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Elaborado por:
Elena Arbaizar Santamaría
Laura Francisco Carneado
Marianna Cammerinesi
Tutoría y dirección:
Tahira Vargas
Para:
Fundación Abriendo Camino
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Índice
Agradecimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
I. Diseño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
I.1 Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
I.2 Fundamentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
I.3 Objetivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
I.4 Enfoque Metodológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
I.5 Precisiones metodológicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
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III. Prácticas Educativas presentes en las familias
estudiadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
III.1 La principal práctica educativa de padres/madres
es el ejercicio de la violencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
III.1.1 Padres/Madres atribuyen la presencia de
violencia en niños/as a la televisión y la familia. . . 37
III.1.2 Reproducción de la violencia en las
relaciones con los animales. . . . . . . . . . . . . . . . . 37
III.2 Valores que enseñan padres/madres. . . . . . . . . . . . . 37
III.3 Ausencia de orientaciones sobre sexualidad. . . . . . . . 38
III.4 Seguimiento de padres/madres y tutores
a las tareas de la escuela. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
III.5 Valoraciones de padres/madres y tutores
sobre la educación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
III.5.1 Elementos negativos sobre los centros
educativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
III.6 Prácticas de salud, higiene y alimentación. . . . . . . . . 43
III.6.1 Percepciones sobre hábitos alimenticios
presentes en las madres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
III.7 Relaciones de Género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
III.7.1 Presencia de patrones sexistas en la
socialización de niños y niñas en sus hogares. . . . 45
III.7.2 Sistema de control a las hijas en el manejo
de su cuerpo y sus salidas . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
III.7.3 División desigual de roles entre padres
y madres con una mayor carga de
responsabilidad en las madres . . . . . . . . . . . . . . 46
III.7.4 Percepciones sobre la violencia de género. . . . . 48
III.8 Nociones sobre los derechos de las niñas y los niños. . 48
III.9 Labores que realizan niños y niñas en los hogares
estudiados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
III.10 Espacios de recreación y de afecto entre
padres/ madres–hijos/as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
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III.11 Relaciones de niños y niñas con otras
personas adultas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
III.12 Hábitos y rutinas diarias de niños y niñas. . . . . . . . . 53
III.12.1 Actividades que desarrollan en horarios
fuera de la escuela. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
III.13 Conclusiones Capítulo III. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
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I. Diseño
I.1 Antecedentes
Esta investigación se enmarca en el proyecto de “Bibliotarea
II”, financiado por la Secretaría de Estado de Educación a través
de los “Fondos Concursables para el Desarrollo de Innovaciones
Educativas” y ejecutado por la Fundación Abriendo Camino.
Desde su creación en 2003, la Fundación Abriendo Camino,
organización dominicana sin fines de lucro, desarrolla progra-
mas de educación básica integral y de formación profesional.
Sus beneficiarios son los/as niños/as, sus padres, madres y
tutores y, en general, la comunidad de Villas Agrícolas – barrio
de la zona norte de Santo Domingo - donde un gran porcen-
taje de la población vive por debajo de los niveles de pobreza.
La labor que se desarrolla en la Fundación tiene por objetivo
contribuir a la reducción de la pobreza y de la violencia en
la sociedad dominicana utilizando la educación como herra-
mienta principal y abarca tanto la realización de actividades
educativas y recreativas dirigidas a los/as niños/as, como la
formación y capacitación de adultos. Además todos los benefi-
ciarios de sus acciones reciben un constante apoyo sicológico
y en todas las actividades educativas se trata de implementar
metodologías pedagógicas innovadoras y creativas.
La Fundación Abriendo Camino (de ahora en adelante
Fundación) es reconocida en la zona de incidencia y es un pun-
to de referencia en el barrio, tanto para niños/as y jóvenes,
como para padres/madres, escuelas e instituciones locales.
Todas sus actividades contribuyen a crear un impacto sobre la
comunidad a diferentes niveles: educación, formación, trans-
misión de mensajes positivos, asistencia sicológica, desarrollo
de capacidades laborales, acceso a material y medios cultu-
rales, empoderamiento individual y colectivo, lucha contra la
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pobreza… es un lugar de encuentro y de formación alejado de
las problemáticas de la “calle”. Las actividades principales que
se llevan a cabo son: clases de nivelación para niños/as de las
escuelas básicas del sector en tandas diarias matutinas y ves-
pertinas; servicio de biblioteca; clases de informática; cursos
artísticos diversos, encuentros con padres y madres de los
niños/as de la Fundación y formación de adultos, entre otros.
El objetivo del proyecto, del cual forma parte la investi-
gación, es desarrollar las competencias básicas escolares en
lectoescritura y matemáticas, así como la autonomía, la res-
ponsabilidad y la capacidad de integrarse en la sociedad de
los/as niños/as y jóvenes del barrio de Villas Agrícolas, Distrito
Nacional, a lograrse a través de 3 resultados:
I. Se ha mejorado el aprendizaje en lectoescritura y mate-
máticas a través de los servicios de biblioteca (nivelación
escolar, informática, actividades artísticas y lúdicas) y
apoyado el desarrollo de habilidades sociales básicas.
II. Padres, madres, tutores y educadores de las escuelas
han sido sensibilizados y capacitados sobre el desarrollo
educativo de los/as niños/as por medio de un Programa
de formación sobre prácticas educativas positivas y di-
dácticas innovadoras.
III. Se ha diseñado y establecido un programa de aprendiza-
je especializado para un grupo de niños/as (de primero
y segundo grado) que, por problemas sicopedagógicos
presentan dificultades al integrar las actividades de ni-
velación de la Fundación y de sus respectivas escuelas
Es en relación al segundo resultado donde la investiga-
ción prevé arrojar luz, más concretamente a través de
un acercamiento a las prácticas educativas de padres,
madres y tutores de los niños/as que participan en las
actividades de nivelación de la Fundación.
I.2 Fundamentación
La educación es un fenómeno complejo, que implica el
tratamiento pedagógico de las diferentes facetas que consti-
tuyen las personas y en el que confluyen las acciones de dife-
rentes actores. Entre estos actores se identifica con claridad
como principales la familia y la escuela.
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La familia juega un papel básico en el aprendizaje de con-
ductas por parte de los/as niños/as. No siempre las prácti-
cas educativas de las familias están coordinadas con las del
sistema educativo formal, estando simplemente no articula-
das e incluso en algunos casos siendo contradictorias con las
mismas. Sin embargo, cuando esta articulación se produce el
efecto educativo se refuerza y es integrado.
Numerosos estudios pedagógicos proponen la promoción de
un mayor acercamiento de las familias a la escuela y viceversa,
entendiendo esta relación más allá de la meramente informa-
tiva acerca de los resultados académicos, u operativa sobre la
resolución de problemas materiales del centro educativo.
Los estudios sobre las relaciones entre escuela y familia
en República Dominicana se han focalizado en la perspectiva
de la escuela, en cómo participan las familias en las activi-
dades promovidas desde la escuela, en la cogestión de los
centros educativos y la corresponsabilidad de la educación de
los/as niños/as, pero no desde las perspectivas de las fami-
lias, las prácticas educativas llevadas a cabo en su seno y su
relación con las prácticas educativas de la escuela.
Por otro lado, se han elaborado múltiples investigaciones
sobre las familias que abordan temáticas diversas, desde sus
condiciones de vida, roles de género y migración, entre otras,
pero no es amplia la bibliografía existente sobre la relación de
las familias con la educación de los/as niños/as, más allá de
las teorías del desarrollo evolutivo y la influencia del entorno
familiar sobre el mismo.
Los estudios sobre rendimiento escolar atienden en su ma-
yoría a la dimensión sicológica de los/as niños/as o al estudio
de cómo abordar las dificultades de aprendizaje o patologías
desde la familia dentro de la disciplina de la terapia familiar.
Un punto importante es la concepción de familia desde la
que se ha emprendido el estudio. En la realidad a investigar
aparecen diferentes modelos familiares, monoparentales, fami-
lias extensas, familias nucleares, por lo que es preciso señalar
que el estudio toma en cuenta el entorno familiar responsable
directo de la educación de los/as niños/as, aunque sin perder
de vista otras posibles influencias en el desarrollo de esta tarea.
En cuanto al contexto en el que se ha llevado a cabo la in-
vestigación, Villas Agrícolas es un barrio urbano, de relativa-
11
mente reciente creación (finales de los 60s principios de los
70s), ubicado en el arco de desarrollo urbanístico noroeste
del “Gran Santo Domingo”, en el Distrito Nacional.
Barrio urbanizado sobre terreno anteriormente destinado a
pequeñas huertas y conucos (de ahí su nombre de Villas Agrí-
colas) y en el que predominan las viviendas modestas adosa-
das de un solo nivel y esquinas comerciales en los chaflanes.
“Los interiores de las manzanas pensados para albergar los
huertos familiares, acabaron convirtiéndose en cuarterías para
alojar a la población emigrante de escasos recursos proceden-
te del interior que continuó llegando para poblar el barrio”.
Por otro lado, “lo exiguo del espacio público de estos barrios
provocará un uso intensivo de calles y aceras, convirtiendo a
estas en una extensión del espacio privado o del comercial"1.
Villas Agrícolas, sin encontrarse entre aquellos barrios de
altos porcentajes de hogares indigentes, es considerado un
barrio en el que entre el 20% y el 40% de las familias son
pobres. El número de hogares pobre (entre 749 y 1668) se
2
encuentra entre los 10 más altos del Distrito Nacional ., se-
gún el Atlas de la Pobreza, 2005.
El barrio de Villas Agrícolas pertenece al Distrito Educa-
tivo 1505 de Santo Domingo Centro, cuya matrícula escolar
para el primer y segundo grado en el curso 2007-2008 fue de
7.163 y 8.837 escolares respectivamente.
