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Gino Germani (1973)

CAPÍTULO XVIII. EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO: EL ROL DE LOS


OBREROS Y DE LOS MIGRANTES INTERNOS

En los últimos tiempos se han publicado varios trabajos que cuestionan el significado histórico del peronismo,
la índole de su apoyo entre 1943-1946, el tipo de alianzas de clase involucrado y su importancia para la teoría
política y los estudios comparados, en especial las hipótesis sobre el rol de la movilización y del
“desplazamiento” el autoritarismo de la clase trabajadora, factores estructurales versus psicológicos, etc.
En este trabajo me voy a referir a la base social del peronismo y a la naturaleza del movimiento en sus
orígenes. En particular se considerará la composición por clase social del apoyo popular (no de las élites),
la composición interna de los sectores obreros urbanos (migrantes y no migrantes), y su rol respectivo en
el surgimiento y triunfo del movimiento, así como los cambios estructurales que provocaron el
desplazamiento de una considerable proporción de la población del país. También se examinarán los
posibles efectos de este último fenómeno (desplazamiento de población) en los cambios psicosociales
expresados políticamente con la aparición del peronismo y el papel de las organizaciones sindicales
preexistentes por un lado, y la espontaneidad del sector obrero urbano, por el otro.
Cualquier movimiento político hasta el más clasista, tiene un componente bastante grande de estratos sociales
distintos al que supuestamente representa. Los partidos comunistas y socialistas en Italia, Francia y muchos
otros partidos se basan en un apoyo relativamente heterogéneo, visto desde una perspectiva comparada el caso
del peronismo es de UNA HOMOGENEIDAD bastante alta, obtiene un apoyo masivo de obreros como
empleados de oficina, vendedores menores en las áreas menos urbanizadas, así como del estrato intermedio
arcaico (y pobre) que forma parte de las clases bajas en las comunidades pequeñas. Pero el apoyo decidido
vino de LOS OBREROS MANUALES, cuyo gran aumento y desplazamiento hizo posible la existencia
misma del movimiento. Su característica dinámica es la acción en la calle, si he denominado al peronismo un
movimiento nacional populista es porque adquirió su peculiar forma a través de una ‘alianza de clase”
implícita entre los obreros nuevos y los nuevos empresarios industriales.

