el enemigo habia hostigado intensamente y con una continuidad asombrosa todas las posiciones del oeste o ade- lantadas, las del norte y propias con fuego ne- val y de ertilleria, Durante la noche del dia 11 de junio, los SEMA @ 29 Figura N° 4 Situacién a 0200 13 jun 82 f fuegos se Intensificaron mucho més y tras esa cortina de fuego, aproximadamente a partir de las 23 horas, el enemigo lanza su primer ataque ‘a fondo sobre las posiciones del Regimiento de Infanterfa 4, que ocupaba los montes Harriet y Two Sisters, y simulténeamente sobre el mon te Longdon, donde se encontraban efectivos del Regimiento de Infanterfa 7 y una Seocién de Ametralladoras 12,7mm, con infentes de Marina reforzando esas posiciones. Todo ello en el oeste y noroeste del dispositivo general. Aproximadamente a la 1 del dia 12, el ene- migo conquista las alturas meneionadas, me- diante una impetuosa accién ofensiva nocturna epoyada por un aplastante e intenso fuego naval y de artilleria. El comandante de la unidad de! Ejército Ar gentino, antes de ser capturado, nos solicité que batiéramos sus propias posiciones, lo que se ejecuta de inmediato. (Ver figura 4.) El combate se caracteriza por el impetu y agresividad de la Brigada de Infanteria de Mat na inglesa y la cruenta resistencia argentina. Nuestro apoyo de artilleria fue efectuado casi en su totalidad con intervencién del batallon y fundamentalmente sujeto a informacién car- togréfica. En la madrugada, y ya concretado el repli gue de los efectivos proplos que habfan logra- do desprenderse, se escuchen dispersos tiro- teos, presumiblemente efectuados por efectivos que habjan quedado aferrados y atin seguian combatiendo con valor. Apreclébamos que el enemigo, una vez con- quistados los montes Harriet, Two Sisters y 20 0 SEMA. Longdon, no los ocuparia totalmente, dejando fracciones de observacién y aislando dichos montes con fuego de artillerfa. Este aspecto fue informado al Comando Superior, con la in- tencién de influir en la decisién de contreatacar y reouperar el terreno perdido, sin resultado positivo. La unidad apoyé el repliegue del Regimiento de Infanterfa 4 y las subunidades que lo re- forzaban. Dicho repliegue se efectud directa. mente a la localidad de Puerto Argentino, ante el empuje arrollador del agresor, lo que impidié que se cumplieran las coordinaciones para que todos esos efectivos se Incorporaran al dispo- sitivo del batallén. Eventualmente, sdlo en al- gunos casos aislados se cumplié dicha pre- visién. Durante el dia 12, por la mafana, el enemi- go efectivizé el control y consolidé las alturas conquistadas, gravitando todo el esfucrzo de hostigamiento sobre los montes Williams y Tumbledown, el resto del dispositive propio y las posiciones del flanco norte a cargo del_Re- gimiento de Infanteria 7 y la Compafifa Zuld en la pendiente este del monte Longdon, post- cién que vanamente habfa intentado retomar. El dia 13, siendo aproximadamente las 16 ho- ras, el enemigo intenta montar un ataque desde ‘el monte Harriet en direccién al monte Williams y unos metros al norte del camino que une a Darwin con Puerto Argentino; el desplieque y aproximacién es observado por la Compafifa ‘Obra que se encontraba al sur del camino y fen posicién intermedia entre los montes men- cionados, lo que facilité dejar aproximar a dicha unidad/subunidad y desarticuler su aproximacién Figura Nt 5 Situaci6n a 2900 13 jun 82 con una precisa concentracién de nuestra ba teria, el Grupo 2 de Artilleria, morteros y otros fuegos propios, aniquiléndose a los atacantes. (Ver figura 4.) Aproximadaménte a las 22.15 horas, ya en plena noche, el enemigo reinicia su ataque asal- tando simulténeamente las posiciones do la Compaiiia Obra, al sudoeste