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Aprender de la adversidad, una

sagacidad japonesa
por el Prof. Horacio Taro Seno Díaz

La palabra “crisis” en japonés.

Existe en idioma japonés la palabra “kiki” que nosotros traduciríamos


como “crisis”. Esta palabra se escribe con dos ideogramas diferentes. El
primer ki, significa “peligro o temor” y el segundo ki se puede traducir
como “oportunidad o surgir”. O sea que la crisis nos puede llevar a dos
resultados opuestos. Si nos concentramos en el peligro o nos dejamos
llevar por el miedo, el resultado será negativo. Pero si la vemos como
una oportunidad, si aprendemos de las causas que originaron la crisis,
la adversidad se transformará en un hecho positivo.
Brindaré algunos “casos” que nos ayuden a comprender cómo los
japoneses identifican las causas y abordan las circunstancias y
adversidades con una mentalidad superadora que les ayuda a construir
un mejor futuro colectivo.

Las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki

Con las Bombas atómicas arrojadas por EE.UU sobre Hiroshima y


Nagasaki, el 6 y 9 de agosto de 1945, la adversidad había golpeado
fuertemente a Japón.

Qué aprendieron los japoneses de esta experiencia extrema?


El 15 de agosto de 1945, a las 12 horas, el Emperador Hirohito se dirigió
a su pueblo, por primera vez por radio. Era la única forma de que el
pueblo aceptara obedientemente la rendición.

La primera enseñanza de la catástrofe fue definida por el mensaje del


Emperador Hirohito de esta manera:

“El enemigo ha comenzado a emplear una nueva y más cruel bomba,


cuyo poder de destrucción es, realmente incalculable, tomando
numerosas vidas de víctimas inocentes. Si nosotros continuáramos
combatiendo, no solamente resultaría un colapso último y arrasamiento
de la Nación Japonesa, sino que ello sería el anticipo de una total
extinción de la humanidad”

Expresó también: “Declaramos la guerra a los EE.UU. y Gran Bretaña


en nuestro sincero entendimiento de asegurar la propia preservación
del Japón y la estabilidad del Este de Asia, estando lejos de nuestro
pensamiento el infringir otras soberanías de naciones o el embarcarnos
en expansiones territoriales…”

“No podemos explicar el profundo sentimiento de excusa hacia nuestras


Aliadas naciones del Este Asiático, las cuales han cooperado
estrechamente con Japón hacia la emancipación del Este de Asia…”

“Hemos resuelto preparar el camino para una gran paz para todas las
generaciones futuras, soportando lo insoportable y sufriendo lo
insufrible…”

“Unid vuestra pujanza para ser fervientes constructores del futuro.


Cultivad los caminos de la rectitud, alentad la nobleza del espíritu, y
trabajar con decisión, así podremos acrecentar la gloria de Japón y
mantener la paz con el progreso mundial.”

La oportunidad en las cenizas de la guerra

Saburo Okita, en su libro “De aquí para allá” nos cuenta como hacían
para buscar la oportunidad en las cenizas de la guerra.

Dice: “al día siguiente de la finalización de la guerra, nos reunimos


cerca de diez personas, para la primera sesión del Comité para la
investigación de los problemas de la pos-guerra…No creíamos que a un
Japón derrotado se le permitiera volver a armarse, pero eso sería una
bendición disfrazada. Un ejército con uniforme no es el único tipo de
ejército. La tecnología científica y el espíritu de lucha bajo un traje de
negocios serían nuestro ejército subterráneo…”

“Aunque las Fuerzas Aliadas al mando del general Mac Carthur aún no
habían llegado y el pueblo no sabía que sucedería, el Comité discutía
activamente los problemas de la post-guerra.”
“Fui a los lugares donde se estaban quemando los documentos públicos
que nos servirían para planificar la economía de post-guerra. A
escondidas llevé algunos a casa. Todos estábamos ansiosos de construir
una nueva sociedad sobre las cenizas de la antigua.”

“A fin de considerar la política económica fundamental del futuro de


Japón debemos elevarnos por encima de nuestro entorno inmediato y
proceder desde un punto de vista amplio, global y de desarrollo. (Así
comenzaba el informe “Lineamientos para la reconstrucción de la
economía japonesa” a fines de 1945)”.

La Constitución de la Paz

En 1947 entró en vigencia la nueva Constitución de Japón que bien


podemos llamar la “Constitución de de la Paz”. También allí están
plasmadas las enseñanzas de la adversidad.

La Constitución del Japón dispone en su artículo 9:

“Aspirando sinceramente a una paz internacional basada en la justicia y


el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como
derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza
como medio de solución en disputas internacionales.
Con el objeto de llevar a cabo el deseo expresado en el parágrafo
precedente, no se mantendrán en lo sucesivo fuerzas de tierra, mar o
aire como tampoco otro potencial bélico. El derecho de beligerancia del
estado no será reconocido.”

En su preámbulo la Constitución declara:

“…determinados a asegurar para nosotros y para nuestra posteridad los


frutos de la cooperación pacífica con todas las naciones y los beneficios
de la libertad para toda nuestra tierra, y resueltos a evitar los horrores
de una nueva guerra como resultado de la acción del gobierno,
proclamamos que el poder soberano reside en el pueblo”
“deseamos ocupar un lugar honorable en la sociedad internacional
esforzándonos por la preservación de la paz y la eliminación para
siempre de la tiranía y la esclavitud, la opresión y la intolerancia en el
mundo”…”creemos que ninguna nación es responsable por sí sola, sino
que las leyes de la moralidad política son universales”.

