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Cariruto I EVOLUCION DE LA CIENCIA DEL DERECHO Segtin apunta Imer B. Flores,! desde su aparicién sobre la faz de la tierra, el ser humano se caracteriza no s6lo como un ser social, sino también como un ser cognoscente, que tiene la forzosa necesidad de conocer el mundo que le rodea, a sus semejantes, y por supuesto, a si mismo. En la tradici6n aristotélica se comentan estas dos circuns- tancias que especifican, y pueden en sf definir al hombre como tal: la sociabilidad y el deseo natural de saber. Alo largo de la historia, sin que estén perfectamente limitados los momentos de preponderancia de cada uno de ellos, se han pre- sentado diversos modelos a través de los cuales se pretende explicar como se produce el conocimiento; estos son, subjetivista, objetivista y dialéctico,2 segtin sea el sujeto, el objeto, o ambos, los que deter- minan la orientacién de la relacién que crea conocimiento. La facultad de conocer es innata al ser humano; los estudiosos sugieren que el hombre primitivo percibia el mundo que le rodeaba por dos vias: a) por medio de los sentidos, es decir, aprehendiendo sensorialmente las peculiaridades de la realidad y3 6) atribuyendoa los objetos inanimados ciertas facultades vitales o espirituales. Asi, si bien el hombre primitivo limita su conocimiento de las cosas al nivel primario que le permite obtener sus sentidos, tratandose de un pensamiento subjetivista, pues el sujeto que siente y piensa es quien determina el objeto de conocimiento; a su vez, al adjudicar aptitudes 0 caracteristicas animistas a las cosas, animales o fendme- nos, intenta crear un conocimiento objetivizado. Fueron los griegos los primeros en desarrollar estudios en torno al problema del conocimiento; con Arist6teles, principalmente, se sistematizan estas ideas, al ser el primero en clasificar y dividir el cono- cimiento en diferentes materias, atendiendo al objeto de estudio. | Cf Etonts, Imer B, “El porvenir de la ciencia juridica. Reflexién sobre la ciencia y el derecho", En La ciencia del derecho durante el siglo XX, UNAM, Instituto oe Investre Nts Junioicas, Serie G: Estupios Docrainates, Nam. 198, México, 1998, pp. 1000 Gf. Lana Sitwz, Leoncio. Procesos de investigacién juridica, 4" ed., Ed. Porr co, 1999, pp. 17 ys 4 EDUARDO LOPEZ BETANCOURT En la perspectiva aristotélica, el “objeto” ocupaba el lugar central del conocimiento.* El modelo aristotélico se mantiene durante muchos siglos; la perspectiva subjetivista es retomada por los filésofos idealistas, prin- cipalmente Descartes y KANT; quienes asignan la preponderancia al “sujeto”. Sostienen que la obtencién del conocimiento presupo- ne que tanto los pensamientos como las ideas de los individuos son lo primero y lo determinante, mientras que la realidad y el mundo exterior constituyen lo secundario o determinado. De esta manera es el sujeto el que, de conformidad con sus propias facultades, crea la existencia del objeto, ya sea porque se lo representa mentalmente o porque las sensaciones a través de las cuales lo percibié, le permiten considerarlo y crearlo en su propia mente, independientemente de que el mismo exista o no fuera de su pensamiento. La pugna persiste y durante los siglos XVIII y XIX, corresponde a la filosofia materia- lista recolocar al objeto como el punto central del conocimiento, al afirmar que sélo lo que existe fisicamente, es lo que puede ser cierto como objeto de pensamiento; por tanto, las cosas son en razon de su independencia material y en funcién de su indeterminacion res- pecto a la concepcién que de ellas tengan los sujetos pensantes.4 La dicotomia en torno al paradigma subjetivista y el objetivista se ve superada con el desarrollo del pensamiento dialéctico, para el cual, el lugar central en el problema del conocimiento es precisamente la relacién que existe entre el sujeto y el objeto; entre la actividad realizada por un sujeto cognoscente y el fenémeno a estudio. En el siglo XIX, se produce una mezcla entre el pensamiento de la escuela historiografica alemana, el pensamiento idealista herencia del Re- nacimiento, asi como los postulados de Marx y ENGELS; mixtura que se expresa en esta tercera forma de entender el conocimiento. Para el pensamiento dialéctico, “la relacién del sujeto que cono- ce se produce en razén de la aprehensién del objeto que tiene una existencia per se, y que es interpretada por el sujeto a través no sola- mente de sus sentidos, sino por medio del raciocinio y de los juicios que le permiten, con el uso del método como forma de ordenamiento de dicho raciocinio, entender que el pensamiento y la concepcién del mundo pueden ser captados a través de un sistema materialista y dialéctico, es decir, sujeto a permanente evoluci6n”.5 Por lo que hace al Derecho, se acepta que éste, de manera muy similar a como lo concebimos actualmente, surgio en la antigua 3 Gf: Flones, Imer B., op. cit., pp. 1000 y s 4 Cfiz Lana Saenz, Leoncio, op. cit., pp. 17 y ss. 5 Ibidem, p. 19. LA INVESTIGACION JURIDIC, 5 Roma; en esta civilizacién, lo que hoy Ilamariamos ciencia del De- recho se conocia como Jurisprudencia. En latin, jurisprudentia, que proviene de jus y prudentia, la “prudencia de lo justo”. Tamayo Y SALMORAN,® comenta que en el Derecho Romano arcaico, de las Doce Tablas y de la interpretatio prudentium, se desprende que el conocimiento del Derecho y de la ciencia de su interpretacion, estuvieron en manos de los pontifices, a quienes durante los dos primeros siglos de la Republica, les correspondié realizar esta acti- vidad, la iurisprudentia, por medio de la interpretatio. Los pontifices y -mas tarde- los jurisconsultos estudiaban, describian, decian que era el Derecho y determinaban sus