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ioral Gods free los siguenes alo sabre FILOSOFLA Hien Purvt El pragmaiomo: un debate abieno Masust Cex (cour) Toleranci berbarte Jess-Punse Durex Elsacrifio yl nvidia Micuaca Ress Eleslones EnssrToorsowat Lecciones de ict Beast Tuorsonar Ser Vordad- Acca uso Hira, Elia flséfco més largo Has Root Fiscnx Ela de os grandes D.C. Dewar Contenido y concen Beas Sicitae Historias del mal Jeuo Caansn, Crt del marl afirmativa Kano Nise Indogcin det ben Gengso Dearostir Letra Peirce hoy Davao Gueruex La moral por acuerdo Maen Hioeces Inrducin ela metafica Gist Vario La secularzacn dele flea Mermenéatinypsmoderniad Rosert Noss Madacone sobre ide Jos Exstex Juicios saloménicos EL PRAGMATISMO Un debate abierto por Hilary Putnam Filo SRI, coatouretusn 3S Se wR gedisa tonal ‘Tiulo del onginal en alan: pragmatene: una questione opera Battaetatre, Room Bart a 9/1960, Gi, Lacerea 0 Put Spa, Roma-Bart. Spanish inguage ‘Tis bow eaten of the cooperation Stoeen Lars Pattie ogee ana Sigma Tau Foundation othe “esione liane” sents meena eemera, sooo Serna © by Edtoral Gina 5 mat: eaant pera com Shap / wrrgcion com Depoats tga 81999-1999 Pol tnd sia Florida, Recto Arps. nave 28 Impcese en Bape Protea Span (Queda profsb a eproducein totale parca or cualquier medio ‘eimpresion-enformeentics etrecudso modiids encase oTcusguter or ama Reconocimientos Deseo expresar mi més sincere agradecimiento, tanto Pino Donghi, Enrico Mistreta y Lorena Preta, como ala Fundacién Sigma-Tau, por haber propuesto, en la serie “Lezion italiane” la idea de un ciclo de conferencias sabre ‘mis actualesinteresesfilosicos. Agradezco también alos, profesores Carlo Cellucci, Emilio Garrone y Eugenio Lecaldano, de la Universidad de los Estudios de Roma La Sapienza”, asi como tambidn a los otros estudiosos y esti diantes que han participado en los debates posteriores, y que me han dado la oportunidad de desarrollar algunos argumentos en las notas al texto. EP. Cambridge, Massachusetts Harvard University, 1992 Indice Reconoenanenros, 1 Onsenvacionts neRODUCTORUS n 1. La vigeneia de William James. La verdad 2 El holismo x realismo 35 Filosofia y vida 38 2. gWittgenstein era un pragmatico? 6 Kant. 4s Rorty y Wittgenstein 53 Algo més sobre Wittgenstein y Kant. 60 ‘La primacta de la razén practicn. 64 El fin ético dela flosofia del ultimo Wittgenstein - 68 3. El pragmatismo y el debate contemporaneo. 85 Si, pero, hemes perdido el mundo? 95 La respuesta pragmatica al esepticismo r Bl relativisme rortiano 106 OBSERVACIONES INTRODUCTORIAS Enla actualidad, tendemos a considerar plenamente asumidas las ideas de tolerancia y pluralismo. Por otra parte, si tomamos en cuentael hecho de que en la antigua ‘Atenas, oenel Imperio Romano tardio,existia una enorme pluralidad de puntos de vista y un vasto contrasto de opiniones diferentes, probablemente pensaremos que se trata de un indiio de lavitalidad de aquellas sociodados. Sin embargo, muy pocos comprenden que ésta no os la formaen|acual ellos consideraban la cuestiGn. Los pensa- ddreseldsicns veian Ia diversidad de opiniones como un signodedecadencia yde herejia;3dloa partir del Duminis- to hemos podido juzgarla un bien positivo. Un autor! ha sostenido que, inicamente cuando la sociedad ha comen- zado a cimentarse “mediante una alianza de intereses personales esclarecidos, en lugar de propiciar ereencias religiosas y morales compartidas”, entonoes, ysl enton- 2s, e8 posible que "el florecimiento de ia diversidad y el pluralism, que en el pasado so existia como subprodue- toy sintoma de la declinacin politica, pueda ser acoptada por vez primera como una forma de prosperidad social”. Si bien este autor exagera (Ia fuerza que consolida los esta dos liberales modernos es Ia del entimiento ya tradicién, ‘en un grado no menor que la de los intereses personales, esclarecidos ono), ysi bien tampoco nioga que lacreencia fen la tolerancia es, en si misma, una ‘ereencia moral compartida’, asi como también una creencia importanti- sima, no es menos cierto que las soeiedades modernas no se han mantenido unidas por una tniea y compartida concepeisn global del mundo, No existe una religion que ‘asuma por si sola esta tarea, y si bien todavia existen sreencias morales compartidas, no hay ninguna creenc moral que sea incontrovertible. Bs mas; excepto dentro de tuna minorfareaccionaria, nadie parece creer que nuestra sociedad vaya a encontrar un motivo propio para congre- ‘arse en torno a un sistema ineuestionsdo de ereencias morales y religiosas. Apreciamos la libertad cuando se trata declegir nuestros “destinos” (para utilizar un térmic no sugerido por Agnes Heller)y en esecaso lalibertad no seconeibe simplemente comola libertad deelegir an oficio una profesién, sino que involucra también la libertad de decidir por nosotros mismosrespecto de nwestros valores, ruestras metas, normas eoncrotas ¢ incluso, dentro de ciertos limites, nuestras cstumbresy nuestros habitos de vida, Lo que llamamos “Mustracidn” ha sido, en gran medi- dda, un movimiento intelectual destinado a proveeralgsin tipo de fundamento estable para esta “sociedad abierta”; ro solamente un fundamento politico e histérco, sino también epistemoldgico, un fandamento que incluyese argumentos acerca de la falta de cerveza de nuestros conceimientos morales ¥ religiosos"! Y los problemas sgenerados por el Tumiaismo son todavia los nuestros: preciamos Is tolerancia:y el pluralismo, pero nos preoet acl escepticismo epistemol6gico que tos ha acompariado, [eshago presente todo esto, porque as euestiones que ‘rataré aquf noson puramente teéricas. Bs una polémica abierta el debate sobre si una sociedad eaclarecida puede “ cevitar un escepticisme moral corrosivo, sin recaer en el fsutoritarismo moral. ¥ son precisamente esas controver sias las que en los ultimos afios me han reconducido al pragmatismo: alos eseritos de Peirce, James y Dewey e, incluso alos de Wittgenstein, caya obra, como sostendré alo largo de tado este trabajo, tiene una marcada afinidad con el pragmatismo norteamericano, aunque dicho autor ho estuviera dispuesto a dejarse clasficar como “prag Enel primereapitulo tratade explicarlaimportancia ‘del pensaméento de William James, concentrindome par- ticularmente en la forma en que hechos y valores deben ser considerads inseparables, pero prepare asimismo el terreno para la discusiéa relativa a la inseparabilidad entre “hecho y teoria’, y entre “hecho e interpretacion’, ‘que 2 trata en el capitulo siguiente, En el segundo ‘capitulo, intento situar la fiosofia del ultimo Wittgen ‘stein, no s6lorespecto del pragmatismo, sino también en relaciin con Ia historia de le flosoia; y on el tercero y ‘lssmo capitulo busco conectar el legade de Peirce, James, Dewey y Wittgenstein con algunos debates flosficos ‘contempordneos, Espero, especialmente, convencerlosdel hecho de que el pragmatismo ofrece recursos mucho mejores que las degradadas alternativas que con dema- siada frecuencia aparecen hoy como las Gnicas posi lidades existentes, ya sea desde el punto de vista flosé- fico como de! politico. Notas 1. A.M Mele, “Tolerance 101",Phe Now Repub, ni 1981 2. Gir A. Hal, Phiaophy of Moral, Oxo, Bos Backwel, 160 SLAM Meter pst pp Us 18 1 LAVIGENCIA DE WILLIAM JAMES! ‘William James es una figura destinada a no desapa- recor ni opacarse jamas; no slo porque nunea ha perdido vigencia, sino porque las reacviones suscitadas por sus trabajos después de eu muerte, ya sean favorables 0 desfavorables, han sido sorprendentemente apasionadas. En su Historia de a flosofia occidental, Bertrand Russell ‘idiculizé las concepeiones de James acerca de a verdad. ‘Mas alin, un prestigioso contemporéneo de Russell es cribi6; "El punto de vista que me parece reconeiliar las tendencias materialistas de l psicologia con la tendencia antimaterialista de la fisies es el de los nuevos realistas norteamericanos, Esasideas.),en gran medida, derivan, de William James, y antes de ir mAs alld, seria conve niente considerar la doctrina revolucionaria que él s0s- tiene. Creo que esta doctrina contione wna nueva verdad importante, y lo que diré a continuacién estaré, en una parte considerable, inspirado en ella’? Pero; ;quién era este ontempordneo? Pues no era ni ‘més ni menos que el mismo Russell! El de Elandlisis de la ‘mente, Sin embargo, por respeto hacia Russell, es preciso decir que no existe contradiecién alguna; él despreciaba las ideas de James sobre Ia verdad, de las cuales 20 presenta maa que una caricatura, pero admiraba su *mo- 19 nismo neutral” que es al término rasselliano para lo que ‘James llamaba “empirismo radical”, ¥, en realidad, segin ‘me ha relatado recientemente LB. Coben, cuando Russell enseliaba en Harvard, on 1936, los protagonistas de sus leeciones eran siempre dos: Platon y James ‘Mis cerea de nuestra época, en 1983, Martin Gardner —notable autor de un repertoria de juegos matematicosen la publicacién Scientific American y desmitiBeador, tanto de la telepatia como de cualquier cosa que él considere ‘iencia deshonesta— ha dedicado un capitulo de un libro roferido aus conviccionesfilos6teas personales,’ a erit- car la concepeidn de James acerea dela verdad. Gardner, meatrevoa precisar, noconsilera aJamostun deshonesto: sinembargo, segin el mismo Gardner,”..existiaen élana suerte de ceguera [Jal enfrentarse con esas confusiones que on inevitables cuando un Slosofo toma una palabra ddotada de un significado universalmente compartido, yl da una acepcién nuevaeinsdlta. Los pragméticosestaban ‘onvencidos, naturalmente, de que al redefinir la verdad «como concurso de testa por la verdad (iz) se derivarian grandes ventajas, pero los resultados fueron, en definiti- ‘7a, decenas de desconcertantes diseusiones en las euales se perdié una incretbe cantidad de tiempo" * Enel mismo ‘aha, 1983, Jacques Barzun publics ef hermoso libro A ‘trod with William James(Un paseo con William James), fen roconocimiento la “originalidad y el vigor intelectual con que James afronts y veneis a algunas de esas viejas Esfinges que desaflan al vijero terestre, eomo siempre bajo pena de muerte™® Miintencién, al sumerme a esa nube de aprobacién y critica que revolotea alrededor de la figura de William Jamea, no es simplemente la de rendir homenaje a un predecesor. Creo sinceramente que James ha sido un pensador de gran fuerza, como nadie en el siglo transeu- 2 rrido; creo que su modo do filosofar propone posibilidades hhace ya mucho tiempo olvidadas, y que esta tendencia indica las vias de escape para salir de algunos antiguos “embrolls”flosdficos que eontinian afigiéndones. Creo que pronto llegar el momento de considerar atentamente fl pragmatismo, el movimiento del cual James ha sido, probablemente, el mayor exponenta, Quiero adeiantar —y de esto estoy seguro— que ete primer capitulo no tiene la pretensién de ser el estudio detallado y penetrante que ustedes quisieran; os, més bien, un anticipo para un proyecto sobre el tema, la presentacién de un argumento que nos induzea a tencrlo presente con miras a un proyecto digno de atencién Puedo comenzar indicando una de las razones por as ‘cuales la filosofia de James suscita reaceiones contradic. torias parecidas. Entre las earacteristias principales de esta filosofia se encuentra eoliemoy,James refuta da un ‘modo claro, aunque implicit diversas dualismos tipicos hecho, valor y teorfa estan todos considerades compene- ‘rads interdependientes entresi.'