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Ahora bien qu pensaramos de una persona que hoy en da fuera por ah atribuyndose todas
esas cosas? Sin duda que no se trataba ni de un hombre bueno ni de un sabio. Solamente habra
dos posibilidades: que dijera la verdad o que mintiera. Si dijera la verdad, sera Dios y el caso
estara cerrado. Deberamos creer en l como tal Dios y adorarlo. Si no dijera la verdad, entonces
no sera Dios, sino un simple ser humano. Pero un simple ser humano que quiere que t le
adores como Dios no es un hombre bueno. Sin duda es un hombre muy malo, tanto moral como
intelectualmente. Si sabe que no es Dios, entonces es moralmente malo, un mentiroso que trata
deliberadamente engaarte hacindote caer en la blasfemia. Si no sabe que no es Dios, si cree
sinceramente que es Dios, entonces es un enfermo mental, o sea, un loco.
Una medida de tu locura es el tamao de la brecha existente entre lo que t crees que eres y lo
que realmente eres. Si yo creo que soy el mayor filsofo de Amrica, me limito a ser un loco
arrogante; si creo que soy Napolen, estoy probablemente al lmite; si creo que soy una
mariposa, estoy totalmente alejado de las orillas soleadas de la cordura. Pero si creo que soy
Dios, estoy todava ms loco porque la brecha que separa lo finito del Dios infinito es todava
mayor que la que separa dos cosas finitas cualesquiera entre s, aunque se trate de un hombre y
una mariposa.
Josh McDowell resumi el argumento de una manera simple y memorable en el trilema "Seor,
mentiroso o luntico?" Esas son las nicas opciones. Bien, entonces por qu no mentiroso o
luntico? Pero casi nadie que haya ledo los Evangelios puede honrada y seriamente considerar
esa opcin. La inteligencia, la astucia, la sabidura humana, la atraccin de Jess emergen de los
Evangelios con fuerza ineludible para cualquiera que no sea un lector sumamente endurecido y
lleno de prejuicios. Comprese a Jess con mentirosos como el Reverendo Sun Myung Moon
(fundador de la secta Moon) o con lunticos como el difunto Nietzsche. Efectivamente Jess
posee en abundancia estas tres cualidades que son las que ms brillan por su ausencia en
mentirosos y lunticos:
1. Su sabidura prctica, su facultad de leer los corazones humanos, de comprender a las
personas y de descubrir lo que se oculta detrs de sus palabras, su capacidad de sanar tanto las
almas como los cuerpos de las personas.