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Vu Veuve ued Autores ¢ instituciones que participaron en esta edicién: Enrique Semo, Elsa Gracida, Esperanza Fujigaki, Te. tesa Aguirre, José Luis Avila y Américo Saldivar, profe- sores de la Division de Posgrado de la Facultad de Economia, UNAM. Adolfo Gilly, profesor de la Facultad de Ciencias Politicas y Sociales, UNAM. Sergio de la Pe- fia, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM. Margarita Carb6, profesora de la Facultad de Fi. losofia y Letras, UNAM. Enrique Nalda y Francisco Javier Guerrero, investigadores del Instituto Nacional de Antro- pologia ¢ Historia. Masac Sugawara, investigador del Ar. chivo Histérico de Tlaxcala. Ilan Semo, profesor visitante de la University of Chicago. David R. Maciel, profesor de la University of New Mexico, Albuquerque. Juan Gémez- Quiftones, profesor de la University of California, Los An. geles. Arturo Garmendia y Manuel Fernandez, Wea a a a Pd 1. El triunfo del capitalismo Elsa Gracida Esperanza Fujigaki Capital financiero que habra de soctenet la monopolizacién aceletada de los atos siguien- par pate desenvolvimiento, con una base agrarie yactiva Participacién del Estado, va acompaiiado por la creciente En este lapso, el avance de la economia es lo suficiente- mente alto como para que se califique de “espectacular” y jmilagroso”. El producto interno bruto (1B) —el valor de 'a produccién generada enc territorio nacional aumenta cond las4 media anual de mas del 6 por ciento, en contraste con el lento crecimiento registrado en los a 10s anteriores!, ' Enel peviodo 1910-1925, eta crecea En 1930, bajo los efectos de la gran depron 25 por ciento en rel 12 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki Al mismo tiempo, la industria de transformacién se coloca como la actividad principal, a pesar de ser el renglén de servicios el mayor generador del P18?, El incremento de la produccién va acompaitado por un incesante aumento de precios. Con todo, la inflacién-del 10 por ciento anual es inferior a la ce otros paises de América Latina, como Brasil, Argentina y Chile, donde alcanza niveles por encima del 20 por ciento. Para 1958 los precios tienden a estabili- zarse, y aumentan sélo alrededor del 3 por ciento anual en la década siguiente. El déficit permanente, que se presenta en las transaccio- nes comerciales con el exterior, precipita la devaluacién de la moneda en tres ocasiones: en 1939 el valor del peso baja de 3.60 a 4.85 por dolar; entre julio de 1948 y junio de 1949, producto de la “flotacin™, desciende a 8.65 y finalmente, en 1954 la paridad, sin cambio hasta 1976, se fija en 12.50 pesos por délar. Consideranco estos elementos, muchos autores definen el petiodo de 1940 a 1956 como de “crecimiento con infla- cién ¢ inestabilidad cambiaria”. Si bien tales aspectos son importantes en esos afios, resultan insuficientes para carac- terizarlos, sobre todo a la luz de las experiencias actuales, cuando los niveles de precios alcanzan alturas insospecha~ das y la paridad de la moneda cae dia con dia. Diferenciar esta etapa implica tomar en cuenta otros procesos: es en- tonces cuando dan sus frutos las transformaciones econd- micas y politicas de ia revolucién mexicana y, bajo la estrategia modernizadora, tales conquistas son aprovecha- das para apuntalar la acumulacién capitalista en la industria, La reforma agraria emprendida en los treinta tuvo multiples efectes. Por una parte, supuso la arremetida final * De 1940 a 1555, la agricultura crece en 7.4 por ciento anual y la producci6n manufacturera lo hace en 6.9 por ciento. De 1956 en adelante, sta toma Ia delantera, creciendo en 8.1 por ciento anual, en contraste con €1.3.2 por ciento anual de fa agricultura, » Mediante este mecanismo la relacién enire oferta y demanda de divisas determina el tipo de cambio, tal como sucede en la actualidad con el llamado “délae libre” UBpru vs vud ed uu Uo a a db td a oo a i El triunfo del capitalismo B contra el latifundio de tipo porfiriano, uno de los pilares del desarrollo fincado en la exportacién de productos minera- les y agricolas. Por la otra, desde el punto de vista de la modernidad agricola, contribuyé a ampliar el mercado interno, al poner en circulacién importantes recursos hu- manos y materiales, Ademas, al responder a la demanda principal de los campesinos en la revolucion, sentaba los cimientos para una nueva estructura de la propiedad en el campo, donde el ejido estaba Hamado a jugar un papel basico. Sin embargo, en los afios en que se reorienta el rumbo de la economia hacia la consecucién del destino industrial, el reparto agrario y la politica econdmica del Estado privilegian la expansién de la agricultura, asentada en las grandes propiedades privadas, cuyo funcionamiento corresponde al de empresas remunerativas. Asi surge en el campo mexicano una estructura compleja y polarizada que transforma la organizacién regional de la Produccién, Por un lado, se ve favorecida con el 50 por ciento de los caminos recién pavimentados y el 80 por ciento de la tierra irrigada entre 1940 y 1960, sobre todo en las zonas norte y Pacifico norte‘, donde florece la agricul- tura comercial, productora preferente de cultivos de expor- tacién, altamente productiva y que incorpora con regularidad tecnologia moderna y especies mejoradas para las siembras. Por el otro, en las zonas rurales de mayor poblacién y con un nimero superior de ejidos y pequefias propiedades, sobrevive la llamada agricultura de subsisten- cia, que carece de esos beneficios y, en cambio, apenas genera un pequefio ingreso para el campesino y su familia, quienes se ven obligados a realizar otro tipo de trabajos. En este desarrollo contradictorio de la agricultura esta la génesis de su auge y también la de su crisis posterior. El Teparto de tierras, combinado con el aumento de las obras. de riego y crédito, asi como con la mayor tecnificacion y productividad de ciertas regiones, imprime al campo un * La zona norte incluye Chihuahua, Coahuila, Nuevo Leén, Tamauli- pas, Durango, San Luis Potosi y Zacatecas, En la zona Pacifico norte se consideran los estados de Baja Czlifornia Norte y Sur, Nayarit Sinaloa y Sonora u Bue ve ese Us ua aoa a ade 14 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki dinamismo tal que un autor considera el lapso de 1936-1956 como de “crecimiento impulsado por el sector agricola", En efecto, es ahi donde se producen los alimentos y las materias primas requeridas por las ciudades y la industria en plena expansién, asi como las exportaciones genera. doras de divisas, imprescindibles para la compra de maqui. naria y equipo extranjero. Asimismo, un gran nimera de los trabajadores de los centros fabriles y urbanos provienen de las zonas rurales, las cuales se constituyen ademas en importantes mercados para la produccién manufacturera. La transferencia de capitales y recursos al resto de la economia no es menos significativa. Entre 1942 y 1961, a través del sistema bancario y la relacién desfavorable de precios, la