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Pedro Aullén de Haro (Editor) Metodologias comparatistas y Literatura comparada CLASICOS DYKINSON ATOLOGIA Y COMPARATISMO: DEL METODO Y LA DISCIPLINA Mania José Ropricuez SANCHEZ DE LEON El andlisis comparado de los temas 8 del siglo xix cuando los estudios Heresan Por su pervivencia y mutacin Y mitos literarios se considera instituido a sobre folklore y la literatura comparada se en la literatura popular en un caso y en las Braluras modemas en otro'. Ambas se ocuparon de agrupar la multiplicidad de tra- nientos que a lo largo de la historia literaria se habian producido de un mismo into. Pero la primera clase de indagaciones, denominadas después por los alema- Stoffgeschichte o historia de los materiales que forman el acervo comin de las iedades, respondia a un afin catalogador cercano en sus propésitos al folklore antropologia”. La busqueda de conexiones entre los cuentos, las leyendas, los ¥ los relatos populares se realiz6 con el objeto de investigar la existencia fuentes comunes, sustrato de la literatura, sobre las que habria de construirse el sis de las obras. Su origen se sitia en los estudios de los hermanos Grimm y su ente investigador en los trabajos del medievalista Gaston Paris realizados a fina- xix’. Sin embargo, tal interpretacién, mis antropolégica que literaria, y sobre su metodologia fue puesta en cuestién por la critica francesa de principios del Mian de Stoffy Stffzeschichte, véase Trousson, Raymond, “Reflections on Stofigeschichte”, Me CreaatS et The Return of Thematic Cristism, Cambridge, Harvard U. P, 1993, pp. 290-293 y ii Cristina, La tematologia comparatista entre teoria ypréctica, Madi, Aree, Libros, 2001, pp. 78- Mellek, René, “The Name and the Nature of Comparative Literature” ", en Discriminations: Further Hs of Criticism, New Haven, Yale U. P., 1970, pp. 1-36. 366 Maria José Rodriguez Sanchez de Len El llamado “comparatismo de las cétedras” se preocupé por instaurar unos cipios y métodos superadores de las limitaciones del nacionalismo imperante er estudios filolégicos. Su propuesta se dirigfa hacia una metodologia tan literaria cientifica que fijara limites a la investigacién y aportara nuevos conocimientos ca de los hechos literarios. En este contexto, los estudios de los temas se encontr aun mismo tiempo en la peor y en la mejor de las situaciones posibles, En lan porque existia una verdadera conciencia de que el estudio de los fenémenos rios habia de abordarse a través de los estudios tematol6gicos y, en la peor, po los resultados ofrecidos hasta el momento no lograban encontrar una metodo propia que los adscribicra inequivocamente a la literatura comparada. Asi pues contrndose estas reflexiones desde antiguo en la base del conocimiento litera hallazgo de un método adecuado para estos estudios se convirtié en la persecu de unos principios tedricos capaces de sustentar sobre si la confirmacién de la li tura comparada como nueva disciplina. 1. La INSTITUCION DE LA DISCIPLINA Y LA INEFICACIA DEL METODO POSITIVISTA. Como explicaba Baldensperger en 1921, en su conocido articulo “La lite comparada. La palabra y la cosa”, Gaston Paris se acercd con una mentalidad tifica al estudio de los mitos y leyendas. Su intencién consistia en hallar (m en no obviar) las fuentes primarias de la literatura y de la tradicién aceptando fundamento la existencia de un patrimonio temético universal del que no p prescindir los estudios comparados'*. Sus libros, como los del también francés. Bédier, el italiano Comparetti o el alemén Max Koch, respondfan a una d comparatismo basada fundamentalmente en la reconstruccién de una hi tica unitaria que, sin embargo, se juzg6 escasamente rentable para el co concreto y relacional de la literatura europea. Aunque sus monografias co un hito en la historiografia literaria del momento y sus tesis y métodos son reconocidos por los medievalistas como referentes obligados de ulteriores ti su concepcién se marginé definitivamente del Ambito de los estudios literari aplicacién al conocimiento de los grandes autores y lo que Brunetiére denom cinco grandes literaturas europeas” y, en tercero, se adujo la facilidad con qu campo tan vasto podian desaparecer las certezas a las que aspiraba la ciencia, * Véase Baldensperger, Fernand, “La littérature comparée. Le mot et le chose”, Révue de ltéra rée, 1 (1921), pp. 5-28, trad. de M"J. Vega y N. Carbonell, La literatura comparada: principios Madrid, Gredos, 1998, pp. $5-56. * Fue precisamente Brunetiére quien durante la celebracién en 1900 del Congrés dhistoire eo littératures defendié que el tinico objeto posible de la literatura comparada habria de ser “la las cinco grandes literaturas en sus relaciones respectivas, la curva de la evolucién de la