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UP PE 2. La revolucién cuesta abajo Teresa Aguirre José Luis Avila En varios paises de América Latina, la década de los treinta se caracterizé por el surgimiento de movimientos Populares enfrentados a la oligarqufa terrateniente y al im- Perialismo. Sus objetivos fueron liquidar el latifundio me- diante una reforma agraria, democratizar la vida politica, fortalecer la industria y la independencia nacionales, Inscri tos en la profunda crisis capitalista mundial de 1929-1933, la mayoria de esos movimientos sufrié sangrientas derrotas, En algunos paises se lograron, sinembargo, éxitos relativos, como en Brasil, donde sin destruir el poder econémico y Politico de la oligarquia se reorient6 la via de desarrollo capitalista La peculiaridad de las luchas del pueblo mexicano du- rante aquellos aflos residié en que fueron la culminacidn de una revolucién social burguesa, la Primera y mas radical del conjunto latinoamericano. Los combates tle obreros y campesinos formaron parte de la revolucin de 1910. Aun- que terminada su fase armada, la revolucién no lograba d: solucién a las demandas que la kabian motivado. En consecuencia, el mundo capitalista en crisis y la uo rove vd d vd dads vee eae ddd dd do fs Teresa Aguirre y José Luts Avila revolucién social inconclusa son los dos procesos coeti neos que explican las causas y motivaciones de las luchas populares de losafios treinta, En el curso de las transforma- ciones estructutales con las que cristali2é el influjo del movimiento popular, las distintas fuerzas politicas se fue- ron polarizanda, y se perfilan entonces dos grandes posi- ciones frente a la revolucién mexicana y el gobierno de Lazaro Cardenas. En el verano de 1938 se inicié una crisis politica en la que las distintas fuerzas sociales en juego se disputaron la hegemonia y el poder. La coyuntura se produce en el ambiente mundial que se caracteriza por la depresion econdmica y el ascenso politico y militar del fascismo: Francisco Franco triunfa sobre las Tuerzas democriticas espafiolas y los exiliados comienzan a fluir a México; Hitler ocupa Austria y Checoslovaquia y dirige su mirada ambiciosa a la Unién Soviética. Las poten- cias preparan la Segunda Guerra Mundial. En Estados Unidos, Roosevelt es reelegido, en la URSS se inician las purgas estalinistas y Trotskisse exilia finalmente en Mexico. El drama es mundial. Contradicciones que no son sélo un telén de fondo, pues afectan profundamente la conciencia nacional y obligan al realineamiento de las fuerzas politicas locales. Las reformas cardenistas se transforman en el fer- mento de una lucha de clases que permea toda vida sociale influyen en el arte, la religidn y el cine. Se crea un ambiente social y politice del que nadie puede sustraerse; quienes lo intentan, como el grupo de los Contemporaneos, son sata- nizados. Para las clases populares y la pequefia burguesia nacio- nal, Ja revolucién apenas comenzaba a cumplit las peticio- nes por las que se habian levantado en armas; la reforma agraria, la educaci6n socialista, el crédito barato, los dere- chos sindicales, las nacionalizaciones y el estimulo al desa- rrollo industrial. La revolucién mexicana constituia ese conjunto de ideas y propésitos que la administracién carde- nista estaba empefiada en realizar. Frente a la amenaza contrarrevolucionaria se proponia la unidad en torno al general Cardenas: “Como a los mexicanos de otras genera- La revolucién cuesta abajo sl ciones, nos volvia a unir la amenaza de dentro y de fuera. Era una comunién diferente. Acaso la Gnica verdadera"! Por el lado contrario, la profundidad de las reformas y la agitacidn obrero-campesina (huelgas, tomas de tierras, ma- nifestaciones, niicleos de obreros y campesinos armados) llevan a un sector de la sociedad politica a clamar por la moderacién, el orden, la justicia y la restriccién del autori- tarismo éstatal. Para la poderosa burguesia ¢ importantes sectores medios urbanos, la revolucién mexicana esta yen- do demasiado lejos, mas alla de lo prudente, “creando una situaci6n intolerable: una amenaza inminente de pérdida de libertad”. En este clima, “las derechas de la revolucién” reclutan y enfrentan al Estado un amplio espectro de fuerzas. Carde- nas, en la expresién de Gémez Morin, “administraba el caos” azuzando a las masas carentes de civilidad contra los prudentes hombres de empresa. Asi, “la tactica insincera de la lucha de clases”, la inflacién —aunque de ella se benefi- cie la burguesia—, la expropiacién de tierras, las nacionali- zaciones y la reciente intervencién del Estado en la econo mia, crean las condiciones propicias para la implantacién del totalitarismo socialista en el pais y traicionan el auténti- co espiritu de la revolucin y la Constitucién de 1917. Guisa y Acevedo llegé a escribir: “México es tan totalitario, o més, que Alemania. En Méxicoel Estado ejerce un mono- polio irritante en materia de educacin y dispone de la economia a su antojo”. Para estas fuerzas es necesario contener la revolucién, pasar a su “fase constructiva” En marzo de 1938 las reformas legan a su climax y la revoluci6n alcanza su momento culminante: se nacionaliza el petrdleo y dias después, en un ambiente definido por las grandes movilizaciones en apoyoa la expropiaci6n, se crea el Partido de la Revolucién Mexicana (PRM), que sustituye al Partido Nacional Revoluciorario (PNR) transformado luego de la expulsion de Calles en abril de 1936. El nuevo Gaston Garcia Cant, “Cronica de marzo Fondo de Cultura Eeondmica, México, 1978 en Utopias mexicanas, au Vue He od a Teresa Aguirre y José Luis Avila partido reconoce como principio la lucha de clases y decla- ra como uno desus objetivos fundamentales la preparacién del pueblo para la implantacién de una democracia de los trabajadores y el acceso al régimen socialista. Se presenta como el frente popular al que deben adscribirse todos los revolucionarios y demécratas de México. Su convocatoria, organizaci6n e ideologia expresan la alianza de fuerzas que venia madurando desde los primeros afios del cardenismo. Creado a iniciativa presidencial, “desde arriba”, el PRM responde a las aspiraciones obrero-campesinas de formar una organizacién nacional que las vertebre y que constituye a la vez un formidable aparato de apoyo y control de las masas por el Estado. Obreros y campesinos hacen suya la iniciativa de un presidente que distribuy6 tierras, favorecié la organizacién obrera, elevé salarios y nacionaliz6 el pe tréleo. Sin embargo, organizado en torno a cuatro sectores separados (obrero, campesino, militar y popular), donde obreros y militares son ligeramente mayoritarios, el PRM recluta a un gran niimero de sus miembros a través de las dos grandes organizaciones laborales afiliadas (CTM yCNC) y define como érganos méximos de direccién un consejo nacional y un comité central ejecutivo. La preeminencia del titular del ejecutivo en el partido de la revolucién es evidente: practicamente nombra al presidente del partido y controla la Asamblea Nacional. El secretariado del PRM es designado por las ctipulas de los cuatro mente ligadas al presidente Cardenas, La incorporacién de obreros y campesinos al nuevo partido es relativamente facil y entusiasta; la de los militares es particularmente discutida, pues en el seno de las fuerzas armadas existe una