agricultura canaliza alrededor de 6 100 millones de pesos a los demas sectores productivos. Solamente le Politica fiscal la beneficia, ya que enelagroel gasto piblico supera la captacién de impuestos, Con este enérgico comportamiento del sector agricola y su impulso también se refuerza la tendencia concentradora —de las mejores tierras, la produccién, el ingreso yel capital—, que induce la reorientacién de la reforma agraria en los afios cuarenta. Las contradicciones que germinan con el nuevo rumbo del proceso, evolucionan entonces como los principales elementos causales de la crisis rural Por la que atraviesa el pais desde finales del periodo estudiado, Por su parte, la nacionalizacién de los ferrocarriles, la expropiacién del petréleo y el propio surgimiento de la Comisién Federal de Electricidad, no sélo amplian el hori. Zonte interventor del Estado en el terreno econémico, sino que también abren los cauces para redefinir la articulacién con el capital extranjero, La aplicacién de la politica de nacionalizaciones, inspira- da en el objetivo revolucionario de independencia econd- mica, recuperd para la nacién el dominio sobre algunos Sectores claves, precisamente aquellos en que se concentra. ba el mayor Porcentaje de las inversiones fordneas directas * Solis. Leopolio, La realidad econémica mexicana: retrovisiin y pers pectivas, Ediciones Siglo xx1, México, 1980, p. 219. Wot El triunfo det capitalismo 15 existentes en el pais. Excluir, al menos en ese ambito, a los monopolios extranjeros, significaba una ruptura respecto a las formas tradicionales de vinculacién con el capitalismo mundial y sentaba las bases para relaciones cualitativamen. te distintas. Esta oportunidad histérica se desaprovecha cuando en los affos siguientes el capital de origen externo impulsa y controla las ramas mas dindmicas dela acumula.. cién industrial, Los recursos expropiados refuerzan la base material del crecimiento bajo control del Estado y junto con los casi 31 organismos y empresas piblicas, establecidas entre 1920 y 1939, conforman la fuente primaria de su actividad produc- tiva.Al Estado corresponde ademas la definicin y puesta en prictica de la politica econémica, instrumento decisive en la marcha del desarrollo del pais, Detras de estas transformaciones destaca la moviliza- cién popular, aglutinada en el segundo lustro de los aiios treinta alrededor del programa cardenista. Cuando en 1937 las principales agrupaciones obreras y campesinas se incor- Poran al partido oficial, Partido de la Revolucién Mexica ha, la relacién de subordinacién ante el gobierno sirve de sustento para los avances democraticos, pero a partir de los afios cuarenta esta sujecién se pone al servicio de la nueva estrategia econdmica, a través de la politica de “unidad nacional”, Para 1940, el Estado nacional burgués se habia consoli dado plenamente, con un régimen presidencialista y corpo- rativo, como el arbitro supremo que dirime los conflictos clasistas y como la principal palanca de dominacién y acumulacién, Investido de esta fuerza politica y econémi- ca, el Estado reorienta el curso de la economia del pais hacia la fase industrial, Su objetivo primario, como queda plasmado en la politica econémica yen su papel de produc- tor de bienes materiales, es el de impulsar la industrializa~ cién, en beneficio del sector privado. Antes de que Manuel Avila Camacho asumiera la presi- dencia a fines de 1940, el gobierno mexicano no habia formulado, al menos explicitamente, un proyecto indus- u weeugvouded di sudvuyveudvvdduvddseeudd 16 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki trializador. Al parecer, son las posibilidades abiertas en este sentido por la Segunda Guerra Mundial, la existencia de bases internas, el interés por detener el programa cardenis- ta y encauzar las fuerzas sociales desatadas hacia rumbos distintos de los de sus objetivos iniciales los elementos que se conjugan en los afios cuarenta para colocar el impulso a la industria en el centro de la politica del nuevo gobierno. En plena restructuracién del sistema capitalista a nivel mundial, dificilmente un pais como México, empefiado en la senda capitalista de desarrollo, podria haberse sustraido de volear sus recursos en esa diteccién. Con esa estrategia se promueve el proceso de sustitucién de importaciones, como el programa a largo plazo para industrializar el pais. Este proceso, que se caracteriza por Producir intemamente los articulos hasta entonces impor. tados, se vincula con la participacién cada vez mayor del Estado. Con el criterio de que la industrializacién Por si misma determinard los niveles éptimos dz empleo, distri- bucién del ingreso, autonomia del ap: rato productivo, eteétera, se van definiendo, frente a los acontecimientos nacionales e internacionales, las principales modalidades del intervencicnismo estatal en la economia, Ante la ausen. cia de un proyecto industrializador de largo alcance, nues- tro pais emprende el camino de la modernidad por una via donde, efectivamente, se obtienen resultados espectacula- res en el corto plazo, pero es incapaz de desencadenar un fendmeno comparable al de la revolucién industrial, para ingresar a la madurez capitalista, En la nueva direccion la Politica proteccionista se utiliza, en mayor medida, para fomentar la expansi6n de la industria y menos para respon dera las fluctuaciones de la balanza de pagos, expresin de los intercambios con el resto del mundo. Se perfeccionan los incentivos fiscales, subsidios, exenciones de impuestos y otras franquicias a la produccién de las manufacturas y se readecua el funcionamiento de Instituciones ptiblicas, co- mo Nacional Financiera, para promover la inversion in- dustrial, o del Banco de México, que desarrolla la conduc. cién de la politica monetaria y crediticia del pais. El triunfo de! capitalismo 7 El Estado participa también directamente en la Produc- electricidad, cuyos redu- habré de caracterizar la evolucién del capitalismo en nace {ro pais. el sometimiento gradual de la base de acumulas Cién, en lo fundamental de propiedad piiblica, al servieis do los grandes capitales nacionales y extranjeros, En los primeros afios el proceso es Predominantemente de cardcter nacional: las inversiones publicas y privadas intends, en especial las primeras, son las que determinan el ginamismo de la economia, Desde 1940, la inversion beac, fila ~aquella destinada a reponer y adquirit maquinare, inversion directa—, pasa a jugar un papel determinante, Al soTycnz0 del periodo, la inversién extranjera directa, que en los afios de las teformas cardenistas se habia reducidoen 42 por ciento, reinicia su expansién, aunque en forma dél Ga entre 1940 y 1946, pasa a40.7 por ciento paral periots comprendido entre 1953 y 1958, Ta firma de varios convenios para resolver las reclama- Clones pendientes por concepto de la deuda exterior anti- gua y la derivada de las expropiaciones de los afios treinta, dora de la inversién externa, la politica economica ce fa, memo industrial y la expansion