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El trabajo necesario para aumentar el rea de una superficie liquida resulta ser,
experimentalmente, proporcional al aumento, definindose como coeficiente de tensin
superficial la relacin entre ambos conceptos.
dW = Ts dA
T dW
S=
dA
Puede probarse que en cuando un lquido presenta al aire una superficie curva, se
genera en ese menisco curvo un desnivel de presin, de modo que la presin en el
lado convexo es siempre menor que la existente en el lado cncavo.
El lquido enrasado en el extremo del tubo cede por la presin formando un menisco,
que provoca un aumento en la superficie que encierra al tubo. Se demuestra que
inmediatamente antes de que el menisco se rompa al crecer p, adopta la forma de
semiesfera.
Se supondr al dispositivo, en lo que sigue, en esa condicin.
A=2 R2
Siendo R el radio del menisco formado, que es igual al radio del tubo.
dA=4 RR
dW =4 T s RdR
En el lado cncavo del tubo existe la presin p, mientras en el convexo obra pA=presin
atmosfrica, si se desprecia el pequeo aumento de presin hidrosttica con la
profundidad, bajo la superficie libre del lquido que rodea al tubo.
Considrese un elemento del rea del menisco (dS). La fuerza neta que obra en esa
rea es:
( p- pA ) dS
Y cuando el rea del menisco se incrementa dA, esa fuerza realizar un trabajo, ya que
dR es la distancia radical recorrida por el menisco.
dW = ( p- p )
A
2 R 2 dR
4 T s RdR= ( p- p ) 2 R 2 dR
A
De donde
2 T s
pA = p R
La frmula anterior indica que la presin pA en el lado convexo del menisco es siempre
menos que la presin p en el cncavo, que en el caso de este experimento fue
proporcionada con aire comprimido introducido en el tubo.
Altura capilar
En el ascenso del agua por capilaridad en un suelo, los poros tienen tamaos y formas
irregulares. Sin embargo, la altura capilar de un suelo puede estimarse por la siguiente
ecuacin:
N
h c=
e. D10
Siendo:
Como puede observarse en la frmula anterior, la altura capilar es mayor a medida que
los suelos son ms finos. De esto se desprende la importancia que tiene el drenaje
cuando se trata de suelos finos, ya que en estos casos solo basta un pequeo tirante
de agua en la base de un talud para humedecer, por capilaridad, una parte
considerable de los terraplenes, disminuyendo la estabilidad de los mismos y
favoreciendo por tanto las fallas de los pavimentos.