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Las lesiones en las hojas (Foto 1), de aspecto algodonoso por la presencia de
esporangios, pueden ser confundidas con las de oídio. Aunque las bayas se hacen
menos susceptibles en la medida que maduran, la infección de los raquis ayuda a la
diseminación de la infección en el racimo (Foto 2). La infección de bayas de más edad
desarrolla una pudrición parda, sin esporulación.
CONTROL CULTURAL
Establecer el viñedo en sitios asoleados y abiertos, orientando las hileras para que
haya una buena circulación del aire y exposición a la luz.
Utilizar un sistema de conducción donde el follaje quede a mayor altura y con
menor densidad para facilitar el secado de las hojas.
Eliminar restos de poda y todo el material vegetal que pueda contener las
oosporas invernantes del hongo.
Mantener el suelo bien drenado y libre de malezas. Así se dificulta la germinación
de las oosporas por falta de agua libre.
Eliminar los órganos verdes próximos al suelo a comienzos de la brotación.
Recoger y elevar la vegetación más adelantada.
Localizar y destruir los focos primarios que aparecen después de una lluvia.
Eliminar las hojas infectadas y tratar con fungicida la planta afectada y las
vecinas.
Destruir las plantas de viñas abandonadas.
CONTROL QUÍMICO
Fungicidas orgánicos
Fungicidas sistémicos
Son productos que pueden ser absorbidos y diseminados al interior de la planta. Los
compuestos a base de cimoxanilo, con poder penetrante localizado, pueden bloquear el
desarrollo del micelio hasta tres días después de la infección. Aunque están protegidos
del lavado por lluvias, no protegen los órganos formados después del tratamiento. Su
persistencia es de 10 a 12 días. La adición de cobre permite prolongar su acción.
RECOMENDACIONES GENERALES
1. Oidio en la Vid
(Uncinula necator)
Oidio en la vid
El hongo se desarrolla sobre hojas, brotes y frutos, apreciándose en ellos las típicas manchas harinosas
blancas. Los daños más importantes son los causados a los frutos.
Requiere alta humedad para infectar, pero no agua líquida. Primavera es ideal para ello. La borra puede
cubrir hojas, racimos o ramas y provoca deformaciones, abarquillamiento de hojas y rajado de uvas.
El inóculo llega por el viento y penetra por los estomas de la hojas. Puede producir daños importantes en
granos pequeños (guisante).
Control
Al ser esta enfermedad de desarrollo externo, se puede combatir una vez que aparece (el Mildiu sólo
puede prevenirse).
En aquellos sitios donde la enfermedad no sea crónica, se puede esperar hasta que veamos los primeros
síntomas y tratar con azufre (en pulverización o espolvoreo).
El producto más utilizado es Azufre, el histórico preventivo y de control en las primeras fases de
desarrollo de la enfermedad. Es barato y además frena a los ácaros. Dinocap se usa mucho menos eficaz.
No tratar con Azufre con temperaturas superiores a los 32ºC puesto que se pueden producir quemaduras
en las hojas. Aplicar el azufre a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, para evitar
quemaduras que pueden darse con temperaturas altas.
Como norma general, habrá de tenerse en cuenta que el azufrado se hará después del tratamiento con
Caldo bordelés (sulfatado) y no antes, para evitar quemaduras. Debe hacerse en espolvoreo.
Se pueden utilizar otros productos sistémicos como penconazol, fenarimol, triforina y muchos más; o
aplicarlos en zonas endémicas, donde es previsible la presencia del hongo.
2. Mildiu de la vid
(Plasmopara viticola)
En primavera aparece la típica mancha aceitosa en el haz de la hoja, verde apagado amarillenta y por el
envés, coincidiendo con ella, una borra algodonosa. Las hojas terminan secándose.
En racimos puede aparecer borra o micelio algodonoso en granos pequeños y podredumbre seca en
racimos más desarrollados en algunas uvas (la piel se arruga y se pone marrón).
El inóculo permanece en hojas caídas en otoño y se activa en primavera. La enfermedad se transmite por
salpiqueo de lluvia y penetra por los estomas de las hojas.
Control
Lo importante es realizar el tratamiento en la época adecuada. Cuidado con los calendarios que pueden
hacer totalmente ineficaces los tratamientos.
El hongo necesita humedad y temperatura entre 15 y 25ºC para su desarrollo, por lo que las lluvias,
nieblas o rocíos seguidos por días calurosos son las condiciones óptimas. Realiza tratamientos cuando las
condiciones climáticas del año, sobre todo en los momentos más susceptibles al ataque del hongo, que
son:
1- Cuando los racimos se hacen visibles, teniendo la mayoría de los brotes una longitud de 5 a 10
centímetros.
2- Al comienzo de la floración.
Al inicio de la brotación primaveral usar tratamiento preventivo. Cobre solo o con Dictiocarbamatos. Se
dan hasta 6-8 tratamientos contra Mildiu, sobre todo en primavera.
Pulverizaciones preventivas con Caldo bordelés, oxicloruro de cobre o dictiocarbamatos (captan, zineb,
mancozeb, etc.).
Se pueden dar 3-4 tratamientos preventivos con Cobre y cuando haya condiciones favorables se pasa a
otros productos:
- Penetrantes: máximo 24 horas después de producirse las condiciones favorables, por ejemplo, la lluvia.
Cimoxanilo, Clortalonil y otros.
- Sistémicos: entre las 24 y 72 de producirse la lluvia, máximo 72 horas (2 días) después de producirse
las condiciones ideales. Metalaxil, Fosetil-Al.