y diversificacion del rercado interno crean un clima favorable en los cireulon financieros internacionales y entre los capitales extranj Ie canietesados en invertir en tos paises de mayor desarna. Mo relativo en América Latina, Por su parte, frome a ag ee 1B Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki crisis por la que atraviesa la economia mexicana a media- dos de los cincuenta, el Estado adopta una estrategia reactivadora en la cual el financiamiento del exterior tiene gran importancia. En este nuevo clima se acelera el flujo de la inversién extranjera directa y se consolids la tendencia que, desde 1946, viene modificando su orientacién por tipo de activi- dad. A partir de entonces, el destino principal de la inver- sién extranjera es la industria manufacturera y ramas mas dindmicas y rentables. También se inicia la répida expan- sién de la deuda externa por concepto de créditos, uno de los graves problemas que afronta la economia mexicana desde fines de la década de los sesenta’. Asimismo, en el periodo objeto de estudio, las obligacio- nes con el exterior aumentan —a razon del 131 por ciento— y los créditos internacionales evolucionan como su principal componente. Si en 1940 el total del endeudamien- to corresponde a deuda directa del gobierno federal e in- demnizaciones, para 1958 este renglon representa séloel 17 por ciento, mientras los créditos conforman el 83 por ciento de la deuda global, La tendencia ascendente de la deuda, moderada en la década de los cuarenta, cobra un ritmo acelerado en los afios cincuenta y sesenta cuando el gobier- no mexicano, decidido a noaiterar la estructura del sistema impositivo, recurre a las fuentes internacionales de crédito para compensar los desequilibrios de la balanza de pagos y apoyar los programas de inversién publica Hacia 1958, la inversidn extranjera directa proviene en un 75 por ciento de Estados Unidos y la mayoria de los créditos externos son otorgados por agencias gubernamen- tales de ese pais o por organismos internacionales en los que ejerce gran influencia. En esta forma se reafirma y refuerza el papel que, de principal inversionista extranjero, * La inversion extranjera disecta que, entre 1940-1946 y 1947-1952, i {uvo un crecimiento medio anual de 6,5 y 4.2 porciento respectivamente, aumenta a 12.1 por ciento de 1953 a 1958, En este dltimo ao, las ‘manufacturas abscrben el 42,5 por ciemtode la inversion del exterior, muy Por encima del 24:4 por ciento de 1946, veuvvv vUUuveueed El triunfo del capitatismo Juega el capital norteamericano en f desde principios de siglo, mercancias, de la deuda Po, materias primas y combustit ampliacién del proceso de sust diversificacién industrial que en él se sustenta BroPecuarios —considerando pesca. st be) 1 5.6 por ciento, Para 195 > ra 1958 {as primeras han descendido.a22 porciense las exportacio. gropecuarias han aumentado a S8 : a 58 e! manufacturas a 11 por cienta eee Durante la contienda muna encuentran condiciones para an én y lana al exterior: estas ventas pasan del 0.8 por ciento ces hacia el consumo interno, __ De todas formas, las ventas crecientes Taticels, mineros o incluso manufacturados 0s Paises beligerantes permiten guard de productos que requieren er egevvy uve usu aggre eee oe 20 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki realizar las importaciones que necesita la expansion de la én industrial Prsfientra onto el volumen de las importacione ote aumenta en mis de un 40 por ciento entre 1945 y 1955. En este lapso, coaforme se eleva la produccién interna, las importaciones de bienes de consumo perecedero descien- den en 42 por ciento. Por su parte, las compras al exterior de productos de consumo durable se incrementan 3.2 veces enel decenio, y en los aiios de 1946 y1947 alcanzan su nivel mas alto, debido a la demanda insatisfecha durante los afios de guerra. Son, sin embargo, las importaciones de maquinaria y equipo y de materias primas para producir bienes de capital las que se expanden con mayor rapidez, al aleanzar incrementos de 92 y 22 por ciento respectivamen- te, La lenta expansién de la produccién interna de este tipo de bienes subordina el proceso de diversificacién industrial a la oferta externa, controlada por compaiiias trasnaciona- " tales circunstancias, durante casi todos los afios que tanscurren entre 1939 y 1958, la cuenta corriente—mercan- cias, servicios y pago a factores— presenta un saldo negativo, que pasa de 22.4 millones a 280 millones de délares. El principal elemento de desequilibrio se localiza en la balanza de mercancias, debido al mayor crecimiento de las importa- ciones y al hecho de que el tipo de productos exportados por el pais esté més sujeto —con consecuencias desfavora- bles en su volumen y precios—, a las fluctuaciones de la demanda internacional. Los superdvit de la balanza de servicios, derivados de las transacciones fronterizas y el turismo, ayudan en alguna medida a financiar las excesivas importaciones, pero en realidad son las entradas de capital extranjero las que compensan el continuo desequilibrio externo, con efectos adversos colaterales. Ya para 1958, los pagos de renta a las inversiones forineas, intereses, dividendos y regalia llegan a 143 millones de délares. Fl pais se precipita en el circulo vicioso que consiste en endeudarse para financiar los ingre- sos del sector pablico, para corregir los déficit en la balanza El triunfo del capitalismo 21 de pagos y para pagar a los acreedores extranjeros. La magnitud de este Ultimo renglén se convertird en un grave Problema a partir de fines de los sesenta. La devaluacién —que encarece las importaciones y aba- rata las exportaciones, en relacién al nivel de precios internos—, se utiliza en dos momentos para enfrentar los desajustes de las tansacciones con el exterior. Pero en realidad, como siempre ha sucedido, la eficacia de este recurso es limitada, ya que deben seguirse comprando fuera del pais los articulos no producidos por la industria nacional s en estos afios cuando, vinculada con las transforma. ciones de la estructura productiva, se define la supeditacion creciente de la reproduccién interna al capital y mercado internacionales, como una de las caracteristicas determi. nantes del proceso de acumulacién en la economia mexicana Las modificaciones que se suceden en el plano econdmi- €© van acompajiadas por un alto ritmo de crecimiento demogrifico, una urbanizacién acelerada, el rejuveneci miento poblacional y cambios en la estructura ocupacional de la poblacién econdmicamente activa (PEA). En contraste con el 1.7 por ciento anual observado en los aitos treinta, la tasa de crecimiento demogrifico aumenta a 2.7 por ciento en la década siguiente, y a 3.1 por ciento entre 1950 y 1960. Para este iltimo afto, mas de la mitad de la poblacién vivi en centros urbanos —localidades de 2 500 0 mas habitantes—, lo que supera ampliamente el 35 por ciento al inicio del periodo. Asimismo, la poblacién econémicamente activa evolu- ciona con mayor celeridaé que la poblacién