notable resistencia de la alta y media oficialidad a incorpo- rarse a la actividad de un partido politico donde la impron- ta ideologica de obreros y campesinos es contundente. Al general Cardenas le interesa, en la critica coyuntura politica, asegurar la lealtad y el control sobre el ejército, asi como ofrecerle un espacio civil para su expresidn politica stricto sensu. Al mismo tiempo, el ingreso de los militares vie eee e essere verve v deserve La revolucién cuesta abajo 53 permite neutralizar la influencia de obreros y campesinos enel PRM y fortalece los nexos presidenciales con los. gober- nadores de los estados, la mitad de ellos, militares, Luego de “consultas” y denodados esfuerzos del presidente y de las altas jerarquias del partido, el titular de la Secretaria de Defensa, Manuel Avila Camacho, consiente la adseripcion de los militares al nuevo partido y mas de doscientos jefes militares dan su apoyo a la iniciativa presidencial. El sector popular se concibe para agrupar a los trabaja- dores del Estado, pequefios propietarios y comerciantes, a fos intelectuales y a las mujeres. quienes no tenian derecho al voto. Ambiguo en sus estatutos, mal convocado, de menor gravitacién en las estructuras partidarias, este sector termina por agrupar basicamente a la burocracia, profesio- nistas y algunas organizaciones de maestros. En consecuencia, la burguesia nacional, que ciertamente no es “popular”, pero si una fuerza politica decisiva, queda fuera del Partido de la Revolucién Mexicana. Originada en 1a coyuntural identificacién programa de gobierno- demandas populares, esta decision politica de fondo ahon- da los conflictos entre el sector de la sociedad que se opone ala radicalidad y continuacién de las reformas cardenistas, Yaquel que las hace suyas y encuentra en el PRM su espacio natural de expresion politica e ideol6gica. Por esta razbn, desde su fundacién, para los empresarios el PRM es ef partido del gobierno, “el partido de Cardenas" La gran burguesia, particularmente el grupo Monterrey, se ve obligada a concentrarse en sus Srganos gremiales yen algunos partidos de la oposicién, y los convierte en los medios para hacer escuchar su voz disidente y su posicion frente a la sucesién presidencial de 1940. Boletines de las cdmaras y confederaciones empresariales, diarios naciona- les y regionales, revistas y la radiodifunden las opiniones de los grandes comerciantes, industriales, banqueros y no po- COs exterratenientes que hacen eco a las demandas de las compaiiias extranjeras expropiadas. En el acto constitutivo del PRM los cuatro sectores se comprometen a no realizar actividad politica preclectoral qeodg 54 Teresa Aguirre y José Luis Avita alguna al margen de la nueva organizacién, ni antes de los tiempos fijados, esto en 1939. Con ello Cardenas y las altas Jerarquias del PRM se proponen asegurar el conirol sobre militares, obreros y campesinos, en una coyuntura cierta. mente critica. Sin embargo, en el seno mismo del PRM comienzan las agitaciones “ prematuras” en vistasa la suce- sién presidencial, y el nuevo partido se ve sometido a su primera gran prueba: mantener la unidad partidaria por encima de los intereses de las fuerzas en pugna. Ya en el otofio de 1938 esté en juego la conformacién de alianzas con fines electorales, pese a los llamados a la unidad y las condenas a los “actos prematuros™ dentro y fuera del PRM que el propio presidente Cardenas se encarga de formular. En elseno del partido dos corrientes se definen con claridad: las representadas por los generales Francisco J. Migica y Manuel Avila Camacho, El primero posee una trayectoria revolucionaria impecable y una cartera politica marcada por un radicalismo que, si en los gobiernos de Obregon y Calles le reporté serios conflictos que lo dejaron en el ostracismo, en la administracién de su amigo per- sonal, el general Cardenas, encuentra su momento culmi- ante. El divisionario de Tingiindin, Michoacan, se vincula al movimiento revolucionario a través de las fuerzas carran- cistas y en 1913 asciende de capitan a miembro del Estado Mayor del general Lucio Blanco. Radical opositor al pro- yecto constitucional de Carranza, juega un destacado papel en la asamblea constituyente de 1917, y se distingue por su posicidn anticlerical y nacionalista. Siendo gobernador de Michoacan en 1921, entra en conflicto por el cargo con Pascual Ortiz Rubio y se libra de un intento de asesinato gracias al general Cardenas. Magica se une a Luis Cabrera y como abogados ganan un conocido juicio de mexicanos contra las compaiiias petroleras extranjeras. En 1927 se hace cargo de la Colonia Penal Islas Marias y s6lo en 1933 retorna al ejército, primero como intendente y después como comandante de la Zona Militar de Yucatan. En 1934 su entrafiable amigo, ya como presidente de la oeadsod vod dggoeead Pe el Pl La revoluci6n cuesta abajo 35 republica, lo coloca de nuevo en el centro de Ia politica nacional al nombrarlo secretario de Economia Nacional y, tras la ruptura con Calles, secretario de Comunicaciones y ‘Transportes. Habil con las armas y la palabra, el prestigio de Magica crece enormemente en |os afios del cardenismo y es uno de los hombres mis cercanos e influyentes en el presidente Cardenas. Por eso, en la pugna por la nomina- cién de la candidatura perremista ala presidencia, a Muigi- ca se le considera el candidato natural de los cardenistas, “el hombre que si garantiza la continuacién de la obra presidencial”. El mismo picnsa tener cl apoyo irtestricto del presidente y de las altas jerarquias del PRM, idea que, como mis tarde se supo, era falsa, El general Manuel Avila Camacho se identifica como un hombre moderado, fiel a las instituciones y que no se distinguia precisamente por su amplia cultura u oratori persuasiva, No era una figura politica relevante. Originario de Teziutlan, Puebla, realiz6 estudios de contabilidad yen 1914 se incorporé a las filas constituyentes, en calidad de pagador y teniente; participa, con Cardenas, contra la rebe- lidn delahuertista en Michoacan y en la lucha contra los cristeros en el estado de Colima se distingue por su actitud conciliadora y pacifista, evitando siempre el derramamien- to de sangre y el saqueo, actitud que le valié el apelativo “la espada virgen”. En 1929 alcanza el grado de general de divisién, en 1935 Cardenas lo nombra subsecretario de Defensa, y tras la muerte desu titular, asciende a la secr: ria, Distinguido con la condecoracién al mérito militar en diciembre de 1938, el divisionario de Puebla se conoce por su fidelidad a Cardenas, la que rindié frutos cuando Avila Camacho contribuyé a mantener la lealtad del ejército en ocasién de la crisis politica Calles-Cardenas. Desde el co- mienzo cuenta con el apoyo inapreciable de su hermano Maximino, gobernador de Puebla, quien concierta el entu- siasta apoyo de muchos politicos y militares al frente de las gubernaturas de los estados, entre ellos: Miguel Aleman, Marte R, Gomez, Wenceslao Labra, Alberto Salinas y ar rer a a roevoeud dud ud eve vee ev oo oo oo ot oo eb a Teresa Aguirre y José Luis Avila Fernandez Trujillo, de Veracruz, Tamaulipas, Estado de México, Nuevo Len y Tabasco, respectivament Otro general, Rafael Sanchez Tapia, comandante de la primera zona militar y conocido por su trayectoria conser- vadora, también figura como un contendiente por la candi- datura