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HISTORIA

EDAD CONTEMPORANEA
imiento obrero), en nombre del cual se plantearon
distintas alternativas al capitalismo. Más espectac-
ulares fueron incluso las transformaciones políti-
cas e ideológicas (Revolución liberal, nacional-
ismo, totalitarismos); así como las mutaciones
del mapa político mundial y las mayores guerras
conocidas por la humanidad.
La ciencia y la cultura entran en un periodo de
extraordinario desarrollo y fecundidad; mientras
que el arte contemporáneo y la literatura contem-
poránea, liberados por el romanticismo de las
sujeciones académicas y abiertos a un público y
un mercado cada vez más amplios; se han visto
sometidos al impacto de los nuevos medios de
comunicación de masas, escritos y audiovisuales,
lo que les provocó una verdadera crisis de identi-
dad que comienza con el impresionismo y las

Marycarmen Ormeño

Edad contemporánea
Edad Contemporánea es el nombre con el que se
designa el periodo histórico comprendido entre la
Revolución francesa y la actualidad. Comprende
un total de 221 años, entre 1789 y el presente. La
humanidad experimentó una transición demográ-
fica, concluida para las sociedades más avanzadas
(el llamado primer mundo) y aún en curso para vanguardias y aún no se ha superado.1
la mayor parte (los países subdesarrollados y los En cada uno de los planos principales del devenir
países recientemente industrializados), que ha ll- histórico (económico, social y político),2 puede
evado su crecimiento más allá de los límites que le cuestionarse si la Edad Contemporánea es una
imponía históricamente la naturaleza, consiguiendo superación de las fuerzas rectoras de la moderni-
la generalización del consumo de todo tipo de dad o más bien significa el periodo en que triunfan
productos, servicios y recursos naturales que han y alcanzan todo su potencial de desarrollo las
elevado para una gran parte de los seres humanos fuerzas económicas y sociales que durante la Edad
su nivel de vida de una forma antes insospechada, Moderna se iban gestando lentamente: el capital-
pero que han agudizado las desigualdades sociales ismo y la burguesía; y las entidades políticas que
y espaciales y dejan planteando para el futuro lo hacían de forma paralela: la nación y el Estado.
próximo graves incertidumbres medioambientales. En el siglo XIX, estos elementos confluyeron
Los acontecimientos de esta época se han visto para conformar la formación social histórica del
marcados por transformaciones aceleradas en la estado liberal europeo clásico, surgido tras cri-
economía, la sociedad y la tecnología que han sis del Antiguo Régimen socavado ideológica-
merecido el nombre de Revolución industrial, al mente por el ataque intelectual de la Ilustración
tiempo que se destruía la sociedad preindustrial y (L'Encyclopédie, 1751) a todo lo que no se jus-
se construía una sociedad de clases presidida por tifique a las luces de la razón por mucho que se
una burguesía que contempló el declive de sus sustente en la tradición, como los privilegios con-
antagonistas tradicionales (los privilegiados) y el trarios a la igualdad (la de condiciones jurídicas,
nacimiento y desarrollo de uno nuevo (el mov- no la económico-social) o la economía moral3
contraria a la libertad (la de mercado, la propugnada la socialdemocracia). En el campo de la ciencia
por Adam Smith -La riqueza de las naciones, 1776). económica, los presupuestos del liberalismo
Pero, a pesar de lo espectacular de las revoluciones clásico fueron superados (economía neoclásica,
y de lo inspirador de sus ideales de libertad, igual- keynesianismo -incentivos al consumo e in-
dad y fraternidad (con la muy significativa adición versiones públicas para frente a la incapacidad
del término propiedad), un observador perspicaz del mercado libre para responder a la crisis
como Lampedusa pudo entenderlas como la necesi- de 1929- o teoría de juegos -que evidencia la
dad de que algo cambie para que todo siga igual: el superioridad de las estrategias de cooperación
Nuevo Régimen fue regido por una clase dirigente frente al individualismo de la mano invisible-).
no homogénea, sino de composición muy vari- La democracia liberal fue sometida durante el
ada, que junto con la vieja aristocracia incluyó por período de entreguerras al doble desafío de los
primera vez a la pujante burguesía responsable de totalitarismos soviético y fascista (sobre todo
la acumulación de capital. Ésta, tras su acceso al por el expansionismo de la Alemania nazi, que
poder, pasó de revolucionaria a conservadora.4 Am- llevó a la Segunda Guerra Mundial).
bas se asientan sobre una gran masa de proletarios, En cuanto a los estados nacionales, tras la pri-
compartimentada por las fronteras de unos estados mavera de los pueblos y el periodo presidido por
nacionales de di- la unificación alem-
mensiones compat- ana e italiana (1848-
ibles con mercados 1871) pasaron a ser
nacionales que a el actor predominante
su vez controlaban en las relaciones
un espacio exterior internacionales, en un
disponible para su proceso que se gen-
expansión colo- eralizó con la caída
nial. de los grandes impe-
Sin embargo, en rios multinacionales
el siglo XX, este (español desde 1808