lite Tematologia y comparatismo: del método y la disciplina 367 Respecto de la cuestién metodolégica, se decia que la informacién reunida obedecia a una cierta simplificacién explicativa que, si bien permitia acreditar la existencia de unos materiales esenciales y de unas fuentes comunes de la literatura universal, no explicaba la transmisién ni contribuia a aclarar la especificidad de las diversas literaturas ni de sus autores. Asimismo, el estudio de las leyendas, poemas y telatos colectivos, al ser analizados sin referencia a un contexto hist6rico, autorial ni fextual, acababa por resultar demasiado impreciso resultando muy dificil averiguar qué medida ayudaba a una mejor comprensién de las literaturas modernas. Es evidente que tal deslegitimacién perjudicé a la literatura comparada y sobre a la tematologia, que se confundié en ocasiones con la deriva poco verificable Jaque habia conducido la ciencia del folklore centrada en las formas simples. Ade- , Sus especulaciones en tomo a la mitografia y la mitologia colisionaron con los ipios programticos de las principales escuelas criticas inmanentistas del siglo cn particular con el Formalismo ruso, la Estilistica y el New Criticism®. Pero este al margen, lo mas nocivo para la tematologia era que se habia asentado entre criticos la certeza de que sus conclusiones solo podian estimarse como curiosi- eruditas 0, en el mejor de los casos, explicaciones genético-causales nacidas existencia, mas o menos azarosa, de paralelismos temiticos entre obras de épo- idistintas o de diferentes literaturas nacionales’. Benedetto Croce la sentencié en al afirmar que las investigaciones sobre las ideas y temas literarios. han de ser clasificadas en la categoria de la erudicién pura y simple, y nunca se prestan un tratamiento orginico. Jamds nos conducen por si mismas a la comprensién de la obra literaria [...]. Su objeto no es la génesis estética de la obra literaria sino la historia externa dela obra [...] 0 un fragmento del diverso material que ha contribuido a su formacién'. Croce lo desdeftable del procedimiento hasta entonces empleado era que no en la naturaleza artistica de la literatura. De hecho, tras abominar de la de- que de literatura comparada ofrecia Max Koch al prologar en 1886 la revista ifi fir vergleichende Literaturgeschichte, admite con el eritico alemén que la literaria se ha constituido desde antiguo como disciplina a fuerza de realizar ones’. En realidad, lo que el italiano reprocha a este comparatismo de los de la historia de esas cinco literaturas y, en fin, la identidad de este tipo de investigaciones objeto ie a literatura”. Apud Vega y Carbonell, ob cit., pp. 56-57. Wellek, René, “The Concept of Comparative Literature”, Yearbook of Comparative and General 2 (1953), pp. 1-5. rect la razén de ser de la literatura en Occidente se encontraba en la existencia de un interés iitérature générale et lttératures particuligres”, The French Review, 6/1 (1932), pp. 5-14, “La letteratura comparata”, La Critica, 1 (1903), pp. 77-80, trad. en Vega y Carbonell, 32.35, p. 33 elas siguientes palabras: “Ia literatura comparada debe rastrear el desarrollo de las ideas y las [a transformacién constante de temas similares o conexos en las literaturas del pasado y del pre~ ‘igualmente descubrir las influencias de una literatura sobre otra en su telacién mutua. Todo nel nombre”, en Vega y Carbonell, p. 33. 368 Maria José Rodriguez Sanchez de Leon temas es la escasa utilidad que para la historia de la literatura, para la compreni creadora del arte, proporcionaba el realizar la conversion de los estudios teméti en meros inventarios literarios. De ahi que admita coincidir con Koch cuando entiende la literatura comparada como “explicacién integral de la obra liter La cuestién fundamental de la discrepancia se erige entonces, segiin también d Ta, en una cuestién de método. Frente a la erudicién, se hacia imprescindible tar una metodologia historica y explicativa consistente en realizar, en su opinién, interpretacién integral de la obra literaria que también contemplara sus rela universales: “la historia comparativa de la literatura [...] es historia entendid su verdadero sentido, como explicacién integral de una obra literaria, consider en todas sus relaciones, inserta en la totalidad de la historia universal (...] vis las conexiones y preparaciones que son su raison d’étre”"'. En este contexto, C concluye que tales relaciones no pueden ser sino hist6ricas lo cual diluye el com ratismo en el dominio general de la historia literaria. No obstante, lo realmente relevante de sus comentarios es el hecho de qu validacién cientifica del comparatismo y de la tematologia eran en tiltima inst una cuestién de método, y probablemente también de perspectiva. El estudio