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Revista de Occidente | HOMENAJE A JULIO CARO BAROJA Rubio | Coordinacién de Rogel Articulos de Carmen Caro, Pio Caro Jaureguialzo, Manuel Gutiérrez Estéver, Jon Juaristi, Antonio Morales Moya, Bernabé Sarabia Un didlogo epistolar entee José Ortega y Gasset y Julio Caro Baroja presentade por Soledad Ortega ‘alio-Agosto 1996 [No 182-183/1.800 ptas. & Revista de Occidente Pundada en 1923 por José Ortega y Gasset Directors Soledad Ortega Dinectora de Redsestin Magdlana ora Responsable de Bal ‘Alfredo Teberna Consejo Asesor: iuan Pablo oat, dows Laie Gémen Novara, Aetonio Lara, Bataan Pees ia, Cabsiel Torta, Jord Varle CConselo de Redaccion: Betula de Dig, Cave Cari Gul Jina Ges Mend, ‘Jonge Lneine,Asionlo Ramer Gas, doe Nodguer Ioan, itoekio abl, Jane de Slay Sous Biv Sacer Hon, Barra ‘Saran, Visonde Vera Jose Francoco Wva Tala Pundacibn Joss Ortoga y Gassot Redaciény Publi ‘ortuny, $5, 28010 Madea Tele. 92044 12 Directora de publicidad: Belén Neto Coordinadors Estrela Nicolie Distribuidora: Comercial Atbeneus ute Cannon 8.2905 Me Rl 7840 62 ee aaa co Alsie Giant nocerse, oponiendo a Io ralativo y al sontimiento de eva- nnoseencia el tinieo absoluto que le queda, el sentimiento ‘dou propia existence. Un nuevo sentimiento de la persona Bl trastocamionto de valores del que os testigo ol 0 intimo alo largo del siglo xix afecta «la concion- cia que el individuo toma de su yo. La wevolucién de las mentalidades» ae opera a finales del siglo xvii y prine ios del xx. sDesde entoncess, escribe Mauss, «tenetnos ‘eda uno nuestro yo, eco de las Declaraciones de Deve ‘hos, que preeedisron a Kant y Fichto». Bnire todos los textos escrtos, ninguno puede informar mejor sobre ta imagen del yo que los escritas en primers persona, ‘Los hombres que llevaron un diario fntimo en es so xix buvieron el sentimiento doloroso de vivir un dra: tna solitario. Encerrados, en medio de la maaa creciento 4e los hombres, en la eatel de su cuerpo y el sentimien- to de su individuactén, sulrieron en efecto la experiencia de Ia soledad. Pero sabemos hoy, por la veperewsién que fuvieron sus anotacionee cotidianas, al aparecer « la hus del dia, que los winlimistasy se adelantaban a su tiempo fn la presencia, para ellos mismos oscura, de la manera fen que los hombres asumen hoy su destino, v se repre 18 su persona 0 88 yo. AG. f | El diario gforma abierta?* Béatrice Didier 4 ecrtara del diarinta se encuentra siempre somel- ‘Lis Taoe tuersa contradictoras: por una pare, una expec deere, de nemeiniyqu a pe. Ste perecconamtento del dseuro, pero oo ariage 1 volverse terriblementa monédiea,safiiante. Por otta parte, dado que ese tipo de ecrtura no condce reqlaa ni Yerdaderos limite, e sario puede abriree a cualquier) {Soa Todo puude converiné on dint, Hl itis poo | Geiegrar en au texto las facizas de ia lavandora re ‘corte Ge peridic, Iagmentos, borredores de texto en festacion;s fin de Guenaa, ean todo, Debe gnorar esa | Alor conesionen que existe para todo excritr el editor | ra i momento en que el dasio daa de encores veel had ose scene fecepticale de todos lou tpos de eset, précteamen {enn limite. Dene le formas mis modestan Stendal, omo muchos ofos, dea pignas de cue ; Snren el fo 1804 en el gue hoe no son eta cose, La pégine di tn apecteeifedo y atemaio, abi Yori abraded ecru «Le onl nine, Pai, ee x tnoaaven da Vanes 1978 ° Batice Dir raciones, rupturas, especios en blanco, lineas horizonta- les, ele. BI diario puede