equilibrio inestable hasta 1898; ruso,
se fue descompo- austrohúngaro y turco
niendo, en oca- en 1918, tras su hun-
siones mediante dimiento en la Prime-
violentos cataclis- ra Guerra Mundial)
mos (comenzando y la de los imperios
por los terribles coloniales (británico,
años de la Primera francés, holandés,
Guerra Mundial, belga tras la segunda).
1914-1918), y en Si bien numerosas
otros planos me- naciones accedieron
diante cambios paulatinos (por ejemplo, la pro- a la independencia durante los siglos XIX y
moción económica, social y política de la mujer). XX, no siempre resultaron viables, y muchos se
Por una parte, en los países más desarrollados, el sumieron en terribles conflictos civiles, religio-
surgimiento de una poderosa clase media, en buena sos o tribales, a veces provocados por la arbi-
parte gracias al desarrollo del estado del bienestar traria fijación de las fronteras, que reprodujeron
o estado social (se entienda éste como concesión las de los anteriores imperios coloniales. En
pactista al desafío de las expresiones más radicales cualquier caso, los estados nacionales, después
del movimiento obrero, o como convicción propia de la Segunda Guerra Mundial, devinieron en
del reformismo social) tendió a llenar el abismo actores cada vez menos relevantes en el mapa
predicho por Marx y que debería llevar al inevitable político, sustituidos por la política de bloques
enfrentamiento entre la burguesía y el proletariado. encabezados por los Estados Unidos y la Unión
Por la otra, el capitalismo fue duramente combatido, Soviética. La integración supranacional de Eu-
aunque con éxito bastante limitado, por sus enemi- ropa (Unión Europea) no se ha reproducido con
gos de clase, enfrentados entre sí: el anarquismo y el éxito en otras zonas del mundo, mientras que las
marxismo (dividido a su vez entre el comunismo y organizaciones internacionales, especialmente la
ONU, dependen para su funcionamiento de la poco la historiografía europea continental (especial-
constante voluntad de sus componentes. mente la francesa o la española), que les impulsó
La desaparición del bloque comunista ha dado paso a proponer un nombre diferente para lo que
al mundo actual del siglo XXI, en que las fuerzas entendían como estructuras antagónicas: las del
rectoras tradicionales presencian el doble desafío Antiguo Régimen anterior y las del Nuevo Régi-
que suponen tanto la tendencia a la globalización men posterior. Sin embargo, esa discontinuidad
como el surgimiento o resurgimiento de todo tipo no parece tan marcada para los historiadores
de identidades,5 personales o individuales,6 colec- anglosajones, que prefieren utilizar el término
tivas o grupales,7 muchas veces competitivas entre Later o Late Modern Times o Age ("Últimos
sí (religiosas, sexuales, de edad, nacionales, estéti- Tiempos Modernos", "Edad Moderna Tardía" o
cas,8 culturales, deportivas, o generadas por una "Edad Moderna Posterior"), contrastándolo con
actitud -pacifismo, ecologismo, altermundialismo- el término Early Modern Times o Age ("Tem-
o por cualquier tipo de condición, incluso las prob- pranos Tiempos Modernos", "Edad Moderna
lemáticas -minusvalías, disfunciones, pautas de Temprana" o "Edad Moderna Anterior"), mien-
consumo-). Particularmente, el consumo define de tras que restringen el uso de Contemporary Age
una forma tan importante la imagen que de sí mis- para el siglo XX, especialmente para su segunda
mos se hacen individuos y grupos que el término mitad.10
sociedad de consumo ha pasado a ser sinónimo de
sociedad contemporánea.9
La cuestión de si hubo más continuidad o más rup-
tura entre la Edad Moderna y la Contemporánea
depende, por tanto, de la perspectiva. Si se define
la modernidad como el desarrollo de una cosmov-
isión con rasgos derivados de los valores del antro-
pocentrismo frente a los del teocentrismo medieval
(concepciones del mundo centradas en el hombre o
en Dios, respectivamente): idea de progreso social,
de libertad individual, de conocimiento a través de
la investigación científica, etc.; entonces es claro
que la Edad Contemporánea es una continuación e
intensificación de todos estos conceptos. Su origen
estuvo en la Europa Occidental de finales del siglo
XV y comienzos del XVI, donde surgió el Human-
ismo, el Renacimiento y la Reforma Protestante;
y se acentuaron durante la denominada crisis de
la conciencia europea de finales del siglo XVII,
que incluyó la Revolución Científica y preludió
a la Ilustración. Las revoluciones de finales del
XVIII y comienzos del XIX pueden entenderse
como la culminación de las tendencias iniciadas
en el período precedente. La confianza en el ser
humano y en el progreso científico y tecnológico
"Edad Contemporánea" es un añadido reciente a se plasmó a partir de entonces en una filosofía muy
la tradicional periodización histórica de Cristóbal característica: el positivismo; y en los diversos
Celarius, que utilizaba una división tripartita en planteamientos religiosos que van del secularismo
Antigüedad, Edad Media y Edad Moderna; y se al agnosticismo, al ateísmo o al anticlericalismo.
debe al fuerte impacto que las transformaciones
posteriores a la Revolución francesa tuvieron en
Revolución Francesa:

