Sunteți pe pagina 1din 19

Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

La Sección Femenina en la provincia de Sáhara, una empresa colonial.


Enrique Bengochea Tirado

El tema elegido para como trabajo de final de máster es el del proceso de empoderamiento
de las mujeres en los campos de refugiados saharauis acaecido entre el año 1976 y 1991.
Definiendo empoderamiento como un mayor acceso de éstas a estructuras de poder y un cambio en
los mismos marcos sociales según los cuales se define la sociedad. El hecho de que se trate de un
proceso de carácter radical, relativamente estable y ocurrido en el “mundo árabe” lo hace singular y
merecedor del estudio de los científicos sociales. El proyecto que se está intentando llevar a cabo es
el de identificar que cambios se estaban produciendo en la sociedad con anterioridad para producir
un movimiento social con estos resultados, este factor añade un punto de interés más, ya que se
trataba de un territorio colonizado por España, por lo que su estudio puede aportar perspectivas
nuevas a instituciones conocidas. En el proceso de reflexión teórica sobre el tema han aparecido
aportes que marcan todo el trabajo, desde el enfoque de los movimientos sociales de Tarrow 1 hasta
el proceso de construcción de nación de Anderson 2, no obstante, en el siguiente artículo el que más
ha influido ha sido la perspectiva analítica del feminismo poscolonial, el cual intenta descentrar la
teoría social tanto del androcentrismo como del etnocentrismo.
El análisis se centrará en las iniciativas españolas relacionadas con el sistema de género en
la provincia de Sáhara entre los años 1963 y 1975, cómo estas se vehiculan a través de Sección
Femenina y los efectos que tuvieron en la población autóctona en un contexto de cambio donde se
abrían múltiples posibilidades para la organización social. El análisis empezará con una
contextualización teórica, donde se tratarán los presupuestos sobre la construcción del sujeto y el
gobierno colonial; un segundo punto nos llevará al diagnóstico sobre la situación del sistema de
1 TARROW, S. El poder en movimiento : los movimientos sociales, la acción colectiva y la política, Madrid, Alianza,
2004.
2 ANDERSON, B. Comunitats Imaginades, Valencia, afers, 2005

1
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

género en la colonia hecho por Sección Femenina en 1963; más adelante se analizará la labor de la
metrópolis sobre la colonia en este sentido; un informe realizado en 1974 en plena ebullición
nacionalista saharaui nos mostrará algunas de las contradicciones del discurso colonial, para
finalizar nos remitimos a una entrevista efectuada a principios de 1975 para desarrollar las
conclusiones.

La formación del sujeto colonial


En su trabajo “Masculinidades en tela de juicio 3” Nerea Aresti parte de un concepto de
sujeto totalmente dúctil en el que las identidades son más bien un proceso en el que justo llegan a
ser en el momento que dejan de serlo 4. Definiéndolas de este modo se subrayan las posibilidades de
cambio en contraposición a la definición de características esenciales en los sujetos. El análisis
histórico que parte de esta concepción de sujeto permite entender la configuración de identidades
diversas atendiendo al contexto, sin presuponer ningún rasgo ni generalizar conclusiones
apresuradamente. Si bien es verdad que partir de aquí supone admitir ciertas limitaciones a las
posibilidades de adquisición de conocimiento, también es verdad que significa abrir un abanico de
posibilidades teóricas que suplan carencias que, a raíz de los estudios de género y poscoloniales, se
han ido encontrando en el marco de la teoría social pudiendo profundizar en un conocimiento más
rico y profundo sobre los seres humanos en su totalidad.
Siguiendo a Foucault el sujeto está inmerso en relaciones de poder y estados de dominación,
las unas son inestables hasta el punto de permitir a los diferentes participantes una estrategia para
modificarlos, los otros son rígidos y regidos por mecanismos que pueden conducir de manera
constante la conducta de las primeras. Inmerso en este juego podemos encontrar la formación del
sujeto, más bien de la subjetividad, término que remarca lo inestable en el proceso de identificación;
la sujetivación será, en este marco, el proceso por el que se consigue la constitución de un sujeto en
un momento dado. Este mecanismo de formación de la identidad contiene una paradoja, señalada
por Butler y es que, el sujeto que resistirá las normas (sociales) es en sí habilitado, o incluso
creado por las mismas5. Así mismo tomaremos del filósofo francés el concepto gubernabilidad que
hace referencia a la forma de gobernar en sentido amplio, su objetivo es el de disponer de forma
eficiente y productiva las personas y las cosas. El estudio de la gubernabilidad va más allá del
estado y hace referencia a las lógicas de gobierno, las técnicas e instrumentos del mismo y la

3 ARESTI, N. Masculinidades en tela de juicio, Valencia, Cátedra, 2010.


4 Ídem, p. 19
5 Ídem, p.15

2
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

constitución de sujetos al vincular ciertos individuos a ciertas identidades y conseguir que estos se
sientan como cierto tipo de seres con ciertas capacidades y cualidades, moldeando así su conducta6.
Este punto de partida es interesante pues remarca la interrelación entre el poder del estado y
el de otras instituciones y la de ambos con los procesos de identificación que se dan en “los
gobernados”. El estatus de territorio colonizado debe ser una de las variantes con las que contemos
para este proceso ya que éste incluye ciertas lógicas específicas, así, la relación entre “estructuras
indígenas” y “estructuras foráneas” de poder está influida por la supremacía de las segundas. La
metrópolis se valdrá de una doble lógica a la hora de tratar al sujeto colonizado, por una parte se le
describirá a partir de presupuestos orientalistas7, es decir, a partir de la reconstrucción del “otro”,
reconociendo su diferencia; por otra parte el sujeto colonial es también objeto de asimilación por lo
que la metrópolis desarrollará toda una estructura gubernativa, estructurada en diagnósticos de
problemas y propuestas de soluciones, intentando hacer cambiar a los sujetos.