I.3 Objetivos
1. Describir las estructuras familiares que caracterizan los
hogares (roles de género, migración y distribución del
tiempo)
2. Analizar las características socioeconómicas de los hoga-
res de los niños/as
3. Identificar las condiciones educativas de los miembros de
la familia
4. Identificar las condiciones socio-culturales que circundan
el contexto de niños y niñas
5. Identificar la percepción y las prácticas educativas de las
1 Dilla Alfonso, Haroldo y Villalona Núñez, Maribel Coord. (2007) “Ciuda-
des Fragmentadas”. Santo Domingo.
2 ONAPLAN (2005) “Atlas de la Pobreza en la República Dominicana”,
Santo Domingo.
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familias de los/as niños/as de primero y segundo grado
que acuden la Fundación Abriendo Camino
13
turas se iniciaron un mes antes del trabajo de campo y
continuaron durante el mismo.
2. Se utilizaron como técnicas cualitativas para la recolec-
ción de datos: los grupos focales, observación partici-
pante/no participante, entrevistas a profundidad y tran-
secto. Las técnicas cualitativas fueron aplicadas en un
proceso de inserción en el barrio durante tres meses. A
continuación la descripción de las mismas.
a) Grupo focal
Se realizó, como acercamiento al tema de estudio,
un primer grupo focal con profesores/as y directoras
de Fundación Abriendo Camino así como profesoras
de escuelas del barrio.
Posteriormente, y para abrir información sobre pun-
tos interesantes a tratar en público, se realizaron
(después de haber iniciado la observación partici-
pante) otros 4 grupos focales a: Familiares y/o Tuto-
res de niños/as con alto rendimiento escolar; Fami-
liares y/o Tutores de niños/as con bajo rendimiento
escolar; Niños/as con alto rendimiento escolar; Ni-
ños/as con bajo rendimiento escolar.
Los grupos focales se hicieron en el local de Funda-
ción Abriendo Camino, la participación fue en torno
a 8 personas y la duración de 1 hora. Cada grupo
focal estuvo moderado por una investigadora y otra
fue relatora.
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educativas y relaciones entre los miembros de las
8 familias.
d) Transecto
El equipo investigador, con el objetivo de acercarse
al contexto del barrio meta, realizó varias caminatas
por los principales lugares de Villas Agrícolas (ca-
lles principales, parque, mercado nuevo, colmados,
negocios, centros educativos, iglesias…) y se rea-
lizaron fotos de escenas cotidianas y personas de
barrio.
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II. Contexto Social y Familiar
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bañe, se lo lleva y me manda a Pablo a la Fundación, luego ya
es mi hermana que se encarga de la comida, de mandarlo a
la escuela, porque es compartido”. También estas redes fun-
cionan como sostén económico: algunas/os madres y padres
cuando se quedan sin empleo reciben el apoyo económico
de sus familiares que les aportan ingresos para resolver los
problemas principales. “Yo tengo un hermano que él me ayu-
daba, como sabía que yo no trabajaba”.
Así que las familias encontradas en el estudio responden
a las diferentes estructuras familiares presentes en la so-
ciedad dominicana como se muestra en distintos estudios4.
Las familias tienen como eje principal a la madre o abuela
tanto en las familias monoparentales, nucleares o extensas.
En las familias monoparentales patrifocales es el único caso
donde se observa al padre asumir las distintas labores tanto
domésticas como educativas de niños y niñas. En las familias
nucleares el padre apoya en algunas labores educativas y con
muy poca presencia en las domésticas y en el seguimiento a
reuniones y al proceso educativo.
Este carácter de matrifocalidad en términos de las deci-
siones y de la vida cotidiana de la familia dominicana es parte
de las culturas afro caribeñas y se presenta en estudios rea-
lizados en el Caribe. Así se expresa en el artículo de Vargas
5
(28/5/09 HOY) sobre la madre en la cultura popular .
En algunos casos se observa la negación de la estruc-
tura familiar monoparental debido a los prejuicios sociales
4 Ver: Vargas, Tahira. (1999) “De la casa a la calle. Estudio de la familia
y la vecindad en un barrio popular”. Centro de Estudios Sociales Juan
Montalvo. Santo Domingo.
5 La centralidad de la madre en la cultura popular tiene distintos conte-
nidos que trascienden el proceso migratorio como son:
1. La madre se presenta como una figura importante en el recorri-
do vital de las personas por su peso en la cultura popular. Este
peso tiene como fundamento el carácter matrifocal de las familias
dominicanas que históricamente se tejen alrededor de la figura
femenina, la figura paterna es inestable (puede o no estar).
2 El origen de la matrifocalidad tiene su sustrato en la cultura afro-
caribeña, así se muestran estudios como los de Susan Brown y
otros. La presencia de la esclavitud con violaciones a las mujeres
africanas e indígenas por sus patronos generó la combinación de
hijos/as de diferentes padres y con ello la centralidad en la madre.
3 La figura materna en la cultura afrocaribeña tiene orígenes má-
gico-religiosos en el que la madre está asociada a la fertilidad, la
madre tierra (como ocurre en las culturas indígenas) y por tanto
es una figura divina y sagrada.
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y al modelo estandarizado presente en el proceso de socia-
lización. “Lo primero que no le puede faltar son su padres,
porque sin los papás su mundo no va a ser igual, nadie lo va
a criar como tú, ni te lo va a querer, ni te lo va a llevar por
el camino que tú quieres”. Se observan niños/as de familias
monoparentales matrifocales que frente a la tarea de dibujar
a su familia presentan el esquema de familia nuclear.
La aceptación de la diversidad de estructuras en la reali-
dad familiar se hace necesaria sobre todo para maestros/as
que tienden a discriminar las familias que no son nucleares y
enjuiciarlas como “disfuncionales”. “Todas las estructuras fa-
miliares son funcionales, porque tienen vínculos con la socie-
dad, reproducen los patrones y los valores culturales predo-
minantes, así como las relaciones de poder presentes en ellas
y se integran a las dinámicas de cohesión social en la misma
forma. Ninguna estructura genera más ni menos estabilidad
social, sino que se integra y reproduce las normas culturales
6
predominantes en las relaciones entre sus miembros” .
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Este trabajo no siempre es remunerado, insertándose fre-
cuentemente en las relaciones de solidaridad. “Ella no me
paga, pero nosotras nos ayudamos con la comida, porque
ella gana muy poco, ella es madre y padre”.
Las funciones podrían resumirse en las siguientes:
1. Alimentación. En algunos casos, ésta es la única tarea
solicitada, incluso en las familias nucleares en las que sólo
la mujer trabaja. “Ella vuelve de la escuela con el hijo de
la vecina y la vecina le prepara comida”. En otras ocasio-
nes se aprecia una externalización del rol reproductivo de
la madre a otra mujer no perteneciente a la familia y una
falta de asunción de estas tareas por parte del padre, aún
estando desempleado. “Pagamos a una señora para que
les dé de comer”.
2. Atención a la higiene de los niños y niñas. Se ha
observado cómo el baño se realiza en la casa de la cui-
dadora y la preocupación de ésta porque estén limpios y
aseados. “Yo vivo pendiente de ellos, de que se laven las
orejas, se cepillen los pies”.
3. Apoyo en las tareas de la escuela. “Tienes que dejar
espacio entre las letras, así no es como te he dicho que
se hace. Hazla bien”. “La ayudante del negocio se acerca
a donde está la niña haciendo la tarea, la niña le pregunta
algo, la ayudante mira la libreta de la tarea y escribe un
signo de interrogación”.
4. Sustitución padres o madres en reuniones convoca-
das por la escuela. “Voy a ver en qué ellos están y su
mamá también. Cuando hay reunión y ella no puede ir,
voy yo”. Las cuidadoras son conocidas en las escuelas y
en la Fundación a través del trato con ellas cuando reco-
gen o van a llevar a los/as niños/as a la escuela.
5. Control social. La responsabilidad del control social se
expande de las familias a las cuidadoras, más allá de
su condición de vecindad. “Ellos na’ más juegan aquí en
la puerta”. “Vivo pendiente de ellos. Porque hay mucha
delincuencia, porque hay muchachitos que tienen malas
costumbres, dicen malas palabras y yo no les dejo que
jueguen con ellos”.
Las cuidadoras cuentan con la confianza y la autoridad
de las familias. No les tienen que informar a las familias
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sobre las peleas entre los/as menores “No, a su mamá
no le he tenido que decir nada” y tienen el respaldo de
las mismas para aplicar los castigos que estimen oportu-
nos “Yo los pongo de castigo, no les dejo que salgan fue-
ra a jugar, los hinco y no les dejo que vean televisión”.
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II.3 Condiciones Socio-económicas de las Familias
Como se plasma anteriormente, las familias estudiadas
viven en condiciones de pobreza y de mucha precariedad vin-
culada con las dificultades que tienen para obtener un flujo
de ingresos permanente. Casi la totalidad se encuentran asu-
miendo distintas estrategias de sobrevivencia dentro de lo
que es el sector informal y se encuentran algunos padres que
no tienen ninguna fuente de ingreso, están desempleados.
Las ocupaciones de los padres/tutores estudiados son:
choferes de carros públicos y taxis, empleado en un pica po-
llo, vendedor de zapatos y vendedor en el mercado. También
aparecen padres que han desempeñado puestos más técnicos
y/o administrativos dentro de empresas públicas vinculados
a favores políticos por lo que como alternativa al desempleo
acuden a formaciones técnicos profesionales como INFOTEP
(Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional).
En el caso de las madres, se encuentran casos donde tie-
nen empleo en el sector formal donde coincide que la ubica-
ción del lugar de trabajo está fuera del barrio: recepcionista,
secretaria, sicóloga escolar y enfermera; y otros donde reali-
zan ocupaciones informales como son vendedora en una per-
fumería en la calle Duarte, trabajadora doméstica, vendedora
de empanadas y “yaniqueques” en un colegio, peluquera en
salón de belleza (en su vivienda), vendedora de agua en ta-
lleres. Se comentó entre las mujeres que hay algunas en el
barrio que se dedican al trabajo sexual.
