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PTP MJC ABRIL

Jerusaln Ciudad de nuestros amores

Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos vern a Jerusaln,
morada de quietud, tienda que No ser desarmada, ni sern arrancadas sus
estacas, ni ninguna de sus cuerdas ser rota (Isaas 33.20)

Introduccin:

Dios en su palabra invita insistentemente a mirar a Jerusaln, pues sabe que


nuestro corazn es inconstante. Permanentemente necesita ser motivado por
aquello que es salud, medicina y bendicin para nuestras vidas.

1. Paz que sobrepasa todo entendimiento (Isaas :66-14)

Es una promesa para todas las personas que vuelven sus ojos, su inters y su cario
hacia la tierra del pacto y de la bendicin. Como recompensa sus ojos fsicos vern
a Jerusaln. Al pisar esta tierra se impregnara de una paz que le otorgara descanso
fsico y quietud. Es la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.

2. Vida cuyos cimientos estn en Dios.

La ciudad de Jerusaln ha sido destruida muchas veces y de igual manera se ha


levantado una y otra vez y persiste hasta hoy hermosa y floreciente la razn? Dios
mismo, Nuestro Padre ha cumplido la promesa que no sera desarmada, ni
arrancadas sus estacas ni rotas sus cuerdas.

As debe ser nuestras vidas, como una ciudad cuyos cimientos estn en Dios cuyos
muros son El, cuyo rey es El. Entonces nada, absolutamente nada podr hacernos
frente; nada ni nadie nos infundirn temor, ni podr hacernos dao.

Aplicacin Teoterpica

Dios es nuestra torre fuerte. As como sustenta a Jerusaln El sustenta nuestras


vidas. Es nuestro fundamento depositemos en El nuestras fuerzas y esperanzas.
Roguemos a Dios que nuestros ojos vean a Jerusaln.

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