Informe previo a la instalación de la Sección Femenina, 19638


En Marzo de 1963, previo consentimiento de la entonces Dirección General de Provincias
Africanas y como una de las consecuencias del cambio de estatus de los territorios españoles en
África a provincias, se desplaza una Regidora Central de la Delegación Nacional de Sección
Femenina a Aaiún para realizar una inspección orientadora sobre las posibilidades de organización
de la institución en el territorio9, en ésta se destacan la labor que podría realizar, los problemas a los
que se debía enfrentar y al opinión de las autoridades al respecto. De la primera cuestión la
inspectora da un panorama abominable desde el punto de vista de las expectativas respecto a las
relaciones de género del régimen, el informe empieza clasificando y describiendo cada categoría
por separado por separado: “(…) Hombres: Orgullosos, guerreros, pues han vivido mucho del
pillaje, poco trabajadores; se dedican sólo al pastoreo en la actualidad y a muy pocos oficios. Sólo
he visto a los majarreros o plateros. Hacen las tareas normales de la casa. De tal manera que son
mejores para el servicio doméstico que las mujeres. Son monógamos aunque cambian de mujer
muy frecuentemente, aunque no siempre repudian ellos a la mujer, en muchas ocasiones son las
mujeres las que se separan de sus maridos por propia iniciativa.
Mujeres: Se sabe juguete del hombre, luego muy caprichosa y vagas. Casi solo saben hacer las

6 ídem, p.37
7 Para lo que nos remitimos a la obra que dará inicio a este tipo de reflexión:
SAID, E. W; Orientalism, Londres, Penguin, 2003
8 A no ser que se indique lo contrario, nos referiremos a D1963
9 D1974b

3
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

telas de lana de camello para cubrir las jaimas. Siempre están reunidas amigas y parientes
tomando té. Se casan a los 12 o 13 años y este primer matrimonio lo conciertan los padres a
cambio de pedir al marido un camello, cabras, etc... Después la mujer puede buscarse otro marido
una vez pedido una especie de divorcio.
Niños: La natalidad es muy alta y ya las madres acuden al hospital para dar a luz y cuidar de sus
hijos. De todos modos los cuidados no son muchos por parte de la madre.”10
Diferentes antropólogos han trabajado el tema de la organización familiar saharaui, desde
los iniciales estudios de Caro Baroja a mitad de siglo XX 11 sobre la sociedad tribal hasta los
estudios sobre los efectos de la revolución iniciada por el Frente Polisario en los campos de
refugiados realizados por Caratini12. Del sistema imperante a mediados de los sesenta debemos
tener en cuenta que la mayor parte de la población se organizaba en grupos nómadas en proceso de
sedentarización, en el momento de realizarse el informe (1963) alrededor del 95% de la población
era nómada, no obstante tendía a asentarse alrededor de puestos militares españoles. Creemos
interesante describir que es lo que dicen los antropólogos sobre el papel de la mujer en el sistema
familiar ya que será éste el foco de análisis de la Sección Femenina, así, no es infrecuente encontrar
en el estudio de Caro Baroja matrimonios entre primos o entre tíos y sobrinas, esta práctica
matrimonial tiende a reforzar la solidaridad entre los grupos nómadas y evitar la dispersión de
recursos13. En lo referente a la mujer esta práctica tiene efectos positivos en tanto la mantiene cerca
de su hogar y su grupo familiar, por lo que le permite mayor capacidad de negociación. En esta
forma de matrimonio endógamo el marido tiene más dificultades para el repudio ya que implica
conflicto con familiares cercanos, cosa que no pasa en matrimonios entre personas de diferentes
cabilas (tribus) que representarían los matrimonios exógamos. Los primeros matrimonios eran
arreglados por la familia, aunque la mujer debía dar su consentimiento, en éstos, el novio aportaba
una cantidad considerable de bienes, mientras que la novia aportaba la jaima, tejida por ella misma
acompañada de algunas familiares.
Pese a que los linajes en la sociedad saharaui eran patrilineales, la residencia de la nueva
familia era matrilocal, es decir, se asentaban donde residiese la familia de la mujer, por lo menos
hasta el nacimiento del primer hijo, momento en el cual el nuevo núcleo podía elegir quedarse
donde estaba, mudarse donde estuviese la familia paterna o crear un nuevo campamento atendiendo

10 D1963
11 CARO BAROJA, J., Estudios saharianos, Madrid, Instituto de Estudios Africanos, 1955
12 CARATINI, S; “La prison du temps. Les mutations sociales à l’œuvre dans les camps de réfugiés sahraouis.
Première partie : la voie de la révolution” en Afrique Contemporaine, Boeck, CAIRN, Nº 221, 2007/1, pp.153-
172
13 JULIANO, D; La causa saharaui y las mujeres “siempre hemos sido muy libres”, Barcelona, icaria, 1998, p.55

