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Algunos modos de ver la ética La moralidad de las acciones humanas, que se asigna a la conscien- cia moral, puede considerarse dependiend lo de dos elementos. En pri- 20 mer lugar lo que los griegos lamaban ‘are’ (virtud o excelendia), que ¢51una orientacién normativa interior de busqueda de la perfeccida le autorrealizacién personal, de los profundos deseos de busqueda del bien, la verdad y la belleza, de vivir mejor, de aquello por lo sual tiene sentido la vida. Esa aspiracign a los més grandes horizontes estd de, tras de nuestros motivos e intenciones profundos; aunque otra cons bien diferente es que podamos explicar esa tendencia. El segundo ele, ‘mento es la libertad, que no sin la dura carga de condicionamientos psicobiolégicos y socioculturales, es caracteristica esencial del ser hus mano y de cuyo ejercicio, mediante el entendimiento y la voluntad, se desprende la responsabilidad de las acciones, ¥ por lo tanto sui valora cin moral. Pero responsable de qué? Nuestros actos tienen repercu siones en los demas, atin los més reconditos, porque forman o defor. ‘man nuestro carécter. Tenemos libertad para amar o para ser egoistas, para hacer el bien o hacer el mal, para ser auténticos o para mentirnos, Somos, pues, responsables de lo que nuestras acciones produzcan en los demas, y somos responsables de lo que produzcan en nosotros mis. ‘mos, porque nuestra estructura antropolégica nos exige ser mas, ser mejores, como antes decfamos, y somos mas en la medida en que ame- mos, sofiemos, luchemos. Una impresién en nuestra conciencia moral, también dificil de explicar, pero fécil de experimentar, es que cuando so hacemos nos sentimos felices. Més adelante veremos que la ética Prestipone una antropologia. Una reflexiGn critica de lo moral no pue- de hacerse sin un intento de contestacién de una pregunta clave para todos, fildsofos o no, zqué es el hombre y cudl es el sentido de su vida en el mundo? La ética puede clasificarse de muchas maneras. Las podemos cla sificar en dos tipos generales: éticas teleol6gicas, orientadas hacia un fin que es el desarrollo y emancipacién del ser humano, y conseciten- femente su felicidad; y éticas deontolégicas o de principios. Son éticas teleolégicas: los eudemonistas que buscaban la felicidad psicolégica y animica; entre ellas podemos citar las de Plat6n y Aristoteles, que plan- fearon gran parte de los temas clave en la ética de todos los tiempos Los hedonistas (Epicuro) buscaban el placer, pero entendido éste de tuna forma bastante espiritual. También pertenecen a este tipo de con- cepciones la éticas que buscan la belleza, el bien, la autenticidad, la vir- tud, la solidaridad, entre otros. (Nietzsche, las diversas éticas socialis- {as y de la liberacién, los utiitaristas (bien comin], los vitalismos y los énfasis diversos de la ética cristiana...). 21 tice para todos En les trcas res (déon = ‘de dictados por a les o fendamental deontoligia lo que importa es obrar conforme a debe- en griego) exigicos por la existenciz-de principios y pura, como laétca kantiana, y derechos (naturi- ) 0 principios productos mediate consenso o con sin, E, 1995), En ellas lo que importa es que los principios estén bien formula- dos, como en Kant, con su imperativo categérico: “Obra de tal manera que tu conducta pueda ser elevada a norma universal”, 0 la inviolabi- lidad y la libertad en Rawls, 0 el consenso dialdgico en Habermas; y también las éticas psicoanaliticas, sociobiolégicas, y otros funcionalis- ‘mos, todas ellas con principios bien diferentes. Puede entenderse también, desde cuatro modos fundamentales, que atienden a la pregunta basica a la que responde: + Juzga lo justo 0 lo bueno de los actos por sus consecuencias. Res- ponde a la pregunta consecuencialista de gpara qué? + _Juzga lo bueno de los actos por su origen, motivo o estado de éni- mo del agente. Por la intencién. Responde a la pregunta naturalis- ta de gpor qué? ‘+ Juzga lo bueno por la adecuacién de los actos a principios, determi- nados y conocidos, bien sea racionalmente o por medio de una re- velacién. Responde a la pregunta esencialista de Qué? (Ni que de- cir tiene que cuando la intencién esta guiada por un principio debe ser considerado en este modo, y si la intencidn ests guiada por la ‘obtencién de un resultado, sea el que sea, pasa al modo primero). + Juzga lo bueno por la adecuacién de los actos a procedimientos, determinados, aceptados y conocidos, bien sea racionalmente 0 por medio de convenciones. Responde a la pregunta pragmatista de gosmo? Es decir se ajusta a resultados (S. Mill, la utilidad), a impulsos ins- tintivos (Nietzsche), principios (Arist6teles, El Bien Supremo) que sir ven de modelo o le dan direccién, o a procedimientos (Habermas, r= condcimiento intersubjetivo). La mayoria de las. adquieren relevancia las de los modos primero y cuarto. El primero, basado en las consecuencias, si bien estaba presente, junto con el se- gundo, en el origen de los comportamientos humanos fue desechado 2 s 6

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