Boletin de la A.G-E. N# 20~ 1995, pigs. 195-146
EVALUACION DE TIERRAS Y SISTEMAS DE
INFORMACION GEOGRAFICA EN
LA PLANIFICACION DE LOS MONTES DE TOLEDO
JL, Labrandero
J. Martinez Vega
Insuto de Economia y Geogata (CSIC)
RESUMEN
Se presenta una aplicacién de la metodologfa de Evaluacién de Tierras, propuesta por la
FAO y adaptada a regiones mediterrdneas, bajo el entomo de un Sistema de Informacién
Geogréfica (SIG) como instrumentos de ayuda al planificador. Su empleo facilita la toma de
decisiones en la intervencién y gestidn del territorio, en este caso, de una zona de agricultura
de montafia: Los Montes de Toledo,
Palabras clave: SIGs, evaluacién de tierras, Montes de Toledo.
ABSTRACT
LAND EVALUATION AND GIS IN REGIONAL PLANNING: THE «MONTES DE
TOLEDO» CASE.
This paper describes the application of a land evaluation method based on the FAO
guidelines. The general procedure was adapted somewhat to specific Mediterranean condi-
tions. A GIS was thoroughly used, as a tool for decision making, when performing the land
evaluation task. The area of study was a marginal agricultural region: Los Montes de
Toledo, in Central Spain.
Key words: GIS, land evaluation, Montes de Toledo.
135|, INTRODUCCION
Este articulo se enmarca en el proyecto titulado Nuevas tecnologias aplicadas al diag-
néstico y planificacién ambiental en Espafia y Latinoamérica (SIGs y Teledeteccién), finan-
ciado por la CICYT'. Entre otros objetives, uno de los primordiales es Ia valoracién de
técnicas (SIGs y Teledeteccién) y métodos (Evaluacién de tierras) en Ia planificacin de
territorios iberoamericanos con problemética ambiental diversa.
Se eligieron cinco reas piloto (dos espafiolas, dos argentinas y una brasilefia) sobre las
que se ensayaron diversas técnicas y métodos con objeto de obtener resultados ttiles para la
ordenacién de sus respectivos ambientes rurales. Uno de los escenarios espafioles es repre-
sentativo de las freas desfavorecidas y, en particular, de las zonas de agricultura de montaiia.
Se trata de la comarca de ESPINOSO DEL REY, en el coraz6n de Los Montes de Toledo
(Espaiia Central). Su realidad socioeconémica no difiere mucho de la existente en otras
serranfas espaiiolas.
Su territorio se va abandonando paulatinamente como consecuencia de la realidad social
espaiiola y, sobre todo, por Ia falta de previsién de los organismos competentes encargados
de ta planificacién del uso y aprovechamiento de las zonas rurales de montaiia.
La tendencia de los habitantes de estas 4reas a considerar la posibilidad de trastadarse a
los grandes niicleos urbanos es una meta acorde con la mentalidad actual de que e! futuro
ms préspero se puede encontrar en las ciudades. El deseo de tener nuevos alicientes y de
vivir en unas condiciones sociales distintas son manifestaciones de las gentes rurales que, a
excepcién de las personas mayores arraigadas a tradiciones, va en aumento y produce
movimnientos irreversibles de las familias a las grandes urbes.
Las coordenadas que definen este entorno nos refieren a recursos naturales pobres,
escaso bienestar social, pocas perspectivas de mejoras a corto plazo, carencias de atractivo
para los j6venes, falta de voluntad por parte de las nuevas generaciones de permanecer en el
temtitorio, edad elevada de a poblacién, aumento progresivo de tierras abandonadas; en
definitiva, mentalidad de perdedor por el solo hecho de permanecer en el lugar. Todas estas
circunstancias son argumentos suficientes como para que se creen generalizados deseos de
cambiar el lugar de residencia y de actividad econémica.
