POEMAS DEL INSOMNIO.
‘Hor, es necesario que me des con el pan nucstro, cl suctio nucstro de cada dfa.
Mas que cl pan diste cl sucio a todas las criaturas de la ticrra: no se lo
nicgucs, pucs, a quicn no cs menos tuya que las otras. Y td sabes, Scior, que
los gusanos del polvo y las ficras de los bosques y los peces del mar, no sicatea
esta urgencia que yo sicnto de descansar un poco de mf misma y de contar, a
veces, los dias de mi vida para saber qué pucdo baccr con clos. Si no ducrmo,
no hay dfas que contar cn esa vida que tc debo y que debes. No hay mds que un
solo dia ncutro, un dia sin ayer y sin maiana, perdidos sus perfilcs, perdidas sus
fronteras, que s6lo marcar pucde tan dulcemcate el suciio. Marcar y bacernos
Hevadera la presencia de ese monstruo invisible quc cs cl tiempo; monstruo que
io sabemos siquicra imaginar, y cuyo verdadero nombre ignoramos, y del que78 [Dulce Marta Loynaz 1a Habana 1902-1997
no tencmos mas vestigios que las lentas, pero seguras dentellad
dejando al paso en nuestro cntorno,
que va
en nuestra alma, cn nuestro cuerpo.
Como he velado toda la noche, cl dfa de hoy se me ha unido al de ayer;
qucdaron por tanto los dos dfas sin Inca divisoria cntre sf, sold4ndose uno al
otro hasta ya hacersc ambos un s6lo dfa grande, amorfo, innominado. No sé
cixdl cs ayer ni cudl cs hoy; no sé si ayer cs todavia hoy o si hoy ya cra ayer. ¥ no
sé qué esperanza me ha fallado, ni qué pena dejo de serlo; o qué afan me suj
todavia, o qué ilusin me cngaiia, o qué nube sc cicrne cn mihorizonte. Y pronto
no sabré si vivo o he mucrto ya de tantas cosas de que debf morir de ayer a hoy,
un dia anticipado que sera pronto pronto maha
Sé que mafana cs siempre una inquictud aunque no sca ya por lo que mude,
sino por lo que deje. Mafiana scr siempre una sombra que despejar, un:
pendicntc con cl destino. Sino ducrmo, Sciior... (Como sabré cuando es m:
éComo liberarlo de esta bruma del sucio no saciado, como no reconocerlo y
reclamarle todo lo que cn mi vida hecha de azares, se aplazd, se dejo para manana?
ML
Y yo recuerdo ahora como cra dulce cl sucho: no cl sucho mismo, sino su
dulzura. Recucrdo cl modo cn que Hegaba sutil como un perfume evaporado
de alguna flor sin nombre, exquisito y real al mismo Uicmpo a la manera de un
jardin distantc; cra csc olor a selva que de lejos trac hasta
Fifaga cargada de Muvia todavia sin cacr.
Porque el sucio cra eso, un trascender otros paisajes, no sé si descubrign-
dolos o simplemente retornando a cllos. Mas ¢ra cn todo caso un retorno sin
pies y sin camino; un resbalar de luz. en sombra, o sombra a contraluz o sombr:
pura. Tampoco sé si cra yo quicn iba al sucio, o cl sucio descendia sobre mi.
Tal vez él me rondaba, me clegfa como clige su Mor la casta abeja. Flor pude
ser para cl ansiado suciio, ticrna y propicia con mi gota de micl no muy
profunda: sé que dormia entonces —lenta, moro: amente —, pucdo
decir ahora que por zonas del cuerpo y la concicncia, al’modo de quien va
cerrando pucrtas y cicrra al fin la Glima,
ja ciudad alguna
IV
éLa cerraba del todo? No recuerdo. Tal vez un hilo de mi ser seguia fluyendo por
un resquicio involuntario, Tal vez no me era facil despejarme del todo de mi misma
y algo sobrenadaba cn ese sucio con sabor a mis suciios... No lo sé. Sé que cra
bucno dormir y cntredormir y cntreverar la vida con su pulpa, espuma, polen de la
muerte, Y s¢ también que despertar cra tan dulce como el sucio: era de pronto
recobrar la integridad dispersa, ser de nucvo creada con cl dfa, Pesaban menos
fatigas de aycr, sicndo las mismas. Y cl pic mds dgil acortaba idénticas distant
Y cra bonito poner cn orden la mafana, la casa, el corazon.Poemus ndufragos [179
v
sin dormir... Ya ta vez, Acabaré por perder todos mis rastros y quién
sabe si tu sefal cn csc torvo empate de los dias con las noches, que no me deja
la ilusi6n de empezar a vivir, de nacer otra vez cuando despicrto. Y no sc pucde
— te lo digo yo — vivir por muchos afios sin volver a nacer de vez. cn cuando; sin
estrenar un poco cada dia cl paisaje de todos los dfas en la misma ventana...
VI
Si me quitas cl sucio, me quitas —td lo sabes— cl rctorno preciso de toda
sangre al coraz6n, a los pulmones dvidos de limpiarse. Me quitas cl oxfgeno del
que también hace posible, por encima de todos los cansancios, scguir
ndo todavia por estos cauces minimos y retorcidos que me diste por scndas;
fior, que me cciiste.
ne quilas cl suciio, me habras qui
Jo cl modo de volverme a aquel primer
silencio donde mi voz tuvo rafz y donde s6lo me cs ya posible alimentarla. Mc
habras echado defi
No lo quicras
el cclemin,
vamente de la sombra inicial, maternal, fecunda.
» Schor, para (u sicrva: no Ie habras dado luz para ponerla bajo
a débil para al fin cascarl
1960