Sunteți pe pagina 1din 46
ANO VI No. 11 JULIO 1986 [1 enesewracion 13> womas cHantase | 4 samen INDEPENDIENTE 18 muescos v utopias iLas museres (1.5 tenemositistonia? ‘22 LA AGUERRIDA MAMA HUACO. AGRESION A ESCOLARES 26 WiSINDAsen LA REVOLUCION 30 cas nasonas 3 LA LUCHA POR EL ESPACIO POLITICO 3B sunowaivacion y PODER EN EL APRA 45 UNA EXPeRIENCIA LATINOAMERICANA 4 EL PODER DE LA ESTRUCTURA 50 nos tuaman mineas 53 AUTODEFENSA COLECTIVA } 55 RETOALA COMUNICACION 60 uss0s wo \ Revista Feminista de Actualldad y Analisis Comité Directivo Colectivo Zoila Hernéndez, Ana Vasallo, Miriam Cotlear Comité de Redaccién: Susana Zapata, Josefina Hinojosa, Betsey Valdivia, Carolina Carlessi, Edith Montero, Zoila Hernandez Colaboran: Maria del Pilar Tello, Amelia Garcia, Gaby Hernéndez, Miguel A. Human, Claudia Icaza, Marfil Francke, Annie Marie Hocquenghem, M. Rostorowsky En el extranjero: Alejandra Ayala (Ecuador) Gabriela Lapasini (Italia) Maria Teresa Chadwick, Ximena Char nes (Isis Italia) Ana Maria Araujo, Daria Medina, Edith Retamozo, Elia Caceres, Mila {gros Palma (Francia) Agenca Femmes Information (Afi- Francia) Lorena Nencel, FridaBoth (Holanda) Outwrite Women New Paper, Selma Salazar (Inglaterra) Diagramacién y Arte: Charo Velésquez Disefio Caratula Charo Velésquez Foto: Revista Elle, Francia Fotografia: Victor Malqui, Amelia Garcia, Susana Zapata, Archivo: La Repiblica, Biblio- teca Nacional, Revistas: Baraka (Fran. cia), Caretas, Administracion, Publicidad y Suscripci6n “Mujer y Sociedad". Av. Nicolas de Piérola 677 Of. 503 Lima Telf. 240189 Impreso en: Distribuye: DISELPESA ~_ PRECIO I/. 20 S Dedicamos este numero a la Mujer y la Historia. Nace como un intento de darle alguna coherencia a nuestra desperdigada historia social. La participacién social de las mujeres, resefiada en la historia, oficial, parece azarosa, pero en realidad no lo.es, Las mujeres constituimos el nucleo sobre el que se asienta el desarrollo de las sociedades. Hoy buscamos re-crear ese espacio, rescatarlo, reflexionarlo para mejor entender la realidad. Este numero es desigual, hay articulos redondos y fragmentos sueltos de relatos que hemos ido organizando; hilos que cruzamos en un tejido ain suelto e imperfecto. Simone de Beauvoir aparece en-nuestra portada. Como latinoamericanas nos sentimos tocadas por sus escritos y por su lucha por los derechos de las mujeres. Logré leer la historia de las mujeres colocéndonos como protagonistas; develé lo que se oculta y lo que se tergiversa, Su pensamiento feminista inicial elaborado magistralmente en El segundo sexo(/ 949) es absolutamente vigente para nosotras. Como Beauvoir, consideramos que el ferninismo recusa el autoritarismo, la desigualdad y la violencia, Nos sentimos consternadas por la masacre de presos del 18 de junio ultimo y especialmente preocupadas por las mujeres muertas y desaparecidas. Este hecho repudtable es Ja cuspide de un sistema que usa la violencia como comunicacion: que hace “entrar la letra con sangre’’a los nifios, que maltrata y mata a las mujeres “por amor”, que no dialoga, sino aplasta al opositor politico. Esta esta siendo nuestra historia y no queremos vivirla con tantas injusticias. Rechazamos los mé- todos de terwr tanto de parte del gobierno como de extremistas aislados de los movimientos sociales. Estamos por la construccién de una sociedad nueva en confluencia con el movimiento popular. Por eso luchamos como mujeres,por eso nos organizamos. 0 de Ley sobre “Seguridad. Social para las personas dedicadas exclusivamente al desempeno de las tareas del hogar” fue sustentado en mayo pasado por la diputada aprista Mercedes Cabanillas. Conto con Ia aprobacion undnime del Parlamento y sélo se espera que en la nueva legislacion de agosto, el senado le dé su visto bueno. SE ASEGURAN AMAS DE CASA Conversamos con Mercedes Cabani Has ; ePor qué esta ley para las amas de casa? Esta ley es para todas las personas que trabajan no remuneradamente en sus casas, Significa considerar que el ‘quehacer doméstico es trabajo. Y hablamos de personas y no sola mente de mujeres porque no podemos ser discriminadoras, no podemos darle al hombre de la thisma medicina que nos ha dado. ‘Ademés, hay una pequefisima pro: porcién de hombres que esté haciendo las tareas domésticas, Se quedan en casa porque en algunos casos resulta ms fil para a mujer conseguir em- leo. Pero lo fundamental ahora es reco- nocer que el trabajo doméstico no es Una actividad femenina, sino es la pro: ducci6n de bienesy servicios para la fa- milia (lavado, .cocina, limpieza, cuida- do de los hijos, etc.) Al no estar el quehacer doméstico en el mercado de Ia oferta y la deman. da no tiene un precio en los términos que los estadisticos y econometristas toman en cuenta para la contabilidad del PBI y de la PEA, Estos técnicos no reconocen el valor del trabajo doméstico, y por lo tanto sigue siendo trabajo invisible, El trabajo doméstico es la produccién de bienes y servicios para la familia ‘Ahora lo estamos rescatando, Es un primer paso dentro de la progres reivindicaciones que tenemos que en- ccarar las mujeres. Del total de 3°400,000 amas de casa que existen en todo el pais, no todas gozan de la seguridad social del mari do, Las solteras, las viudas, las madres solteras, las convivientes no lo tienen en absoluto, Esta ley favorece a todas las muje res, Reconace el derecho propio a las amas de casa de ser trabajadoras de su hogar. Esta propuesta ya ha sido in- cluida por la Comisién de Seguridad Social, dentro de la nueva ley del Ins- tituto Peruano de Seguridad Social Lo importante es que estamos cues tionando a fondo el papel del ame de casa. Hasta cudndo pues vamos a seguir con la division sexual del traba jo: la mujer en su casa y el hombre produciendo fueral En el proyecto actual, se ha visto la posibilidad de darle un sueldo a ama de case por sus actividades de ser- vicio? Quizés no se dé esta porpuesta de remuneracién porque no pensamos consolidar ni profesionalizar el trabs jo de la cocina. Lo que hacemos es re ‘conocer al ama de casa la categoria de trabajadoras ‘i el ama de casa trab: no remunerarla? No podemos aiin hablar de eso porque dquién retribuye?, del varén? el Estado?, el sindicato?, Tenemos que hacer un andlisis todavia, hay que plantear alternativas.. pero toda alter nativa tiene que dejar de ser lirica, tie ne que basarse en caleulos financieros. 1, dpor qué Sexiin Rolando Ames, Senador de IU, la problemética de la mujer comien- "a. ser fomade en cuenta en el parlamiento iNO MAS CHANTAJE! El asedio sexual traducido en el chantaje, amenazas y maltratos déntro de Ja relacion de superioridad en el centro de trabajo (entiéndase requerimientos sexuaies de los jefes), es otra opresién que soporta Ja mujer ademas de ser oprimida por su condicién de trabajadora. El problema de la mujer ha empezado a ser tomado en cuenta en los fueros parlamentarios, en la discusién politica y en la legislacién nacional. - En la reciente Ley de Estabi: lidad Laboral se ha incorporado san. ciones al empleador por hostigamiento sexual a la trabajadora, bajo el articulo 260., inciso G. Rolando Ames, senador de 1U, quien planted este Proyecto Ley san- cionador, expresa que su. propuesta inicial, surgio de la experiencia y a peticién de las trabajadoras, Original mente involucraba en la sancién no solo al empleador sino también al tra: ajador con cargo jerarquico. Y “que or un aspecto cultural més que politico” no se tomé en cuenta a este ultimo, Continua pag, siguiente 4 Viene de la pag. anterior La sancién al empleador puede cconsistir en une multa, 0 la trabajado- ra puede optar por su retiro del centro de trabajo, asumiéndose como una despedida: intempestiva, con los “peneficios"” correspondientes, y cuya instancia de reclamo es el Ministerio de Trabajo. Situacién no del todo favorable a la servidora; aparte de lo dificil que ser3 aportar las pruebas requeridas. “Siendo el asedio sexual un proble- ma cultural, no se corregiré solo con medidas punitivas. Dicho articulo es el primer paso de una campaia piblica, en contra de la situacion de agresion a la mujer” Para Rolando Ames, el chantaje y el asedio sexual, cuando se da utili zando las relaciones jerarquicas en el trabajo, deben ser incorporados como delito del Cédigo Penal. Propone, ade- mas, un proyecto de Ley sobre la ‘abajadora del Hogar que contemple: ‘Una sancién mayor para los casos de violacién sexual, aprovechando las relaciones de dependencia del trabajo ‘en hogar” Tales propuestas, asi como la nece- sidad de contar con un Plan de Defen- sa de la Mujer, en cuya formulacién las organizaciones de mujeres juegan un rol importante son, segin Ames, algunas de las muestras de la izquierda sensibilizada ante la problematica de la mujer. My S considera que'’si bien el nivel parlamentario ha abierto un espacio de defensa de los derechos de la mujer, es necesario insistir en los siguientes aspectos: Las sanciones los empleadores no agota la defensa de las trabajadoras, sino se logra incluir a los superisres jerérquicos de los centros laborales, que.por estar en directa relacién con las trabajedoras, son los. principales agresores. Preguntamos ademés, {Qué pasar con las servidoras del Sector Publico, en donde el empleador es el Estado? — Las sanciones contempladas al empleador por incurrir en el asedio sexual sefialades en el art. 25, tienen que ser revisadas totalmente, pues el que la trabajadora opte por irse dé la empresa no es sino un motivo de Pérdida de su sustento, castigo. por demés decirlo, @ la agra — A fin de garantizar que las de- nuncias de las afectadas sean atendidas imparcialmente en el Ministerio de Trabajo, pedimos se constituya una Instancia Consultiva no estatal, con representantes de las organizaciones de mujeres en dicho Ministerio. (A.G.) La MuJER INDEPENDIENTE I ‘Escribe: Maria del Pilar Tello ‘a dependencia de la mujer se identifica con el destino de inferior: dad o de sumision que parece ser acep tado por algunos sectores sociales como regla dé juego. La mujer inde: pendiente, la mujer que ocupa cargos de responsabilidad, ya politicos o em- presariales, la ejecutiva, 1a intelectual, la artista, constituye una minoria, for: ma parte de una élite de mujeres cuya lucha individualizada se ha librado con éxito y al margen, generaiment del discurso feminista. Podemos pre guntarnos éconfiguran elas el pro- totipo a ser seguido por las mujeres que racionalizan y combaten su con: dicién de dependencia y subordina clon? Pareciera que estas mujeres que han triunfado, que se han realizado, que se sienten exitosas en sus dife- rentes campos de accién se han colo. cado por propio esfuerzo al margen de toda observacién 0 implicanci. con la lucha planteada por miles de mujeres en el mundo; feministas, tedricas 0 practicas 0 ‘simplemente conscientes de los obtéculos que el sistema les presenta para su desarro- lle. 'No es asi, Simone de Beauvoir —por estos dfas ten recordada y Hlorada—, enfocd singularmente el tema de la ‘mujer independiente con una percep: cién que ha sido raramente difundida, Al comenzar El Segundo Sexo, o- bra considerada fundamental para el ensamiento. femenino, Simone de Beauvoir subrayaba que su posicion no era la de una tombatiente pues con- sideraba que “en gros” la partida es taba ya ganada por las mujeres. Dentro de este marco, constata la existencia de mujeres independien- tes que disfrutan de autonomia fi ‘nanciera y social y que por tanto tie. nen la posibilidad de dedicarse a tra bajos creadores. Sefiala que el estudio de su situacién es particularmente in: teresante porque este tipo de muje res constituye —sino un modelo de. bido a su cardcter aun inacabado y generalmente inconforme—, por lo menos una via para |a aproximacion ¥ un hilo conductor hacia to que po: dria ser una vertladera liberaci6n, aig IN “Sz I desde el nel cobcivo awe ern ea eae Megar Beauvoir identifica tres caracteri de la mujer independiente. La primera la separacién que se da entre sus inte- reses profesionales y el dmbito de sus preocupaciénes sexuales y_afectivas. La segunda es su incapacidad para olvi- darse totalmente de si misma, para se- parar su persona de lo que ella hace. La tercera es el exceso de modestia o la falta de ambicién que obstaculizan las acciones que emprende. Es asi que la mujer independien- te, que he conquistado Ia categoria de sujeto soberano gracies a su desem: peo profesionalse enfrenta a la coac cién social que la obliga, en razén del arquetipo de femineidad existente, a convertirse de buen grado en objeto. Logicamente las contradicciones y malentendidos, asi como los conflic: tos internos abundan, pero ellos son resueltos de modo pragmatico. Gene. ralmente |a mujer acopta en el nivel afectivo las cadenas de las cuales » Viberé por el trabajo 0, caso contra rio, trata de establécer relaciones sobre otras bases y seadn otras modalida des. La ‘aistora cita el caso de Mada} me de Staél quien cultivaba el arte de seducir jugando a la enamorada pero reservandose la posibilidad de subyu- gar, @ sus amantes por la inteligencia Para Beauvoir estas son situaciones inauténticas, En cuanto al segundo aspecto: éen qué medida la mujer se olvida a si misma cuando trabaja? “Raramente logra dejar esa esfera inmanente en la cual ha sido encerrada”, precisa la escritora, Muchas mujeres emprenden un tra- bajo 0 una obra, realizan una tarea, no por el valor de ésta tiene en si misma sino en raz6n de la celebridad o la glo: ria que pueden obtener 0 porque di: cho trabajo es una prueba de su éxito. De ahi que el campo del arte ~sea de expresion, como la danza, el teatro 0 el cine, o de creacion como la literatu: rao la pintura— es el mas propicio para la mujer que quiere realizarse. En 41 se da la unificacion de intereses evitando el conflicto entre la preocu! pacién profesional y la de su feminei! dad, Sin embargo, la distorsi6n esta pre- sente porque la mujer no se pone al servicio del arte sino més bien lo util za, lo pone al servicio de su ego. La realidad esencial —sefiala Beauvoir im. placable—, continda siendo la pro pia persona, distinta de aquella que escribe, pinta o actua y la preocupe- cién principal es exhibirla, De suer- te que todas eitas actividades no cons: tituyen una verdadera trascendencia sino solamente una ilusion de existen: cia" Finalmente aquel rasgo entrampa- dor, calificado como exceso de mo- ‘destia no es sino el temor a afirmarse en la diferencia e ir més alla... LEs posible que la nocién del limite im puesto @ si misma permanezca en su mente impidiéndole el acceso libre el mundo? éCudles son las condicio. nes para que la mujer acceda a un ver dadero trabajo creador? ‘Al comenzar la segunda mitad del ‘Siglo XX, Simone de Beauvoir en “El ‘Segundo Sexo”, respondia estas inte rrogantes precisando que: “El mundo en el que las mujeres y los hombres seran iguales es fécil a imaginar, pues es exactamente aque! que habia pro: metido la revolucién soviética” Sin embargo, escribe ella, “no es suficien: te cambiar las instituciones para cam- iar el modo de vida, No es sino des de el nivel colectivo-que la liberacion puede llegar” Cuarenta aftos més tarde estos te- mas de andlisis