total, y se destaca la incorporacién creciente de mujeres y jévenes Este hecho permite suponer que los aumentos del PIB se Yinculan mas a la expansién de la poblacién activa que a increments en la produccién por hombre ocupado. También en este lapso, la distribucién ocupacional se modifica: mientras desciende la fuerza de trabajo emplea~ da en actividades primarias’, se eleva la localizada en los ? El sector primario inctuye agricultura, yanaderia, silvieulturay besca. El industrial compzende extmactivas, tcansformacis eeeeeevweeveweueueuedeuuvudueudu 2 Elsa Gracida y Esperanza Fujigeki sectores industrial y de servicios. A la par, disminuye el empleo en las industrias tradicionales y aumenta en las més modernas y productivas. Sin embargo, el dinamismo del sector industrial es insuficiente para absorber el total de la fuerza de trabajo que emigra del campo a la ciudad, la cual queda desempleada, en condiciones de subempleo o se incorpora a los servicios. El rejuvenecimiento de la poblacion —mayor porcentaje de nifios y jvenes que de adultos y ancianos—, se debe primordialmente a la disminucién de la mortalidad, sobre todo infantil y juvenil. Como resultado de este fenémeno, aumenta el nimero de los dependientes de la poblacién que trabaja, asi como los requerimientos de salud, educacion, etcétera. EI incremento incesante de precios, la ampliacién del mercado de trabajo y la mayor inversién privada, muchas veces en industrias ahorradoras de mano de obra, confor- man, junto con el sistema fiscal, incidiendo principalmente sobre las personas de menores recursos, una situacién pro- picia para la concentracién del ingreso en favor de los duefios del capital. El nivel que alcanza el fenémeno de estos afios varia, de acuerdo con la fuente utilizada, pero todos los anilisis contemplan la tendencia Hacia 1939, la participacién porcentual de sueldos, sala- rios y suplementos en el ingreso territorial es de 30.5 por ciento y la correspondiente a utilidades es de 26.2 por ciento. A partir de la década de los cuarenta, las proporcio- hes se invierten, y las remuneraciones a los asalariados entran en un ciclo declinante, hasta llegar a su nivel mas bajo —21.5 por ciento— en 1946, Aunque en los afios siguientes se observa una ligera recuperacién, el nivel ini cial s6lo se vuelve a alcanzar en los sesent, pero aun entonces, son as capas de ingresos medios las que se benefi_ cian, no asi las de menores recursos. En contraste, la parte correspondiente a utilidades aumenta en 1950 a 41.4 por crento. Es de suponerse que esta cifra crece para 1958, pero ) electricidad, Per su parte, el de servicios engloba comercio, transportesy Comunicaciones y atroy servicios privados y del gol El triunfo del capitalismo 23 dentro de las cuentas nacionales las utilidades aparecen confundidas con otros renglones en el rubro “superdvit de operacién”, con lo cual se cubre el monto exacto de la obtenido por los propieiarios del capital. Sea como fuere, en 1058 el superdivit de operaciones representa el 68.1 por ciento del ingreso del pais, Como ya se mencioné, uno de los elementos que impul- san la concentracién del ingreso es el proceso. inflacionario, que deprime todavia mis las condiciones de vida de los trabajadoras. Si consideramos 1940 igual a 100, e1 nominal urbano aumenta a 534.9 por ciento en 1258; en tanto, el costo dela alimentacin lo hace 2687 por Clento. De ello resulta que ef descenso del salario real a razon del 22.1 por ciento, acttia como una de las fuentes principales de acumulacién en el periodo. Este conjunto de circunstancias ayuda a explicar, en Parte, el tipo de desarrollo industrial por el que avanza Ia economia mexicana. Si bien la Segunda Guerra Mundial Propicia la sustitucién de importaciones en las ramas pro- ductoras de bienes perecederos, sobre todo textily alimens tos, cuando el mercado exterior, al finalizar el conflicto bélico, se cierra para las manufacturas mexicanas, el merca- do interno se convierte en su principal destino, La produc- tonces a abastecer las zonas mercado rural, que se expande conforme ciertos’sectores del campo salen de sus condiciones ancestrales de atraso Sin embargo, la capacidad de demanda de las clas s popu- lares se ve frenada por la caida del salario real y la distribu. cidn inequitativa del ingreso, El 50 por ciento de las fam lias de menores recursos vieron disminuir su participacion dentro del ingreso personaldel 19 porciento en 1950 al 16 7 Por ciento en 1958, En la siguiente fase, el proceso de industrializacién se apoya en los grupos de ingresos medios y altos, quienes Pueden adquirir los bienes de consunio duradero en que se basa la segunda etapa del proceso de sustitucién de impor, a oe Uo ooo oF oa? oo? Pa Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki taciones. Las familias pertenecientes a estos niveles, alrede- dor del 30 por ciento mas rico de la poblacién del pais, elevan su rango al captar el 68.4 por ciento del ingreso personal en 1950 y el 71.5 por ciento en 1960. Asimismo, al 10 por cientodeellas le corresponde casi el 50 por ciento del ingreso personal en ambos aiios. Lo anterior evidencia que no son tinicamente el Estado y 1a burguesia los principales protagonistas del proceso de modernizacién y crecimiento de la economia del pais. EL peso del avance ha recaido sobre las clases trabajadoras,en forma mucho mas dramética que la seftalada en los indices de concentracién del ingreso o la baja del salario real. La primavera del capital Cuando en la cuarta década de este siglo se incrementa la demanda de manufacturas mexicanas, debido a la amplia- cién del mercado interno ya la escasez temporal provocada Por la Segunda Guerra Mundial, la industria eleva su pro- duccién, sobre todo al alargar la jornada de trabajo y al utilizar los margenes existentes de capacidad ociosa. Las bases materiales de la expansion industrial en nues- tro pais tienen su origen inmediato en el aparato product vo existente a principio de siglo y ampliado en los aiios veinte y treinta, Por lo regular se trata de establecimientos que elaboran para el mercado interno textiles, alimentos, cerveza, calzado, hierro y acero, cemento, eteétera. A todo lo largo del periodo, la acumulacién del capital descansa Principalmente en el sector productor de bienes de consu- mo inmediato, aun cuando la intervencién del Estado im. pulsa la elaboracién de bienes de produccién de origen intermedio y, amedida que avanza el proceso, la concentra- cidn del ingreso y la entrada de capital externo determinan ¢l crecimiento de la produccién de articulos de consumo durable, Los empresarios de procedencia porfiriana y de los afios veinte y treinta, quienes algunas veces conforman los pri- rrr ree eee ee ses ea a El triunfo del capitalismo 25 meros grupos monopolistas mexicanos, mantienen estre- chos vinculos con la burguesia comercial y bancaria me. diante operaciones mercantiles, juntas directivas y negocios en el ramo de bienes raices. Beneficiados pot la politica proteccionista del Estado y por el