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La insulina es una proteína compuesta de dos cadenas de aminoácidos unidas por enlaces disulfuro. Se sintetiza en las células beta del páncreas a partir de la traducción del ARN de la insulina en una preprohormona que luego se escinde en proinsulina y finalmente insulina. La insulina se une a receptores de membrana en las células diana activándolos, lo que desencadena efectos como facilitar la captación y almacenamiento de glucosa en el hígado en forma de glucógen
La insulina es una proteína compuesta de dos cadenas de aminoácidos unidas por enlaces disulfuro. Se sintetiza en las células beta del páncreas a partir de la traducción del ARN de la insulina en una preprohormona que luego se escinde en proinsulina y finalmente insulina. La insulina se une a receptores de membrana en las células diana activándolos, lo que desencadena efectos como facilitar la captación y almacenamiento de glucosa en el hígado en forma de glucógen
La insulina es una proteína compuesta de dos cadenas de aminoácidos unidas por enlaces disulfuro. Se sintetiza en las células beta del páncreas a partir de la traducción del ARN de la insulina en una preprohormona que luego se escinde en proinsulina y finalmente insulina. La insulina se une a receptores de membrana en las células diana activándolos, lo que desencadena efectos como facilitar la captación y almacenamiento de glucosa en el hígado en forma de glucógen
La Insulina es una protena pequea; la humana tiene un peso molecular
de 5808.
Se compone de dos cadenas de aminocidos, unidas entre si por enlaces
disulfuro. Cuando se separan las dos cadenas; desaparece la actividad funcional de la molcula de insulina.
La insulina se sintetiza en las clulas beta con la materia celular habitual
para la sntesis de protenas: primero los ribosomas acoplados al retculo traducen el ARN de la insulina y forman una prepohormona insulnica. Esta prepohormona inicial tiene un peso molecular aproximado de 11.500, pero luego se desdobla en el retculo endoplsmico para formar proinsulina, con un peso molecular cercano a 9000; casi toda la proinsulina sigue escindindose en el aparato de Golgi a insulina y fragmentos peptdicos antes de empaquetarse en los grnulos secretores. No obstante, casi una sexta parte del producto final secretado persiste en forma de proinsulina, que apenas posee actividad insulnica.
La mayor parte de la insulina liberada hacia la sangre circula de forma
no ligada; su semivida plasmtica es de unos 6 minutos por trmino medio y desaparece de la circulacin en unos 10 a 15 minutos. Con excepcin de la parte de insulina que se une a los receptores de las clulas efectoras, el resto se degrada por efecto de la enzima insulinasa, sobre todo en el hgado y, en menor medida, en los riones y en los msculos, y de forma muy ligera en casi todos los dems tejidos. Su desaparicin inmediata del plasma tiene inters porque, a veces, es tan importante desactivar con rapidez el efecto de la insulina como activar sus funciones reguladoras.
ACTIVACIN DE LOS RECEPTORES DE LAS CLULAS EFECTORAS POR LA
INSULINA Y EFECTOS CELULARES RESULTANTES
Para que la insulina inicie sus efectos en las clulas efectoras, ha de
unirse primero y activar una protena receptora de la membrana, con u peso de 300.00. Este receptor activado, y no la insulina, es el que desencadena los efectos posteriores.
El receptor de insulina es una combinacin de cuatro subunidades, en
lazadas a travs de puentes disulfuro: dos subunidades alfa; que se encuentran totalmente fuera de la membrana celular, y dos subunidades beta, que atraviesan la membrana y sobresalen en el interior del citoplasma. La lula pero, debido a su unin con las subunidades beta, las porciones de estas ltimas que se introducen en el interior de la clula se autofosforilan. El receptor de insulina es, por tanto, un ejemplo de receptor unido a enzima. La autofosforilacin de las subunidades beta del receptor va a pasar a activar a una tirosina cinasa.
LA INSULINA FACILITA LA CAPTACIN, EL ALMACENAMIENTO Y LA
UTILIZACIN DE GLUCOSA POR EL HGADO
Uno de los efectos ms importantes de la insulina es el depsito casi
inmediato de glucgeno en el hgado a partir de casi toda la glucosa absorbida despus de una comida.
Ms tarde, entre las comidas, cuando ya no se dispone de alimento y la
glucemia empieza a descender, la secrecin de insulina disminuye con rapidez y el glucgeno heptico se transforma de nuevo en glucosa, que se libera otra vez a la sangre para evitar que la glucemia descienda demasiado. El mecanismo por el cual la insulina facilita la captacin y depsito de glucosa en el hgado comprende varias etapas casi simultneas:
1. La insulina inactiva a la fosforilasa heptica, la enzima principal
encargada de degradar el glucgeo heptico a glucosa. Con ello impide la degradacin del glucgeno ya almacenado por los hepatocitos. 2. La insulina aumenta la captacin de la glucosa sangunea por el hepatocito. 3. La insulina fomenta asimismo la actividad de las enzimas favorecedoras de la sntesis de glucgeno, en particular de la glucgeno sintetasa, responsable de la polimerizacin de los monosacridos para formar molculas de glucgeno. El efecto neto de todas estas acciones es el incremento del glucgeno heptico. El glucgeno puede aumentar hasta un total aproximado del 5% al 6% de la masa heptica, lo que equivale a casi 100 gramos de glucgeno almacenado en todo el hgado.
LA INSULINA FAVORECE LA CONVERSIN DEL EXCESO DE GLUCOSA EN
CIDOS GRASOS E INHIBE LA GLUCONEOGENIA HEPTICA.
Cuando la cantidad de glucosa que entra en el hepatocito es superior a
la que se puede depositar como glucgeno o utilizar para su metabolismo local en el hgado, la insulina favorece la conversin de todo este exceso de glucosa en cidos grasos.
Efecto de La Insulina y Glucagon Sobre El Metabolismo en El Tejido Adiposo, Muscular y Hepatico. y Consecuencias de Resistencia de La Insulina en Ellos