del PRM. Desde el principio es un candidato menor, busca apoyo fuera del partido y lanza su desafortunada candidatura a la presidencia en forma independiente. En tanto que la conformacién de alianzas de las fuerzas perremistas en torno a la sucesidn presidencial depende, a final de cuentas, de la posicién que asuman las cipulas dirigentes de los cuatro sectores, otras organizaciones y corrientes ideoldgicas formalmente fuera del PRM influyen decisivamente. Destaca particularmente la importancia de la izquierda mexicana, representada principalmente por el Partido Comunista Mexicano (PCM) yel grupo encabezado por Vicente Lombardo Toledano. Desde fines de 1935 ambas fuerzas brindan su apoyo irrestricto al gobierno cardenista, motivadas principalmen- te por el deslinde politico de Cardenas frente a Calles, la profundidad de las reformas y la abierta y sincera vocacién popular y nacionaiista de la politica gubernamental. Influ- yente en las organizaciones obreras y campesinas de mayor combatividad y arraigo nacional, la izquierda desplicga una intensa actividad politica ¢ ideolégica que aumenta notablemente su gravitaciOn en la sociedad y deja su im- pronta en el propio gobierno cardenista. Fruto de ello es que Vicente Lombardo Toledano logra convertirse en el primer secretario general de la CTM y el PCM crece de un poco més de 500 miembros a cerca de 40 000 en 1940. Lombardo Toledano es una de las figuras mas destaca- das y controvertidas de la izquierda mexicana. Orador persuasivo, brillante politico, miembro del selecto grupo de los “siete sabios” y fundador de la Universidad Obrera, se vinculé a la lucha sindical desde los afios veinte, cuando inicié una carrera politica ascendente. Lider de Ia CROM depurada de callistas, de laCGOCM y del CNP, impyils6 con los comunistas el proyecto que culmind en la fundacion de La revolucién cuesta abajo 37 la CTM y desde su secretaria general ejercié gran influencia en el Estado, las organizaciones obreras y la izquierda mexicana y latinoamericana EI maestro, como con frecuencia se llamaba al joven Lombardo, consideraba que la revolucién mexicana debia cumplir ciertas tareas histéricas, entre las que destacaba la destruccién de los rasgos semifeudales del pais, el estableci miento de un régimen verdaderamente democratico, la elevacién de las condiciones generales de vida de la pob! cién y el fortalecimiento de la independencia nacional me- diante el desarrollo del capital industrial privado. En la burguesia nacional distinguia dos grandes fracciones: una proimperialista, reaccionaria y fascista, y otra pequefia y mediana de vocacién nacionalista y democratica; esta ilti- ma, advertia, se identificaba con el programa de la revolu- cin mexicana, el Estado debia apoyarla y establecer con ella las alianzas que demandaba la critica coyuntura nacio- nal e internacional. De ese modo,el lider obrero considera- ba que las reformas cardenistas constituian slo una ctapa, fundamental, de la revolucién, que lo iniciado por Cardenas era tarea de generaciones, la “obra misma de la revolucién que comienza a cuajar en instituciones vivientes”. La sucesién presidencial de 1940 se inscribe, para Lom- bardo, de lleno en la coyuntura internacional signada por el ascenso del fascismo, las tensas relaciones con Estados Unidos, la inminencia de la Segunda Guerra Mundial, el peligro del ataque nazi a la Unién Soviética y la beligeran- cia y creciente influencia de la derecha (moderada y fascis~ ta) en la sociedad mexicana. Estas circunstancias imponen, afirmaba, la prioridad politica de fortalecer a alianza de todas las fuerzas democraticas y revolucionarias, con el propésito de garantizar el cardcter irreversible de las refor- mas en que cristaliza la revoluciéa, formular un plan sexe- nal para el proximo gobierno y hacer de México un verd: deto y militante frente antifascista. En consecuencia, para el lider poblano, cuya autoridad intelectual y politica es mas que reconocida, era preciso pasar a la etapa de la consolidacién de las reformas y Teresa Aguirre y José Luis Avila 58 contener os impulsos radicales de obreros y campesinos. cn su opinion, no era éste el momento de formular Fi secto vocialista, primero debian cumplirse las tareasde fh revolucion mexicana, raz6n por la que era priortario fortalecer el PRM y Ie alianza de fuerzas que lo constituyen oe os comunistas, que desde 1937 habian adoptado la vactica de la “unidad a toda costa”, no son una fuerza monolitica, pero si disciplinada a las resoluciones det one ttico, En su seno existen diferencias con respecto a lot Ppietivos de la revolucién mexicana, a su eet eee papel de Ia clase cbrera y el campesinado, In burgussis Ravional y sus fracciones, el tipo de alianzas posiles ene} “frente popular” adaptado a las peculiares be i ete pais, qué era el PRM. ya qué precandidato de dicho pa i arse. | . se dureceién (Laborde-Campa) cepresenta Jigen ms radical y combative del partido Gucstionsel ot er participen directamente én politica, ) slertan are limitaciones que impor’a a la clase obrera ia integraion con l Estado que se estaba orignando ene tat y ertica duranente las pretias antidemocriticas que Lombardo y los “lobitos®(l grupo encabezado por Fidel Veliaquer j Fernando Amilpa) imponen en la cra Dubl tativa pero respetuosa dela autoridad moral y politica del comité ejecutivo de la IC, la sirecin acepta, no sn re as explicitas, las t4cticas que sere ee rowder sobre los acverdos del Vit Congreso de la IC y que colocan al PcM en una posicion de apoye incondicional al gobierno, contraparte del sectarismo q é ymienzos de los aiios treinta. . gan ink frente al callismo nificaba la politica cardenista ey impresionante contundencia del diseurso gubernameatal consideran que se debia apoyar activamente al gobierne * Tortalecer la alianza de fuer2as en que se concret6 el FRM, pero sobre la basede preservar la independencia del pat ay y los sindicatos. Rechazan, por ejemplo, la iniciativ: disolver el PCM e integrarse al PRM. rd dived agdaddddeedgdd dd I Usd Ud dduue La revolucién cuesta abajo 9 Otra corriente, en la que destaca Dionisio Encinas, esta muy ligada al pensamiento lombardista y convencida de las orientaciones de Browder, quien por cierto fue expulsado de la IC en 1943. Los seguidores de esta corriente conside- ran vigente e inconclusa la revolucién “democratica, agra- ria y antimperialista” y creen que es necesario apoyar “a toda costa” la politica y el gobierno de Cardenas. Para ellos, como para Lombardo, la revolucion se encuentra en” una encrucijada cuya salida progresista exige la unidad de todas las fuerzas democraticas: desde esa perspectiva, los deslindes ideolgicos y politicos se tornan innecesarios, constituyen una herencia del sectarismo en que incurrié la direccién del partido a comienzos del cardenismo. Como puede apreciarse, pese a las profundas divisiones internas del PCM, los comunistas consideran al PRM como “una coalicién o bloque de organismos correspondientes a diversos sectores sociales: el proletariado, los campesinos, la pequefia burguesia 0 ‘clase media’ y el ejército (e incluso encontramos en él a ciertos representantes de la burgue- sia)”, y luchan por “consolidar, ampliar y fortalecer el PRM como forma especifica del frente popular en nuestro pais y, a la vez, construir y desarrollar dentro de ese amplio frente 