(En el tercer capitulo defenderé Ia idea de que la intorpretacién —de significa: dos y formas de vida— y el canoeimiento de los hechos se ‘compenetran de modo similar, de acuerdo con una coavic «dn que creo que James aprobaria.) Otradelasecaracterfs- tieas de la flosoa jamesiana —caracteristica que des0- rents al menos a uno de sus principales seguidores—" es tuna fuerte tendeneia hacia lo que los filésofos solian lamar realismo directo, es decir, la doctrina segtn la eval Ja porcepcicn considers (normalmente) objetos y acante- ‘imientas “de afuera", en lugar de “datos sonsoriales”pri- vados ointernos. El holismo y el realismo directo pueden parecer incompatibies; as{ fue como le paroci al Bésofo txoniense F.C. 8, Schiller, ol seguidor al que me referia anteriormente, para quien el realismo representaba una Es suerte de retroceso por parte de James, yes asi como le paresis también a Bortrend Ruseell, para quien ambas ‘Corrientes representaban dos momentos distintos en el pensamiento de James: el primero de ellos desearriado y el segundo rico en agudeza, Tengo a lena conviecin, asi ‘como también la tiene Ruth Anna Putnam, con quien estamos levando adelante un estudio sobre la flosofia de James, que, lejos de ser incompatibles, estos des aspectos el pensamiento jamesiano son interdependientes; cada tuno de ellos presupone al otro, ¥ cada uno es necesario para la correcta interpretacin del otro. Sin embargo, no intentaré fundamentar en detalle esta propuesta inter. pretativa; en lugar de ello, ttataré de daries solamente luna idea de en qué consisten esos dos aspectos. La verdad El pasaje que con mayor freewencia se extrae forzada- mente del contexto, y se usa a modo de bastén pera castigar a James os el siguiente: “Lo ‘verdadero’ es 60 quello que conviene a nuestro modo de pensar (..)en el largo plazo, y en lo inmediato, naturalmenta’. Esta es, “literalmente a forma en quo Russell refiere el pasaje, Lo que James afirms, segun aus crtieos, es que si las com. secuencias decreer que p son buenas parala humanidad,? entonees p es verdadero. Bs por eso que Russell escribe: “Bneuentro grandes dificutades intelectuales on esta octrina, Da por supuesto que una creencia es verdadera cuando sus efectos son buenos" Sin embargo, esto no 6s Jo que James quiere significr, y,en realidad, tampoco es lo que James arma. Lo que él efectivamente escribid es “Lo verdadero’, dicho Brevemante, ex slo el expedient de rest modo de pensar, de igual forma en qu lo jstocs elo 1 expediont del mado de conducirnos, xpedicnte en cas 22 ‘ods ls drdanes yen general or supueste, pues todo lo que ‘espondesatisactoramanta la experiencia on porepectisa ‘no responders de modo neosario a rads as ultorores cape. "enclas tan satnfoctriament, La expeciencia, com sebe- toy, tiene modos de sli y de hacernos comes auestras ‘etuales formulas ‘No tengo intencidn de poner a prusba vuestra pacien: cia con un anélisis textual exacto —de ahora en adelante solamente mencionaré, en forma dogmatice, lo que ereo que es el pensamiento de James, sin presentar “prue- bbas"— pero no puedo dejar de llamar vuestra atencién sobre cémo la falta de comprensin de las ideas de James por parte de Russell se asemeja a una frecuente incom- prensién de un pasaje igualmente famosa de Wittgen- stein, cuando escribe: *Para una gran cantidad de casos aunque no para fados los casos— en loa que nos basa: mos, le palabra’significado’ se puede definir ase signifi ‘ado de una palabra no es més que su uso en el lengua" Aqui, muchos estudiosos suelen ignorar Ia salvedad “aunque no para todos los cas03",y superponen su propia, soci de “uso” ala expresada por Wittgenstein, y termi nan por afirmar que Wittgenstein esbozs una “teoria” segiin la cual “el significado es el uso” jeosa que desvanece ‘toda posibilidad de comprender Io que Wittgenstein real ‘mente afirma! De la misma manera, Russell no hace otra ‘cosa que ignorar las frases: “dicho brevemente” y “en casi todos los érdenes’ —signos evidentes de que estamos anta luna aseveracién temética, y no ante una tentativa de formular una definicién de verdadero"—sdstituyéndolas por la propia nocién de que Ia *conveniencia” es la de James, y terminando por decir que James formulé la ‘tworia segin la cual “verdadero” significa “aquello que ‘iene buenos efectos” ilo que desvanece tada posibilidad de comprender lo que James afirma realmente! 28 Ethechoes que, tantola flosofia de James como la de Witigenstein no pueden ser expresadas en unas pocas frases, Porelcontrario,loquedebe seguir auna proposicisn temética como la que acabamos de mencionar'“en el texto de James, y en sus otros eseritos, aon discusiones sobre tapos mas importantes de aseveraciones o enunciados, como, por ejemplo, sobre el Memorial Hall u otros abjetos perceptibles, sobre cosas mas abstractas, como la elasti- idad delas Cuerdas de rej, sobre conceptos tedricos de a fisica contemporsnea, sobre conceptas matemticos y 30- bre posiciones éticas y religiosas. De all se deriva que, tipos diferentes de proposici, corresponden tipos dife- rontes de “conveniencia";ngexiste ningun indicio que nos induzea a pensar que una asercién arbitraria ea verdadera porque es convenionto on cualquier sentido incluso “en ol largo plazo"), Por ejemplo, el punto de vista que con mis frecuencia sole atribuye a James —que una afirmaciénes verdadera si hace que le persona se sionta subjetivamenta atisfecha de creerla-, en realidad, se refuta por si mis: ma. Enel caso de os enunciados “féetieos" paradigms cos, nel cualestan comprendideslas toriasy enunciades cientificas, un tipo de conveniencia a la cual James se rofiere frecuentemente es Ia utilidad para ls prevision,* mientras que otros desiderata (a conservacion de la doc trina pasada,* la simplicidad" y la eoherencia?) son ‘élidos para enunciados de todo tipo, Incluso las afirma- siones de Quine, seytin las cuales el hecho de que se logren satisfueer simulténeamente tales desiderata es luna cuestién de compromiso, mis que de reglasformales, son también una idea jamesiana.!* ‘Una segunda erttica a James —fectuada ya sea por alguno de sus admiradores, como Morton Whita,0 por sus critics, como Martin Gardner—es que él habla en real dad de confirmacién,y node verdad. James nosofrece una 2 explicacion de la confirmacisn, afirman estos eriticos, y creeertineamente quewstdofreciendo una definicién deta, verdad, También afirman que el problema de formular tuna oxplicacién satisfactoria acerca de la verdad ya ha sido resuelto en este siglo por la obra del eminentelégico Alfred Tarski. En lo que mi se refiere, creo que, a pesar del invalorable aporte téenico de Tarski, en su obra no s© hace nada por explicer la nocién de verdad, pero éste nos shora mi tema dediscusidn. De cualquier modo, James no ‘sculpable deconfundirconfirmaciéncon verdad," aunque ciertamente crea que existe una estrecha conexién entre ambas. La onexidn existe por la siguiente razén: decir que la verdad es una “correspondencia con a realidad” no es falso, sino més bien vacuo, ya que no aclara nada sobre el signifiado de [a “correspondencia". Si se supone que la “correspondences totalmente independiente de a for ‘ma on que confirmamos las aseveraciones que hacemos (del mismo modo que se eree posible que lo que es verda- ero es totalmente diferente, no sélo algunas veces, sino siempre, de aquello que estamos justificados a considerar verdadero), entonces la “correspondencia” tiene algo de ‘isteriosa, de ocuta, ¢ igualmente oculta se encuentra, ‘nuestra presunta comprensin de ella. La verdad, segtin ‘James, debe sr tal queestemos capacitados para decir de ‘qué modo es posible captarla tal cual es. ¥al igual que Peirce, 61 identifica también a In verdad con la ‘opinion final’, aunque no con aquelle que ya se encuentra confir- mado, sino con aguello que esté “destinado” a ser con- firmado, siempre y cuanda la basqueda sea suficiente- ‘mente prolongada y en un estado de énimo responsable y ovientado hacia la falibilidad. “La verdad —eseribe James en uno de sus ensayos— es ol destino del pensamiento” ‘yen el mismo ensayo agrega:"El unico criteri objetivo de 2s roalidad es la constricein, durante un periodo prolonga- do, las confrontaciones del pensamiento Esta os,naturalmente, una posicién muy problemsti- a, sunque muchas de sus elementos continian siendo redescubiertos y discutidos apasionadamente, ain hoy, ‘por muchos fldaofos, algunos de los cuales no mencionan jamés a James, En lo que a mt respecta, estoy de acuer- do con la primera parte de la posicion de James, con la fides de que la verdad no debe ser considerada comp: ‘una “correspondencia" misteriosa, sino més bien como una idealizacién de 1a afirmabilidad garantizada, pero no encuentro satisfactoria la idea de la “opinién final” que Jamesrescata de Peirce Sélo quisiera advertirque tales ‘cuestiones ~Ia relacin entre la verdad, a afirmabilidad garantizada, la eredibilidad permanente y todo aquello, en defintiva, hacia lo cual debe converger la busqueda si std adecuadamenteconducida— pueden encontrarsehoy cn libros yensayos de los dos Putnam, Michael Dummett, Nelson Goodman, Richard Rorty y Bernard Williams, quienes sostienen posiciones diferentes, y a veces hasta ‘opuestas, sobre estos temas, pero todos toman-muy en serio Ia idea expresada por James de que nuestra com- prensién de la nociGn de verdad no debe sor considerada ‘un acto mental misterioso mediante el cual nos conecta- ‘mos con algo totalmente independiente de las précticas sobre la base de las cuales decidimos lo que es verdad y lo que no lo es Ya noes posible sostener que quien consi- ddera seriamente la idea de tratar a la verdad, en cierto sentido, como (a afirmabilidad garantizada idealizada cesté simplemente “confundiendo la verdad con la voafir- macisn’ Silo que ee verdad es lo que seria confirmado si las condiciones fueran saficientemente buenas (donde lano- cidn-de “condiciones suficientemente buenas’ no es una % nocién trascendental: podemos saber por medio de la investigacién cudles son las mejores y las peores condi- clones para juzgar sobre la verdad), entonces el mejor modo de explicar la nocién de verdad es explicar en qué forma.se resuelve que algoesté confirmado (incluidecémo se determina que aquello que habia sido previamente confirmado, ahora debe ser, a pesar de todo, descartado). ‘Asi, pera un pragmético, un debate sobre la verdad obten- {ri todo su fundamentode a explicacién paralela decémo llegar a esa verdad, Sin embargo, reitero que esto n0 ‘permite confusidn alguna entre “verdadero” y “confirma Go" ¥ es oportuna la afirmacién de James: Site indico timo llegar a la estacién fervoviaria, {no te estay pre- sentando implicitamento/oquees,elsor ylanaturaleza de ‘quel edificio?”