Afuera de la Caja Negra,

Afuera de la Caja Negra, es dnde todo sucede. Lejos del molde de lo

preestablecido y de las lealtades, devociones y sacrificios en el nombre de los
dogmas de la sangre. Esos programas obsoletos tallados en el rbol familiar,
sesgos forjados en percepciones corruptas que generan alucinaciones de
catstrofes y miedos como precio para ser uno mismo. Miedos que no son reales
ms que en la misma capacidad creadoras de quin los siembra en s mismo, y que
los riega al honrarlos como una realidad.

Es en ese ser uno mismo, en ese religar, en dnde la curiosidad vuela libre para
consumar su cometido. Ah en donde la vida se manifiesta en un brote de
emociones, ideas y actos de vida poderosos y transformadores, subsecuentes a
permitirse la libertad de crear lo que nace en el corazn cada momento de cada
da; esa llamada osada por muchos alrededor, que nos otorga la paz que
buscamos errticamente y muchas veces, en los vertederos de la dependencia
emocional.

En la libertad de las cadenas, en ese acto valeroso de saltar con los brazos abiertos
hacia nuestro ncleo, se esbozan destellos que transmutan cada herida en algo
que nos permite vivir en dicha y gracia, siendo/haciendo lo que somos de corazn
y no otra cosa.

Libre el ser que entiende que, en cada pequeo momento, la consigna de oro es no
ser/hacer nada que ofenda al espritu interior, pues ah emerge el colorido que
otorga dicha y plenitud al ser, y que nos conecta con el espritu colectivo del todo.
Es dnde este ltimo nos otorga su abrazo clido, dnde nos cubre el cosmos con
su manto, y la soledad, el miedo, el apego enfermizo se vuelve en cada arrullo,
ms y ms inverosmil, pues aprendimos a amarnos a nosotros mismos. Paso uno,
antes de siquiera pensar en amar a nada ni nadie, pues el que no se ama, sigue al
miedo, y sus sentidos estn obscurecidos de pensamientos forma que le alejan de
una relacin honesta consigo mismo.

Afuera de la Caja Negra, es dnde todo sucede. Es dnde el premio por encontrar
el ncleo propio y honrarle en cada acto, pone al servicio del alma todas las leyes
del universo y de la naturaleza, pues el universo desea poderosamente que nos
volvamos una manifestacin viviente de nuestra verdad ms ntima.

Roberto Garca Fuentealba

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Genreal del Canto 230 Of. 203
Providencia - Santiago