0 un gran partido revolucionario, el Partido Comunis- En atencién a estas concepciones, ya en noviembre de 1938, Laborde indica: “el deber primero de los revolucio- narios consiste en consolidar y fortalecer al PRM yagrupara su alrededor al pueblo, sin excluir a nadie”. En el Vil Congreso, celebrado en enero de 1939, se ratifica la tesis de que el PCM se coloca “por encima de todas las pugnas, (y) tiene suficiente autoridad para cumplir la misién de ele- mento unificador” en cl PRM, y lanza la consigna: “unidos en un solo candidato para combatir a la reaccién”, contra el fascismo y siguiendo la obra de Cardenas. En consecuen- cia, lama a los candidatos Manuel Avila Camacho y Fran- cisco J. Migica para preservar la unidad del PRM y se declara neutral en la lucha que ambos sostienen por la nominacién. do wu oo a a at © Teresa Aguirre y José Luis Avila Por otra parte, comunistas y lombardistas enfrentan el problema de la disidencia trotskista, fortalecida una vez que Diego Rivera y Magica gestionan que se autorizase el asilo de Le6n Trotski en México. La relativa cercania de Mugica con los trotskistas predispone el rechazo de ambas corrientes a la precandidatura del divisionario michoaca- no. Como observa Campa en sus memorias, en tanto que el proceso natural de México indicaba que el candidato de- mocritico debia ser Muigica, éste tuvo el inconveniente de apoyar el asilo de Trotski, quien a la sazén era un critico implacable del estalinismo y la politica de ta 1C. Para La~ borde, Migica era “el candidato de Trotski™. Los trostkistas, que en medio de divisiones internas en 1938 fundan la seccién mexicana de la 1V Internacional, tienen cierta influencia entre los obreros de la construccion, niicleos de maestros y campesinos, pero no son una fuerza de implantacién nacional ni de efectos estatales significati- vos. Al mantener una posicién critica frente a las dos corrientes de izquierda ya citadas, advierten las limitacio- es que entrafia el caracter corporativo del PRM y deman- dan la independencia de los sindicatos frente al Estado. En la contienda preelectoral perremista, el grupo encabezado por Diego Rivera apoya a Magica, para lo cual se funda el Partido Revolucionario Obrero y Campesino (PROC); otra corriente, autorizada por el CC de la 1V Internacional, rechaza las posiciones del muralista mexicano y llama a la formacién de un partido obrero revolucionario que, “con un programa revolucionario y un candidato propio, se enfrente a los candidatos de la burguesia criolla y al impe- rialismo” ‘Tras la renuncia de Miigica a la precandidatura en el PRM, Diego Rivera y el PROC se suman a la oposicién almazanista, lo que le vale a Rivera la expulsion de la seccién mexicana de la 1V Internacional, puesse le acusa de “incurrir en desviaciones oportunistas”, de haberse pasado a las“filas de la pequefia burguesta radical y la burgyesia de izquierda” y se advierte que al “brindar su apoyo cohdicio- nal al general Almazan, Rivera se pone en plano de traicin Uodb ah a) th tt ACP TE eee a La revolucién cuesta abajo 61 pea Fevolucionario y a las masas explotadas de México”, Senin consignd Cleve en su niimera de septiem. En enero de 1939 la definicién de alianzas en torno a la designacién del candidato perremista a la presidencia se intensifica, sobre todo una vez que se hizo pablica la conver catoria para la celebracién de los consejos nacionales ex traordinatios de la CTM ycNc,a fin de definir la posicionde las confederaciones, El 14 de enero los miembros del gabi- ete presidencial ratifican piblicamente su propésito de abstenerse radicalmente de toda manifestacién en pro o en contra de cualquiera de los candidatos. Tres dias después, los precandidatos Magica, Avila C: macho y Sanchez Tapia renuncian a sus cargos para ded carse de lleno a Ia actividad politica; en esa oportunidad declararon conjuntamente: “nuestra sincera actitud no te- vo eco en toda la amplitud que esperdbamos y Ia campana Politica se ha intensificado a extremos que nos colucan en Condiciones incompatibles con los empleos que desermpe, fiamos. Y esto nos obliga a presentar al sefior presidente la renuncia de nuestros puestos... el principal propésito que Nos guia a tomar esta determinacién es el de evidenciar que no descamos utilizar los altos puestos que ocupamos come un medio para lamar la atencidn piiblica sobre nucstras Personas”. Un dia después, las“mayorias” de diputados senadores forman el Comité Pro Avila Camacho, ciertan ly pinza los gobernadores que trabajan en el mismo sentido: Por otro lado, el grupo izquierdista del Senado, en cays frente se encuentra Ernesto Soto Reyes, proclama a Mites, ca su candidato, presenta un proyecto y lo define como “el candidato de tas izquierdas de la revolucisn'™ Del 20.al 23 de febrero lactM celebré. su consejo extraor- dinario, Previamente, como la CNC, las cipulas dirigentes realizaron el intenso trabajo que significa “preparar” el consejo. Frente a mis de quinientos delegados (la CTM : Je seis mil organizacio iis de mill6n de agremiados), Lombardo precise, rents «loan Namé la “extrema izquierda”:*...hay quienes afirman que WUT UO a oo oo oa a ‘Teresa Aguirre y JOsé Luis Avila ¢s preciso presentarse en la campafta para perfilarinclusive la dictadura inmediata del proletariado en México, = Iogica continuacién del regimen de Cardenas, jm a Provocadores-de oficio! ;Ignorantes de solemnidad! jRe- volucionarios timadlores! jActo tipico de sabotaje a la obra de ta revolucién mexicana!” Y mis adelante definia los perfiles del candidato de la CTM: “no vamos a elegir a un hombre por lo que mis oftezea, sino por lo que mas repre- sente en la unidad del pueblo de México ¥ particularmente n el sector revolucionario, pero a la vez le vamos a decir Seiad aire due gobieme, no vamos a esperar que nos diga como gobernar”. El consejo resolvid, gbviamenie. apoyar la candidatura de Avila Camacho y se formé ia comisién politica ce la CTM para participar en la compat como presidente figura Lombardo y ta integran ademés Fernando Amilpa, Celestino Gasca y Francisco Garcia hacia lo mismo, por voz de su méximo lider Graciano anche, Las cipulas dtigentes,conscientes de su adhesion a un candidato moderado, piensan imponer un program de gobierno al futuro presidente mediante el segundo p lan sexenal, cuyo cumplimiento —suponen— vigilaria ce oa mente la giteccién del PRM. Por lo pronto, Avila Camac ie agradecié ls adhesién de obreros y campesinos, destacd la importancia de ambas clases en el desarrollo del pais, pero ho se Comprometid con ninguna idea, menos con el plan al elaborado por la CIM wa los mews potevore, ln prsuadidatura de! general Avila Camacho gané mayor fuerza, gracias al apoyo expli- Cito de los dirigentes de los cuatro sectores del is, los gobernadores de los estados y los diputados y senadores. Esto hace que Soto Reyes pica alos precandidatos que se adhicran a la solicitud de renovar el secretariado del part do, demanda rechazada por Heriberto Jara, presidente de mismo Sin apoyo real en el seno del partido gubernamental y yat_ conocidas las posiciones de lay principales organizacione La revolucién cuesta abajo 63 obrero-campesinas, Miigica retira su precandic! vendo que no citenta con el “Favor oficial” Fiado y el comité director del PRM ya haa definido sus Simpatias por Avila Camacho. A la izquierda mente al PCM, le