™™ El holismo Hasta aqua posicién de James puede aparecer como tuna suerte de positvismo y, en realidad, el primer malen- tendido sobre el pragmatismo que James debate en The Pragmatist Account of Truth and its Misunderstanders (Informe pragmético sobre la verdad y los que no la comprenden),*afirmaque*el pragmatismonoesmésque ‘una reedicion del positivismo” En su respuesta, James: sedisocia de la inflexion fenoménica del positivism (ma- cchiano) de la época; el pragmatismo no afirma que el ‘ennocimientose encuentrerestringido al devenir de nues- tras sensaciones. Sin embargo, los neopositivistas de hoy (espero que Van Quine no objete silo califico como tal) no ‘son més fenomenistas que James, y ya he dicho quo, al ‘menos en el caso de las afirmationes cientifeas, tanto ‘James como Quineconsideran quelaafirmabilidad garan- szada es una cuestin de*compromisos” entre desiderata a ‘uy similares, eomo previsién, consorvacién de la doctri ‘a precedente, simplicidad y coherencia global. Por esta ‘misma razén ee hace necesario diferenciar la posicién de James del neopositivismo (de Quine), si queremos enten- der su interés actual para nosotros. Esta diferencia tiene mucho quo ver con la ecusacisn de los habituales duslismos —hecha/valor, hecholteoria, hecho/interpretacién—, mencionados al comienzo de este capitulo.» Dicho sea de paso, esta refutacioa fuel primer concepto pragmético con el que entré en contacto cuando era estudiante universitario. Por aquel entonces me en- contraba en la Universidad de Pennsylvania, y uno de los diseipulos de James, A.B. Singer (h.) fue, durante muchos ‘aos uno de los profesores mas famosos de ese departe- ‘mento. Si bien ya se encontraba jubilado cuando ingresé n la universidad, Singer aun vivis on Filadelfa, y algu- os de Ios miembros mas antiguas del departamento so- lian visitarloregularmente. Uno deellas,C. Wast Church- san, eseribié un dia en la pizarra los siguientes cuatro principios, atribuidos por él a Singer: 1) Blconocinlento de os hechospresupone el conacimiento de las aortas, 2) El conoeimienta de as teorias presupone el cosacimiento eos hecho. ') El conarimient dels hecho presupone el conocimiento ee valores, ‘2)Elconorimianto de os valores prosupone el cnocimiento elo hoes, IW estoy seguro de que el maestro de Singer, William James, habria estado de acuerdo! Volviendo a los principios, el 1) y el 2) ya no.se encuentran en discusién, sibieno estuvieron y mucho, en Jaépoca de James (como lo demuestra el hecho de que una, 2s <éeada después de su muerte, algunos de los exponentes del Cireulo de Viena defendian la idea de los “entnciados protocolares", 0 registro de la experiencia directa, no fontaminada por la teorfa). Los prineipios 3) y 4), en cambio, se discuton hoy tanto como se hacia entonces, y or eso quiero ofrecer mis razones para aceptarlos Un desiderstum acoptado, tanto por los pragmatios como por los neopositivistas, esl coherencia.** Pero, ;qué esunconjunto ‘coherente" decreencias? La meracoheren- cia deduetiva es apenas suficiente, aunque no quede del todo claro por qué los positivistas exigen incluso ésta (sila meta fundamental de la ciencia es Ia previsisn, (no 36 alcanzaria esa meta con mayor eficacia admitiendo una pluralidad de teorias, cada una de ellas coherente y de resonanciaen sa propio dominio, aunque su conjunc n0 -a coherents? Podriamos simplemente prohibir la con- juncidn de enunciados perteneciontas a conjuntos ter cosdiferentes, exceptuandoautorizacionasespeciales(que os, procisamente, lo que dfiende el lésofo de Princeton, Bas van Franssen). El hecho os que la coherencia tiene sentido como desideratum propio, porque nosotres juzga- ‘os nuestra estructura de conocimientos como algo mas que una simple maquina predictive: espiramos a una Weltanschouung. Comoadvierte James **unaexplicacion outrée, que viole todas nuestras preconcepeiones, nunc pasaria por verdadera concepein de una novedad. Debe- ‘mos ahondar hasta que hallemos algo menos exeéntrico”. ‘Sin embargo, todo aquello que sea explicativ, y que sea outrée os, asimismo, materia de debate, incluso on las iencias més duras, La forma actual de la mecénics ‘usntica es el resultado de dos conferenciascslebradas en Solveg en los aos treinta, iy on estas charlas, ls ribetes Sloséficos fueron al menos tan discutidos como las cues- tones fisicas! Bs més:la Weltanschawung de la mecénica ~ cusintiea surgida de la segunda conferencia de Solveg —l “interpretacién de Copenhague"— es atin hoy tema de discusién. Una minoria integrada por cosmélogos la ha abandonedo para abrazar Ia llamada “interpretacién de rmundos multiples" (many worlds interpretation): juna interpretacisn queimplica, entre otras cosas, laexistencia de*mundos paralelos” incluso, muy probablemente, mun- dos on los cuales Estados Unidos es ain colonia britdnica, otros en que la Revolucién francesa nunca se llev6 a cabo, etesteral Para mi, debo admiir, la interpretacién de ‘mundos miltiples es, simplemente, demasiado “outrée”; sin embargo, ambas partes regonocen que aquello que se encuentra euestionado no es la prevision, sino, mas bien, quello que es explicativo y lo que no lo es, 0 lo que es coherentey lo que nolo es. ¥ euando los debates sobre el ‘tema surgen en un nivel fundamental, ésto excede siem- prelos limites: las cuestionesflosdficas semezclan con las ccusstiones “cientificas’, ¥ desempefian un papel impor- ‘ante os preconceptos cuturalesy, dizectamente, metafisi cos. James describe con exactitud esta situacién cuando afirma que: Uns nueva verdad op sempre una especie de guid, un suavizador do transiones. a antigua opin concorars fon el nueva heco a condisin de mostrar an minim de ‘onmocia, un maximo de continuidad. Considorames que lun eoracs verdadera en proporciénasuitopararesolver ste “problema de mixin y iima’: Por el éxito en e- solver ete problema ea, ante todo, cuestin de aproximacin {aquies donde se confronta con al-compromisc” de Quine) Y ‘Seema quotal tor lo revue an ennjanto, mss satalac- toriamente qua tal ota, pro és hae referencia nosotros ‘mismosyceda individu subrayaradivorsamente sus ree ‘encis. Hasta certo punto, por lo tanta, does agu pl 0 Nr a a Pero, atencién: eon esto no estoy afirmando que las cusstiones metodolégicas yflosdficas fandamentales, que se debaten cuando encaramos los profundos cambios en nuestros paradigmas de explicacionescientificas,soncuss- tones éicas. Antes bien, estoy afirmando que los proble- ‘mas involuerados son de valor, ya que la decisiénrelativa ‘a todoaquelloque considerames como coherente" lo que consideramos como “outrée” es, en todo caso, un juicio de valor. En fisica, al menos, 10 filsofoa de la cencia empiri- ca les agrada afirmar que podemos mantener estable el “voeabulario de observacién’, ya que cada fenémenofisico investigado debe, si es demostrado, generar un cambio en ol comportamiento de algunos objetos de mediana repre- sentativided como el cuadrante de un reloj o una placa (otograiica (a pesar de que los historiadores y los lésofos de la cieneia hayamos hecho presento la idea de que la descripcién del eomportamientode esos objetos seencuen- tra siempre impregnada de teoria). Sin embargo, euando nos dedicamos de leno al estudio del sor humano, esto no podemos asumirlo, Clasificamos alas personas comocrue- les o piadosas, socialmente intogradas o inadaptadas, eapaces o inexpertas, y tal voz lo hacemos mediante un notable acuerdo intersubjetivo; més atin, no existe, de hecho, razén alguna para pensar que estas casifiaciones, puedan reducirse un vocabulario fisico restringido.* Alipunas de estas clasificaciones, por otra parte, son clasi- ficaviones de fendmenos cuya existencia estd, en parte, ddeterminada y corroborada por las clasfiaciones mis ‘mas, En repetidas oporvunidades, Daniel Bell ha clifica- do a este ordenamiento de los fenémenos como un “orden, ‘onsiruido”, De acuerdo con su propio ejemplo, el sexo es ‘an fenémeno bioligico, pero el yénero (gender) es un endmeno “construid"; la clasiicacién de las personas en st hombres © mujeres es una euestién biolégica, poro su ‘separacion en “virginales”o“caballerescoa" (masculinos 0 fomeninos} es una cuestién cultural y, como sabernos, los ‘comportamientos queson adecuadamentecalificados como “virginales’ocaballerescos” tienen poeas probabilidades de fructifcar, a menos que definames previamente la calificaién en si misma. ¥ en el caso de quo lo hagamos, esto noes, ciertamente, independiente dela aceptacién 0 cl rechazo dela evaluacién presupuesta en esas clasifica- cionea. De la misma forma, ¢ probable que “ser desagra- able” para alguien bajo ciertas cireunstancias sea una capacidad biolgica innata, pero que, en cambio, “ser un individuo piadoso" no sea ni més ai menos que una posibilidad, en ausencia de una cultura que clasifique el comportamiento humano bajo tales términos y que com parta las valoraciones que esto supone. Nowxiste ningun “conjunto de hechos observables” preestablecidos que pue- dase deserto;los quetomemoscomotales dependerén en partedelaculturaen quecreamos, yesodepende,a.su vez, del lenguaje que utlicemos. Como expresa James: Enlogueamirespecte, no puedoesceparalaconsdoracin, {Guese meispone a cada paso, de que ol sujetocogmoscants no “el expdionte en cat todos los drdanes" os det, un Simple espjofctuene, an excuca al vezon alguna de sr, ‘que refen pasivomente un orden onal ual se insertay que ‘implements enowontra ya estalecdo El aujetocognascente ‘ean actor qu, por sn lad, codetermina la Verdad y pot ol ‘fsorepera ssa verdad que ayuda a erear>> Ho sostenido que James tenta razén (asf como tam- biénSingerlatenia)en pensar quolas decsionesacerca de los “hechos" y los “juicios de valor” dependen una de la ‘otra, se condicionan reefprocamente. ¥ si él afirmé que lo verdadero puede ser aquello que conviene en casi todos 2 los aspectos, creo que Fue porque no se puede prever con anticipsciin cuales consideraciones pueden demostrarse adecuaias,a largo plazo, para una cuestién dada. Como sostenia Vivian Walsh, *, tomando prestada y adaptando una vivida imagen quiniana,siuna eoria puede ser negra 8 | ue pres un "sie visor lnterpetacorvamentalamisicn dae eta on tcl de cmprnda eo toda u at pers fra comprenera en tna 1 magi ops ara en ©, a "eos evichariabien, Ysabutnepcetamente gu ay persons ut logan entra nel ciel 'A porta deo pnp que he mncinado 2 ei regu ‘ar into quldn etre estorzade parable Lacepue ‘liv, pracangier sera ued mista ee aero, ‘fam quan om lta iatancs, dab ein ya pase omar set ‘tin por tite sel mote pore eal Kant ace ye Laie “tires paaa Goo gu os fra parte del ue ga det Witgentin cuando altoaba Estee l puto en el cal senda ga (L Witgeostn, Phulsophich Unterauchunge, ot $7 lt fsa emi) Pore ham: cundo aoe encore ot decor, ‘sandy auetas aadas ae pingan en punts rete, xin ras ‘german eyenaininte sma del propane clea de qo da beceo do invengecin ena podeman aprender ules so Ine ‘Scores frase renee la necoersig, aes sm ‘emas Seconda snvestigaton Se etn cnt ‘tpi Naturaimente, pare ominar, sila reguta-ui doe doc alle sn las principio Soret sgn Dense un tee de ‘act’ etooes el Peguatic eapners “Rao oto pdo dar Niciepasie dare un matin dedocin tna sonsemprestencaneren % lay cleo pads hacer stra sun que tama eprops Stemi 36. D.C. Dennett, “Real Pattern’ en Jamal of Phphy, 83 (a99D, 9p 2751 {0 Bet os un razonaminto qu Srgen Habermas ha aubrey urns ada sean lod. DT Patnam, James's Theory of Perepin con Rath Ana Putnam) Willa Jamar Ison, on Td Reson ith Human Pace Cambege, Harvard UP, 190, repect, pp. 282517 27.1. SL Wigan's Lecture an the Poundaton of Mohematicy, omplado por ©. Duaond, Ite, Carell UP, 1976, leon XV, {tment sobre le fndamantn dee matomstion Mad Absa 1987) 42 W. James, ‘The Morel Piospher ashe Mora Lift wn ‘he Will Bec and Other Esse, Canad, Harvcd UP, i878, 2 {WITTGENSTEIN ERA UN PRAGMATICO? Si bien los argumentos que expondremos en este capitulo especulan con la existencia de una tendencia pragmatica en la Blosofia del ultimo Wittgenstein, el titulo de este sogundo capitulo as, en cierto modo, un poco lusivo, ya que trata tanto (o mis) de la relacidn entre la Filosofia de Wittgenstein y la de Kant, como de surelacion con la de, por ejemplo, William James. Este capitulo, por lo tanto, podria también haberse titulado "(Wittgenstein eraun kantiano?” Con esta doble comparacn pretendo expresar mi disenso con la opinién, sumamenta difundida, de que Wittgenstein es un filésofo del “fin de la filosofia", el, concepto semin el cual todo el “mensaje” de Ia ultima Slosofia de Wittgenstein es que la flosofia es similar a tuna neurosis, y que la meta final de toda Ia obra de Wittgenstein no es otra que la de advertirnos de “abste nerse de hacer filosofia” Una de las difcultades que acecha al encarar este perfodo dela losofia de Wittgenstein resideenel hechode 4queélse rehtisa, muy pradentemente,aafirmarcualquier tipo de tess floséfea. Su objetivo, como él mismo aclara, ‘es modifiear nuestro punto de vista,‘ no formulartesis. Si en filsoffa existieras lastosis,sostione, todos nosotrosias a considerariamos triviales. Esta es la razén por cual yo puedo explicar cualquier cosa que pienso que sea funda- ‘mentalmente correcta en la flosofa de, digemos, Rudolt Camap, diciendo que hay algo de correcto en la diferen- ciacién carnapiana entre cuestiones externas y cuestiones internas, aun cuando el mismo Carnap establece tal dife- renciacién de una manera que depende de aquello que Quine ba denominado “los dos dogmas del empirismo"; de la misma forma puedo explicar algunas cosas que consi dero firmementecorroctas ena losaia de Hans Reichen: bach, diciendoque tenia razénal eiticar ls juicis sine casa prion de Kant.