d temas, como de lo expuesto se deduce, o pertenecia al ambito de los estudios et graficos y antropoldgicos o bien constituian trabajos de erudicién inutiles para’ ciencia literaria que se presupone capaz de explicar de forma cientifica qué era ar tica e histéricamente la literatura. Luego la reaccién critica ante la tematologia n dirigia tanto al objeto de sus pesquisas como al hecho de que las mismas habia orientarse hacia otro fin cual era contribuir de forma constatable a un mejor cono miento de la especificidad artistica de la literatura y a su devenir temporal. En el mismo afio que Croce escribia sus criticas, Charles Mills Galey, desde interpretacién del comparatismo como fundamento metodolégico de Ia teoria raria, manifiesta que el conocimiento “colegiado” de los temas, como el del g 0 los movimientos permite extraer conclusiones cientificas sobre el ser de la tura'?, De este modo, la literatura comparada constituiria un ambito de estudio tinado a formular una teoria de la literatura a partir del estudio de los moyimien géneros y temas". Siendo asi, conocer los aspectos tematicos servia para determi las caracteristicas comunes de la literatura sobre la base de reconocer las caus © Thid., p.35. "Ibid. ® Galey, Charles Mills, “What is Comparative Literature?”, The Atlantic Monthly, 92 (1903), pp. ey defendié una idea amplia de los estudios histéricos y de la propia historia que entiende como Defiende, a su vez, que la literatura comparada aplica tn método cientifico en el estudio de las cone ‘mutuas entre las literaturas antiguas y modernas. Forma parte, a su entender, del entendimiento del literario como expresiOn de lo humano, lo histérico y lo social. La cita en Ibidem, p. 36. Véase S Hans-Joachim y Philip H. Rhein (eds.), Comparative Literature: the Early Years. An Anthology of Ei Chapel Hill, University of Carolina Press, 1973. » Ibid., p. 40. Tematologia y comparatismo: del método y la disciplina Su pervivencia o mutacién: “La literatura comparada —aclara— tigacién, el de las telaciones literarias entre Jas distintas nacior de los préstamos, imitaciones y adaptaciones internacionales es un campo de inves- nalidades, y el estudio "'s. El método a seguir ferente critico'’. Por la mis tinica nacién ni tampoco a lizados y en todos los estadios de la historia” 36, Véase también lo comentado en la p. 42. 2 Sinchez de Leén, M" José, “La flosofia el conocimie Bal» El mundo hispiinico en el Sig de las Luces. deus ts Snag mindo hispsinico en el sigio xm, Madrid, SEESXVIIV/U, 1147. nto tedrico de la literatura a fines Coloquio Internacional Unidad y iversidad Complutense, 1996, Il, 370 Maria José Rodriguez Sanchez de Leon propios”*. Aunque atribuye a la literatura comparada un cardcter subsidiario pecto de la literatura general admite, sin embargo, que estos trabajos se han vertido en una constante de los estudios literarios desarrollandose en cuatro lit fundamentalmente: el estudio de los temas, las transformaciones de un género, fuentes literarias y la fortuna e influencia de un autor extranjero en una literatu cional®, Asegura también que, sobre todo los tres iltimos, “son investigaciones| colman lagunas, tienden puentes entre las distintas literaturas nacionales e in aportan conclusiones precisas para la historia general de la literatura, ya que demi tran cémo las ideas 0 las formas artisticas se transmiten de pais a pais”. Ahora como sus compatriotas, desaprueba los andlisis, bautizados como tematolégicos, nectan las obras y los autores con la tradicién literaria ya que sobre ella se dese el genio y la originalidad artistica: Hay, por tanto, casos donde la exposicién histérica de formas sucesivas de un yenda en varios paises permite establecer: 1°) la dependencia de los autores mas re respecto de sus predecesores; 2°) le peculiaridad de su genio, de su ideal, de su modificaciones que han aportado a un tema comin. Asi, por ejemplo las diferencias la obra de Guillén de Castro y de Comeille son sencillas pero se explican por la conoe que Comeille tiene de la tragedia, por los gustos de su piblico y el suyo propio y esto que esti haciendo la literatura comparada’. Para van Tieghem el método comparatista que ha de aplicar la tematologia, la literatura comparada en general, ha de basarse en la existencia de interrela nes comprobables empiricamente entre literaturas nacionales para un conocimi mis fructifero de la historia literaria””, Pero, como explica enseguida, ello no plica aceptar el reduccionismo defendido por Baldensperger o Hazard. A difere de ellos, cree que el estudio de los temas, los tipos y las leyendas, de acuerdo o no procede renunciar a ninguno uno de sus multiples dominios: La tematologia se extiende sobre un dominio muy amplio: unas veces, linda folklore y el estudio de las tradiciones popular, de una fuente anénima mientras que ¢ veces se interesa por la influencia que los grandes escritores han ejercido, o bien ou examina el modo en que cada uno ha conocido y tratado la misma leyenda o el © Tieghem, Paul van, Le prérromatisme. Etudes d'histoire littéraire européenne, Paris, Alcan, 192 14, trad. en Vega y Carbonell, pp. 63-67, p. 63. . 