Aparecen casos de madres o padres que han emigrado a
países latinoamericanos y su esposo/a quedó como respon-
sable de los hijos de ambos. En estos particulares no envían
remesas.
Algunas familias forman parte del programa de subsidios
del gobierno a familias pobres y reciben la tarjeta solidaridad
y la de Bonogas. “Yo tengo la tarjeta del gobierno, ayuda y la
tarjeta el gas. Cuando se va el gas y no tenemos cuartos, se
agradece esto”. Se muestra en la cita que se entiende este
programa como una “ayuda“ del Gobierno que hay que “agra-
decer“ y no como un derecho ciudadano. La tarjeta incluye un
compromiso para padres/madres que tienen que mantener a
los/as niños/as asistiendo a la escuela. “La tarjeta solidaridad
22
son como 3,000 pesos para cada niño y los padres le piden a
la maestra de poner la asistencia porque si no, no le pagan la
tarjeta solidaridad y no faltan aunque estén enfermos”.
Se han hallado algunas hijas que no valoran el trabajo
que de sus madres y plantean que no piensan dedicarse al
mismo. “Yo no pienso ser salonera, yo quiero ser doctora”.
En algunos hogares se presentan situaciones de conflicto
entre cónyuges (según se expresa en las entrevistas) sobre
temas relacionados con el dinero “Antes cuando él estaba nos
ayudábamos ambos, trabajábamos los dos, pero ahí fue que
llegó el mal inconveniente que últimamente ya el no estaba
aportando a la casa”.
23
arraigo hacia su lugar de origen, aunque otras establecen su
identidad a partir del lugar de residencia como se verá en el
acápite de sentido de pertenencia e identidad.
Madres:
• Primaria sin concluir. “Fui a la escuela, pero no hice
más que la primaria”.
• Bachillerato. “Yo estudio bachillerato, tenía 4 años sin
estudiar y ahora me he inscrito en primero de bachille-
rato”.
• Técnico en Peluquería. “Estudié hasta 1ero. de bachi-
llerato y luego en una academia para peluquería”.
• Universitario sin concluir. “La mamá estudió merca-
deo, pero lo dejó”.
• Universitario concluido. (Sicóloga, enfermera) “Soy li-
cenciada en enfermería”.
Padres:
• Universitario sin concluir. “Me quedan 8 asignaturas
de Contabilidad”. “Yo llegué hasta primer semestre de
contabilidad, lo deje cuando me casé. Toy’ bu’cando un
tiempecito pa’ volver”. Debido a la menor participación
de padres en las técnicas de investigación utilizadas, se
desconocen datos de los niveles educativos de los demás
padres de las familias estudiadas.
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II.6 Relaciones Vecinales
Las relaciones vecinales del barrio están bañadas de re-
des de solidaridad y apoyo que se mezclan con el sistema de
control social. Las familias logran mantener una fuerte cohe-
sión social a lo interno del barrio porque se relacionan unas
con otras permanentemente y se apoyan en las distintas ne-
cesidades que se les presenta. Estas redes de solidaridad y
apoyo están sustentadas sobre todo en las mujeres que son
las que tejen las redes y las que mantienen cotidianamente
las relaciones vecinales. En otros estudios se presentan estos
contenidos de solidaridad y apoyo con otros barrios de Santo
Domingo como en el estudio ya citado de Vargas (1998)7.
Entre las distintas familias y hogares se aprecian unas
relaciones vecinales permeadas por la familiaridad y las rela-
ciones primarias. “Aquí nos conocemos todos”. Las acciones
de solidaridad que se presentan en las relaciones vecinales
según las observaciones realizadas, además del cuidado de
niños/as mencionado en el apartado II.1, son:
• Alimentación. Se observa entre vecinas pasarse platos
de comida
• Recreación. Las vecinas tienen como una de las prin-
cipales actividades de recreación sentarse a conversar.
“Tengo una amiga, la mamá de un niño que viene aquí a
jugar y que hablamos muchas cosas”.
• Costura de vestimentas y zapatos.
Aunque exista esta solidaridad y apoyo, también se pro-
duce el sistema de control entre las vecinas que se en-
cuentran pendientes y controlan lo que hacen las otras.
Las expresiones de las madres muestran cómo esto afec-
ta a sus prácticas educativas que dependen en gran me-
dida de “lo que digan” de ellas como madres. “Porque
que yo digo que es de mí que van a decir: si tú vas a la
escuela sucio, con mal olor. No van a decir Rubén, van
a decir la mamá de Rubén”. “No quiero que la vecina la
vean así y van decir que qué madre soy”.
25
a la madre, porque no la invitó. “No me diste un chin de
bizcocho”. Esta le respondió que había muchos/as niños/as y
que no alcanzaba.
Hay madres que fortalecen el establecimiento de control
sobre otros/as niños/as que no son sus hijos/as. “El otro día
traía a la niña a la Fundación y vi a un niño que hacía pipi en
la acera. Le digo mira papi esto no se hace, que se daña. Mi
papá lo hace. Le dije que el que orina en la calle es un perro.
Si tu papá lo hace o viste a tu papá, eres un animal, y el que
iba con él se puso guapo”.
26
clima muy denso de discriminación en las relaciones cotidia-
nas del barrio, aunque no se han referido ni observado ejem-
plos de problemas entre población dominicana y haitiana.
En los grupos focales con niños/as emerge la figura del
haitiano como una persona que genera miedo, terror, que se
“come a los niños”. “Si viene un haitiano, te lleva pa’ Haití”.
“La mata con un chuchillo”. “La pican a todas, los haitianos”.
Una madre dijo: “Cuando yo dejaba a mi chiquita con Tatá
(mujer haitiana), la gente decía que cómo dejaba la niña con
esta mujer, que si esa mujer se va…”.
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estudiados. En el caso de madres/padres migrantes de
primera generación, hay un mayor arraigo a su lugar de
origen que a Villas Agrícolas. \
• Se consiguieron más datos sobre los niveles educativos
de madres que de padres, puesto que ellas participaron
más en el estudio. Se encontraron ejemplos en los que
el alto nivel educativo de la mamá coincide con el alto
rendimiento escolar del niño/a y el bajo nivel educati-
vo de la madre coincide con el bajo rendimiento escolar
del niño/a. También se presentan situaciones en las que
madres/padres con alto nivel educativo tienen hijos/as
con bajo rendimiento escolar, y viceversa. También en la
misma familia se encuentran hermanos/as con alto y bajo
rendimiento escolar.
• Se observan relaciones de solidaridad entre familiares y
también entre vecinas, principalmente como apoyo en te-
mas relacionados con el cuidado de niños/as, su alimen-
tación y actividades vinculadas a la escuela y la Funda-
ción. Se dan situaciones de familias que dejan sus hijos/
as al cuidado de mujeres con las que tienen confianza y
a quiénes a veces no dan una remuneración formal, sino
un intercambio de favores. Por otro lado, este sistema
solidario vecinal se extiende hacia un sistema de control
que incluye las prácticas educativas.
• Dos temas vinculados a las relaciones vecinales son el
sentimiento de inseguridad ciudadana y el rechazo a la
población haitiana. Se vincula la inseguridad con el con-
sumo y tráfico de drogas, así como con las bandas que
manejan este negocio. Ante el sentimiento de rechazo y
miedo hacia la población haitiana, se da la circunstancia
de que ninguna persona pudo dar ejemplos de algún al-
tercado o malentendido con una persona haitiana.
• Niños/as juegan juntos, aunque se observa un sistema de
control social que presiona a las niñas para que jueguen
entre ellas. La violencia está presente y normalizada en
los juegos, principalmente entre los niños.
29
30
III. Prácticas Educativas
Presentes en las Familias
Estudiadas
Las prácticas educativas de las familias se pueden iden-
tificar a través del tipo de relaciones que desarrollan padres/
madres con sus hijos/as. El aprendizaje se realiza a través
del modelaje social y de las vivencias, por ello se conside-
ra importante el establecimiento de las prácticas educativas
desde este tipo de relaciones.
Estas relaciones y vivencias están permeadas por hábi-
tos y pautas sociales que se plasman en los aspectos que se
analizan en este capítulo que es el principal del estudio. En
el esquema de la página siguiente se exponen los elementos
que se tienen en cuenta de las prácticas educativas en las
familias:
32
me dan con una manguera”. “También me paran así,
me dan correazos y después me hincan, me dan por la
cabeza, me agarran por los pies y me cuelgan y luego
me desatan”. “Me dan durísimo y te hincan encima de
un guayo (rayador), me dan con la correa”. “Yo los
pongo de castigo, no los dejo que salgan fuera a jugar,
los hinco y no los dejo que vean televisión”. “La última
vez le di una pela a los dos, porque yo le digo que los
hermanos no se tratan así, que no pelean, que si uno
hace algo que me llame, porque para esto estoy y este
día los vi peleando y les decía que dejen de darse. Fui
allá con la correa, no le di una pela, le di dos correa-
zos a cada uno”. “Las pelas a veces son necesarias”.
“El padre me dice que soy una apoyadora porque no
le doy, un castigo es peor que una pela”. “Yo le he
dado, pero muy poco, yo trato de no darle y ponerle
castigo”. “Las pelas a veces hay que darlas si se las
merece, pero una pela sabérsela dar, no un maltrato
con la mano o contra la pared o darle una patá, pero
una pela con una correa, sí se la he dado”.
• Esta relación autoritaria no solo implica castigos y
“pelas“ (golpes), sino también violencia verbal, sico-
lógica y un sistema de control hacia todos los movi-
mientos y gestos que los/as niños/as hacen. Uno de
los niños que estaba jugando con una pelota, llegó a
la casa con ella y el padre le gritó: “No se te escape la
pelota, pasa un carro y te atropella”.