alcances; es decir, lo interpretaban. En este contexto, por medio de la significacién dada a la norma, puede considerarse que la jurisprudencia reelaboraba el ius civile. A mayor abundamiento, el autor apunta que la interpretaci6n juridica no era una mera explicacién del material juridico (formulado en el lenguaje propio del legislador), en un lenguaje accesible al coman, sino que la jurisprudencia interpretaba y reformulaba el Derecho segtin un metalenguaje diferente y exclusivo. La jurisprudencia no tinicamente transformé el significado original del material juridi- co, sino que devino en una primera dogmatica juridica, al crear su propia terminologia; sus enunciados, reformulaciones 0 clasificacio- nes no son en si Derecho, son reglas para entender el Derecho. La Jjurisprudentia, puede entenderse entonces no como el Derecho rom no, sino como la scientia de éste, es decir, como una organizaci6n sistematica del conocimiento, por medio de la divisién en géneros y especies; realizada por jurisconsultos, encargados de explicar, descri- bir y analizar el Derecho. En la construccién de esta disciplina, la que se llama la ciencia de la jurisprudencia, intervienen cuatro factores principales: “a) determinaci6n del material juridico dado (materia pri- ma de la observacién); b) btisqueda y establecimiento de los principios (definiciones y regulae), a partir del material juridico dado; ¢) deduc- cién de proposiciones normativas (responsa) en base a estos principios, y d) sistematizacion del material (divisio in genera, species y partes) dio a la jurisprudencia romana del ultimo siglo de la Reptblica una es- tructura verdaderamente arménica por su logicidad y sistematiza- cién”.7 En esta tesitura, de acuerdo con Tamayo, la jurisprudencia se constituy6 como una ciencia segtin el modelo clasico griego; asi, “al convertirse la jurisprudencia en una ciencia profesional de tipo helénico, su alta especializacién produjo una clara separacién de la demas reflexién social y filos6fica. Desde entonces, existe una nitida 6 Gf: Tamavo v SaLMoRAN, Rolando, El derecho y la ciencia del derecho. Introduccién a la ciencia juridica, 1* reimp., UNAM, IIJ, México, 1986, pp. 124 y ss. 7 Ibidem, p. 133 6 EDUARDO LOPEZ BETANCOURT division entre el derecho y la religion, por un lado, y entre el derecho y la moral, por el otro. El derecho, antes de la Jjurisprudencia, tenia una configuraci6n y un trato indiferenciados. La nueva sistemati? cion de la jurisprudencia ~ius civile— la alej6 del derecho sacro. Esta diversificacion introdujo una clara distincién entre las esferas reli- giosa y civil. Para saber que hacer no se necesitaba consultar a los dioses, se interrogaba a los jurisconsultos. Este cambio de concepcin que alejaba a Roma de los rituales primitivos del derecho puede evidenciarse por el hecho de que “el fundador de la jurispruden- cia", Q. Mucto Scatvora, pontifex maximum, escribe un tratado que hace época sobre el ius civile, pero ninguno sobre el ius sacrum”.8 Segtin resenia el Diccionario Juridico Mexicano,? Ulpiano defi- ne a la jurisprudencia como la ciencia de lo justo y lo injusto. Bajo esta concepcién, el pensamiento juridico, se orienta a discernir entre lo justo y lo injusto, asumiendo la prudencia como la virtud intelec- tual que permite saber lo que debe hacerse. Siglos mas tarde, por influencia de la escuela racionalista en lo juridico (teniendo como mejor ejemplo la codificacién de inicios del siglo XIX), se asume que la jurisprudencia tradicional debfa transformarse en una forma de pensar equiparable a las ciencias naturales, de caracter deducti- vo, basada en axiomas a partir de los cuales se pudieran descubrir las leyes que gobiernan la conducta humana. “Se pens6 que obran- do de esta manera, la jurisprudencia podria llegar a tener un sistema de conceptos 0 reglas juridicas, capaz de resolver, con un criterio de Justicia, todos los casos de controversia que pudieran darse en las relaciones sociales. A esta idea responden los c6digos modernos. Se llevé asia definir un tipo de jurisprudencia eminentemente deduc- tivo, fuertemente dogmatico, que se denomind Jjurisprudencia de conceptos”. 10 Asi, la doctrina coincide en que la ciencia juridica moderna nace a comienzos del siglo XIX, con la escuela de la exégesis en Francia, cuya principal aportacién es la gran codificacién. Junto a ella, la escuela historica alemana de Savicny, y la escuela analitica inglesa con Austin; son los pilares de la ciencia moderna del derecho. Estas corrientes, surgen como una respuesta al predominio du- rante el siglo XVIII del derecho natural racionalista. Frente al idea- lismo jurfdico, el positivismo sostiene que “el derecho todo es algo externo, dado lo que es”. HerNAnpez Git! apunta que la escuela de 8 Ibidem, p. 137. ° Gf. Diccionario Juridico Mexicano, UNAM, IIJ, México, 1984, Tomo V, p. 263. 19 Idem. 11 Gf Herwaxoez Gn, Antonio, Metodologia de la ciencia del derecho. Obras completas, ‘Tomo V, Madrid, Espasa-Calpe, 1988, pp. 9 y ss LA INVESTIGAGION JURIDICA a Ja exégesis tiene por base una fe ciega en la obra codificadora, la al fice realizada por Napole6n; el Derecho sigue siendo concebido como un fruto de la raz6n, la cual ha sido escrita de una vez para siem- pre: el texto de Ia ley lo es todo. Para el positivismo de la escuela Pistérica alemana, ligada al romanticismo en el campo juridico, el Derecho es un producto i racional, espontaneo, fruto de la cultura como el lenguaje. Nada hay inmutable, rigido, ideal; no existe un Gnico derecho, sino éste o aquél derecho, que no es mas que Ia con- tiencia de un pueblo. La escuela de la exégesis se integra por los comentaristas del Codigo civil napoleénico; para ellos, juristas del nuevo siglo XIX, el