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EL ESPRITU SANTO Y EL PROCESO DE SALVACIN PERSONAL

El arrepentimiento

En primer lugar, el arrepentimiento mismo es un don de Dios (2 Timoteo 2.25). En


el plan de Dios para la salvacin, el arrepentimiento es la parte que le corresponde
al hombre. Sin embargo, nadie puede demandar ningn mrito para s por haberse
arrepentido, porque es la bondad de Dios la que nos gua al arrepentimiento
(Romanos 2.4). Fue la bondad de Dios la que trajo a Cristo nuestro Salvador al
alcance del hombre. Fue la bondad de Dios la que preserv intacta la Biblia
despus de siglos de esfuerzo por destruirla. Fue la bondad de Dios la que
preserv nuestras propias vidas hasta que, por la gracia de Dios, entregamos
nuestros corazones a l. S, es la bondad de Dios la que nos gua al
arrepentimiento.

Una de las misiones principales del Espritu Santo es convencer al mundo de


pecado (Juan 16.8). El sentimiento de tristeza y el peso en el corazn del pecador
antes de arrepentirse es el resultado de la obra del Espritu Santo en su corazn y
en su conciencia.

La obra del Espritu Santo es una cuestin que muy pocos entienden y es de suma
importancia comprenderla para nuestra salvacin. El Espritu santo trabaj en el corazn
de los ante-diluvianos El Espritu Santo trabaj arduamente en el tiempo de No,
produciendo una constante conviccin de pecado (Gn. 6:3). Por largo tiempo soport el
pecado de los rebeldes seres humanos, hasta el da en que No entr en el arca,
despus de haber predicado 120 aos el mensaje del arrepentimiento. Fue entonces
cuando Dios envi un diluvio, el cual barri con todas aquellas personas que no se
arrepintieron.

No puede haber arrepentimiento de pecado hasta que el pecador est consciente


de su condicin pecaminosa. Como resultado de la obra del Espritu Santo, todo
humano siente un vaco, un sentido de confusin de que algo le hace falta. Pero el
pecador no puede arrepentirse sin saber qu es lo que est mal en su vida. Tiene
que tener conocimiento del pecado antes de poder arrepentirse.

Antes si no os arrepents, todos pereceris igualmente (Lucas 13.3). Vale la pena


destacar que unas de las primeras y ltimas palabras dichas pblicamente por
Cristo mientras estuvo en la tierra fueron acerca del arrepentimiento (Mateo 4.17;
Lucas 24.47). Siendo que el alma que pecare, esa morir (Ezequiel 18.4),
sabemos que un pecado en el alma significa muerte eterna. As que, arrepentos
y convertos, para que sean borrados vuestros pecados (Hechos 3.19).

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