y reflexion permane- cen vigentes, El reto de las mujeres ue se califican a si mismas de inde. pendientes es adoptarlos a partir de la realidad que nos toca vivir. Le violencia contra las mu | ieres no solamente son los golpes | que recibe una esposa de su marido © una agresion sexual en la calle o las torturas sexuales a la que son so- metidas algunas mujeres en las cér celes, Cuando los periddicos retratan tra seros femeninos para vender més, es tan ejerciendo violencia contra la mu jer. Cuando el gobierno central o el municipal se enriquecen con la pros- titucion, estan ejerciende violencia contra la mujer, Cuando los hombres impiden que las mujeres salgan a sus reuniones y to- men sus decisiones estén ejerciendo violencia contra la mujer. Cuando los hombres manosean a las nifias en los microbuses 0 en la calle, estén ejerciendo violencia contra Ia Inauguramos esta permanente co lurnna sobre violencia, presentando las agresiones que sufren’ las escolares en los microbuses. £Qué dice la ley?, la familia, las nifias mismas sobre esta agresion? équé efectos psicolégicos tie- ine sobre las escolares? deudles son las alternativas para luchar contra estos comportamientos sexuales desviados? équé dice usted sobre esto?. El Cédigo Civil no dice nada. La Dra. Leticia Billie Herrera, abogada, nos informa que el Cédigo Penal consi dera estos actos como delitos “contra ‘Una vez yo senti hombre que e estab peganda 9 jua! le Tixque cov ef after » come? las buenas costumbres"” que” pueden ser delitos o faltas segiin su gravedad. Veamos lo que las nifias dicen al respecto. “Cuando viajamos en el carro son tos viejos que se rozan. Si uno les dice liga sefior, qué le pase, me esta persiguiendo ‘para rozarmel, dicen, iqué le pasa mocosa, no vengas insultar porque te mando una eacheta- al” ‘Ademés de pegarse a los cuerpos de las chicas, algunos hombres van més allé; "Cuando yo iba al colegio un hombre me bajé el cierre de la falda y no senti, otra vez, yendo con una amiga, ella estaba con pantalén blan co— un hombre se le pegd, Cuando ba: j6 tenia su pantalén mojado. Ella se tocé y dijo es goma . Yo le digo: ‘cémo va a ser goma, es descenso que te han echado alli” Y también sucede con nifios: “Yo estabd yendo con un amiguito al cole: gio y un hombre se puso detrés del chi- quito, Yo le dije, ven para acdl . El seffor dijo: idéjalo alli que le voy ¢ pagar su pasajel . Entonces fo jalé y e| hombre lo estaba agarrando de entre las piernas”, Muchas nifias se paralizan por la humillacién. ““Tenemos miedo de lla ‘matles la atencion porque los hombres nos quedan mirando como si fugramos cualquier cosa, Por eso uno se queda ca llada como si fuera uno quien ha cometido algo” ‘Algunas se ponen sus canastitas 0 sus folders atrés, otras se van desli zando, tratando de apartarse. Pero hay algunas alternativas mas creativas: “Yo Hevo alfileres, mis amigas también Una vez yo senti que un hombre se me estaba pegando y ijual le hinqué con el alfiler y comenz6 a gritar jay! quien me hincay yo le dije, (Para qué se pega, pues! ? Qué le aconsejan los papas a las hi jas cuando les cuentan que han sufrido un manoseo? Un padre con una hija de 12 afios dice que ella nunca sale so: la: Tedavia no he tratado el tema, pe ro cuando lo haga le diré que reaccione de manera fuerte. En Comas, un padre de tres hijas dice: “Mi primera reaccién es buscarlo al tipo y darle una paliza, pero en general no hablamos de eso porque ellas tienen que contarle a su mamé ye que son mujeres”. Sin embargo, una madre trabajadora dice "Las madres tenemos tanto en que pensar que no tenemos tempo de explicarles a las hijas cémo defenderse” Las nifias creen que “lo hacen por- que mi mamé no esté aqui, cuando ven a una chica sols se aprovechan”. Y también si esté acompafiada: “Un hombre se pard detras de mi hija y se frotaba en ella, yo le dije que se retira- a y me contest6.que yo estaba loca, y lo que yo quetia era que lo hiciera conmigo. Le tiré una cachetada de cé. lera y ni siquiera por eso se movi6. Re- cién se bajé del micro cuando mi hija le hineé con un alfiler”. Las maares consideran que las chi: ‘cas son ahora més “moscas”” y que no son “atrasadas” como ellas. éCuales son las consecuencias psico- légicas en las victimas?, Afirma la psi céloga Telma Rossi que la reaccion se relaciona con el grado de estabilidad de la joven. A veces un hecho como éste puede desencadenar crisis en per. sonas sensibles, En la mayoria, el primer sentimien. to es el estupor y luego la conviccion de haber sufrido una vejacién, La hu millacién lleva a algunas adolescentes a perder el control y a otras, a quedar- se inmovilizadas. Las agraviadas pueden presentar secuelas de inseguridad, desconfianza y temor que se diluyen con el tiempo, ppero en algunas, esta experiencia pue de ser un hito traumético. Mujer y Sociedad considers, al igual que las personas entrevistadas, que: © Las agresiones a las nifias y adoles- centes son una forma de violencia sexual que se debe enfrentar con ener: aia y seguridad; © se debe alertar a las jévenes respec. » a estas agresiones sexuales para que las comprendan y sepan defenderse © se debe difundir este problema en colegios y lugares pablicos a través de charlas educativas, elaborar cartillas, informativas y ensefiar técticas dete sivas; \ @ se debe exhibir en microbuses y omnibuses avisos llamativos alertando a nifios y adolescentes. TACTICAS DEFENSIVAS USADAS POR LAS ADOLESCENTES AC- TUALMENTE PARA EVITAR AGRESIONES No subir a micros muy tlenos. Ubicarse cerca del chofer, Ubicarse entre mujeres. Ubicarse entre personas adultas acompafiadas, FRENTE A LA AGRESION @. Recriminar al agresor en voz alta. Cambiarse de lugar, @. Decir a las personas de alrededor fo que esté sucediendo, Dar un pisotén al agresor. Hincarlo con un alfiler 0 aguia, Bajarse del carro, eee DIALOGO ‘© Deberiamos conversar entre noso. tras, contarnos Io que nos pasa, para buscar defendernos © Conversar con nuestra mamé para que nos diga que hacer. En el medio familiar se debe infor- mar del posible agresor para denun- ciarlo 0 de la victima posible para protegerla. (¢.¢.) Los centros de mujeres y el financiamiento RIESGOS Y UTOPIAS Investigacion promocién y desarrollo estuvieron en la noticia en las Ultimas semanas. A mediados de abril, al di putado aprista Romulo Leén Alegri acus6 alegremente —secundado por cierta prensa que entré l coro maca tista—, a varios centros de destinar fi- ynanciamiento extranjero para subven: cionar “actividades clandestinas y sub- versivas"” del Partido Unificado Maria teguista (PUM) Le6n present una arbitraria lista de 55 centros —entre ellos algunos de- dicados al trabajo con mujeres—, y pi did sean investigados. En efecto, el 2 de junio se instalé en la Cémara de Diputados una comision investi gadora de “as funciones, actividades ¥ organizacion de les asociaciones cl viles sin fines de lucro que reeiben ayuda del exterior”. La respuesta inmediata y acertada’ de los centros Jogré que triunte la cordura, La co: misi6n ha prometido una investiga cién “seria, responsable y ecusnime de todas las instituciones; no sélo de las 55 “‘acusadas”, Campafia macartista 0 “declaracio. nes para consumo de los medios de comunicacién masiva", como edito rializé La Repdblica 16 cierto es que la campafia demostré lo poco com prendida que es la labor de los cen. tros. Los centros de mujeres, nombratlos y no nombrados en el index de Le6n, hhan togrado, con el financiamiento extranjero, apoyar las propuestas po- pulares y democréticas en una socie dad cabtica como la nuestra Las actividades de estas institucio res s@ realizan bésicamente en secto: res _urbano-marginales y campesinos Se tocan aspectos de salud, organiza cién, cultura. Se brinda asesoria legal y laboral. Se cumplen tareas de pro- mocién y desarrollo que seria largo enumerar. La produccién intelectual desde la perspectiva de las mujeres ha enrique ido. las ciencias sociales, Hay una constante difusién de libros, revis tas, materiales de capacitacién, au jiovisuales, ete. La labor de fos centros de muje- es es reconocida nacional e intern: nalmente (por ejemplo NN.UU Por: Carolina Carlessi Local de Manuela Ramos une propuerta y UNESCO). Diversas organizaciones lestatales, privadas y universidades, bus- ‘can la asesoria y coordinan con estos grupos. El seffor Leén no debe con:* fundir desinformacion con clandesti- nidad, En general, los centros de muje: res promueven el desarrollo hacia una sociedad més igualitaria y democrati ca, Especiticamente defienden los in: tereses de las mujeres en lo que toca a su condicién y a'su dignidad. Seria absurdo estar en contra de estos ob- jetivos. En diciembre pasado hicimos entre- vistas a tres integrantes de organiza- ciones que trabajan con mujeres. Pre- sentamos este articulo que coinci dentemente relaciona a los centros con el financiamiento y el movimien- to feminista LAS AGENCIAS FINANCIADORAS En esta Década de la Mujer que termina, las financieras adquirieron el compromiso. ‘frente a tas Naciones Unidas de destinar recursos para “las mujeres en desarrollo" Este apoyo se canalizé a nivel mundial a través de Organismos No Gubernamentales (ONG) Las agencias financiadoras no son entes estéticos. Han recibido el impac- to del movimiento feminists europeo y de las nuevas fuerzas sociales actuan- tes en los palses pobres. Algunas fun: cionarias encargadas de los proyectos de mujeres, sensibilizadas por su préc- tica, han mostrado su apoyo més alld de lo que el cargo les exige. Pero, éestaran las agencias extran- jeras tiflendo con su perspectiva de trabajo el pensamiento y la practica e las mujeres peruanas? De hecho hay enfoques distintos: las estrategias y prioridades de las a gencias y de los grupos de mujeres son diferentes. En general, las financiado: ras priorizan proyectos que alivien las necesidades de las mujeres de sec: tores popularss. Los centros de muje- res inclinan sus proyectos a la toma de conciencia para la accién, para la deci sin, para el ejercicio del poder, aun- que también se atiende las necesidades de generacién de ingresos. En muchos casos, los enfoques de Jos grupos de mujeres y de las finan cieras coinciden. “Pero cuando éstos, son distintos priorizamos el de nues- tro grupo”, dice Elizabeth Dasso de la Asociacién Peri-Mujer. La insistencia de los grupos nacio- nnales por incluir en cada proyecto fi ‘nanciado espacios para la toma de con- ciencia parece ayudar también a las fi nancieras a modificar sus plantea ‘mientos sobre el trabajo con mujeres, Lo_que era excepcional hace algu: nos afios se ha generalizado: muchas financieras estén incorporando la pers- ectiva femenina en proyectos genera les, En casos coyunturales las agencias dan apoyo directo al movimiento fe- minista: encuentros, reuniones de in vestigacion, seminarios, MOVIMIENTO FEMINISTA Y CENTROS Es una relacién compleja la de los centros de mujeres con el movi miento feminista, Segin Dasso, no hay que confundir las dos cosas: “Los Proyectos son experiencias limitadas La produccién intelectual desde la perspectiva de las ‘mujeres ha enriquecido las ciencias sociales. Esta labor es reconocida nacional € internacionalmente. con inicio: y fin que buscan un obje- tivo determinado, Los proyectos sirven para el cambio, pero no estén disera dos especificamente pare aporter al movimiento feminista que es més am plio y va mas allé de una tarea con ereta” Para Virginia Vargas la relacién es mucho més intensa: “El Centro Flora Tristén se dice y_se piensa al servicio del movimiento feminista yesa es la . razén por la que los limites no son siempre claros” Vietoria Villanueva, del Movimien- to Manuela Ramos, considera que las mujeres se beneficiaron de 20 afios de experiencia del_ movimiento popular ‘con el financiamiento externo: desde el principio se pudieron ver sus limites ¥ sus ventajas. “Hemos logrado parte de nuestra utopia”, dice Villanueva: “Espacios donde las mujeres somos ereadoras, donde las decisiones son co tectivas, donde se coloca a la persona antes que su, productividad. Espacios donde Ia tranquilidad econémica per mite imaginar, plantear, ejecutar. Den: de las posibilidades de convocar a otras mujeres son grandes, hay casas. biblio: t2cas, servicios varios" Dasso aflade que “el trabajo en los centros es una forma de_ejecucion de un trabajo alternativo, El ejercicio profesional tiene un sentido de in fluencia directa, es un trabajo atrac- tivo e interesante Se dice, sin embargo, que los cen tros con muchos recursos han tomado tanta fuerza que copan el movimiento feminista, que las mujeres con tiempo subvencionado apagan otras iniciativas de grupos no financiados; que se ha ido dejando de lado el trabajo “militant” para considerar que nada se puede ha cer sin financiamiento. Los centros de mujeres enfrenton estos y otros problemas. Pero si el tra- bajo en conjunto de las mujeres ge- nera conflictos, también genera solu ciones, Die a dia se discute, se afina, y se supera problemas relativos al poder, al dinero, a las relaciones personales, 2 las relaciones de grupos entre si Virginie Wares det : Y hay riesgos: "pero son riesgos Centra, Flore Testa fisabeth, ese dentro de una tarea constructiva que Vietoria Wlnera la Auwctict de hecho va enriqueciendo e! mov’ Hrovimente Manele miento. feminista en general”, con ‘Ramos cluye Vargas. ata urbanizi pe de Comas mataron % Jol powmtpros det ejereto, quiere co mmiggen_atropellos Y "ona ‘ninguna garantis. ‘Aprovechando de e512 cireuns- ymbién tenemos Ton a nuestras hias nae otras, amparados en 61 ES documentos @ muestio® hijos¥ dootras hijas aprovectan Pt, de- memos a veces por el hecho, de ser estudiantes univers ados se les “,,. pueden yiolar el domicilio de cualquier mujer.” Hace mas de 80 afios que las mujeres social demécratas, luchan por una sociedad justa. A estorse afiade que ahora pelean al interior de sus organizaciones Por mayor participacion en el poder politico, sin conseguirlo ain. Marginadas en sus Propias organizaciones Y para estimular el cambio en éstas, decidieron en su XIII Conferencia efectuada en Lima, declarar E/ decenio socialista para la mujer (1986-96). Todo esto, pasado ya el decenio internacional decretado por N.N.ULU, en favor de la ‘mujer y por més de 15 afios de agresivas luchas feministas gracias a las cuales, se logré en europa, el derecho al aborto libre y gratuito subvencionado por el Estado, la abolicién det sexismo en el trabajo, seguridad social sin restricciones para las mujeres padres, el divorcio en Italia entre otros. sacional dt Conferencia Inte le Mujeres junio 198 EL PODER DE LAS SOCIALDEMOCRATAS E n Lima, vimos que a pesar de un programa interesante que inclu‘a el debate sobre el poder, la opresion y el desafio ante la crisis econémica la Conferencia se convirtio. en una rendicién de cuentas. El balance no fue muy optimista. Las socialdems- cratas expresaron que si no tienen po- der en las decisiones politicas, sus reivindicaciones no se cumplen. De otro lado, la estrategia para aleanzar el poder en sus partidos, afios atrés disefiada no habis dado resultados (participacion por_mayo- rias, 50 por ciento de hombres y 50 por ciento de