derecho positivo lo es todo, y todo el derecho positivo esta constituido por la ley. Los exegetas, auténticamente tautivados por la nueva legislacién francesa, aceptan que el derecho cecrito, es decir, los actos legislativos promulgados y vigentes, son suficientes para sentar las reglas que se requieren para la vida social. La ciencia juridica se somete al dogma que constituye la voluntad del legislador expresada en el Codigo, todo el trabajo del jurista, como mero intérprete, gira en torno a desentraiar la intencién del legislador. Gon esta actitud, se carece totalmente de sentido histérico y de consideraci6n hacia la realidad social; los exegetas, caen en el normativismo y el formalismo mas absolutos; una vez dictadas las reglas juridicas, no importan las futuras tr nsformaciones sociales que puedan acaecer, el Derecho es inmévil, estatico. Es claro que un proyecto como éste estaba condenado al fracaso; si conforme avan- pba el tiempo, la legislacién se mantenia inconmovible, resultarfa Obsoleta, incficaz para satisfacer las exigencias de la colectividad. Por otro lado, la escuela historica alemana, reivindica lo que HeRNANpEz Hama “valores vitales”; se admite que la vida, a lo largo de la historia, est4 sujeta a constantes transformaciones y el der cho, como un producto vital, cultural e historico, no puede escapar { exta dinamica. Debe fungir como expresion de la conciencia y el espiritu de un pueblo, y por tanto, vincularse estrechamente con {Pi diciones, modos de ser y necesidades imperativas. Citando al fundador de esta escuela, SAVIGNY, HERNANDEZ menciona que: “En todas las naciones cuya historia no ofrece duda, vemos al derecho til revestir un caracter determinado, peculiar de aquel pueblo, del propio modo que su lengua, sus costumbres y su constitucion politica. Todas estas manifestaciones no tienen, en verdad, una exis- tencia aparte, sino que son otras tantas fuerzas y actividades del pueblo, indisolublemente ligadas y que solo aparentemente se re- aeee soy nuestra observacién como elementos separados”.!# Asi, la 2 Ibidem, p. 14 8 EDUARDO LOPEZ BETANCOURT escuela histérica, frente al formalismo de los exegetas, se declaran en contra de la codificacin: no es posible encerrar en un Codigo estricto un derecho popular, espontanco y cambiante; se defiende el valor de la costumbre, atin sobre la ley. De acuerdo con estos principios, la escuela hist6rica propugna por la utilizacion de un “método histérico” para la construccién cientffica del Derecho. Este método, se caracteriza por basarse en el empirismo, la causalidad y determinacién, y el relativismo. Junto al aspecto histérico de la ciencia del Derecho, se reconoce la existencia de un aspecto légico, con el cual, sea posible elaborar un sistema que unifique légicamente la materia juridica que surge de forma natural, como expresi6n hist6rica de un pueblo. Este sistema se compondra de las instituciones juridicas integradas arménicamente. Por diversos motivos, los trabajos de la escuela histérica desen- cadenaron, mas que en un sociologismo juridico, en un fuerte normativismo y dogmatismo constructivo. Su consagracién al estudio del derecho romano, pretendiendo restituirle su pureza, hace que los juristas se entreguen a una actividad sistematica y conceptual; junto con ello, el intento de poner en relieve la esencia nacional del Derecho, son a juicio de Hernanvez Gu. algunas de las causas de esos resultados. Imer B. Frorrs!3 apunta que Savicny defiende la existencia de una ciencia juridica, teniendo como caracteristica principal la combina- cidn de los métodos hist6rico y sistematico. Austin, como positivista analitico, insiste en la necesidad de deslindar la ciencia juridica de la ética, separar el derecho de la moral; el jurista debe limitarse a estudiar el derecho como es, sin cuestionar respecto a su bondad o maldad. Austin, al sefalar que el fundamento de la ciencia del de- recho ya no es hist6rico-sistematico sino abstracto-analitico, coinci- de en el progreso de la ciencia juridica, a la cual divide en ciencia de la legislacion y jurisprudencia. Es asi como, con el predominio del pensamiento positivista, se admite la posibilidad de una ciencia de lo juridico, una ciencia de] derecho; que durante el siglo XIX se consolidé como una disciplina meramente dogmitica. éEn qué consiste el dogmatismo? Citando a Hernanpez Git: “14 Que el jurista tiene que aceptar en calidad de dogma, sin discutirl¢ ni valorarlo -en el sentido de la estimativa~, lo establecido por € derecho positivo. 2* Que la funcién de la ciencia juridica es mera mente reproductiva y ordenadora. 3" Que la ciencia jurfdica es con cebida exclusiva y agotadoramente como légica juridica. 4" Que, e) 15 Gf. Fores, Imer B., op. cit. pp- 1000 ys. LA INVESTIGAGION JURIDICA 9 su consecuencia, misién del jurista es integrar el material positivo sobre el que opera en conceptos juridicos, para fijar después los principios generales es decir, los dogmas- que senalan las lineas dominantes del conjunto”.!4 Bajo esta concepcion, el derecho positivo se reduce a meras categorias intelectuales. E] método dogmitico, no busca justificar y valorar las normas tomando en cuenta la justicia © la realidad social; el Derecho, es un ente auténomo, con existencia conceptual. En este contexto, HernAnpez Gi. apunta que la dogma- tica denomina “construcci6n” al cometido esencial de la ciencia del derecho; si el objeto propio de la légica es la forma misma de la construccién cientifica, el objeto de la dogmatica (légica juridica) se cifra en la construcci6n cientifico-juridica. Dada la hegemonia que la construcci6n dogmatica confiere a los conceptos, la ciencia juridica dominada por este método es llamada “jurisprudencia de conceptos”. El