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La reflexin del docente debe partir del gusto y el amor por ser parte del proceso
educativo, si no amamos lo que hacemos difcilmente podremos hacer que otros
los hagan. Cuando nos vinculamos afectivamente con el proceso educativo
podemos realizar con ms inters nuestras actividades. Ahora bien, es necesario
que el docente est preparado tericamente y tenga un dominio claro del rea del
conocimiento que trabaja, siempre teniendo presente las estrategias
metodolgicas y didcticas que permitan llegar a un buen desarrollo del proceso, y
por su puesto contemplar siempre varias posibilidades de llevar a cabo las
actividades y permitir la flexibilidad en ellas, lo que permitir una constante
retroalimentacin que siempre dar nuevas lecciones para seguir mejorando.
Esta reflexin debe partir tambin de los roles que cumple el docente frente al
proceso de enseanza aprendizaje visto de este modelo pedaggico por
competencias, en donde estn en proceso de formacin seres humanos integrales,
lo cual implica que dicho proceso se lleve a cabo de manera holstica. De este
modo, se vincula la parte tica y humana con la educacin, no como parte de
relleno, si no como el eje fundamental que nos permitir formarnos como sociedad,
lo cual nos conducir a ser individuos capaces de transformar positivamente
aquellos problemas que han afectado a la humanidad desde sus inicios. Por
ejemplo, si nos formamos como economistas, podramos mirar ms all de querer
ser el jefe o administrador de una gran aprensa, y ms bien crear alternativas que
ayuden a una sociedad a salir de sus crisis econmicas partiendo de estrategias
sostenibles que vinculen a un conglomerado social.
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