reprocha haberse “escudado ty ma trivial de técticas de lucha, olvid, de partido de vanguardia y entregar sus intereovs vitales Brupos de vergonzante tendencia centrista" la respuesta de los comunistas no se deja esperar: adviertec que el error fundamental de Muigica reside en no comprender la grave- dad de la amenaza reaccionaria que se apresta a sostener la candidatura del general Almaztn, Ka teaccién a ta que proponian combatir las fuerzas Penceristas Yel PCM no era ningtin fantasma inventads por las“direcciones traidoras””, como lo demuestran los activos jcamisas doradas”, la Unién Nacional Sinarquista, los linchamientos.a maestros rurales, asesinatos lideres obr Figg Mntados, tomas de locales, panfletos anticomuniers y las presiones para declarar ilegal el pe. E1 Presidente fatura argu- ciantes y banqueros. Si Laborde, pensando en el p mos un partido de algodén cuando nee hierro”, la derecha sabia que si queria o fuerza politica importante debia afianzar sus “exiguas soli- daridades politicas”; debia capitlizar el descontento de un Segmento de la sociedad civit y politica, En efecto, sila nacionalizacién del petebleo y la creacién del partido de la revolucién entusiasman al movimiento Popular, e50s mismos hechos desesperan a la dereche Dos Cade: sbuSS de la nacionalizacién, el general Saturnee Cedillo, que habia renunciado a su cargo de secretario de Agricultura, se levanta en armas en San Luis Pore “con- tra el gobierno que estaba traicionando la revolucioxs La revuelta del general Cedillo, fin los terratenientes y compaiii derrotada fi janciada en parte por las extranjeras expropiadas, es iImente y Cardenas hace al larde de fuerza al SL OO Ca u A a Teresa Aguirre y José Luis Avia enviar primero al general Miguel Henriquez Guzman con mas de 8 000 soldados y, posteriormente, al dirigirse él mismo a San Luis Potosi, centro de operaciones del viejo caudillo callista. Aunque el presidente nunca considerd peligrosa la intentona cedillista®, si le interesaba dejar un mensaje muy claro para la derecha: cualquier insurreccion armada seria aplastada con toda la fuerza necesaria, Para ello contaba con la lealtad del ejército y el apoyo popular’. A partir de entonces la derecha se ve obligada a cambiar de téctica. La cra de los pronunciamientos de viejo cuno habia concluido. Su accién politica se orienta, desde ahora, al terreno de la contienda electoral, donde se piensa que debia decidirse el destino del p: Otro general identificado con el callismo fue quien hizo piiblicas las primeras ambiciones electorales de la reaccién: Manuel Pérez Trevifio, expresidente del PNR y exgoberna- dor de Coahuila, lanz6 el 8 de diciembre de 1938 una convocatoria a todos los ciudadanos de México para for- mar el partido nacionalista que eliminaria el caos y resta- bleceria el orden. De esa iniciativa surge el Partido Revolu- cionario Anticomunista (PRAC) En marzo de 1939 lo secunda el general Joaquin Amaro, quien divulga su manifiesto a la nacién, en el que dijo proponerse terminar con los abusos del gobierno y sus intentos de continuismo. Identificado con Pérez Trevifio y sin posibilidad de lanzar su candidatura desde el PRM, pide su adscripcidn al PRAC. Este hombre, de quien se decia que con su arracada en la oreja mostraba “las huellas de su * Fernando Benitez relata que cuando el presidente le comunicd a Eduardo Suarez su decisidn de ir a San Luis, le confid: “Serd euestion de ppocos dias. En ta tltima visita que me hizo lo invité a salir al campo. Subimos la pequetia cvesta y al final echaba fos pulmones, Ya lo calé, Un revolucionario incapaa de subir un erro noes para mi ningin problema" » En un corrido popular se recogié agudamente el mensaje presi- encial: “la rebelidn de Cedillo/es leceidn que hay que aprender/ya no tunfa el euartelazo/que no es lo mismo hoy que ayer". La cucaracha cedilista, de Maria Inés F. Negrete, publicada en cl diario La vor de México, 28 de noviembre de 1938, ciudad de México. YUU L La revolucién cuesta abajo i 65 « .. 5 Ganibalismo”, intento sostener su candidatura a la resi oui entre los contendientes de la derecha pes ‘aralelas al PRAC conviven un gran niimero de organi; Fee ee Goradas), el Frente de Unificacién Revolucion: “agp Rion Nacional Sinarquista (UNS, con influencia en Nacional de ci ae nal d Salvacion Publica (que agrupo entre otros a Denes ape ee revolucién”) ¥ el Partido Social rata (con influencia en el occid is). a it ia lente del pais). Algu- nas de ellas, de abierta v i Meena : Vocaciénfascista, habi, actividad importante ante: untu leqeereaee ntes de la coyuntura elect ra electoral Financiadas por los centros patronales y las image industria y comercio. mans de chez Tapia y Juan Andrew Almazan, Rodent fue uno de esos generates que, como Abelardo iguez, se habian enriquecido desde la admini ica, un “millonario de la revolucié 1 " olucién”. El general de Guerrero tenia arraigo popular y era conocids por su peumbitio acrecentar su fortuna. Llegé a ocupar la Secreta ta de Comunicaciones y Obras Piblicas, desde donde vo PSDP SET BP UE DL dr tt 1 a 1 Hu vg vue UU UE UU eee EY CECE E ere 6 Teresa Aguirre y José Luis Avila contrataba a si mismo (era propietario de la constructora Andhuac, a quien la citada secretaria le concedia los con tratos para la construccién de caminos, vias férreas, etcéte- ra). A principios de los treinta, entra en conflicto con las altas jerarquias del PNR (Calles, Abelardo Rodriguez, Pérez Trevifio), lo cual lo pone en crisis como productor de platano y constructor. Desplazado de las altas esferas dela politica, Almazin se retira a Monterrey, donde se hace cargo de la séptima zona militar, ahi estrecha relaciones con el néicleo dirigente de la burguesia mexicana: el grupo Monterrey. Hacia 1935, a peticién expresa de Cardenas, Almazin reinicia sus actividades empresariales sin renunciar a su puesto militar; recibe contratos de ferrocarriles y vuelve a sus antiguas ocupaciones de gran constructor de fracciona- mientos. Sus aspiraciones a la presidencia de la repiilica son apoyadas por el grupo Monterrey y con ello por un vasto frente que tenia entre sus centros fundamentales Nuevo Ledn, Jalisco y el Bajio. En el CRRN gana rapidamente la hegemonia y con el Centro Orientador Pro Candidatura del General Almazin se inicia la ardua tarea de formar los centros orientadores en el interior del pais. Ya en abril de 1939 se contaban 48 comités en por lo menos diez estados. Al CRRN se fueron sumando niicleos de obreros (mineros, petroleros, electri- cistas, tranviarios, de la industria textil), campesinos reclu- tados por la UNS (que ya contaba con cerca de 200 000 afiliados), profesionistas e intelectuales universitarios. En fin, fuerzas heterogéneas que exigian orden, democracia efectiva, libertad sindical, elevacién de salarios, titulos de propiedad de la tierra, derogacién del articulo tercero cons- titucional, respeto a las creencias religiosas y a la integridad de la familia Frente a la derecha recalcitrante agrupada en elPRAC, en PNSP y otras organizaciones menores, Almazan representa una linea moderada pero dispuesta a rebatir. Logra perfi- larse, ya para mediados de 1939, como el tinico candidato serio de la oposicién. Los intentos de unificacién del alma- La revolucién cuesta abajo san en varias ocasione v S, pero al no lograr cont en varia formar uns alternativa