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Al director:
Preparar un trono para sentar a la madre. Se puede elegir una madre destacada de la iglesia. la más
joven, la que más hijos tenga, o cualquier otra: la que el director crea conveniente. La madre debe ser
escogida previamente y debe venir con un bebé en los brazos, éste puede ser artificial, o real, muy
pequeñito. No sea que se impaciente durante el programa. Se recomienda que sea una madre joven,
puesto que carga a un bebé pequeño. Se debe tener una capa de colores de satín o tela brillante, una
corona de cartulina dorada con piedras de colores, también un cetro para colocar en su mano. El
cetro puede estar hecho de una varita forrada con papel dorado.
Los participantes, deben ser niños o jovencitos y estar vestidos de manera especial, con trajes
brillantes, como los de una corte. También deben estar así vestidas las personas que actuarán en el
drama, que deben ser adultos.
El canto "Reina de mi corazón" es una letra adaptada a la música de "Madrecita del alma querida".
Deben repartirse previamente copias del mismo a la congregación.
Este programa es en forma de diálogo. Aparecen los personajes del reino, los cuales andan buscando
una reina.
Consejero: Necesitamos encontrar una reina, que ocupe este trono vacío y gobierne bien nuestro
reino.
Ayudante: Sí, pero tiene que ser alguien muy especial, alguien en que estén re unidas muchas
virtudes como: el amor, que es la virtud más importante, la abnegación, el desinterés, la paciencia.
Consejero: Sí, por su supuesto, así como: la fe, la esperanza, la bondad. La ternura y el valor.
Copyright 1994 Zoe González. USA
Derechos Reservados 1994 Zoe González México
Ayudante: No va a ser fácil encontrarla, pero tenemos que hacerlo lo antes posible.
Consejero: Sí, vamos ahora por todos los sitios buscando esa reina.
Ayudante: Vamos.
(Ambos salen. Puede haber una música que haga el efecto de que ha pasado algún tiempo. Debe ser
una música que tenga cierta emoción y expectativa, pues todos están
esperando lo que va a suceder. -Casete adjunto-. Aparecen de nuevo los personajes)
Ayudante: he encontrado la reina ideal para nuestro reino! En ella están re
unidas todas las cualidades que buscamos, es "la reina del amor". Ella ocupará este trono, pues nadie
mejor que ella lo merece.
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Consejero: ¡Qué bueno que la has encontrado! Confío plenamente en tu habilidad para buscar lo que
necesitamos, así que estoy seguro que has encontrado la reina ideal. Tráela ahora mismo que la
vamos a coronar.
(Viene con la madre, ésta debe llevar un bebé en los brazos. Le ponen la capa. la corona y en la mano
libre, le ponen el cetro y la sientan en el trono)
(Mientras le ponen la corona)
Consejero: Tú eres la que mereces esta corona, la que mereces todos los honores.
Pues en ti se han juntado todas las virtudes que buscamos. Eres "la reina del hogar". "la reina del
amor".
(Mientras le dan el cetro)
Sabemos que con este cetro juzgarás con justicia y amor a tus hijos que tanto te aman.
(Inmediatamente después de la coronación alguien puede leer o recitar esta prosa)
"Eso es la madre"
Junta: El infinito amor de Dios. El valor de todos los titanes.
La fuerza de todos los colosos.
El sacrificio de todos los mártires.
La constancia de todos los maestros. El esmero de todos los jardineros.
El desinterés de todos los niños. El cuidado de todos los ángeles. El afán de todas las abejas.
La canción de todas las aves. La caricia de todas las brisas .
El desvelo de todas las estrellas. La firmeza de todas las rocas.
La delicadeza de todas las flores. Todo puesto por Dios en una mujer: Eso es la madre.
Autora: Zoe González
Madrecita del alma querida, tú eres reina de mi corazón pues a tí yo te debo la vida, porque tú me das
todo tu amor.
Tu bondad, tu paciencia y ternura, tus desvelos y tu abnegación,
la encendió Dios en tu alma tan pura, la esculpió allí en tu corazón.
Eres tú esa reina suprema. Eres tú de la reina el amor pues tu ser de virtud está lleno.
Tú eres de Dios un precioso don.
Hay en mi corazón un gran trono que sólo tú puedes ocupar
pues mi alma a tu alma está ligada con un lazo de amor sin igual.
Hoy tus hijos te damos loores y tu nombre queremos honrar. Tú mereces todos los honores. Eres tú la
que sabes amar.
Dios te colme de dichas y bienes
y te dé un bello trono en su hogar. Ponga hermosa corona en tus sienes por tus hijos al reino llevar.
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Oración de rodillas.
Yo conozco a una reina que no lleva corona, aunque es reina suprema y no tiene rival. Es la reina
virtuosa de valor toda llena.
Es la reina del mundo; la reina del hogar.
Es la reina que nunca se aclamó con trompeta y que jamás alguno se ha postrado a sus pies. Su
humildad acrecienta su inefable grandeza y su amor es el cetro que ella extiende con fe.
Es ella, nuestra madre, la reina sin un trono que nos dio en cada beso un poco de su ser. La que bebió
en silencio su copa de amargura, abriendo en nuestras vidas un bello amanecer.
El canto de la cuna es el canto del cielo. El poder que la mueve: el poder de la fe.
Ella alienta en los pechos la paz y la ventura y con voz de vidente sus consejos son ley.
Mi madre es el tesoro mejor que Dios me ha dado.
La gloria de mi vida, la fuente de mi bien. Jamás podré pagarle sus luchas y cuidados, aunque pusiera
amante laureles en su sien.
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Madre, quiero que este canto llegue a ti, que recibas nuestra eterna gratitud
y que guiados por Jesús
tú nos puedas encontrar
en la hermosa, eterna patria celestial.
(Parte ilustrada por niños sosteniendo objetos. En honor al tiempo esta parte es opcional)
"fue buena mi mamá!"
(Niño sosteniendo un libro)
Antes de acostarme mi mamita buena me lee una historia de amor toda llena.
(Niño sosteniendo una Biblia)
Quiero a mi mamita con el corazón, pues ella de la Biblia me da la lección.
(Niño sosteniendo un cesto de frutas) Mi mamita buena feliz me quiere ver, cuando tengo hambre me
da de comer.
(Niña sosteniendo un costurero)
Mi mamita linda tiene mucho que hacer por eso la ropa le ayudo a coser.
(Niño sosteniendo algunos platos) Cuando está cansada la quiero ayudar,
le lavo los platos y se va a descansar.
(Niña sosteniendo una escoba)
Siempre trabajando mi mamita está, la ayudo a barrer y las gracias me da.
(Niña sosteniendo un cesto de ropa)
Mi mamá tiene siempre mucho que lavar
y yo a ella la ayudo la ropa a doblar.
(Niña sosteniendo una plancha o unos percheros)
Mi mamita tiene mucho que planchar
por eso la ropa le ayudo a colgar.
(Niña sosteniendo un rodillo)
Mamá todos los días se pone a cocinar
y yo a ella la ayudo el pan a preparar.
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