mujeres). Tuvieron que reconocer que la gestién igualitaria del partido” crea resistencias en sus camaradas de lucha. Sélo las escandinavas que hab/an modificado este estrategia por otro de cuotas (40 por ciento) habian te nido ahora Gltimo un éxito relativo: la eleccién en Noruega de una primer ministro y siete ministras més. Es asi como el tema del poder fue al final de cuentas lo més debatido en esta conferencia femenina que tiene carécter de fraterna en la Internacio nal Socialista Ivette Roudy, ex-Ministra de la car. tera de los Derechos de la Mujer de Francia, y Lydie Schmit, de Luxem burgo, Presidenta de la Internacional Socialista de Mujeres, fueron invita das a MUJER Y SOCIEDAD; asi, tu. vimos la ocasion de charlar con ellas apliamente sobre este tema, fran queando gracias a sus gentilezas, el militarizado cordén policial de este evento, Para Roudy, “el poder es el poder. Es una relacién de fuerzas donde unos luchan a favor y otros en contra del progreso. En el Estado, no existe po. der femenino. Aqui el ‘poder es igual para todos porque representa la pelea or posiciones". Conté el caso del Mi- nisterio que ella gestion hasta marzo ltimo, Como feminista socialista, all, ella imprimié la concepci6n que tie 12 ne de la mujer: ser autonomo e inde- pendiente, que ademés puede ser ma: dre, trabajar y participar ampliamen: te en la sociedad. Mientras que la de Fecha, concibe a la mujer s6lo como: tun ser reproductor. Prueba de esto es que al subir fos conservadores al pre: mierato, desactivaron el Ministerio de la Mujer, para convertirlo hoy dia, en el Ministerio de la Familia. Paréntesis aparte, no hubo protestas ni de socia listas ni de feministas Para Ivette. Roudy, es importante que las mujeres estén en el poder de! Estado. Se mostr6 escéptica a otra forma de concebir el poder por parte de las feministas y dijo: “lo que pue- de quizés hacer una mujer feminista en el poder, es gerenciar mejor las ne- cesidades sociales, porque las conoce més y puede ser ms sensible a todo el yama gubernamental, pero nada Schmit expreso que el pa- triarcado pone a la mujer en el poder, para aparentar que todos somos igua- les, pero es s6lo otra forma de subor- dinar y ocultar la opresion de ta mu- jer. Segin ella, “nadie cede el pod hay que tomarlo. Los partidos que se dicen progresistas dan oportunidades en teoria. Las mujeres debemos to- mar el poder por nuestros méritos aunque esto significa que se nos exija tuna calificacién del 150 por ciento ‘més que a los hombres”. Presidenta de su partido en su pats, nos refirié una anéedota de su trayec: toria politica: “... en el ejecutivo un militante dijo, “yo quiero una taza de café. Todos me miraron porque era la Gnica mujer. Yo dije, “yo tam- bién quisiera tomar caf miraron, y el més joven se levanto a servirlo.” Dentro de la variedad de plantea- mientos que hubo sobre el poder y concordando casi todas las partici pantes de estar excluidas de éste, la diputada Mercedes Cabanillas expre- $6: “para que el hombre acepte com- partir con la mujer la administracién del planeta, no basta la lucha de las mujeres. Debemos asumir una tarea pedagogica para reeducar a los hom- bres y hacerles comprender que es be neficioso que la mujer ascienda en dig nidad e igualdad para compartir el go biemno de los pueblos” En las conclusiones del evento, las socialistas rechazaron la politica’ de! FMI, Ia situacién de violencia, racismo, colonialismo y armamentismo que se da en los diferentes paises. Cuando se dio la masacre de los penales en Lima, ‘quedaron enmudecidas Finalizado el evento, Iverte Roudy nos dijo, “diganle a su presidente porque es necsario que lo sepa para que vaya cambiando— que nosotras Todos se IVETTE ROUDY GRETE KNUDSEN somos mujeres politicas, que no hemos venido a reunirnos para hacer accion social, que é! como hombre politico ‘quedé en clausurar el evento y noso- tras lo hemos esperado. No tenemos nada en contra de su esposa’’ NORUEGA OPTOPOR LA MUJER En Noruega, el premierato del pais cayé en una mujer: Gro Har- fem Brundtland, —o simplemente GRO-. Es la figura polit destacada del partido socialdemo- crata noruego. Gro se ve acompafiada por nada menos que siete mujeres ministras. Tienen las carteras de Educacion, Justicia, Asuntos Sociales, Protec: cién ai Ambiente, Defensa de! Consumidor, Agricultura y Asis: tencia Técnica para el Desarrollo, Noruega ha dado un paso ade: lante, éCémo se produjo?. Desde 1979, existe Ia ley de igualdad en: tre los sexos, cuyos objetivos son mejorar la situacién de la mujer. La ejecucién de esta ley esté ge rantizada por un Consejo, una Co: misi6n de Reclamos y un Ombud, encargados de tomar las iniciati vas necesarias para que la ley se aplique y se cumpla a todo nivel (Halen Orvi) CAROLINE DIOP (de Senegal) Vice-Presidenta de la Internacional Socialista de Mujeres. Fue la primera Diputada de su pais, en 1964 fundé la Asociacién de Muje res Socialistas, Durante 7 afios integré el Gobierno como Ministra de Accién Social y pos- teriormente como Adjunta al Primer Ministro, GUEJMOULA EBBI El pueblo Saharawi y su direcci6n El Frente Polisario, confian en que algtin dia no lejano la paz justa y duradera retorne a nuestra regién Norteafricana’ La invasion militar de Marruecos al territorio de la Repdblica Saharawi es un caso colonial, ante la.cual hombres y mujeres estan luchando, Desde 1984, la Repablica Saharawi es Estado miembro de la Organizacién de Estados Africanos (QUA) ANITA GRADIN En la Xitl Conferencia de Lima, ha sido elegida como la nueva Presidenta de la Internacional Socialista de Muje- res. Desde 1982, Ministra Sueca de In- migracion é Igualdad entre hombres ¥ mujeres en el Gobierno Social-De- mécrata Ha escrito un libro sobre "“Legisla cion de Familia”. LYDIE SCHMIT Presidenta de la XIII Conferencia de la Internacional Socialista de Muje res hasta la Conferencia en Lima, Influenciada por el dolor de ver la ‘ortura y prisién de su padre por la cocupacién Alemana, ingres6 a las filas del Partido Socialista Laborista de Luxemburgo en 1970 recibiendo un abrumador apoyo de sindicatos y las clases de bajo estrato social. Hoy, es Diputads ante el Parla- mento Europeo. Ha sido elegida vice: presidenta del buré de la Internacio: nal Socialist fs hi LUCY THANDEM! Miembro del Congreso Nacional Africano desde 1980. Nacié y crecié en Soweto no pu: diendo terminar sus estudios @ causa de la clausura de las escuelas. Cuando contaba con 18 afios de edad, vivié la Masacre de Soweto. Ac tualmente trabaja como periodista en la Revista "Voz de Mujeres” que se edita 4 veces al afio y se distribuye en forma clandestina en Sud-Africa 14 fe as mujeres estamos por la vi: da. Queremos caminar sin miedo por la calle, tener confianza en la gente, tener la posibilidad de hacer planes de vida, Queremos un pais sin hambre, de nifios sin desnutricion y con escuela, de mujeres tratadas dignamente, Que remos trabajar por hacer que esto sea realidad, En el Perd asistimos a una reduc: cién cada vez mayor de nuestros espa- ios democraticos, tan duramente con ‘quistados por Ia sociedad civil. El es tado de emergencia, el toque de queda, recortes de la expresién cultural y ei control sistemdtico de la poblacion, antes normas de excepcién, hoy son reglas cotidianas. Si las mujeres estamos en desven: taja atin en condiciones de relativo or den constitucional, al reducirse los margenes de libertad nos encontramos més expuestas a violaciones, a "abusos de autoridad”, oa la muerte. El autoritarismo y el terror son la ‘expresion més primitiva del patriarca do. Rechazamos enérgicamente su uti lizacién como métodos politicos. Lo tragico de lo sucedido en los penales, en junio dltimo, se suma a los clentos de campesinos muertos y desaparecidos, a los ocho periodistas de Uchuraccay y a los miles de campe sinos que han dejado sus hogares hu yendo del terror de militares y sende- ristas Dos mujeres conocidas espiritual: mente por nosotras han muerto re: cientemente victimas de esta violen ia: una de ellas en la prision de Santa Barbara y la otra en el atentado al tren del Cusco Unas trescientas personas han muer- to en los penales y nada se ha avanza do en las investigaciones. Seftor Pre- sidonte de la Republica, Ztendremos que esperar que sean 3,000 6 30,000 ]!os muertos?, ctendremos que espe rar el llanto’ semanal de cientos de madres en alguna plaza de Lima?, es sta la democracia prometida? (cr) Ce gee! eRe ice ae ae Ce aT ee eee ay a ee ee ra oa cee! fue sindicada de terrorista sin prue: ae ae See Crate w ean) CoC eee Ce a es Rosa Beatriz da Silva, brasilefa, oe ee eet Ce erat tren que partia del Cusco a Machu cn Cree Cy ee Cac aCe er eau ern eet uid una tarjeta que dice leew waa uo) Peet Ceram: eo Cee ae mT res, por una convivencia sin opre: Pree Seitor Presi dente, endre mos que es Denar’ gue 30,000. los SR ee ee! CC ee oer tuna’misa en su memoria. Fue una persona muy querida en la zona, Su padre, en plena misa, testi Se a ee eee tr eee a emma ted Pee ema) eae BUC aus ae ta eee Seat Sane FE MUJE EN LA HISTORIA irlo. Para la historia oficial nuestra pritctica social siempre estuvo oeulta. Durante siglos esta historia nos encerro en su angulo doméstico y romancera. Pero las mujeres hicimos y hacemos historia Las mujeres en el Incanato, las fustas que s¢ rebelaron ante la violencia de los espaivoles, las quc sufrieron la colonia y las eriollas en busea de identidad hicieron histori Las rabonas y letradas de la Independencia, las que lucharon por las ocho horas, Jas que forjaron cl voro de eiudadania y las mujeres del presente, todas somos vh s historia. ‘Tenemos que de 15 16! LAS MUJERES TENEMOS HISTORIA Escribe: Marfil Francke a Historia Oficial, secuencia de | personajes y eventos de_im portancia para la esfera publi 2, no se interesa por el devenir coti diano de Ia vida, del mismo modo que niega y pretende ignorar fas formas de adaptacion y resistencia de los sectores oprimidos. Asi, las mujeres quedamos doblemente ausentes de la memoria registrada y de la vision del pasado que se transmite en los libros y los discur- 50s civico-politicos. Y sin embargo, co mo sefiala Maritza Villavicencio (1), hay una manera especifica de las muje res de hacer historia; dada por las pric ticas que inventamos y desarrollamos para ordenar el espacio doméstico y velar por la reproduccién de nuestras familias y comunidades. Como en otras partes del mundo, en América Latina, desde 1a época co lonial, las mujeres han tenido espacios diferenciados y hen desarrollado con: cepciones.propias del tiempo, de la vida y del deber social, en base a las cuales rigieron sus actos y organiza ron sus vidas en aquellas instancias y resquicios en que la dominacién no se interes6_ 0 no pudo imponerse. Estas concepeiones y ereaciones fueron con: denadas y reprimidas, abierta o impli citamente, impidiendo su articulacion en un conjunto coherente, en una ver dadera_contracultura. Habituaimente se equipara lo afectivo, lo intuitivo y lo subjetivo, como sinénimo de ilégi 0, irracional y acientifico. Esto es tuna trampa que desvaloriza -herra Imientas vélidas y desde siempre util zadas para producir_conocimientos, ¥ cuyo manejo no exige pasar por la estructura educativa formal Con ese mismo propésito, la su: bordingci6n de género acallé ias voces de las mujeres y las conminé al silen cio y a la incomunicacién. Para poder ‘compartir sus reflexiones y sentimien: tos, las que sabian leer y escribir s6lo pudieron recurrir-a la poesia —anéni: ma 0 de contenido mistico, como en México, Sor Juana Inés de la Cruz y en el Virreynato del Pert, Amarilis— y las que no podian hacerlo, a los cantos y las narraciones orales. En la vida cotidiana, tras las celo- sias y el lento transcurrir de las tardes dedicadas al bordado, o sobre las mar- mitas y @ la hora del rosario, las muje- res aprendieron a comunicarse en mur mullos, a transmitir las noticias a ma nnera de chismes y su experiencia de la vida como consejos maternales, libres de cualquier sospecha. Asi, junto con la cultura y los valores dominantes que ellas no producen pero si ayudan a transmitir, las madres fueron heredan- do a sus hilas conforme crecian, frag mentos y retazos. de sus estrategias Para adaptarse mejor y resistir mas tenazmente a la expropiacion total de su identidad. Desde el espacio doméstico y a tra: vvés de sus practicas cotidianas, las mu jeres latinoamericanas generaron, para ‘escapar a las tres “K’” que en el idioma alemén simbolizan nuestra subordina cion (Kinder, Kiiche und Kirche: ni: fos, cocina e iglesia), tres 's” que per: miten resucitar el afecto y la confian- za, cada vez que los amenaza el exter: minio: sentido comin, sabiduria an- ccestral y sensibilidad. En efecto, el sentido comin, base fundamental del saber popular, es producido en estrecha relacién con la vida cotidiana, a la cual la subordina- ci6n de género confind a las mujeres. Asi, quedé depositada en ellas la tares de producir y transmitic a las nuevas generaciones los conocimientos empi- ricos y las explicaciones inmedistas indispensables para la continuidad de la vida y para la constitucién de una cultura alternativa ‘Ademés del sentido comin que el pueblo dominado en: su conjunto a- propia y hace suyo para contrarrestar la elitizacion del conocimiento cienti- fico y la exclusion de la cultura “cul ta” (dominante), hay un sentido co- min que permanece como tnicamen te femenino es aquel vinculado a la crianza de los hijos, el cuidado de la casa y las labores domésticas, y que se conserva, a través de las generaciones, trasmitiéndose de madres a hijas y a nietas (1). “Desde el espacio doméstico y la practica generaron sentido comin y sabiduria”’ En este ambito especifico de la co- tidianeidad y particular a lo “ferneni- no”, se recoge y se acreciente la sabi- duria ancestral, son los refranes y re- cetas que resumen en forma sencilla y acequible los hallazgos y procedimien- tos para una relacion menos desventa- josa con la naturaleza: el uso de hier: bas para atender las dolencias comu- nes, de los vientos y las nubes para prever el clima, de la sal y las especias ara preservar los alimentos, de la cordura y el mutuo respeto para solu- cionar los conflictos. Y en este encie- ro, que a la vez constituye un refugio contra la violencia'y el desprecio mas culino, las mujeres cultivaron la sensi- bilidad, aunque en ocasiones perdieron la risa, preservaron el llanto y el dere cho a llorar, a sentir conmiseracion ante lag desgracias propias y ajenas sobre todo las ajenas—, salvando asi para sus hijos y los hijos de sus hijos, para el futuro mismo de nuestros pue- bios, la capacidad de ser solidarios. Es por ello, por la promesa que en: cierra, que se torna crucial para la for- ja de una identidad .latinoamericana propia, democrética y solidaria, recu- perar la memoria historica de las mu- jeres, Esta tarea supone aprender a in- terrogar otras fuentes, algunas escritas pero la mayoria no, y al hacerlo no desde los parémetros y las concepcio: nes masculinas, maniqueas y unilinea- les, sino desde el sentido comdn y la sensibilidad femenina, Nuestra historia esté archivada en viejos badles, en buhardillas y tiendas de antiguedades, en las sacristias y las paredes de los conventos. Ha quedado registrado entre cartas perfumadas y flores secas, en los rizos de pelo y el primer par de zapatos de nuestros hi: jos, en manteles y casullas primorosa- mente bordados, en recetas de cocina También estd esperdndonos en las his- torias que nuestras abuelas escucha- ron, sentadas alrededor del fuego 0 mientras servian la sopa, en las cuentas de las cofradias y en los libros parro- ‘quiales, en las anéedotas familiares y las leyendas populares. A todas estas fuentes y también a las oficiales, a los archivos notariales y legales, cronicas, visitas y testamentos, deberemos acu: dir para rescatar el pasado sin el cual nfo podemos entender el presente ni ‘asumir la construccién de un futuro mejor. (°YE1 presente articulo constituye un acé pite dele. ponencia presentada por la butora en et foro “Mujer, Poblacion ¥ Besarrolio” realizado en Lima en no- viembre de 1985, (1) Vitlavicencio, Maritza, 1985. Rutas fe meninas de la historia, Centro de Ia Mu: Jer Peruana Flora Tristan, Mimeo. 