Sunteți pe pagina 1din 1

UNIDAD IV.

1 ACTIVIDAD 1

Reflexionar sobre la posibilidad de mediacin en situaciones de


violencia de gnero.

De conformidad con lo dispuesto en el artculo 44 de la Ley


Orgnica 1/2004 la mediacin familiar est vedada en los
procesos de separacin y divorcio en los que exista violencia.
Dicho precepto vincula a las Comunidades Autnomas al abordar
sus respectivos textos reguladores de la Mediacin Familiar.

Tal y como recoge el trabajo de Isabel Espn Alba,


bsicamente hay dos corrientes de opinin totalmente opuestas
acerca de la posibilidad de la mediacin familiar en los
supuestos de violencia de gnero. Ambas posiciones cuentan con
poderosos argumentos defendidos por organismos con autoridad y
prestigio en el mbito de la justicia y la doctrina
especializada.

La prohibicin legal de la mediacin intrajudicial en los


procesos de violencia de gnero es consecuente con el concepto y
la naturaleza misma de la Mediacin Familiar. La mediacin no
debe aplicarse nunca en estos casos porque las partes no estn
en igualdad de condiciones a la hora de alcanzar un acuerdo. En
la mediacin, cada una de las partes debe tener algn medio de
influir positiva o negativamente sobre la otra, lo que equivale
a ausencia total de coacciones, ya sea psquica, fsica o miedo.
Si la influencia mutua no es la misma, y una parte es capaz de
imponer a otra un arreglo insatisfactorio, tendremos que
preguntarnos si el mediador debe reforzar o no a la parte ms
dbil y -en su caso- cmo lo har, puesto que uno de sus
principios de actuacin es la imparcialidad y la neutralidad.
Adems, en la mediacin la vctima y el agresor tienen que
dialogar frente a frente sin intermediarios lo que conlleva un
coste emocional incalculable para la primera. Al no trabajar con
el concepto de culpa, se le requiere a la vctima que sea
conciliatoria, lo que causa un profundo efecto psicolgico
negativo en la mujer. En este sentido, corroboro la dificultad
de establecer los grados de violencia para admitir la mediacin,
puesto que entraramos en una casustica que desnaturalizara el
propio concepto de violencia de gnero. La justicia tampoco es
autmata y no todas las denuncias de violencia de gnero llevan
aparejada una orden de proteccin o una condena de crcel.

S-ar putea să vă placă și