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LA LITERATURA DE LOS AZTECAS ANGEL M. GARIBAY K. EDITORIAL JOAQUIN MORTIZ I. POEMAS SACROS EPICOS 1. EL QUINTO SOL Cuatro afios habla ardide el horno sacro alla en Teo- tihuacan, ” Yel dios de la vida [Tonacatecuhilil, y ¢l dios del tiempo {Xiuhteuctli], Haman al Heno de Hagas [Nandhuatl] y le dicen: —; Tit tienes que sostence ahora al cielo y a la tierra! i ¥ el dios se puso triste y dijo asi: : — Qué estiin diciendo? ; Hay divses alli! Yo soy infeliz enfermo. Liaman al dios que celehra su fiesta en 4-Pedernal. La Luna es. ; Habla el dios de Jas Huvias [flaocantecuhtli], y habla cl dios de tos cuatro ramubos def mundo [Nappatecuh- tli], Eos lo mandaron. El dios Hagado {Nandluatl} ya se pone a hacez peniten- cia: toma sus espinas de agave; toma su rama de abeto, se punza las piernas en sacrificio ritual y la Luna hace su penitencia. Luego se va al hafio y en pos de i va fa Luna. Su abeto era plimas de quetzal [frogus sp. y sus espinas eran jades, y Jo que echaba en el fuego eran también . esmeraldas. Cuando hubo acabado cl periedo de cuatro dias para hacer 1a penitencia, cl dios Hagado ya toma sus plu- . mas y se pone Jas blancas rayas de la victima de} sacrificio, Ya se va a arrojar al fuego. Pero Ja Luna adn csté aterida, anda escupiendo por el frio, Ya va el dios Hagado y se urroja al fuego: en puras la- mas cay, Ya va la Luna y se echa al fuego: sélo on eeniza cay6. sig & 15 Hechos fueron ya, Pero Hegan el Aguila y el tigre, El aguila se repliega, se reduce y se atreve, autre re terores y no se atreve a caer, dl lay ardié. Salté el ti; vera dl facge 0 cl tigre y quedé solo a la El agyila se ennegrecié: el tj ete sore el tigre solamente se manché El gavilan Hega luego y en el fuego queda ahumado. tcga iyege el oso y solamente se chamusca, i Tres eos no supieron cémo debi : tigre gavilin yo 0 debieran portarse: Encumbra al ciclo el dios Hagado y Jos dioses de la vida le dan aposento alli. Lo ponen en rico solio de plu. mas de mil colores, Le colocan en la frente una rica ¥ manta de plumas y le tatdan el rostro, pasaron cyatro dias y ef Sol en ef cielo estaba. 3 tlerra toda temia bajo las sombras que se eternizaban, Juntan todos Jos dioses y forman su concilio: ~ nik pasa que é] no se mueve? era el dios lagado mudado en s : Vee gavilén y penne n sol, desde su trono: iLos dioses quieren saber por qué razén irae dios sabe q no te mueves! wel ae fspondié: éSabes por qué? ; Quiero sangre ‘Quiere gve me den sus hijos, quiero que me den su § smetegsron los dioses y deliberando estén, los de aurora [Tlahuizcalpantecuhtli] dijo, en voz ~~ 1¥0 voy y yo le un flechazo... é oY doy ¢Por qué se ha de Hizo el conato y lanz6 su dardo, no dio en el blanco. Y entonces forma una saeta con Plumas color de Juz solar. 16 Pero con una flecha de plumas rojas color de Hama, al fin lo pudo saetear. Ya marchan los Nueve Cielos; ya el mundo girando esta. ¥ el mismo dios de la aurora viene twayendo el hielo. Otra vez los dioses se congregan: El precioso del Sur [Huitzilopochtli], el dominador de los hombres [Titlacahuan], y las mujeres Flor rica de plumas [Xochiquetzal] y la Negra Falda con la de Roja Falda [Yapalicue, Nochpalicue]. ¥ todes los dioses mucren alli en Teotihuacan. . En cuanto a la Luna, sube y va por el firmamento, Ella que solamente en la ceniza habia caido. Tba Iegando al borde del ciclo cuando el dios de las espumas [Papaztac} lc rompié la cara con un conejo, que le dejé alli incrustado. Cuando ella bajaba al hondo abismo la vinieron a en- contrar los dioses de la funcsta fortuna, todos ellos alargados [tzitzimime], y los que giran en rapido vue- lo en medio del torbellino [Koleletin]. Entonces le preguntaron: — ¢Qué intentas? ¢A dé6nde vas? ¥ entonces fue cesando su marcha: iba vestida de puros harapos. ¥ cuando el Sol se detuvo — el Sol de los Guatro Movi- mientos— también era Ja hora en que Hegaba la noche. 2. RESTAURACION DEL GENERO HUMANO DESTRUIDO Ya los dioses se congregan y dicen unos a otros: — ¢Quién ha de habitar alld? ; Los cielos se han esta- cionado: el sefior de la tierra [Taltecuhtli] inmévil esta! Se pusieron afligidos la diosa de falda de estrellas [Ci- ‘ tlalicue] y el dios de luz solar reluciente [Citlalténac]; el que manda en las costas [Apantecuhili], el que sale en lugar de otros [Tepanquisqui], el que da consis- tencia al mundo [Tlalamanquil, el que mueve Ia aza- da de Jabranza (Huictolinqui], el dios de plumas preciosas [Quetvaledatl], y aquel de quien somos es- clavos [Titlacahuan]. Pero ya va Quetzaicéatl donde reina el dios de la mucrte. Cuando Hega ante el sefior de los muertos y la sefiora de fos muertos, les dice: — {He venido yo! ; T& guardas preciosos huesos! Vine a tomarlos, ¥ dijo el rey de la regién de los muertos: — ¢Qué vas a hacer con ellos, Quetzalcdatl? ~~ Dolientes estan los dioses, porque dicen: ;Quién ha de habitar en Ja tierra? Y Mictlantecuhtli dice: ~~ Bien esta! Tafie primero mi earacol y da cuatro vueltas en torno de mi solio circular hecho de es- meraldas, Pero el caracol no tenia perforacién para asirio, Llama Tuego Quetzaledatl a los gusanos; al punto lo perfo- raron, Entraron alli al instante las abejas y los avis- pones, Y se ponen a tafier todos soplando en el ca- racol, Oyé el rey de ia regién de los muertos al caracol que taitia. Y dijo a Quetzalcéatl: i8 — Bien esta: toma los huesos, Y dijo también a sus servidores: ~~ A los que habitan en fa regién de la muerte id a de- cir: Dioses: ;Sdlo tiene que dejarlos! Pero Quetzalcéatl le dijo: ~— 7 Por cierto que he de llevarios y en