18 ‘La mujer andina os, en primer lugar, fa'madre que cria sus hijos y ‘mantieme la familia tuna’ Saas Mito y Rito LA ICONOGR a iconogratia mochica presen ta personajes femeninos que pertene. cen a un mundo real y a un mundo mi. tico. Desde fines del siglo pasado estas representaciones han ilustrado la vida de la mujer en el antiguo Pera. Diversos autores presentan_ una imagen subjetiva de la mujer mochica segin las informaciones que obtuvie ron, segin las ideas dominantes de su tiempo, y con su propia vision de la condicién fernenina Charles Wiener, en su libro sobre Peri y Bolivia publicado en Francia en 1880, compara las imagenes feme. rninas andinas con las estatuas griegas Y_no les encuentra ningin encanto, ninguna poesia Segin este autor, las mujeres tienen rasgos generalmente varoniles. Las re- presentaciones de mujeres desnudas, que son raras, le parecen repulsivas Y de una impudicia descarada. La mujer andina serfa,segin Wiener,una epicu- riana sin ideas filosOficas y sin instin- tos elevados; nota en los huacos todas las formas de vicios, sin excluir ni uno solo. Rebeca Carrién Cachot, colabora dora del gran arquedlogo y antrop6- logo peruano J.C. Tello, utiliza en 1923 huacos similares a los descritos por Wiener. Para ella todos los perso: nnajes que cargan nifios y se asocian con ellos deben ser femeninos. Como cono- ce las funciones de la mujer en Ia co: munidad tradicional andina, utiliza las representaciones de las tareas femeni- I Por: Anne Maria Hocquenghem nas para ilustrar la vida cotidiana sin tratar de entender el sentido general de la iconogratia mochica, La mujer andina es,en primer lugar, la madre que cria a sus hijos y mantie- ne la familia unida. Es también la obre- ra que teje maravillosas telas y moldea los huacos que se encuentran en las ‘tumbas; y la campesina que comparte con su marido las tareas agricolas o la Coya que funda con el Inca un gran Imperio. Aythur Posnansky publica en 1927 un articulo sobre las representaciones “eréticas” que llamaron la atenci6n de Wiener. Explica que si los indigenas moldearon o pintaron representaciones de actos sexuales tan aberrantes como los de sodomia, no es quizés por vicio, como lo suponia Wiener, sino conse- ‘cuencia de la costumbre andina de de- formar los craneos de los nifios. Esta costumbre debia, segin él, provocar ciertos traumatismos cerebrales dando come resultado comportamientos se xuales “contra natura” en hombres y mujeres, Luis Valeércel_ publica en 1937 un cuaderno sobre la mujer mochica, a quien percibe como la compafera del guerrero, poco femenina y poco ro- mantica. Constata en los huacos que la mujer da a luz, erfa.a sus hijos y asume las tareas domésticas. Es la mujer que ‘carga la lefia para el fuego, que lava ia ropa, teje los textiles y fabrica los ce- Famios. Aunque la ve como viril y fuer: te, Valedrce! supone que realiza sus ta: ‘IA MOCHI reas con una dulce resignacién. La mujer andina, para Valeércel, nunca fue igual al hombre. La inferio- ridad del sexo femenino le parece ser el concepto dominante en Ia sociedad Prehispénica mochica. Pasado el tiem- po de los combates, los guerreros se dedicaron a los placeres y los vicios, y las mujeres se convirtieron en instru- mentos de los deseos masculinos. Es asi como los mochicas perdieron sus fuerzas, decayeron y desaparecieron. Esta interpretacién es andloga a la de Wiener sobre la caida del Imperio Inca, Rafael Larco Hoyle, a partir de 1939 publica sus estudios sobre las re- presentaciones mochicas. Segin él, las. mujeres en los huacos “eréticos”, tie nen expresiones faciales que indican que soportan sin placer los actos per- versos de los hombres. Este hacendado peruano pretende conocer a la mujer indigena que trabaja en sus tierras y piensa que no es diferente de la mujer mochica: no es viciosa sino resignada es el hombre librico que la domina, Para él.como para Carrién Cachot, to- do personaje que se asocia con un nifio, © asiste a un parto es femenino y se dedica a su rol de madre. Victor Von Hagen en 1955 inter. preta las representaciones.“erdticas”” de manera inversa a la de Larco Hoy: le, Para este aleman que viaia en el Pera y es atraido por'lo exético de las mujeres andinas, ellas son las alfareras. que expresan en los huacos “erdticos” toda su sensualidad y que se ofrecen a los hombres y se complacen en los ac: tos de sodomia. En 1923,Eduard Seler y Julio C. Tello publicaron articulos indicando que la iconografia de la costa norte de! Per, en particular la iconografia mo- chica, trataba de ciertos aspectos sa- grados de la vida y no de aspectos pro- fanos. Entre 1946 y 1955 Gerdt Kuts- cher y Karin Hissink mostraron en va Tios articulos que ciertas escenas de Ia iconografia mochica ilustraban_cere- monias parecidas a las incaicas. Segin ellos, antes de seguir aislando las re resentaciones femeninas en la icono: ‘grafia moche, era necesario compren- der el sentido general de los huacos, el material funerario y las paredes de los templos de la costa norte que datan entre 200 a.J.C. y 7004.J.C. Desde 1977 trato de mostrar que la iconografia miochica ilustra ritos y mi- tos comparables con los ritos y mitos ue se relacionan con el calendario ce remonial andino. Esto lo conocemos a través de las descripciones de los cro- nistas del siglo XVI, de los extirpado- res del siglo XVII, de los viajeros del siglo XVII y XIX’ y de los etndlogos del siglo XX. Las representaciones rea- listas corresponden a los ritos y las re Presentaciones m{ticas a los mitos. Las funciones que asumen los per- sonajes femeninos no estan directa mente relacionadas con las tareas co: tidianas sino con las tareas ceremonia les. Como los ritos y los mitos son modelos de comportamientos sociales, Pxiste une mujer “antropomorfa con colmtlos de fein variutos le ofidio que compartr con los ‘personajes antropomorfos masculino sel mas alto rango, 20 @ través de estas representaciones se puede deducir las tareas profanas que tienen que cumplir las mujeres, En las representaciones realistas co- mo en las representaciones miticas, las, mujeres se dividen en dos grupos. Un primer grupo, muestra representacio: nes asociadas con enfermos 0 muertos (con mujeres que dan a luz. Parece que la parte ferenina de la sociedad mochica se dividia segin la ‘edad: en mujeres jévenes, compafieras de los querreros; y mujeres viejas com: afieras de los chamanes que cumplen las funciones de las actuales curande- En el mundo mitico, las mujeres j6: venes son gallinazos cuando acompa- ‘ian a los querreros y sapos cuando tie- nen hijos. Las mujeres viejas, son paja ros nocturnos. Existe una mujer mitica antropo- morfa con colmillos de felino y atribu: tos de ofidio que comparte con los Personajes antropomorfos masculinos el mas alto rango. Las mujeres nunca estan en primer plano en las ceremonias de las tareas agricolas que realizan durante el afio, Estas ceremonias también se relacio ‘nan con los ritos que marcan las dife- rentes etapas de la vida colectiva e individual: la unién entre los hombres Y mujeres se celebra con la siembra en setiembre, la pubertad con el creci miento de las plantas en diciembre, la adultez con la madurez del fruto en marzo y la muerte con la cosecha que es al mismo tiempo el nacimiento de un nuevo ciclo, Las mujeres se unen en el rito y en el mito con los hombres, Pasan casti gos como los hombres.si tienen que pa- gar culpas, preparan el material que sirve a las ceremonias, ofrendan comi das, bebidas y a sus nifios en sacrificio, acompafian al castigo al guerrero ven- cido en el combate ceremonial, cum- pplen con los ritos sexuales invertidos ‘en el momento de la muerte, preparan los cuerpos de los enfermos y muertos ¥y asisten a las jOvenes que dan a luz en los ritos de! nacimiento, La iconografia mochica indica que la mujer en la sociedad prehispanica compartia,como lo hace hoy la mujer Ni madre, ni obrera. He aqui un aspecto nuevo de la mujer mochica. Ligera sonrisa anima ef rosiro impanente. Carece de insignia o distintivos semejantes a los arreos ‘masculinos (guerrero 0 sacerdote). Pero la dignidad y el imperio de esta mujer estén indicando que no es cualquiera del pueblo. Ni crio, ni peso sobre los hombros, ni actitud humildosa éSeré la matrona? En la costa de! Peri, como en otras regiones de lo que fue e! imperio inkaico, gobernaban mujeres; existia régimen matriarcal. en la comunidad andina, todas las ta reas rituales tal como lo ordena el mi to con el fin de asegurar la produccion social, de mantener el orden andino. La mujer es-la mitad esencial, o- puesta y complementaria del hombre, de hecho estas dos mitades no son iguales y a cada una segin su sexo se le impone tareas que le corresponde Segin el cronista Garcilaso de la Vega estas dos mitades, hanan domi: ante masculina y hurin dominada y femenina son como los dos brazos, derecho e izquierdo de un mismo ‘cuerpo. (1) Centro Nacional de Investigaciones Cien: tificas (CNRS), Laboratorio de Evnolo ia, Museo del Hombre, Paris, liogratia C. Wiener: Pérou et Bolivie. Paris 1880 Fi Carrion Cachot: "La mujer y el nito fen el antiguo Perti"'en INCA Val, | 329-354. Lima 1923. A. Posnansky: “Die erotischen Kerami ken der Mochicas und deren Besie hhung 2u occipital deformiert Schi- dln”. Abhandiungun zur Anthrope: Togie ‘un Urgeschiehte 2. Frankfurt, 1925, LL. Valedroel: Mujores Mochicas. Cuader: fos de arte antiguo del Per, No. 4 Lima 1937. R. Lareo Hoyle: Los Mochicas. Lima, 1945, Cheean Geneve, Paris, Munich 1965, VV. yon Hagen: The desert Kingdoms of Pera. London 1965. E, Seler, J.C. Tello: INCA Vol. |. Lima 4923. G. Kutscher: “Ritual races among early Chimu’". Selected papers of the XXIX. ‘International Congress ‘of Americanists. 1949, Chicago 1951 K. Hissink: "Motive der Machica Ke: fami" Paidouma Band Vp. 115+ 135. Bamberg 1950. AM. Hocquenghem: “Les ‘erotiques’ ft Miconographie mochiew”. En: Ob- Jets et Mondes T. 17. fase, 1p. 7-14, 1977. ‘Un_vase portrait de femme mochi cca” En: Newpa Pacha No. 15 p. 117. 122, Berkeley 1976 ‘Les reprosentations de Chamans dans iconosraphiemochica". En Newoa Pacha No. 18, p. 123-130, Borksley 1976, Moche. LALFU, Berlin AM, Hocquenghem y P. Lyon: "A clase of anthropomerphic supernatural in females in Moche leonagraphy”, En: Nawpa Pacha No. 18, p. 27-80. Ber keley 1980, Ellas seen cargahan “de Ta mayor por te de los tra ajo. Porta arava, con yecelonabant tas hanes tas ols. iid Ha Yom gy fp Aut, Mg a “ Mattes ayy yyginesee® EL PODER DE LAS AMAZONAS Presentamos estas notas etnolgicas sobre el matriarcado (poder femenino) que ha quedado hoy en dia como un dato referencial a tener en cuenta en Ia historia de las organizaciones sociales. Hay nor- mas sociales y de filiacion que colocan a la mujer en un papel impor- tante 0 secundario. Consideramos que sea cual fuere la cultura ori nal, lo que se debe tener en cuenta es el respeto y valor de la exis- tencia humana. \e% matriarcado es el sistema politico y social donde el poder es ejercicio Unicamente por mujeres. Los Primeros etndlogos pensaron que éste era la forma de organizacion més pri mitva de’ la sociedad, en la medida en que los lazos familiares mas simples se ligaban de manera natural: en este ca 50, el de los nifios con la madre que los engendra, Pero esos etndlogos confun: dieron los lazos de parentesco que otorgan cierto poder a la mujer con una estructura verdaderamente poli. tia, En definitiva, hay muy pocos ejem- plos de este poder femenino en la rea. Tidad; el matriarcado se mantiene so lamente como un modelo te6rico, por que algunas sociedades muestren algu. nos indicios de este sistema, Segiin la mitologia griega, las Ama- zonas fueron un pusblo de mujeres guerreras que vivieron en los bordes del mar Negro, Ellas se consideraban hijas y sacerdotizas de la diosa Arte- misa y vivian sin hombres, Una vez por afio hacian venir a la tribu vecina de Jos Gagarenos con la finalidad de per- petuar su raza. De los hijos de estas tuniones, slo las hijas quedaban, Siglos después esta leyenda, que ha inspira do muchas obras de arte griego y ro. mano, parecié hacerse realidad. En 1541, después de la conquista del Pert, log hermanos Pizarro enco: mendaron su lugarteniente Orellana lo tarea de buscar el origen del rio Napo partiendo desde los Andes, cuando atravesaba lo que es el Brasil actual, en la region del rio Mhamunda, tuvo que ‘combatir los tribus de indios comanda. das por mujeres. La comparacién con las guorreras de la leyenda fue realmen. te impactante, y a partir de entonces, se le dio el nombre de Amazonas al fo més importante del mundo. Pero fue el dominicano Gaspar de Carbaial, miombro de la tropa de Ore- Hana, quien refirié la existencia de estas Amazonas. Segin él, comandan- do a los indios que los enfrentaron, se 22 encontiaban mujeres de mucho coraje en el combate y sin piedad para con los espafioles. Ellas posefan un gran poder econémico y politico; sus ejérci tos se incrementaban con tropas obte- nidas en sus anteriores combates, Obligaban a los pueblos dominados 2 pagarles un tributo y también a apro. visionarlas de sal, Como las Amazonas de la antiguedad, elas hacian venir a los hombres para asegurar su descen dencia, Esta historia del siglo XVI fue confirmada por otros viajeros como Sir Walter Releigh y La Condemine. Al iniciarse este siglo, el explorador Henri Condreau sefialé igualmente la existen- cia de tribus de Amazonas en la Guayana Brasilefia, ALGUNAS COSTUMBRES En el dominio de las Amagonas, ellas se encargaban de la mayor parte de los trabajos. Eran portadores de agua, de las cargas mas pesadas, se ocu- paban de la confeccién de hamacas, de las ollas y de las pirogas. En recuerdo de las tradiciones ma- triarcales, las mujeres de la tribu ama. zénica de los Kalapalo (165 miembros () organizan la ceremonia del Yamani- ‘cua, en la cual ellas son las protago- nistas, Después de diferentes ritos eje- ‘cutados por las ancianas, todas las mu- jeres de la tribu se toman por los bra- 208 y bailan alrededor de! pueblo. Las mujeres lucen todo el cuerpo pintado ‘con urucu —una sustancia parecida al achiote— que les da un color rojo~ cobre, Las