4
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

a las necesidades del nomadismo ganadero. En esta estructura la autonomía de la mujer era
reconocida en derechos concretos como el de quedarse con los niños pequeños en caso de divorcio,
conservando la tutela incluso en caso de nuevo casamiento. Estos matrimonios eran relativamente
fáciles de deshacer tanto para ellos como para ellas ya que, si bien es verdad que solamente hombre
estaba facultado para pedir el divorcio, esto se hacía tanto cuando era el hombre el que lo deseaba
como cuando era la mujer quien se lo pedía, en caso de no aceptarlo el hombre se exponía a
desaprobación social.
La inspectora localizó una serie de problemas en este sistema de género, no comprendía la
forma que tenía la división sexual del trabajo en una sociedad nómada como es la saharaui, según su
interpretación, los hombres hacían el trabajo que tenían que hacer las mujeres mientras estas
quedaban ociosas; tampoco comprendía que la organización familiar en esta sociedad diese a las
mujeres capacidad de divorciarse, es más, que esta fuera una práctica más o menos común entre
hombres y mujeres. Se localizan en este informe, a través de lo que pretende ser una descripción
aséptica de los hechos una serie de problemas a solucionar. Pese a que responda a toda la estructura
de género específica de la sociedad saharaui de mediados de siglo, quien cargue con la
responsabilidad va a ser únicamente la figura femenina, es a “sus mujeres” a quien se deba educar,
para ello, la herramienta del régimen será la Sección Femenina.
Según muestra el informe, las autoridades se mostraron muy interesadas en la participación
de la Sección en la provincia, el Gobernador General les ofreció un local en Aaiún, “Villa Chispa”,
donde podrían empezar las actividades; el Delegado Gubernativo de la Zona Sur pidió la
organización de una delegación también en Villa Cisneros; el Delegado de Información y
Seguridad, el del Frente de Juventudes (único representante del movimiento en ese momento en la
provincia de Sáhara) y el Prefecto Apostólico defendieron la necesidad de actuar sobre las nativas
de la zona por uno u otro motivo, alabando la función de Sección Femenina; los padres de las niñas
europeas y ellas mismas estaban interesados en las actividades que pudieran proporcionar...
Solamente el Hatri, jefe principal de los nativos, agradece el interés por las mujeres y niñas, pero
“no podía aportar ninguna idea pues desconocía lo que se podría hacer por ellas”14. El gobierno
colonial pretendía aplicar un programa de género sobre las mujeres nativas, a pesar de la inicial
ignorancia de la existencia de ningún problema al respecto por parte de los mismos.
En la ideología de Falange podemos encontrar la justificación de la labor del gobierno
colonial en las provincias de África, así, en el punto tercero del ideario de la organización podemos
encontrar la vocación de imperio, según esta fraseología el estado debía adoptar la forma de Imperio
14 D1963

5
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

para llevar a cabo su destino histórico: “Un Estado capaz de adaptar las más audaces reformas
revolucionarias a la esencia tradicional del espíritu y viceversa, un Estado, en fin, apto para
enlazar el destino del momento presente con los más gloriosos días del pasado histórico y
proyectarlo sobre un futuro lejano todavía. Este estado, instrumento al servicio de la integridad
patria, lleva implícita una fórmula política distinta de cuantas en las últimas centurias habían
puesto en peligro la realidad española. Esta fórmula de plenitud histórica es el Imperio.”15
Así la forma imperial se plasmó en diferentes empresas, entre ellas la del Sáhara. La labor
del gobierno metropolitano se insertaba en esta lógica, al igual que la de Sección Femenina que
serviría para remarcar el carácter hispano de uno de los últimos reductos coloniales16. Los juicios
que definían la política a seguir partían del modelo de mujer propuesto por la Sección Femenina. La
mujer, según este modelo, quedaría recluida en el hogar, sujeta a la autoridad del marido y dedicada
al cuidado de los hijos, sólo la participación en obras benéficas podría significar la inclusión de la
mujer en el ámbito público. Las saharauis, al ser definidas por su situación colonial, no eran
llamadas a cumplir esta última función, su papel subalterno significaba jugar el rol de quién debía
recibir esta ayuda. Esta situación no cambiará hasta 1975, año en el que se redacte in extremis un
informe con las posibilidades de incluir nativas en los cargos de Sección Femenina ya con vistas a
la descolonización17.

La abnegada acción de la mujer española en el Sáhara


Para 1964 fernando Póo, Rio Muni y Sáhara tenían una organización de Sección Femenina,
estos pequeños embriones contaban con una o dos voluntarias provenientes de la península y con el
apoyo de las infraestructuras que facilitasen los gobernadores de cada territorio. En el caso de
Sáhara se encontraban en el territorio dos representantes: Concepción Mateo Merino, en calidad de
Delegada Provincial y profesora de enseñanzas del hogar y Mercedes Ledesma, que, sin cargo, se
dedicaba a apoyarla18. La preparación con la que llegaron sobre el terreno era mínima, centrada en
su experiencia en la península, sin conocimientos de la lengua ni de las costumbres locales.
En Septiembre de 1964 montaron las primeras instalaciones de la Sección Femenina en
Aaiún, una Escuela de Hogar que podía dar cabida a 28 alumnas, así como clases en el instituto de
enseñanza media. El informe relativo al primer mes es bastante explícito en tanto a las primeras

15 Sección femenina, Formación político-social. 3 curso de Bachillerato, Madrid, 1965, p.38


16 SANCHEZ LOPEZ, R., Mujer española, una sombra de destino en lo universal: trayectoria histórica de Sección
Femenina (1934-1977), Murcia, Servicio Publicaciones Universidad de Murcia, 1990, p.70
17 D1975
18 D1964

6
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

reacciones de las profesoras con las alumnas: “(…) A los pocos días la Escuela de Hogar, con todos
sus grupos, parecía un manicomio sin nadie que los atendiera. De un lado el aumento de matrícula,
de otro su forma de comportarse, totalmente imprevisible en una mentalidad europea, y para mayor
locura el idioma, que hacía imposible toda comunicación. Arrastraban sillas, ponían los pies
descalzos encima de las mesas para coser, se tumbaban cuando les parecía... no querían aprender
a coser a mano, solo a máquina... ¡aquello no parecía tener solución!.” 19 Los problemas no eran
sólo de idioma, las expectativas de las alumnas respecto al curso y de las profesoras respecto a las
alumnas estaban encontradas, no obstante la afluencia de mujeres a estos cursos no dejaba de
aumentar, así como las actividades que ofrecía la organización a las mujeres.
Poco a poco, y sobretodo en los años 70 las actividades de sección femenina fueron
aumentando, el informe de 1975, cuando se estaba preparando la descolonización del territorio, nos
da cuenta de las instalaciones con las que contaba la institución en el territorio, estas eran:
“En Aaiún:
- Escuela de Hogar para mujeres nativas
- Círculo de Juventudes
- Guardería infantil
- Centro Social
- Escuela-Hogar Internado, de EGB, reconocida oficialmente por el Ministerio de
Educación y Ciencia, Adscrita al Consejo Escolar Primario de la Delegación Nacional de
la Sección Femenina.
- Taller-Escuela de Corte y Confección Industrial.
En Villa Cisneros:
- Escuela del Hogar para mujeres nativas
- Círculo de Juventudes
- Centro Social
En Smara:
- Escuela del Hogar para mujeres y niñas nativas
En los poblados del interior, se desplazan en plan de Cátedras Ambulantes, llevando las
enseñanzas completas que se imparten en las Escuelas de Hogar fijas.
Estos poblados han sido:
Daora – La Guera – Bu-Craa