una sola vez! Y habié también con su doble y le dijo: Di a los dioses: Voy a dejarios, Y dijo para si Quetzalcdatl: ; De- jarlos, si; qué dejarlos! Subid en alto Quetzalcéatl y tomé preciosos huesos: en una parte estan colocades huesos de varén; en otra parte, huesos de mujer. Los toma rapidamente y hace un fardo con ellos y luego ya va cargandolos. El rey de la regi6n de los muertos grita de nuevo a sus criados: : — | Dioses; de veras se Heva Quetzaleéadl huesos precio- sos! ; Poned fosos en la tierra! Al momento abren los fosos y en ellos cayé él y dio contra las paredes: salieron despavoridas las codor- nices y él quedé como amortecido en su caida. To- dos los huesos rodaron por tierra y las codarniccs co- menzaron a mordisquearlos y a rocrlos, Quetzalcéat! volvié en si y se puso a [lorag, Dijo enton- ces a sa doble: ; Mi doble] ;Cémo sera esto? ¢Cémo sera? ; Sea como fuere, cierto que asi serd! Se puso a juntar los huesos, los fue recogiendo del sue- lo, hizo de nuevo su lic, . Luego los Hevé a Tamoanchan [tierra de la vida nacien- te], y cuando all4 hubo Ilegade, fa que fomenta las plantas [Quilaztli], que es la misma Cihuacdatl, los remolié y los puso en rico lebrillo y sobre ellos Quet- zalcéatl se sangré el miembro viril, tras el baifio en agua caliente que la diosa les habia dado. Y todos aquellos dioses que arriba se mencionaron hicie- ron igual forma de autosacrificio—~ El dios de las 18 ici Sf ake tae ALL asc A comm a OH OE riberas de} mar, el que mueve la azada de labranza, el que sale en lugar de otros, el que da consistencia al orundo, el que baja de cabeza [Tzontémoc], y en sexto lugar, cl mismo Quetzalcéatl, Dijeron entonces los dioses: —Dioses nacieron: son los hombres! Y es que por nosotros hicieron ellos merecimientos, 3. HALLAZGO DE LOS SUSTENTOS De nuevo los dioses dicen: — ¢Qué-van a comer los hombres? ;Andan buscando alimentos! ‘Ya va a tomar Ja hormiga roja los granos de maiz al Monte de Ios sustentos, Se encontré con Quetzalcdatl y & le dijo: — En qué lugar fuiste a coger esos granos? ; Dimelo por favor! Ella no queria decizlo: porfié él en preguntarlo. Y por fin le dijo ella: -—;Allen el Monte de los sustentos! Y la hormiga lo conduce all4. Quetzalcéat! se trocd en hormiga ne- gra, Lo va acompafiando Ia otra y entra al Monte de los sustentos, Ya los dos juntos transportan y ponen en la orilla de la montafia los granos de maiz, Luego los llevan a Tamoanchan [tierra de la vida nueva], Los mordisquearon tos dioses. En nuestros labios los pu~ sieron’ y con esos fuimos creciendo, Dicen entonces [los dioses}: ~~ gQué hacer con el Monte de los sustentos? Va Quetzalcdatl en seguida y hace intentos de cargarlo. Lo até con cuerdas, pero no pudo levantario, Con los granos de maiz echa suertes Oxomoco y su es- posa Cipacténal empieza a leer Jos destinos, 20 Y los dos dijeron juntos: —Lo ha de quebrantar el dios llagado [Nandhuatl]. ¥ ellos echaban sus suertes. Pero Hegaron todos los dioses de tierra y Yuvia [Tlalo- que}: . . Dieses azules, cual cielo; dioses blancos; dioses amari~ Nos; dioses rojos, Hicieron un montén de tierra, Y se levaron los dioses de la tierra y de la uvia (Tia- loque], todos los.sustentos: maiz blanco, mafz amari- Ito, la cafia de maiz verde; maiz negruzco, y el fri- jol, los bledos, la chia, Ia chicalota, . .. j Todo lo que es sustento nuestro fue arrebatado por los dioses de la Huvia} 4, JUEGO DE PELOTA FUNESTO Juega 2 la pelota Huémac; juega con los dioses de a Ilu- via y la tierra. Le dijeron los Tlaloque: , Qué ganamos al jugar? Huémac responde: — Mis jades, mis plumajes de quet- zal. Luego los dioses dijeron: — Eso mismo ganas td: Nuestras verdes piedras finas, nuestras plumas de quetzal. Ya juegan a la pelota: Huémac el juego gand, Ya vienen los dioses a cambiar lo que han de dar a Huémac: en vez de pluimas de quetzal, le dan ma- zorcas ternas de maiz, en lugar de plumas finas, le dan mazorcas con verde hoja, con lo que dentro contienen, Huémae recibir no quiso: --jNo es eso lo que aposté! aNo eran jades? ;No eran plumajes de quetzal? Eso quitadlo de aqui! , Dijeron los dioses: — Bien, dadle jades; dadle plumas. Y tomaron sus dones y se fueron levando sus tesoros. at Y¥ cn el camino decian: —- Por cuatro afios escondamos nuestras joyas: hambre y angustia han de suftir. Y cay6 hielo tan alto que a la rodilla legaba; se perdic- ron los sustentos y en pleno estio cayé hielo. Y tal era el ardar del sol que todo seco qued6: arboles, cactos, agaves, y aun las piedras se partian estallando. ante el reverbero del sol, . 5. RESTITUCION BONDADOSA Pasados los cuatro aiios de que el hambre reinaba en ellos, alld por el Cerro de las langostas [Chapulte- pec], aparecieron los dioses de Ja Iluvia, Alli donde e} agua se extiende, Y en el agua fue sublendo una mazorca tierna; el sustente. Un tolteca que estaba alli cuando vio aquella mazorca con ardor se abalanzé a ella y la tomé y comenzd a inorderla, . Sale del agua el dios que da las provisiones [Tidloc], y Je dice: ~~ eSabes tu qué es eso? —— Bien que Jo sé, oh dios mio, pero ha tanto tiempo gue lo perdimos! Siéntate y espera alli; voy a hablar yo con el rey. Se hundié en el agua y a poco del agua emergiéd tra- yendo una brazada de mazorcas tiernas, Y dijo: ~~ Anda, hombre: témalas y velas a dar a Huémac. Lns cinca fragmentos anteriores pestenecen a un Ms, redactado en 1558 en la Ciudad de México, por un native, a base de poemas que sabia de memoria, Es resto de alguna epopeya religiosa perdida. Fue dado a luz este Ms. por Del Paso y Troncoso, Fran- cisco, en Florencia, en 1903, con el nombre de Lex yenda de los Soles. Forma parte del Remado Cédice de Cuauhtitlan, que se conserva en el Museo de An- tropologia ¢ Historia de México, Fue peblicade con versién alemana por Lehmann, cn 1938, y por Primo Feliciano Veldzquez, con version castellana, en 1945, La versién que doy es nueva. 