mujeres cantan y danzan, y . en los momentos de mas excitacion realizan simulacros de combate, (co mo describia Orellana, las armas utili zadas en la region eran el arco de fle- cchas largas, la lanza y el mazo). Las nifias participan con las adultas en esta fiesta del poder femenino que revive la antigua leyenda y recueda las. tradiciones matriarcales de las regiones préximas a donde vivieron las Amazo. | los hermanos En el mito de Ayar, mito de origen de los Incas, hallamos dos arquetipos femeninos, uno de ellos esté representado por Mama Ocllo, Ja primera pareja de Ayar Manco, mujer sumisa y hogarefia. El segundo prototipo esté personificado en Mama Huaco, mujer fuerte, guerrera e indémita. LA « TST eee yal Ete ists AGUERRIDA Por: Maria Rostorowski La imagen de Mama Huaco, tal como se desprende de las er6nicas, merece ser estudiada pues ofrece una vision muy diferente a la que se tiene habitualmente de la mujer prehispa- nica, Repasemos someramente el rela to de los Ayar, salidos de una cueva llamada Pacaritambo, “posada de la Produccién”, que también podria sig- nificar la “Posada del Amanecer” 0 “Caga_del_Escondrijo”. Dicho lugar se encontraba en el cero de Tamboto- coy, en 6! habia tres ventanas, a saber Maras Toco, de la cual procedian ‘sin generacién de padres”, a manera de ge- neracion espontanea el grupo de los Maras; la ventana de Sutic dio origen al grupo de los Tampus y, finalmente, d@'la ventana de Capac Toco salieron cuatro hermanos cuyos nombres eran ‘Ayer Cachi, Ayar Uchu, Ayar Auca y ‘Ayar Manco, acompafiados por sus cuatro hermanas Mama Huaco, Mama Ipacura o Cura, Mama Raua y Mama Oclio, Los legendarios Ayar, junto con sus hermanas, iniciaron un lento andar por las punas y quebradas cordilleranas, con el propésito de encontrar un lugar apropiado para establecerse. En la ver- sién de Guaman Poma (1936, foja 81) Mama Huaco es nombrada no como hermana, sino como madre de Manco Capac y el cronista menciona una rela- cidn incestuosa entre ellos. Anilisis del Mito, En el analisis psicoanalitico det mi to no se encuentra las dos prohibicio nes fundamentales, las del incesto y {a del parricidio, y mas bien se hace ma- nifiesta la existencia de una red de relaciones fraternas en la que el incesto aparece dado, En este mito no existe pareja conyugsl, sdlo el binomio de madrechijo 0 de hermeno-hermana. Dentro de tal sistema de releciones, la interdiccion realizada por el padre en el interior del tridngulo esta ausente La segunda la arrojé 2 un terreno Ila mado Guaynapata donde penetré sua- vemente en la tierra, Otros informan- tes contaron a Sarmiento de Gamboa que fue Manco Capac y no Mama Hua co el que lanzé el baston magico que debia indicar su asentamiento definiti Los ayllus errantes trataron de lle- ‘gar al lugar seftalado pero hallaron re- sistencia entre los naturales y se vieron obligados 4 retornar a Matagua, Mien- tras permanecfan ahi, Manco Capac or- dené a Ayar Auca ir a poblar el lugar sefialado por la vara y, cumpliendo la orden de su hermano, vol6 Auca hacia €l sitio indicado pero al pisar el suelo se convirtio en piedra, Es asi*que Auca, bajo el aspecto li tieo, ocupé primero el futuro Cusco, y mandé a Ayar Mango apelarse de ahi en adelante Manco Cépac. En esta narrativa Mama Huaco desempefio un rol especial y a pesar de ser mujer lu ch6 junto con Mango en las gueryas y | fue ella quien con la vara fundante, tomé posesion simbélica del Cusco. Segin la mayoria de los cronistas, cuando Mama Huaco llegd al Cusco, ‘cogié un haybinto (una boleadora) y haciéndola girar en el aire hirié a un | Gualla. Le abrié el pecho y sancandole los bofes, soplé fuertemente en ellos. La ferocidad de Mama Huaco aterré a los Guallas, antiguos habitantes de la zo. na, quienes decidieron abandonar el pueblo. En otro estudio mencionamos y a rnalizamos la figura femenina de Mama Huaco y lo que podia significar en el orden sociopolitico de los Incas (Rost- worowski 1983). Jefas de Ayllus Cobelio de Valboa (1952) cuenta que Mama Huaco hacia el oficio de va liente capitan y conducia ejércitos. Es: ta caracteristica masculina se explica en aymara con el nombre de Huaco que, en dicho idioma indica a una mu: jer varonil que no se amedrenta ni por el frio 0 el trabajo y que es libre EI sistema de parentesco presente en el, mito de los Ayar parece implicar, des: de esta perspectiva, una relacion dual entre el hijo y la madre (SIDEA 1985 Aproximacién Psico-Antropologica a los Mitos Andinos, M, Hernandez, M Lemlij; L. Millones; A. Péndola; M. Rostworowski. Boletin Instituto Fran fs Estudios Andinos) ‘Los hermanos Ayar Retornemos a la narrativa de los cronistas quienes cuentan que los “her manos” no tardaron en desear desha 24 cerse de Ayar Cachi por temor a sus ppoderes magicos, pues con un solo tira de su onda derribaba cerros o hacia surgir quebradas, Con engafios le con- vencieron a retornar a Pacari Tambo y tuna vez que Ayar Cachi penetré en la eueva, cerraron la entrada con blonues de piedras, y nunca més se le vib. Después de este episodio, conti nuaron los Ayar su ruta y Mama Hus- 0, pareja de Ayar Cachi, paso a serio de’ Ayar Manco, Sarmiento de Gamboa cuenta que Mama Huaco, junto con Mango, eran ambos los caudillos de la banda y, andando juntos arribaron a Quirirmanta, al pie de un cerro, Los “mermanos” decidieron que Ayar Uchu debia quedarse en lugar trans- forméndose en una huaca principal lla mada Huanacauri. La forma pétrea asumida por Uchu no le impedia co- municarse con sus “hermanos”. El El adoptar Ia forma litica en el émbito andino indicaba una manera de perpe- tuarse y consistia en la sacralizacion de tn personaje o de una divinidad. Mujer “fortisima y diestra” Estando en Matagua, Mama Huaco, mujer “fortisima y diestra” tomo dos varas de oro y las lanzé hacia el norte; la primera cayé en Colcabamba y, por estar la tierra dura, ni hincd bien. ELQVUTO CAPITAU ‘Segiin Sarmiento de Gamboa-{1942: 59), los cuatro dirigentes que coman- daron los ayllus a su llegada al Cusco fueron Manco Capac, Mama Huaco, Sinchi Roca y Manco Sapaca; es im- Portante recalear que Mama Huaco es nombrada entre los cuatro jefes de la banda, No interesa saber si los hechos fueron veridicos o miticos, lo qu porta es analizar la estructura. social que la leyenda indica, y esta noticia ilustra la situacion femenina en un tiempo mitico y el nivel concedido a su posicién social, En las leyendas cusquefas su ejem- plo no fue el dnico,,.En la guerra con- tra los Chancas, la curaca Chafian Curi Coca era la jefa de los ayllus de Chocos Cachona. Los orejones que contaron dicha leyenda a los espafioles mencio- naron la ayuda que recibié el Inca de la cacica y su victoria sobre los enemi- gos que facilité e! triunfo final. En este memorable encuentro que marcé el principio del auge Inca, no Podia faltar el aspecto magico, y fue dado por los Pururauca, simples pie- dras apostadas cerca del templo de Sol, quienes en el momento dlgido del com- bate se transformaron en soldados y ayudaron a la victoria alcanzada. Lo interesante del mito es la existencia de Pururaucas masculinos y femeninos lo que sugiere que el ejercicio de la guerra no era un oficio reservado solo a los varones (ver los ceques del Cusco). Arquetipos femeninos y masculinos Estos mitos referentes al estableci- miento de los Incas son basicos porque revelan su cosmovision y sus estructu- ras sociopoliticas. Manco Capac y sus ayllus habitaron el Cusco bajo y su morada fue el templo de Inticancha, mientras los seguidores de Auca se afincaron a instalaron en la mitad de Arriba © Hana, La division por mitades tiene en su contexto un sentido de gé- nero, comprendiendo una oposicion y una complementeriedad entre los ban- dos de Hanan de Hurin, Garcilaso de la Vega (1943, T. 1:43) manifestaba esa criterio al decir que los hermanos mayores poblaron la par- te alta, mientras los seguidores de la “reina,, eran hermanos segundos y po- blaron Hurin Cusco. A través de las noticias de Garcila so, tendriamos que los varones de Ha nan eran masculinos/masculinos y los de Hurin masculinos/femeninos; en ‘cuanto a las mujeres, las de Abajo se clasificaron como femeninas/femeni- ‘nas, y las de Arriba femeninas/mascu- Jinas. Como dijimos al principio, estas divisiones marcarian dos arquetipos femeninos y también masculinos, Dociles en la La imagen de la mujer durante la Colonia (Siglo XVI-XVIL-XVIII) stuvo marcada por pr religiosos. Ella represent6 la fuente de pecado, de placer sexual y el objeto que hacia peligrar “la salvacion dal alma, discernimiento sereno y racional de los hombres. desta y recatada en sus ac M nes, medida en las pala- bras, pura, era el tipo convencional de mujer que elogiaba Tomas de Orrantia en 1777 Las virtudes que debia poser eran aquellas que mostraran dependencia y sujecién a la autoridad de! hombre. H. Unanue decia en El clima de Lima, que la suavidad y la dulzura eran las ‘mejores armas femeninas, Pero, “ia mujer debia estar al mar- viviendo de puertas la al marido, padre o hermano”. Solo en situaciones extre- ‘mas, algunas se mantenian por si mis- Sin embargo, hubieron relacio- nes fuera del matrimonio, sobre todo fen las clases inferiores. Estas junto con los hijos que procrearon fueron condenadas por la religion y la moral de la época. A pesar de ello, “coexistié el aman- cebamiento, la homosexualidad, la prostitucion y la resistencia social”. “Muchas negras y mulatas esclavas, por ejemplo, se unian a un blanco, su amo 0 a otro que comprara o cedi ra su libertad, Y a su vez, esta prome. sa de libertad fue el gancho que usa ban los blancos para obtener los favo- res sexuales de sus esclavas. “ademas del rango y raza, las espafiolas, blancas, criollas, mest zas, indias, cholas, negras y mulatas estaban divididas en buenas-decentes y malas-indecentes”. La educacion se realizaba en los conventos y era dirigida sobre todo a las espafiolas y las castas altas. Su orientacion fue elitista y represiva. Josefa Amar y Borbon (1790), mujer avanzada a su época, creia en el destino doméstico y para cumplir- lo mejor, apoyaba su formacion. ‘Segin Macera, El Mercurio pe- ruano, del que se podia esperar mas liberalidad, fue severo al enjuiciar ta posicion femenina en la vida social Feijo6 (1726), fue uno de los de- fensores de la mujer. Pero dijo que la hermosura, docilidad y_sencillez no eran superiores a las cualidades masculinas de robustez, constancia y prudencia, Pero es en esa estrecha sociedad colonial, que se va a gestar lo que después fue la participacion activa de as mujeres en la lucha independen- tista, En los inicios de esta lucha, la mu- jer dedicada al mundo doméstico, “pas a asumir las més delicadas ta- reas _subversivas contra el régimen espafiol. La misma saya y manto, vestido caracteristico de las limeitas colo- rniales, pas a ser un medio de sub- versi6n que tras su amplitud, las mu- jeres ocultaban importantes comuni- caciones, burlando la vigilancia de los guardias espafioles. ‘Su participacién en las guerras, significé una nueva experiencia. En esta préctica, los patrones rigidos de separacion de los sexos cayeron por tierra. Pero estas acciones no fueron suficientes para que las mujeres en- traran en la vida social y politica con su propio carné de identidad. = Macera Pablo, Sexo y coloniaje, 1977, fotocopias — Vicufia Mackena B., Mision re volucionaria del Cabildo de Lima = Villavicencio Maritza, La mujer la cludad, | Parte, guién de fo. fomontaje, ‘Cedhip,' Lima, 1984. — Mujeres en Lima, su historia, cuadernos del Cedhip No. 8, 261 Es frecuente que la historia mues- | tre a nuestras antepasadas como sumi- | 2%, dependientes, con limitaciones para la creacién social. En el caso de los movimientos libertarios en contra del colonialismo espafiol, poco sabe- mos de la participacion de las indias en la revolucion de 1780 encabezada por Tapac Amaru en Cusco, La explotacién a la que som los espafioles a los indios y los abusos LAS INDIAS EN LA REVOLUCION que infringian a la poblacién en ge- eral produjo diversos levantamien. tos donde las mujeres tuvieron desta cada participacion en la estratégia ‘emancipadora. La Columna de la revolucién Micaela Bastidas, Puyucahua, espo- sa_de José Gabriel _Condorcanqui llamado también Inca Tupac Amaru— encarna la valentia de su raza y de su pueblo. Originaria de Pampamarca (Cusco), segin Jorge Cornejo, o de Abancay (Apurimac), como ’afirma Rubén Chauca Arriarén, contaba con 35 afios de edad cuando abrazé la re- “Chepe mio: Ti me has de acabar de pesadumbre. pues “andas muy despacio pasedndote en los pueblos, y mds en Yauri, rardéndote dos dias con grande descuido, pues los sol- dados tienen razin de aburrirse e irse cada uno a su pueblo... Yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto, pues yo misma soy capaz de entregarme a los para que ‘me quiten la vida, porque veo el poco con.que ves este asunto tran grave...” ee “Harto te he encargado que no te demores en esos pueblos donde no hay que hacer cosa alguna, pero tit te ocupas en pa- sear sin traer a consideracién que los soldados carecen de ‘mantenimiento, aunque se les dé plata, Y ésta que ya se aca- baré al mejor tiempo, y entonces se retirarén todos, dejéndo- nos desamparados, para que paguemos con nuestras vidas...” “Todo esto te lo prevengo, como que me duele, pero si ‘tt quieres nuestra ruina, puedes echarte a dormir. . “Bastantes advertencias te di para que inmediatamente fueses al Cusco pero has dado todas a la barata, dndoles tiempo para que se prevengan, como lo han hecho, poniendo cahones en el cerro de Piccho y otras tramoyas tan peligrosas, — Yo ya no tengo: paciencia para aguaniar todo esto. belin encabezada por Tupac Amaru. Micaela Bastidas se encargé de orga: nizar la retaguardia, las comunicacio- nes, los abastecimientos de alimentos, los armamentos, el espionaje y trans: porte de los ejércitos. Ella se puso a la cabeza de los que rrilleros y salié a pelear y vencer cuan- do al_mismo tiempo la seguridad del Inca Tpac Amaru. Su autoridad era ilimitada y contaba con la confianza que ya no eres sujeto de darles avance: y a Dios muchos aos. Tungasuca y Diciembre 6 de 1780. te guarde mu MICA.” plena de éste, quien conocia su inteli gencia, su carécter y decision, pues con ella acordé los planes de la subleva- cién, Micaela Bastidas integré el “Con sejo de los cinco” que asesoraron a ‘Tapac Amaru, ‘Atenta al manejo y a la seguridad durante la sublevacién, exige a Tupac ‘Amaru, a través de cartas conminato- rigs, decisiones répidas, pues sentia que si habia lentitud en las acciones re- beldes, el levantamiento indlo podia fracasar. Micaela Bastidas consider que se debja tomar el Cusco inmediatamente después del triunfo de Sangarara (Nov. 1780) y fue ella quien dirigié y despa- cché las fuerzas de relevo y avanzé por Yanacocha, Y ocororo, comandando 20,000 soldados cuando finalmente el Inca decidié tomar el Cusco. Cuando el ejército indio sucumbid ante el poderio de las tropas espafiolas, fue Micaela, “nervio y columna de la revolucién”, (1) quien tuvo sobre sus hombros gran parte de la responsabili dad de las acciones, Por ello, fue apre- sada junto con Tupac Amaru y someti- da a los mas duros castigos siendo finalmente ahorcads, LA CACICA DE ACOs Tomasa Tito Condemayta, cacica de Acos (Cusco) ““mordia su impacien cia y protesta por los diarios abusos de las autoridades coloniales, que recu- rrfan su cacicazgo extorsionando y usurpando las tierras de los indios Participé activamente en los prepa rativos de la revolucion despachando contingente tras contingente al cuar- tel de Tungasuca donde acentonaron Jas tropas indias. Dofia Tomasa, secundé los planes de Tapac Amaru, pero discutia con é1 y tomaba sus propias decisiones. Afir maba que “en sus tierras no serian encidos los rebeldes””. Se relata que ella dirigié 1a defensa del puente de PILLPO (Cuzco), donde comandan- do un ejército de indios, hizo retro- ceder a los espafoles. Cuando el Inca decidié tomar el Cusco, Tito Condemayta encabez6 las legiones indias y al ordenarse la retirada sobre Tinta protest y quiso atacar sola con sus tropas. La Cacica fue apresada junto con el Inca, LAPALLA CECILIA Dofia Cecilia Tépac Amaru, dejé 2 sus hijos al cuidado de sus parientes ancianos y se dedicé a colaborar en el ‘uartel general de Tungasuca y Tinta en todo lo que pudo. Al ordenar Tupac Amaru a toma del Cusco, Cecilia pidié formar parte del-ejército, Estuvo en Piccho y des de alli estimul6 a los indios contra los realistas. Se dice que Cecilia le quiso sacar los ojos a un rebelde con sus propias ufias cuando éste demord, “quizé traidora- mente”, en entregar la pélvora que se le ordené conducir y cuidar para el levantamiento, Relata Jorge Cornejo que producida la retirada del Cusco, la palla Cecilia, retorné a Tinta con el grueso de las le giones mal armadas y se dié integra a la obra de preparar el segundo ataque, queria vencer o morir. MARCELA CASTRO Cuando el Inca pas6 a sitiar al Cus- co, dejé a su tia Marcela Castro, la cus- todia de todos los papeles y secretos; jente y sagaz”, los conser- © destruiria segdn las circunstan- cias... La destruccién de esos papeles salvé a muchisimos comprometidos y acarreé a dofia Marcela su expatriacion perpetua a tierras desconocidas como Espafia. 