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AcúsTlCA

Y Ps1coAcúsT1cA
DE LA .. MúsICA
]UAN G. ROE[)ERER

RICORDI
Título original de la ohra
TJ!E PllYS/CS i\ND PSYCJ!OPJJYS/CS OF MUSJC
An lnt1vduction

Traducción del inglés de


Guillenno D. Pozzati

A Beatriz
con1pañera de estudios
compañera de trabajo
compañera de rni vida

-
Este libro se terminó de imprimir el 17 de abril de 1997
en los Talleres Gráficos M. A. Bermejo ·- ·
11 de Septiembre 539 Haedo - Buenos· Aires.

ISBN 950-22-0444-1 RICORDI AMERICANA SAE.C.


Originalmente publicado en inglés bajo el título The Physics and Psychophysics of Music.
©Copyright 1995, Springer-Ver!ag New York, lnc.
Al! rights reserved.
©Copyright 1997 by RICORDI AMERICANA SAE.C.
Tte. Gral. Juan D. Perón 1558- Buenos Aires.
Editor excluslvo de la traducción al español para todos los paises de América hispano-
parlante, Brasil, España y Portugal.
Todos los derechos están reservados-Ali rights reserved.
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.
Indice

3.5 El mecanismo de percepción de la sonoridad


y procesos relacionados 110
Indice 3.6 Música desde los oídos: emisiones otoacústicas
y mecanismos cocleares 113
4 Generación de sonidos inusicales, tonos compuestos
y percepción del timbre 120
4.1 Ondas estacionarias en una cuerda 121
4.2 Generación de ondas estacionarias complejas
en instrumentos de cuefJa 125
4.3 Espectros sonoros y resonancia 135
4.4 Ondas estacionarias longitudinales en una cohunna
de aire ideal 144
4.5 Generación de vibraciones estacionarias con1plejas
Prefacio a la edición en español 6
en instrurnentos de viento 148
1 Música, física, psicofísica y neuropsicología: 4.6 Espectros sonoros de instrumentos de viento 156
un enfoque interdisciplinario 9 4.7 Atrapamiento y absorción de ondas sonoras
1.1 Los siste111as físicos intervinientes 9 en ambientes cen·ados l 59
l.2 Atributos característicos de los sonidos musicales 11 4.8 Percepción de la altura y el ti1nbre de tonos n1usicales 163
l.3 El ele1nento temporal en música 13 4.9 Identificación sonidos musicales 169
1.4 Física y psicofísica 15 4. 1O Procesos cOgnitivos relevantes a la percepción
1.5 Psicofísica y neuropsicología 19 de tonos individuales 171
1.6 ¿Qué es la música? 21
5 Superposición y sucesiones de tonos co1npuestos
2 Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de la altura 24 y la percepción n1usical 180
2.1 Movimiento y vibración 24 5.1 Superposición de tonos compuestos 180
2.2 Movimiento armónico simple 28 5.2 Sensación· musical de consonancia y disonancia 183
2.3 Vibraciones acústicas y .sensaciones de tonos puros 30 5.3 Construyendo escalas n1usicales 190
2.4 Superposición de tonos si1nples: 5.4 La escala standard y el standard de altura l 95
batidos de primer orden y !a banda crítica 37 5.5 ¿Por qué existen las escalas inusicales? 198
2.5 Otros efectos de primer orden: 5.6 Procesos cerebrales cognitivos y afectivos en la percepción
sonidos resultantes y armónicos aurales 46 musical: ¿por qué respondemos emocionahnente a la n1úsica? 201
2.6 Efectos de segundo orden: 5 .7 Especialización del habla y del procesa1niento
batidos de consonancias desafinadas 50 musical en los hemisferios cerebrales 206
2.7 Seguimiento de la fundamental [Fundamental Tracking] 53 Apéndice 1: Algunos aspectos cuantitativos del
2.8 Codificación auditiva en el siste1na nervioso periférico 60 mecanismo de frotamiento 212
2.9 Altura subjetiva y el rol del siste1na nervioso central 67
Apéndice II: Algunos aspectos cuantitativos de los n1odelos
3 Ondas sonoras, energía acústica del procesador central de altura tona1 216
y percepción de la sonoridad 79
3.1 Ondas elásticas, fuerza, energía y potencia 79 Apéndice 111: Algunas observaciones acerca de la enseñanza
3.2 Velocidad de propagación, longitud de on<la de la física y la psicofísica de la música 226
y potencia acústica 83 Referencias 229
3.3 Superposición de ondas; ondas estacionarias 94
3.4 Intensidad, nivel de intensidad sonora y sonoridad 98 Indice alfabético 235
Acerca del autor 240
6 Prefacio a la edición en español 7

La primera edición de este libro, escrita en inglés, está basada en apuntes


para un curso del ciclo básico, dictado en la Universidad de Denver
Prefacio a la edición en español (Colorado, EE.UU.) a principios de los setenta, titulado «Física de la
Música». Muy pronto, este curso se convirtió en interdisciplinario,
incorporando los conceptos psicoacústicos y neuropsicológicos
relacionados con la percepción de Ja música. La tercera edición en inglés,
publicada en 1995, responde a una revisión fundamental de todas las
secciones neurobiológicas, poniéndolas al día. Efectivamente, en los
últimos veinte años hubo un progreso inusitado en las investigaciones
científicas sobre percepción acústica y musical.
El presente libro es una traducción fiel de la tercera edición inglesa,
efectuada con mucha habilidad por un joven co1npositor afgentino,
especialista en 1núsica electrónica, quien ya estaba familiarizado con el
Muchos 1núsicos temen a los físicos - dicen que no los entienden porque texto inglés por haberlo usado en su dictado de clases universitarias y de
éstos sólo piensan en té1minos de complicadas fótmulas y desalmadas leyes conservatorio. El inglés es hoy día, quiérase o no, el idioma internacional
físicas. Muchos físicos ten1en a los psicólogos - dicen que no los entienden de la ciencia. Es un idioma muy conciso, a veces hasta el punto de parecer
porque hablan un idio1na florido, usando ténninos de iinprecisa definición y con1parativamente primitivo. En mi opinión corno persona trilingüe, la
difícil representación cuantitativa. Y rnuchos psicólogos temen a los traducción del español (o del alemán) a[ inglés es, en general, mucho más
neurobiólogos, porque estos últiinos están encontrando explicaciones fácil que una traducción del inglés a los otros idiomas. La tarea se complica
«lógicas)) a los 111isterios del compo1tamiento en base al cableado de las redes considerablemente para textos de carácter interdisciplinario como el
neurales y los n1ecanisn1os de procesamiento de info1mación en el cerebro. presente, en que convergen vocabularios de las ciencias naturales, ciencias
¡Pero nadie le te1ne a Jos nnlsicos! Aprovechando este afortunado hecho, del comportamiento y bellas artes.
el propósito h1nda1nental de este libro es unir a la física, la psicoacústica Una particular dificultad proviene de la existencia de muchos términos
y la neuropsicología en una única familia de ciencia interdisciplinaria, que no tienen traducción exacta y unívoca al español. El más irritante de
usando la nnisica con10 enfoque y gran reconciliador. Es 1ni sincero deseo éstos es la palabra «pattern», que en este libro aparece por doquier. Hemos
que el resultado de esta reunión de disciplinas, o «Ciencia de la Música>), decidido usar el término patrón cuando «pattem» aparece en un contexto
satísfaga las inquietudes de los lectores acerca de Jo que «en realidad>> es bien conscientes de que, en realidad, «patrón» tiene
la música, y que les provea infonnación actualizada sobre los procesos significados 1nuy diferentes para físicos, neuropsicólogos y peones,
físicos de generación <le tonos en instrumentos musicales, la propagación respectivamente! Otro problema lo presenta el uso de ciertos términos
de ondas sonoras a través del medio ambiente, su detección en el oído y que son sinónimos en el lenguaje diario, pero que en cíencía poseen
los mecanisn1os pertinentes de análisis, interpretación y respuesta emotiva significados diferentes. Un ejemplo es «sonido» y «tono» (¡todos los tonos
en el cerebro. A los 1núsicos en particular, espero que el estudio de este son sonidos, pero no todos los sonidos son tonos! Además, también se
libro tan1bién los estiinule a apreciar lo que podernos llamar la «Música usa para designar un íntervalo musical como, por ejemplo, en
de la Ciencia>>, o sea, la belleza, a1monía, excitación y asombro evocados «semitono»).
por el conocilniento científico. Las cítas bibliográficas dadas en esta edición en español son aquellas
Hice un gran esf11erzo tratando de usar el lenguaje preciso de los físicos, que figuran en el texto original, y por lo tanto corresponden a la literatura
sus n1étodos y inaneras de pensar, sin por ello complicar la presentaci6n publicada en inglés. Sin duda, se me habrán pasado por alto artículos o
con mucha 1naten1ática. Esto, por supuesto, impuso ciertos límites a los libros escritos en español que no han llegado a mi conocimiento en estos
te1nas a tratar, obligándome ocasionalmente a sobresirnplificar «pagos lejanos» - desde ya, pido disculpas a sus autores por no haberlos
peligrosan1ente una que otra explicación científica. En general, los incluido. También debo aclarar que, en vista del carácter multidisciplinario
conoclmientos adquiridos en la escuela secundaria son suficientes para del texto, he dado prioridad a citas en revistas de mayor alcance en el
entender la 1nayor parte de este texto. Lo que sí debo suponer es que el mundo de habla inglesa (tales como Scientific American, o el Journal of
lector esté fainiliarizado con los conceptos básicos de la música, tales the Acoustical Society of America), sobre aquellas publicadas en revistas
corno escalas, acordes, la serie armónica, los varios tipos de instrumentos muy especializadas. En inglés, existen excelentes libros, más o menos
musicales, y las principales sensaciones tonales.
8 Prefacio a la edicíón en español 9

recientes, sobre acústica musical (p. ej., Benade, 1976; Pierce, 1983;
Sundberg, 1991), psicoacústíca (p. ej .. Zwicker y Fastl, 1990) y psicología
musical (p. ej .• Deutsch, 1981 ). El presente volu1nen no pretende duplicar,
1
sino sintetizar y complementar la literatura existente; su propósito es
brindar una presentación uniforme, integral e interdisciplinaria, a un
Música, física, psicofísica
público lo más amplio posible. y neuropsicología:
Uno de los actos más penosos al escribir un libro es decidir qué tópicos
necesariamente deberán ser dejados de lado. Por 1nás concienzuda que un enfoque interdisciplinario
sea esta decisión, siempre habrá alguien que proteste por la exclusión de
un terna tal o cual. Los siguientes son tópicos omitidos o tratados sólo «Quie11 110 co111prc11de otra cosa que la quí-
superficialmente (sin intentar aquí justificación alguna). En la discusión 111ica, no llega a comprender verdadera111ente
de la generación de tonos en instrumentos musicales, sólo tratamos los la quíntica ta111poco»
mecanismos más básicos, sin entrar en detalles concretos de instrumentos Georg Chrisloph Lichtcnbcrg (1742-1799)
reales. La voz humana - ¡el primero, y quizás más sublime instrumento
inusical! - se ha omitido por completo, así como toda discusión de tonos
inarmónicos de campanas e instrumentos de percusión. En psicoacústica, 1.1 Los sistemas físicos intervinientes
nos limitamos a la discusión de la percepción de tonos, o de
superposiciones de tonos sinusoidales (tonos simples), dejando de lado
In1agíncse sentado en una sala de conciertos escuchando a un solista
completamente los muchos experit:nentos realizados con trenes de pulsos
tocar su instn1mento. Veamos cuáles son los siste1nas que hacen posible
y bandas de ruido.
que usted oiga la música que se está tocando. En pritncr lugar, obvian1ente,
Finalmente, prácticamente no hay referencias al rol fundamental del
tenemos al ejecutante y al instriunento que la n1úsica. En segundo
ritmo en la música, así como a cuestiones de desarrollo histórico de las
lugar tenemos el aire de la sala que lransn1itc el sonido en todas las
disciplinas intervinientes.
direcciones. En tercer lugar está usted, el oyente. Eu otras palabras,
No se puede enseñar a nadar estando parado, con tiza en mano, frente
tenen1os La siguiente cadena de sistemas: instnnnento oyente.
a una pizarra. Por la misma razón, no se _puede enseñar acústica y
¿Qué cosa une a estos siste1nas 1nientras Ja n1úsica se está tocando?
psicoacústica realmente bien, sin «sumergir» al estudiante en. un
Vibraciones de un cierto tipo y forn1a llan1adas sonido que se propagan
laboratorio adecuadamente equipado. Lamentablemente, esto requiere
de un punto a otro en forn1a de ondas y a las cuales nuestro oído es sensible.
instrumentos electrónicos que no son de fácil disponibilidad, ni siquiera
(I-Iay muchos otros tipos y fonnas de ondas que no podernos detectar en
en la mayoría de los laboratorios de física universitarios. Siempre que
absoluto, o que podemos detectar, pero con otros sentidos, tales con10 el
fuera posible, he tratado de describir «experí1nentos» realizables con
tacto o la vista).
medios usuales (instrumentos corno el piano, órgano, flauta); cuando hago
El físico ernplea términos más generales para describir los tres siste1nas
referencia a experimentos reales, ¡sólo puedo esperar que el lector me
arriba mencionados. Los llama faente -> 1nedio-> receptor. Esta cadena
crea que los efectos descriptos son los que efectivamente ocurren en la
de siste1nas es con1ún al estudio de muchos otros procesos físicos: luz,
realidad!
radiactividad, rayos cósmicos, etc. l.a fuente ernite; el n1edio transnzite y
Ya una vez, en el pasado remoto, procedí a convertir unos apuntes de
el receptor detecta , registra o es en general afectado de alguna nlanera
clase en un librito de texto (Mecánica Elemental, EUDEBA, Buenos Aíres,
determinada. Aquello que es emitido, transn1itido y detectado es energía
1962). Ese volumen se sigue usando hoy día en Latinoamérica, habiendo
en alguna de sus múltiples formas, que dependerá del caso particular
sido reimpreso ya varias veces. Estoy curioso: el" presente libro, ¿tendrá
considerado. En el caso de las ondas sonoras es energía elástica, porque
la misma aceptación?
implica oscilaciones de la presión, es decir, una rápida sucesión de
compresiones y expansiones del aire. 1
Juan G. Roederer
Examinemos un poco más de cerca a los sisten1as involucrados. En la
Fairbanks, Alaska, febrero de 1997

1
El sonido, por supuesto, también se propaga a través de líquidos y sólidos.
JO 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura 1.2 Atributos característicos de los sonidos musicales 11

fuente, es decir el instru1nento musical, identifican1os varios componentes Tabla l.! Sistemas físicos y biológicos inherentes a Ja música, y sus funciones
correspondientes.
diferentes: 1) El 1neca11isn10 prúnario de excitación que debe ser activado
por el instn1n1entista2 , tal como la acción de puntear con el dedo o frotar Sistema Función

con el arco la cuerda de un violín, la caña oscilante en un clarinete, los

{
Mecanismo Suministro de energía
labios del ejecutante en un instnnnento de la familia de los metales o la de excitación
Fuente Elemento vibrante Determinación de !as características fundamenia!cs del
colu1nna de aire soplada contra un borde biselado en la flauta. Este tono
111ccanlsmo de excitación actúa con10 la fuente primaria de energía. 2) El Resonador Conversión a oscilaciones de la presión de! aire (ondas
elen-1enlo vibrante fundan1ental que, al ser excitado por el mecaniSTI)O sonoras), determinación final de las cnrncteósticas
del 10110
prin1ario, es capaz de sostener ciertos modos de vibración bien definidos
Medio Propagación del sonido
y de frecuencias prefijadas, tales como las cuerdas de un violfn, o la
M<dio { propiamenle dicho
colu1nna de aire en un instn1mento de viento o tubo de órgano. Este Límites Reflexión, ribsorci6n, reverberación
ele1nento vibrante es el que realn1ente determina la altura del tono y, por
Tímpano Conversión a oscilaciones mecánicris
añadidura, sun1inistra los armónicos superiores necesarios para impartir Oído interno Codificación primaria de la frecuencia, conversión a
cierta cualidad característica o tltnbre al n1ismo. Además, sirve como Rocoptm { impulsos neura!es
aln1acenanliento de energía vibratoria. En los instru1nentos de viento Sistema nervioso Procesamiento, imaginación, identificación.almacena-
miento, y transferencia a otros centros cerebr;des
controla en parte al 1necanis1no primario de excitación a través de un
proceso de rea!i111entación (fuerte en las maderas, débil en los cobres).
3) J\,1nchos instn11nentos tienen un resonador adicional (tabla armónica de Obsérvese que podemos reemplazar al oyente por un dispositivo de
un piano, caja de un instrnn1ento de cuerdas), cuya función es convertir grabación tal como una cinta magnética de grabador, un disco digital, o
111ás eficiente1nente las oscilaciones del elemento vibrante primario (cuerda)
la grabación fotoeléctrica sobre una película, y aun así reconocer por lo
en vibraciones sonorns del aire circundante y ciar al tono su timbre final. 1nenos tres de los subsistemas: la detección mecánica y posterior
En el 111eclio, tan1bién debc1nos hacer una distinción: tenemos el inedia conversión en señales eléctricas en el micrófono, un lin1itado
propiarnente rhcho que trans1nite el sonido, y los contornos, es decir, las procesa1niento, accidental o deliberado, en el circuito electrónico, y el
paredes, el techo, el piso, la gente del auditorio, etc., que afectan almacenamiento en una memoria, sobre cinta, disco o película
sustanciahnente la propagación sonora por medio de la reflexión y la respectivamente. El primer sistema, es decir el instrumento, puede ser,
absorción de las ondas sonoras y cuya configuración determina la calidad desde Juego, reemplazado por un dispositivo de reproducción.
acústica de la sala (reverberación). Podemos resumir esta discusión en la tabla 1.1.
Finahnente, en el oyente distinguimos los siguientes componentes El principal objetivo de este libro es analizar comprensivamente lo que
principales: 1) El tánpano, que recoge las oscilaciones de presión de la ocurre en cada una de las etapas mostradas en la tabla l .l y durante cada
onda sonora que Jlega al oído y las convierte en vibraciones mecánicas que una de las transiciones de una etapa a la siguiente, cuando se ejecuta y
son transnlitidas por vía de tres huesecillos a: 2) El oído interno, o cóclea, percibe música.
en la cual las vibraciones son ordenadas según rangos de frecuencia,
detectadas por células receptoras y convertidas en impulsos eJéctricos
nerviosos. 3) El siste1na nervioso auditivo, que transmite las señales
nerviosas al cerebro, donde h1 infonnaGión CS""f!rocesada., desplegada como L2 Atributos característicos de los sonidos musicales
una iinagen de rasgos auditivos sobre ciert:lárea de la corteza (la superficie
del cerebro y tejido subyacente), identificada, almacenada en la memoria, Individuos de todas las culturas concuerdan en reconocer la existencia
y eventualmente transferida a otros centros del cerebro. Estas últimas etapas de tres sensaciones primarias asociadas a un sonido musical dado: altura,
conducen a la percepción consciente de los sonidos 1nusicalcs. sonoridad y tinibre 3 . No intentaremos definir estos atributos subjetiyos o

! Para hacer una descripción completa deherfamos agregar !os «componentes)> del ejecutante: 'Las sensaciones a veces citadas de «volumen» y «densidad» (o brillo) son conceptos
!a corteza motorn de s11 cerebro, de donde surgen !as órdenes a sus músculos. las partes de compuestos que pueden ser «resueltos» en una combinac_ión de etectos de altura y son?;idad
su cuerpo que activan el instrumento o su tracto vocal, la interacción entre sus oídos y ( bnjar Ja altura con incremento de nos lleva a una.sensac1on de
mtísculos que le ;iyudnn a controlar la ejecución, ele. Pero, h:imcntablementc, limitaciones incremento de volumen; St!bir la altura con incremento simultáneo de sonondad nos lleva
de espacio nos ohligan n dejar al ejecu!ante completmnente de lado. a incremento de densidad o brillo).
-1:física, psicofísica y neuropsicología l-3 El demento temporal en música 13

"icológicas, ni involucrarnos en esta etapa en la discusión instru1nento, y la co1nposición espectral de un sonido detenninudo puede
i·se trata de cantidades mensurables; solo nos limitaremos a cambiar considerable1nentc de un punto a otro en una sala de concierto;
altura es descripta frecuentemente con10 la sensación de sin en1bargo, los sonidos correspondientes serán reconocidos sin titubeo
-;<élevación», y la sonoridad como la «fuerza» o «intensidad» con10 pertenecientes al misn10 instru1nento. Inversarnente, un músico
,_!El timbre, o cualidad, es aquello que nos permite distinguir experto puede tener grandes dificultades al intentar detenninar la altura
diferentes aun cuando tengan igual altura e igual exacta de un tono puro generado electrónicarnente, desprovisto de
d;-La asociación inequívoca de estas tres cualidades a un sonido armónicos superiores y escuchado 1nediante auriculares, porque su sistema
lo que diferencia a un «sonido musical» de un «niido)), pues si nervioso central carecerá de algunas claves adicionales de infonr1ación
'demos indudablemente asignar una sonoridad a un ruido, es mucho que norn1al1nente vienen con los cuales está
ícil identificar en él una altura o cualidad tírnbrica definida*. familiarizado.
i:asignación de altura, sonoridad y timbre a un sonido musical es el Otra característica física relevante de un snni<lo es la dirección espacial
ltado de operaciones de procesamiento en el oído y en el cerebro. en la que llega la onda sonora. l.,o que irnporta aquí es la nlinúscula
asignación es subjetiva e inaccesible a la medición física directa diferencia temporal entre las sefiales acústicas detectadas en cada oído, la
'Véase Sec. L4). Sin embargo, cada una de estas sensaciones pri1narias cual depende de la dirección de incidencia de la onda. Esta diferencia
püede ser asociada en principio a una cantidad física bien definida del temporal es n1edida y codificada por el sistema nervioso para producir la
eStímulo original, es decir, de la onda sonora, que puede ser medida y sensación de direccionalidad sonora (estereol"onía o lateralización).
expresada numéricamente por métodos físicos. En realidad, la sensación Cuando dos o más tonos suenan si1nultánea111ente, nuestro cerebro,
de altura está asociada primariamente con la frecuencia fundcunental dentro de ciertos lín1ites, es capaz de difere11t:iarlos ín<lividualn1ente. Aquí
(frecuencia de repetición del patrón vibratorio, descripta por el número aparecen sensaciones subjetivas nuevas, 111e11os definidas pero de
de oscilaciones por segundo); la sonoridad con la intensidad (flujo de in1portancia nll1sical, que se relacionan con la superposición de dos o
energía o amplitud de oscilación de presión de la onda que llega al oído), 1nás sonidos y conducen al concepto de anno11ía. Entre éstas se. hallan las
y el timbre con el espectro, o proporción con la cual otras frecuencias sensaciones «estáticas» de consonancia y diso11a11cit1 que describen el
más agudas, llamadas «armónicos superiores», aparecen acompañando a carácter -sea «placentero» o {<irritante» - de ciertas superposiciones de
la frecuencia fundamental. sonidos, la sensación dinámica de urgencia a reso!t•er un intervalo
Esta, sin embargo, es una descripción muy si1nplificada. En primer disonante dado o acorde, el peculiar efecto de los bntidos y e! diferente
lugar, la sensación de sonoridad de un tono de intensidad constante carácter de los acordes 111avores y 1ne11ores. Mientras que la correlación
parecerá variar si cambiamos la frecuencia. En segundo término, la de altura, sonoridad y, en alguna n1edida, tiinbre con ciertas características
sonoridad de una·superposición de varios sonidos, cada uno con una altura físicas de tonos aislados es «u11Íversah)- es decir, independiente del condi-
diferente (por ej. un acorde), ya no está relacionada simplemente con el cionamiento cultural de un individuo dado-, no es éste el caso con los
total del flujo de energía sonora; por otra parte, en una sucesión de sonidos atributos subjetivos arriba tnencionados de las superposiciones de lonos.
de muy corta duracíón (por ej. sonidos 'staccato'), la sonoridad depende
de cuánto dure realmente cada sonido. En tercer lugar, la percepción
refinada del timbre, tal como la que se requiere para el reconocüniento de
los instrumentos musicales, es un proceso que utiliza mucha más l.3 El elemento temporal en música
información que la dada por el espectro de un sonido; las características
transientes de1 ataque y de la caída de un tono son igualmente importantes, Un tono que no variase, sonando prolongaUarnente con la inisn1a
cómo puede verificarse fácilmente intentando reconocer instlu1nentos frecuencia, intensidad y espectro, resultaría 1nolcsto. Aun inás, después
musicales al escuchar una cinta magnética reproducida al revés. Lo que de un rato nuestra conciencia no lo registraría inús. Solo cuando ese sonido
es más, los sonidos de un instrumento dado pueden tener características desapareciera nos daría111os cuenta rcpentina1nente de que había estado
espectrales que cambian apreciablemente a lo largo de la extensión del sonando. La música está hecha de tonos cuyas características físicas
ca 1nbian de alguna manera a medida que transcurre el ticn1po. Es .solo
esta dependencia ternporal lo que hace que un sonido sea <,n1usical» en el
•En lo que sigue reservamos el término «tono» para designar un sonido musical de altura, verdadero sentido del término.
sonoridad y timbre ·definidos. -«Sonoridad» es el término que corresponde a !a palabra En general, de aquí en adelante llarnaren1os a una secuencia de sonidos
inglesa «loudness».
individuales un 111e11saje 11n1sical.

L
]cf 1. !'vhísicn, física, psicofísicfl y neuropsicologfa !.4 Física y psicofísica 15
Ese 1nensaje rnusical puede ser «significativo» (a veces se habla de una más difícil se hace definir e identificar los atributos psicológicos a los
«Gestalt» sonora) si le asignamos cierto «valor)) como resultado de una cuales estos procesamientos conducen, y tanto más el resultado aparece
serie de operaciones cerebrales de análisis, almacenamiento en la memoria influenciado por el aprendizaje y el condicionamiento cultural, así como
con1paración con n1ensajes previamente ahnacenados y asociaciones. tan1bién por el estado psíquico momentáneo del individuo.
n1eíodía es el ejen1plo más simple de mensaje musical. Algunos atributos Por más de cien años los musicólogos se han quejado amargamente
de 1nensajes nn1sicales significativos son elementos clave en Ja 1núsica porque la física de la música y la psicoacústica habían estado restringidas
occidental: tonalidad (predominio de un tono sobre los otros en una principalmente al estudio de tonos o conjuntos de tonos constantes ,
secuencia), sentido de retorno a la tónica, 1nodulación y rit1no. Una invaríables, mientras que la esencia de la música es una secuencia temporal
característica fundamental que se presenta en melodías de las más diversas de todo e1lo. Sus quejas están bien fundadas , pero las razones para tal
culturas es que Jos tonos que la forman proceden en saltos discretos, finitos, restricción también lo están. Corno explicamos má'i arriba, el procesamiento
de altura. Del infinito número de frecuencias disponibles, el sistema de secuencias sonoras ocurre al más alto nivel del sistema nervioso central -
nervioso prefiere seleccionar valores discretos que correspondan a las abarcando una cadena de mecanismos todavía poco explorada. En este libro
notas de una escala 1nusícal, aun cuando somos capaces de distinguir intentaremos en Jo posible remediar esta situación e ir tan lejos como podamos
cambios de frecuencia mucho inás pequeños que aquellos representados para disipar algo de estas bien justificadas críticas.
por el intervalo 1nínimo de cualquier escala inusica1. El mecanismo
nervioso que analiza un mensaje 1nusical presta atención sólo a las
transiciones <le altura. El procesan1iento <-<absoluto)> de la alnira (uído
absoluto) se pierde a edad te1nprana en la mayoría de los individuos. 1.4 Física y psicofísica
Exa1ninen1os n16s de cerca e! elernento temporal en inüsica. Existen
tres rangos te1nporales diferentes en los cuales ocurren variaciones de Podemos describir el objetivo principal de la física de la siguíente manera:
in1portancia para la psicoacúslica. En pritner lugar, tenemos una escala proveer métodos por medio de los cuales se pueda predecir
temporal «microscópica::.), en la que ocurren las vibraciones rnisinas de cuantitativamente la evolución de un sistema físico dado (o «develar>> su
las ondas sonoras, que abarca un rango de períodos que van desde 0,00007 historia) , basándonos en las condiciones en que el sistema se encuentra
a 0,05 s. Luego tencn1os una escala «intennedia)> centrada alrededor de en un momento dado 4 • Por ejemplo, dado un automóvil de cierta masa y
un décin10 de segundo, en la cual tienen lugar cambios transientes tales especificando las fuerzas de Jos frenos, la física nos permite predecir cuánto
con10 los representados por el ataque o la caída de un tono, que representan tiempo Je llevará al auto detenerse y en qué Jugar lo hará, siempre y cuando
las variaciones de tie1npo de los rasgos microscópicos. Finalmente, especifiquemos la posición y la velocidad en el instante inicial. Dada la
tenen:os una escala de tien1po «macroscópica)), que va desde O, 1 s, masa, así como el largo y la tensión de una cuerda de violín, la física
aprox1n1adan1cnte, hacia a1Tiba, donde ocurren L'ls duraciones de los tonos predice las posibles frecuencias con las cuales la cuerda vibraría si fuera
musicales, las sucesiones y el ritmo. Es importante observar que a cada pulsada o frotada con un arco de una manera determinada. Dadas !a fonna
una de estas tres escalas de tie1npo corresponde un particular «Centro de y las dimensiones de un tubo de órgano y la composición y temperatura
procesanliento>> con una función específica en el sistema auditivo. 1) Las del gas en su interior, la física predice la frecuencia fundamental del
vibraciones n1icroscópicas son detectadas y codificadas en el oído interno sonido emitido cuando se sopla el tubo.
y conducen principaln1ente a las sensaciqnes-p.rimarias del sonido (altura, En la práctica, <(predecir» significa. suministrar un aparato matemático,
sonoridad y tin1bre}. 2) Las variaciones intennedias o transientes parecen una serie de ecuaciones o que , basadas en ciertas leyes físicas
afectar p1incipaln1ente niecanisrnos de procesamiento situados en el que gobiernan el sistema bajo análisis, establecen relaciones matemáticas
trayecto 11eurnl que va desde el oído hasta el área auditiva del cerebro y entre los valores de las magnitudes físicas que caracterizan al sistema en
proveen claves adicionales utilizadas en la di.scriininación, identificación cualquie1· instante de tiempo (posición y velocidad en el caso del auto;
y percep:i?n de la cualidad de los sonidos. 3) Los ca1nbios temporales frecuencia y amplitud de oscilación en los otros dos ejemplos). Estas
macroscop1cos son procesados al nivel rnás alto del sistema nervioso - Ja relaciones son usadas para determinar cómo cambian los valores a medida
cerebral, la superficie con pliegos y el tejido subyacente-; ellos que transcurre el tiempo.
detenn1nan el real mensaje 1nusical y sus atributos. Cuanto 1nás avanzamos
a través de estas etapas de procesamiento en la vía neural auditiva, tanto "El objetivo de !a física es a veces citado como «El logro de una explkación cuantitativa
del universo)). Esto, sin embargo, es a lo sumo una jerga filosófica que poco tiene que ver
coo el real (mucho más preciso, realista y modesto) objetivo de la física.
16 1. Música, física, psicoffsica y neuropsicología 1.4 Física y psicofíska 17

Con el fin de establecer ]as leyes físicas que rigen un sistema dado, siste111a sensorial (órgano receptor y partes del siste1na nervioso
debemos primero observar el sistema y hacer mediciones cuantitativas relacionadas) de un individuo (o ani1nal); las condiciones están
de las magnitudes físicas relevantes para descubrir experimentalmente detenninadas por los estín1ulos físicos que incide!l, en tanto que la
sus interrelaciones causales. Una ley física expresa una cie11a relación respuesta estú expresada por las sensaciones psicológicas evocadas en el
que es común a muchos sistemas físicos diferentes y que es independiente cerebro y reportadas por el sujeto (o nu111ifestadas en la conducta específica
de circunstancias particulares. Por ejemplo, la ley que rige la gravitación del anirnal). La psicoacústica, una rarna de la psicofísica, es el estudio
es válida aquí en la Tierra, en la Luna, en el sistema solar y en cualquier que liga estímulos acústicos con sensaciones auditívas. Co1110 la física,
otra parte de! universo. Las leyes del movimiento de Newton se aplican a Ja psicofísica requiere que las relaciones causales entre los cslflnulos físicos
todos los cuerpos, sin importar su composición química, color, entrantes y la respuesta psicutQgl._ca..(o de conducta) sean establecidas a
temperatura, velocidad o posición. través de la experimentación y la n1edición. Co1no la física, la psicofísica
La mayor parte de Jos sistemas reales que estudia la física, - incluso los debe hacer suposiciones simplificadas e idear 111otlefos para poder
ejemplos «simples» y «familiares» dados anteriormente - son tan establecer relaciones cuantitativas y aventurarse en el carnpo de la
complejos que se hace imposible la formulación de predicciones exactas predicción. En los pri1neros tie1npos de la psicofísica, las relaciones
y detalladas. Por lo tanto debemos hacer aproximaciones e idear n1odelos e1npíricas entre el estímulo físico y las sen:;aciones evoca<las fueron
que representen al sistema dado en sus rasgos principales. ¡El ubicuo condensadas en leyes psicofísicas, tratando al (<hardware» interviniente
material» al cual frecuentemente un cuerpo es reducido en física corno una «caja negra» (¡equivalente al punto rnaterial en física!). Hoy,
- sea éste un planeta, un automóvil o un electrón - es el modelo más los n1odelos psicofísicos to1nan en cuenta las funciones fisiológicas del
simplificado de todos ! Muchas veces es necesario descomponer el sistema órgano sensorial y las partes pertinentes del sisten1a nervioso.
bajo estudio en una serie de subsistemas más elementales, que interactúan A diferencia de la física clásica, pero sin1ilannente a lo que ocurre en
físicamente entre sí, cada uno gobernado por un conjunto de leyes físicas la física cuántica, no puede esperar-se que las predicciones de la psicofísica
bien definidas. sean exactas o únicas·, solo pueden anticiparse valores que indican
La física de la vida diaria o física clásica presupone que tanto las probabilidades.A diferencia de la física, pero análoga1nenl'e a lo que sucede
tnediciones como las predicciones deberían ser siempre «exactas» y en la física cuántica, la 1nayor parte de las n1cdicíones de la psicofísica
«Únicas»; las limitaciones y errores que pudieran surgir serían debidos perturbarán sustancialrnente al sisten1a bajo observación (es decir al sujeto
únicamente a la imperfección de nuestros instrun1entos de medición. En que reporta las sensaciones producidas por un dctenninado c::;lírnulo físico)
el dominio atómico y subatómico, esta suposición ya no rige. La naturaleza y nada puede hacerse para elüninar cornpleta1ncnlc la perturbación
se cornpoita de modo tal que las mediciones y las predicciones de un n1encionada. Corno consecuencia de esto, el resultado de una 1neJición
sistema atómico nunca podrán ser exactas y únicas en el sentido ordinario. p:>icofísica no refleja el estado del «sisten1a per se». sino 1uús bien el
Por 1nás que intentemos mejorar nuestras técnicas, las mediciones tendrán estado 1nás complejo del f<Sisten1a bajo observación». Ta1nbién co1110
siempre una precisión limitada y sólo podrán predecirse probabilidades consecuencía, la psicofísica requiere que se realicen experilnentos con
para los valores de las magnitudes físicas en el dominio atómico. En otras 1nuchos sistemas diferentes equivalentes - pero nunca idénticos - (sujetos),
palabras, es ítnposible predecir, digamos, cuándo un núcleo radiactivo y una inü:rpretación estadística de Jos resultaJos 5 .
dado se desintegrará, o exactamente dónde se encontrará un electrón dado Obvia1ncnte, hay ciertos lúnitcs para estas analogías. En física, el
en un instante dado en su trayectoria desde el cátodo hasta la pantalla de proceso o la '<(receta}> de 1nedición que define una n1agnitud física dctenni-
TV - sólo pueden especificarse probabilidades. Una física entera1nente nada, ta! como la longitud, la inasa o la velocidad de un objeto, puede ser
nueva tuvo que ser formulada a principios de I 920, apta para describir los fonnulada de una 1nanera rigurosa, inequívoca. En la 1ncdida en que
sistemas atómicos y subatómicos: la llamadajisica cuántica. este1nos tratando respuestas fisiológicas, como ser frecuencia de in1pulsos
El lector se preguntará a esta altura por qué estarnos hablando de física nerviosos, amplitud de la «;piel de o iucremento de !a frecuencia
cuántica, cuando ésta parece ser totalmente irrelevante para el estudio del cardíaca, las inediciones tatnbién pueden ser formuladas de manera
sonido y la música. Sin embargo, lapsicoffsica opera en algunos aspectos rigurosa, inequívoca. Pero en psicoacústica, ¿có1no definir y n1cdir las
de manera sorprendentemente similar a la física cuántica. En términos sensaciones subjetivas de altura, de sonoridad, o - para hacerlo aún 1nás
generales, la psicofísica, como la física en general, trata de formular
5 Debemos enfatizar que éstas son solo analogías. La fisica cuántica como tal no asume un
predicciones sobre el comportamiento de un sistema específico sujeto a
rol explícito en el sistema nervioso, cuya operación involucra procesos eminentemente
deternünadas condiciones iniciales. El sistema bajo consideración es el clásicos.
J8 1. M1ísica, física, psicoffsica y neuropsicologfa
1.5 Psicofísica y neuropsico!ogía 19
difícil: l'.t n1agnitud que representa la urgencia por resolver una nielodía
en la. ¿Cómo podríamos efectuar mediciones en el terreno de Ja procesos de comparación han sido incorporados en el cerebro sólo a través
interna)), es decir la acción de provocar imágenes musicales de la experiencia y el aprendizaje, con múltiples contactos con las
por de la voluntad, sin la participación de estínn1los externos? magnitudes físicas correspondientes. Lo mismo puede lograrse con otras
esto hecho sirriplen1ente por interrogación, 0 deberíamos sensaciones psicofísicas como la sonoridad: es necesario adquirir, a través
recur;·Ir a 1ned1c1011es dírect<1s mediante la Ílnplantación de electrodos en de Ja experiencia, la habilidad de comparar y emitir juicios cuantitativos.
las ce lulas cerebrnlcs? El hecho de que músicos de todo el mundo usen la misma notación para
Muchas sensaciones pueden ser clasijicadas_ en diferentes tipos -' la sonoridad es de por sí un ejemplo que sirve de evidencia ,
n1enos ?ien (cua11do son causadas por el mismo Aquí es donde surgen tal vez las más importantes diferencias entre
cualidades sensonales). El hecho de que se hable de altura sonoridad ffsica y psicofísica: l) La realización repetida de mediciones del mismo
t1n1bre, consonancia, sin mayores desacuerdos sobre el tipo puede condicionar la respuesta del sistema bajo observación: el
cada nno de estos conceptos, es un ejernplo. Profundizando rnás cerebro tiene la habilidad de aprender, cambiando gradualmente las
encon.tran1os que dos sensaciones que pertenecen al rnismo tipo, al probabilidades de respuesta a un estímulo dado a medida que crece el
expenn1entadas una_ a contínuación de la otra, en general, pueden ser número de veces que se hace el mismo experimento sobre el mismo sujeto.
ord1'1u1das P?r. el sn.1eto t}Ue las experimenta de acuerdo a si un atributo 2) Lan1otivación del sujeto y las consecuencias mentales o físicas derivadas
da.do es perc1b1clo como grande)> (o «más alto», «más fuerte}}, «inás de ésta pueden interferir de una manera altamente imprevisible en las
bnllan!e'>, _«n1ás pronunciado», etc.), «iguah> o «:menor» en una que en Ja mediciones. Como resultado del primer punto, un estudio estadístico psico-
otra. e.ien1plo, cuando a un sujeto se le presentan dos tonos en forma físico realizado con un solo individuo expuesto a repetidas «mediciones))
sucesiva, éste puede emitir juicio sobre si la altura del segundo de IJ no conducirá de ningún modo a los mismos resultados que un estudio
f - 1 . 1 e os
1'.e n1as .'1 ta, 1gua .º J_nás baja que la del priinei:-o. Otro ejemplo de estadístico basado en un solo tipo de medición efectuada en muchos indivi-
fll dena1111ento el s1gu1ente: se hace escuchar una sucesión de tres tonos duos. Esta diferencia no solo se debe a las diferencias subjetivas entre los
con1puestos: igual altnra e igual sonorídad; un oyente puede ordenarlos individuos, sino también al condicionamiento que va apareciendo en el
por pares ehg1endo los dos sonidos que tengan mayor similitud tfmbrica, caso de repetir varias veces el mismo experimento. Los complejísimos
Y aquellos dos que tengan mayor disimilitud. Una de fas t...-ireas procesos del sistema nervioso determinan que las mediciones psicoacús-
de la es Ja detenninación, para cada tipo de ticas sean particularmente difíciles tanto de realizar como de interpretar.
del valor in1111mo detectable (valor del umbral) de la magnitud
f1s1.c_n. del e.stúnulo, y del cambio mínimo detectable
( <(diterenc1a apenas perceptible)> o DAP) • . 1.5 Psicofísica y neuropsicología
_habilidad, poseída por todos, de clasificar y ordenar sensaciones
da a un status sitnilar al de las magnitudes físicas y La psicofísíca pueP.e considerase parte de una disciplina n1ás amplia y
JUSt1hca la 111troducc1on de la expresión niagnitud psico.fisica. abarcadora. La psicoacústica, por ejemplo, solo encara la cuestión de <<por
Lo q_ue no esperar a priori es que una persona sin entrenamiento qué oímos lo que oímos» cuando estamos expuestos a un determinado
previo pueda dec,ir_queunasensación es el «doble», «la mitad» 0 cualquier estímulo acústico, ¡pero no trata la cuestión de qué es lo que estamos
otro nunu':·1co ?e una «patrón», adoptada coino unidad oyendo t En otras palabras, deja de lado los procesos de más alto nivel
de n1ed1da. H'.1y s1ñ"-e!Jlbafgo, en las cuales es posible aprender que l1evan a la cognición, la conducta y la respuesta emocional. La
a est1mac1ones cuantitativas de magnitudes psicofísicas neuropsicología es la disciplina que estudia los procesos y las funciones
y, en ª.lgunos el cerebro llega a ser 1nuy diestro en del sistema nervioso que ligan la recepción de estímulos provenientes del
est?. El_ :entido de la vista es un e.ien1plo. Con suficiente experiencia, Ja mundo exterior y del organismo con las respuestas en el plano mental y
est11nac1on del tamailo de un objeto puede llegar a ser muy prec 1'sa 51·e · en el de laconducta6 . En otras palabras, la neuropsicología trata de dar un '
d · . . , mp1e
Y o se disponga de suficiente información acerca del objeto dado. fundamento biológico, cuantitativo, sistemático de la experiencia mental
Ju1c1os tales co1no «el doble de largo» o «la mitad de alto» se hacen sin y de la conducta. Como Ja física, la neuropsicología también trabaja con
dudar. Esto muestra clara1nente que la «unidad» y Jos correspondientes
fiQbsérvese que esto es muy diferente a la psicología tradicional, la cual es básicamente
una ciencia descriptiva que se ocupa de la conducta per se y de conceptos más intangibles
• Tambíén «umbral diferencial» (N. del T.). como ser sentimientos, 1notivación, valores morales, conciencia y alma, y de los aspectos
clínicos relacionados.
1.6 ¿Qué es lu música? 21
20 l. Música, física, psicofísica y neuropsicología
en el cerebro; una neurona puede estar conectada a otras cientos o incluso
n1odelos. Estos son principalmente modelos de inte!Telaciones funcionales; miles de neuronas, y cada operación cerebral, por sltnple que sea, incluirá
por supuesto que las partes neuroanatómicas y los procesos fisiológicos millones de aquéllas. Es en la arquitectura y en las interconexiones
intervinientes deben ser tomados en cuenta de 111ancra realista. Es sinápticas de este conglo1nerado de células nerviosas donde radica el
i1nportante señalar que la definición de lí1nites precisos entre psicofísica, misterio de la conciencia, la 1ne1noria, el pensan1icnto y los scntinlicntos.
psicología de la sensación, neuropsicología y psicología es una tarea difícil; Cada operación cerebral, tal co1no el reconocirniento de un objeto que
¡incluso la palabra «neuropsicología» aún no figura en muchos vc1nos, el irnaginar un sonido 111usícal o el placer que scntin1os en un
diccionarios! mon1ento dado, está definida por una distribuciú11 cspec(jicG espocio-
E1 sistema principal estudiado por la neuropsicología es el cerebro 7 . Las re111poral de la actividad neuronql. La «representación)> <le! entorno, a la
más importantes funciones corticales <le más alto nivel en el cerebro de cual hici1nos alusión más arriba ,o--b de cualquier íinagcn inental, no es
un animal son, en breve, la representación y la predicción de sucesos en otra cosa que la evocación de una distribución específica de i1npulsos
el 111edio anibiente y la planijicació11 de respuestas en el plano de la nerviosos en detenninadas áreas de la corteza; si bien esta distribución
conducta, con el objetivo últüno de acrecentar las posibilidades de es increíble1nente co1np1eja, contiene rasgos o patrones"quc son
supervivencia y perpetuación de la especie. Para lograr esto, el cerebro absolutatncntc propios de aquello que está siendo representado o
debe, a largo plazo, obtener la infonnación sensorial necesaria para hacerse in1agi11ado.s
un «plano>) de los alrededores y descubrir relaciones de causa y efecto El cerebro es el sisten1a interactivo rnás con1plejo del universo tal como
que rijan la sucesión de acontecimientos en el tiempo. A corto plazo, se lo conoce hoy en día. Es por lo tanto bien co111prcnsiblc que cualquier
tiene que hacer una evaluación del estado 1nomentáneo del organis1no y científico - ni qué hablar de los que no tienen esa fonnación ·- se enfrente
del entorno, identificar los rasgos o ca1nbios más relevantes, hacer con tremendos problcn1as a! querer en fonna rigurosa por
predicciones de corto plazo basándose en la experiencia (información qué el funcionamicnlo de nuestro propio cerebro se nos presenta co1no
adquirida por aprendizaje) y el instinto (infonnación genética), así como algo tan «sin1ple», y con10 «Un Yo unitario» del cual tene111os absoluto
planificar y ejecutar respueslas que sean supuestarnente beneficiosas para control. (Estas características se lhunan «la si1nplicidad natural de la
el organis1no. Todas estas tareas están guiadas y motivadas por una parte función n1ental» y «la naturaleza unitaria de la experieucia consciente1>,
del cerebro, antigua filogenética1nente, llamada sisten1a lúnbico, el cual respectivan1ente). Es bien coinprensible tan1bién que se nos haga difícil
origina sefiales que co1nponen el estado aj'i!ctivo del organismo (placer, aceptar e! hecho de que, para alcanzar los objetivos científicos de la
miedo, ira, expectativa, ansiedad, alivio, etc.). neuropsicología, no haya necesidad alguna de invocar poi separado
El cerebro hunnino puede trabajar con su propio 'output' y planificar conceptos físicamente indefinibles, con10 y «ah11a>1.
respuestas de conducta que sean independientes del estado momentáneo
del entorno y del cuerpo, con objetivos que estén desconectados de los
requerimientos momentáneos de supervivencia. Por otra parte puede 1.6 ¿Qué es la música?
evocar información a voluntad sin que haya existido una estünulación
externa o somática, analizarla y realmacenar en la memoría versiones La discusión previa puede haber irritado a algunos lectores. Ellos dirán
1nodificadas de la 1nisma para su uso ulterior. Llamamos a esto «el p1vceso que la inúsica es «estética pura», una n1anifestación de la sublin1c e innata
del pensar huniano». Aden1ás, y a causa de esta habilidad de «control con1prensión hu1nana de 1a belleza, rnás que el 1nero efecto de ondas
interno>), el cerebro humano puede desobedecer deliberada1nente Jos sonoras actuando cotno estímulos sobre una cornplcja red de 1nilcs de
dictados del sistema límbico - ¡una dieta es un buen ejen1plo! - y dedicarse nlillones de células nerviosas. Sin en1bargo, con10 se desprende de lo
a tareas de procesamiento de información para las cuales no fue origi- exan1inado precedentemente, incluso Los sentilnienros estéticos estú11
nalmente creado ¡buenos ejcn1plos de esto son las matemáticas abstractas relacionados con procesantiento neural de i11fon11acián. La n1ezcla tan
y el arte!
Todas las funciones cerebrales relacionadas con la percepción y Ja
cognición están basadas en impulsos eléctricos generados, transmitidos y ·Usaremos el término «palrórn> para designar Ja palabra inglesa «p<iHerm>, lan impnr!aale
en biología y en neuropsicu!ogía. Reservamos el ténnino «rasgo» para Uesignai .. reature>>,
transferidos por neuronas. Hay más de diez mil 1ní1lones de estas células un componente aislado de un «pattern».

7
En general, y salvo algunas excepciones, no trataremos la anatomía del cerebro y Ja jÜbsérvcse bien que estos rasgos, aunque absolutamenle específicos. no guardan 11i11glin
neurofisiología; existen muchos libros disponibles en la bibliografía médica (por ej. Brodal, parecido «pittúrico» con aquello que representan!
1969; Sommerhoff. 1974).
1.6 ¿Qué es la música? 23
22 1· Música, física, psicofísica y neuropsícologfo

de patrones regulares, ordenados, alternados con so res· en miles de millones de veces, al pennitir la reducción de las complejísimas
1ncert1dumbre, común a todo 'input' de infünnación · ae escenas ambientales a breves representaciones simbólicas. En el curso de
con10 est'f d sensoria 1 Juzgada esta evolución, tuvo lugar una notable división de tareas entre los dos
d d pue e del curioso pero fundaJnentaJ
eseo e º.mbre por ejercitar la inmensa red neuronal con o e . hemisferios cerebrales (Sec. 5.7). El hemisferio izquierdo (en alrededor
de proc_esa1n1ento no esenciales biológica1nente de com le .. d del noventa y siete por ciento de las personas) ejecuta principalmente
F"
es.
la creatividad es la más humana de las
podna decirse que inteligencia y capacidad de co1nunicación
operaciones temporJ.les de corto plazo tales como las que se requieren
para la inteligibilídad verbal y otras operaciones de secuenciación de
I el hombre que en los animales solo en una de corto plazo, tal como el pensar. El hemisferio derecho coopera ejecutando
g1aldo, Ia.crea!1v1dad y la apreciación artística son patrimonio exclusi operaciones de integración espacial y representación temporal de largo
d e os seies hun1anos.9 vo plazo. Ejemplos de estas operaciones holísticas son la imaginación
¿E'11te11de111os rcalrnente qué es la inúsica? Cuand 1 bl pictórica y la percepción 11utsical. En realidad, como veremos a lo largo
transnlitiendo mensajes concretos El ".. o la estan1os de este libro, la percepción musical implica tanto el análisis de patrones
b t ' · , pensamiento transmitido puede ser
a s racto, el c?ntenido sonoro suministra información. Cuando espaciales de excitación a lo largo del órgano auditivo receptor, causados
escu.cha111os los sonidos que nos rodean - gritos de animales t por sonidos musicales aislados o por superposiciones sonoras, como el
corrientes de agua - lo hacen1os en respuesta a una análisis de patrones temporales de más largo plazo de las líneas melódicas.
emplear todos nuestros sentidos para tornar concienci·1 de 1 ' ' ¿Por qué respondemos emocionalmente a mensajes musicales complejos
rodea (véase previa). El escuchar otorga una que no parecen contener ninguna información esencíal para Ja
1
por la supervivencia: la intetpretación de Ja infor c·, , . . a supervivencia? El hecho de que la mayoría de nosotros lo hagamos - con
por el lenguaje y ¡ d' b. ion acust1ca ofrecida frecuencia sin poseer ninguna preparación especial - indica que el cerebro
. e me IO a1n iente es de una importancia bi 0 ló .
fundan1entnl para nosoiros. Pero ¿qué información 1. , /1111nano está instintiva1nente n1otivado a entretenerse con operaciones
En la de las culniras la mtísica consiste en de procesan1ie11to sonoro aun cuando dicha actividad no sea requerida
a .V organizadas de tonos elegidos de un re ertorio ' por las circunstancias ambientales del rnornento. Esta motivación bien
Y d1sL-reto de alturas de alcruna escala No liay p . lmny puede ser el resultado de una tendencia innata a entrenarse desde muy
directo ¡ ·d e> ' • un equ1va ente corta edad en las altamente sofisticadas operaciones de análisis auditivo
con. os son1 os del inedio ambientew, y su iinitación n f .
.fuerza nnpulsora en el desarrollo de culturas musicale Po ta necesarias para la percepción del habla, de manera similar al juego del
nnrn1ca 1 · · t' s. ero s1 a animal, que obedece a una tendencia congénita a mejorar la destre.za de
, ' no . rans1n1te . 111 ormación que sea biol og1camente
- · re1evante ·por-
que nos· 1n1pres1ona? Bellos pasajes rnusicales puede n ponernos 1a , <<piel ¿ . los movinlientos que Je serán indispensables para la caza y la defensa.
de gall ·
< pasa1es crudos nos pueden llevar a sentír . b b, Bebés que hubieran nacido sin esta propensión a escuchar atentamente, o
lloran se cal n1an al escuchar los simples sonidos de una .Y, e es qld1e nacidos de madres no inclinadas a vocalizar simples sonidos musicales,
por su inadre ¿Por qué octHTe todo esto; . /10 q , h ., a habdan tenido una decisív<t desventaja en la carrera por la supervivencia
L , · . · (, r ue ay 1nustca
a 0:us1ca bien puede ser un subproducto natural de la evoiució d 1 en su entorno hun1ano.
Dado que la percepción musical está basada en última instancia en el
lenguaje ·a] lunnano. En esta evolución ' que ,· 11dud·iblem ' en te 1·ue un iactor e
el desarrollo de la raza hu1nana, se fue forn1ando u d procesamiento de información acústica, la «causa» final de las sensaciones
.realízar las ultracomplejas producidas por un mensaje musical dado podría estar relacionada con la
proces,11111ento, a11alis1s, alrnacenan1iento y recuperació d . f ., 1nayor o 1nenor dificultad de identificar el mensaje musical, el grado de
sonor·1 e .· , . . . · n e 111 onnac1on éxito en las operaciones de predicción que realiza el cerebro para facilitar
' '1 cesa1 ias pa1a el reconocumento·fonétlco la identifi " d l
voz y ]· coin ·, d , 1cac1on e a este proceso de identificación y el tipo de las evocadas por
'1 prens1on e 1 lenguaje. El Jinguaje proveyó al ser h
mecanísn · · · un1ano un comparación con información almacenada en previas experiencias. Si esto
." l 0 que 1ncrcn1e11tó la capacidad de su memoria ( 1 d 1
oper-1c1ones
' · asoc1at · j as e1e a 11nacena1niento' recuperac·, ·0-11 y e 0 mun1cac1on
Y a· e -- as) es así, sería obvio que tanto los mecanismos nerviosos innatos (operaciones
de procesamiento primario) como el condicionamiento cultural (n1ensajes
9
0bvinmente. ¡no nns adhe.rlrnos a la creencia d· !· , . almacenados y operaciones de procesamiento aprendidas) deberán
expuestas a tal cual tipo de músic-i anm. - ' e qtodJe P ,1.ntas, vdcas y gallrnas, al ser
artística! 0 ' '' en 1an su pr ucción a c¡¡usa de su apreciación controlar nuestra respuesta conductiva y estética a Ja música.

wEI emito de un pájaro es 1mísic;1 p;1rn nosot . •. ,. .


concreta, como ser «este territorio es paira los pa.iaros es mformación
· ' ' "ros,
o e mac 10 está buscando una hembra))!
24 2. ! Movimiento y vibrndón 25

espacio. Esta es la razón por !a cual tal pequeño cuerpo es lla1nado un


2 n1aterial» o partícula. Por otra parte, si el cuerpo no es pequefio,
pero sabe1nos de anternano que todos sus puntos están confinados a
Vibraciones sonoras, tonos puros y 111overse a lo largo de línea!'! rectas paralelas («traslación rectilí111.::a>) ),
bastará tarr1bién con espec.ificar el 1novinüento de 11n so!o punto dado del
percepción de la altura cuerpo. Este es un caso de 1novinüento «unidin1ensiona!H, y la posición
de un punto dado del cuerpo (y por ende de todo el cuerpo) queda
«Con m.ás de un millón de partes esenciales completatnente detcnninada por sólo un nú1nero: la distancia a un punto
en n1ovfrniento, el órgano receptor de la fijo de referencia.
ción, o cóclea, es el aparato 1necánico 111ás En este libro solo considsi:aremos rnovinücutos unidi1ncnsionales.
complejo en el cuerpo hw11ano.» Suponga1nos que nuestro punto n1aterial se mueve a lo largo de una línea
vertical (Fig. 2.1 ). Indicaremos el punto de referencia sobre esa línea con
A. J. Hudspcth (referencia Hudspeth, 1985) la letra O. Cualquier punto fijo puede servir de referencia, aunque por
cornodidad, se adopta a veces alguno en particular (tal corno la posición
Escucharnos un sonido cuando el tímpano es puesto en un tipo de de equilibrio para un movin1iento oscilato1 io dado). Indicare1uos la
rnovimiento característico llamado vibración. Esta vibración C/:í causada posición de un punto inaterial P por la distaucia y al punto ele referencia
por pequeñas oscilaciones en la presión del aire en el canal auditivo por el O (Fig. 2.1 ). La cantidad y tan1bié11 se llatna el t!csplo2'.ll1J1ie11/o de P con
cual está entrando una onda sonora. En este capítulo analizaremos prirnero respecto a O, o coordenada de P. Debe111os tanto nú1ncros positivos
los conceptos básicos referentes al movimiento vibratorio periódico en co1110 negativos, para poder distinguír entre los dos lados de (J.
general para luego concentrarnos en los efectos producidos por las El punto 1naterial P está en 1novilniento con respecto a (.J cuarnJo su
vibraciones del tímpano sobre nuestra sensación auditiva. No nos posición y catnbia con el tien1po. lndicare1nos el licinpo usanJo la letra t.
preocuparemos por ahora en establecer cómo el tímpano es puesto en Lo 1ncdin1os con un reloj; tan1bién se requiere que se especifique un
n1ovimiento. Con ese fin, imaginemos simplemente que nos colocamos instante de referencia en t = O. El rnovi1niento puede representarse
auriculares y que escuchamos los tonos enlitidos por éstos. En el rango inaten1áticatnente de dos 1naneras: analíticantente, usando las llaniada.s
de frecuencias más bajas los tímpanos seguirán estrechamente las relaciones funcíonales, y geométricanienlc n1cdiantc una representación
vibraciones de los diafrag1nas de los auriculares. Este modo de introducir gráfica. Nosotros solo usare111os el n1étodo geon1étdco. Para representar
la materia quizás sea poco ortodoxo, pero nos pem1itirá lanzarnos gráfica111ente un tnovinücnto unidi1ncnsional, introducin1os dos ejes
directamente al estudio de algunos conceptos clave asociados con la perpendiculares entre sí: uno para representar el tienipo I y el otro para
vibración y la percepción del sonido, sin primero tener que gastar tiempo
con las ondas sonoras y su generación. Desde el punto de vista práctico,
este enfoque tiene un problema: los experimentos que van1os a presentar Coorúcnat!as Positivas
y analizar en este capítulo requieren necesariamente la generación
electrónica de sonido, más que su producción natural con instrumentos p
n1usicales. Cuando sea posible, sin embargo, indicaremos cómo un
y
experimento dado podría ser realizado con instrun1entos ordinarios.
o
-y
2.1 Movimiento y vibración
P'

Movimiento significa ca1nbio de posición de un cuerpo con respecto a


CoordcuaJas Ncg<.i\ÍV<ts
otro cuerpo tomado como referencia. Si el cuerpo que se mueve es muy
pequeño con respecto al cuerpo de referencia o aI dominio espacial cubierto
en su movimiento, de manera que su forma sea prácticamente irrelevante, Figura 2.J Posidones instantáneas de un punto que se mueve sobn:: una líncu recta. y:
el problema se reduce a la descripción del movimiento de un punto en el coonlenada; O: punto fijo de referencia.
26 2. sonoras, !'onos puros y pcrcepcii'in de alturn
2. l Movimiento y vibración 27
V
{al y

lcm

o 1 seg ...__,_
1 1

Figura 2.2 Representación gráfica de! movimiento de un punto. ¡La curva gruesa na es
la trayec!oria!, determina las posiciones del punto en difercn1es instantes 1, -a medida que lb)
V
se mueve en línea recta (coordenadas representadas por el eje y)

representar la coordenada y (Fig. 2.2). Para ambos tenernos que indicar


clararnente la escala, es decir, las nnidades que usaremos para representar
los intervalos (de tien1po y desplazamiento, respectivamente). Un
movinliento puede ser representado marcando por medio de puntos la
distancia y a la cual la partícula está momentáneamente ubicada en cada
instante de tien1po t. Cada punto de la curva resultante, ta! como el S1 r---i
(Fig. 2 ..2), dice que al tie1npot = t1 ,la partícula P está a una distancia l
y¡ del punto O, es decir, en la posición Pi. ¡Hay que dejar bien claro que
el punto n1aterial 110 se n1ueve a Jo largo de la curva de puntos S! Esta
F.1gu ,.,.,
• .,_.'J 3 Representación ·gráfica Je ) un movimiento periódíco simple; (b) un
' d(a)
curva no es una trayectoria: es simpJemente una <(ayuda» que nos facilita movimiento periódico complejo ('r: peno o
la tarea de encontrar la posición y de la partícula en cualquier momento t.-
E/ gr:íficn de la Fíg. 2.2 tanibién nos da infonnación sobre la velocidad
del punto material, es decir, sobre Ja rapidez del cambio de su posición. Existen dispositivos mecan1cos, . l ce trónicos
, , . ,que pueden trazar
e istrador
Esta estti detern1inada por la pcnrf;ente de la curva en el gráfico: en t I la automática1nente el gráfico de un
pílrtícula se cstfí n1oviendo con cierta velocidad hacia arriba; en t3 Jo está gráfico, la pluma en la eo ue escribe sobre una
haciendo hacia ab;üo con rnenos rapidez. En r está inomentáneamente periódico que se quiere graflcar, aldr:us¡no Y a una velocidad
en reposo, invirtiendo su dirección de 1novinliento.
2
tira de papel que se mueve perpen tcu annen e . a escala
Hay ciertas clases de n1ovin1iento en las cuales el punto inaterial sigue constante. Ya esta velocidad se c.o?oce, es la
un patrón que se repite exactan1ente a medida que el tiempo transcun·e. de tie111po al eJe representado por la tira de pap ., . d . embargo no es
Este tipo de n1ovi1niento se !huna 1novirniento periódico o vibración. Es . ., ráfica del movimiento. Este meto o, sin , ,
el de mayor in1portm1cia para la tísica de htinúsica. Para tener un verdadero vibraciones acústicas. Estas
rnovin1iento periódico, un cuerpo nO,sU!o tiene que volver repetida1nente . l l ma con su ·1c1ente ve oc1 '
cortos que sería Un. electrónico,
a la n1isma posición, sino que lo debe hacer a intervalos de tie1npo iguales como para repro uc!f es e 1 , · E ncia en este
y repetir exactan1ente el 1nismo tipo de movüniento en el ínterin. EI !!amado osciloscopio, sirve para este propos1to. n • ga
intervalo de tien1po al caho del cual la característica del 1novinüento se instrutnento, un haz de (partículas
repite por prirnern vez se !la1na período del 1novimiento (Fig. 2.3). Lo eléctrica muy ehstrecho .. vertical
indica1nos por n1edio de la letra griega 't: . Durante un período, el un punto lum1noso. Este az pue e ser e. '
1 puede ser 1nuy sünple (Fig. 2.3[a]) o 1nás con1plicado (Fig.
movitniento
2.3 [b J ) . La característica o pntrón básico del moviiniento, que ocurre _
1 Un buen ejercicio para entender como 10s.de las: fiouras
). abajo2.2representando
0 2.3 es hacer Ja
la distancia
durante un pe1íodo y que se repite continuainente, se Barna ciclo. 1 00
(a !omovimiento
del _representado
largo del eje y) y su cmn 10 a me 1 ' q
(eje r).
28 2, Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción <le altura
2.2 Movimiento ai mónit:o siinp!e 29
''!,.._
-.... '\ - -+A ' y
p A - -- P
A
'
o o

- - ---A

Figura 2.4 Movimiento armónico simple o sinusoidal (representado gráficamente a la


derecha) obtenido como la proyección sobre un diámetro de un punto en movimiento
circular unifom1e (<p: fase; A: amplitud; t: período)

como horizontal. El movilniento vertical está controlado por una señal Fie.urn 2.5 Representación gráfica del movimiento ;11múuicu Je dos puntos de igual
proporcional a la víbración que queren1os grafícar (por ejemplo la anlpliluJ y frecuencia pero fases diferentes lfi 1 Y lfl2 •
vibración del diafragma de un nücrófono). El 1noviiniento horízonta! es
un barrido continuo hacia la derecha a velocidad constante, equivalente Obsérvese que un n1ovirnicnto annónico sí111ple representa
al movimiento de !a tira de papel en el registrador gráfíco, representando vibración que es sitnétrica con respecto al ptnit:) (),el cual se
de este 1nodo una escala de tiempo. De este modo, el punto luminoso posición de equilibrio. El rnáxuno o
sobre la pantalla describe el gráfico del 1novimiento durante un barrido. para abajo) se Han1a aniplitud. 't: es el penodt> i ,n
Si la imagen del punto lu1ninoso se retiene lo suficiente, aparece como Existe un parán1etro n1ás que describe un n1ov1n11enlu an11tH.!_1co;'i!lllple )'
una curva continua sobre la pantalla. Dado que el tainaño de la pantalla es que es un poco 1nás difícil de comprender.. ?bsl'rvc1nos la f•1g:
litnitado, el 1novimiento horizontal se restablece instantáneamente aJ instante inicial t""" O la partícula (proyecc1011 R del pnnto qul 1ot.1) esl,1
origen una vez que el haz alcanzó el borde derecho de la pantalla, y el ubicada en Ja posición P. Podc1nos ahora visualizar un_1;;cg,uHÚl) de
barrido empieza de vuelta. Para representar un movi1niento periódico, el
bruTido debe estar sincronizado con el período T. o con uno de sus n1últiplos.
.
n10 YHnt
·ettto annónico con el 111is1110 período
. ,
1 y la
. ,
11Hs111a
- r'" ., 5 A,
a1nphtud
El
pero en el cual la partícula sale de una posic1u11 d(/erc11rc Q ( ·1g. ).
movitniento resultante será obvia1nente diferente, pero nn lonna 1.i
en el tipo, sino en su relativa «ubicación en el .. En realidad
2.2 Movimiento armónico simple se ve en Ja Fig. 2.5, las dos partículas pa::;arán por un 1n1'.i!l1U ¡iuntu (poi C:J.
por e! punto de origen(}) en instantes diferentes U¡. IJ.)· I_nvl:'rs'.Hncntc.
Preguntémonos ahora cuál es el tipo n1ás sünple de 1novimiento periódico. anibas partículas estarán en posiciones diferentes en un instante
Hay 1nuchos ejemplos en la naturaleza: la oscilación del péndulo o de un ( Jor ej. p y Q en t;::::; O). Sí nueva1nentc in1agina1nos C'I de 1:1
resorte, las oscilaciones de átomos, etc. Sus movilnientos tienen algo partícula Q corno ta proyección de un 111ovH1uc11to t:11-cuh1r
importante en común: todos pueden ser representados co1no la proyección unlforn1e (Fig. 2,5), nos <lainos cuenlH de que an1bos per_tenccen a
de un movimiento circularunifo1me sobre un diánietro (Fig. 2.4) 2. Cuando diferentes posiciones angulares, cp¡ y e.p 2 , de los punto;; a:;oc1aL.los que
el punto R da vueltas de 1nanera uniforme (con período L, es decir, una están rotando sobre la circunferencia. El 6ngulo <r :-.e .fL'.se del
vuelta cada L segundos) la proyección P se 1nueve hacia an·iba y hacia n 1ovínlienlo arn16nico sirnple; la diferencia <p l ·· (P2 , quLc en eslc
abajo a lo largo del eje y con un movimiento denominado 111ovú11.iento .se niantiene constante, se de fase entre dos n1ovinuenlos
annónico sirnple (véase el gráfico que aparece en la parte derecha de la annónicos. 3 .
Fig. 2.4). A esto también se lo llama niovilniento sinusoidal (porque y En resun1en, una vibración «pura», o arn1ónll:a, queda de,1t:.rn11nada
puede representarse analíticamente por una función trigonométrica por el valor de tres pará1netros: el período L, !aa111p!i111d A Y <p. LL1S
llamada seno). tres, pero especialmente !os dos prilneros, desen1penan un rol lunda1ncntal
cri la percepción de sonidos inusicales.

