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El corazn del Padre El asunto haba empezado casi dos lustros antes cuando, por obra
Mito y rito del juego de la pelota de mis amigos Alejandro Reyes y Fernando Garavito, haba sido vin-
culado a una labor editorial de mitologa uitoto que por ese entonces
(1971) interesaba a Colcultura, y que nunca lleg a cristalizar. Una
Relator: Abuelo Flix Kuegajima vez atrapado en la maravillosa telaraa de los relatos que inicialmente
El Encanto, ro Caraparan, 1974 llegaron a mis manos, las cosas tomaron el camino apropiado: pro-
Recopilacin y traduccin: Abuelos Jos Garca y Jitoma Zaama (Bogot, 1978) fundizar en la cultura selvtica respectiva para poder orientarme en
la selva de los mitos bosque inicialmente, una manigua de smbolos
que repite la intrincada y aparentemente desordenada monotona de
la Amazonia, pero parque* al nal: mapa que articula la realidad en el
innito juego de hacerla eso, realidad.
Introito Andando el tiempo, los viajes y trabajos de campo se sucedieron
Rumbo a la maloca cruc la cancha de bsquet que tambin utiliza- dejando el alma habitada por ros tan anchos que entre sus distantes
ban para jugar microftbol. Quera or nuevamente la chchara de las orillas cabe en las noches todo el rmamento, o bien dejndola reticu-
mujeres mientras preparaban el casabe. Mucho chisme fresco deba lada por delgados cursos de agua que discurren discretamente en la
haber luego del recin pasado escndalo del rapto de la muchacha, penumbra preada de grmenes de la oresta, o marcada por el xtasis
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toda vez que inicialmente se haba corrido el rumor de que yo o de los ritos con que los viejos sostienen y generan un mundo en donde 53
alguno de mis acompaantes indgenas haba sido el culpable del cada palabra ha de quedar guardada en la redondez plenitud de la
* En este punto el Abuelo Flix, narrador del mito, se dirige personalmente al recopila- * Se reere a que estas palabras no se encuentran en el libro de la selva o del ro, es decir,
dor, Jos Octavio Garca (Jitoma Zaama). mbitos emparentados con el mundo no humano, en denitiva, con el caos. El sentido
dentro de las gentes que se interesan por l. No es propiedad de nadie
en particular.* Esas son las tradiciones que nos han recomendado los
antiguos. Nunca vayas a olvidar ni abandonar este rafue, ni la coca, ni
el tabaco.
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Las palabras del origen