Francia había apoyado activamente a las Trece Colonias contra Inglaterra, con tropas comandadas por el
Marqués de La Fayette; pero aunque la intervención fue exitosa militarmente, le costó cara a la monarquía
francesa, y no sólo en términos monetarios. Sumada a la deuda cuyos intereses ya se llevaban la mayor
parte del presupuesto, y en medio de una crisis económica, llevó a la monarquía al borde de la quiebra
financiera. Las deposiciones sucesivas de Calonne, Turgot y Necker, los ministros que proponían reformas
más profundas, hicieron al gobierno de Luis XVI aún más impopular. El rey, sin apoyo entre la aristocracia
que controlaba las instituciones (negativa de la Asamblea de notables de 1787), aceptó como mejor salida
convocar a los Estados Generales, parlamento de origen medieval en el que estaban representados los tres
estamentos, y que no se reunía desde hacía más de cien años. Durante la elección de los diputados, se
habían de redactar cuadernos de quejas, peticiones que representaban el pulso de la opinión de cada parte
del país. Siguiendo el argumentario ilustrado, las del Tercer Estado (el pueblo llano o los no privilegiados,
cuyo portavoz era la burguesía urbana) pedían que los estamentos privilegiados (clero y nobleza) pagaran
impuestos como el resto de los súbditos de la corona francesa, entre otras profundas transformaciones
sociales, económicas y políticas. Una vez reunidos, no hubo acuerdo sobre el sistema de votación (el
tradicional, por brazos, daba un voto a cada uno, mientras que el individual favorecía al Tercer Estado, que
había obtenido previamente la convocatoria de un número mayor de estos). Finalmente, los diputados del
Tercer Estado, a los que se sumaron un buen número de nobles y eclesiásticos próximos ideológicamente a
ellos, se reunió por separado para formar una autodenominada Asamblea Nacional.
el patriotismo (La Marsellesa, La patrie
en danger -La patria en peligro-, Levée
en masse -Leva en masa-25 ) y la defensa
de lo conquistado por el pueblo, frente a
los desmotivados ejércitos mercenarios,
cuyos oficiales no lo eran por mérito,
sino por nobleza, demostró ser suficiente
para la victoria. En el interior, la revuelta
del 10 de agosto de 1792, protagonizada
por los sans culottes (la plebe urbana de
París) forzó a la Asamblea a sustituir al rey
por un Consejo provisional y convocar
elecciones por sufragio universal a una
Convención Nacional, que dominaron
los jacobinos. Su política de supresión
de toda oposición, el llamado Terror
(1793-1795), eliminó físicamente a la
oposición contrarrevolucionaria (muy
fuerte en algunas zonas, como la Vendée)
así como a los elementos revolucionarios
más moderados (girondinos), mientras
los que pudieron huir (nobles y clérigos
refractarios, que no habían aceptado jurar
la constitución civil del clero) salían al
exilio. Se estableció un régimen político
republicano, que transformó incluso
El 14 de julio de 1789 el pueblo de París, en el calendario, establecía un sistema de
un movimiento espontáneo, tomó la fortaleza precios y salarios máximos (ley del
de La Bastilla, símbolo de la autoridad real. máximum general) y controlaba todos
El rey, sorprendido por los acontecimientos, los aspectos de la vida pública mediante
hizo concesiones a los revolucionarios, que el Comité de Salud Pública dirigido por
tras la Declaración de Derechos del Hombre Robespierre. El número de ejecuciones,
y del Ciudadano y la eliminación de las cargas por el igualitario método de la guillotina
feudales, en lo relativo a la forma de gobierno fue muy alto, e incluyó al rey y a la reina,
sólo aspiraban a establecer una monarquía así como a varios de los propios jacobinos,
limitada como la británica, pero con una como Danton, y a un gran científico,
Constitución escrita. La Constitución de 1791 Lavoisier (en ocasión de su condena, se
confería el poder a una Asamblea Legislativa dijo: la revolución no necesita sabios). Un
que quedó en manos de los más radicales (los golpe de estado (conocido como reacción
miembros de la Constituyente aceptaron no poder thermidoriana, por el nombre en el nuevo
ser reelegidos) y profundizó las transformaciones calendario del mes en que se produjo)
revolucionarias. Tras el intento de fuga del rey, acabó físicamente con Robespierre y su
éste quedó prisionero, y en 1792 la Francia régimen e instauró un sistema mucho
revolucionaria hubo de rechazar la invasión de más moderado, del gusto de la burguesía:
una coalición de potencias europeas, decididas el Directorio (1795-1799).
a aplastar el movimiento revolucionario antes de
que el ejemplo se contagiase a sus territorios. La
eficacia del ejército revolucionario, motivado por
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La Revolución industrial permitió a las naciones