• La violencia en las relaciones padres/hijos se expre-
sa también en el fomento del miedo en niños/as con
amenazas o con el uso de castigos que les generan
inseguridad y miedo (sin embargo sin ser considerado
violencia por las familias). “Ofrezco golpes, pero no
los doy porque le tienen terror, yo le digo a Lucía que
voy a buscar la correa y ella ya obedece”. “Creo que
no se debe dar, porque no hay que llegar ahí, no creo
que porque les des golpes a un niño sea educativo,
por ejemplo el que ya tiene 17 años quería llegar a las
12:00 a.m. y le dejé fuera una noche, nunca volvió a
hacerlo, no tuve que darle ni nada”.
• Sin embargo, se ve como hay padres y madres que
33
no reconocen que los golpes que dan son pelas y les
dicen “pelitas” para disminuir su contenido violento.
“La verdad hay que darle sus pelitas de vez en cuan-
do, uno los castiga, pero los niños son muy traviesos,
si tú no les das de vez en cuando van a decir “papi me
apoya”, ellos son necios, yo los castigo en cueros, les
quito la ropa pa’ que no salgan a la calle y a veces les
doy una pelita con la correa”. También dicen que no le
dan porque en vez de darle con palos le dan con co-
rreas. “No le doy golpe, no cojo un palo, a veces cojo
una correa y le meto, hay ocasiones en que hay que
darle”.
• Los/as padres/madres muestran un discurso contra-
dictorio con referencia al uso de la violencia contra
sus hijos/as. Por un lado, pareciera que están en des-
acuerdo con ella, pero en una misma conversación
resaltan que hay que dar pelas de vez en cuando.
“Yo pienso que a los niños no se les debe maltratar,
pero cuando hacen algo malo hay que darle una pela.
Cuando hace algo malo de verdad, no por cualquier
cosita”. “Las pelas no son buenas. Uno se las da por-
que ya no aguanta más con los niños, no quieren. Yo
como quiera le doy”.
• Algunos/as padres/madres reconocen que legalmente
no se le debe dar golpes a los/as hijos/as, pero no han
hecho conciencia de las consecuencias de la violencia
y por tanto no han logrado la ruptura con la práctica
de la misma. “El gobierno dice que no se le debe pe-
gar a los niños, no es que tú lo vas a matar, pero en-
tonces la policía los coge y los mata, uno para sacar a
un hijo por buen camino tiene que darle”. En esta cita
se nota que en vez de criticar a la policía por matar a
los jóvenes padres/madres se atemorizan ante la po-
sibilidad de que sus hijos/as salgan delincuentes y los
maten, de ahí que refuerzan la violencia hacia ellos/
as. Los ajusticiamientos de la policía tienen también
un efecto de reforzamiento de la violencia y de su le-
gitimación como “método de corrección”.
• Las pelas, golpes a niños/as, es la principal práctica
educativa que tienen las familias, el establecimiento
34
de aprendizajes de conductas se realiza a través de la
violencia verbal y física. Este fenómeno se presenta
con frecuencia en todos los hogares estudiados tan-
to de niños/as con alto rendimiento escolar como de
aquellos/as que tienen bajo rendimiento escolar.
• Padres y madres no conocen otros métodos para lo-
grar que sus hijos/as cambien sus conductas o para
enseñarles pautas sociales. Al ejercer la violencia no
solo están violando los derechos de niños/as a tomar
decisiones, expresarse libremente y convertirse en su-
jetos sino también que les enseñan la violencia. Estos
elementos no son comprendidos por los/as padres/
madres sino que para ellos/as lo más importante es
9
“corregir” y mantener la disciplina . “La disciplina no
está al cien por cien en el barrio. Los profesores no
tienen la culpa de esto, deberían tener más disciplina
porque cuando usted está en su casa tiene que decir
esto es lo que se debe hacer”.
• La libertad para que niños/as realicen actividades o
planteen sus opiniones es considerada como “irrespe-
to”. “Le responden a uno”. Igualmente se considera
que si padres/madres dejan que los hijos/ as “hagan
lo que quieran“ está mal. El padre o madre que permi-
te que sus hijos/as tengan libertad es un “apoyador”.
“Van a decir que papi me apoya”.
• Esto contrasta con el manejo de la libertad en otras
familias donde se promueve la capacidad de tomar
decisiones para que los/as niños/as ejerzan la res-
ponsabilidad sobre sus actos. “Porque el niño también
hay que ponerlo a tomar decisiones, la gente mayor
dice no, también hay que ponerlos y hay que hacerlos
que sean responsable a sus hechos”.
35
Dibujo
de grupos
focales de
niños y
niñas.
36
III.1.1 Padres/Madres atribuyen la Presencia de Vio-
lencia en Niños/as a la Televisión y la Familia
37
• Honradez. “Que si quieres conseguir algo tú tienes que
luchar por esto, tienes que trabajar, yo le digo a Mario, tú
estás chiquito, pero tienes que estudiar, yo quiero que tú
estudies la carrera que a ti te guste, que tengas las cosas
que te gusten, pero porque tú haces el esfuerzo”.
• Respeto a la propiedad privada. “Si mi hija me llega
con un cintillo, le pregunto, este cintillo ¿quién te lo rega-
ló? y ella me dijo que se lo había regalado un niño y fui
a donde la madre del niño a ver si se lo había regalado y
me dijo: Ah sí, fui yo que se lo di. A veces las madres se
quedan calladas y ahí es que enseñan a los niños a coger
lo ajeno y se queda con él”. “En mi casa no tengo temo-
res que si se van a robar, porque yo les digo a ellos que si
cualquier cosa ellos quieren, tienen que pedirla”.
• Ahorro. “Les enseño a ahorrar, ahora mismo él tenía 90
pesos que lo había echado a la alcancía, le dije que coja
prestado de ahí que yo no tenía este día, y me dijo que
no, que él lo estaba ahorrando para cuando fuera grande”.
• Estudio. “Que se fajen a estudiar pa’ que no tengan que
pasar trabajos, que no sean delincuentes, yo pienso que
por eso es por lo que yo más me preocupo”.
• Trabajo “Él va a gustar de trabajar (el nieto de 7 años),
ahora se levanta temprano, me ayuda con el agua “. “Un
tío tiene un taller de cerámica y me dijo que va a tratar
de aprenderle “.
• Responsabilidad. “A los niños hay que enseñarles a que
ellos mismos sepan decidir que es o que mejor le convie-
ne”. “Hay que tenerlos más ocupados, que tengan más
responsabilidad “.
• Tolerancia. Madres declaran que la tolerancia es uno de
los valores que transmiten, no obstante se aprecian dis-
cursos anti haitianos y homofóbicos.
38
en la casa, ella lo hizo así. En otro momento se observa a un
niño a quién una de las investigadoras entregó un trozo de
arepa y él rápidamente lo partió y compartió con tres amigui-
tos que estaban con él.
Además de ese valor hay otros muchos que se han ana-
lizado en el estudio y que tienen que ver con prácticas y
creencias como son: las prácticas religiosas, las diferencias
marcadas de género, los tabúes vinculados a la sexualidad, la
violencia ejercida por los padres/madres enseñando de esta
forma a sus hijos/as a ser violentos. Todos estos elementos
son valores presentes en las creencias y prácticas de relacio-
nes entre padres/madres/hijos/as que son parte del modela-
je social que ellos/as aprenden.
Otro valor que se pudo observar es el no control del ma-
nejo de la basura en niños/as. Se observan algunos niños
que toman un refresco en un vaso y lo tiran al suelo y no se
les corrige.
Maestros/as niegan la enseñanza de los valores en los ho-
gares. “Aquí se les da talleres mensuales a los padres sobre
los temas que elijan, se le ha hecho talleres sobre valores,
pero les entra por una oreja y le sale por otra”. Los/as maes-
tros/as al igual que padres/madres conciben la enseñanza de
los valores en forma teórica y no práctica. Darles talleres a
los padres/ madres sobre valores es suponer que ellos/as no
enseñan valores, y es lo que más enseñan en sus hogares.
Por lo que se ha podido ver, hay un fuerte énfasis en contro-
lar a niños/ as en todas sus conductas y gestos así como en
el manejo de su cuerpo y eso está vinculado a las creencias
y valores que permean la cultura de los/as padres/madres.
39
ye en la orientación a sus hijos sobre sexualidad y deposita
la responsabilidad exclusivamente en la madre.
Un elemento que influye en la ausencia de orientación a
hijos e hijas sobre sexualidad es que “suponen“ que los niños
y las niñas ya saben. “No he hablado directamente, pero los
niños aunque tú no les digas las cosas, ellos ya lo saben”.
La sexualidad aparece como un tema tabú en las familias
estudiadas. Las madres expresan miedo a que los hijos e hijas
vean algunos programas de televisión porque presentan mu-
cha “perdición”. “Trato de conducirla por el mejor camino, que
no vea televisión, hay mucha perdición, muchas mujeres en-
cueras, novelas dañinas, hay que tener mucho cuidado porque
después lo van hacer cuando sean grandes”. También existe
una preocupación por los abusos sexuales de los/as menores
que se manifiesta tanto en comentarios acerca de casos y en
el discurso sobre la necesidad de evitar que las niñas se sien-
ten en las piernas de sus padres o de otros hombres.
Se encontraron varios casos de jóvenes adolescentes
embarazadas, una de ellas era cuidadora en un hogar. Otro
aspecto a destacar es que se incentiva a los niños a que se
“enamoren” y se les refuerza que tengan novias y preferible-
mente varias. “Tiene como 10 novias”.
Padres/madres no ofrecen orientaciones hacia la sexua-
lidad y reprimen las posibles oportunidades que sus hijos/
as puedan tener para entrar en contacto con una mirada al
cuerpo desnudo en forma natural o a la vida sexual como
parte de la naturaleza.
