Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Agua:
El agua significa la acción del Espíritu Santo en el Bautismo; así, el agua bautismal
significa realmente que nuestro nacimiento a la vida divina se nos da en el Espíritu
Santo.
El Espíritu fecundaba las aguas propiciando la vida. La tierra caótica iba adquiriendo
figura por la acción fecundante del Espíritu. Donde hay caos, vacío, confusión y
muerte, el Espíritu vivifica.
La vida primera nace desde las aguas por obra del Espíritu.
Las aguas del Mar Rojo, por la acción del Espíritu, salvaron a Israel de la esclavitud.
Un día también por el Agua y el Espíritu renacimos para Dios. Llevamos el sello de
su paso por nosotros.
Unción:
Así sucedió con los reyes de Israel. Eran ungidos como servidores de su pueblo.
David, por ejemplo, fue ungido por Samuel; Aarón fue ungido por Moisés, al igual
que el altar del Templo.
Los profetas eran ungidos por el Espíritu para proclamar con valor las palabras y la
voluntad de Dios.
Estamos marcados con su sello. Y por eso vivimos (Luc 7:36-50; Jn 19:38-42).
Fuego:
Hay también fuego que quema y que hiere. Hay fuegos de agresiones y
armamentos. Y hay fuegos destructivos como bombas.
Pero existe sobre todo el fuego intenso y sostenido del amor. Es el fuego que arde
en cada hombre que siente, que lucha y que ama. Es un fuego permanente. Activo
y en movimiento.
El Dios del amor por el dolor de sus hijos. Mientras caminaban por el desierto el
amor de Dios los protegía. El fuego y la nube: el Espíritu de Dios.
La nube y la luz:
Estos dos símbolos son inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. La
Nube, unas veces oscura, otras luminosa, revela al Dios vivo y salvador, tendiendo
así un velo sobre la trascendencia de su gloria.
Las nubes, por su situación etérea, su movilidad, por ser portadoras de la lluvia
benéfica o de la tempestad devastadora, han dado pie a muchos simbolismos;
acompañan las manifestaciones de Dios, lo enmarcan, son su trono, lo manifiestan.
Sello:
Para nosotros, hoy, el sello es un relieve en goma que, entintado, deja una marca
en un documento y lo legaliza, lo autentifica.
El dedo:
Para expresar la fuerza de Dios se usa referirse a su brazo (Dt 4, 34), a su mano
(Ez 20, 33) a los dedos: los cielos son su obra (Sal 8,4).
"Por el dedo de Dios expulso yo (Jesús) los demonios" (Lc 11,20). Si la Ley de Dios
ha sido escrita en tablas de piedra "por el dedo de Dios" (Ex 31,18), la "carta de
Cristo" entregada a los apóstoles "está escrita no con tinta, sino con el Espíritu de
Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en corazones humanos" (2 Co 3,3).
La mano:
Imponiendo las manos de Jesús cura a los enfermos y bendice a los niños.
Mediante la imposición de manos de los apóstoles el Espíritu Santo nos es dado. En
la Carta a los Hebreos, la imposición de las manos figura en el número de los
"artículos fundamentales", es decir, de las verdades importantes de su enseñanza.
Este signo de efusión todopoderosa del Espíritu Santo, la Iglesia lo ha conservado
en sus ritos sacramentales.
Viento:
Los antiguos tenían la experiencia del viento, brisa apacible o vendaval destructivo,
una realidad inmaterial, no se le veía. No se le puede agarrar, pero es acción
realísima, elemento misterioso, indispensable para la vida; el hombre no lo puede
domar.
"Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en sus narices aliento
de vida y fue el hombre ser viviente" (Gen 2,7). "Cuando llegó la noche de aquel
mismo día (el día de la Resurrección).....les dijo por segunda vez: La paz esté con
ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo. Y dicho esto sopló
y les dijo: Reciban el Espíritu Santo..." (Jn 20, 20-22).