europeas un salto de gigante en el arte de la
guerra. El antiguo barco a vela fue superado por
las naves impulsadas por carbón primero, y por
petróleo después. A comienzos del siglo XIX los
barcos a vapor eran una curiosidad; apenas me-
dio siglo después se botaba al mar el primer ac-
orazado (1856). El barco de hierro e impulsado
por carbón se transformó en símbolo del nuevo
imperialismo, hasta el punto que la política euro-
pea de imponerse por la vía directa del ultimátum
militar pasó a ser motejada como la diplomacia
de las cañoneras. Los progresos de la guerra en
tierra no fueron menores (ametralladora, pólvora
sin humo, fusil de retrocarga). El sistema de re-
clutamiento del Antiguo Régimen fue sustituido
por el servicio militar obligatorio, inspirado por
el más puro sentido democrático de que todos los
habitantes de la República deben contribuir a su
defensa, lo que permitió a las naciones europeas
poner en pie de guerra a ejércitos de literalmente
millones de hombres, por primera vez.
El sistema internacional impulsaba a la creación
de imperios. En los siglos XVI y XVII, a difer- ninguna potencia con capacidad de abatir a
encia de la colonización de América, y la pres- todas sus rivales. Los nuevos territorios de ul-
encia en África y el Pacífico (limitada a bases tramar significaban el acceso a nuevas fuentes
costeras), la intervención europea en el conti- de materias primas demandadas por el proceso
nente asiático se había visto obstaculizada por industrializador.
grandes potencias que les impedían el paso (Im- Beneficiados por los resultados de la Guerra
perio otomano, Gran Mogol de la India, Imperio de los Siete Años (1756-1763), que expulsó
chino o Japonés). En el siglo XVIII, varios de a Francia de la India y Canadá, los británi-
ellos manifestaban una franca declinación, y las cos pudieron reponerse de la pérdida de los
potencias europeas más audaces se aprovecharon Estados Unidos y mantener la delantera en la
para obtener ventaja de ello. La penetración pau- carrera por un imperio mundial. A finales del
latina en la India sustituyó a los poderes locales siglo XIX, el Imperio Británico se extendía
con gobernantes de facto, manteniendo el Raj por aproximadamente una cuarta parte de to-
Mogol una autoridad puramente nominal, hasta das las tierras emergidas, incluyendo numero-
su derrocamiento definitivo en 1857. sas zonas de África, la India, Australia, y una
A estos vacíos geoestratégicos que las poten- fuerte influencia en China. Francia le había
cias coloniales se apresuraban a llenar fuera seguido de cerca; tras la colonización de Ar-
de Europa, se correspondía en el continente la gelia (1830) comenzó la de Indochina. Los
gestión de un delicado equilibrio de poderes, que Países Bajos asentaron su dominio sobre In-
después del Congreso de Viena procuraba evi- donesia. España perdió su imperio americano,
tar la posibilidad de reconstruir la hegemonía de conservando sólo Cuba y Filipinas (perdidas
ante los Estados Unidos en 1898), y sólo con-
suió acceder a una pequeña porción del reparto
de África (Guinea Ecuatorial, el Sahara español y el Marruecos español). Italia y Alemania, unificadas
tardíamente, no alcanzaron a generar grandes imperios coloniales, debiendo conformarse con el dominio
de algunas islas en la Polinesia y algunos territorios africanos (Libia y Somalia los italianos; Camerún y
Tanganika los alemanes).
África era un continente casi inexplorado, y la labor de colonización fue precedida por acuciosas empresas
de exploración; a finales del siglo XIX sólo subsistían Liberia, Orange, Transvaal y Abisinia como naciones
independientes, cada una por razones diversas. El gran beneficiado del reparto africano fue Leopoldo de
Bélgica, que basándose en una reputación filantrópica (que en la práctica suponía las más atroces técnicas
de explotación) consiguió hacerse con un imperio de grandes dimensiones en el Congo que legó al pueblo
belga. Francia e Inglaterra compitieron por un imperio continuo (de costa a costa) por el que chocaron en
el incidente de Fachoda (Sudán, 1898), correspondiendo a los ingleses la posibilidad de construirlo tras la
derrota alemana en la Primera Guerra Mundial.
Capitalismo industrial y financiero.
Segunda revolución industrial
La política de librecambismo reemplazó,
al menos en parte, al proteccionismo
de la época mercantilista, aunque los
intercambios del comercio internacional
estaban sobre todo presididos por el
llamado pacto colonial que reservaba
las colonias como mercado cautivo de
sus respectivas metrópolis. Aun así, las
barreras para el comercio y la inversión
a escala planetaria eran sustancialmente
menores que en cualquier época anterior.
Los empresarios exitosos ya no estaban
limitados por el mercado nacional a la hora
de invertir y buscar ganancias.

