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El consumo de drogas forma en su mayoría una ideología contestataria, opuesta a una autoridad que suple una mala identificación paterna. La resolución del conflicto por medio del consumo de drogas es una evasión defensiva. Otra actitud defensiva del Yo débil ante las ansiedades, está representada por maniobras contrafóbicas en las que la persona se expone a situaciones peligrosas con la esperanza de constatar su propia fuerza.
Titlu original
Aspectos Estructurales Del Yo Del Consumidor Compulsivo o Adicto a Las Drogas
El consumo de drogas forma en su mayoría una ideología contestataria, opuesta a una autoridad que suple una mala identificación paterna. La resolución del conflicto por medio del consumo de drogas es una evasión defensiva. Otra actitud defensiva del Yo débil ante las ansiedades, está representada por maniobras contrafóbicas en las que la persona se expone a situaciones peligrosas con la esperanza de constatar su propia fuerza.
El consumo de drogas forma en su mayoría una ideología contestataria, opuesta a una autoridad que suple una mala identificación paterna. La resolución del conflicto por medio del consumo de drogas es una evasión defensiva. Otra actitud defensiva del Yo débil ante las ansiedades, está representada por maniobras contrafóbicas en las que la persona se expone a situaciones peligrosas con la esperanza de constatar su propia fuerza.
Aspectos estructurales del Yo del consumidor compulsivo o
adicto a las drogas
Existe un vnculo de dependencia entre el yo y la droga que se manifiesta en no poder inhibir o postergar las manifestaciones de su tendencia a la droga, alterando los sistemas simblicos de intercambio con el mundo, y con la propensin al establecimiento de vnculos no diferenciados entre el Yo y la realidad impuesta. Para el yo, el objeto droga constituye una salida momentnea frente a la angustia, mientras permanece bajo los efectos de la sustancia, su Yo es incapaz de decodificar la informacin del entorno, as como de tener conciencia de sus autnticas necesidades. Deja de ser espontneo, creador y tampoco puede adaptarse, que desde el punto de vista evolutivo estructural se llama inmadurez yoica. Este yo inmaduro es incapaz de reconocer, entender y asimilar los lmites y requerimientos que la vida social demanda. Con su incapacidad e impotencia tiende a transgredirlos oponindose a la autoridad y/o sintiendo atraccin por lo prohibido. El consumo de drogas forma en su mayora una ideologa contestataria, opuesta a una autoridad que suple una mala identificacin paterna. La resolucin del conflicto por medio del consumo de drogas es una evasin defensiva. Otra actitud defensiva del Yo dbil ante las ansiedades, est representada por maniobras contrafbicas en las que la persona se expone a situaciones peligrosas con la esperanza de constatar su propia fuerza. El sentimiento interno, autntico, es el de debilidad y temor. El Yo trata de resistir los efectos de la sustancia ingerida para probarse que es fuerte, pero queda atrapado y sometido a esos efectos desconectndose de la realidad interna y externa. 3.5.1. Particularidades psicosociales En Amrica Latina se aprecia un fenmeno que se denomina "exclusin social" (Forselledo, 1993), que constituye un cambio estructural a travs del cual diversos conjuntos sociales, que ocupaban o aspiraban fundadamente a ocupar posiciones institucionalizadas en el sistema social, son expulsadas de ella, o ven bloqueado el acceso a las mismas, permaneciendo compulsivamente al margen del sistema. Al no incorporarse al proceso productivo y/o educativo, quedan relegados lo que conlleva a la no gratificacin de sus necesidades biolgicas, psicoafectivas, sociales, econmicas, etc. Entonces, la fuente de informacin proveniente del contexto social que el Yo decodifica lo condiciona y predispone a respuestas adaptativas lmites como la prosttucin o la delincuencia, o a actitudes evasivas, como el consumo abusivo de alcohol y drogas, actitudes contestatarias y de evasin de las frustraciones. A su vez, en las capas altas de la sociedad (los adolescentes en general), tienen cubiertas sus necesidades bsicas, disponen de medios econmicos y estn "sobregratificados". La frustracin reside
en que no han accedido al aprendizaje de "cuando", "como" y "para
qu" satisfacerlas. Estos adolescentes, en muchos casos, se enfrentan a las mismas u a otras limitaciones sociales que los excluidos, generndose situaciones de "ocio" que igualmente tienden hacia las conductas evasivas y de satisfaccin inmediata. 3.5.2. Valor adaptativo del consumo de drogas Siedo el yo conciencia de s mismo, la capacidad para simbolizar y anticipar su propia existencia, esta proyeccin simblica puede ser ajustada o no. Tomando en cuenta el modelo de la gentica del desarrollo cognitivo, los esquemas de operaciones, necesitan de un constante y siempre anhelado equilibrio entre la ASIMILACION de nuevos objetos por los esquemas de accin y la ACOMODACION de los objetos hacia el sujeto. Esta doble organizacin de la accin sobre el mundo exterior y de esquemas de accin sobre ellos, constituye el modelo de toda ADAPTACION (con sus componentes cognitivos y afectivos). Segn Jean Piaget, toda conducta, tratndose de un acto desplegado al exterior o interiorizado en pensamiento, se presenta como una tendencia a la adaptacin o readaptacin. Se consignan las siguientes caractersticas del adolescente frente a las drogas: El sujeto no puede satisfacer sus necesidades e identificar los objetos apropiados para las mismas: No puede estructurar adecuadamente sus proyectos para el futuro. Existe motivacin sin objeto que satisfaga las necesidades Existe ausencia de la motivacin y prdida de los proyectos. Caractersticas de la relacin del adolescente y las drogas El alcohol y las drogas, altamente disponibles y normalizados en la cultura Adolescente, adquieren una significacin novedosa de "medio" para la convocatoria grupal, y menor para la comunicacin. Con la prdida de los proyectos, el alcohol y las drogas adquieren la significacin de un "objeto finalidad". Las conductas observables que son consecuencia de este proceso son: Trastornos del comportamiento, la inhibicin y los trastornos del humor y de la conciencia. El proceso psicolgico que prima es el de la asimilacin. El mundo y su influencia son anulados. Los primeros tragos y/o las primeras dosis, calman la ansiedad, la angustia y, en algunos casos, mejoran el nimo, fundamentalmente si la persona no es an adicta. Luego se restituye el equilibrio personal inadecuado y breve, de tal forma que drogarse parece una salida exitosa, pero momentnea.
Aqu reside el valor "adaptativo" buscado. Si contina con la ingesta y
aparece la embriaguez o los trastornos de conciencia, el sujeto se encuentra imposibilitado de percibir y decodificar la informacin externa e interna. Queda envuelto en las sensaciones que le provocan las drogas, disminuye la claridad e integridad del campo de la conciencia y los objetos del mundo pierden progresiva importancia.