método dogmitico es retomado por los pandectistas alemanes; entre ellos, Pugita pretende instituir como dogmas universales con- ceptos tomados del derecho romano. JHERING, concibe a un jurista que se apropia del material jurfdico a través de complicadas operaciones logicas, entre las cuales destaca la construccién juridica; a través de ella, el derecho, como cuerpos juridicos, es elaborado, delimitado, catalogado e integrado en un sistema, el cual, debe apegarse exacta y exclusivamente al derecho positivo; poseer unidad sistematica; y ademas, ajustarse a la ley de la “belleza juridica”, es decir, ser configu- tada artisticamente, buscando la sencillez, la claridad, la transparencia y la naturalidad. Winpscuetp, sostiene como ideal cientifico la maxi- ‘ma especializacion y la maxima exactitud; para él, los conceptos, como medio de comprensién de un objeto, y las palabras, como exteriori- zacion de los conceptos, revisten una impecable rigurosidad. Afirma HernAnpez Git, que el Codigo civil aleman de 1900 responde, en gran medida, a esta direccién. El primer proyecto revelaba el afin de conseguir un texto de la mas acabada construccién juridica. El excesivo formalismo, la basqueda de una construcci6n légi- co-juridica perfecta, olvida que el derecho esta ligado, por un lado, a valores como la justicia; y por el otro, a una realidad social comple- ja. A mayor abundamiento, el autor en comento afirma que: “Los ‘conceptos son necesarios como instrumentos de elaboracién cienti- fica; pero no es lo mismo concepto que conceptualismo, utilizacion que abuso; y un sistema cerrado de conceptos, con su larga serie de antecedentes y consecuencias y la obtenci6n de lo particular por lo general, tras la previa obtencidn de esto por aquello, no sélo corre M Gf. Hernawoez Git, Antonio. op. cit., p. 16. 10 EDUARDO LOPEZ BETANCOURT el peligro de degenerar en un circulo vicioso, sino que puede con- ducir a resultados arbitrarios. Ademas, téngase en cuenta que un buen resultado dialéctico no es siempre un buen resultado jurfdico”.!® Numerosos autores han permanecido apegados a esta linea de pensamiento. Comenta HERNANDEZ Gu. que, para Lanann, el derecho se agota en el aspecto formal de las normas juridicas, el contenido del derecho no es importante. Para JELLINEK, la ciencia del derecho no debe de ocuparse de la comprensién tedrica de los hechos de la realidad empirica, porque los fendémenos jurfdicos no existen sino en el pen- samiento humano. Para Ketsey, quien formula la “teorfa pura del derecho”, la ciencia juridica debe apartar los elementos metaju- ridicog; el derecho deviene en un orden normativo, su estructura es la de la normatividad légica, consiste en un juicio hipotético, en una proposicién condi ional apoyada en una norma fundamental, cuya validez tiene también el caracter de un juicio hipotético. El extremo formalismo, gener6 diversos movimientos de renova- cién. En este punto, era importante, “oponerse (..-) a esta escision entre el elemento formal y el material del derecho, para hacer obje- to de consideracién cientifico-juridica sélo al primero. Es precisa la conjunta consideracién de ambos. La materia que se recoge en le norma como contenido tiene antes una existencia 0 validez social o moral. Al adquirir una expresion juridica, no puede decirse que contintie siendo -como afirma el formalismo— una materia extrajuri- dica de la que deba prescindir una investigaci6n propiamente juridica, no solo porque se la inviste de una forma de este tipo, sino, sobre todo, porque adquiere una validez como tal, y asi, determinados actos humanos, los delimitados en el supuesto de hecho de la norma, han de ajustarse imperativa 0 supletivamente a ella, los cuales, en su virtud; adquieren una validez jurfdica que antes no tenfan 0, en su caso, adquieren una validez juridica distinta de la que tuvieran. Pero lo importante es que el jurista (- ) tiene que considerar ambos ele- mentos, no sélo porque estan enlazados, sino mutuamente condi- cionados. Lo que no es afirmar que la realidad social deje de existir como tal porque adquiera una configuracién juridica”."° Un lugar importante en esta controversia, lo constituye la confe- rencia clasica del jurista aleman Von Kirctimann, en elafo de 1847, en la cual sostiene el car4cter eminentemente acientifico de la juris- prudencia, 0 ciencia del derecho. En opinién de KirciiMann, como critico del positivismo, la juris- prudenéia se ha mantenido estatica, inmovilizada en el principio 1} [bidem, p. 20. 16 [bidem, p. 21 LA INVESTIGAGION JURIDICA i de la observacién y en la subordinacién de la especulacion a la ex- periencia: “Al decaer el idealismo aleman, el imperio del positivismo y su culto por las ciencias naturales se convierten en el prototipo del saber cientifico”. En este sentido, KiRGHMANN como critico no s6lo del positivismo, sino también del formalismo y del legalismo, anticipa a las direcciones antiformalistas -la “jurisprudencia de intereses” de Heck, la “jurisprudencia finalista de Jurrinc, y la “escuela del derecho libre” de Fucus y Kanrorowicz— que florecen en las tiltimas décadas del siglo XIX, de las cuales puede ser considerado como su precursor”.!7 En particular, JuERING argumenta que las institucio- nes juridicas no son simples abstracciones légico-formales, pues estan ligadas a la vida y determinadas por ella. La respuesta al anquilosado sistema formal que predominé du- rante el siglo XIX, surge desde los tiltimos afios de esta centuria. El itivismo que sostenia la premisa de que el tinico derecho valido era aquel creado por el Estado, o derecho positivo, crea la necesi- dad de reivindicar la existencia de un derecho diferente, en el cual, la ciencia pueda operar con independencia, no