Desde el punto de vista ambiental, uno de los principales problemas encontrados es el
abandono de tierras. La falta de atenci6n y cuidado al campo produce un progresivo deterio-
10 de los recursos naturales y una grave situacién de degradacién ambiental en su riqueza
natural y paisajfstica. Consideramos fundamental diagnosticar y planificar nuevas estrate-
gias capaces de orientar y corregit las tendencias que la sociedad rural, de forma esponténea,
imprime al territorio, y que actualmente ponen en peligro las actividades derivadas del uso
tradicional de los recursos al quebrarse la armonfa que debe existir entre el hombre y el
medio.
1. Los autores expresan su agradecimiento al Programa Nacional de Estudios Sociales y Culturales sobre
América Latina (Proyecto AME91-0684). Asimismo, conviene decir que este trabajo no hubiese sido posible sin la
30%) y
diferenciada esta condiciGn es el suelo (1), como factor limitante, el que va a ir marcando la
vocacién de la unidad cartogréfica. La profundidad stil: somera (<25 cm), escasa (25-50
em), moderada (50-75 cm) 0 elevada (>75 cm); la textura equilibrada, ligera o pesada; la
pedregosidad y/o rocosidad (<15%, entre 15-40%, >40%); el drenaje bueno, moderado,
140: Cuadro 2
EVALUACION EGOLOGIGA DE (AS TIERRAS DE ESPINOSO DEL REY
cies | Chie sondees sopete
|__ de Capac de Uso” Factores limitantes (en ha)
1 | s2 Lb 250,38
2 82 thn 4.233,69
3 83 1 3.591,50
4 83 ul 14.684,47
sual s3 i 2.872,82
6 83 te 4,064.88
7 N t 757,80
8 N 1 1.21159
9 N ul 12.142,45
10 N the 9.160,80
" $2: Capacidad de uso buena ®t pendiente
3: Capacidad de uso moderada I: suelo
1: Capacidad de uso marginal 1: riesgos de erosion
bs: deficiencia bioctimatica
Fuente: Datos de campo y de laboratori.
deficiente 0 excesivo; y la salinidad (<4 mmhos/em, entre 4-8 mmhos/em, 8-12 mmbhos/em,
>12 mmhos/em) son los parimetros que determinan las caracteristicas de este factor.
En el factor riesgo de erosién (r) se tienen en cuenta la erodibilidad del suelo (ligera,
moderada, elevada), la pendiente (<15%, 15-30%, >30%), la densidad de vegetacidn (eleva-
da, moderada, mula) y la erosividad de la Huvia o valor de R de la USLE (ligera, moderada,
fuerte, muy fuerte).
La deficiencia bioclimética (b) como factor limitante, considera et grado de humedad
equivalente a la relaciGn precipitacin/evapotranspiracién potencial como suficiente (1),
moderado (1-1/2), escaso (1/2-1/3), muy escaso (<1/3) y el riesgo de helada, en funcién del
n° de meses con temperatura media inferior a 6° C, nulo o ligero (<2 meses), moderado (2-
5 meses), elevado (>5 meses).
El resultado de la evaluaci6n para cada unidad de tierra considerada se expresa como una
clase de capacidad de uso y subclase diferenciada por algiin factor limitante (cuadro 2).
Las 17 unidades cartogréfieas de suelos presentan fuertes limitaciones en su capacidad
de uso, por la propia fertilidad del suelo y las restricciones por pendiente, riesgos de erosién
y deficiencia bioclimética.
Como se puede observar, en general, las tierras poseen una capacidad moderada de uso
agricola o forestal ($3) requiriendo diversas précticas de conservacién para evitar la degra-
dacién de Ios suelos y de los paisajes como consecuencia de as combinaciones especificas
(edéficas, clinométricas y de riesgos de erosi6n). Es la clase mas extensa (ocupa 25.213 ha,
€1 47,5% del total).
141Cerca de 23.272 ha (43,9% de la superficie total) tienen una capacidad de uso marginal
(N) entre los que se incluyen afloramientos y canchales. Presentan condiciones ecolégicas
inadecuadas para cualquier tipo de explotacién. Precisan una decidida proteccién para evitar
su irreversible degradacién ambiental
Por tiltimo, en este espacio geogrifico, no aparecen clases de tierra con excelente
capacidad de uso ($1). Las limitaciones de pendiente, suelo, riesgos de erosi6n y deficien-
cias bioclimaticas se hacen notar. Las mejores tierras tan s6lo alcanzan la calificacién de
buena (S2) en dos subclases con muy reducida extensién superficial (4,483 ha).
