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— 108 Periodos de la Historia de Venezuela Introduccion La caracterizacion y la delimitacién de periodos cn la historia de Venezuela suscita algunos pro- blemas especificos, ademas de los propios de todo intento de periodificaciOn. Dichos problemas tie- nen que ver con: 1) la simultaneidad de los proce- 50s de “descubrimiento”, “conquista” y “coloniza- cién”; 2) el lapso histérico abareado por procesos; 8) la ubicacién de la independencia mi ma; 4) la ubicacién de la Repiblica de Colombia (llamada Gran Colombia); 5) la delimitacién de la historia contempordnea; y 6) la correspondencia con la periodificacién euro-oceidental. A esta lista, noexhaustiva, de problemas historiogritficos espe- cificos, eabe afadir losmetodolégicos basicos dela periodifieacion, concernientea: 1) launiversalidad de los criterios de periodificacién; 2) los cortes ;¥3) la funcionalidad delosesquemas ifieacién. Esnecesario prevenir contra la jbestimar la importaneia de los pro- lemas suscitados porda periodificacién de la his- eran: congress compesente mioms de la historia. EI reducirlos a una operacién de cortes, o de sefialamientos, meramente cronol6s cos, vulnera la esencia misma de los procesos hi t6ricos, los cuales deben ser entendides como una intrincada correlacién de continuidad y cambi Esta basiea comprensin de lo historico es la px mera en sufrir dafo por causa de los intentos 0 ‘esquemas de periodificacién mal fundamentados, arbitrariamente realizadoso sobrevalorados. Ver ‘mos, sumariamente, en qué consisten los proble- mas especificos. La simultaneidad de los procesos de “descubrimiento”, “conquista” y “colonizacion” es una condicién esencial del proceso global, sin la percepeién clara de lacual es imposible captar la dindmica del mismo y, sobre todo, comprender los, papeles respectivos desempeftados en él por los europeos y por los indigenas, primero, y por los criollos americanos, luego. El lapso historieoabar- ‘ado por los procesos denominados de “descubri- miento”, “conquista” y “colonizacién” cobra nueva significacién cuando seadvierte que, en rigor, ellos sse extienden hasta el presente, en reas de consi- derable extensién, puesto que la ocupacién plena del territorio aun no se ha completado. Desde el punto de vista del relacionamiento con la base indi- ‘gena, asi como desde el de la significacion del papel desempefiado por la poblacién criolla y por los recursos generados en el propio territorio, la con- tinuidad del proceso global es sumamente revela- dora, como lo es también para la comprension de formas actuales de ese relacionamiento que mues- tran eseasa 0 ninguna variacién esencial de las generadas en el siglo XVI. La ubicacién de los considerados intentos precursores de la indepen- deneia, tiene gran importancia desde 2 puntos de vista: en primer lugar en lo que concierne a la ‘eomprensién integral del periodo colonial, inclui- ddos los procesos eriticos del mismo; en segundo Tugar, desde el punto de vista de la legitimacion a ultranza de la independencia, que ha Hevado a rastrear supuestos antecedentes en tiempos tan tempranos como la logica histérica lo tolere. Difi- cultades equiparables suscita la ubicacién de la Independencia, pues lo que se pone en juego, de ‘esta manera, es la vision nacional de la historia de Venezuela. Separar el perfodo colonial del nacio- nal tomando como eriterio In declaraeién de in- dependencia, la constitucién de la primera rept bliea,oaun la batalla de Carabobo, deja planteado el problemade la continuidad del régimen colonial fen porciones del territorio (Coro y Maracaibo), asi como su restablecimiento durante periodos com- parativamente muy prolongados(7 afiosen la pro- vineia de Caracas). En otras palabras, se plantea el problema de marcar el hito inicial de la repd- blica independiente. Dificultades también equi parables suscita la ubieacién de la Repibliea de Colombia, 1821-1830. ;Debe considerarsele parte de la Independencia? {Se trata del inicio pleno de la repiblica independiente? ;Constituye, en si, un periodo de la historia de Venezuela, intermedio entre el colonial y el nacional? Por su parte, la delimitacion de la historia contemporanea suseita especiales dificultades, derivadas tanto de la pe- riodifieacién escolar, por mucho tiempo ealeada de la historia nacional francesa, como por Ia pre- Juiciada identifieacién de la larga tirania de Juan Vicente Gomez con un siglo XIX latifundista y ‘caudillesco. Por ditimo, deben tomarse en con: sultades planteadas por Ia corres- pondenciaentrela periodifieaeién dela historiade Venezuela y la eurooecidental, o si se quiere en otros términos: por la