como simple servidora del legislador. En 1906, Kanrorowrcz, en su “movimiento del derecho libre”, sustenta la necesidad de una ciencia juridica que retina, de acuerdo con Imer Fores, las siguientes caracteristicas: “a) voluntarista o antirracionalista; b) antidogmitica; ¢) inspira- da por la historia; d) inspirada por las ciencias psicolégico-sociales; y ¢) antiteolégica. En principio, el ideal apetecido resulta bastante sugerente, pero es imperativo formular algunas observaciones para resaltar algunos aspectos. Primera, en lugar de separar a la ciencia y al derecho, contradictoriamente, insiste en su comunién. Asi, al ca- racterizar ambas como voluntaristas, no logra desenmascarar a la ley ni liberar a la ciencia. El derecho es voluntad, pero la ciencia es y debe ser raz6n. En definitiva, la ciencia no puede ser antirracional ni mucho menos depender de la voluntad. Segunda, indudablemente, la ciencia del derecho, ademas de racional, debe ser antidogmitica, al fundamentarse en algtin tipo de realidad -poder, voluntad, recono- cimiento-. Ahora bien, esto no quiere decir que este ideal sea ya real, porque nuestra ciencia descansa todavia mucho en su parte dogmitica. Tercera, aunque puede ser muy controvertible que la cien- cia Juridica esté inspirada en la historia, nadie puede negar la utilidad de la historia para conocer cientificamente del derecho pasado. Cuarta, la aspiracion de una colaboracién de la ciencia jurfdica con a gsiccle gia, por WH lada, y cow ba ciencia social, por el oie, es in 17 Gf Fores, Imer B., op. cit., p. 1008. 12 EDUARDO LOPEZ BETANCOURT cuestionable, empero la interdisciplinariedad debe estar abierta y no cerrada a estas dos ramas exclusivamente. Quinta, efectivamente, la necesidad de repeler el espiritu de la teologia es indispensable para rejuvenecer a la ciencia del derecho, sin renunciar por com- pleto al derecho natural”.!8 Aiios mas tarde, Rapsrucn buscarfa analizar el derecho desde el punto de vista cientifico-espiritual, y su interaccién con otras ex- presiones culturales, siguiendo para ello el clasico dualismo que distingue entre ciencia natural y ciencia cultural-espiritual. En Francia se desarrollan las escuelas cientificas, que rectifican el camino seguido por la escuela de la exégesis. Entre sus representan- tes, SALEILLES reivindica la utilizacién de un método “hist6rico-evo- lutivo”, dentro del cual, se concibe al derecho dinamicamente; en progresiva evolucién, la cual esta a su vez condicionada por la exis- tencia de normas. En este marco, los conceptos juridicos han de ser flexibles. Geny, al distinguir entre la ciencia y la técnica del derecho, busca conjuntar arménicamente los elementos sociales y racionales del derecho. Dentro del sociologismo juridico, se coloca en el lugar central de la construcci6n del derecho a la realidad social. La elaboracion socioldgica aplicada al derecho considera prioritariamente los hechos y fendmenos sociales; a través de su descripci6n, andlisis, compara- cién, y constatacién podran determinarse sus leyes. Eneste camino, HernAnptz Git!9 menciona los trabajos de Enrucn, quien asevera la existencia de un “derecho de la sociedad” dinamico y concreto, momento vivo de la vida social, en la que nace, se desarrolla y extingue, y que no necesita para nada de las normas juridicas, por lo mismo que la sociedad es mas antigua que las normas. A su vez, Ducurr afirma que las nociones juridicas no tienen realidad sino en la medida en que son sfntesis de hechos reales; un hecho social cons- tatado directamente por la observacién es la tinica base segura. La jurisprudencia de intereses o Escuela de Tubinga, es una res- puesta directa a la estricta jurisprudencia de conceptos. Sobre bases sociolgicas, establece que el derecho, las normas, si bien poseen contenido imperativo, estan subordinadas a los conflictos de intereses que constituyen la vida misma, al expresar la significacién de los bienes de la vida para el hombre. Los intereses no son s6lo materia- les, también espirituales; la tarea juridica es ponderarlos y resolver los conflictos, la lucha y pugna entre intereses. Al ser la realidad social el producto de intereses corporeizados en grupos sociales, el dere- cho es la expresi6n eventual de la situacién de intereses. 18 Jhidem, mp. JOIOy OV). 19 Gfr: HeewAnvez Git, Antonio. Op. cit., p. 24 LA INVESTIGACION JURIDICA 13 Es necesario mencionar otras tendencias revisoras. Seguin resefia HernAnpez Gi1,20 dentro del pensamiento juridico italiano sobresale Macciore, quien considera que la ciencia juridica debe abandonar la logica de lo abstracto, para entregarse a la légica de lo concreto; el derecho es un producto histérico que en el terreno de la abstraccién se entristece y muere. CarNELUTTI, con su realismo juridico, sostie- ne ciertos principios metédicos, como la ampliacién de las bases experimentales, la necesidad de observar los actos juridicos que son los datos reales de la ciencia juridica, y no solo las normas, la distin- cién entre funci6n y estructura, estatica y dinamica del derecho, principalmente. Por otro lado, en contacto con una concepcidn politica determi- nada, Karl Scumrr juzga que la realidad politica es antecedente indispensable de lo juridico, que los conceptos juridicos vienen de- terminados y explicados en funcién de aquélla y, en suma, que el orden o los 6rdenes concretos preceden a la norma e incluso pue- den superponerse a ella. De acuerdo con ULtoa CuELLAR,2! para PERELMAN la escuela tépica del razonamiento juridico es la que predomina en los paises de oc- cidente a partir de 1945. Esta se caracteriza por la importancia que se atribuye a los principios generales y a los lugares especificos del derecho. Se trata de equilibrar el valor