Los medios de comunicación juegan un papel esencial en la sociedad y muchas veces inciden en las decisiones de los diputados. Recordemos la Ley de tránsito, cuando expusieron como responsables de las muertes en carreteras a quienes tenían reservas por la dureza de las multas y sanciones, lo que precipitó su aprobación. Aprobada de nuevo, son expuestos por la misma prensa que los presionó; pero ahora como irresponsables por lo actuado. En la remuneración de los legisladores supimos desde el inicio la posición a tomar para ser noticia y aumentar nuestro “capital político”: la tentación de ponernos a favor de la corriente para ser héroes de un día, como lo calificara el periodista don Julio Rodríguez, o evidenciar la hipocresía o el oportunismo. El tiempo demuestra lo fácil que cambia el libreto, y pasan los héroes a villanos. Algunos periodistas buscan limitar nuestras respuestas a un monosílabo. El más ingrato Sí o No, para dividir los bandos entre buenos y malos, lo que evita transmitirles a los habitantes la otra cara de la moneda. La vida no es una confrontación entre dos bandos, la enriquecen los matices. Gobernabilidad en el multipartidismo Los momentos difíciles del acontecer legislativo permiten conocer la gallardía y entereza de las Fracciones, como equipos e individualmente. Siendo blanco de reproches, críticas y ofensas - extendidas a nuestras familias-, quienes mantuvimos la posición original teníamos claro que se jugaba un partido de cuatro años. Y que debíamos mantener la autoridad y control político en el primer Poder de la República. Sé que este argumento no es valedero para muchos, pero el ejercicio del poder contempla estrategias más allá de lo perceptible a simple vista. En este caso era la primera ocasión, en el complicado multipartidismo imperante, que un bloque de seis Partidos se aglutinaba para darle ritmo, eficiencia y gobernabilidad a la Asamblea. Para muestra un botón: en menos de doce sesiones se votó la Reforma Constitucional que da a la Educación el 8% del PIB. Esta decisión es tan trascendente como las Garantías Sociales y la Proscripción del Ejercito. Además, la Ley Integral de Gestión de Residuos Sólidos, para ponernos al día y en paz con la naturaleza. Ambos expedientes iniciaron su discusión hace cerca de diez años. Conozco la dinámica Legislativa y sé que a la Asamblea hay que llevarla al borde del infarto para que produzca y se gane el título de Primer Poder. Iniciamos con el pie derecho la productividad legislativa y la circunstancia de que todo se limitara a colones, no debe hacernos transigir en esta noble tarea. Además, debemos erradicar malas prácticas y aprender del juramento Hipocrático de los médicos que impone no dañar. El presupuesto de la Asamblea es superior a veintiséis mil millones anuales, y todos censuramos su improductividad. El filibusterismo Legislativo es la peor corrupción en un régimen democrático y durante doce años de parálisis parlamentaria, muchos se han escudado en la moral para legitimar este estancamiento. Esto debe terminar. Veto El veto cierra el capítulo del aumento, pero no de los efectos políticos de la discusión. Así que lejos estamos de escribir “colorín colorado” Consulta a la Sala: La ley define que, aprobado el primer debate, los Diputados (mínimo diez) tienen la facultad, por medio de consulta razonada, de que este órgano que vela por la Constitucionalidad de los actos Legislativos, se pronuncie. La consulta fue presentada por quienes votamos a favor y en contra, por lo que debía continuar para determinar: 1 Si este es un caso de legislación en beneficio propio y existen responsabilidades penales de los involucrados, o si está acorde a la legalidad. Cualquiera que sea la respuesta tendrá detractores, pero tendremos certidumbre jurídica. 2 ¿Qué pasa si la consulta determina que lo actuado es ilegal? Entonces, qué sucede en los demás casos, aplicando el mismo principio, porque así lo hacen para aumentar sus salarios los Magistrados en La Corte Plena, los Ministros en Consejo de Gobierno y también los Presidentes Ejecutivos con solo el voto de mayoría de su Junta Directiva. ¿Se requiere una Ley cada vez que se incrementen los ingresos de los miembros de los supremos poderes? ¿Cual debe ser el instrumento legal que se utilice? Urgen estás respuestas. Por eso era prudente el primer debate. Posterior a la consulta, los proyectos se rechazan, aprueban o modifican, conforme a su contenido y al criterio político de los Diputados. EL VETO: Es un mecanismo de lo que la doctrina denomina pesos y contrapesos y busca un equilibrio entre los diferentes