de monte Williams y las posiciones del Regimiento de Infanteria 7 desde el norte (Murrell River). Aproximadamente a las 2230 horas se Inici6 el primer asalto sobre las posiciones de la Compafiia Nécar en monte Tumbledown. (Ver figura 5.) El ataque a las posiciones de la Compatiia Obra fue rechazado por los fuegos de la sub- unidad, complementados por Ia artilleria y mor teros de la unidad. También se habia “frenado” al enemigo en Tumbledown. Lamentablemente, el sector del norte (Long- don-Wireless Ridge) fue rdpidamente dosarticu- lado, iniciéndose el repliegue de esos efectivos. Se ordena a una compafifa del Ejército y a la Compania Zuld, que logra desprenderse de la pendiente del monte Longdon, retomar las po- siciones perdidas, a las 2330 horas, pero no pueden concretar ambas subunidades dicho pro- pésito por una intensa accién enemiga, lo que obliga a esos efectivos a replegarse, {Quedé- bamos solos y acosados! Durante esas largas horas de la madrugada el enomigo intenta nuevos asaltos, fundamen- talmente centra todo su esfuerzo sobre las posiciones de monte Tumbledown. Todos los fuegos de apoyo del batallén y del Grupo de Artilleria 3 se vuelcan a este sector, mientras el Grupo de Artilleria 4, précticamente con tiro directo, cubria durante toda la accién nuestro flanco desprotegido. A la 1 hora, aproximadamente, del 14 de junio, se ordend a la Compaiiia Obra, que ha- bia cumplido més que satisfactoriamente con su tarea, iniclar el repliegue para constitulrse en Reserva en proximidades del Puesto de Co- mando del Batall6n; mientras tanto la Compa- fila Mar iniciaba su apresto para ser empleada “a la orden” en una reaccién ofensiva. Aproximadamente a las 3 horas, se mani- fiesta una situacién incierta en el sector oeste de monte Tumbledown, por lo que se dispuso un contraataque con efectivos propios y de la Compafifa Bravo del Ejército, para recuperar di- chas estribaciones, desde donde habia sido re- chazada una Seccién de Ingenieros de Infan- terfa de Marina que combatia como infanteria. Dicho propésito no prosperd, dado que se en- frent6 a efectivos considerablemente superio res. El enemigo mantiene dicho sector y colo- ca en los lugares més altos sus ametralladoras. Aproximadamente a las 6 horas, la 4" Sec- cién_de la Compafifa Nécar habia sido robasa- da. Parte de los efectivos de esa Seccién que logran desprenderse pasan a reforzar el Pues- to de Comando de la Compajita. (Ver figura 6.) Mientras esto ocurria, el enemigo habia con- solidado la conquista del flanco norte, las altu- ras que bordean el Moody Valley, incidiendo con fuegos directos sobre mi Puesto de Co- mando, sobre la zona de emplazamiento de la Seccién de morteros de 106,6mm y sobre la zona de apoyo logistico. Teniamos a nuestro flanco, por lo menos, 2 batallones de paracaidistas. La Compafifa Mar estaba intacta y aprestada para iniciar un nuevo contraataque sobre mon- SEMA. © 31 i Figura N° 6 Situaci6n a 0800 14 Jun 82 te Tumbledown, lo que atin era factible, Se requirié al Comando Superior (aproxima- damente 2 las 3 horas) el desplazamiento de alguna unidad para cubrir nuestro flanco y el adelantamignto de efectivos para cubrir el hue- co que défarfa en Sapper Hill la Compaiita Mar, con el fin de recuperar nuestras posiciones y evitar el desbordamiento por el flanco norte dal batallén. Se intent6 reforzarnos con una compafia del Regimiento de Infanteria 25, la que, lamenta- blemente, s6lo pudo llegar hasta el Hospital Militar. ‘ Se solicité el refuerzo de municién, ya que el consumo de la misma era casi descontrola- do por la dinamica del combate. 