crecimiento eco. némico de estos afios, algunas de las antiguas empresas —que en 1965 representarin el 27 por ciento de las 938 mayores—, fundan o participan en la creacién de impor- antes bancos, financieras e instituciones auxiliares de crsdi- to, interrelacionadas con su programa industrial, y dan Origen a varios de los grupos financieros del pais Al iniciarse el periodo, la canalizacién del ahorro nacio- nal hacia la industria es lenta y, ante la ausencia de un sistema financiero organizado, dificil. Las principales inst tuciones de crédito son por lo general bancos de depésito, mas interesados en los préstamos a corto plazo y en los Valores inmobiliarios, que en las operacionesa largo térmi- no y de inversién. Los antiguos empresarios reciben un rato preferencial y obtienen préstamos para reposicion de Maquinaria, pero los nuevos industriales se ven compeli- dos, no pocas veces, a recurrir al capital usurario y comer~ cial, a menos que establezcan sus propias instituciones crediticias. En este contexto, con la logica de su politica econdmica, cl gobierno se propone ampliar la base financiera de acu. mulaciOn de la burguesia, orientarel ahorro hacia activida- des productivas, extender las fuentes de financiamiento del sector piblico ¢ impulsar la constitucién de un sector finan- ciero, preponderantemente privado. Asi se suceden las mo- dificaciones a las leyes de instituciones de crédito piblico, las reformas a la ley organica de Nacional Financiera yla ampliacién de poderes del Banco de México. Durante los aftos treinta, el sistema bancario estatal se ha expandido y modernizado, principalmente la banca off. cial para el desarrollo. Surgen instituciones como el Banco de Crédito Ejidal, el Nacional de Crédito Agricola, el de Comercio Exterior, ei Urbano. y de Obras Publicas y Nacio- nal Financiera. Establecida en 1934, NAFINSA es reorgani- ate attr rea ca td aetna ented det ea en 26 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki zada diez afios después para convertirse en el banco de inversion més importante del pais.'Sus principales tareas son apoyar la ampliacién de la planta industrial, asistir financieramente a la empresa privada, organizar un eficien- te mercado de valores y conceder préstamos garantizados a las sociedades financieras. Dos son las vias principales mediante las que Nacional Financiera favorece la industrializacién: una es la inversion de valores y la otra, el otorgamiento de créditos. Hacia finales de 1954, NAFINSA participa con el 66 por ciento del financiamiento concedido a la industria por el sistema bancario en su conjunto. En los primeros aftos se privile- gian las obras de infraestructura, pero a partir de 1945 la financiera nacional favorece en forma prioritaria a la in- dustria basica. A fines de los afios cuarenta, NAFINSA tiene en su poder bonos y acciones de practicamente todas las empresas mas importantes fundadas en esa década. A me- diados de los cincuenta, frente a la exp2nsion del sector financiero privado, los recursos de Necional Financiera tienden a concentrarse, cada vez mAs, en direccién del financiamienio puiblico. EI Banco de México, por su parte, vuelea sus amplios recursos al financiamiento industrial, piblico y privado.a partir de 1941. Adquiriendo bonos y valores de las firma industriales y de las financieras, la institucién pretende cubrir las deliciencias de la inversién privada. Para 1958, las empresas y particulares obtienen el 84.12 por ciento de! crédito. Al mismo tiempo, el banco se erige, en los afios cuarenta, en la principal fuente de financiamientos puibli- cos deficitarios. En este lagso, cuando en los circulos gubernamentales predomina la idea de recurrir s6lo en forma complementa- ria al endeudamiento externo y se considera que incre, °n- tar la carga impositiva del sector privado podria desalenta: su inversi6n, que empieza a expandirse, los gastos piblicos crecientes se financian —en alrededor del 70 por ciento—, con créditos no respaldados del Banco de México, median- te la emision de moneda, El triunfo del capitalismo 2 En la década siguiente, a la vez que se reduce el crédito del banco central al sector pblico, se busca persuadir a los propietarios privados para que adquieran los bonosestata- les, Sin embargo, es sélo hacia 1955 —después de los graves problemas financieros del aio anterior— cuando, median- te la reforma bancaria, se modifica la estructura de las fuentes de financiamiento del Estado. A partir de enton- ces, el grueso de los requerimientos financieros guberna- mentales seré progresivamente cubierto por cl sistema crediticio privado a través del aumento del encaje legal —porcentaje de los depésitos de los bancos comerciales en poder del Banco de México—, y el control selectivo del crédito, A pesar de los augurios de que tales medidas encarecerian los recursos crediticios para el sector privado, en realidad su participacion dentro del financiamiento total aumenta en forma continua, al menos hasta 1964, En poco tiempo, sin embergo, puede observarse el efecto insuficiente de estas medidas para encarar el déficit del gasto piiblico. En tales condiciones, el Estado opta por el financiamiento externo como principal mecanismo com- pensador, al cual recurre enlo sucesivo para hacer frente al desequilibrio presupuestal y el de la balanza de pagos, procesos consustanciales al modelo de desarrollo puesto en funcionamiento. Para 1958, 1 20 por ciento de la inversion pliblica proviene de préstamos del exterior. Las modificaciones de 1941 a las leyes de instituciones de crédito sientan también las bases para la rdpida expansion del sistema bancario privado y su mayor entrelazamiento con la actividad industrial. En este proceso juegan un papel relevante las sociedades financieras que, autorizadas por ley en 1932, amplian sus tareas a partir de 1941. La mayor parte de ellas no funciona enforma independiente, sino que aparecen o se desarrollan como subsidiarias de los princi pales bancos privados del pai Las instituciones particulares mAs antiguas son los ban- cos comerciales de depdsita y ahorro que, en ocasiones, cuentan también con sus propios departamentos de valo- res, Otorgan préstamos tanto a plazos cortos como media- u re Gee ee oe ub a a ot at bt 28 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki nos y largos y son, asimismo, el soporte a partir del cual se organizan los grupos financieros. De este modo, la emisin y distribucién de los valores de Jas empresas irfustriales, tarea primera de las financieras, aparece desde un principio vinculada con el sistema bancario privado. A medida que avanza el proceso de industrializacién surgen y se difunden nuevos procedimientos en la unién del capital industrial con el bancario. Con esta base, entre 1940 y 1958 tienen lugar el acelerado crecimiento y la modernizacién de la estructura bancaria y crediticia nacional, una de las condiciones esenciales para el avance del desarrollo de la industria y punto de partida para el surgimiento y consolidacién de la burguesia