de la soluci6n y la conformidad con el ‘derecho. Considera ademas que el razonamiento juridico remite a un trabajo de ponderacién, valoracién y argumentacion en el cual la légica formal no juega el principal papel, y la sintaxis y el anilisis de los conceptos dejan su lugar protagonista para el andli- sis pragmatico. Como ejemplo de esta escuela se menciona la teoria de la interpretacién de Ronald Dworkin. En nuestros dias, son diversos los cuestionamientos que se ge- neran no s6lo dentro de la ciencia del derecho, sino en todas las disciplinas. Volviendo a Imer B. Fiores,2 el investigador comenta, siguiendo a J. Hessen, respecto a los alcances y las limitaciones del conocimiento, que éstos deben analizarse por medio del estudio de los problemas relacionados con su posibilidad, origen, esencia y especies, asi como el criterio de la verdad. De dichas respuestas, derivan una infinidad de posturas y corrientes -criticismo, dogmatismo, escepticis- mo, pragmatismo, relativismo, empirismo, racionalismo, objetivismo, subjetivismo, idealismo, realismo, fenomenalismo...-, cada una de las cuales, reivindica una visién del conocimiento y de la verdad. 20 Ibidem, p. 27. 21 Gf. Utton Cutttag, Ana Lilia, “El derecho y la filosofia de la ciencia”, En Problemas Fontempordneos de la filosofia del derecho, CAct aes NitTO, Enrique, FLoxts, Imer B., Satvasa, Javier y Villanueva, Enrique, Coords. UNAM, IIJ, México, 2005, pp. 883 y sigs. 22 Gf: Flores, Imer B., op. cit., pp. 1000 y ss. 14 EDUARDO LOPEZ BETANGOURI La incidencia de esta multiplicidad de perspectivas en la ciencia del derecho, ha de verse positivamente, pues cada una de ellas rea- liza aportaciones desde su peculiar enfoque. Tras los excesos de los modelos positivistas-formalistas vistos durante la primera mitad del siglo XX, numerosas corrientes han revalorado la idea de que el pensamiento jurfdico es un tipo de conoci- miento prudencial, distinto de los esquemas filos6fico y cientifico, considerando que su objeto no es predecible, por ser la accion humana libre. Lo caracteristico de este pensamiento prudencial, también Iamado aporético o por problemas, es que tiende a encontrar la solu- cién de una cuestion o problema determinado, a través del anilisis particular del mismo, basandose en ciertos guiones que fungen como criterios 0 t6picos validados por la opinion comin de los entendi- dos en ese tipo de problemas. Respecto al caracter cientifico 0 no de la ciencia juridica, SaNTiAco NiNo23 postula que el estudio del derecho no puede ser cientifico, porque no esta abierto al debate critico; es dogmatico, porque se fundamenta en una serie de dogmas que se afirman a priori. En este punto, “una cosa seria relacionar -e incluso identificar- al derecho con dogmas, y otra no poder liberar por completo la actividad de los juristas de una mentalidad dogmatica (...) la disyuntiva es clara: la dogmitica juridica, por un lado, y la ciencia del derecho, por el otro; esto es, entre una disciplina fundada sobre presupuestos subjetivos- dogmiaticos y una acerca de postulados objetivos-racionales, debemos optar por la segunda via si queremos algiin dia llegar a nuestro desti- no: la consolidacién —desarrollo y madurez- de la ciencia juridica”.*4 E] dogmatismo del derecho, se manifiesta constantemente en las posiciones irreductibles que asumen las grandes escuelas: iusna- turalismo, iuspositivismo, iusformalismo y iusrealismo. Al respecto, Imer Fiores2® asevera que, a pesar de las innumerables diferencias existentes entre las diversas escuelas, principalmente entre el natu lismo y el positivismo, comparten en el fondo una actitud idéntica ante el derecho, manifestada en el mas fiero dogmatismo juridico. Adoptan un marco de pensamiento enfocado a aceptar y defender dogmas; si bien parten de diferentes premisas, coinciden en el dogmatismo legalista, favorable al conservadurismo, a una concep- cién estatica y rigida opuesta al dinamismo y flexibilidad que se exige de la ciencia juridica. 23 Gf: SantiAGo NiNo, Carlos. Consideraciones sobre la dogmética juridica, UNAM, Méxi co, 1974, pp. 9y ss. 2&4 Fores, Imer B., op. cit., p. 1014. 25 Idem. iruto II CIENCIA Y CONOCIMIENTO CIENTIFICO Gramaticalmente, conocimiento es el entendimiento, inteligencia, raz6n natural; el conocimiento, es el resultado de un proceso cog- noscitivo, en el cual intervienen dos factores: el sujeto, o la persona encargada de conocer un fragmento de la realidad: y el objeto, aque- Io que se conoce. El conocimiento, es el pensamiento que surge de esta relacién entre el sujeto y el objeto, entre el agente y el mundo exterior. Siguiendo a Leoncio Lana,26 se afirma que el conocimiento es una parte de la actividad pensante del hombre, que implica tener presente en la mente cierto objeto ideal o real, bajo el supuesto de que el mismo es considerado como conocido y se distingue formal- mente del sujeto cognoscente; operacion que puede ubicarse den- tro de ciertos niveles: a) Apreciaci6n meramente subjetiva y sensorial del objeto; es considerado un nivel de conocimiento primario. b) Pensamiento racional 0 ¢ ritico; se explica, describe o valora la relacion entre el sujeto y el objeto; se elaboran operaciones menta- les complejas como los juicios, buscando obtener conclusiones res- pecto al objeto de conocimiento. ¢) El conocimiento cientifico, se caracteriza por la utilizaci6n ri gurosa de un método, que implica, a grandes rasgos, la identificacion de un objeto de conocimiento por medio de la observa ion, la formu- lacion de hip6tesis con relacién a éste y la comprobacién de éstas. En epistemologfa, otros autores hablan de conocimiento filos6fico yconocimiento empirico 0 técnico; para los efectos de este trabajo, es de interés ahondar en