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Antes de hablar del sector energtico, quiero recordar que, durante los ltimos aos,
hemos padecido una crisis generada por los sectores ms poderosos de la sociedad
para empobrecernos. Eso ha ido acompaado de una represiva ley mordaza y de la
criminalizacin de los sectores combativos. As, hemos visto como se pedan penas de
varios aos de crcel para sindicalistas, cmo se multaba y encarcelaba a activistas
contra los desahucios por defender el derecho a la vivienda, cmo han emigrado
nuestros jvenes al extranjero para buscarse un futuro que aqu slo garantizaba
precariedad y contratos basura, como se nos deca que no haba alternativa al
capitalismo aunque esto supusiera como supone un suicidio social, o cmo desde los
medios de comunicacin se denigraba a fuerzas polticas que haban mantenido
una histrica y honesta tradicin de lucha por las libertades y la justicia social. S,
hemos soportado tanto la crisis, como la difamacin, la burla o la crcel.
Y ahora vamos con el sector elctrico. Como sabis, este es estratgico para
cualquier pas, no solo porque es fundamental para satisfacer las necesidades
bsicas de las personas sino porque, adems, condiciona el desarrollo del resto de
los sectores econmicos.
Sus beneficios astronmicos, que pagamos entre todas y todos con mucho esfuerzo,
se queda en manos de una minora de privilegiados.
Por todo esto, es necesario que los trabajadores y las trabajadoras reclamemos que
se restituya al pas lo que antes era de todos y todas: que vuelvan a hacerse pblicas
las grandes empresas elctricas.
En conclusin:
Las consecuencias de la privatizacin son: energa cada vez ms cara,
destruccin de empleos y precarizacin, cortes de Luz a las familias sin
ingresos, dependencia exterior, beneficios para una minora.