63. ® Ibid... 21 Tieghem, Paul van, La littérature comparée, Paris, Co Ibid., p. 57, Ibid., p. 90. La traduccién es mia, Cabe recordar aqui la posicién a favor del acercamiento de Ia logia a la historia de las ideas, Jeune, Simon, “Types et themes: vers l'histoire des idées”, en Générale et Littérature Comparée, Essai d'orientation, Paris, Minard, 1968, pp. 61 y ss. , 1946, pp. 79-80. La traduccién es mia. SEE Tematologia y comparatismo: del método y la disciplina 371 hecho historic. Entre estos dos extremos, abarca una gran cantidad de estudios muy hete- rogéneos a pesar de su aparente similitud™ ciones de hecho impiden que los estudios tematol6gicos aboquen en la erudicién. Serian estudios de contenidos conducentes al conocimiento de la peculiaridad y de la diferencia y, a través de ellas, a lo estrictamente literario y alo que él denomina “las transformaciones conscientes” en las que propone que Ia literatura comparada se concentre*>, Van Tieghem neutraliza de este modo las derivaciones folkloristas de la practi- la literatura y la valoracién estética no se Perciben como irreconciliables sino que la primera coadyuva a la comprension de la Segunda. En este sentido, coincidird con Curtius cuando en 1938 afirma: “la tépica historica puede contribuir también a la comprensién de obras individuales y textos aislados”?*, in pro- fundizar en sus planteamientos ni en los de la Estilistica, si debemos recoger aquel Pensamiento para el que las conexiones con la tradicién se hallan en el seno mismo tl proceso creador. La reconstruccién que Propone de la tradicién literaria europea de sus tépicos como estructuras constantes de la creacién poética occidental se enfonces en un procedimiento exigido por la historia y la critica literarias. Para jTeghem, Paul van, La littérature comparée, p. 90. tbid, p.91. Una revisién general del autor puede encontrarse en Dethurens, P., “Pierre van Tieghem (1871- Fay Portralt du comparatiste en ‘bon Européen”, Revue de Litéramue cy ‘omparée, 74/3 (2000), pp. 349- Fripits consideraciones sobre el t6pico litrario pueden encontrarse ey Lépez Martinez, Maria Isabel, Uadicin o poligénesis?”, Boletin de la Biblioteca Menéndes Pelayo, 39 (1963), pp, 5-27. BS E.R, Literatura europea y Edad Media latina, México, FCE, 1998 [1948}, I, pp. 126-127. »E.R.,“Concepto de una tépica histérica”, p. 157 372 Maria José Rodriguez Sanchez de Leén raria cuando son objetos rastreables en la tradicién literaria occidental como sustr humanista de las literaturas nacionales: Un topos es algo anénimo. Lega a la pluma del autor como reminiscencia liter Tiene Ia ubicuidad espacial y temporal de un motivo icénico. La investigacién sobre topoi es equivalente a una “historia del arte sin nombres”, opuesta a la historia de los en des maestros. Puede llevar hasta las formas impersonales de estilo. En estos eleme impersonales de estilo tocamos un estrato de vida histérica mucho més profundo que Jas invenciones individuales. Nos encontramos con entramados de estructuras [Struki sammenhénge] que, segiin creo, pueden deparar nuevos conocimientos a nuestra repre taci6n general de la literatura en la Edad Media. La investigacién literaria de las fuen latinomedievales ha de contemplar una masa descomunal de materiales. Es compren ues, que hasta ahora apenas haya podido superar el estadio de los repertorios bibliog ficos. La investigacién de los topoi pone a nuestra disposicién los esquemas ordenad que ha descubierto empiricamente, los cuales permiten articular con sentido todo el terial histérico, Esta investigacién no forma ninguna sistematizacién obtenida desde sino que se aproxima a la sustancia histérica obtenida desde si misma®, Su propuesta para un conocimiento verdadero de la Edad Media implica lain tigacién de la tradicién evitando asi, entre otras cosas, errar tanto en la concepeién: las épocas como en la valoracién estilistica de los autores. Esta variada percepcién de los estudios tematologicos que recorre las p décadas del siglo xx se realiza por la existencia de una conciencia unitaria de la teratura de sustrato antropolégico o cultural. Por eso el método descriptivo, cara rizador 0 acumulativo resultaba practico como recurso mas no como procedim indagatorio ni siquiera para la historia literaria. La validez de un método compar exigia un proceso complejo en el que se constatara que la tematologia no solo e0 sistia