32 @ SEMA. i Garis Sssecl Stat ng y il = e bees cress Ney Bu sin gS ahr Virtualmente, la situacién logré. ser_contro- lada, aproximadamente @ las 7 hotas. Solo ha- bfamos perdido una parte del..monte Tumble- down, pero conservébamos la més importante y dominante, Informamos de la situacién al Comando Supe- rior, la necesidad de municién y que adn espe- rébamos desde retaguardia una accién ofensiva. Recibimos @ esa hora la primera orden de replegarnos. Estaba convencido de que atin po sistir, por ello se ordené a la Compefiia Obra, que ya se habia recuperado, alistarse para el contraataque conjunto con la Compaffa Mar, aecién que pensaba dirigir personalmente. Con el correr del tiempo, la situacién desde el punto de vista logistico era critica, dado que Heltcéptero en la zona de apoyo logistico y personal bajando carga. précticamente se nos habia agotado la muni- cién de las armas de apoyo (baterfa de obuses 105mm, morteros y cafiones’antitanques). No habfamos recibido el refuerzo de municién requerido y sdlo se envid desde retaguardia municién de morteros de 81mm, llegando el vehiculo con la misma hasta el alojemiento de la Agrupaci6n Ingenieros (a 8/9 kilémetros de la primera linea). El accionar de la artilleria enemiga era te- rrible. Aproximadamente a las 8 horas las posicio- nes de Tumbledown se veian comprometidas ante el Incremento del esfuerzo del enomigo. Alrededor de las 9 horas, se informa de la situacién al Comando Superior, quien reitera la orden de repliegue. Se ordené a todas las Subunidades més ade- lantadas replegarse sobre Sapper Hill, reorgs- nizar el dispositivo y continuar el combate en dicho lugar. Adelanté hacia esa altura al primer escalén de mi puesto de comando y se Inicié el re- pliegue ordenadamente. Primero las compafiias Nécar y Bravo, las armas de apoyo y los ser- vicios, sostenidos, inicialmente, por la Compa Charlie en el flanco sur y la Compafiia Obra con el primer escalén del puesto de comando al norte. Una vez replegada y reorganizada la unidad en Sapper Hill, informo esta situacién al Co- mando Superior. Eran alrededor de las 11 ho- ras. Para nosotros, el combate ain proseguia. El jefe de Operaciones me comunica que ha- bian cesado las actividades operativas. A las 1230 horas, mientras el combate para nosotros prosegufa con todo su fragor, combi- nado con una intensa accién de artilleria ene- miga, recibimos la orden del segundo coman- dante de brigada, de replegarnos de inmediato a Puerto Argentino, pues habian cesado las hos- tilidades y se habia rendido la plaza. El batallén inicia el repliegue aproximadamen- te a las 13 horas, previa destruccién de la mu- nicién y equipo pesado, como ya lo habiamos hecho horas antes en las posiciones anteriores. Alrededor de las 13.30 horas, mientras el batallén entraba a Puerto Argentino “desfilan- do”, puesto que ninguno de sus integrantes se consideraba vencido, se produce un asalto del enemigo sobre nuestro cltimo grupo de reta guardia y un par de ametralladoras de 12,7 mm. (Wer figura 7.) Este ataque, ejecutado por unos 100 hombres ‘en 8 helicépteros, es plenamente rechazado y logramos, combatiendo, desprendernos. Entre las 14/14.90 horas del 14 de junio, todo el batallon se encuentra reunido, portando con orgullo todo su armamento individual, cansado, pero con la misma moral del dfa del arribo. Habiamos sufrido unas 80 bajas (16 muertos, SEMA. © 33 Figura Nt 7 Situaci6n final a 1330 14 jun 62 el resto herido), pero tenfamos el total oon- vencimiento de que el enemigo habia pagado un alto precio en la conquista de nuestro sector. Basamos la afirmacién de bajas por propia experiencia y on los siguientes hechos: 1. En el desfile de la victoria exhibieron nu- merosos mutilados, que de acuerdo con lo in- formado por su propia prensa excedian los 700. 