19 D1964

7
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

En Argur: una Escuela del Hogar.”20


Las asignaturas que aprendían en las Escuelas del Hogar eran: Formación Familiar y Social,
Economía Doméstica y Cocina, Labores, Corte y Confección, Coser a Máquina, Trabajos Manuales,
Cultura General, Higiene y Puericultura; por otra parte, en la Escuela-Hogar, además de la
asistencia a la escuela se impartían: Clases de Árabe y de Corán, Estudios Dirigidos, Teatro,
Literatura y Artes Plásticas, Deportes, Danzas (saharauis), Excursiones y Albergues de Verano.
Se puede interpretar que la influencia de la Sección Femenina fue aumentando con los años,
proceso paralelo a cierta sedentarización de la sociedad saharaui. Este cambio en la forma de la
sociedad fue debido a diferentes factores, pese a que, hasta el asentamiento en los campos de
refugiados en Argelia, a raíz de la guerra con Marruecos y Mauritania, no será completo, si que se
ve una tendencia que afecta a toda la sociedad y a las relaciones entre sus miembros. Por la parte
económica, el paulatino abandono de las actividades ganaderas se debe al declive del transporte a
camello, a favor del Jeep y a la larga sequía del 68 al 7321; por otra el gobierno español favoreció el
asentamiento en las ciudades a través de ciertas políticas tanto directas, como la construcción de
casas en las ciudades, como indirectas, al proporcionar ciertos servicios a la población
sedentarizada “(…) núcleos de población pequeñísimos, eminentemente nómadas viven en tribus
diseminadas por el desierto, habitando en la “jaima” aunque en la actualidad sitúan éstas en las
cercanías de alguna población o puesto militar, sin embargo en cuanto llueve las desmontan y se
van al interior para dar pasto a los ganados. Esto supone un inconveniente enorme para nuestra
labor, ya que se marchan las mujeres y niñas dejando abandonada su formación.
Actualmente se van aclimatando a vivir en casas que les construye el Gobierno.” 22 El facilitar la
sedentarización significaba toda una nueva propuesta de sociedad donde los roles de género debían
ser renegociados, es en esta situación, a la que cada vez se tenía que enfrentar más cantidad de
población, en la que toma sentido las propuestas coloniales españolas.
El proyecto gubernativo de género responde a una serie de juicios sobre la sociedad sobre la
cual se va a ejercer el acto de control, éstos partían de agentes externos a la sociedad, no se trataba
de una total desaprobación, sino de esa dialéctica entre diferencia y asimilación que caracteriza las
políticas coloniales. Por una parte, se apoyaba a una serie de instituciones catalogadas como propias
del territorio, en este sentido podemos hablar de la Yemáa o de la justicia cheránica. El que se
catalogase como indígenas estas instituciones no significa que no fueran una readaptación. Así, por

20 D1975
21 DIEGO AGUIRRE, J. R; “Los orígenes del Frente Polisario: incidentes en el Aaiún” en Historia 16, Madrid,
Historia viva, Nº: 137, 1987 pp. 73-82
22 D1964

8
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

ejemplo, como hemos podido ver, existía el divorcio en la sociedad saharaui, éste estaba regulado
por una serie de leyes no escritas y controles informales, no obstante, en un intento de regularlo la
Yemáa, asamblea de notables nativos respaldada por la metrópolis, tomó la decisión de prescribir
que “Toda mujer casada que repudia a su esposo está obligada a escoger, en volver a convivir con
el esposo en su domicilio, o entregarle la cantidad de CINCUENTA MIL (50.000) DUROS en
moneda española, siendo el esposo obligado a divorciarles una vez que obtenga la citada
cantidad”23. La costumbre informal cambió de formato a través de la actuación de una “estructura
tradicional” apoyada por España, pasando de ser un elemento de negociación para las mujeres a ser
un elemento represivo. Existen más casos en los que la metrópolis apoyaba prácticas sociales
autóctonas, uno de los más llamativos es el de la esclavitud, en su informe de Junio de 1964,
Concepción Mateo relata que: “(…) En el grupo de estas mujeres se encontraban dos morenas
esclavas; a una le prohibió asistir su dueño a mitad del curso, la otra asistió constantemente sin
faltar un solo día. Al finalizar el curso se le planteó este problema de las esclavas alumnas al
Gobernador General, prometiendo ayuda económica para lograr la libertad de aquellas cuyo
comportamiento moral fuese bueno24”. No será hasta el asentamiento en los campos de refugiados y
tras un decreto del Frente Polisario que no se abola esta práctica25.
Podemos ver como se aceptan unas practicas, mientras se aborrecen otras, las cuales intentan
ser eliminadas. Esto responde a la segunda lógica colonial, la asimilación. Se intentará remodelar
las relaciones de género siguiendo esta lógica e intentando adaptar el modelo de mujer de la Sección
Femenina a las mujeres saharauis, según eran concebidas por la metrópolis. Tras el análisis inicial
efectuado en 1963, Concepción Mateos, que será la delegada de Sección Femenina en la provincia
hasta 1972, desarrolla todo un discurso sobre las carencias de la mujer (como representante de todo
el sistema de género) y un diagnóstico de que es lo que falla y como debe enmendarse, el mismo
que realizó en 1964 será el presentado en todos los informes de Sección Femenina hasta 1975:
“(…) La mujer es una pieza que vive para adornarse, agradar, y para tener hijos. En la casa no
hace nada, a excepción de coser algunas, y cada vez menos, las telas para las jaimas. El hombre es
el que guisa y si algo se lava también es él el que lo hace. Si bien es cierto que de poco tiempo a
esta parte interviene algo en el cuidado de la comida, esto fundamentalmente son las que viven en
las casas construidas por este gobierno del Sáhara. (…) Observando el estado primitivo de la
mujer, su falta absoluta de higiene, y su falta absoluta también, de ocupación por no saber que