La industrialización y el desarrollo de
nuevas técnicas entró en el último
tercio del siglo XIX en una segunda
fase de la revolución industrial que
abrió nuevos mercados para recursos
que hasta entonces carecían de toda
utilidad, como el petróleo y el caucho.

Las figuras jurídicas de las empresas se sofisticaron, permitiéndose la disolución de la responsabilidad


individual del empresario en responsabilidad limitada a su aportación de capital (en el Reino Unido desde
1855, en Francia desde 1863), permitiendo la acumulación de numerosos capitales privados en sociedades
anónimas que se constituyeron en grandes corporaciones industriales, mercantiles, ferroviarias, navieras,
financieras, etc. que superaban la capacidad de cualquier fortuna familiar, incluso la fabulosa acumulada por
la más rica (los Rotschild). La concentración de empresas adquirió formas sofisticadas (cártel, trust, holding)
que alejaba cada vez más la propiedad de la gestión (confiada a ejecutivos responsables ante los miembros de
los consejos de administración) y de la producción directa.
Las potencias industriales de Europa Occidental empezaron a experimentar la competencia de un espacio
de industrialización más tardía, pero mucho más acelerada: Alemania (unificada económicamente desde
el Zollverein de 1834 y políticamente desde 1870). Un comportamiento similar tuvieron Japón (desde la
revolución Meiji, 1866) y los Estados Unidos (desde la victoria del norte en la guerra de Secesión, 1865).
Europa meridional y oriental tuvieron una industrialización más lenta y localizada en focos aislados (Lombardía
en Italia, País Vasco y Cataluña en España, Bohemia en el Imperio Austro-húngaro y varios núcleos en la
inmensa Rusia).

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