23 II, POEMAS EPICOS HISTORICOS 6. QUETZALCOATL BUSGA A SU PADRE (A) Guando ya un poco discierne, cuando va a cumplir nueve afies, dijo él: — gCémo era mi padre? :Cémo era su figura? . i Yo quisiera ver su rostro... ! Le respondieron: —-Ha muerto, Muy lejos queda en- terrado. Ven a ver, Fue Quetzaledatl y removié Ja tierra: buscé sus huesos y cuando hubo sacado el esqueleto, lo fue a sepultar en el palacio de la diosa de la verdura {Quilaztii], 7, ID. (B) Al tiempo de que nacia [Quetzalcdatl] por espacio de cuatro dias hizo estremecerse a su madre. Y apenas hubo nacido, cuando la madre murié, Y al nifio 1-Cafia le crié la diosa de las Jegumbres, la diosa comparte femenina [Quilaztli-Cihuacéatl], Cuando ya era medianillo de edad lo flevé a su padre en plan de conquistar. Y el sitio en que se adiestré en Ja guerra se Hamaba donde estén Jos que tienen tur- quesas [Xihuacan]. Allf hizo cautivos, Pero alli sus tios los Cuatrocientes Serpientes de Nube [Centzon Mimixcohua], le mataron a su padre, al que habfan aborrecido. Y cuando Io hubieron mata- do luego lo enterraron entre la arena. Y el joven 1-Cafia ya va en busca de su padre. Va di- ciendo: —~ En dénde esté mi padre? Le responde el buitre: --A tu padre lo mataron: alld yace, all4 lejos lo fueron a enterrar. 24 EI fue a recogerlo entonces y lo vino a colocar en su templo, [que es] el Monte de Mixcéatl, Los tios que lo habian matado con Apenecatl, Zolton, Cuilton [Morador de Ja ribera, Codornicilla, Cau- tivillo}. Esos tres se declan: Con qué va a perforar su templo? iNi que fuera conejo, ni que fuera serpiente! Nos enojaremos; ; bien que hay un tigre, un Aguila, un oso! Eso mismo le dijeron. 1-Cafia respondié: — ; Est4 bien: que sea asi! Entonces llama al tigre, al Aguila y at oso. Les dijo asi: — Venid acd, tios mios: dizque con vasotros tengo que perforar mi templo, Y por cierto no moriréis, antes habréis de comer gente: aquella precisamente con que voy a perforar mi templo; jesa gente son mis tios! Y sin dificultad ninguna quedaron atados éstos con cuer- das por el cuello, En seguida 1-Cafia convoca a los topos y les dice: — Venid aca, tios mios: agujeraremos nuestro templo. Inmediatamente los topos agujeraron cavando el tem- plo y por la perforacién entré 1-Cafia y fue a salir en la cumbre del templo. Y dijeron. entonces sus tios, los hermanos de su padre: i Nosotros somes los que vamos a dar pabulo a los palos que encienden el fuego! [e.c., vamos a set sacrifi- cacdos]. Cuando tes vieron el tigre, el Aguila, el oso se alegraron grandemente, ; Hubo muchos lamentos alli! Cuando se reanimaron un tanto, ya dispone 1-Cafia los patos del fuego, : Vienen Henos de e6lera sus tios: por delante va Ape- necatl. Subié de prisa a la cumbre. Al momenta se le enfrenta 1-Cafia y le rompe la cabeza con un espejo esférico, 25 page wevtates k Jian Bac iiamtretie saad Con to cual rodé rapidamente hasta la falda del monte, Ya iba a aferrar a Zolton y Cuilton y las fieras comen- zaron a aullar, Tnmediatamente sacrifica a los dos: se pone a tirar chile y les unta tm poco en el cuerpo y después se lo estd sajando, Cuando los ha atormentado, es cuando les abre el pecho. Los dos fragmentos anteriores estén en el Ms. de Cuautitlan; ef primero en la parte Uameda Anales (p. 4), 9 el segundo en la tereera parte del mismo Ms. 0 sea la Leyenda de los Soles, (p. 80 y sgie.). Pata la fublicacién, ver la nota @ ta seccién anterior. ICaiia, Ce Acati es el nombre de dia del naci- miento de Quetzalcéatl. Se tenia como propio hasta recibir otro en su iniciacidn guerrera, Este mito tiene un sentide esotérico, Se pone aqui como Hieratura. 8 EDAD DORADA DE TULA Con Quetzalcéatl dio principio todo linaje de artes, todo Jo que es técnica, Erguidas estaban sus casas: Una era de esmeraldas, otra era de oro, otra de concha roja y otra de caracol, Ha. bia una casa de paneles de turquesas y otra de plu- ma de quetzal [trogus sp.]. ‘ Todo alli era riqueza: fino y rico lo que se comfa, toda clase de sustentos, Dicen que las calabazas eran in- mensamente gruesas, tales que todo su cerce era de cuatro brazas, algunas eran de forma esférica. Y las mazorcas de maiz tan largas como el mango del mortero de moler [mano de metate], bien largas y 26 se tenian que abarcar con los brasos, Las plantas del bledo eran tan altas como palmas y crecian. También alif se producia variada forma de algodén: rojo, amarillo, rosado, morado, verde claro, azul, verde oscuro, anaranjado, negrazco, purpurino, ro- jizo, bayo, Todo ese algodén nacia asi tefiido: nadie lo metia en tintes, Vivian alli también toda clase de aves de bello plumaje: azulejos, quetzales, aves de negro y amarillo color, y las aves rojas preciosas-de largo cuello. También toda clase de aves que tienen hermosos trinos, las de muy placido canto, ¥ todo género de piedras finas: jades. El oro no se esti- maba: tanta cantidad de é1 habia. Tocante al cacao habla el mds fino y abundante, por todos los lugares habia plantas de cacao, Nunca Jos moradores de Tula sufrieron necesidad: siem- pre eran felices y présperos, Nada en su casa hacia falta, Aquellas mazorquillas que quedaban atrofia- das y no crecfan, solamente les servian para calentar los bafios, 9. EL BAILE FUNESTO E] mago se aderezé con plumas para avasallar a la gente. Intenta que se haga el baile de canto y danza de todo el pueblo, Mand6 pregonar que todos los del contorno vinieran, La voz del heraldo legaba a todos los rumbos del contomo, Fueron viniendo de prisa, Se va hacia la regién pefiascosa con todos los mucha- chos y muchachas. Multitud innumerable, Luego empieza 1 el canto. Tafie el atabal, lo tafie con in- tensa repeticién. Y luego comienza el baile. Se enla- zan, se abrazan, giran y de las manos se toman. 