23 Decisión de 4-5-74
24 D1964 (subrayado de la autora)
25CARATINI, S; “La prison du temps. Les mutations sociales à l’œuvre dans les camps de réfugiés sahraouis.
Première partie : la voie de la révolution” en Afrique Contemporaine, Boeck, CAIRN, Nº 221, 2007/1, p.440

9
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

hacer ni como hacerlo; y sobre todo observando el cuidado que dan a los niños, antes de comenzar
la tarea emprendida por Sección Femenina, centramos todos nuestros esfuerzos en ayudar a la
mujer saharaui en la educación e higiene de sus hijos y en las tareas propias del hogar.26
(…) Observando el estadio primitivo de la mujer saharaui, según queda explicado, y el cuidado
que daban a los niños se comprendió que nuestra misión debía ser centrada en dos aspectos
fundamentales:
– Despertar en la mujer nativa, un sentido de utilidad en su vida, inculcándola la importancia
que tiene el trabajo que sale de sus manos, y la participación en todas las cosas que se
refieren a la familia.
– El cuidado e higiene de los niños, y el incorporar a las niñas a un hábito de convivencia y
estudio.”27
Este será el discurso del régimen y el reproducido en la prensa, según el cual, la elevación de
la mujer será una justificación de la actividad colonial en el Sáhara. “La mujer” será, desde este
discurso, un objeto pasivo de las benéficas políticas coloniales. Una afirmación habitual es la
representada por la aparecida en la revista Teresa de Noviembre de 1974: “Sacar a las niñas de sus
casas le costó muchas lágrimas a Concha Mateo, pionera de la liberación de la mujer Saharaui
(...) Hasta entonces, poco o nada se había hecho en materia de promoción femenina en el Sáhara
español. La mujer vivía en la “jaima” -tienda de los nómadas-, sujeta a la voluntad del marido, si
era casada, del padre, si era soltera.”28.
Se puede observar que, junto con la descripción del estado de la mujer, inmediatamente
aparece la labor del estado colonial. En una entrevista concedida a Bartolomé Mostaza 29 se habla de
la labor de “Concha” Mateos, como delegada de la sección femenina: “España no ha olvidado el
oficio de hermanar y compartir su herencia cultural con otras razas. Su obra en el Sáhara lo
atestigua. Contaré otro día algo de la labor del Ejército, de los técnicos, de los médicos y maestros.
Hoy me limito a reproducir mi diálogo con Concha Mateos en Aaiún. (…) A Concha Mateos la
quieren y respetan todos: lo mismo el militar que el funcionario civil. Sobre todo la admiran y diría
que la veneran las mujeres saharauis. En Enero de 1964 se fue con su breve equipo y su gran
fervor humanizante y se plantó en Aaiún. (...) aprenden a coser, a planchar, a cuidar a sus hijos, a
lavarlos, a alimentarlos de manera eficaz. Estas mujeres no conocían la aguja. Su misma cocina es

26 D1965
27 D1964
28 Revista “Teresa” Noviembre 1974 nº 251, p.12
29 Recorte de periódico sin identificar, AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara
(1974-1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 435/1

10
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

elementalísima: no más de tres o cuatro platos distintos y un postre de miel y mantequilla. Al


principio tuvimos que hacer uso de la audacia hasta vencer los recelos...”
Toda esta labor significó la asimilación de las sujetos del discurso a los estándares
metropolitanos, así podemos leer sobre la escuela del hogar del Aaiún: “Observa y contempla
cuanto hacen y verás cómo te sientes muy orgulloso y contento, de que esas chicas, tan calladas y
abnegadas, verdaderas sacerdotisas de la Falange, sean Españolas como tú.” 30 Para que esto se
pudiera dar se adaptó el discurso de Sección Femenina enfatizando el concepto “libertad” y
“liberación” aplicándolo a la labor de la institución sobre las saharauis, así, si el régimen se
proponía liberar a la mujer española del trabajo, a las saharauis se las debía liberar de la ignorancia,
la falta de higiene, de su condición de objeto... También se adaptó el ideario de la Sección a la
situación de la sociedad colonizada institucionalizando la enseñanza de Islam en la escuela-hogar
como si de la religión católica se tratase en la península, así, sobre la visita visita de Pilar Primo de
Rivera a las instalaciones de Sección Femenina, después de la visita de Carrero Blanco y el
consiguiente reconocimiento público de la labor de la institución franquista, el redactor de la revista
Sáhara afirma: “Lo primero y principal es la cuestión espiritual. En este aspecto España no sólo
respeta la religión musulmana, sino que la fomenta y ayuda con clases de árabe y de Corán”31

¿Que ha pasado? Informe de 1974 sobre la actitud política de la Mujer Saharaui


En 1974, tras poco menos de dos años de ausencia en el territorio, Concepción Mateos
Merino es nombrada, por la Delegación Nacional de Sección Femenina, Inspectora de Sáhara para
estudiar la actitud de la mujer saharaui en relación con el referéndum de autodeterminación que
debía realizarse para decidir el futuro estatus del territorio. España cedía de esta manera a las
presiones internacionales, sobre todo de las Naciones Unidas, por descolonizar el territorio, no
obstante, las presiones anexionistas de Marruecos y Mauritania, además del desarrollo de un cada
vez más potente movimiento nacionalista dificultarán las predicciones políticas acerca del futuro de
la provincia. En este contexto se envió a la antigua Delegada Provincial para examinar a la
población femenina. No es casual la preocupación por esta población, ya que ésta era uno de los
pilares del movimiento nacionalista, tanto en activos como en material discursivo, sobre el tema se
dirá “Impulsa este movimiento social y nacionalista, en primer lugar, la juventud de menos de
treinta años, ya con estudios de bachillerato o superiores, de quienes procede el documento de la