28 AS LIMENA FLORA TRISTAN tierra en donde las mujeres sean ‘mds libres y ejerzan mayor imperio due en Lima. Reinan all exclusivament. En Lima las mujeres son por lo general mas ates y de consttucién mis vigorose que los hombres. & os once 0 doce afios estén ya completamente formades, Casi todas Se casan a 080 edad y son muy fecundes. Tienen embarazos feces, dan @ luz con facilidad y 20 restablecen pronto. Casi todas amamantan asus hijos, pero siempre con ayuda de una hnodriea, quien suple ala madre y alimenta también al rift. Las limeflas no son hermosas por lo regular, pero su graciosa fisonomia tiene un ascendiente irresistible. No tienen le piel curtida como se cree en Europa, La mayoria son, a! contrario, muy blances. Las otras, segin su Giversoorigen, son triguefias, pero de tana piel Iisa aterciopelada y de una tez ella y lena de vide, los labios de un rojo vivo, hermosos cabellos ‘ondulados naturalmente, ojos negros de forma admirable, con un brillo y tuna expresion indetinible de exprriu, die orgulloy de languider. Hablan con mucha facilidad y sus gestos no Son menos expresivos que las palabras con que los acompafian. Las mujeres de Lima usan e! cabello separado a cada lado de la cabeza. Cae en dos trenzas * perfectamente hechas y rematadas por un grueso nudo de cintas. Hay mujeres que usan os cabellas ondulados a la ‘Ninon y caen en largos bucles sobre ef seno, el cual, segin la moda del pais, dejan siempre desnudo, {Qué graciosos son los movimientos de sus hombros, cuando atraen el ‘manto para ocultar por completo el rostro, que por momentos dejan ver a hurtadillas! {Qué fino y flexible es su talle y cudn ondulante es e/ balance de su paso! iQué lindos son sus piesecitos y qué léstima que sean demasiado gruesos! ‘Sus posturas son tan encantadoras como su paso y cuando estén de rodillas inclinan la cabeza con malicia, dejando ver sus lindos brazos cubiertos de brazaletes, sus manitas con los dedos resplandecientes de sortijas que recorren un grueso rosario con una agilidad voluptuosa, mientras sus ‘miradas furtivas llevan la embriaguez hasta el éxtasis. La saya, es el vestide nacional. Todas las mujeres la usan. Desde ef principio hasta el fin del aio, las limeftas salen asi distrazadas y aquel que osara quitar a una mujer con saya, e1 manto que le oculta el rostro por completo a excepcién de un ojo, seria perseguido por la indignacion publica y severamente castigado. surge ane ‘apa, oct teers de tin “lar “y soit Sante ¢ tor fen del i Fe Se ha establecido que cualquier mujer puede salir sola, La mayoria se hace seguir por una negra, pero no es obligacién. Asi estas sefioras van solas af teatro, a las corridas de tores, 9 Jas asambleas puiblicas, a fos bailes, @ Jos paseos, a las iglesias, a [as visitas y son muy bien vistas en todas partes. ‘Si encuentran algunas personas con quienes desean conversar, les hablan, las dejan y son libres e indepenciientes & en medio de ia multitud, aun mas de Jo que son fos hombres con el rostro dlescubierto, ej mismo modo, cuando esas limeffas encantadoras que no han puesto ningiin ideal elevado en las actividades de su vida, después de haber electrizado la imaginacién de los jévenes extranjeros, llegan ‘mostrarse tales como son, con ef coraz6n hastiado, el espiritu sin cultura, el alma sin nobleza y gustando solo del dinero. . . destruyen a/ instante e! brillante prestigio de fascinacién que sus encantos produjeron. ‘Sin embargo, las mujeres de Lima gobiernan a los hombres porque son ‘may superiores a ellos en inteligencia ¥ en fuerza moral. La mujer de Lima, en todas las situaciones de su vida es siempre ella. Jamds soporta ningan yugo: soltera, escapa al dominio de sus padres por /a libertad que Je da su traje; cuando se casa, no toma el nombre del marido, conserva el suyo y siempre es la duefia de su casa. Cuando el hogar la aburre ‘mucho, se pone su saya y sale como Io hacen los hombres al coger su sombrero, Procede en todo con la misma independencia de accién. En las relaciones Intimas que mantiene, ya ‘sean ligeras, ya sean serias, las limefias conservan siempre dignidad. Al igual de todas las mujeres, ellas miden las fuerzas del amor que inspiran por la extensién de los sacrificios que hacen or elas Las limefias, consecuentes a su ‘manera de proceder con el orden de ideas que se desprenden de ese estado de cosas, no ven pruebas de amor sino ‘en las masas de oro que les sor’ ofrecidas. Tienen una inclinacién decidida por la politica y la intriga. Son ellas quienes se ocupan de colocar a sus maridos, a sus hijos y a los hombres que les interesan. Para obtener su propésito no hay obstéculos 0 disgustos que no sepan dominar. Los hombres no se mezclan en esta clase de asuntos y hacen bien. No se desenredarian con la misma habilidad. Les gusta mucho el placer, las fiestas, buscan las reuniones sociales, juegan mucho, fuman cigarrilfos y montan a caballo, ‘no a la inglesa, sino con un pantalén largo como los hombres, Las limefias no tienen en ‘general ninguna instruccién, no leen y permanecen extraiias a todo cuanto ocurre ‘en el mundo, (1) Extraido det Nibro Perearinacio net de una Paris, Moncios Campo donico. Lima 1971. pp. 497 3 507, 30ML__ RABONA Escribe: Susana Zapata Las rabonas, “‘vivanderas de Amét ca del Sur” como las llamé Flora Tris tan (1834) 0 “las guerrilieras de las segin V Roel campatias militares”, (1982), estan registradas en nuestra historia nacional desde las guerras post Mdependencia, hasta los inicios de nuestra repablica, Fueron inspira bles compaieras de los soldados que los improvisados ejércitos de los cau dillos militares formaron en su dispu- ta por el poder criollo. Su historia, atin por escribirse, esta desperdigada Creemos que ademas de rescatar ol papel social de estas mujeres del pue- blo, deben ser incorporadas en. los manvales escolares para ir desarrollan- do en nifios y jévenes, I nuestra realidad e ident . Durante Ia Guerra con Chile (1880) “los ejércitos peruanos no habrian po: dido supervivir.....sin esa india modesta ue iba tras su marido 0 su compafiero que habia sido enrolado.....". convir- tiéndose en un soldado mas como sus antecesoras, “las esposas de los sol dados que en el incario iban a las cam- pafias, porque el ejército tawantinsuya- no fue excepcional: era mixto, femeni no y mascutino.....”. (1) Segiin Flora Tristan, “Ellas son de raza india, hablan el quechua y no sa: ben ni una palabra de espajiol.....Vi- ven con los soldados, comen con ellos, descansan alli donde ellos descansan, estan expuestas a los mismos peligros y sufren muchas fatigas’’ (2) Estas “‘militares de la caridad”, co mo las Ham6 también el historiador Vargas Ugarte, nunca recibieron pago alguno, tuvieron tareas que iban des de "‘sacar agua y viveres, como Moisés hasta de las rocas del desierto, y hacer el rancho y vend-r las heridas, hasta cargar pertrechos y fusiles, y espiar al anemigo a su manera’ (3). En las campaftas, formando una tropa considerable, se adelantaban a la armada con varias horas de anticipa cin para abastecer de viveres, prepa rar la comida y escoger el mejor lugar par npar: “‘ellas _cargan sobre las mulas las ollas, tiendas y todas las co sas que recesitan, llevan una multitud de nifios hacen correr las mulas a gran: des pasos y ellas les siguen corriendo. san las altas montafias cubiertas de atraviesan los rios nadando. (a) Las rabonas se convirtieron para los ejércitos del siglo pasado, en el apoyo logistico més eficaz, a pesar que la ad: ministracion militar intent retirarlas. Solo la protesta de los soldados que conocian la incapacidad de esta admi nistracion las retuvo hasta el final Se enfentaron » defendieron a Seliado cuando Slenemigo le fepasd co su ‘loner La rabona estuvo presente en los combates de Tarapacé, San Francis: co y Pisagua (1879-80). Aqui, no solo ayud6 a los soldados rezagados y 2 quienes Hlegaban al limite de ta resis: tencia, sino reeniplazé al herido: llega primero a los parapetos del enemigo, ayuda @ deselojarlos y les toma los ea finnes, pelea cuerpo a cuerpo junto a ios ssidados, con sus acciones les da coraje" (6). En la campafia de Tacna como en la del Morro de Arica, ninguna estuvo fuera de combate (7 de junio 1880) Muchas murieron en el enfrentamien: to y defendiendo a sus soldados cuan do los enemigos les repasaron con sus ballonetas, Cuentan las escasas infor maciones, que ninguna retrocedié. Ain més, 300 de ellas fueron “prisioneras de querra en manos del enemigo". To: das las demés (cuyo niimero se desco rnoce) fueron asesinadas por el invasor Posteriormente, La Cruz Roja, logrs que fueran embarcadas al Callao. De ahi, “"tomaron sus pocas pertenencias ¥. asi como lo habian hecho las indias apresades en Pisagua, San Francisco, ealladamente tomaron el camino de sus pueblos y hasta alli se fueron a pie’” (6). Igual actuacion tuvieron las indies que acompafiaron a los reclutas ‘que defendieron Lima y la campatia de Le Brefa AF. Tristan, le llamé mucho la atencion, la capacidad de resistencia moral y fisica de las rabonas, quienes soportaron toda clase de penurias, ¥ ademas, se dieron tiempo para su ma: ternidad. Afirma que, mientras el in dio prefiere matarse a ser un soldado, “jas mujeres indias abrazan esta vida voluntariamente y afrontan los peli gros con un caraje de! queson incapaces| os hombres de su raza” F, Tristén, quien estuvo en el Pert en 1834, conocio a las rabonas en el ‘campo de batalla de Arequipa, y es ella quien mejor las describe. Nos dice que son de rostro endurecido por la fetiga, que “tiene la piel quemada, arrugada los ojos distantes, sus dientes son muy blancos. Llevan por vestido, una pequefia falda de lana que descien: de sobre las rodillas; una piel de carne. fo en el que ellas le hacen an agujero para la cabeza y les cubre la espalda y el pacho. Los pies, los brazos, la cabe- 29 estan siempre desnudos. Las rabo- rnas adoran al sol pero no tienen préc: ticas religiosas....Soportan la intempe- rie, estén expuestas al ardor quemante del sol de las pampas y al frio de los picachos cordilleranos” (7). Bibliogratis (1) V. Roel, Aproximaciones socia les, econdmicas y estrategieas de fo guerra del guano y el salitre. p. 218. Gomision ‘permanente ce “historia el eercito del Peru, Lima, 1982. (2) Flora. Tristin, Peregrinaciones “de tuna paria (3) Vargas Usarte S.J, Historia general (de! Peri. T. ob. 165, (4) Flora Tristén ob. cit. 232. (5) Elvica Gareta y Garefe ob. cit. T.1 p 334 (6) V, Roel ob. cit. p. 218, (7) Flora Tristan ob. cit. p. 234, 32 Maria Jesis Alvarado LA LUCHA POR EL ESPACIO POLITICO iucha.reivindicativa a favor de los de- rechos de la mujer en 1911. Su gran aporte fue plantear la incorporacién de ésta a la vida publica con derechos civico-politicos y su incorporacién al trabajo remunerado para conseguir su independencia econdmica y social. En su defensa por el voto femenino ella expres6 que ala mujer se le niega los derechos politicos, se le prohibe la intervencion en los asuntos nacionales; se le concede el voto al més ignorante, venal, pervertido patron y se le niega @ Ja mujer ilustrada, proba y honrada’” MuJL.A., funda la Asociacion "Evolu- cién femenina” el 21 de febrero de 1914. Un afio después, crea la Escuel Moral y Trabajo dedicada a la juventud femenina sin recursos, con el objetivo de formaries para la vida y auto-soste- nerse econémicamente, En esta escue , fue Ia iniciadora del curso de Pueri- ‘cultura, que més tarde se dio en las es- cuelas primarias fisales Su concepcién progresista la llevé a enfrentarse a muchas y muchas que no crefan en la igualdad social y en los de rechos de la mujer. Esto le valid en 1923 la deportacién a \a Argentina. Pero Mul.A. no se quedé solo en la defensa de los derechos de la mujer; sino también asumi6 ia defensa de la raza indigena, lainfancia desvalida y el obrero explotado, Su lucha social fué Paralela a su activided literaria, Entre Sus escritos estan’ La travesia de don Pedro de Mendoza; Ante los_hijos: Nuevas cumbres; La Perricholi; Biogra fia novelada de Manuelita Séenz; A- mor y gloria; El feminismo; los Dere chos politicos de fa mujer. Sus propuestas a favor de la mujer, pueden notarse en *"'La reforma de la educacién para que ésta sea integral y ctl ala vida, En su participacion en el Primer Congreso Femenino Internacional efectuado en la Argentina En su peticion para que las mujeres ingresen a las Beneficencias En mayo de 1936, logra que los re- formadores del Cédigo Civil incor Poren los principios basicos de los Defendié6 los derechos de la mujer derechos y capacidades de la mujer. Asimismo, apoya y colabora en la’ La abolicién del sistema de engan- che que hasta entonces esclavizaba al indio, La derogatoria de la conseripcién Vial Colabora en la fundacién de la Liga Nacional de Higiene y Profilaxia So- cial Funda ta primera Escuela de Arte Dramético “Ollantay” que motiva la creacién de la Direccion de Edu: cacién Artistica y Extension Cultu: ral Fomenté el Teatro Nacional por el Estado. DISCURSO PRONUNCIADO POR LA SENORITA MARIA J. ALVA- RADO_ RIVERA, PRESIDENTA DE “EVOLUCION FEMENINA” EN_LA INAUGURACION DE LA ESCUELA “MORAL Y TRABAJO", FUNDADA POR ESTA SOCIEDAD EL 18 DE JULIO DE 1915. Sefioras, Sefioritas, Sefiores: Los més bellos ideales son solo e- rrantes estrellas inaccesibles, falaces espejismos de la vida, elegantes figu: ras de ret6rica, si no forman la con: ciencia y determinan la accién indivi dual y social. Si la vida del hombre es movimien. to, es accién, es produccién, la vida de tuna sociedad debe tener un dinamismo intensisimo, continuo y fecundo, pues to que es la suma de las energias de todos sus miembros. “Evolucion Femenina” profesa este ‘concepto; sus ideales mas que impresos en sus estatutos, lo estan en a mentali dad de sus asociadas; forman normas de conducta y generan las fuerzas que nos llevan a emprender, llenas de en: tusiasmo y fe, la obra de educacion y proteccién de la juventud femenina Proletaria, iniciéndole con la funda ion de la escuela "Moral y Trabajo” que inauguramos hoy. Nuestra obra puede sintetizarse: — “Evolucién Femenina” dard a la cuela “Moral y Trabajo” un ambien- te de arte y libertad en el cual reci birdn las alumnas una educacion ac. tiva y préctica que las dignifique y desarrolle sus aptitudes, aplicadas @ labores industriales. . — Supervigilaré, reglamentaré. y am pliaré las actividades industriales. = Gestionard el saneamiento social del mal ejemplo y de las sugestiones morbosas, que actuan sobre las ri fas desamparadas. — Estableceré el ahorro y la mutuali gad. = Nuestra obra serd en sus ideales y en la practica eminentemente d mocratica. — Procurard ta reforma de la educa- cin femenina en todas las clases En la es euela “Moral Trabajo" las. alum Dirtan una edueacién que las ayude “a ‘desarro- Mar ssa titudes nalidad: LA ESCUELA a) Desarrollo integral de la perso- “MORAL Y TRABAJO” sociales, comprendiendo en su fi- PROGRAMA SINTETICO PARA | ; nalidad psicofisica de la mujer; 1 Moral préctica b) La dignidad humana como nor: it Educacién Civ ma de la vida; Ill Ocupaciones e industrias fe- ) Gobierno de si mismas; meninas. 