*y quela idea reichenbachiana de las ddescripciones equivalentes iene'un valor perdurable; por otra parte, no puedo, en cambio, afimar que una fesis wittgensteiniana sea correcta de un modo permanente. NO obstante, creo que tomar conciencia de cémo, en cierto sentido, algunas de las reflexiones de Wittgenstein deri- van de algunas reflexiones kantianas y las complemen- tan, yesmodstassecorresponden con unacierta tendencia del pragmatism, nos permite apreciar mejor la forma en {que Wittgenstein trate de hacernos cambiar de punto de vista, demodificar nuestro modo de considerar las cosase, incluso, de hacernos ver por quées tan dificil enunciar un cambio de género en forma de “vesis" Kant Comenzaré por Kant. Si tuviera que mencionar qué hhay de correcto de manera estable en la primera Critica kkantiana —y creo que hay algo de permanentemente correcto en eada uno de los libros de Kant—, dirfa que, sean cuales fueren sus errores (la sintesis a prior, por ejemplo), Kant ha sido, de hecho, el primero en advertir que describir el mundo no quiere decir simplemente imi 8 3 tarlo. Kant observa que toda ver que los seres humanos ddeseribimos algo del mundo, nuestra descripcisn std ‘modelada pornuestras elecciones conceptuales, Pero decir que nuestras descripciones del mundo eatin modeladas por nuestras eleceiones conceptuales no significa simple- mente que revolan un trivial convencionalismo semanti- 0, como se desprende claramento del hecho de que po- dermos deseribir algo dciendo que tiene més 0 menos un ‘me-tro de largo o, como alternativa, que mide treinta y ‘nueve coma cuatro pulgadas de longitud. Kant entiends ‘que describimos e] mundo desdo perspectivas diferentes, como, porjemplodesdeel puntode vista cientificoy desde ol punto de vista moral, y que ninguna de las dos deserip- clones puedereducirseintereambiarse por lactra;sibien. creia —y pienso que tenia razin— que tanto auestras imagenes morales como nuestras imagenes cientificas, pueden ser ambas correctas. Sin embargo, 1 misma Kant estaba alin sujeto a una confusisn: la de suponer que ‘una descripein moldeada por auestras elecciones concep- tuales, de alguna forma no s, por esta misma raz, una, Aeseripcién del objeto “como éste es en realidad”. Tan pronto como cometemos este error, abrimos las puertas al problema: °Si nuestras deseripeiones son s6lo nuestras ‘deseripeiones, modeladas por nuestrosintereses y nuestra, naturaleza, cusl es entonces la deseripeién de las cosas comocllas sonen sf mismas Este término“en simismas” resulta asf totalmente vacuo: preguntarse cémo son las cosas ‘en si equivale, estos efectos, a preguntarse como debe deseribirse el mundo en el lenguaje propio del mun- do, cosa que no existe; solamente exista el lenguaje que nosotros, los seres hablantes, hemos inventada para nues- tros diversifiados puntos de vista. (A decir verdad, ceo ‘que en su primera Critica ol mismo Kant llega repetidas veces al punto de percibir que la nocién de “Ia cosa en si" ° es vana, para luego retroceder hasta antes del recono- cinmiento de-este hecho; sin embargo, el reconocimiento std.) Peto incluso ai el reconccimiento kantiano de que ‘nuestra descripeion del mundo est moldeada por nues- tras elecciones conceptuales las cuales, asuvez, se allan rmoldeadss por nuestra naturaleza y nuestros intereses, e9t4 comprometido —comprometido, por una parte, con la nocién de Ding an sich, y por otra con la idea sogin la cual nuestras elecciones conceptuales son fijadas de una vez por todas por tn cierto tipo de sda estructura trascen- dental dela razén—, considero que Kant, efectivamente, hha logrado un progreso decisivo con respecto a todos los fildsofos precedentes, al abandocar el eancepto sequin el cual cualquier deseripein del mundo puede ser una sim- ple copia del mundo, Saheros, por otro lado, que la idea de cambiar este ‘punto de vista de Kant deseartando el concepto de una festructura trascendental de la razdn que da origen @ un conjunto de categorias a prior, al juicio sintético a priori, te, se encontraba notablemente difundida en la Alosofia alemana anterior a Wittgenstein. Como gjemple podemos mencionarlaaustitucién, por obra de Schopenhauer, dela, Razin por la Voluntad, dentro del émbito de su version original del kantismo, y sabemos que el joven Wittgen- stein fue profandamente influenciado por Schopenhauer. Otro de los aspectos fascinantes del pensamiento kkantianoesloqueyollamariasu pluralismoincipiente. Ya hice referencia a este concepto al mencionar el hecho de que, para Kant no existe-una sola imagen del mundo si- no dos: una imegen cientifica y una imagen moral. Natu ralmente, esto podria ser definido como un dualism, mis ‘que como un pluralismo;-pero-creo que puede.apreciar- se claramente, especialmente en su toreera Critica y en sus escrites posterioresalaseritias, unatendencia hacia 50 tun pluralismo auténtico, quizé reprimido por el mismo Kant, pero que, aun asi, alora nitidamenté en sus trabe- Js. Para mayor precisin, en lugar de recurri al simple ‘dualismo de una imagen cientifica yuna imagen moral del mundo, podemos constatar diversas interacciones entre estos dos y otros variados eonceptos (eoneeptos resul tantes de Ia interdependencia entre las imagenes moral y ientifica del mundo, de las cusles hablaremos dentro de poco; conceptos resultantes de la interaccisn de la raz pura préctica con la sonsiblidad y las preferencias 0 aptitudes, ete), En realidad, Kant no comienza a hablar solamente de una imagen moral y una cientifiea del ‘mundo, sino(en La religidn dentro delos limites dela mera razén) también de una imagen religioea del mundo, la cual ddepende de la imagen moral, pero que comienza a revelar luna autonomfa propia; y-asi comienzs a hablar (en la (Critica del juicio) de las que se podrian llamar imagenes estéticas del mundo, y después imagenes legalesdel mun o, ymuchas otras. Kant, sin duda, al igual que Quine en nuestros dias, ha sostenido en todo momento que silo la imagen cientiica del mundo contiene aquello que, ea sentido estricta, podemos llamar “eonocimiento" Sin em- bbargo, este aspecto del pensamiento kantiano dobet confrontarse, tanto con el de William James, como con el del iltimo Wittgenstein, Encierto sentido, por consiguiente, a puedo estable- cer una “tosis” (como pueden apreciar, yo he adoptado el concepto do “tesis, diferencia de Wittgenstein): no se puede concsbir el procedimiento de Wittgenstein como tuna simple recusacién de algo lamado“flosofia tradicio nal"; en realidad, loque él hace es continuar una tradicion de reflexin filos6fica, en tanto rechaza ciertos tipos de ‘ellexiones‘filséfices Sin dudaees cierto que el momento dela recusacion en st Zz Wittgenstein es evidente y, de alguna manera, desconcer- ‘ante, Wittgenstein nos dice que los esfuerzos tradiciona- les de la metafisicay la epistemologia han sido intiles; y ro nos dice que han fracasado al final de la jornada, sino, por asi decilo al comienzo mismo de ella; nas dice, direc- ftamente, que han nacido muertos, y que los conceptos que fen un momento se pensé que hablan dado oigen a la retafsica y la epistemologia no tienen, en los términos formulados tradicionalmente, ningtin sentido.* Con fre- ‘uencia se piensa, por ejemplo, que la epistemologia tiene su origen en la pregunta "Cual es la naturaleza del conocimionto?"; pero Wittgenstein, segin mi lectura, nos ssugiere que hasta el hecho misino de conjeturar que al ‘onocimiento tiene una naturaleza, ea una presuncion & ‘cual no llegamos a conferirie un sentido, ¥ no servira de nada reformularla en un razonamiento formal como, por ‘jemplo,Cudl es el andlisis del concopto de conocimien- to?" 0 {Cul eg el significado de la palabra conocer” Ea realidad, lo que Wittgenstein nos quiere demostrar es que la idea (todavia hoy comin ya sea dentro de las “teorias causales del conocimiento” ode las toor‘as basadas en la nocin de “creencia verdadera y justificada”) de que la palabra “conocer” tiene un significado que la eircunda, como.un “aura” que la acompana en todos los contextos en que se la aplica, determinando el modo en que la utiliza ‘mogen esos contextos, es una lusién.La palabra “conocer” es un término que empleamos para eximirnos de muchas obligaciones diferentes. Se puede, sin duda, describir una serie de obligaciones o tareas distintas, desarrolladas sobre Ia base de la palabra “conocer”, pero os0 no puede aplicarse ala epistemologia tradicional y,ni siquiera, ala ‘epistemologia moderna ¥ no tradicional, a estilo de ia de Rudolf Carnap. Nadie puede afirmar cuales son los crite sos que permitirdn determinar en el futuro cudles seri, 92 Jos usos Hcitos 0 racionales ¥ cuéles los usos iisitos 0 invacionales, porque esta noes algo que se pueda aseverar deuna vez para siompre. Los ereshumanos on criaturas que so sorprenden a sf mismos (self-surprising): de la misma forma en que estamos constantemente creando nuevos juegos de lenguaj, y continuaremos haeiéndolo, asitambién estamos siempre extendiendo y modificands el significado del término “conocer”, y continuaremos extendiendo y modificando el significado del término conocer” Rorty y Wittgenstein Loquehe dicho hasta aqui puede tal vez parveor muy similar a a posicin de Richard Rortyy, efectivamente,en. La filosofia después de la filosofia,t Rorty presenta sus ‘convieeiones como una extensién de los pensamientos del ‘ultimo Wittgenstein. Ateniéndonos alas interpretaciones ‘que Rorty ofrece do las ideas que acabo de deseribi, sa ‘duda es la siguiente: hemos ereado una gran variedad de Juegos delonguaje;loque es verdadero y loque esfalao en uunjuego delengusjeesté determinado por un onjunto de rnormas y criterios; se puede preguntar cual es el modo correeto de utilizar el término “conocer” en un juego de lenguaje concreto, y se puede examinar la propuesta utilizando la etnografia, la historia de las ideas 0 el and- lisis wittgensteininano del lenguaje. Sea cual fuere et procedimiento empleado, todo lo que se podré obtener ‘como respuesta serd una descripeién del uso dela palabra fn un juego de lenguaje en particular. Por otra parte, segiin Rorty, no existe ningun juego de lenguaje que se pueda considerar mejor que otro, excepto en el sentido de ‘que sea “mejor en relacién a ciertos intereses". Natural- ‘mente, Rorty admitiria que continuaremos siempre cre- 82 ‘ando nuevos juegos de lenguaje 0, al menos, espera que esto suceda, ‘La interpretaciéa rortiana de la filosofia del wltimo Wittgenstein, hoy incontestablemente influyente, me parece tanto una falsificacién de Wittgenstein como un sclarecimiento de su significado, si bien se encuentra muy cerca de certas interpretaciones que fueron adelan- tadas hace ya una treintena de aaos, or algunos epigoos de Wittgenstein, eomo Norman Malcolm. Porelcontrario, ddobo confesar que cuando comenzabs a escribir sobre filosofia, gan parte de mi trabajo lo dediqué a refutar la versién del pensamiento wittgensteiniano ofrecida por Malcolm, y mi colega Stanley Cavell ha pasado buena parte desu tiempo tratandodedemostrar queese puntode vista, si bien puede sor el de Malcolm, noera enteramente lde Wittgenstein. Elnicleo de lainterpretacion rortiana ‘es su comparacién de los crterios con “programas”. Cuan- do publica La flosofiay el espejo de la naturaleza,* Rorty considera que lo queen ese libro llama diseurso “normal”, ‘que en La filosofa después de la flosofia rebautiza con ltérminowittgensteiniano de“juegode lenguaje",consti- tuye algo que es regulado por lo qua, a su vez, lama “algoritmos" o “programas” ® Cuando nos encontramos dentro de “iscurso normal”, cuando estamos “utilizando el mismo juego de lenguaje", 20s guiamos por los progra- ‘mas almacenados en nuestros cerebros, y marchamios todos de acuordo; éstaes la imagen presentada por Rorty. ‘Tal descripcin de loa seres hablantes como autéma tas no es enteramente wittgensteiniana. Creo que Rorty considera cada una de las nociones normativas de lx ra- 26n nada mis que como un pomposo lenguaje metafsico, porque adjudicaalos juegos delenguajeun funcionamien- to realmente automatico. Si yo digo, por ejemplo, que existen juegos delenguaje mejoresy.peares, yquelarazén 5 ‘humana no representa solamente una capacidad aislada, sino un amplio ospectro de aptitudes que"nos permite, entre otras cosas, determinar cudles juegos de lenguaje son mejores o peores, entonces la resccién de Rocty con siste en afirmar’ que “dea noche ala masiana Putnam se hatransformadoen ua realista metalisico’. Y,enealidad, sila razén, en el sentido en que la acabo de utilizar, no fuera absolutamente necesaria para hablar desde el inte- lor de un juego de lenguaje, oi fuera algo que sentimes necesidad de nvocar solamente cuando lo flésofosinten- ‘amos explicar por qué algunas veces abandonamos un juego de lenguaje para adoptar otro nuevo, entonces ésa seria una nocién sospechosa. La imagen presentada por Rorty del “diseurso normal’, en consecuencia, influye profundamente sobre su imagen del discurso no normal, s decir, el discurso “hermenéutico”. No obstante, lo primero que quiero decir es que una Aescripciin de ese tipo del discurso normal es una carica- turadenosotros mismos, en. cuanto usuarios deun lengua je. Tanto como para comenzar, diré que, personas que hhablan aquollo que, en todos los sentido es un lenguaie, ¥y personas que no adoptan un “nuevo vocabulario” 0 algo parecido, con mucha, pero mucha frecuencia, no est en. condiciones de llegar a un acuerdo utilizando los “rite- ros” que conocen. Rortyy yo, por ejemplo, eoincidimos en le opinidn —y ereemos que lo mismo hacen todas las personas razonables que se enteran de las noticias coti- dianas— que, hoy por hoy, ya no existe ningtin prisionero de guerra norteamericano en Viotnam del Norte. Sin ‘embargo, algunos individuos extravagantes y de derecha, (y, comprensiblemente, algunos parientes de aoldados considerados desaparecides en aecién durante la guérra de Vietnam) pueden ereer que.ain existon prisioneros de guerra norteamericanos en.ese pais. :Diria Rorty que la 55 lapse ‘oct de “objtividad” no se aplica # un caso de este tipo? Diria que es0s personajes extravagantes estén “utiizan- ‘do un juego de lenguaie diferente” y que no existe ningtin hecho objetivo quo respaldela teoriadela presencia sctual de prisioneros de guerra norteamericanos en Vietnam de Norte? {0 dirfa que el anunciado "No existe actualmente hingin prisionero de guerra norteamericano en Vietnam ‘del Norte” es “verdadero en l juego de lenguaje que Rorty {yo jugamos" y also en el juego de lenguaje que juegan ‘esos extravagantas dederecha, yquenohay nadamasque se pueda decir al respecto? Un punto de vista que toma en serio la nocién de programas y glgoritmos en el cerebro, pero no toma en serio a nocida de o hay o no hay todavia prisioneros de guerra norteamericanos en Vietnam del Norte no es, certamente digno de ponerse en el mismo plano que lo que Wittgenstein realmente sostenia, E] mismo Wittgenstein es muy claro al hacer notar que el lenguaje no se resuelve simplemente con semuir iertas regias (como las reglas del eéleulo, por ejemplo); ¥ no porauie las reglas no sean el “fundamento" del lenguaje (las regias mismas, sogin Wittgenstein, se epoyan en lo ‘que él lama nuestras ‘reacciones naturales). Los puntos esenciales delas Investigaciones, que quiero recordar aqu son los siguientes: por un lado, que existen, sin duda, siertas partes del leguaje sobre las cuales tados nosotros ‘estamos totalmente de acuerdo. Normalmente, todos no- sotroslamamos “rojas” alas mismascosaay, porcierto, no surge entre nosotros un desacuerdo sobre cual calor e3 el rojo (la duda escéptica sobre si es verdaderamente roo el color que todos nosotros lamamos “rojo” et incoherente) Del mismo modo, no surge entre nosotros un desacuerdo sobre qué operacién es lade sumar la unided aun nimero (quiero aclarar que estoy aqui pensando en los ntimeros ‘que las personas eseriben y suman habitualmente, no en 56 | | ‘vimeros de seis aiios luz de longitud, ni ntimeros exis- ‘tentes en mundos ligicamente posibles ni nada parecido), En los casos que ocurren efectivamente en nuestra vida ral ycotidiana, entonces, estamos plenamente de acuer do sobre qué operacin es la de sumar la unidad a un ‘nimero dado, osumar dos a un ntimero dado (en estecaso resultaria necia la duda eseéptica respecto de sila ope- avin que todos nosotros llamamos “sumar dos" es real ‘mente sumar dos). Wittgenstein se ha preoeupado de Stustrar perfectamente estas ideas —que no son “te sino, como él mismo dice, cosas totalmente obvias— para combatir un cierto tipo de mistifcacién mentalisa, rela- cionada oon el hecho de comprender, pongamos por aso, la regla de “sumar dos”. Sin embargo, suponer que, como 1 mismo lo destaca al comienzo de las Investigaciones, Wittgenstein opina que fodo el lenguaje es asi —que todo ol lenguaje esté gobernado por rogias similares a las del cdleulo— seria realmente leer con negligencia. Quiero citar aqui un parrafo en el eal Wittgenstein clara perfectamente que el onguaje no es “tan ast” como ice Rorty. Ubiquémonos en un contexto en el eual pro- pone que las personas estin en desacuerdo sobre la pre- ‘isa previa de que alguno de ellos tiene un sentimiento ‘que en realidad no tiene. *"—Tunventiondosnada de nada!" —iedecinos alguien ‘gue duds de algo que aosorcs, 2n cambio, considers bv, pero aa pademos proba ‘Bxiste un eo de expera” sobre la autentieded de la fenpresin de un sontimiant? Aungue también aqut hay personas que jongan “mejor” y personas que juszen-peae” or lo general, del jucio de aquallos que eomprenden ‘mejor alos hombres (des besser Menachenbenner) surge las predisionesy pronésticas més crresae, {Se pusde aprender a snocer a Toe hombres? Si cele st auiera puede hacerlo, perw 20 mediante un curtode apron Aaa, sino a traves doa "experendia”-;Pueda una person nmeidrselo a otra? Soguramente aciéndolelogar de tanto fen tanto ln sugerencaadecuads; dave e el sentido, en este ‘so, de los concepts da "eneear"y deaprender’, La que #6 aprende noes una tecnica; 2 aprenden ls juleos corsets, ‘También aquexstan regia, pero no forman un sistema, lerenca dela egls del clclo artical exper tos pueden apliaras eomectementa® ‘También agui puede verse oémo Wittgenstein re- conoee, de forma muy explicita que, hasta en el contenido de un dnico juego de lenguaje, pueden existirverdades que no todas esti en condiciones de ver, ya que no todos han podido desarrollarlacapacidad de reconocer a “evidencia Imponderable” (unwighare Evidenz) que ello implica* Estosélo significaque algunas personas llegan acompren- der mejor loque sucede. Nada podria estar més lejos de la doseripcidn dean juego de lenguaje quedefinirlocomouna prestacién automitiea, como podria ser la ejecueién de un algoritm. Paso por alto aqut el probleme relativo a le eventua- Tidad de que cualquier cosa que hagames, incluso la aplicacidn genérica de nuestra inteligencia, pueda resol- verse ‘en ultima instancia"con la ejecucién dealgoritmos: ojala pudiera resolverse, no en el nivel de lo que lama: mos “descripeién de la ejecucién’, sino de loque llamamos “deseripcién de la compotencia”, porque opino que estas problemas noestén para nadarelacionadoscon todolo que sostuvo Rorty. Eleoncepto rortiano de programa” implica luna identidad de comportamiento entre todos los miem- ‘bros de la comunidad Linguistica, mientras que la i toligencia general no siempre determina unacuerdo entre todos los miembros de una comunidad lingtistica. Para mayor informacién al respecto, he tratado todo el vera integro del fancionalismo en Representacién y realidad. Ey [No sélo hay prestaciones mejores ¥ prestaciones pe- ‘ores en el contenido de un juego de lenguaje, sino que también es claro que Wittgenstein piensa que los mismos juegos de lenguaje pueden ser peores o mejores, Sostiene, por ejemplo, que los juegos de lenguaje de los fidsofos on, forzados, antinaturales; os fldgofoe se encuentran siem- prea la caza de una imagen’, dicen tonterias, Wittgen- stein, en cambio, es mucho mas generoso cuando compara otros tipos de juegos de lenguaje, no flossficos y no cien- tifcos, especialmente cuando compara los juegos de len- _gusjecorrespondientesaindividuos”primitivos" (Aunque, si bien no comparte del todo la habitual concepcion pro: sresista occidental sequin la cual las personas iletradas sélose encuentran enun estado de preciencia deseudocien- cia o de supersticién, Wittgenstein da a entender que ‘eisten ciertos juegos de lenguajeprimitivos que él “com Datiria” y otros que considera “absurdos’."" Entre los ejemplos cita la ordalia: la prueba del fuego.) Resumiendo: de la interpretacisn rortiana de Witt- sgenstein se derivan tess extremadamente radicales, por -jemplo, la de que no existen juegos de lenguaje mejores ue otros y que, en consecuenca, slo se puede decir que algunos son mejoresen relacién con este, aquelo cualquier otro interés involueradlo y que (siempre sequin Rorty) no podemos decir que la fisica newtoniana sea mejor que |e aristoélia, o que existen temas sobre los que la fisia aristotélica se ha equivocado, mientras que la newtoni za, en cambio, ha tenido razén. Ninguna de estas tesis, eberian ser atribuidas a Witigenstain, No obstante, a pesar de todo esto, lo que quiero decir es que, si bien la interpretacién de Rorty no es demasiado justa, al menos lograrecoger conclaridad una caracteristica genuinade a posicién de Wittgenstein. Este hereda y amplia lo que anteriormente he llamado el pluralism de Kant: la idea a Ae finiee 6B. arene de que ningin ego de lenguaje amerita el derecho exclu: sivo de ser eonsiderado “verdadero”, o“racional", o"nues- tro sistoma conceptual de primera categoria"! el siste- ‘ma que “describe la naturaleza dltima dela realidad’, 0 cualquier otro término de ese tipo. Wittgenstein, por asi ecirlo, retine en un solocompromiso a Rorty yaQuine:se ‘manifiesta de acuerdo con Rorty, contra Quine, sobre el Ihecho de que no se puede decir que los ueges de lenguaje cientficos son ostinicosen losqueseafirman ose eseriben premisas verdaderas o en los que se describe la realidad pero, por otrolado, se declara de acuerdocon Quine, contra Rorty, sobre el hecho de que los juegos delenguaje pueden ser eriticados (o “combatidos" y de que existen juegos de Tenguaje mejores y peores.