2. La unidad/subunidad aniquilada el dia 13 de junio del '82 después de las 16.00/17.00, fen que debo detener los fuegos ante requerl- miento de mis subordinados, puesto que “ya nadie se movia” y por ser Insoportables los gritos de dolor dei personal hetido © mutilado. Esta fraccién enemiga cayé en una zona en que tenfamos fuegos preparados y fue précti- camente despedazada por la artilleria, 3. Adn el dia 19 de junio por fa tarde, el in- vasor estaba en plena tarea de recoleccién y entierro de sus muertos, 4, El crucero “Glamorgan”, que fuera alcan- zado por un misil Exocet propio, recibe el im- 4 e@ SEMA as i .. a 2 ee app TUN 62 63, pacto a través del hangar de helicépteros, cuan- do se retiraba, alcanzando el misil un pafiol de municién; ninguno de los que fueron testigos podré olvidar “el tremendo fogonazo que ilumi- né el horizonte”. 7. VIRTUDES Y DEFECTOS DEL ENEMIGO a) Virtudes Alto grado de profesionalismo, dado por un sistema de incorporacién sujeto a organizacio- nes de combate estables y por un sobresalien- te grado de alistamiento fisico, técnico y tactico. Coordinacién y uso eficaz de los elementos de combate, principalmente artilleria, fuego na- val y comunicaciones con la maniobra. Alta movilidad, dada por un intensivo uso de helicopteros y vehicules aptos, lo que les per- mitia lograr méxima rapidez en desplazamientos, flexibilidad y libertad de acc Flexibilidad en la ejecucién en las misiones de fuego de artilleria, lograda mediante el des- plazamiento helitransportado de las mismas, di- ficultando la eficacia del fuego de contrabate- ria propia. Aprovechamiento al maximo de técticas para reducir posibilidades propias, a través del inten- so y adecuado uso de los drganos de biisqueda de inteligencia téctica y la explotacién de las falencias de la propia contrainteligencia. No desgaste de la infanteria en aproximacio- nes prolongadas, aprovechando al méximo la capacidad fisica combativa, mediante el intenso uso de helicépteros y relevos de fracciones. Adecuados procedimientos de apoyo logistico. Intenso y adecuado uso de medios épticos de Obs, y electronics de comunicaciones, con- tramedidas, eteétera. Uso de procedimientos tendientes a lograr una alta moral combativa de sus tropas. b) Defectos “Prima facie”, en circunstancias se demostré apresuramionto, excesiva confianza y aparente ingenuidad, poniendo en riesgo la factibilidad y aceptabilidad de doterminadas operaciones, tal el caso de adelantar sin necesidad su arti- llerfa y ser repetitivos en los procedimientos de ataque, intentando uno con {uz, lo que le ocasioné bajas y pérdidas innecesarias. BIM 5. Observador adelantado de ertilferia, dirigiendo el fuego sobre el enemigo. 8. SORPRESAS TACTICAS Y TECNICAS 1. El dispositive defensivo de Puerto Argenti- No fue disefiado pera ejecutar una capacidad con- cretamente anfibia desarrollada durante horas de luz; la sorpresa para el Comando Superior consistié en que el enemigo desembarcé en una zona no prevista, sin précticamente oposi- cién, concentracién del esfuerzo oportuno y en el lugar elegido y haciendo un maximo aprove- chamiento de las horas de oscuridad, aspecto este Gltimo que permitié reducir los efectos de uno de nuestros mayores factores de fuerza (aviacién). 2. Capacided de helitransporte. 3. Capacidad téctica de desarrollo de opera- clones nocturnes. 4. Gravitante empleo ofensivo de la artilleria de campaiia, complementada con fuego naval. 5. Profuso y adecuado empleo de equipos de comunicaciones hasta los més bajos nive- Jes (Gpos) y su reducido peso y volumen. 6, Asiduo uso de lanzagranadas de cadencia répida, 7. Abundante empleo del cafién antitanque de 80mm, contra el personal y sus posiciones. 