27 ' I Echan brazos a la espaida y hay una gran alegria. El canto alternando sube y se rompe en el aire, Y va repitiendo el eco de sitio a sitio distante. Y ese canto que se cantaba alli mismo lo estaba impro- visando, BI lo urdia, él lo decia y todos de sus labios lo tomaban. : Ese canto comenzaba al ir oscureciendo y terminaba al toque de las flautas (9 p.m]. Y cuando andaban bailando se atropellaban unos a otros y se metian zancadillas. Muchisimos de ellos cafan al pefiascal y al barranco; todos alli morian y al mo- mento se convertian en piedras, Otros quedaban y pretendian pasar e] barranco, pero el mago quebré el puente, aunque el puente era de piedra, Todos al agua cayeron y se convirtieron en piedras, Cuando todo esto pasaba los toltecas no se daban cuen- ta de su mal y andaban como embriagados, Muchas veces habia esas sesiones de danza alld entre Jos pefiascos y cada vez que las habfa otras tantas veces habia muertos: se precipitaban en el abismo v caian en el roquedal y perecian tos toltecas Los textos de 8 y 9 son de la documentacién de Sahagiin, y se hailan en et Ms. del Palacio de Ma- drid, f. 139 » y 14% v. Dio una versiin Sahagin en et libro II de su Historia. 28 10. LA TRANSGRESION Luego se fueron flos magos] al sitio en que se Javan las ceboltas [Xonacapacoyan], y se hospedaron en casa de un labriego de nombre Maxtia: era et guardién det cerro de los toltecas, Luego guisaron legumbres: tomates, chiles, mazorcas tler- nas de maiz y vainas tiernas de frijol. Por unos dias se hizo esto, Y como alli habia magueyes, le pidieron a Maxtla y por cuatro dfas prepararon el licor det maguey y lo es- tuvieron refinando, Ellos mismos habian descubjerto unas ollitas de miel silvestre, y con ellas mezclaron el licor, Ya van a la casa de Quetzalcéatl en Tula, Van Hlevando todo lo que tienen preparado: sus legumbres y sus chiles y lo demas. Llevan también el licor. Liegaron, intentaron hablar con el rey, pero no lo con- sentian los custodios de Quetzalcéatl: no tos dejaban entrar. Por dos y por tres veces los rechazaron: no les era permitido. Al fin les preguataron en dénde su casa era, Ellos responden y dicen: ~ All4 en el monte de los sacerdotes, alla en el cerro de los toltecas, : Oyé eso Quetzalcdatl y dijo al fin: ~~; Que entren! Entraron, fo saludaron y le dieron las Jegumbres. Cuando las hubo comido, luego le regaron y le ofrecic- ron el licor del maguey, £I dijo: — No ciertamente: eso no lo beberé. Yo soy un hombre abstinente, Eso quizé es embriagante, Eso quiz4 es mortifero, Ellos dijeron: —Con el dedo al menes pruébale. Es de fuerza, esta reciente, Quetzalcdatl Io probé con el dedo y le supo bien y dijo: _ é, abuelo mio, beberé hasta tres veces. Y Jos mages Je dijeron: ~~ Aun cuatro las beberds. ¥ le dieron hasta cinco, Dijeron luego al rey: — Es tu ofrenda hacia los dioses, , Y cuando él hubo bebido, iuego dieron a sus vasallos: a cada uno cinco medidas, Y las bebieron y que- daron totalmente embriagados, Y luego los magos dijeron a Quetzalcéatl: —j Principe, canta por favor! Aqui tienes este canto que th debes entonar. ¥ el mago Cinta de Plumas [Ihuimécatl], el canto le iba dictando: “; Esta mi casa de plumas, esta mi casa de plumas de verde quetzal, esta casa de plumas negras y amarillas doradas de za- cuan, : esta casa de roja concha: yo las tengo que dejar! j Ay, ay, ay?” Y cuando ya esta en gran alegria, dijo: —— ; Vayan a traer a la Preciosa Estera [Quetzalpétlatl], mi hermana, junto con ella seguiremos bebiendo hasta la embriaguez! Fueron sus lacayos al monte de Nonoalco [viejas ha- bitaciones}, donde ella estaba consagrada al culto de su dios, Le dijeron: . ~~ Princesita, sefiora noble; Estera Preciosa, Penitente: Hemos venido a Ilevarte: te llama el sacerdote Quet- zalcéat!, Junto a él tienes que estar. ¥ ella dijo: ~~ Esta bien, venerable paje, vamos, 36 | Y cuando hube Ilegado, se senté junto a Quetzalcéatl. Luego le dicron cuatro medidas y mds Ia quinta de Neor, Esa era Ja libacién, Y asi los embriagaron Cinta de Plumas [Ihuimécatl] y el Tolteca, Y ya estén cantando a ta hermana de Quetzalcéatl: — 1Mi hermana, en dénde andas, ni, Estera Preciosa: Vamos a beber! Ay, ay, ay. Y cuande hubieron bebido, ya nada dijeron: Somos gente de abstinencia, . 7 Ya no bajaron jams al bafio ritual en el rie; ya no se punzaron con espinas; ya nada hicieron cuando despunta la aurora! Y cuando amanecié el nuevo dia, se sintieron Henos de amargura, se sintié6 amargade su corazén. Decia entonces Quetzalcdat!: ; Ay desdichado de mi! Y dominado por la tristeza en el interior hizo este canto y lo dijo al satir: “Ya no se tome en cuenta mi suerte en mi mansién, Aqui he de quedar. Y :cémo aqui? Aqui, si y alin ye cante, aunque mi cuerpo de tierra fue hecho. ;Afan y dolor son mi herencia! Nunca, ya, ;nunca recobraré mi vidal" Y¥ canté también este otro canto: “Aqui me sustentaba mi madre, la de falda de serpien- tes; yo era su hije, pero ahora ya no hago mds que Horar.” Y cuando acabé él su canto, también sus vasallos enos de tristeza se pusieron a cantar todos unidos este canto: “| Bl nos habia enriquecido en dulce prosperidad: era él nuestro gobernante, el gran Quetzalcéat!! ; Vuestras esmeraldas brillan, El madero rojo se rompié: y aqui estames Horando!” 