Hasta ahora hemos procedido a evaluar las tierras basdndonos en datos puntuales. Sin
embargo, para que la evaluacién se haga extensiva a todo el territorio y dispongamos de
cartograffa hemos integrado los resultados en nuestro SIG.
VI. APTITUD DE LAS TIERRAS
Consideramos que la evaluaci6n de tierras es el primer paso en la planificacién. Poste~
riormente, tal como sugiere la FAO (1976), se deben comparar los usos potenciales del suelo
con los reales de forma que se establezca una valoracién de los usos idéneos y de los que no
lo son, estudiando las causas y proponiendo nuevas iniciativas que tiendan a aprovechar
adecuadamente los recursos naturales.
Por tanto, para cartografiar los usos potenciales o aptitud de las tierras hemos tenido en
cuenta el mapa edafolégico en donde estin representadas 17 unidades cartogréficas, el mapa
de pendientes generado a partir del modelo topogréfico digital —con tres categorias: < 8%,
entre 8-30% y mayor de 30%— (Martinez Vega et al., 1994) y los resultados obtenidos al
evaluar Ia capacidad general de uso de las tierras. El software MGE Analyst se ha utilizado
para conseguir un nuevo mapa derivado, denominado de aptitudes de las tierras.
El objetivo de este mapa sintético es mostrar ¢ inventariar la capacidad productiva
potencial de las tierras en funci6n, principalmente, de la combinacién especifica de los
factores fisicos que existen en ese territorio.
Este mapa temitico es el resultado de 1a superposicin e interseccién de otros mapas
analiticos (fig. 1) que describen las caracteristicas del terreno més influyentes (edéficas,
clinométricas, altimétricas y de orientaci6n). Otras de importancia (climéticas y erosién) se
hallan implicitas en el mapa de evaluacién ecol6gica de las tierras.
La informacién del mapa de aptitudes? se ha sintetizado en 8 clases. A continuacién se
describen cada una de ellas.
La clase de aptitud 1 (Agricola buena) incluye Fluvisoles, Cambisoles y Acrisoles,
como unidades principales de suelos, con una pendiente menor del 8%. No presentan
problemas de mecanizacién ageicola. Riesgo de erosién y limitaciones edéficas y climéticas
condicionan algunas medidas de conservacién de suelos con el fin de mantener la capacidad
productiva agricola,
Las superficies incluidas en la clase de aptitud 2 (Agricola moderada) coinciden con las
3. Bste mapa, al igual que los otros citados, no se ha reproducido por motivos téenicos. El original esté
disefiado en color, a escala 1/50.000, en formato DIN-A1, en soporte de papel, sobre una base cartogréfica
generalizada,
142("aat) —
( tmigenes )
|, saténte:
Figura 1
FLUJO DE TRABAJO PARA LA OBTENCION DEL MAPA DE APTITUDES
143reas denominadas rafias, definidas por su morfologfa plana, estructura digitada, hidromor-
fismo y encharcamiento de los Planosoles. Dirigir estas zonas para que se vayan transfor-
mando en tipicas dehesas, reduciendo la intensidad de explotaciGn agricola-ganadera, seria
un acertado objetivo para ta planificacién ambiental.
Los suelos que integran Ia clase de aptitud 3 (Forestal buena) son Acrisoles, Cambiso-
Jes y minimas Areas de Fluvisoles. Su vocaciGn forestal y no agricola, se debe tinicamente a
la pendiente como factor limitante para el empleo de maquinaria agricola
Las tierras comprendidas en Ja clase de aptitud 4 (Forestal moderada) son de una clara
vocacién forestal. La capacidad forestal productiva de esta categoria es importante por la
profundidad til de los Regosoles y Cambisoles. Las especies forestales aut6ctonas presen-
tan ventajas de adaptaci6n al medio, y no rompen la armonfa del paisaje caracteristico del
lugar.