30 Revista “Sáhara”, 28 Abril 1968, año VI, Nº 248


31 Recorte de periódico sin identificar, AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara
(1974-1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 435/1

11
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

asamblea; también las mujeres, que irán adquiriendo un creciente protagonismo, rechazando su
papel en la sociedad tradicional, donde han sido postergadas, minusvaloradas y divorciadas sin
apelación.”32
La sociedad tradicional, a causa de la reconstrucción colonial que se hace de la misma y los
movimientos sociales que la recorren por dentro, se irá desgastando. El informe de Octubre de
197433 nos ofrece una muestra de este proceso. En éste aparece una mujer totalmente diferente a la
aparecida en los otros, desvelándonos algunos elementos que el discurso que se aplicaba hasta el
momento hacía desaparecer. El informe empieza con un rotundo: “La opinión de la mujer saharaui
hasta ahora no se ha hecho tener en cuenta. El analizar esta situación nos remitirá a su fuente
jurídico-religiosa. Sin embargo, hay que destacar que, de hecho, la mujer de este territorio, no sólo
influye sino que manda. (…) la postura de la mujer, en un momento dado, puede ser determinante,
ya que tiene personalidad propia, y puede dirigirse directamente a ella.”34
Para resaltar esta afirmación la autora relata mecanismos informales con los que no había
contado en sus anteriores informes, por ejemplo habla de que: “Si se convence a la mujer para que
el hijo vaya a la escuela, el hijo va a la escuela; si para conseguir algo caprichoso la mujer tiene
que sacar al hijo la escuela (aún cuando sea contra la voluntad de su marido), el hijo sale de la
escuela; si de lo que se trata es de conseguir una alfombra se vale de acciones indirectas, finge o se
inventa un enfado con el marido y se vuelve a casa de sus padres. El marido para resolver el
problema tiene que cumplir con su precepto o costumbre de llevarle el regalo que ella quiere.”35
La autora constata una serie de cambios respecto a su anterior estancia en el territorio, se
trata de una politización de las mujeres basada en las expectativas creadas por el referéndum de
autodeterminación: “En la actualidad la mujer del Sáhara está muy sensibilizada políticamente.
Por primera vez, de manera expresa, tiene fuerza política. Piensa: “nosotras tenemos el 50% de
los votos en el referéndum. (…) Este derecho del 50% de los votos se ha convertido en la bandera
de la mujer. Se siente contenta de su condición femenina.”36
Se puede apreciar en el informe como se observa la atracción de esta población hacia el
Frente Polisario. “Asimismo se observa que la mujer está muy sensibilizada respecto a los jóvenes
del Frente de Liberación. Por las palabras que emplean, al hablar de “esos hijos nuestros”, se
desprende que existen “vasos comunicantes”. Dicen que “están pasando frío y hambre por los

32 DIEGO AGUIRRE, J. R; “Los orígenes del Frente Polisario: incidentes en el Aaiún” en Historia 16, Madrid,
Historia viva, Nº: 137, 1987 pp. 73-82, p. 78
33 D1974
34 D1974: 2-2v
35 D1974: 1v
36 D1974: 3

12
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

futuros hijos del Sáhara, y también para que nosotras ya no seamos como las cabras del
desierto”.37
En el caso de las más jóvenes, Mateos recoge manifestaciones de una actitud más decidida.
“He podido observar un cambio en la actitud de estas jóvenes. Su agresividad es manifiesta en las
más promocionadas. Sobre todo, cuando están en grupo se mantienen en una línea pura de ideales.
Ellas tienen que ayudar a hacer su Sáhara mejor.”38
Las mujeres participaron efectivamente en esta fase de la movilización nacionalista. A raíz
de la represión contra la manifestación del 17 de Junio de 1970 la causa anticolonialista tomó fuerza
y, desde ese mismo momento empezó una nueva organización que articulase el nacionalismo
saharaui, así, el Frente Polisario nacerá formalmente el 10 de Mayo de 1973, dedicándose a hacer
incursiones desde las fronteras y a organizar todo un movimiento por la independencia. Dentro del
territorio ciertos grupos sociales serán mas proclives al apoyo a este movimiento, entre estos
podemos encontrar a los jóvenes y a las mujeres, ambos grupos habrían visto sus expectativas cada
vez más frustradas a causa del gobierno colonial, los unos por la dificultad de entrar en la
administración y dar salida a su formación, las otras a causa del proceso de perdida de poder en la
que se veían inscritas, según el testimonio recogido por la antropóloga Dolores Juliano las jóvenes
de la época aseguraban: “Nuestras madres, abuelas y bisabuelas nos decían: os estáis volviendo
muy sumisas”39. En su testimonio, Embarka Brahim Buyema relata como había mujeres desde el
momento de la creación del Frente Polisario“Después de las manifestaciones del 17 de junio contra
el régimen franquista, mi marido, fue uno de los organizadores de aquella gesta, fue desterrado del
país. Algunos compañeros me informaron que buscaban algún lugar donde se pudiera celebrar el
primer Congreso de un movimiento recién fundado que lucharía contra el colonialismo español” 40.
El año 1974, mientras se realizaba este informe, se estaba creando la UNMS, Unión Nacional de
Mujeres Saharauis, organización encargada de encuadrar las mujeres dentro del movimiento
nacionalista.
Las constantes que se repiten en sus conversaciones con antiguas alumnas nos ofrece una
muestra sobre el programa político que éstas defienden:
“- La mujer tiene en sus manos el 50% de los votos.
- La mujer debe votar desde los 14 años puesto que antes la casan.

37 D1974: 2v
38 D1974: 3v-4
39 JULIANO, D; La causa saharaui y las mujeres “siempre hemos sido muy libres”, Barcelona, icaria, 1998, p.54
40 PRINCIPADO DE ASTURIAS (ed.), Confesiones de mujer : testimonios de mujeres que ha creado razones de
existencia, Oviedo, Principado de Asturias, 1995

13
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

- El Sáhara debe ser independiente.