31 = ERNE Oa nad se nO ¥ asi que acabaron sus cantos los vasallos, les dijo Quet- zaledatl: “; Abuelos y siervos mios: . . Voy a dejar Ja ciudad; voy a emprender mi camino. Dad dérdenes de que me Jabren, una caja ae Piedra Y con toda presteza hicieron ellos la caja de piedra. Cuando alla estuve hecha, tendieron alli a Quetzalcéatl. ¥ él estuvo cuatro dias en aquel cofre de piedra, Se recuperé en salud y se levanté al cuarto dia, / Dijo entonces: -- Mis abuelos, mis servidores: vayd- monos, . Cerrad todo, esconded todo lo que habiamos descubierto: jera riqueza, era alegria, era todo nuestro bien y ha- cienda! Eso los siervos hicieron, Todo Io ocultaron en donde era el bafio de’ Quetzalcdatl, Sitio que se llama hoy Ribera del agua, sitio del musge acuatico [Atecpan, Amoxco], Este fragmento es del Ms, de Cuauhtitlan en su pri- mera parte en ff. 6 y 7. Es una de las notables pieras de la antigua produceién. Para su publica- cién y version, ver la nota sobre el Cod. de Cuanh- titlen. 11, HUIDA DE QUETZALCOATL {A} Ya se va ahora Quetzalcédatl, Se puso en pie y convocé @ todos sus servidores. Se puso a Horar por ellos, - Ya se pusieron en marcha; van a conocer Ja tierra del hegre y del roje [Tlillan Tlapalan], el lugar donde se arde. El iba dirigiendo su mirada por todos lados, hacia por refrenarse, pero en ningdn sitio hallaba nada que halagara su vista, 12. ID. (B) Angustiado Quetzaleéatl se Hena ya de congoja. Tiene el acuerdo de irse y dejar gu ciudad de Tula, Re- suelto a todo quedé, Dicen que manda enterrar todo: su oro, sus conchas y todo to que era riqueza de los toltecas, Todo lo be- Ho, todo Jo precioso, lo hizo enterrar en lugares es- cabrosos, o dentro de las montafias, o en los ba» trancos, Y los 4rboles det cacao los convirtid en algarrobos, y a Jas diversas aves finas: pajaros de plumas rojas y amarillas, envié primero ante sf Para que se dirigie- Fan a las costas, Y¥ comenzé su camino, Liega a un punto junto a un arbol. Era altivo y corpulento. Se paré a su lado y dijo, al mirarse en su espejo: — Viejo soy ya! De ahi se Hama ese sitio Lugar del Arbol viejo. Y en seguida lanzé una piedra contra el drbol y esa piedra quedé incrustada, adherida a él. El Arbol atin la conservaba: ha ido creciendo y en su cabeza casi tiene la piedra que Io hiende, 33 Y¥ cuando andaba su camino Quetzaledatl le iban ta- fhendo flautas. Y al fin Nega a otro lugar y se senté en una piedra y en ella apoyd sus manos, Y donde puso las manos que- dé la huclla, como si hubiera sido en lodo blando. Y jo mismo sus posaderas se quedaron bien impresas en ta piedra-en que se sentaba, Esos agujeros per- duran y por ¢se cl sitio se Hama Donde estén las marcas de mano. El primer fragments paetenece al Cod, de Cuauh- titlan en sa primera parte, Estd en ta foja 7. El se- gunda es de Ia informacién de Sakagin y se halla en e| Ms, del Palacio de Madrid, faja 148 v. 13. DESAPARICION Y¥ TRANSFORMACION Y se cuenta que en cl afio 1-Caiia Ilegd a la ribera del maar, a la playa del gran ocdano. Sp puso en pie allf y se cché a Hoerar. Tomé sus adere- zos y se los fue revistienda: su atavio de plumas de quetzal v su mascara de turquesas. Ya se habia aderezado, {1 mismo se prendié fuego. Y en Ilamas se abrasé... Y cs fama que cuando ardié y sus cenizas se alzaron, Vinicron también a verlo y estuvicron contemplin- dole todas las aves de hermoso plumaje que por los aires andan volando: la guacamaya de rojas plumas, y el azulejo y cl corde fino, cl hiciente pajaro blan- co, ¥ los loros y papagavos, los de amarillo plumaje y todas las aves finas. Y cuando cesaron de arder Jas cenizas, a la altura se elevé el corazén de Quetzaledatl, De alli ha tomado su nombre de Ducfio de ja Aurora. ¥ se cuenta aun mds: cuatro dias dejé de ser visto, por- que habia bajado al reino de los muertos y en esa regién adquirié dardos y al pasar los ocho dias, vino a lucir como magna estrella. Y dicen que fue hasta entonces cuando comenzé a reinar, En el Ms. de Cuauhtitlan, [7 14. LA MUERTE DE COPIL Prosiguieron su camino y a Chapultepec Hegaron, Luego levantan el altar hecho de tierra, Y aun por veinte afios rige a la tribu Tozcuecuech, Y aun reinaba Tozcuecuech cuando Negé a é Cépil que habita en el Pedregal. : For tres dias le estuvo haciendo maleficios: intentaba acabar con é1 Cépil, Pero lo vio Cuauhtliquezqui [el que representa al Agui- la] y lo habia lamado el dios, Le dijo: ~~ ¢Qué estas haciendo? ; Van tres dias que se os cstd atacando! Gé6pil intenta arruinaros. Ve a Hamar a Ténoch, Fuc a lamar a Ténoch, Dice: — ; Por favor, ven aca! ~~ ¢Quién me Hamé? ; Dizque tres diast ~~ Si, os quiere acabar Cépil. Pero ademas: Vete; Hega hasta Acuezeémac [donde el agua se hace giros}. Toma muchas teas tuyas y tu instrumente de encender ; fuego: en el camino tendrds que encenderlo acaso, Yo por mi parte alld te alcanzaré, Ahora voy a visitar Cuajimalpa, ¥ si ves que yo enciendo fucgo, alli me vas a alcanzar. Ya se marcha Cuauhtliquezqui y en Ja tierra se tendi6. ¥ entonces pasa Cépil. El to interrumpe de prisa: ~— i Quién eres tG? Dice el otro: ¢Yo? j Yo soy Cépil! 