La capacidad moderada de uso de la clase 5 (Forestal marginal) unido a los riesgos de
erosi6n de sus suelos, Ia convierten en clase marginal. La profundidad vsti! de los suelos,
‘comprendida entre 25-50 cms, es una condicién importante para el desarrollo radicular de
especies forestales. Hay que cuidar la conservacién del suelo de esta categoria con el fin de
aumentar progresivamente su capacidad forestal.
Los terrenos de Ia clase de aptitud 6 (Monte bajo — pastizal) tienen una capacidad
moderada de uso que se ve negativamente influida por una pendiente siempre mayor del
30%. El riesgo de erosidn se hace patente y actualmente los suelos estén soportando impor-
tantes pérdidas de componentes minerales. La regeneraci6n del monte bajo para ir conquis-
tando nuevos estadios de vegetaci6n autéctona s6lo se conseguird cuidando y manteniendo
el medio.
Las tierras calificadas como clase de aptitud 7 (Matorral — pastizal) son muy vulne~
ables a que su degradaci6n —importante actualmente— se acentiie por no reunir condicio-
nes ecol6gicas para cualquier tipo de explotacién agricola o forestal. Regosoles, Leptosoles
xy Cambisoles, con escasa profundidad vitil y elevadas pendientes, son los grupos principales
de suelos que se encuentran en esta clase de aptitud. Es necesario tomar medidas para
regenerar el matorral-pastizal (nica asociaciGn vegetal capaz. de soportar las condiciones
intrinsecas y extrinsecas de los suelos).
Los Leptosoles, en su mayorfa Iiticos con una profundidad menor de 10 ems, los
afloramientos rocosos y los canchales, originados por la meteorizacién fisica de las rocas,
integran esta tltima categoria de aptitud 8 (Afloramientos — canchales). La capacidad de
uso es marginal aunque, paisajfsticamente, constituyen parajes pintorescos.
Vil. CONCLUSIONES
Desde el punto de vista del empleo de los SIGs tan s6lo podemos corroborar una
evidencia: su gran eficacia tanto en la evaluacién como en el diagndstico y toma de decisio-
nes en la planificaci6n de cualquier espacio geogrifico.
Por otra paste, el principal inconveniente surgido en la aplicacién de la evaluacién de
tierras es que se consideran, fundamentalmente, pardmetros biofisicos. Mientras tanto, algu-
nos aspectos humanos tales como las précticas culturales, las limitaciones estructurales de
os modos productivos, la coyuntura de los mercados, las formas de vida 0 e] impacto de las
144politicas socio-econémicas en los aprovechamientos de la superficie no son tenidos en
cuenta, en la medida en que serfa deseable.
La FAO establece los procedimientos para tener en cuenta estos factores socio-econ6mi-
cos (FAO, 1976, p. 40). Sin embargo, sabemos que éstos son dificilmente evaluables y
comparables con los indicadores fisicos, mucho més objetivos, por lo general. En este
sentido, creemos que las politicas encaminadas a organizar un tertitorio poseen un impacto
muy concreto en los usos del suelo; no hace falta mas que repasar los ocasionados por la
aplicacién de las politicas comunitarias (Politica Agricola Comunitaria, Politica socio-estructa-
ral en Zonas de Agricultura de Montafia, et.). No es dificil imaginar las transformaciones que
estos nuevos rumbos humanos han ocasionado sobre la utilizacién del territorio, desbordando
incluso este esquema de idoneidad o aplitud de las tierras para determinados usos.
‘A pesar de las limitaciones que plantea esta metodologfa, nos parece de gran utilidad
para orientarnos sobre las limitaciones fisicas que estas tierras poseen y para proponer unos
aprovechamientos distintos, en los casos en que sean necesarios.
Es evidente que el nivel de detalle que proporciona la escala de trabajo (1/50.000) no es
vélido para hacer un estudio de las potencialidades a nivel de parcela o explotacién. Sin
embargo nos parece suficiente para conseguir uno de los objetivos perseguidos: aportar una
visién de conjunto al planificador de forma que pueda tomar decisiones estratégicas a nivel
subregional.
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146