- Los chicos del Frente de Liberación representan el verdadero Sáhara.
- Tenemos que luchar por la liberación de la mujer saharaui para:
Poder trabajar y estudiar sin la presión negativa de las familias
Contraer matrimonio por propia elección y a la edad que deseemos
Poder divorciarnos
Tomar parte en las decisiones y asambleas
Acceder a trabajos y a estudios en igualdad de oportunidades
acceder a puestos de responsabilidad”41
Según el informe, el apoyo de las mujeres al movimiento nacionalista era expresado
externamente en la forma de vestir al adoptar el lissar, prenda “tradicional” saharaui, esta decisión
definía la nación saharaui en contraposición a Marruecos, que presionaba por anexionar el territorio.
“He podido observar que las jóvenes han adoptado el lissar (el manto) en vez de la chilaba. En la
década de los 60-70, la niña más promocionada, al tener que vestirse de mujer, se ponía la chilaba
a imitación de la mujer de Marruecos”42
Las reivindicaciones nacionalistas contenían un programa específico respecto a la mujer
cuyo punto básico es el de la integración de éstas en la esfera pública, según el informe:
“Mostraron un interés tremendo por salir de su “status quo”: deseando volver a estudiar,
queriendo conseguir un trabajo como primer paso de su liberación, y proponiendo nombrar una
comisión que estudie lo de la participación.” Se trata de una reivindicación plasmada en los
programas de los grupos nacionalistas saharauis, así, en el programa del Frente Polisario podemos
encontrar “Restablecer todos los derechos políticos y sociales de la mujer y abrir ante ella todas las
perspectivas”43 y del PUNS, Partido para la Unión Nacional Saharaui, partido nacionalista saharaui
creado por la colonia para controlar el proceso de autodeterminación “Valorar el papel de la mujer,
tanto en el ambiente familiar como social, a fin de que pueda participar activamente en la vida
política, cultural y económica del país”. No obstante, debemos fijarnos en una diferencia de matiz,
ya que si bien la demanda es transversal hay una sustancial diferencia en los marcos de referencia
utilizados para realizarla. Para el Polisario, se trata de restablecer la situación en la que se
encontraba la mujer mientras que para el PUNS se trataría de liberarla de la desvaloración que
sufre; este choque se inserta en dos análisis diferentes de la situación de la provincia. Para el

41 D1974: 3v
42 D1974: 5v
43 WIRTH, R; BALAGUER, S, Frente Polisario, la última guerrilla, Barcelona, Paperback, 1976, p.128

14
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

Polisario se trataría de un lugar rico en recursos naturales explotado por una potencia colonial que
los roba todos, según esta lógica sólo haría falta la administración de este territorio por los nativos
para que la riqueza revirtiera en el territorio desarrollándolo; el otro análisis, el defendido por el
PUNS con apoyo de la potencia colonial es el de que se trata de un territorio que necesita de apoyo
para poder desarrollarse satisfactoriamente.
Respecto a la primera interpretación los testimonios referidos por la inspectora hablan de la
riqueza natural del territorio, “Ahora somos ricos y tenemos fosfato”44, en el mismo informe se cita
una entrevista con niñas de 15 años relata una anécdota bastante reveladora respecto a la extensión
de estas opiniones entre la sociedad: “En este mes de Octubre, una niña de 7º nivel de EGB de 15
años de edad, antigua alumna nuestra, reunió a todas las niñas saharauis mayores de la escuela y
les dijo: “mañana, en el recreo, nos vamos a reunir para que os pronunciéis respecto a la presencia
de España en el Sáhara. Porque, vamos a ver, ¿Que es lo que España ha hecho en el Sáhara?. En
el acto otra contestó: “descubrir el fosfato”. Otra, “y por eso se lo llevan”. No supimos el
resultado final de este hecho, porque las niñas que que lo contaron se quedaron al día siguiente sin
querer salir al recreo.”45
A éstas Concepción Mateos las tilda de manifiestamente infantiles, en contraste con otras
como “Nosotras no queremos volver al desierto, queremos que nuestros hijos estudien, que
nuestros maridos trabajen al pago para comer, queremos una casa.” 46, que reflejarían madurez y
responsabilidad. La autora es partícipe del segundo discurso, el cual ve la sociedad saharaui como
atrasada y con necesidad de ser reformada, su juicio al respecto de los cambios que se están
produciendo es: “Ante esta nueva actitud: tienen muy cerca el lastre de su vida anterior y su nueva
situación de presente. La mujer, aunque no pueda hablar todavía en un sentido muy general, ha
empezado, de pocos años acá, a manejar algo de dinero, a ir incluso a tiendas (de europeos), a ser
responsable de la comida, de cuidar su casa -no la tradicional-, de mandar a sus hijos a la
escuela... Se siente útil. Incluso va a la Escuela-Hogar; sabe coser; hacer cosas. Algunas tiene
hijos que van al instituto...”47
Se puede comprobar como ambos discursos se dan en la sociedad, si bien es verdad que no
en la misma medida. La sociedad fue mutando por causas externas, como las propuestas y presiones
de la potencia colonial, reflejadas en el programa de Sección Femenina y su diagnóstico sobre “la
mujer saharaui” así como por causas internas, como puede ser el movimiento social de objetivos

44 D1974: 3
45 D1974: 4v
46 D1974: 4
47 D1974: 2v

15
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

anticoloniales que se dio durante los años setenta y la inclusión de una serie de reivindicaciones
sobre la mujer ligadas a una forma de juzgar la realidad. Las identidades, como hemos dicho en la
introducción son algo mutable, nunca llegan a ser del todo y este juego entre propuestas de sujeto da
un margen para los individuos de la colonia para definirse en cada momento, ambos discursos no
estaban totalmente reñidos ya que no existió “una situación de la mujer”, sino múltiples
experiencias vitales.