(Botrytis cinerea)
Ataca fundamentalmente a racimos próximos a la maduración. Los granos quedan recubiertos con un
micelio del hongo, de color grisáceo y se secan. Se propaga la enfermedad por contacto. También ataca
hongos saprofitos tipo Penicillium, que tienen un micelio verde azulado.
El hongo Botritis para infectar necesita heridas en la uva. Estas heridas las pueden producir plagas como
la Polilla del racimo, granizo o lluvias muy fuertes.
El síntoma es una borra (micelio del hongo) muy abundante en las uvas de color gris oscuro y se pudren.
Se va corriendo por el racimo con facilidad.
Control
En zonas endémicas (en la Península no son frecuentes) cabría realizar tratamientos preventivos a base
de Benomilo, Carbendazima, Clortalonil, Vinclozolina, Folpet, etc.
4. Yesca
(Stereum necator)
Yesca
Es una enfermedad fúngica caracterizada por la desecación repentina, en pleno verano, de cepas que
unos días antes tenían una vegetación exuberante (un brazo que se seca o toda la cepa).
Se presenta en cepas viejas y en las que han sufrido grandes cortes de poda.
Tratamientos difíciles.
5. Eutipiosis o Eutipia
(Eutypa lata)
Eutipiosis o Eutipia
Ataca todos los órganos verdes de la vid. Las hojas son más pequeñas y deformadas, cloróticas y con
necrosis en los bordes.
Decaimiento de los brotes, con brotaciones raquíticas y tallos débiles con entrenudos cortos.
En los pulgares o brazos de la cepa se observan lesiones negruzcas con necrosis de las zonas atacadas.
El tratamiento, de tipo preventivo, consistirán en la poda y quema posterior de todos los sarmientos y
brazos atacados, al igual que todas las cepas muertas. Pintar las heridas de poda con una brocha
aplicando Carbendazima en pasta, Metil tiofanato o Triadimefon en pasta.
Son hongos muy polífagos. Puede afectar todos los frutales, cítricos, olivo, vid, algarrobos y también
árboles forestales (pinos, chopos, etc.) y ornamentales.
Las raíces se pudren y sobre su corteza se observa un micelio blancuzco que más tarde se vuelve
parduzco y casi negro.
Acarrea la muerte del árbol y de todos los que se planten en su lugar.
La identificación es complicada, ya que los síntomas que producen (clorosis general, debilitamiento) se
pueden confundir con otros problemas de raíces como vertido de detergentes, combustibles, aceites,
productos fitosanitarios, daños por obras, compactación del suelo, sequía, escolítidos, nematodos, etc..
Se empieza a marchitar como si faltara agua y finalmente se secan del todo. Raíces y cuello podridos. En
los pies muertos, donde la infección es muy antigua (varios años), aparecen durante el otoño setas del
hongol.
Control
Lo mejor es prevenir:
• Eliminar del suelo tocones, raíces y otros restos de los árboles muertos.
• Dejar el suelo varios años sin plantar para que vayan muriendo. El terreno debe dejarse aireado
todo lo posible y utilizar un producto desinfectante, aunque esto no es totalmente eficaz, ya que el
hongo puede formar esclerocios resistentes varios años. Sacar todas las raíces posibles y no
replantar porque morirían a los 2 ó 3 años.
7. Negrilla
Pulgones, Cochinillas y Moscas blancas excretan una sustancia azucarada sobre la que se asienta este
hongo llamado comúnmente Negrilla o Mangla.
Se observa como un polvo negro seco en hojas y frutos. Deprecia los frutos y afecta al vigor de la planta.
Se podrían usar caldos cúpricos y más especifícamente, zineb, pero no se suelen usar.
8. Tumores o Agallas del cuello
(Agrobacterium tumefaciens)
El Tumor del cuello es una enfermedad provocada por la bacteria Agrobacterium tumefaciens.
La Agalla del cuello ataca a todos los frutales, vid, árboles ornamentales y forestales.
Ataca sobre toda a árboles muy jóvenes en vivero o en los primero años de plantación.
El síntomas son unas agallas o bultos en la zona del cuello (la parte que separa el tallo de las raíces) que
impide la circulación de savia y por tanto, la planta muere a los 2-3 años.
Precisa una herida para entrar y es, por ejemplo, en vivero, al hacer los injertos donde se producen
infecciones.
Control
- Que no se produzcan heridas por donde puedan entrar las bacterias (poda, rotura de ramas, grietas por
el frío, por insectos, etc.).
- En vivero, para protegerlos, se sumergen los plantones en el K-84, una cepa de Agrobacterium que lo
combate (lucha biológica).
9. Virosis (virus)
Los síntomas de virosis son muy diversos y difíciles de diagnosticar, ya que se confunden con otras
patologías y trastornos como desórdenes nutricionales, daños por insectos, bacterias y hongos. La
determinación precisa es de laboratorio.
Control
- Las virosis en vegetales no se pueden curar, por tanto, sólo se puede prevenir.
- Compra plantas libres de virus. Por ejemplo, en cítricos es necesario que lleven una etiqueta
identificativa de que es planta producida libre de virus.
- Controla insectos vectores mediante tratamientos. Pulgones, Mosca blanca y Trips suelen ser los
principales transmisores de los virus de una planta a otra.
Virosis de la vid
Lo típico de las virosis es que los síntomas aparecen súbitamente en cepas hasta entonces totalmente
sanas, pudiendo desaparecer también de forma rápida y brusca.