4) Capacidad para sostener o cons 1V_Higiene tituir una posicién economica in- —V_—Aritmética ddependiente: VI Castellano-Lectura, escritura e) Coneiencia de la misién de espo- y lenguaje. sa y made: deberes domestcos; VIL" Misia y juegos ritmics. f) Deberes sociales en la acepcién nerciss Bi eetiaieae de la solidaridad y del altrulsmo; 3. €1 omnerce, 38 tore 1968, 9) Deberes civicos; 3. Evolucion Femening, 18 Julio 1815. 1) Dios y religion. Foleo, i Datos sueltos indican que la participacion de las mujeres en las acti dades manufactureras data de 1847 e inclusive de mucho antes, El censo general de la Repablica que se efectué en 1876, encontré que jab ia mil operarias traba- jando en Lima, En base a este mismo censo, J Capello (1895) hizo la clasifica cién industrial de Lima y sus alrededores,y listé las ocu paciones laborales de las mujeres: Clasificacion industrial Vivanderas 997 cocineras 3,000 lavanderas 1,000 costureras 6,000 operarias 1,000 mujeres de campo 2,000 En servicios menores: Sirvientas 3,000 amas de llave, amas de leche, servidoras de cobranza 7,000 menores agregadas ala casa 10,000 fuente: J. Capelo, Sociologia de Li- ‘ma, libro HI, Lima, 1895. Desconocemos si estas trabajado- ras, se agremiaron posteriormente. ‘A partir de 1908, s6lo las revistas anarquistas nos hablan de la preocu- pacién que tuvieron los anarco-sindi calistas en la formacion y agrupacién de las obreras y compatieras de los obreros. Asi, el periddico quincenal “Humanidad”, (aio 1, julio-agosto 1906), escribe sobre la Emancipacion de la mujer: “... fuerza es comenzar Por arrojar a Dios del hogar si quere- mos emancipar a la mujer, pues mien: tras ésta rinda culto a tan fantastico ersonaje, jamas dejard de ser esclava de la iglesia y del hombre, retardan- do asi, quizés para siempre, la aurora de la libertad humana’ Los anarco-sindicalistas desarrolla- ron muchas veladas literarias y fe vas donde participaron obreras. En éstas, Christian Dam, expuso su tesis anticlerical “EI hogar y el confesi nario”; Leopoldo Urmachea hablé so- bre “la mujer revolucionaria” (1907) La creacion de centros culturales, se extendi6 también fuera de Lima. Des pués de la masacre de mujeres en Hua: cho (1917), Delfin Lévano y A. Fon- ken estimularon la creacion del Cer tro de Estudios Femeninos “Luz y Libertad”, en la campifia de Huacho. Su objetivo: elevar la condicion mo- ral, intelectual y econémica de la mujer, por medio de una educacién racional de ilustraci6n sociolégica_y de asociacion”. (La protesta No. 66, 1918) Fueron en las huelgas por ‘menos horas de trabajo y au- mento salarial donde las obre- fas _mostraron su capacidad gremial y solidaria. EI 18 de marzo de 1911 estallé la huelga textil de Vitarte. Ante la parali zacion de labores, el responsable de la empresa, Lino Conroy, bus: 6 personal extrafio para continuar la produccién. Apoyado por la gen- darmeria, calent las maquinarias. ‘Ante esta actitud las vitartinas organi- zadas por A. Fonkén paral vez la fabrica después de un entrena miento y huida de los rompehuelgas. Meses antes del triunfo de la jor nada de las ocho horas (dic. 1918) las obreras de diferentes fabricas, for- Maron comités femeninos como los de Textil Virtarte, Tejidos El Progreso y la fébrica La Victoria, Paralela a estas acciones y jas para el éxito segiin Martinez de La Torre (1974), se efectud en Lima tuna gran asamblea femenina pro-aba- Fatamiento de las subsistencias (22. 4.1919). Estuvieron obreras como Evangelina Antay, Elisa Perreccino, Teresa Tipiciano, Rosa de Saury y feministas como Zoila Aurora Cace. res. Miguelina Acosta, intelectual anar- quista, dirigio la marcha que con ese mismo motivo realizaron | desde el Callao hasta Lima mujeres (2H). LA OBRERA Que cante ya, la obrerita anhelante Jas fuertes notas de los himnos rojos: que pregone su dolor sangrante borrando el llanto de sus ojos Cantos del pueblo |—1 1921 Mujer buena RE mujer mala Por: Frida Both tive manista'y: mariateguis, Toi ede pervene iende a esribir'Y Teproduci su propia historia concer traeose on la specs format de los Shon eine, Grit at una epoca an Smet ig poca.en que los snarl ‘Srdominaron el movimiento sind! tobre ado en la cudad de Lima, Est Sesion afeeta 9 las mujeres, fue une época importante a nivel del discur- en argue al mewiiento sings Fabio sobre el problema de le mujer tas aiorenesreitas de fs lore persoresy anarquista de as ds r= Pras leader de srs, pubicaron muon atlulos referents at probe ina dots ue LA FORMACION DE LA CONCIENCIA Los anarquistas pusieron énfasis en la importancia de la conciencia de cada individuo. Cada persona debia Hegar @ una toma de conciencia, Ii bre y revolucionaria, Esa era la condi- cién clave para una revolucion, para tun cambio radical de la sociedad Ese énfasis los llevé a considerar la situacién de la mujer en 1a sociedad de es0s dias. Como madre, la mujer era la primera persona que influecia- ba la mente de los nuevos seres huma ‘nos, los hombres del maftana, y era ella, mas que nadie, quien podia esti- mular 0 bloquear el cambio de la so- cledad. SERES DE MENOR VALOR Los anarquistas criticaron duramen- te a la iglesia catdlica, a los curas y 2 la educacién que en esos tiempos se aba a la mujer, manteniéndola en una condicion de ignorante y fanstica re ligiosa. Criticaron también a la burgue- sfa por sus costumbres decadentes de Casarse por interés y no por amor. Sin embargo, también criticaron a los obreros, incluso a los mismos anar: quistas quienes trataron a las mujeres, 2 5us esposas y a sus hijos como seres dé menos valar; como abjetos de pla- Cet 9 bestias de carga, Viene de la pag, anterior CUESTIONANDO VALORES ANTIGUOS A partir de 1917-1918, las mujeres ‘comenzaron a escribir articulos cues: jonando esos contenidos, en las re fas anarquii Los anarquistas recomendaron a las mujeres que se liberen del yugo del cura y del varén; que se eduquen y Piensen racionalmente; que dejen atrés Jos valores antiguos, para asi asumir su papel de verdaderas madres de la hu- manidad. Las invitaron a participar en sus actividades, en sus veladas y gru Pos de musica y de teatro. Las invita ron, sobre todo, a participar en acti vidades sindicales, protestas y huel: gas, las que se fueron haciendo més frecuentes e intensas. MUJER BUENA Y MUJER MALA Las anarquistas rompieron con al gunos esquemas ideolégicos dominan. tes que rodearon a la mujer limefia, crearon una nueva imagen de “mujer buena”, que para ellos ya no era la mujer ‘sumisa, obediente y callada, sino la mujer consciente y solidaria con su clase. Con esta imagen impul saron a las proletarias a unirse 2 la lu cha por una sociedad nueva. Sin embargo, no se tocaron en absoluto otros aspectos de la ideo: logia dominante: también los anar- quistas considera: ron “natural” que cada mujer cumpla con su papel de madre y que sea la primera educadora de los hijos, aun- que tuviera que tra- bajar fuera de la ca- sa, tanto como el hombre. No se trata de hacer criticas ana: ccronicas aunque ca- be presentarse, has- ta qué punto los anarquistas se preo- ‘cuparon por la mu: jer como individuo en si misma, o mas bien se preocupa: ron por su funcién social. Esta altima inte: rrogante toma mas fuerza al analizar como ta mujer apa: rece en la propaganda anarquista sim: bolizando la maldad en la sociedad. Esta propaganda no era dirigic mujer, sino hacia el hombre proleta rio que trabajaba en las fabricas y los talleres. SIMBOLOS DE EXPLOTACION Segin los anarquistas, tan explo- tadora era esa sociedad, que incluso la mujer, la ,madre, ere obligeda @ dejar sus hijos para trabajar en la fa- brica 0 quitarles su Jeche para darle a los hijos de los rigos: Y tan malos eran los burgueses malsenos y deca- dentes, que explotaban a muchachas jovenes, hhijas de honrados obreros, no s6lo robéndoles su fuerza de te: bajo sino también su honor. Al abuser sexualmente de ellas, las empujaban hacia la prostitucién, las compraban con “un poco de dinero que habian robado de sus padres y hermanos" Hay que tener en cuenta que los anarquistas de inicios de este siglo es- taban en plena lucha ideolégica con las tendencias mutualistas dentro de la clase obrera. Las organizaciones mutualistas, li- deradas por artesanos responsables, predicaron la armonia entre “capi- tal” y “trabajo”, entre los patrones y los obreros. Su practica también esta: ba dirigida a lograr esa armonia, En ‘sus congresos obreros condenaron las huelgas como “perturbaciones de! ‘orden publico”. En contra de estas tendencias armonizadoras, los anar- ‘Era la mujer como madre la que influenciaba en la mente de los nuevos seres hume “quistas marcaron muy _claramente las diferencias entre los intereses de los patrones y de los obreros. Es en esta definicién de su posicién clasis ta que entra la figura de la mujer, como simbolo de la explotacién de la clase obrera. “EL AMOR PROLETARIO Esta vision se puede encontrar cla- ramente en pequetios relatos e histo- stias en las revistas anarquistas, sobre ‘el verdadero amor entre un hombre pobre y una mujer pobre, Los anar- quistas predicaron “el amor libre", 0 sea la relacion entre el hombre y la mujer sélo por amor y no por inte- rés, un amor que no necesitaba ser sancionado por la iglesia ni por la ley. En muchas de estas historias la re- lacién feliz se ve interrumpida por un patron, 0 cualquier hombre burgués, que trata de sacudir a la mujer. La mu: Jer, casi siempre es retratada como un ser débil, se deja convencer, seducir y se decide por el burgués, por una vida asegurada, y abandona a su amante proletario. En una do estas historias, el prole- tario sigue siendo amante de su ante- rior compafiera después que ella se casa con “el burguesote”. El prole- tario expresa su indignacién y anhe lo de vengarse con las siguientes pala bras: “Una vez por lo menos el amo sentira la afrenta inferida por el sier vo. .. Puedo arrojarle mi carcajada in. sultante; yo, uno de los hambrientos que explota y desprecia, soy y fui el amante de su mujer; ella me acaricia ‘como no Io hace con él y en las horas. de confidencias, me confiesa que el tan respetado y po: deroso, es impote te_y chochino...". (El Oprimido, 5-9- 1908). DE Aqui SALE NADIE No La competencia entre el patron y el obrero, la lucha entre la burguesia y la clase obrera, estd expresada a: qui como unt riva lidad entre os hombres por el ac: eso y la domina. clén de la sexuali dad de la mujer. Se podria _mencionar muchos otros ejem: los sobre este mismo tema, Este argumento se encuentra tam: bién en la obra de teatro “Juan Jo sé", del escritor anarquista espafol Joaquin Dicenta, que el “Centro Artistico de Vitarte"’, presentaba con frecuencia, Don Julio Portocarrero, actor de esta obra, recuerda que a los Obreros les gusto’ mucho este tema: "E| patron joven conoce a la mu: jer de Juan Jos6, un trabajador quien 5 personaje principal de la obra. E! patron pretende enamorarla. Llega el momento -en las primeras escenas—, que Juan José va al lugar donde el pa: tron trata de seducir a su esposa. Al encontrario 10 desafia. Un desafio directo al galan, Mega al extremo de pararse en la puerta y dice “de aqui no sale nadie porque aqui estoy yo" El galén no se atreve a ir més alli La obra sigue su curso”. (Tarea No. 6 Julio 1983). UNA PRACTICA DIFERENTE Indudablemente este tipo de histo- rias tenfan como fin levantar la con- ciencia de clases de los obreros y em: pujarlos hacia la lucha en contra de la burquesia explotadora. iComo si la mejor ofrma de esti mularlos. fuera ensefiarles que los burgueses les quitaban sus mujeres! iignifica esto que tenemos que condenar al movimiento anarquista de esa época como un movimiento ma- chista y patriarcal? Silo hacemos, te. emos que hacerlo igualmente con todos los. movimientos de izquierda anarquistas, marxistas, _leninistas, maoistas, troskistas y socialdemocra tas, no sélo en Perd sino en el mundo entero, Pero vale la pena criticar y sefialar actividades machistas y patriar cales, que no son dificiles de encon- trar enn el movimiento izquierdista de hoy en dia, Lo que si podemos decir en favor de los anarquistas es que, justamente or sv preocupacién por la concien: cla individual de hombres y mujeres, abrieron un, pequeiio espacio para criticar al machismo y el patriarca: lismo y estimularon una practica di ferente, LAS MUJERES EN EL MOVIMIENTO SINDICAL Aunque hasta el afio 1919 las mujeres no tuvieron derecho a voz y voto dentro de los sindicatos, su par: ticipacion en las huelgas, los paros generales _y otros acontecimientos de e508 afios fue decidida y masiva Las obreras de Vitarte resistieron al Jado de sus compafieros cuando en enero de 1915 el patron de la fabrica textil traté de romper una huelga en forma violenta, Las. mujeres de Huacho fueron masacradas en 1917 cuando realize ban una marcha para apoyar la huel ga de los jornaleros. En 1919-1929 las obreras de Lima participaron ac tivamente en la lucha por las ocho horas de trabajo y poco después hicie ron su marcha en contra del hambre LAS MUJERES: LA MASA SEGUIDORA No se puede comprobar que esa || participacién activa de las mujeres fuera influenciada por la importan cia que les dieron los anarquistas. En