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La Palermo
Introduccin
la funcin del hipotlamo. Tambin, es el otro aquel que puede ser juzgado
tanto en sus actos como en sus creencias (no simplemente en el mbito
religioso) puesto que pueden o no ser las mismas que las propias. El otro
puede o no ejercer un poder a favor o en contra mo, y eso tambin lo
diferencia. Tambin lo diferencia las mismas diferencias, el otro no es igual
al yo, puede que resulte parecido por cuestiones estticas o ideologicas.
Cmo aceptar las diferencias del otro? Se puede decir que en cierta
forma todos aceptamos la diferencia del otro, en el sentido que
consideramos como posible, por ms que no estemos de acuerdo, que el
otro piense diferente, esto no implica que lo aceptemos en el sentido moral,
puesto que por la existencia de muchos otros que al no ser aceptados
moralmente con sus diferencias surgieron diferentes problemas, como la
guerra, la violencia, genocidios, la eugenesia, la xenofobia, la introversin,
entre muchos infinitos problemas.
Aceptar las diferencias del otro es aceptar la imposibilidad de una
igualdad, una igualdad violenta lo propio del otro, o, lo propio del yo, porque
implicara la masificacin, convirtiendo a todos como un igual al otro, sin
sexo, sin creencias, sin rasgos distintivos, de esta manera el humano
pasara a ser solo un engranaje de una mquina, y la maquina seria todo el
conjunto de seres humanos, pero aun en la misma maquina existen
engranajes diferentes, y, como dira Aristteles, por el simple hecho que no
ocupe el mismo lugar espacial ya es algo diferente.
El gusto o disgusto ante el otro, ante lo diferente
Jean- Luc Nancy, ante el problema del extranjero escribe que El
intruso se
introduce
por
fuerza,
por
sorpresa
o
por
astucia;
en
todo
caso,
sin
derecho y sin haber sido admitido de antemano. Es indispensable que en el extranjero2
haya algo del intruso, pues sin ello pierde su ajenidad. (en el intruso)
Nancy, despus de su experiencia nos deja en claro que el cuerpo es mutable, y no se
habla propiamente de un yo cuando se trata del cuerpo material, por que con cada
lastimadura o transplante dejaramos de ser ntegramente, para pasar a ser solo un
poco de lo que queda.
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