'Obsérvese con atención que la parte izquierda <lela figura 2.4 esmui/iar; dúnlco movimiento ambas manos para sinmlar Jos movímienlos _lia_cia arrit:a ):
real es el movimiento periódico hacia arriba y hacia abajo de la partícula P a lo largo del eje y. en la parte derecha de Ja figura 2.5. Hágalo parn distintas d1krenc1,1s de L1se, pOl CJtmp o,
l SO" (fases opuestas), O" (concordancia <le fase), 90", etc.
31
23 Vibraciones acústicas y sensaciones de tonos puros
30 2. Vibraciones sonorns, !onos puros y percepción de altura
ercibimos aquello que se llama tono sirnple. tono suena
Los movilnientos arrnónicos simples ocurren prácticamente en todas p la música no está hecha de tonos siinples aislados. Sin. embargo,
panes del universo: las vibraciones de las partículas constituyentes de Jos en la introducción de este capítulo, para
áton1os, las de los átomos en nn cristal, las de los cuerpos elásticos, etc. , de los sonidos compuestos es aconsejable prunero os_
todas pueden ser descriptas en ténnlnos de 1novimientos armónicos siro Estos tonos tienen que ser generados con electrontcos,
si1nples. Pero existe una razón inucho más importante para considerar al , . ·n ún instrumento musical que los produzca hay
n1oviniiento arn1ónico siinple como el más fundamental de todos los gque simples generados electrónicamente sigan siendo
n1ovimientos periódicos: se puede demostrar rnate1náticamente que guros en el momento en que 11egan al oído) .. sea fuere, dado la
cualquil'r tipo de n1ovin1iento fJeriódico, por con1plicado que sea, puede bauta es el insttumento cuyo sonido se aproxima ma.s al de un tono
ser descripto co1110 una su111a de vibraciones a17nónicas sin1ples. . ·dal especialmente en el registro agudo, vanos (pero no todos) e
1lataren1os en detalle esta propiedad funda1nental más adelante (Cap. 4 ), StnUSOl • , d f sando
los experi1nentos mencionados en este capitulo pue en rea izarse u·!
por ser de capitnl imporlancia para la 1nt'ísica. una o, en algunos casos, dos flautas - ¡aunque p;r
Cuando escuchamos un tono simple cuya frecuencia y pueden
. d voluntad constatamos una correspondencia entre altura y
ser vana asa , , · ·d b· t t
2.3 Vibraciones acústicas y sensaciones de tonos puros frecuencia y entre sonoridad y a1nplitud. tiene una I asdanle
.clara de cómo funciona el mecanismo pnmano de detecc1,on e
Cuando el tí1npano ejecuta un 1novimiento periódico, sus vibraciones frecuencia y la amplitud de sonidos simples. En este capitulo nos
n1ec;inicas .se convierten en el oído interno en impulsos nervlosos dedicaremos solo a la altura.
eléctricos que se transmiten al cerebro, donde son interpretados como
sonido, sien1pre y cuando el periodo y la amplitud de las vibraciones O ido
Oído
ocurran dentro de ciertos !ín1ites. En general, e-1 oído es un aparato Externo Interno Aparato Vestibular
con canales Semidrcutares
extre1nadan1ente sensitivo: vibraciones del tímpano tan pequeñas co1no
Nervio
l o-7 c111 pueden ser detectadas, como también vibraciones de períodos Vesl'lbular
tan corlos con10 7 x 10--"seg. 4
Introduciinos ahora una cantidad mucho 1nás usada que el período '!,
que se llan1a.fl"ecuencia:

t= lh (2.1)

Físican1ente, f representa el número de repeticiones del patrón Ventana


Oval
vibratorio, o ciclos, en el intervalo unidad de tiempo. La razón por la cual
se prefiere1· a i: es que nuestra sensación de «agudeza del tono» o altura se
¡,)
incre1nenla a n1edida que crece la frecuencia. Si í se expresa en segundos,
.f' se expresa en ciclos por segundo. Esta unidad se lla1na hertz {Hz), en
honor al famoso físico Hertz. Las vibraciones
comprendidas entre los 20 y Jos 15.000 Hz son percibidas como sonido
por una persona nonnal. Los lúnites inferior y superior - particularmente
éste últin10 - dependerán de la sonoridad del tono y podrán variar
considerablen1ente de una persona a otra, co1no también con su edad.
Cuando un sonido produce un movimiento armónico simple del Distancia lineal a lo largo de la
tí1npano con características constantes {frecuencia, an1plitud, fase), Membrana Basilar

lb)

este libro usaremos la notación exponencial: 10"' = 100 .... (n ceros) .... 00. JO·" es . 2 6 (o) Vista esque1nfiticadel oído (FJanagan, 1972» Fig. 4) (no en escala)·,
F 1gurn · · ·, · Jificada)
simple1nente JI/ 0", es decir, unn fracción decimal dada por una unidad en la enésima (b) Ja cóclea 'desenrollada' (vers1on muy simp ·
posición decimal.
2.3 Vibradones atüstkas y scnsadoncs de tonos puros 33

oscilaciones armónicas simples del tímpano son transtnilidas por (extren10 inicial) hasta el ápex; a causa del can1bio gradual de su ancho y
de una cadena de tres huesecillos en el oído 1nedio, llamados espesor su rigidez decrece desde la base hasta el ápex unas 10.000 veces,
)-_{<martillo», «yunque» y «estribo)> (o, en términos más etuditos, malleus, lo cual da a la membrana basilar su función fundan1enta! de analizadora
incus y stapes, lo cual quiere decir exactamente lo mismo en latín), a Ja de frecuencias. Las vibraciones transmitidas por los tres hucsecillos a la
entrada («ventana oval») del oído ínterno propia1nente dicho (Fig. 2.6). ventana oval, se convierten en oscilaciones de presión en !a perilinfa,
La cóclea, de tamaño no n1ayor que una bolita, es un túnel a través del dentro de la rampa vestibular. Las diferencias de presión resultantes a
hueso temporal, en forma de espiral, como el caparazón de un caracol. través de la partición coclear entre las dos nunpas flcxíonan la 111eJnbrana
Esta cavidad, 1nostrada en la Fig. 2,6[b] en una versión muy simplificada basilar para <UTiba y para abajo)nipa1iiéndo!e un Inovi1nicnto siinilar al
y 'desenrollada', está dividida en dos canales, la rampa vestibular y la de una bandera que fla1nca.,.. A n1edida que la onda se propaga hacia el
rampa timpánica, los cuales están llenos de un fluido incompresible, la ápex, su amplitud alcanza un 1náxin10 en un punto dcternlinado de su
periLinfa (un filtrado directo del fluido cerebroespinal). Ambos canales camino, para luego decaer 1nuy rápida1nente hacia el ápex. Alrededor de
funcionan como un siste1na hidrodinámico, porque están limitados en el 1-6.000 unidades receptoras, llamadas células pilvst1s (o ciliadas),
extren10 final, o ápex, por un pequeño orificio llatnado helicotre1na; la ordenadas en filas, una interna y tres externas, a lo largo de la 1nc1nbrana
sección inferior está acordonada por una membrana elástica en la «ventana basilar, recogen los n1ovimientos de esta últírna e in1parten señales a las
redonda» (Fig. 2.6 fb]) La partición que separa ambas rampas es en sí células nerviosas, o neutvnas, que están en contacto c.on ellas. El no111bre
inisma un conducto alta1nente eslructurado de corte transversal triangular, célula pilosa deriva del hecho que en su extrcn10 hay un haz de 20 a 300
también llamada rampa media, Fig. 2.7[a], la cual contíene otro fluido, la ramificaciones lla1uadas estereucilias (Fig. 2.7 [hl) que se proyectan en
endolinfa. Sus límites son la rnen1brana basilar, que sostiene el órgano el fluido endolinfático, y cuyos desvíos Uisparan una serie Je procesos
sensorial propiamente dicho (órgano de Corti), la membrana de Reissner *, electroquí1nicos en la célula pilosa y sus alrededores, que culnlinan con
que sirve para separar la endolínfa de la peri linfa, y la rígida pared lateral la generación de señales eléctricas en el nervio acústico. La 111c1nbra11a
Je la cóclea. tectoria es un tejido gelatinoso suspendido en la endolinfa, sobre e! órgano
La elasticidad de la membrana basilar determina las propiedades de Corti (Fig. 2.7 [a]), dentro de la cual están insertadas las cilias de las
hidromecánicas básicas de la cóclea. En la persona adulta, la 1nen1brana
tiene aproxÍlnadamentc unos 34 milímetros de largo, desde la base

Rampa Vestibular
(PerifJnfa)
· - Hueso

Nerviosas

Rampa Timpánica
(Peri/in fa}

Figura 2.7 (b) Mitrofotografía clectr{mica (BreJbcrg et al., 1970) de !a hilera iulcrna (a!
Figura 2.7 (a) Corte transversal de! órgano de Corti (según Davis, 1962). tope) y exten1a (parle inferior - s6!o se muestran tres hileras) de célul<lS pilosas sobre b
membrana basilar de un cobayo. (Eslns animales. como también las chínd1iHas y los gatos,
tienen sistemas acústicos periféricos muy silni!arcs a! de los seres humanos y, por csla ra:i::ón,
·También llamada membrana vestibular (N. del T.), son !os animales más usados en investigaciones sobre la audición).
35
2.3 Vibraciones acústicas y sensaciones de tonos puros
34 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura
X
células pilosas exten1as; esta 1nembrana asun1e un rol clave estimulando mm
y recibiendo el movin1iento de las cillas. Volvere1nos a la acción coclear
con n1ucho 1nás detalJe en las secciones 2.8 y 3.6.
FJ hecho notable es que para un tono siinple de detenninada frecuencia,
LA
las oscilaciones máximas de la membrana basilar solo ocurrirán en una 3

región limitada de ésta, cuya posición dependerá de la frecuencia del


tono. En otras palabras, para cada frecuencia hay una zona de máxima
estimulación, una «zona de resonancia», sobre la membrana basilar.
Cuanto n1ás baja sea la frecuencia del tono, tanto más cerca del ápex (Fig.
2.6 [b]) estar<-i la región de células pilosas activadas (donde la membrana
es n1ás flexible). Cuanto más alta sea Ja frecuencia, tanto 1nás cerca de la
entrada (de Ja «ventana oval») estará localizada esta región (donde la
n1en1brana es más rigida).Ln posición espacialx a lo largo de la n1en1brana
basilc1r(Fig. 2.6 fhJ)de las l'ébt!as pilosas activadas y neuronas asociadas,
dcrernlioa la sensación prilnaria de altura (ta1nbién Uan1ada «altura
espectral»). Un canibio en la frecuencia del tono simple que sirve de
estín1ulo, causa un ca111bio en la posición de la región de células pilosas
activadas. Decin1os que la información primaria sobre Ja frecuencia de
un tono es «codificada» por el órgano sensorial de la membrana basilar
en forn1a de Ja locafi-¿ación espacial de las neuronas activadas.
Dependiendo de cuáJ grupo de fibras nerviosas se active, la altura se Frecuencia f
percibirá 1nüs aguda o 1nás grave.
La figura 2.8 n1ucstra cómo la posición x (medida desde la base, Fig. . 1 8 Posición del máximo de resmrnncia sobre la .membrana basilar (según von
2.6 [b]) de la región de n1áxi1na excitación depende de la frecuencia de un .. 960) Para un tono puro de frecuencia! (escalas lineales).
tono sirnple. sinu.soida!, en un adulto normal (Von Békésy, 1960).
Varias conclusiones pueden extraerse. Ante todo, obsérvese que el rango mediciones pueden ser realizadas en cócleas de animales mediante
de frecuencias inás in1portante n1usicalmente (de los 20 a Jos 4000 Hz) el efecto MOssbauer. Una pequeña masa de sustancia rad1act.1va (cobalto
abarca m<ís o 1ncnos las dos terceras partes de la extensión de la membrana '7) es «1'mplantada» sobre la membrana basílar (lo cual, sin embar_go,
basilar ( J 2 a 35 1nrn desde la base). La gran porción restante de la escala ' · d . ., ) Los pequenos
afectar en alguna medida la me 1c1on . d d
de frecuencias (desde los 4000 hasta los l 6.000 Hz - la figura 2.8 no des lazamientos de la membrana basilar ser etecta os
muestra 111ás alltl de los 5000 Hz-) está comprimida en el tercio restante. midiendo el cambio de frecuencia (efecto Doppler)
En segundo Jugar, cada vez que se dobla la frecuencia de un tono, es decir rayos gamma emitidos por la sustancia (ver CJ. Rhode y Robles, 1 .
que Ja allura salta una octava, la región de resonancia correspondiente se Más detalles sobre esta cuestión en Ja 3.6. .
desplaza una cantidad 1nás o 1nenos constante, entre 3,5 y 4 mm, no importa Consideremos ahora la magnitud psicof1sica altura ,asociada a un
que este salto de frecuencia sea de 22Q a 440 Hz, de 1760 a 3520 l{z, o de sim le de frecuencia f. En la Sec. 1.4 que .una magn1tu
5000 a 10.000 llz. En general, cuando la frecuenciaj·es 1nultíplicada por , no puede medirse en forma cuantitativa de1 mismo n:odo en
un factor detenninado, la posición x de Ja zona de resonancia no es se lo hace con magnitudes físicas, tales com.o la S?lo
multiplicada, sino simpJen1ente trasladada una cierta distancia. En otras uede establecerse cierto orden entre dos sensaciones .del mismo
palabras, son los cocientes entre frecuencias, y no las diferencias entre p tadas en sucesión inmediata. Para algunas sensaciones es posible
presen · . , d algún
éstas, los que detenninan el desplazamiento de la zona de resonancia a lo realizar estimaciones cuantitativas únicamente despues que, e .
largo de Ja 1nernbrana basilar. Una relación de este tipo se !lama modo el- se haya entrenado en la ejecución de _las operac1?nes
«logarít1nica» (Sec. 3.4). ej. un niño que aprende a estimar el tamano de los
Los resultados arriba mencionados derivan de 1nediciones fisiológicas que ve), y los resultados tendrían que ser interpretados en forma esta isuca.
realizadas en animales muertos (pero bien conservados). Floy en día tales
36
2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura
2.4 Superposición de tonos simples: batidos de primer orden y la banda crítica 37
Analicc1nos la habilidad de un indiv·d ,
relativo en ténninos de altura d d t uo para. establecer el orden intensidad constante (80 decibeles, Sec. 3.4); la frecuencia de estos tonos
1 , , e os tonos (de la misma in ten,. d d)
e son presentados uno después del otro H r . s1 a que fue lenta y continuamente modulada (Zwicker, Flottorp y Stevens, 1957).
diferencia en frecuencia de los do t . , aydun natural: cuando Ja Este gráfico muestra, por ejemplo, que para un tono de 2000 Hz , un
· s anos es en1as1ado - d b . cambio de lO Hz- es decir de solo un 0,5o/o -puede ser ya detectado. ¡Esto
ri,c. un juzgará que la altura de arnbos ªJº
.s.to e para JUICJos sobre el orden relati d . ' is.roa. es una fracción muy pequeña de semitono! Los cambios repentinos en la
pstcoftsica: sie1npre que l'L variación i e magnitud frecuencia son detectados con una DAP considerablemente menor: hasta
de cierta ((diferencia 11'1n1·11,al d;' . e e .un estimulo fis1co caiga dentro 30 veces menos que los valores mostrados en la figura 2.9 (Rakowski,
» o ljerencta apena "b/
sensación asociada será 1'uzgad . s percept1 e (DAP), la 1971 ). La resolución de frecuencia empeora hacia las frecuencias bajas
a corno siendo m· (por ejemplo, tres por ciento a los 100 I·Iz en la Fig. 2.9). También decae
precedente; tan pronto con10 la variación exc . que la
un ca1nbio la sensacion Ob , eda la DAP, sera detectado a medida que se acorte la duración del tono, por debajo de un décimo de
. , e · servese que la DAP se refi segundo. Por otra parte, la resolución de frecuencia es relativamente
1nag111tud.Jf.úca, que se rnlde en el .d ct· . . ere a una
un nün1ero. sentt o or inano y que se expresa con independiente de la amplitud (sonoridad). Para una discusión actualizada
sobre la DAP véase Zwicker y Fastl (1990).
de _sensibilidad del mecanismo de percepción de altura . . .·.
pa1a los ca1nb1os de frecuencia o ca .d d d pnma11"1 Desde la aparición de la psicofísica, los psicólogos se sintieron tentados
depende de la la d e de frecuencia, a considerar el mínimo cambio perceptible en la sensación, causado por
d - . ' ' ( urac1on e tono en cuesti, una DAP del estímulo, como la unidad natural con la cual medir la
- y e cuan repc11tn10 es el can1bio de frecuenci V· , on
a persona; e.s función de la preparación music:i dfla de persona 1nagnitud psicofísica correspondiente. Por ejemplo, el mínimo cambio
depende considerable111ente del n1étodo d ,desafortunada1nente, perceptible en la altura ha sido usado para construir una «escala subjetiva
2.9 inue.stra la DAP f· f· . e n1e ic1on empleado. La Fig. de alturas» (Stevens, Volkmann y Newmann, 1937). Sin embargo, como
{e 1ecuenc1a pro111edio para to11os s1mp.· les d e
veremos más adelante, en parte porque la octava ha asumido decisivamente
"' ese rol de intervalo «natural» de la altura y en parte porque todas las escala.;;
musicales se desarrollaron con absoluta independencia de los intentos de
establecer una escala subjetiva de alturas, esta última no ha encontrado una
aplicación directa en música (véase, sin ernbargo, Sec. 5.4).
En resumen, de acuerdo con la descripción dada en esta sección, la función
primaria del oído interno (cóclea) es convertir un patrón de vibración en el
tiempo (el del tímpano) en un patrón de vibración en el espacio (a lo largo
de la rnembrana basilar ), y transformar a su vez a este último en un patrón
espacia] de actividad nerviosa. La descripción teórica de este mecanismo
se conoce como teoría auditiva de localización [«place theory of hearing»],
o teoría de altura espectral. Nos referiremos frecuentemente a ella, y veremos
que es una teoría buena, aunque incompleta.

2.4 Superposición de tonos simples:


batidos de primer orden y la banda crítica
Antes dijimos que tonos simples aíslados suenan muy aburridos. Las cosas
cobran un poco más de vida cuando superponemos dos tonos puros,
haciéndolos sonar juntos. En esta sección analizaremos las características
2:9 . Diferencia apenas pcrce1rible (D ) , · .• , ,
11 lineales) en para un tono puro de
fundamentales que presenta la superposición de dos tonos puros. Esto
fwcuenna (segun Zwickcr Flolto
''
SI ando una sena] lentamente moduhda en
r1J Y evens, 1957). '
nos llevará a conceptos fundamentales de la física de la música y de la
psicoacústica.
2-4 Superposición de tonos simples: batidos de primer orden y !a b<1nda crítica 39
38 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura

Hay dos clases de efectos que resultan de una superposición,


dependiendo de dónde son procesados en el sistema auditivo del oyente.
Si el procesamiento es niecánico, ocurriendo en el fluído coclear y a lo
· largo de la membrana basilar, los llamaremos «efectos de superposición
de primer orden», principalmente porque son claramente distinguibles y
fácihnente accesibles a la experimentación psicoacústica. Los efectos de
superposición de «Segundo orden» son el resultado del procesamiento
son más difíciles de detectar, describir y medir en forma
inequívoca. En esta sección trataremos efectos de primer orden solamente.
Analicemos primero el significado físico de «Superposición sonora». 's
El tímpano se mueve hacia adentro y afuera comandado por las variaciones Figura 2. l I Superposición de dos sinusoidales de períodos levemente
de presión del aire en el canal auditivo. Si se le ordena oscilar con un diferentes, i: y '! 2• correspondientes a !<1s frccuenc1as.f1 Y Ír
1
movimiento armónico puro de frecuencia y amplitud determinadas, lo
que escuchamos es un tono simple de cierta altura y sonoridad. Si ahora
dos tonos simples de diferentes características suenan juntos (por ejemplo con una a1nplitud que es la sun1a de las amplitudes de las dos vibraci_ones
escuchando dos fuentes sonoras independientes al mismo tiempo) el componentes. Si las dos oscilaciones 1'.i 1n1sma
tímpano reacciona como si estuviera ejecutando dos órdenes indepen- frecuencia, tienen diferente fase, su superpos1c1on scgull'a siendo. un
dientes al mismo tiempo: una para cada tono puro. El movimiento 1
novímiento annónico simple con la rnis1na frecuencia , pero su an111htud
resultante es 1a suma de los 1novimíentos individuales que ocurrirían si no será 1nás la suma de las amplitudes componentes. En el caso parocular
cada sonido estuviera solo, sin el otro. No solo el tímpano se comporta de de que las atnplitudes de las iguales Y su
esta manera, sino también el medio y todos los componentes vibrantes diferencia de fase <p sea 180", a1nbas osc1lac1oncs se anularan n1ut11;u11e.1.1tc
(esto, sin embargo, deja de ser cierto cuando las amplitudes son n1uy y no se escuchará sonido alguno. Esto se Uan1a inter:fcrcncia rfesrructrva
grandes). Este efecto se llama superposición. lineal de dos vibraciones, y tiene un rol en la acústica de salas. En sun1a, dos tonos puros de
expresión técnica que significa «Coexistencia pacífica>}: una vibración no igual frecuencia alcanzan el tí1npano, perc1b11nos s.olo 1t11 tont: de
perturba los asuntos de la otra, y la superposición resultante simplemente detenninada frecuencia (correspondiente a la frecuencia de los sonidos
sigue los dictados de cada componente en forma simultánea. En una co1nponentes) y sonoridad (controlada por las ainplitudcs de los tonos
superposición n.o lineal el dictado de uno de los componentes dependerá superpuestos y su diferencia de fase). . .
de lo que el otro componente tiene que decir y viceversa. Considere1nos ahora la superposición de dos tonos snnples de la nus;11a
Empecemos nuestra discusión con el análisis de la superposición de aniplitud pero de frecuencias leve1ncnte df{ercntes , f¡ Y f2 : ; :; ft + Al La
dos movimientos armónicos simples de igual frecuencia e igual fase cilferencia de frecuencia óf tiene un valor pequefio. Supong.an1os que es
(diferencia de fase cero, Sec. 2.2). Puede demostrarse gráficamente (Fig. positivo, de n1<:mera que el tono correspondiente a f2 será un poco agudo
2.1 O) y también de manera analítica que en este caso obtenemos un qne el con-espondiente af1. El patrón vibratorio del túnpano dado por
movimiento armónico simple de igual frecuencia y de igual fase, pero Ja suma de los patrones de cada tono co1nponcnte (Fig. 2.11 ). bl
Ja supe11Josición (curva gn1esa) es una oscilación de periodo Y
y
intennedia entrc.f¡ y ¡ 2 , y de una amplitnd lentaniente n1odulada. OLse.rvesc
A""A +A
1 2 en esta fit,'11fa el cainbio gradual en la diferencia de fase entre los dos tonos
A, con1ponentes Yl e y 2 : exnpiezan en fase (diferencia de fase Oº, con10 ci:
la
Fig. 2.10) en el instante t ==O, luego )'2 e1npieza a llev.a: la en
O
hasta que ambos están completan1ente fuera de fase de la;.;c .180 )
en el instante con·espondiente a C. La diferencia de fase s1guc creciendo
hasta que alcanza 360"= ü° en el instante 'LB. Este lento y continuo cainbio de
fase es el que da lugar a la amplitud variable de la oscilación resultante: lns
curvas punteadas en la Fig. 2.1 t representan la envnlven.te de a111pfit11d de la
vibración resultante (véase tatnbién Fig. 2.17 (A)).
Figura 2.10 Superposición de dos vibraciones sinusoidaleE de igual fase e igual frecuencia.
2.4 Superposición de tonos simples: batidos de primer orden y Ja banda crítica 41
40 2. Vibrnciones sonoras, tonos puros y percepción de altura

¿Cuál es Ja sensación sonora resultante en este caso? Antes que nada, batidos. Si ¡ IIega a ser igual af¡, los batidos desaparecen por completo:
2
téngase claro que el tín1pano seguirá Ja oscilación indicada por Ja curva los dos tonos componentes suenan al unísono.
gruesa en la Fig. 2. ! 1. El tímpano «no sabe» ni «le iinporta» que este Resumamos las sensaciones evocadas por la superposición de dos tonos
patrón es en realidad el resultado de Ia su1na de otros dos; tiene solo un simples de igual amplitud y de frecuencias Íl Y /2 = Í!. + ó.f •
patrón vibratorio de <u11plitud catnbiante. Algo notable ocurre en el fluido respectivamente. Con ese fin, supongamos que mantenemos ÍI ÍIJª Y que
coclear: este patrón vibratorio en la ventana oval, relativamente complicado incrementamos lenta1nente/2 desde/1 (desde el unísono, b./-z:.O) a
pero úní1.:o, origina dos zonas de resonancia de la membrana basilar. Si lo nuí.s altos. (Nada cambiaría, cualitativamente en lo que vamos a descnblf,
difcrl!nciu de frecuencia b.f de los dos tonos co1nponentes es lo si en lugar de au1nentar los valores de /2, los bajáramos.) Cuando están
s1!/Ú'ien/l'1JJe11ie grande, existirá suficiente separación entre las dos zonas al unísono, percibimos un solo tono cuya altura corresponde a ft Y cuya
de resonancia correspondientes; cada una oscilará con la frecuencia que sonoridad dependerá de la particular diferencia de fase entre los dos tonos
corresponda al tono correspondiente (curvas finas en Fig. 2.11) y lo que simples. Si incrementamos levemente la frecuencia /2,
escuclu1111os serán dos tonos separados, de sonoridad constante, con percibiendo un solo tono, pero de una altura levemente 1nas alta que
5
alturas que corresponderán a cada uno de los tonos originales. Esla corresponde a la frecuencia promedio!= /1 + 1'3.(12 (2.2) . La
propiedad de la cóclea de separar un patrón vibratorio co1np1ejo, causado de este tono oscilará, 'batirá», con una frecuencia óf(2.3). La frecuencia
por una superposición de tonos, en los tonos sín1ples originales, se llan1a de batido se incrementa a medida que /2 se aleja de /1 de
discrirninacián de frecuencia. Es un proceso n1ecánico, controlado por Mientras que D./ sea menor que 10 Hz los battdos
las propiedades hidrodinámicas y elásticas de los componentes del oído son percibidos claramente. Cuando la frecuencia de batido excede,
interno. Por otra pa11e, si la diferencia de frecuencia 6.f es 111enor que digamos, Jos 15 Hz, la sensación de batidos desaparece, dando luga_r a
cierra C(/flfídad , las zonas de resonancia se superponen y lo que una característica rLtgosidad o cualidad desagradable de la sensación
esc11(·/u11nos será 1111 solo tono de altura intennedia y sonoridad rnodulada resultante. Cuando b.f supera el así llamado límite de discrinúnación de
o «batie11fl">. En este caso, la zona de resonancia d.e la inembrana basilar j"recuencia b.fo (que no debe ser co_nfundido el
que resulta de la superposición, sigue un patrón de vibración esencialmente de frecuencia o DAP de frecuencia , de la Ftg. 2.9), d1st1ngu1mos de
idCntico al del tín1pano (curvn gruesa en Fig. 2.1 l). La n1odulación en repente dos separados, cuyas alturas corresponden af·l Í2· En ese
a1nphtud dcl pairón vibratorio (envolvente mostrada con líneas punteadas momento las dos zonas de resonancia de Ja membrana basilar se han
en la Fig. 2.11) es la que causa la 1nodulación en la sonoridad percibida. separado lo suficiente como para dar dos señales distintas de. . altura .. Sin
Lla1nan1<Js a este fenón1eno «batidos de primer orden::->. Estos son los embargo, en ese límite, la sensación de rugosidad todav1a persiste,
batidos ürdinarios, bien 1:onocidos por todo músico. La frecuencia del especialmente en el rango de alturas más graves. Solo después de
patrón vibratorio resultante de la superposición de dos tonos de frecuencias sobrepasar u na diferencia de frecuencias aun mayor , llamada.banda
1nuy cercanas fJ y ./j.es igual al valor promedio: crítica, la sensación de n1gosidad desaparece, y los dos tonos
suenan puros y placenteros. Esta transición de a
f = J; +Ji = f +-41_ (2.2) es en realidad más gradual; la banda crítica, tal como la hemos definido
2 J 2
aquí, solo representa la diferencia de frecuencias aproxirnada en la que
esta transición tiene lugar.
El intervalo de ticrnpo i:B (Fig. 2. l 1), al cabo del cual la amplitud Todos estos resultados son fáciles de verificar usando dos (<generadores
resultante alcanza el valor inicial, se lla111a período de batido. La frecuencia sinusoidales» electrónicos de frecuencia variable, combinando sus salidas
de hatidoJB = l/TB (nún1cro de ctgnbios.de amplitud por segundo) está y escuchando en forma monoaural el resulta?º través de auriculares.
dada por la diferencia -
También pueden verificarse, por lo menos cuahtat1vamente, con dos flautas
/ÍJ = f, f, =AJ (2.3) que suenan sünultáneamente en el registro agudo, ejecutadas por expert?s.
Mientras un flautista mantiene una nota fija (sosteniendo la altura bien
No importa que 12 sea 1nayor qne f1 o viceversa. Los batidos serán
percibidos en cualquiera de los dos casos y Ja frecuencia estará siempre
·Cómo verificamos que Ja sensación de altura del sonido resultante corresponde
dada por la diferencia de frecuencias de los tonos componentes (la relación ri1 sonido de frecuencia f + !!.f!2? Esto se hace con de apareamiento tle
2.3 debe ser ton1ada en valor absoluto, es decir, siempre positiva). Cuanto 1
(l/tura tonal ('pitch matching'): se le al sujeto al_ternattvamente tono de
más próxilnas sean las frecuencias /i y fi , tanto más «lentos» serán los referencia cuya altura es controlable y s_e le pide que '·ª frecuencia de este
último hasta que sienta que su altura «es igual» a la del somdo ongma!.
42
2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de alh1ra
. de tonos s1mp
l.4 Superposición . 1es.. b 3fdos
1 ' de primer orden y la bandíl crítica 43
Frecuencia de !a
Sensación Tonal
Banda Crítica /

I "' /
/
Límites de la \ Tono f /
Discriminación ! 2
800 /
¡ ! (Frecuencia Variable)
/
700 /
¡ unUncoTuno 1 f +f

---i-L 11 =71 ....... 600

j n . . . .l r
¡
JI (Frecuencia Fija)
-- 500 +-------+--·
/¡ . Rugosidad !
·g
a• 400
!... r- 8 a""""'! J·
---
J'
TOH:i:
J ", / 1 J /' I u•ro 300
¡
1
'V1 rtl,
1
1 . Frecuencia de
Batido
·g
o 1
-lit
1 1 1 l
"
.!;
a
200

Dlferericia de Frecuencias 100

5000 Hr
Frecuencia Central
Figura 2.12 Representación esquemática de la frecuencia (líneas gruesas) que corresponde
a las sensaciones tonales producidas por la superposición de dos tonos puros de frecuencias
cercanas¡; y Ji
= .{¡ + iif.
, . ó/ (s -11 Zwickcr, Flottnrp y Slcvcns, J!J57) .Y
Firura 2.13 Ancho de )j,c¡_¡ · '!!1'p ) como función de la !iccuenna
"' . · · ., • mu¡,. 1om, 1964 · · ·-
JíJUÜe de d1sCfltTIJnac10n de freCUCnC '¡"(PI_ I ·) $o lTill"Strnn ll'lrfl cmnpar;inon, l<lS
- 1 d d0 s t nos (esca as mea es . , " "' ' · '
central de un es!tmu o .e º. ' d·
diferencias de frecuenctas correspon ie a
'
tres inlcrva!l)s musicales.
fija), el otro toca la misma nota escrita pero desafinándola (alejando o
acercando gradualmente la embocadura). Cuestiones tales como batidos,
. otros fenómenos psicoacústicos, y hay otros n1odos nüis
rugosidad y discriminación tonal pueden ser exploradas con relativa facilidad. relacionada con . . l (S , -:; 4 ) La finura 2.13 inucstríl
La figura 2.12 describe en forma comprensiva (no en escala) los resultados precisos de defi111rla .1:1endte, . . - l 964) y de la
d .· d 1 discrnn1nac1on e .t u1 a .1 LJ ' .
arriba mencionados. Las líneas gruesas representan las frecuencias de los la depen e . ker Flottorp y Stevens, I 957) con la frecuencia
tonos (o la de los batidos) quereabnente se perciben. El tono.f1 es el de la bandacrfttcaD.JCB w1c ' tes dato ilustrativo, las diferenciíls
frecuencia fija; f2 corresponde al tono cuya frecuencia se modifica central de tonos componedn , . los intervalos n1usicalcs Je scnlitono,
d f ecuenc1a que correspon en a · l
gradualmente_ (aumentándola o decreciéndola ). El tono «fusionado» e r y tercera meno1. esta'n i·ndicadas con líneas punteadas. Por e.1c1np· o,
tono
corresponde a la sensación de tono único (de frecuencia intermedia)
. add los 2000 Hz, dos tonos deben estar separados un 11111111110
percibido cuando.fz está dentro del límite de discriminacíón de frecuencias en d '.100 I-Iz ¡1ara que suenen
d la2 vecind
oº e . . . d
H ara que puedan ser d1scnm1na os Y e - . ., , ..
de Ji. Obsérvese la extensión de la banda crítica a uno u otro lado del e . zp d 1 lí ºte de discrinunac1011 de .iltlHd
unísono (!if =O). Debemos enfatizar nuevamente que esta transición de la suaves. Es notable el h?cho_ el qduee 6 y que en an1bos cxtren1os
5 rande que un intet va o · ,
rugosidad a la suavidad no es del todo repentina, co1no uno podría tna g . muy altas o ITIU)' baJ·
seafrecuencias
de ' as' ' llega a ser incluso n1ayor que un
interpretar a partir de la Fig. 2.12, sino más bien gradual. Un tratamiento
más detallado y riguroso está dado en el libro de Zwicker y Fastl (1990).
, icos· ·ellos dirán qlle pueden muy
Los límites para la discriminación de frecuencias y para la banda crítica fiE,<;to quizás sea una sorpresa para tnus '· 1 da. menor tocid<i con
dependen fuertemente de la frecuencia promedio (f1 y f2) / 2 de los dos bien los dos sonidos compt:ne!1tes ele una slel gduo1; m' ost;·ados en,la figura 2.13 solo son
. ·, la 51 0111cnte: os res u a ,, · · -¡ . ·
musicales! La , d , .dos que suenan de manl'ra ori111., con
tonos (Uamada frecuencia central del estímulo de dos tonos). Por otra válidos pma superpos1c10nes e s_om - · isi "ll se toca con nws1c<ilcs
parte, son independientes de la amplitud, pero pueden variar intensidad constante. Cuando un mt:rva 10 e1'tiempo en forma uniforme Y además
considerablemente de individuo a individuo. La banda crítica está i·eales, Jos no son dan cl<ives al
aparece un
auditivo, lasefecto
cualesestereofo!llC-O.
son eficientemente·lit\T·. ' ' la discriminnnon de los sonidos.
iz,a das p<irn
-f4 2. Vibrnciones sonoras, tonos puros y percepción de altura

tono . ()bsérvesc tan1bién la iinportante circunstancia de .. 2.4 Superposición de tonos simples: batidos de primer orden y la banda critica 45
agudas, la banda crítica cae entre la et cornbinación suena suave en todo momento) En cuanto volvemos a
co1 tespond1ente a un tono (intervalo consider d d.. recuenc1as
cnne · d. a o « isonante>>) y Ja escuchar en forma monoaural, los batidos o la rugosidad vuelven. Por
- iente a una tercera menor (interv·1lo cons .d d supuesto, lo que ocurre en el caso dicótico, es que hay solo una región
:s decir extiende por encüna de un o );
activada en cada membrana basilar, sin posibilidad alguna de superposicíón
bajas hay una importante desviaci, . , _n de
lrecuencias y ¡.1 b· l , .'.. on. I,1 d1scnm1nac1on de de señales en la cóclea&; de aquí que no haya batidos ni rugosidad.
, . . '- ant ,_1 cut1ca exceden la tercera menor (incl . , El lector puede ahora preguntarse: si la activídad generada en la membrana
m._tyor). Este es el n1otivo por el cual las terceras "O .. una tercerd
el donlinio de las alturas graves. • e gene1.1 no se usan en basilar por un tono simple, de una única frecuencia, está espacialmente
«esparcida», cubriendo un rango finito determinado Ar a lo largo de la
Con1párcselnFig.2.13conlaFi .2.9:ell' . , ·. . . . . ,
de frecuenci·is ti,¡· e,. 1. d d d g . ttrute pard la d1scrnn1nacion membrana, ¿cómo es que llegamos a escuchar solo una altura, y no una
'· · lJ s ª ie e or e treinta veces ITI'is gr d D banda extensa de alturas que corresponden a todos los sensores que han
para la resolt1ci6n de frecnencia. En otras . ·, ' , an e que 1a AP
carnbios de frecuenci·i 1110 )' pe _ pode1nos detectar sido activados dentro de Í,lX? Lamentablemente, debemos postergar la
• quenas en un tono sirnpl · 1 d respuesta a secciones ulteriores (por ej. la 3.6). Solo adclantaremOs aquí
necesaria una diferencia de ti·e ., . e rus a o, pero es
cuencta apreciable entre dos to , que existe un proceso de «agudizwniento» en el cual la actividad recolectada
que suenen para que poda d.,_. . . nos puros
sep;.iradainente. ! mos 1sttnguulos entre sí, a lo largo de toda la región Í,lX de la membrana es «focalizada» en un número
mucho menor de neuronas que responden al estímulo.
_¿Qué. iinplican estos resultados para una teoría de I· d .. , ')
ex1stcnc1a de u11 línlite finito par·t la di.ser· . ., d a au icton. La El fenómeno de los batidos tiene un rol importante en música. Cuando
. '- ' ' 1rrunac1on e tonos es · d. · éstos ocurren, son procesados por el cerebro, dando lugar a sensaciones
e1_e que la regrá11 activada sobre la n1e111brana basilar por 11 t
que pueden ir desde lo desagradable o irritante hasta lo placentero y
'.1c11e una e.rte11sid11 espacial finita, Efectiva1nen " n e
idealinente «estrecha}) do . t . . . te, si esta reg1on tuera sosegado, según la frecuencia de batido y las circunstancias musicales en
, s ono.s superpuestos siempre s , .b .d que aparecen. El característico y molesto sonido de un instrumento
co1no dos tunos separulos sr·n 1. . .< _ enan perc1 i os
d , ' ,, n1poltar CUdn pequena se . . desafinado con respecto a su acompañamiento se debe a los batidos. El
de f .- )'. ninguna sensación sonido feo de una mediocre orquesta de cuerdas se debe, en parte, a los
,'1 se.1:sac1on de rugosidad persista aún más allá del l' .t do batidos, y el sonido «cómico>} de un piano de salón está causado por
e 1sc1 lfllJ11ac1on es un indicio de e ue la. d . . 1m1 e e
st1perpo1ie11 o interacttían en cierto pos l os se pares o ternas de cuerdas deliberadamente desafinadas entre sí en los
la di fe rene ia. ele Frecuencias o basta que se alcanza registros medio y superior. El hecho de que los batidos desaparezcan por
experiinento escl·treced<>r es el .'· . , ª1 Pº'..ª anda crítica. Un completo cuando dos tonos tienen exactamente la misma frecuencia (fi :e::
"
Jos tonos rk: frecuencias/ y .
'· stgu1ente· a rec1b ·
d . · ll
r ,·
r, tcoflcan1ente los f2) tiene un rol práctico para la afinación de instrumentos. Si queremos
, . ' 1 12 , es ecir, escuchando cada uno de 11 que la frecuencia de un tono dado sea exactamente igual a la de otro
1
por un o1c L) diferente, !a sensación primaria de IY\tido d : os
desaparece corrip!et'llnente. ambo, t d ' . o e n1gos1dad establecido como estándar (por ej. la del diapasón), podemos hacerlo
• · ,, s onos pue en ser discriminado escuchando los batidos y «ajustando» la frecuencia hasta que los batidos
cuan d o l a díferencia entre ':iUs frec1Je . , , , , . ' s aun
· nc1as este por debajo de ó.JD iY la hayan desaparecido completamente.9
La banda crít\ca también tiene un importante rol en la percepción
lLJ , _. n1usical. En secciones posteríores discutiremos este concepto con más
u e.xP.éllmento u¡uivalente simple u dGrl , . ._ .
«d1:;n11rn11ación» ¡Hiede se•· ,.,, 1,.·a<lo .q e nt_e<lostFa.Ja d1tere11c1a elltrc «resolución» y detalle. Por ahora diremos solamente que la banda crítica representa una
· ¡ <l ' " L ¡_;on e 1sent1 del r . p·<l .
]lle es.u antebrazo cou un H¡li"t Ú" 1 , . auo. 1 a a a!gmen que toque ta
·, . ¡ . ' .__, 1ucna ptmta (1urante un ·
11ste1 11uni haci"o 0110 ludo. Lue , , , • .
<l
o, en un punto dado,
especie de «unidad colectora e integradora de información « sobre la
0
p.it!lat_mamente desplazadas. Se re_p_ita este proceso posiciones inen1brana ba<;ilar. El hecho experimental de que la extensión en frecuencia
que usted pueda decir que la posición don ! , 1
par:a !a loca!1/..-Ución de lltl'l sencae,· 0-, 1, ,. t e se o ' 1
pero finita, antes de
ha cambiado; esto es la DAP
ó.JCB de la banda crítica es má.'> o menos independiente de la amplitud o
, - ' · " i. ac 11 , o «resolución t" ·t"J Ah ·
que use <l os lapices y determine t:uán le.os deben
1
1
. ai.:_ "· ora pida a la personn
que1Js!<.:dt:rnp11.."<:e11 identificar dos M entre_ si !os puntos de contacto para
1
pa10: la «d1scnminació11 t:ktib, que re,su!ta Esta es ladist¡mcia mínima
equivalente entre experiencias táctiles audit'v· r mayor que la DAP El x HaY, sin embargo, superposición de señales neurales en las etapas superiores del
desde el punto de vista de !a evolucicl.1 bio i, de! todo la membrana basilar, procesamiento auditivo, que originan los. efectos de «segundo orden», que serán
miasensibilidaJ táctil enonnemente es un trozo de te11do epitelial (piel) con considerados en las secciones 2.6 y 2.9.
por von Ilékésy (1960) en magnífico, a. mialogfa ha usada profusamente 9
En este capítulo hemos analizado los batidos que se originan solo entre sonidos simples.
s penmemos que le rnerecreron el Premio Nobel.
Como veremos más adelante, los batidos también aparecen de un 1nodo similar entre los.
sonidos cmnpuestos de los instrumentos musicales reales.
r'
2.5 Otros efectos de prímer orden: sonidos resul!antes Y armónicos ¡rnrnlcs
47
46 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura
en la superposición de dos tonos sin1ples, pero esta la
sonoridad del estímulo es un fuerte indicio de que debe estar relacionada sonoridad considerablemente, y barriendo la frecuenc1r1.f2 lenta1ncntc
con alguna propiedad inherente del órgano sensorial sobre la membrana arriba y para abajo entre el unísono/¡ y la octavn 2f1. Prcsten1os e.spec1a\
basilar, más que con la forma de onda en el fluido coclear. En realidad, si atención a las sensaciones de altura que surgen. Por supuesto, 011nos el
uno convierte el intervalo de frecuencias 4fcB mostrado en la Fig. 2.13 tono de altura constante que corresponde a la frecuencia f¡, así cotno
en una extensión espacial a lo largo de ]a membrana basilar usru1do Ja tono variablej . Pero ade1nás de éstos se distlnguc clara1nentc la_ presencia
Fig. 2.8, se obtiene un valor casi constante de alrededor de 1,2 mm para la 2
de uno 0 n1ás tonos de alturas tnás bajas que barren para arnba ? para
banda crítica. Un resultado aún más significativo es el siguiente: la banda abajo, según cótno variemos .f2· En purticular, cuanc'.o ./2
c1itica resulta corresponder a una extensión que abarca un número ale]ándose defi, escuchamos un-to_no de altura que".'ª partiendo
aproximadamente constante de 1300 células receptoras (de un total desde lo muy profundo. Cña:ndo !:le varía .12 en dircccion
aproximado de 16000 sobre la membrana) (Zwislocki, 1965), indepen- etnpezando desde la octava.f2 = también un sonido
dientemente la particular frecuencia central (es 4ecir, posición sobre altura va subiendo y que parte desde lo muy protnndo. Y prestando aun
¡ la me1nbrana) involucrada. más atención, 1nás de un sonido grave puede ser escuchado al
Un estímulo sonoro cotnplejo (por ej. dos tonos simples) cuyos
l' componentes tienen frecuencias comprendidas dentro de una banda crítica,
tieinpo. Estos, que no existen en absolnto en el estín1u!o sonoro onginal,

1 causa una sensación subjetiva (rugosidad en nuestro ejemplo) que


normalmente es muy diferente de aquella cuando la extensión de
se llatnan sonidos resultantes.
El sonido resultante n1ás fácihnente identificable, para 1H1 nivel alto de
,, '
'..
frecuencias excede la banda crítica (suavidad en el ejen1plo de los dos
intensidad de los tonos originales, es aquel cnya frecuencia está dada por
'
.l.

la diferencia de las frecuenclas con1ponentcs


tonos). Esto vale para una variedad de fenómenos. La banda crítica asume
un importante rol en la percepción de la cualidad del sonido (Sec. 4.8) y (2.4)
echa las bases para una teoría de consonancia y disonancia de intervalos
1 musicales (Sec. 5.2). Este tmnbién se llama sonido dU'ercncial. Obsérvese que para valores_ de
1
íl f nn1y cercanos afi, fCl no es otra cosa fJUC la frecuencia de
lm
¡,fo (i.3). fi debe ser por lo menos unos 20 o?º parn ser pc1:c1b1do
¡i 2.5 Otros efectos de primer orden: sonidos resultantes y conio
1tono.A nedida quej sube, .fCJ ta1nb1cn se
1 2 Cnanf,!o
annónicos aurales f eslá a una octava por encima dcf¡, resulta/(:¡ = :2.!1 -/¡ t; es decir,
ti el2 sonido diferencial coincide con el con1ponente 1nns ba.10._f ¡. Cuando el

!h'•.i··
1
,,·1·1 liasta ahora hemos analizado los efectos de superposición de dos tonos
simples cuyas frecuencias son próximas entre sí (Fig. 2.12) ¿Qué ocurre
co1npone1lte J2 está a 1nítad de carnino entre fI .Y 2,f¡. -·.es de_cir, .(2 = f¡
(un intervalo rnusical llamado quinto) - el sonido chtcrenc1al tiene un¡1
frecuencia fci == 3/2.ft - ft = 1/2 .f¡ que .ª 11na :ilt11r:i que
]! nuestras sensaciones cuando la frecuencia del tpno que varía ¡ 2 se
incrementa más allá de la banda crítica, mientrasf1 sen1antiene constante? suena una octava debajo de aquélla corresponchcntc a ./¡.
11 Los efectos resultantes pueden ser clasificados en dos categorías, según Los otros dos soníd.os resultantes que son 111ús fúcilcs de
su origen esté en el oído o en el sistema nervioso. En esta sección nos (Ploinp, 1965), incluso a niveles bajos de í111c11sidr/(l de los sonidos
ocuparemos de un fenómeno perteneciente a la primera categoría: la originales, corresponden a las frecuencias
percepción de los sonidos resultantes. Estos tonos son sensaciones ('.' )]
adicionales de altura que aparecen cuando dos tonos puros de frecuencias fc.i = 2r1 -h (1.61
.f1 y !2 suenan juntos; se perciben tanto rnás fácilmente cuanto más alta Ic3 = 3/¡ - 212
sea su sonoridad. Estas sensaciones adicionales de altura corresponden a
frecuencias que difieren considerablemente de/¡ y de f2, lo cual puede Anibos sonidos, y ÍC'3, decrecen en altura increnienta
comprobarse fácilmente con experimentos de 'apareamiento de altura desde el unísono hacia la quinta, y se escuchan con n1as cuando
tonal' y de cancelación de altura (Goldstein, 1970). Estas frecuencias no ¡ está aproxin1ada1nente entre l, lf1 y J . Cl:ando la de !,os.
2
sonidos originales es alta, estos tonos d1fercnc1ales tan1b1en pueden sc1
están presentes en el estbnulo sonoro original y aparecen como resultado
de la así llamada distorsión no lineal de la señal acústica en el oído. percibidos como tonos graves, cerca de la octava de la
Repitamos el experimento correspondiente a la Fig. 2.12, que consiste rcspectivatnente. Nótese que los sonidos ./(:2 y J tienen la 1111;-;uia
48 1. Vibrnciones sonoras, tonos puros y percepción de altura 2.5 Otros efectos de primer orden: sonidos resultantes y armónicos aurn\es 49
Frecuencia de Ja
SensaciónTOnal
combinaciones lineales del tipof'.¡ · ft, 2f¡ -h. 3f¡ · 2f2.h + f¡, 2h + f¡,
Tonof2 etc. Experin1entos posteriores (Smoorenburg, 1972) indican, sin embargo,
(Frecuencia Variable) que el sonído diferencial (2.4) y los otros dos sonidos resultantes (2.5,
2.6) deben originarse en mecanismos cocleares diferentes. El umbral de
d, intensidad para la generación del primero es considerablemente más alto
2 l
que el de los últí1nos, y relativan1ente independiente de la razón de
frecuencias 12/ft .Por otra parte , Ja intensidad de los últimos aumenta a
Tonof, tnedida quef2!f1 se aproxiina a la uniclact. 1 º
'• {Frecuencia Fija) Es interesante observar, que a causa de la distorsión no lineal, incluso
'
1 un único tono de frecuencia /1 puede originar sensaciones de altura
'f.-- Sonido Diferencial adicionales, si se produce con grnn sonoridad. Estos tonos adiciünales,
¡ f "'"f - f
1 Cl 2 1 llamados arn1ónicos aurales, corresponden a frecuencias que son n1últiplos
1
enteros de la frecuencia original: 2ft, 3/¡, 4f¡, etc.
' fC2"' 2fl -
...v-¡ f2 Aunque para realizar los experimentos pertenecientes a esta sección lo
1 ideal sería contar con generadores electrónicos, es posible, al menos
Frecuencia del
f
l 211
Tono Variable cualitativan1ente, explorar los sonidos resultantes y los arn1ónicos aurales
§' usando instrun1cntos tnusicales capaces de emitir tonos estáticos a alto
¡;>
iii nivel de intensidad. Tal vez el «instnunento» más adecuado para este
6 w propósito sea un silbato de perro cuya altura (aguda) pueda ser variada.
2._l·.1. Prc:cuencias <le Jos sonídos resultantes . - . Un simple experirnento casero sobre sonidos resultantes puede ser hecho
supe1pos11.'.1n11 de dos tonos rf, f). Líneas ". . ,. (c1' !cF Íc;i' pro<luc1<los ror una
resu!tamcs se dctec1a11 con "'1uesas. rangos en Jos niales !os sonidos soplando al 1nismo tien1po dos de tales silbatos - uno a altura constante,
el otro barriendo la frecuencia de tal manera que se aleje y se acerque al
unísono - y escuchando las sensaciones de altura que surgen en el ámbito
frecuencia ( : : : j /?¡· ) . . , . . .
. -: l tll<lnuo 17 esta en la quinta 3/2/ E l· p· grave. Los sonidos resultantes no tienen un rol importante en la música,
re,sun11111os las sensaciones auditiva•· de p. . '-ct. l·. ,1 ig. 2.14 pues para que aparezcan se necesitan nivelCs de intensidad relativamente
.. ., nn1e1 01 en onoinadas l'
de_dus sonid?s sünples de frecuencia¡ y L'a Fi ª altos. Cuando se escucha música de rock a los usuales niveles de exagerada
es ot1<1 cosa que una vista «con lupa» de lo JU. l , 2 g. .12 sonoridad (dañosos fisiológicamente), especialmente por auriculares,
1'1·ec11e ncia
. ¡· / · d a lene laocutTe cuando (·i
. . · _,".I_, est:i on1y cerca• ele' .f J (·'.
.uea gnsa Fig ? 14) L ', ¡sonidos resultantes sin duda aparecen copiosamente!
po1c1ones de los sonidos resultantes indic·1das co tl" , . -· . as
. 11 - ,, . '· n dZo 1nas grueso soii
.tque as Illas tac1Jes de percibir (la ext , . - . 1d ,. ,
.e, . enston lea epende de la 1ntensídad)
on10 se esta.» sensaciones de tonos adicio1r1les'J C l.
sen.alan10.s arnba, 110 están presentes en la vibración ori iJ: . o
Tonos Originales
- - - . Toque

realizados con aninntles


os so1udos resultantes no están presentes ni siq .
nc1.ts le 1
entrada de cóclea (1nernbrana de.. ÍU venhina oval Ficr ? 6)·u1era a.ª
parte, nied1c1ones directas de los itnpulsos por ot1a o,. ,J.,t :
revelan que efcctiv·uuent-' /
, .· . .. '
. . . ( o s e1n, 1970)
e iay tegiones activadas sobre la rne b .,
Sonido Dlferencial
(altura aproximada) o•º ..,._ Escuche

etn pos1c1ones co1Tespoudientes a las frecuencias de los


- • n cs. e cree que ési-05 -0 •. .. d 12 - f 1
«no linea!>, de la d, s ..en la por una distorsión
. ._ 1; onua ptln1,.u1a que actua co ,/ ¡ Figura 2.15 Sonidos diferenciales percibidos (pentagrama inferior) cuando se i:ocan las
se puede de1nostrar inate1nática1nente '- superposiciones de dos tonos indicadas en el pentagrama superior (¡fuerte!)
osc1lac1ones annónicas (sinusoid·1Ies) de ¡· ¡· t . ¡· 1 . dos
, . , ' '- r eren es recuenctas ¡ y 1·
a lraves un transductor de respuesta distorsionada ( r 1) 1?
salida contendra, adcn1ás <le las frecuencias originales Ji ia: wNo se conocen aún claramente las razones de estas diferencias; tampoco se sabe por qué
las combinaciones f 1 + / 2 , 2f¡ + f 2 ,etc. no aparecen c01no sensaciones sonoras.

' / ¡-
¿__:e:;_)
51
50 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura 2.6 Efectos de segundo orden: batidos de consonancias desafinadas

Sonidos resultantes «falsos» pueden ser fácilmente generados en V


órganos electrónicos, amplificadores y parlantes de baja calidad. En estos
casos, es una distorsión no lineal en el circuito electrónico y en el sistema
Di!emncia
mecánico de los parlantes, la que crea estas frecuencias parasitarias. En de !ase: Oº
particular, el tono diferencial puede ser producido y percibido con claridad
con un órgano electrónico: suba el volumen, use registros de flauta de 8'
y toque para atrás y para adelante la secuencía mostrada en el pentagrama
superior de la Fig. 2.15, mientras intenta escuchar los tonos indicados en
el pentagrama inferior.
Algunos de estos sonidos diferenciales aparecen «desafinados» debido D\!erenr.ia
al sistema de afinación del instrumento, basado en el te1nperamento igual de fase:

( Sec. 5.3). Debemos enfatízar nuevatnente que lo que se escucha en este


experímento es un sonido resultante falso, en el sentido de que la sensación
de altura grave se genera en el parlante y no en el oido. Con este ejemplo
queda claro por qué se les exige a los circuitos electrónicos y los parlantes
de Jos sistemas de alla fidelidad una respuesta «muy>} lineal.
Difsrencia
de Jase: 180°

2.6 Efectos de seguudo orden:


batidos de consonanCias desafinadas

Repetimos ahora el experimento de la sección precedente con dos tonos


Di!e1encia
simples generados electrónicamente, pero esta vez ignorando las posibles de1ase:270º
sensaciones de sonidos resultantes. Enviamos ambos tonos con un bajo
nivel de intensidad monoaurahnente a un mismo oído; el tono f¡ se
mantiene con frecuencia constante, mientras quef2 puede ser, como antes,
variado a voluntad. Las amplitudes de los dos tonos simples se mantienen
. . d octava de dos tonos puros, gr<ificnd;is para ctwtro
constantes durante todo el experimento. Cuando barremos /2 lentamente Figura 2.16 e ' ·
diferencias de fase d1st1ntas.
hacia arriba, advertimos algo peculiar al pasar por las cercanías de la
octava fz = 2f¡: una sensación de batido diferente, distinta a la de los
batidos de primer orden cerca del unísono, pero claramente perceptible. . . ond1·entes a la superposición <le un sonido funda1nental
v 1bratonos corresp , . · 1) . , , t ·
Cuando/2 es exactamente igual a 2:f1, esta sensación de batido desaparece. . t· f - 2'f (de menor arnphtuc , p.ira cua
de frecuencia fi y su oc ava 2 - 1

Reaparece tan pronto como desafinamos la octava, es decir, cuando f2 = valores distintos de diferencia de fase. Cuando la octava esta
/1 +E, donde E (épsilon) representa solo unos pocos Hertz. La frecuencia , fi , d la d1.ferencia de fase pern1anece constante y la ini<tge. n e
de batido resulta ser igual a E. Es difícil describir «qué es» lo que está
a lll<l a, L •
osciloscopio, estática; cualquiera de las cuatro superpos1c1ones

'd no distingue un caso de otro. Pe10 cuan( o


ena 1gu'1l
' • i
batiendo. La rp_ayoría de los sujetos dicen que se trata de un batido en Ja b. _,
q ue }as' otras·• nuestrot 01f .o f _ l'f +. r la diferencia
. .
de fase ca1n tata
«Cualidad» del tono. Designaremos a este tipo de batidos de segundo orden; 1
desafinamos evemen e 2· 2 - l .' . ' r·· '
algunos prefieren llamarlos subjetivos)}. Son el resultado del .e1npo y el patrón vibratono resultante su nra un
lentament e con e 1 tl ' ¡ F. 2 16
procesamiento neuraL · . . d al asandodeunadelasfonnas1nostradasen a ig . . .
camb to g1a u , P · 'l d "ln1b10
ª
Es instructivo observar el patrón vibratorio en el osciloscopio mientras la siguiente. Puede demostrarse maten1áticamente este c1c or 1·1
se escuchan los batidos de segundo orden. Se ve a este patrón cambiaren del atrón vibratorio se repite con una frecuencia E, la cantt ª· p '
exacto sincronismo con las sensaciones de batido. Obviamente, nuestro p . . t' d·safinado con respecto a la octava. Esto,
cual el tono super101 es a e . d 1,
sistema auditivo de algún modo es capaz de detectar estos cambios de obviamente, significa que el oído es sensible a can1b1os lentos e a
fonn.a en un patrón vibratorio. La Fig. 2.16 muestra varios patrones
2.7 Segui1niento de la fundamental 53
52 2. Vibrncioncs sonoras, tonos puros y percepción de altnrn
Vol vamos a nuestro experimento y exploremos el rango total de
frecuencias entre el unísono y la octava. Descubrimos que hay otros pares
de valores para ¡ 2 y f1, es decir, otros intervalos musicales, en cuya<;
vecindades aparecen sensaciones de batido, aunque mucho menos
perceptibles que para la octava. Dos «pozos de batido», como podríamos
llamarlos, se pueden detectar centrados en las frecuencias !2 = f¡ Y
f2 = -4 fi
, que corresponden a los ·intervalos · ¡escetquinta
mus1ca · y cu arta,
A respe1tivarnente. Al observar el patrón Vibratorio en el osciloscopio, al
misn10 tiempo de escuchar la señal acústica resultante, nos darnos cuenta
3
de que para una quinta desafinada ( f 2 = 2! 1 +e ) y para una cuarta
*
desafinada ( f 2 °"' f 1 +e ), la forma del patrón vibratorio no es
(como ocurre con una quinta o cuarta exactas, o sea para E= O), s1no que
cambia periódicamente en su forma (no en su amplitud). Los batidos de
segundo orden de la quinta son más rápidos que aquéllos de 1a octava
(para la quinta la frecuencia de batido es fB= 2E, y para la cuarta es ÍB =
3t). No es ésta la única razón por la cual son n1ás difíciles de percibir: el
B patrón vibratorio mismo se vuelve cada vez más complicado a medida
que pasamos de la octava (Fíg. 2. 16) a la quinta y a la cuarta. Cuanto más
Figurn 2. l 7 ComparacióH de hati<los Je primer y segundo orden. (A) Batidos Je primer
ordcu (unísouo lks,lfinado): Hl\HJulaciúu en amplitud sin cambio en el patrón vibratorio. c0tnp1ejo es un patrón vibratorio, tanto más difícil será para el sistema
(B) B;1tidos de segundo orden !octava desafinada); modulación <lel patrón sin cambio en auditivo detectar su cambio periódico. Para una discusión detallada sobre
!et «rnplitud 1oul.
los batidos de consonancias desafinadas, véase Plomp (1976).
Existe una relación óptima entre las intensidades de los tonos
diferencia de fast! entre dos lonos. 11 Dicho en otras palabras: el sistenu1 componentes, para la cual los batidos de segundo orden son más
auditil'o es Cll/JílZ de detectar carnbios cíclicos de lajOnna de un patrón pronunciados; en ella el tono de frecuencia 1nás alta (fj) tiene intensidad
vibratorio. Obsérvese con cuidado que no hay ningún cambio rnás baja (Plornp, 1967). Finalmente, es importante observar que los
n1acroscúpíco en la ainplitud de un patrón con respecto a otro en Ja Fig. batidos de segundo orden también son percibidos cuando los tonos
2.lú, bícn al contrario de lo que ocurre con los batidos de prilner orden, componentes es escuchan separadamente, cada uno por un oído diferente.
que son cíclicos en la a1nplitud del patrón vibratorio (Fig. 2.1 l ). En ese caso se experimenta una extraña sensación de rotación de la imagen
La Fig. :J.. 17 n1uestra dos eje1nplos, sacados de la pantalla de un sonora de la cabeza (Sec. 2.9).
osciloscopio, que representan los batidos de primer orden, en las cercanías Los batidos de segundo orden producidos por consonancias desafinadas
del unísono, y los batidos de segundo orden de nna octava desafinada, de tonos simples no tienen importancia en música (principalmente porque
respectiva1nente. ObsérvC"se la modulación de amplitud en el primero, y los tonos simples no la tienen). Su estudio, sin embargo, es un paso
la 1nodulación del patrón vibraloriÜ Es importante señalar importante para la comprensión del mecanismo de procesamiento del
que los batidos de segundo orden solo aparecen cuando el estímulo original sonido 1nusical (Sec. 2.8).
fonnado por los dos tonos est<Í en el rango de frecuencias bajas. Los batidos
de segundo orden no se perciben inás cuando ft (y /2) exceden los 1.500
Hz, aproxünada1nente (Plon1p, 1967). 2.7 Seguimiento de la fundamental [Fundamental Tracking]
Introducirnos ahora otra serie de experimentos psicoacústicos que han
u Cmnbios 11:'pcn1inos de fose (por ej. presentación de los estímulos de octava de la Fig. sido de crucial importancia para las teorías de percepción auditiva,
2.16 alternándolos con un estímulo <le octava tomado como referencia) tmnbién son
detectados. El n1iíxüno grado de detección ocutTe cuando la diferencia de fase con la señal Consideremos dos tonos simples, separados por una quinta justa, de
de referencia es tic t 80" (Raiford y Sclmben, 1971),
54 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura
2.7 Seguimiento de la fundamental 55
V
NHestro siste111a auditivo resulta ser sensitivo a estas .fl·ecue11cias de
n'petición. Efectivan1ente, se ha realizado un cuidadoso experimento en
el cual se presentaban cortas secuencias de estírnulos a título de n1elodía;
cada estímulo consistía de pares de tonos sin1plcs sonando
siinultánea1nente y formando intervalos de quinta, cuarta, y tercera.
(Houtsma y Goldstein, 1972). Se pidió a los sujetos que identificurau una
única altura básica para los tonos de la «melodía:» pre.sentada. ¡La 1nayoríu
identificó una altura cuya frecuencia c9rrespo11día a las definidas por las
relaciones (2.7a), (2.7b) o (2.7c), respectiva1nentc1 12 Es importante insistir
que este experimento de identificación de altura requiere que los pares de
tonos sean presentados como secuencia tc1nporal o 1nelodía. (Cuando
uno de estos pares de tonos simples se mantiene constante, nuestro sisten1a
auditivo falla en su de una sensación de altura ünica; reorienta
su atención con el fin de discrin1inar las alturas espectrales de los dos
tonos componentes por separado, como fue explicado en la Scc. 2.¿11.
Obsérvese que las frecuencias de repetición (.1.7a) - (2.7c) de las
combinaciones de dos tonos son idénticas a las frecuencias de los sonidos
Figura 2.18 .de dos tonos puros separados por un intervalo musical de quinta resultantes correspondientes (por ej. vea los casqs cuarto, segundo y
(con una determinada relación de fase). 't0 : período de repetición del sonido resultante.
primero en la Fig. 2.15). Sín embargo, los experimentos hnn dcn1ostrado
que la percepción de la frecuencia de repetición es posible aún cuando las
intensidades de los dos tonos ft y f2 son bajas, por debajo del un1bral lle
frecuenciasf1 Y!2 = f¡. La Fig. 2.18 muestra la vibración resultante (la
intensidad para la producción de sonidos resultantes. Debc111os descartar,
para una relacfón de fase particular. Obsérvese que el patrón se pues, un sonido diferencial (2.4) (Plo1np, J 967a). En realidad, el fenón1eno
exactamente con la forma después de un tiempo t , que es de percepción de la frecuencia de repetición ha sido usado en 1núsica
0
un intervalo de duración doble que 'tl, el período del tono de altura más durante muchos siglos (y cquivocadatnente alribuido al efecto de un sonido
quiere que lafrecuencia de repetición fo= lito del patrón resultante). Por eje1nplo, desde fines del siglo XVI, 1nuchos órganos
v1bratono de una quinta es igual a la mitad de la frecuencia del tono 1nás . l
grave: incluyen un juego (registro de 5 ) compuesto por tubos que suenan una
3
quinta rnás alta que la altura de la nota escrita. El propósito es estin1u!ar o
. 1
f, (2.7a) reforzar el bajo, una octava debajo (ecuación [2.7a \)de la altura de la
2
nota escrita (es decir, reforzar el sonido de 16' del órgano). Más antiguo
Llamamos a esta frecuencia de repetición «frecuencia fundamental» del
aun es el uso del juego de que en co111binacíün con los registros de
patrón vibratorio. En este caso, se encuentra una octava debajo de ¡ . Si
1 16', refuerza el bajo de 32'· (aos octavas debnjo de la nota escrita).
4
tomamos dos tonos que forman una cuarta ( f 2 = - Ji ) podemos graficar El tono de frecuencia fo ( 2.7) no está presente en el estín1ulo origina!.
el patrón vibratorio resultante de la misma rnanerg que para la quinta. La Este tono es lla1nado la.fúndan1ental ausente (por razones gnc se aclararán
frecuencia de repetición resultante es ahora posterio1111ente); la sensación de altura correspondiente. se llruna alt11ra
de periodicidad ( ({periodicity pitch>) ). altura su/Jjetiro. 10110 residual o
(2 7b) altura virtual. Esta sensación de altura debe distinguirse cinrun1entc de
la altura primaria o espectral de cada uno de los dns tonos si111plcs
es decir, una duodécima debajo del tono más bajo. Para tercera mayor
5
( !2 = ¡ f¡ ), la frecuencia de repetición está dos octavas abajo de ¡ :
1 ii Téngase en cuenta qtte este experimento debe ser rca!iz<1do pares ele Sl'.tlidos
1 sinusoidales, generados electrónicamente: el experirncnlo 110 .fimr:1onuní con d p1<1110 n
fo=¡/, (2.7c) cun\q\lier olro instrumento 1nusical. Ver, sin emhurgo, las observaciones suhscnien!Cs
sobre los órganos.
56 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura
2. 7 Seguimiento de la fundamental 57

2/o Y3/o 3/oY 4/0


Estímulo de
düs tonos quinta cuarta

4j(J y Sfo Sfo y 6/o


'----v---'
tercera mayor tercera menor etc.
Nota
co1HJ;;pn1H1ie1\le a En otras palabras, si fo corresponde a la nota mostrada en el pentagrama
la¡1ltu1ade
¡mriwlfcidaú o o o o o o inferior de la Fig. 2.19, los intervalos musicales mostrados en el
pentagraina superior producen la misma nota como sensación de altura
subjetiva. Es importante recordar que las notas de la Fig. 2.19 representan
.:. !9 Es!ímu!os de dos tonos simples ( , ,. . -· · -
misma '.llturn de periildicidad que ong1_nan
tonos simples, de una .sola frecuencia, y no tonos compuestos producidos
debe :11n.1arse rn:\s bajo t¡ue el cori·ee'p.011111.e t· 1
· • > que ,1p,uece entre parentes1s por instru1nentos musicales reales.
· ·
prot 1ucu un Do comu altuia de periodicidad.
ne a 1a esca1a en uso (Sec
'
S 3) . l - d
· · , con e 1m e Los componentes individuales de frecuencias 2fo, 3f(J, 4fo, Sfo,. .. ,etc.,
se llaman arrnónicos superiores de la frecuencia fundamental fo- Las
nrigina!cs. Se ha <le1nostrado por medio de experimentos qu· , .. . 1 frecuencias de los armónicos .superiores .son múltiplos enteros de la
1101·111.1· ¡es· ue• sononL · 1aJ la frecucnci·l f . .- . , e. pm. a n1ve
. es frecuencia funda1nental. Dos tonos sucesivos cualesquiera de la serie de
¡. . . , . . . . : . ' O 110 es 1a plCi-:iente ni s1qu1era en am1ónicos superiores forma un par con la misma frecuencia de repetición,
.¡s nsL1L11.:1oncs del ftn1do coclear (n1ientras c¡ue la d, 1 , , · ¡ ,
,' 1 . ') Et· . e os sonffo.s o frecuencia fundamental fo- De aquí que todos los armónicos superiores,
, ' t:s si o esta. -• ectivarnente, la región de la inen1br b· "! al sonar juntos, produzcan una única sensación de altura que corresponde
'ItH' ,.,,,.1-,--¡io ¡ - ,¡na Lts1 ar
!He a 1a 1rccue11cía f() (1-'ig ? 8) ¡
a fo - ¡i11ciuso si esta úitirna frecuencia está ausente en el conjunto de
- - t::i
( _, .... ., . . · -- puec e ser saturada
dtLt) t:Oll Hila banda de ruido (.sonido de un infinito , . d
ltrcu nu1ne10 e sonidos que sirve de estímulo! Esta es la razón por la cual en los ejemplos
. cnc1as co1npo11entes dentro de un rango determinado) d ... anteriores fo fue también llamada «fundamental ausente», y por la cual
'1uecn·ik¡n· · · ., ct·. ernane1a
··1, .. ,', . it:1 excitac1on a 1c1onaJ de aquella región pasaría inadvertida; el proceso de percepción de esta frecuencia de repetición se llama
1111 dsl, _l,1 funda1nental ausente se percibe (Sinall, 1970) O se uede seguin1iento de fa Jirndaniental. Obsérvese una vez más la .sorprendente
i_ntroducir un lono adicional levemente desafinado con a f si la propiedad de este conjunto de tonos puros de frecuencias 2fo. 3f(} 4fQ, ... ,
lunda111ental _nuse-nte, tono fo, rcaln1ente existiera en la cóclea nfQ ... Entre la infinita variedad de superposiciones posibles de tonos
11
ª.parecer batidos de pritner orden· sin cmbargc . , , ' - simples, este conjunto, y solo éste, tiene componentes que, tomados por
·, ¡ t - ' ' l, no <tpdrece Il'tngun·i
St:11,saL·1011 te lln efecto todavía inás notable es que lafurufa1nenu;l pa1·es contiguos, producen una rriisma frecuencia de repetición.
l/11.1.c11te se ¡Jerc1he Ullfl cuundo los dos tonos cotnpon(!nfes so11 enviados Recíprocamente, ésta es la razón por la cual cualquier sonido periódico,
_sc¡N1roilo, u110 a cada oído (I--Ioutsn1a y Goldstein 197')) d . con un patrón vibratorio complejo pero repetitivo (con una frecuencia de
1nd1c'l ·' ¡ ¡· 1 ' ·- - - 10 o esto
" qut: .ª un<. a1nenta! ausente, o altura de ¡1eriodicid·1d l 1 repetición fo), está formado por una superposición de tonos simples de
resu!t,1-¡0 1¡, · ' , e e e ser e
· · <. e_ proce:1amtento ncural a un nível niás alto. frecuencias nfo (n = nún1ero entero) (véase Sec. 4.2).
La dctcccion de altura sub¡.etiva es decir la c·1p·1c1·d·1d d . . . Los experimentos psicoacústico.s arriba mencionados con pares de tonos
i· · · - ' ·-- ' ' • e nuestto s1stenr1
!llll 1t1\•n <le identificar la frecucl-lcittde l·epetición de u11 vibrat . ' han sido extendidos a secuencias o 1nelodías con estímulos complejos
a nuestros º. ídos, solo funciona en eJ rango , , b· . 111uftitonales, en1pezando por el enésimo armónico (es decir
trccuenct·l' ( , · mas •lJO e superposiciones de tonos puros de frecuencias nfo, (n + l)fQ, (n + 2)fo,
. , . '.s pero n1us1ca 1rnente inás irnportante), por debajo de los
fíz. ,tp1ox1111<1dan1ente. C'uanto n1ás co1nplejo es el ¡nltrón vibr t . . etc .. ) .Aunque aquí tainbién el tono de frecuencia fundamental está ausente,
decir 'iiaiit 0- 111 , a ono, es la altura subjetiva asignada a estos complejos sonoros es siempre fo. De
t· ' e / . ,/ .as pequeño es el interv·1lo
' enti·e ¡0 • ..
s 1onos con1ponentes hecho, cuanto más armónicos se incluyen, la altura de periodicidad es
«tn.to inas d1hc!I es. el si.ste1na auditivo identificar la fundarnent-'ti
,¡usente, y la .sensacion de altura subjetiva se to1n.-1 n1.'ís ambigua ' percibida con mayor claridad (excepto cuando el orden de armónico con
Volvan1os ahora a las relaciones (7 7) e ,·r1ve 'l. , , . que empieza el estfmulo sea muy alto, es decir para un valor alto de n).
f-,,, _, ,-, , . . . ·- -· s 1guemos que pares ele Los pares de armónicos vecinos más importantes para la percepción de la
.de tonos s1n1ples tienen la núsnui frecuencia de repetición o
icc11ei1cff1j1111da111ental.f(J . Obtenenios
altura de periodicidad son aquellos alrededor de n 4 (Ritsma, 1967).
Dado que los sonidos musicales reales están construidos con
58 2. Vibraciones sono ras, lonos puros y percepción de altura 2.7 Segni1niento de la fundamental 59

fundamental ausentef¡ (= fafn = 1'1/). Por ejemplo si fa= 800 Hz y/¡,=


Periodo
1000 Hz (n = 4 y i'lf= 200 Hz), la altura residual escuchada es la que
corresponde a una nota de 200 Hz. La figura 2.20(a) rnuestra el patrón
,,, vibratorio del estímulo de estos dos tonos, que nos recuerda el fenómeno
de los batidos de primer orden (Sec. 2.4). En este caso. sin en1bargo, la
1nodulación en amplitud («envolvente>) de la curva) es n1uy rápida (200
veces por segundo) y no se percibe corno batido. Ivlás bien, lo que se
percibe (por el 50ºh de los sujetos del experi1nento) es una altura gue
Pseudo-Periodo
Pseudo-Período 1
cotTesponde a la frecuencja .r.epeticíón del palrón vibratorio, que es
exactamente de 200 Hz. El ·período de repetición correspondiente es 't l ::::
1/D:f= l!(fb-Ía) (el período <le la funda1nenlal ausente), indicado en la
(b)
figura (ta1nbién inarcatnos el otro período, mucho n1;\s corto, presente en
_, la estructura fina temporal del patrón vibrntorío, que corresponde a la
Hamada frecuencia central del estimulo de los dos tonos,.f;. = f.fa +f(J)/2).
Obviamente, nuestro sistema auditivo extrae infonnaci6n del ca1nbio
periódico del patrón vibratorio, como lo hace cuando se perciben batidos
Fígura 2.20 Patrón vibratorio de d t . (lentos) de consonancias desafinadas í Fig. 2.17). Con otro par de
vecinos (11 = 4). (b) Los tonos líen os¡ ono_s (a) Los_ tonos son Brmónicos
son armónicos vecinos 't . , a misma . 1 crencrn de frecuencia que en (a), pero 00 armónicos vecinos, como ser, por =2000 llz y .fjJ = 2200 Hz
vibratorio. t.:
,
0
ª
corr,espo;ide la repetición exacta del patrón
' . r Y •,1• seuc openodos (ver texto).
(n = JO), se percibe la nlisrna altura sub_ietiva (con 111ayor dificultad a
medida que 11 aumenta - Houts1na, 1970); el patrón vibratorio tiene
exactamente la misma envolvente que la ntostrada en la Fig. 2.20(a). pero
superposiciones de arm, · (C . . dado que ahora la frecuencia central es 1nucho n1;ls nlta, Ja curva de la
es el n1ecanis d . . on1cos ap. 4), el segurnuento de lafundaniental
ún. n7oau llevo que nos pennite asignar unasen<;ación de altura vibración tiene más oscilaciones (diez, el orden annónico de .1;1 ) dentro
un tono con7puesto de un instrun1ento nuisicaf.13 de un período de repetición.
s importante comprender todo lo que irn lica el seuu. . U na complicación interesante surge cuando el ,fj1 nn corresponde
para la teoría de la audición. Un b;eve a dos annónicos vecinos de una fnnda1nental. un estí111ulo
sobre apareamiento de altura tonal [pitch-matchin de dos tonosf ::::: 900 Hz y fb = 1100 Hz. No hay níngún sonido n1usical
0
expert1,.menltsd] de Smoorenburg (1970) servirá ese propósito 14 Conside't·esge del cual éstos pudieran ser annónicos vecinos; 1nás bien, ellos son el 9" y
unes tmu. o e cortad .,. que . de dos tonos, cuyas· frecuencias el l l º armónico de un tono de frecuencia fundaincntal f¡ = l 00 I·lz ¿Es
fa y lb difieren entre SI en una cierta cantidad fija N = f¡ - J, Al percibida esla altura? ¡No! La percepción resulta an1bigua: ¡dos alturas
presentado
d", este
. . estímul o en , a1gun
, contexto específico, como b unaa· ser
corta posibles pueden detectarse (dependiendo del contexto en e! cual el estí1T1nlo
me 1o ta, ap1ox.1madamcn.te mitad de los sujetos del experimento ercibe es presentado), que corresponden aproxi1nadc11nente a 180 o 220 I-lz! La
un_a :ltura tres1dual» subjetiva, baja y claramente identificable (lospde1nás figura 2.20(b) muestra el patrón vibratorin para este caso. En prin1cr lugar,
1
son de identificar una o ambas alturas del estímulo obsérvese que el patrón vibratorio muestra una envolvente con el n1isn10
angina · os expenmentos 1nuestran ue si¡, ' . periodo de tnodulación que el de la figura 2.20(a) (es decir, correspondiente
anno'111·.cos ve · d q · a Y1b corresponden a do'>
c111os e un tono co ( · ' a una frecuencia de 200 1-Iz ). En segundo lugar, exan1íne.se
altura sub"etiva c . por eJ. de orden n y n + 1), Ja
J ' uando se la percibe, es aquella correspondiente a la cuidadosamente el gráfico de picos y valles y nótese que la estructura se
repite en forma exacta con un período que es el doble de largo (es decir,
correspondiente a l 00 l-lz). La frecuencia de repetición resulta ser 100
n·Ta! vez el ejemplo más convincent · · Hz; pero ni ésta ni la frecuencia de n1odu!ación de 200 I lz son percibidas.
compuestos esté dado por el hecho de e de seguimiento Je la. fundamenta! de tonos
somos todavía capaces de percibir correc¡ue al esfu:rar una radw transistores barata, ¡En realída<l, resulta que las dos alturas que se perciben corresponden
de que todas las frecuencias i f . amente a a tura de los sonalos graves ¡a pevar
inaclccuado del parlante y los 100 o 150 Hz están siendo eliminadas po; lo exacta1nente a Jos dos 'tp y 'tq rnarcados en la figura!
:tvlás aun, los experí1nentos de Smoorenburg 1nuestran que incluso en el
estos interesantes ex · pritner ejemplo (cuando el estúnulo consiste de dos annónicos vecin0s)
lll siquiera en un laboratorio d t" d pe,nment3s no fácilmente
es ma o a a cnscnanza Je Ja tísica bien equipado. '
2.8 Codificación auditiva en el sistema nervioso periférico 6l
60 2. Vilir>1ciones sonoras, tonos puros y percepción de a!Lura

pueden escucharse alturas adicionales a1nbiguas, que corresponden a Jos


\r'----
Sinapsis Neuronas
seudoperíodos definidos por los intervalos de tiempo entre el pico central presináptlcas

y !os picos secundarios del período de modulación subsecuente (Fig. 2.20


IH]). 'l'odo esto es indicio de un proceso de extracción de altura n1ucho
in;_)s sDfisticado que el de detección de frecuencias de repetición: el
ruecanisrno e.le audicíón es capaz de detectar rasgos característicos 1nuy
1
detallados del patrón vibratorio.
Sin enibargo, hay una explicación alternativa a este mecanismo de i
Integración y discriminación de
potenciales sinápticos
de allura basado en lo te1nporal, que puede ser invocada para