en el hallazgo de unas fuentes comunes de lo literario™. Todavia en 1965,R mond Trousson hubo de pronunciarse en su libro Un probléme de littérature eo rée: les études de themes. En él afirmaba que la ordenacién de los temas y moti literarios era absolutamente necesaria por mas que los criticos franceses, a diferenc de los germanos, lo hubicran denostado*!. En los trabajos de F. A. Schmitt o de] apreciada E. Frenzel se encontraba esa imprescindible clasificacién secuenciada los temas convertidos en diccionarios™. Pero, frente a los folkléricos, tenian la vi de que se habian construido sobre la necesidad de conocer e interpretar a histo espiritual de las naciones europeas. Esta direccién tematolégica, muy desarrol ® Ibid, pp. 168-169. ® Véase Tomacheevsky, Boris, “Temética”, en Teoria de la literature, ed. Fernando Lazaro Carrete, Akal, 1982 [1928), pp. 177-210. * Trousson, Raymond, Un probleme de littérature comparée: les études de themes, Essai de Essai de dologie, Paris, M. J. Minard, p.23. ® Véanse su Diccionario de argumenios de la literatura universal, Madrid, Gredos, 1976 y el Diceiona ‘motivos de la literatura universal, Madrid, Gredos, 1980, En esta linea se insertan también los trabajo Horst, S. ¢1. Daemmrich, Themes and Motif: in Western Literature. A Hanbook, Tubingen, Francke, 198 Tematologia y comparatismo: del método y la disciplina 373 en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, obedecia a una concepcién de la tra- dici6n literaria entendida como las imagenes, pensamientos, ideas, temas y técnicas expresivas sobre las que se cimentaba la creacién”’. Desde esta perspectiva, como Sefalaran Lida de Malkiel o Curtius, respondian a un humanismo posclisico, garante de la existencia de una tradicién compartida®, El estudio comparado de los temas adquiria asi una dimensién cualitativa que, sin embargo, habia que consolidar. A este respecto, Trousson busca una solucién conciliadora: Debido a que ahora se utiliza para identificar y aclarar las miiltiples significaciones de luna tema, para aislar sus elementos constitutivos, para definir las diversas formas en que se desarrolla, para establecer relaciones, para hallar, en el complejo interior de las obras y n la marafta de motivos, la organizacién interna de los temas, se logra dar a este trabajo su auténtico sentido lo cual permitira respetar un elemento esencial del tema: su polivalen- cia®s, El estudio de los temas en este autor resulta esencial por varias causas de las deriva la polivalencia a la que se refiere la cita. Los temas y los mitos se hallan grados en la tradici6n literaria y cultural de donde se extrae su significacién sim- dlica. La tematologia sirve por ello para encontrar los nexos, sean de héroes o de i6n, con dicha tradicién que lo explican. Pero ademis sostiene que los temas los mitos se integran en la estructura compositiva de la obra literaria. Frente a sus ponentes, cree imprescindible su estudio para un conocimiento formal y estético de obra literaria. No sirven tan solo para el reconocimiento de la existencia de un co- iin denominador sino para, de un lado, inscribir al autor y su creacién en la historia de otro, conocer las modalidades de utilizacién de ese tema por parte de un movi- nto o de un autor. En un sentido, la tematologia impide el aislamiento artificial de obras literarias pero sin que ello implique una renuncia al estudio de la originali- dni del funcionamiento en el interior de la obra de los mismos”*. En consecuencia, i temas se vinculan por igual a la historia de las ideas literarias que a la estética analisis de las estructuras textuales. De hecho, asegura que existe una interde- neia entre el tema elegido y la forma y de ambos con el contexto ideolégico e ico”’. La misma idea que propone de mito encuentra aqui su justificacién®®, La no solo se apodera de la mitologia sino que la permite conocer de qué modo mn literaria lo codifica y las razones de su reinterpretacién®. Trousson huye, Io comentado al respecto por Kayser, Wolfrang (1948), Interpretacién y andlisis de la obra literaria, Gredos, 1980, p. 80. Curtius, Est Robert, Literatura europea y Edad Media latina, I, pp. 17-35. pusson, Raymond, Un probléme de littérature comparée..., p.29. La traduccién es mia, R,, Un probléme de littérature comparée..., pp. 46-47. p50. on, R, Le théme de Pométhée dans la littérature européenne, Geneve, Droz, 1964, 1, p. 11. llocomentado en Gnisci, Armando (ed.), Introduccién a la literatura comparada, Barcelona, Critica, Bp. 147 y Rodriguez Sanchez de Le6n, M" José, “Temiética biblica y ficcién en la literatura espaftola 374 Maria José Rodriguez Sanchez de Leon por consiguiente, de cualquier antinomia que los separe. No obstante, su método tegrador hace patente una cuestién determinante para