finan- ciera. El niimero de instituciones de crédito crece mas de tres veces y los organisms privados incrementan sus recur- sos en 229 por ciento. Sin embargo, es la modernizacién, que se inicia en 1946, el fenémeno més relevante del periodo. Con respecto al pasivo total, los no monetarios pasan a constituirse en el renglén de mayor importancia. A diferencia de los afios cuarenta, cuando hay una multiplicacién del total de inst tuciones, la década de los cincuenta se caracteriza por el establecimiento de sucursales y el crecimiento explosivo del niimero de sociedades financieras y bancos de ahorro. El capital de préstamo se reubica entonces hacia las financie- ras, las cuales se encargarin de la promocién y organiza- cién de empresas indusiriales, comerciales y de servicios: suscribiran las acciones y valores por ellas emitidos y res- ponderdn mas eficazmente a sus necesidades de inversion. Este proceso se da altamente concentrado. Hacia 1960, nueve grupos controlan el 74 por ciento de los recursos totales del sistema, el 63 por ciento del capital exhibido y el 71 por ciento de las utilidades. Los bancos comerciales canalizan abundantes recursos en direccién a sus financie- tas. En 1965, tres de las mas grandes son filiales de los mayores bancos particulares: Financiera Bancomer, del Banco de Comercio; Crédito Bursatil, del Banco Nacional de México, yla Compaiiia General de Aceptaciones, estre- | | Ueda da ou El triunfo del capitalismo 29 chamente asociada al grupo industrial y financiero de la ciudad de Monterrey, Frente al ahorro de divisas en manos de los propietarios Privados, la inversion apenas aumenta en 1 105 millones de esos, es decir, menos del 10 por ciento del incremento observado en el producto interno bruto. Por lo demas, una alta proporcién de la inversion proviene del sector pitblico Alla decisin gubernamental de ampliar la capacidad de reproduccién del sistema a través del proceso industrial, se corresponden su mayor participacién directa en la activi- dad econdmica, la politica reorientadora de la produccién estatal hacia el nuevo eje ordenador y el establecimiento de toda una serie de organismos oficiales para la promocin de la industria. En este proceso se desenvuelven varios fenémenos que, en un horizonte de largo plazo, caracteri- zardn la politica del Estado en los renglones del gasto e inversién. A diferencia de lo ocurrido durante el cardenismo, en el periodo analizado los circulos oficiales empiezan a definir como prioritaria la correspondencia entre ingresos corrien- tes y gasto piiblico, situacién que limita la autonomia financiera del Estado y, por lo tanto, sus posibilidades de intervencién en la economia. Aunque esta practica no llega a convertirse en una caracteristica permanente —debido sobre todo a sus efectos depresivos—, no deja de recurrirse a ella en los afios de crisis En el primer lustro de la década de los cuarenta, frente al retraimiento del sector empresarial, el monto de la inver- sin publica supera a la privada y, si bien con fluctuacione: participa en forma creciente. Sinembargo,conforme avan. za el proceso, sobre todo a partir de los aiios cincuenta, el Estado, que habia sido el principal inversionista del pais —entre 1940 y 1945 responde del 55.8 por ciento de los gastos destinados a la formacién del capital fijo—, deja su lugar, definitivamente, a la iniciativa Privada, que en et lapso 1946-1958 financia 167.2 por ciento del monto total. Por otra parte, la estructura de la inversién pitblica también se modifica y adquiere su perfil actual. Hasta mE EME MEME EME 30 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki mediados de los cuarenta, las inversiones prioritarias se ubican en infraestructura —irtigacin y comunicaciones y transportes—., pero a fines de esa década es en la industria donde tienen su principal destino. Los renglones mas fav recidos son acuellos que producen bienes y servicios indis- pensables para la produccién: electricidad, petroleo, ce- mento y acero, A mediano plazo, el descuido al fomento de! sector agropecuario repercutira desfavorablemente en la marcha de la economia. Dos hechos adicionales se desprenden del anilisis del gasto pliblico en el periodo. El primero de ellos reitera la determinacién de impulsar firmemente el crecimiento de la industria, y el segundo es la ausencia de una politica que redistribuya ese crecimiento a favor de las clases trabajado- ras: la proporcién de los gastos federales para el fomento econémico asciende en forma continua y la de beneficio social disminuye. No sera sino después de los importantes movimientos sociales de 1958, cuando los gastos en educa- cién, salud, vivienda, etcétera, eleven un poco su importan- cia relativa, en especial los que estan dirigidos a las éreas urbanas. Simultineamente, el Estado redefine su politica protec- cionista con el objeto de resguardar el mercado interno para la produccién del pais. Durante la guerra, las condi- ciones dificiles por las que atraviesa el mercado mundial constituyen en la préctica una estructura proteccionista Por lo demas, el resultado de nuevas medidas esta limitado por el acuerde comercial firmado con Estados Unidos en 1942 y cuya vigencia se prolonga hasta 1950, Al finalizar el conflicto bélico, la expansién de la compe- tencia externa y los desajustes de la balanza de pagos reclaman una politica proteccionista mas decidida. En 1947, aunque todavia condicionado por el tratado comer- cial, se pone en marcha un sistema de licencias de importa: cién que intenta restringir la compra creciente de bienes de consumo de origen externo, En ese mismo afio se eleva la tarifa arancelaria y se introduce por vez primera el impues- to ad valorem: i eeueuvueeuvued El triunfo de! capitalismo 31 Las devaluaciones que sobrevienen en el periodo tienen también fines proteccionistas. Mediante ellas se intenta recuperar la capacidad de compra de los productos mexiea. nos y restringir las importaciones, pero sus efectos fueron sélo temporales, por lo cual nuevamiente se recurtid al incremento de las tarifas arancelarias y al control cuantita- tivo. Con el fin de impulsar y reorientar la apropiacin del excedente hacia el sector privado, el Estado habia puesto en marcha la politica de tarifas y precios bajos de los bienes y servicios producidos por las empresas piblicas: asl como un sistema impositivo preferencial que reforzaba los niveles de proteccién, especialmente en la industria, Este tipo de politica fiscal se inicié en 1926, pero en realidad es con la Ley de Industrias de Transformacién, promulgada en 1941, yla Ley de Fomento de Industrias de Transformacién, de 1946, cuando adquiere mayor relevan- cia. En 1955 entra en vigor la Ley de Industrias Nuevas y Necesarias, que no modifice esencialmente la orientacin de las reglamentaciones anteriores, pero pretende hacer mis selectivo el otorgamiento de las franquicias. En la legislacibn de 1955, las empresas consideradas como nue- vas 0 necesarias" por las secretarias de Hacienda y Crédito Pablico e