La opción de la política exterior japonesa no es una cuestión de


ideología; es un medio práctico para el logro de los intereses nacionales
de forma tan efectiva como sea posible.

Sabiduría y experiencia colectiva

El industrial Konosuke Matsushita, fundador de Panasonic, también sacó


sus conclusiones de las adversidades vividas por la sociedad.
En su libro “Reflexiones sobre el hombre” expresa:

«El carácter nacional y la tradición, ciertamente no emergen de un día


para el otro. Resultan del Shuchi, o sea la “sabiduría y experiencia
colectiva” acumulada por la sociedad a través de muchos años de vida
comunitaria. Usando esa sabiduría colectiva como cimientos, cada
sociedad puede construir un futuro justo, libre, ordenado y sabio.

Aquellas naciones que se orientan a ciegas imitaciones de otros o al


rechazo de las propias tradiciones, se arriesgan a su desnaturalización y
al desorden.

Las naciones que muestran desdén por las tradiciones y culturas de sus
vecinos, o peor aún, que buscan subyugarlos bajo un estilo de vida
inapropiado o forma de gobierno, están andando por caminos
peligrosos. Porque los errores impuestos se devuelven, ya sea en forma
de resentimiento, o por la guerra.

La II G.M. fue un claro ejemplo de lo que pasa cuando el Shuchi


(sabiduría y experiencia colectiva) es ignorado.»

Japón solo no puede prosperar

Otra experiencia capitalizada por los japoneses y que he escuchado en


diversas oportunidades es que “Japón solo no puede prosperar”.

Los japoneses dicen: Si al mundo le va bien, a Japón, le va bien.

Si a Japón le va bien, a los japoneses, les va bien.

Y como consecuencia práctica de este aprendizaje, Japón se ha


propuesto hacer esfuerzos sostenidos para contribuir a un orden
económico internacional más justo. Sostienen que el mundo que se ha
caracterizado por tener países dependientes o independientes, debe
tender a la interdependencia para beneficio de todos.

Datos comparativos de Japón y el Mundo

Recordemos que como consecuencia de la “caída del mercado Europeo”


en la década del 20 del siglo XX las corporaciones japonesas sufren
serios contratiempos por grandes proporciones, stock de mercaderías,
deudas impagas en dicho mercado, lo que impone la reducción de la
producción, disminución de mano de obra y baja de salarios. Las
corporaciones japonesas identifican que la causa de esta catástrofe es
la falta de información, conocimiento y una visión por parte del Japón,
de las perspectivas económicas y sociales del mundo en un período de
largo plazo.

Así esta catástrofe resulta “pedagógica” en la década del veinte. Porque


se capitalizan las experiencias de las corporaciones japonesas en el
mundo; se identifican las causas del problema y se transforman las
enseñanzas en instrumentos pragmáticos. En este caso concreto se dio
inicio a una publicación privada titulada “Nippon” que constituye una
“carta de conocimiento del Japón y el mundo”. Dicha publicación
presenta una amplia y bien equilibrada selección de tablas y cartas
estadísticas completas y comparativas de las distintas actividades del
Japón con el resto de las naciones

Se inició con una versión en inglés de “Nihon Kokusei-Zui” (carta de


situación nacional de Japón), la cual fue publicada por primera vez en
1927 por el fallecido Tsuneta Yano, fundador de la Dai-ichi Life,
Compañía de Seguros, Tokio.

El señor Tsuneta Yano fue uno de los pioneros y conductor experto en el


campo de las estadísticas prácticas, así como una activa y prominente
figura en los círculos financieros de Japón.

La primera edición de “Nippon” fue publicada anualmente a partir de


1936. Fue imposible su publicación por unos años, debido a la 2da.
Guerra mundial. Se reinició en 1955, porque para ese entonces Japón se
había recuperado completamente de los efectos de la devastación del
período de guerra, para reiniciar la edición de la “Nippon”.

Por ejemplo entre los estudios comparativos de Nippon se destaca el del


sistema de patentes y sus resultados en Japón y los países
desarrollados. La importancia de ello, es conocer cómo se utiliza en
cada país el sistema de patentes como fuente de información y como
herramienta para la innovación y desarrollo tecnológico.

La “Nippon” es utilizada con entusiasmo por numerosos países


extranjeros, además de los residentes extranjeros, hombres de
negocios, miembros de los cuerpos diplomáticos y turistas. Su fácil
lectura y sus completos estudios estadísticos, suministran un verdadero
y claro “cuadro de la situación básica”, que enfrenta la población actual
del Japón con sus interrelaciones con el resto del mundo.

“Conozcamos Asia”

Por último deseo expresar el compromiso que asumí con mi señora


Estela desde hace dos años de publicar nuestro sitio web “Conozcamos
Asia”. Nuestro deseo es compartir el conocimiento de esta región tan
poco conocida, como una forma de aprender y nutrirnos de las
riquísimas experiencias de los pueblos de Oriente. Además quién esté
interesado en esta región, puede recorrer, dentro del sitio web, las
noticias de Asia del Este, Asia Central, Sudeste Asiático, Asia del Sud y
Medio Oriente.

Estamos convencidos que el conocimiento es una herramienta


fundamental para aprovechar la cara positiva del Ki Ki..
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