Composición de la clase obrera urbana

1) La proporción de migrantes internos: hacia 1945-46 la mayor parte de la clase obrera nativa y urbana en
Bs. As. había sido reemplazada por los recién llegados de las provincias. Este reemplazo se produjo por un
desplazamiento masivo de la mano de obra a través de un proceso de ascenso social - inter e intrageneracional
- dentro de la clase obrera preexistente.
2) La proporción de migrantes “recientes”: Si aceptamos un plazo de 10 años de residencia máxima en la
ciudad para esta clasificación se puede considerar migrante “reciente”a la mayoría de migrantes internos que
arribaron, por lo tanto en 1947 la clase trabajadora en el área estaba formada por el 27% de nativos y un 73%
de migrantes recientes en su mayor parte con menos de 5 años de residencia urbana y se constituyó en el más
alto en el voto y el apoyo peronista.
3) Experiencia moderna e industrial previa de los migrantes en la vida y el trabajo: Hay dos lados de la
cuestión:
a) Modernismo relativo (a donde llegan Bs. As). Como en la mayoría de los países desarrollados o en vías de
desarrollo encontramos en la Argentina un “centro”y una “periferia”. El primero (centro) lo constituye Bs. As.
y las provincias del Litoral y el segundo (periferia) la mayoría de las regiones circundantes y las provincias
internas del centro. La mayoría de la riqueza, la industria, alfabetismo, se concentra en la región “centro”.
b) Tradicionalismo (en regiones de origen) debido a que provenían en la mayor parte del campo su
poca experiencia previa a la migración era agrícola y no industrial. La mayor parte del subdesarrollo está en la
“periferia”: pobreza, anafalbetismo, desempleo, marginalidad, estructuras económicas arcaicas, es menos
moderna en términos de educación, movilidad y relaciones de interclase, tamaño y tipo de familia. La
periferia conserva gran parte de lo que fue la sociedad previa a la inmigración europea.
c) La mayoría de los migrantes procede de las ciudades chicas y pueblos, en 1947 obviamente el
origen rural o de pueblo chico de los migrantes era muchos mayor debido al menor grado de urbanización en
ese momento.
Antes de 1930 la mayoría de los migrantes nativos venían de “distancias cortas”mientras que la migración
interna masiva provenía de “larga distancia”. Las tasas más altas de emigración del país que se observan en
1947 se localizan en la región “periférica”. Por otro lado los migrantes criollos también provenían de la región
central dada su distribución desproporcionada en la arcaica estructura productiva comparada con los
inmigrantes extranjeros y sus descendientes. (En Bs. As. –región central- había más inmigrantes que
migrantes criollos -provenientes de distancias cercanas).
Pero la actividad agrícola no es la única experiencia de trabajo “no industrial” o “no moderna”. En realidad
los asalariados de las economías agrarias no difieren muchos de los obreros industriales urbanos, desde el
punto de vista de su “conciencia proletaria”. El origen rural de los migrantes ya ha demostrado una alta
proporción de atraso premigratorio. Más aún en el sector primario el cambio de la agricultura a la ganadería
involucró la desaparición de un número alto de agricultores independientes. Los migrantes rurales
comprendían además peones sin tierra y un sector de pequeños agricultores con formas atrasadas de
campesinado y tenencia de la tierra (algunos fueron propietarios y arrendatarios), debido a que sus relaciones
de trabajo eran arcaicas la experiencia laboral de los asalariados de ese sector también era arcaica y rural. La
mayoría de los migrantes que previamente habían trabajado en los sectores secundarios y terciarios tenía
origen similar en cuanto al estilo de vida y experiencia laboral. Había pequeños artesanos, tenderos,
trabajadores independientes que desarrollaban su actividad con sus familias, empleados domésticos o de
empresas de servicios, changarines, o peones, campesinos golondrinas y otros.
Con la crisis de 1930 y la reducción de la agricultura después de 1938 la situación de ese sector agrario
empeoró, ambos factores produjeron una inmensa restricción del mercado interno y un desempleo intenso.
Las consideraciones precedentes nos llevan a la conclusión de que en los años 1935-1946 la gran mayoría de
los migrantes internos era gente cuya situación previa se caracterizaba por un estilo de vida y experiencia
laboral no industrial y menos moderna, tanto en el sector agrícola como en el no agrícola.

Índole y magnitud del desplazamiento, 1935 a 1945

Tanto en el desplazamiento como en los movimientos sociales y políticos es fundamental considerar los
cambios en dos aspectos principales de la sociedad: 1) la estructura socioeconómica y 2) la composición
socio-cultural de las poblaciones de la región “central ‘y en la “periferia”.

1) Cambios en la estructura socioeconómica y en la estratificación ocupacional de las regiones periféricas


y centrales desde 1935 hasta 1946.
La ausencia de censos de población entre 1914 y 1947 constituye un obstáculo serio para reconstruir una
situación. Se produjeron dos tipos de modificaciones: a) traslado masivo del sector agrícola al industrial y de
servicios, con una transformacion interna de todos ellos. Esos cambios cualitativos y cuantitativos se debieron
a dos factores: externos e internos.
Externos: la Gran Depresión, y la Segunda Guerra Mundial. Al provocarse el derrumbe de la economía
agroexportadora se creó una protección a la industria nacional. La guerra intensificó este proceso y
contribuyó más aún a reducir los precios agrícolas (no había demanda de productos agrícolas a causa de la
guerra y antes que se perdiera la producción se bajaban los precios a ver si los podían colocar en algún
mercado externo) aumentando al mismo tiempo el valor de los de exportación de carnes (no olvidar que el
tipo de cambio favorecía a la exportación), si bien por otra parte se intensificó la sustitución de importaciones
y el crecimiento industrial. El impacto de la depresión de 1930 produjo una crisis en los precios de
exportación de agricultura pero no ocasionó que esta se detuviera en su expansión que continuó hasta 1937
(al contrario de la ganadería).
Durante el período entre ambas guerras hasta 1938 el auge de la agricultura significó un aumento del sector
en cuanto a la ocupación de tierras menos productivas y fue record en toda la historia argentina hasta la
actualidad. Lo que sí ocurrió es que las “chacras subfamiliares” (unidades subeconómicas) no alcanzaban a
cubrir los medios de subsistencia para una familia, eran atrasadas y les faltaba inversión de capital adecuada
a su explotación económica