l
explicar los resultados antedichos. Es un proceso espectralmente basado,
en..::! cual el patrón t:spacial producido por el estín1u\o de los dos tonos a 1 .
Transmisión de potenciales
h1 largo de la 111en1brana basilar es analizado y aparcado lo n1ás posible a
de ecdóo
configuraciones «faniiliares>> (por ej. a las posiciones de las regiones de
resonancia de annónicos vecinos). Cuando se logra una correspondencia,
SL' prt1ducc una sensación <le altura; cuando mús de una correspondencia
-1<aceptable>} es posible, pueden resultar alturas ambiguas. Puede probarse
n1ate1nútican1ente que este proceso conduce a los 1nisn1os resultados
cuantitativos que el 1necani.smo de an{11isis basado en claves ten1porales.
C'onti1n1aren1os desarrollando este tema en la Sec. 4.8 y en el Apéndice lI. Ftgura 2.21 Diagrama de una neurona modelo.
Final 1ncntc, la disparidad entre distintos individuos en lo que concierne
a la habilidad de percibir alturas residuales subjetivas ha sido invocada
por algunns psicoacústicos con10 un llamado de atención, poniendo en de detectar rasgos repetitivos cuya frecuencia a la
duda la interprelación de los experimentos de Smoorenburg. Sin ernbargo, de altura (Fig. 2.20); o 2) un mecanismo que analiza 1nformac1on sobre
la consistencia de los resultados cuantitativos (ya verificados por varios los detalles del patrón de excitación espacial a _,1argo de
grupo.-; de investigación independientes) para aquellos sujetos que sf membrana basilar, con la instrucción de producff una sensac1on
escuchan !a altur:.i. residual es t<.ul notable, que la mencionada disparidad única si ese patrón se corresponde, al menos en parte, con la
sin1plt'1nenle puede e:;tar indicando diferentes estrategias de audición, característica producida por un sonido musical. 15 anttc1par _que
sin 111aynrcs consecuencias para las conclusiones extraídas en estos la segunda alternativa debería funcionar la reg1?n los
experinientos sobre e! 1necanismo de extracción de altura per se. Para más bajos (bajos valores den), donde las max1mas exc1tac1ones
una excelente reseña histórica de los cxpcritnentos más in1portautes sobre coirespondientes son más pronunciadas. Seac:1al ambas
percepción de altura. véase P!ornp (1976). implican que los de información acúst1c_a en la penfena
deben ser analizados a un nivel más alto en el srnterna nervioso central:
Con el fin de comprender los mecanismos subyacentes que han
2.8 Codificación auditiva en el sistema nervioso periférico propuestos para explicar estos fenómenos _es
analizar priinero algunos aspectos operativos del sistema oso
La unidad fundamental de procesamiento y transm1s1on del sistema
El de:.:cubrin1icnto de los efectos de segundo orden en el procesainiento
nervioso es la célula nerviosa o neurona. Una neurona «modelo» se
auditivo, tales co1no la percepción de batidos en consonancias desafinadas
rnuestra en ta Fig. 2.21. Se distingue el cuerpo de la célula o soma,
y e! seguitniento de la fundan1ental, han tenido un gran impacto sobre Ja
serie de ramificaciones llamadas dendritas, y una fibra alargada, el crxon,
!enría de !a audición. Por un lado, la percepción de batidos en consonancias
desafinadas (Sec. 2.6) es un indicio de que el sistema auditivo obtiene y
1l En visión un proceso equivalente úe correspondencia espacial nos_pennite interpretar
utiliza infonnüción sobre los detalles de Ja estructura temporal del patrón
!os símbolos incompletos correctan1ente com? del n.f.
de vibración acústico. Por otro lado, el seguimiento de la fundamenta! un sítnbolo pardal como puede ser A podría conduc!f a d1f_?rentes mt<:_rpretac1ones,
podría, en principio, implicar dos alternativas: l) un mecanismo que ejecuta dependiendo del contexto en que dicho símbolo aparece: .11.ndras de n.ungna.
un análisis detallado del patrón te111poral de vibración, con la instrucción
2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura 2.8 Codil1coción <mditivn en el sistenrn nervioso periférico 63
'
'uetambién puede dividirse en múltiples ramas. Las dendritas y el cuerpo excitatorias o bien inhibitorias a otras neuronas. Cuando una neurona
._ célula son los receptores de señales neurales entrantes y el axón es inhibitoria dispara un iinpulso a otra neurona inhibitoria, el efecto inhi-
transnúsor, que pasa señales a otras neuronas. Estas señales neurales bitorio de la últi1na se cancela. Existen indicios de que la respuesta de las
"'son impulsos eléctricos (variaciones en el voltaje eléctrico) de varias neuronas conectadas a la hilera interna de células pilosas es cxcitatoria.
9ecenas de milivoltios; se originan en el flujo de átomos cargados 1nientras que la de la.s conectadas a la hilera externa es inhibitorü1 {Sokolich
eléctricamente (iones) a través de la meinbrana de la célula. Estos impulsos y Zwislocki, 1974),
pueden ser registrados implantando rnicroelectrodos dentro de la neurona Un retraso temporal característíco (usuahnentc n1enor al nülisegnndo)
(un procedimiento que no inhibe el nonnal funcionamiento de la célula). se da entre la llegada de un Ílnpulso a una sinapsis y la forn1aclón de la
En el axón cada impulso, llamado potencial de acción, tiene casi la misma respuesta en la célula postsináptica. Esta de1nora hace posible que Ja
forma y duración (varias decenas de milisegundos), y se propaga desde el activación nerviosa producid<i Úi1 único cstÍlnulo externo pueda
cuerpo de la célula (desde el cono axonal) hacia las terminaciones del subsistir o «reverberan> un tie1npo considerable cuando se propaga por
axón. El potencial de acción representa el mensaje de salida neural una serie de 1niles de pasos sinápticos sucesívos en el lcjido cerebral. 'fa!
fundamental, elemental. Un mensaje neural está dado por la «reverberación» puede ser un proceso clave en el proceso de forn1ación
frecuencia o Ja distribución en el tiempo con Ja cual los impulsos de patrones de actividad nerviosa que dependen del tic1npo (por ej. Sec.
individuales son disparados a lo largo del axón. 4.1 O). Después de cada activación, una neurona tiene un perí1Klo refractario
El axón está en contacto con dendritas o cuerpos de células de otras durante el cual no puede ser reexcitada, o durante el cual su tnnbral de
neuronas . El punto de contacto se llama sinapsis . Un axón determinado disparo es mayor. Una neurona sola es solo un con1ponente «n1icroscópico)>
puede estar en contacto sináptico con muchas otras células· de un conglomerado de alrededor de diez 1nil n1illones de neuronas en el
recíprocamente, una célula dada puede estar conectada a axones que cerebro hu1nano. Es en el «esque1na de cableado» entre eslo.s nliles de
de otras cientos o miles de células. 16 Un impulso que llega a un contacto 1nillones de neuronas donde yacen los n1isterios de la inteligencia, de la
sináptico causa la liberación de una sustancia química desde la célula conducta, de los sentimientos y las angustias de los seres hun1anos. En un
presináptica hacia el espacio entre las de ambas células sentido macroscópico, e] desarrollo de este esquen1a de cableado estú
(espacio sináptico). La presencia de esta sustancia dispara un impulso gobernado por el código genético de las especies. Sin en1b;irgo, en una
eléctrico en la célula postsináptica: el postsináptico». Los parte importante del siste1na nervioso, especialmente en la corteza cerebral,
potenciales sinápticos son señales analógicas de forma variada y de la distribución específica de los contactos sinápticos activos es el resultado
duración más larga que los potenciales de acción digitales de tamaño de la acción repetida de ciertos modos de esti1nulación; en otras palabn:is,
standard, que se propagan a lo largo del axón. Hay dos tipos distintos de de la experiencia y del aprendizaje (véase Sec. 4. l 0).
excitatoria e inhibitoria, que evocan potenciales sinápticos de Cuando se observa con un electrodo una neurona individual,
polandad mutuamente opuesta. Si dentro de un corto intervalo de tiempo perteneciente a la región nerviosa de algún órgano sensorial detcrn1inado,
dado, una neurona recibe un número de estimulaciones excitatorias que generahnente, se constata una correlación entre la frecuencia ele dísparo
supera en un cierto valor wnbral al de las señales inhibitorias gue llegan y Ja magnitud de ciertos parán1etro.s físicos del estínn1lo externo original.
simultáneamente, ésta responderá disparando un Impulso a través de su Los disparos individuales no ocurren, habitualn1ente, a intervalos Je
axón .. De lo contrario quedará en silencio. Concluünos, pues, que las tiempo iguales, separados regulannente. Lo que cuenta es el hecho de
dendritas y el cuerpo de la célula funcionan como el siste1na de recolección estar disparando o bien la frecuencia pron1edio (véanse. sin cn1bargo. los
e integración de información de cada neurona, representando de este modo razona1nientos que se exponen n1ás abajo). Una neurona puede disparar
la unidad de procesamiento de información fundamenta] en el sistema espontáneamente itnpulsos a frecuencias que llegan a varias decenas de
nervioso. Es importante señalar que el hecho de que una neurona dispare I--Iz. Lo que constituye el mensaje nervioso de esa neurona es el C(l!llbio
una señal de salida dependerá de las distribuciones espacial y temporal en la frecuencia de disparo espontáneo (incre1nento o inhíbición). En
de las señales que llegan desde las neuronas presinápticas. Por otra parte, general, un estírnulo aplicado de manera constante producirá una
muchas neuronas disparan espontáneamente potenciales de acción a una frecuencia de descarga que va decreciendo graduahnente en función del
frecuencia determinada. Una misma neurona solo puede impartir órdenes tiempo, hasta quedar nivelada en cierto valor inferior al inicial. Este
fenómeno se llama adaptación. Se ha observado que algunas neuronas
responden solamente a cambios ten1porales de Jos estímulos sensoriales
excepciones las neuronas unipolaresque forman parte del sistema de fibras nerviosos
aferentes. · y que otras lo hacen frente a un conjunto de configuraciones espaciales o
2. Vihr:1do111.•s sonoras, tonos puros y percepción de nlturn 2.8 Codificación auditiva en el sistema nervioso periférico 65

patrones te1nporales inuy co1nplejos del estín1ulo (detectoras de rasgos). de fibras eferentes que transmiten impulsos nerviosos que llegan desde
Cnn10 regla general, cuanto más avanza111ns en la trayectoria nerviosa el siste 1na nervioso central 17; este hecho, más la notable ntoti!idad de las
desde los receptores hasta la corteza cerebral, tanto n1ás complejos y células pilosas externas descubierta recientemente, coloca a estas últimas
elaborados son los rasgos del eslírnulo a los cuales responde una neurona en un rol dual como efectores y receptores (esto será discutido en detalle
detenninada (véase Flg. 2.26) en Ia Sec. 3.6 ). Mientras es claro que cada tipo de células pilosas asume
Fsta1nus ahora en n1ejores condiciones para discutir cón10 el sistenu1 un rol muy específico en la transducción de la señal acústica,
nervioso puede recoger y codificar infon11ación sobre patrones vibratorios deben trabajar juntos: un daño en las células pilosas externas pequd1ca
uctísticns. Cua11do Jasefíal acústica de un tono puro aislado de determinada severamente la audición aun cuando la hilera interna funcione
frecuencia llega al oído, las oscilaciones de ta n1en1brana basilar estimulan perfecta1nente. Continuaremos tratando este tema en la Sec. para una
!as células pilosas que están en la zona de resonancia que corresponde a información más detallada y actualizada ver por ejemplo Gelfand (l 990)
esa frecuencía (Sec. 2.3J. En los seres hutnanos, hay una hilera de 4000 y Zwicker y Fastl (1990). .
L.l;íu/(ls ¡Jifusas <<ii1ten1as » (hilera que va a lo largo de la rne1nbrana basilar Se ha observado, implantando microelectrodos en fibras nerviosas
dt>sde la base hasta el <Ípex, del lado del modiolo, hueso central de la cocleares activadas acústicamente, que una fibra· determinada tiene un
c"óc!caL y tres hileras de un total aproxi1nado de 12.000 células pilosas umbral de disparo más bajo para aquella frecuencia acústica! que evoca
"('.\'UT1111s" ( vi:r r•ig. 2.7 [a] y [b 1). Cuando las cilias de una de estas células una oscilación máxima en la posición x de la membrana basilar (Fig. 2.8)
se f!exin11:111 en u11a cierta dirección, se disparan i1npulsos eléctricos en inervada por esa fibra . Esta frecuencia de máxima respuesta se llama
las del ganglio espiral que est<'i.n en contacto sináptico con la frecuencia característica de la neurona (Kiang al:, !965).
célula pi losa c11 cuestión (en caso de una sinapsis inhibitoria, la frecuencia a la distribución real en el tiempo de los impulsos 1nd1v1duales, med1c1ones
de descarga es1io11tá11ea de una neurona podría ser inhibida). Los axones (Zwislocki y Sokolich, 1973) han mostrado que la máxima de
de neuronas fonnan las fibras aferentes del nervio auditivo·; sus descarga está asociada con la máxima Velocidad de la membrana basilar
potenciales de acción (pág. 62) llevan colectiva1nente inforn1ación cuando ésta se 111 ueve hacia la rampa timpánica; mientras que durante el
digi1al!ne11te codificada sobre el n1ovinliento de la 1ne1nbrana basilar a! niovimiento en la dirección opuesta hacia la rampa vestibular, se·produce
sisten1a nervioso r..:entral inhibición de la frecuencia de descarga.Además, !aposición momentánea
Una carncterí'stica i1nportante es la disposición de las terminaciones de de la meinbrana basilar tiene un efecto (menos pronunciado) excitatorio
!ns nervios aferentes. Mientras que una 1í11ica fibra nerviosa está 0 inhibitorio, que depende de sí la membrana está 1nomentáneamente
habituahnenle en contacto con una sola célula pilosa interna, recibiendo torcida hacia la rampa timpánica o hacia el otro lado, respectivamente.
de ahí nicnsajcs provenientes de una región extrernadan1ente lhnitada de Arnbos efectos se sutnan para determinar la respuesta total. La Fig. 2.22
la nie1nbra11a basil1ir, cad;\ una de las fibras nerviosas aferentes que inervan muestra una distribución hipotética en el tiempo de impulsos nerviosos en
las hileras externas hacen contacto con l0-50 células pilosas esparcidas una fibra nerviosa del oído interno conectada a la región de resonancia
por varins n1ilí111etros. siendo de este tnodo capaces de colectar apropiada de la membrana basilar, en el caso que fuera excitada ?ºr un
infonnación de una regit'in de resonancia que corresponde a un dorninio de baja frecuencia cuyo patrón vibratorio tiene forma trapezoidal (segun
de frecuencia n1ucho rnás ancho. células pilosas internas responden a Zwislocki y Sokolich, 1973).
la Felocúlad del 1novinliento de la membrana basilar, porque la flexión de El estudio atento de esta figura revela cómo la información sobre la
sus ci!ias es proporcional a Ja velocidad del fluido endolinfático de los frecuencia de repetición (en realidad, sobre el período de repetición) de la
alretledores (1 a fuerza 'sobre un ohstáculó lnn1erso en un fluido viscoso es señal acústica original puede ser codificada en forma de «trenes» de impulsos
proporcional a la velncidad del flujo). Las células pilosas externas, nerviosos. La Fig. 2.22 correspondería a un caso ideal de baja frecuencia.
contraria1nen!e, envían scfíales según el desplazarnientv (las fuerzas En realidad, las frecuencias acústicas son habitualmente más altas que
Intcúnicas interactivas dependen de la distorsión momentánea de Ja las frecuencias de descarga nerviosa, y la situación real es una donde los
n1e1nbra11a); su respuesta se satura para altos niveles de intensidad . El intervalos y «Off>> no están tan claramente definidos, o delineados,
hecho de que cerca del noventa y cinco por' ciento de las fibras aferentes por un lado a causa de su éorta duración (comparada con el período
en el nervio acíistico tenninen sobre las células pilosas internas, con l Q..
50 de fibras individuales haciendo contacto sináptico con cada célula,
confiere clararncnte a la hilera interna el rol de receptor sensorial principal. 11 Una pequeña proporción de eferentes también act_úan e! ''?utput' de una
célu!::i ciliada interna, pero sólo indirectamen!e: ellas hacen smaps1s con las hbras aferentes
Por otra parte, las células pilosas externas también reciben terminaciones que están Cl\ contacto con la célula ciliada interna.

33
2.9 Altura subjetiva y el rol del sistema nervioso centrnl 67
66 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de alhira
Posición de la
membrana

Rampa
2.9 Altura subjetiva y el rol del sistema nervioso central
ves!lbular

Se desprende de Ja sección precedente que una fibra nerviosa dada, del


nervio auditivo, puede transmitir dos tipos de información.
l. El simple hecho de que esté disparando (o que su frecuencia de
descarga espontánea haya sido inhibida) le con1u1üca al sistema auditivo
central que la membrana basilar ha sido activada en o cerca de la región
1 1 enervada por esa fibra; la distribución espacial (u «organización
tonotópica}}) de las fibras que están disparando señales codifica la
1 : 1
infonnación primaria sobre la altura. Este proceso funciona en todo el
1 1 1 1
rango de frecuencias.
Rampa
timpánica l! 1
"On" 1
1
! "Off" !
1 1
: "On" 1
1 2. La di5tribución teniporal de los itnpulsos lleva infonnaclón con
respecto a la frecuencia de repetición o periodicidad y también sobre
1 1 1
1
1 1 detalles más finos del patrón vibratorio mis1no (véase n1ús abajo). Esto
sólo funciona en el rango de frecuencias más bajas.
.LJJI11-.Ll_ull_l _l __JiJ_I_i_l_u_llJ1UWlllli!ílllllLli-..
f
1 '-y--JL-y---J '-y-' '-----y--J > t No hay duda de que la ínformación referída al fugar de excitación es
usada por el sistema auditivo a todos los niveles. Pero ¿,utiliza este sistema
la infonnación contenida en la distribución te1nporal de !os i1np11lsos
nerviosos, tal como se muestra esquemáticarnente en la l 7ig. 2.22?
Retornemos prünero, por un momento, a la percepción de tonos si1nplcs
(sinusoidales) aislados. Varios argu1nentos señalan el hecho de que la
Fisur_a 2.22 de la distribución de impulsos ncurales en una fibra del ne v
acustJco durante distintas fases de un patrón trapezoidal de vibración de Ja membrana distribución en el lie1npo de los lrr1pulsos nerviosos no es utilizada en la
percepción de la altura de un tono puro. Por eje1nplo, cálculos teóricos
(Siebert, 1970) muestran que si la codificación de la altura prin1aria
de neuron.a típica) y por otro debido al carácter aleatorio estuviera basada en rasgos temporales, la DAP de resolución de frecuencia
de la de Jos impulsos. La propiedad que realmente importa (por ej., véase Fig. 2.9) sería independiente de la frecuencia (no lo es), y
estad1st1ca1nente. es que habrá más impulsos que caen en Jos intervalos a su vez debería decrecer a medida que la a1nplitud del cst hnu!o au1nenta
«on» que en los intervalos (cosa que no ocurre).
. Por para tonos simples, el intervalo de tienipo entre Que las claves temporales sean en gran parte ignoradas en la percepción
suceslvos a ser un niúltiplo entero del período 1 de la de altura primaria de tonos puros no es gran sorpresa. ¿Pero qué decir
Vlbracton s?nora (K1ang et al. , 1965). Es obvio que cuanto n1ás alta sea acerca de la percepción de los batldos en consonancias desafinada.", y de
frecuencia ?el tono, .tanto menos definidos serán estos agrupamientos. la altura de periodicidad en complejos de armónicos? Es difícil encontrar
Pa:a frecuenc1as.supenores a unos pocos miles de Hz esto ya no funciona una explicación de los batidos en consonancias desafinadas, y de otros
mas. Cuando vanas fi?ras qu: reciben estímuJos desde una estrecha región efectos que de1nuestran sensltividad a la fase, sin tener que suponer que
de la membrana .bas!lar .estan agrupadas en un mismo paquete (como en algún nive] exista un mecanismo que analice la estructura fina te1nporal
ocurre en el nervio aud1t1vo), la suma de sus impulsos (como se detecta del palrón vibratorio del estímulo. Efectivamente, podcn1os aludir al efecto
c?n macroelectrodo que hace contacto con muchas fibras mostrado en la Flg. 2.22 para intentar una explicación de cómo podría ser
aparecerá en síncronía con el estímulo auditivo. Estos codificada la infonnación sobre el pn.trón vibratorio y sus variaciones
grupos de senales neurales sincronizadas colectiva1nente han sido llamadas (batidos de segundo orden). Consideremos una superposición de Jos tonos
volleys. simples formando una octava. Supongatnos que el patrón vibratorio
resultante es el graficado en la parte inferior de la Fig. 2.16. Aparecerán
68 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura
2.9 Allura subjetiva y el rol del sistema nervioso central 69
180
en este caso los intervalos no son de igual duración, sino que
160 responden a una secuencia que alterna «Corto - más largo - corto - más
largo». Si los dos tonos estuvieran separados por una quinta, el patrón
140
vibratorio correspondiente a la zona de superposición podría ser el de la
Fig. 2.18, que conduciría a una diferente secuencia de intervalos «On}).
La periodicidad de esta secuencia representaría así la información sobre
¡ 120
la frecuencia de repetición, mientras que la estructura de la secuencia
(suerte de «código Morse») daría información sobre detalles del patrón
100

TI vibratorio. En efecto, tal estructura fina ha sido identificada estadística-
e mente a través de mediciones electrofisiológicas.
" BO
La Fig. 2.23 es un ejemplo (un histograma) de la distribución de los
z
intervalos de tiempo entre impulsos nerviosos en una fibra nerviosa (Rose
BO et al., 1969), para un estímulo que corresponde a un intervalo musical de
quinta, con una relación de fase determinada.
40· Obsérvese la diferencia en el número relativo de veces (eje vertical)
en que aparece un intervalo dado entre impulsos sucesivos (eje horizontal).
20 Esto representa el código Morse (estadístico) que mencionamos arriba, y
que lleva información sobre el patrón vibratorio. Cuanto mayor sea la
complejidad del patrón vibratorio original y cuanto más alta sea la
frecuencia de los tonos componentes, más «borroneada>} será la
5.0 10.0 15.0 20.0 información transmitida por la secuencia de impulsos, es decir, tanto más
!ntmvillu entra impulsos consecutivos (mseg) difícil de ser interpretada en los niveles superiores del cerebro. El detallado
análisis de la distribución temporal de los impulsos nerviosos requeriría
Figura 2.2J !11stogrnma que muestra el número de veces (eje vertical) que ocurre un
dado rntervalo de tiempo entre i1npulsos de respuesta neural (eje horizontal), en una fibra la acción, en algún nivel, de un mecanismo llamado de autocorrelación
estimulada por una superposición de dos tonos (quinta) en cierta relación de fase (Rose et ternporal (propuesto inicialmente por Licklider, 1959), en el cual un «tren)>
al., J969). Con permiso de !os autores.
de impulsos es comparado con trenes de impulsos previos, los rasgos
repetitivos similares son amplificados (tales como los períodos marcados
dos zonas de resonancia sobre la 1nembrana basilar, centradas en las en laFig. 2.20[b]) y los otros (no periódicos) son suprimidos. Sin embargo,
posiciones x 1 y que corresponden a las frecuencias componentes Ji y no existe hasta ahora evidencia anatómica de la existencia de este meca-
f2 = 2/1 (Fig. 2.8). En el nervio coclear tendremos dos focos principales nismo en el sistema nervioso auditivo aferente.
de actividad, centrados en las fibras que tienen como frecuencias Las claves temporales también son utilizadas por el mecanismo
característícas f¡ y fj_, que llevan a dos sensaciones de altura, separadas responsable de la sensación de direccionalidad o localización del sonido19
por una octava. Sin ernbargo, las zonas de resonancia sobre Ja membrana (por ej., Molino, 1974). Esta audición biaural debería involucrar un proceso
basilar son bastante anchas, produciéndose cierta superposición en la llamado correlación cruzada temporal *de las señales nerviosas que llegan
región entrex1 y x2, donde los puntos dé la mCinbrana vibrarán de acuerdo de ambas cócleas, en el cual se determina la diferencia temporal entre las
con un patrón supeqJucsto que de algún modo está reJacionado con e1 mismas. Hay evidencias fisiológicas de que tal mecanismo existe (en el
niovirniento original del lín1pano 18 . Las fibras conectadas a la región de complejo olivar superior, Fig. 2.26). Licklider propuso un modelo del
superposición por lo tanto responderán con disparos que se agrupan en mecanismo nervioso de correlación cruzada (1959). En este modelo (Fig.
intervalos «Ofl;> y que corresponden, digamos, a las porciones descendentes 2.24) se supone que una neurona ascendente solo puede producir una
(pendiente negativa) del segundo gráfico de la Fig. 2.16. Obsérvese que

19
Las claves dadas por la intensidad (diferencia de amplitud entre las ondas sonoras que
ondas e11 el fluido cock:ur La111bian su relación de fase y, desde luego, su amplitud a llegan a los dos oídos} y las dadas por el espectro (diferencia tímbrica) también contribuyen
medu.lu que se propagan, altermido de este modo la real fon11a del patrón vibratorio en a la localización del sonido, especialmente a frecuencias elevadas y en entornos cerrados.
direrentes ¡mutos de la 1nembrana basilar.
'En el original: te1nporal crosscorrelation (N. del T).
2.9 Altura subjetiva y el rol del sistema nervioso central 71
70 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura
Dos tonos biaurales, separados por un intervalo desafinado, pueden
Simultaneidad
«engañar» al correlador cruzado: la diferencia de fase que cambia
Oído derecho precede Oído izquierdo precede
gradualn1ente entre los dos tonos (por ej., Fig. 2.16) sení interpretada por
este n1ecanisn10 como una diferencia can1biante en el tie111po de llegada
entre la señal auditiva de la derecha y la de la izquierda, enviando de aquí
1nensajes al cerebro que llevan a una sensación de can1bio cíclico en la
dirección de llegada de] sonido (ca1nbio físican1cnte inexistente). Esta es
De la cóclea la razón por la cual dos tonos puros que forn1an un intervalo consonante
derecha desafinado, presentado dicótican1ente con auriculares, da la extrafía
sensación de una ünagen sonora que parece estar «rotando dentro de la
r
cabeza» (pág. 53).
Un asunto aún no resuelto es si el análisis de la secuencia len1poral de
º''"''''ª' /
izquierda __.,. / // / / / in1pulsos neurales puede explicar de por sí la percepción de la altura de
periodicidad (por ej., Yost y Watson, 1987). lJn 111ecanis1no de
Figura 2.24 Modelo de un mecanismo de correlacíón cn1zada (detector de diferencia autocorrelación tempontl, con su potencial capacidad de detectar la
temporal interaural). Según Licklider (1959). frecuencia de repetición de sefia1es neurales, efectivan1entc podría explicar
algunos ilnportantes resultados relacionados con el scguin1icnto de la
descarga cuando es excitada simultáneamente por ambas fibras que traen fundan1ental (pero no todos). Si no es un análisis de las claves ten1porales,
señales del exterior. Dado que una señal nerviosa se propaga con una ¿cuál es el 1necanisrno que nos pcnnite asignar una sola altura a nn tono
velocidad finita a lo largo de cada fibra, la llegada simultánea a una musical compuesto de 1nuchos armónicos, incluso cuando la fundan1ental
tenninación de una neurona ascendente dada requerirá una cierta diferencia no esté presente? ¿Por qué percibimos las alturas que corresponden a las
ten1poral entre las señales de ambas cócleas. Por ejemplo, una perfecta frecuencias dadas por las relaciones (2.7a)-(2.7c) cuando se toca una
simultaneidad de las señales de ambas cócleas dispararía la neurona 1nelodía con los complejos de dos tonos annónicos correspondientes?
ascendente que está exactamente en el centro, porque ése es el lugar donde Algunas ideas que pueden conducir a una cxplic:acíón de es1os
ambas señales, la del oído derecho y la del oído izquierdo, se encontrarían. fenómenos (por ej., Terhardt, 1972; Wight1nan, 1973; CJ-old;;teln, 1973)
Si, en cambio, la señal original fuera detectada primero en el oído derecho, son presentadas aquí en fornu1 muy sin1plificada. Los sonidos «naturales>)
su impulso viajará más allá del punto medio hasta encontrarse con el usados en la comunicación acústica entre seres hunianos y anin1alcs
impulso demorado del oído izquierdo. Es fácil de ver que la ubicación y contienen una ünportante proporción de tonos que son onnónicos (vocales,
de la neurona ascendente activada dependerá del retraso temporal canto de pájaros, Uan1adas de animales). Tales tonos tienen una propiedad
interaural, el que a su vez dependerá de la dirección de llegada del sonido. en co1nún - están formados por una superposición Je arn1ónicos, de
El esquema de la Fig. 2.24 es un modelo muy sin1plificado. Detallados frecuencias 11/1, n1últiplos enteros de una funda1nentalf¡ (p<'íg. 57). Estos
estudios neuroanatómicos del complejo olivar superior (Fig. 2.26) revelan tonos producen un complicado patrón de resonancia sobre la n1c1nbrana
una estructura más complicada. En realidad, la información b1aural es basilar, con múltiples picos de arnplitud, uno para cada arn1ónico (Pig.
codificada a través de una compleja interacción entre señales entrantes 2.25). A pesar de su complejidad, este patrón conlleva algunas
excitatorias e inhibitorias que son e} resultado de diferencias de tiempo
(fase) y de intensidad entre los estímulos que alcanzan ambos oídos Base
(Goldberg y Brown, 1969). Sea cual fuere el mecanismo real de correlación
cruzada, su capacidad de resolución temporal es asombrosa: ¡Los seres
humanos podemos localizar fuentes sonoras en el espacio en base a
diferencias temporales interaurales menores de 20 microsegundos! Esto
es solo una pequeña fracción de la duración de un potencial de acción. La
característica inervación de las células pilosas internas, en la que cada
Lugares de Resonancia
una de éstas es contactada por más de 20 fibras nerviosas, puede ser
Figura 2.25 Bosquejo de las regiones de resonancia prodncidas en la membrana basilai
responsable de la transmisión coherente de información nerviosa a la por un tono compuesto.
frecuencia requerida (Hudspeth, 1989).
72 2. Vibracíones sonoras, tonos puros y percepción de altura 2.9 Altura subjetiva y el ro! del sistcn1a nervioso central 73

características invariantes. Una de estas invariancias es la relación de patrones visuales. Obsérvese los contornos no existentes -pero
particular que existe entre las distancias de zonas vecinas de máxima esperados- en las siguientes letras:
resonancia10 . Para armónicos altos (n más grande que 7 u 8) esta relación
pierde su definición física a causa de las superposiciones mutuas de las
zonas de resonancia21 . O bien aprendemos a temprana edad (Terhardt,
1972, 1974) o tenemos un mecanismo innato (Wightman, 1973; Goldstein,
l 973), para reconocer esta característica invariante como perteneciente El proceso de correspondencia o ajuste de n1oldcs i.UTiba 1ncncionado
«a una y la misma cosa». Llamaremos a este mecanismo de reconocimiento funciona incluso si los componentes annónicos de un tono son enviados
procesador central de altura. La principal función de esta unidad neural alternadamente a oídos diferentes (por ej., llouls1na y Goldstcin, 1972).
es transformar el patrón de actividad periférica en otro patrón, de manera Esto obviamente significa qUC el p1:Ücesador central de altun:ts debe estar
localizado en un nivel avanzado del proccsaniiento auditivo, después que
tal que todos los estímulos con la misma periodicidad sean representados
la información procedente de a1nbas cócleas ha sido coinbinada.Aun n1ás,
de una manera similar. El resultado es una única sensación de altura a
el proceso de co1Tespondencia funciona incluso en el caso de que se
pesar de los muchos armónicos presentes y de la consiguiente complejid,ad
presenten solo dos arn1ónicos vecinos de un tono cornpuesto, coino vitnos
del patrón de excitación inicial. Esta sensación única de altura corresponde
en la Sec. 2.8. En ese caso, sin en1bargo, el 1necanis1no de correspondencia
a la de la fundarnental/1, que en los sonidos naturales es habitualmente la puede con1eter errores y ajustarse a una de \'arias posiciones aceptables
más destacada (en lo que a intensidad se refiere). Todo esto debería
(percepción de altura ambigua).
· funcionar de manera muy análoga al reconocimiento de patrones visuales. tlay tres teorías que predicen con·ectarnente rnuchos de los resultados
Por ejemplo, al mirar usted el símbolo Ul, puede que éste no le transmita cuantitativos de 1nediciones psicoacüslicas a la altura
ningún significado particular o «único» (su interpretación probablemente subjetiva. Una de ellas (Goldstein, 1973) supr111e que la infonnación neural
dependerá de la orientación espacial del símbolo y del contexto en el que sobre las posiciones de n1áxima resonancia de ia 1nen1brana basilar no
se mue...;;tra). Pero cualquiera que esté familiarizado con el alfabeto cirílico está perfectamente definida, que fluctúa estadística1nente dentro de ciertos
lo percibirá como siendo solo «Una cosa» (la letra «shch» ), no importa límites. Se espera que la correspondencia, o «ajuste de un 1noldc», sea
dónde en el campo visual o en qué orientación esté proyectado. aquella que minimice las diferencias con la seiial real dentro del tnarco
Se supone que dentro de nuestro sistema de procesamiento central de las fluctuaciones esperadas (una estiinación de probabilidad n1áxhna
hemos construido moldes [ternplates] básicos con los cuales comparamos de frecuencia fundaiuental y orden de am1ónico 111As sobrt;: esto en la
las complejas estructuras de los patrones de excitación espacial de la Sec. 4.8 y en el Apéndice íl). Una teoría casi equivalente (Wighln1an,
1nembrana basilar. Cada vez que lograrnos establecer una correspondencia 1973) supone la operación de un mecanüano de autocorrclación en el
con uno de estos moldes, surge una sensación única de altura. Este proceso dominio espacial (a diferencia de la autocorrelación ten1poral 1nencionada
de correspondencia ta1nbién funciona si solo una parte del patrón de en la pág. 69). La distribución de la activi<lad espacial originada en un
excitación está presente. Si en lugar de un sonido natural complejo somos conjunto de fibras nerviosas que reciben la infonnación procedente de
expuestos a uno en el cual algunos de los elementos nonnalmente a1nbas cócleas es enviada a una red neural en la cual se con1para cuantita-
esperados están ausentes (por ej., fundamental ausente), el patrón de tivamente la activación de una región espacial detenninada con la existente
excitación, al entrar en el mecanismo de reconocimiento del procesador en otras regiones, en cada instante. En este proceso, ciertos aspectos de la
de alturas, dentro de cie1tas limitaciones puede ser apareado con un molde información entrante se convierten en un foco de activida<l cuya
Ydar una sensación de altura, a pesar de haber sido parcialmente truncado. localización espacial codifica una cualidad (e..<; decir, la altura), relaciona-
da con una característica invariante de la infonnación entrante (las
Volvemos a encontrar muchas analogías en el terreno del reconocimiento
relaciones de distancia entre las zonas de n1áxima ex.citación sobre la
111embrana basilar), sin tener en cuenta otras posibles variables de la
211
Otra es la elevada de las variacíones temporales información de entrada (con10 ser las intensidades o las fases de los
macroscoptcas de este complicado patrón de exc1tac16n sobre todo el dominio espacial de distintos armónicos). Debería señalarse que lo más probable es que este
la membrana basilar. mecanismo de autocorrelación espacial tan1bién i111plique un proceso de
21
A_ causa de la relación entre lugar de resonancia y frecuencia (Fig. 2.8), las aprendizaje. Efectivamente, el condü.:ionan1iento es necesario para lograr
de resonancia se van amontonando cada vez más en la medida en que ascenden1os
la sene de los armónicos (a medida que 11 aumenta). que el sistema responda a las configuraciones espaciales definidas por las
74 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura 2.9 Altura subjetiva y e! rol del sistema nervioso central 75

regiones de nláxima actividad (Fig. 2.25) que aparecen con más frecuencia satisfactoriamente con una teoría basada en el análisis de patrones
al escuchar sonidos naturales (armónicos).22 espaciales. .,
Ninguna de estas dos teorías intenta describir có1no los algoritmos clave Del análisis precedente surge claramente que la percepc1on de alturas
(<tjuste a 111oldes [template 1natching] o autocorrelación espacial, respcc- subjetivas requiere la ejecución de operaciones de extracción de de
tivan1ente) son reahnente ejecutados por el procesador de altura en el «Un orden más alto» en eJ sistema nervioso, después de haber
sisten1<1 nervioso. Sin en1bargo, en el cerebro existen redes neurales que combinada la información procedente de ambas cócleas. Por esa razon
son perfectamente capaces de ejecutar las operaciones de suma y concluimos este capítulo con una descripción resumida de
1nultiplicación de impulsos neurales que se requieren para Ja ejecución característícas más importantes del trayecto de procesamiento aud1tlvo
de estos algoritmos. La teoría de Terhardt (1974) es la que más se.acerca (Whitfield, 1967; Brodal, 1969; Gelfand, 1990). Esto también servirá. de
a proponer un esque1na de conexión neuronal. En la práctica, sus computa- referencia para discusiones en capítulos posteriores._ La exploración
ciones están basadas en una matriz que aprende, un circuito analógico anatómica de los trayectos nerviosos y de sus interconexiones es una tarea
que a responden> 23 a los rasgos característlcos de las configura- experimental extremadamente difícil. Las neuronas son células cuyas
ciones de entrada que ocurren 1nás frecuentemente (es decir, a Jas r-amificaciones pueden tener 1nuchos centímetros de largo; cada
relaciones de dislancia entre zonas de n1áxin1a excitación causadas por especialmente en el tejido recibir de miles
un tono co1n¡Jt1eslo). Reton1aren1os a estas teorías 1nás adelante, cuando de otras células, al tiempo que d1stnbuye 1nformac1on a cientos otras.?:
clíscuta1nos explícitan1ente la percepción de tonos co1npuestos {Sec. 4.8 Es casi imposible seguir rnicroscópicamente el patrón de conex1on en el
y Apéndice II) y de consonancia y disonancia (Sec. 5.2). (Ver también caso de una célula. Solo pueden hacerse estimaciones globales a través
Terhardt et. al., 1982). del uso de diversas técnicas de teñido, inyección de sustancias trazadoras,
Finahnente, no se puede excluir Ja posibilidad de un uso, por lo menos degeneración axonal o siguiendo en el tejido el curso de patrones
parcial, de la distribución temporal de los ünpulsos nerviosos en la específicos de actividad eléctrica nerviosa.
percepción de la altnra de tonos compuestos. La Fig. 2.26 muestra el trayecto nervioso auditivo desde la cócI_ea hasta
¡Es difícil creer que el sistema nervioso, sie1npre orientado a trabajar el área de recepción auditiva en la corteza cerebral en forma de diagrama
con tan ason1brosa eficiencia, con tantos sistemas de 'backup', no saque de flujo. Este muestra los canales de transmisión de
ventaja de la información dada por el «Código Morse}> (Fig. 2.22) que etapas de procesamiento y retransmisión; no ninguna a
realn1ente existe en los canales periféricos de trans1nisión auditiva! Ya escala con la estructura nerviosa real. El ganglto espiral es la red nerviosa
hen1os n1encionado que uno debería esperar que el 111ecanisrno de altura que se encuentra en la cóclea, un primer estadio de procesamiento e? este
basado en claves espaciales funcionara mejor para los annónicos 1nás camino. Es aquí donde las neuronas que están en con. las celulas
bajos (donde las zonas de resonancia vecinas están bien separadas entre pilosas externas e internas tienen la primera oportunidad de
sí), 1nientras que un n1ecani.s1110 basado en lo temporal debería funcionar determinando Ja particular distribución de :n
de manern óptin1a en el rango de armónicos más altos.Algunos experimen- el nervío acústico (el VIII nervio craneano), que transm1teesta1nformac1on
tos psicoacústicos parecen exigir una explicación basada en el análisis de al cerebro. La siguiente etapa de procesamiento, ubicada en el bulbo
claves te1nporales. Por eje1nplo, tonos sin1ples de frecuencias bajas y de raquídeo, comprende Jos núcleos cocleares, y está por tres
n1uy corta duración (dos o tres ciclos de vibracíón reales) pueden originar subdivisiones de cuya elaborada estructura dependen los pnmeros gasas
una clara sensación de altura (Moore, J 973). O, si una señal acústica en las tareas de resolución y discriminación sonora. La 1nformac1on es
(ruido blanco) se presenta a un oído, y)a mis.ma señal es enviada al otro canalizada en tres haces principales. Uno cruza hacia lado
oído con un intervalo de de1nora 't (unos pocos milisegundos), se percibe, contralateral y entra al lemnisco lateral, el canal pnnc1pal a traves del
muy débihnente, una altura correspondiente a una frecuencia 111:: (Bilsen tronco cefálico. Algunas fibras terminan en la formación _una
y Goldstein, 1974). Ninguno de estos resultados puede explicarse red difusa en el tronco cefálico que tiene el rol de «consola telefon1ca»
principal.24 Otro paquete {el cuerpo trapezoidal) envía fibras desde el
n Es improbable que el sistema de «medicíóm) requerido (cuasi logarítmico y dependiente
de las dimensiones de la códea) venga dado genéticamente.
23Esto fue realizado originalmente en un modelo de laboratorio, disminuyendo H Esta estructura, que recibe datos de los sentidos y del as.í también daborada
apropiadamente las resistencias de las líneas de transmisión (filas y columnas de !a matriz) ínfonnadón desde Ja corteza, es responsable de Ja activa,c16n o de opernc1on:s de
que son simultáne<1mente activadas (que conducen corriente) de acuerdo con cierta procesamiento cerebral según las necesidades momentaneas. controla el sueno, el
configuración de entrada, prescntadl'I repetidmi1ente. despertar y el estado consciente, e influye sobre muchas funciones viscerales.
76 2. Vibraciones sonoras, tonos puros y percepción de altura 2.9 Altura subjetiva y el rol del sistema nervioso <.:entra! 77

núcleo coclear ventral a intportantcs estaciones de proccsanliento y


retransmisión, las olivas lateral y inedia. De éstas, la oliva
superior n1edia es el primer centro de mezcla de señales interaurales. Es
Ganglio Espiral en este lugar donde el mecanismo de correlación cruzada (Fig. 2.24)
produce la infonnación necesaria para la localización de la fuente sonora.
Nervio Acústico Finalmente, un tercer paquete va del núcleo coclear ventral al co1nplejo

D
olivar contralateral.
Ventral
Núcleos Las tres etapas superiores están constituidas por el colículo inferior, el
Cocleares
cuerpo geniculado 1nedio y, fiüalrn.ente, la corteza auditivo (Fig. 2.26).
Algunas fibras están conectadas al colfculo superior, el cual también está

r-1--, 1 Formación
incrvado por fibras relacionadas con la visión. ()bsérvese en cada uno de
estos estadios las interconexiones con el lado contra lateral y con otras
1 Re!k;Ular vfas sensoriales y centros cerebrales.
L Existe una red de fibras eferentes, no n1ostrada en la Fig. 2.26, que
lleva infonnación desde las etapas superiores hacia las inferiores,
terminando en la cóclea. Este siste1na interviene en el control de la
información entrante aferente. l,a parte inferior de la red, el paquete

o
I
\ I olivococlear parece participar de tnanera Ílnportantc en el proceso de
Oliva
1 agudizamícnto (pág. 45). Aunque hay solo alrededor de J 600 fibras
Latera!
Superior
aferentes alcanzando cada cóclea, las fibras 1nás anchas inervan
profusan1entc las células pilosas externas, y de este 111odo pueden ejercer
1 /
/ un control central sobre las operaciones elér.:tricas y/o 111ecánicas de las
/ últin1as (ver Sec. 3.6).
Por últüno, señale1nos algunas generalidades que pueden ser útiles para
capítulos posteriores. En la fase inicial existe una correspondencia
Lemnisco
Lateral geon1étrica tnuy específica entre las fibras nervio::;as activadas y la posición
localización del estí1nulo-fuente sobre la me1nbrana basilar. Efcctivatnente, la
Resolución de
frecuencia e intensidad distribución espacial de la excitación a lo largo de la n1en1brana basilar
proyecta un ¡napa bien definido de actividad neural en los haces de las
fibras. Esto es particulannente evidente en cada uno de los núcleos
Reflejos cocleares. A tnedida que avanzan1os en el trayecto neural, sin ernbargo,
esta correspondencia «tonotópica» se va perdiendo graduallnente (excepto
en un estado de anestesia). El nú1ncro de neuronas participantes crece
1 Cuerpo Interacción enorn1en1ente y la respuesta neural va representando cada vez n1;_ls los
Respuesta ali\ F Genicu!ado con otros rasgos co1nplejos de la fuente sonora, siendo ade1nás crecicntcn1cnte
1 Medio sentidos
influenciada por la conducta y el estado tnental del individuo. Lo.s canales
contralaterales (es decir los que cruzan) son «n1cjorcs>> portadores de
infonnación que los ipsilateralcs (del nüs1no lado); si se envía inforn1ación
Cuerpo contradictoria a a111bos oídos, la infonnación en el canal contn1lateral
Calloso tiende a imponerse a la que llega por el canal ipsilaterai (Milner et al.,
Percepción
1968).
Consciente A nivel del colículo inferior ya existe una buena resolución de
Figura 2.26 Diagrama de fl_?jo de las en las vías auditivas que parten
frecuencia, de intensidad y de direccionalidad sonora; tarnbién hay una
desde el oído y llegan, a traves del tronco cefálico, a las áreas corticales. respuesta selectiva a barridos de frecuencia hacia arriba y hacia abajo. En
78 2. Vibraciones sonoras, puros y percepción de altura
79
esta etapa, los reflejos ya funcionan, pero no hay evidencia alguna de
percepción consciente del sonido, como ha sido demostrado con
experimentos de ablación cerebral. En el cuerpo genicular medio (y
3
probablemente en el colículo superior) ya existe alguna capacidad de
reconociniiento de patrones sonoros. En este nivel existe información sobre
Ondas sonoras, energía acústica y
dónde está una fuente sonora y adónde está yendo, en el espacio y en el
tien1po. Aquí tiene lugar la primera integración con información de otros
percepción de la sonoridad
sentidos.
«Antes que nada debo cerciorarme de que el
La íiltin1a etapa de procesarniento de infonnación entrante se ejecuta en
instrumento tenga buenos pulmones»
la corteza auditiva. Aquí la función primaria es identificar el estímulo,
integrarlo a la representación ambiental del momento y ponerlo a disposición
Broma usual de Johann Sebastian Bach (1685-1750)
del estado consciente del cerebro. Efectivamente, de aquí en adelante Ja antes de lirar todos los registros en la prueba
infonnación es distribuida a otros centros cerebrales, donde es almacenada, de un nuevo órgano.
analizada e integrada a la totalidad de las funciones cognitivas del cerebro,
o descartada por irrelevante. El cuerpo calloso (Fig. 2.26), una gigantesca
co1nisura de alrededor de 200 millones de fibras que conectan a ambos En el capítulo precedente estudiamos vibraciones sonoras slmples y sus
hemisferios cerebrales, tiene un rol fundamental en la tarea de procesamiento efectos subjetivos, sin investigar cómo ellas llegan al oído. Nos hemos
de i11fo1111ación global, espcciahnente sl se tiene en cuenta la notable referido a experimentos en los cuales Ja fuente sonora (auriculares) estaba
especialización de a1nhos hen1isferios, ya mencionada en la Sec. l.S. situada muy cerca del tímpano. En este capítulo díscutirernos el proceso
Reto1nare1nos este tópico en la Sec. 5.7.
de propagación de energía sonora desde una fuente distante hasta el oyente
y analizaremos cómo este flujo de energía acústica determina Ja sensación
de sonoridad. Terminaremos el capítulo con una descripción más detallada
de esa maravilla «electromecánica» que es la cóclea.

3.1 Ondas elásticas, fuerza, energía y potencia


Cuando el sonido se propaga a través de un medía, los puntos de éste
vibran. Si no hay ningún sonido ni ningún tipo de perturbación, cada
punto del medio 1 permanecerá en reposo. La posición en el espacio de un
punto del medio en ausencia de perturbaciones, se llama posición de
equilibrio de ese punto.
Las ondas sonoras son un caso particular de las así llamadas ondas
elásticas. Cuando producirnos una deformación repentina en un Jugar
dado del medio (por ejemplo al golpear una cuerda del piano con el martillo
o al desplazar repentinarnente el aire poniendo en movimiento la caña de
un clarinete), aparecen fuerzas elásticas que harán que los puntos cercanos
a la perturbación inicial empiecen a desplazarse. Estos puntos, a su vez,
ejercerán fuerzas sobre otros puntos vecinos, transmitiéndoles la «orden»
de ponerse en movimiento, y así sucesivamente. Esta «reacción en cadena»
representa una onda elástica que se propaga desde el lugar de la

1
Un «punto» del medío debe entenderse aquí en el sentido macroscópico, todavía
englobando miles de millones de mo!écu!¡¡s.
80 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonoridad 3.1 Onúas elásticas, fuerza, energía y potencia 81

perturbación inicial. Lo que se propaga con esta onda no es materia sino Hay 1nuchas situaciones físicas en que una fuerza se aplica unifonne-
energía: aquella energía necesaria para poner en movilniento cada punto 1ncnte sobre toda la superficie de un cuerpo. Por cjc1nplo, en un avión con
alcanzado por la onda. Las ondas sonoras que interesan a la música son cabina presurizada, volando a gran altura, el aire del interior ejerce una
elásticas en las cuales los puntos ejecutan movilnientos periódicos. fuerza F considerable hacia afuera sobre cada ventana (y sobre toda otra
Al vibrar, cada punto del medio se mantiene muy, pero muy cerca de su parte del fuselaje), que es proporcional a la superficie S de la ventana. La
posición de equilibrio. Una onda sonora se propaga a una velocidad relación p:::: F'/S representa la presión del aire dentro de la cabina. En
perfectamente definida, alejándose de la fuente en línea recta, hasta que general, definin1os la presión del aire cotno la razón entre la fuerza que
es absorbida o reflejada. La calidad acústica de un recinto, como ser una actúa sobre una superficie S que separa el aire del vacío. Si en lugar del
sala de conciertos, está detenninada por el 1nodo en que las ondas sonoras vacío tenen1os sin1plemente uµa ¡)re.)ión diferente p' del otro lado de la
se propagan y son reflejadas y absorbida.:.;. superficie, la fuerza F que actúá sobte In superficie estará dada por
Hemos mencionado los conceptos de fuerza y energía. Debemos ahora
(3.1)
precisar el significado exacto que estos términos tienen en física. Todos
tenemos una noción intuitiva de fuerza: la acción de tirar o empujar Todo esto es.111uy i1nportante para la música. Las ondas sonoras en el
necesaria para cambiar la fonnade un cuerpo, para ponerlo en movimiento, aire son oscilaciones de la presión. De este n1odo, si en la relación ( 3.1) S
para sostener algo en nuestra mano, para ir frenando un móvíl, etc. Pero corresponde a la suped:icie del tín1pano, p' es la presión constante en el
en física no basta con conceptos intuitivos. Debe1nos dar una definición oído 111edio y p la presión oscilante en el rneato (Fig. 2.6 ), F será la fuerza
clara de fuerza, así co1no también la «receta>) para n1edirla. Tanto la receta oscilante que actúa sobre el túnpano, responsable de su n1ovi1niento y del
con10 la definición deben estar basadas en experimentos cuyos resultados de la cadena de huesos .del oído medio. La presión se expresa en Newton
puedan ser condensados o sintetizados en una ley física. por metro cuadrado, o Pascal. La p'resión atn1osférica nonna! a nivel del
En nuestra experiencia cotidiana observan1os que para can1biar la forma 111ar es de alrededor de 100.000 Newtonhn2 (o::: 1000 heclOJHlSCi.Ü).
de un cuerpo tenemos que ejercer una acción bien específica: «aplicar Paseinos ahora al concepto de energí(/. Co1no antes, tenernos una idea
una fuerza» sobre él. Cuando una fuerza actúa sobre un cuerpo, la intuitiva al respecto, pero nuestra intuición puede engafiarnos ráciln1ente
defom1ación, es decir un cambio en la forma, no es el único efecto posible. en este caso. Por eje111plo algunos dirían que «se requiere rnucha energía
En efecto, observamos que para alterar el movi1niento de un objeto para sostener un objeto pesado durante un largo tic1npo)>. Sin en1bargo,
debemos aplicar una fuerza. Experiencias demuestran que, en la para el físico no hay ninguna energía involucrada en csle caso (excepto
aceleración a de un cuerpo, que representa el cambio de su velocidad en durante el acto de levantar el objeto o de bajarlo). Por otra parle, para el
función del tiempo, causada por una fuerza detemlinada F, es proporcional fisiólogo, hay un flujo continuo de energía quínüca hacia los n1úsculos,
a esta última. Recíprocamente, la fuerza es proporcional a la aceleración para que las fibras de éstos puedan n1anlencr el requerido estado de
producida: F :=:: in.a. Esto se conoce como la ecuación de Newton. La contracción continua. Para evitar confusiones es necesarío introducir el
constante de proporcionalidad 111 es la n1asa del cuerpo. Esta representa concepto de energía de n1anera 1nás precisa y cuantitativa.
su «inercia>) o «resistencia)> a cambiar su movi1niento. Si más de una El concepto de fuerza, por sí solo, no basta para la solución de problc1nas
fuerza está actuando sobre un cuerpo, la aceleración resultante estará <lada prácticos en física. Por ejemplo, si qucre1nos determinar la velocidad final
por la suma (vectorial) de todas las fuerzas. Esta su1na puede ser cero; en de un cuerpo acelerado por una fuerza dada, necesitarnos saber durante
tal caso, se dice que las fuerzas actuantes están en equilibrio. cuánto tie1npo, o a lo largo de qué distancia, esa fuerza ha estado actuando
La unidad de fuerza está representada por aquella fuerza necesaria para (hasta la fuerza más intensa puede tener solo un pequeño efecto jinal, si
acelerar un cuerpo de 1 kg a razón del 1nts2. Esta unidad se llama Newton. la duración o el ca1nino de su ncción fue n1uy corlo) ..En erecto, lo que
Dado que la aceleración de la gravedad es de 9,8 1n/s2, el peso de un reahnente cuenta para dctenninarun cambio dado de velocidad, digarnos,
cuerpo cuya masa es 1 kg resulta ser 9,8 Newton. entre O y v, es el producto de la fuerza por la distancia recorrida en la
Podemos calcular una fuerza midiendo la aceleración que ésta imparte a un dirección de la fuerza. Si llarnainos x a esa distancia, puede dcinostrarse
cuerpo de masa determinada o equilibrándola (es decir, cancelando su efecto) 1naten1áticamente, basándose en la ecuación de Newton, que F.x = 1111v 2
con una fuerza conocida, P?r ejemplo la tensión de un reso1tc calibrado2.
El· producto F . x se llama trabajo y se considera positivo si el
desplazamiento x tiene la nüsn1a dirección que la fuerza F. El producto
1 1 2 . , · d e l cuerpo d e inasa111. S.1F' .xes pos1t1vo,
..
«_Calibra.do>) significa que. previamente hemos establecido cuánto se alargnrá el resorte -11iv se 11 an1aenergra
, crnetica
ba_Jo una fuerza dada, por ejemplo, el peso de una masa determinad<i. 2
82 3. Ondas sonorns, energía acústica y percepción de la sonoridad 3.2 Velocidad de propagación, longitud de onda y potencia acústica 83
la relación nos dice que el trabajo de 1a fuerza aplicada ha incrementado la fuerzas externas pueden actuar de manera tal que aumenten gradualmente
energía cinética del cuerpo o, lo que es equivalente, que «trabajo ha sido la energía mecánica, pudiendo usarse para compensar las pérdidas
2 disípativas y mantener de este modo una oscilación de amplitud constante.
entregado al sistema», incrementando su energía cinética de cero a _!_ n1v _
2 Un ejemplo es el de una cuerda de violín frotada: las fuerzas que aparecen
El trabajo y la energía cinética se expresan en Newton por metro. Esta
unidad se llan1a Joule (J), en honor a un físico e ingeniero británico. Un en el mecanismo de frotamiento suministran energía a la cuerda vibrante
cuerpo de l kg (unidad de masa), moviéndose a una velocidad de 1rn/s en un monto equivaJente a la pérdida de energía causada por fricción
tiene una energía cinética de 0,5 J. Si su velocidad es el dob]e, su energía inten1a y radiación acústica (Sec. 4.2).
cinética será cuatro veces mayor: 2 J. Una persona promedio (de 70 kg), Ahora llegamos a un último punto, pero de máxima importancia,
corriendo a una velocidad de 3 mis ( l 0,8 kin/h) tiene una energía cinética concerniente a la energía. Las máquinas (y los seres humanos) suministran
de 3 ! 5 J; la energía cinética de un auto de 2.000 kg viajando a 30 mis energía a una razón detenninada. Cualquier máquina (o ser humano) es
(108 km/h) es de 900.000 J. capaz de ejecutar una cantidad casi arbitrariamente grande de trabajo,
La energía cinética no es la única forma de energía. Consideremos un ¡pero puede Hevarle un tiempo muy largo! Lo que realmente define la
cualidad o potencia de una máquina es la «rapidez» o razón a la cual
cuerpo sujeto ll un resorte. Para comprimir el resorte debe1nos sumlnistrar
una cantidad detem1inada de trabajo. Si hace1nos esto de manera muy, puede entregar energía (o sea, ejecutar trabajo), Esta razón, en el caso de
111uy lenta, podre1nos despreciar la energía cinética involucrada. El trabajo que sea constante, está dada por:
sun1inistrado será convertido en energía potencial; en este caso, energía p = trabajo realizado = __w
__
potencial elástica del cuerpo ligado al resorte comprimido. Al soltar el (3.2)
tiempo empleado (t 2 - t 1 }
resorte, el cuerpo será acelerado por Ja fuerza de] resorte en expansión y
la energía potencial será convertida en energía cinética. Podemos decir W es el trabajo entregado entre los tiempos ti y t2· P se llama la potencia
que la energía potencial es energía de posición de un cuerpo, mientras mecánica. Se mide en unidades de J/s , llamadas Watt* (según otro
que la energía cinética es su energía de movinliento. ingeniero británico). Al subir una escalera, el cuerpo humano está
La sun1a de la energía potencial ntás la energía cinética de un cuerpo suministrando una potencia de aproximadamente 300 W; la energía eléc-
representa su energía nzecánica total (hay muchas otras formas de energía trica consumida por segundo por una plancha eléctrica es de 1.000W, y la
que no considerare1nos: térmica, química, electromagnética, etc.). Bxisten potencia máxima entregada por un motor de auto pequeño es de 30 kW (1
casos iinpoitantes en los cuales la energía mecánica de un cuerpo se caballo de fuerza= 0,735 kW). Un trombón tocando 'fortissimo' emite
mantíene constante. Uno «musicalmente)) significativo es el ejemplo una potencia acústica total de alrededor de 6 W.
previo de un cuerpo unido a un resorte, oscilando por la acción de la El concepto de potencia es de máxima importancia para la física de la
fuerza elástica de este último. Puede demostrarse que la vibración música. En realidad, nuestro oído no se interesa en absoluto por la energía
resultante alrededor de Ja posición de equilibrio es annónica (siempre y acústica total que llega al tímpano; a lo que responde es la razón con que
cuando la amplitud sea pequeña). Cuando el cuerpo se suelta desdC una esta energía llega por unidad de tiempo, es decir, la potencia acústica.
posición de resorte extendido, su energía cinética inicial es cero. El cuc1po Ella es la que determina la sensación de sonoridad.
sin ernbargo posee una energía elástica potencia] que, a medida que la
oscilación co1nienza, se va convlrtiendo en energía cinética. Cada vez
que el cuerpo pasa por su · 1a equilibrio, su energía elástica
potencial es cero en ese instante, mientras que su energía cinética es
3.2 Velocidad de propagación, longitud de onda
máxima. Durante Ja oscilación armónica hay una conversión periódica de y potencia acústica
energía potencial en cinética y viceversa.
La energía mecánica total se mantiene constante mientras no entren en 1 Después de nuestra incursión en el campo de la física pura en la sección
juego otras fuerzas «dísipadoras))., La fricción produce una disminución precedente, estamos en mejores condiciones de comprender el fenómeno
continua de la energía total, y por ende, de la amplitud de la oscilación. El de propagación de ondas. Con ese fin usaremos un modelo del medio 9e
1novimiento resultante se llama oscilación an1ortiguada. Esta es propagación fonnado por pequeños cuerpos de masa determinada, Jigados
extremadamente importante en música. Efectivamente, muchos entre sí por resortes comprimidos (que representan Jas fuerzas elásticas
instrumentos musicales involucran oscilaciones amortiguadas; la cuerda
vibrante de un piano es un ejemplo típico. Se dan otros casos en que "En C:'l<:tt>lhmn vntino 11\T 'T'\
3.2 Velocidad de propagación, longituJ de onda y potencia acústica 85
84 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonoridad
entregar trabajo desde «afuera>) para producir el desplazainiento inicial
Resorte con Resorte con x l deJ punto P, dado que tenemos que u1odificar las longitudes de los dos
Resorte con Resorte con
compresión inferior compresión superior
compresión normal a la normal compresión nom-ial resortes PQ y PR. En otras palabras, necesitamos una fuente de energía.
ala norma!

-
s a t"'xl<ip A T En este caso, la energía inicial se presenta bajo la fonna de energía
oooooooaD4"UÜ'fl6'0 011ooooo6fJ ot off(J :e w;;s potencial (posicional) del punto P. Luego, a tnedida que transcurre el
Equilibrio Fuerza resultante Fuerza resultante Fuerza resultante Equilibrio tiempo, los puntos a la derecha y a la izquier<lu <le P e1npiezan a moverse,
sobre a sobre P sobre R
y la Jongitud de sus resortes a carnbiar. Todos estos procesos involucran
Figura 3.1 Modelo unidimensional de un medio elástico (resortes en estado de compre- energía, tanto cinética (movüniento de los puntos materiales) como
sión), en el cual el punto P ha sido desplazado longitudinalmente. potencial (compresión o de los resortes}. La energía entregada
iniciahnente a Pes transferida de punto a punto del 1nedio a 1nedida que
del aire). Inicialmente, las fuerzas del resorte están en equilibrio y todos la onda se propaga: tenemos un flujo o t1 ansporte de energía que parte
los puntos en reposo. La Fig. 3.1 muestra la situación cuando el punto P desde la fuente.
ha sido repentinamente desplazado una cantidad x 1 hacia la derecha. Examinen1os aho1 a un caso en el cual los resortes del rnodelo se
Considerando las fuerzas mostradas en la Fig. 3.1, advertimos que los encuentran bajo tensión (expandidos) en lugar <le estar co1npriinidos, con
puntos Q y R - que inicialmente estaban en reposo en sus respectivas puntos vecinos bajo tracción entre sí. Físicatnente, esto corresponde a
posiciones de equilibrio - se hallan sometidos a la acción de una fuerza üna cuerda de violín tensa. Para los <lesplaz::unientos longitudinales (en
resultante que actúa hacia la derecha. En otras palabras, de acuerdo con dirección a lo largo de los resortes) obtene111os una situación
la ecuación de Newton, esos puntos serán acelerados hacia la derecha y cualitativa111ente sirnilar a la anterior; solo que ahora toJas las fuerzas
empezarán a moverse en la misma dirección en la cual el punto P había indicadas en la Fig. 3.1 aparecen invertidas. Pero aden1¡_ís tene111os una
sido desplazado originalmente. Este punto P, por otra parte, estará nueva posibilidad, que no existe para el caso de rcsorte.s cornprirnidos:
moviéndose hacia su posición de equilibrio, acelerado por un fuerza podemos desplazar el punto P perpe11dicular111e11te a la dirección de x
resultante que actúa hacia la izquierda (Fig. 3.1).Un 1nomento más tarde, (Fig. 3.2) y obtener así otro tipo de onda. Dado que todas las fuerzas de
cuando los puntos Q y R estén en camino hacia la derecha, la compresión los resortes ahora tiran de los puntos, de acuerdo con la Fig. 3.2, la fuerza
del resorte entre R y T empezará a aumentar, mientras que aquélla entre resultante 1'/) acelerará a P en dirección descendente, hacia Sii posición
Q y S comenzará a disminuir. Es fácil apreciar que los puntos S y T serán de equilibrio O. Los puntos Q y R, a su vez, estarán sornctidos a fuerzas
sometidos a una fuerza neta dirigida hacia la derecha, que hará que netas que los acelerarán hacia arriba, en una dirección esc11cialn1ente
empiecen a desplazarse en esa dirección, mientras que los puntos Q y R perpendicular ax. Esto representa una onda elástica transversal, que se
pueden estar moviéndose hacia la izquierda, de vuelta hacia su posición propaga hacia la derecha e izquierda de P. En una onda transversal, los
de equilibrio. Este proceso continúa, de punto a punto, representando una desplazamientos de los puntos son perpendiculares a la dirección de la
onda que se propaga a partir del punto Pen ambas direcciones. El «frente» propagación. En un n1cdio bajo tensión, como una cuerda de violín, pueden
de la onda no es otra cosa que una «orden» que pasa de un punto a otro ocurrir simultáneamente los dos rnodos de propagación de una onda
diciéndole a este último: «empieza a moverte hacia la derecha». Esta elástica: transversal y longitudinal.
orden está dada por los resortes comprimidos (por sus fuerzas elásticas). Exaininemos ahora la expresión para calcular la velocidad de
Como todos los puntos vuelven a sus posiciones de equilibrio, en ningún propagación de ondas transversales. Aplicando la ley <le Newton a los
momento hay un transporte real de materia. El caso examinado representa
una onda longitudinal, porque los desplazamientos de los puntos ocu1Ten
p
en dirección paralela a la dirección de propagación de las ondas. En el
caso real de una onda sonora que se propaga en el aire, la acción concertada
de las fuerzas de los resortes que actúan sobre los puntos P, Q, R, ...
corresponde a Ja presión del aire; las variaciones de estas fuerzas (por las s T
variaciones de las distancias entre los puntos) corresponden a las
variaciones de la presión del aire en la onda sonora.
El modelo unidimensional de la Fig. 3.1 muestra cómo una onda elástica
Figura 3,2 Modelo unidimensional de un rnedio elástico (1csortes en estado de extensión),
también representa transporte de energía. En primer lugar, debemos en el cual e! punto P ha sido desplazado transversalmente.
l 86 3, Ondas sonoras, energía acústica y percepción de !a sonoridad

puntos individuales del modelo unidimensional de la Fig. 3.2 puede


demostrarse que, para una cuerda bajo tensión T(expresada en Newton),
la velocidad Vr de ondas elásticas transversales está dada por
A
y
3.2 Velocidad de propagación, longitud de onda y potencia acústica
! " " ' - - - - - X _ _ ___,--1
1
---j----------
1
__ _J _____ _
1
87

=ti 1 1
1 Vl 1
Vr (mis) (3.3)
1 1

o
des Ja «densidad lineal» del n1edio, es decir, la1nasa por unidad de longitud '
(kg/rn). ()bsérvese que cuanto más tensa esté la cuerda, tanto más
rápidamente viajarán las ondas transversales. Por otra parte, cuanto 1nás
densa sea, tanto más lentamente se propagarán las ondas.
Una relación físicamente equivalente existe para el cálculo de la
velocidad de propagación de ondas longitudinales en un medio de densidad
8 (en kglm3) y en el que la presión es p (en Newtonlm 2):
Figura 3.3 «Foto instantánea» de los desplazamientos yde una cuerda, cuando una onda
transversal de una sola frecuencia se propaga a lo largo de ésta en dirección x.
V =
l.
[Ji (mis) (3.4)

superposición de ondas sonoras retrasadas, que han sufrido múltiples


Para un gas ideal, la razón pi 8 resulta proporcional a la temperatura
reflexiones sobre las paredes (Sec. 4.7).
absoluta t A, definida en ténninos de temperatura te en grados centígrados Consideremos ahora una cuerda muy larga, cuyo extremo izquierdo
por empieza a vibrar con un movimiento armónico simple por la acción de
rA = 273 +te (grados Kelvin) (3 .5) alguna fuerza externa. Después de un rato, todos los puntos de la cuerda
Adviértase que en el punto de congelamiento (te:;;;; OºC ), la temperatura estarán ·vibrando con el mismo movimiento armónico simple. Si en un
absoluta es t : 273º. Aunque el aire ordinario no es un «gas ideal» cien instante dado un punto cualquiera está, digamos, en la posición de su
por cien, se comporta como si Jo fuera, y la velocidad de máximo desplazamiento, los puntos vecinos a su derecha todavía no
las ondas sonoras puede expresarse en la forma: llegaron a es extremo, mientras aquellos a su izquierda acaban de pasar
por ahí. La figura 3.3 muestra JoS desplazamientos transversales de todos
V1 =2ü,1,/f; (mls) (3.6) los puntos de la cuerda en un instante dado. Esta curva representa una
4 «foto instantánea» de la forma de la cuerda durante el pasaje de una onda
Esto resulta ser 331,5 nl/s a OºC y 314mis a 21 ºC. El factor numérico en transversal sinusoidal. El gráfico de la Fig. 3 .3 no debe confundirse con
la ecuación (3.6) vale solainente para el aire. En general, depende de la la curva mostrada en la Fig. 2.4, la cual representa la historia de un único
contposición del n1edío a través del cual se propaga el sonido. Para el punto dado. Este último gráfico representa un patrón vibratorio en el
hidrógeno puro, por ejen1plo, es 74. Por lo tanto, las sonoras se tiempo, mientras que el primero es una representación en el espacio. La
propagan con una velocidad casi cuatro veces mayor en hidrógeno que en distancia mínima entre dos puntos de la cuerda que estén vibrando en
el aire. Esto lleva a efectos acústicos cómicos cuando una persona habla forma paralela (vibrando en fase, es decir, teniendo en todo momento
o canta después de haber inhalado hidrógeno (¡NO FUMAR!). idénticos desplazamientos y), se llama longitud de onda. Habitualmente
El sonido se propaga pero no con velocidad infinita. se la indica con la letra griega A. Otro modo de definir la longitud de onda
Esto, por ejemplo, 11eva a pequeñas pero perceptibles diferencias en el es considerándola corno Ja distancia rrúnima después de la cual el patrón
tieinpo de llegada entre las ondas sonoras provenientes .de diferentes espacial de vibración de la cuerda se repite. Compárese esta definición
instru1nentos de una gran orquesta, que pueden causar senos problemas con aquella del período, el cual representa el intervalo temporal mínimo,
de sincrünización 1ítmica. Un pianista que toca por primera vez un gran después del cual el patrón vibratorio de un punto dado se repite (Fig.
órgano, en el cual la consola está lejos de los pue.de 2.3[b]).
confundido al comienzo por la tardía llegada del sonido, des1ncron1zada A medida que el tiempo transcurre, la curva de la «instantánea» se ve
con Ja acción de sus dedos. La reverberación de una sala se basa en la mover hacia la derecha con la velocidad de la onda (FiP" 14)· "'n"'"'""
88 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonoridad 3.2 Velocidad de propagación, !ougitud de onda y poLenciu acústica 89
y (3.7) nos pernlite expresar la longitud de onda de una onda transversal en
una cuerda en función de la frecuencia de oscilación de los puntos
individuales y de la velocic.la<l de propagación (3.3):

iJlf;¡
1
?e= (3.8)
I
o
Es interesante observar gue las relaciones (3.J) y (3.8) pueden ser aplicadas
también, hasta cierto punto, a lame1nbra11a basilar, reen1plazando la tensión
T con un pará1netro apropüldo de 'figidez. Dado que la rigidez decrece un
p Q R
factor de aproxin1adamente l 0.000 desde la base hacia el ápex (pág. 33),
según las ecuaciones (3.3) y (3.8) la velocidad de propagación y longitud
de onda locales de las ondas de una dada frecuencia en la n1embrana
Figura 3.4 Tres "instantáneas» consecutivas de una onda transversal tomadas a los tiempost 1, basilar decrecerán en un factor l 00-Ia n1e<lida que viajan hacia el ápex. La
t2 y ! 1• Los puntos de la cuerda solo se mueven para arriba y para abajo (en dirección y). Lo recuencta e resonancia e a 1nen1brana basilar, por otra parte. lí:unbién
que se mueve hacia !a derecha, a lo largo dex, es e\pe1jil dela onda (y la energía de la misma).
es proporcional a la raíz cuadrada del parán1clro de rigidez. Con10
consecuencia de todo esto, cuando Ja onda se propaga, su ¡_unplitud crece
esto, cada punto de la cuerda se mueve en realidad solo para arriba y para
(la energía se «apila» porque la onda va propagúndose con velocidad
abajo (por ejemplo, considérese el punto x¡ en el Fig. 3.4). Lo que se
decreciente). Cuando llega a la zona de resonancia, tanto la a1nplitu<l con10
mueve hacia la derecha es la configuración, es decir, la real forma de la
la dislpacíón de energía alcanzan uu 1náxiino, lo que causa que la onda
cuerda, pero no la cuerda misina. En otras palabras, lo -1ue se mueve
decaiga rápidan1ente 1nás allá de ese punto. La figura .3.5 rnuestra
hacia la derecha es una cualidad, tal co1no la de «estar en la posición de
csque1nática111ente cón10 la onda producida por un sonido si1nple, de una
1náximo desplazamiento» (por ej. los puntos P, Q, R en la Fig. 3.4), o la
única frecuencia, se propaga a lo largo de la n1en1brana basilar.
cualidad de «pasar justo por la posición de equilibrio» (puntos S, T, U). Y,
Podemos anticipar que cuando dos o más tonos si111p!es llegan al oído
desde luego, lo que también se mueve hacia la derecha es energía, la
(co1no ocurre con los sonidos de la música), aparecení.n varios
energía cinética y potencial involucrada en la oscilación transversal de
los puntos de la cuerda.
Existe una importante relación entre la velocidad de propagación V de '\ Envolven!fJ (pnra
una onda sinusoidal, su longitud de onda A, y la frecuenciaj"de oscilación /
/
frncuencia f y SPL dado)
/
de los puntos individuales. Al observar la Fig. 3.3, nos damos cuenta que /
/

la onda se habrá propagado exactamente una longitud de onda 'A durante


el tiempo que le lleva al punto del extremo izquierdo (o a cualquier otro
punto) ejecutar una oscilación completa, o sea durante un período 'L
Podemos, por ello, escribir la siguiente relación para la velocidad de la Hacia la ventana oval f l3cía el helicutrrnm1
onda: 1
' 1
Dirección de '' 1
V= distancia recorrida ;\, propagación '' I
tiempo empleado /