ubicacién del proceso hist6- rico venezolano en el esquema supuestamente uni- versal generado por la historiografia europea. Con loantes dicho entramos a considerar la problema- tica metodologica basica de la periodificacién, yen primer lugar su universalidad. A este respecto, Le6n E. Halkin recomienda que: “No olvidemos {que las divisiones clisicas de la historia tratese de las seis épocas de San Agustin o de las cuatro edades de Hegel-, no se aplican sino a la historia general del Mediterraneo y de Occidente. Aun no ‘se han imaginado divisiones vélidas a la vez para cl arte y para las instituciones, para China, Mé- xico, Rusia y Francia. Las divisiones usuales han sido obra de europoos;estn hechas para europees, Por ello mismo disminuye su importancia. Su. exactitud no es mucho mayor, ineluso para la sola Europa”. Noes menor la dificultad planteada por los cortes cronolégicos, no ya desde el punto de vista de la continuidad y la discontinuidad de la historia, en el sentido de la imbricacién de los rocesos, sino desde el punto de vista de la correl cién de los diversos tiempos histéricos que son coetneos en un momento dado. En suma, ind suficientes como pat nifieacion de la periodifieacién, que ésta consti- tuye un expediente o recurso analitico de uso deli- ‘cado, en el sentido de que su empleo debe ir acom- pafiado de las prevenciones del caso. Entre éstas merecen ser subrayadas dos: en primer lugar, la | periodificacién no es jams innocua; en segundo lugar, s6louna clara, explicita critica fundamer tacion criteriol6gica hace dtl el empleo de un es- | mencionan entonces las reformas de Carlos Il quema de periadificacion. bien sea para diferenciar Ia relacién con la metro. Criterios seguidos en la periodificacién de la Historia de Venezuela Antes de hacer una presentacion critica de los ‘esquemas de periodifieacién aplicados a Ia histo- ria de Venezuela, es conveniente tratar de identi ficar los eriterios que les han servido de funda- mento, algunas vecesen forma explicita, lamasde las veces en forma implicita. Al respecto eabe pun- tualizar que laeritica historiogréfiea permite iden- tificar dichos criterios, aun cuando el autor del esquema no haya tenido conciencia de su explica~ idn. Este dltimoesel caso de la generalidad de los istoriadores venezolanos, y es la comprobacién de este hecho tno de los fundamentos que ha permi- tido sefialar la falta de elaboracién metodolégica ‘como una de las caracteristicas de la historiografia venezolana. Parece posible identificar eriterios ba- sicos de periodifieacién de la historia de Venezuela: 1) el directamente trasladado de la histora “uni- versal” euro-occidental; 2) el correspondiente a la perspectiva de la historia nacional; 3) el especifieo ‘ad hoe; 4) el eronolégico; 5) el propio de la época contempordnea; y 6) el historico integral. Los esquemas de periodificacién directamente trasladados della historia “universal” euro-oceiden- tal revelan tan fécilmente su incongruencia que sorprende al espiritu eritieo su prolongada vigen- cia, de no ser porque tras ella subyace la irredimi- bleaspiracién del criolloa vineular su historiacon lade lao las metrépolis europeas. La base de esta traslacion es la secuencia edad antigua, edad me- dia, edad moderna, edad contemporanea, para las cuales se hace forzoso encontrar equivalente en el proceso histérico venezolano, y que por lo mismo ‘compromete la conciliacidn entre el largo periodo cen el cual se inscribe la historia euro-occidental y el corto periodo en el cual se inscribe la historia de la sociedad criolla, si bien para superar ese obst- culo seecha mano del pasado aborigen, convirtién- dolo en la edad antigua o en la prehistoria, segtin los casos de la evolucion de la sociedad eriolla, El ‘esquema de periodificacién basado en el concepto de historia nacional corresponde a un momentode la historia de la historiografia venezolana, prolon- gado hasta el presente, en el cual el objetivo pr ‘mordial no era formar conoeimiento sino promo- ver el proyecto nacional. En consecuencia, la for- ‘mulacién del mismo se volvia el mas claro indicio de que con 61 se iniciaba un nuevo periodoy, loque ‘es mas, respecto del cual todo lo sucedido previ ‘mente se convertia en un antecedente. De alli la divisién en periodo colonial y periado nacional. Es ‘oportuno sefalar que si bien se es por lo general muy terminante al hablar de periodo o historia colonial, no han faltado historiadores que refuten esta denominacién, bien sea por el propésito de rastrear en 61 indiciosclarosde la nacionalidad (se | poliespafiola dela vinculacién imperialista moder- na(se utiliza en este caso ladenominacién historiao periodo provincial, y