La paloma:
Es la representación simbólica más gráfica y conocida del Espíritu Santo. Al final del
diluvio, la paloma soltada por Noé vuelve con una rama tierna de olivo en el pico,
signo de que la tierra es habitable de nuevo. Cuando Cristo sale del agua en su
bautismo, el Espíritu Santo, en forma de paloma, baja y se posa sobre él. El
Espíritu desciende y reposa en el corazón purificado de los bautizados. El símbolo
de la paloma para sugerir al Espíritu Santo es tradicional en la iconografía cristiana.
Respecto a la paloma relacionada con El Bautismo del Señor Jesús no dice que
fuese una paloma sino "como paloma" o "al igual que una paloma". Probablemente
Juan vio algo que bajaba sobre Jesús que le hizo asociar al descenso de una paloma
en vuelo. Nosotros también empleamos figuras de dicción como por ejemplo "esa
carta me cayó como una bomba" para expresar el tremendo impacto que tuvo
sobre nuestras emociones, pero de ninguna manera la imaginamos esa carta en
forma de explosivo o de una granada.
Noé envió una paloma, pero que tiene esto que ver con las guerras? La paloma
regreso con una rama de olivo en su pico (Gen. 8, 11). ¿Y que tiene que ver esto
con la paz?
Como es sabido, las ramas de olivo no son comida para los pájaros, sino como
dicen los sabios: "y dijo la paloma: ‘que sea mi alimento amargo como el olivo en
manos del Todopoderoso, y no dulce como la miel en manos del hombre'". (Iruvin
18:2). En el arca de Noé me dan de todo, pero yo amo la libertad y la
independencia, y por esto estoy dispuesta a vivir una vida difícil".
La libertad tiene su precio, cada cosa tiene su precio, hay esclavos que no desean
salir en libertad. Les es cómodo ser esclavos. Su dueño se ocupa de todo "amo a mi
dueño y no saldré en libertad"...Esto no es así.
Hay que ser libre, "Mis esclavos son, (de D-s) y no esclavos de esclavos". Hay que
ser "esclavo" de Dios." El esclavo de Dios es el único libre" (Rab Yehuda HaLevi).
No se debe ser esclavo del prójimo.
La libertad tiene su precio, el cual se tiene que estar dispuesto a pagar. También la
esclavitud tiene su precio. El precio de la libertad es que a veces un pueblo que es
libre, debe enfrentar guerras. Un pueblo que no es libre no debe enfrentarse a
guerras. Pero en vez de esto tiene pogroms, como los decretos de las cruzadas en
las que murieron comunidades enteras; o los decretos de los cosacos que
asesinaron a ciento de miles de judíos, el Holocausto y mas. Estos son problemas
completamente diferentes.
El Espíritu desciende en (griego = eis) Jesús, más que sobre (griego = epi) Jesús.
Aunque hay alguna justificación para traducir "sobre él" en lugar de "en él" (ver
Marcus, 160), "en él" parece apropiado tanto lingüística como teológicamente,
sugiriendo una completa unión entre Jesús y el Espíritu.
"Tú eres mi Hijo amado; en ti tomo contentamiento" (v. 11). Una imagen dice más
que mil palabras, así que la visión de los cielos rasgados y el descenso del Espíritu
nos dicen que esperemos algo grandioso. Las palabras, sin embargo, son más
específicas y explican con gran claridad, así que Marcos aquí usa palabras para
identificar a Jesús como el Hijo de Dios.
Como se apuntó más arriba, estas palabras son dirigidas específicamente a Jesús, y
presumiblemente él es el único que las escucha. Si esto es cierto, sin embargo, el
Espíritu que llenó a Jesús en su bautismo también revela estas palabras ocultas al
escritor del evangelio, Marcos, para que pueda compartirlas con nosotros.
¿De quien estamos hablando? ¿Quien es ese que nos enviaría Jesús? El Espíritu
Santo, la tercera Persona de la Trinidad ¿Porque "persona"? El Espíritu Santo no es
una figura poética: Juan, como Pablo, nos hablan de El como de un tercer Nombre,
o en nuestro lenguaje, una tercera persona en Dios y que no hace sino uno con el.