Industria y Come-cio pueden obtener exencion de impuestos a la importacién, ventas. timbre, utilidades y exportaci6n. De su clasificacién como basicas, semibasicas © secundarias' depende que el beneficio lo reciban por diez, siete 0 cinco aiios. La reglamentacién complementaria en * Las empresas se elasifican dependiendo del tipo desu produccién. Si ve claboran bienes que el pais no produce, et establecimiento cae on el Fungo de las industrias nuevas: mientras yue si se trata dela produccion de Imercunsis cuyo monte suicente para tender las meetidades inter * Se entiende por industrias bésicas las que fabrican matefias primas, ‘maquinaria y equipo necesario para las actividades agricolas e industria les: por semibisicas, las productorasde bienes de consumo ditecto para la Poblacidn o intermedios para los procesos productivos, las secundarias son las que elaboran mercancias no eomprendidas en los renglones ante wu ve ee 2 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki cuanto al monto, extensién y prérrogas, queda sujeta al poder discrecional de las secretarias mencionadas. La politica impositiva se vincula asimismo con el proce- so de sustitucion de importaciones y la diversificacién ma- nufacturera iniciada a fines de la quinta década. Entre 1940 y 1955, del total de las concesiones otorgadas, casi el 40 por ciento corresponde a empresas productoras de bienes de consumo; mientras que en el lapso entre 1957 y 1961, que coincide con el agotamiento de la primera fase de sustitu- cidn, este porcentaje se reduce a sélo 10 por ciento. En los aiios estudiados, los tres objetivos de la politica fiscal de fomento a la industria a los que se les da prioridad alternativamente son: 1) apoyar la produccién de as unida- des pequefias y medianas; 2) favorecer la diversificacién manufacturers al propiciar la instalacion de empresas en nuevas ramas 0 en aquellas insuficientemente desarrolladas, y 3) alentar el surgimiento de industrias consideradas como bisicas. En la prictica, ante la ausencia de una estrategia global, las exenciones tributarias tienen un efecto contrario en la conformacién de la estructura de la industria. La mayor parte de los establecimientos beneficiados no son las peque- fias y medianas empresas, sino plantas con margenes de utilidades superiores al promedio de su rama. Los incenti- Vos se otorgan en forma indiscriminada a casi cualquier articulo elaborado en el pais, independientemente de los niveles de costo y tecnologia propios de una industria eficiente. La reglamentacién tampoco parece influir mucho en la diversificaci6n: son las llamadas industrias semibasi- cas y secundarias —productoras preferenciales de bienes de consumo—, las que en mayor niimero se acogen a los Privilegios de la ley. Ademas, un alto porcentaje de las concesiones se otorga a empresas localizadas en el Distri- to Federal y en los estados de México y Nuevo Leén, con lo cual se acentia la tendencia hacia la concentracién indus- trial regional, Por su parte, la politica de precios y tarifas bajos de los bienes producidos por el Estado, si bien alienta la diversifi- eww GC UU vuvee eeveeve evs uuu El triunfo del capitalismo 33 cacion de la planta industrial, refuerza, de igual forma, el desequilibrio externo. Este sistema de subsidios conduce hacia situaciones deficitariasa no pocos de los organismos estatales, que se ven compelidos a recurrir, en forma ere. clente, a los préstamos del exterior. Sélo en el periodo 1950-1958, las obligaciones de estas empresas con losacree. dores extranjeros se incrementan en 372 por ciento. En tales Circunstancias, la expansidn del sector de bienes de produc. cién de propiedad estatal queda subordinada al financia- miento externo, en tanto su produccién se orienta, fundas mentalmente, a apoyar la elaboracién de bienes de consumo que realizan los inversionistas privados, Todas estas disposiciones (devaluaciones, aranceles, controles cuantitativos, subsidios, leyes de promocidn in. dustrial, etcétera) integran una politica econémica, indus. trial y comercial de tintes proteccionistas, en la cual mus chos autores han encontrado el origen de la sobrevivencia de empresas ineficientes y fiscalmente onerosas, en contras- te con la ausencia de proteccién efectiva a sectores claves como serian los de bienes de capital, Sin embargo, es importante tener presente que, segiin el tumbo adoptado, este conjunio de medidas, instrumenta- das a partirde coyunturas yde ‘iones de corto plazo,son Tequerimientos esenciales para la industrializacion. Sin la gar a dudas, la politica econémica, las obras de infraestruc. {ura de origen estatal y la venta subsidiada de servicios y energéticos, por parte de las empresas piiblicas y organis- mos descentralizados, han fortalecido a ia burguesia co. mercial, industrial y financiera, a cuya iniciativa se traslada Paulatina, pero firmemente, la direccién del proceso Las frivolidades de la burguesta Desde los afios cuarenta la industria, conformada por las actividades extractivas, energéticas, de construccidn » transformaci6n, crece a ritmos superiores a los del Pin. En la primera década del periodo, la construccion destaca euo Gu ot ee a a oo oo 34 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki como el sector mas dindmico, debido a la expansién de las obras piiblicas, las ciudades y las construcciones privadas, Por su parte, los energéticos —principalmente petréleo y electricidad—, con el impulso de la inversin publica cr cen en forma continua. En cambio, las industrias extract vas pierden el papel rector que tuvieron en las etapas ante- riores'®. La industria de transformacién, porsu parte, evoluciona ‘a tasas superiores a las del PIB (7.0 por ciento promedio anual de 1940 a 1950 y 7.3 por ciento entre 1950 y 1960) y aunque siempre ha sido superada por algunos de los otros sectores, industriales, su participacién relativa es la masalta,a la vez, que ocupa un elevado porcentaje de la poblacién econémi- camente activa de las manufacturas, A principios de los afos cincuenta, las manufacturas estén concentradas alrededor de unas cuantas ramas tradi- cionales, todas elas establecidas en nuestro pais desde el siglo pasado. Se trata de alimentos, bebidas y textiles, a las cuales corresponde el 82.6 por ciento de los establecimien- tos, el 68.08 por ciento del personal ocupado, el 65.97 por ciento del valor de la produccién y 60.94 por ciento del capital invertido. A su lado, en particular por lo que respec- ta al valor producido, destaca la industria quimica, si bien todavia limitada basicamente a la produccién de articulos de limpieza y tocador. Muy alejada y contribuyendo con menos del 3 por ciento excepto en el renglén de capital, la siderurgia es la sexta rama mas importante de la industria de transformacion, Surgida en la ciudad de Monterrey en 1903, antes que en ningin otro pais de América Latina, "© Entre 1940 y 1950 —a precios de 1960—,elPi8 aumenta en 5.9 por ciento medio arwal y la industria lo hace en 6.56 por ciento, Enel siguiente decenio