35 i eat ety De tu misma raza soy; nosotros nos desbandamos y los demas se quedaron en Tzompanco, Y ademas, yo vivo por mi cuenta, ¥ soy vigilante noc- turno del rey de Colhuacan Acxocuauhtli [Aguila de los abetos}. Y ademas tengo toda mi sustentacién all4: es mi hija, vayamos por ella, Fueron a traer a la muchacha y se metieron al bosque. Junto a un 4rbo! estaba en pie la joven de nombre Xicomoyahual, {la rodeada de abejas}, Entonces llama a su hija, Le dijo: —Hija, ven acd, acompafia a Cuauhtliquezqui, es tu tio. ¥ dice luego a Guauhtliquezqui: — Ve con mi hija, pero no te burles de ella. Entonces para Hevarla de su mano la tomé. Pero luego mata a Cépil, la cabeza le corté: le arrancé la cabeza y le arrancé e] corazén, En un morral los puso y luego sepulté el cuerpo en un sitio que hoy se Hama por eso El agua de Cépil [Acopilco}. Y cuande salié a la orilla del bosque, luego encendid fuego. Cuando vie el fuego Ténoch hacia alld corrié. ~- Muche te has esforzado-—-le dijo. ¥ el otro le respondié: —— Alli tienes Ia cabeza de Cépil: ve a sepultaria en algin sitio. Se fue Ténoch a sepuitar Ia cabeza. y Cuauhtiquezqui fue a sepultar el corazén de Cépil. Lo fue a sepultar en medio de las cafias en donde se yergue un nopal salvaje: estn sus pencas listadas de blanco, porque alli es donde el Aguila se para a excrementar. El fragmento anterior pertenece al Ms. de 1528, Hamado Anales de la Nacién Mexicana, ef 2. 22 en la Bibl. de Parts. Corresponde a la p. 12 de la edicién de Mengin, Copenhaguen, 1945, 15. LA HUIDA DE TIMAL Tha de paso Timal, iba de conquistador. Dos casas de rica pluma y dos tazones del 4guila construyé y dejé enhiestas, ¥ su dios se le dejé ver. Veloz va por todas partes en plan de conquista: y va siendo su muralla de defensa la Iuvia y el viento. Cuando llegé a Ia orilla del bosque le dio érdenes el dios: le dijo: — Fuimos amigos, basta; pero ya me voy, Y¥ entonces Timal dijo: — ; Lucié el sol, ha amanecido! i Hasta su casa he de ir; a su casa he de llegar... ! TY ahora ya no te veré! El dios dijo: —; Asi es! pero no te aflijas ahora: yO por mi mandato te envio al sitio de Chiquimola, Entonces Timal lloré; entonces alzé su. canto: Tba forjando su canto al tiempo que lo cantaba: “j Timal soy, Timal naci: yo del Aguila soy hijo! Soy reproduccién del Viejo! j Soy serpiente de cascabel: mi padre es Mariposa Blanca! j Mariposa Blanca, el Sof! Yo los he divinizado cuando estaba junto a él, Ya me voy para Nonoalco, ya voy dando mis clamores. Vengan ya los que conquistan. ° Yo soy Timal, Yo voy a conquistar tierras: para que tengan Aguilas y tigres, jAGn tengo que mantener el Sefiorio Chichimeca! Ya me voy para Noncalco; ya voy dando mis cla- rnores. , Vengan los que ya conquistan, Timal soy: conquisto tierras para que tengan 4guilas y tigres, jAGn tengo que mantener el Seflorio Chichimeca!” Después fij6 la mirada; se paré en la frontera: * ees bn i te cpm oe : : estaba atisbando atento; se puso a ver con cuidado: jpor allé se alzaba el humo! Luego va siguiendo el borde del bosque y Hegé a Chalco. Alli luego los domina y hace un grande saqueo. Luego ya se pone en marcha y llega hasta Cholula: en son de guerra lo reciben cuando a esa ciudad Hegd; Alli cayé cautivo y alli perdié su gloria, Y¥ dejé cuanto tenia. En ese punto murié: con 61 todos sus vasallos, ‘Este fragmento es del amismo documenta anotado en el ntimero anterior, Estd on la pag, 12 de la ed. de Mengin. 16. LA HERMANA DE HUITZILIHUITL Atin no ha muerto Huitzilihuitl. Y enviaron mensajeros que fueran a preguntar: ¢Cémo dicen? ; A su lado Negaron sus vasailos? j Ya se fueron pero atin quedaron! YY alli se solté gritande una mujercilla: — “aPor qué no hemos de morir? ¢Por qué con nosotros no Hegan ac&? 7 Que lo cigan los principes! ¢Por qué no hemos de morir? Pidamos ya greda y plumas.”* Los principes lo oyeron y dijeron: -— Pregiintenlo a Huitzilihuitl: ¢Quiere también greda y phimas? Prepararon ya las brasas, encendicndo con los palos de fuego. 1 “Greda y plumas”: tized! thuitl, son sinénimo de sacrificio, porque al sacrifipado se Je tefiia el cuerpo de gis y se le ponian plumas blancas en la cabeza y los brazos y piernas, Simholos ambos del sol y su fuz. 38 Lo ofrecieron como oblacién. A los dos los tifieron de greda, y con los palos del fuego dispuso Tenochtli el horno. Los sacrificé en el altar, Alli hablé la mujercita: antes que la subivran sc puso a gritar: — “; Colhuacanos, ya me voy a la mansién donde cl dios estd: mis cabellos y mis wias todes se han de convertir cn hombres!” Asi gritaba también Huitzilihuitl, Guando estuvicron muertos limpiaron luego su sangre. Este texto es del misma documento que el anterior y se halia en la p. 13 de la mencionada edicion. 17. EL CONQUISTADOR DE PAPEL Ya se hace investigacién entre los que hablan tomado mujer on Colhuacan, siendo cllas de csa ciudad, ¥ les quitaron sus paprles pintados y a sus mujeres: con ¢so hicicron a Nuestro Padre. Luego hicieron estas pinturas de papel, las tiferon de verde, Se pusicron a discatir y dijeron: —— ¢A dénde varnos? j Tremos nada mas a combatir! Ya no somos muchos, jAcaso en alguna parte scamos despojados de lo nucs- tro! i Qué haremos? Vamos a juntar estos papeles de los de Colhuacan que han venido trayendo; vamos a reu- nixlos todos, Juntaron todos ies papeles y los cinbadurnaron con se- milla de bledos molida y amiasada, con que hicioron grande bulto de aquellos papeles, Con esa masa los apelmazaron y de cso mismo hicieron su cabeza. 