el triunfo de la tematologia, trata de proclamar el cardcter unitario de los elementos mencionados sin olvidarq la forma, los géneros, la misma estructura literaria habran de explicarse también el empleo de los temas. Ni la literatura puede explicarse ex nihilo ni la tematolo incompatible, sino mas bien al contrario, con el estudio formal de la literatura. EI método salva las objeciones hechas a la tematologia positivista o a la ci cia del folklore. Se convierte en un método propio de la ciencia literaria por resultaba por igual orgdnico, histérico y comparado. Su posicién dentro del co paratismo podia no resultar ya tan marginal como la habjan considerado Guyan el propio Wellek. Por el contrario, la tematologia comparatista de los afios set que Trousson representa junto a Harry Levin entre otros se concibe como paradigr mero: La tematologia es una disciplina que se interesa por las relaciones intertextuale quiere contemplar la obra de forma aislada ni hacer una lectura lineal de la misma. Ele cimiento cultural, lo pre-textual, la prehistoria textual de un tema aparecen necesarian al analizarla. Sin embargo, estos asuntos no son exclusivos de la tematologia ni tamy recepcién y sobre todo la literatura comparada. [...] Esta claro que la literatura comp es deudora de su inspiracién “humanista™'. Casi al finalizar la década de los 90 del siglo pasado, Picrre Brunel explica b que una mala interpretacién de la tematologia, como del propio comparatismo, in ce a pensar que tales estudios pueden resultar infrutuosos. La idea misma de relae entendida como inmediata y no mediata lo fomenta. Como asimismo sucede co nocién de influencia y hasta con la weltliterature®, conceptos que, por una © por otra, acaban por generar desconfianza. Lo relevante, sin embargo, es que tematologia se inscribe en un contexto mas amplio, el de la moderna nocién de: tertextualidad, que ha de contener y contemplar la existencia de una tradicién, de sentido histérico del gusto y que se encuentra en el seno mismo de las config nes artisticas funcionando a veces de forma absolutamente evidente y eficaz®. del siglo xvi", en Olmo Leite, Gregorio del (dir), La Biblia en la literatura espafiola. Il Edad Mo Madrid, Trotta, 2010, II1, pp. 81-115. Véase Levin, Harry, “Thematics and Criticism”, en Demetz, Peter et al. (eds.), The Disciplines of G ccism, Essays in Literary Theory, Interpretation and History, New Haven/London, Yale U. P, 1968, pp. yss. “\ \Véase Schmeling, M., “A propos de Themes et Mythes de R. Trousson”, Revue de Littérature Cony 57/2.(1983), p. 212. La traduecién es mia. Brunel, Pierre (1989), Compendio de literatura comparada, Madrid, Siglo XXI, 1994, pp. 8-9 y tologie et littérature comparée”, Exemplaria, 1 (1997), pp. 3-12. © ‘Sobre la actualizacién de los estudios tematolégicos en el ambito de literatura comparada y mas al éta, en sus relaciones con la lingdistica y Ia informatica, véase Louwerse, Max y William van Peer Thematics. Interdisciplinary Studies, Amsterdam, John Benjamins, 2002. Tematologia y comparatismo: del método y la disciplina 375 2. Los ESTUDIOS TEMATOLOGICOS Y SU IMPORTANCIA HISTORICA El perjuicio ocasionado por el positivismo y la irrupcién de las teorias inmanen- tistas obligé a los partidarios de los estudios tematolégicos a justificarse una y otra vez cuando la investigacién comparada de temas, mitos y motivos existia desde an- tiguo en tanto que paradigma historiogrifico y hermenéutico. En este sentido, da la sensacién de que tras el debate superador que ha definido el paradigma comparatista de las titimas décadas del siglo pasado y del presente no se ha hecho sino recuperar un procedimiento explicativo de la literatura muy anterior al positivismo. Platén en su diélogo Jon o sobre la poesia hacia referencia a cémo 1a materia de la poesia era comin a poetas como Homero y Hesiodo aunque diferian en su tratamiento artistico pues el primero era superior a cualquier otro. Mas alld de esta apreciacién, lo significativo del comentario es, por una parte, que la conexién que el pensamiento clasico establecié entre el andlisis de los temas y la nocién de imitacion ¥, Por otra, que esa interrelacién obedece a fines didacticos. Las referencias a los temas y a los modos en que cada autor los desarrolla constituyen un procedimiento explicativo basico del arte poético. En la Poética de Aristételes son frecuentes las alusiones al tratamiento de la fabula en uno u otro poeta utilizandose de forma ejem- plificadora para constatar el uso que de una de las categorias trigicas realizaron los poetas de la antigtiedad: Es posible, en efecto, que la accién se desarrolle, como en los poetas antiguos, con pleno conocimiento de los personajes, como todavia Euripides presenté a Medea matando asus hijos. Pero