ser tambien tin euederno de olas, une especie de repertorio de citas: ol de Claudel durante moses enteros no es casi nada mis. El lenguase le los demas, ajos de ser marginal, como en el discurao inirospectivo, es entonces el telido eaencial del { Analecta, balance, intelectual, erizol en el que todo ven’ ‘4 mezelarse. BI Diario de Jacques Rividre tambien es, tn Glertas époeas, ne complacion de textes lfdos dre Bero may a menudo el diario, cuando no es estricta- ‘mente introspectivo, se convierte en sede del reportaje ‘St auisigramos hacer un mal juogo de palabras, dtianoe ‘ue el diario Gowrnad se vuelve periotistien Gournalians gud ¥ eae juogo de palabras es evidentemente rovela. lor. No es, desde luego, un azar al que Ia palabra fran. ‘esa journal designe ala ver el diario y el peridico, Ei dia s dia eata en el origen de los dos tipos de enctitara. Ba ambos casos el acontecimiento debe ser registrado ensoquida, sin esa distancia que permite le elaboracton del recuerdo, la reconstruccién, e trabajo de ain luna excosiva sofiticacion do estilo. El diario-reportaje, en el extreme op uramento introspective, recoge ampliamente Ina con Versaciones, Mientras que en el disturso introspective la selecién indirecta trunfa -la palabra del otro no es ver. aderamento escuchada, no queda de ella sino. alguna quo otva frase que emerge de un talido de estl to-, abi, por el contrario, se reproducirin didloges ‘nteros, a menudo sin gran elaboracisn, Es una especie ae cinéma verte El didlogo no ex reconsteuido come lo seri en una novela; es simplemente transcrto, Bl caso de Julien Green es interesante, porque ha practicado una inmensa variodad da reyistros, Pueden leerse en 6l pasajes de pura introspeceion, de media, iin religioss, bastante proxima a lo que se enconsratia, on Amiel o en Du Bos, pero hay tambien en él todo us sspecto de créinica: erénica de las relaciones y los en. tir forint a eventos con amigos; repartnje in iain plea fn visperaa de ln guerra do 1999, ete Julien Green ha pratfaio sssorel teas te polesicn bor po Sendo rpln Penge Manne: Desde of noes Serato dao ne alo puoe et dvestutnetia pe neo tn oa niet outers por stor ee, wants etre teselan Same en teas destinado a la imprenta, se vuelve susceptible de regi: Bede seme ano oe ein deg urin fenelldnd epdlce Stl dara sc publica, pode com vera cn. St ee a cleo ee a an om eS are Sane dnl, de oxen soc thar tee ole oy a el doy epee ete eg aldose Seago seg 2 ag nee reste se rp ee sable pies gerne aspire rt sre pone eet on nl er el ‘se convierte en entreviata, Y Salen Green sacks oo al ee aca cee a Serr meen gia ear ace ee ee ee En ate Bata oa ee ee ae Seopa dees seme ee erage cote, Gets me gn io reyes nica ma fant me Re pac pcos es ooo ce be ee aati ct een eta eee eee as ee ee eee le as erga ep a Estas Soe tue ona its ERS 7/ s ’ ge Fo L pis O PABLO 96/97 UNIVERSIDAD SAN FADLO CEU DE MADRID Antes, inférmate bien: —_y después...decide: Lain eld Maio opened, Lari al A prin een Comps orien Pogtms herp pen bop Loyrivessenaint pb Informacién: (91) 536 27 27 C/ Julidn Romea, 18 - 28003 Madrid Bhi forme airta? ” su diatio. Asien el Diario de juventud de Michelet, en va- as ocasiones: «Creo que debo poner en mi Diario To ‘que ponia en mis cartas a Poinsot » Y mas lejos: «Camo te propongo hacer encuademar nuestras eertas en este Diario, cantesto aqui a Poinsot Pero lo que distingue el diario de la correspondencia es sobre todo la naturaleza de la relacign con el otro. En. fuanto al modo de