8. Cabria suponer que el enemigo realizé actividades de Guerra Electronica desde sus unidades navales, que habrian ejecutado radiogo- niometrfa que permitia adquirir blancos por emi- SEMA © 35 sién propia y luego dirigian el fuego naval en la zona general del punto obtenido; lo expuesto se Infiere del hecho de que, luego de la utlli- zacién del equipo de radio, se recibia dentro del minuto fuego navel. 8. COMPORTAMIENTO DEL PERSONAL Como antitesis a lo expresado en titulos pre- cedentes, el comportamiento de todo el per- sonal de la unidad y/o agregados de la ILM. y algunas unidades/subunidades del Ejército, fue en toda circunstancia profundamente pro- fesional, con un alto grado de sacrificio cons- ciente y de total conocimiento de que no sdlo se iba a luchar con dignidad por nuestro suelo y nuestra bandera, sino con el sano entusias- mo de ser los representantes de la Armada, del Ejército y de la Fuerza Aérea. Son evidentes la fortaleza demostrada y los actos de valor que enaltecen a la unidad y subunidades agregadas del Ejército, que tuve el honor de comandar. Hago constar de que lo precitado no es fruto de la emocién, sino un pensamiento sereno y justo por Io que hicieron todos los cuadros, conductores y guia de hombres ojemplares; solo asi se explica que cuando nos atacé el enemigo en proporcién de 5 a 1, la unidad se mantuvo serena y firmemente, rechazando va rios ataques del enemigo, se replegd al paso ante la orden reiterada, para continuar el com- bate en la altima altura Sapper Hill préxima y dominante a la ciudad. Estos conscriptos de 18 afios, los que cono- fa y conozco, se mantuvieron con entusiasmo, tesén y denodado heroismo, entregando sus vi- das para asegurer las posiciones y salvaguardar la vida de sus compafieros y superiores. Hoy siguen honrando en su hombria y madurez a nuestra nacion; a ellos nadie les pregunta nada. Quizés en busca de Io perfecto, ellos deben ser la semilla de futuros cuadros permanentes de las Fuerzas Armadas. O tal vez lograr que las mismas sean conformadas totalmente por profesionales, accién sumamente costosa, pero til como una forma de paliar el desempleo, tal como 9 hacen nuestros actuales y circunstan- ciales adversarios. 40. UN POCO DE VERDAD Antes de Ileger a las conolusiones finales de este relato, serfa injusto dejar de aclarar u omt- tir algunos conceptos sobre nuestros circuns- 36 e@ SEMA. tanciales adversarlos, 2 los que la prensa sen- sacionalista ha descripto erréneamente. No es Justamente ése el camino para recu- perar lo nuestro, sino aquel enmarcado en nues- tras tradiciones y en el 4mbito del mundo a que pertenecemos, occidental y cristiano, invo- lucre 0 no un necesario, decisive y valiente acto de fuerza para su recuperacion. —Los ingleses nunca atacaron “dopados” y considerando su buen profesionalismo, © conveniente aclarar que no necesitan de drogas para infundirse valor. —No existieron las “armas sofisticadas” y si una adecuada y sustancial superioridad 2Grea, naval y ariillera necesarias y fun- damentales para asegurarse la victor! —No cometieron actos despledados ni re- mataron a los heridos. Todo lo contrario, muchos de nuestros heroicos heridos sal: varon sus vidas por la solicita interven cién del adversario. —No tengo constancia, a pesar de haberlos enfrentado y puesto que parte de mis hom bres fueron capturados por los gurkes, de que los mismos degollaran a nadie; ello fue una buena accién psicolégica del ene- migo para disminuir nuestra moral; ni por otro lado, fueron estos elementos tan bue- nos combatientes como se quiere hacer aparecer. Estoy plenamente convencido de que el opo- nente actual ama la vida y respeta la muerte exactamente igual que nosotros, ya que haste se me concedié el privilegio de enterrar per. sonalmente, con