F\egión de resonancia
Dado que la inversa del período es la frecuencia! (relación [2.l]), también para frecuencia f

podemos escribir Figura 3.5 Bosquejo de una onda propagándose a lo largo de la mc1nbrn11a basil<tr,
V="icf (3.7) generada por un tono simple. Curva gruesa: instantánea de los dcsp!a:r,lmiientos transversales
de la membrana (¡no en escala!). Imagínese esta curva avanza11do hat·ia la derecha dentn1
Esta expresión relaciona cuantitativamente la (<representación espacial» de las lineas punteadas y reduciendo su velocidad a medida que su <.nnplitud decae hada
de la Fig. 3.3 con la «representación temporal» de la Fig. 2.4. La relación la derecha. Curva punteada: cnvolvc11tc de amplitud (que permanece fija. salvo que cnrnbie
la mnplitud yfo la frecuencia del tono).
90 3. Ondas sonoras, energía aetís!ica y percepción de la sonoridad 3.2 Velocidad de propagación, longitud de onda y potencia acústica 91
«paquetes de ondas» co1no el rnostrado en la figura, centrados en distintas Presión superior o
inferior a !a normal
zonas de resonancia, una para cada frecuencia componente (véase Fig. Amplitud de !a variación de presión
2.25). Así es, en tém1inos extremadamente simplificados, cómo trabaja
el mecanismo hidromecánico de análisis de frecuencia en la cóclea.
Variación media
Recuérdese que la Fig. 3.5 representa una onda transversal: los puntos de presión
individuales vihran vercicalmente, pero el patrón de la onda (y la energía
asociada) se propaga de izquierda a derecha, con la amplitud de las
oscilaciones individuales manteniéndose dentro de la «envolvente)> (le la
onda. Obsérvese cómo Ja longitud de onda decrece a medída que Ja onda
avanza en dirección a la zona de máxima resonancia. Todos los puntos de
la 1ne1nbrana basilar, incluso aquellos que están fuera de la zona de Figura 3.7 Variaciones de presión para un instante dado len una onda sinusoidal que se
resonancia rnáxima, oscilan con lan1is1nafrecuencia que la del tono puro propaga a lo !argo del eje x.
original. Si ca1nbiamos la frecuencia del estímulo tonal hacia an·íba o
abajo, el perfil n1ostrado en la Fig. 3.5 se desplazará hacia la base Obsérvese que los puntos exhiben su máxima acumulación (es declr,
(izquierda) o hacia el ápex (derecha), respectivamente.3 máxima presíón) y su máxima rarefacción (o sea, mínima presión) en los
Volva1nos al caso de ondas longitudinales, tal con10 una onda sonora lugares donde sus desplazamientos son cero (puntos P y Q,
en el aíre. Los puntos del medio vibran en sentido paralelo a la dirección respectivamente). Por otra parte, en los lugares donde sus desplazamientos
de la propagación, y no es fácil representar gráficamente sus posiciones son máximos, las variaciones de presión son cero. Esto significa que las
reales. Por esta razón es más conveniente representar las ondas sonoras variaciones de presión de una onda sonora están 90º fuera de fase con
como oscilaciones de presión. La figura 3.6 (la hilera inferior) mueslra relación a la oscilación de los puntos: las variacíones máximas de presión
los desplazan1ientos de los puntos en Un modelo de medio de propagación (positiva.;; o negativas) ocurren en lugares donde los desplazamientos de los
unidi1ncnsional, cuando una onda longitudinal pnsa a través de él. puntos del medio son nulos; recíprocamente, los desplazamientos máximos
de los puntos ocu-ren donde las variaciones de presión pasan por cero.
En una onda sonora sinusoidal la presión en cada punto oscila
alrededor de un valor normal (la presión atmosférica

JJ!l\\\\\WJJJ !1\\\\\WJJJ
normal en ausencia de perturbación) (Fig. 3.7). En un lugar como el A,
todos los puntos del medio se han acercado lo más posible entre sí
(máximo incremento de la presión, puntos P en la Fig. 3.6) ; en un punto

Pres1on m1111ma
a p

¡--J ¡ a


p

j
- - - - - - --------loesplaiamiento cero
Presión máxima
como Bellos se han separado entre sí al máximo (máxima disminución
de la presión, puntos Q en la Fig. 3.6). La variación media de presión f...p
es igual a la amplitud de la variación de presión dividida por 1,41). .J2
Desplazamiento máximo Tomando en cuenta las relaciones (3.6) y (3.7) obtenemos para la longitud
Presión normal
de onda de ondas sonoras sinusoidales en eJ aire:
Figura 3.6 Onda longitudinal en un medio uni·dimensiona!. Para graficar los desplaza-
mientos reales, cada punto se muestra como el menearse de un péndulo.
A= - -
20, 1
vir.--A (en metros)
f
tA es la temperatura absoluta dada por la ecuación (3.5). En la Fig. 3.8 se
1
Así es como surge In «frecuencia caracterís!ica>) de una fibra nerviosa en el nervio acústíco muestran valores típicos de longitud de onda a temperatura normal.
(pág. 65): considérese una neurona conectada con las células ciliadas ubicadas en la posición
A de Ja Fig. 3.5. Su respuesta estará dada por la amplitud local de las oscilaciones de la Las ondas elásticas pueden transmitirse de un medio a otro: por ejemplo,
membrdfül basilar. A medida que la frecuencia del tono de prueba ascienda gradualmente del aire al agua, o del aire a una pared y luego de vuelta al aire, o de una
desde un valor muy bajo, la totalidad del patrón mostrndo en la Fig. 3.5 se desplazará cuerda a una caja de madera y de ahí al aire circundante. La naturaleza de
desde !i:i extremíl derecha al ex!remo izquierdo: cuando la envolvente rle ta oscilación prise
por el punto A. la respuesta de aquella neurona incrementará gradualmente hasta un máximo la onda puede cambiar en cada transición (por ejemplo, la transición de
(precisamente, la frecuencia característica) y luego decaení. bn1scamente cuando el patrón una onda transversal en la cuerda y en la caja a una onda sonora
se ílleje hacia la izquierda.
longitudinal en el aire). Sin embargo, en cada transición la frecuencia
92 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonoridad
J.2 Velocidad de propagación, lot1gitud de onda y ¡mtcucia acústica 93

Por último, consideren1os el .flujo de energía asociado a una onda


sonora. Lo defini1nos co1no la cantidad total de energía n1ecáníca (potencial
y cinétíca, asociada con las oscilaciones elásticas de los puntos del n1edio)
que es transferida durante cada segundo a través de la uni<lad de snpe1ficie
(l m2) perpendicular a la dirección de la propagación (Fig. 3.9). Este flujo
de energía se expresa en J por n:12 y segundo o, toinando en cuenta la
definición y las unidades de potencia (ecuación l3.2j), en Whn2. Esto se
llama, comúnmente, la intensidad de la onda, y se la indica con la letra/.
Puede demostrarse que existe un.a relacjón entre la intensidad de una onda
sonora sinusoidal y el valor de la variación (absoluta) 111edia de presión
asociada con la onda (véase Fig. 3.7), que indica1nos con D.p ( a1nplltud de
la variación de presión, dividida por fi_):

l= (f,.p)'
V lí
En esta relación, Ves la velocidad de la onda sonora (3.6) y Oes !a densidad
del aire. Para condiciones nonnalcs de te1nperatura y presión, se obtiene
la siguiente relación nu1nérica:

I x (Llp) 2 (en W/1112) (3 10)


e, e, e,
0.02
20 30 50 100 200 500 1000 2000
!ip debe expresarse en Newtonftn2. Co1no veremos en la Scc. 3 .4, el tono
5000 10,000
1nás débil que puede ser percibido a una frecuencia de 1.000 f-Iz tiene
Frecuencia(Hz)
una intensidad de solo 10-12 W/in2. Según la relación 3.10, esto representa
Figura 3.8 Longitud <le onda <le una onda sonora en el aíre, a temperatura normal, como una variación de presión pro1ncdio de 2,0 x 10- 5 Newton/in:!, es decir,
función de la frecuencia (escala logarítmica).
sólo 2,0 x 10- 10 veces la presión at1nosférica nonnal. ¡Esto da una idea
de cuán sensitivo es el oído!
sigue invariante. La longitud de onda, por otra parte, cambiará según la Una fuente sonora dada (un instrumento 1uusícal o un parlante) en1itc
relación (3.7): A= VI f En esta relación, V cambia de medio a 1nedio, ondas sonoras en todas Jas direcciones. En general, la cautidad de energía
mientras quef estará detenninadaexclusivamente por la vibración original emitida por segundo depende de la particular dirección
(por la fuente de las oscilaciones). Supongan1os que I l sea la intensidad de la onda en el punto A 1
Cuando una onda elástica arriba al límite entre dos medios, parte de la
onda es reflejada hacia el 1nedio original. Algunos límites son reflectores
casi pe1fectos (por ej., paredes lisas de cemento para las ondas sonoras en
aire, los extremos fijos de una cuerda bajo tensión para las ondas
transversales). Este fenómeno ocurre por el hecho de que en el límite V
reflector los puntos del medio están obligados a permanecer en reposo
por fuerzas externas que cancelan el efecto de las fuerzas elásticas que
«•comandan)) la propagación de la onda, En una reflexión la frecuencia se
Flujo de
mantiene invariable, mientras que la dirección de propagacíón es invertida energia
en el caso de una incidencia perpendicular (o, en general, dirigida en un
ángulo de reflexión igual al ángulo de incidencia). También la amplitud
seguiría invariable en el caso de que no hubiera absorción alguna.
Figura 3.9 Flujo Je energía a través de una unidad de superficie rcrpcndicular a la
dirección de propagación.
94 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonoridad 3.3 Supcrpos!ci6n tk ondas; ondas estm.:iomirias 95
'2 algebraica de las oscilaciones de presión de las ondas individuales 4 . En
otras palabras, las 01ulas sonoras se supe1pone11 lineaÍl11e11te 5. Esto incluso
V
ocurre con las ondas de la mc1nbrana basilar para sonidos de baja
intensidad, dando lugar a zonas de resonancia independientes entre sí
s
(con envolventes del tipo de la 1nostrada en la Fig. 3.5).
Consideremos la superposición de dos ondas de tonos si111plcs de
\: frecuencias/¡ y 12 y, según la relación (3.7), de longitudes de onda "-1 =
VI f1 y A2 = VI 12 , propagándose en la 111isn1a dirección. Con el fin de
obtener una de las variaciones de presión resultante,
Figura 3.10 Flujo radial de energía sonora. simplernente debe1nos sumar los valores correspondientes a las variaciones
de presión individuales de cada una de ondas, en cada punto x a lo
propagándose en la dirección indicada en la Fig. 3.10. Esto significa que largo de la dirección de propagación. Dado que la velocidad de las ondas
una cantidad de energía I1a1 pasa por la superficie ª1 durante cada sonoras no depende de la frecuencia (ni del patrón vibralorio en sí), todos
segundo. Suponiendo que en el trayecto no haya pérdidas, la misma los puntos del inedia repetirán exactan1ente el rnismo patrón vibratorio
cantidad de energía pasará por segundo a través de la superficie ª2 en el complejo, solo sujetos a una diferente fase te111poral. El flujo de energía,
punto A1. De ahí, es decir, la intensidad de la superposición de dos (o inás) ondas que viajan
f¡a¡ = I2a2 en la 111isma dirección con fases 1nezcladas al azllr- será siinpletnente la
Dado que las áreas de las superficies a 1 y ª2 son proporcionales al suma de los flujos de energía aportados indivi<luahucnte por cada una de
cuadrado de sus respectivas distancias rl y rz
a la fuente, la intensidad las ondas componentes:
de una onda sonora varía en forma inversamente proporcional al cuadrado (3.12)
de la distancia a la fuente:
Un caso particularmente in1portante es aquel de dos ondas sinusoidales
de igual frecuencia y amplitud viajando en direccioHcs opuestas. Esto
(3.11) ocurre, por ejemplo, cuando Una onda sinusoidal se refleja en un punto
dado (sin absorción), superponiéndose con la onda que va llegando.
Esta ley ya no vale si se consideran las reflexiones y absorciones del son.ido. Estudien1os primero el caso de ondas transversales en una cuerda (fiig.
Si imaginamos a la fuente sonora rodeada por completo de una superficie 3.11 ). Sumando las contribuciones de cada con1pone1ite, obtenernos otra
esférica, la cantidad total de energía que pasa por segundo a través de esa onda sinusoidal de la misma frecuencia pero de diferente a1nplitud. El
superficie se llama potencia acústica de salida de la fuente. Representa hecho sorprendente, sin en1bargo, es que el perfil de esta onda resultante
la energía que la fuente emite por segundo en todas las direcciones en ¡no se propaga en absoluto! Queda anclada en ciertos puntos Ni, N2,
forma de ondas sonoras. Su valor está dado en W (J/s). Los instrumentos N3 ... llamados nodos, los cuales no vibran. Los puntos cnlre los nodos
típicos irradian entre 0,01 W (clarinete) y 6,4 W (trombón tocando vibran con diferentes an1plitudes, según sea su posición. En particular,
fortissinto). los puntos Al• A1, A3, ... (a mitad de camino entre los nodos), lla1nados
vientres*, vibran con el n1áxitno de amplitud (el doble de aquella de cada
onda componente). La Fig. 3.12 muestra sucesivas fonnas de una cuerda,
3.3 Superposición de ondas; ondas estacionarias cuando dos ondas sinusoidales de la rnisma a1nplitu<l y frecuencia viajan
en direcciones opuestas. Esto se llan1a onda estacionaria. Los puntos
En ausencia de paredes reflectoras, las ondas sonoras se propagan en oscilan, pero no hay ninguna evidencia de propagación. El pe1fil de la
línea recta desde la fuente. Como se demostró en la sección anterior, su_
intensidad decrece rápidamente, proporcional a l/r2 , donde r es la 4
0bsérvese con atención que lo que se suma aquí son wwiacione,r de presión, y no valores
distancia a la fuente. Si tenemos más de una fuente, las ondas emitidas absolutos de presión.
por cada una se propagarán individualmente como si las otras no existieran, no se cumple en el caso de ondas que corresponden a sonidos muy intensos
y el efecto resultante en un punto dado del medio (por ejemplo en el canal (estruendosos), como los de una explosión.
auditivo de un oyente) será una oscilación de presión dada por la suma 'Menos frecuentemente llamados antinodos (N. del T.).
9ó 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de !a sonoridad 3.3 Superposición de ondas; ondas estacionarias 97
y
y

A3 X
'1
Nl Nl
,, N4
'
1
1
1
li 11
1 \_/ I /
I
JI
11
1
1
1 !1 1
1
Al A2 A3
1
1 1
V X
1 !j
1
1.

V 1
7
- ...L
Figura 3.12 Aspectos sucesivos de una cuerda oscilando en forma estacionaria.

:¡¡
' instante dado (por ej. t5 en la Fig. 3.12), todos los puntos están pasando a
través de su posición de equilibrio, y la energía de la cuerda aparece toda
1 en forma cinética (energía de movimiento). En otro instante (por ej. t1 en
1
la Fig. 3.12), todos los puntos están en su máximo desplazamiento y toda
1
Ja energía es potencial. Obsérvese con atención que esto no ocurre con
1
1
una onda que se propaga: en la Fig. 3.3, por ejemplo, en cada instante hay
1 puntos que tienen desplazamiento máximo (solo poseen energía potencial),
¡ l Suma¡ desplazamiento cero (solo energía cinética), o que se hallan en cualquier
V
V ..1- 1/ situación intermedia (ambas formas de energía). Lo que es más: en una
""'? 1 " onda viajera todos los puntos tienen la misma amplitud; lo que varía es el
I I ' instante de tiempo en el que alcanzan el desplazamiento máximo (los
X puntos están fuera de fase).
.¡ Un análisis de la Fig. 3.12 revela que la distancia IN entre dos nodos
vecinos N1, N2 o la distancia [A entre dos vientres A 1• A1 es exactamente
Nl A, N2 A2 N3 una mitad de longitud de onda A:
Figura 3. ! 1 Superposición de dos 1uulas lrnnsversales de la misma amplitud y frecuencia, (3.13)
propagándose en direcciones op11esras, +V y -V La onda resultante no se propaga: queda
«nndílrln>> eri los nodos N, cambiando solo de amplitud.

onda cambia en a1nplitud, pero no se desplaza, ni hacia la derecha ni


'
11
Por otra parte, la distancia lNA entre un nodo Ni y un vientre A1 es un
cuarto de longitud de onda:
(3.14)

l
hacia la izquierda. En un lnon1ento dado (t1 ), la cuerda exhibe una Por supuesto, también hay ondas estacionarias longitudinales. Aparecen
defonnación rnáxima; en otro (t5) la cuerda no tiene defonnación alguna. cuando dos ondas sonoras de la misma frecuencia y amplitud de variación
Como vere1nos en el próxüno capítulo, las ondas estacionarias tienen un de presión viajan en direcciones opuestas. Esto ocurre, por ejemplo, cuando
rol clave en nnísica, especialmente en los mecanismos de generación una onda sonora se propaga a lo largo de un tubo y se refleja en el otro
sonora de los instru1nentos n1usicales. extre1no. Ondas estacionarias también surgen corno resultado de
En una onda estacionaria no hay p1vpagación neta de energía. La cuerda reflexiones en las paredes de salas y recintos. Tienen las 1nisrnas
en su totalidad actúa casi como un resorte elástico en vibración: en un
j propiedades que las ondas estacionarias transversales, y la discusión
98 3_ Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonorid<i<l 3.4 Intensidad, nivel de in!t:-Hsiúa<l sonora y sonoridad 99

anterior también es válida para ellas. Sin embargo, debemos hacer una TABLA 3.1 Co!llparación entre intensidad sonora y sensación musical de sonoridad.
itnportante observación. Corno señalarnos en la sección anterior, el modo Intensidad
tnás conveniente de representar las ondas sonoras es co1no oscilaciones (Walt/012) Sonoridad
de presión. Vimos que los puntos del medio (aire) que exhiben una máxima
variación de presión tienen cero desplazamiento longitudinal (Fig. 3.6), l Lünilc de dolor
mientras que los Jugares con cero variación de presión corresponden a los 10-J iff
puntos con máximo desplazamiento. Podemos traducir esto al caso de 10 4 JJ
10-S f
una onda longitudinal estacionaria: los nodos de presión (es decir, puntos
10"6 ll!f
en que las variaciones de presión son constantemente nulas) son vientres I0-7 p
de vibración (puntos que oscilan con máxima amplitud), en tanto que los 10 8 pp
vientres de presión (puntos en que la presión oscila con máxima amplitud) 10-9 ppp
son nodos de vibración (puntos que están pennanentemente en reposo). 10-12 Un1bral de nudició11

A 1000 Hz,_el rango de inlensidades de interés 111usical se extiende de


3.4 Intensidad, nivel de intensidad sonora y sonoridad alrededor de 10-9 W/rn2 a Jo-2 W/in2. ¡Esto todavía representa un factor
de variación del orden de los 1O millones!
En la Sec. 2.3 dijimos que, al escuchar un tono silnple, la an1plitud de las A causa de este rango tremendo, la unidad W/Jn2 no resulta práctica.
oscilaciones del tímpano conduce a la sensación de sonoridad. Esta Existe otra razón por la cual no lo es. En Psicofísica, la diferencia apenas
amplitud está directamenle relacionada con la variación media de presión perceptible (DAP) de un cstín1u1o dado es habitualn1entc una buena unidad
óp de la onda sonora, y por tanto, al flujo de energía acústica o intensidad para la magnitud física correspondiente. Expcrhncntos psicoacústicos
I que llega al oído (relación [3 .1 O]). Pasan1os a investigar ahora el rango muestran que la DAP en intensidad sonora es rnás o incnos proporcional
de intensidades a las cuales el oído es sensitivo, empezando por ondas a la intensidad del tono. proporcionalidad sugiere que una unidad
correspondientes a tonos shnples. Hay dos límites de sensitividad a un 1nás apropiada para l debería_aun1entar graduahnenlc, a 111cdida que se
tono de frecuencia dada: l) un lhnite inferior o un1bral de la sensación incren1enta la intensidad del tono que queren1os describir. Esto llevaría a
auditiva, que representa la intensidad rnínin1a perceptible; 2) un lúnite una gran con1plicación. Es n1ás práctico introducir una 1nagnitud física
superior de la sensación auditiva, más allá del cual se siente dolor, que diferente que sea una función apropiada de la intensidad l. Esta nueva
eventualmente puede conducir a un daño físico del mecanis1no audítivo. 1nagnitud deberá cun1plir siinultánearncntc con tres objetivos: 1)
Estos dos límites varían de individuo a individuo y dependen de la «Comprimir» Ja escala ele intensidades audibles en un rango de valores
frecuencia considerada. En general, para un tono de aproximadamente mucho n1ás pequeño; 2) reen1plazar el uso de valores absolutos por valores
1000 1--Iz (una altura entre las notas Si5 y Do6 ), el intervalo entre estos relativos (por ejen1plo, relativos al tnnbral de audición); y 3) pernlitir la
dos lhnites es máximo. El enorme rango de intensidades comprendido introducción de una unidad más conveniente, cuyo valor sea <lel orden
entre los dos lírnltes es sorprendente. En efecto, para un tono de 1000 Hz del 1nínimo carnbio perceptible en intensidad sonora.
el umbral de intensidad promedio es de aproxin1adamente l o-12 w/n12, La introducción de esta nueva cantidad se hace de la siguiente n1aneni.
mientras que el lírnite del dolor se sitúa alrededor de 1W/m2. ¡Esto Obsérvese en la tabla 3.1 que la característica que está 1nás relacionada
representa una razón de intensidades de un billón a uno, a las cuales e] con el efecto de sonoridad es el exponente al cual es elevado el nún1ero l O
oído es sensi.lvo! La tabla 3.1 muestra las relaciones entre intensidad cuando citamos el valor de la intensidad sonora (colu1nna 12
sonora y sensación musical de sonoridad para un tono de l 000 Hz6 . para el umbra] de la sensación sonora, -9 para un sonido ppp; -7 para p,
-5 para/orle, -3 paraforte-frn1issin10, y O para el lírnitc del dolor (t0°:::::
''Es muy arbitra1io considerar Ja notación muskal como representativa úe valores absolutos l ). Esto sugiere claran1ente que deberíamos usar lo que en inate1náticas
de sonoridad. Los músicos afirmarán, por ejemplo, que son perfectamente capaces de se llama función logtu-íttnica para representar la intensidad.
percibir fortíssimos y pianissímos al escuchar música de una radio cuyo volumen ha sido
bajado al nivel de un susurro. Lo que ocurre en ese caso es que se usan otras características, Los logaritn1os decünales 7 sirven para definir una 1nagnitud 1nás
además de la intensidad, para abrir juicios subjetivos sobre una sonoridad <ffelativa». Por
otra parte. se ha encontrado en experimentos sistemáticos (Patterson, 1974), que la
7
interpretación de la notación de la sonoridad musical en un contexto dinámico depende El logaritmo decimal de un mí mero dado c.<; el cxponenlc a! cual tiene que ser elevado 1O
mucho dc.l instrumento y del rango de alturas cubierto_ para obtener ese número. Por ejemplo, el logaritmo de IUO es 2 porque 102 -"" 100; el
l 00 3. Ondas sonoros, energía ac\Ística y percepción de la sonorídad 3.4 lntensidad, nivel de intensidad sonora y sonoridad 101

apropiada para describir la intensidad del sonido. En luga1i adop- Newtonim2 (20 micropascal). Dado que de acuerdo con la relación (3.10)
tan1os el umbral de la sensación sonora (a 1000 Hz) de 1o- W /m c?n10 / es proporciona) al cuadrado de D.p , tenemos que
nuestra intensidad de referencia lo- Por lo tanto introducimos la cantidad

IL !Ox
I log .l_ = log( llp )' = 2 x log Í1P_
(H5) lo llpo Í'>Po
lo
Esto se llama nível de intensidad sonora*. La unidad de /L se llama De aquí, podemos introducir la cantidad
decibel y se abrevia «<lb». Para el umhral de la audición, I /Jo= 1 y IL =
O db. Para el límite superior de la audición tenemos l /lo= 10 12 y IL = SPL = 20xlog llp
120 db. Un sonido típicamente «forte» (tabla 3.1) tiene un nivel de (3.16)
Í1Po
intensidad sonora de 70 db; un sonido ppp corresponde a 30 db.
Es importante tener presente que cuando una cantidad dada se expresa llamada nivel de presión sonora (SPL) *. Para el caso de una onda de
en decibeles, se está dando una medida relativa con respecto a algún propagación, los valores de las ecuaciones (3.15) y (3.16) son idénticos:
valor de referencia {por ejen1plo, en la definición de /L, el umbral de la IL y SPL representan la misma cosa. Pero en el caso de ondas
sensación auditiva). Cuando la intensidad se multiplica por 10, se sun1an estacionarias, en vista de que no hay ningún flujo de energía (Sec. 3.3),
diez decibeles al f L; cuando la intensidad se multiplica por l 00, se suman la intensidad l tal como es usada en la ecuación (3.15) no puede ser
20 db, etc. Del 1nis1no modo, cuando la intensidad se divide por 100, se definida; de ahí que el IL pierda su sentido físico. Pero el concepto de
restan 20 dh al /L. La tabla 3.2 muestra algunas relaciones útiles. variación media de presión 8.p en un punto determinado del espacio (por
ejemplo, en el interior de un tubo de órgano) sigue vigente y lo mismo
ocurre con SPL, el nivel de presión sonora. Esta es Ja razón por la cual la
TABLA 3.2 Comparación Je cambios en el nivel de intensidad sonora IL (en db) con los
correspondientes cambios en la intensidnd l.
relación (3.16) se usa con más frecuencia que la ecuación (3.15). Obsérvese
cuidadosamente que las definiciones de/L y SPL no involucran de ningún
Cmnhio en e.l IL Qué ocurre con la intensidad modo la frecuencia de la onda sonora. Aunque hicimos referencia a un
suma (resta) ldb Se multiplica (divide) por 1,26 tono de 1000 liz, nada impide definir el IL y el SPL según las relaciones
+ (-) 3db X(+) 2 (3.15) y (3.16), respectivamente, para tonos de frecuencia arbitraria. Lo
+ (-) IOdb X(+) IO que sí depende de la frecuencia, y mucho, son los límites subjetivos de la
+(-) 20dh X(+) 100 audición (por ej., lo y l:lpo) y, en general, Ja sensación subjetiva de
+ (-) 60dh x (+) L000.000 sonoridad, como vere1nos más adelante.
Cuando superponemos dos tonos de la misma frecuencia, cosas curiosas
parecen ocurrir con el nivel de intensidad sonora, o con el nivel de presión
Podemos usar la relación (3.1 O) para expresar la intensidad en términos sonora. Véase la tabla 3.2: el sumar dos tonos de la misma intensidad,
de \a variación media de presión /J.p, que es mucho más fácil de medir. que según la ecuación (3.12) significa duplicar la intensidad, agrega
Encontratnos que el u1nbral di: lo a Hz meramente 3 db al nivel sonoro del sonido original, cualquiera haya sido
aproximadamente a una variac1on media de pres1on 8.po = 2 X l O - el valor del lL. El superponer diez tonos iguales (en fase) solo incrementa
en 10 db el lL resultante. Para elevar el lL de un tono dado en l db,
debernos multiplicar su intensidad por 1,26, lo que significa que es
\ 0.000 es 4 porque 1()-1 = 10.000; el logaritmo de 1 es cer? porque 10° _:::: 1;
el logaritmo di.': 0,000001 es -6 porque JOli:::: 0,000001. relaciones se menester sumarle un tono cuya intensidad sea 0,26 (alrededor de 1/4) la
!og 100=2; !og 10.000"4; log l=O; Jog = -6, El _logant1no de del tono original.
cualquier nlÍmero cuyo valor esté ubicado entre las potencrns enteras de diez puede ser
encontrado mediante el uso de tablas. , . El cambio mínimo de SPL requerido para un cambio detectable en la
Una propiedad importante es el de\prod11c_to de dos es sensación de sonoridad (DAP de nivel sonoro) es más o menos constante
mma de Jos logaritmos de los numeros rnd1v1dualcs. Por ejemplo, e! logantmo de p01 y del orden de 0,2 - 0,4 db en el rango musicalmente relevante de altura y
.10' es 4 más 3 (o sea 7), porque X 101 = HY1' 3 = 101 . En gencrnl parn dos n:irneros
cualesquiera a y b , tenemos la relac!ón Jog (a X b) = Jog a+ log b. Para el logant1no de sonoridad. La unidad de IL o de SPL, el decibel, resulta de este modo ser
una división a/ h tenemos en cambio log (a I b) = Iog Jog b.
• So1111d intensity fel't'f (N. de! T.). • SPL: soimd leve! (N. del T.).
! 02 J. Ondas sonoras, energfo acústica y percepción de la sonoridad 3.4 Intensidad, nivel de intensidad sonora y sonoridad !03

una «unidad razonable)), cercana a la DAP. a 60 fiz. En otras palabras, para producir una sensación de sonoridad
Existe una alternativa para enfocar la cuestión de la DAP de la intensidad determinada en frecuencias bajas - digamos un «forte» -, se necesita una
o del nivel sonoro. En lugar de preguntamos cuánto debernos ca1nbiar la intensidad mucho mayor (un mayor flujo de energía o mayor variación
inlensidad de un tono dado para producir un cambio 1nínimo perceptible, ·media de presión) que el requerido a 1000 Hz. Esta es la razón por Ja cual
podemos plantear la cueslión de un modo totaltnentc equivalente: ¿Cuál los tonos graves parecen «extinguirse» mucho antes que los agudos, cuando
es la n1íni1na intensidad 12 que un segundo tono de la misma frecuencia y nos aleja1nos graduahnente de una fuente sonora fija. Por la misma razón
fase debe tener para que sea advertido en presencia del primero (cuya tenemos que pagar tanto más por un equipo de audio de alta fidelidad
intensidad l ¡ se 1nantiene constante)? Esa mínitna intensidad 12 se lla111a especialn1ente por los parlantes, si queremos bajos bien balanceados. '
el 1t11i!J1'(/l de e1111u1scara11iiento. El tono original de intensidad constante La curva más baja de la Fig. 3.13 representa el umbral de la sensación
I ¡ se llama «tono cnmascaradon>, y el tono adicional, «tono enn1ascarado>). auditiva a distintas frecuencias. De nuevo se puede ver cómo el oído va
El enrnascarainiento tiene un rol 111uy importante en música. Aquí solo siendo mucho menos sensitivo hacia las frecuencias bajas (y también hacia
hen1os mencionado el en1nascarainiento de tonos de idéntica frecuencia las muy altas). La mayor sensitividad se da alrededor de los 3000 Hz. La
y fase; 1nás adelante tratarernos el enmascara1niento de sonidos de distinta forma de la curva que representa el umbral está influenciada por las
frecuencia. La relación entre el nivel de enn1ascaramiento ML (/L del propiedades acústicas del canal auditivo (meatos) y por las propiedades
tono enmascarado en el u1nbral), la DAP del nivel sonoro, y el/L del tono mecánicas de la cadena de huesos del oído medio. Finalmente, debe quedar
enn1ascarador pueden hallarse partiendo de las expresiones que los definen claro-que las curvas de la Fig. 3.13 se refieren solo a tonos simples aislados,
(basadas en la ecuación (3.15)): sonando de tnanera continua. Más adelante discutiremos qué pasa con la
sensación de sonoridad en el caso de que el tono sea de corta duración
ML= lülng(l2/lo): DAP= lülog[(l¡ +!2)/1¡]: IL= lülog(l¡/fo) (fracción de un segundo). Estudios detallados (Molino, 1973) muestran
que las curvas de igual sonoridad dependen de la frecuencía del tono de
Hasta ahora estuvi1nos trabajando con las cantidades físicas IL y SPL. referencia (que fue de 1000 llz en la Fig. 3.13).
l'.':n lo que sigue, exanünaremos la lnagnitud psicológica sonoridad, Llegamos ahora a una cuestión que, a veces, resulta confusa.
asociada a un SPL detennina<lo. En las secciones 1.4 y 2.3 mencionamos !nt1:oducímos nueva cantidad, llamada nivel de sonoridad, que
!a capacidad que posce1nos para establecer un orden entre dos sensaciones indicaremos LL . Se define del modo siguiente; el LL de un tono de
del n1is1no típo, y señahunos que surgen dificultades cuando quere1nos frecu_enciaf está dado por el SPL de un tono de 1000 Hz que se juzga de
hacer co1nparaciones cuantitativas, absolutas. En el caso de la sonoridad, la 111tsrna sonoridad. Esto significa que las curvas de la Fig. 3.13 son
los _juicios e1nitidos por diferentes individuos acerca de si dos tonos simples curva<; de U constante. La unidad de LL se llama fon. La figura 3.13
suenan igual de 'fuerlc' son coincidentes. Pero un juicio sobre cuánto puede ser usada para encontrar el LL de un tono de un SPL determinado,
rnás 'fuerte' o 'sonoro' es un tono que otro, requiere previo entrena1niento a cualquier frecuencia¡: Por ejemplo, considérese un tono de un SPL de
y los resultados, en general, difieren n1ucho de individuo a individuo. 70 db (! 10- 5w1m 2 ) a 80 Hz. Vemos que la curva que pasa por ese
rfonos de igual SPL pero Je diferente frecuencia son juzgados en general punto corta la línea de los 1000 Hz a 50 db. El U de ese tono entonces
corno de distinta sonori<lnd. Por lo tanto, el SPL no es una buena 1nedida será de 50 fon es. En general los números a lo largo de la línea de los 1000
de la sonoridad o 'fuerza' del sonido cuando se trata de comparar tonos Hz representan el LL en fones de la curva correspondiente de sonoridad
de diferente frecuencia. Se han realizado experimentos para establecer constante. Nótese que el LL es una cantidad física, y no psicológica (a
cutvas de igtta! sonoridad, 8 tomando el SPL a 1.000 Hz como cantidad pesar de su nombre). Representa aquellas intensidades o valores de SPL
de referencia. Estas están graficadas en la Fig. 3 .13 (Fletcher y Munson, que suenan igual de 'fuerte', pero no intenta representar la sonoridad de
1933). Partiendo del eje vertical centrado en 1.000 Hz se trazan curvas manera absoluta: un tono cuyo LL es el doble de otro, simplemente no
correspondientes a los SPL de tonos que son juzgados como «igualmente suena el doble de 'fuerte'. Se han realizado rnuchos estudios estadísticos
fuertes>) que el tono de 1.000 Hz de referencia. Obsérvese,¡or ejemplo, para definir una escala subjetiva de sonoridad. La figura 3.14 (la línea
que 1nientras nn SPL de 50 db (una intensidad de lo- W /n12 ) es gruesa) muestra resultados que relacionan la «sonoridad subjetiva» L con
considerado un sonido «piano>r a 1000 Hz, el 1nismo SPL es apenas audible el loudness level LL, en el rango de interés 1nusica1. La cantidad L que

a t1avés Je experimentos en 'uparea111iento de sonoridad', conducidos de maoera


muy similar a los de 'apareamiento de a!!ura tonal'. • LL: loudness levd (N. del T.).
104 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonoridad 3.4 Intensidad, nivCl de i11tcnsidad sonorn y sonoridad 105
describe sonoridad subjetiva se expresa en unidades lla1nadas sones.
Obsérvese que la relación no es lineal (la escala de sonoridad de la Fig.
3.14 es logarítmica). Cuando se incrementa el LL en 1O fones la sonoridad
L se-duplica. Esto significa, por eje1nplo, ¡que diez instnnnentos que tocan
2
Newton/m una nota determinada con un 1nismo LL serán juzgados mcran1ente con10
1 M
sonando con doble sonoridad que uno de los instn1n1entos tocando solo!
X X
1

X
'º X X

X Se ha detnostrado que la relación entre L y la intensidad de Ja onda/, o
N N
N N N N N
la variación media de presión L\.p, puede describirse aprox1mada1nente
por la siguiente simple fu_nción l 970):

Watt/m 2 L =e, c,if¡tip)' (3.l 7)

donde C 1 y Cz son parámetros que dcpenúen de Ja frecuencia. Esto da la

'\' -' - \'{' 1\"'\ 1\...., línea punteada en la Fig. 3.14, que se encuentra bien dentro de Ja
fluctuación estadística de las n1ediciones reales (no indicada). Obsérvese
que la relación logarítmica (co1no en las ecuaciones (3.!5) y (3.16)) ha
::;:
¿
desaparecido. Sin embargo, queda todavía una <<co1nprcsión» apreciable
u ..... ' .... ..... ..... ' ... de la sonoridad subjetiva: para variar L entre l y 200, la intensidad l debe
o
e

:g " incren1entar un factor de 8 inillones.
g 1 1 Cuando superponemos dos tonos de la mis111a frecuencia ( y fases

u
¡ mezcladas aleatoriamente), el tono resultante tíene una íntcnsidad (flujo
• 1 j
f' de energía) que es la suma de las intensidades de los tonos con1ponentes:
t Io I I

... º ;: 8 íil o
m
o
fil
o
..
o :;; !< o
l"" l ¡ + !2+13 + ... (3.12). Dado que en este caso los tonos individuales
no pueden ser discriminados en forma ;;;eparada, esta intensidad total
determina la sonoridad resultante a través de la relación (J.! 7). L no será,
• obviamente, la surr1a de las sonoridades de los tonos individuales. T..a
Jio • • J • situación es diferente cuando las ondas superpuestas tienen frecuencias
u 1 I I I I
distintas. Pode1nos distinguir tres casos: 1) Si las frecuencias de los tunos

u I I I / , /
con1ponentes caen dentro de la banda crítica de la frccuencía central
/
5 j I / J 11 (Sec. 2.4), la sonoddad resultante sigue estando Jircctanicnte relacionada

L.. J /¡ lb' ,;;#


con la intensidad total (flujo de energía tota!),sun1a de las intensidades
individuales:
(3.18)
..•
tJ I
,
I
I

1
I

.:J
I

jf
if? "'
1:;;.'lJ
1
Esta propiedad efectiva1nente conduce a unadctenninación de la banda
fil critica Inás precisa (Zwicker, Flottorp y Stevens, 1957) que Ja dada en la
1 rf/ Sec. 2.4. 2) Cuando la diferencia entre las frecuencias que componen el
""r .,, estímulo excede la banda crítica, la sonoridad subjetiva resultante es nuís
grande que la obtenida por sitnple sumatoria de intensidades (3.18),
8 incrementándose con la diferencia de frecuencias y tendiendo a un valor
dado por la suma de las sonoridades indíviduales aportadas por bandas
críticas adyacentes (Zwicker y Scharf, 1965):
L=L,+L,+L,+.. (3.19J
106 3. 011tlus sonoras, energía acU.sticu y pen::epción de la sonoridad 3.4 Intensidad, nivel de intensidad sonora y sonoridad 107
500
Pero dos tonos que estén separados por una tercera sonarán
/ 'fuerte' que la combinación previa. Estos hechos han sido bien
200 /
/ durante siglos por los constructores de órganos y por los
/
100 / Dado que no hay ninguna posibilidad de controlar por el toque la sonondad
/
/ de los tonos individuales en el órgano, contrariamente a lo que ocurre en
50 /
/ los instrumentos de cuerda o en las maderas, la sonoridad en el órgano
/ sólo puede alterarse cambiando el número de tubos que suenan simultánea-
o 20 /
/ mente. Pero, como acabamos de ver, la suma de resulta más
"'-
u /
m
Q
10 / efectiva cuando los tonos componentes difieren en frecuencia de manera
oe / apreciable (relación [3.19]), los juegos que suenan una (registro de 4'),
o 5 /'.
/'. dos (registro de 2'), o más octavas arriba (y debajo (16'; 32'D. de la nota
,,;;; escrita, son usados con ese propósito 1º. Por otra parte, la sonor:dad
2
"" ser controlada también por medio del número de notas tocadas s1multanea-
mente, sin agregar o quitar registros. Cada nueva voz que entra en una fuga
40 60 BO 100 120 aumenta Ja sonoridad subjetiva de la pieza; lo mismo ocurre con cada nota
Niívr;! de sonoridad (Fones)
adicional que se agrega a un acorde. Algunos organistas tocan Jos acordes
Pigurn 3.14 Lí11ca comiuua: relación experimental entre la magnitud psicológica sonorídad finales de las fugas de Bach tirando registros adicionales. Esto es
y la 1nngnit11d físiLa nivd de intensidad {según Stevens, 1955). Línea quebrada: relación
potendal U. 17) (Stevens, 1970). ¡Bach mis1no programó el incremento deseado en la sonoridad
simplemente escribiendo más notas que e-1 número de voces usadas en la
fuga! 11
Si las snnorídades individuales L1, L2, etc., difieren mucho entre sí, Hemos examinado la adición de sonoridades de dos o más tonos
hay que en cuenta !os efectos de enmascaramiento . El límite de simultáneos, pero todavía no discutimos lo que ocun·e con el umbral la
integral'.ión de sonoridades (3. l 9) nunca es alcanzado en la práctica 3) sensación de un tono cuando éste suena simultáneamente con otro. Si las
Cuando la diferencia de frecuencias entre los tonos individuales es grande, frecuencias de ambos tonos coinciden, este umbral está dado por el nivel
la situación se torna con1plicada. Ante todo surgen dificultades con el de enmascaramiento analizado antes (pág. 102). Si sus frecuencias difieren,
concepto niisrno de sonoridad total. El oyente tiende a concentrarse en también podemos determinar un nivel de enmascaramiento, definido como
sólo uno de los tonos con1ponentes (por ejetnplo, el tnás 'fuerte', o el de el nivel mínimo de intensidad que el tono enmascarado debe superar para
altura 111ás alta) y asignar la sensación de sonoridad total a ese único poder ser 'detectado' y escuchado individuamente. en del tono
co1nponenre: 9 enmascarador. El umbral de intensidad de tonos simples aislados (curva
inferior en la Fig. 3.13) cambia apreciablemente, es decir, si
L = 1náxi1na o 1nás alta} de (L¡ .L2,. . .) otros tonos están presentes al inismo tiempo. La de
(3.20)
en1nascaramiento más farniliar es aquella de no poder seguir una
'fodo esto tiene consecuencias rnuy importantes para la música. Por conversación en un lugar con mucho ruido de·fondo. El nivel de
eje1nplo, dos tubos de órgano del nli,smo tipo y de la misma altura suenan enmascaramiento ML * de un tono simple de frecuencia! en presencia de
sólo 1,3 veces niás 'fuerte' que un tubo solo. Cuando sus alturas difieren otro tono simple de características fijas (frecuencia de 415 Hz y varios
entre sí en un se1nitono o un tono entero, la sonoridad total seguirá siendo niveles de intensidad /L) se muestra en la Fig. 3.15 (Egan, Hake, 1950).
aproximadamente 1,3 veces n1ayor que aquella correspondiente a un tubo E! nivel ML por encima del umbral normal de al debe llega:
solo (un setnitono o un tono caen dentro de la banda crítica, Fig. 2. J 3). el tono enn1ascarado para ser percibido (curva infenor en la F1g. 3, 13), esta

10 Su·:·:o, obviamente, también contribuye a cambios en el timbre (Cap. 4).


9
Una situadón similar, mny familiar, ocurre con la sensación de dolor. Sin usted lo 11
plndian en dos Jugares muy cercanos el uno del otro, el dulor será «dos veces}) (o m;is Muchos órganos de su tiempo tenían también un registro llamado «Zimbelstem», que
bien veces) el causado por un solo pinchazo (equivalente al caso l) <le arriba). Pero hacía sonar pequeños platillos muy agudos o campa.nitas. montadas sobre una. estrella
cuanJolos lugares están bien separados, usted tcndní dificultad en decir cuánto es lo que rotatoria en la parte superior de la caja del órgano; este registro se usaba reforzar la
podríamos !!amar el «dolor total}) (caso 3)): ¡usted tenderá a percibir la sensación de sonoridad de un acorde final (sin interferir en modo alguno con su armoma).
rnayor dolor. e ignornr la otra! • ML; 1m1sking level (nivel de enmascaramiento) (N. de! T.).

su
108 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de la sonoridad
3.4 Intensidad. nivel Je intensidad sonora y sonoridad l 09

,, tres períodos de oscilación si la frecuencia está por debajo de los 50 Hz;


60
: .. los tonos que duran menos que esto se perciben como «clicks)), no como
«tonos». Los sonidos que duran más de 15 nis (o más de dos o tres períodos)
50
pueden ser individualizados como tonos de determinada altura y
sonoridact.12 La sonoridad subjetiva , sin embargo, dependerá de Ja
duración del tono (mientras que la altura no) (_Ploinp y Boun1an, l 959).
40
Para tonos de igual intensidad l, cuanto más corta la duración, tanto 1nás
D baja será su sonoridad (por ej., Richards, 1977).
30 La Fig. 3.16 bosqueja ladisminucíón relativa de sonoridad, o atenuación
de sonoridad, en función de la duración del tono, para distintas frecuencias.
20 Obsérvese que el valor asintótico de la respuesta es alcanzado antes para
las frecuencias más altas; para duraciones de 1nás de 1nedio segundo,
10 aproximadamente, la sonoridad alcanza un valor constante que depende
sólo de la intensidad (relación dada en la Fig. 3.14). El e111nascaran1iento
o (Fig. 3.15) también tiene características que dependen del tien1po en el
100 300 1000 3000 5000 caso de tonos enmascaradores de corta duracíón; para detalles rc1nitilnos
Frecuencia (Hz)
al lector a Zwicker y Fastl (1990). En general, se ve que para tonos de
corta duración la sonoridad no está, a prilnera vista, relacionada con el
Figura 3.15 Nivel de enmascaramiento correspondiente a un tono puro de 415 Hz, para
diferentes valores de nivel sonoro (Egan y Hake, 1950) del tono enmascamdor. Reimpreso flujo instantáneo de potencia (intensidad de la onda sonora}, sino con la
con permiso del Journal of tlie Acousticaf Society of Ame rica. energía acústica total recibida por el oído (intensidad x duración).
Efectivamente, hay indicios de que la sensflción de sonoridad está en
este caso relacionada con el número total de in1pulsos nerviosos que han
graficado para distintos valores de IL del tono enmascarador. Las curvas sido generados por el tono corto (Zwislockí, 1969; véase próxi1na sección).
en las regiones cercanas afo deben extrapolarse a los valores deducidos Cuando el tietnpo de exposición al esthnulo es largo, aparece un efecto
de la DAP de sonoridad (pág. 101), por la presencia de fenómenos de conocido como adaptación; consiste en una dis11ii11ució11 de la sonoridsd
batidos que nada tienen que ver con el enmascaramiento per se. A valores subjetiva cuando un tono de intensidad constante es escuchado durante
más altos de JL surgen complicaciones adicionales debido a la aparición varios minutosl3. Aunque existen notables diferencias entre individuos.
de armónicos aurales de frecuencias 2fo ,3fo , etc. (Sec. 2.5). Obsérvese
la asimetría de las curvas a /L más altos (causada por estos annónicos
aurales): un tono de determinada frecuencia fo enmascara de n1anera más
eficiente las frecuencias más altas que las más bajas.
El enmascara1niento es importante para la música polifónica,
1000 Hz
especialmente en la orquestación. 1.1uchas veces en las partituras
· musicales, la participación de un instrumento dado, como ser un oboe o
un fagot, puede pasar completamente inadvertida si ese instrumento toca
al mismo tiempo que los metales tocan 'fortissimo'. Del mismo modo,
en el órgano, la adición de juegos de flauta u otros registros débiles a un o 0.5
'tutti' de principales, mixturas y lengüetas es totalmente irrelevante desde
Figura 3.16 Sonoridad relativn de tonos puros de corta dur?ción. 1a.zón de la
el punto de vista de la sonoridad. real (r) y Ja sonoridad (L) de un tono conslanlc de igual lrccuenr:1a e 1g:ual amplilnd.
Para concluir, debernos mencionar el efecto de la duración de un tono
sobre la sensación de sonoridad (llamado integración temporal). Ante
todo, existe un umbral de tiempo, una duración mínima que un tono simple 1
' De manera general, hay un principio físico que dice que la frcr:uencla de unn vihraci61i
no puede definirse con mayor precisión que el in1'erso de fa d11ració11 totnl de Ja vibración.
debe tener para producir una sensación tonal, cualquiera que fuera. Esta
IJ Esto no debe ser confundido con !a fatiga acústica, proceso psicológiro por el cual
duración mínima es de alrededor de los 10 - 15 ms, o por lo menos dos o
nuestro cerebro es capaz de ignorar un sonido contínun entre otros de más relcvllncia.
J 1O 3. Ondas sonoras, energía actística y percepción de la sonoridad 3.5 El mecanismo de percepción de !a sonoridad y procesos relacionados l !1

experi1ncntos en 'loudness 111atchíng' han revelado algunos principios más o menos logarítmica entre Ia posición x de la región de resonancia en
generales (Scharf, 1983).La adaptación aumenta con la frecuencia para la membrana basilar y la frecuencia.
tunos silnpJes del nüsmo SPL (tonos de frecuencias n1ás altas «bajan de En lo que respecta al mecanismo de detección de sonoridad, Ja
voltn11cn» inás nípido); para tonos de la inisma frecuencia la adaptación compresión es en parte neural y en parte mecánica. Cuando un sonido
disniinuye cuando el SPL au1nenta (cuando el valor de SPL supera los 40 simple llega al oído, las neuronas primarias conectadas a las células
db, aproxin1adamente, ya no hay inás adaptación). En general, para el sensoriales en la región de máxima amplitud de resonancia (es decir, fibras
rango de frecuencias y SPL's usados en música, la sonoridad subjetiva se con similar frecuencia característica, pág. 65) aumentan su frecuencia de
nivela al cabo de unos 100 segundos y luego permanece constante. disparo por encima de su nivel de disparo espontáneo. Este aumento es
La atenuación de sonoridad en tonos de corta duración tiene una función monotónica de la amplitud del estímulo, pero no es una
consecuencias in1portantes para la ejecución musical. Si en el piano función lineal (por ej., Sachs y Abbas, 1974). Cuando la amplitud aumenta
queren1os tocar un pasaje «staccato» que suene con determinada 'fuerza' un factor de - digamos - 100 (un incremento de 40 db en el SPL, relación
deben10.s bajar las teclas con más n1deza que si tuviéramos que locar ese [3 .16]), la frecuencia de disparo solo crece en un factor 3 o 4. Otro factor
1nisn10 pasaje «legato>)1 4 . Este efecto es n1ucho más pronunciado con que contribuye a la compresión de sonoridad es el siguiente: a SPL's más
tonos que no decaen en el tiempo, tales como los del órgano: el organista altos, la frecuencia de disparo de una neurona inicial se satura a un nivel
tiene un control considerable sobre la sonoridad subjetiva de una nota que es sólo unas pocas veces el nivel de disparo espontáneo. Cualquier
dada U:indole la duración correcta. E! fraseo en la ejecución organístlca aumento ulterior en la intensidad no alterará mayormente esta frecuencia
es el arle de controlar la dinárnica por rnedio de dar a las notas una duración de disparo; las neuronas simplemente no pueden transmitir a una
apropiada (esto obvia1nente solo puede funcionar para tonos de corta frecuencia 1nás alta que la determinada por su propio valor de saturación
duración: véase Fig. 3.16). Por otra parte, el fenórneno de la adaptación (determinado por el período refractario después de cada impulso). Las
ta1nbié11 se presenta en !a n1úsica: ¡los trinos se han inventado para fibras nerviosas individuales del sistema auditivo de similar frecuencia
con1batirla! En conlraste, el uso de una «nota pedal» (una nota grave característica, tienen muy distintos umbrales de disparo (el SPl, necesario
sonando constanteinente) es prueba que la adaptación no es importante para acrecentar la frecuencia de disparo por encima del nivel espontáneo).
cuando !as frecuencias St)Jl bajas. Dada la in1portancia de estos efectos El incremento en el estÍinulo requerido para alcanzar la saturación, también
teinpur<Jles eu la nJtísica, hace falta tnucha más investigación psicoacústicn resulta variar entre 20 db y 40 db, o má<;, para diferentes fibras.A raíz de
en e! tL'n1a de fa atenuación y la adaptación. todo esto, el conjunto de neuronas que colectan información de un área
determinada de la 1nembrana basilar, cubren un amplio rango dinámico
del sistema acústico a través de una apropiada «repartición de tareas». En
un estudio sisten1ático de las características individuales de las neuronas
J .5 El mecanismo de percepción de la sonoridad del siste1na auditivo, Liberman ( 1978) identificó tres grupos: fibras con
y procesos relacionados alta de disparo espontáneo (mayor a 20 impulsos por segundo)
que tienen los umbrales más bajos; fibras con frecuencia espontánea de
son los prot:c;;os físicos o neurales responsables de la diferencia disparo muy baja (menor de 0,5 por segundo), con umbrales altos
entre !a li1nitada escala subjetiva de sonoridad y el inmenso rango de en u1.1 amplio rango (hasta 50 - 60 db); y un grupo con
intensidades de sonidü detectables (tabla 3.1; relación [3.17])? En el frecuencias de disparo espontáneo y umbrales intermedios. Cada grupo
caso de Ja percepción prin1ariade,altura (Sec. 2.3) ya habíamos encontrado de fibras tiene características celulares distintas (diámetro y arquitectura
una co1npresión notable (sin n1encionarla explícitatnente): n1ientras que del contacto sináptico con las células ciliadas internas). Lo interesante es
el rango de frecuencias audibles abarca desde los 20 hasta los 16.000 Hz que cada célula ciliada interna recibe fibras de los tres grupos. Esto da a
aproxin1aUan1ente, esto sólo representa nueve octavas de altura. En este cada célula ciliada individual la posibilidad de enviar su información en
caso la co1npresión se debe principalrnente a las propiedades mecánicas un an1piio rango dinámico (y puede ser una razón más por la cual cada
de de la cóclea: la curva de Ia Fíg. 2.8 representa una relación una de las células ciliadas esté en contacto con tantas fibras aferentes·
véanse páginas 64 y 65). Según estos resultados, la intensidad del
14 Con ius tonos de !os inst1un1entos musicales surgen complicaciones: durante el ataque
está codificada tanto en la frecuencia de disparo, como en el tipo de fibra
del cono. que puede durar varias décimas de segundo, un cambio en !a intensidad y en el nerviosa auditiva que transmite la información.
espectro ocurre en la misma fuente. También son importantes los efectos de reverberación Deben1os añadir algo más. A medida que aumenta la intensidad de un
1Sec. 4.'))
3.6 Música desde los oídos: emisiones y mecanismos codeares 113
112 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de !a sonoridad
excitación (aun cuando la frecuencia quede constante), lo que a su vez
tono simple, Ja amplitud de Ja onda que se propaga a lo ,.de la conduce a un cmnbio en la sensación de altura pri1naria. Otra consecuencia
membrana basilar aumenta en todas partes, no so)o en Ja reg1on de de esta asimetría puede ser el efecto, pequeño pero no despreciable, que
resonancia máxima. Esto abre la posibilidad de que las neuronas que tienen consiste en que Ja altura de un tono de frecuencia fija parece ca1nbiar
una frecuencia característica diferente a la de Ja onda sonora (es decir, leven1ente cuando se superpone otro tono de díferente frecuencia (por cj .,
fibras en contacto con células ciliadas que no están en la zona de Walliser, 1969; Terhardt y Fastl, 1971). Este efectn puede tener
resonancia) también aumenten su frecuencia de disparo cuando sus consecuencias para la entonación musícal 16•
umbrales (fuera de resonancia) son sobrepasados (véase Fig._ 3.17). En Aquí llega1nos nuevamente a una cuestión, ya mencionada en la pág.
resumen, un aumento de intensidad conduce a un autnento del numero .total 45, que tiene que ver con el mccanisn10 de detección de alturaprin1aria o
de impulsos transmitidos, sea porque se ha incre1nentado la .fre_cuencra de espectt·al: si un tono puro de inténsidad y frecuencia dctenninudas pone a
disparo de cada neurona, o bien el número total acuvada.s. Este la men1brana basilar e11 un estado de oscilación resonante, cubriendo un
efecto depende principalmente de la forma de la d1stnbuc1on de de rango espacial finito óx, y la sensación <le altura priinaria es codificada
oscilación a Jo largo de la membrana, una propiedad puramente inecan1ca. en ténninos de la posición x de las fibras nervíosas activadas, ¿cómo es
La relación entre sonoridad subjetiva y la totalldad de impulsos neurales que .sólo se produce una i:ínica sensación de altura? lín n1ecanisn10
explica cualitativamente las principales características de la de equivalente opera en el sistema visual, contribuyendo a n1ejorar la
sonoridades (Sec. 3 .4). Cuando se tienen dos tonos cuya en percepción de contrastes (Ratlifl, 1972). En el sistem;:i visual, este proceso
frecuencia es mayor que una banda crítica, el total de los 1.mpulsos de «agudización» es realizado por una red neural (en parte en la retina),
nerviosos transmitidos es aproximadamente igual a la suma de los unpulsos cuya función es concentrar la actividad en un núHtcro lin1itado de neuronas
generados separadamente por cada tono; de aquí que la sonoridad rodeadas por un área de «quietud» ncural o inhibición, n1ejorando de este
tienda a ser la suma de las sonoridades de cada uno de los tonos (relac1on 1t1odo la calidad del contraste. 1-Iasta los años '70 se creía que un
[3.19]). Por otro lado, si los tonos tienen frecuencias dentro de una .banda n1ecanisrno análogo existía en el sisten1;1 auditivo, responsable de la
crítica, con zonas de resonancia superpuestas en la membrana basilar, el agudización de la altura. Pero recientes estudios de la cóclt>a han revelado
número total de impu Is os estará determinado por la suma de las que las cé!nlas pilosas externas poseen no!ables propiedades
intensidades de los estímulos originales (relación [3.18]). electron1ecánicas responsables de un proceso de, realin1cntación no lineal
La dependencia de la sonoridad (y de los de.enmascaraini.ento) que agudiza y an1plifica In sintonización auditiva antes de que tenga lugar
de Ja duración del tono (Fig. 3.16) señala la ex1stenc1a de un comienzo la conversión a señales nerviosas. De este proceso nos oc11paren1os en la
gradual del procesamiento de la señal acústica. Sólo de .varias siguiente sección.
décimas de segundo, el mecanismo alcanza un «estado de
procesamiento del sonido. Es importante volver a poner
_afortunadamente para la música - durante esta etapa trans1c1on 1n1c1al
3.6 Música desde los oídos: emisiones otoacústícas
Ja sensación de altura es estable y única desde el comienzo.
Existe, sin embargo, una leve dependencia de la altura con sonoridad, y mecanismos cocleares
para tonos de frecuencia constante. Para frecuencias a 2000
Hz, aproximadamente, la altura aumenta con la Y viceversa; ¿Música desde los oídos? Bueno ... no tanto, ¡pero casi!
por debajo de 1000 liz ocurre lo contrarío (por eJ. Walllser, Este El estudio del 1necanismo auditivo avanzó a través de tres épocas principales.
efecto es pequeño y varía mucho de persona. a necesttan?ose La primera fue dominada por las ideas de von Hehnholtz ( 1863) de que la
grandes cambios en la intensidad para produc!f vanactones ine1nbrana basílar funcionaba como un siste1na 111ccánico analizador de
en la altura15. Probablemente, este efecto es causado por la as1metna de espectros, capaz de responder al estünulo exte1110 con la generación de ondas
Ja distribución de la excitación sobre la membrana basilar (ver Fig. 3.5), estacionarias (in1agcn de un '<pequeño teclado resonante en el oído>>).
así como por la respuesta nerviosa no lineal debida a la saturación - un
cambio en la intensidad produce un cambio del punto central de la 1
"Deberíamos señalar que tmnbién varía la altura percibida cnnndo t:ambi01 la presión del
fluido coc!enr {por ej., las variaciones de altura percibidas durnnte un bostezo), o cuando
cmnbia sn composición química (por ej., inyecciones de droga en el fluido cerebroespinal).
1;; Experimentoscon 'aparcamiento de tona!' muestran qne un en el SPL ¡Obsérvese que estos cambios de altura no pneden explicarse por medio de una teoría
de 40 db a 80 db incrementa Ja sensac10n de altura de un tono de 6000 Hz en un 7%, Y basada en claves temporales (Sec. 2.9)!
disminuye !a de un tono de 150 Hz en 3o/o (WaHíser, 1969).
114 3. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de Ja sonoridad
3.6 Mú:;ica desde los oídos: emisiones oto<1cústica'> y meca.nisn1os cocleares 115
La segunda época, desde 1940 hasta la década del '70, es dominada por
los resultados experimentales de von Békésy ( 1960), que mostraban que
el sonido, al llegar al oído, genera una onda de propagación hidromecánica, 80
confinada espacialmente, con máxima amplitud localizada en un área que
depende de la frecuencia de la seña] entrante (imagen de una <:<bandera 70
que flamea», pág. 34). La época presente empezó en los '70, con un gran
número de experimentos y estudios teóricos que demuestran que las ondas 60
de von Békésy son localmente amplificadas por medio de un proceso
e1ectro-n1ecánico, en el cual las células ciliadas externas, a causa de su so
(hasta entonces insospechada) motilidad, funcionan tanto corno elementos _, O·Olomrnis
receptores, como de unidades de realimentación rnecánica (para una reseña Bi 40
completa véase DaUos, 1992). Esta amplificación, ciclo por ciclo, funciona
más eficientemente con señales de bajo nivel, lo que explica tanto la alta
sensibilidad del oído, como su amplio rango dinámico de respuesta. Este
"' 30 ;mi.mal CfkHt

proceso de realimentación puede producir una auto-oscilación, o resonar


20
·11
•21
.,. ""
aun después que el estímulo externo haya cesado, y generar vibraciones .,. "
."
16
cocleares en el dominio acústico que pueden ser captadas corno tonos
10 19
débiles por medio de micrófonos muy sensitivos ubicados dentro de] canal
del oído externo (Kemp, 1978).
t3S
"
Aunque estas emisiones otoacústicas no tienen consecuencias directas 2
para la música, ponen en evidencia un proceso que puede explicar algunas Frecuencia (KHz)

de las sorprendentes, y en parte contradictorias, capacidades del sistema Figura 3.17 Comparación entre la 1ne1nbrnna basilnr .Ccw:"'.ª grues_a) y la
neura!. Et área gris corresponde a las curvas de sintomzaclOH de diez nervms acust1cos
d.etectar un que desplaza los receptores en ligados a la nús1na región de la inembrana basilar {cun autoriz.adón, .lohnstone et al., 1983).
solo fracc1ones de nanometro (lo-9m); ser sensitivo a un rango de
intensidades que se extiende por un rango de mil millones a uno; responder
a variaciones temporales del orden de unos pocos microsegundos; poseer ser obra del siste1na nervioso (como ocurre en la visión). Mediciones más
una capacidad de resolución de frecuencia mucho mayor que la que puede recientes, usando el efecto MOssbauser y técnicas Je láser en anin1ales
proveer la membrana basilar en sí. Estos nuevos conocimientos ganados vivos revelaron una 'sintonización' niucho nuís 'fina' de la nle1nbrana
al nivel celular muestran a la cóclea corno «un triunfo evolutivo de misn1a. La figura 3.17 co1npara la men1brana basilar con la
miniaturización ... el aparato mecánico 1nás complejo del cuerpo humano ... 'sintonización' nerviosa (Johnstone et aL, 1983). La curva gruesa
un amplificador acústico y analizador de frecuencias compactados en el representa el SPI.. de una onda sonora incidente, de frecuencia dada, para
volumen de una bolita» (lludspeth, 1985, 1989). la cual la membrana basilar responde con una velocitüul pico detenninada
Las mediciones de von Békésy sobre el movimiento de la membrana (0,04 mm/sen la figura) en uripunto detenninado, en el cual está colocada
basilar fueron realizadas en cócleas de animales muertos, conservadas en la fuente radiactiva (ésta curva se llatna curva de sintonización de
buen estado, revelando regiones anchas de resonancia en respuesta a tonos isovelocidad). El mínimo profundo a 18 - 19 Khz indica que en ese punto
simples. Cuando fue posible registrar los de fibras nerviosas la membrana basilar tiene una respuesta 1náxin1a a señales de dicha
auditivas en animales vivos (véase Sec. 2.8), se notó que estas fibras frecuencia (solo se necesitan 20 db de SPL para producir esa velocidad
estaban sintonizadas mucho más finamente17 a una frecuencia pico). Una octava más baja, o sea a 9 Khz, se necesitan 15 db 1nás en la
característica que la membrana basilar, indicando la presencia de un señal para producir la mis111a velocidad de respuesta. Una curva de
proceso de 'estrechamiento' o 'afinamiento', que en esa época se creyó sintonización neural (el área gris define los líinitcs de diez curvas de
sintonización nonnales) representa, por otra parte, el tníninw SPL de una
seña1 de frecuencia determinada al cual responde una fibra dada (por ej.,
17
«Afinación fina)) sí&nifica que la banda de frecuencias a la que responde una neurona es incrementando su frecuencia de disparo por encima de] umbral). Existe
muy estrech.a; «afinación gruesa>> significaría que la respuesta ocurre para un rango amplio
de frecuencias.
mucho más similitud entre la 'sintonización' neural y la de la rne1nbrana
basilar, qu,e lo previamente sospechado en base a las antiguas mediciones
l JIJ J. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de Ja sonoridad 3.6 Múska desde \os oídos: emisiones otoacúslicas y mecanismos codeares 117

con cócleas de animales muertos. El uso de microelectrodos ha mostrado En resumen, el cuadro que e1nerge de este proceso de reah111entación
curvas de sintonización de Jas células pilosas internas son muy no lineal que amplifica la respuesta 1necánica de la cóclea (Dallos, 1992;
similares a aquellas de las fibras nerviosas aferentes; por lo tanto, el Allen y Neely, 1992) es, para sonidossbnples, el siguiente: 1) La oscilación
proceso de afinamiento en cócleas vivas debe ocurrir dentro de la cóclea sinusoidal del «pistón» en la ventana redonda (Fig. 2.6 [b]) genera una
probable1nente en el espacio subtectorial (Fig. 2.7[a]). ' onda de propagación en la 1nembrana basilar, la cual alcanza su amplitud
nuevas técnicas MOssbauer y de láser 1nuy perfeccionadas, es máxirna en una posición que depende de la frecuencia. 2) La oscilación
posible hoy día realizar mediciones mucho 1nás minuciosas del local es detectada por las cí!ias de las células ciliadas. Este proceso hace
movimiento de la membana basilar en animales vivos. {por ej., Johnstone que se disparen señales eléctricas en cada célula ciliada externa, causando
et aL, .1986; Ruggero y Rich, 199 !). Los resultados muestran que, en la contracción de moléculas inotoras en su n1cn1brana. Este proceso puede
cond1c1ones reales, las curvas de sintonización de la membrana basilar ser influenciado por órdenes procedentes del cerebro que llegan por las
son muy similares a aquellas de las células ciliadas internas o de las fibras fibras eferentes del cotnplejo olivo-coclear. 3) El rcsullado colectivo de
asoc.iadas.al mismo lugar de Ja membrana. Lo que es más, las las respuestas de las moléculas inotoras es un ca1nbio en la forma de la
med1c1ones ev1denc1an que la agudeza de la curva de sintonización de la célula (probablemente su largo), cambio sincronizado con la oscilación
membrana basilar aumenta considerablemente a rnedida que el SPL del producida por el estímulo externo. 4) Esta reacción in.ccánica en fase
estímulo disminuye hacia el umbral; esto indica la operación de un refuerza la oscilación local de la me1nbrana basilar (en fonna
mecanismo de amplificación no lineal capaz de robustecer, en el caso de hidrodinámica o por medio de un «raqueteo» [ <(rattling»] sobre l?
señales débiles, inás de 10.000 veces la oscilación de la membrana basilar n1embrana tectoria1.) 5) Si se alcanza un cierto línlite superior, la reacción
la zona de resonancia (el mecanismo es «no lineal}) porque no celular se nivela, se satura; de lo contrario ... ¡volver al paso 2)!
incrementa la sensitividad en la misma proporción para todas las Pregunta: ¿Por qué actúa este proceso sólo en la región basilar de máxitna
frecuencias y amplitudes), resonañcia para la frecuencia del cstÍtnulo? Después de to<lo, alejándonos
Estudios teóricos muestran que la energía suministrada al mecanismo del lugar de máxima amplitud de la onda, seguín1os encontrando
de amplificación no puede proceder de la fuente sonora original (por ej. oscilación, si bien con an1plitudes cada vez n1ás pequeñas (Fig. 3.5). En
de Boer, 1983). La sensitividad de la membrana basilar, su fina selectividad otras palabras ¿por qué no se amplifica el patrón vibratorio entero, a lo
a la frecuencia y sus propiedades de respuesta no lineal deben provenir largo de toda la n1ernbrana basílar? ¡Podría estar operando un segundo
de la acción de un mecanismo de realimentación de las células pilosas mecanisn10 de sintonización! Efectiva1nente, existen indicios
externas. Un hecho convincente es que estas células, bajo estimulación experin1entales de que las cilias niis111as están afinadas a la frecuencia de
eléctrica, son capaces de cambiar de fomia - principalmente su longitud - a resonancia local; de ahí que ellas respondan de n1anera eficiente sólo
de audio (Kachar et al., 1986). Es concebible que estos cuando la frecuencia de la onda que pasa con·esponde a la frecuencia de
cambios de forma afecten la deformación local de la partición coclear resonancia local; esto ocurre sólo alrededor de la n1áxüna resonancia para
inducida por la onda incidente, por medio de una realimentación de energía la frecuencia del estímulo (pág. 89 y Fig. 3.5). 18
que que la onda resultante sea amplificada (Dalles, 1992). La Otra cucslión difícil de desentrañar se relaciona con los efectos de ruido
mot1hdad de las células ciliadas externas se produce por la acción térnüco. Una cilia oscila en su base (como sobre un pivote) y cuando se
concertada de moléculas proteicas contráctiles individuales que se tuerce en una dirección específica produce una respuesta eléctrica
encuentran en la membrana de la célula; la velocidad de su acción es tan excitatoria en la célula en que está anclada (e inhibitoria si se tuerce en la
increíblemente alta que se pueden excluir mecanismos electromecánicos dirección contraria, mientras que las desviaciones ortogonales son
sinúlares a los encontrados en las fibras musculares normales. Mientras ¡esto explica los disparos en fase de una fibra nerviosa auditiva,
está demostrado que el mecanismo de realimentación coclear es disparado mostrada en la Fig. 2.22!). ¡Lo sorprendente es que el un1bral de la
localmente por el mecanismo de activación de las células ciliadas externas
i;iisrnas, existe la posibilidad que este proceso pueda ser 1nodulado por 1x Investigaciones eleclrufisiológicas muestran que Jns a !as cuales las i.:é!u!as
ordenes procedentes del sistema nervioso central, por vía de las fibras ciliadas son más sensitivas están en relación inversa a la longitud de sus de
eferentes del fascículo olivo-coclear (pág. 77). Finalmente, dada la dlias, y ocurre que esta longitud amnenta varias 11ec:s a lo largo de la 1.nembrai.m bas.linr,
desde Ja base (extremo de frecuencias altas) hasta el .apcx (extremo de trecue.ucias
saturación en la respuesta de las células ciliadas externas para altos niveles Existen también algunos indicios de que una afinación ulterior puede ocurrir por ª:'cton
de la acción de realimentación está limitada a niveles bajos de una resonancia eléctrica en Ja me1nbrana de la célula ciliada (Hudspeth, 1985), fodo
esto se encontró en cócleas de vertebrados infe1iores; todavía no queda claro en qué medída
del estimulo externo, dentro de los 40 db por encima del umbral. estos rcsultaúos valen también para niamífcros superiores Y seres humanos.
J 18 J. Ondas sonoras, energía acústica y percepción de Ja sonoridad
3.6 Música desde tos oídos: emisiones otoacústicas y mecanismos cocleares 119
sensación auditiva ocurre para desvíos de las ciiias de sólo 0,003 grados!
Puede demostrarse que desplazamientos de tal pequeñez deberían ocurrir 0 dB
aun en ausencia de cualquierestimulación acústica, debido al así llamado o
1novin1iento B rowniano en el fluido endolinfático (pequeños elementos
de fluido moviéndose a causa de Jas fluctuaciones del equilibrio térmico).
¡Pero el ruido resultante es nlitigado por el hecho que la ci1ias están ligadas
t• -Y)

entre sí por filamentos, de espesor muscular, que las hacen mover en


conjunto y en fonna concertada! Con todo, el límite último de la audición
está detenninado por el punto en eJ cual los más débiles sonidos son
.
-30
ahogados por el ruido ténnico de los componentes del oído (Hudspeth,
1989). '" 4
¡,Pueden todos los fascinantes procesos arriba mencionados ocurrir en - !\00j 1200 1400 1600 1800Hz 2000
una escala de tiernpo del orden de fracciones de microsegundo, tal como Frecuencia

lo requiere el increíble poder de resolución temporal del sistema acústico?