para las elecciones de 1940, éstas termis fae incerporarse tardiamente a su movimienta nan Por resin stapoyo dea Prensa nacional, de revistas como La y de la radio, el almazanis : i } el almazanismo alcanza Reacciony Presencia tare fe Auni® de 1939, Almazin pide hoes para a Zona militar. Un mes 8 como candidato a la lo alguno, En esta oca- Presidencia, sin vincularse a parti sin presents su programa, veri ater agra Sugiere ampliar las parcelas *de los Partirde suincr ee siN28" liguidar la economia indigenes fas edule papePOraCina a civilizacion, tiular nese lidales y dar apoyo financiero materia laboral se declara Partidario a los campesinos. En de una etapa de com- atrones, promete respetar 70, propone hacerlo cooperar ¢ sus condiciones materiales financieras: ; Promete clevar los falas de tos maestros, exige respeto a su apostolado » © la SEP sea ditigida por maestr, . p Ps '08 ¥ no por politicos, ‘Mige democracia efectiva, una nueva ley electoral y desta. las simpatias de stad Unidos si no se dan muestras efectinne de “una decisibn Unidos s na decision EI programa almazanista des Parte de los perremistas, “a, desPers fuertes critcas de londe fue definide : parte sta como “el mo aieato de a reaccién™, pero también desacse entusias- €V0S BrUpos politicos, entre ell ff ode m ; os del PRAC aitir de entonces hace piiblica su adhesion mame La efervescencia almava agosto de 1g enes ef la gran concentracion del sia, In ciudad de Rieet2 en el monumentoa la revolucion os person pat México se congtegaron alrededor de syncs 8 para dar ta bienvenida cl general Aimucin oud gud oe oa oe oo oo OO Or ee re a Teresa Aguirre y José Luis Avila Si dicha concentracién demuestra que un amplio sector de la poblacién estaba inconforme con diversos aspectos dc {a politica cardenista, el crecimiento vertiginoso del alma- zanismo deja claro cémo sus motives iniciales (por los cuales la burguesia lo habia apoyado) comienzan a ser rebasados, pues éste se convertia 8radualmente en un movi- micnto de masas donde el sector liberal de la clase media urbana aleanzaba la hegemonia. Sin dejar de ser un movi- miento de derecha, esboza un proyecto que mezcla ambi, guamente fragmentos de un discurso democtitico hurrguse con otros de origen reaccionario y proimperialista El grupo Monterrey, que financié la campaiia del gene- ral del sur, consideraba que “una ‘camarilla inepta y desp tica se posesiona del almazanismo”, como escribid Rubén, Salazar en La Reaccién, La burguesia regiomontana, los entros patronales y las cémaras de comercio e industria, comienzan a desconfiar de su control efectivo sobre el almazanismo. EI gobierno y el PRM imponen la moderacién, que se pace evidente desde fines de 1938, Porejemplo, se bloquea y liquida la administracién obrera en PEMEX y se despide a mas de 2 000 obreros; se impide la sindicalizacién de los trabajadores bancarios y se bloquea ta creacién de un sindicato nico de maestros. Cérdenas otorgé exencién de Impuestos por cinco afios a las “industrias nuevas y necesa~ Trias” ¢ insistia en que su gobierno no intentaba “bolchevi~ ar al pais”, que el periodo de las reformas habia concluido. Por otra parte, luego de la renuncia de Luis I. Rodriguez a la presidencia del PRM y de la designacién de Heriberto Jara, la tarea fundamental del partido se orienta a preser- var la unidad de las fuerzas de la revolucion entornoala evidente candidatura de Avila Camacho. Disciplinados los “disidentes” (excepto Sanchez Tapia, que opté por la can. didatura independiente) y seguro del apoyo de los cuatro sectores del PRM, el divisionario de Teziutlin atempera su discurso. En Nuevo Leén, nido de la burguesia industrial y financiera y desde donde se orquesta la disidencia, externa su admiracién a la laboriosidad y eficiencia de los regio- La revolucién cuesta abajo Cs) Montanos (dos meses antes se habia Fesponsabilizado de as los sindicatos tendrian una conducta constructiva para el pais). Agius. Ariel Contreras relata como partivde enon ee busca y logia acuerdos con el £fupo Monterrey y la ANS. Al Genet mgetteee la gubernatura de Nuevo Lesa y ln reece dlencia municipal de Monterrey a cambio de eu apoyo al paren del gobierno; ata segunda, la titulacion ge fen Fecraiy iidales a cambio de su abstencién ene! prec’ Los hombres agrupados en ei PAN ven “al futuro, no al pasado inmediato”, como dijo Manuel Gomez Morinen la Praises ue eee erenay Deci- dicron no participar directamente en las elecciones, ya que ‘Oncretas al grupo gobernante, cuyas eptadas. Frente a las dos Brandes opciones de 1940, luego largas discusiones inter- SiGOMtEMS. Ariel Jose, Mésicn, 19406 metus ialcuciin v erin pote ©@ Siglo SSI Editores, Mesico 1997. pp. tes tig : Uda vd d dug 10 Teresa Aguirre y José Luis Avila nas, el PAN decidedarsu apoyoa un Almazin que represen- ta a la oposicidn, pero en quien jamas deposit6 esperanza alguna . En noviembre de 1939 Avila Camacho es nombrado oficialmente candidato a la presidencia por el PRM y Juan Andrew Almazan funda el Partido Revolucionario de Uni- ficacién Nacional (PRUN) en enero de 1940. Ambos candi datos, “hijos de revolucién”, recortieron el pais con el “verdadero programa de la revolucién mexicana”, La maquinaria electoral en la que se convirtié el prot muestra toda su capacidad y eficacia: organiza, disciplina aqui y allé ¢ impone candidatos en los “puestos de eleccion popular”, Avila Camacho hace lo propio, modera rapida- mente su discurso en un afiin de conquistar el apoyo de las capas medias urbanas que se inclinaban al almazanismo, En Guadalajara externa su “respeto a la pequefia propie- dad privada a la que se rodea de garantias”, y aclara que considera “como uno de los mas grandes valores de la vida mexicana, el respeto de los hijos a los padres, el sentimiento més acendrado de la famitia que nos caracteriza”. Insiste en que su gobierno seri de conciliacién nacional, pero advie! te: “no quicro que se derrame la sangre del pueblo; pero si se ponen en peligro las conquistas de la revolucién y es necesario derramarla, sera en defensa de esas conquistas” Almazén, quien tuvo que gastar parte de su fortuna en su aventura politica, acentita el caracter popular desu progra- ma: promete elevacin de salarios, reparto de utilidades, voto a la mujer (las amas de casa se habian convertido en uno de los grupos mas activos del almazanismo), seguro social, libertad sindical, eliminacién del partido del gobier- no, una nueva ley electoral, la modificacién al articulo tercero de la Constitucién, apoyo a la industria y al peque- fio propietario, Mitines, desplegados, adhesiones piiblicas, acusaciones reciprocas, advertencias y hasta enfrentamientos entre pé- quefios grupos, crean, a lo largo det primer semestre de 1940, un tenso ambiente y acumutan ta carga cmotiva con ‘que se presentan los ciudadanos mexicanos a votar el do- Ve VU were La revolucién cuesta abajo n mingo 7 de julio de 1940. Ese dia se celebra una de las clecciones presidenciales mas impugnadas que se recuerde Contienden, por tiltima vez, tres generales de la revoluci6n. En las principales ciudades se registran escaramuzas entre almazanistas y avilacamachistas, tiroteos en la ciudad de México con saldo de varios muertos y heridos; en el medio tural, donde la CNC habia ejercido un férreo control con el apoyo implicito del sinarquismo, existen pocas noticias de