* Algo més sobre Wittgenstein y Kant [Ahora quiero retornar al problema delarelacign entre Ja filosoffa del ultimo Wittgenstein ya de Kant. Para ello Ime concentraré brevemente sobre un aspecto de esta relacién que no ha sido mencionado hasta ahora, pero antes deseo aclarar algunas cosas sobre las diferencias entre Wittgenstein y Kant, en el ambito de lo que hemos comentado hasta el momento. Algunas de estas diferen- clas son evidentes: Wittgenstein, como ya he dicho, aban- dona la nocisn de la cosa en sf, abandona la sintesis a priori, abandona el cuadro de las categorfas y algunas otras cosas més, Se podria decir que Wittgenstein “natu raliza” la ilosoffa kantiana (esto se ha dicho también de William James). Pero, gon qué consiste aqui esa “natura lizaciin”? “Naturalizar” es una palabra peligrosa, par ticularmonte en nuestros dias, en gue el“naturalismo se ceonecta con mucha frecuencia con versiones reductoras el fisicismo, mientras que Wittgenstein no es un reduc- cy cionista. El mejor modo de definie o descrbir tales “natu ralizaciones” es tal ver, tratar de comprenderlas como un redimensionamiento, Resulta natural ilustrarlaconeepcion ‘deKantdiciondo queno podemos deseribir el mundocomo sen si mismo; y, en realidad, éste es también el modo en ‘que Rorty establove a mayoria de las veces (lo que éleree) algunos de los puntos de eoincidencia con Wittgenstein, ‘Sinembargo, este timo, lola su estrategia de no ofrecer “tesis’, trata de convencernos de que en este entorno no existe ninguna tess interesante, Segin dl, la negaciin de luna pseudoproposicién es una pseudoproposicién, y la negacién de una insensatez es una insensatez, Si estamos ‘convencidos de que resulta inineligible affrmar“Algunas vecos logramos describir la realidad como realmente es", ‘entonces deberemos comprender que resulta igualmente ininteligible afirmar ‘Nunca legaremos a describir la realidad como realmente es", ¥ més ininteligible ain (Cmés” porque introduce el “no podemos” tipico de la filosofia) manifestar ‘No podemos describir la realidad, comorealmentees”.Bstabrillantevsisrortiana noesotra cosa que la ilusién de una verdad; la quimera de un Adescubrimiento eésmico. Bn realidad, se podria decir que 8 caracteristico de Wittgenstein tratar de mostrarnos ‘que, cuando los fildsofos afiman que no podemos hacer algo, cuando afirman que algo es imposible, por lo general la cosa que ellos aseguran imposible de hacer es una cosa sin sentido, una cosa ininteigible. Lo que Wittgenstein pretendees havernos tomar conciencia del hecho de que el filésofo, por asi decirlo, parece hablarnos de una Impoven- sia —del mismo modo que un fsico nos habla de una Impotencia cuaido nos dice “No se puede construir una ‘maquina do movimiento perpetuo"—senel primer caso, el {ildsof parece hablar de una barrera que no podemos superar, una barrera que, a pesar de todo, después de un a ‘examen més cuidadoso resulta ser un espefismo,o menos ‘dn que un espejismo: una quimera. Podemos aprender lenguajes; podemos cambiarlos y podemas inventarios y, ‘on ellos, podemos formular verdades; esto es deseribir la realidad, Si desimos "Si, pero esto noes deseribir la reli- daden sfmisma”,no estamos diciendonada, Ciertamente, podria ser que el mismo Wittgenstein, en el famoso cierré de su Tractatus, haya eaido presa de a tentacidn de decir ‘que no podemos hacer algo que no tenga sentido hacer.'S Afirmar que aquello de lo que no se puede hablar se debe callar, equivale exactamente a soatener que no se debe intentar enunciarjque cosa... James Conant ha manifes- tado recientemente'® que ésta es una contradiccién deli- berada; que el Tractatus so deja deslizar de esta forma hacia el abismo, con el propésito de expresar con mayor cexactitud el eoncepto que estoy enunciando ahora. Ensintesis, existe una enorme diferencia entreel ona kantiano, asumido por Rorty cuando dice que no podemos deseribir la realidad tal cusl es en sf, el tomo wittgen steiniano al tratar de hacer que el lector na se sienta Impelido a ofirmar ni “Podemos describir la realidad tal ‘cuales’ ni“No podemos deseribir la realidad tal cuales en 3°, Algunos pérrafos més arriba’ mencioné wna abser- ‘vacion bastante profunda, somtin la cual existen verdades que no pertenecen alo que Quine llamaria nuestro ‘siste- ‘ma conceptual de primera categoria” yqueton,sinembar- 0, totalmente inteligibles y logtimas. Esa observacion, digo, esté en cierto sentido redimensionada gracias ala lectura de Wittgenstein y redimensionada por el hecho de que proporciona ejemplos sumamente comunes y trivia: les, Por ejemplo, si doy a cualquiera la instruecidn “De- ténte aproximadaments aqui", y despuds deseribo lo que ‘ha sucedido diciendo: "Le hedicho que se detuviera apro- ximadamestnalli,yluegole hetomadoumnafotografia” sin e dada “estoy diciendo una verdad” y, sin embargo, “Se ha ddetenido aproximadamente all no es ciertamente algo que forme parte del “esquema conceptual de primera categoria” del que habla Quine, Ahora bien:-antes que decir que tenemos “una imagen moral del mundo y una {imagen cientifica del mundo”, como podria decir un ken- tiano, Wittgenstein dice simplemente que, incluso las palabras de la ética, son términos que tienen sus propios ‘uses en auestro lenguaje. Este aspecto dela préctica y los métodos wittgenstei- nianos se basa fundamentalmente en el hecho de que quiere hacer aparecer como familiar un punto de vista Alosofico aparentemente nuevo, sin querer presentarlo como una cuestiOn de tesis filosficas, sino de hechos, evidentes y conocidos desde siempre. Algunas veces, este sistema de Wittgenstein aie hace venir a la mente (como le ha hecho recordar a Stanley Cavell) un aspecto del ‘rasvendentalismo nortesmericano, el mismo que deseri- bia Thoreau cuando afirmaba que "en todas partes puede ‘encontrarse un fondo sélido"™ (aunque, algunas veces, ese fondo se encuentre debajo de una espantose cantidad de fango). Wittgenstein, después de todo, deseribe sus ‘metas, en un parrafo digno de Thoreau, como “insertar ‘uestras palabras en el lengusje, donde tienen su verda era patria” A pesar de estas diferencias —que son profundas—~ entre Wittgenstein y Kant, quiero reiterar que, aunque ‘haya una actitud critica a los métedos de Wittgenstein en los enfrentamientos de la prdctica de los flosofos, pode ‘mos investigar y verificar quo un gran metafisico como Kant noes, sélo, una persona que haya eometido profan. dos. errores; incluso debemos reconocer que existian intuiciones “genuinas.on Kant, intuiciones que fueron ‘trabajosamente elaboradas, y que tuvieron tna fuerte 6 s influencia sobre el mismo Wittgenstein, quien no podria haber mirado tan lejos si no hubiese podido apoyarseen la espalda de un gigante como Kant, La primaeia de la raz6n préctica Hoy, a pesar de todo, otra faceta del pensamiento de ‘Kant, un aspecto que ge conecta inmediatamente con el pragmatismo, y que podriamos llamar la primacia de la rraz6n practica, De los estudios de Kant, Surge en forma hotoria que gran parte de su trabajo tiene una directa Iinspiracion politi e incluso una aplicacin politics. Has- ta la nocidn ventral de la “autolegislacién” deserita por ‘Kant en su segunda Critica y en la Fundamentacion dela rmetafisiea de las costumbres estaba, después de todo, directamente inspirada en Rousseau: y, en la 6poca de ‘Kant, Ia idea de que una sociedad se rigiora por una unin [bcedeciudadanos autolegislantes" era verdaderamente revoluciqnaria, Quiero hablar también de un aspecto diferente dela primacia de la razén préctica en Kant, es Ja famosa afirmacidn kantiana (deserita en la “Doctrina del metodo” dela Critica dela azn pura) sogrin la cual la ‘comprensiGn taérica no habria llevado por st sola ala idea de la cieneia como un aistama unificado de leyes (afir- ‘macién con la cual, insisto, Kant quiere decir que no Ihabrfamos llegado ni siquiera ala fisica newtonians, y ‘mucho menos al ideal regalador de una futura cieneia que ‘englabelafisca, lahiologia,etcétera) Tampoco noshabria levado por sf misma mas allé del conocimiento de las sgeneralizaciones inductivas individuales.Paraadquirirel, tipo de conocimiento representado por el sistema newto~ ‘iano del mundo 0, como podriamos devi hoy, del sistema, einsteniano del mundo, o de la mecdniea cuéntica), es ‘necesariolo que Kant ha llamado a idea reguladora dela Oy Naturaleza. Para ello, os necosaria la imagen dela natu raleza, perono lo gobernada por leyes individuales, sino por un sistema de leyes. ¥ esta imagen, nos dice Kant, no proviene de las razones te6ricas, sino de la razén pura réctica. Por otra parte, Kant sostiene que las normas que rigen lacienciateérieaen sus adquisiciones maselevadas, son layes que emanan de una cierta nocién, poseida por nosotros, de aquello en lo que consistria la perfeecién de la investigacion y busqueda de a humanidad; son normas que derivan de una cierta idea de la evolucion humana dentro del roino teérico. En Razdn, verdade historia puede leerse una discusion sobre ete tema, en la que he afirma- dol que nuestros ideales cognoscitives tienen sentido Uinicamente s los eansideramos como una parte de nues- tra idea de Ia evolucién humane, ara Kant, la idea de la primacia de la raain préctica sv extionde incluso hasta la losofia misma. Sostiene que ‘nose puede construir unaimagen moral del mundo tratan- do de probar, a prior, que existen juicios de valor verde eros. La eélebre estratogia kantiana consiste, precisa mente, en hacer lo contrario (aunque algunos flésofs sctuales, como Bernard Williams, suelen olvidaree de ello ‘cuando crtican a Kant). Volviendo a la mencionada es- trategia kantiana, ésta sostiene que: dado que todos los dias Se expresan juicis de valor, sin duda debo presupo- ner idea de que existen juicios de valor verdaderos;y si eben existr juicis de valor verdaderos, squé condiciones eben darse para que sean considerados como tales? {Ea Gu tipo de mondo pueden exist jis de valor verde Considerada desde este punto de vista la estrategia kkantiana se reitera on los eseritos de John Dewey, aunque ‘ste la priva del apriorismo.