algunos de mis hombres en el cementerio de Puerto Argentino, a mis muer- tos del Mte. Tumbledown; es clerto que 26 dis después de la batalla, pero también es cierto que con el merecido acto religioso y los honores militares que les correspondia a quie- nes lo ofrendaron todo por su patria, 11. CONCLUSIONES PROFESIONALES a) Todo cuanto se explicita, principios y doc- trina, en los reglamentos en vigor, es experien- cia cierta pero... en el combate se debe in- novar. b) Es fundamental ejercitarse y ejecutar ope raciones nocturnas, y/o en condiciones meteo- rolégicas adversas, hasta en sus més minimos detalles. ©) El concepto de dispersién, movilidad de la guerra moderna, exige medios acordes con el mismo, 4) Las comunicaciones y la guerra electréni- ca son elementos esenciaies sin los que no se puede ejercer Ia conduccién, e) Es fundamental el trabajo conjunto y coor- dinado de los tres elércitos: Tierra, Mar y Aire, lo que exige plena integracién desde el adies- tramiento en la paz. £) No se puede pretender la toma de deci- siones a distancia, ni improvisar en la accién. 9) Se debe aplicar inmediata y taxativemente el principio de estandarizacién de las doctrines, elementos y medios disponibles en todas las Fuerzas Armadas. h) El hombre sigue siondo el factor funde- mental, a pesar del adelanto tecnolégico, por lo que hay que ejercitarlo en Ia conduccién agresiva. 1) La teorfa no reemplaza a la préctica. }) La organizacién de las fuerzas debe ser adoptada para resolver el problema operative y no adaptarla a la convenioncia de los hombres. k) Se debe separar lo operativo de Io admi nistrativo y evitar la repeticion de acciones y burocracta. D Conflicts, orgénica de las fuerzas, medio ambiente y doctrina, son inseperables. m) El adiestramiento on la paz debe imponer una neta accién ofensiva abandonando la obse- siva idea defensiva, que siempre debe ser tran- sitoria. n) La violencia y el ritmo del combate mo- demo exigen una actualizacién sustancial de los insumos. ©) El adiestramionto en la paz debe ser duro y similar a la realidad, El que efectia nuestra LM. esté muy cerca de la verdad, s6lo se necesita hacer algunos ajustes tales como: —Adiesiramiento nocturno Intensivo. “La no- che para trabajar, el dia para observar”. —Mejorar técnicas y elementos para el com- bate nocturne y adaptacién de nuevos horarios de trabajo. —Adiestramiento fisico més intensivo y per- manente, Quien no esté en aptitud fisica ade- cuada no puede permanecer en una unidad operative. —Aceptar los costos del adiestramiento ope- rativo intensivo, 6 que muchos diferirén de Io que a conti- nuacién expreso, pero asi también lo hace nues- tro oponente: —Mucha practica en el terreno. —La mesa do arena es sélo un complemento. —Si bien los Grupos Fuego Naval, Apoyo Aéreo Cercano y Artilleria son orgénicos, todos los cuedros deben condcer las téenicas de re- glaje 0 direccién de los fuegos. —Efectuar siempre tiro con todas las armas, Por entre los claros y por sobre la propia tropa. —Eercitaciones continuas con municién de guerra y uso Intensivo do municién trezante. —Someter a las tropas “protegidas” a fue- gos propios, asf como también a fuegos pré- ximos a la primera linea. —Empleo de la maniobra mévil en toda cir cunstancia, con los correspondientes apoyos de fuego. —Los veteranos muestran y hacen adelan- te, los bisofios aprenden desde atras. —Aprovechar otras guerras, enviendo obser- vadores idéneos y unidades de intervencién pa ra aprovechar experiencias, — Maximo empleo de helicépteros y otros elementos del componente naval y aeronaval. 