Se notan actitudes homofóbicas en padres y madres que
consideran como negativo que niños /as vean homosexuales
en la televisión. “La televisión es un medio donde ellos pue-
den ver cosas negativas y mortificarles cualquier cosa. Ahora
mismo en la televisión salen muchos homosexuales, los niños
preguntan, ¿eso es un hombre o una mujer?”.
40
Esto ocurre tanto en hogares de niños/as meritorios/as como
en hogares de niños/as no meritorios/as.
Se observan Niños/as se sientan en una mesa de la sala
a realizar las tareas y la madre los vigila, como también se
hacen tareas en una sala donde la música está muy alta. En
el mismo sentido se vio que algunas madres se dedican a
forrar los libros de sus hijos/as. Algunas madres chequean
los cuadernos de sus hijos/as y revisan si han dejado páginas
en blanco o tareas sin realizar, eso se pudo registrar en las
observaciones de hogares.
Este seguimiento de padres/madres a las tareas es plan-
teado en las entrevistas y grupos focales. “Hace la tarea aquí
y yo desde que llego le reviso”. “Yo le doy seguimiento desde
que llego a la casa”. “Le digo que si no entienden me pre-
gunten, cuando terminan reviso las mascotas. La más grande
las hace en casa, la segunda en los dos (Fundación y casa)
y el pequeño en la escuela, reviso los cuadernos que a veces
dicen que no entienden”.
La falta de electricidad en el barrio por las noches dificulta
la realización de las tareas, problema que no tiene la Funda-
ción al contar con un inversor. “En la noche casi no hay luz.
No se puede hacer la tarea y en la tarde casi no hay tiempo”.
Varias madres reconocen que sus hijos/as realizan sus ta-
reas solos/as y que ellos/as solo las chequean. “La mía hace
la tarea sola, si tiene dudas me llama, su papá le ayuda”. “La
hija mía la mayoría de las veces la hace sola y luego yo la
corrijo, si hay algo que corregirla”. En algunos casos se apre-
cia como hermanos mayores apoyan a sus hermanos más
pequeños en las tareas.
Las madres son las que predominantemente dan segui-
miento a las tareas de sus hijos/as, algunas plantean que
sus esposos no les “ayudan con las tareas”. “Yo le digo que
vamos a leer todos los días una hora, pero yo a veces tengo
que trabajar fuera, en casa de clientas y su papá no la ayuda
con la tarea y su hermano tampoco, ella dice que va esperar
a que llegue mami, pero yo llego muy tarde”.
Hay que destacar que a pesar de observar a padres/ma-
dres dando seguimiento a las tareas de sus hijos/as, los/as
maestros/as niegan esta realidad afirmando que a los pa-
dres/ madres “no les interesa asumir este papel”.“La familia
41
está ajena a lo que se exige en educación”. “Se debe prepa-
rar a la familia más que a los profesores”.
42
• Deficiencias de mobiliario. “En las escuelas públicas no
tienen asientos suficientes, un maestro tiene que tratar
de trabajar con 50 cabecitas, 50 mundos”.
• Baja calidad en algunas escuelas públicas. Se compa-
ran otras escuelas publicas con la Escuela Doce Juegos que
es una escuela modelo de educación de calidad y en ese
sentido se plantea que en ella la calidad de los profesores
es mucho mejor que en las otras donde es deficiente. “En
la escuela Gertrudis y Rosario son prácticamente analfabe-
tos, de la España llegan con grandes fallos y en la 12 jue-
gos mejor”. “La escuela 12 Juegos es una escuela modelo,
tienen una capacidad reducida y pueden tener los mejores
alumnos”. “Hay escuelas en las que niños de 5to. grado no
saben escribir”. Sin embargo, la principal responsabilidad
del rendimiento educativo la colocan en padres/madres.
“Se debe preparar a la familia más que a los profesores “.
“Hicimos varios estudios y se llegó a la conclusión de que
cuando los padres están interesados el niño avanza”.
Padres/madres no identifican nada negativo en las escue-
las sino que todas sus valoraciones son positivas. Por el
contrario, para ellos, los problemas de rendimiento esco-
lar se centran en el niño/a. “El problema no es la escuela,
es el estudiante, si usted es malo como estudiante donde
quiera que vaya va ser malo, si va con la meta de apren-
der, donde quiera aprende”. “En el barrio todos son indisci-
plinados, yo misma fui a la escuela y tener que ayudar a la
profesora, los niños se estaban tirando papeles, los profe-
sores no tienen la culpa de esto, porque cuando usted está
en su casa tiene que decir esto es lo que se debe hacer”.
43
casos aparecen niños/as que se “niegan“ a ingerir leche y es
sustituida por jugos. “Teo no quiso beber leche de pequeño.
Jugo es que le daba”.
Los/as niños/as suelen afectarse por enfermedades gas-
trointestinales que solo son explicadas por los padres/madres
como “enfermo del estómago”. “Los otros días se enfermó de
un dolor de estómago, lo llevamos al hospital, han salido los
tres bastante enfermizos”. Dos hermanos sufren de asma y
su padre dice que los lleva mensualmente al médico.
El baño resulta ser importante para padres/madres que
resaltan que ya sus hijos/as se pueden bañar solos. Las ma-
dres se ocupan de revisar que se laven las orejas y se cepillen
los dientes. Sin embargo, en algunos casos de niños/as de un
año o menos, se ha observado que se les deja mucho tiempo
con los pañales con orina.
Como las viviendas no tienen agua en las llaves los ni-
ños/ as se bañan en vasijas, y en algunos casos como no hay
baños privados, sino letrinas, se bañan en una vasija dentro
de la habitación. Las condiciones de las viviendas de pocos
cuartos y ausencia de baños, exponen a los niños/as a vivir
en condiciones de hacinamiento, se bañan en la misma habi-
tación donde duermen con sus padres/madres.
En algunas viviendas los baños son compartidos y algu-
nas madres les instruyen a sus hijas que no entren al baño
hasta que no lleguen a la casa. “El baño es compartido entre
cuatro casas pero cuando yo no estoy Marcela no puede ir al
baño porque no sé si está limpio”.
44
La nutrición resulta ser un elemento significativo para pa-
dres/madres quienes reconocen que ésta influye en el apren-
dizaje y rendimiento escolar. “Un niño que no está bien nu-
trido, no va a aprender igual que los demás”. “Un niño con
hambre, no asimila”.
Algunas madres reconocen que su preocupación por una
alimentación balanceada y el énfasis en los vegetales está
relacionada con las charlas que han recibido en la Fundación.
“Mi hijo come muchos vegetales, ahora le gustan mucho, die-
ron una charlas sobre vegetales en la Fundación y ahora le
doy mucho”.
45
III.7.2 Sistema de Control a las Hijas en el manejo
de su Cuerpo y sus Salidas
46
• Elaborar los alimentos. (Desayuno, comida y cena)
• Fregar los platos. (En esto se dividen con sus hijos e hi-
jas, principalmente con las hijas)
• Lavar la ropa de toda la familia.
• Planchar la ropa de toda la familia.
• Limpieza de la vivienda. (En esto se divide con las hijas).
• Seguimiento a los útiles escolares y forrado de los
mismos, revisión de tareas escolares.
47
III.7.4 Percepciones sobre la Violencia de Género
48
• Derecho a un nombre. “Mi hermana es muy descui-
dada, su hijo tiene 3 años, pero todavía no tiene acta
de nacimiento y no lo puede poner en CONANI (Consejo
Nacional para la Niñez y la Adolescencia), yo le digo que
CONANI es muy bueno, pero sin acta no puede ir”.
• “Derecho a expresarse”. (Así se expresó textualmen-
te).
• Derecho a alimentarse. “Ellos se saben, porque un día
me estaba pidiendo la comida, dame mi comida, yo le dije
que todavía no está y él se me para y me dice que crees
que yo no tengo derecho a que tú me des comida y yo le
digo y tú también tiene el deber de esperar”.
• Derecho a educarse. “Son tantos derechos que tienen,
no sé…derecho a la educación”.
• Derecho a jugar. “Tienen sus derechos de niños, ver
muñequitos, jugar, también estudiar”.
• “Derecho a ser escuchado”. (Así se expresó textual-
mente).
• Derecho a “que se le compren las cosas que necesi-
tan”. (Así se expresó textualmente). Al tratar el tema de
los derechos se les cuestiona a padres, madres y tutores
sobre si han vivido una situación de violación de sus de-
rechos. En este sentido se presentan cuatro tendencias.
a) No reconocimiento de situaciones violaciones de
derechos.
b) Reconocimiento de una situación de violación
general de derechos en el país. “Aquí en nuestro
país se viola todo”.
c) Reconocimiento de vivencias de discriminacio-
nes de clase. “Yo estuve en una tienda y le pregun-
té al dependiente que costaba una cinta de Ninten-
do. Era cara, quizá yo no la iba a comprar es verdad,
pero me interesaba saber el precio, y él me miro así,
esto cuesta mucho dinero, tú no lo puedes comprar.
Si yo hubiese tenido el dinero de verdad, yo se lo
hubiera estrellado, esto para mí fue una discrimina-
ción”.
d) Reconocimiento de vivencias de discriminación
racial. “Un día fui a la discoteca y no me dejaron en-
trar porque era negra”.
49
Cuando hablan de los derechos entran a mencionar los
roles que tienen los/as padres/madres. “El rol del padre y
de la madre es protegerlo, alimentarlos, tratar de educarlo
bien, darle valores éticos, hablar de lo bueno y de lo malo”.
“Yo como madre creo que lo estoy haciendo bien. No es que
uno lo sabe todo, trato que lo que yo sé inculcárselo a ellos”.