En otras palabras, ¿puede la maquinaria electromecánica de la cóclea ser
111ejor que la maquinaria nerviosa (en términos de eficacia temporal ) ?
La generación de impulsos eléctticos en una célula ciliada está basada en
el intercan1bio de íones (calcio y potasio) con el medio circundante. Ilay
experimentos que demuestran la existencia de poros en la membrana a aproximadamente, aunque la mayor parte de elI.as entre los l .O?D
través de los cuales los iones pasan cuando las cilias se tuercen en una y los 2.000 Hz; para una persona dada, su 1ntens1?ad variar
detenninada dirección (liudspeth, 1985). El pulso de voltaje generado considerablemente en el curso de un día, e incluso ser pero
por la corriente eléctrica llevada por los iones es responsable de la respuesta las frecuencias a las que ocurren son muy estables para Las
integral de la célula; para el caso de una célula ciliada externa esto incluye emisiones otoacústicas evocada..;;: son más difícile_s de un
la conlracción de Ja.s moléculas motoras, Jo cual, efectivamente, puede · de sont·ct0 en el canal auditivo , y las mas exigentes cond1c1ones
transmisor . . .
acontecer en el rnargen de un microsegundo a partir de la aplicación del de análisis de Ja señal detectada por el micrófono. Pueden d1v1d1rse en
estÍlnu!o. Queda ahora aclarado que para satisfacer las muy exigentes dos clases: emisiones que ocurren simultáneamente con un tono de prueba
den1andas de rapidez del sistema auditivo, las operaciones de detección y continuo, y respuestas demoradas a cortos impulsos sonoros. No hay duda
amplificación de señal deben ser por procesos que ocurran de que las emisiones otoacústica.s_ son subproducto de los
dentro de una célula: ¡el aparato auditivo no puede darse el lujo del «paso antes mencionados de realimentac1on no lineal, controlados las celulas
tranquilo» del siste1na nervioso, que trabaja en una escala de tiempo del ciliadas externas· por qué ocurren cuándo ocurren, y por que aparecen a
orden de los milisegundos o más! las frecuencias aún no se sabe. Lo único que obs_ervar
Para concluir, volvamos a la «música desde los oídos». Como dijirnos es que circuitos de realimentación tan delicados, al ser ;1enen
antes, las e111isiones otoacústicas son sonidos muy débiles que pueden ser en general una capacidad de autoexcitación o de
detectados en el canal cerrado del oído; su nivel está generalmente muy Dado que las emisiones otoacústicas parecen no tener n1ngun rol. :n la
por debajo del u1nbral de la sen.Sación auditiva. Hay dos tipos de enli.siones: música ( ¡salvo que se reprodujeran en forma i:iuy
enüsiones espontáneas y emisiones evocadas por estímulos sonoros al lector interesado en obtener más infonnac1ón a la tecn1ca
externos. La figura 3.18 muestra el espectro de una emisión otoacústica · zwtc· kery F'astl , 1990·, Gelfand , 1990, y referencias ah1 dadas).
(poreJ.,
espontánea (Zwicker y Fastl, 1990) (cero SPL corresponde al umbral de
audición). Las e1nisiones espontáneas varían mucho de individuo a
individuo.Alrededor de! cincuenta porcíento de las personas con audición
norn1al tienen una o varias enüsiones; la mayoría de los animales las
tienen tan1bién. La ausencia de las rnismas no indica anonnalidad en la
audición (el «zumbido>> de oídos en general no tiene relación con estas
eniisíones). El rango de sus frecuencias se extiende de 400 a 4.000 llz,
CA:/.
4.1 Ondas estacionariao. en uua cuerda 121
120

4 4.1 Ondas estacionarias en una cuerda


Generación de sonidos musicales, ep·ons1·d4 eren1os e ¡ e·aso de una cuerda baJ· o tensión, fija
- . en los puntos
1) de longitud L y 1nasa por unidad de longitnd d ..
P YQ
f . d
ue1za e
tonos compuestos y percepción del (t ig:ó · r'puede ser modificada a gusto, por ejc1nplo, la masa
ens1 n 1dido tal con10 se 1nuestra c11 1a ¡ 1gu1..<., Ahor·1'
timbre 1n d e 1 cuerpo
punteamos o pe1
Suspel ' · d ') - d· -
·cuti'mos la cuerda en un punto dctenn1na o. os on
, ·
i_
d h
elásticas transversales (dos hnpulsos) se propagaran la. aY
« ... no es sorprendente que haya sido posible iac1a· 1a izqu1er
· · d·a, alei·a'ndose de la región _ de la perturbac1on 1111c1al con_
l
posar un ho1nbre en la Luna antes de que la una ve \oc1·da d d ada por la rel·1ción '
(3.3). Cuando alcancen los puntos
. · ¡ ··
acústica de un instruniento tradicional co1110 fijos p y Q, estos impulsos de onda serán así reíle.iactc:s: un 1n1p.u so
el piano fuera totaln1ente explicada». · ·b
« h ac1a arn a» v
ol"era' como un in1pulso · negativo «hacia abaJO>}, . Y
· .
v1ceve1 sa. e D sptie's de cierto tiempo (extre1nada111ente corto, en virtud
b , de
d ·
A. Askenfelt, en The Acoustics ofthe Piano, ·dad de ]as ondas, en una c11crda tensa) ha ra-, on as
1a a l ta ve 1oc1
publicación de la Royal S\vedish Academy propagándose en atnbas direcciones a lo largo de la cuerda. En otr.as
ofMusic, 1990.
paaras,en
l b t dremos.energía elástica , en forma de ondas ((atrapadas»
,. entre
. ..
p Q dos puntos que siempre permanecen en reposo. S1 no
esta situación se mantendría ,Y la
En los dos capítulos precedentes hemos analizado dos atributos principales vibrando indefinidamente. Sin embargo, la fnccton Y las pt 1d1das
de un tono, la altura y la sonoridad, principalmente sobre la base de sonidos Q irán disipando gradualmente la aln1acenada, y las ondas
simples, de una sola frecuencia. Estos no son, ¡por suerte!, los tonos que decaerán 1. Por ahora ignoraremos este efecto. _ _,
intervienen en la música. La música está formada por tonos conipuestos, En vista de lo expuesto en Ja Sec. 3.3, nos d.arnos cuenta qnc el
cada uno de los cuales consiste de una superposición de tonos puros, los descri to arriba se asen1cja mucho a la situación que se con un,1
cuales, debido a sus relaciones de frecuencia, aparecen como un único p · ar·ia Ei 1 realidad puede dctnostnll'se 1nate1nat1ca1nentc que
on d a es 1acion · ' . ·, ¡¡
ente perceptuaLAsí surge un tercer atributo tonal fundamental: la cualidad las ondas estacionarias son l'Í único 111odo ¡1osihle dí' v1bnH'IOl1 es.ta: e
del tono, o timbre, relacionado con el tipo de mezcla de sonidos puros, o . 111 extren1ov
para una cuer:da(.( · ..¡;¡·o.,
, ,, \.'en
. el que (os pu11tos de an('fq¡e 1- )'
con1ponentes annónicos, que forman el tono compuesto (Sec. L2).
Q asu111e11 el rol de nodos. . _ . , , .. _ . , _
La mayor parte de los instrumentos musicales genera ondas sonoras Esto tiene una consecuencia 1nuy nnportantc. Entre tod,1s lclS lo11n,1s de
por 1nedio de cuerda."> o columnas de aire en vibración. En el capítulo 1 ondas estacionarias ünaginables, sólo son posihles aquellas para las cuales
los denominarnos elementos primarios de vibración. La energía necesaria
para sostener su vibración es suministrada por un mecanismo de excitación,
en tanto que en muchos instrumentos la energía acústica final irradiada
está controlada por un resonador. La habitación o sala de concierto en la
cual se está tocando el instrumento puede considerarse como una
«extensión» natural del instrumento mismo, cumpliendo una función
sustancial en la modelación del sonido que llega a los oídos del oyente.
En este capítulo discutiremos cómo tonos 1nusicales reales son generados
en los instrun1entos musicales, cómo están formados por superposiciones Figura 4.1 Instrumento (sonómetro) parn el estudio de ondas cst;icionaiias en una L'tW!lb
de tonos simples, cómo interactúan con el entorno en salas de concierto y deL\ogitud L, bajo tensión co111rolablc.
otros recintos, y cómo todo esto conduce a la percepción del timbre y al
reconocimiento del instrumento. El capítulo tennina con una breve reseña
de las funciones cognitivas del cerebro relevantes a Ja percepción de tonos 1Es precisamente esta pérdida de energía por unidnd de 1rnvés Je los ¡11,ntos 1
en el puente), la que se lrnnsfonna en potencrn sonorn en e n1erpt t ,
compuestos. resonancia de un instrumento de cuerda.
122
4. Generación de sonidos musicales, tonos compues{os y percepción de! timbre 4. l Ondas estacionarias en una cuerda 123

es un múltiplo entero de la frecuencia fundamental. Estos son los llamados


armónicos superiores def¡ (Sec. 2.7). Nótese en particular que el primer
Q •L
armónico ( n = 1) es idéntico a la frecuencia fundamental; el segundo
i\1 "'2L
armónico /2 es la octava superior de f¡; el tercer armónico es la duodécima
(una quinta arriba de la octava); el cuarto armónico es la décimoquinta
(doble octava); etc. (Fig. 4.3), Los armónicos superiores son llamados
también tonos parciales2 .
La relación (4.3) nos dice que la frecuencia fundamental de oscilación
de una cuerda es proporcional a la raíz cuadrada de la tensión, e
inversamente proporcional a su longitud y a la raíz cuadrada de su masa
por unidad de longitud. Esto explica muchas propiedades características
de las cuerdas de piano: en la parte superior del teclado, las cuerdas son
cada vez más cortas (frecuencia fundamental /1 cada vez más alta); si
tenernos que afinar una cuerda determinada un poco más agudo, es
necesario aumentar la tensión (f¡ más alta) y recíprocamente; en la región
de alturas graves, con el fin de ahorrar espacio y maximizar la potencia
de salida, en lugar de acrecentar la longitud de una cuerda se incrementa
su masa por unidad de longitud d ( /1 más baja) rodeando la cuerda con
un rollo de alambre adicional. En el violín, que sólo tiene cuatro cuerdas
de casi igual longitud, cada una debe tener diferente tensión y/o masa
Figura ·-L2 lvtodos de vib1ación en una cuerda co11 extremos fiJ.Oº (ond"º t . . )
para que cada una pueda exhibir una altura propia diferente. Para variar la
" '"'es ac1onanas . frecuencia fundamental ft de una cuerda determinada, se cambia su
longitud vibrantel presionando la cuerda contra la tastiera, introduciendo
ocurren nodos e_n p y Q. Bn otras palabras, únicamente son permitidas de este modo un nodo en el punto de contacto.
aquellas ondas sinusoidales que «entran>} un núniero enten d . La aparición natural de frecuencias discretas relacíonadas en forma
p y Q (l:,'ig. 4.2), es decir, para las cuales la long1.tud .L d·eºJ, e vecdesentre simple con una frecuencia fundamental, determinada por las condiciones
. acueraesun
.tlp o entero de la distancia entre nodos lN, dada por la relació (3 13) del sistema, con todas las otras frecuencias «prohibidas», recibe el nombre
1en1endo en esta relación, obtenemos Ja condición L = ni n= ·')J · de «cuantización» y tiene un rol importantísimo en toda la física. Las
11 2
donde n es cualquier nú1nero entero ¡ 2 3 E 'l , d' NI ; • '
1 . 1 d ' ·-···· sanos iceque asuntca-;
ong1tul es e onda pennitidas (Fig. 4.2) son
2L
.ílll =---
,, n=l,2,3"
'

(4.1)
.
_,' -
-
-
' ' ' '
la (1.8), encontra1nos que las tinicas frecuencias de . ..,'
\Jb1ac1011 posibles de una cuerda son las siguientes: f1 '2 '• '• 's '• ,7 '•
.
'.
J, p; nfi (4.2)
,
-
'
'
'
Primeros ocho armónicos de J;"' 98 Hz (Sol,)
La frecuencia inás baja posible f¡ se obtiene paran= I:
Figura 4.3 Primeros ocho armónicos def¡ = 98 Hz (Sol).
1; l {T
2L Vd (4.3)

es la lla1nada,frecue11ciaji1ndar11ental de la cuerda vibrante Ob , ] Más precisamente, los parciales son los componentes de frecuencias más altas de una
vibración cotnpleja, sin importar si sus frecuencias son o no múltiplos enteros de Ja
en la ecuación ( 4.2) que la frecuencia de cualquier otra vibración frecuencia fundamental.
l 2-1 4. Generndón de sonidos musícalcs, tonos compuestos y percepción del timbre 4.2 Generación de ondas estacionarias complejas en instrumentos de cuerda 125
diferentes formas discretas, permitidas, de vibración de un sisten1a físico, los modos de vibración de orden alto. La razón es que Ja velocidad de una
se l!an1an n1odus de vibración de ese sistema. La fundamental, Ja octava, onda transversal en una cuerda depende levemente de la frecuencia (o de
la dnodéci1na, eLc., representan el primer, segundo, tercer, etc., modo de la longitud de onda) de la onda (esto se llamadispersión), y las expresiones
vibración de una cuerda bajo tensión. Las frecuencias que corresponden (3.3) y (3.8) no son enteramente correctas. En realidad, la velocídad Vr
a todos los 1nodos posibles de vibración de una cuerda est<ln dadas por la de la onda es un poco mayor que el valor dado por la relación (3.3). Esta
relación (4.2), en la que solo aparecen cantidades que dependen de Ja desviación aun1enta a medida que aumenta la distorsión de la cuerda; es
cuerJa; los 111uclos de vibración son así una característica pennanente decir, se hace más importante para longitudes de onda pequeñas y
del sistenu1 físico particular considerado. Dados los modos posibles de amplitudes mayores. El resultado es que las frecuencias de los modos de
vibración, ¿en cuáles de ellos vibrará la cuerda realn1ente? Esto estará vibración más altos en una cuerda de piano son un poco más agudos que
dctcnnínado por la fonna en que las vibraciones sean iniciadas, es decir, los valores dados por la ecuación (4.2). 3 En general, cuando la frecuencia
por el 1necanisn10 priinario de excitación. A causa de Ja propiedad de de un modo de vibración de un sistema no es un múltiplo entero de Ja
s11pcrpnsición lineal de las ondas, 11u1chos 1nodos de vibración pueden frecuencia fundamental, el modo se designa inarmónico. Cuerpos sólidos
01·111.,-ir si111ultá11ecune11tc sin tnolestarse entre sí. En esta sección en vibración como, por ejemplo, barras de xilófono, campanas o carillones,
ccnlrare1nos nuestra atención sobre cómo una cuerda puede vibrar; en la tienen 1nuchos modos de vibración inarmónicos, cuyas frecuencias no
próxi1na sección discutiren1os Ja cuestión de cómo realmente vibrará en son en absoluto múltiplos enteros de la frecuencia fundamental. Por
un caso dado.
razones de simplicidad, en lo que sigue supondremos que, en general, los
c:o11sidere1nos el caso de una cuerda vibrante en Ja cual sólo un rnodo parciales de una cuerda en vibración siempre coinciden con los armónicos
(/(; vibración csttí excitado. Esto puede ser fácihnente realizado en un superiores, y que la relación (4.2) es exacta. Por ello, usaremos de manera
laboratorio, pasando una corriente eléctrica alterna de determinada indistinta los términos «armónicos superiores», «modos», o «parciales»,
frecucncía por una cuerda inetálica extendida entre !os polos de un itnán aunque desde el punto de vista físico ellos representan conceptos distintos
pennanente. Las fuerzas magnéticas sobre la corriente en la cuerda en el caso de las cuerdas reales.
pn)ducirán una vibración transversal a la frecuencia de la corriente. Cuando
esta frecuencia se acerca a uno de los annónicos de la cuerda, aparece
una onda estacionaria de gran amplitud. Pueden observarse a simple vista
los noJos y los vientres (con10 en la Fig. 4.2), y oirse claramente el sonido
4.2 Generación de ondas estacionarias complejas
producido (sie1npre y cuando la cuerda esté montada sobre una caja en instrumentos de cuerda
resonante). El uso de un estroboscopio (fuente lurninosa que pulsa a una
t:n:cuencia detenninada, controlable) da la posibilidad de «congelan> la Existen dos formas fundamentales de excitar una vibración en una cuerda
tonna de la cuerda, o de observarla-en «cá1nara lenta». tensa: l) un suministro de energía dado una única vez por medio de la
Un experin1ento tnás accesible, y 1nuy conocido, puede hacelse con un acción de un golpe (piano) o de una pulsación (clavicémbalo, guitarra); y
lentarnente una tecla en la región grave, por ejemplo el Saz 2) un sunlinistro de energía continuo por medio de una acción de
2
O·ig. 4.J), de no produzca ningún sonido (el inartillo no golpea) frotamiento (instrumentos de la familia del violín). En ambos casos el
pL:ro que la sordina quede separada de esa cuerda. Luego toque con fuerza resultado es una superposición de tnuchos modos vibratorios activados
y staccalo. la tecla una octava arriba (Sol3). Una vez que este sonido haya sinutltáneamente. En otras palabras, los sonidos musicales generados en
desaparecido, usted podrá escuchar claramente la cuerda Sol vibrando forma natural en las cuerdas contienen muchas frecuencias diferentes al
2
una octava n1ás alta: ¡ha sido excitada (por resonancia)en su segundo miSmo tiempo: aquellas que corresponden a los armónicos del sistema en
1110Jo annónico, Sol3 ! Repitamos el experimento tocando la duodécima vibración. La figura 4.4 muestra cómo esto puede ocurrir en la práctica:
{Rl'4), tnientras 1nantcnemos baja la tecla Sol2: usted podrá escuchar la sumando el primer y, digamos, el tercer armónico, se obtiene co1no
cuerda Sol2 vibrando en Re4. Continúe con Sot4 , Sí4 y así sucesivainente. resultado una superposición que en un instante dado puede tener la fonna
Con10 otr:t La3 o Fn.3 1nientras 1nantiene baja la tecla Sat de la figura. Cada modo se comporta independientementé, y la forma de
2
- no habra ntngun efecto: la cuerda Sol2 queda en silencio. La razón es la cuerda en cualquier instante estará dada por la superposición
¡
q.ue La 3 o /<(13 no son de Sol 2 , y la cuerda So/
2 \
s1n1plen1ente no puede sostener vibraciones estables a esas frecuencias. 1
Esto no afecta 1nayonnentc !a altura resultante del tono compuesto (véase Apéndice II),
La relación (4.2) es en realidad sólo aproximada, especialn1ente para pero sí influencia la afinación del piano en los registros agudo y grave (cuando la afinación
es hecha por octavas).
4.2 Generación de ondas estacionarias complejas en instn1rncntos de cuerda 127
126 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre

1' Superposición
su propio modo fundamental de vibración (es decir, Sol3). La raz?n. es
que este modo ha sido excitado (por resonancia) por el .segundo arn1on1co
_ ¡t" Fundamental de Ja cuerda vibrante Sol2. Si en lugar de Sol2 se hubiera La2 •. !a
cuerdaSoJ3 hubiera en silencio. expernnento vanas
veces, bajando silenciosamente y en forrna sucesiva las teclas Re4,
s¡4 , Res ,.... , etc. Cada una de ellas seni excitada por el correspond1ente
Figura 4.4 Superposición de dos ondas estacionarias (fundamental y tercer armónico). modo armónico superior de la cuerda Sol2. 4
Muchos modos de vibración aparecen juntos cuando una cuerda es
de los desplazamientos individuales, dictados por cada componente puesta en vibración. ¿Qué es lo que detennína cuáles, y cuánto de cada
separadamente. Es posible utilizar las condiciones iniciales del uno? Esto, en principio, está dado por la fonna .en que la.
experimento mencionado anteriormente, en que teníamos una cuerda es puesta en vibración, es decir, por el 1necanís1110 prtn1ano de exc1tac1on.
metálica con corriente eléctrica en un campo magnético, pero esta vez De cómo y dónde golpeemos, punteemos o frote1nos la cuerda, ?epcnde
usando la salida combinada de dos generadores sinusoidales de voltaje que obtengamos diferentes mezclas de y. por ende, dJferentes
cuyas frecuencias correspondan respectivamente a la de dos armónicos cualidades del sonido resultante. Podemos explicar esto basúndonos en
de la cuerda. Empleando un estroboscopio es posible visualizar con los siguientes eje1nplos. Supongamos que le dan1os a una cuerda la
claridad la forma instantánea de la cuerda mientras vibra con los dos inicial mostrada en la Fig. 4.5 (a) (esto, sin en1bargo, sería bastante d1f1c1l
modos al mismo tiempo. La proporción relativa con que cada armónico de lograr en la práctica). Dado que la fonna se ajusta n1;í;;;. o 1:nenos al
interviene en la vibración resultante, determina (Secs. 1.2 y 4.8) el carácter 1nodo fundamental (Fig. 4.2), la cuerda, cuando sea soltada, elecuvnmente
particular, la cualidad o timbre del tono generado. La altura del tono empezará a vibrar en ese 1nodo simple. Si la fonna inícial fuera la 1nostra?a
compuesto de 1a cuerda está determinada por la frecuencia fundamental en la Fig. 4.5(b), la cuerda, al ser soltada, vibraría en el (.Fig.
(4.3), como se ha anticipado en la Sec. 2.7. 4.2). ¿Pero qué ocurrirá cuando la f onna inicial sea ( realista)
Un simple experimento con el piano muestra de manera convincente rnostrada en la Fig. 4.6, y que se asemeja a la fonna 1n1c1al cuando
que una cuerda efectivamente puede vibrar en más de un modo a la vez. punteamos Ja cuerda en el punto n1edio A enlre P y Q? Para
Baje lentamente, y apretada, una tecla determinada (por ejemplo superpongamos - es decir, sume1nos linealn1ente - los casos de liguras
Sol2) (Fig. 4.3) de manera de separar el apagador de la cuerda. Luego 4.5(a) y 4.5(b). Lo que obtenemos es la forn1a n1ostrada en la F1g. 4.7(a),
toque con fuerza y staccato siniultáneamente Re4 , Sol4, Si4. Después
que este sonido desaparece, es posible escuchar con claridad la cuerda
Sol2 vibraren los tres modos, simultáneamente - ¡tenernos una sola cuerda
sonando en una triada de Sol Mayor completa! Lo que ocurre es que han
sido excitados tres modos (armónicos tercero, cuarto y quinto) con
amplitudes aproximadamente iguaJes (por resonancia).Un experimento
más drástico es el siguiente: mantenga la teclaSolz baja - y golpee con su
antebrazo derecho todas las teclas, negras y blancas, de dos o más octavas
arriba delSol3 -después que haya decaído el estampido inicial, se escucha
t:L/31
1a cuerda Sol2 vibrar bellamente en un acorde de séptima de dominante
Sol3, Re4, Sol4, Si4, Re5, Fa5, So/5, ... (Fig. 4.3). Cualquier otra de las
notas tocadas no pudo excitar una vibración estable en 1a cuerda Sol2.
I· L • ¡
Mientras que el experimento de arriba muestra que una cuerda de piano
determinada puede vibrar simultáneamente en diferentes modos a1 mismo Figura 4.5 Fonna inicial (deformación) de una cuerda rcryn?rida para que vibre
táneamcnte en el modo fundamental (a) y en el tercer armomco ('1).
tiempo, el siguiente experimento muestra que, cuando se toca
normalmente, una cuerda de piano realmente vibra en muchos modos
armónicos a la vez. Elija de nuevo una nota baja ,digamos Sol2, pero esta 4El principal objetivo del mecanis1no del pedal del piano se
vez baje Jentamente la tec]a Sol3 sin hacerla sonar y manténgala baja. fenómeno: el apretar el pedal levanta todos los dejando !ns cuerdas
para vibrar por resonand'J. Cuando se toca una nota aquellas cuerdds
Luego toque fuerte y staccato Sol2. La cuerda Sol3 empezará a vibrar en que pertenecen a la serie de armónicos de esa nota serán mduc1das a vibrar.
(28
.:l. de sonidos nmsicaJes, tonos compuestos y percepción del timbre
4.2 Generación de ondas estacionarias complejas en instrumentos de cuerda 129
A

instantánea de la cuerda cambia periódicamente de una manera


co1nplicada, pero cada vez que pase un período fundamental 't = llf¡,
p
------- Q
todos Jos modos componentes se encontrarán en la misma relación que al
comienzo, y la cuerda tendrá la rr1isma forma que en el instante inicial. Es
f'igura 4.6 Forma inicial de una cuerda cuando se puntea en el punto A.
muy in1portante señalar aquí que la configuración inicial de la cuerda no
solo determina las amplitudes de los modos de vibración annónicos, sino
también sus fases ('timings' relativos). El punto en el cual la cuerda es
punteada determinará la particular proporción de armónicos superiores,
es decir, el timbre del sonido emitido (Sec. 1.2). Si punteamos en el centro,
p tendremos la situación mostrada en Ja Fig. 4.7(b), y solo aparecerán
armónicos in1pares. Por otra parte, cuanto más cerca punteemos de los
extremos fijos, tanto más rica será la proporción de armónicos superiores.
(bl
En general, todos aquellos armónicos que tengan un nodo en el punto
Superposición
donde se puntea serán suprimidos (por ej., todos los annónicos pares en
el ejemplo de la Fig. 4.6), mientras que aquellos que tengan un vientre
serán reforzados. Esto, por ejemplo, es explotado al máximo por el arpista
para controlar el timbre de su instrumento.
Cuando una cuerda es puesta en vibración por la acción de puntear,
estan1os en una situación en la que el n1ecanismo primario de excitación
Figura 4.7 Superposi('ión de dos (·1) t s (b . , . por medio de la deformación de la cuerda, entrega cierta cantidad de
apro:-:rniackin de Ja forma triangul·>r n' Y, rde ) an.no111cos, elegidos como primcrn
' !Os ra- a co la Ftg. 4.6. ' energía potencial al sistema. Despúés de soltar la cuerda, la energía inicial
se convierte periódicamente en energía cinética vibratoria (Sec. 3.1 )_Por
que concuerda bastante bien con la forma . . . , olra parte, cuando una cuerda es puesta en vibración por la acción de
la fiuura 4.6 Por lo lant d .. 1n1c1al de Ja cuerda punteada de
"' · o, po emos ant1c1par que el m d f: d percutir, una cierta cantidad de energta cinética es aportada pot el
por lo ll'lcnos el ·ir111óni d b , o o un amental y
mecanismo que percute (por ej., el martillo de un piano), poniendo en
en la vibración de
n1oviiniento los puntos de la cuerda inicialmente no deformada. Esta
n1ejorar en gran incdida la aproximación !· Poden1os energía inicial es luego convertida periódicamente en energía potencial
sun1a1.1do n1üs annónicos su¡ien·ares n . onna e la figura 4.6,
, ' , e p1opo1c1ones ade, d , (F de deformación. Puede demostrarse matemáticamente que conociendo
[bJ). Se pueden li1nar los serpenteos u cua as ig. 4.7 las velocidades iniciales de los puntos de la cuerda golpeada, es posible
annónicos superiores en proporcio : e agregando más y nuís
deducir la superposición de annónicos resultante. De este modo, una
sea reproducida casi ecua as hasta que la fonna
cuerda golpeada en el punto n1edio oscilará princlpalmente con la
En todo esto no hay conjetura al una· fl·ecuencia funda1nental, más una 1nezcla de armónicos impares con
ca1nente matemáti- intensidades decrecientes. Cuanto n1ás cerca de los puntos extremos P y
re¡JJvducula con un grado arbitrario de rec· .·, cuerda!'uede ser Q se golpee una cuerda, tanto más rico en annónicos superiores será el
detenuinada supnposicióii d" 10. ri P, por tnedto de una
.__. J' nas geo1netru.:ar q 1 - ¡ tono producido. Como ocun·e con una cuerda punteada, serán excluidos
los 111odos de vibración armó111·c·o1· ,¡ l d ( , te cor respont an a
' e a cuer. a ondas esta e, · ) E los armónicos cuyos nodos están en el punto donde se percute, o cerca de
esta superposición «n1atemática» de forma . , , . s él; aquellos que tengan un vientre allí serán reforzados. En situaciones
proporción de sus a1nplitudes y ¡· . l s geometnc,is, en particular, la
· ases, a que define Ja ·b . · d reales de cuerdas de piano perculidas con el n1artillo, estudios teóricos y
cnerdacuandoéstasesueitadesdesupo·· •; . . . E vi rac1011 e la cuidadosas 1nediciones (Hall y Askenfelt, 1988) han establecido que la
lérn1inos cada una de l ·1s d· . s1.c1on xpresado en otros
' • on as estac1onanas corn duración del contacto martillo-cuerda tiene gran influencia en la mezcla
superponerse dan a la cuerda su forma inicial ( que al de modos armónicos superiores: cuanto más larga sea 1a duración del
procederá a vibrar, cuando se suelte la cuerd por eJ., F1g. 4. 7(b)),
contacto, tanto mús pobre en arn1ónicos superiores resultará la vibración
propia frecuencia y amplitud A d.d a, su propio modo, con su
. n1e I a que el tiempo la forma de la cuerda (porque quedarán excluidos los modos de períodos más cortos ·
que la duración del contacto).
130 4. Generación de sonid · _,
os mus1c<tJes, tonos compuestos y pcrcepcJón del timbre 4.2 Generación de ondas estacionarias complejas en instrumentos de cuerda 131
y
y y
Tiempo medio
de calda
1
1
1
'- 1
---'::19........_
/

Caída lenta Caída rápida

(oJ (b)

Fi,gurn 4.9 Caídas lenta y rápida de una oscilación amorligu;ida.

cual se gasta la energía disponible de la cuerda (véase potencia, Sec. 3.1 ).


Examinemos con más detalle el proceso de dccai1niento de una
vibración. Para simplificar, consideremos una cuerda que ha sido puesta
T a vibrar libremente sólo en su modo fundan1entaL Ccntre1nos nuestra
atención en la amplitud gradualn1ente decreciente de la oscílación de la
Figura 4.8 Gráfico de u ·¡ . •.
cuerda, digamos, en un vientre. Las mediciones rnuestran que, para una
na osc1 ac1 6 n annon1ea amortiguada. cuerda dada, las oscí1aciones amortiguadas con a1npliludcs rnás grandes
decaen 1nás rápida1nente que aque1las que tienen 1nenor a1nplitud. El
b Cuando una cuerda es puesta en vibración punteándola o percutié d I movimiento resultante se muestra en la Fig. 4.8. ()b::-érvcsc ln pendiente
que la bastante rápida. Esto de la curva Je la envolvente, la cua] es menos pronunciaJa a n1edida que
. de fuerzas d1s1pativas: la fncc1011 elástica dentro de la cu ·d decrece la an1plitud. Esto se Uan1a caída e.17Jo11e11ciol de Ja an1phtud_ Lo
m1smay másqu d f ' e1 a Ílnportantc (¡afo1iunadamente para la 1nüsica!) es que la frecuencia de
todo quee a,. uerzas que ponen en leve movimiento vibratorio
es a su.ietando la cuerda en sus extremos Solo un una oscilación amortiguada lenta1nente se 1nantiene constante.
disipada es c. onvertida en una onda sono.ra. Una Esta es más o n1enos la forma en que se con1porta una cuerda que vibra
v1 ra r rernente mo t d b libren1ente en un solo 1nodo después de haber sido punteada o percutida.
. • n a a so re una estructura río-ida .d
Sí está 1nontada sobre una plancha rígida, la pérdida de energía será
relativamente pequefia y lo 1nismo ocurrirá con el an1ortigua111iento de la
amplitud (Fig. 4.9 [a)). Si, en cambio, está n1onlada sobre una t<ll1!a
sobre una I pue, e mucho montando la cuerda
annónica, pasará energía a una razón mayor por poner a la plancha y al
die e]ástic.as especiales, llamada
. e piano, cuerpo del violín) En aire circundante en estado de oscilación. Las oscilaciones decaerán
los puntos extremos de la vibren entonces rnás rápidamente (Fig. 4.9 [b]).
: p q ' amparados con el resto de las vibraciones de la cuerda e t Una cantidad característica es el así 11a1nado tie111po 111edio de caft!ll.
edxtrelmos técnicamente siguen funcionando, como nodos)' ys º1as Este es el intervalo de tie1npo después del cual In an1plitud de las
ergia e a cuerda pued d 1 ' oscilaciones ha sido reducida a la 1nitad de su valor inicü1l (Fig. 4.8). Lo
vibratoria de Ja plancha. lgra convertida energía notable es que en una caída exponencial, este tien1po tncdio es sie1npre el
ªrande - de , a a supe1 Jete - en general relativamente
e • fi . . esta plancha, esta energía es convertida de manera mucho mismo a lo largo de toda Ja caída: tarda el n1isn10 tie1npo reducir a la
mas e 1c1ente en energía d d . mitad Ja a1nplitud, no importa cuál sea el valor actual de esta tíltil11a. El
inás fuerte que en 1 e on a sonora. El resultante es mucho
tien1po medio de caída es, por lo tanto, una constante característica de
niucho niás rápid; monta?dª ngbidamente; pero decae una oscilación amortiguada. El tiempo 1ncdio típico de caída de una cuerdn
razon, cons1 era len1ente mayor, a la
de piano es de alrededor de 0,4s.
1
1
. · ¡ · · strumentos de cuerda 133
! J2 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepdón del timbre 4.2 Generación de ondas estac1onanas comp eJas en m

Cuando una cuerda vibra en varios modos al mismo tiernpo, la situación y


es niás compleja. Si bien cada 111odo decaerá exponencialmente, el tiempo
1nedio de caída será distinto para cada uno. El tono compuesto resultante
no solament.e decrecerá en sonoridad, sino tarnbién su tin1bre c::m1biará /
/
en forrna graduaL En las cuerdas de piano, los modos de vibración de
frecuencias 1nás altas decaen algo n1ás rápido que los a1mónicos más
en una ca1npana que vibra, los parciales 1nás bajos continúan
sonando 1nucho tiempo después que los n1ás altos han decaído.
l-Ja habido una larga disputa entre pianístas y físicos con respecto a lo
que se Barna «toque}> en la ejecución pianística. Los pianistas prestan
gran atención al ntodo en que aprietan una tecla de piano y argumentan Pérdida de Potencfa
menor que el
-- 1, Potericia se
que esto influencia al sonido producido mucho 1nás allá de detenninar su suministro de potencia va acercando al
suministro da potencia
sonoridad. El físico responde que, en vista de que el martillo está en vuelo
libre totahncnte desligado del ejecutante durante la última porción de su "'"ª" ·,o,n de una oscilación armónica a partir de un suministro constante de
Figura4.10 Fo'""
1novi1niento, el tono resultante sol:unente puede depender de un único potencia.
panhnelro: la velocidad final con que el martillo golpea a la cuerda. Por
lo tanto, en el caso de un tono aíslado, el toque pianístico no es otra cosa (para ser inás precisos, por dlferenres del
que sonoridad, con un timbre irrevocab!en1ente acoplado a esa sonoridaJS, u escape aceleraciones controladas por el e1ecutante). sto po ria
y al dccaiiniento subsiguiente. El físico dice: todo lo que un ejecutante movimientos de roce contra la cuerda durante el que
reahnente puede hacer, es controlar la velocidad final del rr1arti1lo; la dependerían del toque; pero todavía no ha sido demostrado que este e ecto
cualidad del tono no puede ser cambiada independientemente de la influ a en forma inensurable en la excitación de la cuerda. . .,
sonoridad, y el buen o n1al «toque>} no puede existir para tonos aislados. . Qué podemos hacer para evitar el amortiguamiento de la v1brac1on
El toque se ejecuta una pieza musical está relacionado con cuerda? Obviamente, debemos compensar la pé:dida de.
otros efectos psicoacústicos, taJes co1no el sutíl control de Ja duración de . . . , modo energía extra a nuestro sistema Vlbratono,
cad;1 tono, pequefias variaciones de sonoridad de un tono a otro, resaltar sumIIustrando de . . 1 ·t de la potencia disipada.
a un monto por unidad de tiempo que sea igua a . ue se
la niclodía por encin1a del acompañanüento, diferencias en la sonoridad Si la potencia que se surninistra excede la cantidad _de. energta q . ,
y distribución lcn1poral de las notas de un acorde, incluso el componente disi Ja la amplitud crecerá gradualmente. Pero este crecu_n1ento no segu1na
pen:usivo dado por el 111ido de las teclas cuando éstas golpean el freno ind!fi;üdamente: si el suministro de se
(Aske111·e1t y Jansson, 1990). Hay esperanza, sin en1bargo, para los pianistas disipación de potencia aumentará a medida que aumenta d '
que participan en la «disputa sobre el toque»: mediciones recientes
eventualmente se llegará a un régimen en el cual la
(;\skenfelt y Jansson, 1990) han revelado que el movimiento detallado
igual a la potencia suministrada (Fig. 4.1 O). Esto edn rutm tubo
del 1nartil!o volando Iibren1ente hacia la cuerda co1no un cuerpo elástico ·dad constante (cuerda de vid in frota a, au a,
d
con tonos e sano n . d' t
oscilante y que rota. puede ser influenciado por distintos tipos de toque , rgano etc ) En tal caso cada armónico se forma indepen tendtemende,
de O ' ·· . · · d tencia para ca amo o.
como si hubíera un mecanismo de surrun1stro e ,,.
5 Hay una razón risic:i un f<lll!O complicada para este acoplamiento entre sonoridad y tírnbre.
Cuanto más grande sea este suministro de potencia, tanto mayor por
Como mencionamos ( púg. ! 29 ), la duración del contacto maitillo-cuerd:l inlluye en Ja supuesto el nivel de intensidad final. d ,
propo11.:ió11 relativa de los modos annónicos superiores; un contacto más largo conduce a l de frotamiento es un buen e como 1as
menos nnnónicos superiores. La duración de! contacco a su vr::L depeude de Ja rigidez lle! E t "d en un régunen constante.
fieltro en !a cabeza del martillo: un nwrti!lo más blando queda más tiempo en contacto con oscilacionesdeunacuerdapuedenserman ent as r d ola puede
Ja cuerda que un martillo m<is duro (pani igual velocidad de impacto). Pero hay un hecho El roblema físico es matemáticamente comp 1ca y s .
notable (Ila!! y Aske11felt, !988): la rigidez efectiva de un manil!o depende de la velocid·.1d P despue's de hacer varias simplificaciones (Fnedlander,
del impacto con fa cual el mm!illo golpea !a cuerda. Vc!ociJadcs de impacto más ;lilas encararse · - al't ( de la
cow/ucen ¡¡una mayor rigiUez efüctÍVll, y viceversa (esto se !!arna comportatniento no lineal Keller 1953) Aquí sólo podemos dar una descnpcI6 n cu .1 a
de fo 1igidez). Como cons1.,-cuencla, golpear con mayor fuerza una teda de pbno no solo
incrementa Ja amplitud de Ja osci!acióu de la cuerda (tono m<ÍS sonoro) sino que también
acort;i d tien1po de concacto martillo-cuerda, i11crementandoauro111áticame11/e la proporción
de armónicos superiores (timbre mfis brillante).
teoria.' La entre el arco y )acue:da se
de fricción. En general, distinguimos dos Upas de mteracc1on
La prüncra se llama fricción. estática, en la que no ay nlngun
a .
:or
l 34 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre 4.3 Espectros sonoros y resonancia 135

desplaza1niento entre los cuerpos interactuantes. Esto ocurre cuando la .b . • l .t fl ·na/es de la cuerda. Su frecuencia es mucho i11ás
de vi rac1011 ong1 u 1 ' .b · t. -· "il s·
cuerda «está pegada» al arco, moviéndose a la tnisma velocidad que éste . ¡·un da1nent'tl
alta que 1a f recuenc1a ' de los n1odo::> v1 ratonas iansvers,
. .d e ,
(o, en términos 1nás familiares, cuando uno trata de mover una 1nesa estas oscilacíones longitudinales las responsriblcs de los ch1llt os que
pesada, mientras ésta permanezca «pegada» al piso). El segundo tipo es se escuchan cuando toca un pri11c1p1antc.
la llamada fricción dinámica, que aparece cuando los dos cuerpos que
interactúan (sus superficies de contacto) se deslizan uno contra el otro.
Esto acontece cuando la cuerda «salta para atrás» y se mueve en dirección 4 .3 Espectros sonoros y resonancia
opuesta al arco (y ocurre cuando uno continúa empujando la mesa después
que ésta haya empezado a moverse). La fricción dinámica es má<> débil -da vibra sin1ultánea1nentc en una se1.·ie de rnodos
que la fricción estática; los dos mecanismos están controlados por la fuerza Cuan d o una cue1 ' ., C·ida
d.f . t s las ondas sonoras generadas tan1b1cn son co1np e¡a..'> .. ' '
perpendicular a la superficie de contacto, que un cuerpo ejerce sobre el I e1e11 e,,
colnponente , . de la vibración original de In cuerda
annon1co . contnbuyc
. ·
otro. En el caso de una cuerda frotada, esta fuerza se llama presión de .
indepen d.1ente1nen t e a la' o11da sonora resultante
'. _ unri 1rcc11enc1a
. ' con . , , igua - l 1.
arco, expresión que suena honible a un físico, porque no es una presión, a la del 1nodo correspondlcnte, y una y fase º.s
sino simplemente una fuerza.
procesos d e lrans f orm ac ión que interv1enen. El rcsult,1do es· un.da
En el Apéndice I discutimos con mayor detalle un caso ideal. Las superpos1c1on . . • d e on das so11oras forrnando una onda con1p 1
L , ¡CJa, e
principales conclusiones desde el punto de vista físico son las siguientes: .. . f d· entalf (igual a la frecuencia fundn111ental del e e1ne1!to
1) la anzplitud de la vibración de una cuerda frotada (sonoridad del tono) f1ecuenc1a un am 1 , . _. l" r· cuenc1·1s
.b. t [4 1]) y con una serie <le armon1cos supe! 101es l . ic '.
está controlada exclusivan1ente por la velocidad del arco; pero para 2f1 1f , 4f , ... ,etc. La vibración resultante es pen? 1ca, l'C_P!.ti'1dosccon
vi iane ·- .,d.
C-1 e

nwntener constante el tipo o la naturaleza del 1novinúento de la cuerda


un· penodo
,_ ) tgua J d· 't I --- 1/fI · E n otras . . . la lTecne.ncta ., , ·lnndainental
· 1- ·.
(túnbre del tono), la presión de arco debe ser n1a1uenida proporcional a . t b'én representa la frecuencia de repet1c1on de la v1b1 <tc1on con1p
la velocidad del arco. Esto es bien conocido por los ejecutantes de .ft nnll ' (S 2 7) L·1 forma de la curva resultante dcpe1.1de de que
instrumentos de cuerda, quienes incrementan al mismo tiempo tanto la resutante c e , · · ' l d''ll ·{osca
annónicos están presentes, y de ccuf11to haya a .. - ,·' .'
velocidad b del arco como la presión de arco P, para lograr un aumento de de sus a1nplitudes relativas), así co1no de sus, t111u11gs rclarn o,1 (es decu,
la sonoridad sin producir un cambio de timbre; para lograr un aumento de de sus fases relativas). . . , _ .
sonoridad con cambio de timbre deben incren1entar by disminuir P. 2) A uí llega111os a un teoren1a que ha tenido un
Una cuerda frotada tiene sien1pre unafonna instantánea que estáfonnada d . ql· s de la física, incluso la Hsicadc la n1ns1ca. El ten1c111a d1Ce
to as asrarna . ¡ , ,¡,s'r
por segn1entos rectilíneos; este resultado fue verificado experimentalmente l tier vibración periódica, por con1pfrcru o que S< o, p11t ( t_ l.
hace ya mucho tiempo. Un estudio del balance de energía en el mecanismo que cua qr · 5 ·. "/'> p ras
.,presentada co1110 una superposición de v1Jrac1.011es.or1111 1 ll/(.( » . ,11 , ,
de frotamiento nos muestra que la mayor parte de la energía suministrada " f. . fund·1mental está dada por la frecucnc1.i de rcpet1c1on de
cuya recuenc1a ' · ¡ ·, ·lri ¡- s
a la cuerda por el arco durante la<> etapas de (<adherencia» es disipada en . Pero esto no es todo: ¡este teorcn1a ta111
. .,
Ja v1brac1onpeno , , d.tea. ¡· _ne11 .. l¡·.• -_,.
•1·
fonna de calor de (trabajo de la fuerza de fricción dinámica) en
«recetas>> ma t en1ª·1·1cas ¡Jarn' que se ' ¡Juedan calcular 1as an1p .1 1uc¡1esr:y <1se.'i · ·
las etapas en que la cuerda se ((zafa» del arco. ¡Solo una pequeña fracción de los con1ponentcs annónícos superiores! llan1<_1. e
es convertida en energía sonora!6 nate111ático frances del stg}o d1t:c1nuevc.
en honor a un amoso l !' L L • • -d·L,1
Corno en el caso de una cuerda punteada o golpeada, la particular mezcla determinación de los componentes annónicos de un mov11n1t:n_tu
de modos armónicos de vibración dependerá de ]a posición del punto de co1n 1e·o dado se lla1na análisis de Fourier; la de
frotamiento. Frotar cerca del puente (su! ponticello) realza los armónicos _J to periódico complejo resultante a partir de un conjunto de
supe1iores y hará al tono más «bri1lante»; frotar más cerca del punto medio 111ovi1111en , . I) a .· nilar d;:ido
, . nónicos dado se deno1ninasíntesis de Founer. e mancr su , , - ,
de_ la cuerda (sul tasto), reduce la intensidad de Jos armónicos superiores dll tono compues
un ' ' to , el proceso por el cual hallan1os los dcon1ponentcs d
considerablemente, y el sonido es «más blando». , . s se llainaanálisis de frecuencia. Recíproca1ncnte, a o un grupo
En el comentario previo hemos supuesto tácitamente que el arco se de annon1cos, , 1a ope1ac10 - :,n de · para formar un 10110 cornpuesto
desplazaba en forma perfectamente perpendicular a la cuerda. Si hay un recibe el nombre de síntesis sonora. . .
pequeño componente de movimiento paralelo, pueden excitarse modos Exa1ninen1os un ejemplo de análisis de Desde
d d ·b·r 1 aqu( }as operaciones mate1nat1cas nccesa11as p.u,1
po emos escn '' , . ,. . . • existen y
un esllldio detallado sobre cuerdas frotadas, véase Schcllcng ( 1973). obtener los resultados nu1nencos, accpt1:1nos que
J 36 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del tin1bre 4 .3 Espectfos sonoros y resonancia 137

<l (S 4 9) El hecho de que toda una l\Hlltiplicidad


Diente de sierra un .º '- ec. -- · esté relacionada con Ja sensación de
de t1s1cos -i es l!Htl n1agnitud psicofísica
titnhre, 1n<l1ca que este u Jnll -
n1ultidi111ensiv11al. _ traza.ndo para
Lf. os intensid,ad con la
l a recuenc . '- .' . .. . . _,· p· 4 16). Con frecuencia,
ese arn.1ódnico dado se .en1plean
Figura 4.11 Oscilación de presión «diente de sierra;1. enlua-a.r eusar1nens1 ' , . ·¡· b., se
?' . L (315) o de SPL (3.16) de cada annon1co .. a1n icn
los v<1lo1cs de/ .d d d Ji relativos a aquéJ de la funda1nental,
concentrémonos en su interpretación física. To1nemos el rnovinüento utilizan valores.de a Z [,, +/ + 1 + .... Existen unichos libros
1
periódico graficado en la Fig. 4.11, que corresponde a una onda «diente o relativos a la 1ntens1dadd totn l de tonos de instrun1entos
n los cuales se repro ucen o ·" . b .
de sierra». 't' es el período,f1 =1/'t' es la frecuencia de repetición o frecuencia e .' ' ( . · e ¡ er 19'16) Es necesario, sin en1 argo, ponet
fundamental. Este tipo de vibración puede generarse electrónicamente. n1us1cales reales pul eJ., u v • . : · l ,.·sde el plHllo de vista
, ··ón con re 1acion a es u. 0 .....
1 a1enc1sentación
En cierta medida, representa la fonna idealizada del movimiento de una un. toc_!u.e (e, (Fourier) convencional del espectro de un
cuerda frotada. La figura 4.12 muestra cómo este movüniento periódico la fdo más allá del sexh) o séptin10 annóuico, porque
puede construirse como una serie de vibraciones armónicas puras. Desde tono tiene vecinos en1picz;_u1 a c.;1er de-ntro ,una
luego, todavía quedan muchos serpenteos en la curva que representa la en. e:::;e rango. , . l ue ésta es la unidad de rccolccc1011 e

1
suma. Pero esto se debe a que nosotros, para mayor claridad, paramos de rn1srna banda 1d _ t' <l ·l oído (Sec. 2./1-), el sisten1a
sumar armónicos después del sexto. Si sumamos más y más armónicos inteoración de 1nfonnac1on {un <nnen a 1 t,
b

superiores (con amplitudes y fases obtenidas por el análisis de Fourier),


eliminaremos estas ondulaciones, aproximándonos cada vez más a la forma
de diente de sierra. Obsérvese atentamente las amplitudes y fases relativas
V
T' -----! '1 .-
Suma de tos seis
gralicados aua¡o 1
de los armónicos componentes, y cómo las porciones positivas y negativas
se suman para dar la curva resultante. Con un poco de intuición y un ojo
entrenado es posible predecir cualitativamente Jos principales componentes
armónicos de un movimiento periódico de casi cualquier tipo.
,./<_ -t

Ahora nos proponemos encontrar un modo de caracterizar, desde el punto


de vista físico, un tono compuesto dado. En principio, debemos especificar
tres series distintas de cantidades: las frecuencias de los ármónicos
componentes, las amplitudes de la variación de presión o intensidades de
los componentes, y sus fases o 'timings' relativos (por ej., Fig. 2.5). En Ja
práctica, sin en1bargo, es habítual especificar solamente la frecuencia
fundamental Ji y las intensidades de los armónicos componentes, porque,
primero, se sabe que todas las frecuencias superiores son múltiplos enteros V Segundo armónico
de la fundamental, y segundo, las fases de los componentes, particularmente
las de la primera docena (los más importantes), solo tienen un rol secundario
en la percepción del timbre (Sec. 4.8).
La secuencia de los valores de intensidad/¡, lz, /3, ... de los co1nponentes
armónicos de un tono compuesto se llama espectro de potencia del tono.
Dos tonos compuestos de la misma altura y sonoridad, pero de distintos
espectros, suenan diferentes, con diferente timbre. La diferencia en el
espectro provee claves importantes al cerebro para distinguir tonos que
proceden de distintos instrumentos. Sin embargo, también Son necesarias • · ) tl a onda Jicntc de sierra_
otras claves, en especial el ataque y la caída del tono, para poder identificar Figura 4.12 Análisis de Fourier (hasla el sexto arn10111co e un
138 4 ('
, . 1e11eración de sonidos musicales, tonos cotnpuestos y .. .
. . .. · percepcion del tunbre
and1t1vo no es capaz de distinguir se arada . . 4.3 Espectros sonoros y resonancia l 39
inás altos (caso 1J en :. ; las estos
la definición misma de trabajo (Sec. 3. l ): aunque los desplazamientos de
s1gn1hcativa, en el sentido gd l Una 1epresentac1on más5?. los puntos extremos de la cuerda son extremadamente pequeños, las
por los valores integr·tdos de i·nte s·d·'d e espectro de un lona está dada
' . n ] a por banda
frecuencia de aproxin1adamente de octava). f 't.
en tea Intervalos de
e fuerzas aplicadas sobre ellos son grandes (del orden de la tensión de la
cuerda), de modo que el producto fuerza por desplazamiento (trabajo)
<( los tonos constantes en el tiem o puede ser apreciable. Debido a que un resonador típico tiene una superficie
desLon1pucstos» en una su¡ierpo .. , d , . P pueden ser relativamente amplia, 1a conversión de la energía de sus vibraciones a
c1· • · s1c1on e annonicos de f
1scretas, n1últiplos enteros de 1.1fund , recuencias energía de ondas sonoras es muy eficiente; miles o incluso millones de
' a1nenta 1 Cu·mdo un pat , ·¡
ca111 l'Jia en el tien1p 0 esto ya n , ·. ' { ron VI )fatorio veces más eficiente que la conversión directa de la energía de la cuerda
• ' L
0 es mas posible N b
aplicar una suerte de ((versión ex d'd d. . o o stante, se puede vibrante a sonido.
d pan l ª» el análisis de F · p
e1nosi rnrse n1aten1áticamente que l t d . - ouner. uede Tal como una cuerda de extremos fijos, la compleja estructura elástica
un espectro cnntinuo en el cual s in ono epend1ente del tie1npo tiene de una tabla armónica de piano o la del cuerpo de un violín tiene modos
J . ' e presentan todas las f ·
etern11nada intensidad en cada intervalo . fi L •• rccuenc1as, con
_': de oscilación preferidos. En este caso, sin embargo, no hay más una sünple
S1 el tono ca1nbia lentan1c11rc en el tíem o relación de múltiplos enteros entre las frecuencias asociadas, como en la
(aquellas de los arn1ónicos) todav' . , p., " frecuencias discretas relación ( 4.2). Lo que es más, hay tantos modos con frecuencias
< 1a seguiran siendo ¡15 , •· t
espectrale.-;). pero si el ca b' < 1nas1n ensas(picos
prácticamente superpuestas, que !o que se obtiene es un 'continuum' de
r. . . L m JO es notable de ciclo a . 1 1 ' '
'. iscieto desaparecerá Y el es¡Jectro t d " _c1c o, e caracter frecuencias de vibración preferidas, en vez de una serie de valores
· 1·
t.:011 1nua que cubre la total ida¡
' - ' en c1 a a convertlfse
t le 1 ¡ rango de frecue -· (.en una ¡
curva discretos. 8 Veamos brevemente cómo surgen estos modos de vibración.
tono fue origina!Jnente puro) Este fe . nc1as inc uso si el Para ello, en lugar de considerar el cuerpo de un violín entero, examinemos
observación con res¡Jecto "l I . . no,meno nos lleva a otra importante como vibra sólo la tapa o el fondo del instrumento. Para averiguar los
, e • ' os equipos (e «alt'l fidelid·1d ( .
pag. _10J. Dijin1os en la sección 1 1 . ' ' '' _vease también modos de vibración posibles es necesario excitar la tapa con un vibrador
1
que lro11si<'11ter es rl<"''1·1· la. s vo v:1e.mos a esto en Ja sección 4.8 mecánico sinusoidal, de una sola frecuencia, en un punto determinado
.. "''' ,,_,,,' asvanac1" 1· '
''.1brntono de nn lono, tienen un rol 1nu . º.n.es en e tiempo del patrón (por ejemplo, en el punto donde está en contacto con el puente). Las
t1n1bre (cualidad de! sonido) Por Jo t· yt irnpoit<tnte en Ja percepción dcJ ondas elásticas se propagan en dos dimensiones alejándose del punto de
1os trans1entes · • <In o para reprodu · · ·
de un tono los siste d ' b ., c11 co1Tectamente excitación y se reflejan en los bordes de la tapa. Los únicos modos de
· ' · .rrrns e gra ac1on v re d ·,
evitar Ja distorsión del especti·o d J .pro ucc1on deben vibración estables serán ondas estacionarias compatibles con las
.
t. recuencios. - e un tono a lo farf?O d d ¡
Nuestro oído no nece'.l' l · L e to o e rango de
-
condiciones particulares del contorno de la tapa. Es muy difícil visualizar
n1ucho n1tls all;i de los 5 000 ll· d ,,s¡ a os componentes de frecuencias el tratamiento matemático de este proceso. En el laboratorio, sin embargo,
· z, e un tono constan le · l ·
reproducción sí los necesita ara da. ' ' .' Jpero e s1stcn1ade es posible hacer visibles las vibraciones a través de una n1oderna técnica
porciones del lona que vers1on correcta de las de láser llamada holografía (Reinicke y Cremer, 1970). El 1nodo de
. El espectro sonoro de- un instru111ent d . . . oscilación más simple (llamado «modo en anillo>> [«ring mode>>]) es uno
v1braciones de las cuerd·1s La ra . od e cueidd no es igual al de las en el cual la región central de la tapa se mueve sinusoidalmente para
.
depen d1ente de Ja ti·ecuencia del . ' · ' ,zon e esto radica ¡ f' ·
d ' en a e tc1encia, an·iba y para abajo, con el borde actuando como línea nodal. Los modos
d , l'esona ar (tabh1 armó · d 1 ·
el violín), cuy;1 h1nción principal es ' e piano, de anillo de las tapas del cuerpo de un violín determinan la altura del
vibrante y convertirla ina's efi . t r energ1a de la cuerda «tono de golpeteo» [ «tap tone»], que es el tono que surge al dar palrnaditas
< ' , 1c1en ernente en p t · d
Con10 Jo inencionan1os antes las vib1·ac1· d 1º enc1a e onda sonora. al cuerpo del instn1mento. Las figuras 4.13 y 4.14 (Jansson et al., 1970)
en v1'b raciones . del resonado ' ct· < ones e a cuerda so n convertidas
e .
muestran hologramas de cuatro modos de vibración sucesivos de la tapa
1 ' r me iante lln proceso en el J
puntos extre1nos de Ja cuerda (es ecialn1e ,, , se perrnite a (con oídos y alma, pero sin mango) y del fondo respectivamente. Cada
vibraren una med1'da 111uy - PE . nte el que esta sobre eJ puente) una de las curvas oscuras representa un contorno de igual amplitud de
( pequena st·1 v b · · J •

que, desde el punto de vista de la. 'd t 1ac1on residual es tan pequeña deformación instantánea. La diferencia en amplitud entre franjas vecinas
con10 nodos vibratorios S. b' cuer a, estos puntos siguen actuando es de alrededor de 2 x io-5 cm. En el instrumento armado, los modos de
, · in en1 argo estas vibra · .
considerable transferencia de n , '7 L· . involucran una
. . . e ergla. a exp1Icac1on de esto radica en
1
L f -· - disminuir esta transferencia de energía para Jos componentes de frecuencias más altas,
a unnon de la sordina, cuundo se aplica en el puente de un d alterando de este modo la cualidad del tono resultante.
· .,1ento e cuerda, es
N Una cuerda real, de espesor apreciable, tampoco tiene modos discretos. angostos, de vibración.
140 4. Generación de sonidos musicales, lonos compuestos y percepción del timbre ! 4.3 Espcdros sonoros _v tesonancia 141

1
¡
1
1

1
l
1

Figura 4.13 Hologramas que muestran los primeros cuatro modos de vibración de la tapa
de un violín {con oídos y alma, sin mango) Cada una de las curvas oscuras representa un
contorno de igual amplitud de defonnación. (a) 540 Hz; (b) 775 Hz,; (e) 800 Hz; (d) 980
Figura 4.14 Lo tnismo que la Pig. 4:13, pero p<ll'a el to:1d.o \al
vi?l\11. 740 Hz; (b) 820 Hz:
(e) 960 Hz:; (d) 1110 Hz:. Repr0Juc1do con pcnruso J1.: J,mssun i:l aL, l )70.
E¿z. Reproducido con penniso de Jansson et al., 1970.

vibración de la tapa (Fig. 4.13) prácticamente no cambian, pero nuevos inanera distinta a vibraciones de distintas frecuencias.Algunas
modos de vibración aparecen en el rango de frecuencias bajas. serán realzadas de rnodo preferencial, rnientras que otras no.
La respuesta vibratoria de un resonador a una determinada señal de amplificadas en absoluto. lJna frecuencia para. !a cual .la
amplitud fija (sea de un vibrador mecánico o de una cuerda vibrando energía es particulannentc eficiente se lla1:1a de: .

montada sobre ese resonador) depende mucho de la frecuencia de las del resonador. Un resonador puede tener vanas frccuenc1a.s 1,l,
oscilaciones primarias. Por esa razón, una tabla armónica reacciona de eilas pueden estar bien definidas (resonancia angosta).º esparcidas e'.1
una ancha gama de frecuencias. El gráfico que se obtiene trazando la
4 _3 Espectros sonoros y resonancia 143
142 '-t Generación de sonidos musicales, tonos con1pucstos y percepción del timhre

señal de salida (por ejemplo, midiendo Ja intensidad de la onda sonora


que einerge) como función de la frecuencia de una vibración sinusoidal
de a1nplit11d constante que sirve de estírnu]o, se llama curva de resonanc;a, 60
o curva de respuesta.
tf;:ibitualmente, la intensidad l de la señal de salida se representa en
relación a alguna señal de referencia dada lref• y se expresa en decibeles
(db) (Sec. 3.4):
I
R = JOlog- (en decibeles), (4.4)
/i·ef

donde/? es el valor de Ia función de respuesta. El gráfico de la dependencia 1000


60 300
de R con Ja frecuencia da la curva de resonancia an·iba 1nencionada. La Frecuencia {Hz)
Fig. 4.15 es un eje1nplo, que corresponde a la tapa de un violín (Hutchins
· ¡ d · Un (Hutchins y Fieldíng, 1968). Con
y Fielding, 1968). El primer pico pronunciado en laFig. 4.15 corresponde p¡oura 4.15 Curva de resonancia de un paro e VJO
al tono de golpeteo f'tap tone'] 9 La curva de respuesta de la caja de un de Physics Ti'Jday.
violín e11san1b!ado revela un priiner pico de :esonancia en el rango 280 a
300 I-lz (¡cerca de la cuerda Re!) que corresponde al primer modo de
vibración del aire encerrado en el cuerpo del violín. La siguiente Según el ejemplo de la figura 4.16, se extraería T?ás quinto
resonancia, que se encuentra en general una quinta arriba de la resonancia armónico que
de cualquier otro. Si la onginaJmente
del aire, se lhuna resonancia principal de la 1nadera. Más allá de !os untenda o percutida, este armónico decaena mas rap1?0 que _los otros,
! .OOOI-fz, los 111últiples picos de resonancia de un violín con1pleto, son su reserva de energía se agotaría con mayor Esto
111ucho n1enos pronunciados que aquellos de Ja tapa o del fondo vibrando un cambio del espectro del tono (de su timbi:), cambio que.?ep,en e e
aisl:-tda1nentc, con10 surge de la Fig. 4.15. La curva de respuesta de una tiempo a medida que el sonido se extingue. S1, por el contrano; frotara
tabla annónica de piano es alín 1nás co1nplicada; esta cornplicación, sin .'d ¡ e'rd.ida de energía de cada modo sería automattcamente
1acue1a,ap l d'
en1bargo, asegura una a1nplificación relativamente pareja a lo largo de compensada por el mecanismo de frotamiento: y el to?º resu tan te ten na
todo e! rango de frecuencins. n timbre gue se mantendría constante a traves del tiempo. , .
u · t t para la mus1ca La
La figura 4.15 representa la curva de respuesta de un resonador a una Finalmente, llegamos a un punto muy unpor an,e. . . 1 d.
vihración sin1p!e, annónica, de una sola frecuencia f ¿Qué ocurre cuando el curva de respuesta de un resonador es una 1nvar1ab e un
resonador es excítado con una cuerda que vibra con un espectro co1nplejo de instrumento musical. Si, porejemplo,el resonador de un
arn1ónicos, de frecuencias f], /2 = 211, /3 :::: . .,etc. , e intensidades ! ¡, una región de resonancia alrededor de los 1.000 Hz,
/7, ri, . ...
? ar111ónico será transfo1mndo independientemente, según el annónicos superiores cuyas frecuencias caigan cerca de los 1. z, sin
de ln función de respuesta R para su propia frecuencia. El tin1bre del importar nota sea la que esté sonando (sic_mpre que, por supues.to,
sonido resultante estará por lo tanto determinado por dos factores; e] espectro frecuencja fundamental de esa nota esté debajo de los l .OOOI--Iz), n1 cua
de la vibración origina! ele la cuerda y Ja curva de respuesta del resonador.
Espectro del
Para dar un eje1nplo, considere1nos el espectro hipotético de una cuerda Espectro de !as A Curva de resonancia sonido emitido
vibraciones de la cuerda
en vibración, de la figura 4.16. Esta cuerda está montada sobre una
hipotética tabla de resonancia, cuya curva de respuesta también se 1nuestra
en Ja figura. El espectro sonoro final estará dado por el gráfico de la derecha X
(valores relativos). La fundan1ental se reduce considerable1nente, 1nientras
que e! quinto annónico aparece realzado por encima de todos los demás.

pnsiLió11 (en freu1enci;1) y J;i formn de este particular pico de resonaJlcia son de · · · ) · una hipotética curva de
capital impnrtancifl p:ira la cnlidad de un instmniento de cuerda (Hutchins y Fielding, F n 4 l6 Efecto de una tabla annomca {de resonancia con
1968). V fase también p<ígs. !70 y 171.
sobre el espectro de una vibración compleja de un<i cuerda.
145
4.4 Ondas estacionarias longitudinales en uiu1 colunma de aire ideal
144 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre

sea el espectro de la vibración otiginal de Ja cuerda. Una región de resonancia p (.i..l_ _ _ _ _ _,o 0

ancha, que refuerza los armónicos superiores que caen en un rango de L ----"1
frecuencias fijo, se llamaforn1ante. Un instrun1cnto musical (su resonador)
puede tener varios formantes. Se cree que los fonnantes, es decir, el
reforzamiento de armónicos en bandas de frecuencia fijas, característica<;
del instrumento, son usados por el si.sten1a auditivo como uno de los ''rasgos»
más importantes en el proceso de ident1jicación de un instrumento musical
(Sec. 4.9). Una de las razones que apoyan esta hipótesis es el hecho de que .
los formantes son la única característica común a la 1nayor parte de los Q "'.!..2 L
N
sonidos de un instrumento determinado, 1nientras que el espectro de cada X2 "'L
una de las notas individuales puede variar mucho de una a otra.

4.4 Ondas estacionarias longitudinales en una columna


de aire ideal
Consideremos un cilindro largo, muy angosto, abierto en ambos extrcrnos
. ·" . ( . ·hciones de ¡iresión) en un tubo iJealrnente
(Fig. 4.17). El aire en su interior puede ser considerado como un 1nedio Figura 4 _17 Modos de ondas estacmnau,1s V<ll ' ,

elástico unidimensional (Sec. 3.2) a través del cual pueden propagarse cilíndrico, abierto ell ainbos extremos.
ondas longitudinales. En cualquier punto dentro del cilindro, la presión . , . de aire encerrada. La Fig. 4. l 8 al
podrá mome11tánean1ente aurnentar, di.s1ninuir u oscilar considerablernente abtertdos de donde pes la e1nbocadura y Q el pruncr
con relación a la presión at1nosférica normal cxten1a; las paredes rígidas caso e una au •
y la inercia de la colu1nna de aire mantienen el necesario equilibrio de
real de diá1netro finito, los nodos de !re:·ión
fuerzas (3.1) que se originan a causa de las diferencias de presión. Pero
en los extremos abiertos P y Q no podrán ocutTir variaciones de presión en el extrerno abierto sino a .un al
. cc'io'n del ex.tremo» [end correction ' pLtg. .
grandes, ni siquiera en un intervalo de tiempo inuy breve, porque no hay afuera ( «conc . .
. . se dan abajo son sólo aprox1111ac1ones. .
nada en esos puntos para equilibrar las diferencias de presión que $e re l ac1one_s que 7 d l . J· ·ión obtenerno,.; las frecuencias
generan. Estos puntos funcionan por lo tanto con10 nodos de presión, y ApartirdelaFtg.4.1 y e are a<.: . ;- . ..
de los modos de vibración de un tubo cthndnco ab1c1to.
cualquier onda sonora que cause una perturbación en el interior del tubo
y que se propague a lo largo de éste, será reflejada en cualquiera de los 11= l,2,3, ... (4,5)
f, =nf1
extremos abiertos. De aquí que nos hallemos ante una situación análoga a " 2L
la de una cuerda vibrante, caso tratado en la Sec. 4.1: las ondas sonoras
generadas en el tubo quedan atrapadas dentro del nüstno y los únicos
fl es la frecuencia fundamental
niodos estables de vibración posibles son ondas estacionarias Ji !lJ,05 ,¡¡;: (4.6)
longitudinales con nodos de presión en los extrenios abiertos P y Q (Fig. L
4.17). Obsérvese que, de acuerdo con !o discutido en la sección 3.3, pág.
98, los extreinos abiertos serán vientres de desplazanúento, es decir, puntos
con 1náxiina amplitud de vibración.
La colu1nna de aire abierta no necesariamente tiene que estar definida
física1nente de la manera mostrada en la Fig. 4.17. Por ejemplo, en la Fig.
4. l 8, tenemos una columna de aire abierta, comprendida enlre los puntos
P y Q del tubo. Efectivamente, dado que tenemos agujeros en los puntos
P y Q , la presión del aire en esos lugares debe quedar constante e igual a Figura 4 .18 Tubo elemental con dos orificios.
la presión exten1a. P y Q funcionan de este n1odo como los extremos

+u
' :
4.4 Ondas estacionarias Jongltudina!es en una columna de aire idea! 147
4. Generndón de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre

Recuérdese que t A es la temperatura absoluta del aire en el tubo, dada


por la ecuación (3.5). En las ecuaciones (4.5) y (4.6)L debe expresarse en
1netros. Considerando que la longitud de onda A1 del tono fundamental L
está relacionada con la longitud L del tubo, teniéndose que A1 : : : 2L {Fig.
4. 17), y examinando la Fig. 3.8, se puede obtener una idea de las longitudes 1-------,Q
típicas de los tubos labiales abiertos de órgano, y de flautas y flautds
dulces con10 f11nción de la frecuencia. Un incremento en Ja frecuencia
(altura} requiere una disminución en el }argo. La relación (4.6) inuestra QN "'2L, QNA m L
tan1bién el efecto de la temperatura del aire sobre la a1tura fundamental 1..,., 4l
de una columna de aire ciJíndrica en vibración. Un incre1nento en Ja
A
ten1peratura produce un aumento en la frecuencia (tono 1nás agudo). Es
así co1110 las flautas y los tubos de órgano deben afinarse de acuerdo con
la ten1peratura de Ia sala. Afortunada1nente, la frecuencia fundamental
(4.6l está controlada por Ja temperat11ra absoluta lA, que aparece bajo
una raíz cuadrada.A1nbos hechos Jn1cen que la influencia de las variaciones
de te1nperatura sobre la altura sea pequeña, pero suficiente corno para ser
n1otivo de preocupación, como bien Jo saben flautistas y organistas.
Vea111os ahora el caso de un cilindro estrecho rapado en un extre1no
(Fig. 4.19). Notamos que, mientras en el extremo abierto P Ja presión
LIP
debe pennanecerconstante e igual a ladei aire exterior (nodo de presión),
en el extren10 ccn·ado Q Ja presión interna puede aumentar o disininuir
sin restricción. Efcctivarnente, en Q aparece un vientre de presión. Esto
es 1ná<; fácil de entender cuando se visualiza el 1novimiento vibratorio
real de Jos puntos del n1edio. Es evidente que debe haber un nodo de
ribracirin para todos los ele1nentos componentes de aire cercanos a Q; Ja
" de ondas estacionarias en un tubo idealmente cilíndrico, cerrado en
tapa del tubo evita que esos elementos puedan oscilar longitudinaln1ente. Figura 4.19 Modo"
un extre1no.
Según lo explicado en Ja sección 3.3, tal nodo de vibración corresponde a
un vientre de presión.
La figurn 4.19 1nuestra cómo los 1nodos vibratorios de ondas
estacionnrias «encajan» dentro de un tubo tapado de n1anera tal que . f f :¡: ·· están
Las frecuencias 2 1• 4 1, 6 '
prohibidas _sus modos de vibración
·, · d
siempre aparezca un nodo de presión en el extremo abie1to y un vientre no pueden ser de manera estable en un tubo cthndnco tapa o
de presión en el extre1no cerrado. Para la frecuencia fundamental, ideal. En otras palabras, los armónicos de un tubo tapado son los
obtenemos la relación
ar1nónicos in1pares de su fundamental. .
f, 20,1.JI: 5,03 .¡¡:; (4.7)
El clarinete es el ejemplo más familiar de un instrumento que se compor-
ta de manera rnuy similar a un tubo cilíndrico tapado. La
4L L
con la caña funciona como extremo tapado, la campana o el pr1meronfic10
(l está en 1netros; ta es Ja ten1peratura absoluta [3.5]}. Esto es exactamente
Ja mitad de la frecuencia fundamental (4.6) de un tubo abierto de la misma destapado del tubo como extremo abierto. Por ello, la altura fundamental
longitud. En otras palabras, un tubo cilíndrico tapado ideal suena una de una nota tocada en ef clarinete está una octava más baja que la nota
octava más abajo que un tubo similar abierto en ambos extremos. que correspon d e a una Columna de aire del mismo largo, tocada en una
Con respecto a los modos n1ás altos de vibración de un tubo cilíndrico l
tapado, un examen de la Fig. 4.19 (y la conversión de longitud de onda a Los órganos incluyen varios juegos de tubos Una de as razones
frecuencia) revela que sólo son posibles múltiplos impares de la frecuencia es el ahorro de dinero y de espacio: los tubos ab1ertos gra:es son rnuy
fundamental f¡ (4.7): largos (según Ja relación (4.6], un tubo abierto de altura C1 un largo
de 5,3m, El mismo tubo, tapado en un extremo, sólo necesita tener un
f¡. h fs s.r1.... (4.8)
148 4.Generacióndesonidos ·al
mus1c es, tonos compuestos y percepción del tlinbre
4.5 Genernción de vibraciones estacionarias complejas en instJ.l..llllentos de viento 149
luego, esto hay algo más allá del 1nero costo:
para columnas de aire hipotéticas (cilindros, conos), de diá1nctros muy
por un i5ºfn1do de. muy diferente timbre al emitido pequeños con respecto a sus longitudes L. Este no es el caso, sin en1bargo,
ma,s oscuro) . igua recuenc1a fundamental (menos briHante ,
de los instrun1entos musicales y tubos de órgano reales. Aden1ás, en estos
El último caso que trataremos aquf es el de un tubo cónico insttumentos las colurnnas de aire son cilíndricas o cónicas sólo en una
estrecho), tapado en el extremo p (Fig 4 20) La dete . . , d(mluy porción de su longitud, cobrando fonnas más co1nplejas cerca de la
modos de vib · " . · · · nn1nac1on e os etnbocadura y del extremo abierto (orific10s destapados, ca1npanas, etc.).
resultad rac1o_n re_quiere _un análisis matemático complejo.
, . os pueden smtetlzarse stmplemente: un tubo idealizad Con el fin de analizar cómo se comportan desde el punto de vista físico
los instn1mentos de viento reales debemos inspeccionar con mayor detalle
la tiene los mismos modos de
todos los fenómenos involucrados. Consideremos pritnero el n1eca11is1110
y (4 6) U ' e mismo argo. En otras palabras, valen las relaciones (4 5)
de excitación. En el caso de los instru1nentos de viento, no existe ningún
equivalente a la acción de «puntear» o «percutir» una cuerda. La razón es
' en e rango de frecuencias ,, b · ( que las oscilaciones de una columna de aire vibrando iibrc1nente decaen
fdlindameotal) ellos corresponden bastante bien a
e un tub b · rt d l ·
7:ss
mªodJaoss
e
de.}ª
rac1on v1
de manera prácticamente instantánea. Esto puede verificarse fáciln1ente,
acercando la oreja a uno de los extremos de un tubo abierto (cuanto 111ás
ellos se a; i.e o el a mde1s1na L, para las frecuencias más altas
r x1man a os un tubo c1líndnco cerrado d l L o· largo n1ejor), y dando una palmada en el otro extren10 o en la pared del
de otra manera, los modos de vibración son t"na·m , .' e argo . icho tubo. Se podrá escuchar un sonido seco con altura igual a la frecuencia
'· ontcos.
fundamental del tubo, pero decayendo en una fracción de segundo. Para
mantener la vibración de una columna de aire, es necesaria la acción de
un mecanismo primario de excitación equivalente al frotatnicnlo de una
cuerda, que suministre energía continua1nente a una razón detenninada.
Hay dos tipos de tales 1necanismos. El prüncro consiste en una corriente
de aire muy veloz que sopla contra un borde rígido, afilado E (l-'ig. 4.22),
ubicado a una determinada distancia d de la abertura S . Este sistema es
Figura 4.20 Tubo cónico. aerodinámicamente inestable: la corriente de aire se 111ueve
alternativa1nente hacia uno u otro lado del borde, ro1npíéndose en
re1nolinos de aire o «torbellinos».A medida que la velocidad de la corriente
aun1enta, ta1nbién aumenta la frecuencia a la cual se forn1au los re111olinos.
Dado que ellos representan una perturbación periódica del aire del
ambiente, cuando la frecuencia de generación de ren1olinos cae dentro
del rango audible, se generan ondas sonoras. El sonido asf generado se
º
lla111a tono de bisel [edge tone]. 1 El rnccanis1no del 'tono de bisel' es
el proceso de excitación primario para todos los i11stru111entos de viento
Figura 4.21 Tubo cónico truncado, cerrado en P. de la fa1nilia de la flauta y para los tubos labiales del órgano. Las
oscilaciones de la corriente de aire son en general muy con1plejas; para
intensidades del flujo inuy bajas, aquéllas se hacen casi sinusoidales. La
frecuencia fundamental de un 'tono de bísel' libre (en ausencia de
resonador) depende de Ja velocidad de la corriente de aire v y de la distancia
al borde d (Fig. 4.22). En el rango de frecuencias bajas es proporcional a
la razón vid, es decir, au111enta al autncntar v y al disnlinuir d.
4.5. Generación de vibraciones estacionarias complejas
en mstrumentos de viento '
111
Lus ren1ulit1os pueden forrnarse aun en ausencia de un bnrdc afik1Jo, siempre que la
aberturas suficientctnentc pequeña y la velocidad v suficientemente nlta. Esto representa
Los resultados de la sección precedente son idealizaciones que sólo valen la física básica de\ silbido, en que el tumafi.o de la abertura (aperlurade labios) y !a vducidad
de la corriente de aire (presión del soplo} dctcnninan la frecnencin fuudamental.
150 4. Generación de sonido ·
s mus1ca1es, tonos compuestos y percepción del timbre 4.5 Generación de vibraciones estacionarias complejas en instn1mentos de viento 151

como del exceso de presión en la cavidad (presión de soplo). En general,


el n1ovimiento vibratorio de una lengüeta libre es complejo, excepto para
amplitudes muy pequeñas, para las cuales es casi sinusoidal. Algunos
instrumentos (oboe, fagot) tienen lengüetas dobles, que se baten una contra
la otra. También los labios del ejecutante de un instrumento de la familia
de los metales pueden ser considerados como un sistema de doble lengüeta
(de mucha masa).
El 'tono de bisel' y el 'tono de lengüeta' son raramente usados de
Fignrn 4.22 Generación t.le un tono de bisel. manera aislada ('tono de bisel' y 'tono de lengüeta' En las maderas
ellos sirven meramente de mecanismo primario de excitación, abastecien-
Canal
do de energía a Ja columna de aire del tubo. En esos no sólo el
espectro, sino también la frecuencia de las vibraciones de la corriente de
1
1
J aire o de la lengüeta están controlados por la columna de aire, por medio
lenglieta 1 de un mecanismo de retroalimentación (no lineal). Esto ocurre por acción
de las ondas sonoras en el tubo: el primer pulso de compresión se propaga
'----..:1 a lo largo del tubo, se refleja en el otro extremo (abierto o cerrado) y
1 vuelve hacia la boquilla (como pulso de rarefacción en los tubos abiertos,
Cavidad como pulso de compresión en los cerrados). Esto causa una variación de
presión que en el caso de las maderas sobrepasa a todas las otras fuerzas
(aerodinámicas o elásticas), controlando de este modo el movimiento de
la corriente de aire o de la lengüeta. La altura resultante es diferente
(habitualmente mucho más baja) de aquella producida por el mecanismo
Flujo de aire del 'tono de bisel' o del 'tono de lengüeta' libres, en ausencia del tubo.
Esto es 1nuy distinto al caso de una cuerda montada sobre una tabla
Figura 4.23 lVlecanismo en un tubo de lengile!a de órg.nno.
annónica, que prácticamente no afecta la frecuencia de la cuerda. En el
caso de los instrumentos de la familia de los cobres, la masa de los labios
El .. otro de excitación de importancia ara la , . del ejecutante es tan grande que la retroalimentación del tubo puede influir,
lengueta, flna lán1ina de caña, plástico o nieta! cofocada es la pero no sobreponerse, a la vibración de los labios; esta última debe ser
de fonna s_i1niJar y tamaño algo inás (Fig. 4.23) controlada por el ejecutante mismo a través de la tensión de sus labios.
0
entta <lire en la cavidad soplando de abajo (o sea d'd - llay unos pocos instrumentos de lengüetas abiertas (acordeón, armónica,
eJ exceso de aire escapa hacia el órgano de lengüeta).
espacio que hay entre la lengüeta levemente levantada . eno El proceso de formación de un tono en las maderas es muy complicado
Durante proceso. la lengüeta es atraída hacia Ja ab:!r:f1e1;ura. y todavía no completan1ente investigado. Sin embargo, es de capital
consecuencia, el flu10 será eventualmente interru . , importancia para la música. En muchos instn1mentos, los armónicos
elasticidad de la lengüeta ab1·e Ja h nd·d mp1do. La propia superiores se fonnan antes que Ja fundamental; a veces, esto puede
• < e l ura otra vez y todo J - ,
ernp1eza de nuevo. En otras aJabras 1 .. . e realzarse artificialmente, dándole un característico efecto de «pifiado» al
cerrando (parcial o totahnentep ."' a empieza a oscilar,
El . __ ) Y abriendo aJternarivamente Ja abertur tono resultante.
aue entra en sopJos periódicos al canal · · d ª· Para comprender la parte estacionaria en la generación de sonido en
tono ..de [rced tone]. I a .':::ado las 1naderas, bronces y tubos de órgano, es necesario analizar las
lengueta ltbre depende tanto de las propiedades elásticas de Ja propiedades resonantes de sus columnas de aire, y el acoplamiento de
éstas al mecanismo priinario de excitación (corriente de aire, lengüeta o
labios). Con ese fin, partamos de Jos siguientes hechos verificados
11
Pº.'." ln diferencia en la dinámica ( . ., . experimentalmente: 1) El mecanismo primario de excitación sostiene una
leng11eta - ¡e! mismo piinc.ip;o quema ,. piest on est<'ittca) entre ambos lados de !a
n 1ene en vuc 1o a una aeronave! oscilación periódica compleja, de cierta frecuencia fundamental, y
153
! 52 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción de! timbre 4
.s Generación de vibraciones esladonarlas complejas en instmtncntos de viento
acompañada de una serie de arrnónicos que constituyen un determinado R
db
espectro. 2) La frecuencia fundamental y el espectro de las oscilaciones
primarias están controlados (influidos en el caso de los instrumentos de 1
40
bronce) por las propiedades de resonancia de la columna de aire; la
amplitud total de las oscilaciones está determinada por el sun1inistro ·;:
. 30
1
1
1
1\
1
1
¡¡ 1
primario de energía (flujo total de corriente de aire, presión de soplo). 3) o 20 1 1
¡.-: 1 1
El espectro de las oscilaciones de presión fuera del instrumento (onda 10 1 1 1
sonora generada) está relacionado al espectro interno por una ' '
transformación gobernada por la forma y distribución detalladas de los '.1 2f 1
1

31 l
_ _______L......------.L----.··--

411 51, s1 1 71 l BI l 9t-;t


orificios en la superficie del tubo y/o la forma de la campana (para un (a) Tubo cilindrico, longi\ud L

tratamiento más detallado, véase, por ejemplo, Benade, 1976).