todo cato, en los afios posterio- res se perdi esta preocupacion por a participacion de las mujeres. Ma ridteguiy sus sucesores se preocups ron sobre todo por la organizacién de las clases obreras donde una van guardia de dirigentes conscientes debe- fa sefialar el camino hacia la revolu con y las masas les seguirfan. En ese enotnces no era importan- te la conciencia de cada individuo, sino la organizacién y la conciencia de la vanguardia, Al plantearse esta situacién los marxistas perdieron el interés espe cial por la mujer porque ellas no in: tegrarfan le vanguardia sino que con formarian la masa sequidora. Ast con la derrota del anarquismo por las nuevas ideologias dentro de! movimiento sindical, desapareci6 tam: bién esa contradictoria atencién espe cial que pudo darse a la participacion de la mujer en el proceso revoluciona- rio, Este énfasis ha resurgido reciente mente. Subordinaci6én en el APRA La apertura de los breves espacios democraticos de nuestra historia republicana, posibilitaron, sino conquistas sociales a favor de la mujer, al menos, sensibilizar a la ciudadanta a favor de sus derechos. Este es el caso por ejemplo de los afios 30-31 durante los cuales las mujeres exigieron y poder Escribe: Zoila Hernandez carta de ciudadania irrestricta, EI APRA, naciente partido de masas y participe de la 1a, Asamblea Constituyente de 1931, tenia las posiciones mas avanzadas a favor de los analfabetos y los jOvenes. Sin embargo se opuso a/ voto universal femenino. Para entender este hecho historico y el pensamiento aprista inicial sobre la condicion de la mujer, presentamos un bosquejo de este pensamiento, Testimonian, Luis Alberto Sanchez, quien en esta Constituyente tuvo a su cargo la posici6n oficial de su partido. Y Magda Portal, quien fue fundadora y primera dirigente de! Comando Femenino. Una nota sobre Zoila A. Caceres y Hortencia Pardo, nos da la imagen de las mujeres que apoyaron de dngulos diferentes, ideas renovadoras de entonces. “Son companeras. solamente’’ mo y al interior de este partido, la lucha por las reivindicaciones de la mujer se situo, segin K. Burns (1) dentro de la mas amplia lucha de cla ses. Las mujeres del APRA no fue- ron principalmente feministas, sino apristas. Magda Portal escribia: “Mas que nunca, hoy la mujer debe agru Parse en un partido politico, para desde alli empezar su orientacion ci vica y poder cumplir dignamente con su nuevo rol de ciudadana” (Apra No. 15, dic. 1931), EI aprismo femenino se orient 2 la capacitacion politica de las mu- jeres como via de integracion parti daria. Esta se realiz6 a través del Co- mando Femenino que existia a nivel local, de barrio y nacional. Mientras tanto, en espacios auto: nomos, las feministas de ese tiempo luchaban por el voto universal de las mujeres y eran acusadas por las apris: tas, de seguir modelos importados que nada tenian que ver con la reali dad, DERECHOS POSTERGADOS En 1931, ef 1ef. Congreso Nacio: nal del APRA adopté algunas medi das relacionadas a la mujer: el de- recho al voto y al oficio piblico después de los 18 afios y derechos ci: viles dentro del matrimonio. El Plan de Accién Inmediata, de 1931 deca: “Garantizaremos el derecho de la mujer a ganer el mismo salario o suet do que el varén en andlogas labores, la proteccién 2 la madre que trabaja dandole derecho a descanso con go- ce de sueldo antes y después det par. to. Defendamos al trabajador domés tico (“APRA No. 4, set. 1931) La crisis posterior y los tiempos de clandestinidad, estancaron estas propuestas. En el afio 1946, se da la ra, Con: vencion de mujeres apristas donde se declara que “‘Las mujeres no son miembros actrices del partido, son compatieras tienen calidad de Portal, Ser Mujer en el Peri, 1980). Las posiciones que se desarroll solamente, porque no ciudadanas” (M. ron después, buscaron apoyar la imagen de! partido como casa fami liar y el rol de la mujer como espo say madre. DOS MODELOS CULTURALES En este cambio influyeron de un lado, la organizacion vertical, el partido donde el comando femenino y las reivindicaciones especiticas se fubordinaron a la meta comun de llegar al poder, que desde 1950 en adelante, es el fin principal. Por ‘otro lado, ni el partido ni el aprismo femenino, —a pesar de las posturas indoamericanas y populares— tras cendieron de los valores de la clase media urbana, para constituirse en movimiento de masas urbano-campe- sinas. El APRA creo asf para sus mili tantes, dos modelos culturales dife. La estr. fue una pol fica contra, la Mujer parisi- tay ademés en contra de a. ingtrencia del lero 60 tre ola PROPUESTA APRISTA SOBRE EL VOTO FEMENINO Sanchez, en los aiios D iniciales del partido aprista (1930) Zcudles fueron las propuestas a favor de la mujer? ‘Lo més importante fue el proyec: to del voto femenino que en el Con greso Constituyente se presento como parte del proyecto de ciudadania. Soy autor del dictamen sobre el voto del analfabeto, del voto para los menores de 21 afios y el voto de la mujer que trabaja, que se presento desde el 28 de diciembre de 1931. Est’ incluso firmado por mi, pero fue rechazado al igual que el de los analfabetos y el de los 18 afios. @®or qué no estuvo usted, por el voto universal? EI voto femenino general que era una trampa del presidente Sanchez Cerro (1931), queria simple y Ilana mente halagar a la gente, sobre todo a las placeras y @ las “sefforitas bien” que eran todas antiapristas. En cambio las mujeres de clase media que trabe- jan, si eran bastante apristas, de mane. ra que ahi habia una cuestion electoral y de principios. Nosotros fuimos parti: darios de dar voto a la mujer que tra baja y a la madre de familia, conside- rando su maternidad como un trabajo. Esta propuesta fue sustituida por el voto municipal que fue como un ensa yo e incluia a todas las mujeres. El vo: to municipal se aprob, cuando nos echaron de la Constituyente. Después del voto femenino amplio vino con el General Manuel A. Odria si mal no recuerdo (1956). Ahora nuestra posicién es la misma al voto femenino general, al igual que el voto desde los 18 afios y del analfabeto que lo hemos aprobado s6lo en 1979. Pero su propuesta de entonces te. nia carécter partidario... Naturalmente. Fue. una politica contra la mujer parésita digamos, y ademas en contra de la influencia det clero sobre ella. Esta influencia era muy grande, la hacia més indepen: diente, ENo cree que fue positivo el pedido del voto para todas las mujeres de par- te de las feministas del afio 30? Yo creo que si. Absolutamente. Pe- ro creo que hay otras cosas mas intere- santes que la mujer puede conquistar. ‘como su propio derecho econdmico. Esa es una cosa importante, es un de recho a la libertad de salario, tambien es un derecho respetar su peculiaridad de sexo sobre el hombre. ZTuvo usted discrepancias con Zoi: la Aurora Caceres en las discusiones sobre el voto? No, nunca he discutido con ella Pero tuvieron correspondencia 2 través de los periddicos. Zoila Aurora era feminista europea, completamente europea; vena trayen: do ideas de mujeres inglesas. Una mu jer muy simpética e interesante, fui ‘mos muy buenos amigos. Si la formaci6n del Partido Aprista y el desarrollo del feminismo y el su. fragismo en el Pert: coinciden en el tiempo, Zedmo es que ustedes no apo- yaron el voto para todas las mujeres? No. La fundacién de! partido es posterior a las sufragistas que son de! siglo pasado. Pero aqui en el Pera se sintio su influencia en la década del 20 al 30... Bueno, las mujeres comenzaron ‘ach con otras iniciativas. Existia una gran influencia de Maria Alvarado, Elvira Garcia y Garcla, Dora Mayer, de Zoila Aurora mucho més, también de Miguelina Acosta y de Rebeca Ca rion Cachot, quién fue mi compa- fhera de clases. 2A qué se debié que no se desarro- No ningin movimiento de mujeres apristas o de feministas apristas? Yo creo que el Apra es el partido que mas movimiento de mujeres ha tenido; sino ha habido més, es por que no lo han tomado a res, 40 Viene de la pag. anterior Qué militantes , apristas de ese tiempo merecen su atencién? Magda Portal fue aprista, de las fundadoras; Carmen Rosa Rivadenei: ra, una obrera excelente; ia compa- era que se llamaba la negrita Salas, bueno, muchas muchas. ‘Cudles eran las particularidades de esas mujeres? Por ejemplo Magda Portal? Era_una excelente propagandista y oradora, una de las mejores orado- ras. Carmen Rivadeneira, una buena organizadora; otra gran organizadora y oradora era Susana Medrano. {Qué porcentaje de mujeres ha te nido el Apra en sus filas? No le podria decir, aunque ahora ‘es mucho mas grande. Yo calculo que debe haber un 35 6 40 por ciento de mujeres. Pero hemos tenido represen. tantes apristas, an cuando no eran mi: litantes, Anita Billingurst, fue diputa- da: y ahora tenemos muy buenas como Cabanillas, Urizar. Pero aparte de Magda Portal, no hay otra mujer que haya participado en las 1as condiciones politicas que todos los varones?. Se conoce més varones destacados como usted, por ejemplo, en cambio no se pued hablar lo mismo de las mujeres, équé piensa al respecto? Es que la mujer ha entrado més tarde a la politica y con muchas limita clones, se han interesado menos, han entrado demostrando menos capaci ‘dad todavia y menos entusiasmo. Podria pensarse igualmente que partido no les ha dado todas las facili dades como para que ellas se desarro- Hen... No. Absolutamente no. Las facili: dades son iguales para todos. Ahora, los votantes hombres y mujeres, vo- tan més por los hombres que por las mujeres, y las que votan son mas mu- ieres, Usted no cree que la sociedad esta ‘organizada de manera masculina y que las organizaciones sociales estin hechas masculinamente? Creo que es una cuestion que devie- ne histéricamente, ideoldgica y social mente natural. Ei hombre fue el pri- ‘mero que salié a las batallas. La mujer se quedé en a casa cuidando a los hi: jos. Eso fue en la época de la pre historia y en la época medieval en la que el hombre sale a caballo, a conquis- tar, y la mujer se queda encerrada co mo si fura castigada. Todo esto es una evolucién lenta y larga que tiene su arragio, No es una cuestion de ideas fijas, es una cuestion que se combina y se anexa a los cambios de la realidad, Antonia Moreno de Ciceres. De ple Zolle Aurora Ciceres (1385). 1958), feminista de la década del 20, fue hija del ex-presidente de la Repiblica Andrés A. Caceres, Parte de su infancia, como ella misma re- lato en alguna de sus conferencias, transcurri6 en el Palacio de Gobier- no, viendo resolver a su padre el problema de la guerra con Chile @ fines del siglo pasado. Estudio en Europa. A su regreso se dedicé al periodismo bajo el seudénimo de Evangelina. Escribié, Mujeres de ayer y hoy, El divorcio y los dere- chos en el campo de la justicia, la Campafia de la Brefia y novelas cortas como La rosa muerta, en- tre otras, Fundé la Sociedad Feminismo Peruano, a través de la cual abog6 la defensa de los derechos de la mujer y su derecho al voto politi- co universal. En este defensa, fue apoyada por la sindicalista y abo- gada Miguelina Acosta Cardenas. EL AZAR Y LAS COMPONEN. DAS Zoila Aurora Caceres, vivid la crisis politica de la oligarquia de 1930 y el surgimiento de la corrien- te socialista de J.C. Maridtegui y del APRA como partido de masas. Sif bandera partidaria que aquella de los derechos por el voto feme- nino, vid como esta peticién se jugaba el azar y las componendas de los diferentes partidos y poli El voto perdido ticos que formaron primero la Asamblea Constituyente de 1931, ¥ luego del gobierno que aprobé la Constitucion de 1933. "Si se impide —decia— el voto de la mu: jer en las elecciones de la Asamblea Constituyente, la nueva Constitu: cién que dé ésta, seré sin la inter- vencién de la casi totalidad de los habitantes del Peri” ALTERNATIVAS IGUALITARIAS Perdida la batalla, en 1931, Feminismo Peruano conwocd su ‘ler. Congreso Nacional de Mujeres. Ahi, Z.A.C. planted algunas al ‘ternativas igualitaries que s6lo des pués de 40 afios se han realizado. Ast escribié: “Se niega derecho del voto po- Iitico a la mujer de igual modo que a los idiotas, a los sordos mudos, a los delincuentes y a los analfa- betos? Debe permanecer la mujer ‘en esta condicion, sin el derecho de ciudadania que le impide ser elector y elegida?... Lo que hasta hoy s¢ considera como privilegio masculino, debido al servicio mili: tar obligatorio que presta el hom. bre a la Nacién puede tener (con las_mujeres) los equivalentes. si- ‘quientes... la mujer soldado, servi cio de aprovisionamiento militar ‘cuerpo sanitario femenino, insta lacion de escuelas de policia para mujeres...” audN LEGADO SIEMPRE > CATALINA RECAVARREN Escribe: Miguel A. Huaman en cuyos frontales golpea la idea/ de la noches/ y qué llenas de sombras y qué tétricas") 0 su prosa (su novela La ‘Trampa ha sido reeditada hace poco); * sino también por su condicién de lu: chadora por los derechos de la mujer y los trabajadores. Primer sintoma evi dente de que algo anda mal en la me. moria oficial: Magda Portal no ha me- recido todavia el reconocimiento de las nuevas escritoras 0 poetas, entre ‘otras cosas porque no se difunde su obra. CATALINA RECAVARREN, co- mo mujer, representa el prototipo de Ia limefia alegre y brillante, a través de su_actividad intelectual ‘en poesia ("Quien se levanta temprano/ no ha dormido en su cama’ - “Quien se a- cuesta con jovenes/ rejuvenece” - “Ar- bol que crece torcido/ se trepa més rapido’) no slo ha captado la picar: dia y la rapidez mental de los perua: ‘nos, sino que ha ido forjando un ar. quetipo de mujer activa. El peso de su trabajo, como incentivadora constante de actividades culturales, y su trabajo lirico, “Catita”’, como carifiosamente se le conoce entre los amigos, celebro hace poco 80 afios de vida sin ningin reconocimiento oficial: segundo sinto- ma evidente de amnesia nacional. ANGELA RAMOS Todas las noches sus pupilas pren- den/ y por ellas mis ansias siempre clamen/ yo siento tu ron ron bajo mi almohada/ y tu peso traidor de tercio: pelo,/ me acaricia tus arpas sonrosa ddas/' me seduce lo suave de tu pelo./ ‘Ande gato, y enarca el espinazo/y un ‘gesto de acrdbata gatuno/ Gndeme en la carne e! arafiazo/ No seas refinado gato tuna! EI 6 de junio acaba de cumplir 90 afios de edad. Es la decana de las pe- riodistas. Se inicio en el diario El Co- mercio con temas libres. El articulo "EL poeta de los ojos dorados’” fue uno de los més celebrados por José Carlos Maridtegui y José Santos Chocano, de- bido a su gran humor. Escribié cuatro comedias. La que tuvo mas éxito se llama “Por un mari- do”. Sus articulos, estén siendo reco- pilados por la Biblioteca Nacional y su hija Enriqueta esté preparando su libro biogréfico, Conocié a Zoila Aurora Caceres, de quien aprecié. su sencillez. Aunque nunca estuvo dedicada a la lucha por el voto de la mujer, en la época de Odria, después de la ley del voto feme nino @ pedido de la Cémara de Diputa- dos, preparé un folleto de cémo las mujeres deberian votar en las eleccio- nes de 1956, e hizo una cancién que se difundié por la radio: . “Acabo de inscribirme/ para poder votar/y ser una muchacha/de empuje electoral/

S-ar putea să vă placă și