En este sentido entran ellos mismos en conflicto con sus
posibilidades económicas para ofrecerle según ellos “lo me-
jor“ a sus hijos/as. “Yo no tengo el nivel, estatus de otros.
Cada padre educa a sus hijos según su condición o lo que
sepa. A cada rato te reclaman cosas que son imposibles, Ma-
ría me vive reclamando con la computadora, con el Internet”.
52
ción con los/las participantes definidos como merito-
rios/as.
54
• Hay contradicciones sobre el discurso y la práctica de la
violencia: por un lado las familias condenan la violencia
física contra los/as niños/as y sin embargo la ejercen;
otra sería el hecho de que conocen la existencia de legis-
lación que prohíbe la violencia contra menores, pero no
han logrado romper con la práctica.
• Las causas de la violencia en los/as niños/as son achaca-
das por las familias a la televisión y a las malas compa-
ñías. Aunque las familias son conscientes de que la agre-
sividad de los/as niños/as es aprendida en buena medida
también en la casa, no establecen relación entre agresivi-
dad y la violencia ejercida sobre las/los menores en forma
de castigo.
• Las familias incorporan en sus discursos y prácticas edu-
cativas valores, a pesar de que esto no sea reconocido
por los/as docentes. El discurso y la práctica pueden no
coincidir: hay casos de valores que se mencionan en el
discurso sin ser interiorizados, pero también hay casos
de valores que se practican sin estar en el discurso. Esta
misma situación se da respecto al conocimiento y aplica-
ción de los derechos de la niñez.
• La socialización de temas relacionados con la sexualidad
es un tabú en las familias. Las familias no solo no ofrecen
educación sexual a sus hijos e hijas, sino que reprimen
las posibilidades de éstos para entrar en contacto visual
con un cuerpo desnudo o la sexualidad con naturalidad.
Las familias consideran que solo en la adolescencia es
preciso hablar sobre sexualidad y que cuando llega a esta
etapa el medio ya le ha aportado suficiente información.
Entonces, las familias se concentran en las consecuencias
de embarazos no deseados y en la prevención de violacio-
nes dentro y fuera del hogar. Otro tema relacionado con
la sexualidad es la falta de tolerancia hacia orientaciones
sexuales diferentes a la heterosexual. Se ha observado la
presencia de manifestaciones homofóbicas en familias y
en el barrio.
• Las familias apoyan a los/as niños/as en la realización de
las tareas, aunque en el caso de que acudan a hacerlas
en la Fundación solamente supervisan que éstas hayan
sido realizadas. Esta función la desempeña casi en exclu-
55
siva la madre, tutora o cuidadora, ocupándose las figuras
masculinas de funciones más “logísticas” como recogida
de los niños y niñas de la escuela o Fundación, petición de
notas/horarios o apoyo en la resolución de problemas de
mantenimiento en las escuelas.
• Para padres, madres y tutores/as, la educación es prin-
cipalmente un medio para que los/ as menores alcancen
mejores condiciones de vida cuando sean adultos, pero
también un medio para prevenir la delincuencia juvenil.
De este modo, dan mucho peso a aspectos relacionados
con la seguridad de la escuela y la enseñanza de la disci-
plina. Las familias no entran a valorar las cuestiones pe-
dagógicas de las escuelas y aunque reconocen que exis-
ten deficiencias, tanto ellas como maestras/os colocan la
responsabilidad del rendimiento educativo en padres y
madres.
• El baño y la limpieza personal son aspectos importantes
en la educación para la salud impartida por las familias.
En contraposición, no están tan asentados los temas nu-
tricionales, observándose incongruencias entre el discur-
so por una dieta balanceada y la práctica alimenticia en
las familias.
• La familia socializa en relación a los roles de género tra-
dicionales tanto a través del discurso como de los mode-
los de comportamiento en ámbitos como la asignación de
tareas en el hogar (de adultos y menores); en los juegos
realizados; responsabilidades en el seno de la familia; sa-
lida a la calle (de adulto y menores). Esta situación, aun-
que algunas mujeres se quejan de ella, es aceptada por
todos los actores y no se observa ninguna propuesta de
cambio.
• Aunque padres/madres reconocen la importancia del jue-
go de sus hijos/as, por otro lado su involucramiento en
sus juegos y en su espacio de recreación es escaso. La
principal actividad recreativa realizada en la casa es ver
la televisión, mientras que otros espacios importantes de
recreación son el patio de los callejones y/o la calle.
56
57
IV. Creencias y Elementos
Culturales presentes en las
Familias estudiadas
IV.1 Actitudes vinculadas a la Identidad Racial
59
donde se reside, presentándose una ruptura con el lugar
de origen. “Ahora mismo me siento que soy de este barrio
porque es aquí donde vivo y ya llevo varios años aquí”.
“Yo nací aquí y mis hijos nacieron aquí, me siento que
pertenezco aquí”. “Tengo dos años y pico viviendo en el
barrio, me gustó, por eso me quedé”.
b) Pertenencia a la ciudad de Santo Domingo. La tras-
cendencia del espacio barrio hacia otro espacio mayor
como es Santo Domingo, matiza el sentido de pertenen-
cia en algunos casos. “Aquí en República Dominicana, en
Santo Domingo, porque aquí fue donde nací y me crié y
nunca he salido de aquí, de Santo Domingo”.
c) Pertenencia a su pueblo de origen. Algunas personas
que son emigrantes de otros pueblos del país establecen
su sentido de pertenencia a partir de su lugar de origen.
“Yo nací en San Juan de la Maguana y vine para acá de
13 años, me siento sanjuanera, incluso después que vine
he vivido allá también”.
En las entrevistas aparecen elementos de arraigo y des-
arraigo al barrio como son los siguientes:
1. Elementos de arraigo
Como elementos de arraigo se destacan los siguientes:
• Facilidades para criar a los hijos/as. “De mudar-
me de aquí, me mudaría a un sitio que realmente yo
sé que es mucho mejor porque hasta ahora he podido
sobrevivir y llevar a mis hijos por el camino que yo
quiero”.
• Redes de cuidado a niños y niñas. “Por ahora no está
dentro de mi proyecto mudarme porque la niña está muy
pequeña y ya tengo confianza que me la cuidan hasta que
yo llego (del trabajo)”.
• Ubicación geográfica. “Lo bueno del barrio es que es
un lugar céntrico, usted de este barrio puede ir a muchos
lugares, puede ir al Mercado, a la Máximo Gómez, puede
ir, a partir de aquí, a cualquier lugar”.
• Presencia de muchas escuelas. “Este barrio es bueno
porque tiene muchas escuelas”.
• Relaciones de amistad. “Aquí tengo muchos amigos. Yo
estoy para ellos y ellos están para mí”.
60
• El Barrio es bueno. “Para mí es bueno el barrio, yo no
veo ninguna maldad, para mí es bueno”.
• Establecimiento de redes sociales. “El barrio es muy
bueno, simplemente que como barrio hay gente buena y
gente mala. Yo he vivido en otro sitio porque a veces no
encuentras casa aquí, pero después que conoces gente
mejor estar aquí”. “Aquí la gente es buena y ayuda a
uno”. “Uno vive entre familias”.
• Cercanía de los servicios. “Donde yo vivo, vivo tran-
quila, yo y mi esposo, la escuela queda cerca, el traba-
jo queda cerca de mí y mi esposo, todo lo tenemos con
facilidad”.“Estoy cerca del mercado”.
2. Elementos de desarraigo
Los actores destacan una serie de elementos que no les
gustan del barrio como son:
• Delincuencia. “A mí lo que no me gusta es la delincuen-
cia, cuando se ajustan armas, es horrible, la cosa de la
drogas que a veces ha pasado, se arman unos tiroteos y
muchas veces uno tiene miedo a una bala perdida”. “No
me gustan los ladrones”. “Los ladrones roban la tele y los
cuartos”.
• Mala imagen del barrio. “Mucha gente piensa que
es malo el barrio, pero no es así, tú mencionas a Villas
Agrícolas y piensan que es un infierno que te van a
poner una pistola”. “Es mala fama porque hace unos
años existían dos bandas, “los Pepes” y “los Pinos”,
los Pepes eran de aquí y los Pinos no eran de aquí y
atracaban”.
• La policía. “No me gusta la policía, mata”.
• Venta de drogas. “Es un barrio que tiene mucha co-
rrupción, mucha bebida, bulla por todas partes, y uno
sabe que hay puntos como dicen que se venden dro-
gas”. Sobre la venta de drogas se le cuestionó a pa-
dres/madres que comentan la existencia de drogas, si
conocían las drogas que venden y plantean que “no lo
he visto, no sé”. El hecho de que se vendan drogas lo
destacan porque “se tiran la Dirección de Contrabando
(que debe ser la Dirección Nacional de Control de Dro-
gas, DNCD)”.
61
Con respecto a las drogas al cuestionar a las madres
y padres entrevistados/as sobre cómo se puede re-
solver el problema de las drogas las soluciones plan-
teadas se limitan a la esfera individual y familiar. “Con
relación a la droga, lo que tenemos que hacer es que
tenemos que hablar con los hijos, mucha comunica-
ción para que no entre, para hacerles saber lo malo
que es ser adicto, ser un parásito de la sociedad”.
Las drogas no las han visto consumiendo, excepto en
una anécdota de una huida de un joven vendedor de
drogas. “Un día me la tiraron en los pies. Yo tengo la
costumbre de irle a esperar a mi papá en la Ovando
(calle Nicolás de Ovando) y estoy sentada y viene un
tiguere, parece que venía del Capotillo, pero lo venían
siguiendo, venían los militares en un motor, cuando él
pasó de lado tiró los dos paquetes al lado mío”.
• Robo de niños y niñas. “El papá de mi hija me lla-
mó que se estaban robando los niños”.
• Desabastecimiento de energía eléctrica. “Aquí
hay muchos apagones”.