Para explorar las propiedades de resonancia, es decir, la curva de ¡ Discre¡irmcia

resonancia de una columna de aire en un instrumento de viento db "


H '--'
1
1----1
1 1I
deterrninado, se debe conducir experimentos similares al experin1ento 1 1
40 1
1
con la cuerda metálica puesta en oscilación por medio de una corriente o
o
1 1
D 30
eléctrica alterna (Sec. 4.1). Para ello, se reemplaza el mecanismo natural o 1
o 1
de _excitación por un generador mecánico de oscilaciones (por ej., un 20
1niniparlante) y se miden, con un pequeño micrófono, las amplitudes de "' 10
las oscilaciones de presión en la embocadura (donde, en estas condiciones,
se formará un vientre de presión ). La curva de resonancia se obtiene
graficando las amplitudes de las oscilaciones de presión en función de Ja (ll) Cono troncado, longitud L
frecuencia, para una amplitud constante de oscilación del productor
· 1 ·d·B d· ¡q7¡¡dcco!unrnasdeairelipo
[driver]. Las a1nplitudes medidas se expresan habitualmente en decibeles F"'llf'i4'4 Curvastípicasdercsona11c1altcs c ena e,· . . .-r:,
y tipo oboe (b) [cónicas) (sin boquillas !l! t:úll Ol ! 1Cll\S
(R en expresión (4.4)), referidos a algún nivel standard. Curvas de este
tapados).
tipo también se !laman gráficos de irnpedancia de entrada.
La figura 4.24 muestra curvas de resonancia típicas para colun1nas de Obsérvese en la figura 4.24 que los picos de resonancia no son en
aire del tipo del clarinete y del oboe (Benade, 1971) (sin boquillas, 'Ibsoluto «afilados,,· los niodos de oscilación posibles 110 corresponden,
campanas ni orificios abiertos). Es importante observar que los picos de ¡0 tanto a únicas, discretas, con10 sería el caso e11 coiu1111u1s
resonancia obtenidos de esta manera corresponden a los modos de de aire angostas (Sec. 4.4). Aún 1nás, e.u el Jet c?no
vibración de una columna de aire cerrada en el extren10 del excitador . d (b) los picos de resonancia son asirnétricos e 111annon1cos (vcase
t1UllC<l O , , . , · , , ') { etc )
primario, es decir, al caso real de una lengüeta actuando como mecanismo J· discrepancia con respecto a los 1nult1plos annon1.ctJs -: I · .-. ¡, ··
de excitación (vientre de presión, nodo de vibración, en el lugar de la las frecuencias niás altas, los picos de resoH<Ulcta. dcJ cono
lengüeta). Para hallar la curva de resonancia de la misma colu1nna de aíre
para el caso en que ésta sea excitada por medio de una corriente de aire
se asen1ejan a.aquellos del cilindro.
truncado, todos los picos de resonancia caenan ceic,l
otr:1 .. st c;1110 .nº.
ele
l:l
(flautas traverseras, flautas dulces, tubos labiales de órgano), basta trazar · ·
curva (a) (annon1cos pares d e¡ ci·1·111d ro ) e·on tnuv
. . . .poca 11i<H1no111c1dad.
, . ,.
los negativos, -R, de los valores obtenidos en la medición anterior: 12 Los Analicernos, desde un punto de vista cualttattv?, c.t:1no la \ <l de
picos de resonancia se convierten en valles y los valles se hacen picos resonancía controla al 1necanis1no prirnario de P.°l
(simplemente dése vuelta a la figura 4.24 ). Lo que justifica esta operación una lengüeta. Para intensidades
es, básicamente, el hecho que en la boquilla, el vientre de presión (que lengüet·t) su movimiento es casi s1nuso1dal; en pnnc1p10, podt 1a se
aparece cuando se usa una lengüeta) es reen1plazado por un vientre de '
Ju frecuencia de cualquier. pico · d e reso11anc1d
_ , ·. (lrg l.·
4 74).· En...
la practica. '
vibración, o sea, por un nodo de presión, en el caso de una flauta. · b ·
sin en1 a1go, s
e obs•'i·va
-..- que a un nivel de u1tcns1<la<l 1nuy baJO

1-1En iiisltumentos reales, !as tipo tic, c


· · ·! + · , · ·\,\ {a) ' tambiéu
1•

11
Sólo si R. está expresada en decibeles. revelan una discrepancia con relac1on n la annomndad (Bw.:kus, ·
154 4 G ., d
- . ienerac1on e sonidos musicales, tonos compuestos y .• .
, · percepc1on del t1mhre 4.5 Generación de vibraciones estacionarias complejas en instrumentos de viento 155
( 'pianissiino') solo es excitada la frecuencia ue corres .
res.onancia nzás pronunciado (alt ) E q ponde al p1co de excitadas con una corriente de aire (boquilla abierta ), se obtiene una
¡ f O · n general este es el · ·
a recuencia de resonancia más ba'a· el so . , .. pico que tiene serie de armónicos práctícamente idéntica para ambos casos. Esto quiere
«regist1v bajo» del instrumenlo. J ' nido resultante con·esponde aj decir que para instrumentos del tipo de la flauta, pueden usarse, casi
A inedida que se incrementa Ja arn htud d . ., indistintamente, tanto cílindros como conos truncados.
(aumentando In presión del so 1%) 1 e la lengüeta Hasta ahora hemos considerado ondas estacionarias en las cuales la
retroalimentación de Ja colurru1a d p d, e caracter no lineal de la frecuencia fundamental está determinada por el primer pico de la curva
· · e ane estruye la vibra,·,
sinusoidal de fa Iengu··eta· van apar . d c1on puramente de resonancia (el de la frecuencia más baja), produciendo los tonos del
' ec1en o annónicos s ·
vez mayor intensidad, y el sonido resulta t d . con cada registro grave de un instrumento de la familia de las maderas. En el
tie1npo, la frecuencia fundan1entaf, ne a quiere mns bnilo.AI mismo «registro rnedio>), la frecuencia fundamental cae cerca del segundo pico
· 1 resonancia superiores 'sean se reacomoda en el caso
le al o ii . , _,_ . < en que 1os de resonancia. En los instrumentos de lengüeta, esto se consigue
gobierna esta reaco1nodación de altura ges La regla que reduciendo el tamaño del primer pico de resonancia por debajo de aquel
funda1nentnl se ubica en un't po .. , - la siguiente: la frecuencia del segundo y apartando su posición de la serie de armóilicos. La llave
< s1c1on ta 1 que maxinii. l
pnnrIerado de altitud de todos foy v l . l . ce e pron1edio conocida como portavoz cumple esta función. En la flauta, esta transición,
COI"" 1· . a o1es r,e reso11ancta R¡ R2 R 14
. 1espont lentes a los ar111ónicosf, 2f 3f" , ' ' 3,: · · o «sobresoplo», se logra por medio de un cambio (un incremento) de la
e3en1plo, los picos de resonancia e1! las . 1• .. :CBen,tde, l 971 ). St, por velocidad del aire del soplo contra el borde biselado. Obsérvese que en el
arn1011icidad co1no en la Fig 4 ?4(1). 1 altas se desvían de la primer'sobresoplo' de un tubo del tipo del clarinete, excitado con lengüeta,
n1ás ag11dn a tnedida que su del deberá hacerse la altura salta al tercer armónico o duodécima (segundo pico de la Fig.
los cada vez n1;ís ilnportantes ann ¿ • con el fin de acomodar 4.24 [a]), mientras que tubos de lengüeta cónicos (y todas las flautas)
"bl o1ucos supenores t·1n ce .
post e a un pico de resonancia. Debido a es .' ' rea como sea tienen su primer sobresoplo a la octava (segundo pico en la Fig. 4.24 [b]).
no se puede usar co1no instru1nento ·f . te efecto, un cono tn1ncado Otro sobresoplo conduce al «registro agudo» de las maderas, con
. · te viento a 1nenos h
para reducir al iníni1no la inarmonic·d d ' que se aga algo frecuencias fundamentales dadas por el tercer y/o cuarto pico de
U . 1 a .
s1tuaclón interesante surge en el caso de u . resonancia. Para lograr esto en un instrumento de lengüeta, los dos
del 1ipo del clarinete (Fig 4 24[ ]) L . na curva de resonancia primeros picos de resonancia deben ser rebajados y cambiados en
· · a · os picos de reso · I
corresponden a los rnúltiplos iinpares de I' fi , so amente frecuencia para destruir su relación armónica.
Sec. 4.4). Por ello todos los . , . a indamental (vease también Los tubos de órgano funcionan esencialmente sobre los mismos
, - a1mon1cos
de 1n lengiieta serán notablemente ate d , p . pares presente, I . .
s en a osc1lac1ó11 p1incipios de la flauta (tubos labiales, abiertos y tapados) o de las maderas
con nn 'piano-¡Jíanissimo' (' ·¡ os. a1t1endoenelregistrograve de lengüeta (tubos de lengüeta). La diferencia principal radica en que,
·· exc1 ac1on de una sola f . .
de resonancia correspondiente 't 1 r· j • recuenc1a en el pico como hay un tubo para cada nota de un juego dado, las llaves y el
1 ·
pau at1nan1ente J,1 presión d 1 , 1 ' a unt ament·tl) e ·
incrementando
' e sop o se tenderá en · · ·
<
'sobresoplo' no son necesarios. Los tubos del órgano son siempre activados
el segundo arn1ónico pero la ener ; d ''.. pnnc1p10, a producir en el registro grave (con algunas pocas excepciones en órganos
f · ' gta e este últ1n10 se , fi ·
t 1s1pada a causa del valle en el luo-ar de 1' f· .. rae ic1ente1nente «románticos)>). Las curvas de resonancia de tubos labiales abiertos tienen
(Fig. 4.24 [al). Para un nlis1no ta iecuenc1a correspondiente picos en frecuencias ubicadas cerca de los múltiplos enteros de la
ann1ento resultante en la sonoridad ( no la del soplo, el frecuencia fundamental, con una leve inarmonicidad que depende de la
con.sidcrablcnientc nlenor c¡u Y en e <<brillo») será entonces razón r = diámetro/longitud. Las curvas de resonancia de tubos tapados
1
d e 1 oboe (curva [b]) doi d e en e• caso ·
de lHl'l coJumn d · d
< • a e aire el tipo se asemejan a aquella del gráfico superior de la Fig. 4.24, con máximos
, , , 1 e e 1 segundo armóni , d
obstaculos. Esta es la razón .1 . .. co pue e crecer sin que con·esponden a los múltiplos impares de la fundamental. Cuanto más
, ,' _T,. . poi a cua 1 las transiciones del ' ' ¡, ,
son n1,1s taciles de nr1ne1ar en ¡ ]· .· PPP a PP grande sea el valor de r, tanto mayor será la inarmonicidad de las
. '
F 1nahnente otro hecho que val 'J e c <l!lnete que en el oboe 1
b , o en e saxofón. resonancias más altas. Como resultado, habrá un cambio en Ja frecuencia
. ·, ' ' e 1a pena o servar en la F. 4 ? 4
u b 1cac1011 casi idéntic'I de ¡0 -¡¡ ig. ·- es la funda1nental del tono resultante, más una creciente atenuación de los
' s va es en ambas curva" e d
son convertidos en picos h"IZand l '· · uan o estos valles armónicos superiores (Jos cuales se alejan cada vez más de los picos de
bt I , ' o os va 1ores -R en lugar d R
o ener as curvas de resonancia cuando e.st, ,· e . , para resonancia, inarmónicos). Como consecuencia de esto, el sonido de tubos
as co umnas de aire son de órgano anchos es menos rico en arn1ónicos superiores (sonido cantante,
''Ponderados con los va!o1·es de intensidad espectrales correspo d. 1
«aflautado»). Tubos angostos ( r pequeño) tienen picos de resonancia
· · n lentes, I' 12 , l.i' . muy cercanos a los mültiplos enteros de la frecuencia fundamental, lo
4.6 Espectros sonoros de instrumentos de viento 157
J 56 4_ Gcnernción de sonidos nmsic:tles, tonos compuestos y percepción del tirnbre

que lleva a una eficiente excitación de los arrnónicos n1ás altos (sonido tubo principal cilíndrico, y campana en conjunto producen una de
brillanle, tipo cuerda). La frecuencia fundan1ental está leve1nente resonancia caracteóstica muy diferente de aquella de una madera. t1p1ca.
desplazada con respecto al valor dado por la relación (4.6) (tubo abierto) LaFig. 4.25 es un ejemplo (Benade, Obsérvese lo pronunciado de
o por la relación (4. 7) (tubo tapado). Estas relaciones, sin embargo, pueden la frecuencia de corte (determinada prlnc1palmente por la campana) Yel
seguir siendo usadas si surna1nos al largo L del tubo un valor de corrección, gran tamaño de la joroba de los picos y los valles en el rango las
0,1 X dián1etro, por cada terminación abierta ( «COITección del extremo»). frecuencias medias (originado principalmente por la forma de la boqmlla).
Los tubos de órgano de lengüeta cubren un rango que abarca desde tipos Esta joroba tiene un rol clave en la formación del los
donde la vibración de la lengüeta está muy controlada por la instrumentos de bronce. Finalmente, se observa que el pnmer pico de
retroalin1entación proveniente de la colurnna de aire (por ej., juegos de la resonancia está por debajo de la frecuencia fundamental con
fatnilia de las tron1petas) a tipos en que la vibración de la lengüeta es correspondiente al resto de los picos. Nótese la
práctican1ente autónoma (familia de juegos de regalía). característica de los picos en el rango de las . .bajas .. a
aquellas del cono truncado, Fig. 4.24 c?mparac1on con la reg1on
de las frecuencias altas (donde su forma se invierte). . .
Los bronces no tienen orificios para alterar la de sus
4.6 Espectros sonoros de instrumentos de viento colunmas de aire; los cambios de altura son realizados pnnc1palmente
La resonancia característica de la columna de aire y el mecanismo de
excitación colaboran para determinar el espectro de potencia y la
intensidad de la onda estacionaria en el tubo de un instn1mento. En Ja Fig. A
4.24 vin1os dos curvas de resonancia hipotéticas; los instru1nentos reales,
sin c111bargo, tnuestran una conducta más complicada debido a la peculiar
forn11.t de la boquilla (y de la embocadura), a la fom1a y distribución de
lns orificios abiertos, al efecto de la campana, y en el caso de las flautas,
al efecto de la velocidad del aire sobre el ancho y la posición de los picos
de resnnancia (Bena<le, l 97 l ). Aquí solo podemos resurnir brevemente
los eficctos irnportantes. Los orificios, además, desde luego, de
delern1inar la !nngitud efectiva de la colu1nna de aire y, de aquí, la posición
absoluta de los picos de resonancia, son en parte responsables de un corte 1-
Tono
de los picos <le resonancia por encima de los 1500 2000Hz. Este corte Frecuencia
•,§• Pedal
de Corte
tiene un in1portante sobre el titnbre (atenuación de los armónicos
..
superiores) y sobre el control dinámico de los sonidos 'jOrte' en los
instru1ncnlos de n1adcra, especiahnente en los registros medio y agudo.
En el oboe, la cavidad de lil lengüeta y el angostan1iento de Ja pieza a la
s
- l 1
cual la lengüeta va adosada contríbuyen a reducir la inarmonicidad de las 1
resonancias de un cono truncado. 1
Los bronces merecen una especial atención en esta sección. Co1no ya 1- 1
se ha señalado, e! 111ecanísrno de realimentación es 1nenos eficiente en la
detenninación de la frecuencia fundamental, y el ejecutante debe ajustar
la frecuencia del zu1nbido de sus labios a la frecuencia que quiere obtener
para lograr la altura con·ecta. En un instrumento de bronce, Jos ;:umónicps
,...
1
1
l
V
'
superiores están creados por las propiedades de resonancia oscilantes de
' 1
' 1 1
1500 2000 f
la boquilla cansadas por el abrir y cerrar alternado de los labios (Backus
o 500 1000
Frecuencia (Hz)
y Hundley, 1971), 1nás que por el n1ovimlento no sinusoidal de estos
LÍitiinos t:ontrolado por reali1nentación. La boquilla, c1nbocadura cónica, Figura 4 25 Curva de resonancia de una trompeta (Benade, 197.1) Oh.
Con auto.rización del Profesor A. Benade, Case Western Reserve Uruverstty, leve an 10.
4.7 Atrripamicnto y absorción de llndas sonoras en ;1mbicntes cerrados 159
158 4. Generación de sonidos musicales, tonos cmnpuestos y percepción del timbre

por 'sobresoplo', es decir, haciendo saltar la frecuencia fundamental de


un pico a otro. Esto se logra ajustando apropiadamente la tensión de los 4.7 Atrapamiento y absorción de ondas sonoras
labios. En la trompeta se puede alcanzar hasta el octavo modo y en el en ambientes cerrados
corno francés hasta el modo dieciséis. Para obtener notas entre picos de
resonancia se dispone de un sistema de válvulas que ofrece una limitada
L · .1 entos inusicales se tocan habituahnente en habitaciones, d..salas,
selección entre longitudes de tubo levemente diferentes. En el trombón . · · ¡ .· El soni'do que percibe un oyente en estas con ic1ones
au dltonos e 1g es1as. . .. _ . . . . ,.
se puede efectuar un cambio continuo de la longitud del tubo (y por ende, no es en absoluto idéntico al sonido em1t1do por el in:-;tl Po1 esta
Ja altura) a través de la vara. El pico de resonancia más bajo está desafinado razón el recinto donde se toca un instn1mento puede ser coino
con respecto al resto de la serie, casi armónica, de los picos, y no puede una natural de ese instrumento, con la nucntras
ser usado. Lo que se hace, más bien, es ajustar la frecuencia fundamental un instrumento determinado tiene ciertas propiedades acusllcas uJ1nutables,
de la vibración de los labios al valor de la fundamental ausente (flecha en · lopuedenvar1'armuchodeunlug.araotro,oúeunn101nen10
aque11 as de l rec1n '· . . . , .· .
la Fig. 4.25) que pertenece a las frecuencias del pico segundo, tercero, al otro. El estudio de la acústica de las salas es lan nnportante pata 1.t 1nus1ca,
etc. Esto lleva a la así llamada «nota pedal» de un instrumento de bronce coino lo es la física de los instrumentos inusicales. .
(usada solo en el trombón). Esta nota puede tocarse únicamente a niveles Para estudíar el efecto de un recinto sobre una fu_cnte sonora ub1c'.1da
bajos de sonoridad. . dentro del m1'smo
en a1gun , 1ugar . , considere1nos
. un tustru111ento
. . . tnus1cal , .
La composición espectral de las ondas sonoras de un instrumento de
en 1a •pos1c1on
· · 5· y un oyente en la¡iosiciónL puede coincidir . con 5 st
viento es diferente de aquella de las vibrUcioncs estacionarias sostenidas el oyente es el ejecutante), en una habitación paredes perfcctan1ente
en su propia columna de aire. La campana y/o los orificios abiertos son e 4 . 26) . El 1·11stru1nento em1neza a tocar una nota
re fl cctoras (F 1g. •
los principales responsables de esta transformación espectral. En esta · d a e n el 1·11 stante t -- O, 1nanteniendo en todo su
d eterm1na . . 11101nento
.
transformación, la composición espectral por encima de la frecuencia de intensidad constante. Suponga1nos que el sonido es e1111lldo por igual en
corte queda prácticamente sin alteración, mientras que los armónicos más todas las direcciones. A medida que las sonoras, se
bajos tienden a ser atenuados. En otras palabras, los espectros sonoros de alejándose de s, el oyente recibirá la prin1cra scnal Jcspues de cotto
instrumentos de madera y de bronce son en general más ricos en armónicos intervalo de tieinpo SUV ; este intervalo es el que tarda el c1'.
superiores que las vibraciones producidas en el interíor del instru1nento llegar, propagándose en forma directa, desde S hasta L (por e.1e.1nplo, s1
(Benade, 1973, 1976). SL = lOm, v = 334m/s. (relación (3.6]), el tle1npo de llegada directa es
Los espectros de algunos instrumentos de viento presentan formantes, 0,03s; para el ejecutante_ es cero) ..
es decir, características que son independientes de la frecuencia , ·, s J , el sonido dJrecto ttene un rol fundan1cnt,\I Ln t.1
seccton
fundamental del tono (Sec. 4.3 ). El fagot y el como inglés son ejemplos,
con reforzamientos espectrales (no muy bien definidos) alrededor de 450
y 1100 Hz, respectivamente. &tos formantes están causados por el espectro
característico de Ja excitación por dobles lengüetas; no están determinados
por las propiedades de resonancia del tubo del instrumento. Debernos
mencionar aquí a la voz huniana que, aunque no sea un tópico explícito
de este libro, representa el ejemplo más notable de un «instrumento de
viento» en el cual los formantes tienen un ro] crucial: son la característica
determinante de todos los sonidos vocales. En la voz humana, los
formantes están principalmente determinados por las propiedades de
resonancia de la cavidad nasofaríngea (Flanagan, 1972). La forma de esta
cavídad deten:llina cual de los dos rangos principales de frecuencia de las
vibraciones de las cuerdas vocales van a ser reforzadas. Estas, a su vez,
determinan si el SC!:"'lido emitido es «a», «e», «i», «O», «U».

Figura 4.26 Diferentes caminos de propagación de una onda sonora, desde una fuente S
a \Jn oyente L.
160 4. Generación de sonidos 1nusicalcs, tonos compuestos y percepción del timbre 4.7 Atrapamiento y absorción de ondas sonoras ambientes cerrados 161

perceptivo (efecto de precedencia). Inmediatamente después, pasarán por de salas. Esta caída es aproxirnadamente exponencial {por ej., véase Fig.
el punto L, en rápida sucesión, ondas reflejadas (trayectorias 2, 3, 4, 5, 4.8); con algo de arbitrariedad se define co1no tit'lllJJO de n.:verberación al
etc.). Cabe señalar que en la figura no se han tenido en cuenta las intervalo que tarda el nivel sonoro en decaer en 60db. Según la tabla 3.2,
reflexiones en el plso y en el techo. Las primeras reflexiones, cuando son esto representa una dis1ninución de la intensidad por un factor de un nú11ón.
muy pronunciadas y están claramente separadas entre sí, se llaman ecos. Tietnpos de reverberación deseables en buenas salas <le concierto de ta1naño
Este proceso continúa con reflexiones secundarias, terciarias y múltiples 1nediano son del orden de 1,5 a 2 segundos. 'fiernpos inús largos borro11car(an
(no mostradas en la figura). A medida que pasa el tiempo y el instrumento de1nasiado sucesiones típicas de sonidos; tien1pos más cortos harían que la
sigue sonando, la energía acústica que atraviesaL se irá reforzando. Si no n1úsica sonara «Seca» y tediosa (véase Sec. 4.8).
hubiera absorción alguna, las ondas sonoras «llenarían» la habitación, y Exan1inemos algunas relaciones n1ate1náticas sin1ples que aparecen en el
la energía acústica emitida por el instrumento se acumularía y quedaría estudio de la acústica de salas. hnagine1nos un recinlo de paredes
atrapada en el recinto; la sonoridad, de este modo, se reforzaría perfectamente reflectoras, sin absorción alguna, pero en las que se haya abie1to
gradualmente en cada punto del interior 15. En un caso real, por supuesto, un agujero de área A. En cuanto se haya alcanzado la intensidad n1áxinu:11111
hay absorción cada vez que se refleja una onda. Por ello, la intensidad de (Fig. 4.27), la energía acústica estará escapando a través del a razón
la onda sonora no crece indefinidamente, sino que se nivela cuando la dada por el producto/1nA 16 _Dado que esto colTespondc al estado cstacion;_u-io,
potencia disipada en los procesos de absorción es igual a la potencia en el cual la potencia P aportada por el instrumento iguala la razón a Ja cual
emitida por la fuente (una situación similar al reforzamiento de una se pierde energía, se puede establecer que P;;;::; 1111 ,.\, o
vibración en una cuerda frotada, Fig. 4.10). Este nivel de equilibrio de p
intensidad I,n del sonido difuso es mucho más alto que aquel del sonido lm =A (4.9)
directo (excepto en las cercanías de la fuente sonora).
Cuando Ja fuente sonora se calla, ocurre un proceso inverso: primero, En los casos reales, por supuesto, no tenen1os paredes perfectan1ente
desaparece el sonido directo, luego desaparecen las primeras reflexiones, reflectoras con agujeros en ellas. Sin einbargo, poden1os ú11agi11ar una
luego las segundas, etc. La figura 4.27 muestra esquemáticamente cómo se pared real con absorción, con10 hecha de un n1atcrial perfectan1entc
comporta la intensidad sonora en un punto determinado dentro de un recinto reflector pero con agujeros, estos últiinos representando lu1¡1 fracción a
típico. La caída del sonido, después que la fuente se ha callado, se IIama de su superficie total. a se Han1a coejicie11(e de r1bson:ir511 del n1atf'.rial de
reverberación, y representa un efecto de mayor importancia para la acústica la pared. Una superficie deS n1etros cuadrados, de coeficiente de absorción
Intensidad Equilibrio entre la a, tiene las rnisn1as propiedades de absorción que una pared perfccta1ncntc
potencia suministrada y Terminación del
!a potencia perdida sonido directo reflectora con un agujero de área A = Sa. Los coeficientes de absorción
1m - - - - - - - - - - - \
¡ dependen de la frecuencia del sonido (habituahncnte son n1{ls altos para
::::..'Tur;;in;;ió-;;-d-;la frecuencias más altas), y tienen valores cuyo rango va <lesde 0,0 ! (1nánnol,
primera reflexión
un reflector casi perfecto) hasta 0,9 (paneles acústicos). Teniendo c11 c11cnta
todo esto, podemos expresar la relación ( 4.9) en térn1inos de las superficies
reales <le Ja-. paredes S l' S2,· .. con sus correspondientes coeficientes de
absorción a J •, a2,.
p
I (4.10)
111 S 1a 1 +S 2 a 2 + ..

t luegadade!

Fuente sonora
sonido d!recto t
Fuente sonora
Esta relación se puede usar para esti1nar las dimensiones necesarias <le un
auditorio, para lograr valores deseados de 1111 para un determinado
empieza a emitir deja de emitir
instrutnento de potencia P, y una detenninada distribución del rnaterial
Figura 4.27 Crecimiento y caída típicas de la intensidad de un tono en una sala {escala lineal). absorbente en las paredes.
15
El tien1po de reverberación 'Cr resulta ser proporcional al volu111cn V <le
casi cu.alquicr f?nna recinto y posición de la fuente dentro de él, puede haber Ja sala e inversamente proporcional al área absorbente de las paredes,
regiones para las ondas sonoras emitidas desdeS (puntos ciegos),
o puede haber regiones hacia las cuales las ondas están focalizadas (por eje1nplo los
puntos focales en recintos elípticos). ' 11'Sc supone que !,,,representa aquí el flujo difuso. 011111i<líreccional de energía sonora.
162 4. Genernción de sonidos n1usicales, tonos compuestos y percepción del timbre
4.8 Percepción de la altura y el timbre de tonos musicales 163
A =S¡a¡+S2a 2+ E ·
. . . ,xpenmentos muestran que, aproximadamente

( 4.1 l)
donde V está dado en rnetros ct'ibic S
, d · os, en 1netros cuadrados y
segun os. Dado que Jos coeficientes de ab . 'tr en
con Jn frecuencia del sonido 'C d , sorc1on en general aumentan
notas gra_ves reverheran más pcocqreuceer,a panidalturas n1ás agudas: las Figura 4.28 Interacción de una onda sonora con un obstáculo. (a): longitudes de onda
, · as agu as. pequeñas (reflexión y/o absorción); (b) longitudes de onda grandes (difracción).

se dará una situación más complicada, en la cual el objeto actuará


de?e. tenido en cuenta cuando .se como un re-emisor sonoro, irradiando en todas Jas direcciones (no
. n e e in1nim1zar los efectos de una . d' . . .
mostrado en la Fig. 4.28). 3) Si Ja longitud de onda es mucho mayor que
es_ el obstáculo (Fig. 4.28(b]) (por ej., sonidos graves), éste no afectará la
ocupadas o no. El efecto d: del hecho de estar onda sonora en absoluto, la cual se propagará prácticamente sin
·. . au ienc1a sobre la absorci, perturbaciones. La disposición regular de obstáculos (por ej., la de los
especia1n1ente grande en recintos ca t. d . on es
. n 1en1pos e reverberación m l asientos o de los oyentes en un auditorio) puede dar lugar a ciertas zonas
ta 1es con10 iglesias y catedrales Po . uy argos,
cambios in1previsib!es del expuestos a de interferencia para determinadas longitudes de onda y direcciones de
can1bios) corno un organista. Y os rga os por esos propagación. Finalmente, ciertas configuraciones del recinto, frecuencias
y posiciones de la fuente pueden reforzar ondas estacionarias y conducir a
La disfribución espacial, forrnación y decaimiento de un . ,'
la dependencia de los coeficientes de ab, ., d 1 tono, <lSI como la formación de molestos nodos y vientres dentro del recinto (Sec. 3.3).
· sorc1on e a frecue · · fl Para detalles científicos y técnicos de la acústica de salas, véaseAndo ( 1985).
decidida1nente sobre las características físicas de l , in ,
por nn i nstrn1nento en entornos re·iles d os sonidos em1t1dos La difracción y el efecto de precedencia tienen un rol importante en la
la n1üsica por parte del oyente La' d ' y pdor e, sobre la percepción de reproducción electroacústica de sonido. Una compensación electrónica
• < epen enc1a tempor1l de J ·d de efectos de difracción de las ondas sonoras en la cabeza del oyente es
se ve <Jfectada; se alteran !as características oos os
una nota staccato', se alarga en el tiem o, de endi p conveniente cuando las señales estereofónicas son emitidas desde dos
de reverberación ele las sala. El del t¿1 , end?_ de l<ts p1op1edades parlantes (Damaske, 1971). Para evitar que los auriculares den la sensación
dado que los coeficientes de absorción son de 10 resulta afectado, de una imagen sonora <<dentro de la cabeza», es muy importante una
Finahnente, teniendo en cuenta que las !"3-ses de la frecuencia. correcta reproducción estereofónica del (<sonido directo» (es decir, del
un punto detennin_ ado en un recinto reverberantee
'ti . t .·. <
,ªt;
on as lqude pasan por
es an mezc a as en forma
efecto de precedencia) (véanse ta1nbién págs. 53 y 71).
• ea o11a, puec1e demostrarse que el SPL de cada a , . '
tanl1bién ftlucdtuará en fom1a alentoria,
d e oyen e e reconoc t. b. . 4.8 Percepción de la altura y el timbre de tonos musicales
Steeneken, 1973). L im ies en a1nb1entes cerrados (Plomp y
Existen otros efectos de segund ·d 1 . Si bien se han realizado numerosas investigaciones sobre la percepción
relacionados con un de a1tura y sonoridad de tonos simples (Secs. 2.3, 2.9, 3.4, y 3.5), mucho
Cuando una onda sonora incide sobre un obstáculo ( queda por hacer en el estudio de la percepción de tonos compuestos (por
en una iglesia, o una persona sentada delante de por e.1emp o, nn ej., véase Yost y Watson, 1987). Que el timbre de un tono pueda modificarse
tres situaciones: l) Que Ia Iono!tud de onda d J·l pueden ocurru- reforzando ciertos armónicos es algo conocido desde hace siglos. En
menor que el ta1nafio d l b , e a on .ªsonora mucho realidad, la primera síntesis de sonido genuina ya fue realizada por los
(Fig. 4.28faJ). En este ca'º , f e staculo (por CJ., sonido agudo) constructores de órganos de tubos en los siglos XIII y XIV. Los órganos
obst<Ícnlo y se t d ..r s se una <(sombra» acustica detrás del
· • en Ja una rcflexion normal en el ¡. d f. . de aquel1os tiempos no tenían juegos múltiples; mas bien, cada tecla hacía
obstáculo y la lono-itud
0
de onda son m' a o .1 onta 1. 2) S1 el sonar un número fijo de tubos llamados «Blockwerk», compuesto por
• dS o 1nenos de la misma rnagnitud,
uno o varios hibos afinados a la altura fundamental de la nota escrita, más
164 4. Generación de sonidos musicales, tonos con1puestos y percepción del timbre
4.8 Percepción de la altura y d timbre de tonos musicales 165
una s:rie. de tubos a la. octava, Ja duodécima, la décimoquinta,
etc., la de.armónicos superiores (excluyendo la séptima). se extiende sobre cierta longitud (Sec. 2.4), regiones de resonancia vecinas
La particular comb1nac1ón de sonoridades elegidas para cada tubo e1npezarán a superponerse. En realidad, rr1ás allá del séptiino annónico,
determinaba la particular cualidad del sonido (timbre) del todas las regiones de resonancia están superpuestas, 'an1ontonadas' dentro
Más tarde, aparecieron los registros múltiples: ellos de una banda crítica, lo que hace que no tenga detnasiado sentido
perm1t1eron al organista activar o desactivar selectivamente las diversas considerarlas individuahnente.17 Cada una de hts regiones de resonancia
hileras de tubos correspondientes a los armónicos superiores del de la membrana basilar oscila con su propia frecuencía resonante (pág.
y elegir, de este modo, entre varias opciones, el timbre del 89), y con una fase que está relacionada (pero que no es igual) a la fase
s?n1do del órgano (y alterar la sonoridad - Sec. 3.4). Fue sólo uno o dos del annónico correspondiente (componente de Fourier) de la vibración
siglos más tai:de cuando se agregaron nuevos juegos independientes, en original del tímpano. Las superposiciones, desde luego, coniplican
la forma de hileras de tubos de timbres diferentes entre sí. considerablemente este cuadro.
sfntesis son.ora es pues un asunto de antigua data. Sin embargo, el Vernos que un solo tono compuesto suscita una situación
analtsts del sonido, es decir la individualización de los armónicos extremadamente co1nplicada en la cóclea. ¿Por qúé, entonces, percibin1os
superiores que aparecen simultáneamente en un tono producido este tono como una entidad de características bien definidas en cu<u1to a
naturalmente, no figura mencionada explícitamente en la literatura hasta altura, sonoridad y tirnbre? Co1no lo explicamos en laSec. 2.9, esto puede
1636, cuando el notable físico, matemático y músico francés, PCre deberse a la acción de un proceso central de reco11ocirniento del patrón
Mersenne, publicó el primer estudio de análisis (cualitativo) de los espacial. El rasgo característico que se reconoce en este proceso - co1nún
armónicos superiores que aparecen en un tono compuesto. a todos los sonidos periódicos, sin importar cuáles fueren su frecuencia
Dos cuestiones fundamentales surgen con respecto a la percepción de fundamental y su espectro de Pourier - es la relación invariante de
tonos compuestos: l) ¿Por qué un tono compuesto, fonnado de una distancias entre las regiones de nTá.xima resonancia sobre la 1ncmbrana
superposición de diferentes frecuencias, da lugar a una única sensación ba.;;;ilar. La sensación de altura debe ser considerada co1no la «:sefial de
de altura? 2) ¿Qué es lo que nos permite distinguir un espectro sonoro de salida}) de este proceso de reconocimiento 18 . Los co1nponcntes del tono
otro, cuando la altura y la sonoridad sean la misma? Aunque hemos compuesto más ítnportantes para la activación del procesador central de
respondido, en parte, a la primera de estas preguntas (Sec. 2.9), es útil altura, responsable de este proceso de reconocilnicnto, son los prin1eros
volver a examinar desde un comienzo el proceso de percepción de una seis a ocho armónicos. El mecanis1110 de reconocilniento del procesador
onda sonora coinpleja que arriba al tímpano. El tín1pano se moverá de altura (el f<ajuste de moldes» [ «template fitting»] o la «autocorrclación
periódicamente para adentro y para afuera con un patrón vibratorio dictado espacial», descriptos en la sección 2.9) puede funcionar aun si parle de la
por el patrón de vibración complejo de Ja onda. Este movimiento es infonnación de entrada está ausente (por ej., supresión de la funda1nc11tal).
transmitido mecánicamente por la cadena de huesecillos a la membrana En tales casos es posible que se cometan cn·ores de equiparan1iento [error
de la oval.',. que .repr?duce casi exactamente el mismo patrón n1atchi-ng], o se produzcan sensaciones de altura an1biguas o n1llltiples
de v1brac1on. N1 el tlmpano ni la cadena de huesos «saben» que (Sec. 2.7). Una discusión más detallada de cón10 puede funcionar en
vibración que están transmitiendo es producto de una superposición de ténninos neurales un proceso de reconocimiento se encuentra en la Sec.
diferentes armónicos. Este análisis recién se hace en el paso siguiente. 4.10 y en el Apéndice ll.
La compleja de la ventana oval dispara ondas de propagación Debernos insistir una vez más que un análisis de la distribución ternporal
el fluido coclear. Esta es la etapa en la cual tiene lugar la separación en de los impulsos nerviosos (Sec. 2.9) también puede participar en la
d1ferentes componentes de frecuencia. Como vimos en las secciones 2.3 detenninación de la altura subjetiva de un tono compuesto. En realidad,
Y 3.2, la regió? de resonancia para una componente dada (región de la casi nos hemos olvidado del otro notable rasgo invariante de un patrón
membrana basilar donde una onda causa máxima excitación) está ubicada de excitación producido por un lono cotnpuesto (Sec. 2.7): pares de
en una posición que depende de la frecuencia. Por lo tanto, un tono cornponentes consecutívos de una serie arniónica producen una frecuencia
compuesto originará múltiples regiones de resonancia (Fig. 2.25), una de repetición coniún (Fig. 2.19). Co1110 se n1encionó en la Sec. 2.8, un
para armónico, cuyas posiciones pueden obtenerse usando la Fíg.
2.8. En vista de la relación casi logarítmica entre x y J: las regiones de
se írán amontonando cada vez más a medida que progresamos n Experimentos demostraron que pura los comu;ics, a
en la sene de los armónicos (Fig. 2.25). Dado que cada región de resonancia superposición (discriminación de frecuencm, Sec. 2.4), \ns arm6mcos rnas alla del septtmo
no pueden ser discriminados auditivamente en forma separada (Plomp, 1964).
Recomendan1os muy especia11nenle al lector que vuelva a leer ia Sec. 2.9.
166 4. Generndón de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre 4.8 Percepción de Ja altura y el timbre de tonos musicales 167

proceso en clave_s temporales debería funcionar mejor en el rango Al escuchar un tono compuesto, nuestro sistema auditivo presta 111ás
de ;os annon1cos supenores, donde Jas regiones de resonancia vecinas atención al resultado originado en el rnecanismo central de procesamiento
estan dando a las fibras nerviosas pertinentes la posibilidad de altura (el cual produce una sensación de altura única) que a la altura
de transn11t1r información sobre el patrón de vibración que resulta de !a priniaria de cada uno de los annón!·cos .. Si que:e1:1os
superposición (por ej., un patrón como el que se muestra en la Fig. 2.20). «escuchar por separado» (discriminar) los pnmeros seis o siete armon1c.os
Por _otra parte, con10 se indicó en la pág. 74, experimentos psicoacústicos de un tono compuesto que suena de manera constante, debemos enviar
realizados con tonos de frecuencia baja y rnuy corta duración también una orden de «apagado» (inhibición) al mecanismo central de altura
parecen la acción de un proceso basado en claves temporales subjetiva, y f ocalizar nuestra atención sobre la información que
en la de altura: solo bastan dos o tres ciclos para que surja una el más ptirnitivo mecanismo de altura primaria o espectral, ?eterminada
clara de nltura, hecho que no puede ser explicad.o por medio de por la posición espacial de las regiones en. ,la
un n1ecarnsmo de análisis espectral. 1nembrana basilar (Sec. 2.3). Este proceso de inh1b1c1on y refocahzac1on

La percepción de la altura de un tono con1puesto es solo uno de varios insume un tiempo considerable - mucho mayor que lo que tarda
resultados_de una secuencia de t<1reas neurales. Es el mecanismo psicofísico mecanismo central de procesamiento tonal (Sec. 3.5). Esta es la razon
que transfo1111a el patrón de actividad periférico suscitado por un tono por la cual los armónicos superiores no pueden ser «escuchados por
co1npuesto en otro patrón, de 111anera tal que todos los estímulos con las separado» en tonos de corta duración o de decaimiento muy rápido. 20 Es
niisn1as regiones de resonancia, sin importar sus amplitudes, son importante observar que, en vista de la la ?e
representados de 1nanera sünilar, produciendo la misn1a sensación de actividad a lo largo de la membrana basilar (por ej., Fig. 3.5),
altura. Una nnalogía óptica sería el reconocüniento de una letra de apareamiento de alturas de Jos parciales de un compuesto
de su orientación, tamaño, color, 0 tipo. conducen a intervalos leven1ente alargados, por ejemplo, entre el pnmer
y segundo armónico (octava alargada), y así sucesivamente (Terhardt,
Cada vez nuestro tunpano entra en una vibración periódica, aunque
1971). Este cambio se debe a la influencia perturbadora de todos los
sea i;I hecho de_ que percjbamos una aln1ra nos dice que nuestro
restantes armónicos sobre el armónico cuya altura primaria está siendo
cerebro rec1h10 el mensa.ie: un tono periódico» (en contraste con
equiparada. El efecto es pequeño (menor de 2 - 3o/o), pero puede ser
el n con la sensación de alluras 111últiples o a1nbiguas al percibir un
son1clo innnnónico). musicalmente importante (Secs. 5.4 y 5.5). .. . .
Desde luego, existen otros aspectos clave del estímulo auditivo
Nuestra reacción subjetiva a los tonos compuestos depende mucho del
(ignorados por el procesador de alturas) que llevan a tados perceptivos
contexto del cual fonnan parte (lfoutsma y Goldsteln, 1972). El rnodo en
en otras etapas del proceso de reconocimiento de sonidos. Al escuchar un
que los tonos co1npuestos son procesados en e] cerebro está influenciado
tono compuesto, percibimos sonoridad (relacionada con el total
fuerternente por la ejecución de otras tareas 1nusicalmente «significativas»,
por segundo de impulsos nerviosos generados, ,3.5) y cualtdad t;f,el
tales como!ª i_dentificación de la fuente sonora, es decír del instn1mento, y sonido o ti1nbre.Aqui debemos hacerunaclaradisttnc1on entre la sens,ac1on
el de Tnel.odías y arn1onías. Esto incluso rige para Ja
estática, que aparece al escuchar un tono compuesto que no v.ana,.
percepc1on de altnras: experimentos con componentes espectrales generados frecuencia fundam.enta1, intensidad y espectro constante, de la s1tuac1on
electrónica1nente 1nuestran de n1anera convincente que la percepción de [a más real, dinámica, al escuchar un sonido con características transientes
altura de sonldos compuestos se ve muy facilitada por (e incluso a dentro de un contexto musical significativo. Analicemos primero el caso
veces requiere)
19 la presentación de estos tonos de p1ueba en forma de una
melodía (Houtsn1a y Goldstein, 1972). Los tonos compuestos sintetizados
fuera de un contexto musical, pueden conducir a cJ 4'; luego el 2', y por último el l'.Al final, muestre a su audiencia lo que quedó en la voz
sensaciones de altura n1últiples o a1nbiguas (Sec. 2.7, pág. 59). superior (sólo los juegos auxiliares de 2;· + + y señale que la alrura de la nota
escrita es!uvo ausente en cada nota de li melodía (en cualquiera de sus octavas) - ¡!es
19 costará creerlo! Una repetición del sin e:nbargo, falle i porque
Un. ?O!able para demostrar esta dependencia del contexto para el efecto de la audiencia reo1ientará sus estrategias de procesamiento de altura.
de!.? ftm?amental se puede en el órgano. Ejecute una pieza (por ej., el )) El hecho de que el séptimo armónico sea una disonancia ha '.1 los
coral del Otgelbuchlem de Bach «Wenn wir m hüchsten Ni:iten sein>1) tocando In melodía
d . -- . 8' ? 1 l
durante mucho tiempo. Esta es, sin embargo, infun.dada. El septtmo armómco
usan o una com b mnc1on + 4"+ + 2'+ + 1 '+ !'acompañada en roda es extremadamente difícil de distinguir auditivamente por separado, mduso en tonos compuestos
3 constantes. generados electrónicamente (Plomp, J964). En efec(o, algunos órganos modernos
con un suave 8 +, 4 y un 16'+ 8' respectivan1entc. Pida a una audiencia
mus1cal1i;ente e1_1trenad_a que siga con Mención las alturas de Ja melodía, pero advirtiéndole
que_hnhrn de timbre. Despu_és de tocar los primeros cinco a seis compases, repita
grandes tienen un juego auxiliar 14'
que suena el séptimo armónico de la nota escrita, el cual
la pieza, pero elnnmando esta vez el Juego de 8' de !a melodía. Vuelva a repetir, eliminando da un timbre muy particular cuando se usa juiciosamente con otros juegos.
¡ (]8 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción de! timbre
4.9 Identificación de sonidos musicales 169
estático. Experin1entos psicoacústicos realizados con tonos ·t .
g cner·1dos L-.. t-ec'l ron1camcnte,
, L -
·
que no varían en el tiempo d . . 1 1 . ,
compues os Los aspectos dináÍnicos de la percepción del timbre están íntimamente
sono .· !· ¡ _. , , e 1gu._1 a tura y
,11c. "le pero_ con d1terentes espectros y re]·otc1ones .· . d e f·ase entre relacionados con el proceso de identificación de la fuente sonora, es decir,
<-1r1non1cos, dernuestran que la sensación de tin1bre ·t' d . con la identificación cognitiva del instrumento musical (Sec. 4.9). Los
prínci ¡ es a eterminada
" Y''. 1 espectro de potencia (Plomp, 1970, 1976). Los atributos correspondientes de las señales incidentes son mucho más
difíciles de cuantificar (por ej., Iverson y Krurnhansl, 1993); la envolvente
dt: Ídse, s1 bien clara1nente perceptibles, - especiahnente cuando
ocu1 J en entre los coinponentes de baja frecnenci'1 - solo desempe- de amplitud del tono, particulannente en el ataque y la caída, juega un
papel scctn1dario. La sensación e'>'fática de 11·' b,: : nan un papel fundamental. La similitud y disimilitud del timbre dependen más
, .. ,1. . , n1 re apa1ece co 1no el
conL ato percepttl'O de la distribución de la actividad prod .d 1 de los atributos gruesos, y más estáticos, del tono compuesto, tales como
lun;n de fa 11 , b - b ·¡ uct a a o la frecuencia centroide (que no cambia en gran medida durante la duración
, , . u 111 . rana us1 ar, sien1pre y cuando exista la correcta re/aci611
(arf!1011u·n) de distancias entre los rruíxin-10\· para unir todo. l ., del tono). La identificación cognitiva, en cambio, depende principalmente
d. , · . . . ' en a sensacron
tono1>. el rango de frecuencias audibles en bandas de atributos característicos del ataque del tono, atributos que contienen
t,. el I.cL e or í..le un tercio de octava cada una (lo que corres ond información crucial sobre el instrumento en cuestión, tal comO el tipo de
dp1ox1111adan1ente a una banda crític·i Se. 7 4) ·d· d ¡ . p . e mecanismo de excitación (punteado, percutido, frotado, soplado).
·¡ · . , '' '" c.-· , Y mi 1en o a 1ntens1dad
1 de .en_erg1a s.onora un tono compuesto está contenida en Evidentemente, la identificación ocurre a un nivel neural mucho más alto
c,u.l.1 tuc posible detuur «Indices de disi1nilitud)} cuantitativ , de funciones cognitivas del cerebro, que la sensación estática de la cualidad
lo-; sonido.-; (estáticos) de varios instnunentos musicales que tonal o timbre (véase la próxima sección).
buena con los juicios de similitud y disimiÍitud tí
detcn.ninada psicoffsica1nente (Plomp y Steeneken 1971 ) E-. m ncc1
señ·il· · ¡ · , · s Importante
. , ' ..u que a sensac1on de tiinhre está co11trolad·1 por la d' -t .b . 4.9 Identificación de sonidos musicales
ah.rol11ta de la encrrría sonora en las bandas ,t. <. " . IS n uc1011
• •• , • /;> < en icas, no poi valores de
1'..1:ens1dad a aq_uel de la fundamental (Grey y Gordon, 1978) Una propiedad característica de todos los procesos de reconocimiento de
venftcnrse escuchando una grabación en cintr; patrones ( «pattern recognition») es el selectivo de información».
tt.p1oduc1da a nna velocidad que no sea 1·1 cor1·ccta E ·t ., Esto se relaciona con el principio del 'mínimo esfuerzo - máxima
-- b ·. ¡ . '" "· .s a operac1on no
..: potencia relativa -sin1plemente desplaza a todas eficiencia' con que opera el sistema nervioso. Para ser capaz de extraer
!,h t1et:llt.nc1.ts en un factor constante· aun asf se perc1'be un el . b' del increíble volun1en de información sensorial que traen los estímulos,
. ' ' aiocam10
le 1111 Jrc en todos los 1nst1u1nentos.
aquella· información que es significativa (y de este modo ser capaz de
. La. _ión de ti1n?rc estática es una inagnitud psicolóoica identificar los objetos y sus interrelaciones causales), el sistema debe
-(}nult1d1n1ens1011aL> relacionada no con uno sino t d ·b
contar con una serie de «filtros}> que le ayuden a separar aspectos relevantes
de .. ' d ' con o o un conjunto
, p,11a1netros e 1estimulo acústico original (el conjunto de inten ,·d· d , de los irrelevantes. Estos filtros deben estar «sintonizados>} en rasgos o
en las bandas críticas)2! Esta es la principal ra , sl1 a es¡ patrones invariantes de los estímulos considerados importantes (por
descnpc· , . d . zon por a cua
iones se111anttcas e tunbre son tn,s d'f' ·¡ d h traspaso de infonnación genética, o como resultado de un proceso de
. [• .· , . . • . . . 1 1c1 es e acerque aquéllas
re d l<ts inagnitudes ps1cofísicas «unidimensionales» altura y aprendizaje). En la percepción sonora, el primer rasgo, el n1ás primitivo,
;onon?ad. Con de algunos ténnínos generales que v;n desde que tiende a ser reconocido por el sistema nervioso, es probablemente la
. pobre (pocos arn1on1cos superiores), 'nasal' (principahn t , -. . intensidad, con la sonoridad como correlato perceptivo. Este correlato no
1n1¡rires) 'h"ll , enearmontcos
. ' -'· , a · n ¡ rn.uchos armónicos superiores reforzados), Ja depende de ningún rasgo o detalle fino de la estructura del estímulo, sino
may.
, o11a. de las calt11cac1ones dadas por los m,,.
., .
us1cos invocan una del flujo total de energía acústica (Sec. 3.5). El siguiente rasgo a ser
con tonos instru1nentale.s reales ('aflautado' 'tip d·, considerado es la periodicidad de un sonido (representada por la
'ttpo bro · ' , · ¡ . < , o cuer a
nce, tipo cngtieta', 'urganístico', etc.). ' distribución espacial de los máximos de resonancia o por la distribución
temporal de los impulsos nerviosos). En este proceso de reconocimiento
Aunque hay alrededor de quilll:e banda.'i cifticas e . . . se extrae la sensación subjetiva de altura. El tercer nivel de refinamiento
:::uyas intensídades deberían ser espL>cilicad n e! de inus1caltnente
es la consideración del espectro de potencia del tono, que lleva a la

las inten.·:ada<les presentes en tod:ts l<ls bandas críti


r
de identificación de vocales (Kfoin Plom J las c_onel tm_de.deteniunarelespectro, un
parninetros de intensidad independientes (siendo¿,' Jo!s, 1970)
uno
?astan solo cua/1v
lmeal específica de
sensación (estática) de timbre.
· C= para espen 1car un tono compuesto. La percepción del timbre es, sin embargo, sólo la primera etapa en la
operación de reconocimiento de la fuente sonora, que en música es la
170 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción de! timbre
4.10 Procesos cognitivos relevantes a Ja percepción de tonos individuales l71
identificación del instrumento. Desde este punto de vista, la percepción
de la cualidad tonal es el mecanismo por medio del cual se extrae estrechamente espaciados (por ej., Fig. 4.15) sobre la sonoridad Y titnbre,
información de Ja señal auditiva adecuada para: 1) alnwcenan1iento en la cuando la frecuencia funda1nental del tono es 1nodulada por_ el
n1emoria con un adecuado rótulo de identificación, y 2) con1paración por tnedio de un vibra to (Matthews y 197 3 >: tales
con información previamente almacenada e identificada. La primera las frecuencias de los con1ponentes bauen
operación involucra aprendizaje o condicionamiento. A un niño que ·
p1cos d ereson a nci·a . Co1·no resultado ' la a1nphf1cac1on de cada . con1ponentc · b·
aprende a reconocer un instrumento musical determinado se le hace · ' pe11.·001·ca1nente , y lo mismo
vanara - ocurrirá con la sonondad y. el t11n . ,1e..
escuchar sucesivas veces una melodía tocada por ese instrumento, mientras d lt S ún sea la particular rnicroestruch1ra de la curvil de 1esonanc1d
e ono. eg . ¡ , ·d •d'
se le dice: «esto es un Su cerebro extrae información apropiada de su instrumento, el ejecutante de 1111 tnstnanento <e C/f(./ a e
de la sucesión de estímulos auditivos, rotula esta info1mación con el título prod uc1r· con sii ,,,·¡, 1 ato ca1nbios
· extren1ada111cnte ·finos en la sonondad h., :V
de «clarinete» y la almacena en la memoria. La segunda operación el tinibre. En gran medida, la impresión sobre el oyente _basa te.n
representa la respuesta condicionada a un patrón aprendido: cuando el en su expenenc .- 1·a·. 1·desde el co1nienzo de nuestra educacion 1n11s1c,l] , , se
y
nifio escucha un clarinete después de la experiencia de aprendizaje, su 110 s ha dicho qué tonos deben ser rotulados con10 bellos_ Y 1
.no_.,
cerebro compara la información extraída de la sefial que llega (es decir el nuestro cere b ro ha robu .stecido los· ¡Jatrones · . de 1dent1h(.dc1on
. . .,
timbre) con claves previamente almacenadas, y si logra una equiparación . ·
conespon ct'e
1 rites ., basándose en un procesan11cnto de 111lorn1ac1on . ,
dirá: «Un clarinete» (para 1nás detalle, véase Sec. 4.1 O). Por otra parte, si treinen d amen te refinado 1 • que le pennite reconocer aspec1os·- ,pt.'qt1cn1s1n1os,
. . ·¡ ·d·
escuchamos un sonJdo «nuevo», por ejemplo una serie de tonos pracuca1nen
• · te tn
· mensurables , de la estn1ctura de la sena! acustwa 1ec1 )! <L
con un sintetizador electrónico, nuestro sistema de extracción de
información alimentará al 1necanismo de equiparación, el cual tratará
desesperadamente de comparar la información que llega con aquella 4.10 Procesos cognitivos relevantes a la percepción
previan1ente almacenada. Si en este proceso no hay apareamiento, de tonos individuales
eventualmente se abrirá un nuevo «archivo» de abnacenamiento para esta
nueva cualidad sonora, ahora ídentificada. Si la equiparación se cumple
ierm111.ue1n
'T' - , . os este capítulo con una breve reseüa de . lo.s
· proccsot.; ¡ cerebrales·d
solo parcialrr1ente, reaccionamos con juicios del tipo «casi como un
clarinete» o «Un trombón que ladra)>. d e n1as · a lt o n1ve · ¡ 1·nvolucrados en el reconocinnento le
L 1 os son1 os_

1nus1ca• Jes. C ornen za1·e1UOS t1·at·111do• • algunos


. · conceptos báSJCOS, tales CO\TIO_
Los músicos protestarán y dirán que la sensación del timbre involucra.
v1·d a, 1n1on11ac1on
· .fe • ' y evol11c1· ón 1le la función cerebral en los seres hu111anos
mucho más que el mero encontrar claves para descubrir (<qué instrumento
está tocando». Por ejemplo: ¿qué es lo que hace que un instrumento suene (Roederer, 1978, 1979). . . . , ..
L os sis · tema.s ani·mados , desde ' los• 1n1croorgan1sn1os
. hasta
. los P_Illlhttcs,
. ¡ .. ·.
inucho más bellamente que otro del mismo tipo? Primero deberiamos
·¡
son«tsas)) de materi·a organizada que evolucionan pcrs1stenle111e11te,·, 1.ici.1,
señalar que esto está relacionado, obviamente, con un mayor grado de
d
unorencaavezm,y. d a Or Para · Ser 'C·1p·1z
'e de o·enerar orden, .un .s1sle1nd
.
sofisticación del mecanis1no de identificación arriba mencionado;
biológico debe tnantenerse a sí mismo invariante durante un c1er_to 1ntc1
pode1nos aprender a extraer de los patrones de vibración sonoros r. ·
11n1to d e ,.1e1np¡¡ , a pesar, de interacciones con un entorno ca1nb1antc. .. .• Debe
,.
información cada vez más refinada, lo que nos capacita para distinguir perar de un modo orientado hacia el futuro, es dcc_11, n1anlcnc1
entre distintas muestras de instrumentos de la misma clase. El porqué ·
n1nc1ona l ad 51·cru
¡·ct· · endo cursos de acción que se adapten
e> 1 · favorab!en1ent_e
'1 · ª.
algunos patrones víbratorios nos parecen ser más bellos que otros es algo loscarn b.ios d e¡e1itorno , y ser capaz de efectuar can1b1os en· este
que, en realidad, no se sabe. Se han realizado muchas investigaciones . - ·¡·· u t.hn10 que
le sean• de su propi·o beneficio · Esta es " la diferencia 1nas
· s1gn1 1ca 11 iva,¡ en te
para descubrir cuáles son las características que hacen de un violín los sistemas anin1ados y los abióticos. Está caractcnzada por e_. quL'
Stradivarius un gran instn1mento (por ej. Saunders, 1946). Muchas de las interacciones de los siste1nas vivientes el entorno y con ot1 ?s
estas características están relacionadas con aspectos dinámicos, y la · · , es t'an basadas en procesos que involucran. reco11oc1n11ento
vivientes ., de
mayoría de ellas parece estar más relacionada con la mayor o menor atrones («pattem recognition») y procesamiento de .
facilidad con Ja que el ejecutante puede controlar el «color» del tono p El reconocnn
. · 1·ento de patrones requiere la . generación, de·· idénticas
]
deseado (espectro y transíentes) que con un efecto «pasivo» sobre el respuestas a diferentes constelaciones complejas de estin1ulos qu:
oyente. Por ejemplo, un aspecto significativo de los sonidos de violín contengan un cierto rasgo común, espacial o temporal
parece estar relacionado con el efecto de los picos de resonancia .- d o 1ec
sien . otiocido) ' independientemente del lugar, ta1nano, d. ·oucntacton
·, · u¡
orden particular en que ese rasgo aparece (por ej. una 1spos1c1on espacia
4.10 Procesos cogni1ivos relevantes a la pen.:cpcidn de tonos individuales 173
172 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre
ln!omwdón
particular de los radicales nucleótidos en la molécula de DNA ejerciendo
un efecto específico sobre su entorno químico; los rasgos geométricos
del contorno de un objeto cuya imagen es proyectada sobre la retina,
disparando operaciones cognítivas específicas; el conjunto de armónicos
de un tono musical que produce específicas zonas de resonancia sobre la Reacción MEDIO
AMBIENTE
membrana basilar, dando lugar a una específica sensación de altura). En
última instancia, es este modo de procesar información lo que permite a
un sistema viviente mantener orden en forma consistente y pasar
información pertinente a sus descendientes.
A medida que las especies evolucionaron, información sobre el medio
ambiente se fue incorporando gradualmente en las estructuras de n1ernoria tísico-químicas
genética de los organismos. Cambios muy lentos en el entorno, que
Figura 4.29 Información y control en e! Sistema Nervioso Central (Roedcier, 1987).
insumen tiempos mucho mayores que el tiempo de vida de una generación,
pudieron ser incorporados en las estructuras de memoria de los genes, a
través de la acción combinada de mutación, diversificación y selección recordar el pasado a voluntad». En ténninos .rn<Ís n1odernos y
natura]. Cuando las especies se tornaron más complejas, y cuando la 0 eración inás característica que puede ejecutar el cerebro hu1na_no, Y
características cada vez 1nás imprevisibles del ambiente terrestre
aparecieron como factores determinantes para la supervivencia, la
, 1! éste es la de recobrar información, itnáge.nes o
analizarlas, manipularlas y almacenar en
capacidad de adaptación ontogénica, durante el lapso de vida de un mismo . regi.dac· de las mis 1nas' · sin, la concurrenc1a
m od 1.f.ic ad as o cor . s1n1ultanea
· d
organismo, llegó a ser un requerimiento fundamental para la supervivencia. de estimulación externa. l.,la1na1nos a estas de
Cuando surgió la locomoción en los organismos multicelulares, el imágenes y su realmacenarnienlo sin
número de variables importantes en el entorno aumentó drásticamente, «el proceso del pensar hu1nano». Este 11nphca 1nas qu.e_ el
con cambios en escala de tiempo de fracciones de segundo; se hizo rniento de infonnación existente: representa la de
necesario absorber una increíble cantidad de información a través de los nueva (Roederer, I 978). Ligado a este proceso surgieron el habla y otros
sentidos.Aunque la mayor parte de esta afluencia de información sensorial aspectos distintivos del lenguaje human_o. , . . ,. . .
es irrelevante, lleva incluidas de una maner<l 'a priori' impredecible, L ca acidad de reacomodar y alterar 1magenes condujo ..1 l<i
aquellas señales de patrones que son decisivos para la supervivencia del de r:ali.far predicciones y planificar a largo plazo, y a la conc1enc1a del
organismo. El sistema nervioso evolucionó con el fin de dotar a los futuro. Con esta capacidad se hizo posible el posponer nietas
organismos superiores de la capacidad de detectar, clasificar, identificar 0 reacomodar órdenes de prioridad: el orga1usn10 a vu al
y almacenar la información relevante contenida en un complejo total de
cerebro y no lo contrario. Finahnente, el ahn.acenanucnto
deliberado de infonnación en el medio ambiente para uso postc1101 e::;
estímulos que llegan a] organismo, y anticipar y reaccionar apropiadamente
otro rasgo característico de las del cer;bro
a los rápidos cambios del entorno. En el curso de este desarrollo, lo que
1978); esta «externalizaci6n de la inen1or.1a» lle:o a la de
empezó como un simple aparato de conversión y transmisión de señales
hechos y sentimientos a través del lenguaje escnto y lds ,l\ tes y, de este
ambientales, se convirtió en el sistema nervioso central (SNC) de los
inodo, al desarrollo de la cultura hun1ana con10 tal.
vertebrados superiores, con sus sofisticadas capacidades de análisis y
elaboración de respuestas basadas en el estado momentáneo del entorno,
del organismo, de las instrucciones innata<; (instintos), y de la información 11 I . animales, <lesde Juego. también dejan informaci_ón «estampada» <:,n el tin
aprendida (Fig. 4.29). El cerebro surgió como el procesador central que ha)'. u_na fundame nta\;
vestí ios de mformacwn dej<¡lda par 1os anima so re . . . .· . , ., 1 1_
lleva a cabo las operaciones necesarias para controlar las condiciones alin1:nto huellas, etc.) la vida animal podría, c_on11m1:.ir SJ
vitales del organismo y optimizar su rendimiento en un entorno complejo · ¡· , ,'aci·ón clave para !a su¡iervivencia y la preservac1on esta al1naccn<1dd genet1L,11:1ente
la' 10 t' 111 " · ¡ 'ados nor generac1011cs
en el organismo·, los vestigios de <(cultura» amma no son , 1 .
y cambiante. posteriores como fuentes de información. Si en cambio deslruycramns de un!?º.1
y- L

Fe
Un desarrollo crucial fué, finalmente, el surgimiento del cerebro los vcstiuios de información dejada por Jos seres nuesha, c_l\',l, 1z<'.uon
desn tal como hoy Ja conocemos, y !_ns 1111
humano. Ya Aristóteles señaló que «los animales tienen memoria y son estaSo siinilar a aquel ·en que estuvo !a humarndad decenas de uulcs de .1nos auc1s.
capaces de aprender, pero ningún otro animal salvo el hombre puede
! 74 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre 4. l O Procesos cognitivos relevantes a 1a percepc ión de tonos individuales 175

Durante las dos últimas décadas hubo grandes progresos en el Áreas de asociación
reconocimiento
conocimiento de las funciones cerebraJes. Mucho se fue logrando de a ;;,
poco, y lo que hay en este ino1nento es más bien un conjunto de hipótesis lroor:;;_ole' ___.,,- ¡f
ana/1s1s /
cie1llíficas que un modelo cuantitativo, experimentahnente verificado, de
la función cerebral. "'"'d'ó"
Antes que nada, examinemos qué clase de información debe ser
,/ \ Áro"
integrac1onde

reconocida en los diversos sistemas sensoriales. En el sentido de la vista, "'>. \ I


I ' /
;; rasgos

son las entidades discretas que 11amarnos «objetos en el espacio», con Información procedente
,,/
..Mismídad"
de otros sen11dos

I
límites, superficies y texturas habitualmente bien definidas, y sus mutuns de la seña!
relaciones en el espacio y ca1nbios en el tie1npo. El sentido de la audición
Areas pnmanas
reconoce «objetos en el espacio acústico» (que en realidad son «objetos detecc10n de
en e! ticn1po» ), es decir, trenes discretos de ondas sonorns de rasgos bien "'9"'
definidos, y las reluciones que guardan entre sí y con las fuentes en el
n1cdio a1nbiente que los originan. Ya hemos rnencionado repetidas veces -----_:-.:;ernmolo
que la percepción sensorial procede en varias etapas fisiológicas y Señal del ..........; _,. / penlénco
operncionales. Las sefiales externas son priinero convertidas en señales ambiente
/
/

nerviosns que Juego son transmitidas a las áreas corticales de recepción


pri1naria. desde donde son transferidas a áreas secundarias y de asociación,
los lóbulos frontales y al resto del cerebro. La figura 4.30 bosqueja un Figura 4.30 Et "º' Pº<""',. en la percepción de un objeto {según Roederer, 1987).
cuadro 1nny sin1plificado de los principales pasos del procesamiento de
!a infonnación sensorial en el sistema visual; etapas equivalentes existen infarman al cerebro sobre la «Unicida_d» o de un
en el siste111a acústico (Roederer, 1987). dado cuando éste es visto desde diversos angulos o tras a d
Los circnítos neurales en la periferia y en las vías aferentes hasta las · 0 de un ob3eto
es acio, _ acustico,
,. . ta ¡ un tono , compuesto ' cuan .o se
áreas corticales de recepción prünaria, están en su mayor parte «Cableados» p bia la altura fundamental o la intensidad de este (el proceso de ajuste
(en fon na innata) para el preprocesamiento de la detección de rasgos (por caro
de tnoldes mencionado en la pag. , 72) . . E n es t a etapa
. . el1 cerebro
d .(<sabei>
a . ,. n
ej., en YÍsión, detección de lúnites y movimiento, fusión binocular; en la que se trata de un objeto; el es decir, a
audición, alturn espec!ral y detección de transientes, audición binaural). de cuál es el objeto en cuest1on, requiere un 1 .. d
Se han re<ilizado 1ncdicioncs que n1uestran que las neuronas en las áreas aración con información ya existente, previamente ac quin a
corticales, a las cuales est<i ligado el sjstema de transmisión aferente de del objeto; identificación del instrumento al
un órgano sensorial, son en realidad «detectores de rasgos», que responden tono) El reconocimiento puede ser «automático» (rnemo:1a asocia iv
a rasgos físicos bien definidos, pero co1nplejos, del estímulo sensorlal el :. '!'sis
1 de la totalidad de información sensonal que llega a
original. En la corteza visual, por ejemplo, se han descubierto neuronas o reque1 lf un ana l · te ración de los
los lóbulos frontales. La etapa finnl corresponde a a /
que sólo responden a bordes o rayas oscuras o claras en una parte objetos reconocidos en la escena total percibida (el paisaje que se esta
detenninada del cnn1po visual, inclinadas con un ángulo deterrrlinado, o a ·, d l· música que se está escuchando). .
llll<l línea n1oviéndose de determinada rnanera (Hu bel, 1971 ). En la corteza que avanz.amos a través de los distintos estadios de
auditiva, ta1nbién, hay neuronas que parecen responder sólo a ciertos tipos 4 30 el procesanuento . · , se hace menos
de Ja .111 f onnac1on . - autom t1co , Y
de sonidos coinplejos (Siinmons, l 970). La integración de rasgos ( «feature vez más centralmente controlado; más se .1
integration» o «binding))) es la operación necesaria para extraer de la acciones, y decisiones controladas por
con1plejísin1a totalidad de infonnación sensorial agueJJos rasgos que de información in·elevante), y la informac1on amacena a
penenecen a un nlisn10 objeto (por ej., unir aquellos bordes que definen (aprendida) influirá más el proceso. En las etapas
los lí111ites ele un objeto darlo; separar aquellas regíones de resonancia evocatlvos afectan más y más cada fase del pr?ceso .. ; au -
sobre Ja n1en1brana hasilar que pertenecen a un tono compuesto rnatismo de los estadios inferiores del de
deternlinado). Esta operacíón involucra ta1nbién transformaciones a un control basado en la motivación de e_¡ecutar o no una a a tarea. n
geornétricas y topológicas (lo más probable, operaciones aprendjdas) que Jos seres humanos, este control por motivación puede a su vez ser
176 4. Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepci6n del timbre 4.1 o cognitivos relevantes a la ¡ie1cepcitín de tonos individuales 177

influenciado por oPeraciones cognitivas de orden superior, pero no puede acto de voluntad), esta1nos recordando el sonido de un clarinete en ausencia
eliniinado totalmente del proceso (véase Sec. 5.6). Esta es, tal vez, la de un sonido exte1110 verdadero. Esto representa la fonna inás si1nple de
diferencia más importante entre el procesarniento de información sensoiial activación del 111eca11is1no de i111agi11ació11 acústica. Experi111entos
por robots de «inteligencia artificial» y las «operaciones cognitivas reales» realizados en el ca1npo visual han rnostrado que, por t>je1nplo, la inera
del cerebro: el último tiene un propósito primordial muy diferente de itnaginación de una forn1a geo1uétrica provoca una actividad en la corteza
aquel de los robots y computadoras: ¡optimizar las condiciones para la visual 1nuy similar a aquella producida cuando el sujeto
supervivencia! esa fonna (I-Ierrington y Schneidau, 1968). l-loy existe ev1denc1a
¿Qué es lo que realmente ocurre en el sistema nervioso, desde el punto expeii1nental de que todo el proceso bosquejado en la Fig. 4.30 puede
de vista físico, cuando la información sensorial es procesada y los objetos operar en sentido inverso: cuando se nos <lice que irnaginc1nos una
son representados, reconocidos e integrados en la escena ainbiental? ¿Qué rnanzana roja, se envía un «estúnulo» apropiado desde los lóbulos frontales
ocurre cuando objetos y eventos son imaginados? En la sección 2.9 hacia las áreas de asociación y recepción visual, donde se despliega casi
señalamos que la información sensol'ial (y cualquier otro tipo de la 1nisn1a actividad neural que sería evocada sí csluviéran1os realrnente
infonnación) es codificada en el sistema nervioso en forma de una viendo esa 1nanzana. Un compositor que «i111agina» una secuencia de
distribución espacial y temporal de impulsos eléctricos.23 Definiremos sonidos evoca una actividad nerviosa específica en las áreas de
como la «representación» mental o cerebral de un objeto (visual, acústico, procesa1nicnto acústico idéntica a la que aparecería si reahncnte escuchara
olfativo, táctil) a la distribución específica de señales eléctricas en la red esa secuencia. La actividad ncural específica que se presenta en un proceso
neural de la corteza cerebral, que aparece en correspondencia causal, itnaginativo tarnbién puede ser disparada por un proceso. alucinatorio,
unívoca con el conjunto de rasgos recibidos por los sentidos durante Ja durante un sueño, o por inedia de una cstiinulación elcctrof1siológica del
presentación de ese objeto en particular (Roederer, 1979). Según esta cerebro durante una neurocitugía.
definición, la «cognición)> no es más que la aparíción de una distribución Mientras que en las etapas periféricas e inferiores del proccsarniento
específica de actividad neural en ciertas áreas de la corteza que está en de infonnación nerviosa, grupos relativa1nentc pcqucil.os de neuronas
una correspondencia unívoca con el objeto, evento o concepto que está espaciahnente contiguas ejecutan tareas definidas (por ej., del
siendo reconocido o imaginado. Por ejemplo, las distribuciones de «nliau» en la vía auditiva del gato), en las elapas n1ús avanzadas, incluso
actividad nerviosa que surgen en ciertas áreas corticales por la percepción la n1ás sirnple Je las representaciones dcn1anda la intervcnci6n de ci:-ntos
de los siguientes objetos: una gran manzana roja, un 1nontón de manzanitas de n1i/lones de neuronas corticales de 1nancra siinulti.'inea y cooperativa, y
un pastel de manzana, un vergel de manzaneros, aunque bien no hay contigüidad espacial alguna en la distribución de la actividad
diferentes, contendrían todas un subconjunto de actividad neural cuya correspondiente.24 Estos hechos hacen que Ja verificación cxperirncntal
distribución espacio-temporal sería la 1nis1na, a saber, aque!la que aparece de los-procesos de representación neural de cognicíón sea una cn1presa
en con·espondencia con, y que define, Ja cognición de Cada extremadan1ente difícil. I-Iay experin1cntos, sin einbargo, basadDs en el
vez que reconocemos los tonos de un clarinete (pág. I 7] ), está ocurriendo empleo de microeleclrodos y la registración de potenciales e\'ocados de
una distribución de actividad neural única, y que es la misma para todos patrones n1acroscópicos coherentes de actividad nerviosa en el cerebro, y
los tonos de clarinete. inás recientemente, en técnicas de resonancia 1nagnética nuclear y
El acto de recordar un suceso consiste en la reactivación o «replay» de ton1ografía por e1nisión de positrones, que dan soporte s11stancia! a esta
esa particular distribución o patrón de señales neurales que fueron descripciórÍ.
específicas del evento sensorial original. Cuando este patrón es disparado
por acción externa, por ejemplo, escuchando un tono, reconocemos o significa que cuando se imagina. digamos, un la de
recordamos que este tono proviene, digamos, de un clarinete. Cuando neurnl específica» arriba mencionada1w es un área con lonna de arbo\ en las arcas cortKal.es
esta actividad es disparada internamente (por una asociación o por un visuales de los lóbulos occipitales, sino un conglomerado crnnpieJO,
discontinuo y distribuido de neuronas disparando impulsos. Es la espec1/1c1d1ul de esla
distribución monstruosamente compleja, que es única y que cfectívmncn!c representa la
imaoinación (o percepción real) Je ese ¡írbol. ¿No es maravilloso. el hecho de que no
.1_1 .importante sefialur también .exisle un sistema de infommción llt'uroquímico teng'arnos que preocuparnos de ese horrible «caos altamente que ocurre en
(pepti.do_s cerebrnlcs, endorhnas, etc., hberados por un mecanismo nervioso de secreción nuestro cerebro? Ese hecho se !lama «simplicidad natural de !a lunuou mcntah> ¿No es
especrniizudo) que regula el estado general de la función cerebral (y somática), actuando lógico, por otra parte, que c.on darid.ad el ncural .de h:
como _una sue1te de «control de volumen» sobre ciertos centros específicos del cerebro. representación mental sea necesano tener íanuhan<la?,_Prop.ta de un hsJCu, con co:1ccptlls
Este <le neuromoduladores es «lento» y, en realidad, sólo transmite información tales como funciones de distribución y sus Lransto11nac1ones, p1uccsos no lmeales,
(a travcs de la corriente sanguínea); no procesa infoonación. fcnón1enos cooperativos y teoría del caos?
J 78 4- Generación de sonidos musicales, tonos compuestos y percepción del timbre 4.10 Procesos cognitivos relevantes a la percepción de tonos individuales 179