las caracteristicas del conocimiento llamado ientifico, y en el concepto de ciencia. Por lo que hace al conocimiento cientifico, pueden identificarse Jertas caracterfsticas que le distinguen de otros tipos de conoci- niento. Siguiendo a Lara S, °7 recapitulamos las siguientes: Gf. Lara SitNz, Leoncio, op. eit., pp. 17 y ss. 27 Idem. 15, 16 EDUARDO LOPEZ BETANCOURT A) La objetividad Es la posibilidad de que las apreciaciones subjetivas del indivi- duo pensante sean independientes, no influyan, en las caracteristi- cas o la naturaleza del objeto por conocer. B) La racionalidad Considerando que el pensamiento cientifico se integra por con- ceptos, juicios y raciocinios; el sujeto debe tener la posibilidad de asociar conceptos de conformidad con las leyes de la légica, ordenar los conceptos en un sistema y demostrar los mismos en una teoria. C) La sistematicidad El conocimiento cientifico debe producirse dentro de un siste- ma; en el cual, no sélo las partes guardan relacién entre si y con el todo; sino que a su vez los planteamientos légicos deben mantener una relacién ordenada respecto al conjunto que conforman. D) La factibilidad El pensamiento cientifico toma como objeto fenédmenos que se hayan generado de alguna manera en la experiencia sensorial, es decir, que se den en la realidad. E) La trascendencia Si bien se parte de los hechos, no se limita a ellos, sino que trasciende para replantear, remodelar o aplicar sus efectos para generar otros hechos. F) El anilisis Si bien el pensamiento cientifico estudia una parte de la realidad y desintegra el objeto en sus partes para llegar a un conocimiento mayor y mis especializado sobre cada uno de los elementos; a su vez puede proveer una sintesis que permita reincorporar la particu- laridad a principios generales. G) La demostrabilidad y verificabilidad En raz6n del tipo de objeto de conocimiento, si éste tiene una existencia real o ideal, el conocimiento cientifico estara en posibilida- des de reproducirlo empiricamente a través de la experimentaci6n; o bien, a través de los juicios de la logica y de la experiencia, previa la observacién y la formulacién de una hipétesis; con miras a verifi- car la existencia del objeto en estudio. LA INVESTIGAGION JURIDICA 17 H) La metédica Como se ha sefialado, una caracterfstica esencial del conocimien- to cientifico es la utilizacin de un método en su obtencién. Para alcanzar la demostraci6n o verificacién de una conjetura o hipéte- sis, se debe transitar por una serie de momentos, que van desde la obtencidn de informacién sobre el objeto, su identificacion, la for- mulacién de explicaciones tentativas 0 hipotéticas, y su verificacion © comprobaci6n a través de las técnicas y los adecuados; siendo afir- mativas hasta en tanto otra respuesta igualmente valida no sustituya a la hipotesis originalmente planteada. I) La predictibilidad El pensamiento cientifico busca explicar el objeto de estudio, no nicamente pensando en el momento presente, sino extendiendo la validez de la explicacién para el pasado y para el futuro; pudiendo, modificar el comportamiento del objeto, o prediciendo la existen. cia de éste. J) La terminologia El lenguaje cientifico se caracteriza por la abundancia de térmi- nos denominados “técnicos”, que poseen una connotacién clara y precisa y un valor semantico admitido regularmente, cuando menos ara la expresién de ciertos fenémenos en una disciplina cientifica leterminada. .) El simbolismo El conocimiento cientifico puede ser expresado simbdélicamen- 3 ya sea en Ciencias exactas o en sociales, es posible representar el los objetos de estudio por medio de signos, simbolos, cifras, etc., ceptadas por el comtin de los cientificos. ) La comunicabilidad El conocimiento cientifico debe ser susceptible de ser comuni- ido; el pensamiento es el producto de la acumulacién social de mocimiento, y no se concibe sino en su dimensién comunitaria. ) La utilidad De acuerdo con esta caracteristica, el trabajo cientifico debe ten- der a la obtencién de conocimientos utiles a la colectividad, a la sociedad en su conjunto, tanto en el ambito de la estricta especula- i6n te6rica, como en su aplicacién practica o tecnolégica. 18 EDUARDO LOPEZ BETANCOURT Segtin lo anterior, formalmente no debiera ser considerado como trabajo cientifico, por no ser benéfico par la humanidad, el desa- rrollo de armamentos de destrucci6n masiva y demas creaciones tecnolégicas que por su alcance representan un peligro para el pla- neta mismo. Por desgracia, en la practica, la ética cientifica suele hacer a un lado esta exigencia, orientandose, ya sea a la obtencién del mero lucro salvaje; © bien, a beneficiar a minorfas politicas au- toritarias. El pensamiento cientifico esta estrictamente vinculado con la ideologia de sus desarrolladores; evidentemente, estos no pueden ser neutrales frente a su entorno social, generan ciencia con miras a influir, de acuerdo con su perspectiva, en éste. Habiendo puntualizado las peculiaridades que distinguen al cono- cimiento cientifico, pasaremos a analizar lo que constituye la Ciencia. Del latin scientia, el Diccionario de la Real Academia la define como el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observacién y el razonamiento, sistematicamente estructurados y de los que se de- ducen principios y leyes generales. Veamos algunas definiciones dadas en la teorfa:** Para Francisco Larroyo la ciencia es un conjunto de verdades sistematizadas de manera demostrativa, que tiene como principa- les caracteristicas las siguientes: a) La ciencia es una multiplicidad de saber; b) Posee un conjunto de verdades fundamentadas, es decir, se encuentran provistas de demostracién, lo cual no significa que presen- tan una exactitud