42. GONCLUSIONES FINALES Greo oportuno finalizar este relato volcando en un répido andlisis algunas reflexiones nacl- das de una intensa experiencia personal en combate, y de ese mes que pasé como rehén, Puesto que se nos mantenia en la zona de ope- raciones como un elemento de coercién para doblegar ingenuamente la voluntad de un pue+ blo, en pos de la firma de un cese definitive de hostilidades, como si la fuerza y un triunfo pasajero dieran titulos valederos a la usurpacion. Estos conceptos breves que expongo fueron compartides por nuestros adversarios, que le Jos de catequizarnos no encontraban argumen- tos que justificaran tanta pérdida de sangre, de dos paises que desde los albores de la his- toria pertenecen a un mismo mundo. Las islas Malvinas eran para ellos un paraje desconocido y solitario, al que conocieron cuan- do fueron designados. No obstante, combatie- ron por su orgullo nacional, el cumplimiento de los objetivos politicos de su comunidad y la supervivencia de sus posesiones que les apor- tan parte de su pan. SEMA @ 37 Puede ser que con este intento logre hacer comprender a muchos angustiados y a otros imbuides del més desalentador de los derrotis- mos, la necesided del esfuerzo e insoslayable responsabilidad que a todos nos cabe, para ela- borar un futuro mejor, como también para ck montar mejor la nacidn, tal como lo sofieron fos que nos precedieron en el tiempo y la his- toria. Tal vez, en la recuperacién de la confianza razonada de nuestras aptitudes y falencias, en el reencuentro de los valores que motivaron 2 los héroes que todos conocemos, y muchos otros més, andnimos, como los que hace muy poco rogaron con su sangre, que germina en Tas Malvinas, logremos al fin la patria que am- bicionamos. Es por ello que en un ligero anélisis y atre- viéndome @ tocar “un extremo” de la cuestién, y al considerar como “Improvisado” to aconte- ‘ido a partir del 2 de abril de 1982, obvio es también que tal como se consideran los suce- sos en el exterior y los aspectos que muy sin- téticamente menciona a continuacién, ayudan a comprender o asimilar el innegable cardcter de gesta que para nosotros tiene el problema Malvinas. —Pérdides personales y materiales. Todos sabemos que quien gana escribe a su modo lo acontecido y que, también en este caso y a pesar de que nuestros circunstancia- les adversarios son por naturaleza muy objeti vos por una experiencia mucho més larga que la nuestra y su supervivencia como potencia, no han sido en su totalidad veraces. Tal es ol caso de las bajas de combate, que por propia vivencia estoy plenamente convencido no son Inferioros a las nuestras. También en el aspecto material, si acudimos al profuso material perdido y/o vaveriado al enemigo, a pesar de la escasez de nuestros re- cursos, lo que se traduce en “costos”, nos es favorable, Es evidente que nos duelen nuestras pérdidas, pero normalmente perdimos buques obsoletos y aviones que excedian largamente su vida Gtil y en lo que hace al material terres: tre, su costo es relativamente escaso. —Se conoce universalmente nuestro pro- blema. El impacto y difusién que el problema alcan- 26 fue general y no caben dudas de que hoy todos conocen las Malvinas y no dudo que con s6lo mirar su ublcacin en el mapa no hay tesis que pueda discutir la Innegable sobera- nia argentina sobre las isles. 