¿Cón10 f1111ciona todo esto? Desde que los organisn1os superiores tuvieron 0 tocar el famoso ta-ta-ta-taah al sistema y obtener la quinta sinfonía de
que contar 1nás y 1nás con la información adquirida a Jo largo del tiempo de Beethoven completa (n1en1oria distribuida, «Content-adressable»)! iY éste
sus propias vidas y almacenarla en el cerebro, f11e surgiendo la necesidad es el modo, precisamente, en que opera el .
de una men1oria adecuadamente protegida y de rápido acceso. Esto condujo ¿Cómo funcionan en el cerebro el almacenamiento y la recuJ?erac16n
a una n1en1oria distribuida y al 1nodo de representación holológica (Pribran1, («recall») holológicos de infonnación? Durante una fase dete:rn1nada de
1971; J(ohonen, 1988), en lugar de una codificación «fotográfica» de las aprendizaje, las áreas de asociación del cerebro Y los de
escenas ainbientales. Una representación fotográfica sería una en la cual evaluación subjetiva en los lóbulos frontales muestran patrones de actividad
hay una co1Tespondencia «punto a punto» entre los rasgos del estímulo neural disparados por una serie de constelaciones de que llegan
(objeto) y !os rasgos de la distribución de la actividad neural (imagen). En simultáneamente a través de varios canales de entrada diferentes (por
una representación holográfica u «holológica» en nuestro caso, la ejemplo, distintas modalidades sensoriales). vez el
infon11ación sobre cada rasgo (punto) del esthnulo-objeto eS: mapeado sobre aprendizaje, se observa que en los circuitos han tenido lugar
el do1ninio entero de la imagen (como en un hologran1a óptico, dónde la apropiados cambios sinápticos (esto se1lama potenciac1onde largo plazo),
infonnación sobre un punto del objeto es distribuida sobre todo el dominio de tal manera que la constelación-estímulo de un solo canal de
de la i1nagen en la película Un daño parcial en una i1nagen (estímulo condicionado o «palabra clave») será suficien:e para disparar
fotográfica pude conducir a la pérdida total de la información (por ej., recortar el patrón de actividad nerviosa completo que fuera especifico del evento
la cara de la fotografía de una persona), inientras que el daño parcial a un original. En otras palabras, el aprendizaje no está. por el
h0Iogra1na conduce nonnalmcnte sólo a un borroneo, pero no a una almacenamiento 'per se· de información o de imágenes, sino por
elitninación con1pleta de información en la imagen. apropiadas modificaciones de la red neural de de
Ya he1nos señalado en Ja página 77 que en los estadios periféricos de la infonnación25 ; la memoria aparece en la forma de almacenarmento de
vía auditiva hay una organización tonotópica de las señales nerviosas, en instrucciones para el procesamiento de información. Esta es la razón por
correspondencia espacia! (y temporal) con las regíones de excitación sobre Ja cual se dice que el cerebro es un sistema Los
Ja men1brana basilar (por ej., las distintas regiones de resonancia de Ja computación reconocerán que en la operación cerebral no hay n1ngun
producirlas por los primeros siete u ocho annónicos de un tono musical). 'software'·. memoria, instrucciones y operaciones están todas basadas en
Pero a 1nedida que nos desplazarnos hacia el área cortical, esta cambios adecuados en el 'hardware' (Ja arquitectura y eficiencia de las
representación fotográfica, punto a punto, se va perdiendo gradual mente, conexiones sinápticas entre neuronas). La auto-organización es también
y la representación neural se ton1a holológica, proyectando Ja actividad el principio por el Cual operan las «computadoras neuronales» de hoy
de un sol(i punto de la me1nbrana basilar sobre un conjunto grande y (aunque los «cambios de hardware» son to_davía si;riulad?s con
difuso de neuronas. apropiados, es decir, con 'software' apropiado- vease H1nton, 1992). Mas
Una consecuencia natural del modo holológico de ahnacenamiento es información sobre el particular, así como un simple modelo de procesador
el proceso de recuerdo asociativo (Kohonen, 1989). Efectlvamente, el central de altura que opera en forma holológica, podrá encontrarse en el
'replay' de una actividad nerviosa específica puede ser desencadenado Apéndice II.
por causas o claves que no corresponden a la totalidad de las características
sensoriales del evento original; una reactivación parcial de la actividad
neural que se dio durante el acto original de almacenamiento, puede ser
suficiente para disparar la totalidad de la actividad neural específica (por
ej., el fenón1eno de la fun<lan1ental ausente; todas las ilusiones ópticas).
Sistemas cornunes de almacenamiento de infonnación, tales como libros,
cintas 1nagnéticas, registros fonográficos, y películas, operan en el modo
fotográfico de almacenamiento de memoria; para extraer del sistema un
trozo específico de infonnación debemos conocer su dirección (ubicación
o posición en el registro),o bien revisar todo el registro hasta encontrar lo
que buscamos (esta es la razón por la cual este proceso se llama registro is Una demostración cruda, pero muy convincente de esto, está. dada por el hecho de que
de memoria direccional). Pero en un sistema holológico de memoria de Ja densidad sináptica observada en las ár.eas de un ammal mucho de la
complejidad del ambiente en el que el ammal ha v1v1do, y de la de problemas»
música grabada (jque no existe todavía en la práctica!) ¡se podría cantar
requeridos durante su vida.
180
5.1 Superposición de tonos i.:ompuestos 181

5 corr1puestos que suenan simultánea1ncnte, de n1anera tal que las


sensaciones de estos tonos permanezcan separadas.
Superposición y sucesiones de ¡
Cuando se superponen dos tonos compuestos de diferente altura, pueden
darse dos situaciones: o bien la frecuencia fundan1ental del tono 111ás alto
tonos compuestos y la percepción ' es igual a uno de los armónicos superiores del tono n1ás bajo, o bien no lo
es. En el primer caso, el tono inás allo reforzará algunos annónicos
musical superiores del tono 1nás bajo. ¿Por qué, entonces, no percibin1os
sitnple1nente un cambio de tiinbre en el tono niás bajo, en lugar de percibir
« ... se ha convertido en tabú para los teóricos
separadamente el tono más alto del más bajo, y por qué incluso podemos
de la rnúsica preguntar por qué nos gusta discriminar los tiinbres correspondientes a cada uno? Un probleina similar
aquello que nos gusta ... si diferentes personas surge en e1 segundo caso, donde cada tono produce su propia nulltiplicidad
tienen preferencias diferentes, no debe111os de zonas de resonancia sobre la n1en1hrana basilar. distingue
sin1plen1ente ignorar el proble1na, sino nuestro cerebro en la rnezcla resultante cuál secuencia pertenece a qué
intentar explicarcó1no y por qué eso ocurre.» tono? Por ejemplo, consideremos una superposición de lonos co1nplejos,
La2 (l lOHz) y Do#3 (140Hz). Los arn1ónicos de an1bos tonos están
M. Minsky, en Music, Mind and Brain, indicados en la Fig. 5.1 sobre una escala lineal de frecuencias. Cada una
M. Clynes, ed., Plenun1 Press, 1982. de estas frecuencias tiene una región de resonancia correspondiente sobre
la membrana basilar (Fig. 2.8). A menos que haya pequeños ca1nbios en
la intensidad o en la altura (lo cual ocurre en la 1núsica real, véase n1ás
En el curso de los capítulos 2, 3 y 4 hemos ido ascendiendo gradualn1cnte abajo), las células receptoras no tienen la 1nenor clave para decidir a qué
la del procesamiento neural de señales acústicas, partiendo <le los tono pertenece cada una de Jas zonas de resonancia. Por lo tanto, esta
que llevan a la percepción de altura primaria, sonoridad, altura discriminación debe ser ejecutada en un centro rnás allo en el sisten1a
subjetiva y timbre, hasta llegar a la identificación de un instrumento musical. nervioso auditivo.
Del lado de la física, hemos analizado cómo las características del sonido _La altura de los dos tonos es discrünínada por el procesador central de
que llevan a estas sensaciones son generadas en los instrumentos 1nusicales. altura (Sec. 2.9 y Apéndice II). Una capacidad de lo 1nás notable del sistema
.atributos son necesarios, pero de ninguna manera nervioso auditivo es poder distinguir el tilnbre de Jos lonos co1npuestos
ingredientes suficientes de la música. La música está fonnada por sucesiones que suenan simultánea1nente. Ninguna n1úsica sería posible sin esa
Y super/J.osiciones de tonos que transmiten ciertos significados que pueden capacidad. Por ejemplo, supongamos que escucha1nos n1onoauraln1cnte,
ser y comparados en el cerebro. Sin embargo, es con auriculares, el instrumento 1 tocando exactat11er11e el La4 , y al
inuy d1flc1I realtzar un estudio neuropsicológico cuantitativo de estos instrun1ento 2 tocando exacta1ne11te el La5, a práctica111ente el nüs1no
procesos cognitivos y afectivos de más alto nivel neural. nivel de intensidad. La Fig. 5.2 muestra la superposición hipotética. La
longitud total de las barras verticales representa la intensidad total de
cada annónico que rcalrnente llega a nuestro oído. ¿Có1no hace nuestro
5.1 Superposición de tonos compuestos cerebro para mantener estos tonos separados en ténninos de ti1nbre? El
funcionamiento de este n1ecanísn10 de discriminación todavía no se
La música polifónica consiste de superposiciones de tonos compuestos. entiende bien; un elernento ternporal parece tener un rol clave. En prin1er
Incluso en el caso de una sola melodía, corno en la música monódica la
reverberación de los sonidos que llegan a nuestros oídos conduc,írá
140 280 420 560 700
generalmente a la superposición de tonos compuestos. El estudio
psicofísíco -de los efectos derivados de superposiciones de tonos 1 1 1 1 f {Hz)

compuestos dista mucho todavía de ser completo. Esto es verdad sobre·


1 1 1
110 220 330 440 550 660
todo en lo p_ertinente a la comprensión de cómo el cerebro es capaz de
desenmaranar el «embrollo» de frecuencias de diferentes tonos Figura 5, ! Frecuencias armónicas de dos tonos compuestos fonnando un intervalo Je
tercera mayor.
182 5. Superposición Y sucesiones de tonos con1puestos y Ja percepción musical 5.2 Sensación musical de consonancia y disonancia 183

gobierna nuestra percepción auditiva cuando seguimos el discurso de una


persona determinada entre muchas conversaciones diferentes simultáneas
a niveles sonoros similares. Esta habilidad ha sido llamada el «efecto
cóctel party», y muy probablemente use las mismas claves, primarias y
secundarias, que el mecanismo de discriminación de tonos compuestos.
Por último, es probablemente este mismo mecanismo el que nos permite
desenredar los sonidos individuales de una confusa superposición de tonos
•f en una sala muy reverberante (Sec. 4.7). En este último caso, es otra vez
un efecto temporal el que parece tener el rol principal: la «primera» llegada
5.2 Espectr.o de dos tonos compuestos de timhrcs ¡::liferentes (espectros del sonido directo (figs. 4.26 y 4.27) suministra claves que nuestro sistema
diferentes) separados por una octava.
perceptivo usa para determinar Ja real sensación del tono y su
discriminación (efecto de precedencia).
lugar, el co1nienzo (ataque) de dos tonos «Simultáneos» nunca está Tal como ocurre con dos tonos simples, para discriminar dos tonos
perfecta1nente sincronizado, ni el modo en que se configura cada tono se compuestos debe existir una diferencia mínima entre sus frecuencias
de la manera, especialmente cuando los tonos proceden fundamentales. Cuando dos tonos complejos difieren en su altura menos
de d1.recc1ones diferentes (efecto estéreo). Corno se dijo en Ja pág. ] 69, el que el límite de discriminación, pueden surgir batidos de primer orden
d_e un es el atributo más importante para la percepción del (sec. 2.4) entre todos los armónicos. Si por ejemplo ambos tonos complejos
timbre Y la 1dent1ficación del tono (Iverson y Kiun1hansl, 1993). Durante forman un unísono desafinado, con frecuencias fundamentales/¡ y f¡ +e,
esle período transiente, el mecanismo de procesamiento de nuestro cerebro respectivarnente, todas las zonas de resonancia se superpondrán sobre la
capaz centrarse sobre ciertos rasgos característicos del patrón membrana basilar y producirán batidos de diferentes frecuencias. Las
de_ cada _instrumento, y seguir el paso de estos rasgos, aun cuando fundamentales batirán con fecuencia c. los segundos armónicos con
ellos estcn d1stors1onados y borroneados por la señal de otro instrumento. frecuencia 2t, y así sucesivamente. Solo los primeros pocos armónicos
Durante la ejecución, el n1ecanisrno de procesamiento auditivo también son importantes; habitualmente los batidos de la fundamental (E) son los
usa pequeños desvíos en la altura y Ja intensidad (el así llamado efecto más pronunciados. Si superponemos dos tonos complejos formando otros
chort15) que son coherentes para la serie co1npleta de los armónicos de intervalos musicales desafinados, también surgirán batidos de primer orden
cada un(: de los ínstnnnentos (Secs. 4.9 y 4.10). Otras variaciones, más entre los armónicos que se correspondan. Estos batidos son diferentes
pronunc1aclas, que parecen dar importantes claves al mecanismo de (aunque iguales en frecuencia) de los batidos de segundo orden que
del s?n las variaciones periódicas de altura (víbrato) aparecen en las superposiciones de tonos simples cuando fonnan intervalos
Y de intensidad (tre1nolo, v1brato) que se producen (en forma voluntaria desafinados (Sec. 2.6).
o en tonos de n1uchos instrumentos musicales.
Superpos1c1ones de tonos compuestos desprovistas totalmente de estas
leves perturbaciones coherentes dependientes del tiempo - como ocuiTe 5.2 Sensación musical de consonancia y disonancia
juegos múltiples son combinados en Ja 1núsica de órgano- son en
reahdad mucho más difíciles de discri1ninar tímbricamente. Consonancia y disonancia son sensaciones subjetivas asociadas con dos
Lo que probablemente 1nás ayude al mecanismo de discriminación o más tonos que suenan simultáneamente, de una naturaleza mucho menos
la altura como del tin1bre de tonos complejos, es la definida que las variables psicofísicas de altura y sonoridad, incluso la
recibida de una progresión de superposiciones de tonos. En ese caso no del timbre. Sin embargo, la música basada en sonidos de altura definida
sólo pueden ser usadas las claves primarias arriba mencionadas, dadas (tonos) de todas las culturas parece indicar que el sistema auditivo de los
P.ºr las fluctuacíones coherentes en 'timing' y frecuencia de cada tono seres humanos tiene preferencia para determinados intervalos de
sino que será también aprovechable la infonnación «de orden más alto» ¿ frecuencia: la octava, Ja quinta, la cuarta, etc. Lo má<; sígnificativo es que
infon:nación secundaria extraída de las líneas melódicas ejecutadas por estos intervalos son «valuados» en el mismo orden en que aparecen en la
cada («mensajes}} musicales) (véase asiinismo pág. 166). serie de los armónicos (véase fig. 2.19).
111ecan1s1no de discriininación de tonos complejos tiene su Cuando dos tonos compuestos suenan al unísono o a la octava
equivalente (y probable111ente su raíz primordial ) en el mecanismo que perfectamente afinados, todos los annónicos del segundo tono estarán
IX-f 5_ Superposición y sucesiones de tonos compuestos y Ja percepción 1nusícal 5.2 Sensación musical de consonancia y disonancia 185
exacla1nente aparcados con a1mónicos del prin1er tono; ninguna frecuencia que uno va procediendo hacia la cuarta, las sextas y las terceras, la séptima,
{zintennedia>) será introducida por el segundo tono. Esta propiedad pone la segunda, etc., explicaría de este modo la disminución de consonancia
a !a octava en una situación muy especial como intervalo musical (además - o el incremento de disonancia - en estos intervalos. Esta suposición era
de los argu111cntos concernientes a la sünplicidad del patrón vibratoüo, particularmente atractiva porque - como es fácil de demostrar
expuestos en el análisis de supeq1osiciones de tonos sirnples en Ja Sec. rnatemática1nente - para maxi_mizar el número de armónicos coincidentes
). La situación ca1nbia cuando dos tonos cornpuestos suenan a la quinta de dos tonos cotnplejos (y de aquí minimizar aquel de los no coincidentes)
J_usta (ta_bla 5.1). 10dos los annónicos impares de la quinta tienen es necesario que" sus frecuencias fundamentalesf1 y /1 'estén en razón de
!Tccuenc1as que caen entre los annónicos de la tónica; sólo coinciden sus nrínieros enteros, y que estos números sean tan pequeños conio sea posible.
annónicos pares. En particular, el tercer armónico de la quinta, de Efectivamente, si
r . 0
rccuencia :; .l¡, cae «peligrosamente cerca)> de las frecuencias que
co1Tespo1'.del1 al cuarto y quinto armónico de la tónica: sus regiones de
fl " n, m: enteros (5.1)
f¡ /JI
rcsonanc 1a pueden superponerse y originar de este modo balidos 0
1:ugosida<l (Sec. 2.4), incluso si el intervalo dado por las frecuencias el armónico de orden 1n de f ¡' tendrá la misma frecuencia que el armónico
huula1nenláles está perfecta1nente afinado. Construyendo tablas siinilares de orden n de f¡: rrif¡' = 11f¡ (y del mismo modo, el de orden 2 X m tendrá
a la 5.1, el lector podrá verificar que para otros intervalos 1nusicalcs tales la lnisma frecuencia que el de orden 2x n, etc.). Todos los otros armónicos
co1no la cuai:ta, las terceras y las sextas la proporción de armónicos que no coincidirán, y eventualmente originarán batidos si sus frecuencias están
«chocan>> se 111cre1nenta rápidamente y se desplaza hacia los bajos órdenes lo suficienten1ente cerca. La tabla 5.2 muestra los intervalos dentro de la
de los annónicos. 1-Iistóri,·amente, este efecto fue considerado corno la octava que pueden fonnarse con números m y n pequeños y que son
princípal causa ele la sensación ele creciente disonancia en la serie de aceptados en nuestra cultura musical occidental como consonancias (en
intervalos inusicales. un orden de «perfección» decreciente).
Efectiva111ente, desde los tie1npos de von l--Ielmholtz, la disonancia se En base a sofisticados experimentos rnonoaurales y dicóticos (Plornp
solía asociar con el nú1nero. la intensidad y la frecuencia de los am1ónicos y Levelt, 1965) en los que los sujetos tenían que juzgar la consonancia de
que baten, y la consonancia con la ausencia de arrnónicos batientes. En pares de tonos simples y tonos compuestos inarmónicos, se descubrió
otras palabras, se asu1nía que por alguna razón nuestro sistema auditivo que los batidos entre armónicos son el factordetenninante en la percepción
«no gusta de los batidos''· Como resultado, se prefiere, por encima de de ta consonancia. Se presentaron superposiciones de dos tonos silnples
todo, el unísono y la octava justa, porque en estos intervalos todos los separados por intervalos menores que una octava a sujetos no entrenados
arn1ónico.s del tono n1ús alto coinciden exactamente con los annónicos de musicalmente, pidiéndoles que calificaran la superposición como
la tónica. En la quinta, según la tabla 5.l, el tercer armónico del tono o «placentera)>. Se obtuvo un resultado continuo que no
superior puede batir <.:011 el cuarto y el quinto arn1ónico de la tónica. La revelaba preferencia por ningún intervalo en particular. Un ejemplo es Ja
proporción cada vez niayor de pares de armónicos que baten, u medida figura 5.3. Siempre que los tonos simples estuvieran separados por menos
que una tercera menor, el juicio fue «disonante>) (excepto para el unísono);
los intervalos iguales o mayores que la tercera menor fueron juzgados
Tabla 5 ! Comparación de los primeros
armónicos de ¡Jos tonos compuestos
sepaiados con una quinta. líneas continuas· Tabla 5.2 Razones de frecuencias de los intervalos musicales.
posibles pares «batientes,,.
Razón de frecuencias
Tónica Intervalo
Quinta justa (11/111)

¡, lll Unisono

Consonancias uper!ectas" 2/1 Octav-,;


{ 312 Quinta
41} Cuaria
513 Sexta mayor
Tercera mayor
Consonancias «imperfectas" S/4
{ 615 Tercera menor
815 Sexta menor

Lj
\
186 5. Superposición y sucesiónes de tonos compuestos y Ja percepción musical 5.2 Sensación musical de consonancia y disonancia 187

Tercera Tercera alcanza valores máximos para tonos cuyas frecuencias funda1nentales
mayor
satisfagan la condición (5.1): la altura de los picos (grado de consonancia)
Cuarta Quinta
sigue, aproxilnadamente, el orden decrecienle dado en la tabla 5.2:
que es más, en vista de la dependencia entre el. ancho de banda_ cnt1ca
y la frecuencia (Fig. 2.13), un intervalo 1nus1cal detern11nado tiene. un
grado de consonancia que varía a largo del de
Específicamente, al desplazarse hacia las frecuencias mas haJas, un
intervalo musical determinado va siendo cada vez n1cnos consonante: un
hecho bien conocido en la música polifónica, donde en el registro grave
se usan príncípahnente octavas y, eventuahnente, quintas, pero no terceras.
El grado de consonancia también depende del tin1bre o espectro de los
tonos componentes, es decir, de la intens;dad relativa de los pares de
armónicos superiores perturbadores. Esto, también, es bien en
400 450 500 550 600H, música: hay con1binaciones de instru1nentos que se «mezclan» 1ne.Jor que
L Frecuencia del
tono más grave
Frecuencia de! otras. Incluso es importante el orden en que dos ínstnn11entos definen un
tono más agudo intervalo. Si por ejemplo un clarinete y un violín suenan a un intervalo de
Figura 5.3 «Indice» de consonancia de superposiciones de dos tonos puros (seo-ún Plomp tercera 1nayor, con el clarinete tocando la nota inferior, el prin1cr par
y Levelt, 1965). "'
disonante de annónicos será el séptimo armónico del clarinete con el
sexto armónico del violín (porque los modos pares n1ás bajos del clarinele
más o menos como consonancias, independientemente de la actual relación están n1uy atenuados, secciones 4.4 y 4.5). Este intervalo suena "suave».
1
de sus frecuencias . En realidad, la forma de la curva depende de Ja Sí, en cambio, tene1nos a] clarinete tocando e! tono superior, el lerce.r
frecuencia absoluta del tono fijo. Todo esto se debe a la sensación de armónio de este último chocará con el cuarto armónico del tono de violín,
rugosidad de los unísonos desafinados y a la banda crítica discutida en Ja y el intervalo sonará «áspero».
sección 2.4. Podemos sintetizar los resultados de estos experilnentos de En su teoría sobre la percepción de consonancia, T'e.rhardt {1974) postula
la manera siguiente: 1) Cuando la frecuencia de los dos tonos simples cae que la música basada en sonidos de aJturadetenninada (tonos) está l:asada
de _la banda crítica, el intervalo correspondiente de tonos simples en Jos mecanis1nos de reconocitniento de patrones que operan en el s1stc1na
considerado consonante. 2) Cuando las frecuencias coinciden, el juicio auditivo (Seccs. 2.9 y 4.8). Uno de estos - el procesador central de altura-,
sera <(perfectamente» consonante. 3) Cuando la frecuencia de los dos tonos responsable de la extracción de una sensación de altura ú.níca a partir de
si1nples difieren en una cantidad comprendida en el _rango que va desde la co1nplicada distril;>ución de la actividad neural producida PL?r un tono
alrededor de un cinco a un cincuenta por ciento del ancho de la banda 1nusícal, loma conocimiento de las relaciones específicas que cx1slcn enlre
crítica correspondiente, el juicio será «no consonante». Llamaremos las zonas de máxima resonancia y los focos de actividad neural resullantes
«disonancia básica» a un intervalo de dos tonos simples que cae dentro producidos por Jos prilneros seis a ocho dicho tono (
de esta última condición. 4.8). Los intervalos correspondientes de altura pr11nana (octava, quinta,
Volvamos ahora al caso musicalmente más significativo de dos tonos cuarta, tercefa n1ayor, tercera menor) van haciéndose «fan1iharcs:-> al
con1puestos que suenan simultáneamente, y apliquemos individualmente procesador central del sistema auditivo y transmiten signUicados tonales
los resultados de arriba a cada par de armónicos vecínos superiores. Si a todos los estímulos exten1os cuyas frecuencias (funda1ncnta!cs) guardan
sopesamos el número de pares que son más o menos consonantes (véase tales relaciones (Apéndice II) 2. Según esta teoría, tanto la rugosidad
más arriba caso 1) y perfectamente consonantes (caso 2) con el número
de dísonancias básicas (caso 3), puede obtenerse un «índice de
consonancia» para cada intervalo de tonos compuestos (Plornp y Levelt, -'Si esta hipótesis de que el procesador central de altura es una unidad ncurn! que debe
1965; Kameoka y Kuriyagawa, 1969). Puede demostrarse que este índice a extraer información significativa de_!os tonos compucsfo_s (Terha1Jt,
f1f!l'Cl!lÍer
Sec. 2.9) fuese correcta. podrín tener consecucncrns mteresantcs. Por CJ?mp!o, uno pod11a
reaprc11dc1·un nuevo conjunto de pcr1cnec1cntc.s,_d1gamos, a
1
una cl<ise determinada de tollos inannómcos, con la pos1b1!Jdad de constnur r:scalas )'
Los músicos entri;;nad?s excluidos de est_e experimento, porque ellos hubieran tenido esquemas torrnlcs enteramente nuevos (Terha_rdt: l 974). un punto vista mas
una fuerte tendencia a 1dent1hcar las consonancias sobre la base de su experiencia musical. práctico, esln capacid_ad intrínseca de aprcnd1za.1e ncreccntnna las C.\pcctallvas para el
'')º )_ Jupcrposición Y de tollos compuestos y Ja percepción musical 5.2 Sensación musical de consonancía y disonancia 189

n1ínin1.a_ con10 el significado tonal tienen un rol deterniinante en Ja existe ningún equivalente de esta propiedad en otras modalidades
de consonancia subjetiva. Sin ernbargo, en vista del fenónieno sensoriales. Obviamente, está relacionado con esa propiedad clave de la
1k: de altura de los am1ónicos componentes percibidos todopoderosa octava: de tener todos sus armónicos coincidentes con
(Pª?S· 167), ?os
principios pueden impartir armónicos superiores (de orden par) del tono más bajo. No hay ningún
u1st1ucc1ones contranas y, en .s1tuac1ones musicales reales, forzar al otro intervalo musical que posea esta propiedad (exceptuando al unísono,
procesador central a nn co1npro1niso (Terhardt , 1974) . L a af.-inac1on ·, por supuesto). En términos generales, la existencia del croma, es decir,
que se prefiere para los pianos (co1nparada con la escala del hecho que las alturas que difieren en una octava tengan un grado de
1gualn1e11te te1:nperada, Sec. 5.3), y el hecho observado de que la nota más similitud idéntica a aquella del unísono, indica que el proceso de
a!la. de intervalo 1nelódico de tonos sucesivos se entona rcconocinliento de patrones en nuestro sistema auditivo responde de alguna
aguda (Sec. 5 .4 ), pueden ser ambos un resultado de rnanera «especial», tal vez simplificada, al presentársele las octavas.
este con1pron11so. Obsérvese de nuevo que la octava es el primer intervalo en la serie de los
Existen .factores 1nás complicados que influyen en Ja sensación de armónicos, y que tiene una frecuencia fundamental de repetición idéntica
notable1nente la experiencia y el entrenamiento, así conio a la del tono más bajo. Cualquier otro intervalo musical consonante (quinta,
el pre.ru1c10 resultante (es decir, Ia tradición n1usica1). Es interesante cuarta, etc. ) tiene una frecuencia fundamental de repetición asociada
los intervalos 1nusicales, como ingredientes (relaciones (2.7]) que no está presente en ninguno de los dos tonos del
e_xpl_1c1tos, han sido «aceptados» gradualn1ente en nuestra estín1ulo original. Si recordamos cómo pcx:lría "funcionar el procesador de
L'.lvd1zac1on occ1dcntal, y esta siguió un orden que se parece altura (Sec. 2.9 y Apéndice JI), nos damos cuenta que, siempre que se
1nucho al dado_ la tabla 5.2. Esto parece sugerir una gradual tolerancia presenten dos tonos complejos cuyas frecuencias fundamentales f1 y f2
de nuestra hah1!1dad de procesa1niento auditivo. Desde luego, esto no fue estén formando un intervalo musical, Ja salida [output] del procesador de
el de una evolución biológica, sino inás bien el de una altura debería contener dos señales prominentes, (correspondientes af¡ y
.sol1strcac1,on de Jas experiencias de aprendizaje a Jas cuales Jos seres f2), más otras señales menos prominentes que representan la frecuencia
hun1Jnos a lo largo del tiempo. Este desarrollo, así coino de repetición (2.7) correspondiente al par de primeros armónicos def¡ y
en un todo •. procedió .escalonadamente, por saltos; J2 y sus múltiplos (Apéndice Il, Fig. Ail.2). Bajo condiciones normales,
'. 0e e la de un genio revolucionario que tuvo la osadía de estas señales adicionales son descartadas como sensaciones de altura,
1nnov<.1c1ones, que requerían operaciones de procesanliento cada proceso que requiere una operación adicional de filtrado. Nótese, sin
__ P'.trte del cerebro, y fue el carisma del genio Jo que embargo, que esta operación adicional no es necesaria cuando el intervalo
se necc.sHo pcttd pc1suadir a la gente a aprender, y de este 1nodo a ace tar presentado es una octava, ¡porque no se presenta ninguna tercera señal!
y presen·,1r, estas atrevidas innovaciones. p (Fig. AII.2). De hecho, el «significado tonal» arriba mencionado puede
l-Iasta ahora hen1os considerado intervalos 1¿,:rt1ales o más pequeños ue estar estrechamente relacionado con el nún1ero, la intensidad y posición
la octava. Para iniervalos grandes (por e1· Do (' ¡ ) ¡ b. q de señales <(parasitarias» a Ja salida del procesador de altura. Cu<u1to más
.. , , . . . . , · 3 - dO 5 , es 1a Hual
tl.lnspoit.u el tono 1nas alto a las octavas infedores {Sol _Sol -!J'ol ) compleja sea la multiplicidad de estas señales (es decir, cuanto más
hasta obtener un intervaln más pequeño que la octava cho -0t1 ) t.1 complejo sea el de vibración sonoro), tanto «más bajo» será el
grad¡:1 de consonancia del último intervalo es significado tonal de la superposición original de tonos.
a del intervaJo original. F..sta propiedad cíclica de los Finalmente, cuando tres o rnás tonos suenan juntos, es habitual analizar
Intervalos c¡ue se 1:ep1te en las sucesivas octavas ha sido llamada el el acorde resultante en pares de tonos, considerando individualmente sus
1nus1cales. Es una propiedad básica que asigna un rango valores de consonancia. Es obvio que, cuanto más tonos compuestos sean
s11n1la1 a todos los tonos cuya altura difiere en una 0 más octavas y qu combinados, tanto más complicada será la configuración de zonas de
.lla1ne111os a todos e.sos sonidos con el mismo noiübre'. ¿Qu: resonancia originada sobre la membrana basilar. Habrá cada vez mayor
cosa es J de este cunoso carácter cíclico de Jos tonos inusicales superposición, al punto de llegar a una situación en que todas la células
que se replle cada octava (cada vez que Ia frecuencia se dupJica)? receptoras sobre una amplia región de la membrana basilar responden al
mismo tiempo. A la luz de las varias teorías sobre la altura (Secs. 2.9, 4.8,
Pr?te_:>is para sordos, basadas en el implante de micivelertrodoi· y Apéndice II), podemos esperar que también en este caso, el grado de
. tv1tcnlras que el patrón espacial de actividad de estos im Ja. t
ac{lsf1co. · consonancia (o de disonancia) puede estar relacionado tanto con la
".tfen111dame11te difícil de p1.·edetenni11ar la ínter1iretació¡¡ ele los . 1 · d p ?s
11odu
1 ,· ¡ , d ·' . . ' pn rones e exc1tac10n proporción de armónicos que baten como con el número, intensidad y
LK os po 11a ser aprendida ¡ior el central del paciente.
190 5. Superposición y sucesiones de tonos compuestos y la percepción musical 5.3 Cons!ruycndu escalas musicales 191

posición de señales parasitarias a la salida del procesador de alturas. Nótese


que la tríada mayor es una combinación de tres tonos cuyos componentes,
tomados de dos a la vez, producen frecuencias de repetición que sólo
difieren de la tónica por octavas (es decir que tienen el mismo croma).
Existe sin embargo un límite para la inteligibilidad de superposiciones
de tonos. Cuando los patrones vibratorios son aleatorios (o sea, cuando se
destruye su periodicidad), o cuando su complejidad excede cierto umbral,
el mecanismo de procesamiento nervioso simplemente se rinde: no puede
establecer sensaciones definidas de a1tura o timbre. La sensación resultante
se llama ruido. Cualquier oscilación no periódica de la presión conduce a
la sensación de ruido. Sin embargo, el ruído puede ser altamente organizado.
Fig. 5.4 Primer conjunto de intervalos <.:onsonnntcs obtenidos en el proceso tic p:C'ner;1ción
Del mismo modo que una oscilación periódica puede ser analizada en una de una escala justa (ver texto).
superposición discreta de oscilaciones armónicas puras de frecuencias que
son múltiplos enteros de la frecuencia fundamental (Sec. 4.3), las vibraciones
aperiódicas pueden ser analizadas corno una superposición continua-de
vibraciones puras a todas las frecuencias posibles. Según sea la manera en l. La escala justa
que ·1a intensidad es distribuida en las frecuencias posibles obtendremos
diferentes espectros de ruido. El ruido tiene un rol c]ave en la formación de Empezamos con un tono de frecuencia f¡ que llan1an1os dr/i. El pri1.ner
consonantes en el habla. El ruido también desempeña un rol importante en paso obvio es introducir la octava superior, que indicaren1os do'. Esto
música; la importancia de los componentes de ruido de los instrumentos de produce el intervalo n1ás consonante de todos. El siguiente paso obvio es
percusión es obvia. Está también demostrado que el ruido detectado en las
primeras décima.q de segundo en un sonido de piano o de clavecín es un agregar la quinta, de frecuencias f.ti . que 1lan1an1os snf. da dos
elemento básico en el proceso de reconocimiento. El efecto de los ruidos nuevos intervalos consonantes, además de la octava, de razones de
de los espectros controlados electrónicamente sobre nuestro sistema auditivo
4
está siendo estudiado ampliamente por medio de sintetizadores. Un vasto y frecuencias - sol) y (la cuarta sol - do'), rcspcctiva1nente. Para e-1
nuevo territorio de sensaciones auditivas (¿música?) está siendo revelado 2 3
próximo paso hay dos posibilidades, si queren1os obtener un n1áxi1no
(véase también Sec. 5.7).
5 . 6
nún1ero de intervalos consonantes. Estas son las notas .11 o f1, que
4 5
5.3 Construyendo escalas musicales 1lama1nos nú y núb, respectivamente. Nosotros elcgire1nos la pri1ncra
posibilidad, el 111i, porque esto garantizará un número de consonancias de
Con fin puramente práctico, definamos una escala como un conjunto grado más alto. La figura 5.4 muestra los intervalos que resultan, todos
discreto de alturas dispuestas de manera tal que se obtenga un máxi1no ellos consonantes. Las notas do- nú- sol constituyen la tríada 111ayor, piedra
nú1nero posible de combinaciones consonantes (o un mínimo número de fundamental de la armonía occidental (la segunda posibilidad f1 o 11úh.
disonancias) cuando dos o niás notas del conjunto son tocadas juntas. hubiera originado la triada n1enor).
Con esta definición, y teniendo en mente la tabla 5.2, es posible generar a Podemos seguir «introduciendo» notas, intentando en cada paso
la vez dos escalas, de una manera casi inequívoca, dependiendo de si se mantener el número de disonancias a un 1nínimo y el número de
tienen en cuenta todos.los intervalos consonantes, o si solo se consi9erarún consonancias (tabla 5.2) a un máximo. Esto nos lleva a la escala diatónica
las consonancias perfectas. En el primer caso obtenernos la escala justa; ;usta de siete notas en la octava (fig. 5.5). Estas siete notas pueden
3
en el segundo, la escala pitagórica . ,proyectarse a las octavas superiores e inferiores para formar la escala
1
diatónica completa, a lo largo de todo el rango de alturas audibles.
Aquí concebimos una escala (también !Jamada temperamento) como un conjunto de
tonos con relaciones de frecuencia definidas matemáticamente. Esto debe ser distlngiüdo
de los diversos modos de una escala, definídos por el orden particular en que los tonos y 4·La notación del solfeo do- ,.e. mi· fa· sof· la- si- do es usada aquí para determinar la
los semitonos se suceden entre sí. posición relativa en una escala (es dCcir, el croma), no Ja altura real.
102
5. Superµosidón y sucesioues Lle tonos comrmcstos y la percepción musical
5.3 Constn1yendo escalas musicales 193

¿y_y t '°'"'"'"'
do rn mi fa 'º' 1, .
t1
\
do

11, 9/g 5¡4 4¡3 3¡2

Figura 5.5 Escala Justa diatónica. ,,, 312 27¡16 243/128 2/1
,,,
do
. en fig. 5.5 los dos intervalos con razones cercanas de Figura 5.6 Escala diatónica pitagórica.
8 Y representando tonos enteros. El intervalo !Q. define
el se111itono. Con las notas de esta escala toniada·· en par·es 15 d
f . .. · · · ' ,, po etnos desde el sol para obtener el re ( -3x-
3 f¡ = -9 f ), y una quinta
" hac1a
" arn"b a
01, _16 1nlervalos 1O intervalos disonantes (séptimas 4 2 8
1

1nc11ore.s Y 1nayores, quu1ta d1s1n1nuída, tonos, semitonos) y _ desafor· 3 9 27


desde esta última nota, para llegar al la (:lx¡¡Jj =]6Jj). Finalmente
tunada1ne11te-dos «desafinadas»: Ja 1,5% demasiado grande
llenamos los espacios que quedan saltando una cuarta hacia abajo desde
n1t'nor re -fa ( l Y la l ,9% demasiado chica quinta re - la ( ..:!Q ).
y tal vez lo 1nás itnportante, cahe subrayar que con la
el la para obtener mi ( x ¡ f1= J; ), y una quinta hacia arríba desde

do-
Justa fonnar tres tríadas mayores justas: do- mi- sol
re- sol- s1; dos tríadas rnendres justas: nii- sol- si y do- mi- la'
este mi para llegar al si ( x i fl Jj = / 1). El resultado es la llamada
Y una tnada n1l."'11or desafinada: re- fa- la ' escala pitagórica (Fig. 5.6). Nótese que hay solo un tipo de intervalo entero:
. la de desjguales entre notas vecinas, el tono pitagórico, de razón de frecuencias
8
2. (igual al tono «chico>> de la
es ,posible
, i:ont1nuar u11ple1nent'ando
· esta escala• , p·irti"eiido
, - ¡as d.1s t anc1as
·
. ) El. l 265 l . d. - . . . - --.- _ , ,
rnas grandes (tonos enteros) en dos sernitonos cada una. Desafortu- escalajusta .., interva o 243 es e semztono 1aton1co pctagonco. -
nadan1_ente. los nuevos intervalos que resultan van siendo cada vez [ Podemos convertir esta escala en una cromática, continuando por saltos
co111plicadus (por ej. varías clases de serni.tono, ,' n:ias ascendentes o descendentes en cuartas y quintas justas. De este modo
f ·· - : ' · s, mas consonancias
( las clecc1ones no son únícas, y se obtienen diferentes valores obtenemos/a# (una cuarta debajo del si); do# (una cuarta abajo del fa#);
t:;ara las así llamadas equivalencias enannónicas do#_ reb sol# (una quinta arriba del do#); sib (una cuarta arriba del fa), y m.ib (una
ie-# ·· 1111b, etc.1 n1tando de 1nanteneral máxitno Ja proporción de cuarta arriba del sib ). De esta manera aparece un nuevo tipo de semitono
(por ej., fa- fa#) definido por la curiosa razón de frecuencias 2187/2048,
cias posibles, se introducen las siguientes notas: inib (6_1.l -·b (')f.)
y . S 1, Si llamadase1nitono cromático pitagórico. Este procedimiento, al continuar-
' ,.:._) . 8 - 21
45 - 5 1'
sol# ( 16 .11 l ( 0 lah, 5f1 ), do# ( ----=---1; ), Y fa# (· Ji). EI resultado es una se, vuelve a conduCir a equivalencias enarmónicas de diferentes frecuen-
etca/1 -. , · · · d e 12 notas
· - 1 (_Jo11u111caJusta, 24 en la octava. 32 cias. Particularmente, si continuamos procediendo por saltos ascendentes
y descendentes de cuartas y quintas volveremos a nuestro do inicial -
¡pero no exactamente! En otras palabras, vamos a llegar al equivalente
enarmónico «si#)), cuya frecuencia no es igual a la del do' (= 2f¡).
2. La escala pitagórica De esta forma, basándonos en algunos principios «lógicos)), hemos
Ahor.a varnos a restringir a las así llamadas consonancias perfectas generado dos escalas, cada una con sus propios problemas. El más serio,
la quinta Jllsta y la cuarta jusla (y la octava, por supuesto), de lejos, es cornún a ambas y consiste en el hecho de que con estas escalas
una escala sobre la base de estos intervalos exclusivamente Pod sólo puede tocarse un grupo muy reducido de tonalidades sin caer en el
proceder de I . . . en1os problema de consonancias desafinadas. En otras palabras, ambas escalas
, , · , a n1aner:i. Después de introducir el sol nos
despl<1zan1os una qu1nta3usta hacia abai·o desde el d ' · t· d · 1 in1ponen serias restricciones a la transposición y a la modulación. Esto
, 2 4 · o para 111 10 ucir e ya era bien conocido en el siglo diecisiete. Con todo, no hay duda de que
ta ( 3- x 2J; '- " 3 f1 ). Luego nos desplazamos una cuarta justa descendente estas dos escalas imprimen un carácter muy específico cuando se toca
música en instrumentos afinados sobre ellas; pero el tipo de música que
se puede ejecutar es extremadamente limitado.
194 5. Superposición y sucesiones de tonos compuestos y Ja percepción musienl 5.4 L<i escala standard y el standard de altura 195

«Contiene» un intervalo dado de razón de frecuencias r, debemos detenni-


3.La escala de temperamento igual nar cuántas veces debemos multiplícar e por sí nlisrno para obtener r:
Se hizo evidente la necesidad de una nueva escala, la cual, con un (5.4)
con1promiso razonable, cediendo algo en lo que se refiere a la «justeza»
de los intervalos, nevaría a intervalos iguabnente espaciados, sin importar 11es entonces el valor de rexpresado en cents. Por dzfinición, un sen1itono
Ja tonalidad particular. En otras palabras, un semitono tendría Ja misma temperado son cien cents, un tono tetnperado (s ) son 200 cents, una
razón de frecuencias, se trate de do - do#, de 111i - fa, o de la - sib, y una quinta temperada (s1) son 700 cents, etc. c.l valor en, cent:
quinta sería la misma, ya se trate de fa - do' o de do# - sol#. Esto llevó a de cualquier otro intervalo debemos usar logantluos. le11tendo_ en cucntcl
la escala ten1perada, que recibió el ferviente apoyo de nada menos que ]as propiedades descriptas en la sección 3.4, tonu111do loganttnos a la
J.S. Bach, quien compuso una colección de preludios y fugas (<{Das relación (5.4) obtenemos n log e= log r. Por lo tanto
Wohlternperierte Clavier») con el propósito específico de sacar el máximo logr
provecho de las nuevas fronteras abiertas por la posibilidad de carr1biar, 11 = -- = 3986 Jogr (5.5)
sin restricciones, de una tonalidad a otra. 1ogc
En la escala temperada Ja razón de frecuencias es la mlsrna para los 12 Usando esta relación, encontramos los valotTS en cents ele los diversos
semitonos entre do y do'. Llamemos s a esta razón. Esto significa que: intervalos consonantes dados en la tabla 5.3.
fcto# = sfdo, Íre = sfdo# = s2fcto. · · · .fcto" = s 12fcto•
Desde que sabernos que.fdo' = 4fdo (¡solo la octava es mantenida como
intervalo justo!), Ja potencia duodécima des debe ser igual a 2. O sea
5.4 La escala standard y el standard de altura
s= •rz = 1,0595 cs.2) La escala temperada ha sido usada por más de doscie!.1tos afios Y se
Esta es la razón de frecuencias del senútono ternperado. Las frecuencias convu· ·1·10- de hecho en la escala ¡1atrón a Ja curi! se ahnan todos. .los,

con·espondlentes a las notas de la escala cromática temperada son las instn.1n1entos con notas de altura fija. Sin cn1bargo, Jes_dc s11 apanc1on
potencias enteras de s multiplicadas por fdo· La tabla 5.3 muestra las hasta el presente, esta escala Iui sido el blanco .de críticas. Lo que se
razones de frecuencias de los intervalos consonantes en las tres escalas. cuestiona principaln1ente es la ''no justeza,> de !os 1ntervalos
Es· conveniente introducir una subchvisión standard del intervalo básico especiahnente las terceras y sextas (tabla 5.3 ), las cuales e_fcct1van1_ente
de la escala temperada con el fin de poder expresar numéricamente las suenan algo desafinadas al ser escuchadas con atención y pers1slcnten1ente,
pequeñas diferencias entre los intervalos pertenecientes a las diferentes en particular en el registro bajo.
escalas. Esta subdivisión se usa para describir pequeños cambios de Co1nparemos entre sí las escalas en la sección. previa.
frecuencia (vibrato), cambios en Ja entonación (altura), y desafinación de Indudable1nente, para una tonalidad detern11nada, la escala es
notas o intervalos. El procedinriento 1nás aceptado hoy día es dividir el {<teóricamente» la escala perfecta, dando el n1áxiino niín1cro posible de
semitono temperado en 100 intervalos iguales , o, Jo que es lo mismo, combinaciones de intervalos justos o puros (o sea, intervalos que no
divídir Ja octava en 1200 partes iguales. Dado que lo que define un intervalo
musical es la razón de frecuencias fundamentales de sus tonos co1nponentes Tabla 5.3 RazÓncs de frecuencias y vnlores en cents de los inlerva!us musici!cs, las
(no su diferencia), lo que debernos hacer aquí es dividir la razón de tres escalas considcrndas en el texto.
frecuencias del semitono, es decir, dividir s (5.2), en 100factores iguales e:
Escala j1lsta Escala pitagórica Eorala temperada
cxcxcx ..... Xc=c 1 ºº :::::s Intervalo Razón Ccnts Razón Cenls Razón Cen1s
lOOveces Octava 2.000 1200 2.000 1200 2.000 1200
En vista ele la relación (5.2), el vaJor de c resulta Quinfa 1.500 702 1.500 702 1.498 700
Cuarta 1,333 498 1,333 498 1,335 500
Tercera mayor 1.250 386 1.265 408 1,260 400
e= (5.3) Tercera menor 1.200 316 1,184 294 1.189 300
Sexta mnyoi 1.667 884 1.687 906 1,682 900
La unidad de esta subdivisión se llama cent. Para determinar cuántos cents Sexta 1nenor 1.600 814 1.580 792 1,587 800
l 9ü 5. Superposición y sucesiones de tonos compuestos y la percepción musical
5.4 La escala standard y el standard de altura 197
generan batidos). Por esta razón, la escala justa debería ser tomada con10
. ,s
una especie de escala de referencia; es precisamente por eso que la hemos cantadas 0 tocadas, en promedio, aumentando la de la nota
introducido en prin1er lugar. Pero cabe preguntarse lo siguiente ¿Le importa Más que revelar la preferencia por una escala determ1na?a pltagonca),
reahnente a nuestro sisten1a auditivo que los intervalos no batan? Además, estos experimentos señalan la existencia de universal,_
¿sacrificaríamos las posibilidades de transposición y de modulación a entonces inesperada, a cantar o tocar todos los Intervalos
ca1nbio de obtener estos intervalos puros? Doscientos años de historia subiendo fa entonación de las notas superiores. entonac1on
1nusical han contestado, sin titubeo, con un fuerte y claro ¡no! Así que 'agrandada' podría ser causada por el ligero desplazamiento de altura
poden1os dejar de lado a la escala justa. primaria de Jos componentes armónicos de un musical (Seccs. 4.3 Y
La escala pitagórica puede ser un paso hacia adelante (nllentras las 5.2), lo cual lleva a un registro «levemente equivocado» el procesador
quintas y cuartas se mantienen como intervalos justos, las tercer.is y sextas central de altura (para un análisis reciente y
están desafinadas levemente, tabla 5.3), pero todavía sigue presentando 1993). Otro resultado de estos experimentos, tal vez mas s1gn1ficattvo, es
li1nitaciones a la posibilidad de transporte y modulación. Ha habido otras el hecho de que las flUctuaciones de de una nota da?a son muy
escalas, introducidas con10 rnodificacíones leves de la escala pitagórica, grandes a lo largo de una ejecución. Esto incluye tanto el como
que nosotros ni siquiera vamos a mencionru·. Ninguna de ellas ha logrado las variaciones de la altura media de una nota dada, a med1da ésta
desplazar a Ja escala te1npcrada, que sigue siendo aceptada universalmente reaparece en eJ curso de la misma pieza de música. Estas
co1no el 1nejor compro1niso. de altura de una misma nota escrita, cubren un rango de mucho
I-fa habido intentos de dilucidar experimentalmente fa cuestión de cuál mayor que aquel determinado por las diferencias de :ri:-cuencla entre
es real1ncnte la escala preferida por el sisten1a auditivo (dejando a un lado escalas diferentes (tabla 5.3); ¡en realidad, hace que estas ultimas no tengan
la cuestión de la n1odulación). Hay dos modos posibles de encarar el ninguna ímportancia práctica! De manera todos
proble1na: 1) lfsar instrumentos de frecuencia fija (piano, órgano), y apuntan al hecho que los intervafos mu.su:ales son co1!1o
coinparar cuidadosamente las impresiones subjetivas al tocar una categorías; las fluctuaciones o diferencias de entonac1on reales son .
detenninada pieza de música sucesivamente en inst1umentos de la misma fácilmente ignoradas. .
clase, afinados, respectiva1nente, a distintas escalas. Desde luego, Ja pieza Hasta ahora hemos tratado de intervalos, es decir, de razones de
debería ser nn1y sirnple, sin modulaciones a tonalidades lejanas. El frecuencias.¿ Qué decir con respecto a la altura absoluta per se? vez
instnunento, por otra pa1te, debería ser del tipo co1no el órgano. cuyos que una escala ha sido adoptada, es suficiente .1ª. frecuencia de
sonidos no presentan caída, con el fin de que los batidos o la rugosidad se una sola nota, no importa cuál. No obstante.' si ex1g1!nos que los
presenten con 1nayor claridad. 2) Medir experimentalmente el promedio · strumentos de frecuencias fijas sean fácilmente 1ntercamb1ables en todo
de frecuencias de las altun1s elegidas por los cantantes o por ejecutantes la adopción de una altura «patrón» debe sobre la base
de instru1nentos de frecuencia variable (cuerdas), y determinru· si prefieren de un acuerdo. Se ha convenido en establecer una frecuencia
uno u otro te1npera1nento. de 440 Hz para el «la central» del (04). la apanc1on del
El segundo enfoque es 1nás apropiado para aportar resultados diapasón de horquilla, en el siglo d1ec1s1ete, dtsttntos. standards
cuantitativos, n1edibles. Inst1u1nentos electrónicos pueden determinar con frecuencias han sido usados.A lo largo de los últimos dos siglos, el patron
gran precisión la frecuencia instantánea de los tonos ejecutados. Los de frecuencia fue subiendo gradualmente desde alrededor de 415 Hz hasta
6
intervalos inusicales a exa1ninar de cerca son la tercera 1nayor y la sexta tanto como 461 Hz . Solo podemos esperar que el patrón actual se
mayor, pues son los que presentan las diferencias más pronunciadas de mantenga constante.
una escala a otra (tabla 5 .3). Obsérvese especialmente, que Ja nota superior
en arnbos intervalos resulta ser baja en la escala justa y aguda en la escala
pitagórica (con respecto a la escala te1nperada). Los resultados
experin1entales muestran convincente1nente que, en general, cantantes e 5 Existe un efecto recíproco: los intervalos justos son juzgados cmno sonando demasiado
instrumentistas de cuerda, ejeculan estos intervalos subiendo Ja entonación 'b.ajos' (Terhardt y Zick, 1975).
de las notas superiores de dichos intervalos (Ward, 1970). Esto parece " Esto tiene consecuencias serias para instrumentos históricos t?davía se
señalar una prefere11cia por la escala pitagórica. No hay, sin e1nbargo, que esrán usando en Ja actualidad. Un violín Stradivarius, por ejen:ipio, construid? te
sobre la base de un standard de frecuencia de 415 Hz, hoy tiene que ser atina o to,
apresurarse en sacar conclusiones: ¡los mismos experi1nentos indican que ¡0 cual implica una mayor ten.rión en sus cuerdas_(relación. .. Esto
también !as quintas y las cuartas, e incluso la omnipotente octava, fueron (espectro) del tono. Un órgano barroco, construido tambien para un Lt.1 -
4
, zd
subírsele la afinación a La 4 = 440 Hz, tiene _que !ener s.us tubos corta os
parcialrnente, con el fin de acortar el largo efectivo de los mismos (relacwn [4. 6J).
198 5. Superposíción y sucesiones de tonos compuestos y la percepción musical 5.5 ¿Por q11é lils escalas mnsicall';;'I 199

En la escala temperada, todos los intervalos del mismo tipo (por ej., frecuencias. Podemos detectar cainbios de frecuenüi di111inu1os; la DAP
quintas, terceras mayores, etc.) son exactamente la «misma cosa», excepto es típicamente del 0,5% o menos (Fig. 2.9). Sin en1bargo, la 1nü.sica
en lo que se refiere a la altura reaJ de sus componentes. Una melodía occidental (y la de la niayor parte de las otras culturas) está basada en
tocada en Do mayor no es en ningún aspecto diferente a la rnis1na melodía escalas, es decir, en transiciones y supe1vosíciones de tonos que difieren
tocada en !?e mayor (salvo en lo que se refiere al rango de alturas cubierto). entre sí en más de veinte veces el u1nbral de nuestra capacidad de
La idea de que ciertas tonalidades tienen cierto «carácter» o «Color» no resolución de frecuencia. ¿Por qué no hace1nos música con can1bios
reviste ningún fundamento psicoacústico, como ha sido demostrado por continuos de la allura, que suenen, por ejen1plo, cotno !as 1<cancioncs» de
experimentos realizados hace ya mucho tiempo (Corso, 1957). Puede la_i:;; ballenas y delfines (que tienen un siste1na de comunicaciones acústico

haber, sin embargo, pequeñas diferencias entre los sonidos de diversas en «barridos>> conlinuos de frccuencin)? ¿Por
tonalidades, debido a razones físicas: la mayor aparición de tec1as negras que la altura s1e1npre tlene que «saltan> en pasos discretos'?
en el piano (las cuales son golpeadas de manera levemente diferente) en No hay respuestas simples a estas cues!iones. En prin1er lugar,
ciertas tonalidades, 7 la mayor o menor aparición de cuerdas al aire en reco.rdemos que un tono 1nusical detenninado necesita un cierto período
ciertas tonalidades en los instrumentos de cuerda, o el efecto de resonancias de t1e1npo 1nínimo para poder ser procesado en dclalle por el cerebro
fijas o rango de fonnantes (Sec. 4.3) en los distintos elementos resonantes. (Sec. 3.4). Esto quizá haya evitado que los lonos cuya altura vnríe de
Una palabra final con relación a la percepción absoluta de la altura. manera continua se hayan convertido en ele1nentos b<-'isícos y duraderos
Las pocas personas dotadas de la habilidad de reconocer o de reproducir de la rnú!-lica. En segundo término, obscrve111os que difercnles culturas
con su voz una nota determinada en forma absoluta (esto se llama «oído 1nusicales usan, o han usado, diferentes escalas. Por Jo tanto, las escalas
absoluto») son, habitualmente, muy admiradas. Pero ocurre que he1nos están de 1nodo relacionadas con o fueron influenciadas por - el
sido entrenados para prestar atención 1' alrnacenar en la nienioria de entrenan11ento y la tradición. En tercer lugar, la 1nayor parte de los
largo térntino solo intervalos de altu;a relativos, porque ésta es la instru1nentos prin1itivos eran de alturas fijas. Ta1nbién se jnstificú la
información más pertinente en un «mensaje musical». En otras palabras, aparició11 de las escalas sobre la base de la consonancia, lo que in1p!icaría
nuestro cerebro ha sido.entrenado para interpretar y almacenar una melodía que las escalas aparecieron en conexión con la rnúsica polifónica. Sin
corno una secuencia de «transiciones» de altura, más que los valores de e1nbargo, las escalas ya estaban en uso cuando las 1nelodías sólo eran
altura mismos; la información sobre la altura absoluta, si bien alcanza cantadas (o aco1npañadas) monofónica1nente al unísono (o a lo surno,
nuestro oído, es descartada como no esencial en el proceso cognitivo. A con octavas Yquintas). Tal vez la razón neuropsicológica pura la existencia
pesar de ello, esta información puede ser retenida por personas normales de las escalas tenga que ver con el hecho que es n1ás fácil para el cerebro
durante coitos intervalos de tiempo, que van desde los l O segundos hasta procesar, identificar y ahnacenar en su 1ne1norja una 111elodía constniida
var.ios minutos (Rakowski, 1972). Es muy posible que el «oído absoluto» en base a alturas de valores di.<¡cretos, que mantienen ciertas relaciones
pueda ser aprendido en una etapa temprana de la educación mental. Estas entre sí, dadas por la «familiar» serie de los armónicos. Procesar, iUcntific;:ir
consideraciones, corno los sorprendentes desplazamientos de altura y al.1nacenar en meinoria un patrón de alturas que harre hacia arriba y
?etectad?s electrónicamente en la música «en vivo», que parecen pasar pasando por todas la frecuencias posibles, de n1anera continua,
Inadvertidos por el oyente, sugieren Ja necesidad de una redefinición requeriría n1uchos inás «bits» de infonnación que una secuencia discreta.
operacional de la altura como el correlato subjetivo de cada uno de los La explicación de la existencia de las escalas, es decir, de secuencias
eventos acústicos en una secuencia de tonos n1usicabnente significativa de tonos de alturas discretas, ha sido ta1nbién intentada en función de
(Houtsma y Goldstein, 1972) ¡No debería sorprender a nadie, que esta relaciones dinár11icas en el tien1po de un tono a otro, es decir sobre la base
definición haya sido - explícita o implícitamente - precisamente aquella de intervalosrnelódicos más que annónicos. Esta línea de pcnsan1icnto se
usada por los músicos en todos los tiempos! apoya en las sensaciones - tan iinportantcs musicalinentc, pero todavía
poco exploradas desde el punto de vista psicofísico - de «dirección» o
expectativa en secuencias de dos o 1nás tonos, de do111inio de una altura
detennínada, y de retorno a esa altura donünaute (tarnbién llan1ada
5.5 ¿Por qué existen las escalas musicales? (<tónica»). Por ejemplo, tende111os a asignar una dirección natural a una
Nuestr.o oído es sensitivo a las ondas sonoras en un an1plio rango de sccu.encia de dos tonos que es ascendente, cuando están separados por un
senutono, Y descendente cuando están separados por el intervalo de un
7
lono. En ambos casos, nos inclinarnos a asignar dominancia al scgund 1 1
¡Por ejemplo, en la música para piano de Chopin!
100 ')
-
superposicmn
' ., Ysucesiones de tonos compuestos y la percepción niusicill
5.6 Procesos cerebrales cognitivos y afectivos en !a percepción musical 201
último equivale a la dirección natural, y el
quedándose con solo un mínimo. Si logra la identificación, sigue adelante
,1!eJd1 se de el a la d1recc1on no natural. De n1anera similar una sec ,·
con10 Do - Sol - Do - Sol - Do - S / . . , con el próximo paso; de lo contrario vuelve atrás, a la memoria de corto
, . . . o - ... «pide» terminar en Do, 1n1entras plazo, en busca de claves adicionales. Esto no solo sucede con estímulos
que, l.1_secucnc1aDo
. - Fa - Do - Fa - Do _Fa _. . . «clama » por un ca
v con10
nott1 11naL Y si escuchan1os Mi - )o/ _ Mi' s / , de un tono individual, sino también en el procesamiento de un mensaje
. . _. . . - o - ... runguno de los musical como un todo: el sistema nervioso intenta usar toda información
'.>nn1dos co1npone11tes se considera como final satisfactorio· ·queremo.
disponible de experiencias anteriores (por ej., mensajes almacenados en
un Do!. la orientación auditiva de la
la memoria de largo plazo) para facilitar e incluso anticipar el proceso
occ1deut.d Y el «s1gn1ftcado>> (Gestalt tonal) de mensajes musicales (Sec
l .3), se basan sobre estos efectos. ' · de ident1jicación de nueva información entrante. Esta estrategia de
procesamiento neural es bien conocida en la percepción del habla y puede
de Iv!-eyer ( l 900) y Lipps ( l 905) intentaron
estar indicando la existencia de una relación natural entre música y lenguaje
p1eJerenc1a_por.c1ertas melódicas y el dominio
de altu1,1 tonal en term1nos de ciertas propiedades numé · , , d ¡
(véase la sección siguiente).
r·1zó 1 d f · · nc,is e a
' ' e recucnc1as de un intervalo melódico. En Jos eje 1
.la nota que don1ina es aquella cuya frecuencia
''. una. Ue dos e11 la razón de números enteros. Por ejerriplo, en 5.6 Procesos cerebrales cognitivos y afectivos
Jso!ifDo = i domina el tono más bajo; enJF, /fb = i y en r.._ lj _ en la percepción musical:
d . 1 , ,1. o 3 J LJO S1 -
e tono. alto. Investigaciones posteriores tendieron a atribJfr ¿por qué respondemos emocionalmente a la música?
estos al condicionamiento cultural. Pero la cuestión
todav1a
. , sigue vigente·· (,·Por,1ue, es , 't as, y no otras preferencias, son las que La percepción musical, como la del habla, requiere tareas cognitivas
surgen? la observar, que cuando los intervalos musicales Do _ complejas, en las cuales la información transmitida por las señales
.Do -- 1'a Y ,:fr.- Sol ar.riba son considerados corno elementos acústicas es analizada, almacenada, recobrada, comparada entre sí e
,la sene annon1ca (Ftg. 2.19), la fundamental de esta serie es interpretada. Sin embargo, todo el propósito de la música parece estar
tt que asu1ne el rol donünante de punto de retorno (D - mucho más relacionado con los estados puramente afectivos que provoca,
Fa- respectivamente). Otra vez, esta expectativa puede que al contenido básico de la información transmitida por los mensajes
por Ja <d'anliliaridad>) con las interrelaciones armónicas musicales. Quizá la demostración más convincente esté dada por el hecho
por nu,estro de altura (Secs. 2.9, 4.8, 5.2, y de que disfn1tamos de una pieza musical dada cada vez que la escuchamos,
Apen<l1ce. II) o, a un nivel cogn1t1vo n1ás alto, la familiaridad adquirida sin importar cuán familiarizados estemos con dicha pieza (¿quién, acaso,
por e11 nues.tra cultura occidental (Bharucha, 1994). va a leer una novela policial dos veces?).
Ot10 .teno1neno perceptivo de importancia musical relacionado con Con el fin de entender la percepción musical como un proceso cognitivo
de tonos, es el de la fisión Inelódica. Si se una melodía en la es necesario analizar en términos generales el rol de la motivación y de la
cu,11 dos tonos se suceden alternando intervalos n1elo'd1'c d emoción en las tareas cognitivas. Esta es todavía un área un tanto
¡ , . os aseen entes y
e escenc1entes, la coherencia se pierde y se perciben !los ( , ) !' descuidada: el estudio de la conducta inteligente se centra principalmente
n1e/ó(r , - · d ¡· o mas 1neas
ICds tn epenc 1entes cuando los intervalos son suficientemente d . en el procesamiento de la información por parte del cerebro, en términos
En este caso, ;1uest1v cereb1v tiende a agrupar los tonos según su de su contenido, lógica y organización, y de las reacciones resultantes en
en altura, nui_s qfle por su proxünidad en el tien1po. Este efecto ha sido el plano de la conducta, pero con una atención mucho menos explícita a
usado; en el período barroco, para hacer posible Ja los factores somáticos que motivan la adquisición, el procesamiento y el
a de una voz en instrumentos monódicos. Para amplias almacenamiento de información, y a los estados afectivos designados
lesen.1s sobr; este Y otros fenómenos relacionados con secuencias generalmente como emoción. Justamente, es esto último lo que diferencia
temporales .. vease van Noorden ( J 975), Deutsch (1982) y Sundberg (1992)". a la «función cerebral» de la «computación neurab> (Apéndice II): las
.Podemos que todos estos efectos probablemente tengan su con1putadoras, por más sofisticadas que sean, ¡hoy día todavía no parecen
ongen en .el pnnc1p10 del del rnenor esfuerzo» con el cual opera estar preocupadas por su supervivencia! En todos los actos perceptivos
sistema nervioso: en el proceso de identificación de inensa·es c9nscientes, en última instancia es alguna motivación la que impulsa a la
musicales ta1nbién aquellos procedentes de otros sentidos) el .· 't J cognición; ésta conduce a un estado afectivo, el que a su vez impulsa,
descarta pnm t d ' sis erna
, ero o as 1as claves de infom1ación que juzga inútiles, refuerza o modifica la n1otivación y atención perceptivas. En los animales,
202 5. Superposición y sucesiones de tonos compuestos Yla P''"' .• .
· . _, pcwn musical
5.6 Procesos cerebrales cognitivos y afectivos cu !i1 pcl'Ccpción musical 20.3
esta relación circular es iniciada cont 1 . .
comb!nación de infonnación por la cabo para el máximo beneficio del organismo (por ej. P<1nkscpp, 1982, y
necesidades somáticas del momento E la recibida deJ enlomo y las referencias ahí dadas). El sistema líinbico funciona de una 1nancra
este proceso puede iniciarse e . n os humanos, en cambio, asombrosa, dispensando sensaciones de recon1pensa o castigo cuando el
actividad cerebral interna' a partir de la organismo actúa de un modo que, según el dictado genético, es juzgado
organismo recobrada de Ja sobre el entorno Y el como beneficioso, o contrario a las posibilidades de supervivencia del
real (Sec. 4.10). ' z de aquella obtenida en tiempo
organis1no y/o de Ja especie, respectivamente.
Las funciones cognitivas del cerebro s . . . El sistema lírnbico es activado tanto por srllales son1áticas con10 por
por las redes corticales asociativas en pnnc1pa!mente aquellas procedentes del enton10 (Fig. 5.7). En los seres hun1anos, sin
que la motivación y la respuesta em y 1 , frontales, mientras embargo, este sisten1a puede responder a i1nágenes ncuralcs evocadas
• 1.
l un oc1ona estan controladas ¡ ·
neo. Pero todas estas estru tu b por e ststen1a internamente, disparadas e11 la corteza durante e1 proceso de pcnsan1iento
. e ras cere raJes trabaja · t · b
corno queda evidenciado fisioló . n nea lernente (Sec. 4.l O) (Roederer, 1987). En otras palnbras, n1otivación y en1ocíón en
interconexiones nerviosas existentes entre po1 la :str.echas los seres humanos pueden activarse sin relación explícita con d estado
una parte del cerebro fiJogenéticarnente . .as. s1sten1a hrnb1co es n1omentáneo del enton10 y del organisn10 (por ej .. estin1ulación sexual
estructuras localizadas entre l , , v1e!ª· que co1nprende varias por medio de la imaginación). Recíprocan1entc, los seres hun1anos
hipotál (h. as areas corticales de asociación l
podernos desobedecer deliberadamente los dictados del sistc111a lí1nbico
el hípo:o núcleos del tálamo). Junto
· ro que Integra las funciones d ¡ · (una dieta es un buen ejemplo).
nervioso autónomo y regula el si t d . ., e s1sten1a Volvamos a }a música. Los tnensajcs musicales no parecen transmitir
sistema Iímbico controla la e t s derna e neuroquúnica), el ninguna información biológicamente relevante, contrariainente a lo que
n ra a sensonal dinge 1 t'
almacenamiento en la memoria , . • . se ec 1vamente el sucede con el habla, los sonidos cn1itldos por Jos anin1ales y los sonidos
1
y activa la respuesta motriz (Fig a de Ja infonnación, del inedio an1biente; así y todo, la mayoría <le las personas ri.'accionan a
que la respuesta sea lo más de asegurar mensajes 1nusicales. ¿Qué pudo haber sido lo que en !a evolución hun1ana
y de la especie en un medio ambiente com l preservac1ó!1 ?,el organismo condujo a esto? ¿Ha resultado ser la tnúsica cspccíficaincn!e
corticaJes que controlan la condu t . t r p e.10. En opos1c1on a las redes para Ja raza hu1nana? Desde luego que esta pregunta debl'. ser considerada
nerviosos del sitema límbico inuchos de los circuitos parte de otra más a1nplia relacionada con la evolución de la n1otívación y
nacimiento co11 fu . an s1 o «pie-cableados» antes del
, nc1ones pro2:farnadas a ¡ J d reacción estética, y de la creatividad a1iístíca. En la büsqucda de respuestas
evolución filogenética. La la eº ar?,º e 1 lento_ curso de la (Roederer, 1984) debemos conccntran1os en esa capacidad distintiva de
de la función límbica manifest . Yd son marnfestaciones
r1rn bico, de asegurar 'que tod ac1ones
I
e 1 pr1nctp10 que , l .
guia e s1ste1na
los seres hu1nanos: el habla. El habla involucra al siste1na auditívo y a las
os os procesos corticales sean llevados a redes neuralcs centrales relacionadas; no existe un equivalente en la visión
o en a1gun• otro sentt•cto 8.
En la percepción del lenguaje hablado, el sistc.111a auditiv0 es llevado a
los límites de la percepción y la interpretación acústica. l)c ahí que sea
concebible que con la evolución del lenguaje hun1ano y la aparición de
áreas coliica]es que se especializan en la percepción del IenguLtje hablado,
haya surgido un impulso a entrenar el sentido acústico en la tarea de
reconocimiento sofisticado de patrones sonoros con10 parte de un i11sti11to
MEDIO hun1ano, innato, de adquisición del lenguaje. Durante las últin1as etapas
AMBIENTE
del desarrollo del feto, el sentido acústico ya etnpieza a registrar,
pasivamente, el arnbiente sonoro intrauterino. Al nacer, se produce una
transición repentina a la respuesta activa, reflejada en la conducta, en la
cual la comunícación acústica con la 1nadre, o con quien cun1pla ese rol,

Figura5.7 Rol del sistema límbico ¡ d · . . . .