enfrentamientos, pero no por ello el ambiente es menos tenso. Los resultados oficiales otorgan un triunfo abruma. dor a Avila Camacho: se le conceden 2 476 641 votos, contra 151 101 de Almazan y 9 840 de Sénchez Tapia, Almazdn declara fraudulentas las elecciones y diez dias después se embarca hacia Cuba, en busca del apoyo nortea- mericano, para sus planes de levantarse en armas, pero la situacién internacional de 1940 ha cambiado. En plena guerra mundial y tras el vertiginoso ascenso del fascismo, Estados Unidos considera como prioritarios los intereses de seguridad nacional y hemisférica, frente a los de las compaiiias petroleras. Enconsecuencia, la trayectoria anti. fascista del gobierno mexicano, el que el presidente electo fuese moderado y se mostrase dispuesto a negociar la in. demnizacién a las compaiiias petroleras, asi como la necesi- dad estratégica de mantener un gobierno estable en Méxi- co, son algunos de los factores que seguramente influyeron en la decisi6n norteamericana de apoyar al presidente elec. to. Muestra de ello es que el vicepresidente de Estados Unidos asistid a la toma de posesién de Avila Camacho. EI Estado mexicano sale airoso y fortalecido de la pro- funda crisis politica de 1938-1940. Derrotado el movimien- to oposicionista, se establece la alian: Estado-burguesia y se integran las principales organizaciones laborales al parti- do del gobierno. El consenso que logra la burdcracia estatal en el conjunto de la sociedad mexicana de los afios cuarenta se inca en el hecho de que la burguesia, el proletariado, el campesinado y las veleidosas capas medias (no sin reticen- cias v en medio de represiones abiertas), terminan por acep- tary apelar al papel mediador del Estado en sus conflictos OU Teresa Aguirre y José Luis Avila Esta mediacion es complementada yen ocasiones sostenida por el otro gran logro del cardenismo: la consolidacién de la propiedad estatal de ramas fundamentales de Ig economia, El conjunto de las fuerzas politicas supuso que el triunfo del candidato ovicial en las elecciones de 1940) ysu aval norteamericano permitian superar los dos aspectos centrales de la crisis politica y lograr asi un cierto equili- brio, pero la orientacién conservadora de la élite politica montada en el formidable aparato de control que habig demostrado ser el FRM y el poderio econdmico aleanzada por el Estado, termina por inclinar el fiel de la balanza hacia los intereses de la burguesia nacional, con cuyo na- cleo dirigente se habia negociado un proyecto nacional en el que ambas partes creian firmemente: la modernidad fincada en el capital industrial privado. El ascenso vertiginoso del fascismo alemén e italiano en los tres. Primeros afios de la Segunda Guerra Mundial crea tun ambiente propicio para el desplicgue de la politiva de unidad nacional. El mundo observa consternado el holo. causto de judios y les campos de concentracion nazis. a la vez que le llegan las noticias de las atrocidades fascistas en cada una de las ciudades que conquistan, Los valores mora. les y la cultura occidental son pisoteados por la bota militar fascista que invade Norucga, Holanda, Bélgica, Francia y Europa Oriental; muchos de sus habitantes llegan exiliados @ México. Japén ataca Pearl Harbor y Estados Unidos entra en la guerra, El drama mundial define, para las fucrzas auténticamente democraticas y de izquierda, priori. dades politicas alrededor de la solidaridad incondicional y efectiva en la lucha contra et fascismo, el apoyo irrestricto a los aliados y la defensa del orden democratico nacional, el cual eventualmente podia seramenazado en virtud de nues- tra condicién fronteriza con Estados Unidos Vista asi, la coincidencia internacional'de la Segunda Guerra Mundial cred. condiciones favorables para la “nor- malizacién” de las relaciones bilaterales con Estados Uni dos, cuyo objetivo central de politica exterior es la defensa | eee eee ee ee eee ee ee a a as La revolucién cuesta abajo 2B hemisférica. En los marcos de la ahora si “buena‘vecin- dad”, el Departamento de Estado reconoce la legitimidad de la expropiacidir del petréico a compaiias extranjeras y negocia su indemnizacidn, y la deuda externa nacional en- cuentra una solucién favorable para el pais. Se inicia una larga etapa de “relaciones cordiales” con Estados Unidos, sobre todo una vez que,-previos acuerdos comerciales, en 1943 se forma la Comisién México-Americana de Coopera- ion Econdmica. A partir de entonces cesa el bloquco econémico impuesto desde 1938, disminuyen los aranceles a las exportaciones mexicanas y los créditos norteamefica- nos para México se reanudan. en el plano militar, en enero de 1942 se forma la Comi- sion México-Americana de Defensa Conjunta, que en sus primeros meses sostiene dificiles negociaciones en torno a las condiciones de resguardo. Ante las ambiciones nortea mericanas (instalacidn de bases militares, uso de aeropuer- tos, derecho de vuelo y navegacién en aguas nacionales y enlistamiento de mexicanos en el ejército norteamericano, entre otras), el gobierno de México define su posicién salvaguardando la integridad y soberania del territorio nacional. Avila Camacho nombra secretario de la Defensa Nacional al expresidente Cardenas; éste y Francisco J. Migica (gobernador de Baja California Sur) forman la valla nacionalista en la frontera norte y logran impedir la implantacién de bases militares norteamericanas y restrin- gen la participacién del vecino pais en la modernizacién del ejército nacional. En los marcos de las negociaciones se permite —previo aviso— el uso de aeropuertos, vuelo y navegacion, asi como al enlistamiento de braceros en el ejército norteamericana sin que estos pierdan su nacionali- dad. También se decreta obligatorio el servicio militar en México. Cuando México declara el “estado de guerra" con los paises del eje, tras el hundimiento, en mayo de 1942, de los barcos mereantes Potrero del Llano y Faja de Oro pot las fuerzas navales alemanas, el Congreso de la Unién sancio- na el decreto presidencial y aprueba la Ley de Prevenciones UF ua ua 14 Teresa Aguirre y José Luis Avila Generales, con la que se suprimen las garantias individua- les por la situacién de emergencia. El reglamento de dicha ley incorpora el “delito de disolucién social”, con el que se pretende castigar todo acto de sabotaje (de fuerzas pro- fascistas, se entendia) Elambiente politico nacional se impregna del sentimien- to popular antifascista. Obreros, campesinos, empresarios, intelectuales y la élite politica da su apoyo pleno al gobie no. Momento culminante de la politica de unidad nacional fue, sin duda, la granconcentracién que el 15 de septiembre de 1942 se llev6 a cabo en el z6calo de la ciudad de México, con motivo de la formaci6n de la Asamblea de Acercamien- to Nacional, Se dieron cita todos los expresidentes; unidos en torno a Avila Camacho, en el presidum se encontrabai Adolfo de la Huerta, Plutarco Elias Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, Abelardo Rodriguez y Lazaro Cardenas. En tanto que en el plano militar la contribuci6n mexica- na a la lucha contra el fascismo se limita a Jos braceros enlistados y al Escuadrén 201 (150 pilotos), en el plano econdmico su contribucién es destacada y beneficiosa para el pais. Esencialmente, se concentra en abastecer a Estados Unidos de materias primas agricolas, minerales