• El metro. “No me gusta montarme en metro, porque
a veces se tranca y uno no puede salir”. Otras madres
plantean que no les gusta el metro porque es “muy
caro”. “Son 20 pesos, mientras que los carros públi-
cos son más baratos, por eso no lo uso”.
• Contaminación sonora. “Para mí lo que menos me
gusta es la bulla, sobre todo que no dejan dormir a
nadie”. “No me gustan los colmadones, aquí hay un
colmadón, la gente coge la calle y tú no puedes cru-
zar para allá”.
• Contaminación ambiental.“Hay mucho humo”. “El
humo es primordial, el humo de las empresas”.
63
el padre, y dice: “aquí a veces tenemos dos nombres.
En el Sur hay mucha brujería. Yo no quise ponerle dos
nombres a mis hijos. Le ponemos un nombre para
los documentos y otro cómo le vamos a llamar”. En
estas citas de la entrevista a un padre y una madre
de uno de los/as niños/as estudiados/ as se muestra
la ambivalencia en el manejo de las prácticas mágico-
religiosas: se reconoce que se utiliza el nombre como
resguardo por un momento y en otro se niega califi-
cándolo como brujería.
• Prácticas de celebraciones a santos -horas san-
tas. El manejo ambivalente de las prácticas mágico-
religiosas del vodú se muestra también en la asis-
tencia a celebraciones. Por un lado, en la familia se
destaca que no se cree en santos, sin embargo en
otro momento se observa que uno de los niños solicita
permiso para asistir a una hora santa que se celebra
en la comunidad. La explicación que hacen las per-
sonas de la comunidad de la hora santa es: “la hora
Santa es como una promesa. Le rezan a un santo o
al niño. Con velas y agua bendita. Hay una mujer que
la niña la tenia enferma y pasó cinco años ofreciendo
una hora santa y al final se murió. Cuando cumple un
difunto años se le hace una hora santa al mes”.
• Realización de promesas. Las promesas son parte
de las prácticas mágico-religiosas en la religiosidad
popular. Se le hacen promesas a distintos santos y
vírgenes y esta promesa incluye salir en procesión
hacia donde se encuentra su altar y/o realizar fies-
tas dedicadas a estos santos y vírgenes. En el día de
la Altagracia muchas personas asisten en procesión
a la Basílica de Higüey (ciudad en el este del país)
para hacerle peticiones a la Virgen o para agradecer-
le por una promesa ya cumplida. En las entrevistas
aparecen algunos casos de familias que han visitado
en procesión la Basílica. “Mi abuela sufría de azúcar.
Ella murió hace tres años y todos los años íbamos a
Higüey vestidas de blanco a llevar un velón a la vir-
gen de la Altagracia, orábamos y oíamos la misa”.
“Los hijos míos varones sufren de asma y le prometí
64
a la virgen de la Altagracia que si les sanaba los iba a
llevar allá, y gracias a Dios y a ella se me sanaron, el
otro año pal’ 21 los llevaré a Higüey”.
• Creencias en brujas chupa-sangre. “En una de las
observaciones se muestran los comentarios de una jo-
ven que tenía un bebé y había una hermana de su abue-
la que estaba chupando al bebé, que lo debilitan, caen
enfermos y los doctores no le encuentran nada. Ella
plantea que si les echas sal, las brujas no se paran”.
• Creencias en Bacá. (diablo/s) “El Bacá no lo he visto
ni lo quiero ver, no me he topado en la vida con uno
de ellos, pero existen”. Se percibe una fuerte presen-
cia de lo transcendental en los discursos de la gente,
por ejemplo:
• Presencia de oraciones y canciones religiosas en
la rutina diaria de niños y niñas. “Cuando voy pa’
la escuela mi mamá me pone a hacer clase, a leer,
escribir, a orar y a cantar”. “Cuando me levanto en la
mañana oro, desayuno y voy pa’ la escuela”.
• Dios está presente en todas las acciones y en la
visión de futuro. A la pregunta sobre cómo se pue-
den resolver los problemas de su barrio algunas per-
sonas responden: “Con el amor de Dios. Dios es luz.
No vas a confiar en las autoridades y muchas veces
ellos son los peores”. Esta misma respuesta también
se encuentra con respecto a lo que consideran más
importante en la educación de los/as niños/as. “El
amor a Dios. El amor y respeto a Dios. Toda la educa-
ción proviene de ahí. Porque la mayoría de los niños
especiales, es por eso porque no les han enseñado el
respeto y el amor a Dios. Los hogares que están des-
viados no tiene respeto a Dios”.
• Asistencia los domingos a Misa. Las madres en-
trevistadas destacan que van a misa solas, sin sus
hijos/as ni cónyuges. “Los domingos voy a misa, me
voy bien tempranito que tengo que venir a cocinar”.
Hay personas que se reafirman en su pertenencia a
la religión católica. “Soy católico, siempre en la vida,
porque esa es la religión que me dieron y me siento
seguro en esa religión”.
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IV.4 Conclusiones Capítulo IV
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67
V. Relaciones entre
la Familia y la Escuela
V.1 Características de la Relación
Las relaciones entre la familia y la escuela presentan diferen-
tes matices como son:
• Relación permeada por la presencia de la Funda-
ción. Como los niños y las niñas van a la Fundación
a realizar sus tareas y sus actividades post-escolares
los padres y las madres no le dan seguimiento conti-
núo a sus tareas porque entienden que eso lo realizan
en la Fundación. “Ellos van a la escuela, llevan las
tareas y luego a la Fundación, María lo hace todo allí,
va a la Fundación a Internet a buscar información”.
Se presentan algunos casos de madres que no tienen
suficientes recursos para inscribir sus hijos/as en la
Fundación y los/las tienen en una sala de tareas. “La
mamá no ha conseguido dinero para inscribirla en la
Fundación. En la escuela está medio flojita y tiene una
sala de tareas”.
• Ausencia de vínculos entre la asociación de pa-
dres/madres de la escuela y los padres y ma-
dres entrevistados/as. “Aquí hay asociación, pero
nosotros no participamos en ella, eligen a personas
cada cierto tiempo y no fuimos elegidos, pero cuando
nos requieren para cualquier cosa, nos convocan o
necesitan una colaboración para la escuela estamos
presentes”.
Se muestra que las asociaciones de padres/madres de
la escuela tienden a reducir su accionar a la directiva
de la asociación y padres y madres no tienen un rol
69
activo en las asociaciones ni en la escuela porque su
rol se reduce a acudir “cuando son requeridos”.
• Cuidadoras sustituyen a madres en las reunio-
nes de la escuela. “Cuando hay reunión y la mamá
no puede ir voy yo”.
• Asistencia de padres/madres a reuniones en la
escuela. Algunos padres y madres asisten a reuniones
de la escuela y en algunos casos se han encontrado
que el año escolar inició y no se ha convocado a reunio-
nes. “Si tú supieras que este año no nos han mandado
circular, no han tenido reunión”. “Hay reuniones cada
tres meses en la escuela. Yo voy a las reuniones que
hacen”. “Hicieron una que de 36 niños na’ má fueron
11 madres, y cuando hay tantos niños las mamás de-
ben de ir. Yo nunca perdí una reunión. Yo sé que traba-
jan, pero para todo hay que sacar tiempo”.
Se muestra en el estudio que las madres son las que
asisten a las reuniones y las que asumen que es a las
madres a las que les toca ir a las reuniones y no así a
los padres a excepción de cuestiones puntuales.
Valoraciones positivas
a) Valoración positiva de la calidad de ciertas escuelas.
En el barrio hay unas escuelas públicas que están mejor po-
sicionadas con respecto a la valoración de su calidad frente
a otras. Es el caso de una escuela de excelencia escolar que
forma parte de un plan piloto. Lo que no ocurre con la otra
escuela. “Los hijos míos van en esa escuela, es excelente”.
“Para mí sobre todo la educación que dan porque la ma-
yor que estudió ahí fue estudiante excelente, salió de ahí y
ahora está en el Politécnico y ha sido excelente”.
b) Presencia de seguridad en la escuela. “Es muy bue-
na, es una escuela muy segura, que no entran gente vio-
lenta, no entran tigueres, no hay peligro de que salgan”.
70
Valoraciones negativas
a) Falta de participación de los padres y madres. Algu-
nas madres se quejan de que en sus centros educativos
no convocan a reuniones a padres y madres para expli-
carles como van sus hijos. “No estoy muy conforme, por-
que ellos mandan a decir las cosas con los niños cuando
yo quiero que me manden una nota”. “Antes hacían re-
uniones mensuales, pero hasta ahora no han convocado
a reuniones”.
b) Elementos críticos sobre la calidad de la escuela.
“Mi hijo está en la escuela Sabiduría, antes era mejor”.
Al cuestionar a esta madre en que era mejor no supo
identificar las diferencias o no se atrevió a plantearlo.
Las familias estudiadas mantienen unas relaciones con la
escuela tanto en su asistencia a reuniones y actividades,
como en su seguimiento a las tareas escolares, pero esta
participación depende de si hay problemas con sus hijos/
as o en la escuela misma. Su valoración sobre la escuela
tiende a ser positiva, hay muy pocos elementos críticos
y aunque tienen una alta valoración de la importancia de
la educación, en general no tienen apreciaciones sobre
cuestiones pedagógicas. Más bien algunas valoraciones
positivas suelen apreciar estos espacios por ser un lugar
seguro.
72
VI. Percepciones sobre
la Fundación y su Trabajo
en el Barrio
Se encuentra que las percepciones sobre la Fundación
son totalmente positivas y padres/madres establecen la im-
portancia que tiene el trabajo de la Fundación para la edu-
cación de sus hijos e hijas. Esto se muestra en expresiones
como las siguientes:
73
tros educativos, hay niños y niñas que han manifestado
que “prefieren” la Fundación y se niegan a ir a la escuela.