(Roederer, 1987). en aª quisicmn de mformación, cognición y conducta KE! lenguaje escrito apareció hace relativamente poco en la histmi<i humana (algunas culturas
pri1nilivas no poseen lenguaje escrito mín hoy), y no requirió el desarrollo de centros
corticales especializados en este tipo de proccsainiento de información óptica.
...:tH :i . .supi:rposición y sucesiones de tonos compuestos y la percepción musical
..
5.6 Procesos cerebrales cogmt1vos y afectivos en la percepción musical 205
va adquiriendo un papel fundamental. Se establece un ciclo de retroalimen-
tación a través de Ja coinunicación acústica, que contribuye a Ja relación 1 ambios de tonalidad son escuchados pero no interpretados, y por eso
en1ocional con Ja 111adre y al impulso que 1notiva la adquisición del os c · , u sta afectiva.
no producen ninguna resp e rte de las personas es expuesta
lenguaje. Sonidos «1nusicales» sencillos y sucesiones rítmicas de sonidos 1
Desde la más temprana edad, rpaus1"cales El condicionamiento
(tales co1no los vocalizado.s por la madre) lla1nan Ja atención del bebé a l. · d· de est1mu os m ·
solo a una clase muy imtta ª t emocional empieza a estar
escuchar, analizar y ahnacenar sonidos como preludio a fa adquisición 1 d e actuar y la respues a d
del lengui:tje. Esto puede haber conducido a la aparición de una motivación cultura no tar a n ' f tuitos como ser el esta o
influida por factores externos, escuchó cierta pieza
por escuchar, analizar, ahnacenar y ta1nbién vocalizar sonidos ntusicales, . l t ía una persona a pnm r
así corno a u1rn reacción en1ocional, o recompensa del sistema límbico, emociona que en l rado de repetición de formas
cuando eso se hace. musical; otros más controlables, e estilo musical determinado;
musicales características 'ficar los potenciales de la
La n1otivación a descubrir si1netrías y regularidades, a inferir otros derivados del impulso innato! a música sería por ejemplo
posibilidades no explícitas, a predecir, a interpolar, a enfrentarse con Ja . ·d d h Esto último e caso e •' .
creat1v1 a umana. , ; . t l s como la aparición de os
sorpresa de carnbios repentinos o con la fainiliaridad de redundancias y aprovechar desarrollos a e t la de los sintetizadores 1
repeticíone,<;, así co1no también eJ impulso a explorar, diversificar y . d t ciado 0 mas rec1entemen e, . . ,.
establecer prioridades, todos contribuyen a Jos elen1entos afectivos de Ja instrumentos
, . L e e permanece
• . , te e n los instintos or1g1nales
1nvanan . .des.
n-1úsica. f-fay ele1nentos de carácter instantáneo, o de corto plazo, electron1cos. o que . . .. d. ·gir la atención hacia son1 os
1) el hecho de que existe una moth1vacd1on a rrp1uede aparecer una reacción
relacionaúos con las sensaciones subjetivas de timbre, consonancia, . ,· 1 . 2) el hec o e que .
y formas rnustca es, ntes de la música que son
expectativa tonal, sentido de retomo a la tónica, y estructuras de largo ernocional; y 3) el hecho de que compone ,
plazo representadas por las líneas 1nelódicas. Estos elementos afectivos
comunes a todas las culturas mus1::ales. d culturalmente condiciona-
pueden ser n1a11ifestaciones de recompensa del sistema 1í1nbico, en la
Aun en el estado de desarrollo mdas avanl zad º;upervivencia en la música.
b1ísqueda de contenido fonético del sonido y en la identificación de t se elementos e va or e .
organización gra1natical y contenido lógico de las señales acLísticas. EI do, pueden encon rar 'bl. l música puede servir para suscitar
Igual que un buen discurso en tco, a de gente haciendo que se ignoren
hecho afortunado de que estos elementos estén presentes en todo tnornento
y mantener la atención de gran es masals ;íodos de tiempo, Todos
y no puedan reprimirse, constüuye el fundamento de la teoría moderna . l' b. males durante argos pe ..
sobre la música (por ej., Lcrdahl y 1983; Bharucha, 1994). impulsos tm 1cos nor . f . , del lenguaje pero ¿cual es
'! l ontenido de in ormac1on ' .
En ténninos generales, es posible que la última «causa» de las sabemos cua es e e .. . . . f ación sobre estados afectivos.
el de la música? La mus1ca transmite in ºrr:1 ales de un grupo de oyentes,
sensaciones 1nusicales produt.:idas por un mensaje musical dado, resulte
Puede contribuir a igualar los estado.s de contribuir a la igualación
del efecto combinado del niveJ de complejidad de Ja identificación del
del mismo modo que una Desafortunadamente,
1nensaje sonoro (es decir, del nú1nero total de operaciones neuraJes
del estado intelectual (conoc1m1en.to) e a estados emocionales,
requeridas por unidad de tiempo), y de las asociaciones producidas en
no hay todavía modelos cuantitativos relacionados con el
otros centros cerebrales. Por ejen1plo, en una modulación repentina, o
como los que existen para lo: y sexuales, en la
sea cuando ,se pasa de una tonalidad a otra en una pieza musical, el sistema
11ervioso auditivo debe constn1ir rápidamence una nueva <dista de control» lenguaje. Pero el rol la r en la incitación militar, e incluso
religión, en el proseht1smo t eo og1co, 1 ente el valor de la música
para las tareas de identificación sonora que se deberán realizar. Esta d t . ocial demuestra e aram d
en la con neta an is ' h manas En el pasa o
constn1cción nlpida, una carga extra de miles de operaciones individuales, h · de conducta en masas u ·
daría una sensación pi:u·ticuJar relacionada con el cambio de tonalidad. para lograr co erenc1a. h ber tenido un valor importante para Ia
Personas sin sensibilidad 1nusical, incapaces de experimentar estas remoto, esto pudo vez más complejo entamo humano
supervivencia, a medida que el '. l . . or parte de grandes grupos
sensaciones, son probable1nente individuos cuyo mecanismo de den1andó acciones coherentes y co ecllvas p
identificación de 1nen.sajes 1nusícales no tuvo la posibilidad de desarrollarse
en todo su potencial; de ahí que, aunque el individuo escuche todo lo que de personas. .<l d eferencia al ritmo como un
escuchan las personas con .sensibilidad 1nusical, su sistema auditivo central Hasta ahora hemos omittl o .ª r sta es una omisión
t fundamental de a e b
no desarrolló Ja destreza suficiente para extraer información musicalmente componen e . . .. d 1 ritmo siempre parece ha er
larmente crítica, por cuanto la en cultura musical dada. La
relevante de superposiciones y secuencias de sonidos que no estén
relacionadas directarnente con el lenguaje hablado. Eventos tales como sido el primer pas? en la flujo de señales neurales
propagación a traves del. teJI o cere r t es sonoros rítmicos, puede
cíclicarnente variables, disparadas por pa ron

,-.,¡.¡
('..y
206 5. Superposición y sucesiones de tonos compuestos y la percepción musical 5.7 Especialización del lrnhla y Jcl procet-mniento rnusic<i! 207

de algún n1odo entrar en (<resonancia» con los «relojes» naturales del señales de los lados derecho e iz.quícrdo pueden interactuar para dar
cerebro que controlan las funciones periódicas del organismo y de la infonnación sobre la dirección del sonido.
conducta. Estos relojes probablemente funcionan sobre la base de actividad En la evolución del cerebro hun1ano, los vastos requerin1icntos de
neural que se propaga en circuitos cerrados, o que provienen de circuitos procesanüento de información que se presentaron con el desarrollo de la
que tienen periodos propios de respuesta cíclica. Mucho más investigación comunicación verbal, condujeron a la espccinliz.aciún henú,1:férica. En
científica hace falta para que podamos aventurarnos a dar una respuesta esta división de tareas, el hen1isferio se ocupa de lasji111cio11es
contundente a la cuestión planteada al comienzo de esta sección: ¿por analíticas v secuenciales del lenguqje (en el lado izquierdo en alrededor
qué respondemos emocionalmente a la música? del y siete por ciento de las personas - Penfield y Robcrts, 1959).
El heniisferio 11ienor se especializa en la pen_.epción de relaciones
9
holísticas, globales, sintéticas . Los centros del habla están localizados
5.7 Especialización del habla y del procesamiento musical en un único hen1isferio, un hecho bien conocido desde hace n1ás de cien
afios, principaln1entc basado en autopsias realizadas en pacientes q11e
en los hemisferios cerebrales habían manifestado defectos de lenguaje (afasías, alexias, anon1ias,
agrafias) después de haber padecido he1norragias (síncope) en e!
En el capítulo introductorio aludimos brevemente a la notable división de he1nisferio izquierdo (por ej., Gesch\vind, 1972). Las lesiones en el
tareas entre Jos hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, en el cerebro he1nisferío derecho, por otra parte, caus<1n perturbaciones en el
humano (Sec. J .6). Concluiremos este último capítulo con el tratamiento reconocimiento de patrones vísuales (Kinn1ra, J 963), y pérdida de
de este fenómeno, principalmente en sus aspectos pertinentes a la música 1nemoria tonal y tímbrica (Milner, l 967). En genera!, todas !as tareas
(por ej., véase Scheid y Eccles, 1974; Bradshaw y Nettleton, 1981, y auditivas no verbales aparecen afectadas en estos pacientes. 1\-1ás
referencias dadas sobre el particular). reciente1nente se han realizado notables expi:::ri1ncntos cnn p;icientes cuyo
El cuerpo de los vertebrados exhibe una simetría bilateral, especialmente cuerpo calloso había sido seccionado transvcrsal1ue11te por razones
con respecto a los órganos involucrados en la interacción sensorial y motora terapéuticas ( «Split··brain patiens>> )(Gazzaniga, 1970). Por ejen1plu, estos
con el ambiente. Esta simetría se extiende a los hemisferios del cerebro, pacientes no pueden describir verbahnente ningún ohjc-to, palabra
donde la corteza izquierda está conectada aJ lado derecho del cuerpo y o suceso localizado en la parte izquierda de su ca1np<-) visual, porque !;1
viceversa. Este c1uzarniento se manifiesta principalmente en los sistemas inforn1ación sensorial pertinente, desplegada en el hcn1isfcrio derecho,
capaces de registrar la dimensión de direccíonalidad, tales como la visión no puede ser transferida a los centros del habla a causa del ccrccna1niento
y la audición (por ej., véase diagrama de flujo en la Fig. 2.26), y al control del cuerpo calloso. Un proccdinüento usado en pacientes sin trau1nas
motor eferente de piernas y brazos. Este desarrollo probablemente físicos en el cerebro es la inyección de un barbitúrico en la arteria carótida,
obedezca a la necesidad de mantener juntos, en un misn10 hemisferio para anestesiar brevemente uno de los henüsferios (un recurso prc-
cortical, los mecanismos de interacción con el entorno que conectan la operatorio que a veces se emplea para confinnar la localización izqt1icrda/
infonnación entrante con las insttuccioncs motoras salientes, para enfrentar derecha de los centros del habla); una serie de pruebas con dichos pacientes
eventos que están localizados en un mis1no semíespacio del entorno. La (véase resu1nen en Borchgrevink, 1982) conrirn1a que en n1ú.síca (pero no
imagen óptica es físicamente invertida en las lentes del ojo, proyectando en el babia) la altura y la tonalidad son procesadas por el he1nisfcrio
el campo panorámico derecho sobre la mitad izquierda de la retina y derecho, nüentras que la co1nprcnsión y producción nonnal del habla, así
viceversa, en cada ojo. Las mitades izquéerdas de ambas retinas están con10 el ritino musical, son tareas de1 hemisferio ízguicrdo. 1--Ioy día existen
conectadas a Ja corteza visual izquierda, con el fin de reunir en un solo técnicas no invasivas que pueden ser usadas en individuos sanos y nonnalcs
hemisferio cerebral la información total que proviene del nüsmo destinadas a estudiar la especialización hemisférica. Una de tales técnicas,
semiespacio. llan1ada test de audición dicótica, se basa en el hecho, n1encionado en la
Como se mencionó en la Sec. 2.9, ambos hemisferios están conectados sección 2.9, que la información auditiva que fluye n lravés de los
entre sí por unos doscientos millones de fibras del cuerpo calloso (y cerca
de un 1ni1Jón de fibras de la comisura blanca anterior), con lo cual se
restituye la unidad global de la representación ambiental en el cei'ebro. podría esperar qne e! procesamiento del habla esté en el rnismo hernisferio
En las-vías aferentes audítivas hay conexiones de más bajo nivel entre los que contruln la m<ino predominante (por ej., henrisfeno izqmerdo para !a nrnno derecha).
canales de ambos lados (por ej., Fig. 2.26), a través de los cuales las Sin emhargo, es mucho más frecuente el ser zurdo, que el tncro tres por c1entn de casos de
procesnmiento del hab\n en e! lado derecho.
208 5. Snpt::rposici6n y sucesiones de to .
nos compuestos y Ja percepción musical
5.7 Especialización del habla y del procesamiento musical 209
Tabla 5.4 Listado con1parativo de la especial"·, ,·, . ., .
en Brndshaw y Ncttleton, !981). tzacton he.m1stenea en las rnreas auditivas 11
cincuenta milésimas de segundo) . En consecuencia, una porción
apreciable del «espacio de procesamíento» en el hemisferio izquierdo,
Hemisferio derecho
quedó vedada a otras tarea..">, más lentas, de naturaleza integradora,
Vocales tenidas
Atributos fonológicos, síntaxis
holística, las cuales «por defecto» fueron asumidas por el hemisferio
Comrrensión de! habla
A!ributos estereotipados, fina en poesía, contaxis o remlse derecho. Es importante notar que la especialización de los hemisferios
Lenguaje
Entooaclón def habta, sonidas ambienlales y de animales cerebrales es de una naturaleza muy fundamental: involucra dos 1nodos
Contenido emociona! del habla de operar 1nuy diferentes. Un modo representa el análisis secuencial de
Análisis de sonk1os sin sentido en el habla
Altura, timbre, tonalidad, armonía partes de información, tal como se requiere en el procesamiento del
Texto hablado (contenido verbal)
Texto can!ado (contenido musical y fonético) lenguaje. El otro modo involucra integración espacial o síntesis de patrones
Ritmo, secuencias melódicas de corto plazo
Memoria ho!istica momentáneos de actividad neural, para detenninar las cualidades balísticas
Memoria verbal
Memoria tona! de los estímulos (por ej., Papi;un y otros, 1974). Sin embargo, a_mbos
modos deben coexistir y cooperar para procesar la información,:¡
principales canales auditivos contralateral ' cr· . . programar la respuesta del organismo en un complejo entorno humano 1 .
cualquier infonnación contradict .· es ig. 2.26) tiende a ignorar En particular, las tareas secuenciales (como el escudriñamiento visual)
Por lo tanto, cuando a1nbos o º1'd101a,qlJe por la ruta ipsilateral. pueden ser necesarias para el reconocimiento de patrones y la construcción
. . s rec1 en t
contraJ1ctona la corteza aud·f . . c1on n1u uarnente de imágenes y, recíprocamente, la imaginación holística puede ser una
in for111ación 'proceden;'e 'd 1t izqliuerda prestará más atención a Ja operación colateral necesaria para la programación secuencial.
· · e o1 o cerecho (aunq , b., -
intonnación del oído izquierdo - Fi 2 26 '. ue tam reciba Dado que la música se procesa principalmente en el hemisferio menor,
se nota una superioridad d "l dg. . ), y viceversa. Efectivamente, ¿significa ésto que la música requiere principalmente operaciones
• 1h e 01 0 erecho en tareas d · ·
ue abla, y llll<l superioridad del ''d . . - " e sintéticas de reconocimiento de cualidades holísticas? Considerando el
(porej Ki111ura 1''6º) F.. 1 o1 o 1zqu1e1do para analizar melodías reconocimiento de tonos compuestos, esto efectivamente parece estar de
., · :; _) . ina mente por med· d ¡. l .
de la to1nografía por e1nísión de , Jo e a e acuerdo con las teorías de <<ajuste de moldes» [ «template-fitting»] sobre
nuclear, se obtienen inapas de la res?nanc1a n1agnética la percepción de la altura (Sec. 4.8 y Apéndice II). La magnitud holística
eléctrica o inctabóJica en el cerebro d ac1on espacial de la actividad en un estíniulo rnusical es la distribución espacial n1omentánea de
queratificau, de n1anera tarea determinada actividad neural (correspondiente a las máximas resonancias sobre la
La 5.4 (basada en una arnba rnencionados. membrana ba..<>ilar), que conduce a la altura de un tono compuesto (Sec.
sus resu1ne al unas ' 1981, y en 4.8), a la discriminación de sonidos múltiple (Sec. 5:1), a la consonancia
espcc1alizacil'ln he1nisférica en fas bas1cas de la (Sec. 5.2), y a la expectativa y sensación de retorno a la tónica (Sec. 5.5).
·p . , ., s au 1t1vas. Otra magnitud holística es la distríbución relativa de Ja intensidad de
t., o1 que surg10 esta curiosa dicoton1ía e l· . . . .
11
en el Clirso de Ja evoluci·o'n h ?lo funciones hemistencas actividad, dada por el espectro de potencia, que lleva al timbre y al
tunan a. La expli "l . - í l .
este desarrollo es Ja neces 1·d· d d " cc,cton n1; s p aus1ble de reconocimiento de la fuente (Sec. 4.9). Podemos trazar aquí una buena
. _ , . el e mantener las arcas res . bl . d
ptocesanucnto acústico del habla la, . pansa es el analogía con la visión: el patrón sonoro (patrón temporal) es
aestual vo-·· 1 , ., , y s iesponsables de dirigir el 'output' «proyectado»como un patrón espacial sobre la membrana basilar. El
e ' t:d Y 1nun1co lo rnas cerc- 1 ,·bl ,
ininilni::.ar íns de111oras d t - .. , ' post e entre s1, con el fin de resultado es una imagen espacial, muy parecida a la proyectada sobre la
e 1ansnus1011 entre las . d .
pan tes. ¡Las conipleJ·as op 'ra . . . re es neurales partici- retina. De aquí en adelante, ambos sistemas operan sobre sus respectivas
' b . e e iones secuenciales en el ·
11a la sun¡)leinente no l)Odi'an t procesa1n1ento del informaciones de manera formalmente análoga, lo que conduce
t 1 1
o erar e retardo que · ¡ , ¡ . .,
de las sefiales neurales de h . f . invo ucra a tn1nsn11c1on eventualmente a las sensaciones musicales y pictórica'i, respectivamente.
, un e1n1s eno a otro! (aproxirnadamenfe Surge una aparente paradoja cuando consideramos n1elodías y la
dependencia temporal de los mensajes musicales. ¿No requieren ellas

antepasados primates no exhiben una . .·. · ... ·, ..,


(esto, srn embargo está SUJ.eto ·1 "0111 . lespec1a!u.acwn hem1sl"erit:adifere11"1··1d• 11
¡Obsérvese que, por !a nüsma razón, lo que limita !a velocidad de procesamiento de las
, •• • • ' : • < .. rovers1as: a g · .1 • .. ' "
en sus hc1rnsterios cuando se trala de unos ?mm,¡ presi::ntan una asimetría computadoras actuales es la extensión espacial!
o¡ms1c1on a tareas Lle nn1un1k:za ho!fstica). tareas de procesamiento secuencí;1/ en
11
Por <(entorno huniano» entendemos a un ambiente que incluye otras personas con las
cuales nos debemos intercomunicar.
21 O 5. Superposición y sucesiones de tonos compuestos y la percepción musical 5.7 li<>pccialización del habla y del procesamiento musical 211

tareas de secuenciación, es decir, operaciones del hemisferio donú11a11te? fundamental se reconoce en el estado 1non1entáneo de rasgos ten1poralcs
No necesariamente. Nuestro cerebro reconoce que los 1nensajes 1nusicales de corto plazo. A la luz de Jo dicho con relación a la especialización
son de naturaleza holística, patrones temporales de largo plazo, más que he1nisférica, podemos especular que estas dos configuraciones extre1nas
secuencias de corto p1azo. El fenómeno de fisión 1nelódica (pag. 200) es están ínti1na1nente ligadas a las dos estrategias funda1nentales de
un ejemplo convincente de esto. Dicho con otras palabras, la nnísica parece procesa1niento del cerebro humano. Solo el futuro dirá si las actuales
ser reconocida por nuestro cerebro co1no la representación de hnágenes tendencias en música representan un esfuerzo n1ás o 1nenos a! azar para
auditivas integrales, holfsticas (la estructura armónica), cuya sucesión romper con las fonnas tradicionales (que en parte habían surgido de 1nodo
(de largo plazo) en el tiempo tiene en sí 11úsnu1 un valor holístico con10 natural co1no resultado de las propiedades físicas y ncuropsicológicas de!
Gestalt (contornos melódicos). Aunque inicialmente la atención humana siste1na auditivo hun1ano), o si estas tendencías pueden ser canalizadas
a los sonidos y mensajes 1nusicales puede ser el resultado de algún hacia una exploración y explotación premeditadas de un vasto territorio,
temprano instinto a prepararse para la adquisición del lenguaje (Sec. 5.6), todnvía virgen, de las capacidades de proccsa1niento de nuestro sistema
la estructura y gramática musical son bien diferentes de aquellas del nervioso central.
lenguaje (Jackendoff y Lerdahl, 1982). P<1ra terminar, volvamos a la cuestión de la sí111etría bilateral que
Como se dijo antes, el lóbulo temporal ízquierdo se especializa en el presentan los cuerpos y los cerebros en los vertebrados. Gur et al. ( l 980)
procesamiento de enttadas [inputs] «verbales», y el derecho en el aná1isis encontró que hay 1nás materia gris (consistente de neuronas estrechan1enle
de entradas «musicales». Un resultado interesante es el siguiente: un conectadas) que materia blanca (líneas de transn1isión axónica n1ielinadas)
discurso totalmente carente de significado, obtenido, por ejemplo, en la corteza humana del he1nisfcrio izquierdo que en el derecho. Esto
reproduciendo en sentido inverso una cinta de grabación, va a ser tratado puede indicar que el hemisferio izquierdo tiende a procesar información
preferentemente por el hemisferio dominante (Scheid y Eccles, 1974). dentro de las regiones corticales, tnientras que el heinisferio derecho opera
Esto confirma el carácter de corto plazo de las operaciones secuenciales .
entre regiones ·1
cortlca es.0tra notab 1 · · encontrac1a 13· , 1nucstra
e as1metna
pertinentes al habla mencionadas arriba: estas operaciones representan que el plano re111poral - área cortical que tiene un ro! clave en la
una etapa de procesamiento de la información acústica previa al comprensión del lenguaje - es significativan1ente n1riyor en el lóbulo
reconocimiento del contenido conceptual. En una línea similar, tests de temporal izquierdo que en el derecho, en el 65o/(1 de los cerebros
audJción dicótica (Bever y Chiare1lo, 1974) demostraron que cuando examinados (Geschwind y Levitzky, 1968). En el 24% de los casos no se
sujetos con experiencia musical se centran sobre los detalles estructurales encontró una asimetría significativa, y en el 11 o/i:, restante la asilnetría
de sucesiones de sonidos de corto plazo en una melodía, las estrategias de estaba invertida. Tal asimetría no se encuentra en los cerebros de prin1ates
procesamiento analítico correspondientes son manejadas principalmente no hu1nanos. Es muy sugestivo relacionar esta asin1etría con la asi111etría
por el hemisferio do1ninante. Una situación inversa se da con un texto de los modos de operación de ambos hemisferios. Si bien un 65% es
cantado. Se encontró que pacientes con severos problemas en el habla 1nucho menor que el porcentaje (alrededor del 97%) de casos con los
(afasias) son capaces de cantar, con palabras claramente comprensibles, centros del habla localizados en el hemisferio izquierdo, es 1nuy posible
una canción aprendida antes de que el trauma hubiera surgido - pero no que un plano temporal derecho relativamente grande en el restante 32%
pueden hablar ese mismo texto. Esto sugiere que el habla en la expresión sea un indicio de un talento más grande para el procesamícnto sonoro no
musical es procesada preferentemente en el hemisferio menor. En estos verbal. Es más, se ha sugerido (Scheid y Eccles, 1974) que un plano
casos, el lenguaje presenta una característica que tiene 1nucho de sintético te111poral derecho agrandado podría ser indicio de una habilidad n1usical
y holístico (Scheid y Eccles, 1974) como en una poesía. innata. Esta hipótesis, de ser confinnada estadísticamente a través de
Todo esto está muy relacionado con la comprensión de la evolución de análisis sistemáticos post-1uortem 14 , <latía un fundan1ento anatónüco a la
la música occidental. En un sentido amplio, podernos describir esta transmisión hereditaria de la 1nusica1idad.
evolución como una transición gradual entre dos configuraciones extremas.
En un extremo encontramos estructuras sonoras espaciales (armónicas) y
temporales (melódicas), claramente definidas, repetidas enfáticamente,
cada una de las cuales representa la cualidad de un todo indivisible (por
ej. un acorde determinado, y la progresión de una voz o de acordes,
respectivamente). En el otro extremo (al cual .nos estamos dirigiendo en 13
Detectada incluso en bebés y fetos {Scheid y Eccles, 1974).
la música contemporánea) identificamos fonnas sonoras cuyo valor 14
Müsicos: ¡donad vuestros restos a una causa científica!
Apéndice l 213

211

Apéndice I
Algunos aspectos cuantitativos del
inecanismo de frotamiento

Tipo de 1novimiento de la
Cantidad controlable Cantidad fija para cada cuerda con respecto al arco
Co11sideren1os una situación ideal: una cuerda nn1y, 1nuy larga, frotada en por el ejecutante cuerda
el punto A por un arco infinitesimal mente angosto (Fig. AI.l). El arco se
adherencia
n1ueve con una velocidad b hacia arriba. Supongamos aden1ás que al {
(Al.l)
co1nicnzo ( tiernpo to) la cuerda está adherida al arco. Esto significa que b
-
el punto de contacto A (en realidad deberíamos decir el segmento de p > µxV deslizamiento
contacto) ta1nbién se 1nucve hacia arriba con velocidad b. El resultado 2T
será una deforn1ación de la cuerda en forma de una onda transversal que
se propaga del punto A tal corno se muestra para distintos instantes t J, tz, . (Al 1) l ue importa es la razón entre
13, en la figura AI.l. Dado que las ondas transversales se propagan con Adviértase que en las relaciones d l. o q b o p aisladamente. El
. 1 presión e arco, no
una velocidad V, dada por la relación (3.3), mucho 1nás alta que la velocidad Ja velocidad del arco Y ª al adelmovimientodelacuertla
de /J, la pendienteb/V de las porciones inclinadas de !acuerda cocienteb/Pdefinedeestemodo 1ana_tnr. la cuerda se está deslizando
. d . Q é asa si ya desde el pnnc1p10 . d d 1
AP, AQ será en realidad n1uy pequeña. Bajo estas condiciones, la fuerza trota a."· u P . 6 (Al!)" En ese caso Ja veloc1da v e
transversal F aplicada por el arco (no debe ser confundida con la presión (relación infenor en la ecuac1 n . .¡ 1 c"1dad b del arco (incluso
. A á menor que a ve o
de arco, la cual sería pe1pendicular al papel) está en equilibrio con las punto de frotamiento ser , . en de j"ricción dinámica,
· ta) Tendremos un reg1m .,
proyecciones sobre OA de ambas fuerzas de tensión T. Esto significa que puede ser opuesta a es ,b/V (F" Al l) es proparcional a P, pero tamb1en
F = 2T b!V. En un régimen de fricción estática, con la cuerda adherida al en el cual la fuerzaF=2T . ig. · te arco y cuerda (velocidad del
arco, Ja fuerza Ji' debe ser 1nenor que un cierto umbral F 5 , llamado límite depende de la velocidad relattva b - v eln rf . F - µ p donde µDes el
. R tamos esto en a o.nna - D • .
deslizamiento) . . , . ue depende de la velocidad relat1va
de fricción estática. Resultados experimentales 1nuestran que este límite
es proporcional a la «presión» de arco·. F s = µt>P . µs (letra griega mu) es coeficiente de fncc.1?n d1nabrrnca),
b _ v (es una func1on de
i
- v · or 0
l tanto durante el régimen de
'
el coeficiente de fricción estática; depende de la «rngosidad»de las
superficies en contacto (en este caso, de la cantidad de resina en las cerdas deslizamiento:
del arco). La condición para la «adherencia» es entonces F = 2T b/V < b V (Al.2)
µ 5P. 1 Del n1isrno 1nodo, la condición para el deslizamiento del arco sobre
¡;·=µo 2T
la cuerda será F = 2T b/V > µsP. 'Dado que las cantidades V, T y µs son ., dencia de µD con la velocidad de
pará1netros constantes para una cuerda dada, podemos sintetizar ambas Si conoc1eramos la <lepen · (Al 2) para determinar
. b driamos usar la expres1on ·
expresiones de la siguiente tnanera: resbalamiento - v, Pº A de la cuerda. Nuevamente, esta
la velocidad v del punto de c?ntacto ese cuidadosamente: lo que
relación está regida por.la razon bd!Pf. - es decir Ja velocidad de
está regido por este cociente es la 1 erenc1a v, ,
1 <significa «tnenor yue»; >significa «mayor que».
214 Apéndice I Apéndice 1 1J5

instantes t5 a t7. Luego, en tg = UV, ocurre algo nue.vo A 1.2):


pendiente ca111bia repentinamente en el punto de frotan11e11to. bsto can1b1a
}a expresión de la fuerza F, pudiendo surgir un nuevo régi1nen (por ej.,
deslizamiento, si previamente había adherencia). No poden1os seguir este
tratamiento sin considerables complicaciones matemáticas (Keller, 1953).
Simplernente, nótese que estos ca111bios funda111entalcs en la forn1a <le la
onda (cuando la onda se refleja en los extren1os fijos) ocurren sien1pre en
instantes que son múltiplos enteros de L/V, una cantídad que es totaln1ente
independiente del mecanismo de frotan1iento. Nótese que la inversa de
UVaparece en la expresión (4.3) de la frecuencia fundan1cnlal de la cuerda
vibrante; el lector puede visualizar, por lo tanto, có1no esa frecuencia (y
todos los a1mónicos superiores) puede ser producida (y n1rinte11ida) por
1nedio del mecanismo de frotan1iento, e inferir de la figura;\} .2 (con un
poco de imaginación extra) que, en Slf 111ovhniento vibratorio, una cuerdo
1 frotnda sien1pre tendrá una fon na instaníánea ro111pursfa por seg111e11tos
1 1 rectos; este resultado ha sido verificado cxpcrin1entah11cnte hace ya largo
tiempo.
Fígura AI.2 Lo mismo que en la figura Al. l, para una cuerda con extremos fijos.

la cuerda con respecto al arco. Cuanto mayor sea b, tanlo más grande
será v, para un valor determinado de b! P.
Mientras este cociente determina el tipo de movimiento de la cuerda
(adherencia vs_ deslizamiento, véase figura AI.1), la velocidad del arco
determina Ja velocidad real de Ja cuerda (para un valor dado de b/P). Por
lo tanto, si se incrementa la velocidad del arco, pero al ntisn10 tie111po se
incrementa Ja presión de arco de manera tal que el cociente bl P se
mantenga constante, la naturaleza del movimiento de la cuerda no cambiará
en absoluto - solo su velocidad se incrementará lineaJmente con b. Esto
lleva a un aumento de la amplitud, es decir, de la intensidad del sonido.
En otras palabras: la a1nplitud de la vibración de una cuerda frotada
(sonoridad del tono) está controlada exclusivaniente por la velocidad del
arco, pero con el fin de mantener constante el tipo de n1ovin1iento de la
cuerda (o sea, el tin1.bre del tono). la presión de arco debe 11u1ntenerse
proporcional a la velocidad de fivtanüento.
Consideremos un caso que se acerca un poco más a la realidad: una
cuerda de longitud finita L. frotada con un arco angosto en el punto medio
O (Fig. AI.2). Esta figura muestra esquemáticamente la forma de la cuerda
cuando comenzamos su frotamiento (otra vez, las pendientes en la figura
aparecen altaniente exageradas). v es la velocidad del punto medio
(deslizamiento si v < b , o adherencia si v = b ). Obsérvese que en el
instante t4 = U2V, la primera «onda» (de pendiente v/V) ha alcanzado
Jos extremos de la cuerda. Ahí, la onda se refleja y se superpone con la
onda incidente, produciendo los perfiles doblados mostrados para los
Apéndice 11 217
216
ni otro valor tl, que den una correspondencia Obsérvese
Apéndice II ue un ajuste determinado requiere la estunac1on
el orden ;rmónico n y la frecuencia fundamental Íl. La tesis de

Algunos aspectos cuantitativos es que esta última frecuencia es la que corresponde la


altura subjetiva, y única: estímulo
te

de los modelos del procesador debería valer para un esumulo de mas e os tonos
. . d armónicos como ocurre en un sonido compuesto rea ,
1

central de altura tonal misma sene e . ' d. .


llevando a la frecuencia ÍI correspon iente .ª 1a
altura percibida en ese
sonido compuesto (sin importar si la frecuenc1af1 está realmente presente
en el estímulo original). . ahora las
Como en los experimentos de Smoorenburg,. cambiemos -
frecuen cias del estímulo al siguiente par inarmónico: fa::;; 1050 llz YÍb -
1250 Hz. No hay ninguna sene · de armon1cos
- · contenga estas
· . Cómo funciona en este caso el
frecuencias como componentes vecinos. t. . .
En este Apéndice i.:ontinuan1os nuestra discusión de la percepción de la 'template matching'? Según la teoría descripta más arriba (en una versió:
altura de sonidos compuestos, cuestión tratada en las secciones 2.9, 4.8 y muy simplificada) debemos hallar dos valores, n y!1' de tal manera_
, . '. nif y (n + l)!f¡ minimicen el error cuadranco
4.1 O. h1ostraretnos cómo usando solo un poco de álgebra, el modelo del los arn1on1cos vecinos 1
·ajuste de 111oldes' [te1nplate fitting] (Goldstein, 1973) puede explicar 1nedio relativo E :
algunas características cuantitativas de la percepción de Ja altura de sonidos
co1npuestns. En la segunda parte especularemos acerca de modelos €2(11)=-
l[(J,,-11f,)2+ (f,-(11+l)f1)']
--- (All.1)
neurales que pueden ejecutar las funciones de un procesador central de 2 f¡, J,,
altura, así con10 otras funciones cognitivas.
El rnodeln de Goldstein (Sec. 2.9) se basa en la suposición de que la Para cada valor de n, habrá una frecuencia Ji que 1:1inimi:el el! valort
infonnación neural acerca de las posiciones de Jos 1náximos de resonancia error t:(11), el cual puede ser hallado usando cálculo diferencia e emen a .
sobre la n1e1nbrana basilar no está definida de manera precisa, fluctuando f, [I+( 11 +IJl
11 (f,,I f,,ll (Al!.2)
estaJísticarncnte alrededor de valores promedio. El ajuste del incide, que fi =-;-{!+[(11+!)/n(f,,lf¡,)}2}
conducirá a la sensación de altura subjetiva será aquel que ininimlce la
diferencia entre los valores del 1nolde y los de la señal real. Para ilustrar Insertando esta expresión de ÍJ en la expresión (all. l ), obtenemos el valor
cón10 esto podría funcionar. apliquemos este proceso a los experimentos que corresponde al error de ajuste E(n):
de Smoorenburg ( l 970) (Sec. 2.7, pág., 58). Ton1e1nos un estímulo que ! [l-(11+!)/n(f,,/J,,_)]'_ (AIL3)
consiste en dos tonos de frecuencias f.._¡ ::: 1000 Hz y fb = 1200 I-Iz. Estas [1-i:c11_,:lif,,ci.7Jí,Jl
frecuencias corresponden exacu1111ente a los annónicos quinto y sexto de
una fundan1enta! f¡ = 200 liz. Nuestro molde está representado por un d mas hacerlo con su recíproco
En lugar de trabajar con el en·or E(n) po e
conjunto de frecuencias en relación de armónicos/¡, 2/1, . . , nf1
cuya fundan1ental ft puede variarse a voluntad. El proceso de ajuste (AIL4)
Q(n) = l/ e(n)
consiste en encontrar una frecuencia ft para la cual dos armónicos
sucesivos y (n + l )j'¡ coincidan con (o estén lo tnás cerca posible de) que 1la1naremos «calidad de ajuste». Un ajuste perfecto (e= O) da Q = =
las frecuencias del y Íb· En esta etapa no tiene itnportancia el (<;<ajuste infinitamente bueno»). d'f entes frecuencias
núrnero de orden Je los dos am1ónicos (o sea el valor de n), siempre que Para diferentes valores de n, obtenemos 1 er, ste
la correspondencia sea la 111ejor entre todas las posibles (que las diferencias fundamentales ft y diferentes valores de calidad de Q(n)é. De eh
' _ ) Q( !) St entre stos ay
[nf¡ - y f(n + l)f¡ - JhJ sean lo 111ás pequeñas posible). En nuestro modo llega1nos a una sene de va 1ores Q(ri ' n+ ' ...
ejemplo, un ajuste es el mejor de todos: paran::: 5 y 1·1 == 200 I{z ambas
diferencias de frecuencia son exactamente cero: el ajuste es perfecto. El .- ! 1 , uesta correcta para el ejemplo armónico
lector puede verificar fácil1nente quena existe otra frecuencia funda1nental
1 El lector puede ven he.ar queHesto \ª
precedente, con n = S y11= 200 z, va ores pa
ª o
los cuales resulta E= (ajuste petfecto).
.
21 8 Apéndice JI Apéndice 11 219

uno que se destaque como el más alto, Jos valores correspondientes de f¡ estímulo está aproximadamente en la 1nitad entre dos situaciones
y n representan la mejor correspondencia posible ¡y ÍI efectivamente armónicas. Se puede hacer la suposición de que la calidad de ajuste Q
corresponde a la altura que se escucha! En nuestro ejemplo de una señal representa la ((claridad» o inteligibilidad de la correspondiente sensación
de dos frecuencias fa= 1050 Hz y fb = 1250 Hz, obtenemos, paran= 4 f¡ de altura. Es importante señalar que los valores teóricos obtenidos
= 256,0 Hz y Q(4) =41; paran= 5 f¡ = 209,2 Hz y Q(5) = 251; paran= 1nediante este procedinliento de «ajuste de molde)> no coinciden con los
6 f1 = 176,8 Hz y Q(6) = 99. Es evidente que n = 5 conduce al valor más re..<>ultados experimentales cuando el valor den es 1nayor que 7. Los sonidos
alto de Q. La frecuencia correspondiente (209,2 I-Iz) efectivamente es la resultantes del tipo (2.5) y (2.6) (Sec. 2.5) influyen en el proceso como
altura subjetiva que se Percibe con mayor claridad cuando se presenta señales adicionales de altura bajas (por ej., Plomp, 1976).
este complejo inarmónico de dos tonos (véase Smoorenburg, 1970). Este 1nétodo del ajuste puede extenderse a estí1nulos n1ultitonales. Es
Obsérvese que n = 6 y, en menor medida, n = 4, también dan calidades de ilustrativo usar una versión extendida para predecir la altura de co1nhina-
ajuste no despreciables; esto explica el hecho experimental de que las ciones tales como una superposición de sonidos co1npuestos, en los acordes
frecuencias correspondientes f¡ = 176,8 liz y f1 ::::: 256,0 Hz pueden ser musicales 2 (véase más adelante). Es interesante notar que csle 1nodelo de
identificadas como sensaciones de altura «Secundarias», aunque con extracción de altura por medio del 'ajuste de n1ol<le' [ten1plate 111atching]
mucho mayor dificultad. Este modelo por lo tanto ofrece una explicación funciona de manera formalmente análoga al 1necanis1no de rcaco1nodación
cuantitativa de las sensaciones de alturas múltiples o ambiguas que aparecen de altura en un instrumento de viento (pág. 1)4).
en la audición de sonidos inarmónicos. Si desplazamos las frecuencias de Una consecuencia musicalmente importante es la síguientc. Las
los tonos que componen el estímulo, alejándolas aún más de la armonicidad relaciones (All.2) o (All.3) muestran que cuando se desafina uno de los
(pero manteniendo siempre constante la diferencia de 200 I-Iz entre ambas armónicos superiores en una vibración compleja ({11 = + O) e! efecto
frecuencias), obtenemos los resultados expuestos en la Tabla AII. l. sobre la altura subjetiva es n1uy pequeño (del orden de '6/2n o rnenos). Por
Nótese que para el par 1100/1300 hay dos ajustes que se destacan: los lo tanto, las pequeñas inannonicidades que presentan los sobretonos 111ás
correspondientes a n = 5 y n = 6. Obsérvese también en la Tabla AIL 1 altos en cuerdas vibrantes (pág. 125) ejercen un efecto despreciable sobre
cómo el orden armónico n que da el valor más alto de Q salta de 5 a 6 la altura subjetiva resultante.
cuando aumenta la frecuencia central del par fa y Jb , rnientras que la Esbocen1os ahora un tnodelo neural para el procesador central Je altura,
altura que corresponde a mejor ajuste salta hacia abajo, desde un valor siguiendo la línea de la «matriz que aprende}> invocada porTerhardt {1974 ).
mayor que 200 Hz a otro debajo de dicha frecuencia. En general, a medida f1aren1os esto 1neramente como un ejercicio acadénúcn; no pn:tende1nos
que fa y Íb ascienden (manteniendo fija la diferencia de 200 Hz entre formular otra teoría sobre un procesador central de altura. La figura AII .1
ellas), la sensación de altura subjetiva principal «oscila>} alrededor de la muestra un 'esquema de cableado neural' capnz de 1levar a cabo las
frecuencia de repetición dada porfa - Jb (200 Hz), coincidiendo con ésta operaciones necesarias para la extracción de altura y el rastreo de
en las posiciones armónicas en las que fa y Íb son armónicos contiguos. fundamental, basadas en la «matriz que aprende» de Terhardt ( 1974). En
Las alturas múltiples o ambiguas aparecen con mayor claridad cuando el esta figura se supone que las fibras horizontales conducen señales
nerviosas, combinadas de an1bas cócleas, a] procesador de altura pri111aria
Tabla All.1 Valores de f 1(AII.2) y Q(11) (resaltados en negrita), parn un tono (altura espectral). El output correspondiente (hacia la derecha, en la figura)
compuesto de dos tonos puros, de frecuencias f. y¡;,. lleva información sobre cada componente annónico prefiente en la
vibración compleja, pero se supone que esta i11fonnación es nonnv.!n1cntc
f/f,(Hz) n=4 n=5 n"" 6 n-1 descartada en las etapas superiores del procesan1iento del sonido. En
1000/1200 /1 = 240,0Hz 200,0 169.0 146,0 nuestro modelo, estos axones horizontales son interceptados por dendritas
Q(n) = 49 71 41 (Sec. 2.8) pertenecientes a un haz de ileuronas vertical, tal co1no se n1nestra
1050/1250 256,0 209.2 176,8 153,0 en la Fig. AIL l. Supongan1os que iniciahnente (al nacer), las conexiones
41 251 99 49
sinápticas activas están distribuídas co1no se tnuestra para la:> neuronas
1100/1300 267.I 218,3 184,5 159,7
6(1
K, L y M. Tan1bién supondremos que para alcanzar el un1bral de disparo,
36 131 155
1150/1350 278,2 227,4 192,3 166.S
32 •1 323 75
173,2
2 Hay que tener sumo cuidado al extender las relaciones (AIJ. l) y (AJL2l ril caso mtillítónko:
1200/1400 289,3 236,6 200,0
sumnr términos en el numerador y el denominador 110 dn e! resultado con-celo, salvo que
29 71 97
los componentes del estí1nulo sean casi armónicos.
LLU /\pCndicc II

Apéndice Il 221
cada neurona vertical debe ser activada en nutchos contactos sinápticos
práctica111ente al n1istno tie111po. Se desprende claramente de esta figura
que, en un cerebro acústicamente virgen, la distribución de la actividad Input
ncural de salida correspondiente a las neuronas verticales (a lo largo de la
diinensjón ,:r) será idéntica a la distribución de entrada en las fibras
horizontales (a lo largo de la dimensión y).
,
Nueslra suposjción siguiente es, de acuerdo a Ja teoría de Terhardt, que
a rncdida que los oídos son expuestos repetidamente a tonos armónicos, 211<-
se activarán nuevos contactos sinápticos entre una neurona vertical y
lodos aquellos axones horizontales que tienen la 1nayor probabilidad de
es1ar disparando al n1is1no tie111po (la «esencia» del proceso de aprendizaje
--
en el sisten1a nervioso, pág. 179). Cuando se presenta un tono compuesto
de espectro annónico, cuya funda1nental es, por eje1nplo, f1, la neurona
,--
K (Fig. AIL l) responderá, inicialmente, solan1ente a esa fundamental.
Pero a n1edida que se repita ese estímulo (el tono compuesto), Ia dendrita
K desarrollará contactos sinápticos activos con todas aquellas fibras
-
y
horizontales cuyas frecuencias características correspondan a los ' +K'
arn1ónicos superiores de ese tono (pág. 65). Con10 resultado, la neurona K L M

verlical queda «síntonizaúa:>> a la serie co1npleta de los arn1ónicos de f1, Claves subjetivas de altura
co1no se n1uestra para la neurona K' en la Fig. AII. l. Desde el punto de . 't"1co de un cableado neural para la extraccíón de altura Y
Figura AII. J Modelo esquema nas en una etapa inicial «no entrenadas».
vista físico, las neuronas verticales represenlarían de este 1nodo una seguimiento de la K, L, M: és de múltiples expo'siciones a un tono
prirnera aproxi111ación a los «1noldes» [«templateS>>] postulados en la teoría K': configuración
coinpuesto de una
de armomcos. Estos se n1uestran aefoPYargo
' del eje izquierdo (véase el tex.to).
de Goldstein (véase n1ás arriba). La respuesta será la más aJta para aquellas
neuronas «1nolde), cuya arquitectura de conexíón sináptica se ajuste más
al pattern de excitación de la señal i11cidente. Finahnente, se supone que entero de Ji. Incluso podrá disparar en et ca:o de que esté
la ubicación de la 1náxirna actividad de salida de las neuronas verticales uno de los armónicos superiores. Para .evitar este efecto. indeseab e,
(a lo !argo de la di1nensió11.r, Fig. AILl) conduce a Ja sensación de altura d , . traducir un coni·unto intermedio de neuronas verticales,
po ernos 1n , . . N d·r· ·1 cribir
subjetiva o de periodicidad. Después del proceso de aprendizaje, esta salida de detectar coincidencias entre arrnontcos vec111os. o es I ic1
es n1uy diferente de aquella de las fibras horizonales (en Ja din1ensión y). .
un s1mp le programa de computación3 que sin1ule estas
· · I ·
Por ejempln, si se nctivan suficientes sinapsis por los armónicos superiores Al!!linos resultados se muestran en la Fig. Ail.2 s.upos.1c1ones snnp es
de j·¡, fa neurona /(' respo11derci at1n en el caso de que la fundan1entai J/ pero rea l1'stas, sobre la distribución de excitación pnmar1a alrededor
, · de
's
Psré ausente en el tono estínnllo. Esto representa eJ mecanismo de cada armónico y sobre la degradación de respuesta para armon1cos
seguiinicnto de la fu11damentaL Cuanto más alto sea el orden de los altos). En la parte superior de Ja figura se dan los e.spectros de e
arn1ónicos, tanto 1nenos definida será la infonnación «horizontal»de entrada primarios (en escalas lineales), a superpos1c1ones
entrada, a causa di.': la proxin1idad de las zonas de máxima excitación de tonos compuestos formando intervalos de octava, quinta y
(Fig. AH. J ). Las neuronas verticales pueden ser llevadas entonces a respectivamente. Los gráficos inferiores representan. d1str1bu;1ón
responder a una señal de entrada «equivocada» (una que no con·esponde computada de la actividad neuronal a lo largo la (compares:
a la frecuencia fundamental a la cual el árbol dendtítico apical de Ja neurona con Fig ..Ail 1). Nótense los pronunciados picos correspondientes a cad
estuvo ligado originaln1ente). De aquí que sea posible la percepción de una de las frecuencias fundamentales de cada tono compuesto. Se supone
alturas rnúlliples, an1biguas, como lo hemos demostrado cuantitativamente
en la primera parte de este Apéndice. . ,· b t nsfonnadas de Fourier o funciones de
'Este n? hace so ,re [template} de frecuencias armónicas a
Sin en1bargo, nuestro rr1odeJo necesita algunos ajustes. Como se ve en autocorrelacton. un •dn ta[ detenninado, y cuenta, para cada
la Fig. A.II.1, la neurona sintonizada K' tan1bién respondería a todos los 1
lo largo de un dom1n10 de frecuencia un amen . . , . . El
osición el número de excitaciones sim11ltá11eas en pos1c10nes _armomcas
tonos compuestos que tengan por frecuencia fundamental un m1íltiplo de pares de excitaciones represei:ita rara una fr vertical
fundamental dada (la intensidad o probabilidad de act1vac10n e a neurona
correspondiente).
222 Apéndice JI Apéndice IT 223

que estos picos son reconocidos en un nivel más alto del procesamiento
neural, conduciendo a las dos sensaciones de altura asociadas a los dos
tonos compuestos incidentes. La posición, y en gran medida la forma de
estos picos primarios son independientes de los espectros de potencia de
los tonos componentes, dependiendo solo de sus frecuencias
fundamentales fa y Íb· Obsérvese también que, a medida que disminuye I
-----------------
el grado de consonancia, empiezan a aparecer picos «parásito» en
posiciones que corresponden a la frecuencia de repetición ry sus múltipÍos.
Estos picos parásito (que deben ser inhibidos deliberadamente en alguna
etapa superior) están ausentes para la octava. Además hay una actividad
de fondo o «nivel de ruido» debajo de la frecuencia más baja que aurnenta
a medida que decrece el grado de consonancia4.
El modelo neural arrípa tratado es muy primitivo, por cuanto su
concepción dista mucho de reflejar la realidad fisiológica, salvo en aquello
que hemos Hamado «la esencia» del proceso de aprendizaje: el
establecimiento de nuevas sinapsis o el cambio en la eficiencia en las
sinapsis existentes entre neuronas (Sec. 4. 10). En los últimos años hubo
importantes avances en el desarrollo de modelos más realistas de redes
neurales (por ej. véase Hinton, 1992, o para más detalles, Arbib, 1987;
Kohonen, 1988), en parte promovidos por científicos en computación e
ingenieros en interesados en el diseño de computadoras neurales,
La computación neural está empezando a ser usada en el estudio de la
percepción de altura y en otras tareas musicales cognitivas. Una discusión
detallada excede el alcance de este libro y solo podernos sintetizar algunos
conceptos fundamentales.
Los 1nodelos de redes neurales están compuestos de unidades
interconectadas que representan neuronas típicas. Cada conexión tiene
un «peso» que puede variarse y que determina la eficienc-ia de la
transmisión de la «frecuencia de disparo» de una neurona a otra (un peso
negativo corresponde a una sinapsis inhibitoria). Cada unidad recibe la
actividad de muchas otras, multiplica cada una con el factor de peso
correspondiente a esa sinapsis, las suma, y transforma la totalidad de esta
Ñ
entrada en una actividad única de salida (véanse pág. 62 y Fig. 2.21). Los
modelos neurales usuales tienen sus unidades distribuidas en varios estratos "
diferentes. El primer nivel recibe información de entrada del «mundo
externo», representando, por ejemplo en la percepción de altura, la
distribución de la actividad sobre la membrana basilar (véase eje vertical
en la Fig. Ali.!). El estrato de salida presenta distribuciones de actividad
neural que son específicas a los patrones para cuyo reconocimiento la red
ha sido diseñada (por ej. una «señal» de altura separada para cada uno de Espectro
Escala arbitraria
los tonos compuestos que forman el estímulo en la Fig. AII.2, o, en un

4
Un procedimiento mucho más sofisticado, basado en líneas generales en el esquema
esbozado arriba, fue desarrollado por Terhardt et. al. (1982).
1'2-'1. Apéndice 11 Apéndice ll 225

n1ucho complejo, una «señal cognitiva>> separada para cada específicos conduce automáticamente a los cambios sinápticos
musical en un sonido orquestal que llega al oído). de varias exposiciones, produciendo una es especifica
_In1c1aln1ente, el peso dado a cada sinapsis está preai;;_;ignado (por ej., el a esos rasgos después del período de entrenam1ento. Finalmente, en el
n11s1110 peso para todas, o un peso asignado aleatoriamente). Luego, estos sistema nervioso central hay redes 'precableadas' que procesan
pesos se 1nodifican paulatinamente en sucesivos pasos de entrenamiento; información sensorial, cuya arquitectura sinaptica surgió en la evolución.
en paso el º?tput real con1para con la salida deseada, y los pesos Mucho queda por hacer en el desarrollo de la computación Por
se rea1ustan, segun compleJOS protocolos numéricos, para producir una ejemplo, por ahora, los modelos de redes en su may?na, están
aproximación 1nejor. Este procedimiento se repite incontables veces ha'ita d-iseñados para un análisis de patrones espaciales (incluso los
lograr un n_ive_I de precisión predeterminado. Después de haber completado 1 reconocimiento de voz trabajan principalmente sobre la base del anahs1s
el «aprend1z<1:JC», se ve con frecuencia que el sistema es capaz de reconocer de espectros sonoros instantáneos). Sin embargo, el
correctamente patrones incompletos (¡la fundarnental ausente!) o ciertos manipular configuraciones secuenciales y trabajar tanto con d1stnbuc1ones
patrones que no han sido presentados en absoluto al sistema durante el espaciales como temporales de actividad neuronal (véanse Secs .. 2:8 Y
de aprendizaje (Kohonen. 1988). Esta capacidad de interpretar 4.10). Por lo tanto es necesario diseñar modelos en los cuales la acttv1dad
situaciones nnevas (no aprendidas) es una propiedad fundamental de los sea mantenida durante un cierto tiempo en circuitos cerrados (loops).
1nodelos avanzados de redes neurales. Es esencial para la descripción de Una cuestión mucho más difícil es la de comprender la capacidad de
los 1nodos de procesa1niento paralelo, dist1ibutivo, holológico de ta función «aprendizaje instantáneo:> nuestro c.erebro por la la
cerebral (Scc. 4.10), que le penniten a un sistema que evolucionó para es almacenada en memoria stn la necesidad de exposiciones repettdas , Y
!levar a cabo un conjunto limitado de tareas, ejecutar operaciones nuevas tratar de emular este proceso con modelos de redes neurales. Final!11ente,
que no han Jug,1do ningún papel en la evolución genética, tales co1no leer deben desarrollarse las herramientas matemáticas que pemutan la
Yescribir ( [(oss!yn y Koenig, 1992), integrar ecuaciones diferenciales. comprensión cabal y la descripción cuantitativa de los algoritmos
y ¿escuchar n1úsica? (véase Sec. 5.6). involucrados (por ej., Arbib, 1987). Cuando se cumpla todo
¿Có1110 se cijustn11 los n1odclo.s neurales actuales a la realidad neuronal? completado una parte importante de ... ¡meramente la etapa In letal en el
En prin1er lugar la lla1nada retropropagación l «back-propagation» 1. desarrollo de la computación neural !
responsable de efectuar los cambios sinápticos necesarios en los circuitos A causa de su potencial impacto en las neurociencias, .ciei:cias del
tt producir la salida deseada. Esto requeriría que la comportamiento, robótica, matemáticas y sus muchas aphcac1ones en
111lonnacll)n de s<1hda sea usada para realünentar la red neural en una física, ecología, etc., el desarrollo de modelos de redes Y
dirección opuesta a la propagación de actividad que «baja» del estrato de neurales representa hoy en día uno de los grande:i; desaf1?s. inter-
entrada; i la estructura ncural de la corteza y de las estn1cturas subcorticales disciplinarios de la ciencia y la tecnología. ¿Se beneficiará la con
sen ta características que parecen ejecutar precisamente este proceso !5. todo esto? Una mirada hacia el pasado nos enseña que desde los corruenzos
bn se.gundo lugar, inodelos requieren un «lnaestro» que suministre mismos de su desarrollo la música siempre abrazó los últimos avances de
la salida deseada, venhque cuán hneno es el ajuste, y ordene los cambios }a ciencia y la tecnología. ¡Lo atestiguan las flautas, arpas y trompetas del
apropiados en los pesos sinápticos durante la retropropagación. Por otra antiguo Egipto, las maravillas mecánicas y acústicas de órgan.os del
parte, el 1110.delo de la figura AJL 1 es un ejemplo de una red que siglo XV, el uso de las en la teoría y
aprende «Sin superv1.s1on)}, en la cual la aparición repetida de rasgos así como también los refinados instrumentos electroacust1cos de hoy·

que las activadas liberan una sustancia química


ox1Jo,i11tHiso - (f!O! CJ. Shuman y MaJison, 1994) que se propaga a neuronas vecinas y
t.le rnodo SJrve Pª'.ª relnrzar aquellas sinapsis que estén recibiendo impulsos
stmultancamente (es decir, aquellas que participan en un proceso cerebral específico
en el que que libera la sustancia). Esto
un especifico de potenc1ac10n a largo plazo (véase pig 179)
Por _eJemplo, cons1_dere1m:_is !a Pig. Ali.!: suponiendo que en un comienzo las
de sa!nl'.1 ester_i_conectadas débilmente a todas las neuronns de entrada que
!a l1bernc101i de una sustancia quí1nica actívante por p::irte Je !a ncurmia
K 1eto1zana todos los sinápticos con aquellas fibras de entrada que disparen en 6Esto involucra al hipocampo y estructuras tienen .un
el. por el tono moslrado a la izquierda. Después importante papd en las operaciones de a\macenanuento y recuperación de mformactón
de sui:es1v<1s cxpos1c10nes a ese tono, K surg1na como la neurona sintonizad.a K'. en la memoria.

.4
226 Apéndice Jll 227

causa y efecto. En los problemas, evitar que los alu1m1os tengan que
Apéndice III «resolver ecuaciones>>; mostrar c61no una detenninada relación
matemática une dos o más cantidades «dinámicamente» a lo largo de
Algunas observaciones acerca de la todo un rango de variabilidad; dar una visión intuitiva de las relaciones
cuantitativas entre n1agnitudes; mostrar cómo se pueden usar las
enseñanza de la física y la n1atemáticas para predecir la conducta de un siste1na. En las preguntas,
hacer pensar al alumno intuitivamente sin dejar de exigir, sin e1nbargo,
psicofísica de la música * precisión científica en las respuestas).
Una seria dificu1tad es que muchas de las personas especializadas en
música {y en otras artes) tienen «miedo» acerca de todo lo que sea rigor
científico, en el sentido de suponer de antemano que ellas «no podrán
comprender». Esto no es más que un bloqueo mental que puede ser elimi-
nado con paciencia, persuasión y dedicación por parte del docente.
La inclusión de temas de psícoacústica en un curso introductorio de
No sería sensato hacer recomendaciones demasiado elaboradas acerca de acústica musical presenta una serie de desafíos adicionales para quien
cómo organizar un curso verdaderamente interdiscipl:inario sobre esta esté a cargo del misino. El más obvio es desarroHar adecuad<nnente el
materia. La principal razón radica en la diversa preparación, impredecible, contenido dentro del .tiempo disponible. No importa cuanto tiempo se
del estudiante típico que podría interesarse en tal curso, asf como también disponga: siempre habrá que tomar decisiones difíciles con respecto a
en el amplio espectro de intereses que -el docente deberá enfrentar. qué temas dejar de lado y cuáles incluir. En segundo lugar, para un
que estuviera abierto a estudiantes de todas las disciplinas estudiante de acústica musical, la psicoacústica y la neuropsicología, son
un1vers1tanas, el curso podría incluir estudiantes de cinco áreas principales: aún menos familiares que la física. Esto hace necesario restringir los tenias
1) música; 2) psicología; 3) ciencias biológicas; 4) ciencias de }a en estas disciplinas a los más relevantes.
e ingeniería; y (5) física y matemáticas. La principal Será útil señalar ya desde el comienzo del curso algunos aspectos
radica en que el curso sea igualmente interesante, útil y pertinentes de la psicoacústica. Por ejemplo, hacer notar que rr-.-eientes
comprensible para todos. Esto requiere tres condiciones: 1) conquistas en 1a comprensión de la percepción 111usical pueden conducir
M1n1m1zar el uso de las maten1áticas, sin llegar a que la exposición resulte a abrir nuevas fronteras en el área de la composición n1usical. Sefialar
ridícula para los especialistas en ciencias e ingeniería (Sugerencia: usar que muchos de los errores conceptuales que exísten en torno a la ejecución
el curso para nzostrar explícitaniente a los expertos có1no ense1lar ciencia mnsícal tienen su raíz en los 1nodos particulares en que la información
sin usar n1aten1.ática). 2) Explicar cada tema «desde cero», sea de física acústica es procesada en el oído y en el cerebro. indicar que 1nuchos
psicofísica o música, sin llegar a ser condescendiente con los expertos requisitos técnicos en los equipos electroacústicos de alta calidad estñn
cada campo (Sugerencia: usar el curso para mostrar explícitaniente a· los directamente relacionados con aspectos particulares de procesa111iento de
expertos de cada campo co1no hacer reseiias concisas y co1npletas sobre señales en el sistema nervioso. Hacer notar que el estudio de la percepción
sus respectivas especialidades). 3) Llevar a cabo demostraciones en clase n1usical no es de interés solo para los 1núsicos, sino tan1bién pai"<.1 ncuropsi-
organizar trabajos prácticos de laboratorio así como también plantea; cólogos y psicólogos, quienes pueden obtener de este campo inforn1ación
problemas y situaciones de tal manera que el estudiante cuantitativa sobre funciones del cerebro y aplicaciones en musicotcrapia.
(independientemente de su área de especialización) pueda responder sin Una dificultad general consiste en que las de1nostraciones cxperí1nen-
hesitar a la siguiente pregunta: ¿Qué aprendí viendo esa demostración o tales y trabajos de laboratorio en general requieren equipos n1uy costosos<
resolviendo tal o cual problema? (Sugerencia: en los experimentos, evitar Sin embargo, es posible organizar un curso razonable con instrumentos
que los estudiantes tengan que realizar o presenciar tediosas mediciones; prestados de otros cursos o departamentos. Describirnos a contínuación
mostrarles cómo las magnitudes físicas se relacionan entre sí, cómo cambia este n1ínimo equipamiento, con el cual pueden demostrarse la n1ayor parte
una con respecto a la otra, y como están conectadas entre sí por relaciones de los experimentos mencionados en este libro.

* En. este formul.an para un curso universitario del tipo


electtvo, o!rec1do a nivel del ciclo bas1co de universidades norteamericanas.

228 Apéndice 111

l. Experimentación psicoacústica
l) Dos generadores <le onda sinusoidal, un amplificador 'stereo' de buena
calidad, buenos auriculares, dos parlantes de buena calidad. 2) Un
osciloscopio para cada grupo de cuatro a seis estudiantes; de ser posible,
Referencias
229

!
de doble haz con memoria. 3) Un sintetizador electrónico (es suficiente
una versión portátil 1). Con este equipo es perfectamente factible demostrar
casi todo lo que se mencionó en las páginas 27, 29, 37, 41, 44, 46, 49, 53,
107, 168 - 169, 185 - 187 y 196. Si se cuenta con un órgano de tubos
grande en un buen entorno acústico, se podrán hacer demostraciones útiles
adicionales (véanse por ej., págs. 55, 106 - 107, 110, 162, 166 y 181). En
todos estos experimentos o demostraciones, como regla, todo lo que esté
sonando debería a la vez presentarse en la pantalla de un osciloscopio.

A11en, J.B., and S.T. Neely. 1992. Micromechanical models of the cochlea. Phys.
2. Experimentación acústica Today, July 1992, 40.
Ando, Y. 1985. Concert Hall Acoustics. Springer-Verlag, Berlin.
1) lJn «sonó1netro»2 por grupo de cuatro a seis estudiantes con
Arbib, M.A. 1987. Brains, Machines, ana Mathematics. Springer-Verlag, New
estroboscopio y circuitería adecuada para llevar a cabo los experimentos York.
descriptos en las páginas 121 - 125. Con este equipo también se pueden Askenfelt, A., and E. Jansson. 1990. In The Acoustics of the Piano. Publ. of the
estudiar experimentahnente 1as relaciones (4.2) y ( 4.3), así como les Roya\ Swedish Academy of Music 64:36.
mecanismos de frotamiento y punteado de una cuerda. 2) Un piano es útil Backus, J. 1974. Input impedance curves for the reed woodwind instruments.
para realizar las simples demostraciones descriptas en las páginas 124 y J.Acoust. Soc. Am. 56: 1266.
126. 3) Tubos de órgano aislados (habitulamente disponibles en los Backus, J., andT.C. llunQ-ley. 1971. Harmonic generation in the trumpet.J.Acoust.
departamentos de física) para explorar curvas de resonancia del tipo Soc. Am. 49:509.
mostrado en la Fig. 4.24, y las relaciones (4.5) y (4.6), usando un pequeño Benade, A.H. 1971. Physics of wind instrument tone and response. In Symposium
parlante de buena calidad <(implantado» en el tubo. 4) Sinfines y (<ripple on Soundand Music, December1971. AmericanAssociation for theAdvance-
tanks» ta1nbién habitualmente disponibles en laboratorios de física, son ment of Science, Washington, D.C.
Benade, A.H. 1973. The physics ofbrasses. Sci. Am. 229(1):24.
muy útiles para la demostración de ondas viajeras, estacionarias, y de
Benade,A.H. 1976. Fundamentals of MusicalAcoustics. Oxford University Press,
acústica óptica en general. 5) Toda experimentación acústica debe estar
Lon<lon.
acompañada de adecuadas clases de problemas. Un conjunto excelente Bever, T.G., and R.J. Chiarello. 1974. Cerebral dominance in musicians and
de proble1nas se encuentra en Savage ( 1977). nonmusicians. Science 185:537.
Adetnás, es aconsejable proponer individualmente a cada alun1no un Bharucha, J .J. 1994. Tonality andexpectation. In Musical Perceptions. R.Aiello,
trabajo de seminario sobre un instrumento musical de su elección, lo cual, ed. Oxford University Press, Oxford. 213.
por supuesto, requerirá acceso a la apropiada literatura. Bilsen, F.A., and J.L. Goldstein. 1974. Pitch of dichotically delayed noise and its
Resu1niendo, éste es un curso que plantea al docente muchos desafíos possible spectral basis. J. Acoust. Soc. Am. 55:292.
y, a la vez, una enseñanza entretenida, tal vez el curso más interdisciplinario Borchgrevink. 1982. Prosody and musical rhythm are controlled by the speech
que pueda ofrecer una universidad a un nivel básico. Tanto al alumno hemisphere. In Music, Mind, and Brain. M. Clynes, ed. Plenum Press, New
como al docente le brinda la oportunidad de hacer volar la imaginación York. 151.
Bradshaw, J.L., and N.C. Nettleton. 1981. The nature ofhemispheric specialization
i dentro de los estrictos límites de la ciencia!
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Bredberg, O., H.H. Lindemann, H.W. Ades, R. West, and H. Engstrom. 1970.
1
Véase la ex.cdente descripción de experimentos seleccionados y de demostraciones en Scanning electron microscopy of the organ of Corti.· Science 170:861.
clase dada por Harttnann {1975). Brodal, A. 1969. NeurologicalAnatomy. Oxford University Press, London.
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67, l l7
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Annónicos, 57, 123
Annónicos aurales, 49 cerrada, 152
Computadoras neurales, 222
Annónicos superiores. Véase armónicos.
136
237
Consonancia, 13, 183, 222 pitagórica, 190, 192
Corteza, 10, l4, 21, 75, 203 H racterística.
Escala justa. Véase escalas.
Corteza 1n11Jitivn, 77 Habilidad musical, 211 Melodía, 14
Escala pitagórica. Véase escalas.
Corteza cerebral. Véase corteza. Hemisferio dominante, 210 Membrana basilar, 32
Escala standard, 195
Cro1na, ! 88 Hemisferio tnenor, 207 Membrana tectorial, 33
Escala temperada, 194, 195, 198
Cuerdas (ondas en), 121, 128 Hemisferios cerebrales, 23 Memoria, 170
Especialización hemisterica, 207, 208
Cuerpo calloso, 78 Memoria asociativa, 175
Espectro (de un tono), 12, 135, 137, Hertz (Hz, unidad de frecuencia), 30
Cuerpo del violín (vibración del), 142 Hz. Véase Hertz. ML. Véase nivel de enmascaramiento.
138, 142, 152, 165, 187
Curva de resonancia, 142, 152 Modos (de vibración), 124
Espectro de potencia, 136, 156, 168,
Moldes [Templares], 72, 165, 216
169 I
D Motivación, 19, 175
Experilnentos (para k1boratorios <le IL. Véase nivel de intensidad. Movimiento
DAP \!éase<liforencla apenas perceptible. enseñanza), 227, 228 Imaginación (en et cerebro), 177 armónico simple, 28
db. Véasl' dccibel. Imaginación acústica. Véase imaginación. periódico, 26
Decibcl, 100 F Impedancia de entrada, l 52 sinusoidal, 28
Dendritas, 61 Fase, 29, 51, 67, 128, 136, 165 Inipulsos (en neuronas), 10, 20, 30, 62, Música, 21
Detección de rasgos, ! 74 Fibras nerviosas. Véase neurona. 63 Musicalidad. Véase habilidad 1nusical.
Diferencia apenas perceptilile, I 8, 36 Física Impulsos nerviosos. Véase impulsos.
de sonoridad, 99 clásica, 16 Información (neural). Véase codificación. N
de altura, 36 cuántica, 16 Instrumento tipo clarinete, 153
Difracción, 162 N. Véase Newton.
Fisión melódica, 200 Instrumentos de bronce, 156, 157
Direccionalidad. Véase localización. Instrumentos tipo flauta. 31, 145, 152 Neurona, 21, 61, l l l, 219
Fon (unidad de nivel de sonoridad), 103
Disonancia, !3, 46, 183 Instrumentos tipo oboe, 153 Neuropsicotogía, 19
Fonnantes, 144
Dispersión, 125 Newton (N, unidad de fuerza), 80
Fraseo, l IO Intensidad, 12, 93
Distribución (de actividad neura!), 21, Nivel de enmascaramiento, 102, 107
Frecuencia Intervalos agrandados. Véase alarga-
62,67, 220 . i. Nivel de intensidad (IL), 100
análisis. Véase an:ilisis de Fourier. miento de intervalos .
Do1ninio (de un tono en una secuencia). Intervalos musicales, 43, 46, 184, 196, Nivel de presión sonora (SPL), 101
discrinünación, 40
Vétise !ónica. Nivel de sonoridad (LL), 103
resolución, 36 200
Duración (efecto sobre la sonoridad). Nodos, 95
Frecuencia característica, 65
Véase <itcnuación de la sonoridad. Nota pedal, 110
Frecuencia central, 42 J
Frecuencia de batido, 40
E
Frecuencia de disparo (neural), 63, l l I
J. Véase Joule. o
Joule (J, unidad de energía), 82
Efecto «cóctel party)), 183 Frecuencia de repetición, 12, 54, 55, 56 Octava, 50, 183, 188
Efecto Chonts, 182 (Véase también frecuencia funda- Oído absoluto, 198
L
Efecto de precedencia, 160, 163, 183 mental) Oído interno. Véase cóclea.
Frecuencia de resonancia, 89, 141 L. Véase sonoridad, subjetiva. Ondas
Efecto Müssbauer, 35, 116
(Véase también curva de resonan- Lengüetas, ! 50 elásticas, 79
Elemento vibrante, 10, 135
cia) LL. Véase nivel de sonoridad. intensidad de las, 93
Emisiones otoactísticas, 113
Frecuencia fundamental, 12, 54, 56, Localización (<lel sonido), 69 longitudinales, 84, 90
Endolinh1, 32
Energía 122 Longitud de onda, 87 estacionarias, 94, 121, 144, 147
cinética, 81 Fricción, 82 superposición de, 94, 124, 135
M transversales, 85, 87
potencial, 82 dinánlica, l 34
Enmascara1uiento, 102, l 06 estática, 133 Magnitud psicoflsica, 18 Ondas longitudinales. Véase ondas.
Enseñanza, 226 Fuerza, 80 1nultidimensional, 137 Ondas sonoras. Véase ondas.
Escalas, u1usicales Fundamental ausente, 55 (Véase tam- Mecanistno de excitación, 10, 120 Organo, 55, 107, 155, 163, 164, 166
justa, 190, 191 bién altura subjetiva) Mecanismo de frotamiento, 83, 133 Organo de Corti, 32
Función cerebral, 17 l frecuencia. Véase frecuencia ca- Oscilación amortiguada, 82, 130, 131
238
239
Oscilaciones annónicas. Véase movi- Representación holológica (en el T
miento armónico simple. cerebro), 178
Osciloscopio, 27, 228 Resonador, 10, 120, 130, 138 Temperatura (efectos sobre el sonido),
Retropropagación, 224 86, 146
p Reverberación, 10, 160 Teoría auditiva de localizaclón f place
Ritmo, 205 theory of hearing], 37 (Véase
Pa. Véase Pascal. tainbién altura)
Rugosidad (de dos tonos puros), 41,
Paquete olivo-coclear, 77, l 17 Tiempo medio de caída, 131
184
Pascal (Pa, unidad de presión), 81 Timbre, 10.12, 120, 126, 129, 134, 167
Ruido, 13, 190
Patrón de excitación (en la membrana Tímpano, l O, 8 l
basilar), 37, 61, 71, 73 (Véase Tonalidad, ·14
también reconocimiento de patro-
s
Tónica, 14, 184, 199
nes) Seguimiento de la fundamental Tonos silnp1es o puros, 31
Patrón vibratorio, 26, 53, 59, 60, 61 [Fundamenta!Tracking], 53 (Véase superposición de, 37, 120
(Véase también modos de vibra- también altura subjetiva) Tono de bisel, 149
ción) Sentido de retorno, 14, 204 (Véase Tono de lengüeta, 151
Pensamiento (como proceso neural), también tónica)
Tono residual. Véase fundamental
173 Señal nerviosa. Véase impulsos. ausente.
Percepción estereofónica (del sonido). Sinapsis, 62, 220 Tonos am1ónicos, 71
Véase localización. Síntesis (de tonos), 135, 163
Toque (en la ejecución pianística), 132
Perilinfa, 32 Síntesis de Fouricr, 135 Trabajo, 81. 82
Período, 26 Síntesis sonora. Véase síntesis. Tríada, 190, l 91
Piano, experimentos con el, 124, 126 Sintonización nerviosa, 115 Tubo (abierto, cerrado). Véase colunu1a
Potencia, 83 Sistema lí1nbico, 20, 202 de aire.
Potencial de acción, 62 Sistema nervioso central, 211 Tubos de órgano, 10, 146, 155
Potencial postsináptico, 62 Sistema neural auditivo (sistema
Presión, 81 nervioso auditivo), 10, 6J, 69 u
nodos de, 98, 144 Sistemas de alta fidelidad, 50
vientres de, 98, 146 Sobresoplo, 155 U1nbral de en1nascaramiento, J 02
Presión de arco, 134 Son (unidad subjetiva de sonoridad), U1nbral de la audición, 98, 100
Procesador central de altura, 72, 165, 105
Sonido diferencial, 47, 49 V
181, 187, 200, 219
Propagación (del sonido), 79, 163 Sonido directo, 159, 160, 163, 183 Velocidad (de las ondas), 86
Psicoacóstica, 17, 19 Sonidos resultantes, 47, 219 Vías audítivas, 76
Psicofísica, 15, 16 Sonoridad, 11, 31, 98, 101, 103, 109, Vibración, 26
167 Vibrato, 171
R atenuación (en tonos cortos), 109 Vientres, 95, 97, 124, 144
compresión, 105
Reconocimiento (de un instru1nento
musical), 144, 169
subjetiva (L), 83, 99 w
su1nade, 107, 112
Reconocimiento de patrones [Pattern W. Véase Watt
Sonoridad subjetiva, 103
Recognition], 169, 171, 187 Watt (W, unidad de potencia), 83
SPL. Véase nivel de presión sonora.
Red eferente, 65, 77, 116
Redes neurales (modelos), 176, 219
Superposición 1 z
Reflexión (del sonido), 92, 162
Be ondas. Véase ondas. i
Registro (grave, n1edio, agudo), 154,
155
de tonos compuestos, 180
de tonos simples o puros, 37, 120 !f Zona de resonancia (sobre la men1brana
basilar), 34, 64, 89

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