39 Se Att al MAMA RR i TO GENER Bs NOR Ae inci seenaonmgursan cyst Entonces Io. presentaron nuevamente: : Se ponen a hacer su baile cantando y azotando los re- mos, Se le compuso su canto: “Desde el Jado de Casa Blanca [Iztacaleo}, fue nacido nuestro Conquistador de Papel. j Asi en una noche alli! Sea abrevado en Ia Ianura, sea abrevado nuestro Conquistador de Papel!” La transformaci6én de La Mujer Madre [Nanocihuat- zin}, la sefiora de los hombres, iSea abrevado en Ia anura, -sea abrevado nuestro Conquistador de Papel!” Los de Coyohuacan, tos de Colhuacan vienen a oirios: mucho entre ellos se extendia el canto, Luego se habla ya de guerra: —- Tepanecas, vamos 2 escoger entre estos... {Qué son tantos los mexicanos? ; Estan engafiados si intentan guerra! Vienen ya hacia ellos: estaban cantando a su Conquis- tador de Papel. Lo ven los de Coyohuacan: es una deidad maligna, Pero los mexicanos comenzaron a dar alaridos y 8 po- nen a combatir, van Henos de ardiente ira. Y de los de Coyohuacan todos alli murieron: aun fas muje res de los mexicanos cada una hizo su cautivo, ¥ se hacen alli sacrificios ante el Conquistador de Papel. Este texto es del mismo documento, en la p, 16 y 17 de la edicién mencionada. Es una primera fiesta del Cerro o del Conquistador, como se describe en el Lib: IE de Sahagin. El muiicco de papel es re- presentacién del dios solar, que es también dios de la guerra, La Mujer madre — Nanocihuatzin —, la comparte de la unidad césmica, con el sol. Es la Sn eeirnntnnice oe que se transforma de muchos medos, come nos dice Torquemeda. Este poema to di a lux en Veinte Himnos Sacros de los Nahuas, vid. pp. 250 y 138 y ss. Uno de los mds antiguas testimonios de la poesta ndhuail, ya que el Ms, se redacté en 1528, como se dijo, a8. EL ASEDIO DE CHAPULTEPEG Como fueron derrotados los mexicanos en Chapultepec, asi con su canto recuerdan: cuando lo cantan, cuan- do dicen, lloran y se entristecen y en esta forma ha- cen memoria: En el borde de la tierra en nosotros se dio una muestra: Sobre nosotros se rasgé el cielo; sobre nosotros bajé el dador de vida. En Chapultepec fue pedestal del dios, Su represalia fue hecha en nosotros en ese afio que signaba 1-Conejo. Se eleva el Hanto: fueron cautivos los mexicanos, En Chapultepec fue pedestal del dios, iAy, ya no dicen los mexicanos! —-¢Dénde su raiz esté? ; Ald en el cielo impera el dador de vida! ;Morad, Norad...! ;Dénde ira a perderse el pueblo? eQué es lo que nos deja? :Cuéi es su sostén? Ya Horando esta el sacerdote Axolohua alli donde el agua es blanca como gis: su corazén Hora... ;Dénde ira a perderse el pueblo? Con escudos tornadizos perecimos en Chapultepec: pero ahora soy mexicano: ya lo experimenta el Acolhua, ya lo experimenta el Tepaneca. Por los cuatro rumbos fueron Uevados los mexicanos: iba liorando su suerte el jefe de Ja armeria, Huitzi- 41 cl bans lihuitl: jeu su mano le han colocado una bandera de sacrificio allé en Colhuacan! Ya de la mano enemiga salieron los viejos mexicanos: 18e fueron por el agua; de musgo iban vestidos; por los recovecos del agua, donde las cafias ramoran: Hevando van a cuestas su destino! Pero vieron sus escudos de turquesas, sus banderolas de pluma de quetzal. iAy, los escudos se volvieron atrds en Tepantoco, y queda allé Colhuacan desolado! Cuando nos pusimos en movimiento era un Ilanto ge- neral: jquedaba la mitad de los mexicanos! Alli donde resnenan los cascabeles, alli donde se teje la batalla, van @ moverse los mexicanos, en Tizapan y en Colhuacan: pasan sobre sus escudos; pasan sobre sus dardos los ancianos mexicanos all4 en medio de las caiias. Ahora ya dice a voces: ~~ Soy mexicano, soy Ocelopan: jdichosos los que hacen méritos ante los reyes Acolnahuacatl y Tezozomoctli... zPero puede ser acaso recta y sincera alguna vez Ja palabra de los reyes de Azcapotzalco? j Ojala que alguna vez, sobrinos mios, alla vaya al Reino de 1a Muerte el tepaneca Acacitli!: por vosotros tendr4 principio la guerra; por nosotros se pondrd en movimiento la batalla, jAy, ah... quién sabe si sélo un poco ha de mantenerse en pie Azcapotzalco! En esta forma remernoran su angustia los mexicanos cuando se puso a regir Cuacuauhtzin y conquisté a Chimalhuacan, ¥ también levantaron este canto: 42 Furiosos se pusieron los Acolhuas cuando vinicron a ver a Chicoloapan; con la fuerza del sol sus escudos iban reverberando: 7¥ con ellos es destruido el nifio que est’ en Ja cuna! Ya quedé abandonado... gacaso va a gobernarlo Tezozomoctli, o Cuacuauhpitzthuac ...? — 2A dénde vais... cteétera. El poema queda sin terminar, por voluntad del re- dactor, o porque ya no recordaba el canto. Lo indica su ete. que pone, Esté en ol mismo Ms. de 1528 en pp. 20 y 21. de ia ed. de Mengin. 19. EL AGUILA EN EL NOPAL Cuaucéhuat! y Axolohua fueron pasando y miraron mil maravillas alli entre las cafias y las juncias. Ese habia sido ef mandato que les dio Huitzifopochtli a ellos que eran sus guardianes, eran sus padres los dichos. Lo que les dijo fue asi; — “En donde se tienda la tierra entre cafias y entre juacias, alli se pondra en pie, y reinaré Huitzilopochtli.” Asi por su propia boca les hablé y esta orden les dio. ¥ cflos al momento vicron: sauces blancos, alli enhiestos; caiias blancas, juncias blancas, y aun las vanas bian- cas, peces blancos, culebras blancas: cs lo que anda por las aguas. Y vieron desputs donde se parten Jas rocas sobrepucs- tas, una cueva: cuatro recas la cerraban, Una al oriente se ve, nada de agua tiene, es sin agua que se agita, La segunda roca de la cueva ve al norte: se ve que esté sobrepuesta, y de clla sale el agua que se Ilama agua azul, agua verdosa, 43 St SPE MR a ad ea RR HC INHRREN cot: Cuando esto vieron los viejos, se pusieron a Ilorar. Y declan: — sConque aqui ha de ser? Es que estaban viendo lo que les habia dicho, lo que les habia ordenado Huitzilopochtli, Es. que él jes habia dicho: ~— “Habéis de ver maravillas muchas entre caflas y en- tre juricias.” : j Ahora las estamos mirando — decian ellos—~, y que- damos admirados! i Cudn verdadero fue el dicho, bien