Vemos que el Espíritu Santo, se alegra, se entristece, se apena, a el le podemos
mentir, y El todo lo cree, etc. luego, tiene PERSONALIDAD, tiene las mismas
sensaciones y características que una persona, aunque sin esencia, es toda
presencia,..si, si ya se que no estoy escudriñando los tratados y traducciones y
estudios bíblicos y formas de verbo, artículos etc., etc., solo estoy creyendo lo que
Jesús me dice en los Evangelios, no podemos aun estar como los discípulos de Jn.
16:17-18. Precisamente porque aun "no entendemos lo que quiere decir" es que no
se cumple su pedido al Padre y no "somos uno", Jn 17:21, porque "habiéndonos
manifestado su Nombre", parece que no "reconocemos que todo aquello que el
Padre le dio a Jesús, su Hijo ( y sino ¿porque lo llama Padre?), viene realmente del
Padre, no reconocemos de verdad que el Hijo ha salido del Padre aunque decimos
creer que el Padre lo ha enviado...(Jn.17:6-8) "
a) En los evangelios:
"En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De no ser asi, no les hubiera dicho
que voy a prepararles un lugar." (Jn 14:2)
"Yo Soy el camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mi" (Jn 14:6)
"Es mas, cuando El viniese, (y ya vino y está con nosotros) rebatiría al mundo en lo
que toca al pecado, al camino de justicia y al juicio, tal vez hoy lo esta haciendo,
pues hay un pecado "¿Que pecado? Que no creyeron en mí, ¿Que camino de
justicia? Mi partida hacia el Padre....." (Jn 16:9,19)
En la Anunciación:
"El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra;
por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios" (Luc. 1, 35).
En el Bautismo:
En el sermón de la cena:
"Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo..." (Mat. 28:19).
"La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu santo
sean con todos vosotros" (II Cor. 13:13).
"Llenaos más bien del Espíritu...dando gracias continuamente y por todo a Dios
Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Ef. 5:18-20).
"¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a si mismo
sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir
culto a Dios vivo! "(Heb. 9: 14).
"Y exaltado (Jesús) por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo
prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís " (Hch. 2, 33).
Este misterio fue conocido desde siempre, aunque de distinta manera y modo y no
como desgraciadamente muchos predicadores, aun personajes, dicen, pontificando
en el error por no seguir a Santo Tomás de Aquino, que la Santísima Trinidad es un
misterio revelado y conocido únicamente en el Nuevo Testamento; eso es una
barbaridad. Santo Tomás mismo nos dice que la Santísima Trinidad fue revelada a
Adán en la revelación primitiva, porque Dios no creó a la humanidad en el
paganismo ni en la infidelidad, sino que después cayó por su apostasía, por alejarse
del misterio de Dios, por alejarse de Dios y se perdió esa revelación primitiva
quedando de ella múltiples vestigios en todas las falsas religiones del paganismo,
vestigios que están latentes tanto en la China como en Egipto; en esa trilogía que
vemos en todas esas falsas religiones, que son mitología, pero que guardan un
vestigio de esa revelación primitiva, de esa Santísima Trinidad.
Por eso Santo Tomás dice que en el Antiguo Testamento los mayores, es decir
aquellos encargados de conducir al pueblo elegido, como los profetas y los
patriarcas, como Moisés, conocieron la Santísima Trinidad y por eso es que Nuestro
Señor dice que Moisés deseó ver su día, no solamente la Trinidad, sino la
Encarnación. Claro que no todo el pueblo conoció este misterio explícitamente, sino
implícitamente en la fe de los mayores y que la distinción está en que después, con
el Nuevo Testamento, se hace pública y manifiesta a todos esta revelación en la
plenitud de los tiempos, con la venida de Nuestro Señor, con la Encarnación del
Verbo y no porque no se conociera entonces anteriormente este misterio inefable,
aunque haya sido por unos pocos, como eran los Patriarcas y los Profetas.
Fuentes:
• http://www.parroquialasalle.arquidiocesisdeleon.org/modules/news/article.p
hp?storyid=61
• http://www.ublaonline.org/pdfs/4%20Evangelios%2017.doc
• http://ar.geocities.com/misa_tridentina07/sermones/sermon36.htm