* Creo que la primacia de la razén préetica (si bien no de la razén “pura” préctica) es 6 extremadamente importante en le aetualidad por el si- uiente motivo: en la época del Circulo de Viena parecta ‘muy facil ser antimetafisico; bastaba restringir el cono- cimiento a lo que pudiera proverse y controlarse respecto de a entidad observable. ¥ todo el mundo sabia lo que era tuna “entidad observable”. En conaecuencia, o se era un “metaisico",o se era un “empirista™. Bl problema fue que ‘muy pronto’se hizo evidente —me sucedié a mi mismo, cuando emprendi mi eamino—que Mach y sus semuidores ol Circulo de Viena no habjan hecho otra cosa que sus- tituiruna metafisica por otra. Se pereataron, con razén,de ‘que Ia discusién sobre la “existencia real” de lo electro- nes era un pseudoproblema, pero aun asf propusieron la tesis sein la cual se afirmaba que, i los eleetrones exis tian, e80 significa que las entidades observables se com- portan de tal ocual forma, pero nosedieron cuenta de que ‘en realidad, en su afin por desacreditarla paeudotesis del realism trascendente, no habjan hechotra cosa que con- firmar la pseudotesis del fenomenismo. Sostener que hablo de entidades observables cuando afirmo que los electrones circulan por un hilo metélico, equivale aver un metafisico (ojala sea un metafsico berkeleyiano) tanto ‘como sostener que los electrones on cosas en a, Compre der el concepto de que ol positivismo era en ai mismo una ‘metafisica —y, para deci la verdad, una metafiiea poco creible (;por qué tendriamos que creer, después de todo, que el mundo esté compuesto inicamente por entidades observables?) ha eonducido al entnciado de una verda- dera plétora do teorias metafisicas —incluidas las de Prineston, en Nueva Jersey segun las cuales los otros ‘mundos posibles son tan reales eomo nuestro propi mun- do actual. Cuestiones que hasta:en at Medioevo fueron consideradas. poco serias, como, por ejemplo, ¢Existen realmente los ndmeros?, se hen convertido hey en los argumentos centrales de libros y ensayos, En os ltimes cinco afios se han publicado al menos dos libros dedicados ‘este tipo de ucubraciones, esritos por destacades flo fos mateméticos. Sin embargo, aun asi,¢s dificil imaginar on qué forma esta clase de flosofia pueda ser sometida a algin ipo de control o, mejor dicho, os difcl eomprender al Sentido que puedan tener esas cuestiones. Mujeres y hhombres maduros que discuton acerca de la “existencia, real” del niimero tres ofreeon un espectacul groteseo, En un contexto de este tipo, suscrito por John Dewey, puede Jerse que la actividad primaria de la flosofia no deberia, Dasarse en este tipo de metafisiea, es decir, tratar de construiruna “teorfa del todo” sino que deberfa, por sobre todas las cosas, ser Ia ertica de la cultura. A pesar de sus excesos metafsicos, [a filosofia de Kant pretendia ser una ertica dela cultura; un esbozo o esquema para una sociedad esclarecida, en condiciones de progresar hasta uunestadon al que reinars a justcia social, asada en la {rmala de que la recompensa es proporcional a la vir- ‘ud Ahors bien; quizé pueda parecer extrato afirmar que la flosofia de Wittgenstein tiene también una inten- dn moral, especialmente desde el momento en que, con ‘mucha frecuencia, nose a considera més que una terapia indiferente, generada por la aversién hacia la looofia teria. Sin embargo, quiero concluir sosteniendo precisa mente que la ilosoia de Wittgenstein tiene también una intencién moralizadora y que muestra, por un camino istinto, el mismo tema: la primaeia de la razén préctica, fenunciada por la filosofia.de Kant, aunque desde una particular perspectiva de redimensionamienta, Ree Re El fin ético de la filosofia del tiltimo Wittgenstein” Para explicar por qué creo que hay una “primacia de la razén prictica” encubierta en la filosofia del ultimo Wittgenstein (y, a estos efectos, no sdlo en ella).® es precise que agrogue algunas palabras mas respecto de mi propia forma de intepretar esta flosofia. Dado que debo Ser breve, trataré de hacerlo enfrentando mi interpreta- cin particular con otra que sea lo mas dvergente posible: por ejemplo, la de Michael Wiliams® 0 la de Paul Hor- ‘wich, y,considerando que la dost ltimo se encuentra ‘desarrollada con mayor amplitud, me concentraré en ella ‘Segtin Horsch, un juego de lenguaje consiste en una serie de enunciados pera los cuales (si concentramos ‘nuestra atencién en el lenguaje aseverativo) existencier~ tas “condiciones de afirmabilidad”. Estas condiciones es tablecen que un enunciado es verdadero o, al menos “confirmado", en ciertas circunstancias observables, Ademés, se considera que tales condiciones establecen (que, en las mencionadas circunstancias observables, po- {demos emitir sonidos, oeseribir signos, e incluso esperar los hechos o las reaceiones de los demas. Bs evidente que ‘este modelo e8 muy similar a los modelos de Carnap 0 Reichenbach de un hablantoloyente de un lenguaje natu +alLa idea fundamental (comoen el positivismo)es que, si se conocen las circunstancias en las cuales una aaseveracién e2 confirmada, entonces se la comprende. La “verdad” no es una propiedad, sino que dobe ser compren- dida como un mecanismo de "desencomillado”; afirmar (gue una azeveracisn es verdadera equivale a hacer una afirmacién equivalente, Los bicondicionales de Tarski, mds precisamente, nos dicen todo lo que sea necesario saber sobre la nocisn de verdad. Nétese que esta expli- 8 cacidn difiere de la de Rorty lo por el hecho de que los “criterios" que regulan nuestro uso de as palabras ofecen (en algunos casos) grados de afirmabilidad algo menores (que la certeza, Incuso interloeutores que comprenden el lenguaje del mismo modo, vse encuentran en posesisn de ‘dénticns datos probatorioa, deberian ponerse de acuerdo sobre el grado de afirmabilided de sus enunciados, tanto fen ste como en el modelo de Rorty [La presuncién subyacente en esta imagen es que el uusode la palabra puede ser descritoen términos de lo que los interlocutores estén autorizados a decir y hacer en circunstancias observables. E]“uso" es una nocin teérica, {existe una forma esténdar de deseribir ol uso de oxpro Bones en un juego de lengusje arbitrario. Es lo que amaré, de aqui en més, la interpretacién positivista de Wittgenstein. ‘Una interpretacion muy diferente sostonida,ocuasi sostenida® por Peter Winch en EI concepto de ciencia social) es la siguiente: el uso de las palabras en un juego 4e lenguaje no puede ser deserito sin emplear concepts ‘conexos a los eonceptos involucrados en ese juego. Winch, hha examinado el caso de loa juegos de lengusje de los pueblos “primitives’, pero creo que la misma idea es ‘vélida para los juegos de lenguaje cientifins. Considere- ‘mos, por ejemplo, el jogo de lenguaje de un buen elec- ‘wicista: él aprende a utilizar enunciados tales como “La que “la causa” no sea algo conceptual, % sh sino algo simplemente “incorporado” al mundo extra- Tinguistieo, no se obtiene otra cosa que una concepeion de ia causacion monstruosamente ilusori.{® No se puede ‘decir, como hace por ejemplo Jerry Fodor, que, ala par que la palabra gato se refiere a los gatos, esta el hecho de ‘que “los gatos generan la aparicisn dela palabra goto”. La pregunta “jeudl es [o cause del uso dela palabra gato por parte de César?" no tiene signficedo alguno, sila retira ‘mos de un contexto. Dentro de un contexto, segtin los intereses de quien pregunta, la respuesta podeia ser: "El hecho de que la palabra espafola sea gato" “Los maull- dos que César ha ofdo" ete. Con este propdsito, tampoco podriames imaginar que la palabra pueda dividirse en “categorias” segin un eriterio determinado. Davidson evita estos problemas, mencionando qué interpretaciones 0 podrian ofrecer dese el punto de vista de un intérprete ‘omniscients. El segundo motivo por el que su argumento zo funciona, es que apelar a un intérprete, omniscient o ‘no, hace perder la efectiva profundidad del problema. Davideon razona como si el tinico problema stu ‘viese constituide por el hebitual eseepticismo, ese tipo de ‘sscoptcismo que presupone que nuestras expresiones son ‘verdaderas ofalsas, peroluogose fligeporellechodeque ‘no podamos saber cul de los doa valores de verdad tienen efectivamente." La preocupacidn genuina, sin embargo, 8 que los enunciados acerca de una realidad externa no pueden ser verdaderosofalsos, en ausencia de conexiones Justifcativas entre las cosas que decimos mediante ef Tenguaje y algiin aspecto de esa realidad. Si la preoeu- pacién es éeta —y ésta es, ciertamonte, la preoeupacién profunda-—decir°Si hubiera unintérprote omnisciente, st interpretaria las expresiones de algunos eomo dotadas de condiciones de verdad que so refieren a cosas y aconteci- ‘nientos extralinguisticns” no ayudaria en absoluto. Y n0 6 serfa de ninguna ayuda porque, si nuestro ‘nico modelo del lenguaje es el de un esquema cerrado respecto de las rlaciones de justificacion, un esquema en el cual literal- mente nada se extiende fuera del lenguaje (excepto la ‘existencia de fuerzas causales violentas, que actian so- bre ellenguaje, tal vez porque no tienen una deseripeién, “incorporada”, entonces no seriamos afeetados hasta el unto de conosbir de qué modo podriamos ser hablantes © intérnretes, y mucho menas estariamos en condiciones ‘doconcebir la forma en que podriamos serintérpretes om: niscientes. La hipotesis de que la nocion de intérprote omnisciente es sensata no es mas que una peticién de principio.® ‘John McDowell ha sugerido'® que Ia solucién consiste fen considerar la percepcidn como un ejercicio, no sélo de ‘nuestra capacidad conceptual, sino también de nuestros Srganos sensoriales, de modo tal que (contrariamentaalo que ha afirmado de Davidson y de otros muchos) un acontecimiento no linguistic, por ejemplo, escuchar el ‘aullido continuo de un gato, pueda justifear, y no s6lo ‘provocar, un acontecimiento linguistieo ("Mitty quiere a paps"). Una sugerencia de este tipo seria aprobada sin mds por William James, pero podria empeorar el proble- sma en lugar de mejorarlo. Un ejemplo puede servirnos para ver hasta dénde es posible que la percepeidn sea un gjercicio de nuestra ‘apacidad conceptual. Supongamos que yo tenga la per cepcidn de un resistor que se encuentra gobre una mesa, Yo sé qué es un resistor y qué aspecto tiene. No estoy [La imagen pragmatica es completamente diferente Para Dewey y Peire, a investigacién es una interaceién, humana y cooperativa con un ambiente, y, en ambos aspectos a intervencisn activa, lamanipulacién dindmi- adel ambiente ylacooperacién con otros seres humanos, son vitales. El primer agpecto, olde la intervencién, est directamente eonectado con la flibilidad peagmatica. Ea realidad, Carnap ora también un falibilista, en el sentido 102 dequereconociael hecho de quelas observasiones tras podian invalidar una teoria perfectamente confimada hasta el presente; pero para los pragmatics esto no era ‘ain suiiene falblismo. Ain antes del nacmiento de ‘Karl Popper, Peirce™ subrayaba que, con mucha frecuen cia, las lupesia no ser falsadas, a menos que dusque ‘mos intencionalmente falsar la experiencia. Las ideas deben se coloeadas bajo presi, se deben demostrar sus ‘valores; y tanto Dewey como James sigucron «Peirce en cite sentido. Para los positivstas para Carnap y Reichenbach, por ejemplo—, la forma mas primitiva de investigacin Tenvalaci omenan entdaer ental) dbomar sep seas) In ontsgnadveride pu on materiality, quem sortinen ut dae antirunsmgonante daria en lca do constants “Sepome 7 dence, eopecalatente in somanided cooctda en ‘ples silncomunidadconcvrda, dw oti"ugyen ci noe fate on que ule a palabra, 7 sie “algo one debe gucder ‘herbs en lenguaje conoypialmont i) Ala pa de Wig ‘Ni, MeDwwel tain ow ssborta restr ets “bamsacen ‘lowes Lo qu propnge, eonactendo gor bec vloreneeasones Somplanenan ty simplemente, senna Ta fora de lt “doe 2 Sab et tio de devericnoe, wane al debate cern Is sprsacon sete, on. Wtgrat, Lionas conersacine sre ‘Sloe eden entsiensroen uy ona import = Borjeapo stienea Reaiattsthercund henna apr, ‘erin, Sanger, 1920, He Reichenbach sbreys a forma 20 or las {nde (enncadaon Zeperene ond Prasion, ‘UP, 1838) pol son shan ara sa Lan vero de Carma pe ‘estan una case anos er i interdependence ober ‘ria copesments en 8 Carap, Lage Syntax der Sprece {enn Spiga, 14) yl cho de rata do (ons inn ete Iorenaneadas bservanaes Que ep oa sompleamest ita prota oomo radicalments pests des caus cos Re yen cabin, parcnlunt inlerprtas “El mas coerio on Charles Sanders Bere, Poa una visin sinsptca du flan, eae C, 8 Past Rassoing andthe Lage of ‘hing comp por. Ketoery& Patnam, Cambege, Harvard UP, 092 “S Bor sample, ino me encuentro dono desne ave saad oc setae. “Durant un somvereacin, Rogers Alston aco basins sore delnmarcrgedanderori alaraneveroseces ipo "Yona ‘la yon que ane onarabzaconesnoson pare diigo de [n anevrnorn Sin emarp, sexe sonra de Wiesel oe no quecualqir cosa pode cup fncade agra sobs cul gira [juge tenga, aunque “la sibre oli pacdan cab foe Slane ete cand 20 soe necanig ingleaionesavaiices pare are cuanade quel tlle dale" ylntgied de lar "onaalisacopes dapenden unde ctraenerraegy ds lng ab (ino te loentende shore 1 Hacking, Representing and Intrening, Cambri, Cn bse UP 1085 bi, . 