sealega queel término colonia, fue especifieamente proserito por la metrépoli). En loconcernienteal periodo nacional, puedesefalarse ue no siempre se utiliza esta denominacién, sin ue suele utilizarse como sinénimo el de “repibli ca", sibienel hacer estono conlleva la aceptacién de ladenominacién *periodomonrquico” parael colo- ial, por cuanto la coneepeién misma de la historia nacional ha sido llevada al extremo de negarle au- tenticidad al pasadomondrquico. Se pretendeafir- ‘mar, de esta manera, que la sociedad venezolana nunca ue realmente mondrquiea. Lasesquemasde periodifieacién basadosen criterias espectficas oad ‘hoe estan referidos a momentos o procesos propios de la evolucién historica de Venezuela, Presentan la dificultad de que reducen las posibilidades de ‘comprensién de los procesos historicos al desvineu- larlos de las categoriasde la historia universal euro- pea. El uso de estos criterios de periodificacion Dresupone la especificidad, o en todo easo un cierto grado de ella, de la evolucién historiea de la socie- dad criolla venezolana. A este respecto cabe formu- lar algunas consideraciones. En primer lugar, “..hablar de un proceso histé- rrico especificamente venezolano s6lo seria posible sisedisimulara la muy dudosa validez de esa espe- idad, pues por su desarrollo histérico, Vene- ‘zuela(es decir lasociedad implantada ocriolla) ha estado inmersa y en permanente vineulacién, res- ecto del desarrollo histérico europeo-oeciden- tal..”. En segundo lugar, “.sustraer a Venezuela del cuadro de la historia universal europea sig caria adoptar una perspectiva limitada, y hasta falsa, que impediria comprender la realidad his- ‘torica venezolana al eseamotear la interaceién, fre- cuentemente determinante, con lo universal asi definido...”. En tercer lugar, “..si se parte de la aceptacién del vinculo con ia historia universal europea, pero sin incurrir en el simplismo de pre- tender “reproducirla” en todos sus periodos, podria. uizé admitirse la siguiente periodificacién: Pre- historia (hasta el descubrimiento, entendido en sentido lato); Edad Moderna (cuyo limite deper deria del criterio que al respecto se adoptase} Edad Contemporanea (en jguales condiciones). Be- ronoseré facil, para muchos historiadores, renun- ciar a una suerte de feudalismo venezolano sin .Eneuarto lugar, parece lito pen- ese mareo universal tendrian eabida las caraterizaciones y periodificaciones inspirads cen lo especifico americano, asi como en la periodi fieacién universal europea caben matices regiona- les y aun nacionales. El error estaria en trasladar mecénicamente toda la periodificacién universal ‘europea...”. Quizé sea necesario tener presente que la historia de la sociedad implantada venezolana se desenvuelve en el ambito de In Edad Moderna europea, pero en las condiciones de América. Los esquemas de periodificacién basados en el criterio cronolégico encubren, con su aparentesen- lez, toda una intrincada problemétiea metodo- logica que se puede expresar como la frecuente inadecuacin entre l tiempo historico y el tiempo cronolégico. En efecto, repartir Iahistoriaensiglos yenafos plantea dificiles problemasen cuantoala continuidad de los procesos histéricas, pero tam- bién en cuanto a la signifieacién propia de eada tunode los lapsos. Por ejemplo, yase ha senalado la imbrieacién entre el periodo colonial yel nacional, perotambién cabria aducir queel sigio XVII vene- zolano se encuentra atrapado entre un vastisimo y denso siglo XVI, el cual aun noha coneluidoen casi una tercera parte del territorio venezolano,y un no ‘menos denso siglo XVIII, el cual sobrevive frag- mentariamente en algunas explotaciones agrico- las yen las secuelas de laesclavitud. Por supuesto, lesigue un larguisimosiglo XIX que algunos auto: res prolongan hasta la década de 1940. La situa. cin es més comprometidaen lo que eoncierne a los ‘fos “vacios", Obviamente podré objetarse que tal situacién s6lo expresa la insuficiencia del conoci 'miento historico disponible, osu exeesiva sujecion a ciertos conceptos de lo hist6rico, Asi, para la toriografia bélica los afios de paz serian afios sin historia. La evidente insuficiencia de la periodifi cacién estrictamente eronolégica aplicada ala his- toria universal europea indujoaadoptar una perio- dificacién en épocas, las cuales se delimitaron s0- brela basede caracteristicas y no de hitos cronolé- ‘gicos. La periodificacién de la historia de Venezue- lasegiin el eriterio nacional seria, probablemente, su equivalente. También la earacterizacién y deli- ‘mitacién de la época contemporénea de la historia de Venezuela suscita dificultades, unas referidas al proceso sociohistérico