de guerra, algunos bienes de consumo manufacturados y fuerza de trabajo. En suma, exportaciones que representan un aumento del producto nacional. Para garantizar el abasto oportuno, Estados Unidos se compromete a proveer de bienes intermedios y de capital a la industria mexicana, asi como a dar créditos que permitan aumentar la produccién agricola y minera. En consecuencia, las condiciones generadas por la Se- gunda Guerra Mundial favorecen el desarrollo del capita~ lismo mexicano y contribuyen a crear un ambiente politico ¢ ideoldgico para el despliegue y legitimacién de la politica de unidad nacional en que estaba empefiado el nuevo grupo gobernante. La “paz en las fébricas” (pues el derecho de huelga se suprime con el “estado de guerra"), la contencién del reparto de tierras y el apoyo irrestricto a “pequefios Maus uvd devs vvevervvvvUve vues La revolucién cuesta abajo 78 propietarios” que si producen, ciertamente dan confianza plena al empresariado, quien ya no alberga dudas de que el “periodo de antagonismo entre las clases” es cosa del pa- sado. El nuevo grupo gobernante se apresura a dar pruebas de su nueva posicién y diluye el contenido radical popular del disourso estatal. Realiza esfuerzos denodados por suprimir a los extremistas de izquierda que habian ganado posicio- nes en el Estado y el PRM y exhorta a las fuerzas de la oposicién derechista a colaborar con su gobierno. Calles regresa al pais, Pérez Trevifio al servicio activo en el ejérci- to, Abelardo Rodriguez asume el mando de las fuerzasen el Golfo y Gomez Morin se convierte en asesor presidencial no oficial. En 1941, dos secretarios de Estado identificados con el cardenismo son reemplazados por conocidos conser- vadores: Luis Sanchez Pontén renuncia a la Secretaria de Educacién Publica en beneficio de Octavio Véjar Vazquez y Jesis de la Garza deja a Maximino Avila Camacho en Comunicaciones y Obras Piiblicas. En 1943 Lombardo Toledano deja la secretaria general de la CTM a Fidel Velaz- quez y Graciano Sanchez la de la CNC a Gabriel Leyva. En el plano de la politica econémica el gran viraje tam- bién es contundente. Incrementar la producciéna partir del desarrollo de la burguesie nacional es, sin lugar a dudas, cl objetivo general que plantea la politica econémica avilaca- machista. Como secretario de Economia, Avila Camacho designa a Francisco Javier Gaxiola, identificado con el grupo de los “millonarios de la revolucién” y en quien tenia gran in- fluencia el general Abelardo Rodriguez. En materia agraria se abandona el proyecto cardenista de consolidar el ejido colectivo como forma de propiedad fundamental y se im- pulsa la gran propiedad capitalista; en diciembre de 1940 el nuevo presidente decreta la parcelacién del ejido ¢ inicia la politica de “compensaciones” con tierras de riego a los propietarios “afectados indebidamente” por la administra cién anterior. Proliferan los “amparos agrarios” se am- plia la extensién de las “propiedades inafectables”, se redu- UP Ch UP eee 16 Teresa Aguirre y José Luis Avila ce drasticamente el reparto de tierras y el grueso del gasto estatal en infraestructura favorece’a los empresarios agricolas. La CNC se convirtié abiertamente en un instrumento de control politico y aprobé en las cAmaras las iniciativas presidenciales que lesionaban los intereses campesinos. La resistencia campesina era débil y dispersa (tomas de tierras, mitines en la ciudad de México, revuelta de Rubén Jarami Mo) y por eso fue vencida 0 cooptada. Por lo demas, el sistema poseia dos valvulas de escape: la acelerada indus- trializacion quecomenz6 a incorporara los campesinos a la industria y el programa de braceros que se establecié con Estados Unidos. Para invertir, los empresarios requerian de la estabilidad politica tan reclamada desde los aiios postreros del carde- nismo; para el Estado, la burguesia y no pocos lideres obreros, los paros, las huelgas y las demandas salariales “desproporcionadas” entorpecian el esfuerzo empresarial en el cumplimiento de su misidn nacionalista y antifascista elevar la produecién. En el segundo consejo nacional de la TM (1941), Avila Camacho explicé a los obreros su con- cepto de lucha de clases y les reclamé su cooperacién y moderacién para el gobierno, en momentos en que la con- flagracién mundial exigia la unidad de todos los mexicanos. En 1942, las principales organizaciones obreras firman tun pacto obrero, del que surge el consejo nacional obrero En él se comprometen a no realizar paros ni huelgas mien- tras dure la guerra yaceptan el arbitraje presidencial en los conflictos obrero-patronales. La burguesia mexicana tam- bién se da a la tarea de formar un consejo nacional patro- nal, presidido por Aarén Saenz; éste se compromete a clevar la produccién para la defensa nacional y a apoyar el cumplimiento de los compromisos internacionales del go- bierno. Desde el consejo supremo (1942), creado a iniciati- va presidencial, el Estado se aboca a “regular” Ja vida na- cional. ‘Como puede apreciarse, la politica de la administracién avilacamachista va mas alld de simples “rectificaciones conciliadoras”. Revela el caracter burgués del Estado y de wv om La revolucién cuesta abajo n su gesti6n econémica y politica; la revolucién que las clases populares veian cristalizadas en las reformas cardenistas habia terminado. El gran viraje se expresa en todos los niveles, incluyendo el cultural. En efecto, directamente identificada como una de las herencias del cardenismo, la educacién socialista es uno de los puntos de ataque dentro y fuera del Estado. Este hace explicito su propésito de matizar y abrir las puertas a las ideas modernas del capital y de losintelectuales “sensatos” Contra lo que generalmente se piensa, la educacién so- cialista no habia ganado consenso en todas las regiones del pais ni era aceptada por las fuerzas populares. La religion catélica y el panico al comunismo estaban tan arraigados en la cultura popular, que la educacién socialista encontro resistencia en el centro, sur y norte del pais, ahi donde la reforma agraria habia sido débil y la derecha tenia gran influencia. Con una audiencia no despreciable en los mi nes y convocatorias de la derecha (PAN, sinarquismo, Unién Nacional de Padres de Familia, confederaciones de maestros y jévenes independientes) se exige la libertad de ensefianza, la derogacién del articulo tercero constitucio- nal, la eliminacién de toda doctrina ajena al espiritu nacio- nal y la reivindicacién del derecho de los padres para educar a sus hijos. En ese clima impregnado de anticomunismo, los traba- jadores de la educacién contindan la ardua tarea de confor- mar un sindicato nacional. Tres grupos se definen con relativa claridad: FRMM (creado desde la CNC para agrupar a los maestros rurales), STREM (con influencia de Lombar- do y los comunistas) y SNATE (que representa al sector opositor de la educacién socialista). Tras frustrados inten- tos de lograr la unidad de magisterio, en 1943 el presidente interviene y logra la fundacién del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educacién, del que es se¢retario Luis Chavez Orozco, destacado historiador que apoya la educa- cién socialista. Desde su campaiia presidencial, Avila Camacho habia planteado la necesidad de revisar a fondo el articulo tercero

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