se refuerza esta tendencia con tasas de 6.09 y'7.L1 por ciento. respectivamente. Por su parte, en los mismos afios, la construecién erece en 9.98 por ciento para luego disminuir a 7.26 por ciento en el lapse 1950-1960. El sector energotico, por el contrario, incrementa su dindimica de un decenio a otro, al pasar de 6.74 por ciento a 7.88 por ciento, Lats actividades extractivas, en cambio, descienden de 2.86 por ciento en los euarenta, a sélo 0.02 por ciento en los dicz avs siguientes Pah LP GP Pt) UF ou Dh th th cer ee El triunfo del capitalismo 35 produce principalmente hierro de primera fusién y algunos articulos de laminacién primaria. Como se observa, el componente de mayor relevancia del sector manufacturero son los bienes de consumo inmediato. De las 125 clases censadas en 1940, 76 corresponden a este tipo de productos. Durante la contienda bélica mundial se restringen las posibilidades de expansién del sector de medios de produc- cidn y de las industrias de articulos de consumo durable, debido a la escasez de maquinaria y equipo importados, Solo en algunas ocasiones, y medianie la intervencidn de la Comision Mixta México Norteamericana, logran conseguir- se bienes de capital de segundo uso. Asi acontece por cjemplo en la industria textil, que manifiesta un atraso tecnolgico de casi medio siglo. Las fabricas de cemento establecidas durante el periodo bélico utilizan también ma~ quinaria de desecho de Estados Unidos. Origen similar tiene el equipo con el que se instala, en 1943, la empresa Altos Hornos de México, $.A., la cual, para adquirirlo, debe comprometerse ademas a prover de placas de acero a las armadoras norteamericanas de buques de guerra. En muchas otras industrias se presentan situaciones parecidas, Con relacién al nivel tecnoWbgico que existe en el pais, la maquinaria usada que se incorpora es innovadora, pero comparada con la de los paises ms industrializados pre- senta un atraso evidente. En términos generales, el desarro- Mo industrial de nuestro pais se inicia con un gran rezago tecnolégico en muchas de sus ramas. Aun las mas moder- nas, como las de automéviles o aparatos eléctricos, son, en sus primeros afios, ensambladoras de partes importadas de Estados Unidos. Las pequefias y medianas empresas de reciente creacion alientan la formacién de capital en las manufacturas. Por lo general se trata de plantas productoras de bienes de consu- mo inmediato para el mercado interno, propiedad de una fraccién emergente de la burguesia, Temerosas de la com- petencia exterior, participan de la ideologia nacionalista empefiada en un desarrollo industrial sobre bases internas. Desde la Camara Nacional de la Industria de ransforma- Mi e vue SeeuuTuuuTe oye UUUOUO Oooo on 36 Elsa Gracida y Esperanza Fujigaki cién (CANACINTRA), promueven la alianza con el Estado y las organizaciones obreras En abril de 1945 firman un pacto obrero-patronal con la Confederacién de Trabajado- res de México (CTM). En términos amplios, los industriales conocidos como “el nuevo grupo”, buscan crear en el pais una estructura industrial similar a la existente en Estados Unidos durante esos afios. Con tal fin, pregonan el impulso a las industrias {que utilizan materias primas nacionales y de la rama pro- ductora de bienes de capital. Del Estado demandan, ade- mis de restricciones a la inversi6n extranjera, proteccién para las industrias prioritarias y el fortalecimiento de los renglones de infraestructura, crédito y promocién indus- trial, con la orientacién del sector privado. Con los trabaja- dores mantienen una actitud conciliatoria y encuentran un interlocutor conveniente en Vicente Lombardo Toledano, quien coincide con la necesidad de industrializar el pais y protegerlo de los monopolios internacionales. Como ya se indicd, una de las fuentes principales del crecimiento capitalista en el periodo es el deterioro de las condiciones de vida de los asalariados. El descenso de los salarios reales, la presencia de mano de obra en abundancia y la “politica de unidad” de las principales organizaciones obreras, que subordinan sus intereses a la batalla por la industrializacién, son algunos de los fendmenos explicati- vos de la acelerada concentracion del ingreso. A mediano plazo este hecho tiende a reducir el mercado interno y propicia la desaparicién o absorcién de muchas de las pequefias y medianas empresas. Sin embargo, algunos de los propietarios medianos y pequefios se asocian hasta transformarse, en las ‘iltimas décadas, en poderosos grupos con influencia en diversos campos de la economia. Mantienen buenas relaciones con el Estado y no es raro encontrar entre ellos a funcionarios piiblicos. De las 300 empresas industriales mas grandes del pais, consideradas tomando en cuenta su produccién bruta total en 1965, se observa que aproximadamente el 17.4 por ciento surge entre 1939 y 1945 El triunfo del capitalismo A pesar del crecimiento habido = las manufacturas clevan el valor de su produccién en 128 por ciento en comparacién al 71.5 por ciento del quinquento anterior—, el aparato industrial no se modifica sustancialmente, Los cambios mas importantes sc refieren al descenso de la camvribucion relativa de alimentos, bebidas y textiles. €n particular respecto al nimero de establecimientoe capital parmitido, asi como al surgimiento o expansin de algunas vimas estratégicas: productos metilicos es el caso mas reprewatiente, seguido por siderurgia, cemento y quimicos Hacia el segundo lustro de los afios cincuenta, Ja econo- mia profundiza la acumulacién industrial, con la amplia rae Pr ncorporacion de nueva tecnologia en las instalacio- nes productivas. Asociada a este fenémeno esté la Teapertura del principal mercado de bienes de capital y la Tecadida respuesta de los inversionistas privados, sustente da a partir de las divisas obtenidas en Jos afios de guerra. Si Fas Ma inversion en el sector de bienes de capital apenss prmenta, cuando la reproducci6n ampliada exige su OF aunto preferencial, el descenso del valor de tos bienes de acritap inmediato en el total manufacturero —de 60.3 64 por ciento—, da paso a una cierta diversificacion. En el ee CLO i rede! §os al amparo de la ideologia de ta revolucién, Pero ya en la primera mitad de los aftos cincuent, la economia empieza a manifestar serios problemas. Entre 1955 y 1961 la inversion privada se retrae ¥ Ja industria de ransformacién registra altosindices de capacidad ocioss. 8 In ver que tiene dificultades para reorientar la planta Pro- duetiva a las nuevas condiciones del mercado. Dos hechos se conjugan: por una part, la sustitucin deimportacion’® de los medios de consumo popular parece agorarse y» porla cura, el ritmo de expansion de su demanda interna es cada otras lento a causa de la disminucidn constanfe de los salarios reales. Reactivar el mercado implicaba una politica redistributiva del ingreso que el gobierno no estaba dis- puesto a asumir, por el temor de afectar la tasa de ganancia de los capitalistas,

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