Internos: Abarcan desde sistemas antiguos de tenencia de la tierra, circunstancias que retardaron la
industrialización, o hechos coyunturales (por ejemplo la evolución de la carne en el mercado internacional).
El sistema muy generalizado de arrendamiento y otras formas de tenencia de la tierra, junto con el deterioro
de las mismas (por su explotación económica) contribuyó a que los pequeños agricultores fueses más
vulnerables. Mientras los grandes propietarios dedicaron parte de sus tierras a la ganadería que ahora era más
rentable y otros se dedicaron a las “cosechas industriales” (productos agrícolas que pudieran ser usados en la
industria (creería por ejemplo tomates para envasar, maíz para el aceite u otros), el sector marginal de la
agricultura sufrió una decadencia catastrófica y una proporción bastante considerable tuvo que abandonar sus
tierras.
Estos cambios modificaron al sector primario al mismo tiempo que en la industria se producía un salto
cuantitativo y cualitativo. En la década 1935-1946 este proceso de industrialización se aceleró enormemente.
En efecto se puede estimar que todos los incrementos en el sector secundario se produjeron en la industria
manufacturera cuya mano de obra pasó del 30% (en 1936) al 50% en 1946 mientras la de los artesanos
bajaba muchísimo.
Hubo cambios similares en el sector terciario, (bienes y servicios) hasta la década del 30 su crecimiento fue
lento y durante los años siguientes aumentó considerablemente experimentando una transformación interna
sustancial: con una concentración tecnológica y económica, se modernizó el mercado interno con rápida
urbanización (construcción en auge) y consumo masivo (por mejores salarios) . El estado cumplió un nuevo
rol (intervencionista), se amplió el sector público, mayor burocratización, gran aumento de la educación y
mejoras en otros servicios (turismo popular, vacaciones de la clase obrera) todo implicó un cambio en la
escala de la sociedad y al modernizarse el sector terciario reemplazó al terciario tradicional tan común de las
economías en desarrollo.

2) Segunda modificación: Desaparición de la inmigración europea y cambios en la composición socio-