“Mami, pero apúntame dos veces en la Fundación, porque
me gusta tanto. A ella le fascina, más que ir a la escuela”.
74
75
VII. Posibles Vínculos
existentes entre Contexto
Social, Familiar y Rendimiento
Escolar, y otras Conclusiones
Para el desarrollo del estudio se escogieron familias de
niños/as con alto rendimiento escolar y con bajo rendimiento
escolar. Esto fue así para identificar posibles patrones pre-
sentes en niños/as en las prácticas educativas de sus padres
y madres, estructura familiar, contexto y su incidencia en el
rendimiento escolar.
Las viviendas de las familias objeto de estudio carecen
de las condiciones básicas de habitabilidad y esto les lleva a
realizar muchas de las actividades domésticas y cotidianas
fuera de la casa y en espacios compartidos: callejones, patios
comunitarios o en la calle. Esta situación propicia condicio-
nes favorables para las relaciones vecinales, las cuales son
duales: por un lado funcionan como redes de solidaridad y
por otro ejercen control social. Estas mismas redes vecinales
cumplen funciones de cuidado de niños/as, así como son ca-
nales de socialización.
La existencia de redes vecinales de tipo informal determi-
nada por relaciones de vecindad y/o solidaridad no desem-
boca en la creación de asociaciones formales entre los ha-
bitantes del barrio. La respuesta a los problemas existentes
proviene de los entornos individuales o familiares, más allá
de soluciones colectivas lideradas por entidades públicas o
privadas. Una de las reacciones de cara a los problemas es
mudarse a otro barrio con mayor seguridad y mejores ser-
vicios básicos, lo cual evidencia una falta de arraigo hacia
este barrio de reciente formación. Otra reacción es buscar
soluciones a nivel divino, un componente muy presente en la
realidad cotidiana de la gente.
77
Dos aspectos que han surgido del estudio son parte del
imaginario colectivo de los habitantes: la inseguridad ciuda-
dana relacionada con las drogas y el sentimiento de miedo y
rechazo hacia la población haitiana. Ambos parten del desco-
nocimiento, por un lado de las drogas en sí y por el otro del
origen de sus miedos hacia la cultura haitiana. En este senti-
do una mayor información acerca de las drogas y un enfoque
intercultural en las prácticas educativas ayudaría a trabajar
los estereotipos existentes acerca de estos temas.
Las familias de los/as niños/as estudiados/as son diver-
sas en cuanto a su estructura, pero manifiestan dos caracte-
rísticas comunes: tener como eje principal la madre/abuela
y contar con redes de apoyo familiar y/o vecinal. Aunque no
se ha encontrado una conexión directa entre la estructura
familiar y el rendimiento escolar, en el discurso de docentes
y padres/ madres se percibe por un lado, la existencia del
imaginario de un modelo familiar ideal compuesto por madre,
padre e hijos/ as, y al mismo tiempo una preferencia por este
modelo. El trabajo hacia una visión más amplia de las estruc-
turas familiares en las que viven los/as niños/as caminaría en
favor de una mejor atención a la diversidad de las estructuras
familiares existentes en el alumnado, un mayor acercamiento
a su realidad y evitaría la estigmatización de estructuras fa-
miliares diferentes a las de la familia nuclear.
El estudio ha mostrado igualmente una diversidad de reali-
dades en cuando a los vínculos entre nivel educativo de padres/
madres y rendimiento escolar de niños/as. Hay casos en los que
existe una correlación directa y otros en los que no es así.
La educación es importante para las familias, en la medi-
da que permitirá a sus hijos/as mejores condiciones de vida y
oportunidades en el futuro. En relación a los contenidos de la
educación, tanto docentes como familias hablan de la impor-
tancia de la trasmisión de valores en sus prácticas educativas,
en ambos casos más como conceptos que como prácticas o
comportamientos. En este punto, contrasta la denuncia de
los maestros y maestras acerca de la falta de valores en las
familias, con las percepciones de éstas. Este prejuicio acerca
de los valores en las familias debería ser trabajado a través
de un diálogo abierto con las familias sobre qué valores son
importantes y qué se entiende en cada uno de ellos, así como
78
con estrategias de trabajo conjunto en la práctica de los mis-
mos. Siendo el primer paso el reconocimiento por parte del
equipo docente de la existencia de valores en las familias y
de la necesidad de saber si coinciden con los del curriculum
escolar o se contradicen total o parcialmente.
La violencia, tanto física como sicológica, está presen-
te en todas las prácticas educativas: las familias la utilizan
contra niños/as para ejercer su autoridad, lograr disciplina,
modificar conductas y como control social. El estudio arroja
ciertas dualidades entre los discursos y las prácticas educa-
tivas de las familias en relación a la violencia y otras temáti-
cas. Condenan la violencia física, pero declaran abiertamente
que la ejercen; no consideran violencia el maltrato sicológico
ni los golpes cuando son menores; consideran que la agresi-
vidad de niños/ as la aprenden también en las familias, pero
no lo relacionan con la aplicación de castigos violentos; cono-
cen la existencia de una legislación que prohíbe la violencia
hacia menores, pero no han roto con la práctica; mencionan
valores y derechos de la niñez sin ser interiorizados, también
hay casos de valores que se practican sin estar en el discurso.
La violencia también está presente en el juego; los padres
no se visualizan como orientadores y participantes en los es-
pacios de recreación, pues su involucramiento es muy escaso
y se limita al ejercicio del control social o cuando aparece la
violencia entre niños/as.
En el proceso de socialización las familias están transmi-
tiendo y asumiendo como naturales roles de género tradi-
cionales, tanto en los discursos, como en los comportamien-
tos. Por esta razón, aunque las mismas mujeres se quejan
de la sobrecarga de trabajo y responsabilidades sobre ellas
mismas, no se visualiza ningún paso hacia la reasignación
equitativa de roles. La sobrecarga de trabajo de las mujeres,
con el apoyo de las niñas, es producto de la necesidad de
desempeñar roles productivos fuera del hogar para mejorar
los ingresos de familias de bajos recursos. Las soluciones fa-
miliares adoptadas frente a esta situación no han procedido
de una reasignación de roles en la familia, como se ha co-
mentado, sino de apoyos de otras mujeres a través de la red
familiar o vecinal, en algunos casos remunerados y en otros
compensados a través de favores.
79
Conviene señalar que la investigación ha tenido un ca-
rácter principalmente femenino: la mayoría de los actores
adultos que han participado en grupos focales, entrevistas y
observaciones, son mujeres, lo cual refleja que la implicación
de las mujeres en todo lo relacionado con el cuidado familiar
y seguimiento escolar continúa siendo mayor que la de los
hombres.
La socialización de temas relacionados con la sexualidad
es un tabú en las familias. Sobre este tema, no sólo no se ha-
bla, sino que hay un control importante sobre el cuerpo y la
sexualidad, especialmente en las niñas. Las familias delegan
en el medio las orientaciones sobre sexualidad y en caso de
asumir esta función recae la responsabilidad en las madres
sobre hijas en el periodo de la adolescencia. Esto contrasta
con la preocupación por los embarazos no deseados y los
abusos sexuales. Por otro lado, se aprecia una fala de tole-
rancia hacia orientaciones homosexuales tanto en familias
como en el barrio.
En lo referente a las relaciones que establecen las familias
con los centros educativos, señalar que giran sobre todo en-
torno a cuestiones operativas puntuales. De este modo crean
una relación entre la calidad de las escuelas y la Fundación y
las condiciones de seguridad de las mismas. Para las familias
la escuela supone una alternativa a que los y las menores no
estén en la calle y un mecanismo de prevención de la delin-
cuencia juvenil que tanto les preocupa.
Por un lado los maestros/as acusan a las familias de ser
los principales responsables de los problemas de los/as ni-
ños/as, y por otro lado las familias no demuestran particu-
lar empoderamiento y/o cuestionamiento sobre la calidad en
términos pedagógicos de las escuelas de sus hijos/as. Lo cual
parece señalar poca claridad entre las responsabilidades en-
tre los diferentes agentes socializadores de los/as niños/as.
Las observaciones del presente estudio han estado centra-
das en las prácticas educativas de las familias, a partir de
las cuales se han recogido afirmaciones relacionadas con las
escuelas y la Fundación Abriendo Camino. En este sentido,
la realización de un estudio posterior sobre la formación en
las aulas de las diferentes escuelas del barrio y en las de la
Fundación Abriendo Camino aportaría el contraste de estas
80
informaciones y una mayor profundidad en el conocimiento
de la realidad objeto de estudio.
Las afirmaciones de la familia coinciden en que la Funda-
ción representa una buena alternativa a situaciones precarias
de habitabilidad en las viviendas, falta de tiempo y capacidad
de los padres/madres en el seguimiento escolar. El hecho de
que los/as niños/as inscritos/as en la Fundación mayoritaria-
mente hagan ahí las tareas de la escuela, ha sido asumido
por las familias no sólo como una descarga de trabajo en sus
prácticas educativas, sino que en algunos casos también de
la responsabilidad. Aunque las familias afirman que dan se-
guimiento a las tareas de sus hijos/as, los amplios horarios
laborales y la confianza en el trabajo realizado por la Funda-
ción posiblemente provocan una menor responsabilidad en el
seguimiento escolar. Principalmente este tipo de seguimiento
recae en las madres. Cabe señalar que el equipo investigador
percibió una gran apertura por parte de las familias ante un
estudio encargado por la Fundación.
El estudio muestra que no hay una correlación directa en-
tre las estructuras, condiciones socioeconómicas y contexto
y nivel educativo de las familias y el rendimiento escolar. El
rendimiento de niños/as es un fenómeno multi causal que no
solo está influido por las prácticas educativas de la familia,
sino también por lo que ocurre en la escuela y/o otros es-
pacios educativos, así como por situaciones individuales de
desarrollo de cada niño/a.
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