poderes. La carta que envía la Señora Presidenta a la Asamblea Legislativa expresa su criterio político en oposición a la iniciativa y por su peso le podemos denominar un VETO POLÍTICO, sin efectos jurídicos. Adelantó criterio antes de que se pronunciara la instancia judicial, que es la sede en que se encontraba la consulta. Se actúo urgidos de atemperar el enojo unánime de la opinión pública. Sin duda, era posible responderle positiva y prudentemente al clamor popular, sin detrimento de la gobernabilidad. Remuneraciones y Exclusividad de los Diputados en su cargo Ser Diputado es un alto honor y una suerte de supervivencia de las especies. Cientos iniciamos el recorrido y, luego de meses o años, los menos somos electos. En ese proceso, se abandonaron empresas y oficinas. Se invirtieron sumas cuantiosas para promover a lo interno de los partidos, primero, y luego en las elecciones nacionales. El éxito lo define el liderazgo, muchos dicen que para ser Diputado es suficiente con saber leer y escribir. Esos argumentos descalificadores no opacan el liderazgo, talento y responsabilidad cívica de los integrantes del Congreso, quienes, ni más ni menos, somos el reflejo de las virtudes y defectos de la Sociedad que representamos. Muchos de los elegidos deben trasladarse a San José alquilando residencias temporales, pues el trabajo de la asamblea demanda su presencia de lunes a jueves. Desde las nueve de la mañana hasta altas horas de la noche, con una jornada mínima de doce horas de trabajo que, además, incluyen las giras de fines de semana, para atender invitaciones de comunidades y organizaciones ciudadanas de diversa índole. Por la importancia del cargo, para su dignificación y ejercicio con altura, se requieren condiciones que hoy no se disponen, como por ejemplo: oficinas bien equipadas, con tecnologías de punta, vehículo, chofer, viáticos nacionales y asistir a las cumbres o foros Internacionales de interés para el país, en un mundo interdependiente y globalizado. Estas condiciones, que algunos consideramos básicas y otros privilegios, no existen y fue por ello que auspiciamos un cambio en la remuneración, sin aumentar el presupuesto asignado. Hoy el diputado puede ejercer su profesión o dedicarse simultáneamente a sus empresas. Esto es peligroso porque facilita el tráfico de influencias. Esa mala práctica terminaba con la propuesta y, como es normal en el sector público, a la exclusividad se le reconoce un valor económico, siendo la prohibición, en unos casos y la dedicación exclusiva en otros, con un aumento de los ingresos, según corresponda. Sí, es cierto que la propuesta fue desproporcionada y el impacto en el régimen de pensiones amerita más estudios, pues se trata de que los incentivos los reciba quien ejerce el cargo y no los pensionados actuales o futuros. Todo esto era posible enmendarlo posterior a la consulta o en el mismo veto. En su momento expresé que prefería una ley que trasladara al directorio legislativo la competencia de definir la remuneración de los Diputados, previo a los estudios técnicos que así lo determinaran. Por ahora, señalo las razones de mi voto, respetando el clamor popular que es en la dirección contraria. Valentía, solidaridad y congruencia Dije en reunión de Fracción, y en presencia de las autoridades designadas del nuevo gobierno, que este no tenía que adelantar criterio en este tema, como se hizo a favor del aumento. Primero por ser poderes independientes y luego porque la impopularidad del tema los arrastraría, como sucedió. No era necesario ser adivino para preverlo, una vez que el enojo se fue a las calles, la prensa, las redes sociales y las conversaciones familiares, optaron por hacer un operativo “policial”, allanando el plenario, capturando a los “malhechores” y recibiendo como corresponde el aplauso cerrado de la ciudadanía. La valentía, solidaridad y congruencia de las autoridades del Poder Ejecutivo, era posible mantenerlas sin la necesidad que sus diputados de fracción y aliados estratégicos cargáramos con el escarnio y la ofensa pública de quedar etiquetados como “sinvergûenzas” ante los habitantes. Era posible un final consensuado en los mejores términos para el país. Hoy que doy mi humilde punto de vista, le garantizo a los costarricenses que sigo fortalecido en mis convicciones de servirle a la Patria, con empeño y entusiasmo, procurando persuadir a los Diputados de todos los partidos que la Asamblea arrastra una deuda con esta sociedad y que debemos abonarla, aprobando todas la semanas legislación de excelente calidad, como lo hemos hecho en este primer mes de trabajo.