23 Ba L. Wasgeestein, Laces onthe Piao of Mathemati, comp. por Gort Diamond, Chicas, Chicago UP, 1900. (Observant ‘ebro fandemerte dela materca Madr Alans, 386), 10. En eu repute ence "Noaning Halen” ambos spare ido on bE Hahn PA. Stil (compa) The Pls of WV (Quine La Sal Open Court 1966 pp. 40-29, 11. Nitze uae os engusjn europe de esto ago, “a” (srg en iia! liana oo tana nein sandeep ‘a tana, adc om “eyo como meee y wij on ne ecru oben une ~aungue cote mo tering wo a nad 12. "ine Sprache verstehen iat slot aoc sur kein woes Vereteon und athe hines Interpetatonronetg stern et tin tebe” (HG. Cadman, Wore und Meth, Pann Mahe 1960, . 38). (Verdody meted. Selamanc, Sgueae, 1386 18. Para unbrilate andi ae eat nsec dl pnseient de ‘Wingenstain, von 0. MeDowel, Noncopatvem ada Plow Ingen, #Holteman CA Leick compe Wizavnstin fo Fallow ue, Landes Noor York, Retedey an gaa Pat, WSL pp. ah 8 14 Vase. at, Sail Though in Amero: Te acl Aaiat ormoliam, Nowra Yk. Viking Pet, 149” ata as tii ode langue de qu linda canto space eee Svan gancal de eas en una igs induct eine es 08 ‘Sema de pmese ala SestomisRecrnor sins fa bohn ‘chacar ube uno ls apgumetae for do ‘sed presupuetn ef ls pvedimint Cetin de wer ‘acta, No oe ponds rdacr al abla dela sens sala Soir ue um sed z conju de rai mecca. Tan rons come samprendains que Ia ‘Seniamlste pend dejo do valor ls juces de“ckerenci bo ela, son pn uo de valor~ muchos aera quo gue oceos noo ota eos que pronuponer Ia objec deal menos Slgunos joe de valor, tjetvdad dene ol punto do vst human, ‘stl. ets un lence de os etadaresnkananes pu ‘Naturales, lgunoabjetara:"Alcontars, exe argument 20 ‘mutts gus lov vores son abate, sno gue tambien I dena ‘jes Staeraona deforma anemia sdeembocejuota ot lapueea dal ade Morgana del sativa no ns qoeda tra saa gue (jar de bala. algo bu andad el 'M. propo punta de vets, ooh tatado Go mostrar, esq saan ore part, tanto de nussra acted snceptoal loa ‘ou de nuestra scvdad paca expend, Ye ounrtrs xperien ‘Se vs gee tar cansdoramos, ov fa pest, la meer fn tds pepe agus aue due procupont sets dresnes mores ‘apes tren ¥ dado que nontas peenpocoe (omrument) ‘eal so pon en eidesia apart do qu eae ces, ‘ech de qu onelcara de esr sstnn nu compass ‘bir jaeos de alr mejores pores ois de valor vero {alo ints ao exten eras abst” quan cls acre Joe dune de hecho, wo peda sr punta en dscstn), ues Qo cbjesind dl vloren ent oats (nen igo pesto “abst” ‘tin de nsetas presposione us undamentalen «dapat d lo ‘fo pueda decir Calgucerltivets 4 Ia dao talgeier Sls 2 Rasie edad «Astoria, He utgdo ol srmino “arguments ‘rsecenenta” acannon este sn nti gue Se porn pas, en contrat oa mi point anifundain ‘alta Em ue aro ma he anes de an arguments de ee po pare ‘Sma Inenstonin de a ncn ata dard, pre a ‘nn intent derarallar traconn que ana vet sb st rempiianer irate, Rane considera tale investgnee fonouna fest dconimientosx pr un ipo Ge coocaano sean ‘STeual corse cone (verdad snttica «pro on Ia primers Cts, ‘ord pir de lnan pica on ncopun, st ele eo ‘native el eclente ena terva) a anosariamante verti hetante ce qu Kan eran dasrontads,sangue de mane nt ‘ren elsosener ques loa pure gar cnelasones rio, 1 cocustane tabs» inibie Per arimon pr bod lo ‘questo ea Kanjntocoalo ques erson st debartarsosin ides ua sgn culo Mo, ce hacen seeariae ndagniones st ne teas procupsions Maen Baca lela se bare en gue ‘tenlo eames nce una pn st igo eit Faia a postin ralatvst, rein ex como an hada Morpona smo un nllagr que parece ea sho dose seta distance alana una ‘agen pare usoatsen el dein, nos ssreamo ieee Sedientonentnce dove eran, dj a ae gus aenn ‘opie quslacrenia “poten” soginlacal nosis tacos (jee tert eprsete na opin Tol pact le sees Baas > [demos racic ods oan edara de dastmpreste a nceron salir della carados dels" do qua ost un ud sit ‘fe, Hay alge de remanent ral hua wa eee io. 1. D Davao,“ Coberene Tana o Truth and Koowiedge B.LePere mp) rath and Intrptaton Perspective on te Pe phy of Donald Davison, Ord Best laces 885. 907-19 1, Noguiere dara improsa de uo et se qu ines Deval Davida, sn, mi ns que penn erty Foe nae Fo, Pochonemanden Cambie Maar I Press, 10) Sobre ‘etn praca! eae una oncaeid a ausesn, reat Patnam, “ls th Casal Stoutre or the Popa Teel Something Physi” Rasta stha laman Fase, Cambie, Harvard UP 1980, p. 5-8 «Td, Renewing Phiorphy, 182 1 De extaoberracn a guinea as Locke Lester (senplacion nt) do dh Me Dowel ano be omcearse ‘spanable de fn 18 Por buenas tazmoe, conser equtecadas dor net oo la itn de Davia, Lapis alin que plato impli une pide gray al nite sie pregunta cha baceellengje pers ‘necars con el mundo a espa temp aed oo termina ot ‘ps aleiennterpretri lariat lengua sonal mua yest onducn «rover, ena va pogunta Spero oe que meet langue den itrpriascoecacoa ol munds? 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He ncn en Chieago, perf eva a Franca pris padres cuando ea ao anch pce evs oo spread lings hast qbe ‘tomatoe Baton Unido 898 "2, Sein Jerry Fodor vtan Foor, The Modularity of Mind, cambridge, MIT Prat, 1983 (La madulordad de la ment Madi ‘Ebconer ty 1996, nee or us en micro sea fro un ‘al’ un peeeadr asrmasico ubperooa— que ecoace an ‘uncads a tv den proudest Beart estate imple ‘odor aporaca tas hipstne para egor qo ol ecoocmient9 el estado sna aiid concept Sn embargoes got ‘haute, y porta deus rau, 1 Sish nda ere remo Se ‘hss, matandearialmerte anda etimuldo ec. ‘Bente ssltade no sera un at sonora au acd en ‘ro de sournas ino an sucen See pry spl, entifeand ot pus deus ls cn urs pure been, Potro ere (Setruel sal Jener ace ons ara vras se ene Pieper of ‘Paya (ae Pen, °Modle snd Madan’ Cognition 171984, fp 25000 abc de goa cro scans de seer neers ars ana fancier nosing se ua iia ea lis ‘Sola oparsiin de ssstacaniemo Rarscharycompeenderuneaunciaco ‘preuntn macto mas que In perc dl il, bien a operain ‘i maul rma prt antendn que ln tenta Fodor sea er) 30 ‘Stole nm perme enc ycmprender of enunds 2) 8 ‘oooiminstocncetan ensue urs, dlguna armored {Berea prolly pain tner la inpreson do “econo ein, por set opis eragradale senna Ado toe I nora dengan sano sn embry, et see Iaisanexperenia dsoeuhar alguien que dsr "Derrode pos not {nal me permite each vad eonjuria Como sbraya James at ‘fla oneal” alitadas, te, go alae nari sare date sdenicarcor ls fncons mea amen su epee pute rasan areas may dforeter, sepa lo gaat fuclino cons eso (at creroy del every: Sean NeDowal eich an enna over ‘a nlasiienaaginnormacendelambiene tab lafuneon do ne Ia prep y-dado qe ela omyrta una inferacin completa ate ‘Langantano yal ambit sy aptizand aloe gain de an ‘Boney pan ener punt vita de MeDowl a cep oo ‘shel cnalderare somo slg lanza en acaba, smu alse Suentrenineeeuoe arrolipn de ncn depend Le mente ‘ed lcalizadn em aca.) 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"Be un eae may grave snr demasads importanc la ‘seid qucan adidas hips cerpoen care entero forquelas erasimiizades oe eo eu mayor pars aaraments ules rt ales tan an nea Yale real ue nesta tl cone {as oprtanidaesexceptonaes qu ale pcs ns oe, ao las deo prestares mi stncon Toda bites deterrents ‘prac, shgtadia ala acer peaseesmeabie (6 8 Pen, ‘dled Papers oe ¥,Pragmatio and Pragmatic, Cartas 1B. Wats empe) Cambrige, Harvard UP, 108.5398,» 419, TL omnipesencn deste oto en Ia loa de Peo tam del ede 0. Apel Bee Denk oon Charles & Pine cine ‘Eiurang inden anerhoniscan Pragmatonus, Frankf, Sahe “amp, 1978. Vlanootamien W James “The ral Phnoper td he Moral Lien, The Wi to Belize and Others Essays in Poplar ‘Phlosphy, Cambridge, Harvard UP, 1978 (ngnaramente Nuova us Prob, st York Londres, Longmans Groen and Co, 1897 J. Dewey, Beperene and Nature, Nueve York: Dover 1958 ariginariament Salle Open (Cour, 198), pV ’Ntar, Commune and Mesain 28. W. amos, The Moral Photpher and the Moral if 29, Bane naprximaiénala tea gehicoon foros Habermas 4 Apel. Venue J. Haberman, Tart dt hommatatnn Handle, [eankfure am an Sabet 90,2 vols y $0. Ape hrs und Vorontworung: das Probl der bergonge sur poshonontnalon ‘Moral, Brankfist am isin, Saran, 1986, Part tna sporin ‘re I ic del curve y a pragmatismo,vease H. Puta, “A ecosiderason at Deweyan Demosncy’ Southern Calforma Lam avin 1980, 5, pp 188188, cara ern, igeramenteosiad, yori come stim epee be Rennstag Phils ‘3D. En ents onuncado he liad Ia tringlgin et rede ‘Ames Holle, A Pip of Moral Oxo, Baa Black, 1900, par per en eden al tno las ornate bier a Investgnin sein SIA bers Se qu oconaderamos td opt de ita ands eaten ncn ona hpi centenarians oot ‘rpressoninaquecuent, nonin deDeey ene Lape, or mas gue eta sea verdad te nm tap on aca a opi Se Profano debe contar Laaplicrin delle, ain sea pasha Atlas pts aplcadan, yes acesaro que eta pron sea some ‘conte demoertien (lo duan,pensenon osu side cuando ‘Bedinmetar yl ntramenal me 00 otelades asamete Pot Tnsemproses uso nee) "La dae de ei ems pond verse en R A, Ptnam I Poinam, "Boistenalogy ae Hypetenc, tebe aparece ea Tranac fans of te Charen 8 Pec Sect, 1980, 26, 9p 078 8. Este or un ico faery setae) de Deri 54, Eat sa forma en qu Rey present su asco dante ‘wancers dena contre sobre n"verdadSistadn op Pal ‘tayo de 198, ypatocinada orl Calle [tarationl Se Poor oo ghee mi repel, rn gue queens carga, ammo deer, In intnconalidad oo cnstayo un problena. Sten bata hace "ompo alias que anon de ntnconalad weitere, oy Jo telaconsidere a porns or equ Jamany an cra oo ‘haacarrera tami he dead J cnadorara smo ogue sar ‘eogs at une coacopade mde ic de la perce La epoca Simple ls pregunta |Cinapadmo refrienn aun or esr for ‘Sempn aa sla os: "JQuprobian hay? Nostws podemoe sit (Sen Me pares gue el sceptciamo sepects dei nena et aT slo uot versa aero dal vio seeps sobs I eaontacin om etmando era que esos gens ilares ees art de ioe inentan dee cando sims que al nterretar una ria come Iadedases, ne Gabn desir agelos laments qo ene oda ls parece ein rlacondes cn el sealiema cre False uoesna laconado cna pereepasa—ou-veame nas cme Iodenomine~or ana prc seo J tare a. Por au prising 0 acetal era sain acl tudo lo gus atnerame divczments son tnstror datas seaoralos fv donde on en soroaes inns estan conesadoe con lat Seas externas i cusament, yo eagnoeivamente, oben 9 ‘opt aden da recente dla "eneacopcitva’ cag aa la ‘Seni Genes spon, para mun promos cognowsties sl nt ‘ropa veprecntzcnes(donde ng "epresetacones etn cnet [un ns eae externa sta sxselent, no cogosciiraments, Sntoncsiapoputa asso face pra sleaazar slag ets rade ‘Shotron mca” to pose ner respuesta La lve mis de got ‘eer ac con unde sea coghstiva hu sido dacarta 2n {reasnoprla mayor parts deloe eels de tandanca ogni "No bea usa repli nontaminada no ext”) Se pron ‘mente que erage enatacinae no seta la prop 9 ‘Seroie de ses cpusdadsonnptnl para dain cn abr de McDonell pr et again ud po sn an prepein de fea en que as coos Ge ncuenran verdadero ua

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