38 @ SEMA Si por otro lado somos capaces de mantener una accién persistente en todos los terrenos, con el tiempo, mayor y decidido seré el apoyo ‘con que contaremos, recuperando de una u otra forma nuestras islas. —Aprendimos una leccién, sabemos dénde estamos, qué somos y quiénes son nuestros ‘enemigos. Todo cuanto ha ocurrido, no solamente en el ‘campo de batalla sino en los foros del mundo, nos ha permitido aprender y nos da la posibil- dad de enmendar errores. Hoy sabemos, ademés, a través de la impro- visacién y el acierto, el verdadero rostro de nuestras falencias y que sélo nos queda por emprender ¢| camino aspero del esfuerzo. Solamente las naciones latinoamericanas y otras poces excepciones estuvioron sanamente do nuestro lado; aunemos con ellas nuestros esfuerzos. “La realidad Malvinas nos puede traer la unidad verdadera. Nunca, ni tan mayoritariamente, la justicia de una causa logré la unién de los argentinos co- mo el suefio de Malvinas y mucho més creo fir- memente que si meditamos profundamente lo acontecido, nos haré més blen esta derrota transitoria que nos debe fortalecer, que la ile sién efimera de una victoria facil, que tal vez nos hubjera empequefiecido. “Todos los impe- rios se derrumbaron en el solaz de sus tories.” Si tomamos esta gesta como primera causa, nos uniremos y agregaremos poco a poco otras coincidencias hasta emprender el derrotero de la liberacién definitiva —Se levanté una bandera de rebelién y gané el respeto de! adversario. La accion emprendida, analizade friamente, fue motivada y sin duda juste, ;Cuénto tiempo més teniamos que reclamar para que se nos escuchara? Hey que considerar también que al onemigo Ie significaba mucho més que a nosotros per- der, puesto que en ese mismo instante nuestro ejemplo habria encendido otres muchas protes- tas en el mundo, Hasta lo acontecido en 1862 siempre [os in- gleses subestimaron nuestra capacidad de de- cisién, pues ya hacfa 150 afios de vanos recla- mos de nuestra parte; hoy plensan mucho més serlamente que antafio. La accién argentina es la de un pafs que ain esta querlendo ser iy que emprende su aven- tura solo! El oponente tuvo el apoyo de los EEUU. y la OTAN y le oxigid a muchos que pudieron proveernos de armamento, su més ab- soluta prescindenci EPILOGO Sabian que tarde o temprano debfamos’ pasar al terreno de los hechos, no lo creyeron. Enviaron ung gran flota, se abastecieron y de- moraron en Ilegar, no nos doblegamos. Nos hundieron el “Belgrano” “fuera de zona”; les hundimos la “Sheffield”; desembarcaron e inigiaron la accién con suerte varlada, no nos rendimos. Al final, agotados los recursos, sitiados y bombardeados durante 44 dias, la guarnicién se rinde pero a un precio muy alto, aunque el ad- versario demore en reconocerlo, Resultado aperte, luchando bien o mal, jlo hicimos! ;Demostramos asi que somos capaces (Publicado en el Boletin del Centro Naval N* 735, abrit-junio de 1983) de defender con Ia vida lo nuestro y saben muy bien que, tarde o temprano, volveremo: Es conventente reconocer, a través de todo To acontecido, que se ha logrado el objetivo per- seguldo; de no hacerlo no hubieran bastado 200 afios més para conseguirlo. Hoy, la solu- cién esté mucho més cerca que antes de 1982, y los costes son exclusivamente del enemigo. Ha quedado demostrado una vez més que, asi como el hombre vive sobre terreno firme, sigue siendo la infanteria fa reina de las be- tallas, pues hasta que Puerto Argentino no ca- y6, no hubo victoria. Para’concluir, y por parcial que sea la sen- tencla, “la batalla so perdi pero la guerra se gané” y en no mucho tiempo estaremos nue- vamente en nuestras islas Malvinas. NOTA: EI Copitén de Fragata de Infenterfe de Marina Dn, Carlos Hugo Robecio, se desempeid como comanden- te del Batallén do Infenterie de Marina durante todo el affo 1882. Groquls del autor. Fotografias facitttadas por nuestro | Delegado en Rio Grande, sede del Bim. ‘Suboficiales del BIM 5, embarcados en el buque Hospital A.R.A. "Behia Paraiso”, después de 78 dfas de operaciones y los uitimos como prisioneros de guerra. Fotogratia tomada en navegacién desde Malvinas a la BNPB, entre los dias 21 y 24 de junio de 1982. SEMA © 39

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