también es posible cometer una atrocidad sin saberlo, y reconocer después el vinculo de amistad, como el Edipo de Séfocles; en este caso, fuera de la obra, pero otras veces en la tragedia misma, como el Alemeén de Astidamante o el Telémaco del Odiseo herido. Del mismo modo procedieron Horacio y después Boileau y otros preceptistas que le sucedieron. Mas, con anterioridad a la querelle des anciens et des modernes, es posible rastrear una constante presencia de comentarios de este tipo en las obras. de ret6rica y poética de la antigtiedad*’. Tales explicaciones se relacionan asimis- mo con el uso de los paralelismos como método pedagégico, indagatorio y critico. No es infrecuente, por consiguiente, que se establezcan comparaciones entre los autores 0 las obras mas representativas de las literaturas griega y latina y que en dichas comparaciones se incluyan referencias a los temas. El objetivo es constatar la existencia de relaciones mas o menos directas entre los autores y las obras y * Aristoteles, Poética, ed. V. Garcia Yebra, Madrid, Gredos, 1988, p. 176. * La obra clisica a este respecto es la obra conjunta de tredennick, Hugh, Posterior Analytics tépica y Forster, E. S., Topica, Londres, Harvard U. P., 1960. Estudios més recientes son los de Reinhardt, Tobias, Cicero’s Topica, Oxford U. P., 2003 y la sintesis de Rubinelli, Sara, Ars Topica. The Classical Technique of Constructing Arguments from Aristotle to Cicero, Nueva York, Springer, 2009. 376 Maria José Rodriguez Sanchez de Leon utilizarlas para discurrir acerca del ser y ejecutar de la poesia’. Sucede asi con estudio pormenorizado que de las fuentes homéricas en la Eneida realiza Macro en el libro V de las Saturnales"’. No obstante, cuando este recurso de larga presencia en los estudios lit regulariza es durante el Renacimiento gracias sobre todo a la obra de Julio Escaligero Poetices Libri Septem (1561). Bajo la forma de las responsio, t con el que se designa este tipo de comparaciones de los comentaristas de Ia la tardia‘*, Escaligero realiza en el libro v, Criticus, una serie de comparaciones de autores griegos y latinos y de sus /oca, esto es, de los temas compartidos por la, sia clasica grecolatina. En este caso, el método consiste en establecer una némin temas repetidos, reproducir los pasajes mas representativos de cada autor y juz con posterioridad las soluciones que ofrecen tratando de una misma materia™. interesante de su propuesta es que fija una amplia némina de fopoi que supone el damento de la comparacién entre autores a nivel elocutivo y también genérico®. este sentido, la comparacién tematica se erige en un método capaz de demostrar! sobre la base de una tradicién comin, el empleo de los mismos motivos posti nera soluciones técnico-poéticas diversas en cuyo conocimiento conviene il los jvenes poetas. La multiplicidad de beneficios que comporta dicho sistema explicado por Maria José Vega: La comparacién entre lugares privilegia el anilisis de los procedimientos elocul y los aspectos didacticos de esta tarea, proporciona al nuevo poeta consciencia de la ccién y un conjunto de pasajes que ofrecen soluciones a problemas técnicos de la eser provee, por tiltimo, de una suerte de estado de la creacién postica que permite al contempordneo “ver lo que otros han visto” y “lo que han dejado de ver”, situar la propia respecto del legado clisico, optar por la continuidad o por la ruptura, y tomar siones teméticas y técnicas plenamente conscientes*. Aste respecto, podria decirse que Escaligero aplica una metodologia de sis propiamente tematol6gica y comparatista cuya funcionalidad resulta tan como técnica y sobre todo tan practica para el reconocimiento de Ia individ como de la tradicién. La interpretacién del pasado le permite comprender el de los autores que se erigen en exponentes de la auctoritas ademas de const José, “Julio César Escaligero y los antecedentes de Ia literatura comparada”, Anuario de Estudios Fi cos, 17 (1994), pp. 469-482, Para més informacién sobre el autor, véase Sanchez Marin, José Anton ‘Nieves Muiioz, “La poética de Escaligero: introduccién al autor y a su obra”, Agora. Estudos cldsse debate, 9.1 (2007), pp. 99-145. © Véase Macrobio, Saturnales, ed. J. F. Mesa Sanz, Madrid, Akal, 2009, Libro V, caps. 4-10, pp. 35 © Ibid, p. 474 © Escaligero, Julio César, Libro V, cap. X. ® Vega Ramos, M* José, “Julio César Escaligero y los antecedentes de la literatura comparada’, p. * Ibid, p. 480. _ tazonando acerca de su obra EIS Tematologia y comparatismo: del método y la disciplina 377 de las nuevas doctrinas. El comentador se traslada a la mente y la época del autor y de su proceder esti istico, poético y a veces también femitico, Ahora bien, en estos trabajos la comparacién tematica se instrumentaliza, &s