absoluta, sino que se justifican en probabilidades (mas o menos elevadas); y c) Estan sistematizadas, estrechamente vinculadas entre si y dis puestas en cierto orden, formando ademas un todo unitario de co- nocimientos. De acuerdo con Russttt, la ciencia es un conjunto de conocimien- tos ciertos y probables, metédicamente fundados y sistematicamente dispuestos segtin los grupos naturales u objetos. Ademas, la ciencia tiene como objetivo resolver hechos 0 problemas que asf lo requie- ran mediante respuestas adecuadas a través de la observacién, la hipétesis y la prueba. Para Luis ViLLoro, se trata de un cuerpo de saberes, antes que un conocimiento, le importa la objetividad; esta objeti idad de su 28 Gfr: HersAnoez Esréve juridica, Ed. Harla, Col. Textos juridicos uni ‘Shenz, Leoncio, op. cit., pp. 17 y ss. andra Luz y Lovez Durr, Rosalio, Técnicas de investigacién ersitarios, México, 1995, pp. 12 y ss. y Lara LA INVESTIGAGION JURIDICA 19 justificacion le permite ser una garantia de verdad para cualquier sujeto que tenga acceso a sus razones. Para Pzarko, la ciencia es la empresa humana que persigue ex- plicar el acontecer del mundo que nos rodea mediante el llamado método hipotético-deductivo. Segiin Pérez Tamayo, ciencia es la actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensién de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento, obtenido por medio de un método organizadd en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso posible. Es posible definir a la ciencia en torno a su objetivo; en este sentido, se considera que cl pensamiento cientifico trata de descu- brir y formular gencralidades con las cuales sea posible explicar las condiciones de ciertas acciones asi como los diversos tipos y sus explicaciones, siendo sus enunciados la resultante de conductas pre- determinadas Para Porrrr, la ciencia es analitica, empirica, descriptiva, expli- cativa y susceptible de demostrar que sus principios son falsos 0 validos. Para Ernesto E. BorGa, cienc a es la sistematizacién de lo esen- cial de la realidad en conceptos fundamentales aprendidos segtin un método. De acuerdo con Lara SAENZ, la caracteristica fundamental de la ciencia es su produccién a través del método cientifico que presupone, sea en el Ambito de la ciencias exactas 0 en el de las humanisticas, la formacién, la delimitacion de problemas, el planteamiento de las ipétesis y la demostracion de éstas como verdades relat bsolutas, que son validas o ciertas hasta en tanto or rueba las sustituyan. mente s con mejor Volviendo a la definicion de Ruy Pérez Tamayo, este sefiala cic racteristicas de la ciencia, que por su importancia, come los siguientes incisos:2° as tamos en a) Es una actividad humana, propia tinicamente de los seres jumanos; b) Es una actividad creativa, aunque se distingue de la fantasia y imaginacién, pues el cientifico trata de estudiar y describir a la ealidad tratando de proporcionar un retrato fiel de la misma wtilizando constantemente la creatividad. Aqui, divergen dos posturas: por un lado, se indica que el objeto srincipal de la ciencia es la observaci6n de la naturaleza, a la mente ‘el ser humano se transcribe la realidad; por el otro, se afirma que la pero © 29 Gf, Hennanvez Estevez, Sandra Luz, op. it., pp. 12 y ss l 20 EDUARDO LOPEZ BE NCOURT tarea primordial del cientifico es, mas que reflejar, inventar mode- los e hipétesis para explicar dicha realidad. Para Pérez Tamayo ambas posiciones no son contradictorias, sino complementarias, pues por si solas son incapaces de explicar el pro- ceso cientifico: la simple observaci6n no conduce a la construcci6n de generalizaciones en torno de los fenémenos de la naturaleza, ni la reflexion pura, despojada de la observacion, puede vincular sus productos con la realidad. c) El objetivo de Ia ciencia es la comprensi6n de la naturaleza. Naturaleza se entiende como sinénimo de realidad, realidad referi- da no solamente al mundo de la materia, sino a todo aquello cuya existencia puede verificarse de manera objetiva, ya sea directa 0 indirectamente; d) El producto de la ciencia es el conocimiento, el cual se en- tiende de dos formas: en sentido amplio, como todo aquello de lo que tenemos conciencia, proveniente de ideas personales; y un sen- tido estricto, como la informacion cuya veracidad ha sido puesta a prueba confrontandola con la realidad; e) En la ciencia, el conocimiento se obtiene a través del método cientifico, cuyas caracteristicas tienden a garantizar que dicho co- nocimiento, tenga un menor grado de falibilidad que el obtenido a través de otros procedimientos, o que pueda ofrecer soluciones mas firmes a los problemas planteados. Como se ha visto, la palabra ciencia puede significar mas de una cosa; por un lado, ciencia puede ser la actividad que desarrolla el cientifico; por el otro, la ciencia es el mismo método cientifico, y mas atin, la ciencia se define como el conjunto de conocimientos sistematizados que se obtienen por dicho método. Tras argumentar al respecto Tamayo Salmoran concluye que, para superar la ambigiiedad del vocablo ciencia, éste puede usarse para determinar algo cuando se dé: “1) La existencia de una cierta actividad por la que se realiza el estudio, investigacién, experimentacién, generalizacion o descrip- cién de algo; 2) La existencia de un eonjunto de enunciados que versan sobre algo, obviamente del mismo algo sefialado en 1), y ) Que el conjunto de enunciados mencionadds en ) sea resul- tado de la actividad mencionada en 1).”30 A lo anterior, Tamayo Salmoran agrega que para que pueda hablarse de ciencia de algo (como vendria a ser ciencia fisica, médica 3 Tamayo ¥ SALMORAN, Rolando, ops cit., p 105.

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