Sunteți pe pagina 1din 26
ilicic Ya no quiero decir “HO”! poe tt Brecate Lisraria: Sérgis Tanz Goorgnaciin: Sebastian Garide T. eecesin de Aste: Carmen Gloria Robles S er iYa no quiero husiancaes Lois & Borvesita de ci r a“ ‘NO “ Prmeva eccien ectubre de 2010 1 Neva Rate Efocctes SM the 5 Neva Milicic Covers 20 chia 203 Penge Santage te Chet www eciconessem ch Tlustraciones de Loly & Bernardilla chleedcionet ame ATENGION AL CLIENTE. Telotono: 600 361 1 12 Ragstro de propedad intelectual, 196 212 Rajistode edicén 196.217 |SaN 97-988. 26¢.09-7 (momar: Salesianos Impresores & A General Gane 1466. Sentiange IErE46 on Cre | Painted ip Chale = tie mann : rene [ameter ay eget a tt ce tag Sh at eee ediciones Si quisiera contar mi historia, tendria que partir diciendo: “Habia una vez una familia que vivia en el tercer piso de un edifi- cio. En esta familia habia dos her- manos, Sergio y Elisa, que jugaban mucho juntos, pero que a veces se peleaban un poco”, O quizds seria mejor empezar diciendo: ”A mi hermana Elisa y a mi nos costé muchisimo aprender a decir que si”. fo, 0 808 sergio, amanecta alg u- nos dias muy pe yor non, 2 esultaba casi impo- ible decir que si, POT entretenido que fuera lo que me proponian. Especialmente en las mafanas, a casi todo decia que no. ~ Fs hora de que te levantes, mi amor —me susurraba mi mama al despertarme. —jQue no me levanto! —contes- taba yo, furioso. ‘0 —jEsta listo un rico desayuno para ti! —anunciaba mi papa des- de la cocina. —jNo quiero desayunar! —gri- taba yo de mal modo. Mis papas estaban preocupados y tristes porque no les gusta ver- me de tan mal humor y tener que retarme para lograr que hiciera las cosas. Por eso, un dia domingo, ellos me preguntaron: —Sergio, gqué podemos hacer Para que te pongas contento? Lapreseupacion de Mi Paps y dle ota fae en aumento cuando ame cuenta de que Elisa, mj hermana menor, se habia contagia- do con mi “enfermedad del no”. De pranto, habia comenzado a decir a todo que NO. parece que Elisa creia que esto era un juego porque le decia no a casi todo: alo que le gustaba y, por supuesto, a Jo que no le gustaba {Quieres ir a andar en pati- nes? —le preguntaba mi mama, —jNo! —respondia Elisa sin pensarlo. Como $Y mayor que Elisa, me enojaba mucho con ella cuando medecia que No. Es muy fome que A Coati : auno le digan que no a todo, jules Jegae conmigo? Un dia le dije a mi mama: —{Sabes?, estoy muy aburrido de que Elisa me diga que no a todo. Mimama, queestaba leyendo, deja el libro a un lado y me contesté: —Yo también estoy aburridisima y cansadisima de los “no quiero” tu- yos y de tu hermana. sp tanaburrida qUeANOTS yy te sanas de invitarlos a nin no fen tinud Mi mama yo con Jn paseo © gun Pas” casi SeBUTO UE ME Van orque eS a Penie “no quiero”. ¥ me da lata Hoy, por ejemplo, pensé en inwitar- Jos a tomar helados, pero en vez de eso me quedé en casa leyendo erdad m0 NOS invitaste. ver . e creias que Tbamox wiero”? —pregunte yen mana, pore “no Uist gr supuesto. CONTEST} yj mama—. No vale la pena esfor- zarse sies casi seguro de que vas a obtener un “no” por respuesta, —Tengan cuidade dijo la mama porque a lo mejor 4 otras personas, a sus amigos por ejemplo, les puede pasar In mismo. Es aburrido que a uno le digan siempre que no cuan- do propone algo. Mi papa, que venia recién lle. ganda, dijo: —Yo también estoy muy pero muy cansado de que ustedes me digan que noa todo. —Quizas por eso Julieta invita a jugar mas a Verénica que a mi —dijo para si misma Elisa, en voz baja y preocupada. —En algunas ocasiones me he arrepentido de decir que no —comenté—. Por ejemplo, cuando mi Papa me invité a andar en bicicleta ¥ dije que no, é] salié a caminar solo y yo me quedé muy triste Pensando que habia sido muy tonta mi actitud. Creo que Elisa y yo estamos atrapadas en Ios “no”, ~ a2 con Flisa ¥ decid a trampa del no, eyamos a tener que aprender ject que si Elisa He dije a mj aumana— Sine cambiamos, nos yan aencontrar muy antipaticos, Conmversames mes salirnes del _O, por lo menos, debemos pensar antes de decir “ino quiero!" + dijo Elisa—. Yo a veces digo que ho solo para sentirme importante iVRMOS & TENER E APRENDER fk DECIR OUE sj oO Nuestra m2 “nando, ExPHE decir Tue N© cuand ances 2 escuc Esta bie edes 0 no quic ores ge verdad no PU pacer algo Cuando se puede deci r que no, mami? —pregunta Elisa —Por ejemplo —respondis ta mama—, si te dicen “vamos a mo- lestar a un nino mas chico”, no solo puedes decir que no, sino que tienes la obligacidn de hacerlo, —Lo malo es de que no sin una razon y solo porque te da lata cooperar —continué mi mama— Por ejemplo, cuando te invitan a participar en un juego. —A veces digo que no —recono- ci— solo porque no se me ocurrié ami la idea. —Ahora entiendo por qué mu- chos de mis compaiieros no quieren ser mis amigos —agregué—. Ellos dicen que me encuentran mandén, ya que muchas veces digo “no quiero” tan solo porque la idea no fue mia. Ati papa que estaba ponienda [a mesa, Fj ~ Sergio, Ver ¥ ya iba a responder “no quie no comer todavia”, cuando me dj cuenta de lo que iba a decir. Me rei, me paré de inmediato y parti corriendo a sentarme a la mesa, amos a comer. Elisa han Hoy dia, Sergio aprendido algo muy importante —le dijo, muy contenta, mi mama 4 mi paps—. Entendieron lo posi- tivo que es cooperar y participar de buena manera cuando nos pi- den algo. jEstoy tan orgullosa de ellos! —Se me ocurre una ideg —dijo mi papd— Sacaremos una fore para recordar este momento, par- que desde ahora |g Pasaremos mucho mejor juntos. Es mas. facil cuando todos quieren. cooperar y pasarlo bien, je sacaros 1a foto, eseri Nuestros papas escribicron otr que decia: “Ya no quiero decir no" Elisa toms el lapiz y rayéel no, Te dos nos reimos

S-ar putea să vă placă și