cultural de la población.
Los cambios fueron drásticos y veloces y exigieron una amplia redistribución de la población que no puede
entenderse sin considerar los aspectos mencionados anteriormente en el punto 1. (Regiones centrales y
periféricas, factores internos y externos) .
La inmigración europea masiva finalizó súbitamente en 1930, hasta 1930 los europeos constituían la mayor
parte de la población que trabajaba en la industria y servicios especialmente en el sector moderno; los
inmigrantes habían ayudado a establecer una agricultura moderna, los europeos se concentraron
especialmente en las regiones “centrales” .y en las grandes ciudades siendo menor en la periferia.
La composición de la clase obrera y de sus elementos migrantes en Buenos Aires y en otros centros urbanos
así como también las pautas de expulsión de la agricultura y el crecimiento de los sectores secundario y
terciario se combinaron con las modificaciones que se produjeron en el reclutamiento de la mano de obra en
1930. Cuando se incrementaron tanto las nuevas demandas de industria y servicios modernos ya había
desaparecido la reserva normal de mano de obra constituida por los inmigrantes. Ahora la migración interna
(que era el exceso de población desplazada de la agricultura) reemplaza a la internacional.
El análisis de los cambios estructurales desemboca en la misma conclusión que exhibe la composición de la
clase obrera urbana en función de experiencia laboral previa y lugar de origen:
Hay que destacar varios aspectos:
1) el impacto de la transformación y el “desplazamiento”afectó no solo a los centros urbanos y al área
central sino a todo el país.
2) Estuvo acompañado por un vasto proceso de sustitución de obreros urbanos preexistentes por migrantes
internos.
3) Esta sustitución se llevó a cabo por el ascenso social (se había constituido una clase media (hija de los
antiguos obreros de la ciudad) y otros habían pasado de empleos no calificados a ocupaciones calificadas.
4) Los migrantes provinieron de aquellas áreas menos modificadas por la inmigración de ultramar (o sea de
la periferia)
La Argentina “inmigrante”, en cambio había surgido del gran crisol cultural y étnico creado por la
inmigración internacional. El componente “criollo”de la nueva clase trabajadora fue tan prominente que
produjo la aparición de un estereotipo: el cabecita negra que a su vez fue sinónimo de peronismo.
Para los nacionalistas y los de ultraderecha esta clase obrera al ser reconocida por todos se la concibió como
el “retorno”de la Argentina auténtica y como un triunfo sobre ese Buenos Aires y Litoral tan extranjera y
cosmopolita. Para los liberales en cambio pareciera ser la vuelta a la ‘barbarie”del siglo XIX que había
desaparecido con la inmigración europea.
En realidad: fue una etapa de consolidación más en el proceso de construcción nacional, la fusión de la
Argentina “criolla”con la Argentina “inmigrante” o también del: “interior”con el “litoral” . Los recién
llegados (migrantes de la periferia) fueron absorbidos por la nueva cultura nacional renovada.
Esta rápida revisión evidencia que los rápidos cambios socioeconómicos y socioculturales generaron un
impacto produciendo un desplazamiento importante de la población modificando sustancialmente la
composición de las clases bajas y arrojándolas a experiencias de trabajo, estilos de vida y contextos sociales
enteramente nuevos.

El rol del sindicalismo y la nueva clase obrera


Ciertas interpretaciones solían negar, subestimar o dejar de lado el rol desempeñado por los sindicatos
preexistentes a la época peronista en la creación de un apoyo masivo al régimen. Algunos trabajos actuales en
cambio lo consideran como factor central o al menos el más importante en el surgimiento del peronismo.
Se asigna un rol determinante a los sindicatos “viejos”y a la CGT en la creación de una base política para el
peronismo, en la organización de la huelga de Oct/45 y en el apoyo de la candidatura de Perón para las
elecciones.
La actitud del “sindicalismo”, su orientación, su acción política, y el peso de su rol en el peronismo sólo
pueden entenderse en el contexto de las siguientes condiciones:
a) cambio en la composición de las clases trabajadoras y sus características predominantes en el período
1943-45
b) la situación previa, netamente conflictiva de las organizaciones gremiales frente a la represión de los
gobiernos del 30.
c) Esa política de fuerte represión de los 30 por un régimen militar que fue utilizada como crítica y
argumento de Perón para atraer al sindicalismo a su régimen.
d) La cultura política obrera anterior se inclinaba al “exterior”en sus ideologías (marxistas, socialistas,
comunistas) mientras que la nueva cultura política del nuevo proletariado se apoyaba en un líder carismático y
en un movimiento populista.