venezolano, otras referi- das a la historia “universal” euro-oecidental. La principal fuente de dificultades para la delimita- cidn esté constituida por Ia signifieacién histériea de las casi 3 décadas del gobierno de Juan Vicente Gomez, y a su vez, dicha sigmificacién esta vine Jada con el profundo trauma causado por ese hecho en aconciencia intelectual de los venezolanos. Son, 2 las actitudes principales: la de quienes busean abrumar ese periodo historico negandole toda pro- yeccién en la modernidad contempordnea, y para ‘ello lo arropan con Ia ya comentada visién estereo- tipada del siglo XIX;y la de quienes buscan sobre todo marcar Ia diferencia con el periodo subsi- guiente, y paraellono les basta con identificar este liltimo con la democraeia sino que lo hacen tam- ién con el siglo XX. En el fondo, es el mismo criterio que llevé a Mariano Picén Salas a sefialar ‘como hito el afto de 1941, por ser el afio de las primeras elecciones mas 0 menos democriticas ocurridas en Venezuela durante el siglo XX; o el ue indujoaJ.M. Gornés Mac Pherson adividir la “historia de Venezuela libre” en 2 grandes perio- dos: el de la independeneia nacional y el de la _scaosincasiesameneenemeeas: independencia econémiea, tomando comecr sr inartgo del saldo de Ia deuda externa 1930. el page eo Castillo relaciona el adeno Rubén Cy eonellode la Bidad Contempor tee del sig ion de Accion Demacratic. Ob com te, af tomamos como guia Ia oeurrensey de monte, scendentales la nacionalizacion del o> tere odria reciamar merecida atencion, ¥ o” tose complicarian mas las cosas. lca Taaes deben sumarse las surgidas yavclahistoriade Venezuela cons ‘Hay 8 dreas, cuando sta esta situacion: en dela vineula “Sniversal” euro-oceidental ‘menos, en Tas que se manifi vr 05 ae Fy todavia node tdosuperadadel primer Mga, pce Contemporanea a partir de mmitae\ clon Francesa;en segundo IDEM" 6 ore \aRewito para la humanidad tods; ¥ poy consi- cronte también para Venezuels. ‘Revolucién iente tamaitimo la pretendidamente baby soe: Ruse: y- Por como erterin el de “la historis ry cidn de mie que no hace sino transerit el bo ecient extdio metadoloqico espectticn Progr Bema so de inicio de Ia Edad Conterpors como Diana ia Segunda Guerra Mundia), oon 5) venezolan Wgranseion que abarce los fos "0° tan epab. La periodficacion,fundada oy ey 1986 fistbrico integral, pretende tomar coo ele teri his justamente loqueconstitavela tree mento cen ttjonas, es docir, la continuidad ds los ee esos historicos; a coexistencia tiempos his procesoe entes, expresada en cl alto Nie) de vores oraneidad deta formacion historica ty contempor = irmultaneigad de Tos process conic olan coidas en el concopto de implanieor) Tar ejemplo, un siglo XVI que corre noes el pre- {or ier fos; modos del_relacionamients 2m as sent or esberizenes)-BlpropésitodecaPiat oe sociedad de procesos simulténens, contre imbricrerfonados, lev6 a adoptar la division co interretasjujetarse a terminos cronolOgicos tri tas, como se veré mas adelante: ne, como 36 Wor podido aprecar, este intenta de eamna econ de los eriterio basiens soruices identifearas de pervodificacion de la histor’ de tos essa admite la posibilidad de diversac Ter Venereen de los nismas. Bs més, puede afro tue, en rigor, no suelen aplicarse, aisladamente. gue. on etre contribuyea crear est siLIACL) Cir are de legitimacign metodol6gica obser yr, ican Tos esqueras de periodificacion ‘laborados een Io eetiografia venezolana.,”,¥ 18 CUM of Pore ee por igual on las periodificaciones a A fguen patrones derivados de ln hhistoriografia uni- sue Pn Tes esquemas ad hoe, ¥ se MAN TTS i versa Jade legitimaciin metodol6gica ane al ausencrmorden eronokéico como en Los crise aso pe para fragmentarlo, Bn el Primes 957%) semuides Tue existe confusién entre el 1arHy © al observ ao hstbrico,y esto hastael punta Sede seTtlega @ demarear periodos en cuya restrechez resulta imposible pensar que pudieran formers resulta pena entidad formas histricas Coos adctyas, no ya estructurales sino inclaso ‘secunda- ristioas Pe acontramos periodos que eauivalen Ting ijgeadas © incluso Tustros, situa 6 ‘lune de correspondencia ave restltate historiea- “fn cuanto a los criterios de Toriodifieaci6n, éstossuelen ser mis 0 ‘menos inde- period any por lo eneralcambian ene] ¢csot terminads Po exquera,con fo que a perindifics: tein pierde todo sentido ion perder mejor ol juego de los criterion d& rdloificacion seguidosenlosesaueras coo fica historia de Venezuela, 8 atl pasar diese algunos ejemplos representatives: Se reviiamen'8 grandes rubros:1}el de los Parr Dlindo'cos esquernas més usuales de '% historia dos on 1

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