eseritura, esoe dos agéneros» tienen fen comin la auseneia de limites, In fragmentscién, el dla--tin al hecho do er conebidos, al manos eh un ropésito de publicscicn. No son «obras» ropiamente dichast ‘ni Genen el cardcteacabado do ni sufren las vieisitudes propias de la publieacién, Ja dfusion, ol ingroso en el cireuito comercial Inciaso si las correspondencias y los diarios intimos ae publiean f- nalmente, siguen ostando mareadoa por osa libertad, esa | tusencia de forma inhorente a su origen. ‘A menudo el diario es el crisol en of que se claboran obras filos6fcas (eomo en el caso de Maine de Biran), ‘Poemas y novelas. EI do Claudel es wna especie de depos ~ Sito del que se oxtraen las obras a medida que ee for ‘nan, Las Gien frases para el abanieo surgieron directa. mente del diario. No hay muchas. fronteras_posibles ‘nite al diario de Maurice de Guérin y sus poemas en prosa, Tel frase, tal ritmo, son ulizados muy directa mente. Bl diario es un banco de pruebas, un sjrcici ‘que permite al poeta la gestactén de su obrs ‘BL diario es para cl cscritor lo que el euademo de} eroquis para el pintor, Para el novelista, en partialar, {ode puede ser ulilizable align dia. Cuando Julien Green habla del origen de sus novelas, confiess: wTodas esas oss ge encuentran dispereas en mi diario Finalmente diario es Ia obra de tn eseritor ea ejercicio mas que ln do un hombre que vive. Léautaud, por aa parte, no To enlta: «Debo tomar algunas notas mas sabre ese nuevo comienso con Georgette. Puedo usarias algin dia, Me- jor, pues, que esté completos. Stendhal era mas inge- huamente masculino cuando anotabe: «He dejado de es. “ tee Dir cribir los recuerdos tiornos, me he dado cuenta de que 250 los estropeabay. Es un arrebato de mal humor de un thie jovea, una decision que no pondra en practice. Sainte-Beuve, por su parte, sabe muy bien, sumergirse fon sun digeios para componor Les Causeriee du land (1851-1862). El diario intime del eseritor pronto se con- | vierte, ante todo y por encima do todo, en un depdsito - Ge oscritura, Tia colidianidad ya no es signo de no se sabe qué ne- cond inayat ito east eliiowo de examen do ‘conciencia. Bl dlario se convierte pura y simplemente en Sjercicio de escritura. No dobemos considerar esta ide Inde modern do eos Bl excclante Joubert el muy bien quo no hay quo oxidarse, y que sélo las pala. ‘bras ponen en marcha el pensamiento, cuando e0 sintié ‘mpulaado « consigner estas dos reflexiones, separadas por seis ailos de distancia, que se acoplan perfectamen- tar 4Cbmo es que sélo buscendo las palabras encuentra, ‘uno fos pensamientos%s, eseribe on 1799, y en 1805: «El fespirita se arruina si uno eseribe demasiado, y se oxida S10 eseribex Il diario le permitia mantener un cierto ‘equllieio de escritura constante on los periodos de me- ‘nor cteacién, y filter la ereacion on las épocas de ae: ‘vidad plona, Sila nocién de ejercilo de eseritura no os moderna, lo quo parece sorle mis, en cambio, es el cuestionamien- to de Ia entidad del «yoo. A decir verdad, todas las ten- Aoncias floséfiess del siglo xx han contribuido, si no a ‘destruirls, al menos a ponesla en tala do julio. El psi- ‘ya'sen froudiano o lacaniano, plantoa final- ‘mente el problema en unos términos tax distintos a Tos ‘due conocieron nestor wdlatistas» que podemos pro- [fintaros si In misma nosién de «yor tiene todavia un findamenta, cuslqsiera que ésia sea. Le flosofla ex ‘wonclalita destruys un cierto idealisme esoncalista que presidia In biaqueda mistien del «yon. Por ultimo, y $0 ‘bre todo, as doctrines comunitarias, comunistss tes ete, nos hieieron sentir hasta’ qué punto. nuestro di forma abiona? “ concept del ayo» era tributerio do un cforlo individua- Tismo burgués del siglo 1x. "SI cambio do los estos de vide modifica también fandamentalmente Ia practica del diario, Bdiari-rexis fio, el diaviosoporigi tienen aux sentido en una época fen gue todo es inmediatamente rogistrado y difuncido? ‘Se tiene todavia tiempo, se siente todavia la necesidad fe anotar en un diario los propios pensamiontos y sen- timientos? Muchos diavios emanaban de seres que Tle- ‘aaa. una etenci provncana, trang 38 pose Yacia, Por la nocho se ponia uno a escribir sus impresio ‘on el momento en que ahora lo habitual es instar. ‘ante la pantalla del televisor. Hl diario se orrieaga pues a converlirse sobre todo en coto de los wléenicos» de la eseritura, es decir, senci- Tamente, de los eseritores profesionales. Inversament2, ‘aunque pierde quiea seguidoros fervorosos, se hace en ‘cambio més habitual. La jeraruia de los géneros litera- vos ha deseparecida, EI diario es publicado, en gonora, fal mismo titulo que la novela y ol poema. Pero, a su vez, fl diario y el poema ja qué reglas formales, eabe pre: iguntarse, estén anora sometidos? Y la diferencia entre fina pagina preseatada como wrelato» y obra definida ‘come udiation zexiste realmente todavia? Tin nitostra epoca, on que le nocién de individuo y de ayo» 20 bate en retirada, el diario intimo, bajo la forma {Que conocié en el siglo xix y la primera mitad del x%, no pareco ya posible. in eambio, tiene grandes posibilida- ‘dee de conocer Un gran dosarrollo si es considerado ‘como un envoltorioliferario que puede arropar todas las formas disigentes, fragmentos de poamas mnigajes, i es ale ver un mavavilloso ejerciio de eceri fura (el principio stendhaliano: «Bscribir dos horas al fia, genio 0 no genion, podria encontrar en el diario su fates) y Ta matsiz de na obra en gestacién. La voeacion {de matzi propis del diario intimo ~bastante peligrosa si fl distio no es méa que un pretext para el desehogo {del yo- se vuelve, por el contravio, admirablemente fe- novelas’ en | « tice Didier ccunda, si el diario os wn texto que genera otvos textos, tuna génesis permanente B.D, “Tradnosin: Low Peas El diario intimo y el relato" Maurice Blanchot. Boise inte, gue parece tan dnprndido de an formas, tan déeil ante los movimientos de la vida y ‘apan do todas las libertades, ys que pensamientos, sue fos, icciones, comentarios de si mismo, scontecimion- tos importantas, insignificantes, todo le conviene, on el fden y el desorden que se quiova, est& sometide a uns cliusuia de eperiencia liviana, pero tamible: debe respe- far el-calehdavio. Este es el pacto que sella. EI enlenda- tio ee eu demionlo, el inspiredor, el compositor, el provo- ccador y el guatdia, Esoribir wh diario satimo significa Donsiee momentineamente bajo el amparo de los. dias fotnunes, poner al escrito bajo eta misma proteccién, y significa protogerse contra la escritura sometiéndola & fea regularidad feliz que uno se compromele a mane het. Lo. que se esctibe fe arraiga entonces, quigrase 0 zo, ef To colidiana y en la perspectiva que lo cotidiaio delta. Los pensamientos més lejanos, mae. eborran tes, se mantienen en el cicalo de Ia vida cotidiana y no deben perjudionr su verdad. De abi que la sinceridad presenta, para el diario, la exigencia que debe alea

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