El poder del Estado. Represión y atracción

El régimen militar comenzó con la represión un mes después del golpe se suprimió una de las dos
Confederaciones Generales del Trabajo y muchos sindicatos fueron intervenidos por el gobierno mientras la
CGT sobreviviente fue sometida a muchos controles. Los dirigentes sindicales y políticos principalmente
comunistas e izquierdistas fueron arrestados enviados a la cárcel.
En Oct/1943 se estableció una ley sumamente restrictiva que debía regular los sindicatos la que fue muy
resistida por los dirigentes gremiales. Si bien Perón la suspendió su propósito fundamental no cambió: sólo
los gremios reconocidos oficialmente por el gobierno podían representar a los obreros en los convenios
colectivos.
La política seguida por Perón era muy flexible y usaba tanto la represión como la atracción frente a las
organizaciones y los dirigentes, aquellos gremios que se oponían a sus intenciones podían ser desconocidos o
cancelárseles la personería gremial, también se los podía disolver o suprimir, de cualquier modo si se oponían
o no colaboraban nada podrían obtener en los conflictos laborales, en la legislación, en los servicios sociales,
etc.)
La represión política, censura de todos los medios de prensa, persecución a los intelectuales, estudiantes,
políticos, continuó hasta junio de 1945, se establecieron un gran número nuevo de gremios para sustituir a
aquellos que rechazaban o se oponían a la política de Perón en tanto otros representaban nuevas ramas de la
actividad u otras no agremiadas.
El porcentaje de afiliados no aumentó entre 1941-45, en consecuencia solo una fracción de los obreros
urbanos estaba agremiada, los nuevos gremios sirvieron a un propósito importante: el de establecer una red de
organización entre la clase obrera y difundir los resultados de la política laboral de Perón y en especial
estimular el contacto directo (en manifestaciones masivas) con el líder.

La “nueva”clase obrera. El peronismo como movimiento de masas y como partido


organizado

Se debe distinguir en el peronismo dos aspectos diferentes:


a) el peronismo como movimiento de masas es decir como expresión de manifestación social y b) el
peronismo como “organización política”
a) Más allá de la retórica peronista y su contrapartida antiperonista (el otro discurso) el 17/10/945 marca la
verdadera encrucijada en la historia argentina. No sólo creó un mito popular que se arraigó en la conciencia
colectiva del pueblo sino que fue decisiva en la victoria del peronismo. Sin embargo el 17 de Octubre de 1945
no se debió a la huelga declarada por el Comité Central de la CGT: fue la expresión de un movimiento de
masas de alto grado d espontaneidad y ello operó sobre la base de una red organizativa pues sería imposible
explicar el curso de los acontecimientos sin su existencia. Pero ninguna organización hubiera podido
funcionar sin la participación activa de la masa. O sea que ni la CGT ni los sindicatos tuvieron un rol
importante o significativo en ese día y en el “movimiento colectivo” que se generó.
Si la CGT era cauta en sus declaraciones, los obreros tenían otra meta: la libertad de Perón

b) Para acceder al poder, un movimiento social no solo necesita un líder sino también una élite y una
organización política, y es allí donde viejos dirigentes sindicales juegan un rol necesario: el de proporcionar
una parte de los cuadros del canal de organización política para las masas movilizadas y su caudillo. Si bien
la creación de un partido político basado en los sindicatos era una idea antigua su creación solo fue posible
gracias al movimiento social de masas, así se fundó el Partido Laborista que creó una organización política
genuina e independiente basada en las masas movilizadas., pero después de las elecciones ese partido quedó
disuelto, ello demuestra que el apoyo de las masas era para el líder no para la organización. En un vínculo
directo.
La situación de la “nueva”clase obrera cambió lentamente, la perdida de autonomía se produjo en los niveles
más altos de la organización (sindicatos sometidos al estado), en la base fue menor y ésta continuó ejerciendo
presión con las huelgas en las condiciones de trabajo por las cuales se luchaba y no lo hacían por motivos
políticos, la intención no era lucha contra Perón a pesar de su régimen represivo. A través de esa resistencia
desarrollaron una conciencia de clase obrera reformista e incorporaron la tradición preexistente del activismo
obrero con implicancias políticas diferentes, la organización aquí se dio desde abajo para la formación de una
moderna clase obrera urbana y no desde arriba como en Brasil.

[Gino Germani, “El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y de los migrantes internos”, en
Torcuato S. Di Tella (compilador), Sociedad y estado en América Latina, Editorial Universitaria de
Buenos Aires, 1985, pp. 195-211.]

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