0 evaluări0% au considerat acest document util (0 voturi)
497 vizualizări2 pagini
El documento resume cómo el avance de la ciencia hacia lo abstracto y universal ha alejado el conocimiento del hombre común, quien ya no puede comprender explicaciones complejas sobre teorías como la de Einstein. A medida que la ciencia ha progresado hacia lo infinitamente grande y pequeño, el lenguaje cotidiano ya no puede expresar sus nuevos conceptos. Esto ha llevado al hombre medio a reemplazar la comprensión por la admiración y fetichismo de la nueva "magia" científica, cayendo en una ignorancia más vasta que en el pasado.
El documento resume cómo el avance de la ciencia hacia lo abstracto y universal ha alejado el conocimiento del hombre común, quien ya no puede comprender explicaciones complejas sobre teorías como la de Einstein. A medida que la ciencia ha progresado hacia lo infinitamente grande y pequeño, el lenguaje cotidiano ya no puede expresar sus nuevos conceptos. Esto ha llevado al hombre medio a reemplazar la comprensión por la admiración y fetichismo de la nueva "magia" científica, cayendo en una ignorancia más vasta que en el pasado.
El documento resume cómo el avance de la ciencia hacia lo abstracto y universal ha alejado el conocimiento del hombre común, quien ya no puede comprender explicaciones complejas sobre teorías como la de Einstein. A medida que la ciencia ha progresado hacia lo infinitamente grande y pequeño, el lenguaje cotidiano ya no puede expresar sus nuevos conceptos. Esto ha llevado al hombre medio a reemplazar la comprensión por la admiración y fetichismo de la nueva "magia" científica, cayendo en una ignorancia más vasta que en el pasado.
Hacia la ignorancia por la ciencia - Ernesto Sabato
HACIA LA IGNORANCIA POR LA CIENCIA
Los doctrinarios del Progreso haban imaginado que la humanidad
avanzara,de la Oscuridad hacia la Luz, de la Ignorancia hacia el Conocimiento. La realidad ha resultado mucho ms complicada, y si esa previsin ha resultado cierta para la humanidad como un todo, ha resultado diametralmente equivocada para el hombre individual. A medida que la ciencia ha avanzado hacia la universalidad, y por lo tanto hacia la abstraccin, se ha alejado del hombre medio, de sus intuiciones, de su capacidad de comprensin. A un hombre medianamente culto se le poda dar una explicacin comprensible de la teora de Newton. Pero cada vez que ese mismo hombre empieza a leer una explicacin sobre la teora de Einstein, cesa de entender en el preciso instante en que se comienza a decir algo de importancia; mientras se le habla de trenes, silbatos y jefes de estacin, mientras estamos todava en el reino de las cosas cotidianas,el hombre todava cree entender algo; pero no entiende ya nada cuando se empieza con las ideas que propiamente constituyen la nueva teora. Y no hay que ilusionarse con la creencia de que por fin se ha entendido la doctrina de Einstein porque el periodista X la ha explicado en el suplemento dominical en trminos sencillos: lo que se ha entendido es otra cosa. Cuando es correcta no es entendida por ningn hombre corriente y es apcrifa cuando por fin est a su alcance. Buena parte de los malentendidos que han suscitado estas teoras hasta en el campo de la filosofa se debe a esa desgraciada condicin.
Nuestro lenguaje cotidiano se ha formado bajo la presin del mundo
cotidiano: seres humanos, muebles, vehculos de transporte, emociones, libros, enfermedades. Pero cuando la ciencia avanz hacia lo infinitamente grande y hacia lo infinitamente pequeo ninguna de estas palabras result ya apta para designar los nuevos entes. Y el empeo en querer expresar el contenido de la teora de Einstein con el solo uso de palabras como "tren" y "jefe de estacin" es tan grotesco como el empeo en querer arreglar un aparato de radio con el solo uso de martillo y tenaza. Y cuando decimos que la teora de la relatividad no est ms al alcance del hombre medio, con "hombre medio" no nos referimos al ciudadano de la calle. En esta situacin estn desde los mdicos hasta los historiadores, desde los humanistas que pueden leer a Platn en griego hasta los filsofos normales. En otros tiempos, un hombre culto era aquel que conoca la cosmogona de los presocrticos. Hoy, el hombre culto es generalmente el que sigue conociendo la cosmogona de los presocrticos pero ignora la de Einstein.
Esta es la cruel y paradjica conclusin del avance cientfico. A los
hombres de espritu universal slo les queda la melanclica aoranza de aquellos tiempos en que todava era posible l'uomo universale. La razn motor de la ciencia ha desencadenado nueva fe irracional, pues el hombre medio, incapaz de comprender el mudo e imponente desfile de los smbolos abstractos, ha suplantado la comprensin por la admiracin y el fetichismo de la nueva magia. Porque sus iniciados tienen adems el Poder y un poder que es tanto ms temible cuanto menos se lo comprende: de las esotricas ecuaciones, el especialista desciende hasta las armas ms terribles de la guerra moderna: ondas ultrasonoras para localizar submarinos, telmetros para la artillera, ondas ultracortas para guiar proyectiles, ondas infrarrojas para ver en la oscuridad, cohetes de propulsin a chorro, bombarderos y tanques, explosivos atmicos.
De este modo, el hombre comn vive subyugado y en la adoracin
de los nuevos ritos. De este modo ha retornado a la ignorancia, despus de un breve trnsito por el siglo de las luces. Pero a una ignorancia infinitamente ms rica y ms vasta, porque no es el negativo de la ciencia de un Aristteles, sino de la ciencia reunida de Einstein, Pavlov, Freud, Russell, Carnap, Poincar, Husserl, Heidegger y Whitehead. Y mientras ms imponente es la torre del conocimiento y ms temible el poder all encerrado, ms insignificante es el hombre de la calle, ms incierta su soledad.