Más allá del informe


Concepción Mateos, en una carta datada en Octubre de 1974 dará cuenta de la violencia de
la situación dando parte de un sabotaje: “Han saboteado la cinta transformadora de Fosbucraa, las
estaciones 7 y 8, el sábado por la noche. Es algo muy grave, de muchas pérdidas económicas y de
un parón de 4 meses”48. Tenemos un testimonio de un hecho similar en el dado por la guerrillera
Leila Khaled “mi primera acción armada tuvo lugar en 1974. Acompañada de otros dos militantes
– uno de ellos era otra mujer- lancé mis primeras granadas contra la compañía “Atlas” (empresa
española de distribución de gas y gasolina) (…) Al final del día lanzamos dos granadas contra el
sector de los depósitos, y nos escapamos al barrio saharaui donde pasamos la noche en casa de
otros militantes.”49 Mujeres participaban activamente en un movimiento en contra de la ocupación
española, si bien es verdad que el testimonio es el de un caso especial, la movilización no había
hecho más que comenzar, la invasión Marroquí iniciada con la marcha verde activará un nuevo
ciclo de movilización masiva que supondrá el exilio de gran parte de la población a campos de
refugiados, allí se creará una nueva sociedad en la cual se producirá un empoderamiento de las
mujeres.
En este trabajo se ha estudiado como la potencia colonial se esfuerza por imponer un modelo
genérico en la sociedad, se puede observar como la sociedad saharaui fue mutando a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX y como, a medida que mutaba, iba tomando o rechazando las
propuestas de la metrópolis. En la entrevista podemos encontrar valiosa información sobre como
funcionaba el reclutamiento activistas para la UNMS y como para este proceso se conjugaban la
aceptación de propuestas de la metrópolis con los marcos planteados por el movimiento
nacionalista: “(...) fui contactada por militantes para organizar, con otras, las mujeres saharauis.
Participé en la creación de las primeras células de mujeres del Polisario.
Vista la imposibilidad de hacer asambleas generales, dado el dispositivo de los españoles, cada

48 D1974d
49 WIRTH, R; BALAGUER, S, Frente Polisario, la última guerrilla, Barcelona, Paperback, 1976, p.85

16
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

militante estaba encargado de un barrio o de una calle. Reuníamos a las mujeres en las casas en
las que las familias eran dignas de confianza. El pretexto era confeccionar jerseys o participar en
tareas de la casa. Las discusiones empezaban siempre por las dificultades de las vidas cotidianas,
sobre los salarios de los maridos, la insalubridad, las enfermedades de los niños... Y partiendo de
los problemas personales de cada uno, llegábamos juntas hasta la fuente de nuestros males
comunes: el colonialismo español.50”
El testimonio es esclarecedor en ambos aspectos. Por una parte nos muestra como se fueron
aceptando algunas de las propuestas de la metrópolis, el testimonio remite a una organización
clandestina en un ambiente urbano, en apariencia, se iban a realizar actividades aprendidas o
potenciadas por Sección Femenina, como es coser jerseys o participar en las tareas de la casa,
además la discusión se iniciaba con una problemática que estaba incluida en el discurso de la
institución franquista, como es la insalubridad o las enfermedades infantiles. Pero, por otra parte,
todos estos elementos son tomados para la crítica de la actividad colonial, el nacionalismo saharaui
supo crear marcos de referencia atrayentes a partir de problemas que ya eran conocidos. Problemas
percibidos por la población autóctona que incluían aquellos descritos por la potencia colonial y
sobre los cuales existía toda una estructura de referencia, el que se estuviese dando un proceso de
cambio en la sociedad significaba que las propuestas metropolitanas fueran difícilmente rebatidas. A
medida que los cambios fueron calando en diferentes grupos de la población, como los jóvenes y las
mujeres, se pudo crear un discurso que atacase estas estructuras.

50 Ídem, p.85

17
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

Bibliografía
ARESTI, N. Masculinidades en tela de juicio, Valencia, Cátedra, 2010.
SUÁREZ NAVAZ, L. y HERNANDEZ, R. A . (eds.), Descolonizando el feminismo, teorías y
prácticas desde los márgenes, Valencia, Cátedra, 2008
CARATINI, S; “La prison du temps. Les mutations sociales à l’œuvre dans les camps de réfugiés
sahraouis. Première partie : la voie de la révolution” en Afrique Contemporaine, Boeck, CAIRN,
Nº 221, 2007/1, pp. 153-172
ANDERSON, B. Comunitats Imaginades, Valencia, afers, 2005
SAID, E. W; Orientalism, Londres, Penguin, 2003
GÓMEZ SÁNCHEZ, L, Procesos de subjetivación y movimiento feminista. Una aproximación
política al análisis psicosocial de la identidad contemporánea, Tesis doctoral, Valencia, SPU, 2003.
JULIANO, D; La causa saharaui y las mujeres “siempre hemos sido muy libres”, Barcelona, icaria,
1998
PRINCIPADO DE ASTURIAS (ed.), Confesiones de mujer : testimonios de mujeres que ha creado
razones de existencia, Oviedo, Principado de Asturias, 1995
SANCHEZ LOPEZ, R., Mujer española, una sombra de destino en lo universal: trayectoria
histórica de Sección Femenina (1934-1977), Murcia, Servicio Publicaciones Universidad de
Murcia, 1990
DIEGO AGUIRRE, J. R; “Los orígenes del Frente Polisario: incidentes en el Aaiún” en Historia
16, Madrid, Historia viva, Nº: 137, 1987 pp. 73-82
WIRTH, R; BALAGUER, S, Frente Polisario, la última guerrilla, Barcelona, Paperback, 1976
CARO BAROJA, J., Estudios saharianos, Madrid, Instituto de Estudios Africanos, 1955

18
Culturas políticas del franquismo: intelectuales, universidad y cambio social

Abreviaturas de los documentos de archivo


D1963 AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 436/1
D1964 AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 437/1
D1965 AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 436/2
D1974a AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 437/3
D1974b AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 437/3
D1974c AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 437/3
D1974d AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 437/4
D1975 AGA, Fondo sobre Delegación Provincial de la Sección Femenina de Sáhara (1974-
1975), Caja 235, Gr. 3, Nº12, carpeta 437/6

19

S-ar putea să vă placă și