decir sirve para alcanzar otros objetivos. No es, por consiguiente, un objetivo en simisma, dose la puerta no solo a la reflexion cientifica in tomo a él sino también a su consideracién como producto de la imaginacién y de S tradiciones culturales. En este sentido, el mito se eleva hasta concebirse como a de representacién (religiosa, social, cultural y artistica) cuya inteligibilidad a imprescindible para la comprensién de los origenes histéricos y posticos en ecbrate nee latte y la creacién, sobre todo durante la antigiiedad grecolatina. Gbra de Antoine Banier sobre La Mythologie et les fables expliquées par Vhistoire et Tevisada, Paris, 1738-1740) se inscribe en esa linea de estudio a la que pertene- Fumbicn la obra de Fontenelle De l'origine des fables (1724) y The Dictionary Horical and Critical (1738) de Pierre Bayle. El afin pot conocer las conexiones ligiosas de la cultura y de la poesfa abunda en la idea de que es necesario explicar Grigen de los argumentos de la antigtiedad no solo por un prurito histérico sino ails Permite descubrir las diferencias existentes en su tratamiento entre los auto- s conveniente” para la literatura y la cul gran asi de forma natural en las valoracio} Consideraciones sobre ellos forman parte, rigenes de la humanidad y, de otro, de | mo procedimiento hermeneititico. Esta linea de pensamiento la desarrolla cl Ro , de un lado, de la necesidad de conocer la generalizacion del método comparado manticismo alemén de la mano oplatonismo de Friedrich Creuzer con su Symbolik und Mythologie der alten i besonder der Griechen (1810-1812) y del pietismo de K. 0. Miller y los mgomena zu einer wissenschaflichen Mythologie (1825). A pesar de las dife- Feldman, Burton y Robert D. Richarson, The Rise of Modern Mythologie (1680-1860), Blooming- Indiana U.P, 1972. 378 Maria José Rodriguez Sanchez de Leén rencias enfoque®, ambos autores inciden en sus investigaciones en la necesidad constatar la entidad del mito y en encontrar una metodologia que permita ave en qué consiste. Influidos por la lingiifstica comparada, formulan sus correspond tes teorias del mito (la primera mitologia comparada seré obra de Miiller)* 0 de simbélico a partir del modo en que la filosofia especulativa lo explica o la historia’ reconstruye en sucesivos momentos mitopoéticos. En el fondo de estas indagaciones subyace el problema histérico del hallazgo un método propio de los estudios tematolégicos. Pero, como bien explica Manfi Beller y hemos sefialado mis arriba, “los buenos trabajos tienen en cuenta tambit las implicaciones formales de una materia, esto es, sus afinidades con determinad géneros y estructuras, ademas de las variaciones del contenido, que confluyen co observaciones sobre la metaférica, la eleccién de imagenes, las alegorias y los s bolos”’’, El camino se encuentra, por tanto, en el estudio de los temas por su aport cién al conocimiento de la tradicién, la historia de las ideas y las transformacion en las formas y géneros literarios**. Los mitos y los temas se convierten en part de la invencién literaria conectados por igual a la realidad histérico-cultural que que nos eleva hasta el imaginario cultural y artistico y a sus formulaciones empiri y los cédigos literarios. Mas alla, pues, de polémicas o de tendencias tedrico-critie lo cierto es que el estudio de los temas y de los mitos constituye un punto de ot fluencia de los intereses miltiples de la ciencia literaria y de sus disciplinas. El ten no pude ser obviado por ser un elemento constitutivo esencial de la literatura y cémo las sociedades conciben la literatura y la cultura. Es, por consiguiente, en ¢ dimensién en la que alcanzard la mayor rentabilidad tanto para la teoria de la literal ra como para los estudios comparados. ® Véase Koch, Josime H., “Quests for a Scientific Mythology: F. Creuzer and K. 0. Miller on History a Myth”, History and Theory, 33/4 (1994), pp. 26-52. + Véase Milller, Max, “Mitologia comprada” y “La emigracién de las fabulas”, en Mitologia compa Barcelona, Edicomunicacién, 1988, pp. 7-124 y 275-306, ® Beller, Manfred, “Tematologia”, en Schmeling, Manfred (ed), Teoria y praxis de la literatura compare Barcelona/Caracas, Alfa, 1981, pp. 106-107 % En esta linea se inscriben algunos trabajos recientes como el de Pimentel, Luz Aurora, “Tematologi transtextualidad”, NRFH, x11 (1993), pp. 215-229, la revisidn tebrico-préctica de Sollors, Wemer (ed), ‘Return of Thematic Criticism y Trommler, Frank (ed.), Thematics Reconsidered. Essays in Honor S. D merich, Amsterdam, Rodopi, 1995. Asimismo cabe citar el ensayo de Peter Books, “Must we Apologize? en Berheimer, Charles, Comparative Literature in the Age of Multiculturalism, Baltimore, Jobn Hopkins P,, 1995,

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