tacin de la precaria coherencia pol- tica, con el resultado de que Alemania no pudo restablecer su unidad interna prcticamente hasta el advenimiento de Bismarck al gobierno, en la segun- da mitad del siglo XIX. En medio de la creciente inestabilidad, la evolucin literaria de la lengua ale- mana no ces en la marcha hacia su apogeo medieval. En tiempos de la di- nasta Hohenstaufen, cuando el impe- rio conservaba todava su cohesin, la poesa alcanz su edad de oro en el lapso de cuarenta aos que media en- tre 1180 y 1220. Ello se puso de mani- fiesto en tres direcciones principales: 1) la pica popular da sus ltimos y ms perdurables frutos en la tarda reelaboracin proporcionada por el Cantar de los nibelungos y Gudrun; 2) la narrativa cortesana penetra con extraordinario esplendor en las compo- siciones de Hartmann von Aue, Wol- fram von Eschenbach y Gottfried von Strassburg; y 3) la lrica logra una perfeccin desconocida hasta entonces, con Walter von der Vogelweide. Tanto el Cantar de los nibelungos cuanto Gu- drun son expresiones tardas de la pi- ca europea medieval, pero reflejan una elaboracin artstica ms consciente y cabal; su materia se nutre en las anti- guas leyendas paganas de los pueblos germnicos y muestra la supervivencia hondamente arraigada de una concep- cin de vida cruenta y belicosa, que no haba declinado pese a la accin mode- radora de la doctrina cristiana y de las costumbres engendradas por la cor- tesana. El florecimiento de la narrativa corte- sana se dio en Alemania en una regin delimitada al oeste por el Rin y al sur por el Danubio y que abarcaba Alsacia, Suabia, Baviera, Austria y Suiza. El primer representante de la nueva espe- cie literaria fue Hartmann von Aue, integrante de la corte de Suabia y participante en la cruzada de 1197 que encabezaba el emperador Enrique IV; de su produccin se conservan cuatro extensos relatos en verso, dos alegoras breves, trece piezas de lrica amatoria Maestro, celador y alumnos de una escuela alemana, segn y tres canciones de cruzada. Con res- un manuscrito de comienzos del s. XIV pecto a las narraciones de Hartmann, dos tienen carcter secular y recogen materiales arturianos que haba trata- do Chrtien de Troyes (Erec e Iwein)