se realizé su orden! Vana buscar a los mexicanos y les dicen: ~~ “Mexicanos, vamos, vamos a admirar lo que hemos contemplado, Digamos al Sacerdote: 1 dira qué de- bemos hacer.” Fueron a Temazeatitlan y allf se detuvieron. Por la no- che vinieron a ver, vinieron a mostrarse unos a otros y era el sacerdote Cuauhtlaquezqui, que es ef mismo Huitzilopochtli, Dijo él: —Cuauhcéhuatl, shabéis visto alli todo lo que hay entre cafias y juncias? ; Adn resta ver otra cosa! No la habéis visto todavia, Id y ved un nopal salvaje: y allf tranquila verdis un Aguila que est4 enhiesta, Alf come, alli se peina Jas plumas, y con eso quedard contento vuestro corazén: j alli esté el corazén de Cépil que th fuiste a arrojar all4 donde el agua hace giros y mds giros! Pero alli donde vino a caer, y habéis visto entre los pe- fiascos, en aquella cueva entre cafias y juncias, idel corazén de Cépil ha brotado ese nopal salvaje! i ¥ alli estarcmos y alli reinaremas: alli esperaremos y daremos el encuentro a toda clase de gentes! a4 j Nuestros pechos, nuestra cabeza, nuestras flechas, nues- tros escudos, alli les haremos ver: a todos los que nos rodean allf los conquistaremos! ; Aqui cstara perdurable nuestra clu. dad de Tenochtitlan! j El sitio donde el Aguila grazna, en donde abre las alas; ej sitio donde ella come y en donde vuelan los peces, donde las serpientes van haciendo ruedos y silban! j Ese seri México Tenochtitlan y muchas cosas han de suceder!” Dijo entonces Cuauheéhuatl: —j Muy bien esta, mi sefior sacerdote: ;Lo concedié tu corazén: vamos a hacer que lo oigan mis padres Jos ancianos todos juntos! Y¥ luego hizo reunir a los ancianos todos Cuauhcéhuadl y Jes dio a conocer las palabras de Huitzilopochtii, Las oyeron los mexicanos, ¥Y de nuevo van alld entre cafias y entre juncias, a la orilla'de la cueva, Liegaron al sitio donde se Jevanta el nopal salvaje alli al borde de la cueva, y vicron tranquila parada el Aguila en el nopal salvaje: allf come, alli devora y echa a la cueva los restos de Jo que come, ¥ cuando el Aguila vie a los mexicanos, se inclind pro- fundamente. Y el Aguila veia desde lejos, Su nido y su asiento era todo €] de cuantas finas plumas hay: plumas de azulejos, plumas de aves rojas y plu- mas de quetzal. Y¥ vieron también alli cabezas de aves preciosas y patas de aves y huesos de aves finas tendidos por tierra. Les hablé el dios y asi les dijo: ~~; Ah, mexicanos: aqui sf serA! j México es aqui! Y aunque no vefan quién les hablaba, se pusieron a Horar y decian: —~ ;Felices nosotros, dichosos al fin: 6 so siptatcenatirasinntn hcsene nc ero Rn gE Se RL ASE et nA ER ant tame hemos visto ya dénde ha de ser nuestra cludad! j Vamos y vengamos a reposar aqui! Texto de ia Cronica Mexicayotl, que redacts Fer- nando de Alvarado Tezozémoc hacia 1600 fundade et documentos muy antiguos de la casa real de Mé- sico, de que era deudo. Fue dada a luz con version en 1943, Es ef fondu de muchos mitos que repiten ‘atres autores. El tevio es muy antiguo, 20. LOS TOLTECAS EMIGRANTES Olmecas y Xicalaneas sc mofaban de los toltecas: echaban sobre sus caras aguas de lavazas de maiz: los rayaban las picrnas con cafias bien afiladas: sactea- ban en sus espaidas que quedaban con cardcnales, Grave eva su labor: acarreo de agua, y de lefia, ¥ todo con tirana, sin ningunos miramientos. Burla de los habitanies cyan los pobres toltecas, Se juntaron por Ja noche los cuatro caudillos mavores —- Icixicdhuatl, Quewaltchueyac, Tezcahuttzil y To- lohuftzil — y se comunican sus penas y se conduclen UROS & otros, Ya reunidos cn junta general los toltecas dijeron: — ; Qué clase de hombres somos? ¢A dénde vamos a ir? cAsi se hace con nosotros? 2 Asi nos quieren destruir? Es fa vida que Hevamos hace dos afios, tres adios, ¢Asi nos hacen vivir? ¢ Qué nos esté reservado? éDespucds de esto qué vended? iNuestro hacedor Jo ha querido, nuestro creador nos acabari! Tened dnimo: respeto a todos y cou brio y esfuerze suftid, Entre tanto los toltecas se ponen a conipadecerse unos a otros, 46 Y aparecié Tezcatlipoca y de esta manera dijo: — {Qué has dicho ti IexicGhuatl; qué dijiste, Quetzal- tehus ? - cA donde tendréis que ir? 3 Por qué tanto os afligis? | Bien sabido lo tengo: de quien hacen burla es de mi. Oid ahora: Aqui serA nuestra casa: nosotros los echa- remos fuera. Vamos a arrojarlos a empellones, porque se truecan en enemigos. . sudad No decaiga vuestro animo: ya estamos en nuestra ciudad, Bien sabido me Jo tengo: ¢No valgo yo por dos, no vai. r tres? :Tenemos que dominar a Olmecas y Xicalancas! Ved cémo va a comenzar Ja guerra en la que han de perecer: cantaremos, bailaremos, les diremos el can- to de las banderas, Se puso a cantar Tezcatlipoca: * . Cuando acabé de cantar de esta manera ics dijo: a -~Oidlo bien: ése seré vuestro canto. ¢Qué pensiis? No desmayéis, . Nada toméis de lo bucne de Olmecas y Xicalancas: solo sus insignias viejas; sus palos con punta de obsidiana, sus escudos, todo viejo. ¥ entre ellos entremeteos: con goze oirdn vuestre canto y al son de di han de bailar Olmecas y Xicalancas. ; Qué penstis? Ya van Icxicéhuatl y Quetzaltehueyac ante el Jefe de Jas Tierras y cl Jefe de Cazadores, y les regan con instancia: — Oh sefiorcs, no venimos a molestar vuestros rostros y tampoco vuestros corazones, Escuchad el tanto y Horo de estos pobres vuestros siervos que viven juntande hicrbas para comer y acarrean Ja lefia para vuestro hogar. No venga sobre ellos vuesira iva y vuestro enojo. * Queda el hueco en ef Ms. para el poema, pero éste no ge puso. 47

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